Cristal De Sorbaspara eL ImperioRomano

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ace muchos años, tantos que casi no lo recuerdo, tuve conocimiento del uso que los romanos daban a los cristales de yeso, utilizándolos como cierres de los ventanales de sus lujosas villas ro- manas. Sin embargo, fue con el descubrimiento de los grandes cristales de yeso de la mina de Naica, en el estado mexicano de Chihuahua, que la revista National Geographic en su edición de noviembre de 2006, incluyó un artículo de Juan Manuel García Ruiz con fotografías de Javier Trueba, donde se hacían eco de la noticia, incluyendo además una detallada información sobre los cris- tales de yeso de Segóbriga (Cuenca) y las minas romanas de Lapis Specularis conocidas en todo imperio romano por la calidad de sus placas, tan- to fue así que merecieron la atención de Plinio el Viejo, dando todo lujo de detalles en su Historia Natural. La producción de cristal de Cuenca era conducida a través de una calzada hasta el puerto de Carthago Nova (Cartagena), desde donde era exportado hasta Roma donde cubrían ventanales o construían invernaderos, entre otros usos. Gracias a este artículo encontré la página web www.lapisspecularis.org , donde, a través de un Proyecto de Investigación dedicado al estudio de esta minería, se daban todo lujo de información sobre las características de estas minas, su histo- ria, sus peculiaridades, etcétera. A partir de ese momento creció en mí la curiosi- dad de que ese tipo de minería hubiera existido también en Sorbas, sobre todo conociendo los gigantescos cristales que encierra el subsuelo de Los Yesares en lugares como la Cueva del Teso- ro; me resultaba difícil admitir que los romanos hubieran pasado de largo por este territorio sin explotar este mineral precioso, tan apreciado y cotizado en aquella época. Por otro lado, la pro- ximidad de Sorbas al mar hacía que la exporta- ción fuera mucho más cómoda y barata que la producción de las minas conquenses. Varios años llevaba meditando sobre aquella posibilidad pero no encontraba, o mejor no identificaba, ningún indicio que confirmase la existencia de las minas de Plinio en Sorbas. Corría el año 2009, y desde la Sociedad de Ami- gos de Sorbas nos disponíamos a conmemorar el XX aniversario de la declaración del Karst en Ye- sos de Sorbas como Paraje Natural, y entre las actividades que habíamos programado estaban realizar una serie de rutas temáticas que ayuda- ran a la compresión de los valores que atesora es- te maravilloso espacio natural que es el Karst de Sorbas. Fue así como el 7 de marzo, víspera de la ruta, me disponía a diseñar el itinerario con el que tratábamos de mostrar la particular flora de este espacio. Uno de mis primeros objetivos fue visitar una población de orquídeas para comprobar su esta- do de floración, dirigí mis pasos hacia esa zona, era mediodía y el sol lucía con gran intensidad, conforme avanzaba por la senda, bajo mis pies empecé a ver brillar tal cantidad de espejuelo…, inmediatamente me vino a la mente la posibili- dad de que estuviera pisando una de aquellas mi- nas romanas de lapis specularis, automáticamente me dirigí a aquella cueva que conocía desde niño, y que jamás había pensado que escondiera una mina romana. Efectivamente, una vez dentro de la cueva empecé a reconocer en sus paredes las picadas de los mineros, en el techo y paredes aun quedaban restos de la veta de macrocristales que explotaban, también allí estaban los huecos don- de colocaban las lucernas y los apoyos de los troncos donde se apoyaban los tornos que eleva- ban los cristales hasta la superficie, también des- cubrí un cristal cortado en cuyo lateral se dibuja- ba con perfección la marca del diente de sierra. Era increíble: ¡¡¡Por fin estaba ante las famosas minas de Plinio!!! Nunca imaginé que el mejor ANDRÉS PÉREZ PÉREZ FOTOGRAFÍA: A.P.P. / EL AFA H CRISTAL DE SORBAS PARA EL IMPERIO ROMANO CRISTAL DE SORBAS PARA EL IMPERIO ROMANO Algunas de las ventanas de los acomodados patricios romanos de la época imperial estaban cubiertas con planchas de yeso llevadas desde Sorbas. Esta afirmación se desprende del reciente hallazgo de explotaciones mineras romanas de espejuelo o ‘lapis specularis’en el entorno del Karst en Yesos mundialmente conocido. Foco Sur se ha querido aproximar al importante hallazgo arqueológico a través del testimonio de su descubridor, Andrés Pérez , reforzado con el testimonio de otros técnicos especialistas. / (1) En esta página, recreación realizada en Segóbriga (Cuenca) del corte de espejuelo. A la derecha, entrada a la mina y marcas del trabajo de extracción del yeso, incluida la que parece ser para colocar las lámparas conocidas como lucernas. Pozo vertical para sacar el espejuelo. Andrés Pérez Afloramiento de yeso. HALLAZGO ARQUEOLÓGICO

