Convivencia -...

204
Convivencia Publicación Anual Año 2, Número 2, Noviembre 2015 UNIVERSIDAD DE PANAMÁ Doctorado en Humanidades y Ciencias Sociales Vicerrectoría de Investigación y Postgrado

Transcript of Convivencia -...

Page 1: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Convivencia

Publicación AnualAño 2, Número 2, Noviembre 2015

UNIVERSIDAD DE PANAMÁDoctorado en Humanidades y Ciencias Sociales

Vicerrectoría de Investigación y Postgrado

Page 2: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Convivencia sobre América Latina, el Caribe y el Mundo. Año 2 (2015). Panamá: Facultad de Humanidades y Vicerrectoría de Investigación y Postgrado ISSN: 2313-7290

1. Ciencias

2

CONVIVENCIA es una publicacion de la Facultad de Humanidades y de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la Universidad de Panamá. Tiene como propósito fortalecer el perfil de la investigación, de la reflexión y de la crítica de esta universidad con la participación de investigadores nacionales y extranjeros y, por lo tanto, también aceptamos trabajos en inglés. Su público es académico, pero tampoco olvida a la ciudadanía en general.

Page 3: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

3

ConvivenciaPublicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015ISSN: 2313-7290Universidad de PanamáVicerrectoría de Investigación y PostgradoDoctorado en Humanidades y Ciencias Sociales

DirectorDoctor Filiberto Morales

Editor Doctor Luis Pulido Ritter

Comité EditorialDoctora Edilcia Agudo, Magíster Vilma Chiriboga ConsejoCientíficoDoctora Ánxela Romero-Asvaldsson (Universidad de Liverpool)Magíster Marcela Camargo (Universidad de Panamá)Doctora Ana Elena Porras (Universidad de Panamá)Doctor Erasto Espino (Universidad Santa María La Antigua)Doctor Kristian van Haesendonck (Universidad de Lisboa)Doctor Víctor Valembois (Universidad de Costa Rica)Doctor Néstor E. Rodríguez (Universidad de Toronto)Doctora Ethel García Burchard (Universidad de Costa Rica)Doctora Alexandra Ortíz Wallner (Universidad de Berlín)Magíster Margarita Vásquez (Universidad de Panamá)Doctor Dídimo Castillo (Universidad Autónoma de México)Doctora Alice Lamounier (Universidad de Costa Rica)Doctor Emiliano Coello Gutiérrez (Universidad Autónoma de Madrid)

Información: Correo electrónico: [email protected]éfono: (507) 523-6025Dirección web: http://www.up.ac.pa/vip/

Dirección: Universidad de PanamáEstafeta UniversitariaApartado 3366Panamá 4, Panamá

Page 4: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290
Page 5: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

ConvivenciaPublicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015

ISSN: 2313-7290Universidad de Panamá

Facultad de Humanidades y Ciencias SocialesVicerrectoría en Investigación y Postgrado

Índice

Artículos

Carta del Director

Presentación del Editor

Presos de todos nuestros ayeres. En ausencia de Guerra de Edgardo Cozarinsky en los contextos de una cultura de la memoriaClaudia Gatzemeier

Transformaciones urbanas de la muerte. Buenos Aires, fin de siglo XIXDavid Walter Dal Castello

Cabimas: narrativas sociales de una marginalidad confusa. Clamor y resistencia de un municipio petrolero de VenezuelaOleski Miranda

La configuración del líder y el imaginario colectivo en una novela de filiación histórica: Actas de MarusiaCristian Ignacio Vidal Barría

Memorias colectivas e identidades en los trabajadores en tierra del pescado de la ciudad de Mar del PlataMaría Soledad Schulze

5

13

27

45

61

81

79

Page 6: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

ArtículosTucumán: lugar de la ausencia imperfecta. Acerca de la novela Pretérito Perfecto de Hugo FoguetMáximo Hernán Mena

EnsayosAmérica Latina: historia ambiental y crisis globalGuillermo Castro H.

Una poética del paisaje como instrumento de investigación y producción artísticaLuz Eliana Tabares Pelaez

El compromiso de Donato Ndongo Bidoyo con la dignificación del africanoCamara Nahiyé León

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015ISSN: 2313-7290

6

101

139147

165

ReseñasMichael Mann e Ineke Phaf-Rheinberger (eds.). Beyond the Line. Cultural Narratives of the Southern Oceans. Kristian Van Haesendonck

Enrique Dussel. Filosofía de la cultura y trans-modernidad. Abdiel Rodríguez Reyes

Sergio Ramírez. Un espejo roto. Antología del nuevo cuento de Centroamérica y República Dominicana. Ánxela Romero-Asvaldsson

Andrés Oppenheimer. Crear o Morir: la esperanza de América Latina y las cinco claves de la INNOVACIÓN.Heriberto Franco

181

185

187

191

Page 7: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 7

ISSN: 2313-7290

7

Dr. Filiberto MoralesVicerrectoría de Investigación y Postgrado

Nos complace saludar la entrega de este nuevo número de CONVIVENCIA, Revista de la Universidad de Panamá, la Facultad de Humanidades y el Doctorado en Humanidades y Ciencias Sociales.

La presente entrega contiene artículos, ensayos y también reseñas bibliográficas elaborados por colaboradores de la Revista, provenientes de diversos países, tales como Alemania, Argentina, Colombia, Costa de Marfil, España, Panamá y Portugal.

Varios de estos colaboradores provienen del ámbito académico y están vinculados con instituciones como la Universidad de Edimburgo, Universidad de Leipzig, Universidad de Buenos Aires, Universidad de Lisboa, Escuela Normal Superior de Abidjan en Costa de Marfil, Universidad de Madrid, Universidad de Las Artes Ganexa de Panamá, Universidad Autónoma de Madrid, Universidad Autónoma de Chiriquí (Panamá), Universidad Autónoma de la Ciudad de México y la Ciudad del Saber (Panamá).

Sus trabajos hacen relación con escenarios, memorias, realidades socioculturales e históricas en los que los lectores disfrutarán de la común y de lo diverso. Trabajos que rompen fronteras disciplinarias, particularmente, las de la sociología, la literatura y la historia; algunos jerarquizan perspectivas teóricas y metodológicas de investigación cualitativa y etnográfica; en todos subyace un profundo compromiso con la recuperación de la cultura y de la memoria, los ayeres, con la dignificación de las personas y sus identidades colectivas, la historia ambiental, la crisis global, el diálogo de saberes, la resistencia social y la búsqueda de la libertad frente a la marginalidad, el colonialismo y el neocolonialismo, la colonialidad.

Esta selección que nos entrega CONVIVENCIA consagran este esfuerzo como un espacio cultural de encuentro, reconocimiento y diálogo.

Carta del Director

Page 8: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290
Page 9: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

9

Dr. Luis Pulido Ritter

En el momento de plantear el tema principal de este número, Memorias Históricas, hemos sido conscientes que recibiríamos una buena cantidad de artículos, no por ser sencillamente un tema de moda, sino porque es un tema que preocupa a múltiples investigadores de manera sistemática desde que Maurice Halbwachs publicara su clásico Memoire Collectives (1950) donde el autor francés afirma: “Considérons maintenant la mémoire individuelle. Elle n’est pas entièrement isolée et fermée. Un homme, pour évoquer son propre passé, a souvent besoin de faire appel aux souvenirs des autres”*. En efecto, al pensar las Memorias Históricas se es consciente de esta conexión de lo individual y lo colectivo, dentro de un contexto histórico, ya sea determinado por guerras, dictaduras, deportaciones, transformaciones sociales y políticas que afectan a todos y cada uno de los miembros de una sociedad. No hay memoria o memorias fuera de la historia, aunque no habría que confundir ambos conceptos como lo afirma Pierre Nora, al decir: “La memoria es siempre un fenómeno colectivo, aunque sea psicológicamente vivida como individual. Por el contrario, la historia es una construcción siempre problemática e incompleta de aquello que ha dejado de existir, pero que dejó rastros” (entrevista en la Nación, 2006, recuperado de http://www.lanacion.com.ar/788817-no-hay-que-confundir-memoria-con-historia-dijo-pierre-nora). Ciertamente, esta separación entre memoria e historia nos remite primeramente a esta separación entre las élites (con sus construcciones históricas sujetas al estudio y la investigación continuas) y la gente (con sus memorias sujetas al olvido y al tiempo), pero precisamente la conjunción de ambos conceptos permite entonces ampliar el pasado y el recuerdo con la participación de testigos y otras formas de representación como la literatura y las artes. De hecho, esta consciencia de manejar conceptos complejos y problemáticos concierne tanto al mundo académico como también a la vida pública de países que han pasado por hechos traumáticos que han determinado las narrativas y discursos de diferentes actores sociales. Las preguntas qué merece ser recordado y cómo debe ser recordado ya no se resuelve fácilmente desde el momento en que el Estado ha perdido el monopolio de representar a la comunidad imaginaria, por un lado, y la intervención y participación de múltiples actores no hace tampoco más fácil la representación de lo que debe

Presentación del Editor

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 9-10

ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 9-10 ISSN: 2313-7290

* “Consideremos ahora la memoria individual. Ella no está completamente aislada y cerrada. Una persona, para evocar su propio pasado, tiene a menudo la necesidad de llamar el recuerdo de otros”.

Page 10: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

y cómo debe recordarse, por otro lado. Esto es positivo, por supuesto. A esto habría que agregar el hecho de que vivimos en un mundo global y globalizado, que la memoria y la historia, no se detiene en las fronteras de los estados nacionales, que un evento como, por ejemplo, el Holocauto judío pueda ser recontado, rememorado y recordado en cualquier parte del planeta por la dispersión de los diáspora judía en el globo y por la conectividad que permite a la vez los medios electrónicos. Después de la Segunda Guerra Mundial, las experiencias coloniales, las guerras e intervenciones militares, los deportados e inmigrantes con sus narrativas de explotación, exclusión y sobrevivencia han enriquecido este paisaje de memorias históricas que permite el registro, análisis y la movilización de recursos por la protección de las minorías y ciudadanos víctimas de regímenes autoritarios, dictatoriales o las mafias en los llamados estados fallidos. En este sentido, el segundo número de la revista Convivencia, si bien no da cuenta de los múltiples fenómenos que afectan a América Latina, sí ha hecho una selección de trabajos en relación con las memorias históricas donde la representación literaria se hace presente en la sección de artículos en los textos de Máximo Hernán Mena que, a través de la novela Pretérito Perfecto de Hugo Fouguet, explora el concepto de barricada textual en la historia de represión en Tucumán, Argentina; el texto de Cristian Ignacio Vidal Barría que con la novela Actas de Marussia (1974) de Patricio Manns propone una lectura alegórica de la dictadura militar chilena a partir de la represión de los trabajadores de Marusia en 1925; el texto de Claudia Gatzemeier que, con la novela de Edgardo Cozarinski En ausencia de Guerra (2014), trata la relación memoria e historia después de un interesante análisis teórico de esta problemática donde se analizan las cuatros tendencias de la novela con respecto a la memoria y donde se afirma el carácter contructivista de ésta. Hay dos trabajos sociológicos, uno el de Oleski Miranda que por medio de las narrativas sociales de los desplazados del Municipio de Cabimas, Venezuela, analiza el concepto de “marginalidad confusa” y el otro que es el texto de María Soledad Schulze que propone con el método etnográfico explorar las narrativas identitarias de los trabajadores de Mar del Plata que pasaron por las transformaciones laborales de la década del noventa del siglo pasado. En esta sección está además el artículo de David Walter Dal Castello que nos sitúa en el Buenos Aires del siglo XIX con respecto a las prácticas y las imágenes de la muerte, proponiendo así una nueva lectura de este fenómeno a través de la memoria y de la historia. En la sección de ensayo contamos con textos de Guillermo Castro, Luz Eliana Tabares Paez y de Camara Nahiyé Leon que estudian el medio ambiente, la poética del paisaje y al escritor africano Donato Ndongo Bidoyo.

Editor

Presentación

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 9-10 ISSN: 2313-7290

10

Page 11: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

ARTÍCULOS

Page 12: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290
Page 13: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Presos de todos nuestros ayeres1

En ausencia de Guerra de Edgardo Cozarinsky en los contextos de una cultura de la memoria

Claudia Gatzemeier*(Universidad de Leipzig)

Resumen:

Partiendo de conceptos teóricos fundamentales sobre la cultura de la memoria (Agamben, Halbwachs, Nietzsche, Nora) y de trabajos más recientes al respecto (Richard, Jelin), el presente artículo expone cuatro tendencias principales de la novela de memoria actual (aporte de la generación de los hijos/nietos de la dictadura, nuevos enfoques en los conceptos de víctima/victimario, reflexiones metatextuales y metahistoriográficas, análisis de estructuras persistentes) y las ejemplifica con textos argentinos, chilenos y españoles (de Zambra, Costamagna, Fontaine, Sime, Rosa y Brizuela, entre otros). Después se analiza más detalladamente la novela En ausencia de Guerra de Edgardo Cozarinsky (2014) dentro de los contextos de una cultura de la memoria. 1 El título de este artículo retoma una cita de Macbeth de Shakespeare (V,5, 19-23, itálicas mías), tornada en leitmotiv de la novela En ausencia de Guerra (véase Cozarinsky, 2014, p. 77; p. 81; p. 101): Tomorrow, and tomorrow, and tomorrow Creeps in this petty pace from day to day, To the last syllable of recorded time; And all our yesterdays have lighted fools The way to dusty death.

* Alemana. Estudió filologías románicas en la Universidad de Leipzig y se doctoró allí en 1982. Actualmente es profesora de literatura en el Instituto de Romanística / Centro de Investigación Iberoamericana de la Universidad de Leipzig. Sus campos de investigación principales son los estudios de memoria, la literatura fantástica y la literatura latinoamericana contemporánea. Publicaciones recientes: Con F. A. Blanco, W. Bongers, A. de Toro, Archivo y Memoria. Culturas subversivas de la memoria en arte, medios, literatura, ensayo y en la experiencia cotidiana. Latinoamérica 1970 – 2010. Chasqui: revista de literatura latinoamericana. Special Issue No. 5. Tempe, Arizona 2013 (coed.); “Hacia una estética de la marginalidad. Entre la nueva novela negra y el realismo sucio: Retrato de familia con muerta de Raúl Argemí y Bajo este sol tremendo de Carlos Busqued”, en: Sabine Schmitz/Annegret Thiem/ Daniel A. Verdú Schumann (Hrsg.). Diseño de nuevas geografías en la novela y el cine negros de Argentina y Chile. Frankfurt/ Madrid: Iberoamericana Editorial Vervuert. (Ediciones de Iberoamericana, 67) 2013. 193 – 207; La literatura fantástica española e hispanoamericana. Historia - teoría - textos. Stuttgart: Schmetterling Verlag, 2009.

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 13-25

ISSN: 2313-7290

13

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

Page 14: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Palabras clave: Cultura de la memoria, generación de los hijos/nietos, conceptos de víctima/victimario, análisis de estructuras persistentes, Edgardo Cozarinsky

Abstract:

Based on fundamental concepts about the culture of memory (Agamben, Halbwachs, Nietzsche, Nora) and on more recent publications in this field (Richard, Jelin), this article presents four main trends in current memory novel (contribution of the generation of children/grandchildren of the dictatorship, new approaches to concepts of victim/offender, meta-textual and meta-historiographical reflection, analysis of persistent structures), exemplified with Spanish, Chilean an Argentinean texts (by Zambra, Costamagna, Fontaine, Sime, Rosa and Brizuela, among others). Then follows a more detailed analysis of the novel En ausencia de Guerra by Edgardo Cozarinsky (2014) in the contexts of a culture of memory.

Keywords: Culture of memory, children/grandchildren of the dictatorship, concepts of victim/offender, analysis of persistent structures, Edgardo Cozarinsky

[L]a historia fabrica extrañas figuras y no rechaza las simetrías de la ficción, igual que si persiguiera con ese designio formal dotarse de un sentido que por sí misma no posee. (Cercas, 2009, p. 211)

Introducción

La “ola de recuerdo” surgida ya hace más de tres decenios se ha tornado en una constante de la cultura contemporánea. No ha bajado la coyuntura del tema, aunque con el paso del tiempo sí han cambiado (y siguen cambiando) los enfoques y las perspectivas y se han diversificado los campos temáticos abarcados (en las manifestaciones mismas y en los estudios científicos respectivos) así como los procedimientos y recursos artísticos/literarios utilizados. La proliferación incesante de marcas simbólicas y topográficas así como de textos explícitamente anclados en el pasado (reciente) pone de relieve la necesidad y el afán (de las sociedades y de los individuos) de hacer un balance para poder crear una visión de futuro, lo que presupone, sobre todo, que recuerden y asimilen los acontecimientos más traumáticos de sus historias, de sus

Claudia Gatzemeier

14

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

Page 15: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

vidas. Por eso son, sobre todo, los contextos de las sociedades post-dictatoriales en los que predominan los debates en torno a una cultura de la memoria.

Otro factor de gran influencia en la coyuntura del tema es la globalización que ha traído consigo la difuminación de fronteras y límites y la pérdida de identidades (antes por lo menos aparentemente) fijas. En su afán de autodefinirse, las comunidades andan en búsqueda de sus supuestas raíces y tratan de construir relatos de su memoria colectiva hasta cierto punto consensuales, lo que exige un enfrentamiento con memorias hasta el momento marginalizadas o calladas. Como la desmitificación de la Historia oficial esconde el peligro de llevar a la mitificación de la Historia silenciada2 , lo que sería otro callejón sin salida, es indispensable superar las meras contraposiciones entre memorias y anti-memorias a favor de una voluntad de mutuo reconocimiento entre memorias en conflicto.

Además, es necesario reflexionar paralelamente sobre el desarrollo de un lenguaje adecuado para la memoria y sobre las situaciones de enunciación y sus condiciones respectivas. Giorgio Agamben (2003) ya había tematizado la problemática del testigo y las capacidades y los límites del testimonio y del acto de testimoniar. Pero no sólo callan los que no tienen voz, muchas veces callan también los que la tienen, sea por miedo a reabrir heridas no cicatrizadas, sea para evitar un examen crítico de la propia conciencia, sea por no encontrar las palabras adecuadas.

Al estudiar las complejas relaciones entre pasado, presente y futuro hay que tener en cuenta el carácter constructivista de la memoria y, asimismo, de la Historia3, por lo cual Nelly Richard caracteriza la memoria y, en

2 Ulrich Winter describe estos procesos para el caso de España (2006, 9ss.), remitiendo a publicaciones de Labanyi (1989) y Herzberger (1995).3 El carácter constructivista de la Historia ya se destacó en los trabajos de la nouvelle histoire (véase Le Goff et al. 1988). Los conceptos de la memoria desarrollados dentro del marco de diferentes disciplinas han retomado las ideas sobre la memoria colectiva de Maurice Halbwachs (1967; 2008) y las reflexiones de Aby Warburg sobre una memoria social basada en un repertorio de símbolos (2000), menos influyentes en la época de su primera publicación. En investigaciones más recientes (Assmann, 1999; Erll 2005) –al reconocer el carácter narrativo de textos historiográficos y las repercusiones resultantes– se pone en cuestión la distinción estricta entre historia y memoria todavía postulada por Nietzsche (1999) y también por Halbwachs (ibíd.) y Nora (1997). Respecto a las características comunes entre historiografía y ficción véase White (1994).

En ausencia de Guerra de Edgardo Cozarinsky en los contextos de una cultura de la memoria

15

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

Page 16: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

especial, cada acto conmemorativo como “proceso de reinterpretación del pasado que deshace y rehace sus nudos para que se ensayen de nuevo sucesos y comprensiones (…) remeciendo el dato estático del pasado con nuevas significaciones” (Richard, 1998, p. 29). La situatividad de la memoria implica “la importancia de historizar las memorias, de mirar la historia de las memorias a lo largo del tiempo y no las memorias tomadas como sentidos cristalizados” (Jelin, 2013, s.p.) y, por ende, es indispensable contextualizar las memorias a corto plazo en un marco temporal más largo haciendo hincapié en continuidades estructurales más generales. El enfoque en las estructuras, (relativamente) nuevo en los estudios de memoria, parece retomar una de las bases principales de la segunda generación de la Escuela de los Annales (por la revista Annales d’histoire économique et sociale) en torno a Fernand Braudel, en los años cincuenta.

Textos y contextos

Reflexiones parecidas y preocupaciones semejantes a las mencionadas arriba han servido de base a toda una serie de novelas publicadas en los últimos años4 . Las diversificaciones temáticas se reflejan, en primer lugar, en cuatro campos principales: a) la inclusión de las historias/memorias de la generación de los hijos/nietos de la dictadura, b) la superación de la mera oposición víctima vs. victimario, c) la proliferación de reflexiones metatextuales y metahistoriográficas y d) la búsqueda por paralelismos y continuidades estructurales.

a) La generación de los hijos/nietos de los regímenes totalitarios representa a los que no tuvieron ni la posibilidad ni la obligación moral de luchar contra la dictadura –aunque fueron afectados directamente por ella y, posteriormente, por el difícil proceso de la transición/de la (re )democratización– y ahora tienen que entrar en el primer plano y participar activamente en la construcción del presente de sociedades todavía marcadas por el peso del pasado. El novelista chileno Alejandro Zambra los denomina “personajes secundarios” (Zambra, 2011, p. 11), ya que en un momento crucial de la historia reciente de su país y de su vida no habían podido desempeñar un papel decisivo. Además, fueron adiestrados en el no preguntar para no abrir heridas mal cicatrizadas, programados para no remover (el lema de la educación fue “come y calla”, ibíd., p. 114). “La memoria es un almacén de desperdicios” (Costamagna, 2002, p. 22) es la respuesta estereotípica con la 4 En mis investigaciones me he concentrado en novelas argentinas, chilenas y españolas.

16

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

Claudia Gatzemeier

Page 17: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

que el padre de la protagonista de Cansado ya del sol de Alejandra Costamagna se niega a contestar cada pregunta de ésta por su origen y su pasado. Pero el papel creciente de la generación de los hijos/nietos en la sociedad actual y sus tareas futuras requieren que se autodefinan, que cuenten sus historias, que llenen los espacios en blanco. Textos de esta índole son, entre muchos otros, las ya citadas novelas Formas de volver a casa de Zambra (2011) y Cansado ya del sol de Costamagna (2002) o Fuenzalida de Nona Fernández (2012)5.

b) Es tan obvio como natural que en un primer momento de apertura política predominaban textos testimoniales de las víctimas que –contando sus historias– empezaron a recuperar su lugar en el discurso. Merecían y merecen ser escuchados con atención y empatía. Por otra parte, la condena (por supuesto absolutamente justificada) de las violaciones de derechos humanos y el rechazo decisivo de la tortura trajeron consigo el desarrollo de conceptos de víctima y victimario completamente dicotómicos: la víctima como personificación del bien irreprochable y el victimario como personificación del mal diabólico esencial. Tales dicotomías estrictas dejan poco espacio para mostrar ambigüedades y dificultan el análisis profundo de estructuras totalitarias, de mecanismos y bases del poder y de las condiciones (psicológicas y sociales) que facilitan el establecimiento de sistemas dictatoriales. Son novelas como El Desierto de Carlos Franz (2005), Carne de Perra de Fátima Sime (2009)6 o La vida doble de Arturo Fontaine7 (2010) que rompen con modelos demasiado simplificadores haciendo resaltar la borrosidad de la frontera entre víctima y victimario. Así, las protagonistas de Sime y de Fontaine son tanto lo uno como lo otro y se ven involucradas en complejas interdependencias y redes de poder de las que no pueden salir –y en las que se basan los mecanismos de represión del sistema totalitario. Las protagonistas María Rosa (de Sime) e Irene/Lorena (de Fontaine) dan testimonio de lo que les ha pasado y de lo que ellas han hecho –de manera sobria, sin encubrir su culpa, pero también sin arrepentirse8 ni defenderse ante la sólo supuesta superioridad moral 5 Véase mi análisis detallado de las primeras dos novelas (Gatzemeier, 2013, pp. 101–114). La novela de Fernández la analicé en mi ponencia en el IV Encuentro Interdisciplinario sobre Estudios de Memoria. Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica / Universidad Centroamericana (IHNCA-UCA) en Managua (2014). La publicación del artículo correspondiente está previsto para otoño de 2015 en la Revista de Historia, núm. 32 publicada por el IHNCA-UCA.6 Véase mi análisis de la novela de Sime (Gatzemeier, 2013, pp. 101–114).7 Véase el análisis de la novela de Fontaine de Alfonso de Toro (2013, pp. 67–90).8 Refiriéndose a la Divina Comedia de Dante, la protagonista de Fontaine explica: “El Demonio no se arrepiente y sin embargo llora, llora sin esperanza. Hay algo indigno

17

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

En ausencia de Guerra de Edgardo Cozarinsky en los contextos de una cultura de la memoria

Page 18: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

de sus interlocutores/lectores refutada explícitamente por Irene/Lorena (“Huelo tu desprecio de alma bella.” [Fontaine, 2010, p. 40]). No obstante, las dos se preguntan, de manera ejemplar, si había existido (y sigue existiendo) algo en su personalidad, en sus rasgos de carácter, en sus genes, alguna predisposición que había favorecido su transformación primero en víctima y después en victimaria. Sin poder contestar a esta pregunta esencial queda como única conclusión que “[l]a verdad es demasiado inquietante, espinuda, contradictoria y espantosa. La verdad es inmoral” (ibíd, p. 39).

c) La proliferación de reflexiones metatextuales y metahistoriográficas en las novelas de memoria más recientes abarca, en términos generales, dos aspectos: la (falta de) capacidad del lenguaje de representar lo vivido, por una parte, y los mecanismos de creación de discursos que moldean la memoria que heredarán las siguientes generaciones, por otra.

Un sinfín de ejemplos, entre otros los textos citados arriba, demuestran que el lenguaje llega a sus límites ante la inmensidad de la experiencia traumática. Las palabras parecen ser meras carcasas, cuyos significados, de manera abstracta, conocemos, pero que, sin embargo, resultan ser incapaces de transmitir el dolor, el terror, el miedo, la humillación, la desesperación experimentados. En vista de la incapacidad del lenguaje de representar lo esencial de la experiencia extrema, más allá de parcas enumeraciones de datos y hechos, enmudecen resignadas las voces. Son los cuerpos quienes “hablan” ya que todo lo vivido deja sus huellas inscritas en ellos y éstas se manifiestan en reacciones en muchos casos incontrolables por la voluntad. Por más que, por ejemplo, la protagonista de Carne de perra quisiera empezar una vida nueva, su cuerpo no le obedece: “Mi cuerpo no estaba convencido, tenía su propia memoria y seguía prisionero” (Sime, 2009, p. 41). La consecuencia lógica es que se perderán los significados inscritos en los cuerpos cuando las vidas terminen. La protagonista de La vida doble se refiere a este aspecto subrayando que “[n]adie puede comprender esta historia. Y nadie lo querría. Es inútil. […] quedará la cáscara de los hechos, la pornografía del horror. […] Pero lo que les dio un sentido, lo que los hizo humanos, muere con nosotros” (Fontaine, 2010, p. 39).

Dado el carácter constructivista de cada narración del pasado9 , muchos en el arrepentimiento y el deseo de perdón, algo cristianoide que me molesta” (2010, p. 40).9 Véase nota 3.

18

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

Claudia Gatzemeier

Page 19: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

textos tematizan la capacidad de la ficción para llenar los espacios en blanco dejados por la historiografía, los dos ámbitos se consideran complementarios. Así, por ejemplo, el autor ficcionalizado de la novela El vano ayer de Isaac Rosa (2004) verifica las fuentes bibliográficas e historiográficas sólo para poder centrarse en la ficción (ibíd., p. 18) y la protagonista de La vida doble duda si no sería mejor que su interlocutor la imaginara él sólo (véase Fontaine, 2010, p. 39). La ficción sirve para debatir sobre contenidos y formas de la construcción del pasado en el discurso público y sobre modalidades, consecuencias y funciones de una cultura de la memoria. Ya al principio de El vano ayer el narrador plantea la cuestión central:

¿Conseguiremos que ese retrato sea más que una fotografía fija, sea un análisis del período y sus consecuencias más allá de los lugares comunes, más allá del pintoresquismo habitual, de la pincelada inofensiva, de la épica decorada y sin identidad? ¿Será posible, en fin, que la novela no sea en vano, que sea necesaria? (Rosa, 2004, p. 17).

Las funciones de la ficción influyen también en el nivel discursivo de los textos: en general, se multiplican las perspectivas mediante la introducción de varias voces narrativas, y en muchos casos con los diferentes narradores, oralidad y escritura entran en competición, abriendo el paso hacia un nivel metadiscursivo. Hay que subrayar que reflexiones al respecto no sólo se dan en textos ficcionales sino también en textos establecidos en el cruce de géneros entre novela, crónica y ensayo, como lo demuestra, por ejemplo, Anatomía de un instante de Javier Cercas (2009).

d) “[L]a historia es como la materia y en ella nada se crea ni se destruye: sólo se transforma” (Cercas, 2009, 275). Así, la historia no está considerada como sucesión meramente casual de acontecimientos singulares sino parece ser regida por leyes generales que quedan por descubrir. Por ende, conocer la historia, analizar paralelismos y continuidades estructurales nos puede ayudar a comprender fenómenos y desarrollos de las sociedades actuales. Un ejemplo de una búsqueda por estructuras persistentes se da en la novela Una misma noche de Leopoldo Brizuela (2012)10 cuya trama se basa en la analogía entre

10 Analicé detalladamente la novela de Brizuela en mi ponencia en el IV Encuentro Interdisciplinario sobre Estudios de Memoria. Véase nota 5.

19

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

En ausencia de Guerra de Edgardo Cozarinsky en los contextos de una cultura de la memoria

Page 20: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

dos asaltos a la casa vecina de la familia del protagonista, uno en 1976, en los primeros momentos de la dictadura militar argentina, y el otro en 2010. El narrador/protagonista se pregunta cómo puede ser que “[...] a pesar de los avances de los derechos humanos, el ‘aparato represivo’, o ‘el crimen organizado’, como quiera llamársele, siga [sigue] igual” (Brizuela, 2012, p. 10). Considera la escritura como “una manera única de iluminar la conexión entre el pasado y el presente” (ibíd. p. 23). Por otra parte, está consciente de la capacidad de las palabras de formar y figurar realidades y no puede ni quiere transmitir “un relato único y dominante” del pasado. Los sentidos se atribuyen a posteriori.

Paralelismos y correlaciones entre mundos a primera vista muy distantes sirven de base a la novela En ausencia de guerra de Edgardo Cozarinsky que a continuación voy a analizar más detalladamente.

De la tragedia a lo grotesco. En ausencia de guerra de Edgardo Cozarinsky

El narrador/protagonista de la novela de Cozarinsky, Daniel, es un escritor de mediana edad (acaba de cumplir los cincuenta y cinco) que viaja de Buenos Aires, donde había nacido, a París, donde había vivido por muchos años, de la una a la otra de las dos ciudades que marcan principalmente las topografías imaginarias de su memoria. Es un intelectual, frío, escéptico, hasta cínico que desde su adolescencia ha vivido en “un mundo protegido de libros y conversaciones sobre libros y desinterés por la confusa, mortífera sociedad que se agitaba fuera de las páginas impresas” (Cozarinsky, 2014, p. 159). A principios sin admitirlo, “había empezado a sentir que le [me] estaba resultando estrecho” (ibíd., p. 160) y en el transcurso de la trama poco a poco se desprende del que había sido: “[…] aquel personaje se disipaba y me dejaba libre para arrojarme al deseo de algo diferente, aún sin nombre […]”(ibíd, p. 161).

La trama comienza cuando el protagonista descubre una carta en un libro encontrado en una caja de los bouquinistes en los muelles del Sena, una carta firmada por su anciana amiga Delia, una poeta argentina ya fallecida y olvidada por los círculos literarios. La “engañosa curiosidad literaria” (ibíd., p. 160) y la ilusión de encontrar “personajes y anécdotas para una ficción futura” (ibíd.) le hacen lanzarse a una búsqueda que lo llevaría desde la tragedia de la dictadura militar argentina, desde ideales falsos y/o perdidos hasta secuestros fingidos, la “delincuencia

20

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

Claudia Gatzemeier

Page 21: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

política, la mentira institucionalizada, las ficciones populistas” (ibíd, p. 29) y la hipocresía financiera de los bancos suizos (véase ibíd. p. 109) y hasta todo lo que

[…] algunos ingenuos llamaron el «horror político» del siglo pasado, como si ese horror no viniera cabalgando desde tiempos inmemoriales, como si hoy no avanzara arrasando en el nuevo siglo, con calabozos imaginarios donde se pudren interminablemente sueños traicionados y traiciones redituables, donde pululan fantasmas que se creen vivos y no cesan de dirimir deudas impagas y venganzas sin alivio (ibíd., p. 192s.).

Aquí no está cierto absolutamente nada y nadie es lo que parece ser a primera vista. No hay ni lo blanco ni lo negro, sino sólo un sinfín de sombras de grises. Por lo visto, no tiene razón Marx con su concepto sistemático de la Historia, pues que ésta, en “tierras cimarronas, […] no necesita repetirse para pasar de la tragedia a lo grotesco” (ibíd, p. 52). Al final de la trama, reflexionando sobre su propia actitud, también el protagonista (a principios tan distante, hasta soberbio) debe reconocer que “[…] las bestias feroces permanecemos dando vueltas en las jaulas que hemos aceptado. Y yo, lo reconozco, puedo no ser aún una de ellas pero me he descubierto una firme vocación por serlo” (ibíd, p. 177).

Con la primera trama de la novela se entrelaza otra segunda que retoma explícitamente la estructura de la novela Extraños en un tren de Patricia Highsmith (Strangers on a Train, 1950), llevada al cine en 1951 por Alfred Hitchcock (véase Cozarinsky, 2014, p. 70s.)11 . En la novela de Cozarinsky, Leila, una mujer de origen argelino, le propone al protagonista una venganza cruzada: Si él matara al hombre que había denunciado a su padre durante la guerra de Argelia, ella mataría a un tal Juan Manuel Herrera que –según Leila– resume todo lo que el protagonista detesta en una generación de sus compatriotas. Herrera no es sólo un delincuente, el último superviviente de los autores del caso de la familia de Delia, sino “culpable de una estafa moral” (ibíd., p. 118) hacia sus propios hijos. El protagonista se pregunta “si toda esta trama no era […] una variación perversa de lo que en tiempos menos austeros se llamaba un juego de sociedad” (ibíd.). Sin aceptar

11 Tanto la novela de Highsmith como la versión fílmica de Hitchcock tuvieron un gran impacto en la cultura popular: se hicieron adaptaciones, imitaciones y parodias en diferentes medios.

