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    Relaciones Internacionales Nmero 24 Octubre 2013 - Enero 2014Grupo de Estudios de Relaciones Internacionales (GERI) UAM

    129Licencia CC-NC-NDLicencia CC-NC-ND

    R ESUMEN En este artculo Cox plantea cmo a lo largo del desarrollo de la disciplina de las R elacionesInternacionales se han ido enfrentando las distintas percepciones sobre el estado y lasociedad civil. Contina el texto presentando cmo los enfoques crticos, inicialmenteinspirados en el marxismo, ms adelante en los conceptos de hegemona y contra hegemonay, luego, a travs de las teoras del sistema mundo, sirve para retomar la relevancia delpoder material en el anlisis de los procesos de creacin de nuevos rdenes mundiales.Cox propone la diferenciacin ideolgica, terica y prctica entre la pax britannica y la paxamericana como procesos histricos espec cos, creadores de distintas estructuras sociales,polticas y econmicas. Adems, enfatiza las diversas prcticas de internacionalizacin dela produccin a travs de sus diversos canales como, agencias estatales, interestatales,clases directivas de corporaciones multinacionales, e instituciones internacionales, entreotros, para generar las estructuras base que componen y generan las fuerzas de poder anales del siglo XX.

    P ALABRAS CLAVE

    Estado; sociedad civil; estructuras; hegemona; fuerzas sociales.

    T ITLE

    Social Forces, States and World Orders: Beyond International Relations Theory

    A BSTRACT

    In this article, Cox poses how through the development of International Relations theorydifferent perspectives on state and civil society had face each other. He continues presentinghow Critical approaches, inspired rstly by Marxism, continuing with concepts as hegemonyand counterhegemony, and then through World System theories, serves to retake materialpower relevance on new world orders creation processes. Cox proposes the ideologically,theoretical and practical differentiation between the pax britannica and pax americana takingboth as speci c historical processes, engenders of different social, political and economicalstructures. Moreover, emphasizes on the various practices of production internationalizationthrough different actors as state agencies, interstate agencies, multinational corporationsmanaging classes, and international institutions, among others, in order to produce thebasic structures that form and generate late-Twentieth Century power forces.

    K EYWORDS

    State; civil society; structures; hegemony; social forces.

    Fuerzas sociales, estados y rdenes mundiales: Ms all de la Teora de

    Relaciones InternacionalesR OBERT W. C OX *

    * Robert W. COX, es una de las gurasms representativasde la EconomaPoltica Internacionaly de la Teora Crtica.Fue profesor deciencia poltica en laUniversidad de Yorkde Toronto, Canaddesde 1977 a 1992y director general dela OIT (OrganizacinInternacional delTrabajo), Seccinde Programas yPlani cacin enGinebra, Suiza.Despus de su salida

    de la OIT ense enla Universidad deColumbia. Figura clavede la Economa PolticaInternacional y de laTeora Crtica.

    Traducido conpermiso de laeditorial, artculooriginal:COX, Robert W.,

    Social Forces, Statesand World Orders:Beyond InternationalRelations Theory, enMillennium - Journal ofInternational StudiesJunio, 1981, vol. 10,ps. 126-155.

    Traduccin:Melody FONSECA.

    99-116

    http://www.relacionesinternacionales.info/ojs/index.htmlhttp://www.uam.es/
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    Las costumbres acadmicas dividen la constante red del mundo social real en esferasseparadas, cada una con sus teorizaciones propias. Es una forma prctica y necesaria de ganaren conocimiento. La contemplacin de una totalidad ntegra puede llevar a abstraccionesprofundas o revelaciones msticas, pero el conocimiento prctico (ese que puede ponerse en

    marcha a travs de la accin) es, en origen, siempre parcial o fragmentario. Tanto la cuestinde si las partes permanecen como objetos de conocimiento limitados y separados, o si sevuelven la base para construir una visin estructurada y dinmica de todos ms amplios, esuna gran pregunta de mtodo y propsito. En cualquier caso, el punto de partida es ciertadivisin inicial de la realidad, generalmente dictada por la costumbre.

    Es de sabios tener en mente que este tipo convencional de corte de la realidad es alo sumo slo un cmodo arti cio mental. Los segmentos que resultan, sin embargo, derivanindirectamente de la realidad en la medida en que son el resultado de prcticas. Es decir,respuestas de la conciencia a las presiones de la realidad. Las subdivisiones del conocimiento

    social, por tanto, pueden en trminos generales corresponder a las formas en que lasrelaciones humanas se organizan en tiempos y lugares particulares. stas pueden parecer, enconsecuencia, bastante arbitrarias cuando las prcticas cambian.

    Las Relaciones Internacionales (RI) son un ejemplo de ello. Es un rea de estudiointeresada en las relaciones entre los estados en una poca en que los estados, y mscomnmente los estado-nacin, son los principales agregados de poder poltico. La Teorade Relaciones Internacionales est interesada en los resultados de la paz y la guerra, y portanto, tiene una importancia prctica obvia. Los cambios en la prctica, sin embargo, hangenerado confusin en cuanto a la naturaleza de los actores involucrados (diferentes tipos de

    estado y entidades no estatales), han extendido los rangos de inters (baja y tambin altapoltica), han introducido una mayor diversidad de metas perseguidas, y han producido unamayor complejidad en los modos de interaccin y en las instituciones dentro de las cualestiene lugar la accin.

    Una vieja tradicin intelectual que contribuy a la de nicin de las relacionesinternacionales es la distincin entre estado y sociedad civil. Esta distincin tuvo sentidoprctico en los siglos XVIII y XIX cuando corresponda a dos esferas ms o menos distintas dela actividad o prctica humana: por un lado, a una emergente sociedad de individuos basadaen relaciones de contrato y mercado que reemplaz la sociedad basada en el estatus; y por el

    otro lado, un estado con funciones limitadas a mantener la paz interna, la defensa externa ylas condiciones requeridas para el funcionamiento de los mercados. La teora tradicional de RImantiene la distincin de estas dos esferas, y la poltica exterior, por tanto, aparece como laexpresin pura de los intereses del estado. Hoy da, sin embargo, el estado y la sociedad civilestn tan interpenetrados que los conceptos se han vuelto casi puramente analticos (comoexpresiones de aspectos difciles de de nir en una realidad compleja) y son slo expresionesmuy vagas e imprecisas de las distintas esferas de actividad.

    Una tendencia reciente en la teora ha minado la unidad conceptual del estadopercibindole como el mbito de entidades burocrticas en competencia, mientras que

    otra ha reducido la relativa importancia del estado al introducir una gama de actividadestransnacionales privadas y de redes relacionales transgubernamentales entre fracciones de

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    las burocracias de los estados. El estado, que segua siendo el foco del pensamiento en las RI,era todava un concepto discreto: un estado era un estado era un estado. Pocas veces se haintentado, dentro de los lmites de la teora de las RI, considerar el complejo estado/sociedadcomo la entidad bsica de las relaciones internacionales. En consecuencia, la perspectiva de

    que exista una pluralidad de formas de estado, expresando diferentes con guraciones de loscomplejos estado/sociedad, sigue siendo un territorio poco explorado, al menos en lo que sere ere al estudio de las relaciones internacionales.

    La renovada atencin marxista en el estado podra haber cubierto este hueco ampliandoy diversi cando la nocin de estado y, en particular, destacando sus dimensiones sociales.Algunos de los productos pioneros de este renovado inters, no obstante, han sido de uncarcter enteramente abstracto, de niendo al estado como una regin de un modo deproduccin capitalista concebido singularmente (Althusser, Poulantzas) o bien, han dirigidosu mirada lejos de los con ictos estatales y de clase hacia una crisis motivacional de la

    cultura y la ideologa (Habermas). Tampoco va ms all explorando las diferencias actuales ohistricas entre formas de estado, o considerando las implicaciones de las diferencias para elcomportamiento internacional.

    Algunos historiadores, tanto marxistas como no marxistas, completamente al margende las teorizaciones sobre las RI y sobre el estado, han contribuido en la prctica a rellenar elhueco. E.H. Carr y Eric Hobsbawn han percibido las continuidades entre las fuerzas sociales,la naturaleza cambiante del estado y las relaciones globales. En Francia, Fernand Braudelha dibujado estas interrelaciones en los siglos XVI y XVII sobre un gran lienzo del mundoentero 1. Inspirados en el trabajo de Braudel, un grupo dirigido por Immanuel Wallerstein ha

    propuesto una teora de sistema-mundo de nida esencialmente en trminos de relacionessociales, desvelando las relaciones de intercambio y explotacin entre un centro desarrolladoy una periferia subdesarrollada, a las cuales corresponden diferentes formas de controllaboral (por ejemplo, mano de obra libre en las zonas del centro, trabajo forzado en lasperiferias con formas intermediarias en las llamadas semiperiferias) 2 . Aunque ofrecen laalternativa ms radical a la teora convencional de RI, los enfoques del sistema-mundo hansido criticados por dos razones principales: en primer lugar, por su tendencia a infravalorarel estado al considerarlo como meramente derivativo de su posicin en el sistema-mundo(estados fuertes en el centro, estados dbiles en la periferia); en segundo lugar, por supresunto, aunque no intencionado, sesgo de mantenimiento del sistema. Al igual que la

    sociologa estructuralista funcionalista, este enfoque es ms agudo en la explicacin de lasfuerzas que mantienen o restauran el equilibrio de un sistema, que en la identi cacin de lascontradicciones que pueden llevar a su transformacin 3.

    1 BRAUDEL, Fernand,Civilisation matrielle, Economie et Capitalisme, XVe-XVIIIe Sicle , Armand Colin, Pars,1979. La teora y mtodo de Braudel estn esbozadas en su ensayo publicado por primera vez en 1958 en

    Annales E.S.C. Histoire et sciences sociales. La longue dure (republicado en BRAUDEL, Fernand, Ecrits surlhistoire , Flammarion, Pars, 1969).

    2 En la actualidad hay una extensa literatura producida por esta escuela. El trabajo clave es WALLERSTEIN,Immanuel, The Modern World-System: Capitalist Agriculture and the Origins of the European World-Economy inthe Sixteenth Century , Academic Press, Nueva York, 1974. Un breve resumen de la teora de sistema-mundo seencuentra en WALLERSTEIN, Immanuel, The rise and future demise of the world capitalist system: Concepts forcomparative analysis, en Comparative Studies in Society and History , vol, 16, n o . 4, septiembre de 1974, ps.387-415.