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Algunas de las ventanas de los acomodados patricios romanos de la época imperial estaban cubiertas con planchas de yeso llevadas desde Sorbas. Esta afirmación se desprende del reciente hallazgo de explotaciones mineras romanas de espejuelo o ‘lapis specularis’ en el entorno del Karst. Foco Sur se ha querido aproximar al importante hallazgo arqueológico a través del testimonio de su descubridor, Andrés Pérez, reforzado con el testimonio de otros técnicos especialistas.

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ace muchos años, tantos que casi no lorecuerdo, tuve conocimiento del usoque los romanos daban a los cristalesde yeso, utilizándolos como cierres delos ventanales de sus lujosas villas ro-manas.

Sin embargo, fue con el descubrimiento de losgrandes cristales de yeso de la mina de Naica, enel estado mexicano de Chihuahua, que la revistaNational Geographic en su edición de noviembrede 2006, incluyó un artículo de Juan ManuelGarcía Ruiz con fotografías de Javier Trueba,donde se hacían eco de la noticia, incluyendoademás una detallada información sobre los cris-tales de yeso de Segóbriga (Cuenca) y las minasromanas de Lapis Specularis conocidas en todoimperio romano por la calidad de sus placas, tan-to fue así que merecieron la atención de Plinio elViejo, dando todo lujo de detalles en su HistoriaNatural. La producción de cristal de Cuenca eraconducida a través de una calzada hasta el puertode Carthago Nova (Cartagena), desde donde eraexportado hasta Roma donde cubrían ventanaleso construían invernaderos, entre otros usos.Gracias a este artículo encontré la página webwww.lapisspecularis.org, donde, a través de unProyecto de Investigación dedicado al estudio de

esta minería, se daban todo lujo de informaciónsobre las características de estas minas, su histo-ria, sus peculiaridades, etcétera.A partir de ese momento creció en mí la curiosi-dad de que ese tipo de minería hubiera existidotambién en Sorbas, sobre todo conociendo losgigantescos cristales que encierra el subsuelo deLos Yesares en lugares como la Cueva del Teso-ro; me resultaba difícil admitir que los romanoshubieran pasado de largo por este territorio sinexplotar este mineral precioso, tan apreciado ycotizado en aquella época. Por otro lado, la pro-ximidad de Sorbas al mar hacía que la exporta-ción fuera mucho más cómoda y barata que laproducción de las minas conquenses. Varios añosllevaba meditando sobre aquella posibilidad perono encontraba, o mejor no identificaba, ningúnindicio que confirmase la existencia de las minasde Plinio en Sorbas.Corría el año 2009, y desde la Sociedad de Ami-gos de Sorbas nos disponíamos a conmemorar elXX aniversario de la declaración del Karst en Ye-sos de Sorbas como Paraje Natural, y entre lasactividades que habíamos programado estabanrealizar una serie de rutas temáticas que ayuda-ran a la compresión de los valores que atesora es-te maravilloso espacio natural que es el Karst de

Sorbas. Fue así como el 7 de marzo, víspera de laruta, me disponía a diseñar el itinerario con elque tratábamos de mostrar la particular flora deeste espacio.Uno de mis primeros objetivos fue visitar unapoblación de orquídeas para comprobar su esta-do de floración, dirigí mis pasos hacia esa zona,era mediodía y el sol lucía con gran intensidad,conforme avanzaba por la senda, bajo mis piesempecé a ver brillar tal cantidad de espejuelo…,inmediatamente me vino a la mente la posibili-dad de que estuviera pisando una de aquellas mi-nas romanas de lapis specularis, automáticamenteme dirigí a aquella cueva que conocía desde niño,y que jamás había pensado que escondiera unamina romana. Efectivamente, una vez dentro dela cueva empecé a reconocer en sus paredes laspicadas de los mineros, en el techo y paredes aunquedaban restos de la veta de macrocristales queexplotaban, también allí estaban los huecos don-de colocaban las lucernas y los apoyos de lostroncos donde se apoyaban los tornos que eleva-ban los cristales hasta la superficie, también des-cubrí un cristal cortado en cuyo lateral se dibuja-ba con perfección la marca del diente de sierra.Era increíble: ¡¡¡Por fin estaba ante las famosasminas de Plinio!!! Nunca imaginé que el mejor