21

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

En ausencia de Guerra de Edgardo Cozarinsky en los contextos de una cultura de la memoria

Page 22: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

el compromiso, pero curioso por conocer los trasfondos, sigue la pista –hasta llegar a un desenlace meramente grotesco. Mientras tanto, Leila parece haber cumplido su promesa…

Para todos los caracteres principales de la novela desempeñan un papel primordial las topografías imaginarias de sus pasados a las que se adscriben significados difícilmente comparables con las realidades históricas y menos aún con las realidades actuales respectivas. Para el abogado Laredo (que está en el punto crucial de casi todas las líneas de la trama) y, en parte, como memoria heredada, también para el protagonista Daniel es el Tánger de la Zona Internacional (1923–1956), el paraíso perdido de “un Tánger mercantil, hospitalario, políglota, una ciudad que iba a seguir el destino de Esmirna, de Salónica, de Alejandría, metrópolis abolidas, sociedades inaceptables para las ideologías que fueron ganando poder durante el siglo pasado” (ibíd, p. 37). Para Leila es la Argelia de los álbumes de fotos y relatos familiares. Maître Laredo sabe que una visita a la Tánger de hoy empañaría sus recuerdos y Leila nunca ha querido visitar el país donde nació y tampoco quiere ver películas sobre la Argelia actual. Y al protagonista Daniel le ha marcado la imagen de su ciudad natal de Buenos Aires:

Yo aprendí a amar, en sucesivas versiones desgastadas, degradadas, a mi ciudad, había aprendido a convivir con sus erupciones de barbarie aunque no hayan dejado de asustarme, a gustar de la creatividad anárquica de su presente, a no buscar solamente erráticos residuos de su pasado. Sí, eran, todos, territorios imaginarios, vestidos con el prestigio que solo puede prestar el deseo (ibíd, p. 81s.).

El narrador/protagonista está consciente de que nuestras coordinadas principales, espacio y tiempo, no son categorías objetivas, sino altamente subjetivas, semánticamente cargadas y, por ende, relativas.

En la novela de Cozarinsky se menciona una gran cantidad de otros textos literarios y de obras de arte de diferentes épocas. A veces sólo se trata de breves alusiones que invitan al lector a lanzarse a la búsqueda de los contextos respectivos, otras referencias dan impulso a reflexiones más extensas en el texto mismo. Lo último ocurre, por ejemplo, en el caso de la novela Ferito a morte de Raffaele La Capria (publicada en 1961), la cual el narrador considera un “ejercicio de arqueología de la

22

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

Claudia Gatzemeier

Page 23: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

memoria en forma de novela” y que lo lleva a resumir que “[h]ay una herida no cicatrizada, «herida mortal» la llamó La Capria, que todos cuidamos amorosamente, una herida personal, intransferible, que permite respirar cuando asfixia la vida (que algunos llaman) real” (ibíd., p. 83). Muy esclarecedor es, sobre todo, la interpretación de la pintura La Deposición (El descendimiento de la cruz, 1525–1528) de Jacopo da Pontormo que la joven Mariana le da al protagonista en uno de los últimos capítulos de la novela. Habla de la incertidumbre transmitida por el cuadro y realza que las figuras aparecen “atónitos, inermes, como si buscaran un sentido al desastre en que se encuentran, y no lo hallaran” (ibíd., p. 187) –una descripción que parece ser aplicable a todo el mundo expuesto en la novela.

Para poder encontrar nuestro rumbo “[q]ueremos saber el sentido de lo que sale a la luz, preguntamos cuándo y cómo y por qué” (ibíd., p. 9), pero los sentidos se dan a posteriori…

Bibliografía

1. TextosBrizuela, Leopoldo. (2012). Una misma noche. Madrid: Alfaguara.

Cercas, Javier. (2009). Anatomía de un instante. Barcelona: Mondadori.

Costamagna Crivelli, Alejandra. (2002). Cansado ya del sol. Santiago de Chile: Planeta Chilena (Biblioteca del sur).

Cozarinsky, Edgardo. (2014). En ausencia de guerra. Buenos Aires: Tusquets.

Fernández, Nona. (2012). Fuenzalida. Santiago de Chile: Random House Mondadori.

Fontaine, Arturo. (2010). La vida doble. Buenos Aires: Tusquets.

Franz, Carlos. (2005). El desierto. Barcelona: Mondadori.

Rosa Camacho, Isaac. (2004). El vano ayer. Barcelona: Seix Barral.23

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

En ausencia de Guerra de Edgardo Cozarinsky en los contextos de una cultura de la memoria

Page 24: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Sime, Fátima. (2009). Carne de perra. Santiago de Chile: LOM.

Zambra, Alejandro. (2011). Formas de volver a casa. Barcelona: Anagrama.

2. CríticaAgamben, Giorgio. (2003). Was von Auschwitz bleibt. Das Archiv und der Zeuge. Frankfurt/M.: Suhrkamp.

Assmann, Aleida. (1999). Erinnerungsräume. Formen und Wandlungen des kulturellen Gedächtnisses. München: Beck.

Erll, Astrid. (2005). Kollektives Gedächtnis und Erinnerungskulturen. Eine Einführung. Stuttgart/ Weimar: Metzler.

Gatzemeier, Claudia. (2013). ¿Silencio – olvido – disociación – imposibilidad de decir? Llenar el vacío para recuperar el pasado. Reflexiones sobre Carne de perra de Fátima Sime, Cansados ya del sol de Alejandra Costamagna y Formas de volver a casa de Alejandro Zambra. En: Fernando A. Blanco; Wolfgang Bongers; Alfonso de Toro; C. Gatzemeier. (Eds.). Archivo y Memoria. Culturas subversivas de la memoria en arte, medios, literatura, ensayo y en la experiencia cotidiana. Latinoamérica 1970 – 2010. Chasqui: revista de literatura latinoamericana. Special Issue No. 5. Tempe, Arizona. 101–114.

Halbwachs, Maurice. (1967). Das kollektive Gedächtnis. Stuttgart: Enke.

_________________. (2008 [reimpr.]). Das Gedächtnis und seine sozialen Bedingungen. Frankfurt/M.: Suhrkamp.

Jelin, Elizabeth. (2013). Memoria y democracia. Una relación incierta, Recuperado de IDES, Argentina: Foros sobre Memoria Social e Historia Reciente. <http://memoria.ides.org.ar/files/2014/02/TEXTO-JELIN-FORO-1.pdf>. Publicado en Política. Revista de Ciencia Política. Instituto de Asuntos Públicos, Universidad de Chile, Santiago de Chile, vol. 51, n. 2, 129–144, 2013.

Le Goff, Jacques; Chartier, Roger; Revel, Jacques. (Eds.). (1988). La nouvelle histoire. Bruselas: Editions Complexe.

Nietzsche, Federico. (1966-[1932]). Obras completas. Vol. I. Consideraciones intempestivas. Humano, demasiado humano. Traducción, introducción y notas de Eduardo Ovejero y Maury. Madrid: Aguilar.

24

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

Claudia Gatzemeier

Page 25: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

_________________. (1999 [1874]). Vom Nutzen und Nachteil der Historie für das Leben. En: Unzeitgemäße Betrachtungen. Zweites Stück. Sämtliche Werke. Kritische Studienausgabe in 15 Bänden. Deutscher Taschenbuch Verlag und W. de Gruyter. Vol. 1. 243–334.

Nora, Pierre. (1997). Les lieux de mémoire. Paris: Gallimard. Coll. Quarto.

Richard, Nelly. (1998). Residuos y metáforas: ensayos de crítica cultural sobre el Chile de la transición. Santiago de Chile: Cuarto Propio.

Toro, Alfonso de. (2013). La escritura de imaginación como construcción de memoria. Topografía del dolor y del placer o Más allá de la culpa. La vida doble de Arturo Fontaine. En: Fernando A. Blanco; Wolfgang Bongers; Alfonso de Toro; C. Gatzemeier. (Eds.). Archivo y Memoria. Culturas subversivas de la memoria en arte, medios, literatura, ensayo y en la experiencia cotidiana. Latinoamérica 1970 – 2010. Chasqui: revista de literatura latinoamericana. Special Issue No. 5. Tempe, Arizona. 67–90.

Warburg, Aby. (2000). Der Bilderatlas Mnemosyne. Berlin: Akademie-Verlag.

Trad.: Atlas Mnemosyne, Madrid: Ediciones Akal, 2010.

White, Hayden. (1994). Metahistory. Die historische Einbildungskraft im 19. Jahrhundert in Europa. Frankfurt/M.: Fischer.

Winter, Ulrich (Ed.). (2006). Lugares de memoria. Guerra Civil y franquismo: representaciones literarias y visuales. Frankfurt / Madrid: Vervuert – Iberoamericana (Estudios de Cultura de España, vol. 9).

25

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 13-25 ISSN: 2313-7290

En ausencia de Guerra de Edgardo Cozarinsky en los contextos de una cultura de la memoria

Page 26: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290
Page 27: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Transformaciones urbanas de la muerte. Buenos Aires,findesigloXIX

David Walter Dal Castello*

ResumenEste artículo trata las relaciones entre prácticas funerarias públicas y ciertos espacios y territorios urbanos de Buenos Aires a fines del siglo XIX. Asumimos que la imagen de la muerte alcanzó durante esos años, una insoslayable presencia urbana, operando como instrumento de diferenciación social, configurando territorios de moralidad y escenarios de reciprocidad entre muertos y vivos, cuestión que habilita miradas alternativas a las historias urbanas tradicionales de Buenos Aires.Se analizarán discursos generados desde una determinada “cultura científica” que ponía en crisis modelos tradicionales de elaboración y territorialidad funeraria. Documentos literarios, periodísticos, municipales, médicos y cartográficos de la época serán observados en tanto productores de imágenes urbanas, que configuraron escenarios performativos indeterminados, de intercambios simbólicos de presencia por ausencia (Schechner, 2010; Belting, 2012). La institución de nuevos fragmentos urbanos ligados al procesamiento y retención pública de la muerte, y de otros fragmentos para expulsarla, surgen como principales resultados de este artículo.

Palabras Clave: historia urbana de la muerte, moral urbana, escenarios rituales, presencias y ausencias de la muerte, delimitación territorial.

AbstractThis article deals with the relation between funerary practices and certain urban spaces and territories of Buenos Aires at the end of 19TH Century. We believe that the image of death reached an unavoidable * Argentino. Arquitecto, facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires (FADU-UBA). Especialista en historia y Crítica de la Arquitectura, Diseño y Urbanismo, FADU-UBA. Maestrando, Maestría en Historia y Crítica de la Arquitectura, Diseño y Urbanismo (MAHCADU, FADU UBA). En proceso de defensa de tesis, LA CIUDAD CIRCULAR. Espacios y territorios de la muerte en Buenos Aires 1868-1903.Doctorando desde 2014. Programa de doctorado de la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo, UBA. Ex becario de Investigación, becas UBA. Profesor adjunto en la materia Introducción al Diseño y la Arquitectura Moderna de la carrera de Diseño Industrial, cátedra Horacio Caride Bartrons (FADU-UBA). Profesor adjunto en la materia Historia de la Arquitectura de la carrera de Arquitectura, cátedra Mario Sabugo (FADU-UBA). Investigador por el Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo”, (IAA-FADU-UBA). Investigador en el proyecto UBACyT 2014-2017 titulado: “Historia urbana de Buenos Aires. Temas y problemas de la construcción de la historia de la arquitectura porteña, período 1948-3013. Integrante del Programa de Estudios Históricos de las Heterotopías del IAA, FADU, UBA.

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 27-44

ISSN: 2313-7290

27

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

Page 28: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

urban presence as an instrument of social distinction, the setting of moral territories and reciprocity scenes between dead and living people, all aspects that enable alternative looks to the traditional urban histories of Buenos Aires. Speeches generated from a determined “scientific culture” that questioned traditional models of funeral elaboration and territoriality will be analyzed here. Literary, journalistic, municipal, medical and cartographic documents will be observed as urban images producers, setting indeterminate performative scenes of symbolic presence by absence exchanges (Schechner, 2010; Belting, 2012). Institution of new urban fragments related to public processing and retaining of death, or other fragments for expelling it, appear as main results of this article.

Keywords: urban history of death; urban morality; ritual scenes; presence and absence of death; territorial delimitation.

Introducción

Aunque durante las últimas décadas del siglo XX los estudios de las ciencias sociales sobre la muerte adquirieron mayor relevancia no ocurrió lo mismo con la arquitectura, en donde la relación de la muerte con la ciudad y el territorio siguen siendo poco abordados por la bibliografía específica y son, acaso, los cementerios, sus crónicas históricas y su dimensión patrimonial, algunos de los pocos ejemplos de estudios emergentes durante las últimas décadas. Proponemos ocuparnos de la presencia de la muerte desde un enfoque teórico transdisciplinar que permita incorporar otras lógicas de interpretación centrándonos en un particular discurso histórico positivista. Afín a las nociones de “performance cultural” (Schechner, 2010), y de “proceso de muerte” (Martínez, 2010) trataremos el tema como un proceso pautado, una secuencia ceremonial que implica profundos significados culturales y que, por lo tanto, permite construir miradas alternativas sobre la ciudad y su constitución material y simbólica. Contrariamente a lo que sostienen las principales teorías que identifican a la muerte con un “tabú”, una “interdicción”, una “prohibición”, un “ocultamiento” o un “silenciamiento” (Morin, 1951; Gorer, 1955; Ariès 2007; Elias, 2011; Vovelle, 1985), en este artículo analizaremos cómo su imagen alcanzó, en las últimas décadas del siglo XIX, una presencia urbana que constituyó un instrumento de diferenciación de grupo social en un momento de movimientos significativos. La consideración histórico-local de los argumentos teóricos mencionados permite redireccionar y reelaborar el concepto de la muerte en relación con esta ciudad. Esa reelaboración nos permite sostener que la muerte alcanzó, en Buenos Aires finisecular,

David Walter Dal Castello

28

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

Page 29: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

múltiples modos de presencia, que incidieron recíprocamente en las valoraciones morales del habitar y de las configuraciones urbanas. El estudio de dos casos específicos nos enfrenta a la oportunidad de considerar otros modos de arraigo y ruptura de tradiciones y prácticas funerarias, que buena parte de la historiografía internacional asoció a lo rural y la ciudad respectivamente (Elias, [1982] 2011).

Desde un punto de vista metodológico la noción de rite de pasage propuesta por Arnold Van Gennep ([1909] 2008) puede resultar valiosa a nuestros intereses. Es acaso el antecedente más lejano de las teorías contemporáneas sobre performance (Schechner, 2011), procesos de muerte (Martínez, 2010) u otras teorías del habitar (Iglesia, 2010), teorías que consideramos útiles para interpretar estas relaciones culturales con la ciudad. Van Gennep sostiene que tales ritos implican un cambio de status sobre el muerto que, además, consideramos tiene alcances sobre otros actores y sobre la ciudad misma entendida como escenario interactivo. Al descomponerse operativamente en tres fases: a) ritos de separación, b) ritos de margen (o liminares) y, c) ritos de agregación, suponen un registro extenso de la acción social, y su articulación con nuestros estudios del espacio podría aportar una cualificación significativa debido a la condición temporal propia de dicha secuencia ritual, y a los caracteres simbólicos propios de las ceremonias. Si la primera fase podría aplicarse al espacio doméstico entendido como lecho de muerte, y la última a los cementerios como sitios de actualización de la memoria, también podríamos suponer que los ritos liminares involucran directamente al espacio público urbano como medio para provocar tales cambios de status. Así, el concepto de liminaridad implica un status de indeterminación del muerto, y también de los vivos, relacionado con la imagen de la ciudad. Víctor Turner ofrece una definición que puede resultar útil para remarcar la complejidad socio-espacial a la que pretendemos enfrentarnos;

La invisibilidad estructural de las personas liminares tiene un doble carácter. Ya no están clasificados y, al mismo tiempo, todavía no están clasificados (Turner, 1999, p.106).

Situaremos nuestro análisis de (re)-presentación pública y desplazamiento de las muertes sobre dos vías urbanas claramente definidas y diferenciadas. Una ubicada en el centro de la ciudad; la calle Florida, que se consolidaba entre las décadas de 1860-1910 como el sector obligado de la “pompa”, escenario que actuaba como dispositivo

Transformaciones urbanas de la muerte. Buenos Aires, fin de siglo XIX

29

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

Page 30: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

de pregnancia por parte de sectores asociados a la aristocracia porteña. La otra vía –instalada por decisión política– se localizaba en el borde de la grilla urbana en dirección al suburbio y la campaña cuyo objetivo era puramente funcional: trasladar los cadáveres de los muertos por la epidemia de fiebre amarilla al nuevo Enterratorio General de la Chacarita, ramal que fue popularmente denominado “tren fúnebre” y operó entre los años 1871 y 1887. Ambos, contemporáneos entre sí aunque claramente diferenciales, funcionaron como dispositivos que perseguían, uno la exhibición, y el otro el ocultamiento de la muerte. Resulta paradojal que el mismo intento por invisibilizarla haya sido un acto de ratificación de presencia. Pretendemos comprender los diversos modos de presencia, que no estrictamente remiten a lo físico sino más bien a procesos de traducción y re-presentaciones de aquella potencia simbólica que entraña la muerte. Por lo tanto, estos sitios de la ciudad y sus elementos podrían ser más bien considerados como imágenes de la muerte a partir de un intercambio simbólico de presencia por ausencia (Belting, 2012). En este marco surge una hipótesis secundaria que cuestiona las ideas de arraigo de prácticas funerarias en ámbitos rurales, y de sus rupturas en las ciudades modernas, cuestión profusamente tratada por buena parte de la historiografía específica (Elias, [1982] 2011).

La calle Florida

... la gerarquía (sic) de un muerto y hasta el grado de dolor de la familia se calcula hoy por el número de coches que siguen el carro fúnebre. El entierro fue lujoso y como es de práctica, se le hizo dar al ataúd y al cortejo su respectivo paseito por la calle Florida, invirtiendo así cuatro horas en tan triste ceremonia, que hubiera podido despacharse en una. Pero exige la moda que los entierros pasen por esa calle, aunque salga el cortejo del lado mismo del cementerio; al fin y al cabo los vivos deben pensar que los muertos son utilizables como espectáculo y recreo (Latino, 1886, p.207).

Si en épocas republicanas el ámbito representacional de la muerte por excelencia se ubicaba en torno a la Plaza Mayor, a final del siglo XIX se experimentó un desplazamiento significativo. Anibal Latino situaba los cortejos, su valor jerárquico y manifestación de dolor a un nuevo espacio existencial: el eje de la calle Florida, que aparece recurrentemente en otras crónicas porteñas como sector convencionalmente tipificado para el paso de las pompas fúnebres. La calle Florida se instalaba como “unidad espacial ritual” (Turner, 1999), fragmento urbano de poderosa 30

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 201, 27-44 ISSN: 2313-7290

David Walter Dal Castello

Page 31: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

significación que integraba el recorrido habitual que comenzaba en la casa mortuoria y culminaba con la sepultura en el Cementerio del Norte, actual Cementerio de Recoleta. Estas prácticas rituales implicaban una preeminencia de la visualidad, una (re)-presentación social del muerto en proceso de separación, para más tarde volver a reincorporarse a la ciudad bajo otro formato consagratorio, tutelar, mnémico, reivindicador. Desde esta perspectiva sería posible repensar los contenidos de aquella “moda” que Latino denunciaba, desde un enfoque ritual antropológico, como una necesidad ontológica y, más puntualmente, como una forma de confirmación de pertenencia a un grupo social, con implicancias de familia, de nación y memoria colectiva patriarcal. Así, la calle se convertía, durante un tiempo ritual limitado, en vía procesional y escenario ritual transformador que propiciaba intercambios recíprocos entre vivos y muertos.

Desde una orientación higienista y progresista, Latino veía las pompas de la calle Florida como una “triste ceremonia” de prolongada duración, un recorrido ineludible antes de llegar al cementerio. En actitud crítica similar, el médico y novelista Manuel Podestá entendía que estas representaciones urbanas de ceremonial/ritual procesional eran innecesarias en un sentido social amplio, sin hacer distinción de jerarquías sociales. Refiriéndose a las honras prestadas a los niños pronunciaba en 1888 que:

Los de las clases acomodadas tienen su paseo triunfal póstumo en un carro con dorados y penachos blancos porque así lo requiere el convencionalismo ridículo que reviste las pompas fúnebres con los colores adecuados á un dolor que no debe ser intenso.” (Podestá, 1888, p.128).

La ciudad comenzaba a pensarse como un proyecto desde avanzada la mitad de siglo XIX y, a partir de los años ochenta, algunas ideas ya empezaban a corporizarse. Se pensaba de manera más dinámica y expansible porque ella debía responder a los movimientos demográficos inmigratorios y porque debía resolver el problema de las enfermedades epidémicas, que determinaban nuevas lógicas y territorios morales. Los discursos de Latino y Podestá constituyen una expresión crítica a las formas instituidas y heredadas de culto católico, credo que definió una particular forma de vida y de apropiación territorial de la ciudad desde su momento fundacional. Ellos bregaban por imágenes renovadoras (renegadoras) del “paseo triunfal póstumo” y, agregamos nosotros, del “pasado triunfal póstumo” puesto que tenían en mente un nuevo modelo 31

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

Transformaciones urbanas de la muerte. Buenos Aires, fin de siglo XIX

Page 32: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

urbano. Enfrentado a este “paradigma médico moral” (Caride, 2014) que se afianzaba y pretendía subordinar otros modos de atención funeraria por carecer de “verdad científica”, las élites porteñas tradicionales usufructuaban instituciones históricamente legitimadas por varios motivos posibles, pero respondían, sobre todo, a una reivindicación social ante la amenaza urgente y movilizante de los procesos de poblamiento y enajenación de la ciudad (Gorelik, 1998, p. 98; Berger, Luckmann, 2011).

Es importante mencionar el protagonismo que el eje Perú-Florida adquirió desde mediados de siglo como condensador de sociabilidad, en especial para los sectores más acomodados. El historiador urbano James Scobie (1977) destacaba su jerarquía de centro complementario al tradicional que ocupaba la Plaza de Mayo. En el año 1852 el club El Progreso fue el primero en instalarse allí, al que luego se sumaron confiterías, sastrerías, sombrererías, peluquerías, entidades financieras y comerciales y residencias reubicadas debido al incremento del valor de la tierra en el centro más tradicional de la ciudad, que era la plaza (Scobie, 1977). Era por lo tanto un sector de poderosa representación y exhibición social. Muchos de esos muertos terminaban de consagrarse, en estos procesos, como figuras de gran utilidad al momento de fundar una memoria de la Nación. La captura de esa última escena se convertía en imagen socialmente distintiva, mientras que se gestaba el reingreso simbólico del muerto a la ciudad.

La calle Florida fue tratada como problema político-territorial en los estudios de Adrián Gorelik (1998) al confrontar las ideas acerca de la ciudad del intendente Torcuato de Alvear, quien pretendía ratificar el centro histórico como sede de la aristocracia, y las de Domingo F. Sarmiento quien abogaba por una estructura de renovación (Gorelik, 1998, pp. 86-100). Con estos ejemplos podemos observar en la ciudad de finales de la década de 1880 y principios de la de 1890, un movimiento social, una ocupación urbana masiva donde los sectores aristocráticos sentían la necesidad de reterritorializar el centro. Asimismo, una de las más reconocidas producciones literarias de época remarca su peso simbólico. La gran aldea de Lucio V. López ([1884] 2010) refuerza, con tono romántico la reivindicación territorial de la sociedad aristócrata, como reacción ante las grandes transformaciones sociales ocurridas entre los años 1860-1880:

Un entierro de fuste en Buenos Aires no necesita describirse: el empresario fúnebre conoce los gustos de 32

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

David Walter Dal Castello

Page 33: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

la gran capital, en los que prepondera la gran aldea: el convoy tiene que hacer corso en la calle de la Florida: no hay otra calle para ir a Recoleta, y si a alguien se le ocurriera la idea de cambiar itinerario, no sería difícil que el muerto o la muerta, siendo de la aristocracia o, sobre todo, de la gran política, resucitara protestando contra la variación de la ruta (López, 2010, p.113).

Conocer los gustos de la gran capital (gusto que debe entenderse como una convención históricamente instalada) significaba contribuir a una imagen que recuperaba formas del pasado, que podían resultar más o menos disociadas de sus contenidos religiosos.

Complementariamente a los significados pautados de gestos y acciones, la imagen visual del funeral se centraba en los carruajes que junto a los uniformes de sus empleados completaban un código estilístico de gran profusión formal y moral, que, en términos de Ariés (2007) podría traducirse como expresión romántica del dolor. La variedad de órdenes estéticos de los conjuntos procesionales (carruajes, vestimentas, féretros) se explica en un contexto donde se yuxtaponían elementos iconográficos de valoración religiosa y de marca política (estilos imperiales por ejemplo). Las expresiones estéticas en estos conjuntos son una vía alternativa posible para interpelar posiciones de base moral expresadas por la solemnidad, la exacerbación, la festividad, todas referidas al dolor.

En términos de acción colectiva, un ejemplo muy conocido fue el funeral del ex presidente Bartolomé Mitre que suscitó en la ciudad un despliegue social-urbano masivo y plural (Figura 1). Aunque la calle Florida hubiera desplazado a la Plaza de Mayo de sus funciones ceremoniales anteriores cabe mencionar que, incluso hasta nuestros días, esa plaza sigue siendo escenario de funerales de Estado. La revista Caras y Caretas describía la participación social en el funeral de Mitre del siguiente modo:

El pueblo, numeroso y compacto, cerraba la marcha. La tristeza de todos los semblantes reflejaba la intensidad del dolor nacional (...) y era conmovedor ese desfile en que todas las categorías sociales se mezclaban en un solo sentimiento de pena (Caras y Caretas, 27 de enero de 1906).

33

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

Transformaciones urbanas de la muerte. Buenos Aires, fin de siglo XIX

Page 34: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Figura 1: Funeral de Bartolomé Mitre, año 1906. La pompa aguarda la salida del féretro en la puerta de la casa (calle San Martín), que luego se dirigiría a la casa de gobierno donde se lo velaría en capilla ardiente. La calle se convierte en escenario de actuación. (Fuente: Archivo General de la Nación). Si bien esta imagen no corresponde específicamente a la calle Florida, da cuenta de una apropiación más amplia del centro por parte de los sectores aristócratas.

Aunque la calle Florida fue centro, urbanidad y tradición al mismo tiempo, no encontramos registro acerca de su uso por parte de sectores populares, aunque Podestá nos ofrece una detallada explicación de un “funeral de angelito” a lo largo de otro sector urbano, la “calle Larga de la Recoleta”, actual avenida Quintana. “Un día al pasar por la calle Larga de la Recoleta, oímos los acordes poco armoniosos de una banda de música ramplona que hacía la vanguardia de un convoy fúnebre” comienza el texto (Podestá, 1888, pp. 130-132). Se trataba del acompañamiento de un “angelito”1 . El ambiente descripto era festivo, una “continuación del velorio al aire libre”, y ese modo de apropiación del espacio público era, para buena parte de las élites porteñas, objeto de crítica moral.

Aunque el Cementerio del Norte seguía siendo un sitio de entierros colectivos – y recién a partir de la gestión del intendente Alvear comenzaría su proceso de consolidación monumental–, las vías procesionales no lo eran. El Centro estaba destinado a los sectores sociales distinguidos, la periferia, inestable y en permanente movimiento expansivo, era para “los pobres”. Esos fragmentos de espacio público urbano fueron, según Schultz (1975), espacios existenciales de pertenencia, instituidos por la acción sociocultural. Según Gorer (1955), en Inglaterra, el tratamiento de la muerte se estaba convirtiendo en un fenómeno “innombrable” desde mediados del siglo XIX, y para Morin ([1951] 2007) implicaba en Francia

1 Sobre la noción específica de “angelito”, ver Bondar, 2012.

34

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

David Walter Dal Castello

Page 35: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

finisecular cierto “tabú” asociado a lo visual. Para Ariès ([1975] 2007), también francés, simplemente representaba una “prohibición”. Estos autores consideran estos escenarios urbanos como medios alternativos y efímeros de presencia, a través de los cuales, operaban los sentidos y también la memoria. De esta manera lo efímero se vuelve también relativo puesto que, además de responder a las acciones procesionales temporalizadas, esos escenarios quedaban anudados a la muerte mediante las variables históricas que significan al espacio.

En 1909 el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires aprobó una medida que prohibía el tránsito vehicular en la calle Florida, que se implementaría años después. Es por ello que en 1911 el diario La Nación sentenciaba paradójicamente “la muerte de Florida” cuestión que, probablemente, haya determinado un cambio en la tradición aunque no un cese definitivo, y así otro matiz para esta historia (La Nación 17 de marzo de 1911, pág.11, en Scobie, James, 1986, p. 162).

El “tren fúnebre”

...Y porque Buenos Aires no pudo mirar esa muerte,/ a paladas te abrieron /en la punta perdida del oeste,/ detrás de las tormentas de tierra / y del barrial pesado y primitivo que hizo a los cuarteadores./ Allí no había más que el mundo / y las costumbres de las estrellas sobre unas chacras, / y el tren salía de un galpón en Bermejo / con los olvidos de la muerte:/ muertos de barba derrumbada y ojos en vela,/ muertas de carne desalmada y sin magia... (Borges, 1969).

La envestida más fuerte que dio la epidemia de fiebre amarilla, que alcanzó su mayor magnitud en abril de 1871, desbordó y desconcertó a la población en general y a los grupos dirigentes que aún desconocían su verdadera etiología pero que confiaban en la solución por la vía científica. Estas circunstancias terribles significaron también una oportunidad para algunos grupos que pretendían imponerse, entre ellos algunos nuevos grupos médicos higienistas y actores políticos. Debido a razones de índole higienista se planteaba la necesidad de reemplazar el Cementerio del Norte por uno nuevo hacia el oeste, implantado en las cercanías de la “Chacarita de los Colegiales”, denominado Enterratorio General del Oeste. La larga discusión acerca de su clausura fue una constante que llegó a concretarse hacia 1875, aunque no por completo. La apertura del Cementerio General en La Chacarita (1871) y la 35

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

Transformaciones urbanas de la muerte. Buenos Aires, fin de siglo XIX

Page 36: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

adecuación de un ramal del Ferrocarril Oeste para trasladar allí los cuerpos de los muertos por la epidemia fueron decisiones de política pública que, igualmente, incidieron en el tratamiento y percepción de la muerte en la ciudad. La disposición de un ramal férreo para el traslado de los difuntos fue ejecutada por un Decreto Provincial del 11 de marzo de 1871. La propuesta técnica fue realizada por el Presidente del Ferrocarril Oeste Ingeniero Augusto Ringuelet sugiriendo “un camino de vapor” como opción más económica que la de la tracción a sangre. Podemos pensar y confrontar estos desplazamientos como modos de presencia-ausencia de la muerte en los términos planteados por Belting, como “intercambio simbólico entre cuerpo e imagen” (Belting, 2012, p.38). Tanto el contexto territorial rural como el ferrocarril y sus lógicas e infraestructura resemantizaron la imagen de la muerte históricamente situada en Buenos Aires, y le confirieron una involuntaria forma de visualidad. Así las cosas, la dimensión individual del tratamiento funerario quedaría desplazada ante la dimensión colectiva y, en muchos casos, anónima. Esta operación funcionalista desgarró, casi por completo, a esas muertes de sus procesos rituales tradicionales, de las pautas temporales, de la participación social y familiar, y de los territorios consagrados, y las reemplazó por paisajes naturales exteriores a la ciudad, informes, anegadizos, semi-vírgenes, escenario producto de un procedimiento rutinario y burocrático. Esa muerte que, para Jorge L. Borges, Buenos Aires no pudo mirar, no era abstracta y tenía nombre; era la muerte “pobre”, diferente a la de la calle Florida.

El servicio ferroviario se inauguró a mediados de abril de 1871, mes en el que las muertes por fiebre amarilla alcanzaron una cifra récord de 7500 víctimas pero que en junio de 1871 estaba disipada casi por completo. Curiosamente, por razones accesorias a los requerimientos sanitarios que lo originaron, siguió funcionando por quince años más. Por lo tanto, su permanencia no respondía ya un problema de urgencias cuantitativas sino cualitativas. Desde su inauguración el 12 de abril, y por nueve días consecutivos, los carros fúnebres dejaban los cadáveres en la estación Recoleta desde donde se los trasladaban a Chacarita. Cabe señalar, sin embargo, que esta parada había sido creada originariamente con propósitos comerciales. El 21 de abril de 1871 se informaba al presidente de la Comisión Municipal la inauguración de la estación Bermejo para recibir los cadáveres, ubicada en la intersección de la calle Bermejo (hoy Jean Jaurés) y Corrientes, que reemplazaba a la de Recoleta que, no obstante, siguió funcionando por un tiempo más.

La estación Bermejo se constituyó en una pieza medular de la infraestructura operativa del servicio ya que fue sobre todo “un depósito

36

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

David Walter Dal Castello

Page 37: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

de cadáveres” de víctimas repentinas, precarias, populares, anónimas, indignas, provenientes en muchos casos de los hospitales. Llegaban en carruajes y aguardaban ser transportados y ocultados de la mirada de la ciudad hacia el Enterratorio General del Oeste, más allá de los límites que los mapas de la época no solían mostrar (Figuras 2, 3 y 4).

Figura 2: Podemos reconocer a través de este mapa los límites formales de la ciudad y su relación con los trazados ferroviarios y la proyección de tramways. Plan of the city and suburbs, 1871 (Major F.I Rickard). Fuente: Archivo General de la Nación.

Figura 3: Relaciones entre la ciudad formal y los territorios suburbanos (Estación Bermejo y Enterratorio General del Oeste). Plano de Latzina, 1889. Fuente: Archivo General de la Nación. Aquí ya estaban definidos los límites de la ciudad e incorporados las partidas de Belgrano, Flores y parte de San Martín. Se puede observar el avance de la trama en relación con el plano de Rickard de 1870.

37

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

Transformaciones urbanas de la muerte. Buenos Aires, fin de siglo XIX

Page 38: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Figura 4: Detalle: la estación Bermejo (adyacente a la estación 11 de septiembre y a los talleres ferroviarios Centro América), en franca situación limítrofe entre la ciudad y el ámbito rural. Plan of the city and suburbs, 1871 (Major F.I Rickard). Fuente: Archivo General de la Nación.

