La Crisis del Sector Eléctrico Venezolano

Por: Nelson Hernández

La falta de generación eléctrica, que conlleva a un fuerte y prolongado racionamiento, no es consecuencia del fenómeno del “NIÑO”, sino de la no operatividad del parque termoeléctrico, el cual tiene más del 50 % de sus maquinas fuera de servicio

El 03-02-16, el Grupo Ricardo Zuloaga (GRZ)1 hizo público un documento dirigido a la Asamblea Nacional donde destaca la crítica situación por la que atraviesa el sector eléctrico del país. El documento con apoyo de gráficos, muestra la cruda realidad en la que se encuentra “el servicio de los servicios”, como es la electricidad, avizorando un futuro más complicado, en los próximos años, de no realizarse los ajustes necesarios para, al menos, regresar a la calidad del suministro eléctrico que la población tenía en el año 2008.

De la lectura del documento se destacan los siguientes aspectos:

La crisis es energética, ya que se complementan la existente en el sector hidrocarburos con la del sector eléctrico. El primer sector debe proporcionarle los combustibles (gas y diesel) necesarios para la generación en las plantas termoeléctricas, y estos están en déficit. Y el sector eléctrico debe proporcionar electricidad para que la industria petrolera realice sus operaciones. Si se quiere, un círculo vicioso. Un entrampamiento energético.

Es una crisis anunciada. Desde el año 2003, e incluso antes, se advirtió al gobierno nacional de retomar los planes eléctricos, porque de lo contrario se presentarían problemas en el futuro inmediato. Es en el 2009, donde aparece la crisis del sector, y lejos de resolverse va camino de profundizarse. Se menciona que no existe explicación lógica y técnica para que el país esté pasando por esta situación de “sin luz obligada”, porque dinero suficiente hay tenido, tiempo suficiente y apoyo técnico internacional para resolver la crisis. A menos que la misma (crisis) sea inducida para control político de la sociedad y del sector productivo y de servicios del país.

El decreto de emergencia eléctrica por parte del gobierno, extendidos muchas veces, permitió la “compra” no transparente de equipos obsoletos, con sobrecostos y no adecuados a las características del sistema eléctrico nacional, lo cual conlleva a la no solución de la crisis. La rendición de cuentas de los recursos económicos anunciados y gastados en las diversas contrataciones es una tarea pendiente. La Asamblea Nacional debe solicitar a los funcionarios del Ministerio para la Electricidad y de CORPELEC los resultados de su gestión en el manejo del sector.

1 GRZ, grupo de reflexión y pensamientos (Think Tank) referentes a la energía eléctrica en Venezuela. El documento completo puede ser accesado en: http://www.lossinluzenlaprensa.com/wp-content/uploads/2016/02/El-Grupo-Ricardo-Zuloaga-a-la-Asamblea-Nacional-2-de-febrero-de-2016.pdf

Dentro de los factores que han originado la crisis eléctrica están: La burocratización y politización de la gestión (aumento del personal y fidelidad política); irregularidades administrativas; inviabilidad económica (falta de ingresos propios); opacidad de la información del sector; marcada insatisfacción laboral; infraestructura deteriorada en la generación, transmisión y distribución eléctrica (obsoleta y falta de mantenimiento). Todo esto conlleva a un servicio eléctrico de racionamiento continuado. Es decir, un mal servicio.

Las interrupciones del servicio eléctrico obedecen a una gestión deficiente, sobre todo en el área de mantenimiento de la infraestructura y no a las causas que indica el gobierno como son: sabotaje, animales, situaciones meteorológicas, incendios forestales, etc.

El Sistema Eléctrico Nacional presenta hoy una condición de insuficiencia, en la capacidad de generación operativa, de mayor gravedad que los años anteriores. La generación termoeléctrica tiene una indisponibilidad de 60 %, y por la otra, el embalse del Guri, registra los niveles más bajos de su historia para inicios de cualquier época seca, lo cual implicaría generar menos hidroelectricidad para evitar mayores problemas en la represa. Esto conlleva a un racionamiento eléctrico más acentuado que el sufrido por la población en el 2009, con todas las consecuencias negativas para la economía y la calidad de vida.

El fenómeno del “NIÑO” es cíclico, pudiéndose monitorear su desarrollo y comportamiento. Es decir, es predecible por lo cual se deben adelantar las medidas preventivas necesarias para minimizar su impacto: aumentar la generación térmica en servicio y bajar la hidráulica dentro de una eficiente gerencia del agua de los embalses. Venezuela ha tenido “niños” de diferentes magnitudes en otras oportunidades, pero las aplicaciones de correctas acciones evitaron las consecuencias negativas que hoy se presentan. En definitiva, no es el “niño” el culpable de un aumento en el racionamiento eléctrico, sino un parque termoeléctrico que no puede generar la electricidad requerida.

La grafica muestra la evolución que ha tenido la capacidad instalada de generación de electricidad.

Si bien es cierto que ha aumentado la capacidad de generación, también es cierto el aumento de la indisponibilidad (no operativa) de dicha capacidad, que para el 2015 es del 50 %. Esto ha originado el déficit en generación (área de color negro) que conlleva al racionamiento.

Ya se siente, el incremento del racionamiento anunciado. La población ve como se incrementa el tiempo del “racionamiento obligado”. El gobierno dicta sus primeras medidas como es el que las empresas y los centros comerciales generen su propia electricidad en las horas pico (1:00 PM – 3:00 PM y 7:00 PM – 9:00 PM). Esto con el fin de aliviar el déficit y poder entregar a la población la poca electricidad disponible.

Finalmente, el documento del GRZ concluye que:

La solución de la crisis eléctrica es una tarea compleja y delicada, que debe ser acometida por equipos de alto desempeño y capacidad gerencial, con conocimiento, experiencia y ética profesional, capaces de implantar un modelo de gestión que transforme al sector eléctrico en lo que debería ser, para poder apalancar el desarrollo de la sociedad venezolana y propiciar la mejora de su calidad de vida.