Cortes y Cuellar - Crisis y Reproduccion Social Sector Informal
19
COLECCIÓN Las ciencias sociales Director HUMBERTO MUÑOZ GARCÍA Autores Luis F Aguilar Villanueva/José Antonio A1011so/Samir Amín Josefina Aranda Bezaury/Patricia r i a ~ / L o u r d e s Arizpe/Carlos Arriola M Teresita de Barbieri/Eli Bartra/Víctor Balta Fonseca/Marcela Benites Raúl Benítez Manaut/Raúl Benítez Zenteno/L.ilia Bermúdez Mercedes Carreras/Beatriz Castilla/Manuel Ángel C a ~ t i l l o G Jennifer Cooper/Alejandro Córdova/Rodolío Corona Vázquez Femando Cortés/Guadalupe Cortés A /Rodolfo Cruz Pirieiro/Óscar Cuéllar Ana Maria Chávez/Carlos Javier Echarri Cá11ovas/Otto Femández Reyes Maria Patricia Femández Vielly/Marta F u e n t e ~ / M a g d a l e n a Galindo Johan Galtung/José Gamboa Mónica Gambrill/Brígida García Manuel García y Griego/Víctor Carlos García Moreno/Enrique de la Garza Toledo Francisco Giner de Jos Ríos/Alonso Gómez-Robledo Verduzco L uis González Souza/Maria Teresa Gutiérrez Haces/Rosario Green Rafael Guido Béjar/André Gunder Frank Héctor Hemández Bringas Rogelio Hemández Rodríguez/Grac:iela Hien-o/José Miguel Insulza Rubi Jiménez Betancourt/René Jiménez Omelas/Marta Lamas/Gustavo L eal Susana L.emer/Elaine Levine/Francisco López Cámara/Edgar L.ópez Garza Sara Lovera/I.ucrecia Lozano/Carmen Lugo/Maria de la Luz Macias Miguel Concha Malo/Mario Margulis/Paz Consuelo Márquez Padilla Camlina Martínez/Irma Martínez Jasso/Alejandra Massolo/Noelba Millán Cesáreo Morales/Humberto Mwíoz García/Orlandina e OJiveira Yolanda Palma Cabrera/MaridJe Pepin Lelialleur/Carlos Pereyra Nélida B Perona/André Quesnel/Julieta Quilodrán/A:.:el M Ramirez Elia Ramírez Bautista/Berenice P Ramírez López/Te resa Rendón Arcadio Sabido/Car los Salas/San dra Sam aniego Breac11/Vania Sailes Alfonso Sandoval Arriaga/Gregorio Selser/Pablo Serrano Vallejo Marcela Serrato/James E Smit11/Barbara K Strickland/Es tela Suárez Jussara Teixeira/Maria Luisa Torregrosa/Beatriz Torre María Antonieta Torres Arias/Javier Torres Parés/María Celia Toro Esperanza Twión Pablos/Luz María Valdés/Maria Eugenia Valdés Vega José Manuel Valenzuela Arce/Mónica Verea Campos/Man uel Villa Aguilera ImmanueJ tVallerstein/Carlos tVeJti/René Zenteno Quintero CRISIS y REPRODUCCIÓN SOCIAL los COMERCIANTES DEL SECTOR INFORMAL MÉXíéo Coordiüadores: FERNANDO CORTÉS ÓSCAR CtJÉLLAR GRUPO EDITORIAL MCMXC
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COLECCI ÓN
Las
ciencias sociales
Director
HUMBERTO
MUÑOZ GARCÍA
Autores
Luis
F
Aguilar Villanueva/José Antonio A1011so/Samir Amín
Josefina Aranda Bezaury/Patricia
r i a ~ / L o u r d e s
Arizpe/Carlos Arriola
M Teresita de Barbieri/Eli Bartra/Víctor Balta Fonseca/Marcela Benites
Raúl Benítez Manaut/Raúl Benítez Zenteno/L.ilia Bermúdez
Mercedes Carreras/Beatriz Castilla/Manuel
Ángel C a ~ t i l l o G
Jennifer Cooper/Alejandro Córdova/Rodolío Corona Vázquez
Femando Cortés/Guadalupe Cortés
A /Rodolfo
Cruz Pirieiro/Óscar Cuéllar
Ana Maria Chávez/Carlos Javier Echarri Cá11ovas/Otto Femández Reyes
Maria Patricia Femández Vielly/Marta
F u e n t e ~ / M a g d a l e n a
Galindo
Johan Galtung/José Gamboa Mónica Gambrill/Brígida García
Manuel
García
y
Griego/Víctor Carlos García
Moreno/Enrique de
la
Garza Toledo
Francisco Giner de Jos Ríos/Alonso Gómez-Robledo Verduzco
L uis
González Souza/Maria Teresa Gutiérrez Haces/Rosario Green
Rafael Guido Béjar/André
Gunder
Frank Héctor
Hemández
Bringas
Rogelio Hemández Rodríguez/Grac:iela Hien-o/José Miguel Insulza
Rubi
Jiménez Betancourt/René Jiménez Omelas/Marta Lamas/Gustavo L eal
Susana L.emer/Elaine Levine/Francisco López Cámara/Edgar L.ópez Garza
Sara
Lovera/I.ucrecia Lozano/Carmen
Lugo/Maria
de la Luz
Macias
Miguel Concha Malo/Mario Margulis/Paz Consuelo Márquez Padilla
Camlina Martínez/Irma Martínez Jasso/Alejandra Massolo/Noelba Millán
Cesáreo Morales/Humberto
Mwíoz
García/Orlandina
e
OJiveira
Yolanda Palma Cabrera/MaridJe Pepin Lelialleur/Carlos Pereyra
Nélida B Perona/André Quesnel/Julieta Quilodrán/A:.:el M Ramirez
Elia
Ramírez
Bautista/Berenice P
Ramírez
López/Teresa Rendón
Arcadio Sabido/Carlos Salas/Sandra
Sam anie go Breac11/Vania
Sailes
Alfonso Sandoval Arriaga/Gregorio Selser/Pablo Serrano Vallejo
Marcela Serrato/James E Smit11/Barbara K Strickland/Estela Suárez
Jussara Teixeira/Maria Luisa Torregrosa/Beatriz Torre
María Antonieta Torres Arias/Javier Torres Parés/María Celia Toro
Esperanza Twión Pablos/Luz María Valdés/Maria Eugenia Valdés Vega
José Manuel Valenzuela Arce/Mónica Verea Campos/Man uel Villa Aguilera
ImmanueJ tVallerstein/Carlos tVeJti/René Zenteno Quintero
CRISIS
y
REPRODUCCIÓN
SOCIAL
los COMERCIANTES DEL SECTOR INFORMAL
MÉXíéo
Coordiüadores:
FERNANDO CORTÉS
ÓSCAR CtJÉLLAR
GRUPO EDITORIAL
MCMXC
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la. edición, diciembre de
1990
Cada uno de los autores conserva
la propiedad intelectual del
trabajo que en este volumen presenta.
© Facultad Latinoamericana de
Ciencias Sociales. Sede México.
©
1990 Las características tipográficas
son propiedad de los editores.
Derechos reservados conforme a la ley
MIGUEL ÁNGEL
PORRÚA, LIBRERO-EDITOR
ISBN: 968-842-252-3
Impreso en México
-FACULTAD LATINOAMERICANA
DE CIENCIAS SOCIALES
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México D F
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in exico
GRUPO EDITORIAL
MIGUEL ANGEL PORRUA,
S
A
Amargura
4
San
Angel
0 1 0 0 0 México O F
EsTE LIBRO
reúne los trabajos
de investigación presentados y discutidos
en
el
seminario Población y Sociedad de la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede México,
durante el periodo 1986-1988.
Participaron en él, además
de
los autores
contenidos
en
el
presente volumen,
Humberto
Muñoz García y Ricar do Yocelevzky.
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l
J
t
r
1
1
SPECTOS SIMBÓLICOS Y
SOCI LIZ CIÓN
EN
LAS
ORIENT CIONES
ECONÓMIC S
DE
LOS
COMERCI NTES
por
NÉLID
B. PERON
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.
I INTRODUCCIÓN
La existencia de
trabajadores cuya incorporación al mercado
de trabajo
se realiza
en condiciones
diferentes a
la típica de
una relación salarial
constimye un fenómeno
social relativa-
mente
conoc:ido
en América
Latina,
que
ha dado
lugar
a
diversas explicaciones.
Dependiendo de
la corriente
teórica en
que
se
sitúen
los
autores, así como de
la importancia
cuantitativa
y cualitativa
que se le atribuya a estos trabajadores,
en
distintos momen
tos, se les
ha caracterizado
como un
aspecto normal
del des-
arrollo
capitalista o como una cuestión
de preocupación
urgente. Los enfoques varían desde los que lo han consi-
derado
como
un fenómeno funcional a la
acumulación
hasta
los
que
lo
consideran
síntoma
de
un crecimiento poblacional
excesivo,
con
graves
consecuencias, en el largo
plazo, para
el
desarrollo.