    3 Entre los crticos al enfoque del sistema-mundo, especialmente, SKOCPOL, Theda, Wallersteins World Capitalist

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    Sin embargo, los comentarios anteriores no son el tema central de este ensayo, sinoadvertencias previas a un intento de trazar a continuacin un mtodo para la comprensin delas relaciones globales de poder, tomando en consideracin el problema del orden mundial ensu conjunto, pero con cuidado de no rei car un sistema mundial 4 ; atentos a no subestimar

    el poder del estado, pero prestando la debida atencin a las fuerzas y procesos sociales yjndose en cmo se relacionan con el desarrollo de los estados y de los rdenes mundiales.Sobre todo, sin basar la teora en la teora, sino en las prcticas cambiantes y en los estudiosemprico-histricos, que son el campo de prueba de los conceptos e hiptesis.

    Sobre perspectivas y propsitosLa teora es siempre para alguien y con algn propsito. Todas las teoras tienen su perspectiva.Las perspectivas derivan de una posicin en el tiempo y el espacio, espec camente de untiempo y espacio poltico y social. El mundo es visto desde un punto de vista de nible entrminos de nacin o clase social, de dominacin o subordinacin, de poder en aumento o

    en decadencia, de un sentido de inmovilidad o de crisis presente, de experiencia pasada yde esperanzas y expectativas para el futuro. Por supuesto, la teora so sticada nunca es slola expresin de una perspectiva. Cuanto ms so sticada es una teora, ms re exiona sobresu propia perspectiva y, a la vez, ms la trasciende; pero la perspectiva inicial est siemprecontenida dentro de una teora y es relevante para su explicacin. No hay, por tanto, algoas como una teora en s misma separada de un punto de vista en el tiempo y en el espacio.Cuando cualquier teora se representa a s misma como divorciada de su perspectiva, esimportante examinarla como ideologa y poner al descubierto su punto de vista oculto.

    Para cada perspectiva, el mundo que la rodea plantea numerosos problemas; las

    presiones de la realidad social se presentan a s mismas como problemas de consciencia.Una tarea primaria de la teora es ser claramente consciente de estos problemas, habilitar lamente para enfrentarse a la realidad a la que confronta. Por tanto, como la realidad cambia,los antiguos conceptos tienen que ser ajustados o rechazados, y los nuevos conceptos debenser forjados en un dilogo inicial entre el terico y el mundo particular que intenta comprender.Este dilogo inicial aborda la problemtica apropiada con una perspectiva particular. La teorasocial y poltica est limitada histricamente desde su origen dado que siempre remite auna preocupacin, histricamente condicionada, sobre ciertos problemas y situaciones unaproblemtica y, al mismo tiempo, intenta trascender la particularidad de su origen histricocon el propsito de ubicarse dentro del marco de algunas proposiciones o leyes generales.

    System: A Theoretical and Historical Critique, en American Journal of Sociology , vol. 82, n o . 5, marzo de 1997,ps. 1075-1090; y ms en general, su principal estudio, States and Social Revolutions , Cambridge UniversityPress, Cambridge, 1979. Tambin, BRENNER, Robert, The Origins of Capitalist Development: A Critique of Neo-Smithian Marxism, en New Left Review , n o . 104, julio-agosto, 1977, ps. 25-92.

    4 Pre ero utilizar el trmino orden mundial en vez del sistema interestatal ya que es relevante para todos losperiodos histricos (y no slo a aquellos en que los estados han sido las entidades componentes) y tambin a

    sistema-mundo ya que es ms indicativo de una estructura que tiene slo cierta duracin en el tiempo y evitandolas connotaciones de equilibrio de sistema. Mundo designa la totalidad relevante, geogr camente limitadapor el alcance de las interacciones posibles (algunos mundos pasados han sido limitados al Mediterrneo,Europa, China, etc.). Orden es utilizado en el sentido de cmo las cosas ocurren normalmente ( no la ausenciade turbulencia); por tanto, el desorden es incluido en el concepto de orden. Un sistema interestatal es una forma

    histrica del orden mundial. El trmino es usado en plural para indicar que los patrones particulares de relacionesde poder que han durado en el tiempo pueden contrastarse en trminos de sus caractersticas principales comordenes mundiales distintivos.

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    Partiendo de su problemtica, la teora puede servir para dos propsitos distintos.El primero es ser una respuesta simple y directa: una gua para ayudar a solucionar losproblemas planteados dentro de los trminos de la perspectiva particular desde la que separta. El segundo supone, sobre todo, la re exin sobre el proceso de teorizar en s mismo:

    tomar consciencia de la perspectiva que da paso a la teorizacin y de su relacin con otrasperspectivas (para lograr una perspectiva de las perspectivas); y abrir as, la posibilidad deescoger una perspectiva vlida diferente desde la que la problemtica se transforme en unasobre la creacin de un mundo alternativo. Cada uno de estos propsitos da lugar a diferentestipos de teora.

    El primer propsito lleva a la teora de solucin de problemas (problem-solving theory) .sta asume el mundo como lo encuentra y las relaciones sociales y de poder predominantesy las instituciones dentro de las cuales estn organizadas se aceptan como marco dado deaccin. El objetivo fundamental de la solucin de problemas es hacer que estas relaciones

    e instituciones funcionen con uidez y afronten e cazmente las causas de los problemasexistentes. Dado que el marco general de instituciones y relaciones no se pone en cuestin,los problemas particulares pueden considerarse en relacin a las reas especializadas deactividad en las cuales han surgido. Las teoras de solucin de problemas estn, por tanto,fragmentadas entre una multiplicidad de esferas o aspectos de accin, cada una de los cuales,a la hora de enfrentarse a sus problemas, presume una cierta estabilidad en las otras esferas(lo que, en la prctica, les permite ser ignoradas). La fortaleza del enfoque de solucin deproblemas reside en su habilidad para jar lmites o parmetros en un rea del problema y enreducir su formulacin a un nmero limitado de variables que pueden ser objeto de un examenrelativamente exhaustivo y preciso. La asuncin de ceteris paribus , sobre la cual este tipo

    de teorizacin est basada, hace posible llegar a la formulacin de leyes o regulaciones queparecen tener validez general pero que estn determinadas, por supuesto, por los parmetrosinstitucionales y relacionales asumidos previamente por el enfoque de solucin de problemas.

    El segundo propsito da lugar a la teora crtica ( critical theory ). Es crtica en el sentidode que se distancia del orden imperante del mundo y cuestiona cmo surgi este orden. Lateora crtica, a diferencia de la teora de solucin de problemas, no toma las instituciones ylas relaciones sociales y de poder como dadas, sino que las pone en cuestin preguntndosesi estn en proceso de cambio y cmo. Est dirigida a la aprehensin del propio marcopara la accin o problemtica, que la teora de solucin de problemas acepta como sus

    parmetros. La teora crtica est dirigida al complejo social y poltico como conjunto, en vezde hacia partes separadas. Como principio prctico, la teora crtica, como la teora de solucinde problemas, toma como su punto de partida algn aspecto o esfera poltica de la actividadhumana. Sin embargo, donde el enfoque de solucin de problemas lleva a una mayor divisiny limitacin analtica del problema a tratar, el enfoque crtico lleva hacia la construccin deuna imagen ms amplia del conjunto en el que la parte inicialmente contemplada es slo uncomponente, y busca entender los procesos de cambio en los cuales las partes y el todo estninvolucrados.

    La teora crtica es teora de la historia, en el sentido de estar interesada no solo en

    el pasado, sino tambin en el proceso continuo de cambio histrico. La teora de solucinde problemas es no-histrica o ahistrica, debido a que, en efecto, postula un presente

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    continuo (la permanencia de las instituciones y las relaciones de poder que constituyen susparmetros). La fortaleza de una es la debilidad de la otra. Debido a que trata con una realidadcambiante, la teora crtica debe ajustar sus conceptos continuamente al cambiante objetoque busca entender y explicar 5. Estos conceptos, y los mtodos de investigacin que los

    acompaan, parecen estar faltos de la precisin que puede lograrse en la teora de solucinde problemas, que postula un orden jo. Sin embargo, esta fortaleza relativa de la teorade solucin de problemas descansa sobre una premisa falsa, pues el orden poltico y socialno es jo sino cambiante, por lo menos en el largo plazo. Ms an, la asuncin de jacinno es meramente una conveniencia metodolgica, sino tambin un sesgo ideolgico. Lasteoras de solucin de problemas pueden ser consideradas, en la perspectiva ms amplia dela teora crtica, como sirvientes de intereses cmodamente asentados en un orden dadoparticulares, nacionales, regionales o de clase. De hecho, el propsito de la teora de solucinde problemas es conservador, dado que busca solucionar los problemas que estn surgiendoen varias partes de un todo complejo con el propsito de facilitar el funcionamiento de la

    totalidad. Este objetivo, en cambio, desmiente la frecuente pretensin de la teora de solucinde problemas de estar libre de valores. Est metodolgicamente libre de valoraciones en tantoque trata las variables que considera como objetos (como el qumico trata las molculas o elfsico a la fuerza y el movimiento); pero est cargada de valores pues acepta implcitamenteel orden dominante como marco propio. La teora crtica contiene las teoras de solucinde problemas dentro de s, pero las contiene como ideologas identi cables, sealando, portanto, sus consecuencias conservadoras, no su utilidad como guas para la accin. La teorade solucin de problemas tiende a ignorar este tipo de crtica por ser irrelevante para suspropsitos y, en cualquier caso, rea rmando su aplicabilidad prctica. La teora de solucinde problemas presume de su mayor precisin y, de reconocer a la teora crtica, cuestiona su

    posibilidad de conseguir algn tipo de conocimiento cient co de los procesos histricos.

