COSMOGRAFÍA Y HUMANISMO EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI- LA GEOGRAPHIA DE PTOLOMEO Y LA IMAGEN DE...

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 Meprincipal Índi Scripta Nova REVISTA ELECTRÓNICA DE GEOGRAFÍA Y CIENCIAS SOCIALES Universidad de Barcelona. ISSN: 1138-9788. Depósito Legal: B. 21.741-98  Vol. XV, núm. 354, 20 de febrero de 2011 [Nueva serie de Geo Crítica. Cuadernos Críticos de Geografía Humana ]  COSMOGRAFÍA Y HUMANISMO EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI: LA GEOGRAPHIA DE PTOLOMEO Y LA IMAGEN DE AMÉRICA Antonio Sánchez Dpto. de Humanidades: Filosofía. Lenguaje y Literatura – Universidad Carlos III de Madrid [email protected] Recibido: 17 de diciembre de 2009. Devuelto para revisión: 17 de septiembre de 2010. Aceptado: 30 de septiembre de 2010. Cosmografía y humanismo en la España del siglo XVI: la Geographia de Ptolomeo y la imagen de América (Resumen) La influencia que las ideas ptolemaicas ejercieron en la cosmografía renacentista europea también afectaron al imaginario geográfico de la Península Ibérica. En España los geógrafos humanistas adaptaron la herencia clásica, en general, y las técnicas antiguas de representar el ‘mundo conocido’ (oikoumene), en particular, a los nuevos descubrimientos geográficos, de acuerdo a las inferencias teóricas de la Geographia de Ptolomeo. La recepción del redescubrimiento florentino del canon ptolemaico coincidió con los viajes ultramarinos realizados por los navegantes españoles y portugueses más allá de las columnas de Hércules. En términos cartográficos este paralelismo provocó algunos interrogantes difíciles de resolver entre aquellos que se disponían a dibujar los contornos de un mundo cada vez más amplio ¿Cómo trazar sobre una carta plana cuyo punto más occidental eran las Islas Afortunadas una gran masa terrestre bañada por dos océanos hasta ahora desconocidos? Palabras clave: cosmografía, humanismo, Ptolomeo, Salamanca, América. Cosmography and Humanism in Sixteenth-Century Spain: Ptolemy’s Geographia and the Image of America (Abstract) The influence of Ptolemaic ideas in the European Renaissance cosmography affected also the geographical imagination of Iberian Peninsula. In Spain, humanist geographers adapted the classical heritage and old techniques to represent the ‘known world’ ( oikoumene) to new geographical discoveries according to theoretical inferences from the Ptolemy’s Geographia. The reception of Florentine rediscovery of Ptolemaic canon coincided with overseas voyages and expeditions made by Portuguese and Spaniards navigators beyond the Pillars of Hercules. In terms of mapping this parallelism provoked some questions difficult to resolve among those who were preparing to draw the outlines of an ever wider. How to represent on a flat chart whose westernmost point were the Fortunate Islands a large landmass bathed by two oceans hitherto unknown? Key words: cosmography, humanism, Ptolemy, Salamanca, America. Tras el reconocimiento de la geografía humanista al valor de las ideas cosmográficas de Ptolomeo era necesario adaptarlas a la representación no sólo de América, sino también del Océano Atlántico y, tras el hallazgo de Núñez de Balboa en 1513, del Océano Pacífico ¿Hasta cuándo duraría y hasta dónde llegaría el dominio de la cosmografía ptolemaica? Los cosmógrafos y cartógrafos españoles no fueron ajenos a la acogida que el humanismo brindó, como a tantas otras obras clásicas, a la Geographia, especialmente en centros académicos y culturales como la Universidad de Salamanca, cuna del humanismo español de corte erasmista [1]. El mismo Miguel Servet llevó a cabo dos ediciones de la Geographia de Ptolomeo, una en 1535 y otra en 1541 [2]. El renacer de Ptolomeo determinó la cosmografía del siglo XVI, aunque sus formas de representación cartográfica fueron apagándose durante la segunda mitad de la centuria[3]. La Europa moderna, en términos cosmográficos, fue ptolemaica, pero no sólo. Las categorías científicas que regían la validez de sus mapas fueron necesarias, pero no serían suficientes. Gerard Mercator y Abraham Ortelius darían buena cuenta de ello. Sin embargo, antes de que los Países Bajos controlaran el mundo de los mapas hacia finales del siglo XVI y principios del XVII, la sombra de Ptolomeo inundó todo tipo de material cartográfico, tanto manuales de cosmografía y de navegación como atlas y planisferios. Las influencias más determinantes de la recuperación de Ptolomeo procedían de sus métodos de proyección[4]. Éstos han llegado incluso a compararse con aquellas técnicas desarrolladas en el Renacimiento italiano y que desembocaron en la perspectiva lineal en pintura[5]. De una u otra forma la recuperación de las ideas cartográficas de Ptolomeo reflejan la premisa básica que recorre este trabajo, a saber, el centro de gravedad que supuso la cultura visual de prácticas científicas consideradas periféricas para el desarrollo de la ciencia moderna [6]. Se trata de poner de manifiesto una historia epistémica de la representación cartográfica basada en la mutabilidad de valores científicos que rigen la mayor o menor validez de la imagen. En los albores de la revolución moderna de las ciencias la generación del conocimiento estaba íntimamente ligada a la producción de imágenes. Es en la representación donde el arte y la ciencia mantuvieron una constante relación de reciprocidad. La representación visual gozó de un gran prestigio como medio de explicación en disciplinas matemático-geométricas donde la imagen formaba parte de la evidencia empírica. La cartografía se desarrolló como un conocimiento espacial vinculado a los valores de la c ultura visual renacentista en la era de los descubrimientos, de manera que la geografía, mediante la representación, se unió a la revolución de las ciencias [7]. De acuerdo a estos indicios intentamos dar cuenta de la variabilidad de la experiencia científica mediante la historia de la representación cartográfica, prestando especial atención a los contextos y condiciones bajo las que sus formas emergieron y se desarrollaron en la España moderna. El objetivo descansa en el análisis de la relación entre los distintos modelos de representación cartográfica y sus correspondientes niveles de evidencia, prueba o descripción que se crearon para ello. Este trabajo se inserta así dentro de la tesis más general que estudia las condiciones que hacen posible la aparición de objetos en la experiencia. En otras palabras, ¿ qué formas de objetivación lo hicieron posible? Esta nueva forma de abordar la representación cartográfica hace hincapié en la generación factual del conocimiento, en la emergencia de categorías científicas que están estrechamente unidas a una actividad científica y que cambian junto con las necesidades de su desarrollo, así como la puesta en entredicho de su hasta ahora entendido carácter estoico. La producción, desarrollo y mutabilidad de valores científicos está inexorablemente unida a la evolución instrumental y al avance de objetos científicos con una vida ontológica variable. Estos conceptos, valores o categorías generan espacios de experiencia. Este tipo de enfoque epistemológico se replantea las bases bajo las que se sustenta la razón de ser de la ciencia, por un lado, y explora las condiciones históricas bajo las que el conocimiento científico se presenta como tal y se valida por encima de cualquier otro, por otro lado. El presente estudio trata de indagar el asentamiento científico de una forma de experiencia como la cartografía y la emergencia de los sistemas de conocimiento que lo hicieron posible. Cultura material y cultura visual, mapa y representación en tanto que entidades sujetas a transformaciones culturales llevan a cabo un papel de interpolación entre la ciencia y su contexto cultural y también entre el conocimiento práctico y las instrucciones teóricas. Esta fue la función principal del ma pa levantado por Waldseemüller en 1507. Y este fue el legado que el renacer de Ptolomeo con su imagen del mundo aportaron a la cartografía del siglo XVI. Antiguos modelos cartográficos para nuevas realidades geográfica s: el Mapamundi de Martin Waldseemüller de 1507 ¡Hasta que, por fin, vino alguien a descubrirme, a nombrarme y, sobre todo, a representarme! En 1492 el almirante Cristóbal Colón se disponía a zarpar por primera vez rumbo a un Nuevo Mundo y en 1500 Juan de la Cosa, el primer maestro de hacer cartas náuticas de la Casa de la Contratación de Sevilla, creada en 1503 por los Reyes Católicos, presentó ante los monarcas españoles un mapamundi en pergamino donde se representan también por primera vez las costas del continente americano, los

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COSMOGRAFÍA Y HUMANISMO EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XVI- LA GEOGRAPHIA DE PTOLOMEO Y LA IMAGEN DE AMÉRICA

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    Scripta Nova REVISTAELECTRNICADEGEOGRAFAYCIENCIASSOCIALES

    UniversidaddeBarcelona.ISSN:11389788.DepsitoLegal:B.21.74198 Vol.XV,nm.354,20defebrerode2011

    [Nueva serie de Geo Crtica. Cuadernos Crticos de Geografa Humana]

    COSMOGRAFA Y HUMANISMO EN LA ESPAA DEL SIGLO XVI: LA GEOGRAPHIA DE PTOLOMEO Y LA IMAGEN DEAMRICA

    Antonio SnchezDpto. de Humanidades: Filosofa. Lenguaje y Literatura Universidad Carlos III de Madrid

    [email protected]

    Recibido: 17 de diciembre de 2009. Devuelto para revisin: 17 de septiembre de 2010. Aceptado: 30 de septiembre de 2010.

    Cosmografa y humanismo en la Espaa del siglo XVI: la Geographia de Ptolomeo y la imagen de Amrica (Resumen)

    La influencia que las ideas ptolemaicas ejercieron en la cosmografa renacentista europea tambin afectaron al imaginario geogrfico de la Pennsula Ibrica. En Espaalos gegrafos humanistas adaptaron la herencia clsica, en general, y las tcnicas antiguas de representar el mundo conocido (oikoumene), en particular, a los nuevosdescubrimientos geogrficos, de acuerdo a las inferencias tericas de la Geographia de Ptolomeo. La recepcin del redescubrimiento florentino del canon ptolemaicocoincidi con los viajes ultramarinos realizados por los navegantes espaoles y portugueses ms all de las columnas de Hrcules. En trminos cartogrficos esteparalelismo provoc algunos interrogantes difciles de resolver entre aquellos que se disponan a dibujar los contornos de un mundo cada vez ms amplio Cmo trazarsobre una carta plana cuyo punto ms occidental eran las Islas Afortunadas una gran masa terrestre baada por dos ocanos hasta ahora desconocidos?

    Palabras clave: cosmografa, humanismo, Ptolomeo, Salamanca, Amrica.

    Cosmography and Humanism in Sixteenth-Century Spain: Ptolemys Geographia and the Image of America (Abstract)

    The influence of Ptolemaic ideas in the European Renaissance cosmography affected also the geographical imagination of Iberian Peninsula. In Spain, humanistgeographers adapted the classical heritage and old techniques to represent the known world (oikoumene) to new geographical discoveries according to theoreticalinferences from the Ptolemys Geographia. The reception of Florentine rediscovery of Ptolemaic canon coincided with overseas voyages and expeditions made byPortuguese and Spaniards navigators beyond the Pillars of Hercules. In terms of mapping this parallelism provoked some questions difficult to resolve among those whowere preparing to draw the outlines of an ever wider. How to represent on a flat chart whose westernmost point were the Fortunate Islands a large landmass bathed by twooceans hitherto unknown?