Se
ha hablado de marginalidad,
de
excedente de fuerza
de trabajo y más recientemente, de
sector
informal con
la
característica
de
que ha
sido
frecuente
el
uso de indicadores
similares, independientemente de
la mirada teórica
o la sig-
nificación
práctica
que Je le atribuya.
283
Entre
estos indicado-
2
s
3
En este libro el traba,jo de Fernando Cortés, De marginal a infor-
mal: el desarrollo de
la
discusión en América Latina , muestra la evolu-
ción
de
la discusión
presenta una
alternativa a explorar.
[235]
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236
NÉLIDA
B. PERONA
res, los más frecuentes
establecen
relación con el nivel de tec
nología del
sector, su
productividad,
los ingresos,
la
facilidad
de
acceso y
la
escasa
educación
requerida. También se ha
señalado
el
papel de
la
fuerza
de
trabajo
empleada -familiar
y los modos tradicionales
en
el
uso
de los recursos.
En otros
aspectos se ha indicado la existencia de una mentalidad y for
mas
de
organización
artesanales o,
aun,
no
capitalistas,
que
coexisten
con el
subempleo,
el
trabajo
domiciliario284
y
el
servicio
doméstico
-remunerado o
no.
Las discusiones más recientes han tendido a enfocarse
en
algunos puntos
particulares
relacionados con lo recién seña
lado.
Existen
visiones que encuentran
en
el
llamado
sector
informal
el
tipo
de energías
empresariales
que sería
menester
liberar para
facilitar el
desarrollo
capitalista, las que se con
traponen
a otras
que más bien destacan la presencia y peso
de orientaciones para producir, que no son típicamente
capi
talistas.
Il. CONSIDERACIONES INICIALES. ESTUDIOS SOBRE EL
TEMA
En
este
capí:1llo se analiza uno de los
grupos
que integran
este vasto universo de
trabajadores no
asalariados. Se trata de
H a ~
_que
seüalar que en los p a í ~ e s centrales también se
plantea
la
pro
blemánca de otras formas de
t r a b ~ ¡ o ,
ya
sea
desde
la
perspectiva de la de
m a ~ ~ a
de
la
oferta o de las posibles consecuencias en los
planos
de la vida
f a m ~ h a r y de la organización social y política. Algunos de esos trabajos:
Adnana Marshall, Non-Standard Employment Practices in Latin Ameri
ca , en Discusion Papers. DP/6
Ginebra, Internacional Institute for
Labour Studies, 1987. Francoise Piotet, Las consecuencias de las nuevas
forn:as
de empleo en
la vida familiar y
en
la organización social", en
R ~ v 1 s t a
sP_añola
de
Im estigadones
Sodológicas
no. 38, abr.·jun., 1987.
M 1 ~ h e l
Schiray, La pre_carisation du travail", en Problemes politiques et
SOlJaux
La
documentatlon
Francaise,
no. 575,Janvier,
1988,
dossier
dedi
cado a las formas de precariedad.
J.
-f:-· Alonso, '_'La m ~ q u l ~ industrial d ~ m i c i l i a r i a en la metrópoli
mexicana
.' en
Estudios Socwlogicos
El Colegio de México, vol. VI, no.
18,
sept.-d1c., 1988, pp. 517-533.
ORIENTACIONES
ECONÓMICAS
DE
LOS
COMERCIANTES 237
pequeños comerciantes,
es
decir
de
trabajadores
por cuenta
propia
que,
como
tales, se
ubican en
la
esfera de
la circula
ción
285
El trabajo se
centra
especialmente
en
el análisis
de
algu
nos de los aspectos
simbólicos
y valóricos que se asocian
con
sus condiciones
materiales de
existencia.
En
panicular se tra
ta
de
focalizar
la atención
en
las relaciones
entre
experiencias
previas
y
las orient<:i.ciones o motivaciones
para producir de
los sujetos,
en
el suHuesto
de que
éstas
podrían estar expre
sando
distintas visiones
y pautas
valorativas.
Los objetivos
del
análisis pretenden distinguir al
interior
del
sector
de
pequeños
comerciantes, grupos conformados
por sujetos con
experiencias
previas distintas y que
expresan
valoraciones diferentes. Es decir, dentro de un
grupo homo
géneo,
-en
cuanto
comparten un
tipo
similar de
organiza
ción de la
actividad
económica-, establecer
diferentes perfi
les
de
los sujetos.
La fuerza de trabajo que se incorpora en condiciones de
no asalariamiento es considerada
en
diversos análisis, para
México en
particular y para otros países de América Latina,
coexistiendo
con el núcleo
dominante
de
formas de organi
zación y producción capitalistas.
28
6
zss Son pequeüos negocios dedicados a
la
venta de diversos artículos
(85 ) o a la prestación de algún servicio el p o r c e n t ~ j e restante), la mayoría
de las veces de carácter tradicional (reparación de relojes, de calzado, por
c:;jemplo). Tambié n se consi deró el
tamaüo, e s ~ o
es las r e d u ~ i d a ~ dimensio
nes en que se realiza la actividad y la atención del prop1etano o de un
familiar.
2s6
M. Margulis, Reproducción social de la vida y
reproducción del
capital", en Nueva Antropología, México, aüo IV, nos.
13
y 14, 1980, I?·
48. Brío-ida García, Desarrollo
económico
v absorción
de
fuerza
de
traba¡o
en Mé;ico: 1950-1980 México, El Colegio' ele México, 1986.
Orlandina
de
Oliveira, Empleo femenino
en
lVléxico en tiempos de recesión económi
ca: tendencias recientes", ene., 1980, (mimeografiado). Humberto Vluñoz,
Orlandina de
Oliveira y Claudio Stem, "Oportunid'l.des de empleo y dife
rencias de ingresos
por
sectores económicos'', en Migración
y
desigualdad
social
en
la ciudad
de México, El Colegio
de
México-ISUNAM, pp. 150-
152
1977. Tambié n sobre la
importancia
de autónomos
en el
comercio en
. Jot:·
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238
NÉLIDA B
PERONA
La investigación emp1nca también da cuenta del sector
de los pequeüos cornerciantes en panicular. Sobre todo en
contextos de crisis donde la subsistencia requiere de otras
forrnas
de
participación económica familiar.
Si
en
muchos
análisis se verifica el
incremento de
trabajadores
no
asalaria
dos, ello es
particularmente válido
para el sector que se ocu
pa
en
el
comercio
a
poca
escala. Se
seüaló
la
ampliación
del
mismo,
tanto en regiones más desarrolladas
como en
el resto
del
país; también se ha destacado la tendencia del
empleo
femenino en el comercio.28
7
Otros trabajos
tratan
en
forma
particular
algunos aspec
tos
del comercio.
Se
ha estudiado
a los pequeüos comercian-
tes en el sistema alimentario de la
ciudad
de México desta
cando
el
papel de
los
intermediarios
capitalistas
en
el
control
sobre bienes
y servicios
necesarios para la comercialización
de alimentos.
Se
explicó
la coexistencia de distintas formas de
organiza-
ción
en
la actividad seflalando,
en la venta
de
comida
ambu-
lante,
la presencia tanto
de
empresas
familiares
como de
empresas capitalistas, mismas que implican distintas estrate
gias organizativas.
También
en
otros estudios se
consideró
la
dicotomía
entre acumulación
y
subsistencia para
los
grupos
que partici
pan en la venta
de
frituras.
También
se ha tomado en cuenta
la importancia de las trayectorias ocupacionales,
además de
B.
García, H. tvluñoz y O. de Oliveira, Hogares y trabajadores en la ciudad
de IHéx.ico, l'vléxico, El Colegio ele l'vléxico-UNAl'd, 1982, p. 42. Paulo
Renato Souza, Emprego salarios e pobreza Sao Paulo,
1979. J.
R. Pran
cli O Trabalhador
por
canta
propia
mb o capital Sao Paulo, 1978;
E.
Jelin,
Formas ele
organización ele
la
actividad
económica
y
estructura
ocupacional.
El caso
ele
Salvador, Brasil ,
en
Desarrollo Económico
vol.
14, no. 53, 1974.
ª
7
B. García, op. cfr; O. ele Oliveira,
op.
cit.; Teresa Rendón
y
Carlos
Salas,
Reestructuración económica
y empleo , ponencia presentada al
seminario
Situación actual perspec:rÍl'as
de
a población en México,
México, UNAI'vl-IIS, División
ele
Estudios ele Posgrado, Facultad
ele
Eco
nomía,
29
y
30 ele
mayo
ele 1989.
ORIENTACIONES ECONÓMICAS DE LOS COMERCIANTES 239
otros
aspectos,
en
los análisis de comportamiento
económico
de los pequeüos comerciantes.