La frecuencia del tren era variable, mayor durante los primeros tiempos en que la fiebre amarilla estaba siendo más intensa y, por la misma razón, eran variables los horarios siendo, en ocasiones, por la mañana y, en otras, por la tarde-noche y, por lo tanto, determinaban la duración y temporalidad de los velatorios que las antecedía (siempre y cuando hayan sido permitidos). La cantidad de partidas diarias cumplía un promedio de cuatro o cinco. En 1887, últimos tiempos del servicio había sólo una salida nocturna a las 20:00 y, debido a que seguían recibiéndose cadáveres hasta esas horas, se pidió al intendente Alvear su cambio para más tarde de modo que no quedaran cadáveres en el depósito durante toda la noche. Las condiciones edilicias de la Estación Bermejo nunca fueron óptimas. Su sitio de emplazamiento, sumado a problemas de gestión ofrecía una imagen poco alentadora. Al 25 de octubre de 1871 se inventariaban, en la oficina de la estación, los siguientes insumos:

(…) una mesa grande bastante usada y rota; nueve sillas un poco usadas; una prensa de timbrar; una carpeta; un tintero; un arenillero; una lapicera y una resma de papel oficio (...) En el depósito: seis faroles, cuatro de ellos rotos; dos picos y dos palas rotas (Boragno, 2010).

Un tiempo después, el 11 de marzo de 1872 el jefe de la Estación reclamaba:

Por el triste estado en que se encuentra esta estación y las ningunas comodidades que ofrece (…) que en las últimas

38

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

David Walter Dal Castello

Page 39: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

lluvias a estado la estación como un buque en medio del mar; pues las corrientes de las aguas la inundaron completamente…ya puede imaginarse, Sr. Presidente (…) a las doce personas que mal dormidas han venido hasta aquí con el corazón dolido por la pérdida de los seres queridos (…) al verse mojados y enlodados, por no encontrar en ésta, las comodidades que requiere una estación fúnebre (Boragno, 2010, pp. 111-112).

La estación funcionaba como depósito y también como sitio2 de despedida a los cadáveres que muchos de los familiares no podían acompañar hasta el entierro porque los furgones fúnebres no ofrecían plazas suficientes para todos los deudos; apenas dos integrantes podían acompañarlo en el viaje. En parte, por estas razones, la actuación colectiva y plural de la sociedad que daba consistencia a las pompas tradicionales se veía restringida.

Situado más allá de la “puerta al oeste” que significaba la estación Bermejo, el Enterratorio General del Oeste y su entorno próximo se mostraban como un escenario dificultoso, inaccesible, poco confortable y poco transitable a la hora de dar curso a la procesión ritual de la que era afecta la “alta sociedad” porteña. A las condiciones de la estación y a la dificultad del ambiente rural por lo anegadizo, se sumaban irregularidades del servicio que debía recorrer alrededor de 5 km, razón por la cual se fijaron, en 1873, tres paradas: la primera frente al jardín de la familia Magnanini, la segunda cerca del Mirador de Comastri, y la tercera en la quinta de la familia Alsina, estaciones que, paradojalmente, coincidían con asentamientos recientemente instalados por la alta sociedad porteña.

El Ferrocarril Oeste que, hacia fines de la década de 1850, ya comunicaba la ciudad de Buenos Aires con Chivilcoy era, para muchos, la materialización del progreso y, de hecho, el trayecto hacia Chacarita comenzaba a poblarse por viviendas de veraneo de sectores acomodados. Esta contradicción valorativa sobre lo rural y lo urbano se observa en ciertos discursos propios de la “cultura científica” (Terán, 2000). En su Curso de Higiene Pública (1877) Eduardo Wilde sostenía que “en los arrabales se aglomera todo cuanto hay de malo de inmundo, de miserable, de corrompido y de mal sano” (sic). Guillermo Rawson veía en sus Observaciones sobre Higiene Internacional (1881) 2 Tomamos la noción sitio en tanto espacio cualificado, practicado y habitado, participaciones complementarias a los caracteres matemáticos y materiales que lo definen. Para más precisiones acerca de las teorías del habitar ver, Iglesia, 2010.

39

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

Transformaciones urbanas de la muerte. Buenos Aires, fin de siglo XIX

Page 40: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

al entorno campestre como una suerte de “refugio-cura con respecto a la enfermedad de la urbe” (Caride 1999, pp. 31-33). Por otra parte, la imagen del Enterratorio General estaba en proceso dinámico de elaboración y las primeras vistas internas daban cuenta de un entorno virgen y de ausencia de monumentos (Figuras 5 y 6).

Figura 5: Una vista interior del Cementerio del Oeste en (s/fecha) nos permite tener una imagen de un territorio extenso, difusamente delimitado y falto de infraestructuras. Estimamos que la fotografía pudo haberse tomado entre 1871 y 1886. Fuente: Archivo General de la Nación.

Figura 6: Espacio urbano exterior del Cementerio tras las obras del pórtico y organización edilicia de Juan A. Buschiazzo en 1886 que confirieron al emplazamiento una entidad institucional en un código estilístico representativo de las élites dominantes. Puede observarse hacia la derecha la nueva estación de tramway de Federico Lacroze (1907). Fuente: Revista Todo Trenes oct-nov 2010.

En su conjunto, estos procedimientos, servicios, modalidades presentaron una última escena diferente, inédita, fragmentada, anónima, “sin magia” y, a menudo, olvidada tal como la juzgaba Jorge Luis Borges en el poema arriba transcripto. Todo esto dio lugar a una paradójica

40

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

David Walter Dal Castello

Page 41: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

exhibición del ocultamiento, ante y mediante la ciudad. Esas muertes, a diferencia de lo que la historiografía general suponía como tabuadas, “prohibidas” y “silenciadas”, adquirieron en el contexto de Buenos Aires finisecular una singular forma de presencia, que no fue necesariamente deliberada.

Entre octubre y noviembre de 1886 la Intendencia de la Municipalidad decidió el cese del servicio. En un cruce epistolar entre el intendente Antonio F. Crespo y Carlos Arias, representante de la empresa prestadora de servicio contratada por la municipalidad, se determinaron las condiciones para el levantamiento de la vía férrea. En este año se producía la inauguración definitiva del cementerio de La Chacarita, obra del arquitecto Juan A. Buschiazzo, al igual que la de la Recoleta. Desde este momento el panorama sería diferente ya que el barrio comenzaba a tomar otra forma, a poblarse más densamente y a vincularse al centro compartiendo funciones industriales, de talleres y depósitos. La concesión de los servicios del Tramway rural asignada a Federico Lacroze dio lugar a nuevos modos y medios de transporte funerario cuyos usuarios serían ahora sectores sociales acaudalados; eran vagones especialmente acondicionados, individuales en los que se restituían las características materiales de las lujosas capillas ardientes.

A modo de corolario.

El uso del espacio urbano para el culto funerario fue un instrumento fundamental como modo de reivindicación y autolegitimación de ciertos grupos sociales ante la amenaza de la pérdida de un centro simbólico tradicionalmente apropiado. Estas acciones resolvían la problemática antropológica de determinación entre vivos y muertos, alcanzando efectos territoriales y sociales, y al mismo tiempo operando como instrumento de identidad colectiva y de memoria urbana. Esa misma acción funcionaba como imagen social de un muerto que honra a los vivos (la familia o grupos más numerosos como clase social, Nación-Patria). Por lo tanto, el espacio urbano (la calle Florida entre otras vías procesionales posibles) aparecía como instrumento de resistencia cultural por parte de ciertos sectores sociales, y la pompa fúnebre era la expresión clara de una herencia colonial de la que renegaban algunos portavoces de la “cultura científica”. Si bien el centro tradicional para los funerales solía ser, hasta mediados del siglo XIX, la Plaza Mayor, el eje Perú-Florida comenzaba a convertirse en un nuevo símbolo representacional para un segmento distinguido de la sociedad. Sucedía, al mismo tiempo, otro modo de presencia urbana (marginal, territorial y simbólicamente) de las muertes 41

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

Transformaciones urbanas de la muerte. Buenos Aires, fin de siglo XIX

Page 42: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

que podría confundirse con una actitud de negación, y ocultamiento: el “tren fúnebre”. Estas deliberadas intenciones de ocultamiento parecían generar un efecto contrario, otorgando a la muerte una inevitable forma de presencia. El tren fúnebre, los procedimientos burocráticos que lo organizaban y sus territorios dan cuenta de las muertes que “Buenos Aires no pudo ver”. Pero no son las muertes en términos generales, son las muertes “pobres”, “sin magia”, “olvidadas”; son una forma de pudor. Es aquí donde se expresan voluntades políticas sobre cierto tipo de muertes, acaso como forma experimental de reelaboración. El caso del tren fúnebre nos presenta, con mayor claridad, la oportunidad que la epidemia ofreció para que la dirigencia médico-política manifieste sus ideas de ciudad y sociedad, de moral. Como una consecuencia de esto, ciertos espacios y territorios urbanos participaron de manera activa en un proceso de reelaboración de los rituales tradicionales, de lo sagrado que la muerte significaba.

Así, las categorías territoriales rural-urbano que la literatura tradicional de las ciencias sociales ha utilizado para explicar el arraigo de las costumbres funerarias en los ambientes rurales, y su ruptura a causa del desarrollo civilizador de las ciudades, se vuelven discutibles en este análisis histórico: el centro de Buenos Aires aparece aquí como espacio conservador de las tradiciones, mientras que el ámbito rural significaba el olvido, la disolución de las ceremonias, muertes de cuerpos anónimos, sin compañía.

Bibliografía

Actas de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Presupuesto para cementerios. 22 de junio, 1872.

Ariès, Philippe. (2007). “Morir en Occidente: desde la Edad Media hasta nuestros días ”. Buenos Aires: Editorial Adriana Hidalgo. [1975].

Belting, Hans. (2012). Antropología de la imagen. Madrid: Katz ed.

Berger, Peter. y Luckmann, Thomas. (2011). La construcción social de la realidad. Buenos Aires: Amorrortu editores. [1968].

Bondar, César Iván. (2012). “Angelitos: altares y entierros domésticos. Corrientes (Argentina) y Sur de la Región Oriental de la República del

42

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

David Walter Dal Castello

Page 43: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Paraguay”. Revista Sans Soleil. Volumen 4. Pp. 140-167. Recuperado de: http://revista-sanssoleil.com/wp-content/uploads/2012/02/art-Cesar-Ivan.pdf. Consultado el 29.12.13.

Boragno, Susana. (2010). Chacarita. En Boullosa, J. (Ed.), Relatos de dos barrios. (pp.85-126). Buenos Aires.

Borges, Jorge Luis. (1969). Muertes de Buenos Aires. La Chacarita. Cuaderno de San Martín. En Obras completas. Buenos Aires: Emecé editores.

Caride Bartrons, Horacio. (1999). Visiones del suburbio. Utopía y realidad en los alrededores de Buenos Aires durante el siglo XIX y principios del siglo XX. En documentos de trabajo nº13. Editado por Universidad Nacional de General Sarmiento (Instituto del conurbano).

Caride Bartrons, Horacio. (2014). Lugares del mal vivir, una historia cultural de los prostibulos de Buenos Aires 1875-1936. Tesis doctoral inédita en Ciencias Sociales, Buenos Aires, UBA.

Gorelik, Adrián. (1998). La grilla y el parque: espacio público y cultura urbana en Buenos Aires, 1887-1936. Buenos Aires: Universidad Nacional de Quilmes.

Gorer, Geoffrey. (1955) The Pornography of Death. En Encounter: literature, arts, current affairs, octubre de 1955. Volumen V, Número 4, Reino Unido.

Iglesia, Rafael. (2010). Habitar, diseñar. Buenos Aires: Nobuko ediciones.

Latino, Anibal. (1985). Tipos y costumbres bonaerenses. Madrid: Hyspamérica ediciones. [1886].

Liernur, Francisco. (1993). La ciudad efímera, En Liernur, F. y Silvestri, G. El umbral de la metrópolis. Buenos Aires: Sudamericana editorial.

López, Lucio. Vicente. (2010). La Gran Aldea. Buenos Aires: Biblioteca Abelardo Castillo, Capital Intelectual. [1884].

Martínez de Sánchez, Ana María. (1996). Vida y Buena Muerte en Córdoba durante la segunda mitad del siglo XVIII. Córdoba: Centro de estudios históricos.

Martínez, Bárbara. (2010). Rituales de muerte en el sector 43

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

Transformaciones urbanas de la muerte. Buenos Aires, fin de siglo XIX

Page 44: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

sur de los Valles Calchaquíes. En Etnografías de la muerte. Rituales, desapariciones, VIH/SIDA y resignificación de la vida.

Hidalgo, C. (compiladora). Buenos Aires: CLACSO-Editorial Ciccus-FFyL

Morin, Edgar. (2007). El Hombre y la Muerte. Barcelona: Editorial Kairós.

Podestá, Manuel. Niños: estudio médico social. Buenos Aires: Imprenta La patria italiana. [1888].

Revista Caras y Caretas 29 de marzo de 1902.

Revista Caras y Caretas 27 de enero de 1906.

Schechner, Richard. (2010). Performance. Teoría y prácticas interculturales. Libros del Rojas, UBA.

Schultz, Norberg. (1975). Existencia, espacio y arquitectura. Barcelona: Editorial Blume.

Scobie, James. (1977). Buenos Aires del centro a los barrios, 1870-1910. Buenos Aires: Ed.Solar/Hachette.

Terán, Oscar. (2000). Vida intelectual en el Buenos Aires fin-de-siglo (1880-1910). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Todo Trenes (2010). Revista de difusión popular. Buenos Aires: Edición octubre-noviembre.

Turner, Victor. (1999). La selva de los símbolos. México: Siglo XXI ediciones.

Van Gennep, Arnold. (2008). Los ritos de paso. Madrid: Alianza editorial. [1909].

Vovelle, Michel. (1985). Ideologías y mentalidades. Barcelona: Editorial Ariel. [1982].

44

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 27-44 ISSN: 2313-7290

David Walter Dal Castello

Page 45: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

45

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

Cabimas: narrativas sociales de una marginalidad confusa.1 Clamor y resistencia de un municipio petrolero de Venezuela

Oleski Miranda*(Universidad de Edimburgo)

Resumen

El ensayo examina parte de las narrativas sociales que han surgido a partir de la marginalidad presente en el municipio Cabimas en la región occidental de Venezuela. Se parte de la premisa histórica que infiere que la marginalidad en Cabimas se acentúa a partir de los miasmas que dejó el proceso de desarrollo establecido con la explotación petrolera. La manera en que los habitantes del municipio se perciben relegados es definida como una “marginalidad confusa”, dada las formas en que se desarrolla la exclusión en medio de la riqueza generada por la extracción de hidrocarburos. Para una interpretación del imaginario popular y la identidad local se ha hecho énfasis en narrativas sociales como el cancionero tradicional (la gaita protesta) y el testimonio oral. A través de estas expresiones se pone de manifiesto un significativo rasgo de la identidad colectiva cabimense: el clamor asumido como sentimiento de resistencia ante las adversas condiciones del entorno.

Palabras claves: Cabimas, Narrativas, Petróleo, Marginalidad Confusa, Clamor

Abstract

This essay examines some of the social narratives that have emerged from the marginality present in the municipality of Cabimas, in the Western region of Venezuela. Beginning with the historic premise that infers marginalization in Cabimas came about as a consequence of the process of development which started with oil exploitation. The

1 El siguiente trabajo es una versión revisada de la ponencia “Narrativas resilentes. Los balancines petroleros de Cabimas y los semblantes de una marginalidad confusa”, presentada en el II Congreso Internacional de Historia Inmediata, Maracaibo, Venezuela, 2011. * Venezolano. Estudiante de Doctorado en Estudios Hispánicos y Tutor de Literatura Hispanoamericana y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Edimburgo, Sociología (Universidad del Zulia), Magíster en Antropología y Desarrollo (Universidad de Chile). Ha publicado diversos artículos de opinión y ensayos en distintas revistas impresas y digitales de América Latina, Estados Unidos y Europa.

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 45-59

ISSN: 2313-7290

Page 46: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

way in which the inhabitants of this municipality perceive of themselves as relegated is defined as a “confusing marginality”, given the ways in which their exclusion arose in the midst of the wealth generated by oil extraction. For an interpretation of the popular imagination and local identity, social narratives such as traditional music (rebellious gaita) and oral testimony have been emphasised. Through these expressions a significant feature of the cabimense collective identity is highlighted: the demand, a feeling of resistance to the adverse conditions of the location.Keywords: Cabimas, Narratives, Oil, Confusing Marginality, Demand

Introducción

La historia de Venezuela desde los inicios del siglo pasado hasta el presente, está signada por el descubriendo de ingentes reservas de petróleo en la zona hoy conocida como la Costa Oriental del Lago de Maracaibo en el Estado Zulia. El subsuelo del municipio Cabimas fue en gran parte el principal responsable de la fama de la abundancia petrolífera que consolida a Venezuela en el mapa energético-estratégico mundial a partir de 1928. El potencial de la zona se hizo notorio al ocurrir en Cabimas el evento conocido como el reventón del Barroso II. El 14 de Diciembre de 1922 el mundo recibía la noticia de que en ese punto del mapa del país suramericano se revelaba una descomunal fuente de hidrocarburos.2

Del pozo R-4, Barroso II del Campo La Rosa, regurgitó una fuente toxica de petróleo que podía verse a varios kilómetro alcanzando los 30 metros de altura. Este evento dio inicio a uno de los procesos de cambios más abruptos en la historia del país, abarcando no sólo la esfera económica y política, sino también deslindando en importantes cambios demográficos y socio-culturales. La súbita riqueza petrolífera que yacía en los pantanos de la zona hizo que al finalizar la década del veinte, Venezuela desplazara a Rusia como el segundo mayor productor petrolero mundial superado solo por los Estados Unidos con un estimado de 106 millones de barriles producidos (Boué, 1993, p.8).

A partir de este evento se fue estableciendo bajo las categorías dicotómicas de centro-periferia y rural-urbano, un tipo de exclusión social que podríamos definir como “marginalidad confusa”, dada la forma paradójica en que se fue manifestando. El municipio a pesar de haber sido por décadas uno de los epicentros de producción mundial, se mantuvo excluido de las inversiones en salud, educación, 2 Sobre el descomunal reventón del pozo El Barroso II en Cabimas, The New York Times llegó a describirlo como el más productivo del mundo (Lieuwen (1967, p.39).

46

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

Oleski Miranda

Page 47: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

47

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

infraestructura que debían llegar con las riquezas generadas por la explotación petrolera. Ante la falta de inversiones tanto privada como gubernamental se fue tejiendo entre sus habitantes un imaginario social construido en relación al acrecentado entorno de marginalidad que permanece hasta hoy día. Esta forma de marginalidad se entiende desde la noción de vivir relegados en medio de la riqueza generada, y que en el caso de Cabimas, no fue otra que ese tipo de economía de enclave que preponderó con la explotación petrolera. Bajo estas consideraciones examinamos el “debería ser” presente en el discurso de los habitantes de Cabimas, el cual ha pasado a conformar una mirada más que nostálgica, ya que se ha venido legitimando entre la esperanza y la expectativa de una situación mejor. Para acercarnos a ello hemos hecho uso de narrativas testimoniales y el cancionero popular (la gaita protesta), desde los cuales se hace resistencia a la marginalidad, arraigada en expresiones emocionales como por el clamor de quienes conviven en este referencial municipio petrolero.

Es de acotar que esta forma de exclusión no es sólo distintiva de este municipio de la Costa Oriental del Lago. Los cambios que ha generado la explotación de minerales o de recursos naturales valiosos, han llevado a que muchas regiones de América Latina sufran situaciones parecidas. De allí que al definir este tipo de marginalidad en la que está sumida Cabimas, seguimos el supuesto común en cualquier definición de marginalidad, y que a decir de Gino Germani, no es la falta de participación o ejercicios de roles en forma determinada o en esfera dadas de la actividad humana, si no la falta de participación en aquellas esferas que deberían hallarse incluidas dentro del radio de acción y acceso del individuo o grupo. Es decir, un juicio sobre la base de la comparación entre una situación de hecho y un deber ser (Germani, 1980, p.21). Cuestión claramente establecida en el discurso del cabimero, cuando se manifiesta en voz de la gente o el cancionero popular la expresión: “Cabimas debería tener…” Narrativas del entorno del petrolero

Con el crecimiento de la industria petrolera uno de los fenómenos de mayores consecuencias sociales y económicas para el país fue la movilización interna de grupos sociales. Importante cantidades de población rural comenzó a inmigrar a los centros de explotación petrolera en busca de fuentes de trabajo y de mejores condiciones de vida. Este fue el caso del municipio Cabimas, el cual antes de 1922 apenas alcanzaba una población de 2000 habitantes, mientras que década y media

Cabimas: narrativas sociales de una marginalidad confusa. Clamor y resistencia de un municipio petrolero de Venezuela

Page 48: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

después del boom petrolero, la zona deja de ser un escueto caserío de viviendas dispersas para albergar unas 22.000 personas (Salazar-Carrillo, 2004, p.58). La abundancia revelada por el Barroso II hizo que una importante cantidad de empresas transnacionales acentuaran su trabajo en esta región de Venezuela. Al finalizar la década del veinte había unas 107 firmas, en su mayoría estadounidenses, registradas en el país para la extracción y explotación de petróleo (Lieuwen (1967, p.44). No obstante, el grueso de la producción y exportación para abastecer a las crecientes economías industrializadas del norte del planeta desde Venezuela, se concentró en manos de un grupo reducido de empresas como la Royal Ductch Shell (integrada para entonces por Caribean Petroleum), Colón Development, Venezuelan Oil Consesions (V.O.C.), Creole y Standar Oil.

En esos primeros años de movilizaciones las “mejoras” que miles de hombres y mujeres buscaban en las zonas petroleras no fueron encontradas. Entre 1922 y 1930 los obreros venezolanos contratados por las transnacionales se convirtieron en mano de obra barata, sin ningún tipo de beneficios, expuestos a jornadas laborales extenuantes. Al mismo tiempo, la población excluida del sector laboral, pasaba a vivir en barrios aledaños bajo condiciones infrahumanas y paupérrimas mientras el personal foráneo permanecía en campos cercados con todos los servicios disponibles de ese entonces (Randall, 1983, p. 62). En correspondencia con las condiciones de marginalidad creciente, la displicencia de la dictadura de Juan Vicente Gómez llegó al punto de permitir que las empresas petroleras foráneas utilizaran sus propios abogados para redactar y enmendar las leyes de hidrocarburos nacionales, así como la toma de decisiones en materia de salarios y jornadas laborales de los obreros (Lynn, 1997, p.79). Igualmente las consecuencias ambientales para la región y el Lago de Maracaibo, como así lo muestran los reportes de comisiones gubernamentales de esos años, fueron devastadoras ya que en menos de una década después del Barroso II, la zona mostraba perjudicialmente para los habitantes

48

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

* The narratives of the world are numberless. Narrative is first and foremost a prodigious variety of genres, themselves distributed amongst different substances- as though any material were fit to receive man´s stories. Able to be carried by articulated language, spoken or written, fixed or moving images, gestures, and the ordered mixture of all these substances; narrative is present in myth, legend, fable, tale, novella, epic, history, tragedy, drama, comedy, mime, painting…stained glass windows, cinema, comics, news item, conversation. Moreover, under this almost infinite diversity of forms, narrative is present in every age, in every place, in every society; it begins with the very history of mankind and there nowhere is nor has been a people without narrative. All classes, all human groups, have their narratives.

Oleski Miranda

Page 49: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

49

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

un alto grado de contaminación por prácticas de extracción indebidas, el poco control gubernamental y por la impunidad existente (McBeth, 1983, p.172).

Las narrativas sociales que han emergido en Cabimas a partir de la constante necesidad de reafirmar y clamar por una mejor situación, constituyen estadios para una comprensión del imaginario cultural y la historia contemporánea de esta localidad. Una de las razones por la cual la aproximación narrativa en las ciencias humanas y sociales ha cobrado tanta importancia, se debe a la manera en que se han venido estableciendo como una de las formas más típicas de caracterización de la vida social. Roland Barthes desde una visión ampliada de lo que conceptualmente representan las narrativas en el marco de los estudios sociales y culturales sugiere la siguiente taxonomía:

[Las narrativas del mundo son innumerables. La narrativa es ante todo una prodigiosa variedad de géneros, distribuidas entre diferentes manifestaciones, en tanto sean aptas para recoger historias humanas. Capaz de ser conducida por el lenguaje articulado, hablado o escrito, por imágenes fijas o en movimiento, así como gestos y la mezcla ordenada de todas estas expresiones; las narrativas están presente en el mito, la leyenda, la fábula, el cuento, la novela, la épica, la historia, la tragedia, el drama, la comedia, la mímica, la pintura, vitrales, el cine, los cómics, la noticia, la conversación. Además, en virtud de esta diversidad casi infinita de formas, la narrativa está presente en todas las épocas, en todos los lugares, en todas las sociedades; ya que comienzan con la historia misma de la humanidad de allí que no hay ni ha existido un pueblo sin narrativas. Todas las clases, todos los grupos humanos, tienen sus narrativas...] (Traducción personal, Barthes, 1977, p.79)*.

Aunado a este inventario de formas narrativas reconocidas por Barthes, los estudios narrativos bien podrían incluir memorias, biografías, autobiografías, teorías científicas, la tradición oral, así como diversas expresiones artísticas (Kohler Riessman, 2008, p.4). Ahora bien, las narrativas que surgen a partir de expresiones individuales, lo que en este trabajo reconocemos también como el testimonio y expresiones musicales como la gaita, se convierten en narrativas sociales para la comunidad cuando parte de ellas terminan convertidas en un repertorio

Cabimas: narrativas sociales de una marginalidad confusa. Clamor y resistencia de un municipio petrolero de Venezuela

Page 50: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

de historias legitimadas socialmente para dar sentido a un proyecto o en este caso una demanda comunal. Tal proceso concebido ya como “historias narrativas” (Czarniawska-Joerges, 2004, p.17), puede ser visto como discursos experienciales que da sentido a la acción humana, y en la que mediante un proceso de socialización o enculturación, los sujetos se identifican con los discursos que históricamente se han legitimado en la sociedad a las que pertenecen.

Al tratar cuestiones relacionadas al modo en que los habitantes de Cabimas han asumido su entorno inmediato, podemos hacer referencia a la dimensión reivindicadora que brinda el clamor. Esta expresión en el discurso del cabimero se da en un marco de marginación económica y social que es vivida cotidianamente, como resultado de los problemas y falta de servicios públicos, salud, educación, infraestructura y entretenimiento que aún se mantienen. Uno de los escenarios más visibles sobre la marginalidad confusa en Cabimas concurre al contrastar el entorno de una de las iconografías más distintivas de la identidad regional: el balancín extractor de petróleo. Incrustados en los barrios más populares del municipio, el balancín petrolero se ha establecido como una de las representaciones más comunes de la Venezuela petrolera. De los cientos que existen en el municipio gran parte están en barriadas y espacios donde las comunidades que viven a su alrededor padecen la falta en algunos casos de servicios básicos y aun peor la toxicidad que generan.

Con semejante paradoja de fondo se cierne una actitud distinta en los habitantes de Cabimas que viven encarados a esta realidad. Esta relación puede verse como la correspondencia que da sentido a la identidad, la acción y la vinculación con el ambiente de marginalidad y exclusión predominante. Para una aproximación a las formas narrativas individuales que han surgido como consecuencia de vivir en cercanía con la extracción del petróleo, conversamos con cuatro mujeres adultas mayores de diferentes sectores del municipio que tienen en común el hecho de haber coexistido; por varias décadas, a escasos metros de un balancín petrolero. A partir de la acción testimonial entramamos un dialogo dentro de los parámetros dialógicos de Dennis Tedlock, en el que el dialogo, el contexto y las narraciones del otro son el campo hermenéutico que ofrece las claves para la interpretación narrativa (Tedlock, 1995). En tal sentido, enfocamos nuestro interés en torno a las percepciones de quienes han convivido y presenciado la extracción continua del petróleo. En el dialogo surgieron preguntas como: ¿Qué beneficio les ha brindado el vivir cerca de un balancín petrolero? ¿Qué

Humberto López Cruz

50

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

Page 51: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Novelando capítulos de la historia de Panamá: Juan David Morgan y su narrativa histórica

51

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

significación tiene el petróleo en sus vidas? ¿De qué manera se han vistos afectados al vivir tan cerca de una fuente de extracción petrolera?

Fragmentos testimoniales

Francisca Domínguez, 57 años vecina del balancín 834, Barrio San Vicente. Con más de 30 años habitando en su humilde casa a menos de 15 metros del Balancín 834, para la señora Domínguez la estructura ya le es cotidiana, y aunque no ha tenido ningún beneficio directo estar tan cerca de la misma, la asume como algo natural. No obstante, de antemano nos deja saber que la cercanía con la estructura le ha hecho sufrir por muchos años.

-Para nosotros el petróleo no tiene ninguna importancia y ningún beneficio, una vez una empresa nos invadió el terreno con unas maquinarias, tuvimos que irnos por unos días, ellos querían comprar, pero nos querían dar muy poca plata.

-Una de las niñas se intoxicó una vez que hubo una explosión y nos cayó un líquido, la empresa encargada pagó la clínica pero los daños quedaron (Francisca Domínguez, comunicación personal, 9 de febrero de 2011).

Los gases residuales, el calor de la hoguera, las vibraciones, las grietas de la casa y el asma que padecen sus nietos han sido algunos de los problemas y consecuencias que ha padecido por vivir al lado del balancín 834. Para la señora Domínguez y su familia el petróleo es algo que los ha hecho vivir de mala manera. Al seguir relatándonos su experiencia mostraba malestar e impotencia. Paradójicamente, al inquirir si de verdad deseaba irse de allí, la señora respondió que con todo lo vivido y sufrido no piensa salir de ese espacio que por años ha sido el suyo ya que sabe que no se acostumbraría a otro lugar.

Jorgelina Medina, 71 años vecina del balancín 388, Barrio El Dividivi. Desde que su padre construyó la vivienda de barro prensado en 1948, a unos 15 metros de lo que era un taladro percutor, se puede decir que la señora Medina ha vivido al lado del que hoy se conoce como el Balancín 388. Hoy la casa luce las mejoras de los años ya que con el tiempo fue cambiando del maleable adobe a la seguridad del bloque de concreto. Su padre al salir de las áridas tierras del vecino Estado

Page 52: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Falcón, se instaló en las caldeadas explanadas de Cabimas luego de conseguir un trabajo como obrero. La señora Medina con cierta nostalgia reconoció que por muchos años recibieron el gas residual del balancín, gas que usaban para cocinar, pero con la llegada de la red municipal de gas doméstico, el único beneficio directo que disfrutaba del gigantesco bombeador mecánico dejo de serle útil. Hurgando en la memoria nos dijo:

-Los primeros años el mechurrío nos brindaba luz en la noche, claro también creaba más calor, con el tiempo lo cambiaron de lugar y lo alejaron un poco de las casa.

-Hace ya como 30 años vinieron para comprar la mitad del terreno de la casa que nos dejó mi padre, para aislar más el balancín pero mi papá no accedió ya que nos iba a quitar todo el frente (Jorgelina Medina, comunicación personal, 9 de febrero de 2011).

A pesar de vivir tantos años cerca de la estructura nunca sufrió de alguna enfermedad que pudieran relacionar a su infatigable vecino. Para la señora Medina, exceptuando el gas que gozaron por un tiempo, el petróleo nunca le ofreció algún beneficio importante. Por último, manifestó que para ella todos los problemas que por años ha generado el balancín hoy le son normales ya que se ha adaptado a convivir expuesta al petróleo.

Juana Orellana, 75 años vecina del balancín 113, Barrio La Montanita. El pasar más de 20 años a unos escasos 7 metros al lado del Balancín 113, son razones suficientes para acostumbrarse a vivir con el mal olor de los gases que emanan la extracción industrial de hidrocarburos. Para la señora Orellana el único beneficio directo fue una cerca sin terminar de 3 metros que la empresa encargada del mantenimiento le colocó al frente de su casa después de una explosión. Más que beneficios se ha visto afectada por los problemas comunes que refieren habitar en cercanía de una estructura extractora de petróleo.3

-Las paredes y el piso se me han quebrado, el mechurrío crea más calor, padecemos enfermedades respiratorias, así vivimos aquí.

-Para mí el petróleo no tiene ninguna importancia más

3 Juana Orellana, Comunicación personal, Cabimas, 9 de febrero de 2011.

52

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

Oleski Miranda

Page 53: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

53

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

allá de lo que me ha hecho sufrir ( Juana Orellana, comunicación personal, 9 de febrero de 2011).

La señora Orellana no deja de acentuar que siempre le han ofrecido ayudarla, pero que nunca le han dado nada. Con voz cansada habla del deseo que siempre ha tenido de mudarse. Mudarse lejos del balancín 113 siempre ha representado un anhelo para poder mejorar sus condiciones de vida.

María Cristina López, 81 años vecina del balancín 236 (desmantelado) Sector Delicias Nuevas. Cuando la señora López llego a Cabimas en 1945 desde el Estado Falcón predominaban las ciénagas en la topografía del municipio. Desde 1955 se mudó al lado del balancín 236 que por décadas fue manejado por la empresa Shell. Mientras mucha gente en el resto del país aún cocinaba con leña, ella podía disfrutar del gas sobrante que expulsaba el balancín. Recordando relató lo siguiente:

-El mechurrío lo apagaron hace 19 años después de que se me incendiara un árbol que tenía en el frente. El petróleo no significa nada no hay beneficio, siempre hablamos de que es nuestro pero no es así, por lo menos en Cabimas no ha sido así (María Cristina López, comunicación personal, 9 de febrero de 2011).

Con su reflexión nos cuenta que pasó casi toda su vida en esa casa, por lo que para ella no tiene sentido irse, ya que aprendió a vivir al lado del balancín petrolero 236. A través de estos esbozos testimoniales se puede observar como en Cabimas resaltan las visiones desligadas del mineral que ha forjado la identidad de la Venezuela del último siglo. Los habitantes del municipio y la Costa Oriental a diferencia del resto del país, no sólo conocen de cerca el petróleo, lo han sufrido en carne propia, lo huelen a diario, lo pisan y sienten que ese fenómeno que los geólogos han reconocido como “subsidencia” los hunden más cada día. La desvinculación con el petróleo es una muestra del clamor que ha estado presente en el cancionero y expresiones populares que ha caracterizado al nacido en Cabimas.

Tanto el detrimento ambiental como la afectación moral, ha hecho que el cabimero se vierta en la familia y el arraigamiento. Desde tiempo de la colonia, los indígenas que llamaban mene a los rezumaderos bituminosos que afloraban en las zonas aledañas al Lago de Maracaibo, intuyeron los peligros que podría acarrear a la salud (Uslar Pietri, 1998, p. 223).