    Key words: cosmography, humanism, Ptolemy, Salamanca, America.

    Tras el reconocimiento de la geografa humanista al valor de las ideas cosmogrficas de Ptolomeo era necesario adaptarlas a la representacin no slo de Amrica, sinotambin del Ocano Atlntico y, tras el hallazgo de Nez de Balboa en 1513, del Ocano Pacfico Hasta cundo durara y hasta dnde llegara el dominio de lacosmografa ptolemaica?

    Los cosmgrafos y cartgrafos espaoles no fueron ajenos a la acogida que el humanismo brind, como a tantas otras obras clsicas, a la Geographia, especialmente encentros acadmicos y culturales como la Universidad de Salamanca, cuna del humanismo espaol de corte erasmista[1]. El mismo Miguel Servet llev a cabo dosediciones de la Geographia de Ptolomeo, una en 1535 y otra en 1541[2]. El renacer de Ptolomeo determin la cosmografa del siglo XVI, aunque sus formas derepresentacin cartogrfica fueron apagndose durante la segunda mitad de la centuria[3]. La Europa moderna, en trminos cosmogrficos, fue ptolemaica, pero no slo.Las categoras cientficas que regan la validez de sus mapas fueron necesarias, pero no seran suficientes. Gerard Mercator y Abraham Ortelius daran buena cuenta deello.

    Sin embargo, antes de que los Pases Bajos controlaran el mundo de los mapas hacia finales del siglo XVI y principios del XVII, la sombra de Ptolomeo inund todo tipode material cartogrfico, tanto manuales de cosmografa y de navegacin como atlas y planisferios. Las influencias ms determinantes de la recuperacin de Ptolomeoprocedan de sus mtodos de proyeccin[4]. stos han llegado incluso a compararse con aquellas tcnicas desarrolladas en el Renacimiento italiano y que desembocaronen la perspectiva lineal en pintura[5].

    De una u otra forma la recuperacin de las ideas cartogrficas de Ptolomeo reflejan la premisa bsica que recorre este trabajo, a saber, el centro de gravedad que supuso lacultura visual de prcticas cientficas consideradas perifricas para el desarrollo de la ciencia moderna[6]. Se trata de poner de manifiesto una historia epistmica de larepresentacin cartogrfica basada en la mutabilidad de valores cientficos que rigen la mayor o menor validez de la imagen. En los albores de la revolucin moderna delas ciencias la generacin del conocimiento estaba ntimamente ligada a la produccin de imgenes. Es en la representacin donde el arte y la ciencia mantuvieron unaconstante relacin de reciprocidad. La representacin visual goz de un gran prestigio como medio de explicacin en disciplinas matemtico-geomtricas donde la imagenformaba parte de la evidencia emprica. La cartografa se desarroll como un conocimiento espacial vinculado a los valores de la cultura visual renacentista en la era de losdescubrimientos, de manera que la geografa, mediante la representacin, se uni a la revolucin de las ciencias[7]. De acuerdo a estos indicios intentamos dar cuenta de lavariabilidad de la experiencia cientfica mediante la historia de la representacin cartogrfica, prestando especial atencin a los contextos y condiciones bajo las que susformas emergieron y se desarrollaron en la Espaa moderna. El objetivo descansa en el anlisis de la relacin entre los distintos modelos de representacin cartogrfica ysus correspondientes niveles de evidencia, prueba o descripcin que se crearon para ello. Este trabajo se inserta as dentro de la tesis ms general que estudia lascondiciones que hacen posible la aparicin de objetos en la experiencia. En otras palabras, qu formas de objetivacin lo hicieron posible? Esta nueva forma de abordar larepresentacin cartogrfica hace hincapi en la generacin factual del conocimiento, en la emergencia de categoras cientficas que estn estrechamente unidas a unaactividad cientfica y que cambian junto con las necesidades de su desarrollo, as como la puesta en entredicho de su hasta ahora entendido carcter estoico. La produccin,desarrollo y mutabilidad de valores cientficos est inexorablemente unida a la evolucin instrumental y al avance de objetos cientficos con una vida ontolgica variable.Estos conceptos, valores o categoras generan espacios de experiencia. Este tipo de enfoque epistemolgico se replantea las bases bajo las que se sustenta la razn de serde la ciencia, por un lado, y explora las condiciones histricas bajo las que el conocimiento cientfico se presenta como tal y se valida por encima de cualquier otro, porotro lado. El presente estudio trata de indagar el asentamiento cientfico de una forma de experiencia como la cartografa y la emergencia de los sistemas de conocimientoque lo hicieron posible.

    Cultura material y cultura visual, mapa y representacin en tanto que entidades sujetas a transformaciones culturales llevan a cabo un papel de interpolacin entre laciencia y su contexto cultural y tambin entre el conocimiento prctico y las instrucciones tericas. Esta fue la funcin principal del mapa levantado por Waldseemller en1507. Y este fue el legado que el renacer de Ptolomeo con su imagen del mundo aportaron a la cartografa del siglo XVI.

    Antiguos modelos cartogrficos para nuevas realidades geogrficas: el Mapamundi de Martin Waldseemller de 1507

    Hasta que, por fin, vino alguien a descubrirme, a nombrarme y, sobre todo, a representarme! En 1492 el almirante Cristbal Coln se dispona a zarpar por primera vezrumbo a un Nuevo Mundo y en 1500 Juan de la Cosa, el primer maestro de hacer cartas nuticas de la Casa de la Contratacin de Sevilla, creada en 1503 por los ReyesCatlicos, present ante los monarcas espaoles un mapamundi en pergamino donde se representan tambin por primera vez las costas del continente americano, los

  • territorios recin descubiertos por los europeos. Pero no sera hasta 1507 cuando el cartgrafo alemn Martinus Ilacomylus (1470-1520)[8], tambin conocido comoMartin Waldseemller, dio a conocer al mundo el primer mapa impreso donde aparece la palabra Amrica sobre la parte sur del hemisferio occidental o, en otraspalabras, la mitad sur de la lnea equinoccial[9] (Figura 1).

    Figura 1. Mapamundi de Martin Waldseemller (1507).

    Detrs del neologismo Amrica se esconda un grupo de laboriosos gegrafos humanistas autodenominado Gymnasium Vosagense, as llamado por trabajar para lacorte del Duque Ren II de Lorena en una pequea ciudad montaosa llamada St.-Di-des-Vosges. La Escuela de St.-Di, en el corazn de Europa y con la recienteincorporacin de una imprenta en 1506 bajo el patrocinio del ducado, hizo pblica el bautismo del Mundus Novus mediante la aparicin de tres piezas geogrficasimprescindibles para la representacin cartogrfica del mundo moderno: un texto, un globo y un mapa. El primero de ellos, titulado Cosmographiae introductio, era untratado sobre cosmografa que serva de comentario a un globo terrestre y a un mapa del mundo en plano, un manual prctico que continuaba con la larga tradicin degeografa matemtica iniciada por el gegrafo griego Claudio Ptolomeo, y que inclua un apndice con los cuatro viajes realizados por Americo Vespucio en la llamadaEra de las Exploraciones[10]. La segunda de las piezas, Universalis Cosmographiae descriptio in solido, consisti en un globo terrestre. Como su ttulo indica, se trata deuna representacin cosmogrfica adaptada a una forma esfrica. La tercera de las piezas de este trptico geogrfico fue el clebre Universalis Cosmographia secundumPtholomaei traditionem et Americi Vespucii aliorumque lustraciones[11]. El planisferio de Waldseemller, publicado en 1507 junto al texto y al globo, es un mapa muralpensado para ser expuesto como un tapiz o un fresco. Consta de doce planchas o cuarterones, pequeos pedazos de mapa divididos en cuatro partes iguales. Todos ellosforman una representacin cosmogrfica universal segn la tradicin ptolemaica y de acuerdo a los viajes realizados por Vespucio y otros navegantes. Teora y prctica,geografa matemtica y navegacin se unen en una proyeccin ptolemaica cordiforme modificada, con meridianos curvados.

    Al analizar la representacin cartogrfica del Nuevo Mundo en la poca moderna conviene resaltar la importancia que el mapa de Waldseemller tuvo para el imaginarioeuropeo. Ms all de la aparicin feminizada del nombre de Americo Vespucio sobre un mapa europeo, dicha imagen del mundo constituye un punto de partida y no dellegada. Como uno de los primeros mapas impresos, fue un claro exponente de la fuerza que la imprenta aport a la cartografa. Desde que a partir de la segunda mitad delsiglo XV Regiomontanus, Johann Mller de Knigsberg (1436-1476), inaugurara la era de los astrnomos-impresores, la multiplicacin de ediciones permiti la mejoratecnolgica de las planchas y favoreci el cuidado con el que se presentaban las nuevas ediciones[12]. Uno de los efectos ms evidentes de la imprenta sobre la cartografafue la posibilidad de reproducir mapas en serie[13]. En principio, la imprenta, como un arma de doble filo, mejor las condiciones de accesibilidad al conocimiento de unterritorio hasta entonces desconocido, la Terra Incognita, pero tambin extendi la geografa antigua[14]. En el mapa de 1507 se muestran por primera vez sobre unaimagen impresa tanto los nuevos descubrimientos de espaoles y portugueses como la complementacin del concepto ptolemaico del mundo con los detalles de lacartografa nutica y los viajes orientales de Marco Polo, entre otros[15].

    El mapa de Waldseemller resulta pertinente no slo por motivos relativos al nombramiento de un nuevo continente. Conviene destacar aspectos del mismo al amparo deantiguas categoras geomtricas y la adquisicin de nuevo conocimiento emprico. Las bases tcnicas de la proyeccin descansan sin duda en los contenidos matemticosde la edicin de la Geographia de Ptolomeo publicada en Ulm en 1486, aunque los paralelismos visuales tambin sugieren la comparacin con el mapa de HenricusMartellus (ca. 1489-90) y el planisferio llamado de Caverio (ca. 1505). La informacin geogrfica, dependiente ms de navegantes y exploradores que de gemetras ymatemticos, proceda de los viajes de conocidos hombres de mar como Marco Polo, Cristbal Coln o Amrico Vespucio, citados en los mrgenes del mapa. Lasconstantes noticias geogrficas sobre Terra Nova que llegaban a Europa fueron representadas a comienzos del siglo XVI bajo el dominio humanista del redescubrimientode la cosmografa ptolemaica. Los datos empricos quedaban as subordinados al modelo matemtico heredado de representacin. Waldseemller expuso con el mximodetalle y una cuidada nomenclatura un cuadro a la vez textual y visual donde la acumulacin de conocimiento emprico se entrelaza con las configuraciones geogrficas detierras y mares. La representacin, la narrativa del viaje y el texto cosmogrfico permitieron acceder al Novus Orbis. Amrica se hizo presente mediante el texto y laimagen, pero siempre bajo descripciones arraigadas en las prcticas cosmogrficas contemporneas[16]. El medio visual ilustra la compatibilidad del marco clsico con laspoticas del descubrimiento.