88
No está
de más insistir en que el
elemento
común que
vincula
a este sector de población es el no estar directamente
involucrados
en la relación capital/trabajo,
por la
venta
regu
lar
de
su
fuerza
de
trabajo a
cambio
de un salario. Este tipo
de ocupación
puede
caracterizarse
de
múltiples maneras:
como
autoempleo;
como
una opción laboral
que
comple-
menta ingresos familiares; puede ser
también una
alternativa
para un trabajador que es
expulsado del
mercado
laboral
asalariado o que
voluntariamente
lo
d ~ j a
para
establecerse
por su
cuenta
como una forma tradicional
de
liberarse
del
capital; también
puede representar en otros
casos, la conti
nuidad
de
una
actividad tradicional familiar.
De cualquier manera,
no podría calificársele
en
forma
estereotipada en relación al desarrollo social global, conside
rándolo un rezago en la expansión del capitalismo. Tam
poco se le
debería
considerar
un
exponente de la energía
empresarial emprendedora,
2
89 capitalista por excelencia, sin
tomar
en cuenta
otras dimensiones analíticas. Lo que se
quiere
evitar es calificar a un sector de trabajadores
única-
mente por el desempeüo de determinada actividad.
288 Cynthia Hewitt ele Alcántara y C. Meye:s de Ortiz, ¿ E x p l o t ~ c i ó n o
ineficiencia?:
Campesinos
y pequeños comeraantes
urbanos en
el s 1 ~ t e ~ a
alimentario
de
la ciudad
de
México , trabajo presentado en el Semmano
sobre
Comercialización ele Productos Agrícolas, Colombia,
1984. Carmen
Bueno, ¿Es la venta
de
comida una actividad
marginal
en la dinámica ele
la dudad de
México? , trabajo
presentado
en el Seminario
sobre
Estrate-
aias de
sobre''Ívenda,
satisfacción
de
demandas mm'Ímientos sociales en
dmedio urbano Chapala,Jal., 1988; D.
Rodríguez
h a u r n e ~ y F.
T o r r e ~
y
Torres
La
industria de
frituras:
dicotomía entre acumulación
y
subsis
tencia' ,
en
Problemas del Desarrollo México, no.
71, 1987, pp. 99-120.
Para otros contextos espaciales, el trabajo citado más arriba
sobre
una comuna de
Santiago. También: Silvia Escobar, Comercio en
peque-
ña
escala en la ciudad
de La
Paz, Bolivia , en Marguerite Berger y Mayra
Buvinic (comps.), La mujer en el sector informal, Quito, Caracas, Nueva
Sociedad-Ildis,
1988.
2s•
Hemanclo
de Soto, El otro sendero México, Diana, 1987 ·;if J
:¡
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240
NÉLIDA B
PERONA
En el apartado siguiente se
realizarán
consideraciones
generales sobre las
dimensiones
analíticas elegidas
y
sobre
los referentes empíricos
que
se privilegiaron.
III. LAS DIMENSJONES ANALÍTICAS
La
conformación
de las diferentes
formas
valorativas, ocurre
por
influencia de diferentes procesos
en
ámbitos diversos. Los
aspectos valorativos de los sujetos
pueden
manifestarse
como
interiorizados bajo
la
forma
de
disposiciones
duraderas,
que
constituyen principios
de
comportamiento o
de
acción
corno
principios
de generación de prácticas y representaciones, sin
ser producto
de obediencia a reglas
290
Los procesos que se privilegiaron como configuradores
de elementos simbólicos y valorativos, están vinculados a las
experiencias previas, a los intercambios sociales anteriores.
Por otra
parte se consideraron las motivaciones como
una
de
las
formas
de
expresión de
las
estmcturas
simbólicas.
Al plantear
experiencias
previas, tales
como interacciones
sociales, o intercambios en diferentes ámbitos donde se des
arrollan los sujetos, se hace alusión a
una
noción más amplia
de experiencia. No sólo la que se relaciona con los aprendi
zajes
de
destrezas, de técnicas, sino también la que se
vincula
con las prácticas gestadas
en
distintos espacios de interacción
social. Son en cierto modo los contextos pasados y presentes
que contribuyen a la formación
de
lo simbólico.
Se han seleccionado
algunos
aspectos de los
que
constitu
yen el entorno -pasado o
presente-
de los
individuos
y que
contribuyen a su formación. En otros términos
y,
de modo
2•
10
Esto referiiía a lo
que
trabaja Bourclieu bajo l concepto ele habi-
tus; con él designa la cultur¡i ele
una
época,
ele una
clase o ele un grupo
determinado
como
disposiciones
que
conforniz,n principios de formas
ele
actuar.
P
Bourdieu, Esquisse
d'une
theorie
de
l pratique, París, IVlinuit,
1972;
además
en Le
sem pratique,
París, Minuit, 1980, dedica
parte del
mismo
a
la
idea de capital simbólico.
ORIENTACJONES
ECONÓl'\'IJC1\S
DE
LOS
COl\fERCIJ\NTES
241
más amplio son condiciones generales de existencia. Confor
man
algunos de los espacios de prácticas sociales
que
coad
yuvan en los procesos de formación de los diversos valores.
En
este estudio se van a considerar las historias laborales
ele
los
individuos,
el espacio de socialización privado, familiar
y
los
que
se vinculan con
el
de la
educación
formaL
Se
considera
al
trabajo corno
una
relación social
que
con
tribuye a la
formación
ele cosmovisiones ele los sujetos; la
posición
q11e pudo haber ten-ido el sujeto en trabajos
anterio
res, el tipo de tareas
desarrolladas
y
la
importancia
de
ello no
sólo
en
la calificación sino también
por el
aprendizaje social,
influyen como conjunto ele interacciones que constituyen
fuentes de aprovisionamiento social.2
91
Adenüs
ele la
experiencia social
adquirida
en el
ámbito
laboral, también se tornan en cuenta los procesos que se
refieren a la socialización en
el
ámbito escolar y
el
familiar.
El
sistema
educativo
no
sólo
importa por
las calificacio
nes
para
los trabajadores, sino tambié:.n en la
transmisión
ele
valores, creencias y pautas culturales en general_2 i
2
La consideración
ele procesos
que ocurren en el ámbito
familiar doméstico
interesa
sobre todo por las diferencias de
roles asignados a los miembros, con las consecuencias
que
ello
podría tener
sobre el
descrnpeüo ele
tareas
fuera
del
hogar, en las oportunidades educativas
y
ele ad icstramicnto
y por tanto, en los desarrollos personales y sociales.
2
n
2 ll Existen algunos
trabajos que
consideran la historia laboral como
importante en los análisis no sólo de moYiliclacl ocupacionaL En el caso
específico ele estudios sobre comerciantes, el ti abajo Comer¿i? informal
en
una comuna
ele Santiago , en
Cuadernos
de
PREJ\LC
Chile, no. 11
197 8,
toma
en cuenta las historias ocupacionales para determinar compor
tamientos socioeconómicos
diferenciales.
2<J2
Al respecto, la discusión en la sociología de la educación
muestra
el
énfasis en las distintas formas ele valorar el p;ipel de la escuela. Una síntesis
ele la discusión en P. Dandmand v E. Ollivier, Les paradigmes perdus.
Essai sur la sociologie de l'educatÍon et
son objet ,
en Sociologie
et
So-
cié tés, vol. XIX, no.
2,
oct., 1987,
pp.
87-101.
2 1:1 Son numerosos los trab;ijos que analizan el trabajo femenino
y
los
diversos condicionantes, considerando ya
atributos
i11divicl11ales ya carac-
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NÉLIDA
B
PERONA
Los procesos seí'íalaelos hasta aquí se toman entonces
como algunas ele las influencias que operan en distintos nive
les de las percepciones, considerando que las manifestacio
nes ern píricas seleccionadas
pueden
mostrar las diferencias
al
interior
del grupo seleccionado.
Además,
éstas forman
parte ele las estructuras simbólicas
y de
las formas valorativas
ele
los
pequefios comerciantes.
Estas
formas
valorativas se expresarían corno ciertas pre
disposiciones, como principios de generación
de
prácticas;
serían construcciones
no bien
artictiladas teóricamente;
en
cierto modo son
formas colectivas ele pensamiento
que
no
son ni
t é c n i c ~ s ni operatorias se
escalonan
entre las
repre
sentaciones colectivas más primitivas y los sistemas reflexivos
contemporáneos inás refinados".291
En este caso se elige como alternativa considerar
una
de
las diversas dimensiones que
conforman
ese nivel analíti
co. Se trata de las motivaciones, de la lógica que guía a los
sujetos
en
la realización de su actividad laboral. En este senti
do, es
obvio
que son
relaciones
de tipo capitalistas las que
terísticas de las
unidades
domésticas y/o de l
estructura
social nruce
Christenson,
Brígicla Gar cía y Or ::tndina de Oliveira, Los
múltiples
con
dicionantes del trabajo
femenino en
Vléxico", en Esrndim So<iolÓgi-
cos \·léxico, El Colegio de México, vol. VII, no.