    Por supuesto, la teora crtica no obvia los problemas del mundo real. Sus interesesson tan prcticos como los de la teora de solucin de problemas, pero se acerca a la prcticadesde una perspectiva que trasciende la del orden existente, orden que la teora de solucinde problemas toma como su punto de partida. La teora crtica nos permite una opcinnormativa a favor de un orden poltico y social diferente del orden imperante, pero limitala gama de eleccin a los rdenes alternativos que sean transformaciones factibles en y delmundo existente. Un objetivo principal de la teora crtica, por tanto, es clari car la gamade alternativas posibles. Por tanto, la teora crtica contiene un elemento de utopismo en

    el sentido de que puede esbozar una imagen coherente de un orden alternativo, pero suutopismo est restringido por su comprensin de los procesos histricos. La teora crticadebe rechazar las alternativas improbables tanto como rechaza la permanencia del ordenexistente. En este sentido, la teora crtica puede ser una gua de accin estratgica en labsqueda de un orden alternativo all donde la teora de solucin de problemas es una guapara acciones tcticas que, con o sin intencin, sustentan el orden existente.

    Las perspectivas de cada periodo histrico favorecen uno u otro tipo de teora. Losperiodos de aparente estabilidad o jeza en las relaciones de poder favorecen el enfoque

    5 E.P. Thompson argumenta que los conceptos histricos pueden a menudo mostrar elasticidad extrema y darpaso a mayor irregularidad. Su trabajo de lgica histrica que desarrolla este punto es su ensayo The Povertyof Theory, en The Poverty of Theory and Other Essays , Merlin Press, Londres, 1978, ps. 231-242.

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    de solucin de problemas. La Guerra Fra fue uno de estos periodos. En RI, se foment lacentralidad de los problemas del gobierno de una aparentemente duradera relacin entredos grandes potencias. Sin embargo, una condicin de incertidumbre en las relaciones de poderhace atractiva la teora crtica en tanto que las personas buscan entender las oportunidades

    y riesgos del cambio. Los eventos de la dcada de los aos setenta generaron un sentido degran uidez en las relaciones de poder, de una crisis de mltiples facetas, cruzando el umbralde incertidumbre y abriendo, por tanto, la oportunidad para un nuevo desarrollo de la teoracrtica dirigido a los problemas del orden mundial. Razonar sobre rdenes mundiales futurosposibles hoy da, no obstante, requiere una ampliacin de nuestra investigacin ms all delas RI convencionales. Requiere, as mismo, aprehender los procesos bsicos en marcha enel desarrollo de las fuerzas sociales y formas de estado, y en la estructura de la economapoltica global. Tal es, al menos, el argumento central de este ensayo.

    Realismo, marxismo y una aproximacin a una teora crtica del orden mundial

    Las corrientes tericas so sticadas generalmente comparten caractersticas de la teora desolucin de problemas y de la teora crtica, pero tienden a priorizar un enfoque sobre otro. Doscorrientes que han tenido algo signi cativo que decir acerca de las relaciones interestatalesy los rdenes mundiales realismo y marxismo son consideradas aqu como la fase previaal intento de desarrollar un enfoque crtico.

    La teora realista de RI tiene sus orgenes en un modo histrico de pensar. FriedrichMeinecke, en su estudio sobre la raison dtat , lo retrajo hasta la teora poltica de Maquiaveloy la diplomacia de las ciudades-estado del Renacimiento italiano, que dieron lugar a una formade entender los intereses espec cos de estados particulares bastante distintos de las normas

    generales propagadas por la institucin ideolgica dominante de la sociedad medieval, laiglesia cristiana 6. Al percibir las doctrinas y principios que subyacan en la conducta de losestados como una reaccin a circunstancias histricas espec cas, la interpretacin de la raisondtat de Meinecke es una contribucin a la teora crtica. Otros acadmicos asociados con latradicin realista, como E.H. Carr y Ludwig Dehio, desarrollaron esta forma de pensamientohistrico, delineando las con guraciones particulares de las fuerzas que jaban el marco delcomportamiento internacional en periodos diferentes. Estos acadmicos trataron de entenderlas instituciones, teoras y eventos dentro de sus contextos histricos.

    Desde la Segunda Guerra Mundial algunos acadmicos estadounidenses, especialmente

    Hans Morgenthau y Kenneth Waltz 7, han transformado el realismo en una variante de lateora de solucin de problemas. Aunque eran personas con un considerable bagaje histrico,tendieron a adoptar el marco de accin jo y ahistrico caracterstico de la teora de solucinde problemas, en vez de alejarse de l, como E.H. Carr, y tratarlo como histricamentecondicionado y por tanto susceptible de cambio. No es accidental que esta tendencia tericacoincida con la Guerra Fra, que impuso sobre las relaciones internacionales la categora debipolaridad y una unilateral y apabullante preocupacin por la defensa del poder estadounidensecomo baluarte del mantenimiento del orden.

    6 MEINECKE, Friedrich,Machiavellism: The Doctrine of Raison dEtat and its Place in Modern History , traduccinde Douglas Scott, Routledge y Kegan Paul, Londres, 1957.

    7 Est ms claramente expresado en WALTZ, Kenneth, Man, The State and War , Columbia University Press, NuevaYork, 1954.

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    dentro del sistema, tendern a pensar de esta manera; pero la teora tambin ejerce unafuncin proselitista como defensora de esta forma de racionalidad. Para el terico neorrealistaesta funcin proselitista (donde se encuentra el papel normativo del neorrealismo) esparticularmente urgente en estados que han alcanzado ms poder del requerido para lograr

    el equilibrio con sus rivales, en la medida en que estos estados podran estar tentados adescartar la racionalidad del neorrealismo y tratar de imponer su propio sentido moral delorden, particularmente si, como en el caso de Estados Unidos, la tradicin cultural fomentavisiones ms optimistas y moralistas de la naturaleza humana, el estado y el orden mundial 10.

    El debate entre neorrealismo y liberalismo internacionalista presenta con materialesnuevos el desafo en el siglo XVII de la losofa civil de Hobbes a la teora de la ley naturalde Grocio. Cada una de estas posiciones est basada en una visin distinta de la esencia delser humano, del estado y del sistema de estados. El napolitano Giambattista Vico, en el sigloXVIII, para el que la naturaleza del hombre y de las instituciones humanas (incluidos el estado

    y el sistema de estados) no deberan ser pensadas en trminos de sustancias permanentes,sino como una continua creacin de nuevas formas. En esta dualidad de continuidad ycambio, la perspectiva de Vico enfatiza el cambio; como escribi: este mundo de nacionesciertamente ha sido creado por el hombre y su apariencia debe, por tanto, encontrarse en lasmodi caciones de nuestra mente humana 11.

    Esto no debe tomarse como una posicin radicalmente idealista (por ejemplo, que elmundo es la creacin de la mente). Para Vico, las siempre cambiantes formas de la mentefueron conformadas por el complejo de relaciones sociales en la gnesis de la cual la luchade clases jug el principal papel, como ms tarde sostuvo Marx. No obstante, la mente es

    el hilo que conecta el presente con el pasado, un medio de acceso a un conocimiento deestos modos cambiantes de la realidad social. La naturaleza humana (las modi caciones dela mente) y las instituciones humanas son idnticas a la historia humana; para que seanentendidas en trminos genticos y no esencialistas (como en el neorrealismo) o en trminosteolgicos (como en el funcionalismo). Uno no puede, segn la perspectiva de Vico, abstraeral hombre y al estado de la historia con el propsito de de nir sus sustancias o esencias comoprevias a ella, no siendo la historia otra cosa ms que el registro de las interacciones de lasmanifestaciones de estas sustancias. Un buen estudio de las relaciones humanas debera sercapaz de revelar tanto la coherencia de las mentes y las caractersticas de las instituciones delas diferentes pocas, como los procesos donde un patrn coherente que podemos llamar

    una estructura histrica- sucede a otro. El proyecto de Vico, que ahora llamaramos CienciasSociales, llegara a un diccionario mental, o a una serie de conceptos comunes con los cualesuno puede comprender el proceso de una historia ideal eterna o, lo que es ms general y

    10 Un ejemplo reciente de este argumento est en KRASNER, Stephen, Defending the National Interest: RawMaterials Investments and U.S. Foreign Policy , Princeton University Press, Princeton, 1978. El intento normativodel nuevo realismo es ms evidente como una respuesta polmica al moralismo liberal. Este tambin fue elcaso para CARR, E.H., The Twenty Years Crisis, 1919-1939 , Macmillan, Londres, 1942, que ofreci un modo

    cient co de pensar sobre las relaciones internacionales en oposicin al utopismo de los partidarios de la Ligade las Naciones en Gran Bretaa. Dean Acheson y George Kennan, al situarse en la poltica estadounidense dela Guerra Fra, reconocieron su deuda a Reinhold Niebuhr, quien al revivir la visin negativa agustiniana de lanaturaleza humana desa la visin optimista y lockeana tan propia de la cultura americana. El objetivo elegidopor Krasner es el liberalismo lockeano que este entiende como que mina la defensa racional de los interesesnacionales estadounidenses.

    11 The New Science of Gianbattista Vico traducido de la tercera edicin por GODDARD, Thomas y FISCH, MaxHarold, Cornell University Press, Ithaca y Londres, 1970, p. 62, prrafo 349.

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    comn, de la secuencia de cambios sufridos por la naturaleza humana y por las instituciones 12.El error que Vico critic como la arrogancia de los acadmicos, que sostienen que lo quesaben es tan antiguo como el mundo, consiste en tomar una forma de pensamiento derivadade una fase particular de la historia (y por tanto de una estructura particular de las relaciones

    sociales) y asumirlo como universalmente vlido13

    . Esto es un error del neorrealismo y msgeneralmente, el fundamento de ciente de toda la teora de solucin de problemas. Porsupuesto, esto no niega la utilidad prctica de las teoras del neorrealismo y de solucin deproblemas dentro de sus limitaciones ideolgicas. El enfoque de Vico, por contra, es el de lateora crtica.