    Para hacer evidente la concurrencia entre lo nuevo y lo antiguo, geografa descriptiva y geografa matemtica, viajes y cartografa, teora y prctica, Ptolomeo y Vespucio,Waldseemller dibuja a ambos custodiando la cosmografa universal. La imagen del mundo entero pertenece a uno tanto como al otro. Los dos bustos adquieren en estefresco tanto significado como la propia representacin. Si observamos la parte superior izquierda del mapamundi vemos, por un lado, a Ptolomeo con un transportador dengulos en sus manos. El instrumento parece hacer alusin al clculo, a la vertiente geomtrica y matemtica de la geografa. El autor del mapa ha querido agradecer algegrafo griego, en el ttulo y en los rasgos decorativos, su contribucin en la confeccin infinita de un mundo visible. Junto a Ptolomeo se encuentra un pequeo mapaque representa tan slo el mundo conocido u oikoumene que no es si no el Viejo Mundo tal y como fue concebido en el siglo II de Nuestra Era. Asia, frica y Europareflejan la herencia clsica y recuerdan que pese a la inadecuacin e inexactitud de sus contornos, su representacin en plano segua siendo la nica forma con autoridadpara situar y adaptar las noticias que llegaban del otro lado del Mar Ocano. En resumen, antiguos modelos cartogrficos para conformar nuevas realidades geogrficas(Figura 2).

  • Figura 2. Detalle de Ptolomeo procedente del mapa del mundo de MartinWaldseemller de 1507.

    Por otro lado, Vespucio porta entre sus manos un comps, un instrumento utilizado en alta mar para echar el punto sobre la carta. Todo piloto deba llevar uno de estoscompases para poder hallar sobre una carta de marear la posicin de su nave en la inmensidad del ocano. El comps constituye, sin duda, un instrumento prctico capazde resolver, con la habilidad del navegante, un problema tcnico concreto. Junto a Vespucio, en la parte superior derecha, otro mapa hace gala de la aportacin de losviajeros renacentistas que, como Amrico, proporcionaron las ltimas adiciones a una visin del mundo ptolemaica. Este mapa parcial anticipa el hallazgo del OcanoPacfico, a cuyos extremos puede apreciarse tanto Asia como Amrica. De esta manera, Vespucio queda pictricamente asociado al descubrimiento tanto del LejanoOriente como del Lejano Occidente[17] (Figura 3).

    Figura 3. Detalle de Vespucio procedente del mapa de Waldseemller de 1507.

    Los gegrafos humanistas centroeuropeos dedicaron sus esfuerzos a incorporar el conocimiento disponible sobre las nuevas posesiones de castellanos y portugueses en lasteoras y prcticas establecidas de la ciencia cosmogrfica. Como en el caso de Waldseemller, intentaron crear una imagen autoritaria y certera del mundo, ya fueramediante dispositivos textuales o a travs de medios visuales. El mapa de 1507, al igual que el planisferio Contarini-Rosselli de 1506 dibujado por el cartgrafo italianoGiovanni Matteo Contarini y grabado por Francesco Rosselli o el mapa del cartgrafo holands Johann Ruysch de 1507-08, constituye tan slo un ejemplo, tal vez el mssignificativo[18]. Los cosmgrafos alemanes, si bien no dispusieron de los mejores testimonios empricos, pese a las estrechas relaciones con crculos humanistas deFrancia e Italia, s definieron, como nadie haba hecho antes, el legado clsico[19]. Sus objetivos ya han quedado subrayados. Por un lado, intentaban que las antiguasconjeturas e imprecisiones dejaran paso a las nuevas circunstancias. Y por otro lado, pretendan subrayar la incapacidad de explicar tales acontecimientos sin acudir alviejo sistema cosmogrfico[20]. Nuevos mapas seran levantados a lo largo del siglo XVI con la anexin de los descubrimientos geogrficos al esquema cartogrfico dePtolomeo. Estas representaciones ponen de manifiesto la produccin de conocimiento no slo a travs de la experiencia del viaje y de su narracin, o de los procesosmentales requeridos para el descubrimiento de Amrica, sino tambin mediante una imagen[21]. Imgenes que formaron parte de la revolucin renacentista en la

  • concepcin geogrfica europea a la luz de la expansin.

    El humanismo cientfico espaol entre la recepcin de Ptolomeo y las noticias de los descubrimientos: Salamanca y Valencia

    Dada la coincidencia temporal de la recuperacin humanista de la Geographia de Ptolomeo y el descubrimiento del Nuevo Mundo, la disciplina cosmogrfica sufrira, apartir de los ltimos aos del siglo XV, una fuerte revolucin que transform la ciencia moderna mediante la unin del academicismo universitario y la experiencia de losnavegantes. En Espaa, el eslabn que uni ambos polos fue el espritu humanista que se desarroll en universidades como la de Salamanca o Valencia. Los cosmgrafoshumanistas espaoles que trabajaban en las universidades castellanas intentaron conciliar las representaciones cartogrficas ptolemaicas con las obras descriptivas decosmografa[22]. Estos cosmgrafos fueron los nicos individuos de la pennsula que no slo popularizaron las premisas de Ptolomeo acerca de la representacin delmundo, sino que adems realizaron ediciones crticas de la Geographia y mejoraron las enseanzas del gegrafo griego a la luz de las sorprendentes noticias que llegabande Sevilla. Este contexto de recepcin de las ideas ptolemaicas y el encuentro colombino de una nueva masa terrestre slo pudo darse en Espaa. Nebrija y compaatuvieron en primicia dos realidades que convena hilvanar, una fsica y otra cultural. Los esfuerzos de estos humanistas por conformar un modelo cosmogrfico nicobasado tanto en la geografa matemtica como en la geografa ms discursiva estaban dirigidos a subsanar algunos de los problemas que se les planteaban a los navegantestras las noticias de los nuevos descubrimientos geogrficos.

    En este apartado intento examinar las ideas cosmogrficas que algunos de los humanistas ms sobresalientes ensearon en las universidades espaolas. Estas ideasconstituyen los cimientos sobre los que se desarrollara la prctica cartogrfica en Espaa durante el siglo XVI y de la que brotaran los distintos modelos derepresentacin cartogrfica creados a lo largo y ancho de Castilla. La cosmografa espaola vinculada a los centros de enseanza controlados por la Corona aliment lanueva navegacin de altura y supo adaptar la informacin geogrfica de los descubrimientos al antiguo canon ptolemaico. Para responder a las exigencias de losacontecimientos y satisfacer as las pretensiones del imperio, los cosmgrafos espaoles bebieron de aquel movimiento intelectual que permiti el renacer de Ptolomeo.El humanismo cientfico fue el germen de la revolucin geogrfica moderna que precedi a la revolucin copernicana.

    La recepcin que los espaoles hicieron de las ideas ptolemaicas con posterioridad a la exploracin del hemisferio occidental fue casi exclusivamente una acogidautilitarista fundamentada en la reorganizacin de un nuevo orbe[23]. La Monarqua hispnica expres a las instituciones del reino su inters por obtener una imagencomprensible del Nuevo Mundo a travs de la combinacin de teora y prctica. El corpus ptolemaico vertebr buena parte de la cultura geogrfica espaola durante elmundo moderno y fue impartido tanto en la Casa de la Contratacin de Sevilla como en la Universidad de Salamanca. Las referencias a Ptolomeo en las obras decosmografa de autores espaoles son tan frecuentes como tambin lo fueron en las obras de italianos y portugueses. Aunque en Espaa la obra de Ptolomeo no fue editadani una sola vez, las alusiones al gegrafo griego durante este tiempo en los manuales de geografa como la Suma de Geographia de Martn Fernndez de Enciso era unacita obligada. El cosmgrafo espaol Alonso de Santa Cruz dividi los captulos de la segunda parte de su Libro de las longitudes en detrimento de los captulos delprimer libro de la Geographia, dedicando un escolio a cada uno de ellos. El mismo Cristbal Coln debi utilizar un ejemplar de la edicin de la Geographia de Ptolomeoque se hizo en Roma en 1478, la cual contiene una firma del almirante y un salmo[24]. Las enseanzas de Ptolomeo fueron tambin rescatadas por los espaoles, tras elTratado de Tordesillas de 1494, para defender sus posturas frente a los cosmgrafos portugueses en la clebre disputa por la pertenencia de las Islas Molucas[25]. EnSalamanca, el humanista Elio Antonio de Nebrija, pese a su reducido contacto con los crculos martimos, escribi a finales del siglo XV una introduccin a lacosmografa basada en gran parte en las premisas ptolemaicas, con el objetivo de adaptarla a las necesidades de la navegacin[26]. El astrnomo valenciano JernimoMuoz describi con propiedad las proyecciones cartogrficas de Ptolomeo e, incluso, el telogo Jaime Prez de Valencia debi estar familiarizado con la obra delcartgrafo alejandrino cuando utiliz las geografas de la antigedad clsica para realizar sus exgesis de los salmos[27]. En definitiva, la Geographia de Ptolomeo corripor Espaa con la misma fluidez con la que lo hizo por el resto de Europa, especialmente en los crculos humanistas. Las bibliotecas humanistas de Salamanca, Valencia oEl Escorial, entre otras, albergan algn ejemplar de la Geographia. El fisilogo oscense Miguel Servet llev a cabo dos ediciones en latn, una publicada en 1535 (Lyon) yotra en 1541 (Viena).

    Los Studia humanitatis y la cosmografa salmantina: Francisco Nez de la Yerba, Elio Antonio de Nebrija, Pedro Margallo, FernnPrez de Oliva y Jernimo Moz

    En 1940 Franois Dainville anunciaba que la geografa de los humanistas estaba tan interesada en la enseanza de los antiguos como en la de los modernos. En estecomplejo entramado entre la erudicin del legado libresco y la experiencia encarnada en las exigencias de la navegacin, entre las contradicciones de la tradicin literariay la tradicin cientfica, la geografa humanista dio el primer paso hacia una sntesis a la vez racional y experimental. Entretanto, el triunfo de la experiencia se impuso a laautoridad de la herencia clsica[28].

    El humanismo ligado a la figura del humanista apareci en Europa hacia mediados del siglo XV como un movimiento intelectual alternativo a la formacin y educacin(paideia) de la ratio escolastica, como una corriente cultural dirigida al cultivo de las disciplinas humanas[29]. Esta nueva enseanza de materias como la gramtica, laretrica, la historia, la filosofa moral y la poesa se denomin studia humanitatis, un nuevo programa formativo y educativo que privilegiaba el carcter humano de lapersona por encima de cualquier otro. Los studia humanitatis abren una nueva lnea de investigacin fundada en la recuperacin y lectura de los textos clsicosgrecolatinos y los mitos helnicos en oposicin al estudio de las compilaciones rabes y latinas y los escritos de los comentaristas medievales. El humanismo salvaguardla experiencia real del sujeto en su aproximacin hacia las cosas mismas frente al empirismo estril de los peripatticos tardomedievales. Segn la tendencia habitual delos historiadores de la ciencia, la actividad cientfica precopernicana en el contexto en el que emergi el humanismo estaba localizada en Inglaterra y Francia. En el primercaso la actividad se reduca a los trabajos de los lgicos de la Universidad de Oxford y en el segundo caso a los filsofos de la naturaleza de la Universidad de Paris[30].Ms all de las desventajas que surgen de la defensa de una perspectiva tan reduccionista, cabra acaso desdear el impacto que caus la revolucin cosmogrfica de losmodernos como consecuencia del renacimiento de Ptolomeo y el descubrimiento de un Nuevo Mundo? Qu papel ocup el llamado humanismo en esta doble tarea derecuperacin y adaptacin?