ANDRÉS PÉREZ PÉREZFOTOGRAFÍA: A.P.P. / EL AFA

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CRISTAL DE SORBASPARA EL IMPERIO ROMANO

CRISTAL DE SORBASPARA EL IMPERIO ROMANO

Algunas de las ventanas de los acomodadospatricios romanos de la época imperialestaban cubiertas con planchas de yesollevadas desde Sorbas. Esta afirmaciónse desprende del reciente hallazgo deexplotaciones mineras romanas deespejuelo o ‘lapis specularis’en elentorno del Karst en Yesosmundialmente conocido. Foco Sur se haquerido aproximar al importante

hallazgo arqueológico a través del testimonio desu descubridor, Andrés Pérez , reforzado con eltestimonio de otros técnicos especialistas. / (1)

En esta página, recreación realizada en Segóbriga(Cuenca) del corte de espejuelo. A la derecha,

entrada a la mina y marcas del trabajo de extraccióndel yeso, incluida la que parece ser para colocar las

lámparas conocidas como lucernas.

Pozo vertical para sacar el espejuelo.Andrés Pérez Afloramiento de yeso.

HALLAZGO ARQUEOLÓGICO

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La región de Almería cuenta con abundantes mineralizaciones de yeso, y formaba parte, a su vez, de una de las principalesáreas de minería histórica de época romana. Las labores romanas beneficiaron también intensamente filones metálicos decobre, plata y plomo, especialmente en Pilar de Jaravía, Herrerías y Sierra Almagrera, así como el oro de Rodalquilar.Igualmente, los «marmora» o mármoles almerienses, fueron explotados en las canteras de Macael el Viejo, Chercos y Lu-brín, entre otros lugares. Su excelente calidad, permitió su amplia utilización y difusión, de manera que éstos han llegadoa localizarse en lugares y contextos de la Antigüedad tan relevantes como el Teatro romano de Emerita Augusta (Mérida),o la ciudad de Italica (Santiponce).Con respecto al «lapis specularis» de Almería, uno de los yacimientos mineros romanos que hemos podido identificar, tie-ne en el paraje natural de yesos de Sorbas uno de sus enclaves o complejos mineros de extracción de este recurso . Noobstante, es factible que en el área del propio paraje de yesos protegido y de su perímetro inmediato, tras su prospecciónarqueológica, pueda deparar en la aparición de nuevo indicios mineros de zonas de explotación de «speculum» que am-plíen lo hasta ahora reconocido.Por otra parte, conviene recordar que las explotaciones mineras romanas precisan de una red viaria de servicio (calzadas),que posibilitara la comercialización y el transporte del mineral (sobre todo al tratarse de un mineral principalmente expor-table), así como de otras infraestructuras logísticas que necesariamente, aparte de imprescindibles, están asociadas a la in-dustria minera. Por lo que el descubrimiento de minas de «lapis specularis» en el Karst En Yesos de Sorbas, no sólo se re-duce a la exclusividad de los minados subterráneos, sino que todo un elenco de yacimientos arqueológicos de época ins-critos al ámbito minero, también deben de estar presentes en el te-rritorio e igualmente son susceptibles de localizar y documentar.Esta secuencia de minas de yeso especular y del patrimonio aso-ciado a la extracción de su riqueza, la hemos podido confirmar enlos complejos mineros de Almería que, a priori y a pesar de tratar-se de una actividad prácticamente a gran escala y con vestigios ar-queológicos diversificados e importantes, permanecían hasta aho-ra prácticamente desconocidos e ignotos para la investigación.Respecto a los minados de Sorbas, y en lo que puede entendersecomo una primera aproximación a los mismos, se trata de minassubterráneas relacionadas con los procesos kársticos de la zona, através de un aprovechamiento y laboreo de áreas afectadas por losprocesos erosivos. Actualmente presentan un grado de colmata-ción importante, intuyéndose la existencia de posibles niveles o pi-sos de explotación.El acceso a los minados se realizaba desde superficie tanto me-diante el empleo de pozos mineros, como por entradas kársticasnaturales que posibilitaban el ingreso al interior y a las zonas demineralización con la ayuda de escaleras y cuerdas. El mineral seextraería por estas vías con la ayuda de tornos y poleas.Ya en el ámbito subterráneo, es posible documentar los trabajos yla actividad minera romana en las galerías y cámaras