20,
may.-agos., 1989, l;P·
251-280.
. . Hav algunos trabajos
que
se ocupan de analizar a la mujer en l sect01
mlormal C. Rakowsky, Desventaja
multiplicada, la
mujer del sector infor
mal , en Nueva Sodedacl, Caracas, no. 90, jul.-agos.,
1987,
pp.
134-HG.
Merc.ed_es González
de la
Rocha, en
. Lo público y lo privado: el grupo
domestico frente
al
mercado de traba¡o
u1
bano , en
A.
Escobar v G.
ele
la
Pefla
compiladores, Cambio
n"gional; mere ado
l
trabajo v ricia "obrera en
Jalisco
Jalisco-México,
El
Colegio
de
Jalisco,
1986;
donde
considera
las
c a r a c t , e r s t i ~ a s
del trabajo_ de la
mujer
J A.
Al?nso,
La
rn
ujcr y l trabajo
en
Mex1co ,
en
P
Gonzalez Casanova
compilador, El obrero
mexicano,
México, Siglo XXI, vol. II, 1984.
Un estudio en profundidad sob1 e la
condición
femenina v el rol de la
mujer, en M T. de Barbieri, Mujeres 1·ida cotidiana M é x i ~ o , FCE/SEP
so: 198±.
2
'
1
J Piaget, Esrnclios
Sociológicos
Barcelona, Ariel,
1983,
p. 77.
ORIENTACIONES ECONÓMICAS
DE
LOS
COMERCIANTES 243
contextualizan
la
labor de estos comeré::iantes,
con
las clási
cas características de
utilización racional
del capital y organi
zación
racional del
trabajo.
Se
ha
planteado que
mientras
un
aspecto específico de la actividad económica capitalista es la
búsqueda de
la ganancia,2
95
como un fin en sí mismo, lo pro
pio de
la motivación
económica
en
el caso de las formas
domésticas,
no
capitalistas, es
la
satisfacción
de
necesidades.
Pero el
hecho de
que,
en
general, la actividad económica se
lleve a cabo bajo el
dominio
del capitalismo
no
es
obstáculo
para
que
en diferentes niveles analíticos, micro, en contextos
muy
acotados,
operen además otras lógicas, fundadas en
valores diferentes.
En este contexto, debe notarse que el interés en obtener
ingresos excedentes no es suficiente para hablar de un em
presario moderno. Esto puede plantear
un
problema al
mo
mento del análisis, ya que no
siempre resulta
fácil
distinguir
entre
el afán de lucro y
la búsqueda
de
la ganancia, ya
que
ambas
orientaciones
pueden presentar
una
similar
aparien
cia
-aumentar
el
ingreso.
296
Hay
que
notar que
más adelante
se da información
sobre
el
procedimiento
seguido en este
estudio.
,
-.11.
relación al tema, existen
algunos
trabajos que anali
zan dimensiones
de
lo
simbólico , acerca de las valoracio
nes, contenidos ideológicos y representaciones
de
gmpos y
actores sociales diferentes,
297
aunque son escasos los que
95
W. Sombart, El burgués Madrid, Alianza Editorial, cap. 13, 1978.
2
96
Weber en La ética protestante el espíritu del capitalismo aunque
indaga
sobre
el
origen
de uno de
los elementos de
la estructura
del capita
lismo
moderno,
también define a esa estruc1:ura en
términos
económicos.
Por
otra parte
distingue espíritu
capitalista
de
afán
de
lucro,
éste
último
presente en diversos sistemas
económicos.
97
Es ya clásico en América Latina el trabajo de Enzo Faletto, In
corporación de los sectores obreros al proceso de desarrollo.
Imágenes
sociales de la clase
obrera ,
en Revista Mexicana de Sociología no. 3, jul.
sept., 1966. Orlandina de Oliveira, Situación de clase y contenidos ideo
lógicos. Análisis
de comerciantes
y empleados públicos en Santiago
de
Chile ,
en
Revista Mexicana
de
Sociología no. 2, a b r . ~ j u n . 1971. Feman-
7/23/2019 Cortes y Cuellar - Crisis y Reproduccion Social Sector Informal
http://slidepdf.com/reader/full/cortes-y-cuellar-crisis-y-reproduccion-social-sector-informal 9/19
244
NÉLIDA
B. PERONA
intentan relacionar procesos de niveles diferentes en la
estructuración
de
la
dimensión simbólica.298
IV.
NOTAS METODOLÓGICAS
Se ha señalado antes que se
consideraban
fundamentales los
procesos
ocurridos en
distintos espacios
de
interacción social,
como factores que configuran las cosmovisiones de los sujetos.
La historia laboral, las diferencias de instrucc ión y las
de
sexo
refieren a los que se desarrollan en
algunos
de esos ámbitos
espaciales: el del trabajo, el
del
sistema
educativo
y el hogar.
Al considerar la historia ocupacional como expresión
de las interacciones
dentro del contexto
laboral se está pri
vilegiando
algunos elementos;
primero, el tipo
de
tareas
que,
como ya se señaló, está
vinculado
con algún nivel de
calificación y en consecuencia, a experiencias en otros ám
bitos; segundo, la vinculación con
el
capital -asalariados o
autónomos. Este último
punto indicaría
en qué tipo de
vínculos sociales e
interpersonales
han
desempeñado
sus
tareas. Podría
marcar
diferencias
el
que los individuos se uni
fi9uen
y
cooperen
para
objetivos determinados en
el cumpli
miento de sus labores y bajo
órdenes
de terceros, o bien
que
se
desempeñen
sin patrones, por su cuenta.299
d?
Henrique C_ardoso,
Ideología
de
l burguesía
en sociedades
depen
dientes
Argentina
y Brasil), México, Siglo XXI, 1976. Amé1ico Saldívar
"Diferencias ideológicas
entre obreros
y
empleados",
en
H u m b e r t ~
Muñoz, Orlandi::1a de Oliveira y Claudia S t e ~
op.
cit.; Guillermo Cam
pero, Los gren11os empresariales en l periái:fo i970-1983. Comporta-
n'.ien'.o s o _ c i ~ J o l í t i c o
y o r i e n t ~ c : i o n ~ s
ideológicas, Chile, ILET, 1984. Euge
nio
1rom, c R u p t ~ i r a
o
paruc1paoón? La protesta
de los marginales",
en
Rev1sta
Nueva Sooedad,
op.
cit.,
pp.
147-156.
•
298
Carlos ~ o r r o z a Polo, "El pensamiento obrero de lo social
y
lo sin-
dical (Un estucho
de
obreros oaxaqueños)", México, FLACSO, 1985 (Serie
Tesis).
291 E
d
J p· ·
· · .n este scntl o . iaget, op. ut., pp. 91 y ss., opone a una noción
p ~ s v a
de
cooperación
del liberalismo,
una cooperación
social
como
siste
ma
de
cooperaciones,
de
operar
con
otros.
Además
Marx,
dedica
el capítu
lo XI de El rnpital a la
cooperación.
ORIENTACIONES ECONÓIV[ CAS DE LOS
COMERCIANTES
21-5
Actividad anterior:
Se construyó
un
índice
que
diferenciara
quienes
tenían
experiencia
como asalariados ele los
que
sólo
habían
trabajado
como
autónomos;
y, a su vez,
que también
distinguiera
entre
los
primeros
el tipo
de
tareas realizadas
(manuales o no). Los
indicadores que
se
usaron
fueron: acti
vidad anterior según diferentes ramas, posición en el trabajo
y
tareas desernpei1adas,
tornando en cuenta un
trabajo ante
rior. Igualmente se consideraron los respectiYos
indicadores
para
dos trabajos, aunque luego
no
se utilizaron en el análi
sis ya que no había diferencias significativas
en
las relaciones
que
se
planteaban.
300
En el procedimiento seguido se utilizó la
notación
posi-
cional
de
los números; esto permitió, en este caso,
combinar
actividad anterior
con
tareas
y
posición en el trabajo
para
luego,
observando las posibles combinaciones y sus frecuen
cias, organizar los
grupos que
interesaba distinguir.:rni
La distinción
de los grupos atendió
especialmente
a las
diferentes experiencias laborales. Así tenemos:
1. Sin ninguna experiencia laboral asalariada, "autóno
mos"; en éste se incluyen los sujetos
que
siempre se han des··
:111
Paul Lazarsfeld, "De los conceptos a los índices
empíricos", en R.
13ouclon v P Lazarsfeld, f\Ietodologí:i dt Ja e cnc
i; i
me íaJe,, 13arc.elona,
Laia, 197S. Sección 5, intercambiabilidad de los índices.
:rn1 Como ejemplo se explicita la descripción de la construcción de las
experienc.ias lab01ales:
Actividad
anterior
=
Rama
Posición Tareas =
100
varl6RR 10 varlla var9R=
Rama: 1 -r.-ueas en el hogar
2 T1
abajo tradicional
3 Trab;¡o no
tradicional
.i Otros
Posición: l Autónomo
2 Asalariado
Tareas: 1 l\fanual tradicional
2
Man11al
no tradicional
3 No manual
En
consec11encia, con esos posibles valores
de
cada
uno,
los
resultados
según
la posición
de
cada
número
indicaban el tipo de experiencia laboraJ.