    En tanto que conocedor de las letras humanas, el humanista deba dominar con solvencia el arte de la gramtica y de la dialctica. El lenguaje de las obras de la antigedadclsica era fuente inagotable de conocimiento que deba ser imitado sin descanso, ya fuera a travs del estudio histrico y emprico de los textos o del anlisis especulativoy contemplativo. El cultivo del lenguaje permita al humanista desarrollar sus comentarios, traducciones, correcciones y lecciones. Pero la tarea intelectual del humanismono se agotaba en la autoridad de la gramtica y del mtodo dialctico. El humanista se aferra a la bsqueda del conocimiento sin someter sus ansias de saber a ningunaautoridad, salvo a las reglas de la lgica y la dialctica aristotlica. Ambas disciplinas, la lgica y la dialctica, ancladas en el lenguaje y en las leyes tanto de la naturalezacomo de la sociedad rigen la investigacin cientfica de todo humanista[31].

    Cirilo Flrez, Pablo Garca y Roberto Albares acuaron hace unos aos la expresin humanismo cientfico para referirse a un movimiento renacentista impulsado por ungrupo de autores salmantinos que supieron conjugar, entre la segunda mitad del siglo XV y las primeras dcadas del siglo XVI, los conocimientos retricos y humanistascon los saberes cientficos y matemticos[32]. El humanismo cientfico posea sus propios rasgos distintivos. En primer lugar, este nuevo movimiento intelectual integrabaen sus publicaciones tanto aspectos propios de las humanidades como de la ciencia -de acuerdo a una visin contempornea de la separacin de las dos grandes ramas delsaber. Dado el cultivo humanista del lenguaje, emerge una visible preocupacin por establecer un lenguaje cientfico con la fijacin de sus propios textos, donde primanlos saberes astronmicos dentro del amplio espectro del lenguaje matemtico. En segundo lugar, aparece en estos autores una cierta conciencia de modernidad ya que sonsabedores de su pertenencia a un nuevo resurgir de la cultura humana con retos y oportunidades diferentes. En tercer lugar, se defiende una concepcin progresiva delconocimiento cientfico basada en la recuperacin de obras clsicas y su adaptacin a las exigencias contemporneas. Y en cuarto lugar, prevalecen los gneros literarios yretricos del Renacimiento, dirigidos ahora hacia la didctica y difusin del saber[33]. De la misma forma que el humanismo literario, el humanismo cientfico sostuvouna pedagoga constructiva de conocimiento en todas sus vertientes disciplinares y aspiraba con ello a la formacin de un ser humano libre en la compleja repblica delsaber[34]. El hombre en el que piensa el humanismo cientfico es un comentador griego donde se integran la libertad hermenutica, el rigor filolgico, la simpata hacia lafilosofa moral del estoicismo romano y el comentario de textos clsicos[35]. Las caractersticas del humanismo cientfico, al igual que el mapa de Waldseemller,describen un Nuevo Mundo, un panorama en el que convergen las enseanzas de los antiguos y las acciones del presente, un mbito en el que la ciencia y la experiencia secomplementan, un nuevo horizonte, en definitiva, donde las letras y las tcnicas reman en una misma direccin[36].

    Si en la poca del humanismo cientfico Sevilla ocup la posicin de capital econmica de la Monarqua espaola y Valladolid la de capital poltica, Salamanca ostentarael privilegio de representar la capital cultural del reino, cuya Universidad sera el centro ms destacado. En la Universidad de Salamanca convivieron, no sin polmica ydesde el reinado de los Reyes Catlicos hasta bien entrado el siglo XVI, las ideas reformadoras del humanismo con las tesis escolsticas y la ortodoxia religiosa. LaUniversidad de Salamanca constituye un conglomerado aparentemente contradictorio de tradiciones culturales. Las enseanzas de los programas educativos de launiversidad recogen ideas cientficas del medievo procedentes del mundo rabe, judo y cristiano que llegaron a Salamanca mediante la herencia cultural de Alfonso X el

  • Sabio. Durante el siglo XV es significativa la influencia ejercida por los calculadores oxonienses, la astrologa medieval, la astronoma vienesa de Peuerbach yRegiomontanus y la fsica aristotlica[37]. En el siglo XVI es el nominalismo la corriente que mayor repercusin tendra sobre la ciencia salmantina, cuyos principalesportadores fueron Juan Martnez Silceo, Fernn Prez de Oliva y Pedro Margallo, todos ellos formados en la Universidad de Paris. Este reducido grupo de intelectualesrepresentaba la primera generacin de nominalistas salmantinos. La concepcin nominalista de la ciencia reside en el carcter hipottico y conjetural que se le atribuye deacuerdo al modelo crtico del estoicismo helnico, una concepcin en estricta oposicin a la creacin de grandes sistemas cientficos. Frente al dogmatismo aristotlico,defensor del carcter universal de la ciencia, el nominalismo opta por un anlisis lgico y lingstico del discurso cientfico[38].

    El humanismo cientfico salmantino no fue ajeno a la tradicin. Tres generaciones de intelectuales coincidieron en Salamanca desde los aos setenta del siglo XV hasta losaos veinte del siglo XVI bajo el amparo de los estudios cientficos. Por un lado, destaca el trabajo terico y prctico de los astrnomos salmantinos y el papel que autorescomo el judo Abraham Zacuto atribuyen a la astrologa. Entre estos autores se encuentran Juan de Salaya, Rodrigo de Vasurto y Diego de Torres. La obra msrepresentativa de esta generacin fue el Almanach Perpetuum del propio Zacuto, mximo exponente de este grupo. Por otro lado, humanistas como Elio Antonio deNebrija, Francisco Nez de la Yerba y Hernn Nez Pinciano recuperaron, adaptaron, corrigieron y difundieron la geografa matemtica de Ptolomeo y la geografahumana de Pomponio Mela y Plinio. Y finalmente, los fsicos como Juan Martnez Silceo, Pedro Margallo y Fernn Prez de Oliva sintetizaron la matemtica euclidiana,la filosofa natural aristotlica y las noticias de los descubrimientos geogrficos[39]. El desarrollo de las ciencias en la Universidad de Salamanca mir tanto al pasadocomo al futuro, ya que adopt las ideas heredadas de la antigedad clsica y las proyect hacia el porvenir, contrastndolas continuamente con las nuevas experiencias delpresente[40].

    Junto con la astronoma y la fsica, la cosmografa jug un papel destacado entre los abanderados del humanismo cientfico de la Universidad de Salamanca. El impulsoque la cosmografa retom en el Renacimiento como consecuencia de la recuperacin de la Geographia de Ptolomeo junto con la expansin martima, el control delimperio y la construccin del Estado despert el inters de la Monarqua por el saber cosmogrfico. Dada la estrecha relacin que la Corona mantuvo con la universidad,los eruditos salmantinos pronto se hicieron eco de las necesidades cosmogrficas de Castilla tras el descubrimiento de Amrica. El hecho de que la Universidad deSalamanca estuviese detrs de la resolucin del conflicto que el Tratado de Tordesillas (1494) provoc entre Espaa y Portugal o de la creacin de la ctedra deCosmografa en 1552 en la Casa de la Contratacin de Sevilla no fue una casualidad[41]. El Colegio Mayor de San Bartolom y la Universidad de Salamanca, aun estandoalejados de las zonas martimas, fueron centros de referencia para la investigacin terica de la cosmografa a travs del estudio de los textos que los propios profesoressalmantinos escribieron para sus alumnos. A partir de 1498 autores como Nez de la Yerba y Nebrija asumen la experiencia de los navegantes espaoles y editan obrassobre cosmografa con una doble caracterstica: la difusin en Espaa de las ideas geogrficas de Ptolomeo y la incorporacin de las mismas a la nueva realidadcartogrfica. Los profesores de Salamanca impartieron clases y redactaron textos donde los nombres de Amrica, ya fuera una isla o un continente, y Ptolomeo constituanel principio y fin de sus enseanzas[42].

    Los secuaces de Ptolomeo

    Con anterioridad a la llamada revolucin copernicana y por motivos bien diferentes surgi en el Renacimiento europeo otra revolucin que cambi el curso de losacontecimientos. Dada la confrontacin de las ideas cientficas del mundo clsico con la experiencia de la navegacin de altura tuvo lugar una revolucin geogrfica quedesemboc en una nueva imagen del orbe terrestre. En Espaa, la Universidad de Salamanca desempe un papel destacado en esta transformacin de la pintura delmundo[43]. El profesor portugus Pedro Margallo sintetizara en su Phisices Compendium el ncleo del nuevo paradigma, aunque no sin dificultades. En la mayora de lasocasiones los preceptos cosmogrficos impartidos en las universidades espaolas alejadas de las zonas martimas devenan abstractos. Cuando los profesores encargadosde ensear cosmografa eran humanistas sin apenas experiencia como navegantes, la forma de imaginarse el mundo poda tener sus divergencias con respecto a la de unhombre de mar, aunque casi siempre ambos modelos se complementaron[44].

    La Universidad de Salamanca fue un centro receptor de informacin cosmogrfica tanto prctica como terica donde comenz a gestarse una fructfera relacin entre larecepcin crtica de la teora matemtica de Ptolomeo y las noticias y experiencia de las navegaciones. Dicha conexin permiti fomentar, junto con la tradicincartogrfica de mallorquines y portugueses, una nueva representacin del mundo. Las matemticas y la experiencia hicieron desaparecer de la escena aquellos lugaresdesconocidos habitados por seres extraos y monstruos marinos al tiempo que desmintieron la idea medieval de la inhabitabilidad de las zonas trridas[45]. Ahora, desdelas aulas salmantinas y la fachada de la Universidad slo quedaba lugar para los nuevos territorios, para el encuentro humanista entre Amrica y Europa[46].

    En 1498 Francisco Nez de la Yerba public en Salamanca su Cosmographia pomponii cum figuris, una edicin crtica de la Cosmographia sive De situ orbis dePomponio Mela. La obra de Nez de la Yerba se caracteriza por ser el primer texto de cosmografa que apareci en Salamanca tras el descubrimiento del Nuevo Mundo,porque perteneci al renacimiento humanista de Ptolomeo y porque en el prlogo Nez de la Yerba sintetizaba la teora de las medidas terrestres de Plinio y Ptolomeo.Pero, sin duda, el rasgo ms destacado de esta obra queda reflejado en su alusin al descubrimiento de Amrica[47], el cual no incluye en su explicacin sobre ladescripcin sumaria del mapa de nuestro orbe:

    El espacio de nuestro [orbe] habitable est dividido en tres mximas partes, al modo que para los ms antiguos que han escudriado uno a uno estas cosas o que han dejado comentarios detodas ellas y como nosotros mismos las hemos conocido, en parte de vista, en parte por tradicin de aqullos[48].

    Como buen humanista Nez de la Yerba sigui de cerca a los clsicos, pues an mantena la teora de los tres continentes, frica, Asia y Europa. Aproximadamente en elmismo ao en el que la obra de Nez de la Yerba vio la luz, Pedro Ciruelo recordaba a sus contemporneos en su Comentario a la Esfera de Sacrobosco que el respeto alos maestros de la antigedad era necesario, pero no incondicional:

    Grande es, desde luego, la insensatez de ciertos hombres que piensan que es indigno y cruel que alguien corrija o cambie lo que los antiguos dijeron, (aunque ello se haga para mayoraclaracin de la verdad). Como si con ello se denigrasen o borrasen sus nombres eternamente. Y, por supuesto, precisamente esta opinin ha engaado a muchos. A nadie, por cierto, verasque con nimo sereno y no un tanto airado oyese que a las obras de los antiguos autores se les critica o se les contradice de cualquier modo[49].