    Cmo se relaciona el marxismo con este mtodo o enfoque terico sobre el ordenmundial? En primer lugar, es imposible, a riesgo de caer en la confusin, considerar elmarxismo como una nica corriente de pensamiento. Para nuestros propsitos es necesariodistinguir entre dos corrientes divergentes del marxismo, anlogas a la bifurcacin entre el

    nuevo y el viejo realismo. Hay un marxismo que razona histricamente y que busca explicar,como tambin promover, cambios en las relaciones sociales; hay tambin un marxismodiseado como un marco para el anlisis del estado y la sociedad capitalista, que da laespalda al conocimiento histrico en favor de una conceptualizacin ms esttica y abstractadel modo de produccin. Al primero, debemos llamarle bajo el nombre con el que se reconocea s mismo: materialismo histrico. Resulta evidente en los trabajos histricos de Marx, enlos de los historiadores marxistas actuales como Eric Hobsbawm, y en el pensamiento deGramsci. Tambin ha tenido in uencia en algunos que podran no ser considerados (o que nose consideran a s mismos) marxistas en sentido estricto, como sera el caso de muchos de loshistoriadores franceses asociados con los Annales . El segundo es representado por el llamado

    marxismo estructuralista de Althusser y Poulantzas (as llamado con el propsito de distinguirsu uso de estructura del concepto de estructura histrica que se propugna en este ensayo)y que generalmente es una exgesis del Capital y de otros textos sagrados. El marxismoestructuralista comparte alguna de las caractersticas del enfoque de solucin de problemasdel neorrealismo, como su epistemologa ahistrica y esencialista, aunque no su precisinen manejar datos ni siendo, en gran medida, un estudio en abstracto su aplicabilidadprctica en problemas concretos. En este sentido, este marxismo no nos interesa aqu. Sinembargo, el materialismo histrico es una fuente fundamental de la teora crtica y corrige alneorrealismo en cuatro aspectos importantes.

    El primero tiene que ver con la dialctica, un trmino que como marxismo ha sidoutilizado para expresar una variedad de signi cados no siempre compatibles, por lo que su usorequiere alguna de nicin. Es utilizado aqu en dos niveles: en el nivel de la lgica y en el nivelde la historia real. En el nivel de la lgica, dialctica signi ca un dilogo buscando la verdada travs de la exploracin de las contradicciones 14. Un aspecto de sta es la confrontacincontinua de los conceptos con la realidad que se supone que representan y su adaptacin aesta realidad ya que cambia continuamente. Otro aspecto de la dialctica, que es parte del

    12 Ibdem p. 6; p.22; p.25; p. 62.13 Ibd ., p. 19.

    14 Vase, por ejemplo, la distincin de COLLINGWOOD, R.G., entre razonamiento dialctico y erstico en The NewLeviathan , Oxford University Press, Oxford, 1942. Collingwood lleva la dialctica de vuelta a los orgenes griegosy nos ahorra las a rmaciones del marxismo teolgico en relacin al materialismo histrico.

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    mtodo de ajustar los conceptos, es el reconocimiento de que cada a rmacin concerniente ala realidad contiene implcitamente su opuesto, y que ambos, a rmacin y oposicin, no sonmutuamente excluyentes sino que comparten algo de la verdad buscada, una verdad que,ms an, est siempre en movimiento, nunca encapsulada en una forma de nitiva. En el

    nivel de la historia real, la dialctica es el potencial para el surgimiento de formas alternativasde desarrollo a partir de la confrontacin de fuerzas sociales opuestas en cualquier situacinhistrica concreta.

    Ambos, el realismo y el materialismo histrico, dirigen su atencin al con icto. Elneorrealismo ve el con icto como inherente a la condicin humana, un factor constante queuye directamente de la esencia humana maximizadora ( power-seeking) de poder y se plasmapolticamente en una reorganizacin continua del poder entre los jugadores en un juego desuma-cero, que siempre se juega conforme a sus propias reglas innatas. El materialismohistrico ve en el con icto el proceso del continuo rehacer de la naturaleza humana y de la

    creacin de nuevos patrones de las relaciones sociales que cambian las reglas del juego yde los cuales si el materialismo histrico sigue siendo el a su propia lgica y mtodo sepuede esperar que surjan nuevas formas de con icto. En otras palabras, el neorrealismo veel con icto como una consecuencia recurrente de una estructura continua, mientras que elmaterialismo histrico ve el con icto como una posible causa de cambio estructural.

    En segundo lugar, por su atencin al imperialismo, el materialismo histrico aadeuna dimensin vertical de poder a la dimensin horizontal de rivalidad entre los estados mspoderosos, que centra casi exclusivamente la atencin del neorrealismo. Esta dimensin es ladominacin y subordinacin de la metrpoli sobre el entorno, del centro sobre la periferia, en

    una economa poltica mundial.

    En tercer lugar, el materialismo histrico ampla la perspectiva realista a travs desu preocupacin por la relacin entre el estado y la sociedad civil. Los marxistas, como losno marxistas, estn divididos entre aquellos que ven el estado como la mera expresin deintereses particulares en la sociedad civil y aquellos que ven el estado como una fuerzaautnoma que expresa algn tipo de inters general. Esto, para los marxistas, sera elinters general del capitalismo a diferencia de los intereses particulares de los capitalistas.Gramsci contrast el materialismo histrico, que reconoce la e cacia de los orgenes ticosy culturales de la accin poltica (aunque siempre relacionndoles con la esfera econmica),

    con lo que l llam el economicismo histrico o la reduccin de todo a intereses tecnolgicosy materiales 15. La teora neorrealista en Estados Unidos ha regresado a la relacin estado/sociedad civil, aunque ha tratado a la sociedad civil como una restriccin sobre el estado yuna limitacin impuesta por intereses particulares sobre la raison dtat , que es concebiday de nida como independiente de la sociedad civil 16. El postulado de una relacin recproca

    15 GRAMSCI, Antonio,Selections from the Prison Notebooks , editado y traducido por Quintin Hoare y GeoffreyNowell Smith, International Publishers, Nueva York, 1971, ps. 158-168. La edicin crtica italiana completa,Quaderni del carcere , Einaudi editore, Torino, 1975, contiene pasajes adicionales sobre este punto, por ejemplo,en las pginas 471, 1321, 1492. Gramsci vio las ideas, la poltica y economa relacionadas recprocamente,convertibles la una en la otra y ligadas juntas en un bloque histrico. Escribi: El materialismo histrico esen cierto sentido una reforma y desarrollo del Hegelianismo. Es una losofa liberada de elementos ideolgicosunilaterales, de plena consciencia de las contradicciones de la losofa. Eiunadi editore, p. 471, traducido por elautor.

    16 Como en KRASNER,op. cit ., y KATZENTEIN, Peter (ed.), Beyond Power and Plenty. Foreign Economic Policies of

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    entre la estructura (relaciones econmicas) y la superestructura (la esfera tico-poltica) en elpensamiento de Gramsci, contiene el potencial para considerar los complejos estado/sociedadcomo las entidades constituyentes de un orden mundial y para explorar las formas histricasparticulares tomadas por estos complejos.

    En cuarto lugar, el materialismo histrico considera el proceso de produccin como unelemento crtico en la explicacin de la forma histrica particular adoptada por el complejoestado/sociedad. La produccin de bienes y servicios que crea la riqueza de una sociedad y labase para la capacidad del estado para sustentar su poltica exterior en su poder tiene lugaren una relacin de poder entre aquellos que controlan y aquellos que ejecutan las tareas deproduccin. El con icto poltico y la accin del estado mantienen y transforman estas relacionesde poder de y en la produccin. El materialismo histrico examina las conexiones entre elpoder en la produccin, el poder en el estado, y el poder en las relaciones internacionales.El neorrealismo, sin embargo, ha ignorado virtualmente el proceso de produccin. ste es

    el punto en el cual el sesgo de solucin de problemas del neorrealismo se distingue msclaramente del enfoque crtico del materialismo histrico. El neorrealismo toma implcitamenteel proceso de produccin y las relaciones de poder inherentes a l como un elemento dadodel inters nacional. Y por tanto, como parte de sus parmetros. El materialismo histricoes sensible a las posibilidades dialcticas de cambio en la esfera de produccin que podranafectar las otras esferas, como las del estado y las del orden mundial.

    Esta discusin ha distinguido dos tipos de teorizaciones como paso previo a proponerun enfoque crtico a la teora del orden mundial. Podemos reiterar algunas de las premisasbsicas de una teora crtica:

    1) Una conciencia de que la accin nunca es absolutamente libre sino que tiene lugardentro de un marco que constituye su problemtica. La teora crtica comenzaracon este marco, lo cual signi ca comenzar con una interrogante histrica o con unaapreciacin de la experiencia humana que da paso a la necesidad de la teora 17;

    2) Darse cuenta que no slo la accin, sino que tambin la teora, estn marcadas poruna problemtica. La teora crtica es consciente de su propia relatividad, pero a travsde esta consciencia puede lograr una perspectiva temporal ms amplia y volversemenos relativa que la teora de solucin de problemas. Es consciente que la tareade teorizar nunca culminar en un sistema cerrado, sino que debe continuamentecomenzar de nuevo;

    3) El marco para la accin cambia a travs del tiempo y un objetivo principal de la teoracrtica es entender estos cambios;

    Advanced Industrial States , University of Winsconsin Press, Madison, 1978. Estos autores representan a EstadosUnidos como un estado que es dbil en relacin a la fortaleza de la sociedad civil (o ms particularmente a losintereses de la sociedad civil), mientras que otros estados, por ejemplo, Japn o Francia, son ms fuertes enrelacin a sus sociedades. La sociedad civil es por tanto vista en el caso de Estados Unidos como una limitacina la efectividad del estado.

    17 La nocin de un marco para la accin retoma lo que Maquiavelo llam la necessit , un sentido de que lascondiciones de la existencia requieren accin para crear o sostener una forma de orden social. La necessit produce tanto la posibilidad de un nuevo orden como tambin todos los riesgos inherentes al cambiar el ordenexistente pocos hombres han permitido que nuevas leyes establezcan un nuevo orden en el estado a menosque la necesidad les deje claro que existe una necesidad para estas leyes; y debido a que dicha necesidad no

    puede surgir sin peligro, el estado podra ser fcilmente arruinado antes de que el nuevo orden sea completado.MACHIAVELLI, Niccol,The Discourses , CRICK, Bernard (ed.), Penguin Books, Harmondsworth, 1970, ps. 105-106.

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    ejemplo, industrias y armamentos), y la riqueza que est detrs.