21
7/23/2019 Cortes y Cuellar - Crisis y Reproduccion Social Sector Informal
http://slidepdf.com/reader/full/cortes-y-cuellar-crisis-y-reproduccion-social-sector-informal 10/19
246
NÉLIDA B PERONA
empeñado
corno cuenta
propia , porque sus tareas eran
típicas
del artesano
o
bien porque
sus
trabajos previos
se
relacionaron con la actividad comercial autónoma;
esto es,
con una experiencia laboral específica;
también
incluye suje
tos que nunca trabajaron antes, como, por
ejemplo, mujeres
arnas
de casa o a quienes -por diversas
circunstancias-
ini
ciaron su actividad laboral con el trabajo actual.
2. Con experiencia laboral asalariada manual
asalariados
manuales : este grupo incluye a quienes en su o sus trabajos
previos al actual fueron asalariados y desernpefíaron diversas
tareas de tipo manual.
3.
Con
experiencia laboral asalariada no manual, asalaria
dos
no man.uales : se incluyeron a
quienes, en relación de
dependencia, desempefíaron tareas que requerían alguna
calificación, aunque fuese mínima corno,
por
ejemplo, tareas
de
administración
o de supervisión.
Esta
diferenciación
muestra
cierta diversidad
de origen e his
toria
de
los
sujetos
que
hoy tienen como elemento
común
el
desempeño de una actividad laboral no asalariada; propor
ciona,
por
otra parte, una base explicativa para los n:sultados
del análisis.
El
otro
de los procesos a tornar en
cuenta
es el que se refie
re al sistema educativo.
De
hecho, influye en los niveles de
capacitación de la fuerza de trabajo, pero aquí interesa sobre
todo corno contexto de interrelaciones, de prácticas sociales;
como
espacio donde se transmiten valores,
normas,
creencias.
Como referente
de
este proceso se considera el nivel de
instrucción. Este puede dar
cuenta
de los efectos, no sólo
del
entrenamiento
de
carácter más
técnico,
sino
del
aprovisiona
miento social que allí se realiza.
Así, tomando en cuenta las consideraciones estadísticas
(distribución de frecuencias) los señalamientos teóricos, se
la_dicotomizó en
nivel de
instrucción bajo
alto (primaria
completa y superior respectivaine,r,ite).
ORIENTACIONES ECONÓMICAS DE LOS COMERCIANTES 247
El
tercero
de los espacios
de procesos
que se privilegia en
este trabajo es el
de
la familia, como contexto de socializa
ción
primaria, de conformación de estructuras simbólicas.
Un
referente
en
el que se expresarían
concepciones
y pautas
valorativas diferentes es el sexo.
Esta diferencia
genérica,
bá
sica, implicaría la expresión de las maneras en que se conci
ben
los roles
en
el
plano
familiar; el
modo
de interrelaciones
en el núcleo
doméstico,
ligadas a símbolos y
percepciones
di
ferentes.
En la dimensión
simbólica,
en este trabajo sólo se consi
deran
las referidas al plano individual, relacionadas con la
racionalidad del
sujeto, con
su propia
lógica
en el
desarrollo
de
la
actividad.
En esta dimensión
se agrupan elementos
que
tienden a
categorizarlos como sujetos más tradicionales
o
más
moder
nos, en función de los valores que privilegien. Esta distinción
-tradicional y moderna- quiere aludir a la manera en que se
agrupan los sujetos según
universos
valorativos. Se
pondera
rá como más tradicionales a
quienes,
en la ordenación
medios-fines
para el desarrollo de
su
actividad, privilegian
valores
que no
son
los predominantes
en
el nivel societal; y
por el contrario se guían por
la
satisfacción
de lo más
inme
diato. Esto
en el
supuesto de que no
existe casi
una lógica de
maximización de la ganancia,
en
función de posible acumu
lación de
tipo capitalista.
Para
localizarlos en
las categorías
señaladas
se
utilizó
la
motivación para trabajar y
la
preferencia
por
ámbitos de tra
bajo
distintos.
302
Incluir
en el estudio un análisis que
intente explicar
las
motivaciones
o las
preferencias
de
los sujetos
parece cohe
rente con el tipo
de problemática
que se
planteaba:
la exis-
302
También
en
la construcción de éstas se siguieron operaciones
diversas; como
se trataba
de
nociones
complejas, se
u t i l b ~ r o n
combina
dos diversos items del instrumento con q ue se obtuvo la información y
se
construyeron
índices que reflejaran
en
lo posible esa complejidad. _J/,/
7/23/2019 Cortes y Cuellar - Crisis y Reproduccion Social Sector Informal
http://slidepdf.com/reader/full/cortes-y-cuellar-crisis-y-reproduccion-social-sector-informal 11/19
248
NÉLIDA
B.
PERONA
tencia
de
otras lógicas
que
guían
el
desarrollo
de una
activi
dad,
distintas a las que predominan en
el
nivel
macrosocial, y
aun
más,
diferencias internas
que
podrían explicarse por el
tipo
de
interacciones previas
de
los sujetos.
Las motivaciones podrían referirse a múltiples aspectos y
proponer para su medición otros tantos referentes empíri
cos;
en
este caso se eligió el
que
se
relaciona con la
utiliza
ción de
un
posible excedente
producido.
Hay que destacar
además
que
también
se
reconocen
las limitaciones que pue
den tener estos resultados,
por
las características
de
la infor
mación con que se
trabajó,
y
por
los problemas de medición
que
implicó la construcción del
indicador.
Motivación para trabajar. Los
diferentes
valores de esta varia
ble se
refieren
a
usos
posibles del excedente obtenido,
ya
sea
en: inversión, bienestar o educación.
303
La combinación o las
prioridades que
establecen
los sujetos entre estos usos se
pueden conceptuar como indicadores
de
la lógica o raciona
lidad
del sujeto. Privilegiar aspectos
relacionados
con
el bie
nestar más que los vinculados a la educación de los hijos,
conformaría por ejemplo
una manera de
pensar acerca
de
la
utilización del sobrante obtenido.
Niveles
de
preferencia n diferentes ámbitos de rrabajo.
Se
refiere a
la comparación del
trabajo actual
-no asalariado
con
otros
trabajos
anteriores especificando
cuáles son los ni
veles que privilegian en
la
preferencia de uno respecto a los
otros. Así, se han diferenciado tres categorías, que indican
el
tipo
de
valoración tomada
en
cuenta, cuando se escoge un
ámbito
de
trabajo
en relación
a otro. Los valores privilegia-
3113
En la construcción de este índice se combinaron respuestas que
indicaban posibles usos del dinero
en
el caso hipotético de sobrantes en
relación a los gastos.
Algunos de los irems que
incluía
el cuestionario son: inversión en el
negocio, irse de vacaciones, comprar bienes
para
el hogar, educar a los
hijos,
comprar
vivienda, etcétera; éstos se agruparon según correspondie
:i:an a bienestar, inversión o educación.
2-J.'I
E
CONÓI\HCAS
DE LOS
COMERClANl ES
ORIENTACIONES
. a su
combinación:
inrnate-
clos refieren a diversos aspectos y
. l
ci·ll :JO
l
rial, materia Y so ' ·
. los elementos que priorizan
e
relaoonan con · . ·r:
Esos aspectos s · · ·
l
t'n torno a p1srn1ca-
. , . 1 unos se o1 cnan . .
en
sus elccoones,
ª
g d . ·
·
otras refieren a
• .i
l · ·Tsonal y he ornsuco ' .
ciones ele inno e P.e · · ,
is
11
referenoas se
. . . en
tanto que
s1
cuestiones
cuantttatl\
as'
· ·
¿ ,
11
rorrreso
con
el
. . ibles
consecuenoas
e
º
. . .
focahzan en las pos d o en las iff1plicaciones unlttanas
desarrollo ele su acnv1da ' , ,
uncian
bajo el rubro
1
d
, tener· las
que
se
en
d
que el a pue e_ ' , .
de
relaciones
personales y
e
. 1, consideran aspectos .
socia es · · nu11es
· 1
bjetlVOS
(01 ·
interacciones
socia es, con o
V. E L
J\NAUSIS
DE LAS \\'lOTIVAClONES
1
· l
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, lisis )articu anzac o, P . . '
/\ntes ele
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a
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panes
del
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1
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mas
e
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genera . 1 . c11bre
con
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1
d.
1
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· J •
l)·
ii)
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º . · _ , . 1
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1
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o gu1e.1a . t1·avectoria ocnpanonal (a
l
1
wesentan una
'
cios
e
e
grupo l · . . ,
otras tareas
diferentes
a
t 'S
nabap1on en
' , . 1
n1enos
una vez
an
c. .
f- . ·1· ·)· ... ) 111cnos de
un
tercio
e
e
1
l
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11 l · .