    En torno a los primeros aos del siglo XVI Elio Antonio de Nebrija (1441-1522) public su Introductorium Cosmographicum, una obra mejor organizada que la de Nezde la Yerba y que, adems, puede ser considerada como el principio motor de la revolucin cosmogrfica del humanismo cientfico salmantino[50]. Una vez ms, elingrediente esencial fue la condensacin en un slo ejemplar de antiguos modelos de pensamiento geogrfico para nuevas realidades procedentes de los viajestransocenicos. Al comienzo de la obra Nebrija advierte al lector de la necesidad de esta doble base metodolgica para adquirir un adecuado conocimiento cosmogrfico:

    Si la entrada inicial y elementos de Cosmografasaber deseas, sern estas nonadas asaz.Si mayores conocer quieres, lee bien los librosque Estrabn escribi y Plinio y Mela tambin,que Ptolomeo, raz de este arte, que Festo Avienoha compuesto en cancin, que el Bizantino nos dio,que el po Eneas y que Antonio, aquellos te digo en los que Solino cosas de asombro cont,y a historiadores todos, pues representar la tierraes para ellos labor la ms grande y principal.Mientras, contento vete y aqueste nuestro trabajoSin despreciarlo, lector amigo, lelo[51].

    El proyecto cosmogrfico de Nebrija, consciente de las necesidades tericas de los descubrimientos de ultramar, intent dar cuenta de ambos presupuestos, la revisin dela geografa ptolemaica y la utilidad de la misma para la mejora de los futuros viajes a Indias[52]. Con su propsito, Nebrija introdujo la obra de Ptolomeo en Espaa atravs de la Universidad de Salamanca y tambin promovi una nueva geografa heredera igualmente de Estrabn, Plinio y Mela que dara lugar a textos como laCosmographiae Introductio (1507) de Mathias Ringman y Martin Waldseemller[53]. Ahora bien, por qu motivo la Geographia de Ptolomeo despert el inters deNebrija? Durante su paso por Italia en los aos setenta del siglo XV Nebrija debi conocer la obra del gegrafo alejandrino ponindola al servicio de sus compaeros yalumnos de Salamanca a partir de 1498. Dada la necesidad de responder a los interrogantes que la nueva imagen del mundo planteaba, Nebrija consider que las reglasmatemticas de Ptolomeo, aplicadas a la cosmografa, aportaran alguna solucin a la ordenacin precisa de los nuevos hallazgos geogrficos. Las enseanzas de Ptolomeoserviran ahora para determinar la situacin de un lugar, an por conocer, sobre la esfera terrestre. En este sentido, Nebrija contribuy a la recuperacin humanista de lageografa clsica, adapt sus premisas geomtricas a las necesidades de la navegacin y proyect su conocimiento hacia territorios todava no descubiertos. El rasgo mssobresaliente de la introduccin nebrisense a la cosmografa ptolemaica es, sin duda, la incorporacin de las novedades aportadas por los navegantes portugueses yespaoles y la subsecuente correccin de Ptolomeo, especialmente en lo relativo a la representacin del hemisferio occidental:

  • Del restante hemisferio, opuesto rectilneamente a ste nuestro, en el que moran los antpodas, nada cierto nos ha sido transmitido por nuestros antepasados. Pero, tal como es la audacia delos hombres de nuestro tiempo, en breve ser que nos traigan la verdadera descripcin de aquella tierra, bien de las islas, bien tambin del continente, gran parte de cuya orilla martima noshan transmitido los navegantes aquella mayormente que est puesta de frente a las islas poco ha halladas (digo la espaola Isabela y las otras restantes adyacentes)[54].

    A diferencia de Nez de la Yerba, Nebrija corrige la imprecisa divisin de la oikoumene en tres continentes e incorpora el continente americano a la nueva cosmografa,aunque an pasaran unos aos para que se reconociera la existencia de cuatro masas terrestres. Para Nebrija el centro del orbe deja de ser el Mar Mediterrneo o marenostrum, y las Islas Afortunadas ya no sern un punto de llegada, sino un punto de partida[55]. Las islas Canarias pasarn de ser el extremo occidental del mundoconocido a convertirse, desde el primer viaje de Coln, en la salida obligada en la ruta atlntica, en el lmite ms oriental del Nuevo Mundo. En palabras del mismoNebrija:

    Seguimos a Ptolomeo al dibujar el meridiano que pasa por los vrtices del cielo y por los psides superiores e inferiores de las islas Canarias, que los griegos llaman afortunadas y Pliniopor el tamao de sus perros, Canarias. Puesto que ya hemos fijado un punto inmvil, podemos medir su longitud y establecer la distancia desde donde nosotros habitamos. El hecho de quePtolomeo fijara el final del Occidente en este punto no ha de extraar, porque en su poca no se haba explorado ms all de las Islas Afortunadas[56].

    Seis aos despus del descubrimiento de Amrica, Nez de la Yerba y Nebrija aluden en sus textos al nuevo continente y ponen de manifiesto la necesaria conexin entrelos planteamientos tericos de la cosmografa ptolemaica, ahora modificada, y los accidentes inciertos que generaban las largas travesas transatlnticas. Pero aqu noacababa la revolucin cosmogrfica salmantina. Entre el periodo que va de 1498 a 1530 muchas fueron las aportaciones al nuevo paradigma cosmogrfico. En un pequeotexto incluido en su Physices compendium de 1520 el portugus Pedro Margallo, profesor en Salamanca y formado en Paris en un ambiente eclctico entre el terminismo -o nominalismo ockamista- y los calculatores, anunci por primera vez -a excepcin de los comentarios realizados por Martn Fernndez de Enciso en su Suma deGeografa (1519)- la divisin de la tierra en cuatro partes[57]. La cuarta parte era indudablemente Amrica, un continente segn Margallo y pintado hacia occidente en elmapa[58]:

    Es muy celebrada entre los antiguos la divisin de la tierra en tres porciones, de las cuales con relacin a su magnitud la primera es Asia, la segunda frica y la tercera Europa. Lo quedemuestra fcilmente el mapa, ya las divididas por ros, ya por mares. Ahora bien, hay que sumar Amrica, desconocida a los antiguos, descubierta por Vespucio, la cual se pinta haciaoccidente en el mapa[59].

    Cuando Margallo afirma en su tratado de filosofa natural aristotlica que Amrica est representada en la parte occidental del mapa, sigue y responde al sevillano MaeseRodrigo Fernndez de Santaella (1444-1509) en su traduccin castellana al Libro de las Maravillas o Il Milione de Marco Polo. Santaella era contrario a bautizar al nuevocontinente descubierto por Coln con el nombre de Indias y es por ello que Margallo se refiere a Amrica como la masa terrestre que deba aparecer en la porcinoccidental del mapa. Margallo se hace cargo tambin de la discusin abierta por Santaella sobre la modificacin de la pintura antigua del mundo en virtud de losconstantes descubrimientos que los ibricos venan realizando desde haca ya unas dcadas[60]. En un reconocimiento a sus orgenes Margallo resalta la labor de losnavegantes portugueses:

    Hay que investigar con razn, opinar alguno, si el arte de la cosmografa es fcil de descubrir, porque Ptolomeo enmend agudamente el arte de Marino, en cambio la pericia suma denavegar de los Lusitanos corrigi la trabajosa descripcin del mundo de Ptolomeo[61].

    El nuevo paradigma cosmogrfico propiciado por el renacer de Ptolomeo y el descubrimiento de un nuevo continente fue corroborado en Espaa, a nivel terico primero,por Margallo y la tradicin cosmogrfica que representaba y, dos aos despus a nivel prctico, por la circunnavegacin de Magallanes-Elcano. Margallo, con Ptolomeoen la sombra, Waldseemller en la imagen y los navegantes en el horizonte, supo combinar con maestra la geometrizacin espacial de Ptolomeo con la teora cratesianade los dos hemisferios. La expedicin iniciada por Magallanes en 1519 y concluida por Elcano en 1522, en la que se dio por primera vez la vuelta al mundo, reafirm antelos ms escpticos la rica complementacin entre un modelo cartogrfico clsico -basado en la exactitud matemtica y la armona y coherencia geomtrica- y losincesantes datos que llegaban de ultramar -fundados en la demostracin experimental de los navegantes.

    Los profesores salmantinos como Nez de la Yerba, Nebrija y Margallo no fueron hombres de mar como Coln, ni pintores de mapas como Waldseemller. Elhumanismo cientfico surgi de las facultades de artes, donde sus representantes discutan sobre la confeccin de la imagen del mundo. En tanto que secuaces de Ptolomeoy coetneos de Vespucio, los eruditos universitarios combinaron en sus escritos la vertiente racionalista clsica con el nuevo empirismo colonial, configurando as el frescomoderno de la esfera terrestre. La cosmografa universitaria de Salamanca fue tambin artfice de la transformacin moderna de la idea de espacio, un espacio mensurabley graduado en trminos matemticos[62]. La exactitud matemtica junto con el rigor lingstico hizo del humanismo cientfico salmantino uno de los gruposrepresentativos del llamado renacimiento de Ptolomeo y uno de los centros neurlgicos de la nueva cosmografa.

    Experiencia y matemticas en la Cosmografa nueva de Fernn Prez de Oliva

    Fernn Prez de Oliva (ca. 1494-1533) fue, junto a Pedro Margallo, el gran sintetizador de la tradicin ptolemaica que haba sido corregida y perfeccionada por susantecesores en Salamanca desde finales del siglo XV. Prez de Oliva consagr la preocupacin humanista por crear una imagen del mundo con dos hemisferios y cuatrocontinentes, una nueva representacin del orbe donde desemboca la ordenacin geomtrico-matemtica de Ptolomeo con la experiencia de los marineros. La Cosmografanueva de Prez de Oliva, resultado de un curso impartido entre 1526 y 1527, constituye una vez ms el ensimo ejemplo de una vieja representacin cartogrfica adaptadaa una nueva situacin geogrfica.

    Prez de Oliva, autor tambin de un tratado titulado De magnete editado por su sobrino Ambrosio de Morales en 1586, muri poco tiempo despus de ser elegido porCarlos V preceptor de su hijo Felipe y pocos aos ms tarde de ser nombrado rector de la Universidad de Salamanca, donde ocupaba la ctedra de filosofa y teologa[63].La Cosmografa nueva y el De Magnete se complementan en el marco global de la filosofa natural de Prez de Oliva. Por un lado, la cosmografa se preocupa porargumentar, segn las ltimas investigaciones, a favor de la forma esfrica de la tierra, sobre la determinacin de la latitud y la longitud de los lugares geogrficos, sobre lasituacin de las zonas habitadas del orbe y la plasmacin de todos estos datos en un planisferio. Por otro lado, Prez de Oliva era consciente de la importancia que elmagnetismo terrestre o su teora del imn y la perspectiva lineal (la naturaleza de la luz, el color, la refraccin y la visin humana) tenan para la resolucin prctica de losproblemas de verosimilitud de la representacin cartogrfica[64].