    Las ideas son en general de dos tipos. Primero, signi cados intersubjetivos, o aquellasnociones compartidas de la naturaleza de las relaciones sociales que tienden a perpetuar los

    hbitos y las expectativas de comportamiento19

    . Son ejemplos de signi cados intersubjetivosen la poltica mundial contempornea las asunciones de que las personas estn organizadasy dirigidas por los estados que tienen autoridad sobre territorios de nidos; que los estados serelacionan los unos con los otros a travs de agentes diplomticos; que aplicar ciertas reglaspara la proteccin de los agentes diplomticos es inters comn a todos los estados; y quese espera cierto tipo de comportamiento cuando surgen con ictos entre los estados, comonegociacin, confrontacin, o guerra. Estas nociones, aunque duraderas en largos periodosde tiempo, estn condicionadas histricamente. Las realidades de la poltica mundial no hansido siempre representadas precisamente en esta forma y puede que no lo sean en el futuro.Es posible rastrear los orgenes de dichas ideas y tambin detectar signos de debilitamiento

    de algunas de ellas20

    .

    En segundo lugar, encontramos otro tipo de ideas relevantes para una estructurahistrica: son las imgenes colectivas del orden social de diferentes grupos de personas.Estos son puntos de vista diferentes tanto sobre la naturaleza, como sobre la legitimidad delas relaciones de poder prevalecientes, sobre el signi cado de la justicia y el bien pblico, yas sucesivamente. Aunque los signi cados intersubjetivos son generalmente comunes en unaestructura histrica particular y constituyen el terreno comn del discurso social (incluyendoel con icto), las imgenes colectivas pueden ser variadas y opuestas 21. El choque de imgenescolectivas rivales evidencia el potencial de vas alternativas de desarrollo y plantea preguntas

    sobre las posibles bases materiales e institucionales de una estructura alternativa emergente.

    La institucionalizacin es una forma de estabilizar y perpetuar un orden particular. Lasinstituciones re ejan las relaciones de poder dominantes y tienden a, al menos inicialmente,promover imgenes colectivas consistentes con estas relaciones de poder. Al nal, lasinstituciones toman vida propia; se vuelven un campo de batalla de tendencias opuestas,o estimulan la creacin de instituciones rivales que re ejan tendencias diferentes. Lasinstituciones son amalgamas singulares de ideas y poder material y, a su vez, in uyen en eldesarrollo de esas ideas y de esas capacidades materiales.

    Hay una conexin estrecha entre la institucionalizacin y lo que Gramsci llamahegemona. Las instituciones proporcionan vas de gestin de los con ictos internos paraminimizar el uso de la fuerza (stas, por supuesto, pueden tambin maximizar la capacidad

    19 Sobre los signi cados intersubjetivos, vase TAYLOR, Charles, Hermeneutics and Politics, en CONNERTON,Paul (ed.), Critical Sociology , Penguin Books, Harmondsworth, 1965, captulo VI. Tambin es relevante BERGER,Peter L. y LUCKMAN, Thomas,The Social Construction of Reality , Penguin, Harmondswoth, 1971.

    20 TAYLOR, Charles, op. cit ., apunta que las expectativas en relacin al comportamiento negociador estndiferenciadas culturalmente en el mundo actual. MATTINGLY, Garrett, Renaissance Diplomacy , Cape, Londres,1955, estudi el origen de las ideas subrayadas en este prrafo, las cuales estn implcitas en el sistema deestados modernos.

    21 Las imgenes colectivas no son la agregacin de opiniones fragmentadas de los individuos como las compiladas

    a travs de las encuestas; stas son tipos mentales coherentes expresivos de las visiones del mundo de gruposespec cos como podra ser reconstruido a travs del trabajo de historiadores y socilogos, por ejemplo, lasreconstrucciones de Max Weber de las formas de consciencia religiosa.

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    del uso de la fuerza en con ictos externos, pero aqu estamos slo considerando los con ictosinternos cubiertos por una institucin). Hay un potencial de imposicin por la fuerza en lasrelaciones de poder material subyacentes a cualquier estructura y los fuertes pueden aplastara los dbiles si lo consideran necesario. Pero la fuerza no tendra que ser usada con el

    propsito de asegurar la dominacin de los fuertes en la medida en que los dbiles acepten lasrelaciones de poder imperantes como legtimas. Esto es lo que los dbiles hacen si los fuertesven su misin como hegemnica y no meramente como dominante o dictatorial, es decir, sistos estn dispuestos a hacer concesiones que aseguraren la aquiescencia de los dbilessobre su liderazgo y si pueden expresar su liderazgo en trminos de intereses universales ogenerales y no en trminos de sus propios intereses 22 . Las instituciones pueden convertirseen el ancla para este tipo de estrategia hegemnica dado que permiten la representacin deintereses diversos y la universalizacin de polticas.

    Es conveniente poder distinguir entre estructuras hegemnicas y no hegemnicas,

    es decir, entre aquellas en las que la base del poder de la estructura tiende a alojarse en eltrasfondo de la conciencia, y aquellas en las cuales el control de las relaciones de poder estsiempre en un primer plano. No obstante, la hegemona no puede ser reducida a una dimensininstitucional. Hay que tener cuidado y no permitir un enfoque sobre las instituciones queobscurezca tanto los cambios en la relacin de las fuerzas materiales, como el surgimiento deretos ideolgicos al orden imperante anterior. Las instituciones pueden estar desfasadas conotros aspectos de la realidad socavando as su e ciencia como medio para regular el con icto(y por tanto su funcin hegemnica). Las instituciones son una expresin de la hegemona,no la hegemona misma.

    El mtodo de las estructuras histricas sirve para representar lo que podemosdenominar totalidades limitadas. La estructura histrica no representa todo el mundo sinouna esfera particular de la actividad humana en su totalidad histricamente situada. Elproblema de ceteris paribus que mina la teora de solucin de problemas al empujarla a unsupuesto de inmovilizacin total logra evitarse yuxtaponiendo y conectando las estructurashistricas en esferas de accin relacionadas. En primer lugar, la dialctica se introduce aldeducir la de nicin de una estructura particular, no desde un modelo abstracto de un sistemasocial o modo de produccin, sino desde el estudio de la situacin histrica con la que serelaciona. En segundo lugar, al contemplar el surgimiento de estructuras rivales que expresanposibilidades alternativas de desarrollo. Los tres conjuntos de fuerzas indicados en la Figura 1

    son un dispositivo heurstico, no categoras con una jerarqua relacional predeterminada. Las

    22 Gramsci aplica el concepto de hegemona principalmente a las relaciones entre las clases sociales, por ejemplo,al explicar la incapacidad de la burguesa industrial italiana para establecer su hegemona ante la uni cacinde Italia y al examinar las posibilidades de los trabajadores industriales italianos por establecer su hegemonade clase sobre los campesinos y la pequea burguesa con el n de crear un nuevo bloque histrico untrmino que en el trabajo de Gramsci corresponde en trminos generales a la nocin de estructura histrica eneste ensayo. El trmino hegemona en el trabajo de Gramsci est vinculado a los debates del movimientocomunista internacional en relacin a la estrategia revolucionaria y en esta conexin su aplicacin es espec ca alas clases. La forma del concepto, no obstante, est basada en sus lecturas de Maquiavelo y no est restringidaa las relaciones de clase, sino que tiene un potencial de aplicabilidad ms amplio. El ajuste hecho por Gramscide las ideas de Maquiavelo a las realidades del mundo que l conoca, fue un ejercicio de dialctica en el sentidode nido anteriormente. Es una continuacin apropiada de su mtodo el percibir la aplicabilidad del concepto alas estructuras del orden mundial como ha sido sugerido aqu. Para Gramsci, como para Maquiavelo, la cuestin

    general que implica la hegemona es la naturaleza del poder, y el poder es un centauro, parte hombre, partebestia, una combinacin de fuerza y consentimiento. Vase ADAMS, Robert M. (ed. ), Maquiavelo , The Prince, ,W.W. Norton, Nueva York, 1977, ps. 49-50; GRAMSCI, Selections op. cit. , ps. 169-170.

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    estructuras histricas son modelos contrastables: como los tipos ideales nos dotan, en unaforma lgicamente coherente, de una representacin simpli cada de una realidad compleja yde una expresin de tendencias limitadas en su aplicabilidad en el tiempo y en el espacio Noson desarrollos plenamente realizados.

    Para el propsito de la presente discusin el mtodo de las estructuras histricas seaplica a los tres niveles o esferas de actividad: (1) la organizacin de la produccin, msparticularmente en relacin a las fuerzas sociales engendradas por el proceso de produccin;(2) las formas de estado como deducidas del estudio de los complejos estado/sociedad;y (3) los rdenes mundiales , esto es, las con guraciones particulares de las fuerzas quesucesivamente de nen la problemtica de la guerra o la paz para el conjunto de estados.Cada uno de estos niveles puede ser estudiado como una sucesin de estructuras dominantesy rivales emergentes.

    Los tres niveles estn interrelacionados. Los cambios en la organizacin de laproduccin generan nuevas fuerzas sociales que, a su vez, aparejan cambios en la estructurade los estados; y la generalizacin de los cambios en la estructura de los estados altera laproblemtica del orden mundial. Por ejemplo, como argument E.H. Carr, la incorporacinde los trabajadores industriales (una nueva fuerza social) como participantes dentro de losestados occidentales desde nales del siglo XIX, acentu el movimiento de estos estadoshacia un nacionalismo e imperialismo econmico (una nueva forma de estado), que lleva la fragmentacin de la economa mundial y a una fase ms con ictiva de las relacionesinternacionales (la nueva estructura del orden mundial) 23.

    Sin embargo, la relacin entre estos tres niveles no es simplemente unilineal. Lasfuerzas transnacionales han in uido sobre los estados a travs de la estructura mundial,como ha evidenciado el efecto del capitalismo expansivo del siglo XIX ( les bourgeoisconqurants )24 sobre el desarrollo de las estructuras del estado tanto en el centro como enla periferia. Estructuras singulares del orden mundial ejercen in uencia sobre las formas quetoman los estados: el estalinismo fue, al menos en parte, una respuesta a un sentimientode amenaza a la existencia del estado sovitico por parte de un orden mundial hostil; elcomplejo militar-industrial en los pases del centro justi ca su existencia en la actualidad alapuntar la condicin con ictiva del orden mundial; y la prevalencia del militarismo represivoen los pases de la periferia puede ser explicada por el apoyo externo del imperialismo y

    tambin por una conjuncin particular de fuerzas internas. Las formas de estado tambinafectan al desarrollo de las fuerzas sociales a travs de los tipos de dominacin que ejercen,por ejemplo, avanzando el inters de una clase y frustrando otros 25.