trabajadas ar-tificialmente en la búsqueda del yeso cristalizado. Las labores mi-neras, presentan una trama que sigue los filones y la mena bene-ficiable del espejuelo en pos de su rápido y fácil aprovechamiento.En la ejecución de las galerías y para poder explotar el mineral, los mineros romanos de Sorbas, recurrieron a un instru-mental metálico que ha dejado sus huellas patente en los hastiales y placas de yeso. Se trata de punteros o cinceles dehierro de punta cuadrangular, con los que se trazaban las galerías con la ayuda de mazos y con los que igualmente, seperfilaban las placas de «speculum» previamente a su arranque y extracción.Igualmente, podemos constatar la existencia en las paredes de las minas de oquedades y entalladuras que pueden co-rresponderse con instalaciones interiores de travesaños o contrapozos, que servirían para el buen funcionamiento del Mi-nal. Otros pequeños huecos o concavidades tallados a intervalos regulares en las galerías y a mediana altura, no dejan nin-guna duda del empleo de lámparas o lucernas mineras con las que iluminarse en la oscuridad, ya que estos pequeños ni-chos no son sino los lucernarios que servían de soporte y lugar de ubicación de las pequeñas lámparas de aceite que eranutilizadas en las minas.Por último, en el exterior y a bocamina, hemos podido constatar que se trabajaba el «lapis specularis» y era el lugar don-de se ubicaban los centros de procesamiento del mineral y las escombreras, a semejanza con lo que viene siendo habitualen el conjunto de los complejos mineros conocidos. Al igual que los restos materiales arqueológicos existentes, tanto delinterior como del exterior de las minas, parecen corresponderse en su mayoría, con elementos materiales contextualiza-dos sobre todo en época romana Altoimperial, fecha en la que se llevarían a cabo estas explotaciones en Hispania.Pese a lo ya explorado, aún es pronto para concluir y hacer una valoración definitiva de la verdadera importancia y la di-mensión real de los hallazgos y de los bienes culturales recientemente descubiertos relacionados con la minería del «lapisspecularis», especialmente cuando su investigación en la zona, prácticamente acaba de comenzar.Sin duda, estos descubrimientos suponen una excelente oportunidad para investigar la desconocida ingeniería minera ro-mana del yeso cristalizado en este territorio, a la par de que posibilitaría incidir y comprender la importancia que el «cris-tal hispano» desempeñó en esta área y entorno productivo de «lapis specularis», como en el conjunto de las explotacio-nes que se llevaron a cabo en el resto de las minas romanas de España durante la Antigüedad.

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regalo del XX aniversario sería el descubrimien-to de estas preciosas minas romanas de cristal deyeso.De vuelta a casa volví a revisar la web de las mi-nas de yeso especular, encontrando gran simili-tud entre aquellas minas y la que acababa de des-cubrir, a los pocos días contacté vía mail conJuan Carlos Guisado, arqueólogo de la aso-ciación Lapis Specularis, enviándole algunas fo-tos de la mina sorbeña.Al día siguiente realizamos la ruta de la flora y alfinal de la misma, aprovechando la compañía dela arqueóloga Ángela Suárez, Juan José Martínezy mi compañero Enrique González, pensé en vi-sitar de nuevo la mina romana para tener la opi-nión de una especialista en arqueología. En estasegunda inspección, Juan José encontró casual-mente unos fragmentos de sigillata romana, loque indicaba la probable edad de aquella mina,nada menos que 2.000 años.En Semana Santa programé una visita a la pro-vincia de Cuenca para conocer de primera manolas minas de la provincia manchega, al arqueólo-go Juan Carlos Guisado y a los miembros de laAsociación Cultural de Osa de la Vega. Efectiva-mente, tal y como describía Plinio, el coto mi-nero de Cuenca era inmenso, más 150 kilóme-tros de largo por unos 40 de ancho lo convertí-an en uno de los mayores afloramientos de yesode la península, la calidad de los cristales a mi merecordaba muchísimo a los de Sorbas. Pude verin situ el trabajo ya realizado con el proyecto«Cien mil pasos alrededor de Segóbriga», lo quehabía supuesto un revulsivo económico para unazona bastante deprimida que empezaba a enten-der que la minería romana del «lapis specularis»