    La aceptacin del paradigma de la esfericidad de la tierra y las explicaciones sobre la representacin de todo el orbe sobre un plano hacen de la Cosmografa nueva unaobra que conjuga a la perfeccin la exactitud matemtica con la experiencia contrastada y la aplicacin de la perspectiva lineal a la cartografa[65]. En la seccin dedicadaa describir lo que l denomina el primer planisferio, Prez de Oliva asume completamente la teora de la perspectiva lineal:

    Siendo empresa imposible trasladar todos los rasgos de una superficie curva a otra plana, respetando la proporcin de las distancias, la laboriosidad de los gegrafos consigui que selevantaran en un plano representaciones de la tierra, muy poco discrepantes de su verdadera imagen. Tambin observamos que se ha conseguido algo semejante en otras artes, en las queinsignes artfices intentan, con el mnimo error, construir una reproduccin cuando no pueden alcanzar una proporcin exacta. As, pues, algunos, guiados por su talento artstico, trazan unplano bastante tosco y, a semejanza de un hemisferio, dibujan un crculo que comprende la mitad de la imagen terrestre[66].

    Cada uno de los planisferios descritos por Oliva en su cosmografa hace referencia a las proyecciones ptolemaicas. A finales de los aos veinte del siglo XVI Ptolomeosegua siendo una gran autoridad en Europa en general y en Espaa en particular. No en balde, Prez de Oliva sigui de cerca sus enseanzas para la construccin tanto demapas parciales como globales. De forma ms explicita que lo hicieron sus predecesores Oliva reconoci a los antiguos y a los modernos lo que era suyo. En un apartadode su obra titulado De los descubrimientos de los antiguos y los modernos atribuye a los primeros la transferencia de su conocimiento mediante la precisin matemticadel arte y ciencia cosmogrfica y, a los segundos, la transmisin de sus hallazgos por conjetura de la posicin, es decir, mediante juicios relativos formados por indicios uobservaciones experimentales:

    La antigedad conoci con seguridad casi la cuarta parte del orbe que se extiende desde las islas afortunadas hasta oriente, al Norte del ecuador. Ms all de estos lmites pocas cosas y demodo incierto eran conocidas, ya porque la zona trrida hizo desistir de la navegacin a los gobernantes de aquella poca, considerndola inaccesible a causa del excesivo calor, ya porquedesdearon extender su dominio sobre las gentes brbaras que habitan todas aquellas regiones con costumbres salvajes. Pero despus que la fortuna se mostr propicia a los espaoles,merced a las frecuentes navegaciones y triunfales victorias, consideraron que toda aquella parte desconocida del orbe era muy inferior a su poder, pues en breve tiempo y con una mnimaprdida de hombre, recorrieron y sometieron a la vez todas aquellas regiones desconocidas hasta entonces. As pues, aun reconociendo sus propios mritos a unos y otros, en modo algunoconfundiremos los hallazgos de la antigedad con los descubrimientos de los modernos, aunque aquellos nos han sido transmitidos con la precisin del arte, estos, en cambio, slo porconjetura de la posicin[67].

    Los dibujos del orbe en plano de Jernimo Muoz

  • Si la Universidad de Salamanca represent el centro cultural de la Corona de Castilla, la Universidad de Valencia o Estudi General, creada en 1502, fue el eje medular dela actividad intelectual de la Corona de Aragn. Tanto en una institucin como en otra se foment el cultivo de disciplinas matemticas tambin hegemnicas en el restode Europa. En Valencia, el humanismo contribuy, del mismo modo que lo haba hecho en Salamanca, al desarrollo de ciencias subsidiarias del conocimientomatemtico[68]. Jernimo Muoz (1520-1592), un cientfico humanista valenciano, fue el profesor de matemticas ms sobresaliente de la Universidad de Valencia.Muoz se caracterizara por su preocupacin en la aplicacin de las matemticas a la cartografa, a la agrimensura y, en general, a todas aquellas ciencias que el mundomoderno denomin matemticas aplicadas[69].

    Jernimo Muoz desarroll su labor intelectual en un marco humanista dominado por el nominalismo parisiense, las manifestaciones erasmistas, el movimiento reformistay la tradicin luliana. En general, Muoz fue uno de los cientficos ms reconocidos de la Espaa del siglo XVI en el campo de la astronoma, pero, sin embargo, susmaestros, Oroncio Fineo y Gemma Frisius, destacaron dentro del mbito de la cosmografa. Muoz pudo completar su formacin con estos autores fuera de las fronterasespaolas, especialmente en geografa y cartografa. Tras impartir clases en Valencia desde 1565, en 1578 Muoz sucedi en Salamanca a los hermanos Aguilera, a Juanprimero y a Hernando despus, al frente de la ctedra de astrologa[70]. Una vez en Salamanca, donde Felipe II orden alrededor de 1590 una intensificacin y ampliacinen la docencia de disciplinas matemticas, Jernimo Muoz adopt la responsabilidad de preparar a los futuros cosmgrafos de la Corona, una de las preocupacionesprioritarias del rey[71]. Muoz fue el encargado de ensear la Geographia de Ptolomeo, la Cosmographia de Apiano, diversas tcnicas cartogrficas, el arte de navegar e,incluso, el manejo de instrumentacin como el astrolabio o el radio astronmico[72].

    La produccin impresa de Muoz no fue amplia, pero s muy variada, y extensa fue tambin la cantidad de manuscritos que quedaron sin publicar tras su muerte. El intersde Jernimo Muoz en este artculo se debe fundamentalmente a uno de estos manuscritos, titulado Astrologicarum et Geographicarum institutionum libri sex. Loseditores espaoles de este manuscrito han preferido titularlo Introduccin a la Astronoma y la Geografa, una obra donde se recogen no slo las influencias de Ptolomeo,el prncipe de todos los gegrafos y matemticos tal y como l lo consideraba, sino tambin de autores y textos modernos como el De Mundi Sphera sive Cosmographia(1542) de Oroncio Fineo y el De Principiis Astronomiae et Cosmographiae (1530) de Gemma Frisius[73]. Son muchos los temas cosmogrficos tratados por Muoz enesta obra, entre los que destacan la determinacin de coordenadas geogrficas a travs del clculo de la latitud y la longitud, el comentario al astrolabio universal delespaol Juan de Rojas Sarmiento, la construccin de globos terrqueos y estrellados, la descripcin de lugares por medio de los ngulos de posiciones -tambin conocidocomo mtodo de la triangulacin- y la representacin del nuevo ecumene en plano. Sin duda, nos interesa resaltar de la obra de Muoz aquellos captulos dedicados a larepresentacin cartogrfica de la superficie terrestre o a los dibujos del orbe en plano, explicados todos ellos en el libro 6 de su obra:

    En una superficie plana, la descripcin de las regiones nunca podr hacerse de manera que se conserven con total conformidad las medidas verdaderas, por ms que Euclides, Arqumedes yPtolomeo intentaran con el mismo propsito representar de manera exacta en una superficie cualquiera el orbe, que por naturaleza es redondo. En efecto, o bien se dejaran de lado laslongitudes de las regiones, o se descuidaran las distancias de los lugares o se cambiaran las latitudes, o no se conservaran las posiciones relativas de las zonas del mundo existentes entre loslugares, o dos o ms de estas cosas se veran afectadas. La causa de ello es que no hay ninguna razn expresable entre la superficie redonda y la plana, como tampoco la hay entre la lneacircular y la recta; por lo que tampoco la hay para pasar de la superficie esfrica a la plana con exactitud[74].

    Gran parte de sus explicaciones estn destinadas tanto al tratamiento de las medidas de la longitud y los instrumentos necesarios para ello como a los procedimientos msadecuados para lograr una correcta representacin del mundo. Como continuador del humanismo cientfico salmantino, Muoz se siente deudor de las enseanzasptolemaicas, pero no sin llevar a cabo una revisin crtica de las mismas. Consciente de los errores de clculo contenidos en las coordenadas proporcionadas por Ptolomeoen su Geographia, Muoz advierte en el ttulo del captulo 8 del libro quinto que no se ha de dar crdito a ninguna relacin de longitudes y latitudes aportada por losmatemticos, a menos que su autor la haya escrito con procedimientos matemticos tras haber recorrido las regiones por s mismo. Por este motivo se ha de seguir, segnMuoz, el mtodo ms fiable para el trazado de mapas de regiones particulares, es decir, el mtodo de la triangulacin, descrito por Frisius algunas dcadas antes.

    El problema elemental para Jernimo Muoz, como para cualquier cartgrafo del siglo XVI, fue la imposibilidad de representar sobre una carta plana una superficieesfrica. La curvatura de la tierra y la convergencia de los meridianos plantearon un grave inconveniente a los cartgrafos modernos. Muoz plantea algunas de laspropuestas contemporneas para representar el nuevo ecumene en un plano surgido tras los descubrimientos geogrficos:

    Si se quisiera describir alguna provincia de doce, veinte o de veinticinco leguas en un plano, se podr hacer sin error sensible. Pero si se toman provincias mayores como Espaa o la Galiapara describirlas en el plano, el error se har evidente pronto, pues el meridiano central del mapa, que tiene tantos grados de latitud como los meridianos extremos, es mucho mayor que estos[] Teniendo en cuenta que los errores nunca pueden evitarse del todo, mostraremos la habilidad de Ptolomeo para representar el orbe en un plano[75].

    Muoz no debi conocer las tempranas propuestas del portugus Pedro Nunes, ni la solucin definitiva planteada en 1569 por Mercator. Para la resolucin de estadificultad Muoz sigui en principio la habilidad de Ptolomeo, a cuya primera proyeccin cnica no le concede, tras el anlisis de algunos errores, ningn inters, dadoque en esta representacin no se ha conservado de ningn modo, apunta Muoz, la razn de los grados de latitud ni tampoco de longitud. La segunda proyeccin dePtolomeo, dirigida a la descripcin del orbe conocido por medio de lneas circulares, le parece una clara rectificacin de los errores de la anterior, un sistemarepresentativo que l mismo (Ptolomeo), prudente y sabio, dej de lado. Pero, cmo representar el orbe ampliado en nuestro siglo cuando ya queda poco del mundo quenos sea desconocido?:

    Siguiendo los pasos de Ptolomeo, nos vemos obligados a hacer una descripcin ms completa del mundo, pues en nuestra poca, gracias a las navegaciones de nuestros marinos, se haexplorado casi todo el Orbe[76].

    Jernimo Muoz considera que la proyeccin ptolemaica cordiforme de Waldseemller de 1507, modificada con meridianos curvados, derivada de la proyeccin segundao pseudocnica de Ptolomeo y extendida a 360 de la circunferencia de la Tierra, constitua un ejemplo vlido para demostrar hasta dnde haba llegado la cartografa en elempeo por trasladar un cuerpo tridimensional a una imagen bidimensional. Tampoco parece que Muoz est en disconformidad con las representaciones del mundo enporciones de crculos con forma de corazn, cuya proyeccin se denomina cordiforme, como la utilizada por Oroncio Fineo en su mapa del mundo de 1532. Pero si sepretende corregir la divisin del crculo para que corresponda a la convexidad del globo y a l pueda conformarse, y por razones pticas se ha de cortar el crculo paraque sean posibles las descripciones del orbe, conviene recurrir a la proyeccin estereogrfica ecuatorial, cuyo rasgo ms caracterstico descansa en el aumento de la escalaconforme nos alejamos del centro. Esta fue la descripcin utilizada por Apiano para dibujar el orbe en su Speculo cosmographico, y esta delineacin es til, adems, siquieres respetar la razn ptica no slo al trazar los paralelos, sino tambin al trazar los meridianos:

    Del mismo modo como se trazan en el astrolabio de Ptolomeo los crculos rtico y Antrtico en las representaciones de los crculos de altitud de la esfera oblicua, se han de trazar losparalelos desigualmente distantes en esta representacin que conserva la proporcin ptica en cuanto a la desigualdad de los paralelos[77].