Cabimas: narrativas sociales de una marginalidad confusa. Clamor y resistencia de un municipio petrolero de Venezuela

Page 54: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Un simbolismo que bien puede vincularse al universo del mal ya que el petróleo “es negro como la noche, mora en las profundidades de la tierra y emerge abruptamente creando el desasosiego” (Pérez Schael, 1993, p.199). La analogía del petróleo con el mal ha sido asunción recurrente entre la población cabimense que veía como morían los obreros enfermos en pocos años de trabajo. Sentencias como: ¡el petróleo te matará! expresaban diariamente los supersticiosos, tal como rememora el escritor-cronista Jesús Prieto Soto. Estas sentencias no fueron formas inertes, suspendidas en el vacío de la creencia supersticiosa. En aquellos primeros años la asistencia médica era un lujo, al tiempo que la dinámica de la explotación petrolera cobraba vidas diarias, sin descontar los accidentes personales que alcanzaba un promedio de cinco por día. Estas peligrosas condiciones dieron lugar a las primeras luchas de los obreros, convirtiéndose en los primeros pasos del sindicalismo nacional que estalla con la gran huelga petrolera en 1936.

El clamor hecho música ante la marginalidad

Como se ha sugerido el enlace del imaginario colectivo, como una derivación de la experiencia y de condiciones históricas específicas, se percibe en el discurso cotidiano del cabimero a través del clamor; como sentimiento de exigencia que funciona para enfrentar la realidad que les rodea. En el cancionero popular, los chimbángueles de San Benito y las Gaitas son las dos manifestaciones folklóricas que conforman tradicionalmente la música tradicional de Cabimas (Prieto Soto, 2000, p.408). En el caso de la gaita y su subgénero “la gaita protesta” (la expresión musical por antonomasia de la región zuliana), suele advertirse en la lírica, el lamento y el reclamo ante el estado aciago de la ciudad y la región en general, reproducción que se puede escuchar entre tonos mayores alegres. Uno de los exponentes más reconocidos de la gaita cabimense fue José “Chinco” Rodríguez, un obrero de la industria petrolera que logró fama con Barrio Obrero, el más célebre conjunto de gaitas del municipio. En una de sus composiciones se expresa así:

Con el afán del copleroque busca cotejar rimales voy a hablar de Cabimasy su caudal petroleroa ese pueblo extranjerole sustrajo una materiaal perforarle una arteriadel órgano mineral54

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

Oleski Miranda

Page 55: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

55

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

para dejarle al finaldesolación y miseriaEn Ambrosio, en la Salina,en la Rosa, en los Barrososyo vi los mejores pozosmás flamantes de esa minahoy al verlos en la ruinaculpo a muchos mandatariosque en su afán de autoritarioo lo avarientos que fueronno se cómo no vendierona la virgen el Rosario

Los gringos que allí llegaronse adueñaron de parcelasy fueron las sanguijuelasque del subsuelo chuparona ellos no les aplicaronla Ley de Hidrocarburossólo la ley del embudopara entonces existíalo que el musiú permitíamayor parte del crudo.

Le hacen ofertas brillantesgases, cloacas y un drenajepero ha sido puro aguajesiempre de los gobernantesviven en un desesperopensando que en un aguacerolos lleve un día a la ruinapues el caudal de esa minalo absorbió un pulpo extranjero (Prieto Soto, 2000, p.78).

El estribillo de la composición muestra la desconfianza hacia la laxitud moral de los gobernantes. La virgen del Rosario, de manera simbólica, es vista como el otro activo municipal, en pie de igualdad con el petróleo. En forma equivalente, es posible decir que el texto puede devenir acción significante. La interdependencia y oposiciones (los mejores pozos hoy en ruina), o la culpa atribuida a los gobernantes (nacionales y empresas extranjeras), posee una vivacidad llena de fuerza en el discurso de la gaita de Rodríguez. Igualmente es representativo la oposición binaria

Cabimas: narrativas sociales de una marginalidad confusa. Clamor y resistencia de un municipio petrolero de Venezuela

Page 56: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

de elementos negativos (extranjero/nacional), los que si se mira en detalle, representan lo mismo (avarientos/autoritarios;desolación/miseria). La gaita de Rodríguez no es música separada del texto, la música se constituye estéticamente en la intención, y está en el contexto del sentido social que la supone (Castro Aniyar, 1997, p.15). Con la gaita nos damos cuenta de la intención, desde el discurso mismo, ya que este devela significados profundos sobre el conflicto entre lo nacional-gobernantes y lo local-extranjeros. Por otro lado la gaita resalta dimensiones emocionales de la identidad cabimera: el lamento y el reclamo, los que ya no pueden verse como elementos separados, al constituir una voz unísona siendo el clamor ese dispositivo de la identidad, donde el contexto condiciona la acción subjetiva.

En las gaitas actuales ya no se hace alusión al elemento foráneo; aquellas dejaron lo extranjero de lado para concentrar la crítica en los gobernantes. Valga anotar que la gaita de mayor raigambre popular entre los cabimeros, y que se ha constituido en la más representativa de la zona, es la canción titulada Gaita a Cabimas. Grabada en 1965, fue el primer disco grabado del conjunto musical Barrio Obrero. En su contenido se reafirma el clamor canalizado a través de la fe puesta en la virgen del Rosario (patrona católica de la ciudad):

Virgen del RosarioCabimas se desesperaHay hambre por donde quieraNuestro problema es precarioRogad desde su SantuarioPor la zona petrolera (Prieto Soto, 2000, p.86).

La emocionalidad discursiva del clamor cabimense popularizado con la gaita ha trascendido en frases que desde el humor popular develan la manera como se ve en la región a los habitantes de Cabimas. La expresión usada en ciudades aledañas como Maracaibo o regiones del Estado Falcón, es un epitome del sentido del humor en situaciones de exigencia. Quienes la utilizan lo hacen en un momento específico cuando se quiere hacerle saber alguien que su petición es excesiva; de allí que, es costumbre decir: “¡Pides más que Cabimas!”. El uso de la frase, que es moneda de uso corriente en el humor popular regional, encierra toda una retórica e hipérbole que funciona para inculpar a los habitantes del municipio. ¿Qué significa entonces pedir más que Cabimas? Pues no es precisamente hacerse eco de la exigencia que sus residentes han legitimado desde la cultura popular, o bien las demandas ante el centralismo regional y nacional. Es como si se usara

56

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

Oleski Miranda

Page 57: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

57

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

la ironía para decirle al otro, al vecino: “¡Ya basta!..¿Hasta cuándo vas a seguir pidiendo?”.

A modo de conclusión

Se ha hecho énfasis en que los orígenes de la problemática actual de Cabimas, tiene conexión directa con la economía de enclave que fue derivándose con la explotación petrolera en la zona. Inicialmente, las primeras muestras del infradesarrollo surgen como un proceso de exclusión de trabajadores relegados, que luego se consolida en la marginalización socioeconómica de la localidad en relación a las ciudades que la circundan y al país en general. Este tipo de marginación que caracteriza a Cabimas es definida como una marginalidad confusa, dadas las particulares características en que se establece la exclusión y las apreciaciones que los pobladores manifiestan sobre el petróleo. Las personas se fijan como parte de un lugar generador de riquezas que otros han aprovechado al máximo, deviniendo en una forma de conciencia no solo de su marginalidad sino también del patrimonio que les rodea y que se advierte negado al municipio.

Este tipo de conciencia junto a los cambios socioculturales que fueron dándose en el lugar, por la llegada de diferentes grupos sociales que se asentaron en la zona buscando mejorar sus condiciones de vida, vinieron a conformar una forma de identidad local definidas no solos por las condiciones objetivas del entorno, sino también por las nuevas valoraciones que se fueron sumando. Las variantes socioculturales que más resaltan en las narrativas sociales que surgieron con el proceso de cambio que vivió Cabimas hasta convertirse en lo que es, están definidas por nociones que nos permiten describir y clasificar, por un lado las variantes discursivas que nutren el imaginario social cabimero y por otro los nodos de la identidad local. Tenemos entonces un sentimiento como el clamor el cual no puede circunscribirse sólo a formas de narraciones sociales de conciencia negativa, ya que son representaciones de resistencia que reafirman la relación con el municipio a pesar de los problemas y las condiciones en que se vive. Un clamor que resalta la esperanza de mejores condiciones y en donde se legitima el derecho histórico a demandar desde la impronta de injusticia que ha caracterizado al municipio y a sus habitantes.

Cabimas: narrativas sociales de una marginalidad confusa. Clamor y resistencia de un municipio petrolero de Venezuela

Page 58: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

58

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

Bibliografía

Barthes, Roland. (1997). An introduction to the structural analysis of narrative. En Heath, Stephen (Ed.). Image, music, text. New York: Hill and Wang.

Boué, Juan Carlos. (1993). Venezuela: the political economy of oil. Oxford: University Press for the Oxford Institute for Energy Studies.

Castro Aniyar, Daniel. (1997). El entendimiento: historia y significación de la música indígena del Lago de Maracaibo. La Habana: Fondo Editorial Casa de las Américas.

Czarniawska-Joerges, Barbara. (2004). Narratives in social science research. London; Thousand Oaks, Calif.: Sage Publications.

Germani, Gino. (1980). El concepto de marginalidad. Buenos Aires: Nueva Visión.

Karl, Terry Lynn. (1997). The paradox of plenty: oil booms and petro-states. Berkeley: University of California Press.

Lieuwen, Edwin. (1967). Petroleum in Venezuela. New York: Russel & Russell.

McBeth, B. S. (1983). Juan Vicente Gómez and the oil companies in Venezuela, 1908-1935. Cambridge Latin American Studies 43. New York: Cambridge University Press.

Pérez Schael, María Sol. (1993). Petróleo, cultura y poder en Venezuela. Caracas: Monte Ávila Editores Latinoamericana.

Prieto Soto, Jesús. (2000). Mestizaje y cultura costa oriental. Aspecto etno-musical. Cabimas: Ediciones Congreso Cultural Cabimas.

Randall, Laura. (1987). The Political economy of Venezuelan oil. New York: Praeger.

Riessman, Catherine Kohler. (2008). Narrative methods for the human sciences. Los Angeles: Sage Publications.

Salazar-Carrillo, Jorge, and Bernadette West. (2004). Oil and development in Venezuela during the 20th century. Westport, Conn: Praeger.

Oleski Miranda

Page 59: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

59

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 45-59 ISSN: 2313-7290

Tedlock, Dennis. (1995). Interpretation, participation, and the role of narrative in dialogical anthropology. En Mannheim, Bruce y Tedlock, Dennis. (Eds.). The Dialogic Emergence of Culture. Urbana-Champaign: University of Illinois Press.

Uslar Pietri, Arturo. (1998). El Petróleo en Venezuela. En Medina, José Ramón (Ed.). Nuevo mundo, mundo nuevo. Caracas: Biblioteca Ayacucho.

Cabimas: narrativas sociales de una marginalidad confusa. Clamor y resistencia de un municipio petrolero de Venezuela

Page 60: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290
Page 61: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Laconfiguracióndellíderyelimaginariocolectivoenunanoveladefiliaciónhistórica:ActasdeMarusia1

Cristian Ignacio Vidal Barría*(Universidad Autónoma de Madrid)

Resumen

Tras un breve recorrido por la narrativa histórica, analizamos Actas de Marusia de Patricio Manns, centrada en un hecho acontecido en la pampa salitrera de Marusia en 1925, en la que obreros sufrieron represión por parte de los uniformados. Nuestro objetivo apunta a dos lecturas: la emergencia de un líder que promueve la confrontación de los pampinos y el contexto de recepción de la novela. Es publicada en 1974, un año después del golpe militar de Augusto Pinochet, por lo que creemos que pretende ser una alegoría del momento histórico contemporáneo. Estas lecturas conducen a una mirada contemporánea, en la que la novela asumiría un carácter discursivo que pretende incidir en el imaginario colectivo promoviendo la búsqueda de una utopía; aquella por la que murieron los trabajadores de Marusia en 1925.

Palabras clave: Novela, filiación histórica, historiografía, literatura, memoria histórica

Abstract

After a brief overview of historical narrative, we analysis Patricio Manns’ Actas de Marusia, which focuses on an event that occurred at the nitrate fields of Marusia in 1925, where workers suffered repression by the soldiers. Our reading suggest two possible interpretations of the text: the emergence of a leader who promotes the confrontation of the workers and the context of reception the obra. The novel was published in 1974, a year after Augusto Pinochet’s military coup, which is why 1 El presente artículo es parte de la producción científica que el autor ha desarrollado mientras cuenta con el patrocinio de Becas Conicyt/Becas Chile (Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología) para realizar estudios de posgrado en extranjero convocatoria 2014. * Chileno. Magíster en Literatura Hispanoamericana contemporánea por la Universidad Austral de Chile. Profesor de lengua Castellana y Comunicación por la Universidad de los Lagos – Chile. Licenciado en Educación por la Universidad de los Lagos – Chile. Actualmente estudiante de Máster en Literaturas Hispánicas. Arte, Historia y Sociedad en la Universidad Autónoma de Madrid. Anteriormente profesor de Lengua Castellana y Comunicación en Chile.

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 61-80

ISSN: 2313-7290

61

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Page 62: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

we believe it aims to be an allegory of that historical moment. These readings suggest a contemporary perspective, in which the novel would take on a discursive character that pretends to influence at the collective imagination, promoting the search for a utopia, the one for which the Marusia workers died in 1925.

Keywords: Novel, historical affiliation, historiography, literature, historical memory

La concepción de narrativa histórica

No podemos inmiscuirnos en el análisis de una novela que trata sobre un episodio histórico, obviando los aportes que varios estudiosos han realizado en torno al cruce interdisciplinar entre historia y novela. Uno de los primeros autores en referirse y demarcar los posibles límites entre historia y literatura es Aristóteles. En su Poética, el filósofo afirma que es posible identificar una diferencia entre las dos disciplinas, otorgándole un lugar más elevado a la literatura:

La tarea del poeta es describir no lo que ha acontecido, sino lo que podría haber ocurrido, esto es, tanto lo que es posible como probable o necesario. La distinción entre el historiador y el poeta no consiste en que uno escriba en prosa y el otro en verso; se podrá trasladar al verso la obra de Heródoto, y ella seguiría siendo una clase de historia. La diferencia reside en que uno relata lo que ha sucedido, y el otro lo que podría haber acontecido. De aquí que la poesía sea más filosófica y de mayor dignidad que la historia, puesto que sus afirmaciones son más bien del tipo de las universales, mientras que las de la historia son particulares (Aristóteles, s.f./1999, p.14).2

Esta concepción apunta a que la labor de un historiador es escribir sobre hechos reales y que, por lo tanto, se puede tener una base empírica de dicho acontecimiento. Por otra parte, el literato escribe lo que podría haber acontecido, posicionando el texto literario como una producción ficticia de un hecho hipotético. Se ha tomado la afirmación de Aristóteles como la base de cada disciplina, siendo conscientes de que con el pasar de los siglos este pensamiento se ha ido modificando y ha sido foco de estudios rigurosos que permiten poner en duda lo que en aquel tiempo el filósofo estipuló para la diferenciación entre Historia y Literatura.

2 Entiéndase por poeta, al escritor, ya sea, de poesía (versos) o narrativa (prosa).

Cristian Ignacio Vidal Barría

62

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Page 63: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Para lo que nos concierne, queremos presentar, sintéticamente, cómo se manifiesta esta relación en Hispanoamérica y, de modo particular, en Chile. Solo de esta manera se fundamentarán algunas ideas que han surgido al estudiar Actas de Marusia. En primer lugar, sostenemos que no existe una metodología adecuada ‒ a pesar de todo lo que se ha teorizado sobre la narrativa histórica‒ para abordar textos de este tipo. Lo anterior se debe, según nuestra tesis, a que la novela de Manns no concluye en las páginas que nos relatan la represión de los obreros en Marusia, sino que existen dos lecturas externas a la trama y que tienen que ver, primero, con el contexto y la censura que sufre la obra; y en segundo, con la interpretación que hacemos desde una mirada más contemporánea, en la que la obra se configura como un discurso paralelo al de la historia, poniendo sobre la mesa un hecho que, en expresión sutil, fue omitido por la historiografía oficial.

Un artículo de White ‒El texto Histórico como artefacto Literario (2003) ‒, hace directa alusión a un género que desde hace varias décadas ha ido ganando terreno y expositores en la literatura hispanoamericana. George Lukács, junto a otros críticos, establecen que el inicio de este género tiene a Walter Scott como uno de los primeros exponentes en la narrativa de carácter histórico. Se ha estipulado que la Novela Histórica Tradicional (en adelante NHT) se remonta al siglo XIX y se identifica principalmente con el romanticismo. En el siglo XX evolucionó dentro de la estética del modernismo, del criollismo y del existencialismo. Los años sugeridos para la producción de NHT oscilan entre 1826 y 18493.La característica principal del género era tomar un hecho histórico determinado y tratar de apegarse lo más posible a la historiografía, con la diferencia de que en el texto literario se retratan otros aspectos de los grandes héroes o acontecimientos, mostrando un punto de vista que en la historiografía “objetiva” no se dejan ver. Pero en ningún caso el texto literario podía incurrir en la desacreditación de los personajes y sus hazañas, ya que estos se encuentran insertos en el imaginario colectivo, y esta práctica haría perder verosimilitud al texto. En un ensayo publicado en “Espéculo”, Luis Veres renueva el pensamiento de Jean Ranciere, y es aquí donde encontramos una definición que coincide en líneas generales con lo que hemos considerado como NHT:

La novela histórica se presenta como un discurso histórico, como un discurso semejante a la Historia, un discurso de verdad, como un discurso que pretende una versión lo más fidedigna

3 Seymour Mentón, haciendo una cronología de la narrativa histórica en la literatura, toma estas fechas directamente del texto de George Lukács.

Laconfiguracióndellíderyelimaginariocolectivoenunanoveladefiliaciónhistórica:Actas de Marusia

63

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Page 64: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

posible de los procesos, acontecimientos o personajes del pasado histórico (Veres, 2007)4.

Hace falta añadir que el propósito de la NHT era “configurar nacionalidades emergentes”, como afirma Aínsa (1986) en Identidad cultural de Iberoamérica en su narrativa, gracias a este propósito se “vertebran con mayor eficacia los grandes principios identitarios americanos” (Aínsa, 1986, p. 16).

Eduardo Barraza en su investigación sobre el discurso de la conquista y el canon de la literatura chilena menciona algunas obras que es posible enmarcar dentro de la NHT y que apuntan, justamente, a lo que Aínsa postula. El mestizo alejo y La criollita (1934) y La espada y el canelo (1959) pretenden “traducir una memoria de la conquista, aceptada y compartida que ratifica una visión estereotipada y excluyentes de una etnia” (Barraza, 2004, p. 29). En resumen, la NHT trata de apegarse a la historiografía, pero tiene como objetivo, en Hispanoamérica, crear y reafirmar, un imaginario social en torno a situaciones o hechos históricos. En este plano, la relación entre historia y ficción se limita a compartir acontecimientos pasados, siendo la historiografía el discurso oficial, y la literatura un discurso de ficción, al servicio de la historia, al cual el canon literario no le permite ficcionalizar en un plano deslegitimizador de la historia oficial.

En 1993, Seymour Menton escribe La nueva novela histórica de la América Latina, 1979 - 1992. La propuesta del investigador se consolida a tal nivel que, desde entonces, el concepto Nueva Novela Histórica se ha tomado como el foco principal en los estudios literarios relacionados con este subgénero; desarrollando un tema que ya algunos estudiosos habían adelantado. La NHT comienza a decaer en el momento en que empieza a distanciarse del discurso histórico oficial. Es aquí donde Menton ve un quiebre y afirma que es posible identificar seis características presentes en la producción literaria contemporánea, los cuales provocarían un salto y una superación de la anterior NHT. El crítico avoca su estudio a la producción literaria que se da en Hispanoamérica entre 1979 (que para él es el año en que surge la nueva novela histórica) y 1992, un año antes de publicar su libro. Las obras más representativas que incluye en su estudio son El arpa y la Sombra (1979) de Alejo Carpentier, La Guerra del fin del Mundo (1981) de Mario Vargas Llosa, Los perros del paraíso (1983) de Abel Posse y Noticias 4 Artículo publicado en la revista electrónica Espéculo de la Universidad Complutense de Madrid. De ahí que no se indique el número de la página de la cita. En las referencias bibliográficas se ha incluido un enlace al artículo.

64

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Cristian Ignacio Vidal Barría

Page 65: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

del imperio (1987) de Fernando del Paso. Cabe señalar que Menton hace mención a El reino de este mundo de Carpentier (1949) como uno de los textos precursores de la nueva novela histórica, debido a que comparte algunas de las características que, a su parecer, determinan el hecho de que una novela pueda ser incluida dentro del marco de la nueva novela histórica (NNH desde ahora).

La idea de Menton en torno a la NNH es proponer seis características que se encuentran presente en esta nueva narrativa. Algunas de ellas son “la imposibilidad de conocer la verdad histórica, la distorsión consciente de la historia, mediante omisiones, exageraciones y anacronismos, la ficcionalización de personajes históricos y los comentarios del narrador sobre el proceso de creación” (Menton, 1993, p. 142).

La producción de obras literarias que toman como referente un hecho histórico, al estilo de la nueva novela histórica, apunta, principalmente, a la superación y diferenciación de la NHT. Esta última se encontraba al servicio de la historia, es por ello que la NNH propone un nuevo paradigma en la creación literaria. Este nuevo paradigma plantea una relectura de los hechos históricos, idea que se da casi simultáneamente con la discusión en torno a la validez del discurso historiográfico y los cuestionamientos respecto a su creación. El objetivo en la NNH ya no es validar o confirmar la historia, sino discutirla, replantearla, cuestionarla. Es por ello que los rasgos esenciales de la NNH apuntan a la distorsión consciente de la historia a través de exageraciones u omisiones, ficcionalización de personajes históricos, y la metaficción como estrategia de verosimilitud.

Para Viu, este nuevo paradigma en la narrativa histórica concuerda con la idea de releer la historia, “en virtud de un presente fracturado”. También afirma que hay un “despertar de una conciencia” descolonizadora en intelectuales y escritores de gran importancia” ‒menciona a Carpentier, Borges y Augusto Roa Bastos‒, situación que se agudizaría con la conmemoración del quinto centenario del descubrimiento de América en 1992. Pero, afirmar que la nueva novela histórica estaría ligada en su totalidad a la conmemoración del quinto centenario del descubrimiento de América nos llevaría a excluir algunos textos. Si bien, existe una producción literaria que toma esta situación como temática central, no todas las novelas históricas se refieren al proceso de descubrimiento, conquista o colonización de América. Otro grupo de escritores, no menos importante, toma materias relacionadas con acontecimientos recientes que han impactado en los respectivos países 65

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Laconfiguracióndellíderyelimaginariocolectivoenunanoveladefiliaciónhistórica:Actas de Marusia

Page 66: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

de Latinoamérica. Pinochet, en Chile, ve su imagen desacralizada en la novela Cadáver Tuerto (2005) de Eduardo Labarca o Gonzáles del Valle con la novela Un viento negro (2012), retrata un episodio oscuro en la historia paraguaya bajo la dictadura de Stroessner, solo por mencionar dos. Hechos que han dejado heridas abiertas en el presente y que los novelistas han tematizado con el fin de rememorar, condenar y criticar dichos periodos de la historia de cada país.

Sin embargo, nos surgen algunas interrogantes sobre el estudio de la narrativa histórica, ahora de modo particular en Chile. ¿Qué pasa con aquellas novelas que se ajustan nimiamente a las características de la NNH y comparten similitudes con la NHT pero que, no obstante, no pretenden ser un discurso al servicio de la historiografía oficial? Por otra parte, ¿dentro de qué normas estudiamos una novela que solo utiliza un acontecimiento histórico como contexto de una trama amorosa al estilo folletinesco? De estas preguntas nace la idea de “novela de filiación histórica” propuesto por el investigador Eduardo Barraza, que responde a los diversos grados del tratamiento de la historia por parte de los novelistas, sin que se pretenda cumplir (o conocer) con las exigencias de Menton. En ella, el suceso histórico puede ser un incidente menor que pugna contra el olvido, el hallazgo de un manuscrito o el advenimiento de una celebración. Es muy probable que novelas como Actas de Marusia (1974) de Patricio Manns, Hijos del Salitre (1952) de Volodia Teitelboim, o 60 muertos en la escalera (1953) de Carlos Droguett, no se ajustaran al canon de la Novela Histórica Tradicional, ni tampoco al de la Nueva Novela Histórica, y por esa razón hayan sido obliteradas por la crítica que no le otorgaba más valor que la anécdota de un personaje ficticio que habla en representación del subalterno, sin siquiera cuestionarse el motivo que lleva a representar tal situación. Cabe señalar que el estudio de novelas de filiación histórica se ocupa también de aquellas obras que, a primeras luces, se dicen históricas y que en ciertas ocasiones pretenden hacer valedera esta acepción, pero que sin ir muy lejos nos encontramos con tramas que recurren a técnicas propias del amor imposible al estilo folletinesco y que, por lo tanto, no cumplen el modelo de análisis de los estudios canónicos ‒hasta ahora‒ de narrativa histórica.

ActasdeMarusiacomonoveladefiliaciónhistórica

En la literatura chilena de filiación histórica identificamos un corpus literario que hemos denominado novelas de represión y matanzas5, las 5 Esta clasificación a la que nos referimos comprende un total de siete novelas chilenas que comparten historias sobre matanzas y represiones por parte del ejército

66

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Cristian Ignacio Vidal Barría

Page 67: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

cuales relatan las historias no dignas de memoria que son ocultadas o minimizadas por el discurso histórico oficial. Para el desarrollo de este artículo hemos tomado como objeto de estudio una de las ocho novelas a las que hacemos alusión, y que, a nuestro juicio, se diferencia de las demás por presentar una imagen reveladora del trabajador del salitre.

Actas de Marusia de Patricio Manns fue publicada en México en 1974 y en Chile en 1993. Sin embargo, esta novela, que posee una versión cinematográfica dirigida por Miguel Littín en 1975, no trasciende en Chile y pasa a ser una obra escondida en un rincón de la literatura nacional debido a que no existía una metodología adecuada para su análisis e inserción en la historia de la literatura del país. De la misma manera, el acontecimiento histórico que retrata, a diferencia de la matanza en la Escuela Santa María de Iquique, que acontece algunos años antes, sigue siendo un hecho poco conocido en la actualidad, el cual no ha sido foco de investigación por parte de historiadores y críticos; hasta el punto de llegar a cuestionar la veracidad de la represión ocurrida en la oficina salitrera de Marusia en el año 1925.

Una de las propuesta de este trabajo es que en Actas de Marusia emerge la imagen de un líder motivando y perfilando las voces de la cuestión social que tiene como precedente el sacrificio de obreros que han muerto en diferentes matanzas, y que en esta obra confrontan a las fuerzas militares, estableciéndose así una evidente superación de la imagen pasiva por parte de los pampinos, presente en las demás novelas de represión (Santa María de las flores negras, Hijos del salitre, Norte grande). Además, identificamos un discurso ideológico marcado, no así panfletario, que, hipotéticamente, sería un factor en el alzamiento de los obreros en contra de la represión del ejército.

RepresiónenMarusia1925:alegoríadeunnuevoconflicto,1973

Hemos sugerido dos objetivos o dos lecturas posibles que guiaran este análisis. En lo sucesivo iremos reafirmando la relación que existe entre la trama de la novela, centrada en la represión y matanza de la que fueron víctimas los trabajadores de Marusia en 1925, y cómo este

acaecidas desde inicios hasta mediados del siglo XX: Carne y Jacintos (2010) de Antonio Gil; Santa María de las flores negras (2002) de Hernán Rivera Letelier; Hijos del salitre (1952) de Volodia Teitelboim; Actas de Marusia (1974), Actas del Bio Bio (1985), Ranquil (1941) de Reinaldo Lomboy; Memorial de la noche (1988) de Patricio Manns y 60 muertos en la escalera (1953) de Carlos Droguett y Norte Grande de Andrés Sabella. El orden de las novelas tiene relación con el tema y el año en que acontece la matanza o represión.

67

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Laconfiguracióndellíderyelimaginariocolectivoenunanoveladefiliaciónhistórica:Actas de Marusia

Page 68: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

relato se transforma en alegoría del golpe de estado en Chile en 1973. El entramado de la novela –crónica novelada para el autor‒ se inicia con la muerte de un gringo en la salitrera. En busca urgente de un culpable se acusa a un trabajador boliviano, Rufino Ayaroa, como autor del asesinato; evidente signo de barbarie y transgresión por parte del poder consolidado. Éste afirma lo siguiente:

Esa vez yo lo hubiera matado, con el perdón de los presentes…porque empujó dentro de un cachucho hirviendo a un peruanito que llamábamos Estéril, porque decía que venía de una tierra estéril. Pero yo no he matado al señor ingeniero. Aquí están mis dos manos limpias (Manns, 1974, p. 20).

A pesar de su declaración, Ayaroa es fusilado, haciendo parecer su muerte como un accidente, lo que provoca que un amigo suyo asesine al carabinero que “condujo a Rufino hacia la invisible muerte” (Manns, 1974, p. 32), dando inicio a una serie de conflictos entre trabajadores y uniformados. Este hecho particular que presenta la novela en realidad es parte de la ficción literaria que busca problematizar un acontecimiento para dar cuenta de la verdadera intencionalidad del autor, que es poner de manifiesto la respuesta y actitud de los trabajadores hacia las fuerzas uniformadas o los gringos dueños de la oficina salitrera ‒como afirman los propios personajes‒. Lo que nos presenta la obra de Manns, si bien, por un lado, es la matanza de los trabajadores, es también el alzamiento de los mismos, que llevan a confrontar a las fuerzas armadas. Cuando sostenemos que la obra es una alegoría de otro momento no se pretende establecer parámetros de igualdad que, como ahora sabemos, no existieron porque no hubo un alzamiento de los pobladores en contra del régimen de Pinochet, o por lo menos no de la forma que se presenta en Actas de Marusia. A lo que aludimos es a la necesidad de que la gente se organice para hacer frente a una dictadura que recién estaba comenzando- recordemos que la novela se publica un año después del golpe militar. Compartimos la visión de Benjamín Guzmán Toledo en su investigación doctoral sobre el autor, en la que afirma que la obra “no podía operar, sino como símbolo, como un exemplum, una analogía, una metáfora del tiempo presente en el momento de su redacción en Cuba en el año 1974” (Guzmán, 2014, p. 123).

Por otra parte, a medida que la novela avanza se aclara al lector que, en realidad, la historia que se relatará no comienza con la muerte del gringo, “éste era apenas una parte de todo el asunto” (Manns, 68

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Cristian Ignacio Vidal Barría

Page 69: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

1974, p. 14). Los sucesos acontecidos cuatro años atrás en San Gregorio habían dejado “caldeado el aire de adentro de los hombres”, considerando que hay hombres que son “terriblemente recordadores”‒ como afirma el personaje principal‒ y que una de las secuelas de la memoria es la venganza. La matanza de San Gregorio se presenta como el antecedente más próximo en lo que se refiere a masacres en la pampa. Por ese motivo dicho acontecimiento opera como motor que lleva a los trabajadores de Marusia a mantenerse alerta y a tener un fundamento para articular una venganza por aquellos hijos, padres, madres y hermanos de los que hoy trabajan en Marusia y perecieron en San Gregorio. La referencialidad a un hecho pasado de similares condiciones sugiere la idea de que la historia es cíclica; recordemos que el acontecimiento que se narra en la propia novela es una relectura hecha decenas de años después y en un momento de agitación político-social de similares características. Asimismo, la idea de que la novela trasciende la frontera literaria, queriendo significar más allá de sus páginas, está dada en el mismo texto y en voz de los personajes. En unas de las discusiones Gregorio Chasqui afirma: “Pero las lecciones de la historia no operan en lo inmediato: La historia es una herramienta que solo puede ser manejada desde el futuro” (Manns, 1974, p. 106). Vale decir entonces que la novela se concibe como un discurso literario que busca, en primer lugar, cuestionar la obliteración, por parte de la historiografía, de un suceso histórico; pero también invita a una reflexión sobre lo reiterativo de las matanzas e injusticias sociales en Chile en las que el golpe militar de 1973 “era apenas una parte de todo el asunto.”

Un gran mérito del autor es integrar dos visiones opuestas para un mismo problema. Por una parte, el narrador omnisciente nos da a conocer como ocurren los acontecimientos, mientras que se le otorga voz a la contraparte de los mineros; gringos y uniformados mantienen conversaciones que pretenden entregar la visión opuesta a los pampinos:

Me huelo que este año vamos a tener otra huelga. Ya andan de nuevo varios cabrones agitando a los estúpidos picasal. Después de lo de “San Gregorio” – opinó la dama‒ no veo francamente cómo pueden quedarle ganas de parar el trabajo. – Se ríen de los fusiles‒ dijo el gringo chupando su cachimba, ‒ y se ríen de los cañones. Nunca he visto gente tan condenada como ésta (Manns, 1974, p. 17).

Este diálogo había sido entablado por el gringo que apareció muerto y su esposa. La idea de presentarlo alude a la fundamentación de la muerte del gringo, si bien, durante el relato no se llega a saber quién 69

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Laconfiguracióndellíderyelimaginariocolectivoenunanoveladefiliaciónhistórica:Actas de Marusia

Page 70: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

es el asesino, el autor presenta el motivo por el cual pudo haber sido asesinado. Por otra parte, el comentario que hace la esposa nos da a conocer la visión que la élite y los uniformados tienen de las matanzas que ha realizado el ejército; las que claramente buscan parar el levantamiento de los pampinos. Lo paradójico es que en esta novela ocurre totalmente lo contrario. La matanza de San Gregorio es el hecho que impulsa la confrontación de los trabajadores contra los uniformados, lo que de modo general ofrece pistas que nos llevan a reflexionar sobre la conformación y consolidación del movimiento obrero en Chile que se gesta en esta misma época.