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J . '
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11
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. · . ycctona lah01
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.
1 . , ,l ¡,,
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mas
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l
1
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iv)
e
nt\t.
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res y 71.8% -e 10111
J1
. , . . .·. 111kta (53%), y si se
ele Ía mitad es apenas de pnma1 ld con . .
. . . . . los irerns del cuest ionari o
se. a g r u p ~ -
:uH
En
la
construcc1on l ~ l mchcf' . ferencías seüalaclas y la ¡erarqu1-
ron de manera que se combwaran as pi e .
zación
que
establecieron e n t . r ~ e l l ~ ; 1 como inmateriales se referían a: es
Las razones que se cons1c eia1l l
1·01·1·os
son más elásticos: le gusta
ac\o· os
10
· · ·
¡ ,
cómoclo;
es
menos
pes,
. , .
··01110
111atcriales: gana
mas,
ia)
oTuparon C ' ' \ '
m'ts lo nue hace. Las que se
ª
. c11c.1 seo·rn idac\. Con el ape auvo
' ·1 . . Je da pe1 man - ' - · s
l
)osibilic\ades
de
prog1eso, .' . tes· l1osibiliclac\ c\e tener compane10.,
. l . ··011 los
SI
0
lllen - . .
de social se cons1c e i ~ 1 . , . º .
posibilidad ele orgamzauon. ·smo volumen, hay un trabajo e s p e c 1 a l , . 1 ~ t 0
:rn; Por
otra parte
en e.ste l estra v
ele
la región. -< -
se refiere a las caracte1ísucas e e a mu ' , ,
7/23/2019 Cortes y Cuellar - Crisis y Reproduccion Social Sector Informal
http://slidepdf.com/reader/full/cortes-y-cuellar-crisis-y-reproduccion-social-sector-informal 12/19
250
NÉLIDA B
PERONA
incluye quienes completaron el nivel de secundaria, se tiene
la mayor parte del
grupo (81 ).
Estas
consideraciones
se deberán
tomar
en
cuenta
al
interpretar los resultados.
La interrog·ante
que
planteamos para referir la noción de
formas valorativas a las dimensiones
empíricas
relevadas,
tiene
que
ver con
los
distintos usos del
excedente,:ior, esto es
el
sobrante
que podría
también denominarse
ganancia
obtenida en
el
desempefio
del trabajo. La motivación
para
trabajar
se refiere ai tipo de necesidades
que tienden
a sa
tisfacer los
pequefios comerciantes
con el
excedente obteni
do, de qué manera valoran
la
existencia material. Se
están
presuponiendo distintas lógicas
según
qué se privilegie. La
educación de _los hijos
implicaría la atención
de necesida
des básicas y a través de ello el mejoramiento en las condicio
nes generales de existencia
en
el futuro; el bienestar sería
la otra alternativa, más inmediata, de mejoramiento. La in
versión en el negocio se considera más acorde con
una
lógica
de
acumulación
y
que
tiende
al
crecimiento de la actividad
laboral.
Por otra
parte, también se
presupone que
las verbaliza
ciones sobre los diferentes usos
implican
motivaciones diver
sas y
valoraciones
distintas.
Lo que interesa sefialar es
de qué
manera las experiencias
de
socialización en los distintos ámbitos conforman grupos
diferentes al interior del sector
de
pequefios
comerciantes.
El nivel privilegiado es el
de
inversión
en
el negocio (cua
dro
1)
ya que más de la mitad
del grupo
se
expresa en
ese
sentido
(54.5 ); sigue lueg·o
en
importancia la educación
(25.8 )
y finalmente
los aspectos que se refieren al
bienestar
-personal
o familiar- (19. 7 ).
io i; El término excedente
se
está
utilizando
como sobrante luea-o
ele
.-cubrir los g a s t o ~ r:ecesa1Jos, tanto
para
la
manutención
corno
p a r a ] ¡ . ; ~
que
erogue el aprov1s10nam1ento mismo del negocio.
ORIENTACIONES ECONÓMICAS DE
LOS
COMERCIANTES
251
CUADRO
ACTIVIDAD ANTERIOR Y
MOTIVACIÓN
PARA TRABAJAR
Acrfridad amerior
Asalariados Asalariados
Motivación Ame nomos manuales no manuales
i¡¡al
Inversión
60
30
18
108
55.0
48.4 66.7 54.5
Bienestar 17
14 8
39
15.6 22.6 29.8 19.7
Eclucación
32 18 1
51
29.4 29.0 3.7
25.8
Total
109 62 27
198
55.1
31.3
13.6
100.0
Si se
toman
en cuenta
los
grupos conformados
por
tra
yectorias laborales distintas,
en
los tres destaca como impor
tante la inversión, aunque son diferenciales los pesos otorga
dos a
la
misma en
relación
a los otros aspectos. Alrededor de
la mitad de los trabajadores que
tienen
una
historia
laboral
como autónomos y asalariados manuales, optan en ese senti
do,
mientras que un tercio lo hace privilegiando
la
educación
y los demás el bienestar. Donde sí se
modifica
la tendencia
en
la distribución
es en los
pequeños
comerciantes
que
tie
nen
una
trayectoria como asalariados no
manuales;
si bien
son casi dos tercios los
que
privilegian la inversión, el resto
destaca
en primer lugar
el
bienestar,
y es
ínfimo
el
porcentaje
que señala la educación
como
opción
deseable
para el uso
del
excedente.
El peso otorgado a la inversión por los pequefios comer
ciantes, -independientemente de la trayectoria laboral-,
posiblemente se debe a que es un
seguro
para el
funciona
miento de su fuente laboral, que le significa una opción para
g¡3
7/23/2019 Cortes y Cuellar - Crisis y Reproduccion Social Sector Informal
http://slidepdf.com/reader/full/cortes-y-cuellar-crisis-y-reproduccion-social-sector-informal 13/19
252
NÉLIDA B PERONA
el mantenimiento de la familia o la
ayuda
en la manuten-
. ·io1 E · · d
oon.· <sos
suietos
nen en
a
mantener
la actividad genera-
dora de ingresos que permite
en
cierta forma la
reproduc
ción
cotidiana
y
generacional del grupo
familiar.
Lo anterior podría
sugerir la conformación de
sujetos
con
valoraciones
acordes
a una lógica de
acumulación,
caracterís
tica
de
quienes
desempeñan
una
actividad
en la
esfera
de la
comercialización y
en
sistemas capitalistas. En ese
sentido
representarían
a capitalistas potenciales.
3
º8 Pero aun
en este
caso, el mero interés por
la ganancia
no identifica a un em
presario capitalista; incluso en
una
interpretación
weberia
na
del capitalismo,
lo
definitorio
es la
racionalidad instru
mental
aplicada
a
la organización de
la
producción.
La opción
por
el bienestar implicaría de parte de
un
gru
po la valoración de elementos
que
configuran
el
vivir
mejor . Ello no
sólo
como una forma particular de disfrutar
de mejores condiciones generales de
vida,
sino
también
por
lo
que
esas
condiciones
podrían
significar
en términos
de
representaciones al
interior del
contexto social donde des
arrolla
su actividad. La
explicitación
de los
logros
consegui
dos y
la expresión de
los mismos a través de
elementos
con
cretos constituirían
una
manera de obtener reconocimiento
en
las relaciones
interpersonales
y laborales.309
En el caso
analizado
se
observa
que casi un tercio de los
que tienen como experiencia laboral
tareas asalariadas
no
301 M . 1 B .
f .
~ r c e a emtes,
Hogares
y uen;a de trabajo en época
de
crisis ,
en
~ s t e
mismo
volumen. M
Benites y F Cortés, La
heterogeneidad
ocu
P . ª º º ~ ~
de los
pequeños
comerciantes: un estudio
sobre
movilidad ocupa
aonal
,
en
este libro.
308
Muchas veces se indica que los pequeños comerciantes
forman
p a ~ e
de la
pequeña
burguesía; en una perspectiva
de la teoria
de clases
s ~ o a l e s Prand1, op. cit.
señala
que podría identificar
Ja
conciencia
inme
diata del asalariadn.
_
309
En este sentido
Bourdieu
expresa que el capital simbólico se funda
sobre
el conocimiento y
reconocimiento
de las diversas formas particula
res de
acumulación
de capital económico o cultural.
ORIENTACIONES ECONÓMICAS DE LOS COMERCIANTES 253
manuales,
son
quienes optan por los diversos aspectos que
configuran
lo que
hemos llamado
bienestar.
La opción
por
educación podría ofrecer
al menos dos
intepretaciones.
Por
una parte,
puede ser
vista como una for
ma
de
mantenerse en el futuro,
ya
que
la
inversión en los
hijos se
piensa
como el seguro
en
los años venideros,
sobre
todo
en
un
sistema
donde
la seguridad
social es precaria.