    Sin embargo, Jernimo Muoz tambin se detiene en aquellas proyecciones, ovales, globulares o acimutales tangentes en el polo que l llama vulgares y carentes de arteporque de ningn modo se conserva la razn de la longitud del ecuador con los paralelos de latitud. Pese a sus incoherencias, escribe Muoz, las usan los marinos yalgunos gegrafos inexpertos, aunque los hombres doctos evitan representaciones de esta naturaleza:

    Con estas representaciones adaptadas para describir todo el Orbe, hemos ofrecido, sin animadversin alguna, todo cuanto de valor se ha realizado sobre este asunto [] Recurdese, noobstante, que junto a las representaciones universales han de sealarse las particularidades de los paralelos y los climas[78].

    Para las descripciones de provincias particulares no muy extensas Muoz ofrece, basndose en el mtodo de la triangulacin, una proyeccin trapezoidal que privilegie laverdadera proporcin entre la longitud de los paralelos superiores e inferiores de la representacin y la longitud del ecuador. As, se dara justa cuenta de la convergenciade los paralelos. Este fue el sistema geomtrico utilizado para la confeccin del mapa de la Pennsula Ibrica que Muoz incluy al final de su obra[79]. En la ltima partede su texto lleva a cabo una descripcin geogrfica de Espaa con una excelente aportacin de coordenadas de localidades espaolas, entre las que destacan las del Reinode Valencia, un territorio que debi conocer como la palma de su mano y del que, incluso, pudo haber ofrecido datos para la inclusin de un mapa de dicho reino en laedicin de 1584 del Theatrum Orbis Terrarum de Ortelius[80].

    Conclusin

    El renacer de los conocimientos tericos de Ptolomeo coincidi con la nueva informacin prctica promovida por la expansin colonial y comercial. En este contextocultural e histrico de recuperacin de lo antiguo y descubrimiento de lo nuevo, el humanismo reconstruy, en el primer Renacimiento, la geografa como una disciplina ala vez racional y experimental. La autoridad que a partir del siglo XVI adquiri la geografa se debi fundamentalmente a la estrecha comunicacin con otras disciplinasvecinas y a la actitud humanista de contrastar la informacin procedente de los autores clsicos con las nuevas aportaciones realizadas, muchas veces, por artesanos yprofesionales especializados en cuestiones relativas a la construccin de mapas o a la navegacin hacia el Nuevo Mundo, aun sin formacin intelectual. Los cartgrafos,cosmgrafos y navegantes, como artfices de una nueva realidad, pusieron en entredicho a las grandes autoridades clsicas desmintiendo sus venerados datos matemticos

  • cuando entraban en contradiccin con la experiencia.

    La paradoja humanista producida por la bsqueda de un modelo de humanidad en las fuentes grecolatinas y el advenimiento de nuevas noticias inclasificables en los viejosparmetros no sera una tarea fcil ni corta. El humanismo tuvo la ingente tarea de hacerse cargo de dos universos, uno milenario y otro recin nacido, uno proveniente delpasado y otro procedente del futuro ms inmediato, produciendo as lo que algunos han denominado la crisis de la cosmografa renacentista. Sin duda, no son pocos losproblemas que acechaban a la cosmografa durante el Renacimiento. Algunos autores han sealado la peligrosa separacin que se produjo entre la geografa matemtica yla descripcin corogrfica, o la falta de homogeneidad de la cartografa en esta poca[81]. El hecho de que la teora coexistiera con la prctica, que la tradicin antiguaconviviera con la experiencia moderna, que la actividad cientfica coincidiera con el savoir faire de los navegantes, no debe entenderse como un resultado negativo ymucho menos catastrfico. Si el trmino cosmografa apareca vinculado tanto a un tratado de navegacin como a los ttulos de las obras de reformadores de la antiguaciencia geogrfica no fue ni por casualidad ni por falta de homogeneidad, sino por todo lo contrario. En las crisis lo trascendental no siempre es lo que acaba, sino lo queempieza.

    Segn los defensores de la supuesta crisis de la cosmografa renacentista, sta emergi de la ausencia de una respuesta satisfactoria a dos cuestiones. Por un lado, cmopodra reconciliarse la cartografa nutica de mar abierto con la geografa erudita de los humanistas de tierra adentro. Por otro lado, cmo se lograra proclamar la primacade la observacin y de la experimentacin al tiempo que se reivindicaba la adaptacin y revisin de la vieja tradicin cientfica[82]. Antes de anunciar la muerte de lacosmografa en esta nueva forma aparentemente contradictoria, en este texto hemos defendido una versin diferente desde la raz, desde el renacimiento de la Geographiade Ptolomeo. La representacin cartogrfica, en lo que tiene de arte y de ciencia, supo combinar con maestra los peligros de la cosmografa del Renacimiento. Una vezapoyados en las tcnicas pictricas, otras en los mtodos cientficos, los mapas, siempre salvaguardados y coronados por la aureola de la cultura visual, tuvieron lacapacidad de hilvanar las matemticas con la experiencia, la teora con la prctica, la navegacin con el humanismo, el clasicismo con los descubrimientos, lo nuevo conlo antiguo. As lo reflej el humanismo cientfico salmantino y as dej constancia Waldseemller en su mapa de 1507. La influencia que las ideas ptolemaicas ejercieronen la cosmografa renacentista europea tambin afectaron al imaginario geogrfico de la Pennsula Ibrica. En Espaa los gegrafos humanistas adaptaron la herenciaclsica y las tcnicas antiguas de representar el mundo conocido a los nuevos descubrimientos geogrficos, de acuerdo a las inferencias tericas de la Geographia dePtolomeo.

    La produccin de imgenes requiere tanto de herramientas tericas como prcticas que en la mayora de los casos traspasan las barreras de lo temporal. En este artculo mipropsito ha sido dar cuenta de la historicidad del conocimiento cientfico en tanto que dependiente de representaciones externas. Si consideramos la representacincartogrfica como un objeto cientfico capaz de producir imgenes externas estamos obligados a admitir que stas quedarn sujetas a transformaciones culturales. Ademsde su carcter histrico, el anlisis de estas imgenes sugiere que la actividad cientfica est compuesta por una compleja estructura, una evidencia que pasaradesapercibida si el estudio de la ciencia descansara nicamente en el anlisis textual. La funcin que ejerci la cultura visual durante el perodo moderno pone demanifiesto que sus productos no slo mediaron entre la ciencia y su contexto cultural, sino tambin profesaron como instancias intermedias entre el conocimiento prcticoy sus reflexiones tericas.

    El estudio de la representacin cartogrfica, en tanto que perteneciente al amplio abanico de la cultura visual y de la cultura material, debe formar parte de la historia de laciencia, ya fuera sta concebida como historia de la cultura o como epistemologa histrica del conocimiento cientfico. El objeto de nuestro trabajo es llevar a cabo unahistoria epistmica de las imgenes. Por este motivo, la aportacin de este artculo estriba a mi juicio en destacar cmo se expandieron por Europa y cmo entraron enEspaa los arquetipos ptolemaicos de representacin y, sobre todo, cmo se adaptaron desde el humanismo peninsular a las noticias del encuentro colombino con unnuevo mundo. Nos hemos introducido en esta conjuncin a travs de la primera imagen donde aparece la palabra Amrica, el mapamundi de Waldseemller, una citaobligada en un trabajo sobre cosmografa del Nuevo Mundo y que injustamente tan poca atencin ha merecido por parte de los ltimos estudios que -desde la historia de laciencia- se han centrado en la cosmografa atlntica e indiana[83]. Esta hiptesis parece indicar que en el momento inicial de representar lugares hasta entoncesdesconocidos, la imitacin como mtodo, los valores de la geometra ptolemaica -simplicidad, conformidad y adecuacin- como contenido y los espejos de la naturalezacomo resultado fueron los procedimientos a seguir para realizar una buena representacin de la realidad. En definitiva, este trabajo defiende que la cosmografa espaolasobre el Nuevo Mundo a lo largo del siglo XVI responde al proyecto ptolemaico de representacin.

    Agradecimientos

    La realizacin de este texto ha sido posible gracias, por un lado, a una beca de postgrado FPU concedida por el Ministerio de Educacin y Ciencia y, por otro lado, alProyecto de Investigacin Epistemologa histrica; estilos de razonamiento cientfico y modelos culturales en el mundo moderno: el dolor y la guerra (HUM2007-63267) financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnologa. Quiero expresar mi agradecimiento a Javier Moscoso, Mara Luisa Martn-Mers, Mario Biagioli, ManuelLucena Giraldo y a tres evaluadores annimos.

    Notas

    [1] Vase Bataillon, 1998.

    [2] Vase Contreras, 1983; Barn, 1989; Hernando Rica, 1992, 2006.

    [3] Vase Milanesi, 1984.

    [4] Vase Snchez Martnez (en prensa).

    [5] Vase Edgerton, 1975.

    [6] Vase Lois, 2009.

    [7] Vase Urteaga, 1987.

    [8] Karrow, 1993, pp. 568-583.

    [9] Shirley, 1983, p. 30 y 31; Porro Gutirrez, 1999, pp. 377-394; y Meurer, 2007, pp. 1204-1207. Vase Stevens, 1928. Como su largo subttulo indica el libro de Stevens consiste en una comparacinanaltica de tres mapas -Contarini (1506), Waldseemller (1507) y Ruysch (1507-08)- para cada uno de los cuales se ha reivindicado la primaca de la representacin del Nuevo Mundo. De los tresejemplares, dos de ellos contienen el nombre de Amrica. Cuando en el ttulo de este artculo hacemos mencin a la imagen de Amrica no pretendemos hacer un estudio pormenorizado de la cartografaamericana, sino ms bien mostrar -a partir de un ejemplo concreto, como es el mapa de Waldseemller- cmo se enfrentaron los primeros cosmgrafos humanistas espaoles a la aparicin del NuevoMundo.

    [10] Edicin facsmil con traduccin al ingls de J. Fischer, F. von Wieser y C. G. Herbermann. Esta edicin fue publicada como el monogrfico nmero 4 de la United States Catholic Historical Society enNueva York en el ao 1907 en conmemoracin del cuarto centenario de su aparicin. Pese a que en 1507 se consider a Waldseemller el autor tanto de la Cosmographia introductio como del globo y elmapa del mismo ao, Franz Laubenberger ha sostenido que fue Matthias Ringman el responsable del texto y de la creacin del nombre Amrica. Ringman, como Waldseemller, fue un cosmgrafo quetrabajaba en el grupo de St.-Di bajo la direccin de Gualtier Lud, el lder de la escuela. Vase Laubenberger, 1982 y Lehmann, 2010.