La minería romana del yeso en Sorbas EXTRACTO DEL ARTÍCULO «LA MINERÍA ROMANA DEL LAPIS SPECULARIS DE SORBAS.

EL PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO COMO RECURSO EN EL PARAJE NATURAL DEL KARST EN YESOS DE SORBAS»María José Bernárdez Gómez, Juan Carlos Guisado di Monti y Andrés Pérez Pérez . Publicado en El AFA. Nº 27.

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Baria (Villaricos)

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y todo el patrimonio asociado: calzada romana,poblados, íbero-romanos, ciudades, campamen-tos militares, suponía una vía de desarrolloprioritaria.Vista la magnitud de las minas de Cuenca, volvía Sorbas con el convencimiento de que aquellamina recién descubierta no podía ser la única, dehecho al día siguiente de mi vuelta (el ViernesSanto) descubrí una nueva mina, de mayores di-mensiones y mejor conservada que la primera; apartir de entonces comencé a explorar el territo-rio localizando numerosas catas y algún pozo co-lapsado que seguramente escondería nuevas mi-nas. Pero nos falta mucho trabajo por hacer, ha-brá que releer muchas cuevas, pues todas aque-llas donde haya localizados filones de macrocris-tales seleníticos deberán ser visitadas para verifi-car si fueron explotados por los romanos. Tam-bién habrá que definir cuáles eran las vías de sa-lida del mineral, probablemente el antiguo cami-no de Vera a Sorbas debió ser una antigua calza-da romana por la que el mineral sería conducidohasta la costa para su embarque y exportaciónhasta Roma, ¿dónde estaría situado ese puerto?

¿Pero qué fue de los poblados romanos? apenashay conocimiento de un poblado ibero-romanoen la zona de Cariatiz y otro en el Quemadillo,cerca de La Huelga, con toda probabilidad estosdos poblados y algunos más por descubrir, darí-an refugio a buena parte de los mineros que ex-plotaban este precioso mineral. En la actualidadpensamos ampliar nuestra investigación a otrosafloramientos yesíferos del sureste donde se ten-ga conocimiento de la existencia de espejuelosusceptible de haber sido explotado por los ro-manos, con la seguridad de que las minas de Sor-bas debían formar parte de amplios complejosmineros de «lapis specularis» aún por descubrir.En septiembre de 2009 y octubre de 2010 recibi-mos la visita de los arqueólogos de la AsociaciónLapis Specularis, María José Bernárdez, JuanCarlos Guisado, directores del Proyecto de In-vestigación, "Cien Mil pasos alrededor de Segó-briga", junto con Javier Crespo, confirmando de-finitivamente que los indicios descubiertos enSorbas se correspondían con explotaciones mi-neras de «lapis specularis», con la misma ads-cripción cronológica y cultural que las castella-

no-manchegas. Se comienza así una nueva etapadonde se comunica el descubrimiento a la Dele-gación de Cultura y se aprovecha el trabajo delproyecto «Cristal de Hispania», realizado por laAsociación Lapis Specularis con la colaboraciónde tres grupos de Desarrollo Local de la provin-cia Cuenca, para invitar a sumarse al GDR de lacomarca Filabres-Alhamilla, de cara a poner enmarcha una estrategia de desarrollo y puesta envalor que aproveche el rico patrimonio mineroque acabamos de descubrir.No cabe duda de que, para que sea posible el es-tudio, investigación y puesta en valor de este pa-trimonio arqueológico-minero, el futuro pasa porformar equipos multidisciplinares donde Espeleó-logos, Arqueólogos, Cristalógrafos, Junta de An-dalucía, GDR Filabres-Alhamilla, Ayuntamientode Sorbas y Empresas Mineras aúnen esfuerzoscontribuyendo a generar un nuevo recurso turísti-co, artesano e industrial, en pro del desarrollo sos-tenible que tanto anhelamos para nuestra tierra.