Por
otra, püede
ser
pensado
como
un medio de movilidad social,
y como una forma de lograr mayor reconocimiento; ello se
ha
estudiado bajo
el concepto de
meritocracia
º
Lo
indicado anteriormente pareciera
consistente
con
el
análisis
que
se realiza, pensando que las dos vías significarían
alternativas
relacionadas de ponderar la educación;
enfati
zando el
ascenso
de
los hUos, se
piensa
un
futuro más seguro
para
los padres. Así,
son
los comerciantes con historias labora
les
como
asalariados
no manuales
los
que
casi
no consideran
a la
educación como opción deseable, mientras
que propor
ciones
considerables de
los
otros
grupos,
sí
la
privilegian.
Con
los
elementos
indicados
hasta
aquí,
tendríamos
dife
rentes perfiles dentro
del
sector. Tomando
en cuenta
sus
trayectorias laborales y las alternativas por las que opten,311
se podrían conformar dos gmpos: uno, de s 1 ~ j e t o s que hal)
tenido sobre
todo
experiencias como asalariados no manua
les y que se
ordena
según la secuencia inversión,
bienestar,
educación; el
segundo,
que se configura a partir de quienes
fueron autónomos
o asalariados
manuales, donde la educa
ción antecede
al bienestar. Las diferencias
dentro
del
sector
estarían
impactadas por sus trayectorias de trabajo. Las
expe
riencias en espacios de trabajo distintos están expresadas
en
lo
empírico
por
trayectorias
laborales como
autónomos
o
como asalariados.
Dentro
de
esta
última categoría, se dife-
31
º Raymond Boudon, Educarían ppormnity Social Inequaliry
EUA,
J
Wiley and Sons,
1974.
311
Reiteramos
que
las alternativas escogidas están consideradas como
indicadores
de
distintas motivaciones.
7/23/2019 Cortes y Cuellar - Crisis y Reproduccion Social Sector Informal
http://slidepdf.com/reader/full/cortes-y-cuellar-crisis-y-reproduccion-social-sector-informal 14/19
254
NÉLIDA B PERONA
rencian según hayan sido las tareas desempefi.adas. El
trabajo
por cuenta propia generalmente requiere
menos
del contac
to
cotidiano
en
un
mismo espacio con otros trabajadores
de
igual
condición;
el
trabajo asalariado estaría refiriéndose en
el
ámbito
simbólico y valorativo a
compartir cotidianamente
un lugar de
trabajo,
un espacio
de
prácticas sociales que ge
neraría
ciertas
Y
determinadas
predisposiciones. En
este caso
más que un espacio de interacción por
sí
solo, el factor explica
tivo se relacionaría
con la
posición ocupada; el tipo de tareas
,podría
expresar el por qué de las similitudes de comporta
mientos
entre
autónomos
y asalariados manuales.
Hasta
ahora
hemos
tomado
en cuenta sólo
uno
de
los
elementos
que
conforman
los aspectos valorativos o estruc
turas
simbólicas de
los sujetos, este es el
referido
a la
expe
riencia laboral. Pero la trayectoria laboral
no es el
único
determinante. La conformación del nivel simbólico
ocurre
de
manera compleja por diversos procesos. Agregaremos
ahora
el proceso
de
socialización llevado a cabo en el
ámbito
de
sistema
educativo. Para
ello se
introduce
el nivel
de
instrucción formal como referente de esos procesos. Se reco
noce además que en
la
literatura se le ha considerado
tam
bién
como
uno de los ámbitos de transmisión de valores y
reproducción de los mismos.
La diferenciación del sector según nivel de instrucción
(cuadro 2 sugiere algunos comentarios generales: i) más de la
mitad
tienen nivel de insn;-ucción
bajo
-primaria completa-, lo
que, en términos de adiestramiento,
ofrece
el mínimo sufi
ciente para desempefi.ar el
trabajo
de mercadeo;312 ii) si se
toma
en cuenta lo que significa aflos de instrucción formal y
su
consecuente
relación
con
la
socialización y sus
resultados,
es poco el tiempo que esos sujetos han pasado en ese ámbito,
como para
que
se
modifiquen sustancialmente
contenidos
de socialización primaria'',
vinculado
al ámbito familiar.
:nz
Dominar
las
operaciones
básicas
y saber leer y
escribir.
ORIENTACIONES ECONÓMICAS DE LOS COMERCIANTES
255
Considerando
entonces
de qué
manera el nivel de ins
trucción
puede marcar diferencias en las alternativas que se
privilegian (cuadro 2), tenernos lo siguiente: i) es el
grupo
con baja instrucción que mantiene la tendencia
general
indi
cada
más arriba
(61.0 ,
27.0%
y
ll.4% en
inversión, educa
ción y bienestar respectivamente); ii) los sujetos con niveles
de
instrucción más elevado
son
los
que
modifican
sus
prefe
rencias ±7 .3 , 29.0% y 23.7% en inversión, bienestar y edu
cación respectivamente). En estos últimos claramente au
menta el grupo
que
valora el bienestar, disminuye el
que
escoge la inversión en el negocio y se mantienen quienes pri
vilegian la educación.
Por la diferenciación
dentro del
grupo se podría pensar
que de alguna manera el
mayor tiempo de contacto con
el
sistema educativo, reproduce y refuerza
pautas
menos tradi
cionales de valoración o más acordes al sistema social más
comprensivo.
Formas
del
bienestar
acorde a las
normas
de
consumo o bien como expresión
de
éxito.
Si
consideramos en conjunto
los
modos en
que opera
la
influencia
de trayectorias
laborales
y
de
niveles de instruc
ción, los intercambios
previos
a su ocupación actual, se sigue
sosteniendo la idea que a
mayores
niveles
de educación
tien
den
a
pensar
positivamente
acerca del bienestar;
especial
mente
quienes fueron asalariados, cualesquiera que
hayan
sido
las tareas desempefJ.adas. Pero ello sugiere que podría
pensarse en calificaciones
laborales
obtenidas en los
ámbitos
de educación formal que le permitieron desempefi.ar deter
minados trabajos, que coadyuvan a la conformación de sis
temas valorativos con características
que
estamos
comentan
do,
esto es,
de tipo
menos
tradicional. Destaca además
que
disminuya el grupo que
prefiere la inversión
como opción
mientras que quienes
escogen
como alternativa la educa
ción se mantienen.
Se sefi.aló antes que el otro ámbito de procesos que
aquí
se
privilegiaba en la formación de estructuras
simbólicas, es
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D
ORIENTACIONES ECONÓMICAS DE
LOS
COMERCIANTES
257
el
del
hogar. El sexo
expresaría
las diferencias
en
las mane
ras
en
que se
conciben
distintos aspectos
de la cotidianeidad,
en
los distintos planos de cosmovisiones y práctica sociales
En este caso,
la diferenciación
por sexo (cuadro
3)
no
marca tendencias diferenciales respecto de lo
que
se
venía
afirmando.
Los grupos se
configuran
en el mismo
orden:
al
nivel
más bajo de instrucción
sigue el
orden
de
inversión-
educación-bienestar, mien tras que
en
el más alto se privile-
gia el
bienestar
sobre
la
educación.
Se
sabe
también
que
en este grupo es menor
la
propor
ción
de m l ~ j r s que
de hombres
con
instrucción alta (43.9 y
49.5 respectivamente). Ello podría expresar un
modo de
valorar la instrucción para las mujeres. Además esto tendría
repercusión en las posibilidades
laborales.
De hecho, menos
de la tercera parte de quienes tienen experiencias laborales
son
mujeres;· si
bien
esto
podría sugerir
también
otra inter
pretación,
-la
que
se refiere a tareas
propias
de su
condición
como
rasgo valorativo
principal-,
es claro
que ambas
expli-
caciones
están
vinculadas.
Por otra
parte,
es mucho mayor el grupo de mujeres
que
no tienen
trayectoria como
obreras
(asalariadas
manuales)
-sólo 14.3
y
7.
9
en
los
dos grados de instrucción-; mien
tras que es
considerable la
proporción
de
las
que, habiendo
recibido
mayor entrenamiento en el
sistema
educativo,
desempeñaron
tareas
no manuales.
Estos resultados reforzarían algunas interpretaciones
sobre
las
limitaciones y condicionantes del
trabajo de las mu
jeres.
De manera
particular, las que se relacionan con las
diferencias de oportunidades educativas y de calificación,
hecho
que
se
vincula
a distintos
modos
de insertarse en
el
mercado
laboral. Por
lo
demás,
el
tipo de tarea que
significa
el pequeñ'o comercio
no la
desvincula de su núcleo familiar,
ya que en la mayor
parte
de
los casos
funciona en la
misma
casa. Ello implicaría
entonces la no separación
total del
hogar,
la continuidad de
un
rol asignado tradicionalmente.