    [11] Vase la reproduccin facsmil de J. Fischer y F. R. von Wieser, Die lteste Karte mit dem Namen Amerika1507 und die Carta marina1516 des M. Waldseemller, Innsbruck, 1905. Vase tambinla reproduccin de Sanz, 1959. El mapamundi de Waldseemller de 1507 ha pasado a la historia de la cartografa como el primer mapa impreso donde aparece la palabra Amrica sobre lo que hoy seraAmrica del Sur. Una copia de este mapa, desconocido hasta entonces, fue encontrada en 1901 por el acadmico jesuita Joseph Fischer en la biblioteca del castillo de Wolfegg, en Alemania. Se trata de unmapa mural dividido en doce planchas que se encontraba en el interior de un volumen titulado Cosmographia introductio. Cada una de las planchas mide 45,5 x 62 cm. En la actualidad se conserva estanica copia de las 1000 que supuestamente se realizaron. La copia existente permanece hoy en la Library of Congress de Washington. Vase Harris, 1985. Esta representacin en plano ha gozado de ungran respeto por parte de los especialistas y fue considerada un modelo a seguir por sus coetneos. E. L. Stevenson escribi en un artculo que ste es el mapa impreso ms relevante de los primeroscincuenta aos despus del descubrimiento de Coln. Stevenson, 1904.

    [12] Eisenstein, 1994, p. 53. De la misma autora vase Eisenstein, 1990. Vase tambin Woodward (ed.), 1975; Karrow, 1999, pp. 64-69; Ivins, Jr., 1969.

    [13] Jacob, 1992, p. 85.

    [14] Broc, 1986, p. 19.

  • [15] Wolf (ed.), 1992, p. 121.

    [16] Johnson, 2006, p. 15.

    [17] Ibid., p. 15.

    [18] Surez, 1992. Vase la parte segunda de este libro dedicada al Nuevo Mundo, pp. 29-114.

    [19] Dainville, 1969; Gallois, 1890.

    [20] Johnson, 2006, p. 43.

    [21] OGorman, 1977. A grandes rasgos y lejos de intentar simplificar en exceso la riqueza de la tesis de Edmundo OGorman, este ilustre historiador mexicano ha sostenido que Amrica es un conceptoderivado de un complejo proceso mental, de un acto intelectual que permiti su invencin. Como es sabido, OGorman ha prestado especial atencin a las mltiples barreras mentales que tuvieron quesuperar los hombres del siglo XVI para aceptar la existencia de una Quarta Pars.

    [22] Portuondo, 2005, p. 3 y 4. Esta tesis doctoral ha sido publicada en 2009. Vase la bibliografa.

    [23] Acerca de la recepcin de las corrientes geogrficas europeas en Espaa y, en especial, en Salamanca, vase Sanz Hermida, 1996.

    [24] Este ejemplar se encuentra en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia. Vase Contreras, 1983, p. 245.

    [25] Vase Snchez Martnez, 2009.

    [26] En la Biblioteca de la Universidad de Salamanca se encuentran dos copias manuscritas de la edicin traducida que Jacopo dAngiolo hizo de la Geographia de Ptolomeo. Vase Randles, 2003;Carabias Torres, 2000, p. 190.

    [27] Gautier-Dalch, 2007, p. 342. Del mismo autor vase un estudio ms completo y reciente, Gautier-Dalch, 2009.

    [28] Dainville, 1969, p. 498 y 501.

    [29] En este punto conviene hacer una aclaracin. A nivel conceptual, el trmino humanismo nacera a comienzos del siglo XIX en Alemania como consecuencia de los debates generados en torno alpapel que deban ocupar los autores y obras clsicas en la educacin alemana decimonnica. Vase Bullock, 1989.

    [30] Vase Baltasar de Cspedes, Discurso de las letras humanas, llamado El Humanista. Esta obra fue escrita en torno a 1600 y se public por primera vez en 1784. Bonmat Snchez, 2000, p. 19; FlrezMiguel, 1992, p. 21 y 22; Rico, 2002.

    [31] Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1999, p. 60. Vase Klein, 1961; Garin, 1981; Kristeller, 1982; Swerdlow, 1993.

    [32] Vase Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1999.

    [33] Albares Albares, 1996, p. 179 y 180.

    [34] Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1999, p. 13, 22 y 23.

    [35] Ibid., p. 50.

    [36] Rico, 1996, p. 185.

    [37] Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1999, p. 109 y 110.

    [38] Flrez Miguel, 1985, p. 13 y 14.

    [39] Albares Albares, 1996, p. 179.

    [40] Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1999, p. 11 y 12.

    [41] Vase Snchez Martnez, 2010.

    [42] Navarro, 1998, p. 153 y 154; Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1999, p. 112 y 123.

    [43] Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1999, p. 107-109 y 112.

    [44] Carabias Torres, 2000, p. 195.

    [45] Flrez Miguel, 1985, p. 20.

    [46] Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1999, p. 113-116.

    [47] Flrez Miguel, 1989, p. 379 y 380.

    [48] Francisco Nez de la Yerba, Cosmographia pomponii cum figuris. En Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1990a, p. 143.

    [49] Pedro Ciruelo, Copiossimo comentario a la Esfera del Mundo. En Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1990b, p. 73-75.

    [50] Con respecto al ao de publicacin de esta obra son varias las fechas que han sido propuestas por los especialistas. Patrick Gautier-Dalch ha escrito que alrededor de 1487-90 Nebrija redact su obra yque sera publicada en 1503. Gautier-Dalch, 2007, p. 342. David Buisseret ha mantenido, en el mismo libro que Gautier-Dalch propuso la fecha de 1503, que la obra de Nebrija fue publicada en 1499.Buisseret, 2007, p. 1073. Mariano Esteban Pieiro ha apuntado que el texto de Nebrija se public en Pars en 1491, cuya edicin ms conocida es la realizada en Salamanca en 1499. Esteban Pieiro, 1995,p. 698. Si nos atenemos a los acontecimientos resulta poco probable que la Cosmografa de Nebrija fuera publicada con anterioridad a 1499 o 1500. En su tratado Nebrija anuncia la llegada de losportugueses a la India, por tanto la fecha de publicacin del Introductorium Cosmographicum debi ser posterior a la llegada a Lisboa del emisario portugus que se adelant a la expedicin de vuelta deVasco de Gama. A pesar de que los humanistas salmantinos pudieron ser los primeros en recibir dicha noticia ms all de las fronteras portuguesas, la noticia an llegara ms tarde a Espaa, una vez que elrey de Portugal decidi enviar a un emisario en visita oficial a la corte espaola para informar del asunto.

    [51] Elio Antonio de Nebrija, Introductorium Cosmographicum. Edicin de Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1990a, p. 239. Los captulos 7 y 8 respectivamente de la obra de Nebrija estndedicados a la Descripcin de la tierra en el plano segn Ptolomeo y al modo en que se ha de representar en la esfera nuestra tierra habitable.

    [52] Bonmat Snchez, 2000, p. 74.

    [53] Lisi, 1994, p. 377; Cotarelo Valledor, 1947, pp. 24-27; Esteban Pieiro, 1993.

    [54] E. A. de Nebrija, Introductorium Cosmographicum. En la edicin de Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1990a, p. 243.

    [55] Flrez Miguel, 1981, p. 381; Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1999, p. 30 y 31.

    [56] E. A. de Nebrija, Introductorium Cosmographicum. Edicin de Bonmat Snchez, 2000, p. 105.

    [57] Vase Fernndez de Enciso, 1999 [1519]. Fernndez de Enciso dedica un captulo de su tratado a las Indias Occidentales, una nueva parte del mundo que, por sus dimensiones, decide dividir en dosgrandes espacios.

    [58] Flrez Miguel, 1989, p. 382; Navarro, 1998, p. 154.

  • [59] Pedro Margallo, Physices compendium. Edicin de Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1990a, p. 321. Margallo dedica varias secciones de su obra a la explicacin de sus ideascosmogrficas relacionadas con la representacin cartogrfica entre las que destacan las siguientes: Fundamentos de hidrografa y cosmografa del mundo, De la divisin del mapa y las medidas delorbe, Exposicin del mapa: divisin y descripcin de las partes habitadas de la tierra o El arte de la cosmografa de Ptolomeo.

    [60] Flrez Miguel, 1989, p. 382 y 384.

    [61] Pedro Margallo, Physices compendium. En la edicin de Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1990a, p. 359.

    [62] Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1990a, p. 377 y 378.

    [63] Para una detallada biografa de Fernn Prez de Oliva vase Ambrosio de Morales, Las Obras del Maestro Fernn Prez de Oliva, natural de Crdoba, Rector que fue de la Universidad de Salamancay Catedrtico de Teologa en ella; y juntamente quince discursos sobre diversas materias por su sobrino el clebre Ambrosio de Morales, Cronista del Catlico Rey D. Felipe II, Crdoba, 1586; Atkinson,1927; Fuertes Herreros, 1985; Olschki, 1943.

    [64] Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1999, p. 63.

    [65] Flrez Miguel, 1985, p. 20-23.

    [66] Fernn Prez de Oliva, Cosmografa nueva. Edicin de Flrez Miguel, Garca Castillo y Albares Albares, 1985, p. 113. El manuscrito de la obra de Prez de Oliva se encuentra en la Biblioteca delMonasterio de El Escorial.

    [67] Prez de Oliva, 1985, p. 143.

    [68] Navarro y Rosell, 1992-94. Ya durante el siglo XV, el Siglo de Oro valenciano, el Consell de la ciudad de Valencia compr un ejemplar de la Geographia de Ptolomeo. Muy probablemente esta obrafue adquirida por el municipio valenciano para enviarla a alguna de las escoles municipales que existieron en Valencia con anterioridad a la fundacin de su universidad. Vase Valero Olmos, 1993.

    [69] Navarro, 1998, p. 158; Navarro y Rodrguez Galdeano, 1998.

    [70] Navarro, 1995.

    [71] Vase Montes, 1998, pp. 192-201; Beltrn de Heredia, 1970-73.

    [72] Navarro, 1998, p. 156; Navarro, 1994.

    [73] Muoz, 2004. Edicin dirigida por Vctor Navarro. En la actualidad existen dos manuscritos de la obra original, uno en la Biblioteca Estatal de Baviera (Munich) y otro en la Biblioteca ApostlicaVaticana (Roma).

    [74] Ibid., p. 192. A partir del captulo 7 del libro sexto comienza Muoz a describir lo que l considera que son las proyecciones cartogrficas ms valiosas realizadas hasta la fecha.

    [75] Ibid., p. 195.

    [76] Ibid., p. 198.

    [77] Ibid., p. 206.

    [78] Ibid., p. 208.

    [79] Navarro y Salabert, 2004, p. 39 del estudio preliminar de la edicin de Muoz.

    [80] Navarro y Rodrguez, 1998, p. 70. Vctor Navarro ha sugerido que la informacin que Fadrique Furi Ceriol le facilit a Ortelius para la introduccin de un mapa del Reino de Valencia en la edicin de1584 de su atlas proceda de Jernimo Muoz, citado en su poca como una autntica autoridad en cuestiones geogrficas.

    [81] Lestringant, 1991, p. 159.

    [82] Ibid., p. 162.

    [83] A excepcin de Wey-Gmez, 2008.

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