(1) El texto de testimonio se publicó en la revista ElAfa. Nº27. Febrero 2011. Sorbas.

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Los grandes hitos romanos en la provincia

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La presencia romana en nuestra provincia ha quedadopatente en numerosos restos arqueológicos, algunos sinexcavar, y en importantes hallazgos llamativos que hanpasado a ser señas identificativas de los pueblos en quese encontraron, como el ‘Chirivello’, escultura de Dioni-sos hallada en Chirivel, el sarcófago de Berja, el mosai-co romano de Ciavieja o la inscripción de Murgi, junto aotros restos de interés como balsas de salazones o elMausoleo de Abla.Los dos principales poblados de los que se conservanrestos notables y en los que se ha intervenido son Villa-vieja, la antigua Vergi (Berja), en el que existe un anfite-atro, aún bajo tierra, y el de Ciavieja donde se eviden-cian los restos de la romana Murgi, cerca de El Ejido.Además de estos dos conjuntos arqueológicos, son mu-chas las construcciones legadas por la civilización latinade las que existen evidencias en la actualidad. Entre ellas las hay de carácter funerario como el mauso-leo de El Daymún, próximo a El Ejido; de carácter arte-sanal, como las salinas y fábricas de salazones existentesen numerosos puertos como el de Adra o Torregarcía; oel importante Portus Magnus (en la capital, es posiblecontemplar estos restos cuando se pasea por el parquede Nicolás Salmerón); de carácter civil como el puerto deGuardias Viejas, el acueducto de Carcauz en Vícar, lospuentes de Alhama de Almería y Bayanna y las calzadasque en algunos tramos del trazado original aún son pa-tentes; e incluso de carácter lúdico, como las termas queaún hoy están en uso en el balneario de Sierra Alhami-lla de Pechina.Uno de los hallazgos referidos es el mosaico de Ciavie-ja, que se encontró en una colina próxima al antiguotrazado de la Carretera Nacional 340, en El Ejido. Afor-tunadamente se protegió y ahora hay un proyecto parasu puesta en valor. La Asociación Cultural ‘Athenaa’ de

El Ejido ha sido la responsable de las reivindicaciones pa-ra intervenir los restos del yacimiento arqueológico deCiavieja. Los responsables de llevar a cabo el proyectode excavación y puesta en valor del yacimiento de Cia-vieja para su próxima apertura al público serán el arqui-tecto Francisco Escobar, el arquitecto Tino Santaella y elarqueólogo colaborador Lorenzo Cara. La actuación consta de una primera parte de investiga-ción arqueológica y de excavación con un sistema degeorrádar, que será acometida por un catedrático deGeofísica de la Universidad de Granada, mientras quelas tareas de limpieza del yacimiento las llevará a cabo laempresa contratista de las obras. El arqueólogo colabo-rador del proyecto, Lorenzo Cara, asegura que «se tra-ta de una actuación que prtende impulsar este espacioubicado en pleno centro urbano de El Ejido». Precisa-mente, el año pasado se cumplía el 25 aniversario delhallazgo del mosaico romano de Ciavieja, encontradopor el arqueólogo aficionado Ángel Aguilera y el arqui-tecto Francisco Escobar, mientras excavaban en buscade «ollas con monedas». Ahora es el momento de recuperar esta parte de la his-toria de El Ejido. Un viajero griego de la época clásicadescribía el yacimiento con el nombre de Atenea, dedonde se puede extraer que se trataba de un templo de-dicado a la diosa, en el que solían dejarse presentes. Deahí ha tomado su nombre la Asociación ‘Athenaa’.Otro de los restos romanos recuperados de puro milagrofueron los estucos encontrados en Villaricos, que en últi-mo extremo y por la presión social se consiquieron salvary actualmente se encuentran en el Museo Arqueológico. En esa presencia extensa e intensa se ubican las insata-laciones arqueológicas industriales como el hallazgo delas minas de espejuelo de Sorbas, o la probada presen-cia en las minas de plata de Sierra Almagrera.

De arriba abajo, inscripción romana sobre el origen deMurgi, mosaico de Ciavieja y escultura de Dionisos,conocida como ‘Chirivello’, hallada en Chirivel; puentede Alhama de Almería y monumento funerario ElDaymún, en El Ejido.