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http://slidepdf.com/reader/full/cortes-y-cuellar-crisis-y-reproduccion-social-sector-informal 16/19
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ORIENTACIONES
ECONÓMICAS
DE
LOS
COMERCIANTES
259
Preferencia
por
ám itos
de
trabajo.m El tipo de lógica de los
sujetos conduce a
valorizar de
manera diferente
la
preferen
cia por un
ámbito
de
trabajo
respecto a otro (inmaterial,
material o social). Según sean cualitativas o cuantitativas, se
establecerían
distintas
pautas
valorativas
en
las
preferencias
por
un
tipo de relación de trabajo.
Las tres categorías,
-inmaterial, inmaterial/material,
in
material/material/social-,
se
refieren
a
la
índole
de
las justifi
caciones
que
los pequeños
comerciantes señalaron para pre
ferir
un contexto laboral
a
otro.
Si
se toman en cuenta los efectos de las experiencias
labo
rales en las diferentes
preferencias,
se observa lo
siguiente
(ver cuadro 4): i) la mitad
del
grupo
propone
para su elección
justificaciones que combinan
elementos de bienestar
y
de
progreso
económico
(50%);
ii)
el resto se divide casi en partes
iguales
entre quienes
ponderan las relaciones interpersona
les 2 7 5 ) y los que sólo refieren a aspectos de comodidad
(22.5%); iii) según las diferentes trayectorias,
todos
siguen
esa
tendencia en la agrupación
de los sujetos con valoraciones
diversas; iv) se destaca que entre
quienes
tienen
pasado
de
u·abajadores
con
cierta calificación (asalariados
no
manua
les), hay ciertas
modificaciones
con
respecto
a
la
pauta gene
ral:
la
distribución tiende a disminuir en el grupo que privi
legia las justificaciones de tipo material y aumentar en el que
escoge instancias de carácter
más
social.
Las primeras -inmateriales- responderían a sujetos tradi
cionales
en términos de
que,
en la orientación medios-fines
en
el
desempeño de su
actividad,
priman cuestiones
estricta
mente
de
índole
personal
( lo
prefiero porque
es
más cómo-
313
El
número
de comerúantes
que respondieron
esta parte
de
la
entrevista es
menor
que el total de
la muestra.
Esto porque
quienes
no
habían
trabajado antes expresaron que
no
tenían
modo
de comparar.
Se
considera
que ello es también una forma de valorar lo que es traba
jo, ya
que
no estimaron como tal, al que se realiza en
el
hogar (sobre toc\o
las mujeres). ¿./ f
7/23/2019 Cortes y Cuellar - Crisis y Reproduccion Social Sector Informal
http://slidepdf.com/reader/full/cortes-y-cuellar-crisis-y-reproduccion-social-sector-informal 17/19
260
NÉLIDA B PERONA
CUADRO 4
AMBITOS DE TRABAJO Y EXPERIENCIAS
LABORALES
ctfridad
amerior
Compardci<ín
salariado salariado
trabajo
Amrírwmo
manual
no manual
Total
Inmaterial
14 10 7
31
28.6
16 1
25.9
22.5
Material/
25 34
10
69
inmaterial 51.0 54.8 37.0
50.0
Material/
10 18 10
38
inmaterial/social
20.4 29.0 37
O
27.5
Total
49 62
27
138
35.5
44.9
19.6
100.0
do , es menos pesado ); la
importancia
que se adjudica a lo
cuantitativo-material
además de
lo
cualitativo,
indicaría otro
tipo
de
lógica,
ya
que sus
preferencias
se
guían
por el
logro
de
objetivos materiales
( se gana
más , se puede progresar ) y
de bienestar
personal. La
valoración de lo social, además de
los
anteriores,
indicaría que se
está adjudicando cierta
im-
portancia
a las relaciones
interpersonales
y a los
intercam
bios sociales en ámbitos de trabajo compartido, además de
considerar como relevante el bienestar económico.
En esta parte
hay
que tomar en
cuenta, además,
que la
mayoría de
los
comerciantes
expresaron
que
no dt;jarían su
trabajo actual por
uno
asalariado; los que sí lo harían consi-
deraban
esencial
que
fuese
una
ocupación
que
les
diera
mayores
ingresos. 311
Al agregar otros espacios donde ocurren procesos
que
contribuyen a la
conformación de
estructuras
simbólicas
3 4
El trab;:ijo independiente es una opción
deseable
no sólo para los
expulsados del mercado ele trab;:ijo asalariado.
ORIENTACIONES ECONÓMICAS DE LOS COMERCIANTES
261
-sistema
educativo y
hogar-,
se mantiene a
grandes
rasgos la
tendencia indicada antes (cuadro y 6 . Lo destacable sería
que
a niveles más altos de instrucción, tanto en
hombres
como
en mujeres, se
incrementa
el conjunto de los que resal-
tan
valores sociales. Y ello en los grupos
de diferentes
trayec-
torias, pero de manera especial entre quienes antes se dese
empeüaron en
tareas
con alguna
calificación. Ello
indicaría
la interacción
de efectos de los
diferentes
ámbitos
de
prácti-
cas sociales, -lugar de trabajo y escuela- que a vez se
reforzarían mutuamente.
VI.
CONCLUSIONES
El análisis de las dimensiones
simbólicas consideradas,
en
relación a las
experiencias
previas en ámbitos de interacción,
permitiría e s t ~ l e c e r al menos
dos
grupos
de
sujetos dentro
del
sector
de los pequefi.os comerciantes, según sean los efec-
tos de las experiencias.:i1.
5
Uno, formado por quienes mues
tran preocupaciones de
carácter
más social, tanto
en
las
elecciones
por
espacios de trabajo como
en
los valores que
estiman guían
su trabajo. El otro, con inclinaciones sobre
aspectos más inmediatos e individuales
en
su dimensión va-
lórica.
Considerando está y las distribuciones
de
los datos se
podrían
destacar
los siguientes puntos.
En primer lugar, que la interacción
que
se realiza exclusi-
vamente en el lugar
de
trabajo
no
discrimina con claridad las
diferentes predisposiciones de los sujetos. Ello
podría
atri-
buirse al peso insuficiente
de
las experiencias en el lugar
de
trabajo,
pero
hay
que
considerar además
la existencia de
al-
gunos problemas de medición; no se captaron directamente
los patrones de interacción en cada lugar de trabajo sino
que
Al
respecto
remarcamos que este
concepto
ha sido
considerado
de
manera amplia, como entorno pasado y presente, en el sentido en que
opera la memoria social.
J/8
7/23/2019 Cortes y Cuellar - Crisis y Reproduccion Social Sector Informal
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CU DRO
5
AMBITO DE TRABAJO Y EXPERIENCIAS LABORALES SEGÚN
NIVEL DE
INSTRUCCIÓN
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Co111paracu 11
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Inmaterial
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Innuterial/
Socíal
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Toral
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Y EXPERIENCIAS LABORALES SEGÚN
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Asalariado
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Inmaterial
7
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4
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28.G 52.2
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Immuerial/
Socíal
1
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7
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20.0
14.3
42.9
39.1
50.0 42.2
Total
15 29
5
49
14
23
8
45
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59.2 10.2 100.0
31.l
51.l 17 .8 100.0
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7/23/2019 Cortes y Cuellar - Crisis y Reproduccion Social Sector Informal
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NÉLIDA
Bº
PERONA
sólo se
establecieron
distinciones
entre
asalariados y
por
cuenta propia,
entre una relación de dependencia o
no.
Se
podría tener un elemento
explicativo
en
l
posición
ocupada,
en
el
tipo
de tareas
desempeñadas.
Este aspecto se
relaciona
con la consideración
que sigue.
En segundo
lugar, lo que
marca mayores
diferencias es la
socialización
en
el
ámbito
escolar; el referente
empírico
de
este
proceso
-el nivel
de instrucción-
se
vincula
al
grado de
capa-
citación
laboral
y por
ende
al tipo
de
trabajos que pueden
desempeñar. Además
se
conecta
con
la
mayor
duración
o
no
de
las
experiencias en
ese
espacio
y
por tanto
al
posible
im
pacto
de algunos elementos
culturales
que
allí se
transmiten.
Finalmente,
el
otro espacio de
interacción el familiar
medido por las diferencias de
género,
no
modifica en
lo
esencial los grupos
conformados.
Aquí también habría que
tornar en
cuenta que
hay
una relación
entre
diferencias
de
sexo y de niveles
de instrucción,
lo
que
se
vincula
al
haber
tenido
o
no experiencias laborales
previas.
La separación del
papel
que
jugarían
los tres
procesos en
la
conformación de
algunas
de
las
dimensiones simbólicas
de
los individuos
implicaría:
i c o m p l ~ j i z r
la
medición espe-
cialmente con
la
inclusión
de patrones de
interacción dife-
rentes en los espacios de trabajo,
sobre todo
que
capten
experiencias
de cooperación, de
enfrentamiento
o
de
ten-
sión;
ii aumentar
el
tamaño de la muestra para poder
reali-
zar otros
análisis
de
variables
múltiples corno por ejemplo
los
de tipo loglineal
o
logit