La matanza en la Escuela Santa María6 había marcado el devenir de la historia. Si bien algunas leyes se habían conseguido tras el episodio de 1907 en el puerto de Iquique, la matanza de mineros se seguía sucediendo y las respuestas no eran del todo satisfactorias; sin embargo los trabajadores se organizaban cada vez más, planteando la necesidad de enfrentar a los militares para que no continuaran con la represión. La reunión del sindicato en Marusia es la instancia en la cual salen a la luz los personajes principales de la novela que se perfilarán como líderes en el enfrentamiento entre mineros y militares. Un joven en medio de todos los obreros pide la palabra y propone “declarar guerra a muerte a todos los gringos” (Manns, 1974, p. 23). Hasta aquel momento pensar en enfrentar a los militares era una empresa sin asidero debido a la desigualdad en armas, no así en número, pues siempre los trabajadores eran mayoría. Pero este personaje irrumpe afirmando que es mejor morir matando que dejarse acribillar amarrado. Tal afirmación cobra mayor sentido con el mensaje implícito que debemos leer en 1974, pues la lucha que gestaran los trabajadores en Marusia, no será completamente en vano. El sueño de una sociedad de igualdad y con derechos para

6 Hacemos especial referencia a este episodio ocurrido en 1907 en otra pampa salitrera donde se cree que murieron más de tres mil obreros. En un principio fue un hecho totalmente desconocido y solo con el paso del tiempo, la memoria histórica, la oralidad, los versos populares, y la literatura lograron que se haga justicia. No desde el punto de vista jurídico, pero sí una justicia social. Sin embargo, Actas de Marusia se escribe más de veinte años antes que la novela que rememora la matanza en Santa María, Santa María de las flores negras, pero, como hemos insistido, los estudios de la literatura en 1974 carecían de una metodología que permitiera analizar la novela y sus estrategias literarias, consideremos que Actas de Marusia no circula en Chile después de haber finalizado la dictadura. A diferencia de la novela de Rivera Letellier que ha sido foco de numerosas investigaciones, pues, se publicó en 2002, año en que la crítica de narrativa histórica ya tenía un largo recorrido tanto en Hispanoamérica y se estaba consolidando en Chile con los estudios de Antonia Viu o de Eduardo Barraza, aunque este último avoca su análisis de modo específico en el discurso de la conquista, pasando por el canon de la literatura chilena.

70

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Cristian Ignacio Vidal Barría

Page 71: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

los trabajadores, tendrá su punto más alto en el año 1970, cuando sea elegido un presidente de ideología socialista: Salvador Allende. No obstante, la situación cambiará en 1973. Manns anhela que la muerte de los trabajadores de Santa María, de San Gregorio y de Marusia no sea en vano, y para ello se vale de la ficción, dando paso al discurso literario que pretende incidir más allá de una lectura pasiva.

Antonia Viu, en su estudio sobre novela histórica en Chile, propone una metodología para analizar un corpus novelístico determinado; aunque sin bien la obra que aquí presentamos no se incluye, sí se integran otras de similares características. Tal metodología incluye novelas que son vistas como memoriales. Creemos que es pertinente hacer esta mención que arroja luz sobre el modo en que una obra postula un discurso tanto literario como extraliterario. Viu afirma que las “novelas memoriales” conmemoran a los mártires de una tragedia colectiva, distinguiendo dos funciones: homenajear a las víctimas y denunciar a los victimarios. Sin embargo, la denuncia y el homenaje no son los principales tópicos de la novela que aquí analizamos; quizás a esto se deba la omisión de esta narración para el corpus literario que aborda la investigadora. Lo que sí es necesario señalar cuando Viu habla sobre la “novela memorial” es lo la autora expresa en la siguiente cita:

El memorial activa la memoria de un evento traumático, pero también constituye un registro de la codificación cultural que ese evento tiene entre los sobrevivientes, y de cómo su interpretación va siendo reelaborada con el tiempo. (…) constituyendo al mismo tiempo un eslabón imprescindible para rearticular la historia individual o colectiva (Viu, 2004, p. 158).

Vale decir, la novela requiere que la lectura que se haga no sea tan solo en el contexto de un acontecimiento determinado, sino que a través de ella exista una interpretación desde la actualidad, pretendiendo incidir en el imaginario colectivo ‒como afirma Viu‒ activando la memoria de un evento traumático como este.

Parece anecdótico mencionar ‒a propósito de la relación que establecemos de dos hechos históricos‒ el carácter revelador de la novela en uno de sus episodios. Cuando el mayor Bruno Hoffer lee a los trabajadores de Marusia, por encargo del coronel Pablo Schulz, una declaración sobre la situación que están viviendo en la que encontramos expresiones que el general Pinochet utilizó durante la dictadura militar (1973-1990): “solo son un grupo de individuos intrínsecamente 71

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Laconfiguracióndellíderyelimaginariocolectivoenunanoveladefiliaciónhistórica:Actas de Marusia

Page 72: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

perversos”; “deber patriótico y moral”; “señores subversivos”; “En Marusia no se mueve una hoja sin que yo lo sepa”; “Yo les voy a mostrar otra forma de mandar la sociedad: la dictablanda” (Manns, 1974, p. 135). Estas expresiones forman parte del imaginario social en Chile y vienen a reafirmar el carácter simbólico que advertimos en la narración. Con todo, la novela no se agota en estas dos lecturas; también cobra vigencia la interpretación que podamos hacer en el presente, pues la mirada contemporánea nos entrega otros elementos de codificación. Anteriormente postulamos que la obra se manifiesta como un discurso, tal discurso nos propone una interpretación desde un presente fracturado en una sociedad sin cohesión, desde esa mirada la novela busca ser ese “eslabón imprescindible” que menciona Viu, ya que su afán revisionista pretende rearticular la historia/memoria colectiva.

Laconfiguracióndellíderylaconfrontacióndelospampinos

-A los catorce de mi edad vi morir a mi padre bajo las balas en Plaza Colón, de Antofagasta. – A los quince de mi edad… perdí al resto de mi familia en la matanza de la “Escuela Santa María”, de Iquique. A los veintinueve de mi edad, me libré lleno de agujeros cuando cañonearon y ametrallaron la Oficina “San Gregorio”. En resumen, he visto durante todo lo que llevo de vida a la clase obrera mendigando y a los patrones disparando por fuerzas armadas interpósitas… (Manns, 1974, p. 24).

A partir de la cita anterior y que Gregorio Chasqui, personaje principal, plantee ideas que pueden ser consideradas revolucionarias, se nos abre el camino para analizar cómo nace el líder en la obra. Si bien, y según la novela, los dirigentes y participantes del sindicato preferían la vía del diálogo, se producen situaciones límite que llevan a dejar de confiar en esta vía; y con justa razón. Son las mismas matanzas las que hacen que emerjan los líderes, esos que han crecido en medio de huelgas en demanda de un futuro mejor para los trabajadores que no se ha cumplido y que solicita ser releída por los propios pampinos quienes, organizados, deben encontrar la vía para que las matanzas no se sigan repitiendo, y el tema de fondo, la cuestión social, sea tomado con seriedad por parte del Estado. Gregorio Chasqui es quien viene a solucionar una carencia que hasta entonces era manifiesta: la de los líderes. Éste expone su ideología: ha vivido las huelgas y represiones en primera persona y ha viajado por el mundo adquiriendo experiencia sobre el levantamiento obrero. Además, su discurso contempla el pensamiento de Lenin y Emilio Recabarren, apuntando de esa manera a la clase social que en Chile veía su conformación hacía pocos años con

72

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Cristian Ignacio Vidal Barría

Page 73: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

el nacimiento del POS (Partido Obrero Socialista)7 fundado en 1912, precisamente por Emilio Recabarren. Chasqui se presenta con una idea contraria a la del presidente del sindicato, Domingo Domínguez, y hace saber sus planes de conformar cuatro comités: uno político, otro militar, otro de enlace y otro de organización y administración. Las intenciones eran claras: confrontar a las fuerzas militares, idea que no convencía al resto del sindicato. Es por ello que Chasqui advierte a los trabajadores que si no se apuran, será demasiado tarde. Es de esta manera como comienzan a organizarse los trabajadores de la oficina salitrera de Marusia, quienes prevén que el porvenir próximo se asimila al de Santa María o al de San Gregorio. Más aún, con los últimos hechos acontecidos en la oficina, el asesinato del carabinero que mató a Rufino Ayaroa pone en alerta a los dueños de la salitrera. Es este el panorama que da paso a lo que llamamos la confrontación de los pampinos. No cabe duda que la temática de la narración se cruza con aspectos políticos, pero, según nuestra lectura, la obra no pretende ser un panfleto político. Así también lo advierte Guzmán Toledo en la investigación que realiza sobre la obra del autor y los palimpsestos, este afirma que “la obra literaria que es Actas de Marusia tiene un sentido político que va mucho más allá de la literatura” (Guzmán 2014, p. 111); pero esta afirmación queda incompleta si no averiguamos hasta donde llega ese sentido. Es evidente que la novela quiere construir un discurso más allá de su propia calidad de texto literario, es por ello que se plantea un destino político-social infausto para los personajes. Tal situación no nos lleva a lamentar la muerte de los trabajadores, ni los banales esfuerzos para que la historia no se vuelva a repetir, ni siquiera –a pesar de que la narración es desde el punto de vista del subalterno‒ nos lleva a ver a las víctimas como tal. Pues entonces, el sentido político trasciende desde la visión contemporánea que podamos tener del libro que intenta generar conciencia en el imaginario colectivo sobre hechos como el acontecido en Marusia.

7 El Partido Obrero Socialista (POS) fue un partido político de izquierda chileno fundado en Iquique en 1912 por Luis Emilio Recabarren junto a un grupo de obreros salitreros luego de haberse desencantado por su antigua militancia en el Partido Demócrata. Si bien no fue el primer partido de clara orientación socialista y obrera en Chile ya que anteriormente surgieron a partir del Partido Demócrata otras organizaciones, pero de corta existencia como el Centro Social Obrero (1896), Agrupación Fraternal Obrera (1896) que se fusionan en la Unión Socialista (1897, posterior Partido Socialista Chileno, 1897-1898), el Partido Obrero Francisco Bilbao (posterior Partido Socialista 1898-1901). El POS se constituyó en la agrupación de mayor duración y número de militantes con una alta influencia en los obreros y sus organizaciones. Participó activamente en la Federación Obrera de Chile (FOCH), asumiendo la totalidad de su dirección sindical.

73

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Laconfiguracióndellíderyelimaginariocolectivoenunanoveladefiliaciónhistórica:Actas de Marusia

Page 74: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

La idea anterior se complementa con el episodio en que el líder que se ha forjado, Gregorio Chasqui, comienza a organizar a la gente ante la inminente represión por parte del ejército. Su proyecto es la huelga general con un petitorio de demandas, acompañado de la presión de que la oficina está en pie de lucha para que se pueda lograr algo:

No nos queda otra alternativa que juntar dinamita y avisar a los demás cantones. Es indispensable, claro, preparar la huelga general, pero al mismo tiempo, le repito que vaya pensando en la resistencia. Si no nos defendemos esta vez, las matanzas van a parecer un circo semanal […] No olvide nunca que defenderse es uno de los derechos del hombre, sobre todo en una época como ésta donde no tenemos ningún derecho (Manns, 1974, p. 40).

Chasqui afirma que en la época en la que viven no tienen ningún derecho, asumiendo, esperanzado, que habrá otra en la que los tendrán, pero que para eso deben alzarse y pensar en la resistencia, porque la historia es conocida: cada vez que han exigido derechos a las empresas salitreras, ha terminado en matanzas. Desde cierto punto de vista, lo que identificamos como ideas revolucionarias en el discurso de Chasqui, nos damos cuenta de que no lo son. Lo que en el fondo propone no es una sublevación, sino más bien un estado de alerta, dado que su experiencia le dice que la historia siempre es cíclica y hay que estar preparados:

Es posible que otra vez nos maten a todos ‒admitió Gregorio‒ pero creo duro como fierro que los trabajadores más jóvenes, especialmente aquellos que trabajan en otros Cantones, tienen derecho a un acto de dignidad que no les ha dado nadie en lo que va del siglo.(…) Nuestra miseria económica, no debe ser a la vez la miseria moral. No debe ser una forma de indefensión absoluta ni de sumisión permanente (Manns, 1974, p. 40).

Tal es el líder que se va configurando en la novela. Aquel que al comienzo catalogaban como loco, es ahora un personaje que arenga a los demás trabajadores tomando como punto de partida las experiencias pasadas. Sabe que en lo que va de siglo ninguna oficina ha puesto resistencia a las matanzas, y es necesario hacerlo. El líder está dispuesto a morir si es necesario, pero siempre con el anhelo de que su muerte sirva a otros, a los trabajadores más jóvenes, como ejemplo de lucha. Chasqui se presenta con objetivos superiores al de su compañero Domingo Domínguez ‒presidente del sindicato‒, más allá de la oficina

74

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Cristian Ignacio Vidal Barría

Page 75: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

de Marusia y del sindicato. Su idea era convocar a la huelga y resistir a la inminente matanza, en la que era muy probable que encontrase la muerte, sin embargo, no sería en vano, pues serviría de ejemplo. La voz del narrador es poseedora, más allá de las voces de los personajes, de las ideas y tendencias sociales que rondaban en la pampa desde sus inicios; así se deja ver en la siguiente cita:

Los comienzos políticos de la pampa estaban teñidos por las ideas anarquistas. A ella se les había agregado, paulatinamente, corrientes demócratas más o menos imbuidas de algunos principios marxistas, y diversas tendencias socialistas que no lograban cohesionarse en un partido. Poco menos de dos años antes de los sucesos de Marusia, Luis Emilio Recabarren había fundado el partido comunista. Pero por razones nunca elucidadas, se había suicidado en 1924(…) los hombres del salitre – cuna del movimiento obrero en Chile – se habían quedado de repente sin su palabra y sin su voz (Manns, 1974, p. 52).

Este recuento que realiza el narrador confirma la carga ideológica que posee la novela. Cuando advertimos que se está configurando la imagen de un líder, éste va potenciado por los ideales comunistas ‒a diferencia de los otros trabajadores– y pretende cohesionar a los pampinos para que se enfrenten a los dueños de la oficina salitrera y exijan sus derechos. Cabe señalar la referencia que se hace a los hombres del salitre indicando que son la cuna del movimiento obrero. Afirmación que planteamos al inicio de esta investigación, advirtiendo que el movimiento obrero se configura a través de las matanzas en la pampa hasta consolidarse en 1970. Sobre historia y literatura en Actas de Marusia

Antes de iniciar la novela Patricio Manns afirma lo siguiente: “Se trata aquí de una crónica novelada y no de una verdadera novela, en el sentido que las concibo hoy en día” (Manns, 1974, p. 9). Al parecer la intención del autor era crear un relato que fuera más allá de la simple referencialidad con un hecho histórico. Sin embargo la obra es y se construye bajo los parámetros de una novela (¿acaso la historia no?). Entonces lo que en realidad dilucidamos de la aclaración del escritor - y que hemos reafirmado a lo largo de todo el artículo‒ es que la narración es a la vez un discurso literario que quiere significar más allá de la pampa salitrera de Marusia, de ahí se desprende su interés por identificar como crónica a la obra, a sabiendas del carácter empírico de este género

75

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Laconfiguracióndellíderyelimaginariocolectivoenunanoveladefiliaciónhistórica:Actas de Marusia

Page 76: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

periodístico. Desde el nombre se nos anticipa el proyecto del autor al calificarla como “Acta”. Guzmán Toledo senala la congruencia entre la aspiración del escritor y el título. Actas de Marusia es parte de un corpus novelístico de tres obras a las que el autor denomina como Actas que hablan sobre matanzas en Chile: Actas del Bio-Bio (1985), Actas de Muerteputa (1988). Manns explica el porqué de los títulos:

Actas para mí significa documento contastatorio, archivo de conservación de materiales históricos. Narro, novelo, entonces, pero cuido que este novelar se revista de elementos y nombres reales de tal manera que el todo parezca sugerir no solo una novela, no apenas una forma de ficción sino un documento. Este documento parece hablar de hechos que tuvieron lugar. En algunos casos, como la matanza de Marusia, su realidad es evidente (Epple, 1991, p. 86).

La intencionalidad del autor se cumple a cabalidad, y no será solo un recurso retórico como habíamos sugerido al comienzo. Así queda evidenciado en uno de los pasajes del libro donde el autor se viste de narrador transgrediendo y mezclando los límites entre realidad y ficción:

El teniente Troncoso esperó el regreso cansado de los trabajadores que volvían en desorden. Capturo cien y los hizo conducir al Muro del Norte, ese mismo, no ya para fusilarlos, sino para ametrallarlos en mitad del crepúsculo, sin mayor explicación, para vengar, como es natural, la muerte del teniente Weber. Alguien, un soldado, un anónimo espectador, tal vez, fotografió la escena. Esas fotos se conservaban en Iquique aun a fines de 1973. Las miré largamente cuando me las mostraron (Manns, 1974, p. 142).

En definitiva, habría que responder a una de las preguntas que hace Guzmán Toledo al cuestionarse si el uso del formato novelístico es el más adecuado para expresar la deconstrucción de una estrategia ideológica de un sector importante de la historiografía chilena y si “estratégicamente no resultaba más importante combatir la obliteración en el mismo horizonte epistemológico de la historia, esto es, a través de textos de no ficción (ensayos históricos, separatas, artículos, memorias crónicas etc.).” Habría que volver al comienzo de este artículo y revisar la diferencia que hace Aristóteles sobre Historia y Literatura. O quizás podemos adentrarnos en el debate posmoderno donde ‒entre otros‒ Eagleton anunció en los años ochenta la cancelación del discurso 76

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Cristian Ignacio Vidal Barría

Page 77: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

histórico. Sin duda la respuesta no es sencilla, sobre todo si recordamos los postulados de Hayden White sobre la materia, al indicar que ambos -texto histórico y literario- comparten terreno, desacreditando al primero en base a la narratividad, creación de tramas y la necesidad del historiador por llenar los vacíos que deja la historia; en palabras sencillas, por inventar. No obstante ‒y como no es el foco de esta investigación‒ podemos limitarnos a señalar que la intencionalidad del escritor no es en ningún caso hacer un nuevo discurso histórico, tampoco validar el existente (como en la novela histórica tradicional), ni siquiera un discurso posible (como vimos dentro de las características de la nueva novela histórica). Tampoco compartimos la respuesta que da Guzmán Toledo a su interrogante aludiendo a que la intencionalidad de la novela apunta a una superación de la historia. Este relato que se concibe fuera de las normas establecidas para analizar la narrativa de este tipo y que juega con la dualidad de realidad- ficción, es, básicamente, un diálogo desde la subalternidad con el lector contemporáneo, siendo, uno de sus principales objetivos incidir en la memoria histórica en pos de un futuro mejor con el que soñaron miles de trabajadores; así como poner sobre la mesa acontecimientos que han sido ocultados por la historiografía oficial, pero que reclaman un espacio en la sociedad que solo la literatura puede otorgarle, como señala María Cristina Pons:

La novela histórica contemporánea cuestiona la verdad, los héroes y los valores abanderados por la Historia oficial, al mismo tiempo que presenta una visión degradada e irreverente de la Historia. Cuestiona, además, la capacidad del discurso de aprehender una realidad histórica y plasmarla fielmente en el texto, y problematiza no solo el papel que desempeña el documento en la novela histórica sino también la relación entre la ficción y la historia (Pons, 1996, p. 17).

Conclusiones

En definitiva, las lecturas que se pueden hace de esta novela no se agotan con este trabajo. Sin más, hemos querido acercarnos a una novela que aún sigue siendo desconocida tanto para los críticos como para los lectores; pero lo que es peor, relata un acontecimiento oculto dentro de los discursos oficiales. Tenemos información del ciclo del salitre en Chile, pero nunca desde el punto de vista de aquellos que fueron explotados o, peor, asesinados por las fuerzas militares al mando de las fuerzas políticas del país. 77

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Laconfiguracióndellíderyelimaginariocolectivoenunanoveladefiliaciónhistórica:Actas de Marusia

Page 78: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Esta situación, y aquellos que murieron en Marusia, exigen un espacio en su memoria, por la justicia que nunca tuvieron, el recuerdo por la lucha que emprendieron en el momento en que en Chile solo se conocía el sector social aristocrático, y que movilizaciones como ésta dieron lugar al movimiento obrero. Esas simbólicas demandas han sido escuchadas por la literatura y otras expresiones artísticas para transportar la memoria histórica de los que padecieron en la pampa hasta la actualidad, en código literario pero que, como desentrañamos en este análisis, supera con evidencia la escritura/lectura anecdótica. Pero, ante todo, la escritura de la historia, ya sea como texto de no ficción o como literario, debe ser plasmada para guardar su memoria, como se plantea en la propia novela:

(-No puedo acunarte ahora, amor- pensó -le encargo tu sueño a la tierra de salitre, yo tengo que sobrevivirte, si no tu sacrificio habrá sido tan enteramente inútil. Pero para contarte, para dejar tu historia hasta siempre imborrable, te juro con la mano sobre este corazón completamente tuyo, que aprenderé a escribir, aprenderé a escribir, aprenderé a escribir.) (Manns, 1974, p. 153).

La historia es tal, en cuanto se configura como texto historiográfico organizado. Y la única manera de hacer frente a las omisiones que se hacen de ésta es por medio de un discurso de ficción que se plantea paralelamente al de la historia pero que se rige por otras normas que, muchas veces, inciden con mayor fuerza en el imaginario colectivo.

Nuestra conclusión no puede ser más que una puerta a nuevas investigaciones sobre estas novelas, sobre todo cuando identificamos que la novela como discurso se aproxima a historias que vistas desde la contemporaneidad se acercan más a una utopía que a un realidad. Los intereses e ideales por los que lucharon los trabajadores de la pampa son utópicos, pero una lectura más a fondo nos conduce a creer en la posibilidad de que ese futuro mejor en el que se creyó decenas de años atrás, se cumpla.

En suma, como afirma Sergio Mansilla, quien retoma el pensamiento de Althusser: “el texto literario nos ofrece un campo de representaciones liberadas de la necesidad de ser verdaderas en el sentido de tener que ser técnicamente verificables, para fines científicos o judiciales” (Althusser, 1969 citado por Mansilla, 2006, p. 131) De ahí que la insistencia antes mencionada por afirmar que la novela no llevará a juicio a los culpables, 78

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Cristian Ignacio Vidal Barría

Page 79: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

ni será de un modo concreto una venganza, sino que, más bien, nos entrega “experiencias de realidad que conducen a repensar, reimaginar, reconfigurar lo propio a través de la visibilización de las fisuras, vacíos, carencias” que se presentan en la actualidad y que ha dejado la historia; esa historia oficial que comenzamos a desconocer, y donde irrumpe la literatura con la “narrativa de víctimas”, “una narrativa de recuperación” y de identificación. En la cual ‒como advierte Osorio‒ la historiografía teme al pasado y a la memoria, y es, justamente, la narrativa histórica la que busca develar ese pasado y “hacer de la memoria un dispositivo subversivo, narrativo y ético que actúe como sustento de una nueva narración histórica”. En esos términos, la narrativa histórica no reniega de la historia, sino que “la funda desde la superación de la crisis de sentido”, examinando la posibilidad de revisar y reescribir lo que por tanto tiempo se ha silenciado y dando lugar a la sospecha por parte del lector de que existe otra historia, otros acontecimientos, otros nombres que la literatura nos está presentando, en este caso los fundadores del sector social obrero, con los que puedo dialogar desde la distancia temporal, y a través de la literatura, reconociéndome finalmente en estos personajes que añoraban un mejor porvenir; que, lamentablemente, no se presenta como realidad en la actualidad, sino que, más bien, sigue siendo una utopía.

Bibliografía

Aínsa, Fernando. (1986). Identidad Cultural de Iberoamérica en su narrativa. Madrid: Editorial Gredos.

Aristóteles. (1999). Poética. Recuperado de http://coral.ufsm.br/gpforma/2senafe/PDF/b8.pdf Barraza, Eduardo. (2004). De la araucana a Butamalón. El discurso de la conquista y el canon de la literatura chilena. Valdivia: Estudios Filológicos

Epple, Juan Armando. (1991). Patricio Manns actas del cazador en movimiento. Santiago: Mosquito

Guzmán Toledo, Benjamín. (2014). Los palimpsestos de una 79

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Laconfiguracióndellíderyelimaginariocolectivoenunanoveladefiliaciónhistórica:Actas de Marusia

Page 80: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

contramemoria literaria. Una arqueología de la poética novelística de Patricio Manns. Tesis doctoral. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid. España

Manns. Patricio. (1993). Las actas de Marusia. Santiago: Editorial Pluma y Pincel

Mansilla Torres, Sergio. (2006). Literatura e identidad cultural. Estudios filológicos, 41, 131-143.

Menton, Seymour. (1993). La nueva novela histórica de la América Latina. (1949-1992). México: F.C.E.

Pons, María Cristina. (1996). Memorias del olvido. La novela histórica de fines de siglo XXI. Madrid: Siglo XXI editores.

Rivera Letellier. Hernán. (2002). Santa María de las flores negras. Santiago: Alfaguara

Veres, Luis. (2007). La novela histórica y el cuestionamiento de la Historia. Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid, 36. Recuperado el 07 de Junio, 2015, de https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero36/novhist.html

Vidal Barría, Cristian. (2014). Historiografía y literatura. Un acercamiento a los textos literarios de filiación histórica. En La historia en la literatura y la literatura en la historia. En Congreso internacional de historia y literatura Latinoamericana y Caribeña, 23-25 de Octubre 2014 (269-283). Barranquilla, Colombia: Universidad del Norte

_________________ (2015). Hablar por los que no tienen voz. Nación y utopía en dos novelas chilenas de filiación histórica. Tesis de Magíster. Universidad Austral de Chile. Valdivia. Chile

Viu Bottini, Antonia. (2007) Imaginar el pasado, decir el presente. La novela histórica Chilena 1985-2002. Santiago: RIL Editores.

White, Hayden. (2003). El texto histórico como artefacto literario y otros escritos. Barcelona: Ediciones Páidos

Cristian Ignacio Vidal Barría

80

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 61-80 ISSN: 2313-7290

Page 81: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Memorias colectivas e identidades en los trabajadores en tierra del pescado de la ciudad de Mar del Plata

María Soledad Schulze*(Universidad Nacional de Quilmes)

Resumen

En el presente artículo buscamos explorar las narraciones que los trabajadores del puerto de Mar del Plata1 tienen sobre los cambios laborales introducidos en los noventa y la conflictividad laboral, con el fin de pesquisar sus experiencias identitarias. Para avanzar en el sentido propuesto será necesario abordar la problemática de la memoria y las identidades colectivas. Se seleccionaron 21 entrevistas semi-estructuradas realizadas durante el 2009 y 2010, que pretendemos abordar con el método etnográfico.

Palabras claves: Narraciones, trabajadores, cambios laborales, conflictividad, Mar del Plata

Abstract

In this paper we seek to explore the narrations that workers in the port/harbour of Mar del Plata tell about their labor changes and unrest in the nineties, in order to find their identified experiences. To advance on the proposed end it will be required to address the problem of memory and collective identities. After 21 semi-structured interviews conducted during 2009 and 2010, we intend to deal with the ethnographic method selected

Keywords: narrations, workers, labor changes, unrest, Mar del Plata

* Argentina. Licencia en Sociología, Universidad Nacional de Mar del Plata. Doctorando en curso. Universidad Nacional de Quilmes. Doctorado en Ciencias Sociales y Humanas.1 La ciudad de Mar del Plata pertenece a la provincia de Buenos Aires de Argentina. Es una ciudad costera que es desde mediados de 1930 hasta la actualidad se constituyó como el principal centro industrial-pesquero del país, encontrando en la extracción de merluza una de sus principales actividades productivas. Aun así la ciudad-puerto de Mar del Plata se la suele conocer por ser uno de los principales destinos turísticos de la Argentina.

81

ConvivenciaAño 2, N°1, 2015, 81-100

ISSN: 2313-7290

Page 82: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Introducción: La construcción del problema

En el presente artículo pretendemos explorar el modo en que los trabajadores del puerto de la ciudad de Mar del Plata se representan los cambios y continuidades en las condiciones laborales y los hechos de conflictividad, a partir de lo cual es posible aproximarse a sus experiencias identitarias. Para avanzar en el sentido propuesto será necesario abordar la problemática de la memoria y las identidades colectivas, dado que estamos interesados en recuperar los puntos de vista del nativo, quienes suelen evocar en sus demandas conquistas del pasado. Específicamente nos preguntamos sobre las nociones nativas de la lucha que tuvieron lugar en el 2007 y sobre los motivos que la impulsaron, como así también interesa recuperar el modo en el que explican y describen la instalación de las cooperativas de trabajo en el puerto. Entendemos que el modo en que los trabajadores se representan el orden social establecido nos estaría indicando sobre la construcción y transformación de las identidades.

Para avanzar en el sentido propuesto, recuperaremos los aportes de Pollak (2006) y Visacovsky (2002, 2004, 2005), quienes abordan la problemática de la memoria y las identidades colectivas. En esta línea, entendemos que la memoria puede ser pensada metafóricamente como un archivo constituido por objetos del recuerdo, es decir, por evento que han transcurrido en el pasado y muchas veces pueden recuperarse. Abordaremos la propuesta a través del método etnográfico, dado que interesa pensar las representaciones de los fileteros “como una negociación constructiva que involucra por lo menos a dos, habitualmente a más sujetos conscientes y políticamente significantes” (Clifford, 1995, p.61), ejercitando la extrañeza de los relatos de los trabajadores y conservando una perspectiva de las contingencias específicas del intercambio. Si bien se ha tendido a pensar el trabajo de campo como aquél que se realiza por fuera del hogar, y que se sostiene por un determinado tiempo en el lugar donde conviven los nativos, hoy en día aparecen nuevas oportunidades para trabajar etnográficamente que permiten prestar atención a las cambiantes identidades (Clifford, 1995). Lo que se pone en crisis son dicotomías tales como la de hogar-exterior, dado que si bien “en general, el trabajo de campo entraña el hecho de dejar físicamente el “hogar” para viajar, entrando y saliendo de algún escenario bien diferente” (Clifford, 1999, p. 79), en la actualidad las prácticas espaciales del trabajo de campo han sido repensadas. Se admite y reconoce que mucho del trabajo de campo se realiza cerca

María Soledad Schulze

82

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 83: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

del hogar. Desde la perspectiva que aquí se parte y siguiendo al autor el trabajo del hogar no implica necesariamente lo opuesto al trabajo de campo o el trabajo lejos del hogar. También se pone en jaque la idea de que los nativos forman parte de un “adentro” en contraposición a “un afuera” al que pertenece quien investiga. Con esto no queremos decir que no existan distancias entre quien investiga y quien es investigado, pero concebimos que tales “distancias” no están garantizadas por un lugar determinado del que uno entra y sale. El punto de vista de los nativos debe abarcarse teniendo en cuenta contextos específicos y el conjunto de relaciones sociales existentes. De modo tal que quien investiga debe lograr ser consciente del lugar que ocupa en las relaciones sociales, y por tanto de las prenociones con las que carga respecto al sujeto de estudio. En este sentido, recuperamos los aportes de Gil (2006) quien entiende que la reflexividad es el punto de partida para analizar la manera en la que los datos son recolectados en el campo y las distintas situaciones que afectan el modo en que se obtiene el material empírico una vez que el investigador comienza a participar en el terreno. En palabras del autor:

La reflexividad se postula como una instancia necesaria para pensar los avatares del trabajo de campo, pero también como una herramienta analítica más para encontrar y descifrar las categorías nativas en el campo y acceder de esa forma a un mejor diálogo con las categorías analíticas utilizadas (Gil, 2010, p. 27).

Resulta esencial en el trabajo de campo y en particular en la entrevista poder diferenciar los contextos, los marcos interpretativos tanto del investigador como de los informantes y la puesta en relación de estos (Guber: 2001). Siguiendo a la autora, es importante destacar que en particular la entrevista, insumo con el que vamos a trabajar, es una situación cara a cara donde se ponen en juego distintas reflexividades, y al mismo tiempo donde se produce una nueva reflexividad.

En lo que respecta al análisis de las representaciones sobre los cambios y continuidades en las condiciones laborales y los hechos de conflictividad, se seleccionaron 21 entrevistas semi-estructuradas realizadas durante el 2009 y 2010 a trabajadores en tierra de la industria pesquera de Mar del Plata, 14 se realizaron a mujeres y 7 a varones. Del total de entrevistados, al momento de hacer la entrevista 15 de los entrevistados se encontraban trabajando en la industria pesquera,

Memorias colectivas e identidades en los trabajadores en tierra del pescado de laciudad de Mar del Plata

83

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 84: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

y 6 de ellos fueron despedidos durante el 2007, “yo trabajé envasando y bueno nos despidieron en el 2007”, momento en que una serie de luchas dio como resultado un nuevo convenio colectivo de trabajo: el convenio PyME 2.

En este sentido nos interesa remarcar, que este grupo de trabajadores se vieron especialmente afectados por las políticas económico-sociales que tuvieron lugar en la Argentina de los noventa. Algunos de los conflictos más importantes que protagonizaron los trabajadores de la industria pesquera se debieron a las transformaciones que sufrió la estructura productiva de la Argentina como el mundo del trabajo3 . Para el caso de la industria pesquera “más de 6.000 trabajadores quedaron en la calle” (Pradas, 2006, p.53). La estrategia precarizadora de las empresas se cristalizó en la formación y multiplicación de cooperativas fraudulentas. Esta salida empresarial tenía como principal objetivo la segmentación del mercado de trabajo, el cual se encontraba controlado sindicalmente por los fileteros y regulado por el Convenio Colectivo de Trabajo 161/75, logrando de esta forma menguar el poder obrero sobre dicho mercado. La implementación de las cooperativas de trabajo fraudulentas, terminaron por profundizar la precariedad laboral en la que los trabajadores se ven insertos, dado que quienes habían sido expulsados de sus fuentes de trabajo a fines de 1991, se reinsertan en las cooperativas de trabajo en condiciones laborales sumamente precarizadas. Una de las entrevistadas nos cuenta: “para semana santa en el 2003 yo estuve en una cooperativa 78 horas trabajando porque no podía dejar de envasar y estábamos día y noche aguantando con café bayaspirinas para soportar” (Entrevista N° 7, p.11). A partir de dichas situaciones, los trabajadores de la industria pesquera marplatense, protagonizaron diversos hechos de protesta entre 1997 y 2007. En el

2 A partir de diciembre del 2014 comenzamos un relevamiento en la industria del pescado con la finalidad de conocer las representaciones del poder y la justicia social un grupo de trabajadores de la rama de filet. En la primera etapa de trabajo de campo pudimos realizar 98 cuestionarios en cinco establecimientos diferentes: dos fábricas y tres en cooperativas de trabajo. A partir de marzo pretendemos terminar la segunda etapa de relevamiento replicando la experiencia. Considero importante hacer mención de esto porque el análisis de las entrevistas previo al relevamiento fue clave para poder confeccionar el instrumento.3 Mar del Plata de la Argentina fue una de las ciudades donde el impacto de la crisis fue mayor. Desde entonces ha tenido los índices de desocupación más altos del país, producto de la reestructuración productiva de sus principales actividades económicas, siendo la pesca una de ellas (Lanari, 2002). En 1995 la tasa de desocupación a nivel nacional llegó a 18,4% y en 2002 presentó niveles inéditos llegando al 21,5%, para el Partido de General Pueyrredón la tasa de desocupación en 1995 fue de 22,1%, en 1998 desciende a 12,2% y retoma un 22% en 2002 (Schulze y Malvica, 2012).