    Consideradas por separado, las fuerzas sociales, las formas de estado y los rdenesmundiales pueden ser representados, en una aproximacin preliminar, como con guracionesparticulares de capacidades materiales, ideas e instituciones (como indicado en la Figura

    23 CARR, E.H.,Nationalism and After , Macmillan, Londres, 1945.24 MORAZ, Charles, Les bourgeois conqurants , Colin, Pars, 1957.25 Una discusin reciente del carcter recproco de estas relaciones se encuentra en GOUVERITCH, Peter A., The

    Second Image Reversed, en International Organization , vol. 32, n o . 4, otoo, 19789, ps. 881-991.

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    1). Consideradas en relacin las unas con las otras, y por tanto acercndose hacia unarepresentacin ms completa del proceso histrico, cada una contiene y soporta el impactode las otras (como en la Figura 2) 26.

    Figura 2

    Hegemona y rdenes mundialesCmo deben ser ledas estas relaciones recprocas en la coyuntura histrica actual? Culde estas distintas relaciones nos dir ms? Un sentido de historicidad de los conceptossugiere que las relaciones crticas pueden no ser las mismas en periodos histricos sucesivos,incluso dentro de la era poswestfaliana para la cual el trmino sistema de estados tiene unsigni cado particular. El acercamiento a una teora crtica del orden mundial, esbozado aqu,toma la forma de una serie de hiptesis histricas interconectadas.

    El neorrealismo pone el acento sobre los estados reducidos a su dimensin de fuerzamaterial y de forma similar reduce la estructura del orden mundial al equilibrio de poder como

    con guracin de fuerzas materiales. El neorrealismo, que generalmente descarta las fuerzassociales como irrelevantes, no se preocupa mucho por diferenciar formas de estado (salvoquizs en cmo las sociedades fuertes en las polticas democrticas liberales pueden impedirel uso de la fuerza por el estado o avanzar intereses particulares sobre el inters nacional), ytiende a valorar a la baja los aspectos normativos e institucionales del orden mundial.

    Un esfuerzo para ampliar la perspectiva realista con el objeto de incluir las variacionesen la autoridad de las normas e instituciones internacionales es la teora de la estabilidadhegemnica la cual, como a rma Robert Keohane, sostiene que las estructuras de poderhegemnicas, dominadas por un solo estado, conducen en mayor medida al desarrollo de

    regmenes internacionales fuertes, cuyas reglas son relativamente precisas y obedecidascorrectamente 27. Las ilustraciones clsicas de la teora discutidas por Keohane son la pax

    26 He estado colaborando con Jeffrey Harrod en un estudio sobre las relaciones de produccin a escala mundialque comenz con un examen de los patrones distintivos de las relaciones de poder en el proceso de produccincomo estructuras histricas separadas. Esto nos llev considerar las diferentes formas de estado y de economapoltica global. Tratar estos dos ltimos niveles es necesario para entender la existencia de diferentes patronesen las relaciones de produccin y en la jerarqua de las relaciones entre stos. Uno podra igualmente adoptarformas de estado u rdenes mundiales como punto de partida y, luego, tomar en consideracin los otros nivelesen la explicacin del proceso histrico.

    27 KEOHANE, Robert O., The Theory of Hegemonic Stability and Changes in International Economic Regimes, 1967-1977, en HOLSTI, Ole, SIVERSON, Randolph, y GEORGE, Alexander (eds.), Change in the International System ,Westview Press, Boulder, 1981. Keohane cita como otros autores que han contribuido a esta teora a CharlesKindleberger, Robert Gilpin y Stephen Krasner. Keohane usa Hegemona en el sentido limitado de dominacin

    por un estado. Este signi cado debe ser distinguido de su signi cado en este artculo el cual se deriva deGramsci, por ejemplo, hegemona como una estructura de dominacin, dejando abierta la pregunta de si el poderdominante es un estado, o un grupo de estados, o alguna combinacin del estado y el poder privado, apoyado

    Formas de estado

    rdenes mundiales

    Fuerzassociales

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    britannica de mitad del siglo XIX y la pax americana de los aos siguientes a la SegundaGuerra Mundial. La teora parece con rmarse por la disminucin en el cumplimiento de lasnormas del orden del siglo XIX que acompa el relativo declive del poder del estado britnicodesde nales de ese siglo. Los exponentes de la teora ven un declive similar, desde inicios de

    la dcada de los setenta, en el cumplimiento de normas del orden posguerra, relacionndolocon un declive relativo en el poder estadounidense. Robert Keohane ha puesto a prueba lateora en situaciones particulares (energa, dinero y comercio) sobre los fundamentos de queel poder no es un bien fungible, sino que debe ser diferenciado en relacin con los contextosen los cuales un estado trata de ser in uyente. l encuentra que, particularmente en las reasde comercio y dinero, los cambios en el poder estadounidense no son su cientes para explicarlos cambios que han ocurrido y es necesario completarlos con la introduccin de factoresdomsticos polticos, econmicos y culturales.

    Un enfoque alternativo podra comenzar por rede nir qu es lo que se tiene que

    explicar. Concretamente la estabilidad relativa de los rdenes mundiales sucesivos. Estose puede hacer equiparando estabilidad con un concepto de hegemona que est basadoen una conjuncin coherente o acoplada entre una con guracin de poder material laimagen colectiva imperante del orden mundial (incluyendo ciertas normas) y un conjuntode instituciones que administran el orden con una cierta apariencia de universalidad (porejemplo, no slo como instrumento mani esto de la dominacin de un estado particular).En esta formulacin el poder del estado deja de ser el nico factor explicativo y se convierteen parte de aquello que es necesario explicar. Esta reformulacin de la cuestin aborda unadi cultad mayor en la versin realista sealada por Keohane y otros, concretamente, cmoexplicar el fracaso estadounidense para establecer un orden mundial estable en el periodo

    de entreguerras a pesar de su poder preponderante. Si la dominacin de un nico estadocoincide con un orden estable en algunas ocasiones pero no en otras, entonces podra serventajoso mirar con detenimiento qu se quiere decir con estabilidad, y ms ampliamente,cules podran ser sus condiciones su cientes. La dominacin por parte de un estado poderosopuede ser una condicin de hegemona necesaria pero no su ciente.

    Los dos periodos que envuelven la pax britannica y la pax americana tambin satisfacenla de nicin reformulada de hegemona. A mediados del siglo XIX, la supremaca mundialbritnica estaba fundamentada en su poder sobre el mar, lo que se mantuvo sin atisbo dedesafo alguno por parte de ningn estado continental como consecuencia de la habilidad

    britnica a la hora de jugar el papel de equilibrador en un equilibrio de poder relativamenteuido en Europa. Las normas de la economa liberal (libre comercio, el respaldo en oro, libremovimiento de capital y personas) lograron una aceptacin amplia con la expansin delprestigio britnico, proporcionando una ideologa universalista que represent estas normascomo la base de una armona de intereses. Mientras que no hubo instituciones internacionales

    por un consentimiento de base amplia a travs de la aceptacin de una ideologa y de instituciones consistentescon la estructura. Por tanto, una estructura hegemnica del orden mundial es una en la cual el poder es unaforma ante todo consensual, a diferencia de un orden no hegemnico, en el que hay poderes mani estamenterivales y ningn poder ha sido capaz de establecer la legitimidad de su dominacin. Puede haber dominacinsin hegemona; la hegemona es una de las posibles formas que la dominacin puede tomar. La hegemonainstitucionalizada, usada en este ensayo, corresponde a lo que Keohane llama un rgimen internacional fuerte.

    Su teora puede ser re-expresada en nuestros trminos como: la dominacin por un estado ms fuerte conduceen mayor medida al desarrollo de la hegemona. En el texto presente, el trmino hegemona est reservadopara un orden consensuado, y dominacin se re ere slo al predominio del poder material .

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    formales, la separacin ideolgica de la economa de la poltica signi c que la City podaaparecer como el administrador y regulador segn estas normas universales, con el poderbritnico sobre el mar mantenindose entre bambalinas como ejecutor potencial.

    Esta estructura histrica se transform en sus tres dimensiones durante el periodo queva del ltimo cuarto del siglo XIX hasta la Segunda Guerra Mundial. Durante este periodo elpoder britnico decay relativamente, perdiendo su indisputable supremaca en el mar, primerocon el reto alemn y luego con el aumento del poder estadounidense; el liberalismo econmiconaufrag con el aumento del proteccionismo, los nuevos imperialismos y de nitivamente conel n del patrn oro; y el intento tardo y fracasado de una institucionalizacin internacionala travs de la Liga de las Naciones, no apoyado por un poder dominante o una ideologaampliamente aceptada, colaps en un mundo cada vez ms organizado en bloques rivales depoder.

    La con guracin del poder en la pax americana fue ms rgida que aquella propiade la hegemona previa, tomando la forma de alianzas (todas articuladas sobre el poderestadounidense) creadas con el propsito de contener a la Unin Sovitica. La estabilizacinde esta con guracin del poder cre las condiciones para el despliegue de una economa globalen la cual Estados Unidos jug un papel similar al de Gran Bretaa a mediados del siglo XIX.Estados Unidos casi nunca necesit intervenir directamente en apoyo a intereses econmicosnacionales espec cos. Al mantener las reglas de un orden econmico internacional segnel liberalismo revisado de Bretton Woods, la fortaleza de las corporaciones estadounidensescomprometidas con la bsqueda de bene cios fue su ciente para asegurar la continuidad en elpoder nacional. La pax americana produjo un nmero mayor de instituciones internacionales

    formales que la hegemona anterior. La separacin que tiene lugar en el siglo XIX entre polticay economa no haba sido completamente ntida por la experiencia de la Gran Depresin yel surgimiento de las doctrinas keynesianas. Dado que los estados tenan ahora un papelevidentemente legtimo y necesario en el manejo de la economa nacional, se volvi necesariotanto multilateralizar el manejo administrativo de la economa internacional, como tambindarle una calidad intergubernamental.