María Soledad Schulze

84

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 85: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

año 2007, los obreros del pescado participaron activamente de variados escenarios de protesta a través de los cuales lograron hacer visibles sus conflictos, sus descontentos y demandas. Lo que se reclamaba principalmente era la registración laboral bajo el convenio N° 161/75 de todos los trabajadores cooperativizados y/o que se encontraban trabajando sin registración laboral. Siguiendo a Ana Núñez (2006) entendemos, que los procesos de confrontación/enfrentamiento, configuran un conjunto de alianzas sociales, al mismo tiempo que define a los sujetos sociales por las relaciones sociales de las que forman parte como producto y hacedores del proceso y como tales construyen la historia de la industria pesquera de Mar del Plata.

Memoria e identidades colectivas

En este trabajo pretendemos reconstruir las representaciones que los fileteros tienen sobre las condiciones laborales y los diferentes hechos de conflictividad que han vivido en la industria pesquera. Específicamente interesa recuperar el modo en que los nativos recuerdan o evocan imágenes que les permiten identificar sus experiencias en materia de conflictividad laboral. Siguiendo a Gil (2007), creemos que los conflictos pueden ser definidos de múltiples maneras y que verían según los contextos, “y sobre todo que el presente desde el cual se narra el pasado es determinante de los significados que se adjudican a los sucesos ya vividos” (Gil, 2007, p.40). Además, somos conscientes que al preguntarnos por las representaciones estamos analizando imágenes del pasado a partir del presente, imágenes del pasado que los trabajadores evocan, narran y recuerdan producto de haber vivido directa o indirectamente hechos de conflictividad.

En este sentido interesa recuperar los aportes pioneros de Halbwachs (2011) quien problematiza la temática de la memoria colectiva tomando aspectos de la clásica discusión que se da en torno de las dicotomías individuo y sociedad. Individuo y sociedad no son datos que existen con independencia uno de otro, como si se tratara de dos cuerpos con existencia separada cuyo estado neutral es el reposo, y que entran en relación solo a-posteriori, individuo y sociedad, psicogénesis y sociogénesis, remiten a dos aspectos de un proceso evolutivo social a largo plazo: el proceso de la civilización (Elias: 2011; 2012). Tanto Halbawachs como Elias discuten con las tradiciones filosóficas clásicas que han instalado la idea del ser humano asilado, como un ser completamente libre e independiente, como una personalidad cerrada

Memorias colectivas e identidades en los trabajadores en tierra del pescado de laciudad de Mar del Plata

85

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 86: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

que dependen de sí mismo en su interior, y que está separado de los demás individuos. Podemos hablar de memoria colectiva, dado que los seres humanos son capaces de evocar un acontecimiento que hayan vivido directa o indirectamente, por ocupar lugares en distintos grupos. Tal actitud mental “sólo es posible en un hombre que forma parte o ha formado parte de una sociedad y porque, al menos a distancia, padece aún sus influencias” (Halbwachs, 2011, p.79). De modo tal, que no podemos concebir a la memoria como una facultad individual, es decir, “que aparece en una conciencia reducida a sus propios recuerdos, aislada de las otras, y capaz de evocar, voluntariamente o por casualidad, los estados por los que ha pasado anteriormente” (Halbwachs, 2011, p.103). Los seres humanos construyen modos particulares de pensamiento, evocan “determinados recuerdos”, entre otras cosas, como respuesta a ciertas situaciones que experimentan por la posición social que ocupan.

Siguiendo a Visacovsky, entendemos a la memoria colectiva como parte de los procesos sociales, como constitutiva de las prácticas sociales que pertenecen a un contexto. Es decir, que la memoria es una resultante de las relaciones sociales, y como tal puede ser tomada como un archivo o deposito que brinda información que puede recuperarse (Visacovsky, 2004). La memoria es concebida como construcciones o elaboraciones que dan cuenta de variados significados antes múltiples fenómenos de la vida social, es decir, “es una modalidad de discurso relacionado con la aprehensión de las experiencias pasadas, un medio a través del cual esas experiencias son organizadas mediantes el establecimiento de relaciones secuenciales entre eventos” (Visacovsky, 2004, p.133). Desde el enfoque narrativo, la memoria es mucho más que la resultante de las experiencias, sino que a su vez es un producto interpretativo, un proceso inherentes de los conjuntos sociales. A su vez, entendemos que la memoria se enmarca en procesos de socialización de los que nadie puede escapar.

Nos interesa retomar el concepto de Pollak de memoria heredada, la cual alude a los saberes aprendidos generacionalmente y que se organiza en función de preocupaciones de orden personal o políticas. Este aspecto nos indica la relación existente entre la memoria y el sentimiento de identidad. Al igual que Visacovsky, Pollak entiende que la fuente oral es una fuente tan valiosa como la escrita, que puede ser analizado, interrogado y desagregado. Además, la historia de vida es entendida como un documento privilegiado a través del cual pueden

María Soledad Schulze

86

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 87: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

observarse momentos de cambio, de conflicto y de transformación (Pollak: 2006).

En síntesis, para el trabajo que nos proponemos, las entrevistas biográficas constituyen el campo en el que pretendemos sumergirnos. Es decir, nos interesa poder recuperar qué sentidos los trabajadores le atribuyen a la lucha del 2007. La etnografía es uno de los métodos más apropiados para poder traducir la vida cotidiana nativa que pretendemos estudiar, como así también el método que incorpora la reflexividad como un ejercicio central para quien investiga. De modo tal, que será central poder reconocer las prenociones propias, como también flexibilizar la brecha que separa al investigador de los nativos para así poder sumergirnos en el mundo de los otros. En nuestro caso contamos con una experiencia previa de acercamiento al campo, lo cual nos permitió dejar de lado ciertos presupuestos tendientes a ver en el sector obrero una homogeneidad de intereses expresadas en su lucha. Nuestra participación fue importante, dado que nos permitió desarrollar una reflexión crítica acerca de sus supuestos, su sentido común, su lugar en el campo y las condiciones históricas y socio-culturales bajo las que lleva a cabo su labor.

Representaciones y memoria sobre los conflictos laborales delpuerto

I) La implementación de las cooperativas: una ruptura en el tiempo En este apartado pretendemos centrarnos específicamente en las representaciones sobre las condiciones laborales. Sin embargo es necesario aclarar que resulta difícil escindir la problemática de la precariedad laboral en la industria del pescado de los hechos de protesta y conflictividad que tienen lugar. Veremos más adelante, que ambos temas aparecen constantemente puestos en relación en las narrativas de los informantes.

Ahora bien, a lo que hace específicamente a las condiciones de trabajo en la industria del pescado, resulta importante saber que el trabajo a destajo es un aspecto central que la labor en la industria pesquera. En el trabajo a destajo el salario es definido por el rendimiento del trabajador. De este modo, la cantidad que el trabajador produzca será lo que defina su salario. Siguiendo a Colombo, Nieto y Mateo (2010) podemos ver que en 1966 se impulsa un convenio colectivo de trabajo, donde se aprobó que para la rama del filet el salario quedara atado

Memorias colectivas e identidades en los trabajadores en tierra del pescado de laciudad de Mar del Plata

87

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 88: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

a la productividad. A esto vale agregar que son diversas las figuras de contratación bajo las cuales el mercado de trabajo absorbe a los la fuerza de trabajo. En 1975 se implementa para la rama de filet, el convenio colectivo de trabajo 161/754 que ofrece garantías laborales “ante una industria dominada por el carácter perecedero y temporal de la materia prima que dificulta la continuidad y las horas mínimas de trabajo” (Colombo, Nieto, Mateo, 2010, p.5). A principios de los 90 se consolidan y expanden en el puerto local las cooperativas de trabajo generando una amplia capa de obreros precarizados. Antes los distintos hechos de conflictividad que comienzan a tener lugar a fines de los noventa, donde la principal demanda era el blanqueo definitivo de los trabajadores corporativizados, el sindicato comienza a gestionar con los empresarios un nuevo convenio de trabajo en la forma de anexo al convenio 161/75, es el anexo PyME. Es decir, que al día de hoy son diversas las figuras a través de las cuales los trabajadores de la industria pesquera se insertan en los puestos de trabajo disponibles: en relación de dependencia bajo el convenio 161/75, el convenio PyME, en cooperativas, trabajo en negro, changas. Es entonces, según sea la forma de contratación lo que pone en juego diferentes gradientes de precariedad laboral.

Sin embargo, las condiciones laborales en que se desarrolla el trabajo en la industria pesquera no es un tema que forme parte de la agenda, salvo durante episodios de elevada conflictividad donde los trabajadores del pescado logran hacer visible sus problemáticas. Ahora bien, una vez que el conflicto merma parece que cada cuerpo y cada cosa vuelven a su lugar: el de espaldas al mar.

Si bien las entrevistas analizadas se realizaron cuatro años después de la crisis del 2007, en los relatos de los informantes aparecen constantemente recuerdos de un pasado inmemorable, donde en apariencia las condiciones laborales eran mejores. Un aspecto que todos los informantes comparten es la disconformidad que expresan a la hora de hacer una evaluación de las malas condiciones de trabajo, que se profundizaron en los noventa. Principalmente vislumbran una diferencia sustancial en el ámbito laboral a partir de la cooperativización y la pérdida para muchos trabajadores del convenio de trabajo 161/75:

En comparación a las cooperativas, era buenísimo,

4 El convenio 161/75 es un convenio tomado como bastión por los trabajadores de la pesca. Se remonta al año 1975 y es considerado por los trabajadores como una lucha ganada a los empresarios debido a sus reivindicaciones y garantías laborales.

María Soledad Schulze

88

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 89: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

trabajábamos 8 horas de seis a once y de la una a cuatro o cinco, y… después teníamos aguinaldo, vacaciones… si te enfermabas tenías un seguro… qué se yo había muchas cosas… cuando estas embaraza tenías tu tiempo también (…) y en tiempos de cooperativas no tenés nada, no tenés vacaciones, no tenés aguinaldo, ni obra social, no tenés jubilación, eh… si te enfermas no te pagan nada (…) los horarios son malos. Me despidieron en el 2007 por salir a pedir la registración laboral, ahí quedamos todos despedidos; o sea se armó el conflicto (Entrevista N° 3, p. 4).

La llegada de las cooperativas como marco regulador del trabajo parece haber marcado un punto de inflexión en la concepción nativa de los trabajadores, quiénes comienzan a reconstruir sus relatos en torno a un “antes” que refiere a las garantías laborales ofrecidas por el convenio del 75 y un “después” que marca el inicio de las cooperativas. Para este grupo de fileteros la implementación en los 90 de las cooperativas “truchas” de trabajo implicó la pérdida de un conjunto de derechos laborales como la garantía horaria y salarial, las vacaciones, el salario familiar, el sueldo anual complementario, el bono alimentario, las ausencias por enfermedad. Algunos de nuestros informantes nos cuentan que:

Entró Menem y empezaron los problemas con el tema de las cooperativas truchas, hasta el año noventa y uno, hasta ese año nosotros trabajábamos bien, teníamos los beneficios, se podía progresar” es decir que “cuando comienza a decaer el trabajo es en los noventa, durante toda la etapa de los noventas es cuando se empieza a percibir el malestar (Entrevista N°9, p.11).

Tal situación se constituye en el motivo por el cual la mayoría evalúan como injusto el orden socio-laboral establecido en el que se ven inmersos. Una de las informantes dijo, “no hay nada, no hay nada. Si vamos a tener trabajo en junio, no se sabe”. Si bien, es sabido que el trabajo en negro en el puerto existió siempre y que el convenio del 75 no alcanzaba a todos los trabajadores, la consolidación y el avance de las cooperativas significo una ruptura en el tiempo que vino a profundizar las condiciones de precariedad laboral, dado que muchos trabajadores se vieron excluidos del convenio laboral y percibieron desmejoradas

Memorias colectivas e identidades en los trabajadores en tierra del pescado de laciudad de Mar del Plata

89

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 90: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

sus condiciones de vida, lo cual explica que evoquen el pasado como un tiempo distinto y glorioso. Ese pasado que evocan los trabajadores parece ser recuperado como un símbolo de lucha y grandes conquistas.La necesidad de recuperar en los relatos aspectos del pasado, se encuentra mayoritariamente en las narrativas de aquellos informantes que comenzaron trabajando con el convenio 75 y que luego sufrieron el cambio a las cooperativas. Son ellos quienes lograron instalar una narrativa sobre los cambios que sufrieron en las condiciones laborales y dichas interpretaciones muchas veces se hicieron extensivas a los trabajadores que entraron a trabajar directamente en las cooperativas. Algunos sintetizan todo esto diciendo frases como estas: “antes era todo mucho mejor, ¿por qué?, porque había más trabajo, porque estábamos todos en blanco” (Entrevista N° 2, p. 8). Otro de los entrevistados que trabaja hace nueve años en negro dice:

No tengo ni un aporte, no tengo nada. Y trabajas así o te vas, no hay otra. Además ahora te hacen entrar a cualquier hora, si no podes entrar a tal hora no te dan lugar para trabajar. Yo me enfermé y me hacían entrar a las dos de la mañana. Hasta llevé un certificado médico y me terminaron sacando. Antes con el convenio 75 por lo menos nos consideraban como personas, uno se podía enfermar, tenía seguro, al menos una estabilidad, una garantía. Ahora no tenés absolutamente nada (Entrevista N° 4, p.5).

En cierto modo, las narrativas dejan entrever el modo en que colectivamente han elaborado un proceso de construcción colectiva de conocimiento a lo largo del tiempo y a partir de las acciones encarnadas individual y colectivamente, conocimiento que les permite dar cuenta de los cambios que alteran su actividad. Es decir, que tales relatos dejan en evidencia la importancia de la memoria colectiva como parte de los procesos sociales y constitutivos de las prácticas y relaciones sociales. De este modo los más jóvenes o nuevos en la actividad, han tendido a recuperar las narrativas de los trabajadores más antiguos respecto a las modificaciones que sufrieron trabajando en la elaboración de filet. Siguiendo a Vizacovsky (2002), puede pensarse que la conquista de un convenio laboral como el 75 funcionó como “una marca distintiva para quienes trabajaron en esos marcos, marca identificatoria que subsistía pese al paso del tiempo” (Vizacovsky, 2002, p.43). La marca se transmite mediante la acción, en este caso la lucha de los trabajadores unidos

María Soledad Schulze

90

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 91: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

reclamando por mejores condiciones laborales es la imagen que evocan como acción conmemorativa, a través de la cual los más antiguos buscan tender un puente entre el pasado y el presente, comunicando a las nuevas generaciones la necesidad de recuperar consignas del pasado que se ajusten a las necesidades actuales.

Si bien el “pasado es relevante socialmente porque constituye una fuerza viva, que proporciona fundamentos a las pretensiones de identidad, legitimidad y conflicto en las condiciones presentes” (Visacovsky, 2004, p.135), a las experiencias vividas por los trabajadores con más trayectoria en la industria pesquera, se suman nuevas situaciones que se constituyen en los motivos centrales que hacen necesario recuperar demandas vinculadas a las garantías laborales conquistadas en el pasado. En este sentido, vale remarcar que si bien el reclamo por las mejoras salariales y las garantía laborales constituye históricamente una de las principales motivaciones de la lucha, este reclamo tiene una estrecha relación con la crisis del recurso, lo cual comienza tener lugar a partir de 1997, momento en que la sobreexplotación del principal recurso pesquero, la merluza hubbsi, aparece como una de las principales causas de la crisis que tiene lugar en la industria pesquera. La escasez de merluza y su disminución en el tamaño, afecto a toda la rama del filet pero principalmente a las plantas que funcionan bajo la forma de cooperativas y a las no registradas. Avanzando en la lectura de las entrevistas, uno de los informantes nos dice a la hora de conversar sobre los cambios percibidos:

Ahora también se gana bien, lo que pasa es que no hay continuidad de trabajo, por ahí trabajamos tres días o cuatro, pero hacemos 200, 250 pesos por día. Depende del tamaño y la cantidad del pescado. Yo por semana cobro 800 o 900 pesos. Rentable es (Entrevista Nº 13, p. 3).

Esto es así, porque quienes no están trabajando de efectivos padecen mayormente la situación de que el recurso esté en falta, dado que no cuentan con un garantizado. Es decir, que la crisis del recurso pesquero determina en gran medida los sueldos que perciben los trabajadores, como así también la cantidad de días que trabajan. Respecto a esto, los fileteros explican que el pescado “El pescado esta flaco y es chiquito. Depredaron todo el mar”, motivo por el cual ahora los trabajadores producen la mitad.

Memorias colectivas e identidades en los trabajadores en tierra del pescado de laciudad de Mar del Plata

91

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 92: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Por su parte, uno de los informantes que trabaja en el puerto hace más de veinte años y es una de las afectados que pasó de estar efectiva a trabajar en cooperativas, nos dice “se pierden todos los beneficios, todo lo que sea beneficio uno lo perdió, es más, perdió hasta la dignidad uno como trabajador porque no tiene derecho a nada, o sea o trabajas así o te quedas en la calle…Y cómo miras a tus hijos!”. Aquellos informantes que se ven más perjudicados por la falta de garantías laborales, encuentran que es a fines de los noventa donde empezaron los problemas laborales por falta de pescado.

En síntesis, puede verse como la instalación de las cooperativas, sumado a la depredación del recurso pesquero, se constituyeron en motivos que terminaron por profundizar la precariedad laboral que caracteriza el trabajo de los fileteros. Tal situación, se tornó el eje a través del cual comienzan a organizarse una serie de escenarios de protesta. Es decir, las distintas generaciones de trabajadores se identifican con algunas elementos del pasado hayan trabajado o no bajo relación de dependencia. Sin embargo, a la hora de evocar la lucha del 2007 comienzan a aparecer imágenes disimiles de lo sucedido y lo alcanzado, a pesar de haber vivenciado “el mismo acontecimiento y que, a priori, por tener en sus vidas elementos constitutivos comunes, deberían sentirse pertenecientes al mismo grupo de destino, a la misma memoria” (Pollak, 2006, p. 39).

II)Lossignificadosdelaluchadel2007

A la hora de rastrear las imágenes que evocan y construyen sobre la conflictividad, nos encontramos con que las luchas que se llevaron adelante durante el 2007, estaban orientados por reclamos heterogéneos, a partir de lo cual uno se encuentra con distintas narrativas sobre la lucha y las herramientas a través de las cuales se expresa. Esto nos indica “que la memoria y la identidad son valores disputados en conflictos sociales e intergrupales, y particularmente en conflictos que oponen grupos políticos diversos” (Pollak, 2006, p.39). Si bien, como vimos todos los informantes reconocen como una ruptura la implementación de las cooperativas, ruptura con un pasado mejor, son diversas las interpretaciones y los significados sobre los procesos por los cuales se sufrieron cambios en el orden socio-laboral y más aún sobre los modos de llevar adelante los reclamos.

Como muestran diversas investigaciones sobre conflictividad laboral,

María Soledad Schulze

92

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 93: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

generalmente las luchas sociales son motivadas por las reivindicaciones de mejoras salariales y la defensa de los puestos de trabajo. Como dijimos anteriormente se observa que en la actualidad también se incorpora la preocupación por las condiciones laborales y la inestabilidad laboral a la que se ven sometidos los fileteros. Nancy, al igual que otros informantes, evoca en sus narrativas una serie de consignas vinculadas al pasado que intentan instalar entre sus compañeros para que sean retomadas y de ser necesario resignificadas según las nuevas circunstancias que tienen lugar. Ese pasado que algunos de los trabajadores evocan, aparece como un tiempo donde no solo eran mejores y distintas las condiciones laborales, sino que eran tiempos donde la solidaridad entre los trabajadores y la militancia por parte de ellos en el sindicato o partidos de izquierda daban más legitimidad a la lucha. En las narrativas de Nancy es posible distinguir elementos vinculados a oratorias militantes e imágenes de la lucha como una herramienta capaz de cambiar la estructura productiva del puerto:

Yo lucho porque mis hijos puedan tener una mejor calidad de vida (…) Si uno no tiene una expectativa propia, no podés salir a luchar por nada ni por nadie, porque no tenés tu propia expectativa, entonces vos lo haces tuyo, te ponés la lucha al hombro y estas convencida que si no buscas la unidad de la lucha jamás lo vas a lograr, porque la lucha en soledad no sirve (…) Las empresas tienen que ser nacionalizadas (Entrevista N° 22, p. 14-17).

Otros protagonistas de la lucha recuerdan la lucha del 2007:

Como un conflicto que “destapó la olla”, que tuvo repercusión en los medios, adhesiones, gente que se acercó y luego de la toma del Ministerio de Trabajo fue como desapareciendo de la escena pública y no hubo mucho conocimiento de lo que se logró o no. Y al menos logramos un convenio, que si bien no es como el que queríamos, el del 75, algo bueno nos da (Entrevista N° 11, p. 17).

Sin embargo, hay otros informantes que reconocen que la forma de reclamo seleccionada por sus compañeros en el 2007 no solo no es la correcta, sino que de nada sirve. Si bien reconocen, que en ese momento estaban reclamando por algo justo, no aceptan y legitiman prácticas de

Memorias colectivas e identidades en los trabajadores en tierra del pescado de laciudad de Mar del Plata

93

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 94: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

resistencia que conciben como violentas, por lo que entienden que:

La forma de reclamar en el 2007, la verdad que está re-mal. O sea, yo pienso que sería mejor que reclamen de otra manera. No así rompiendo, porque rompían, tiraban, es más, rompían a quienes no tenían actividades pesqueras. A mi forma de ver, esto va a seguir siempre igual, no va a cambiar. Todo esto lo logró la misma gente, de que estuviéramos en cooperativa, de que perdiéramos la efectividad. Antes te dolía un dedo, te dolía la muela y ya se iban al seguro. Total qué importa, si total te pagaban. Estaba la garantía horaria todavía. Era todo así. Mucho juicio. Era distinto. En sí el gremio del pescado era distinto. Ahora son medios chantas los que trabajan, que hacen chanchurrias (Entrevista N° 15, p.6).

Es decir, que a pesar que reconozcan los cambios que sufrieron, para algunos la lucha y las manifestaciones no aparecen como una herramienta posible de transformar el orden laboral establecido. En palabra de Ramón: “que hagan todo el reclamo que quieran, cuando yo necesito algo voy hablo con el patrón directamente, yo voy a reclamar por mí directamente, voy a reclamar de una forma que me convenga a mí, porque ustedes no dejan trabajar” (Entrevista N° 17, p.8). Teniendo en cuenta el enfoque narrativo es posible pensar que las diversas interpretaciones sobre la lucha del 2007 y sus alcances son la resultante de diferentes experiencias que se enmarcan en procesos de socialización que no son necesariamente idénticos en todos los grupos. Es decir, que la variabilidad interpretativa de lo recordado nos indica los distintos sentimientos de identidad que caracterizan a este grupo de trabajadores.

A su vez es interesante observar que algunos informantes no se conciben como actores capaces de transformar la estructura laboral en la que están inmersos, motivo por el cual tienden a aceptar las condiciones que rigen la estructura de trabajo, más allá de que reconozcan como injustos los cambios sufridos en el mercado laboral. Uno de los entrevistados nos dice: “y el trabajo en negro, que lamentablemente lo tuvimos que agarrar porque no había otra cosa, la pseudo cooperativa como le dicen….Y vos te la tenés que comer…porque son las cosas así” (Entrevista N° 21, p. 10). Hasta aquí es posible afirmar que la implementación de las cooperativas marcó una huella en la historia de los trabajadores del pescado en torno a la cual construyeron variados significados. Mientras

María Soledad Schulze

94

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 95: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

que para algunos nativos No quedo otra, los compañeros aceptaron las cooperativas” para otros “yo creo que el que inició este tema de las cooperativas si bien fueron los grandes empresarios, fueron amparados por el sindicato, por el SOIP. Porque nuestros dirigentes iban a las fábricas y nos decían “porque estar en las cooperativas no es malo, es bueno, van a ser como patrones” y hay gente de todo, hay boludos y hay algunos que no somos tan boludos. No me consideraba más viva pero tampoco la más boluda (Entrevista N° 03, p. 14).

Sin embargo, a pesar que habría una oposición entre los discursos de los trabajadores respecto al modo en que se instalaron las cooperativas, no recuerdan dicho momento como un proceso conflictivo sino como la única alternativa de seguir trabajando, más allá de que identifiquen distintos responsables. Con esto queremos decir, que al parecer las cooperativas no fueron puestas en crisis desde un primer momento, sino que empezaron a ser públicamente cuestionadas cuando se vio en falta el recurso y entonces se vieron alterados los salarios de los trabajadores. “Antes el pescado era así, ahora es así”, señalan los nativos haciendo gestos con sus manos, donde indican el tamaño del pescado en el pasado y el tamaño del pescado en la actualidad.

Por último, respecto a la lucha que se llevó adelante en el 2007 uno encuentra constantemente imágenes de una lucha que no logró concretar los resultados esperados, a partir de lo cual los trabajadores encontraron motivos para descreer en la organización y la lucha como herramientas para orientar posibles demandas y reclamos. Una de las informantes lo resume así: “¿sabés que comprendí de esta lucha?, que fue una avivada y una estrategia patronal y sindical para evadir cosas” (Entrevista N° 20, p.4). Otro lo recuerda así: “la gente iba a salir a protestar y por ahí íbamos a ganar toda la efectividad. Me puse contento, pero después volví a la normalidad porque fue todo falso…a mí me echaron por pedir la efectividad de todos los compañeros” (Entrevista N° 17, p. 10). Años después uno puede percibir el sabor amargo con el que se quedaron algunos nativos, producto de la frustración de no alcanzar los objetivos planteados y de quedar en evidencia que “ya no se lucha en el puerto como antes, es imposible que sea de otra forma.”

Luego de la lucha del 2007, al mismo tiempo que se logró instalar el convenio PyME, se dieron una serie de despidos que se enmarcaban en inserciones que ya venían hace mucho tiempo precarizándose. Entonces, no solo recuerdan un pasado económicamente mejor, donde

Memorias colectivas e identidades en los trabajadores en tierra del pescado de laciudad de Mar del Plata

95

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 96: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

las garantías laborales y salariales alcanzaban a más trabajadores, sino que evocan y añoran la organización entre los propios trabajadores para hacer visibles sus demandas y preocupaciones. Siguiendo a Visacovsky (2004), las interpretaciones del pasado no solo son inseparables de las de las prácticas y los procesos sociales, sino que al mismo tiempo las diversas formas de pensamiento expresan confrontaciones, relaciones de sociales de poder destinadas a imponer una manera de concebir determinados hechos sociales. Sin embargo, el material ofrecido por las entrevistas no es suficiente para poder profundizar sobre la diversidades representativas que este grupo de trabajadores construyo a lo largo de su historia y su trayectoria laboral. En este sentido, sería necesario preguntarse por el grado de desarrollo de la conciencia política de dichos grupos, que presentan distintas representaciones sobre la lucha e incluso encuentran distintas motivaciones.

Reflexionesfinales

A través de los recursos brindados por el método etnográfico nos fue posible aproximarnos a las representaciones sobre las condiciones laborales y los hechos de protesta vinculados a las problemática de precariedad laboral que caracteriza las trayectorias laborales de un grupo de trabajadores de la rama del filet de la industria pesquera de Mar del Plata. Para poder llevar esto adelante fue central comprender las lógicas de representación nativas, sus modos de pensamiento y comportamiento.

De este modo, luego de haber accedido a las narrativas de los fileteros, fue posible ver que existe por parte de ellos un acuerdo sobre los cambios introducidos en el orden socio-laboral que rige su cotidianidad en la industria pesquera. Como vimos nuestros informantes encuentran un punto de inflexión con la puesta en marcha de las “cooperativas truchas”, a partir del cual construyen su historia laboral signada por un “antes” donde no solo era posible dar batalla a las irregularidades laborales, sino donde las condiciones laborales de alguna manera eran más justas, aunque siempre precarias. Por su parte, retomando los aportes de Pollak, podemos pensar que algunas de las disconformidades y demandas que experimentan los trabajadores se corresponden con lo que el autor denomina “memoria heredada”, que indica los saberes aprendidos generacionalmente y que se organiza en función de preocupaciones de orden personal o políticas. Este aspecto nos advierte nuevamente que la memoria es un fenómeno construido social e individualmente, y a su vez nos indica la relación existente entre la memoria y el sentimiento de

María Soledad Schulze

96

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 97: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

identidad. El sentimiento de identidad tanto individual como colectiva, “es un fenómeno que se produce en referencia a los otros, en referencia a los criterios de aceptabilidad, de admisibilidad, de credibilidad, y que se hace por medio de la negociación directa con los otros. Vale decir que memoria e identidad pueden ser perfectamente negociadas, y no son fenómenos que deban ser comprendido como esencias de una persona o grupo” (Pollak, 2006, p.38). Es decir, que en la construcción de la memoria intervienen aspectos de lo social, del pasado y de los saberes generacionalmente aprendidos.

Algunos de los informantes entienden que si bien la instalación de las cooperativas no les fue favorable, en su momento era la única opción de seguir trabajando. Incluso quizás algunos trabajadores “engañados”, llegaron a pensar que las cooperativas introducirían mejorías para su cotidianidad, motivo por el cual en su momento las aceptaron como modalidad de trabajo. Sin embargo, es posible observar en las narrativas de los trabajadores que la puesta en crisis del recurso, es decir, la falta de materia prima para procesar y la captura de juveniles, se constituyó en uno de los motivos fundamentales para que los trabajadores recuperen consignas del pasado que les permitan reconstruir la cohesión grupal e identitarias. En este sentido, recuperar consignas del pasado vinculadas a los derechos y garantías laborales permite a muchos retornar a una identidad obrera capaz de dar batalla ante una serie de disconformidades que experimental. Asimismo, dichas narrativas en la actualidad funcionan como cimiento de la cohesión del grupo” (Hobsbawn, 2002, p. 19). Es decir, si bien aparecen distintos significados atribuidos a la lucha por parte de los nativos, estos parecen compartir ciertas imágenes sagradas sobre un pasado en donde las condiciones laborales eran otras.

En síntesis, es posible pensar que los fileteros comparten algunas caracterizaciones que hacen a la precariedad laboral, pero construyeron diferentes narrativas respecto al modo en que se vieron precarizadas sus trayectorias laborales, como también la forma en que enfrentaron activamente dicha situación. Mientras algunos entienden que la lucha, la unión, las asambleas, los cortes, los piquetes eran las herramientas que les permitirían cambiar el orden laboral instalado y profundizado en los noventa, para otros esas luchas emprendidas tuvieron un tono violento y autoritario que término por enfrentar a los propios trabajadores.

Memorias colectivas e identidades en los trabajadores en tierra del pescado de laciudad de Mar del Plata

97

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 98: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Bibliografía

Basualdo, Eduardo. (2000). Concentración y centralización del capital en la Argentina durante la década de los noventa. Una aproximación a través de la reestructuración económica y el comportamiento de los grupos económicos y los capitales extranjeros. Buenos Aires: Ediciones FLACSO.

Basualdo, Eduardo y Arceo, Enrique. (2006). Los cambios de los sectores dominantes en América Latina bajo el neoliberalismo. La problemática propuesta, en Neoliberalismo y sectores dominantes. Tendencias globales y experiencias nacionales. Buenos Aires: CLACSO.

Clifford, James (1995) “Sobre la autoridad etnográfica”. En Dilemas de la cultura, Barcelona: Gedisa.

_________________. (1999). “Prácticas espaciales: el trabajo de campo, el viaje y la disciplina de la antropología”. En Itinerarios transculturales, Barcelona: Gedisa.

Colombo, Guillermo, Nieto, Agustín y Mateo, José. (2010). “Precarización y fraude laboral en la industria pesquera marplatense. El caso de las cooperativas de fileteado de pescado”, Recuperado en:http://www.trabajo.gba.gov.ar/informacion/masse/categoriaA/13_MATEO_Precarizacion_y_fraude_laboral_en_la_industria_pesquera_marplatense.pdf.

Geertz, Clifford. (1994). “«Desde el punto de vista del nativo»: sobre la naturaleza del conocimiento antropológico”. En Conocimiento local, Barcelona: Paidós.

_________________. (1997). “Estar allí. La antropología y la escena de la escritura” y “El yo testifical. Los hijos de Malinowski”. En El antropólogo como autor, Barcelona: Paidós.

Gil, Gastón Julián. (2002). “Apuntes metodológicos”. En Fútbol e Identidades locales. Dilemas de fundación y conflictos latentes en una ciudad “feliz”, Buenos Aires, Miño y Dávila.

_________________. (2006) “Controles etnográficos y expertos en el campo: cuando los «nativos» nos leen”. En Cuadernos del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, 20: 129-148.

_________________. (2007). “«Tiempos violentos». Memoria y

María Soledad Schulze

98

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 99: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

presente sobre una hinchada de un club del interior”. En Etnía, 48-49. _________________. (2010). “Etnografía, archivos y expertos.

Apuntes para un estudio antropológico del pasado reciente”. En Revista Colombiana de Antropología, ICANH, 46 (2): 249-278.

_________________. (2013). “Demonios, salvadores de la patria y jóvenes idealistas. Tres discursos sobre el Terrorismo de Estado”. En Entrepasados. Revista de Historia, 38/39: 163-184.

Ginzburg, Carlo. (2010). “El inquisidor como antropólogo”. En El hilo y las huellas. Lo verdadero, lo falso, lo ficticio, Buenos Aires: FCE.

Pollak, Michael. (2006). “Memoria e identidad social”. En Memoria, olvido, silencio. La producción social de identidades frente a situaciones límite. La Plata: Ediciones Al Margen.

Guber, Roxana. (2001). Método, campo y reflexividad. Colombia: Ed. Grupo nueva edición

Halbwachs, Maurice. (2011). La memoria colectiva. Buenos Aires. Ed. Miño y Davila

Lanari, López, Alegre. (2002). “Empleo en Mar del Plata. Restricciones y oportunidades. Análisis del mercado de trabajo local en el contexto de la economía nacional”. Disponible en: http://nulan.mdp.edu.ar/64/1/FACES_n9_23-46.pdf

Norbert, Elias. (2011). El proceso de la civilización. , México: Fondo de cultura económica.

_________________. (2012). La sociedad cortesana, México, Fondo de cultura económica.

Núñez, Ana. (2006). Lo que el agua (no) se llevó. Política urbana, Estado del poder, violencia e identidades sociales. Mar del Plata, entre siglos. Buenos Aires, Flacso.

Pradas, Eduardo. (2006). Un acercamiento a la problemática pesquera marplatense, Buenos Aires, ediciones El Mensajero.

Visacovsky, Sergio E. (2005). “El temor a escribir sobre historias sagradas. Memoria social, moralidad política y audiencias nativas en la Argentina”. En Sabina Frederic & Germán Soprano (comps.) Cultura y política en etnografías sobre la Argentina, Bernal: Universidad Nacional de Quilmes Editorial.

Memorias colectivas e identidades en los trabajadores en tierra del pescado de laciudad de Mar del Plata

99

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 100: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

_________________. (2004). “Entre lo evidentemente sucedido y lo posiblemente experimentado: para una reconciliación entre historia, memoria social y análisis narrativo”. En Entrepasados. Revista de Historia, XIII, 26: 127-145.

_________________. (2002). “La genealogía rota” y “La genealogía restaurada”. En El Lanús. Memoria y política en la construcción de una tradición psiquiátrica y psicoanalítica argentina: Buenos Aires, Alianza.

María Soledad Schulze

100

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 81-100 ISSN: 2313-7290

Page 101: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Tucumán: lugar de la ausencia imperfecta1

Acerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Máximo Hernán Mena*(Universidad Nacional de Tucumán)

Resumen

Uno de los principales objetivos de este trabajo es proponer líneas de continuidades y rupturas entre la ficción novelística y la historia de la provincia de Tucumán (República Argentina). De este modo, el análisis de la novela Préterito perfecto (1983) de Hugo Foguet, permitirá poner en funcionamiento el concepto teórico de barricada textual para estudiar las revueltas estudiantiles de 1972 y establecer cómo la escritura ficcional retoma diversos discursos sociales y reflexiona sobre los procesos históricos. Este trabajo se enmarca en el ámbito de los estudios interdisciplinarios, en una crítica sociohistórica del texto. Se abordará la obra a partir del método cualitativo de análisis, desde esta perspectiva, el texto será concebido como un sistema dialógico y conflictivo que consigue representar múltiples prácticas discursivas y culturales. Se concluye en este trabajo que entre la historia y la literatura existe una zona de indeterminación cuyo estudio es preciso profundizar.

Palabras Clave: ficción, historia, Argentina, Tucumán, barricada

Abstract

The main objective of this article is to suggest conections and ruptures 1 Una primera versión de este trabajo integra la Tesis de Licenciatura en Letras titulada Testimonio, historia y ficción en obras de Orphée, Foguet y Wilde [Inédita] dirigida por la Dra. Nilda María Flawiá de Fernández (Universidad Nacional de Tucumán – CONICET), defendida y aprobada el 18 de diciembre de 2012 en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán. Asimismo, en el proyecto de Tesis de doctorado Tucumán, 1950-2000. Ficción, memoria e historia en su novelística, dirigido por la Dra. Flawiá de Fernández y por el que se me otorgó una Beca doctoral del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), se continúa con el estudio del tema abordado en este artículo.* Argentino. Licenciado en Letras por la Universidad Nacional de Tucumán. Miembro del Instituto Interdisciplinario de Literaturas Argentina y Comparadas. Becario doctoral del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). Directora: Dra. Nilda María Flawiá de Fernández (UNT-CONICET). Doctorando del Doctorado en Letras de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Capacitando (Adscripto) de la Cátedra de Literatura Argentina I, UNT. Integrante del Proyecto de Investigación CIUNT (Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas de la UNT).

101

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 101-123

ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Page 102: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

between the novelistic fiction and the Tucuman´s history (Argentina). The analysis of the novel Pretérito perfecto (1983) by Hugo Foguet allow the use of textual barricade as a theoric concept to study 1972´s students revolt and establish how the fiction takes the different social representations and make a reflection about the historical process. This work is in the field of the interdisciplinaries studies, in a socio-historical vision of the text. The novel will be studied with the qualitative method, and from this perspective, the text is a dialogic and conflictive system. As a conclusion, between the history and the fiction is an indetermination zone whose study we should discuss further.

Keywords: fiction, history, Argentina, Tucuman, barricade

Breve introducción: historia y ficción en Tucumán

¿Por qué la elección de estudiar textos sobre Tucumán? ¿Por qué el análisis de una novela de 1983? La Provincia de Tucumán es la más pequeña de la República Argentina y está situada en el Noroeste del país (a más de 1300 kilómetros de Buenos Aires). San Miguel de Tucumán, su ciudad capital, alberga más de un millón de habitantes y se convirtió rápidamente en el polo cultural y económico más importante del Norte argentino, siendo el lugar donde se llevó a cabo la Declaración de la Independencia en 1816. En materia económica, desde finales del siglo XIX, sostuvo en toda la extensión de su territorio una de las actividades más pujantes de la economía argentina: la industria del azúcar. Por otro lado, fue el polo de desarrollo cultural más importante del Noroeste argentino y, como testimonio de ello, se puede destacar que en 1916 se fundó en Tucumán la primera universidad de la región. Como contraste a lo antes expuesto, fue una de las provincias más castigadas por las sucesivas dictaduras militares, especialmente por la última, iniciada el 24 de marzo de 1976 y autodenominada “Proceso de Reorganización Nacional”. Años antes, en 1966 y durante la dictadura militar de la “Revolución Argentina”, comandada por Juan Carlos Onganía, se decretó el “Operativo Tucumán” que tenía como objetivo la reestructuración económica de la provincia con la orden del cierre inmediato de más de la mitad de los ingenios azucareros que estaban en funcionamiento (Cfr. San Martino de Dromi, 1988; Romero, 1969). Las consecuencias más directas de este decreto se revelaron en el éxodo masivo de más de 250.000 tucumanos y en el alto desempleo que llevó a muchas familias a quedar en la indigencia ante la falta de

102

Máximo Hernán Mena

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Page 103: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

trabajo. A esto se le sumaba la creciente violencia de las autoridades militares que se hacía intolerable para la población (Cfr. Pucci, 2007). Como expresión de esta situación insostenible, y como ecos del Mayo francés de 1968 y del levantamiento social en la provincia de Córdoba en 1969 (conocido como el “Cordobazo”) se produjeron en la provincia de Tucumán, tres levantamientos sociales en los años 1969, 1970 y 1972, conocidos sucesivamente como “Tucumanazos” y el “Quintazo” (en referencia a la “Quinta Agronómica” predio de la universidad que funcionó como núcleo de resistencia). Estos tres movimientos estuvieron protagonizados por estudiantes universitarios y secundarios, obreros de los ingenios cerrados, empleados estatales, docentes, sacerdotes tercermundistas. Frente a los obreros y estudiantes que tomaron predios de la universidad y cercaron 90 manzanas de la ciudad capital con barricadas, la represión del ejército fue impiadosa (Cfr. Crenzel, 1997; Nassif, 2012).

Con el regreso del régimen democrático en 1973, la vida en la provincia no fue más tranquila, y a principios de la década de los 70 se instalan comandos del ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), agrupación guerrillera que buscaba establecer una zona liberada en las inmediaciones (a la manera de la Sierra Maestra en la experiencia cubana) en las montañas y cerros cercanos a San Miguel de Tucumán. De este modo, la violencia se convirtió en algo cotidiano en las calles tucumanas, con sucesivos atentados de los comandos guerrilleros; asesinatos y secuestros de civiles por parte de personal policial y grupos paramilitares de extrema derecha. Luego de la muerte de Juan Domingo Perón en 1974, quedó a cargo de la presidencia su mujer, María Estela Martínez de Perón, quien, en un Decreto secreto de febrero de 1975 declara el “Operativo Independencia” con el que se buscaba “neutralizar y/o aniquilar” la “amenaza subversiva” que operaba en los cerros tucumanos (San Martino de Dromi, 1988, Tomo 2, p. 108). Sin embargo, los únicos alcanzados por esta orden de exterminio, emanada por un gobierno constitucional y democrático, no fueron los comandos del ERP, sino también numerosos civiles, intelectuales, dirigentes sindicales, políticos, estudiantes...(Cfr. Pucci, 2009).

A finales de la década del ´60 y comienzos de los ´70, la sociedad tucumana se caracterizó por su actitud de resistencia frente la violencia de la dictadura. Muchas obras literarias escritas en esos años y posteriormente, representan de manera precisa la complejidad 103

Tucumán: lugar de la ausencia imperfectaAcerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Page 104: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

de estos procesos sociales y políticos2 . Entre esas obras es preciso destacar la novela Pretérito perfecto (1983)3 de Hugo Foguet4 , en la que las tensiones y contradicciones sociales están representadas de manera lúcida. Es por ello que la elección del género novelístico para este estudio se justifica por el hecho de que la novela alberga otros géneros en su entramado, se presenta como el género más apto para analizar cómo los diversos discursos sociales de una época se entrecruzan ya que, por ejemplo, la impronta de la violencia se percibe en la fragmentariedad de los relatos y en los cruces genéricos. Además, al ser Tucumán un espacio “periférico” dentro de la tradición y el sistema literario y novelístico argentino, cuyo centro indiscutible se encuentra en Buenos Aires, posibilita pensar el sistema literario desde un lugar diferente. En este sentido, el trabajo con la novela Préterito perfecto, en diálogo con la historia de Tucumán, permitirá replantear cuestiones claves para pensar el presente, como las continuidades entre dictadura y democracia, el funcionamiento de la memoria y el olvido en la historia reciente y, como consecuencia, las continuidades entre la ficción, la historia y la memoria.

Hacia un concepto de barricada textual5

En diferentes momentos históricos, las barricadas fueron empleadas en estallidos sociales que se produjeron en diferentes ciudades del mundo. Walter Benjamin y Roland Barthes destacan la importancia de las barricadas, respectivamente, en los levantamientos en París en el siglo XIX y durante los sucesos del Mayo francés de 1968. Benjamin, en “Haussmann o las Barricadas”, apartado final del capítulo “París, Capital del siglo XIX” de Poesía y Capitalismo (1991), asegura que: “La verdadera 2 Junto con la novela de Hugo Foguet se pueden mencionar El inocente (1964) de Julio Ardiles Gray, Aire tan dulce (1966) de Elvira Orphée, Una lágrima por el cóndor (1995) de Dardo Nofal, La oruga sobre el pizarrón (2010) de Eduardo Rosenzvaig, entre otras.3 Sobre Hugo Foguet y la novela Pretérito perfecto cfr.: (Lagmanovich, 1974; Corvalán, 2008; Flawiá de Fernández, 1995; Busquets, 1993; Capelusnik, 1988; Aráoz, 2008)4 Hugo Foguet (Breve bio-bibliografía):Nació en 1923 en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Fue marino mercante, escritor y periodista. Escribió novelas, poemas y libros de cuentos. Se publicaron de su autoría los libros: Hay una isla para usted (1963), El advenimiento de la Bomba (1965), Frente al mar del Timor (1976), Pretérito perfecto (1983), Naufragios (1985) y Convergencias (1986). Recibió el Primer Premio Bienal “Pablo Rojas Paz” en 1982 con la novela Pretérito perfecto. Murió el 5 de junio de 1985 en la ciudad de San Miguel de Tucumán.5 El concepto de barricada textual surgió a partir de las lecturas y relaciones entre el capítulo “París, Capital del siglo XIX” del libro Poesía y Capitalismo (1991) de Walter Benjamin y el libro de poemas Interrupciones 1 (1997) de Juan Gelman.

104

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Máximo Hernán Mena

Page 105: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

finalidad de los trabajos haussmannianos era asegurar la ciudad contra la guerra civil. Quería imposibilitar en cualquier futuro el levantamiento de barricadas en París” (Benjamin, 1991, p. 188). De este modo, la ciudad de París cede su geografía, a las necesidades estratégicas del poder que busca impedir la manifestación de los descontentos sociales. Tanto las barricadas del siglo XIX, de las que habla Benjamin, como las barricadas del Mayo francés, buscaban detener los cursos normales de la ciudad para plantear la urgencia del cambio: “La barricada no tendrá solamente la función de un muro de protección apto para asegurar la respuesta a los agresores: será primero el símbolo de esa ruptura y de un nuevo establecimiento en medio de la ciudad” (Lefort, 2009, p. 34).

En relación con esto, el poeta argentino Juan Gelman, en varios de sus poemas del libro Interrupciones I (1997), no da certezas, sino que deja las cuestiones entre signos de interrogación, y estas preguntas dejan de ser retóricas. Luego de la lectura de diferentes poemas, las preguntas comienzan a funcionar para el lector como encrucijadas donde debe tomar decisiones. De todos estos hechos y sujetos que circulan por los poemas es preciso hacer relaciones, relatos, desde los cuales sea posible recordar todo lo que pasa tan rápido ante los ojos (el apartado donde se encuentran estos poemas se denomina justamente “Relaciones”). Entonces, estas instantáneas, no serán crónicas sino que aparecerán como relaciones poéticas. A través de ellas se configuran relatos, partes imborrables de la historia, memoria necesaria. Estas “Interrupciones”, estas barricadas, intentan detener el flujo del tiempo y de los acontecimientos, detener lo que Barthes denomina como el “vértigo de la notación” (Barthes, 1970, p. 96). Gelman interrumpe al lector, lo obliga a volver la vista atrás para mirar, aunque sólo sea, las espaldas de lo que ha pasado a su lado. Ahora, cuando el lector vuelve la vista al frente, con la imagen de ese torso ya grabado en su memoria, el paisaje y las cosas han cambiado, el ancho pasaje está ahora atravesado por una barricada, sostenida con signos de exclamación y de interrogación:

Condiciones(…) ¡oh muerte que así retrocedés!/ y el espectador ya dispuesto a llorar ¿no fue/ ayudante o cómplice de la que se llevaba al pajarito/ objetivamente casi muerto? el ciego/ a los oleajes de dolor y de sueño bajo las condiciones/ objetivas ¿no será oportunista?/ por falta de memoria o miedo ¿quiere enterrar al ave? (Gelman, 1997, p. 59).

105

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Tucumán: lugar de la ausencia imperfectaAcerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Page 106: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Frente al lector, se establece una barricada textual que es, al mismo tiempo, posicionamiento, resistencia y acción. En este sentido, habría que preguntarse: ¿cuáles son las posibilidades de la poesía de conducir a una posible acción? En este sentido, se puede poner en diálogo esta pregunta con lo que afirma Mijail Bajtín:

(...) la comprensión activa del oyente puede traducirse en una acción inmediata (en el caso de una orden, podría tratarse del cumplimiento), puede asimismo quedar por un tiempo como una comprensión silenciosa (algunos de los géneros discursivos están orientados hacia este tipo de comprensión, por ejemplo los géneros líricos), pero ésta, por decirlo así, es una comprensión de respuesta de acción retardada: tarde o temprano lo escuchado y lo comprendido activamente resurgirá en los discursos posteriores o en la conducta del oyente. (Bajtín, 2011, pp. 254-255)

Esta reflexión, puede ser trasladada con interesantes resultados a los textos de otros géneros. De esta manera, en un texto ficcional, que toma aspectos de la historia cercana, también se produce esta “comprensión silenciosa”. A una “respuesta retardada” posible del lector, a la barricada de la interrogación, le sucede la búsqueda de ese pasado o de ese relato de otro tiempo, para restituirlo de algún modo. Se comprende que en la escritura hubo una suerte de ralentización que conduce a otros relatos que necesitan ser puestos en diálogo. De este modo, la barricada textual es un término que “puede no formularse más que una vez en toda la obra y sin embargo, por efecto de cierto número de transformaciones que definen precisamente el hecho estructural, estar presente “en todas partes” y “siempre” (Barthes, 1991, p. 70).

La barricada textual presenta dos movimientos principales: en la primera etapa se produce una “condensación” por la que la barricada dirige la relectura hacia otras zonas del texto, por lo tanto, se desarrolla dentro del texto, en la textura de la novela; y en una segunda etapa, producto de esta “condensación” inicial, se produce una “dispersión” de los sentidos que conduce a múltiples “referentes”. De este modo, se establece un desplazamiento de la lectura horizontal y lineal del texto, a una visión diferente, en la que las figuras se anuncian en su verticalidad, como los edificios y la barricada en una ciudad, para resignificar todos los sentidos de nuevo: “Abolidas las relaciones fijas, la palabra sólo tiene

106

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Máximo Hernán Mena

Page 107: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

un proyecto vertical, es como un bloque, un pilar que se hunde en una totalidad sin sentido, de reflejos y de remanencias: es signo erguido” (Barthes, 1967, p. 44).

La barricada, como signo ineludible que marcó tanto el siglo XIX como el XX, se transforma en un símbolo de escritura, en una manera de escribir la ciudad. En la barricada, que se convierte en una detención/reflexión/acción, los sujetos ponen sus cuerpos para escribir la ciudad. Se produce un instante de repliegue para tomar impulso y establecer una posición. Al mismo tiempo, se busca provocar una detención de la ciudad (proponer otros cauces o trayectorias) para establecer una nueva geografía. En el análisis de las novelas, estas resistencias hacen visibles los cortes del relato y de los hechos, un momento de supuesta detención potencia todos los movimientos anteriores y posteriores. Así, un elemento de los hechos históricos, de la acción, es empleado para pensar la ficción y su relación con la historia. La barricada texual establece un pasaje, un vínculo móvil entre el discurso histórico y la literatura.

A partir de la propuesta del concepto de barricada textual, se podría afirmar que este trabajo se mueve, en muchos sentidos, dentro de las posibilidades propuestas por Roland Barthes para la escritura y para la lectura/escritura crítica. Aquí se propone una “lectura perfilada” (Barthes, 1991, p. 74) de las obras. La escritura crítica es una reflexión sobre la obra, asume los reflejos, acepta las reflexiones que ejecuta la obra sobre sí misma, y la propone en una nueva escritura, que se acerca y se aleja del texto de origen: “Hacer una segunda escritura con la primera escritura de la obra es en efecto abrir el camino a márgenes imprevisibles, suscitar el juego infinito de los espejos, y es este desvío lo sospechoso” (Barthes, 1991, p. 13). Lo dicho con anterioridad se potencia aún más, si se tiene en cuenta lo que señala Barthes en su artículo “Los jóvenes investigadores”, en el que afirma que aquellos deben sostener su pasión y no ceder ante el impulso de habituarse a los códigos convencionales del escribir. De este modo deben asumir la investigación del texto y entrar

(...) en el juego del significante, en la infinitud de la enunciación, en una palabra, “escribir” (...), arrojar el tema a lo largo del blanco de la página, no para “expresarlo” (...) sino para dispersarlo: lo que entonces equivale a desbordar el discurso normal de la investigación. (...) 107

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Tucumán: lugar de la ausencia imperfectaAcerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Page 108: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

el investigador decide no dejarse engañar por la Ley del discurso científico (el discurso de la ciencia no es la ciencia, forzosamente: al contestar el discurso del sabio, la escritura no está dispensándose en absoluto de las reglas del trabajo científico). (Barthes, 1987, p. 105).

Contar la ciudad

La novela Pretérito Perfecto se construye a partir de voces que habitan tiempos diferentes: Clara Matilde es una anciana centenaria que está postrada en una cama y que reproduce, desde la visión de su clase social, fragmentos de la historia de la provincia de Tucumán; Ramón Furcade le pregunta a Clara Matilde sobre esos fragmentos para armar parte de su pasado pero sin dejar de estar atento a su propio presente; otras voces como la de Maximiliano, Arturo, Solanita, van armando los hechos a partir del diálogo y la narración. El relato de la novela se inicia con la alusión al levantamiento social conocido como “Quintazo” y que se desarrolló en junio de 1972 en la provincia de Tucumán.

La novela de Foguet se inicia con un “Te cuento...”, representativo de lo que se va a contar con posterioridad. Esta marca de primera persona y de presente es clave para comprender las variables que se desarrollarán con posterioridad en el relato. Porque esta primera persona que asume el relato se dirige a otros, busca poner en diálogo su relato con los otros relatos. Además, la historia se inicia en un presente: el relato va a ser contado en presente y desde el presente. El “Te cuento...” acepta la responsabilidad del relato en todas sus aristas, reconoce la necesidad de contar, de rearmar las historias desde el presente. Hayden White señala que la escritura de la historia es un acto meramente poético en el que a partir de las formalizaciones de ciertas intuiciones se establece cuál va a ser el “espesor” o los modos del relato histórico (White, 2010, p.11). Afirma que “Porque el historiador no está (o afirma no estar) contando el cuento “por el cuento mismo”, tiende a tramar sus relatos en las formas más convencionales...” (White, 2010, p. 19). Al considerar esta frase, se puede afirmar que la novela de Foguet se inicia con una forma tradicional de iniciar los relatos que remite a la situación oral de escucha de estos. De este modo, la escritura ingresa a la lectura a partir de una imagen de la oralidad. El narrador no “cuenta el cuento por el cuento mismo”, hay una historia múltiple detrás de ese sueño que se comienza a narrar (la novela comienza con el relato de un sueño de uno de los protagonistas). En ese relato hay un “tú” implícito que remite a los personajes de la novela pero que, al mismo tiempo, involucra al

108

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Máximo Hernán Mena

Page 109: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

lector en la “escucha” del relato. En este sentido, se puede encontrar en las dos primeras palabras de la novela uno de los “embragues de escucha” (Barthes, 1987, p. 163). A su vez ese “embrague de escucha” se transforma en un “embrague” de lectura que propone un cambio de velocidad en los ritmos o las expectativas para solicitar un seguimiento activo por parte del lector que “escucha la historia”.

Esta breve inauguración en la lectura de la novela, obliga a reconocer los límites de esta propuesta de trabajo, ya que la novela se presenta a la lectura como una maquinaria compleja que necesita ser trabajada en sus múltiples planos. En esta novela Foguet realiza lo que señala Noé Jitrik de la novela histórica: “espacializa el tiempo” (Jitrik, 1995, p. 14) de un modo amplio, con múltiples meandros, tiempos narrativos e históricos que conviven, dialogan y discuten en un solo párrafo. Por lo tanto es preciso señalar que en este trabajo se analizarán las relaciones de los tiempos del relato pretérito de Clara Matilde con el tiempo del protagonista Ramón Furcade; las problemáticas sobre la posibilidad del relato; y los modos de narrar los hechos del “Quintazo” de junio de 1972; por lo tanto, la relación con el posible futuro y el presente de la provincia de Tucumán.

La ausencia imperfecta es el vacío del pasado en el presente. En varios tramos de la novela se nos presenta a dos personajes que dialogan en una habitación completamente cerrada al exterior y a la luz natural. En una casa antigua del centro de la ciudad de San Miguel de Tucumán, Clara Matilde Navarro de Sorensen relata a Ramón Furcade su pasado, que es casi como la vida de toda una provincia. Este relato se erige a lo largo de toda la novela como un monólogo ciego y alucinado sobre los pasados de la provincia. Es la ciudad de Tucumán la que recorre esta anciana encerrada en una casa que es la representación de una clase social ya derrumbada. A partir del relato de Clara Matilde y de las preguntas de Furcade, acuden a las habitaciones gobernadores, cónsules, industriales del azúcar. Todo el pasado y las figuras, como fantasmas, están en las palabras que buscan decir. En un epígrafe al segundo capítulo se puede leer este texto de George Steiner: “El pasado tal y como lo conocemos es, en su mayor parte, una construcción verbal, un uso selectivo de los tiempos pretéritos.” (Foguet, 1983, p. 41). En paralelo con este epígrafe, se puede considerar lo señalado por White: “Creo que el historiador realiza un acto esencialmente poético, en el cual prefigura el campo histórico y lo constituye como un dominio sobre el cual aplicar las teorías específicas que utilizará para explicar “lo que en realidad” estaba sucediendo.” (White, 2010, p. 10).

109

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Tucumán: lugar de la ausencia imperfectaAcerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Page 110: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

La habitación de Clara Matilde está herméticamente cerrada porque a ella la lastiman la luz y los ruidos de una ciudad que presiente desconocida y amenazante. Una habitación, como ciertas versiones de la historia, llena de retratos de personalidades inescrutables y hasta desconocidas; libros de autores europeos nunca leídos; rajaduras en las paredes que hablan sobre algo que se consume. La habitación es el pasado de Clara Matilde, un rincón donde se ha encerrado para conservarse. A pesar de esto, lo único que convoca el recuerdo de la anciana son las preguntas de Ramón Furcade que la llevan de nuevo a la época del azúcar y de las tierras sin fin. Furcade presiente que este pasado, que ve construido como lenta tela de araña por la anciana, tiene mucho que ver con el presente de 1972, donde el aire está empapado de gases lacrimógenos y las calles permanecen detenidas por las barricadas de estudiantes que intentan arrojarse al futuro con las piedras de las hondas:

Podía ver la calle 25 de Mayo envuelta en nubes de gases y sobre las nubes, en las cornisas de la Facultad de Derecho, las cabezas de los estudiantes, embozadas las caras con pañuelos, manejando hondas: David frente a Goliat, la imaginación frente al poderío de la topadora y la tanqueta, la legión de cascos azules (...) que desciende de los carros bajo la protección de los pendones flameantes del sentido común y el orden establecido y cierran filas. Por la bocacalle una barricada ardiendo le recordó el resplandor de una guerra perdurable, vieja como el mundo.(Foguet, 1983, p. 42).

En la década del 60 se producen episodios de resistencia en casi todo el mundo; en Francia, en Japón, en Checoslovaquia, en Estados Unidos, en México (Poniatowska, 2015, p. 23). Existe una sensación generalizada de que algo está sucediendo: “Durante el annus mirabilis de 1968, ya había tenido la sensación de estar viviendo de algún modo un momento o coyuntura histórica” (Hitchens, 2010, p. 148). Mientras en el París de mayo de 1968, se desdibujaba el límite entre el individuo que observa los hechos y los que lo protagonizan y bastaba “estar presente para ser actor” (Milner, 2010, p. 11), en junio, los estudiantes ocupan la ciudad de México al grito de “Tomar la calle” (Poniatowska, 2015, p. 23). Y si, hasta es momento, las rebeliones estudiantiles no anunciaban un posible quiebre en las sociedades, desde 1968 el panorama cambia por completo:

Algo se quebró en una máquina que aparentemente 110

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Máximo Hernán Mena

Page 111: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

funcionaba con normalidad y, después de dos semanas de asaltos furiosos, aunque extremadamente limitados, casi insulares, de estudiantes, un mundo se deshizo, del 18 al 23 de mayo, con una extraña dulzura. (…)

Entonces, ¿qué pasó en mayo de 1968? Un “accidente” sociológico, es decir algo que no estaba inscripto en el proceso normal de una sociedad sino un accidente interno, provocado por la rotura de un dique, de un vaso sanguíneo, provocado por una deflagración producida en el interior del cuerpo social, muy cerca de la cabeza, que paralizó todo el sistema nervioso central. Es ese “accidente” increíble, desconcertante, lo que tratamos de comprender. (Morin, 2009, pp. 50-51).

La atmósfera del Tucumán de 1972 tiene mucho que ver con el sentimiento de que se había abierto una “brecha” en la realidad y, de este modo, en la novela, solamente con el empleo de un verbo, el narrador nos señala su asombro frente a los sucesos del presente: Furcade “recordó” todos esos otros tiempos que nunca pasan, coagulados en ese presente de rebeldía. Como un descanso luego de la escucha de la anciana, Furcade sale al balcón para reencontrarse con la ciudad, con su propia ciudad.

El pasado está muy cercano a través del artificio. A la luz de una vela, Clara Matilde desnuda y revela genealogías y destinos, como si todos los hechos salieran de su cabeza y de su boca. De los labios de Clara Matilde se expele un hilo de palabras que busca rearmar el vacío del pasado, de la habitación, de la casa, en fin, de toda una ciudad. Y ahora, Furcade es consciente del ardid del relato: “La tiniebla se impuso nuevamente aislando a Furcade en el comedor de diario, dejándolo a merced del otro mundo que la escritura organiza, el mundo perdurable del lenguaje, el de la pasión que la palabra fija hoy para mañana.” (Foguet, 1983, p. 232).

Furcade tiene la intuición de que a través del relato de Clara Matilde conseguirá rearmar también su pasado, para captar lo que sucede realmente en el presente de bombas, picanas6 y barricadas.

Clara Matilde de la Concepción Navarro Páez de Sorensen, un nombre como una acumulación centenaria de nombres y apellidos, de abolengos y pasados perimidos. Una acumulación que quiere semejar una

6 Instrumento empleado para la tortura que usa electricidad.

111

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Tucumán: lugar de la ausencia imperfectaAcerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Page 112: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

identidad, un conjunto de máscaras bajo la que se oculta la única voz que perdura. Detrás de todas esas máscaras “trágicas” que amplifican el hilo de la voz, se expele un monólogo pretérito e “indefinido”. Un discurso que no es un “enunciado” bajtiniano, sino un flujo de frases y datos que remiten a un conjunto acabado y cerrado de la realidad. Clara Matilde no necesita las preguntas de Furcade: todo ya estaba allí antes de que el entrevistador llegara. Toda la historia estaba acabada antes de ser escuchada o comprendida por primera vez.

Memorias en diálogo

Sin embargo, Clara Matilde empieza a sospechar de la voz y la presencia de Furcade, se ha dado cuenta que hay otro con ella que la incita a hablarse a través del pasado. Advierte el llamado en las preguntas de Furcade y los efectos de la construcción de palabras

A veces, en mi soledad, pienso en usted y me digo que es un hombre extraño y también me pregunto: ¿Cuantos años habrá vivido este hombre que no es tan joven, pero lo parece, y que habla como si todo hubiera sido ayer? ¿Ha vivido tantos años como yo? ¿Es mi contemporáneo? ¿Qué es usted para mí, señor Furcade? ¿Un espejo? De usted nada sé. Lo veo aquí, parado en medio de esta habitación hurgando en los libros, buscando y señalando los retratos, revolviendo en mis recuerdos como si mi memoria fuera el baúl del altillo. Usted pregunta y yo contesto y es como si me contestara a mí misma. ¿Sabe qué quiero decirle? Que usted no me trae nada nuevo. Usted no es una persona para mí sino un eco. Soy yo misma. (Foguet, 1983, pp. 330-331).

Más que un espejo, Furcade es el futuro de Clara Matilde. La cara incomprendida del tiempo para esta anciana que ya no reconoce otros rostros que los del pasado. Es el futuro, al que Clara Matilde le ha cerrado las puertas y ventanas de su historia: porque ya nada puede entrar a la casa-pasado

La voz resonaba como el gorgoteo del agua en la cripta mientras se desplazaba por las habitaciones desoladas siguiendo la veta de rumores, cuchicheos, conversaciones, tintineo de copas y vajilla, quejidos de enfermos, jadeos y gemidos de amantes, la vida de la gran casa desierta, los

112

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Máximo Hernán Mena

Page 113: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

fantasmas de esa vida como si la casa fuera hoy una mina abandonada, apenas un lugar de recuerdos y de historias. (Foguet, 1983, p. 47).

El pasado puede ser una casa de la que todos se han ido. El desierto y la desolación se mantienen a pesar de la presencia ausente y horizontal de Clara Matilde. La casa pasado, la casa desierto, y la casa como una tumba, un sutil anticipo del asesinato que ocurrirá casi al final de la novela. La muerte de Solanita, la nieta de Clara Matilde, marca el quiebre de un posible diálogo, entre la historia pasada de esa casa y de esa familia, y el joven presente. Los oficiales de la represión entran por los fondos de la casa y asesinan a Solana. La anciana centenaria y anquilosada en una imagen sigue con vida, y la juventud de su sangre, muere baleada impunemente en su misma casa, en su mismo pretérito. Sin embargo, para que Clara Matilde pueda reconstruir ese telar de ausencias es necesaria la presencia de Furcade: el futuro de la anciana centenaria otorga ritmo y sonido a los hechos de un olvido.

Este futuro que parece ilusorio se corporiza en las preguntas y Clara Matilde desea decirse que los acercamientos de Furcade no le traen nada nuevo y que todo es un eco. Clara Matilde cerrada en el pasado quiere convencerse de que todo está cerrado y en su lugar, pero el presente y su futuro hacen resonar las paredes de su memoria y de su casa como si todo fuera a derrumbarse en segundos. La anciana quiere creer que Furcade no existe pero la presencia de sus preguntas y cuestionamientos es lo que muestra lo imperfecto de la ausencia y del pasado. El eco de los silencios de Clara Matilde es el eco del presente rebotando en las calles y en los cuerpos de toda la ciudad.

Y nos negamos a imaginar el futuro; el futuro no existe; sólo cuenta el presente -el ayer y el mañana- y la historia -el pretérito perfecto de Clara Matilde, la forma subjetiva del pasado que aspira a sobrevivir en el presente, el tiempo recobrado por la palabra- ha caducado. (Foguet, 1983, p. 232).

El futuro y el pasado han caducado a fuerza de presente. Los tiempos verbales que ordenan el relato se han confundido, han desordenado los hechos como si no hubieran ocurrido. Las palabras y los hechos van llenando poco a poco los vacíos de un modo imperfecto.

113

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Tucumán: lugar de la ausencia imperfectaAcerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Page 114: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

En el enfrentamiento del ahora, en el entrechocar de los discursos, se produce una colisión de relatos que recorre toda la novela de Foguet. El relato de Clara Matilde es un monólogo, construye una sola vertiente de la historia, una sola historia que no integra otras voces o posibilidades. El “referente” de la anciana está cerrado, no resiste ni acepta ninguna reescritura. Mientras tanto, el discurso y el relato de los hechos de Furcade, su propio presente, se produce a partir de la mezcla del diálogo. A partir de la consideración de los conceptos de “referente” (imagen siempre repetida de los mismo) y “referido” (quiebre del uso de los recursos automáticos de la memoria) (Jitrik, 1995) es posible detectar líneas de continuidad entre el discurso histórico y la novela histórica. Las diversas imágenes del presente que se le representan a Furcade, le permiten construir múltiples “referentes” y dar cuenta de ellos a partir de la construcción y la reflexión del “referido”. El funcionamiento de las versiones múltiples del “referente” de Furcade se puede trasladar al resto de la novela, en la que, a través del diálogo, se consigue la dispersión de los hechos y de las significaciones. De este modo, se alojan en la novela una multiplicidad de visiones sobre el pasado. Los personajes convierten al diálogo y el intercambio en una actividad de tiempo completo donde se escuchan preguntas, susurros, dudas y, constantemente, intentos de proponer alguna respuesta a lo “dilemático” del “presente absoluto” que absorbe todo (Abraham, 2009, p. 332).