    La nocin de hegemona como un acople entre poder, ideas e instituciones haceposible lidiar con algunos de los problemas en la teora de dominacin del estado comouna condicin necesaria para a un orden internacional estable; sta permite retrasos y

    avances en la hegemona. Por ejemplo, tan atractiva era la nostalgia para la hegemonadel siglo XIX que la dimensin ideolgica de la pax britannica oreci bastante despus deque la con guracin de poder que la sostena hubiera desaparecido. Se hicieron esfuerzosprolongados, y en ltima instancia ftiles, para revivir una economa mundial liberal juntocon el patrn oro durante el periodo de entreguerras. Incluso en el periodo de la posguerra,la poltica britnica continu dando primaca a los problemas de la balanza de pagos sobreel desarrollo industrial nacional y las consideraciones de empleo 28. Otro ejemplo excelente

    28 Dos estudios clsicos relevantes sobre todo al periodo de entreguerras son POLANYI, Karl, The GreatTransformation , Little, Brown, Boston, 1957; y CARR, E.H., The Twenty Years Crisis, op. cit . El captulo deBLANK, Stephen, Britain: The Politics of Foreing Economic Policy, the Domestic Economy and the Problem of

    Pluralistic Stagnation, en KATZENSTEIN (ed.),op. cit. , comenta la poltica econmica britnica en la posguerra;como hace KRASNER, Stephen, en, State Power and the Structure of International Trade, en World Politics , vol,28, n o . 3, abril de 1976. Vase tambin HARRORD, R.F., The Life of John Maynard Keynes , Macmillan, Londres,

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    es el caso estadounidense, donde los indicadores de crecimiento del poder material duranteel periodo de entreguerras fueron pronosticadores insu cientes de una nueva hegemona.Fue necesario que los lderes estadounidenses pudieran llegar a verse ellos mismos entrminos ideolgicos como los garantes necesarios de un nuevo orden mundial. La era de

    Roosevelt hizo esta transicin incluyendo el rechazo consciente de la antigua hegemona (porejemplo, torpedeando la conferencia econmica mundial en 1933 y abandonando el sistemade patrn oro), y la incorporacin gradual de los principios del New Deal dentro de las basesideolgicas del nuevo orden mundial. Le siguieron las iniciativas estadounidenses dirigidasa crear las instituciones que administraran este orden 29. Los neomercantilistas en EstadosUnidos ahora advierten del peligro de repetir el error britnico, instando a los responsablespolticos estadounidenses a no continuar operando segn las doctrinas apropiadas para la

    pax americana cuando Estados Unidos ya no puede asumir una actuacin como garante deun orden mundial universalista. Sus convincentes esfuerzos subrayan que en estos temas laideologa es una esfera de accin determinante que tiene que ser entendida en sus conexiones

    con las relaciones de poder material.Fuerzas sociales, hegemona e imperialismoLa hegemona, representada como acople entre el poder material, las ideologas y lasinstituciones, puede parecer que se presta a una teora cclica de la historia; unindose lastres dimensiones en ciertos tiempos y lugares y separndose en otros. Esto nos recuerdaa las nociones anteriores de la virt , o del weltgesist que migra de pueblos a pueblos. Laanaloga simplemente apunta a algo que permanece inexplicado. Lo que falta es una teora decunto, cmo y por qu el acople se ajusta y desajusta. Mi opinin es que la explicacin debebuscarse en el campo de las fuerzas sociales conformadas por las relaciones de produccin.

    Las fuerzas sociales no pueden pensarse como algo existente exclusivamente dentrode los estados. Las fuerzas sociales particulares podran desbordar los lmites del estado,y las estructuras mundiales pueden describirse en trminos de fuerzas sociales del mismomodo que pueden describirse como con guraciones del poder estatal. El mundo puede serrepresentado como un patrn de fuerzas sociales que interactan, en el cual los estados

    juegan un papel intermedio, aunque autnomo, entre la estructura global de las fuerzassociales y sus con guraciones locales dentro de pases particulares. Esto podra llamarseuna perspectiva de economa poltica del mundo: el poder es visto como algo que emerge delos procesos sociales en vez de ser algo que se toma como dado en forma de capacidades

    materiales acumuladas, es decir, como resultado de estos procesos. (Parafraseando a Marx,uno podra describir la ltima perspectiva neorrealista como el fetichismo del poder) 30. En la

    1951.29 Las implicaciones internacionales del New Deal se tratan en diversas partes de: SCHLESINGER, Arthur M. Jr.,

    The Age of Roosevelt, vol. II, The Coming of the New Deal , Heinemann, Londres, 1960. MEIER, Charles, ThePolitics of Productivity: Foundations of American International Economic Policy after Wold War II, en Katzenstein,op. cit. , discute la relacin entre el New Deal y la ideologa del orden mundial de la posguerra. GARDNER,Richard, Sterling-Dollar Diplomacy: Anglo-American Collaboration in the Reconstruction of Multilateral Trade ,Clarendon Press, Oxford, 1956, muestra el vnculo entre las ideas del New Deal y las instituciones del escenariode la economa mundial despus de la Segunda Guerra Mundial en las negociaciones de Bretton Woods.

    30 Lo fundamental que estoy haciendo aqu aparece sugerido en un pasaje de Prison Notebooks de Gramsci,que a rma lo siguiente: Las relaciones internacionales preceden o siguen (lgicamente) relaciones sociales

    fundamentales? No puede haber duda de lo segundo. Cualquier innovacin orgnica en la estructura social, atravs de sus expresiones tcnico-militares, modi ca orgnicamente las relaciones absolutas y relativas tambinen el campo internacional. Gramsci utiliz el trmino orgnico para referirse a los cambios relativamente a

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    bsqueda de una perspectiva de economa poltica pasamos de identi car las caractersticasestructurales de los rdenes mundiales como con guraciones de capacidades materiales,ideas e instituciones (Figura 1), a explicar sus orgenes, crecimiento y cada en trminos delas interrelaciones de los tres niveles de las estructuras (Figura 2).

    Por supuesto, no es un gran descubrimiento encontrar que, visto desde la perspectivade la economa poltica, la pax britannica se bas tanto en la ascendencia del capitalismomanufacturero en la economa de intercambio internacional, de la cual Gran Bretaa fue elcentro, como tambin en el poder social e ideolgico, en Gran Bretaa y otras partes delnoroeste de Europa, de la clase que dise su riqueza a partir de la manufactura. La nuevaburguesa no necesit controlar los estados directamente; su poder social lleg a ser lapremisa de la poltica estatal 31.

    La cada de su orden hegemnico tambin puede explicarse por el desarrollo de las

    fuerzas sociales. El capitalismo moviliz una fuerza de trabajo industrial en los pases msavanzados, y desde el ltimo cuarto del siglo XIX los trabajadores industriales tuvieron unimpacto sobre la estructura del estado en estos pases. La incorporacin de los trabajadoresindustriales las nuevas fuerzas sociales que surgieron por el capitalismo manufactureroa la nacin implic que las acciones del estado se extendieran en forma de intervencineconmica y poltica social. Esto, en cambio, introdujo el factor del bienestar domstico (porejemplo, el mnimo social requerido para mantener la lealtad de los trabajadores) en el mbitode la poltica exterior. Las demandas de bienestar social compitieron con las exigencias delinternacionalismo liberal dentro de la administracin de los estados; mientras que el primerogan terreno como proteccionismo, el nuevo imperialismo, y en ltima instancia, el n de la

    era del patrn oro marc el largo declive del internacionalismo liberal32

    . El carcter liberal delestado fue reemplazado lentamente por la forma de estado nacionalista del bienestar.

    La propagacin de la industrializacin, y la movilizacin de las clases sociales quetrajo consigo, no slo cambiaron la naturaleza de los estados, sino que tambin alteraronla con guracin internacional del poder del estado en tanto que nuevos rivales superaron elliderazgo britnico. El proteccionismo, como medio de construir poder econmico comparableal britnico, fue para estos nuevos pases industriales ms convincente que la teora liberal dela ventaja comparativa. Los nuevos imperialismos de los mayores poderes industriales fueronuna proyeccin en el extranjero del consenso nacionalista de bienestar, buscado o logrado,

    entre las fuerzas sociales dentro de las naciones. Dado que ambos, tanto el predominio materialde la economa britnica como el atractivo de la ideologa hegemnica se debilitaban, el ordenmundial hegemnico de mitad del siglo XIX dio lugar a una con guracin no hegemnica debloques de poder rivales.

    largo plazo y permanentes, en oposicin a los coyunturales. Selections op. cit. , ps. 176-177. En la edicincrtica italiana, el original se encuentra en el volumen III, p. 1562.

    31 E. J. Hobsbawm escribe: Los hombres que o cialmente presidan los asuntos del victorioso orden burgusen sus momentos de triunfo eran nobles de campo profundamente reaccionarios en Prusia, imitaciones deemperador en Francia y una sucesin de aristcratas terratenientes en Gran Bretaa. The Age of Capital, 1843-1875 , Sphere Book, Londres, 1977, p.15.

    32 Entre los analistas que coinciden en esto se encuentran POLANYI, Karl, op. cit .; MYRDAL, Gunnar,Beyondthe Welfare State , Yale University Press, New Haven, 1960; CARR, E.H., Nationalism and After , op. cit. ; yBARRACLOUGH, Geoffrey,Introduction to Contemporary History , Penguin, Londres, 1968.

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    Por tanto, el imperialismo es ms bien un concepto laxo que en la prctica debede nirse nuevamente en referencia a cada periodo histrico. No tiene sentido buscar una

    esencia del imperialismo ms all de las formas en las que la dominacin y la subordinacinsurgen en estructuras sucesivas diferentes del orden mundial. La forma actual, ya sea

    activada por los estados, por las fuerzas sociales (por ejemplo, la gestin de las corporacionesmultinacionales), o una combinacin de ambas, y ya sea la dominacin primordialmentepoltica o econmica, ser determinada por el anlisis histrico, y no por el razonamientodeductivo.

    El capitalismo expansivo de mitad del siglo XIX introdujo a la mayor parte del mundoen las relaciones de intercambio de una economa internacional centrada en Londres. Elimperialismo liberal de esta fase era en gran medida indiferente a si los pases perifricos erano no formalmente independientes o estaban bajo el control poltico-administrativo de un podercolonial, siempre y cuando las reglas de la economa internacional fueran respetadas 33. Por

    ejemplo, Canad y Argentina tenan posiciones similares en trminos reales, aunque una tenaun estatus colonial y la otra era independiente. En la fase del imperialismo liberal, las autoridadeslocales, que eran a menudo pre-capitalistas en su relacin con los procesos de produccin(por ejemplo, mandatarios tradicionales basados en la economa agraria), mantuvieron a suspases en el sistema comercial. Durante la segunda fase esa que se corresponde con el tanllamado nuevo imperialismo que sigui a la dcada de 1870, el control directo del estadocomenz a suplantar los patrones menos formales del periodo comercial. Las relaciones deproduccin capitalista bajo esta tutela poltica penetraron completamente en la periferia,en particular en la extraccin de materias primas y en la construccin de infraestructuras(caminos, vas de tren, puertos y administraciones comerciales y gubernamentales) que se

    requeran para poder conectar las colonias ms cerca de la metrpoli.

    Las relaciones capitalistas de produccin generaron nuevas fuerzas sociales en laperiferia. Los extranjeros comenzaron a desempear importantes papeles en la sociedadlocal, algunos como agentes de la administracin colonial y del gran capital de la metrpoli,otros en pequeos negocios, llenando los intersticios existentes entre el gran capital y laproduccin local tradicional (por ejemplo, los chinos en el sudeste asitico, los indios en el estede frica, o los libaneses en frica occidental). Una fuerza laboral local, a menudo reducida ennmero y en materia, en mejor situacin que la mayora de la poblacin, era sumergida en laproduccin capitalista. El grupo, estratgicamente poltico, se opona al capital en cuestiones

    salariales y laborales, pero se alineaba con ste en relacin con el desarrollo del sector deproduccin capitalista. Tambin creci una pequea burguesa local, que pas a ocupar lasposiciones subordinadas tanto en la administracin colonial y en las empresas localizadas enla metrpoli, como tambin en pequeos comercios locales. Un aparato estatal local emergibajo la tutela colonial, alentando las nuevas relaciones de produccin mediante mtodos queiban desde la introduccin de trabajo obligatorio o un impuesto por cabeza como medio paragenerar una fuerza trabajadora, a la reproduccin de, en el contexto colonial, algunas de lasinstituciones y procesos de las relaciones industriales de la metrpoli.

    33 LICHTHEIM, George,Imperialism , Praeger, Nueva York, 1971, propuso una periodizacin de los imperialismos, yyo he tomado el trmino imperialismo liberal de l.

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    directamente por presiones proyectadas a travs del sistema, como indirectamente por elconocimiento subjetivo por parte de los actores de las limitaciones impuestas por el sistema.Por tanto, uno no puede esperar entender el sistema imperial identi cando el imperialismocon los actores, sean stos estados o multinacionales; ambos son elementos dominantes en

    el sistema, pero el sistema como estructura es ms que la suma de ambos. Adems, uno debetener cuidado con ignorar el principio dialctico por el que se exagera el poder y la coherenciade la estructura, incluso cuando se trata de una muy dominante. All donde una estructuraes hegemnica, la teora crtica nos lleva a buscar una contraestructura, incluso una que estlatente, tratando de localizar sus posibles bases de apoyo y elementos de cohesin.

    En este punto, es preferible volver a la anterior terminologa que se refera a lasestructuras hegemnicas y no hegemnicas del orden mundial. Al introducir el trmino

    imperial con referencia a la pax americana se corre el riesgo tanto de ocultar la diferenciaimportante entre los rdenes mundiales hegemnicos y no hegemnicos, como tambin de

    confundir tipos de imperialismo estructuralmente diferentes (por ejemplo, el imperialismoliberal, el imperialismo nuevo o colonial, y el sistema imperial recin descrito). La cuestincontrovertida aqu es que la pax americana era hegemnica: sta suscit un amplio apoyoentre los estados al margen de la esfera sovitica y estaba capacitada para proveer su cientesbene cios a los elementos asociados y subordinados con el n de mantener la conformidadde stos. Por supuesto, el apoyo se desgastaba a medida que uno se acercaba a la periferiadonde el elemento de la fuerza estuvo siempre presente, y fue en la periferia donde primerose volvi mani esta la contestacin al sistema imperial.

    Anteriormente insinuamos cmo naci el acoplamiento particular entre poder,

    ideologa e instituciones que constituyen la pax americana . Ya que el problema prctico en laactualidad es si la pax americana se ha, o no, desmantelado irreparablemente, y si es as, qupodra reemplazarla, hay dos preguntas espec cas que merecen atencin: (1) Cules sonlos mecanismos para mantener la hegemona en esta estructura histrica particular?; y (2)Qu fuerzas sociales y/o formas de estado han sido generadas dentro de sta que puedanoponrsele, y en ltima instancia, causar una transformacin de la estructura?

    La internacionalizacin del estadoUna respuesta parcial a la primera pregunta concierne a la internacionalizacin del estado.Los principios bsicos de la pax americana fueron similares a los de la pax britannica

    movimiento relativamente libre de bienes, capital y tecnologa, y un grado razonable deprediccin en las tasas de cambio. La conviccin de Cordell Hull de que un mundo deintercambio comercial abierto era una condicin necesaria para la paz podra considerarsecomo su discurso ideolgico, que se complementa con la con anza en el crecimiento econmicoy la productividad en constante aumento como base para moderar y controlar el con icto.Sin embargo, la hegemona de posguerra estaba ms institucionalizada que la pax britannica y la principal funcin de su institucin era reconciliar las presiones sociales nacionales conlos requisitos de una economa mundial. El Fondo Monetario Internacional fue concebidopara conceder prstamos a pases con d cit en la balanza de pagos con el propsito deproporcionarles tiempo durante el cual tendran que hacer ajustes, y para evitar las fuertes

    consecuencias de acionistas de un sistema automtico de patrn oro. El Banco Mundial fueel vehculo para esta asistencia nanciera a largo plazo. Los pases econmicamente dbiles

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    recibiran ayuda del sistema, tanto directamente a travs de las instituciones de ste, comoa travs de otros estados certi cados nominalmente por las instituciones del sistema. Talesinstituciones incorporaron mecanismos para supervisar la aplicacin de las normas del sistemay para hacer efectiva una asistencia nanciera condicionada a la evidencia razonable de que

    se intentaban cumplir las normas.A esta maquinaria de vigilancia se uni, en el caso de los aliados occidentales y

    posteriormente de todos los pases capitalistas industrializados, una maquinaria elaboradapara la armonizacin de las polticas nacionales. Dichos procedimientos comenzaron conla crtica recproca de los planes de reconstruccin en los pases de Europa occidental (lacondicin estadounidense para los fondos de ayuda del Plan Marshall), y continuaron con eldesarrollo de procedimientos de revisin anual en la Organizacin del Tratado del AtlnticoNorte (que se encargaba de la defensa y los programas de apoyo defensivo), convirtindoseen costumbre la consulta y revisin mutua de polticas nacionales (a travs de la Organizacin

    para la Cooperacin y el Desarrollo Econmico, y otras agencias).

    La nocin de obligacin internacional pas de algunos compromisos bsicos, como elcumplimiento del principio de la nacin ms favorecida o el mantenimiento de una tasa decambio acordada, a un reconocimiento general de que las medidas de las polticas econmicasnacionales afectan a otros pases, y que dichas consecuencias deban ser tomadas en cuentaantes de adoptar polticas nacionales. En cambio, otros pases deban comprender lo su cientelas di cultades de un pas como para consentir excepciones a corto plazo. Por tanto, losajustes eran percibidos como respuesta a las necesidades del sistema como un todo y noa la voluntad de los pases dominantes. En consecuencia, las presiones externas sobre las

    polticas nacionales fueron internacionalizadas.

    Por supuesto, dicho proceso poltico internacionalizado presupona una estructura depoder, en la que las agencias centrales del gobierno estadounidense estaban en una posicindominante. Pero no era necesariamente una estructura de poder completamente jerrquicacon lneas de fuerza que iban exclusivamente de arriba a abajo, ni tampoco era una estructurade poder en la que las unidades de interaccin fueran por completo naciones-estados. Era unaestructura de poder que buscaba mantener el consenso a travs de la negociacin, y en lacual las unidades de negociacin eran fragmentos de estados. De una forma tcita, las partestenan en cuenta el poder que haba detrs de la negociacin.

    El ensayo de armonizar polticas se convirti en una costumbre tan poderosa que cuandolas normas bsicas de comportamiento econmico internacional ya no parecan ser vlidas,como ocurri en la dcada de los setenta, los procedimientos para ajustar recprocamente laspolticas econmicas nacionales fueron, en el mejor de los casos, reforzados. Ante la ausenciade normas claras, la necesidad de ajustes mutuos pareci ser lo ms importante. 35

    35 Maz Beloff fue quizs el primero en apuntar los mecanismos por los cuales la participacin en las organizacionesinternacionales alteraron las prcticas de creacin de polticas internas de los estados en New Dimensions inForeign Policy , Atlen y Unwin, Londres, 1961. COX, R.W. y JACOBSON, H.K.,et. al., The Anatomy of In uence:Decision Making in International Organisation , Yale University Press, New Haven, 1972, describan los sistemas

    polticos de las organizaciones internacionales incluyendo segmentos de estados. KEOHANE, R.O. y NYE, J.S., Transgovernmental Relations and International Organizations, en World Politics , vol. 27, octubre de 1974,sealaron los procesos por los cuales las coaliciones se forman entre los segmentos de los aparatos de diferentes

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    Las estructuras del estado apropiadas para este proceso de armonizacin de polticaspueden contrastarse con aquellas del estado nacionalista del bienestar del periodo previo. Elnacionalismo del bienestar tom la forma de plani cacin econmica en el nivel nacional eintent controlar los impactos econ