A este respecto, la totalidad del libro La memoria, la historia y el olvido de Paul Ricoeur está recorrido por el contraste entre lo que denomina como “memorización” y “rememoración” (Ricoeur, 2008). Ahora bien, la “memorización” es una puesta en escena de ciertos datos de la memoria en una acción repetitiva y que no genera nuevos sentidos; la “rememoración” busca trazar nuevos vínculos de forma constante, es un proceso porque el que los hechos pasados y supuestamente perdidos se transforman en objetivo de una búsqueda activa de sentido. A través de la “rememoración” se busca resignificar el presente desde elementos del pasado, así también, el pasado adquiere otro “espesor” desde la mirada del presente. Entonces, se puede afirmar que el relato desplegado por Clara Matilde se parece a un ejercicio de la puesta en palabras de una amplia “memorización”, mientras que la acción de Furcade se manifiesta como una actividad de “rememoración” constante que busca comprender su pasado y el de la provincia para entender los presentes: “Atravesamos la memoria de los otros, esencialmente en el camino de la rememoración y del reconocimiento” (Ricoeur, 2008,

114

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Máximo Hernán Mena

Page 115: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

p. 158). A partir de esta frase, se comprende la profundidad de lo que Furcade parece querer decirle a Clara Matilde:

La vieja movía la cabeza, espantaba moscas imaginarias y sonreía tontamente. Había que tener oído fino, ponerse a escuchar en la noche, la oreja pegada al suelo, crujidos, desplazamientos imperceptibles, huesos quebrantados, tejidos insensibilizados a fuerza de descargas eléctricas... le estoy hablando Clara Matilde, usted piensa que el mundo ha cambiado, que lo de ayer, digamos el pasado... usted vivió algunas revoluciones, la peste... pero sin enterarse mucho... demasiados hijos... demasiados criados, una casa tan grande y las obras pías, el taller litúrgico... otros tiempos y como usted dice éramos más sumisos, más conformes con nuestra suerte. Comprendo que le resulte difícil pensar en la tanqueta y los estudiantes que se dejan el pelo largo, hacen el amor en los rincones de la facultad y se niegan a la fe, la esperanza y la caridad. (Foguet, 1983, p. 53).

La ciudad estalla

Las barricadas de 1972 asientan a la ciudad en el presente. El descontento social era generalizado en de todos los sectores de la sociedad tucumana. A partir de lo que señalan diversos historiadores, la provincia de Tucumán había sufrido un duro golpe con la sanción del “Operativo Tucumán” por decreto del gobierno de facto de Juan Carlos Onganía en 1966. Es preciso recordar lo que señala Roberto Pucci sobre la gran legitimidad social, política y económica con la que contó el Golpe de estado de 1966 (Cfr. Pucci, 2007). Los primeros afectados por la medida fueron los obreros de la industria azucarera, pero luego, los efectos del desastre se pudieron apreciar en toda la población de la provincia, en todo el territorio y en las industrias relacionadas con el azúcar. A partir del cierre de los ingenios se produjo un primer momento de pasividad al que le sucedió un proceso muy importante de organización de los obreros de los diferentes ingenios que quedaron sin trabajo (Nassif, 2012, p. 24). A la situación insostenible de los obreros se le sumó la represión que se puso en marcha en las universidades nacionales desde los comienzos de la dictadura de Onganía. Muchos estudiantes y docentes intentaron resistir la censura, el control y la represión en las facultades desde los comienzos de la dictadura. 115

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Tucumán: lugar de la ausencia imperfectaAcerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Page 116: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Con el paso del tiempo, fueron confluyendo en los reclamos, en las manifestaciones y en las barricadas, los obreros y los estudiantes universitarios, a los que luego se les sumaron los estudiantes secundarios. Las sucesivas rebeliones contaron también con el apoyo del gremio docente de ATEP, los docentes y no docentes de la UNT, algunos gremios de trabajadores azucareros, el gremio de los cerveceros y de los ferroviarios (Nassif, 2012, p. 155). Y lo más importante es (esto lo señalan tanto Pucci, Nassif, Crenzel, y el mismo Foguet retrata esta situación en la novela) que los estudiantes y obreros contaban con el apoyo de la mayoría de la población. Los vecinos “miraban y aplaudían” (Nassif, 2012, p. 234), “todas las puertas de las casas estaban abiertas”, “se desaparecía en una esquina y se aparecía en la otra” (Crenzel, 1997, p. 162). Sobre el sábado 24 de junio de 1972, día en que es asesinado el estudiante Víctor Villalba, Crenzel señala: “La policía retrocede hasta Roca y Colón por los embates de los estudiantes y los vecinos que los hostigan con piedras. Los estudiantes rehacen sus barricadas con materiales que les provee el vecindario” (Crenzel, 1997, p. 118).

El diario La Gaceta de Tucumán reproduce las declaraciones del presidente de facto Lanusse, donde afirma que prefiere a las ciudades sitiadas que ensangrentadas. Y la “retórica del garrote”, como la llama Foguet en la novela, sigue funcionando con las palabras fluidas. Los diarios hablan de enfrentamientos y de rendiciones. Los sucesivos “Tucumanazos” que sacudieron la provincia de Tucumán (en los años 1969 y 1970) y el “Quintazo” de junio de 1972 son un eco en la ciudad de una situación de facto e insostenible. Desde el comienzo de 1966, año de puesta en escena del golpe de estado autodenominado “Revolución Argentina”, se experimentan choques en todas las ciudades, impactos de la realidad humana en las contradicciones de la ciudad y los hombres.

La ciudad está sitiada desde mucho tiempo atrás. En muchos barrios de la ciudad, las barricadas detienen el tránsito normal del tiempo. Denuncian lo irracional de la historia y del presente con los coches volcados y las piedras en el aire. A partir de las leyes de facto de Onganía se ha acelerado el proceso de desintegración de una provincia. La frase de Cochin que cita Foguet denuncia el presente: “Un grano de azúcar es una lección de economía política, de política y de moral” (Foguet, 1983, p. 92).

En Tucumán todo es más que azúcar. Justamente, Roberto Pucci comienza su trabajo de investigación señalando esta frase (“Tucumán

116

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Máximo Hernán Mena

Page 117: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

es azúcar”) y toda su labor se dirige a demostrar que la complejidad de Tucumán supera en muchos sentidos una mera mención al azúcar. En las investigaciones históricas de Silvia Nassif y de Emilio Crenzel se reconstruyen los movimientos de los estudiantes y obreros por toda la ciudad. Los rebeldes, que se reconocían a ellos mismos como los agentes de un cambio posible reclamaban la toma de la ciudad, la reapropiación de la propia cotidianeidad y la propia vida.

En la experiencia absurda el sufrimiento es individual. A partir del movimiento de rebelión, es la aventura de todos. El primer progreso de un espíritu extraño consiste, por lo tanto, en reconocer que comparte esa extrañeza con todos los hombres y que la realidad humana, en su totalidad, sufre a causa de esa distancia en relación con ella y con el mundo. El mal que experimentaba un solo hombre se convierte en una peste colectiva. En nuestra prueba cotidiana la rebelión desempeña el mismo papel que el “cogito” en el orden del pensamiento: es la primera evidencia. Pero esta evidencia saca al individuo de su soledad. Es un lazo común que funda en todos los hombres el primer valor. Yo me rebelo, luego nosotros somos (Camus, 2003, p. 30).

Desde el año quiebre de 1968, estudiantes y obreros en las barricadas de Tucumán, también tienen la “convicción” de que “el sujeto es más activo cuando es numeroso que cuando está solo” (Milner, 2010. p. 59). Se enfrentan al Ejército y a la policía con hondas gigantes, para detener los mowags y los camiones celulares.

Otra vez la noche pero ahora llueve y la lluvia puebla de extrañas sonoridades los patios, el aljibe y el calicanto de la casa de Santillán. Y lejos, en la Quinta Agronómica, la catapulta pulsea con piedras de diez kilos los coches patrulleros.

El Gran-Muchacho-Tonto o gomera gigante fue un invento de los arquímedes de ingeniería, dijo Arturo. Tiraba pedrones de diez kilos (Foguet, 1983, pp. 30 y 67).

La alusión en la novela a esta honda gigante produjo una detención en la lectura. Al lado de la mención de la honda se erigió el símbolo de un signo de interrogación, como una barricada. ¿Había existido la honda

117

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Tucumán: lugar de la ausencia imperfectaAcerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Page 118: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

mencionada? Esa pregunta era en realidad la representación de otras preguntas sobre la “verdad” de los hechos relatados, sobre lo verosímil de la violencia retratada. Esta detención conduce a otras preguntas fundamentales sobre el relato y la historia. Roland Barthes propone el concepto de “detalle inútil” para aquellos elementos que no parecen importantes para la institución de un primer sentido en la lectura, pero que terminan siendo fundamentales para armar el flujo de lo verosímil en un relato y suspender el “vértigo de la notación” o de la significancia (Barthes, 1970, p. 96). Sobre la relación de la novela, la verdad y lo verosímil, afirma Tomás Eloy Martínez:

¿Cómo no pensar que por el camino de la ficción, de la mentira que osa decir su nombre, la historia podría ser contada de un modo también verdadero -al menos igualmente verdadero- que por el camino de los documentos? (...) Pero en la Argentina, la novela me ha parecido siempre un medio más certero para acercarse a la realidad que las otras formas de la escritura. Primero, porque la realidad es de por sí novelesca. Y luego, porque la complejidad de esa realidad novelesca exige que la nación sea narrada con instrumentos más flexibles y, por supuesto, más complejos.

Lo que en la prensa sucumbe a la fugacidad, lo que se ha degradado en los archivos por obra del polvo o de la negligencia, en la literatura mantiene intacto su valor testimonial y simbólico (Martínez, 1996, pp. 94 y 97).

Lo que parece un detalle superfluo, se transforma en un anclaje decisivo. En un primer momento, se pudo encontrar en el archivo del diario La Gaceta un registro fotográfico sobre los hechos del “Quintazo” y la honda gigante mencionada por Foguet está fotografiada en varias ocasiones (La Gaceta, ediciones del 26 al 28 de junio de 1972 [Archivo Diario La Gaceta]). Luego, en el libro de Crenzel se encontró una descripción que coincide exactamente con las fotografías encontradas:

Los estudiantes revelan que les quedan provisiones para tres días. Exhiben a la prensa una enorme honda construida con una horqueta de árbol y con cámaras de automóviles, que estaba montada sobre una plataforma de cuatro ruedas, cuyos tiros alcanzaban distancias de entre 90 y 150 metros, además de ser móvil (Crenzel, 1997, p. 125).118

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Máximo Hernán Mena

Page 119: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

La honda gigante es un anclaje de lo real, de lo histórico, funciona entonces como una barricada que redirige la lectura y las búsquedas. La honda, como las interrogaciones, nos arroja hacia otros espacios, hacia las huellas (Bloch, 2000, p. 58) de la historia en la ficción.

Los personajes de la novela conversan todo el tiempo entre ellos, recorren por entero la ciudad y diversos lugares de la provincia. Recorren los espacios geográficos con sus cuerpos. Transitan todos los tiempos a través de la continuación de los relatos. Habitan la “espacialización del tiempo”. La excepción más importante a esta afirmación es, por supuesto, Clara Matilde.

Barricadas en el centro de la ciudad que miran a la Plaza Independencia (plaza principal de la ciudad) y a la estatua de la “Libertad” de la escultora Lola Mora; Víctor Villalba asesinado con una granada de gas; Facultades ocupadas; los vecinos arrojando piedras a los “agentes del orden”. Convulsiones, preguntas, dudas, incertezas de la acción. ¿Todo para qué o por qué? La ciudad explota y Clara Matilde no escucha nada, porque esos sonidos no son para ella, no tienen nada que ver con su pasado ni con su posible presente.

La novela comienza con un sueño sobre el fin del mundo en el año 2000. Foguet establece un diálogo muy profundo con la historia pasada de Tucumán y el presente. A lo largo de la novela alude a la Quinta Agronómica, dependencia de la UNT donde resistían la represión los estudiantes y obreros, como el lugar en el que fueron enterrados las víctimas de la peste de cólera que se desencadenó en 1896. En la historia de Tucumán, ese lugar fue realmente una fosa común, como lo señala Silvia Nassif en su investigación (Cfr. Nassif, 2012, p. 313). También el escritor tucumano Eduardo Rosenzvaig ficcionalizó esta epidemia y sus consecuencias en la novela La bomba silenciosa (2009). El cementerio de ayer se transforma en la tumba de las ilusiones del presente, la peste de antaño se ha transformado en otra futura “peste”: la peste de la “subversión”

La peste da lugar a una sociedad disciplinada y vigilada. En la ciudad empestada (...) el poder se despliega por entero. (...) Frente al desorden creado por la peste el poder político impone un orden disciplinado con obsesión para evitar el contagio (Santillán, 2006, p. 245). 119

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Tucumán: lugar de la ausencia imperfectaAcerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Page 120: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Foguet hace convivir en un mismo espacio, y en el presente, hechos pasados que anuncian lo futuro. Acaso presentía lo que pasaría en la Argentina y en Tucumán. Los caudillos más representativos de la dictadura del “Proceso de Reorganización Nacional”, los generales Videla y Menéndez, conocidos en todo el mundo por el fenómeno de la desaparición de personas, ya aparecían en las fotos de los diarios de Tucumán antes del Golpe de estado de 1976.

Foguet vio a Víctor Villalba, muerto un sinfín de veces en las fotografías de los diarios y decidió retratarlo de un modo imborrable. También pudo haber visto al estudiante anónimo que, con un monociclo, hace zigzag entre los soldados, con una sonrisa en el rostro y el equilibrio en el cuerpo después de la supuesta rendición [Archivo Diario La Gaceta, miércoles 28 de junio de 1972].

Conclusiones: barricadas de rebelión y resistencia

Hay que destacar que la novela Pretérito perfecto, publicada en 1983, fue escrita entre el mes de diciembre de 1975 y abril de 1982. Esto significa que las rebeliones populares tucumanas ya fueron reprimidas con una dureza exacerbada y el “Operativo Independencia” había sido puesto en funcionamiento desde el 5 de febrero de 1975 por el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. En abril de 1982, la dictadura del “Proceso de Reorganización Nacional” estaba por llegar a un epílogo infausto con la declaración de guerra por las Islas Malvinas. Las menciones a la tortura, presentes en la novela, solapadas y entrelazadas con el relato para enrarecerlo cada vez más, señalan que el novelista conocía los hechos de la historia de la provincia y estaba decidido a insinuar que las señales de la catástrofe se podían intuir, en la cotidianeidad, desde mucho tiempo atrás.

Sin embargo, la novela se inicia con el relato de un cuento, de un sueño. Las barricadas se vinculan claramente con la inauguración del relato en la novela: junio de 1972 es el punto de partida desde el cual se redirigen las miradas sobre la historia de la provincia. Por lo tanto, no existen los pretéritos perfectos de ningún modo, el pasado se reabre constantemente, el presente puede ser comprendido a partir de los recuerdos, y el futuro se anuncia en las huellas. Lo acabado de lo perfecto es cuestionado a lo largo de todo el relato, la novela se erige como un espacio “polifónico” (Cfr. Bajtín, 2011, pp. 329-339) donde todo debe ser recontado. La historia se mueve sin cesar, los ciudadanos mueven la historia desde las barricadas.

120

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Máximo Hernán Mena

Page 121: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Foguet decide reescribir la historia de ese junio de 1972, acaso como un modo de rescatar el gesto de los estudiantes universitarios y secundarios, obreros, comerciantes, empresarios, docentes secundarios y universitarios, no docentes de la Universidad Nacional de Tucumán, dirigentes gremiales, empleados estatales, sacerdotes tercermundistas, en definitiva, de la gran mayoría de la sociedad tucumana que decidía resistir al oprobio de la violencia y el sometimiento de la dictadura.

Tanto Emilio Crenzel como Silvia Nassif señalan la necesidad de rescatar las resistencias sociales de esa época para discutir ciertos discursos tranquilizadores del Tucumán del presente. A partir del vínculo entre la decisión del novelista y de los investigadores de la historia reciente se instituye una barricada de rebelión y resistencia. Ambas propuestas escriturarias proponen rescatar los procesos de resistencia social, como un modo de cuestionar el régimen de violencia represiva y terrorista del estado, que venía imperando de modo casi ininterrumpido en Tucumán. Como señala Silvia Nassif en la parte final de su obra: “Muchos de los dirigentes combativos del movimiento obrero y del movimiento estudiantil que protagonizaron las luchas narradas en esta obra fueron secuestrados y desaparecidos hasta nuestros días.” (Nassif, 2012, p. 348).

Esta barricada de rebelión y resistencia señala la importancia de los vínculos sociales, de la memoria y de la acción colectiva como forma de protagonizar la historia. En consonancia con esto, es posible percibir que los personajes de la novela intentan ser protagonistas constantemente. Sucedió de la misma manera en los hechos históricos:

En un recorrido no lineal, se combinaron el protagonismo de la clase obrera tucumana -con una larga tradición de lucha-, con el del movimiento estudiantil y popular (…).Esta serie de combinaciones explosivas se manifestaron en esta historia, que por eso constituye un prisma par entender más a fondo las tendencias de la época en la provincia más pequeña de la Argentina. En ella, desde el cierre de los ingenios azucareros en 1966, no existió un solo día sin resistencia y lucha. Fue una historia combativa cuya huella buscaron, en vano, extirpar por medio del terror y el silenciamiento. Recuperar esas experiencias y profundizar en su conocimiento es una exigencia viva del más inmediato presente (Nassif, 2012, p. 355). 121

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Tucumán: lugar de la ausencia imperfectaAcerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Page 122: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Es por ello que, a lo largo de este trabajo, se procuró plantear que el abordaje del material histórico no sirve para “rellenar” huecos de la ficción, del mismo modo que la escritura ficcional no se consideró como una “copia” de verosimilitud inferior a la reconstrucción de los hechos desde la disciplina histórica. A partir del trabajo con los textos de la literatura tucumana y con la historia reciente de Tucumán, se procuró señalar que ambas prácticas, tanto la literaria como la histórica, se proponen plantear (y plantearse) los mismos interrogantes, y exponen sus preocupaciones impulsadas por intuiciones del presente. La historia y la literatura cuentan con la misma herramienta, con sus potencialidades y limitaciones: el lenguaje. Por lo tanto, la escritura ficcional “denota” lo real y se transforma en una variable de lo histórico, al mismo tiempo que las investigaciones históricas adquieren otro “espesor” cuando son puestas a dialogar con las ficciones. Porque en la historia tanto como en la ficción, la memoria se pone en movimiento a través del relato.

Bibliografía

Abraham, Tomás. (2009). El presente absoluto. Buenos Aires: Sudamericana.

Aráoz, Isabel. (2008). Naufragios de mar y tarco en flor: la escritura de Hugo Foguet. Su obra literaria entre las décadas del sesenta y del ochenta. Tucumán: UNT.

Bajtín, Mijail. (2011). [1979]. Estética de la creación verbal. Buenos Aires: Siglo XXI.

Barthes, Roland. (1967). El grado cero de la escritura. Buenos Aires: Ed. Jorge Álvarez.

_________________. (1970). El efecto de realidad. En Todorov, Tzvetan. Lo verosímil. Buenos Aires: Tiempo Contemporáneo.

_________________. (1987). [1984] El susurro del lenguaje. Más allá de la palabra y de la escritura. Barcelona: Paidós.

122

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Máximo Hernán Mena

Page 123: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

________________. [1966]. (1991). Crítica y verdad. México: Siglo XXI.

Benjamin, Walter. (1991). [1972]. Poesía y capitalismo. Iluminaciones II. Madrid: Taurus.

Bloch, Marc. [1949]. (2000). Introducción a la historia. México: Fondo de Cultura Económica.

Busquets, María Laura. (1993). Polifonía discursiva en Pretérito perfecto de Hugo Foguet. En Actas del VII Congreso Nacional de Literatura argentina. Tucumán: UNT.

Camus, Albert. [1953]. (2003). El hombre rebelde. Buenos Aires: Losada.Capelusnik, María Graciela. (1988). El desplazamiento del “significante” en el Texto cultural de Pretérito perfecto de Hugo Foguet. Tesis de Licenciatura [Inédita]. Tucumán: UNT.

Corvalán, Octavio. (1991). [1972] Contrapunto y fuga. Poesía y ficción del NOA. Tucumán: UNT.

Crenzel, Emilio. (1991). [1972] El Tucumanazo. Tucumán: UNT.

Flawiá de Fernández, Nilda. (1995). Miradas, versiones y escrituras. Barcelona: Puvill.

Foguet, Hugo. (1983). Pretérito perfecto. Buenos Aires: Legasa.

Gelman, Juan. (1997). [1988] Interrupciones 1. Buenos Aires: Seix Barral.

Hitchens, Christopher. (2011). [2010] Hitch-22: memorias. Buenos Aires: Debate.

Jitrik, Noé. (1995). Historia e imaginación literaria. Las posibilidades de un género. Buenos Aires: Biblos.

Lagmanovich, David. (1974). La literatura del Noroeste argentino. Rosario: Ed. Biblioteca.

Martínez, Tomás Eloy. (1996). Historia y ficción: dos paralelas que se tocan. En Kohut, Karl (Ed.). Literaturas del Río de la Plata hoy: de las utopías al desencanto. Madrid: Iberoamericana. [Actas del Simposio

123

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Tucumán: lugar de la ausencia imperfectaAcerca de la novela Pretérito perfecto (1983) de Hugo Foguet

Page 124: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Internacional “Literaturas del Río de la Plata hoy. Máscaras regionales en Rostros Metropolitanos” del 6 al 8 de mayo 1993].

Milner, Jean Claude. (2010). [2009] La arrogancia del presente. Miradas sobre una década: 1965-1975. Buenos Aires: Manantial.

Morin, Edgar; Lefort, Claude; Castoriadis, Cornelius. (2009). Mayo del 68: La brecha – Veinte años después. Buenos Aires: Nueva Visión. [1968 - 1988]

Nassif, Silvia. (2012). Tucumanazos: Una huella histórica de luchas populares: 1969-1972. Tucumán: UNT.

Poniatowska, Elena. (2015). La noche de Tlatelolco. Testimonios de Historia Oral. Buenos Aires: Marea; México: Era. [1971].

Pucci, Roberto. (2007). Historia de la destrucción de una provincia. Tucumán 1966. Buenos Aires: Editorial del Pago Chico.

_________________. (2009). Tucumán, 1975. La guerrilla y el terrorismo de estado antes del golpe militar. En Pucci, Roberto; Bonano, Luis (Comps.). Autoritarismo y dictadura. Estudios sobre cultura, política y educación. Buenos Aires: Editorial Catálogos.

Ricoeur, Paul. (2008). La memoria, la historia, el olvido. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. [2000].

Romero, José Luis. (1969). Las ideas políticas en Argentina. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

San Martino de Dromi, María Laura. (1988). Historia Política Argentina (1955-1988). 2 Tomos. Buenos Aires: Ed. Astrea.

Santillán, María. (2006). La construcción de una identidad autoritaria en Tucumán. En Casali de Babot, Judith (Dir.). Los rostros de la exclusión. Una mirada interdisciplinaria. Tucumán: UNT.

White, Hayden. (2010). Metahistoria: La imaginación histórica en la Europa del siglo XIX. México: Fondo de Cultura Económica. [1973].

Archivo Diario La Gaceta de Tucumán. Ediciones de los días 26 al 28 de junio de 1972.

124

Máximo Hernán Mena

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 101-123 ISSN: 2313-7290

Page 125: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

ENSAYOS

Page 126: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290
Page 127: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

América Latina: historia ambiental y crisis global

Guillermo Castro H.*

Resumen

Una crisis ambiental resulta de complejas interacciones entre sistemas naturales y sociales que operan a lo largo de diversas duraciones en el tiempo y el espacio. En el caso de América latina esto implica al menos tres procesos históricos interdependientes: a) Uno de muy larga duración, que expresa los resultados de la presencia humana en el espacio americano a lo largo de al menos 15 mil años, antes de la Conquista europea, b) Otro, de larga duración, que expresa los resultados del impacto ambiental resultante de Conquista entre los siglos XVI y XIX, y c) Y un tercero, de duración media, que se ubica entre mediados del siglo XIX y fines del XXI, expresa los resultados del desarrollo del capitalismo como forma fundamental de relación entre la sociedad y la naturaleza, hasta desembocar en el prolongado proceso de transición que hoy conoce la región. En esta transición emergen viejos conflictos pendientes de solución en un contexto nuevo, que combina luchas indígenas y campesinas en defensa de su patrimonio cultural, con las de los pobres de la ciudad en demanda de condiciones ambientales básicas para su existencia. En este proceso, todo el pasado actúa en cada momento del presente, recordándonos que si deseamos un ambiente distinto, tendremos que construir sociedades diferentes.

Abstract

An evironmental crisis results from a complex combination of modes of interaction between natural and social systems, operating along diverse durations in time and space. In the case of Latin America, these interactions include at least three interdependent historical processes: a) One of very long duration, expresses the modalities of interaction with the natural world along the human occupation of the American space since at least 15.000 years before the European Conquest1500-1550, b) Another, of long duration, which

127

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 127-146

ISSN: 2313-7290

* Panamá, 1950. Doctor en Estudios Latinoamericanos, Universidad Nacional Autónoma de México, 1995. Director de Investigación y Formación de la Fundación Ciudad del Saber, Panamá.Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Page 128: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

expresses the environmental impacts reulting from that Conquest, between the 16th and 19th Centuries, and c) A third one, of medium duration, extends from the mid 19th to the ending 20th Centuries, corresponds to the development of capitalist forms of relationship between social and natural systems in the region, before entering in the 1980’s in a process of transition that’s still going on. In this transition old and unresolved conflicts emerge again in a new context which combine the indigenous and peasant defense of their natural heritage, with the struggle of urban dwellers for access to basic environmental conditions for life. In this process, all the past acts in every moment of the present, re inding us that if we want a different environment we need to create different societies.

Introducción

A primera vista, la crisis ambiental que encara hoy América Latina recuerda a la que conoció la Europa Noratlántica a comienzos del siglo XIX, como consecuencia de la primera Revolución Industrial: una combinación de crecimiento económico con deterioro social y degradación ambiental, expresada en la sobrexplotación de recursos naturales, la expansión urbana desordenada, y la contaminación masiva del aire, el agua y los suelos. Hay, sin embargo, diferencias de escala, tiempo, cultura y función en el desarrollo del moderno sistema mundial que desbordan esta comparación.

Aquella Europa, en efecto, tenía en su núcleo fundamental – conformado por Inglaterra, Francia y Alemania – una población de unos 60 millones de personas, que habitaban un territorio de algo más de un millón y cuarto de kilómetros cuadrados. La Revolución Industrial allí concentrada, además, contribuía a acelerar el proceso de organización del primer mercado de escala mundial en la historia de la especie humana, estructurado en una relación de centro – periferia, que incluiría a la América Noratlántica en el primero, y a la América Latina, África y Asia en la segunda.

Nuestra región contaba entonces con unos 15 millones de habitantes, de los cuales más del 90% residía en áreas rurales, distribuidos en una superficie de algo más de 21 millones de kilómetros cuadrados, e iniciaba apenas la ruta que la llevaría a convertirse en un importante proveedor de minerales, alimentos y materias primas para las economías Noratlánticas, encaminadas 128

Guillermo Castro H.

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Page 129: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

129

a convertirse en el taller industrial del mundo. Sin duda alguna, la huella ecológica de aquel proceso europeo - que en su desarrollo terminaría por generar la crisis ambiental global que hoy debe encarar nuestra especie – se hizo sentir en América Latina desde el propio siglo XVI. De allí, esa huella vino a acentuarse en magnitud y complejidad hasta nuestros días, en la medida en que la región se fue convirtiendo en un abastecedor de alimentos, minerales, y otras materias primas que demandaba entonces aquel taller industrial, y demandan hoy los que lo han sucedido, en particular en la región de Asia Pacífico.

En ese marco histórico de larga duración, nuestra América Latina tiene hoy unos 600 millones de habitantes, de los cuales cerca del 80% reside en áreas urbanas, entre las que se cuentan cuatro megaciudades – México, Sao Paulo, Buenos Aires y Rio de Janeiro – en las que residen más de 55 millones de personas. Desde mediados de la década de 1990, además, la región se ha constituido en una importante frontera de recursos, a través de un proceso masivo de transformación del patrimonio natural de sus poblaciones indígenas y campesinas en capital natural al servicio de la economía global.1

En el mismo proceso, América Latina ha venido a constituirse también en uno de los centros más importantes de desarrollo del nuevo pensamiento ambiental, vinculado a tres fuentes principales: la tradición de pensamiento e investigación sobre los problemas económicos y sociales de la región, en desarrollo desde fines del siglo XVIII y que anima a importantes entidades como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de 1948 a nuestros días; la presencia de una intelectualidad de capas medias estrechamente vinculada a la trama cada vez más densa del ambientalismo global, y los nuevos movimientos sociales del 1 Al respecto, por ejemplo, el geógrafo chileno Pedro Cunill podía afirmar a mediados de aquella década que, “por las modalidades de espontaneidad en el establecimiento de formas de hábitat subintegrado, por la intensidad degradante de los diversos usos del suelo agropecuario y la expoliación de recursos forestales, mineros y energéticos, donde todo está dominado por el afán de lucro inmediato, se está iniciando una crisis prospectiva del patrimonio paisajístico latinoamericano, empobreciendo irreversiblemente sus opciones de movilización de paisajes y recursos naturales a corto plazo. De esta manera, las transformaciones del espacio geohistórico latinoamericano en el lapso 1930 – 1990 aparentemente modernizaron ciudades, minas y campos, e industrializaron parte significativa de sus territorios, aunque dañaron, al futuro inmediato del siglo XXI, gran parte de las posibilidades de un desarrollo sostenido y sustentable.” (1995: 188)

América Latina: historia ambiental y crisis global

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Page 130: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

campo y de las periferias urbanas, que han conocido un notable desarrollo, sobre todo en la defensa de sus derechos de acceso a recursos naturales y a un ambiente sano. Comprender la crisis ambiental de América Latina implica, así, dos tareas: explicarla desde sí misma y, al propio tiempo, entenderla en su relación con la crisis global. A ese doble propósito apunta este ejercicio de síntesis.

Los tiempos del tiempo

En su ya clásico ensayo de 1990 “Transformaciones de la Tierra”, Donald Worster plantea la necesidad de que el abordaje en perspectiva histórica de los problemas ambientales combine tres niveles de análisis interdependientes entre sí. El primero se refiere a “la estructura y distribución de los ambientes naturales en el pasado”; el segundo, a la tecnología productiva en cuanto interactúa con esos ambientes – a partir del concepto de modo de producción, en cuanto hace referencia “no sólo a la organización del trabajo humano y la maquinaria, sino también a la transformación de la naturaleza”, en un proceso que a su vez conduce a la reestructuración de la propia sociedad -, y en tercer lugar a “las ideologías, éticas, leyes y mitos [que] se hacen parte del diálogo de un individuo o un grupo con la naturaleza”.(Worster, 1993: 48, 49) Este abordaje tiene una gran utilidad en el tema que nos ocupa.

El espacio y sus recursos

La historia de los ecosistemas presentes en el espacio que hoy abarca nuestra América se remonta a un proceso que – tras la desintegración de Pangea hace unos 200 millones de años– vino a culminar, unos cuatro millones de años atrás con la formación del Istmo de Panamá, que vinculó físicamente a las grandes masas que hoy conocemos como Norte y Suramérica. En ese espacio se ubica una vasta y compleja diversidad de ecosistemas, que van desde desiertos extremadamente secos hasta bosques tropicales muy húmedos, y desde humedales marino – costeros hasta altiplanos de cuatro mil metros de altura.2

La descripción de esos ecosistemas en su relación con el panorama

2 Al respecto, por ejemplo: Burkart, R; Marchetti, B., y Morello, J., 1995: “Grandes ecosistemas de México y Centroamérica”, y Morello, Jorge, 1995: “Grandes ecosistemas de Suramérica”

130

Guillermo Castro H.

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Page 131: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

131

global del ambiente no es sencilla, y demanda la referencia a fuentes muy diversas.3 Así, por ejemplo, el Fondo de Población de las Naciones Unidas destaca que la región cuenta con “1995 millones de hectáreas de las cuales 576 millones son reservas cultivables.” En el año 2000, agrega, la región poseía “25% de las áreas boscosas del mundo, el 92% localizadas en Brasil y Perú”, al tiempo que Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela se cuentan “entre las naciones consideradas de megadiversidad biológica y albergan entre 60 y 70% de todas las formas de vida del planeta.” Y a esto se añade que la América Latina “recibe el 29% de la precipitación mundial y posee una tercera parte de los recursos hídricos renovables del mundo.” Para el informe GEO 5, esto representa aproximadamente “el 23% de los bosques del mundo; el 31% de sus recursos de agua dulce y seis de los 17 países megadiversos del mundo.”(PNUMA, 2012: 319). Por su parte, un informe elaborado por la CEPAL y UNASUR indica que América Latina cuenta con importantes reservas de minerales e hidrocarburos, y sus reservas de agua equivalen al 70% de las del continente americano.4

Al propio tiempo, los problemas ambientales más visibles de la región en el siglo XXI incluyen vastos y complejos procesos de degradación de suelos por erosión y contaminación; pérdida de bosques por deforestación; deterioro de la biodiversidad debido a la fragmentación y pérdida de hábitats; deterioro de cuencas y cursos de agua en una circunstancia de incremento de la demanda de ese recurso; deterioro y sobrexplotación de recursos marino costeros, y deterioro acelerado de las áreas urbanas, que se expresa en un incremento de la demanda de servicios básicos – agua, drenaje, energía, recolección de desechos -, lo cual se traduce en una huella ecológica de alcance cada vez mayor.5 Todo esto, por último, se combina con – y se ve agravado por – otros dos factores que no cabe eludir.

El primero de esos factores consiste en una persistente combinación

3 En este caso, por ejemplo: GEO 5, 2012; GEO LAC 3, 2010; FNUAP sobre Población y Desarrollo en América Latina y el Caribe; CEPAL / UNASUR 2013.4 Litio: 65%; plata, 42%; cobre, 38%; estaño, 33%; hierro, 21%; bauxita, 18%; níquel, 14%, y petróleo, 20%. CEPAL / UNASUR, 2013: 7; 36.5 Existen múltiples descripciones y evaluaciones de estos procesos de deterioro ambiental, usualmente convergentes entre sí. Al respecto, se ha optado por utilizar primordialmente para este artículo aquellas provenientes de los informes GEO LAC 3 (2010) y GEO 5 (2012), elaborados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, por su evidente carácter ecuménico.

América Latina: historia ambiental y crisis global

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Page 132: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

de crecimiento económico con desigualdad social, que tiende a mantener en condiciones de pobreza a cerca del 30% de la población, mientras concentra el 30% de la riqueza en el 10% de población con más altos ingresos. El segundo, en una creciente intensidad y complejidad de los conflictos socio-ambientales en las zonas urbanas y rurales, vinculada tanto al carácter mismo de ese crecimiento económico con desigualdad social como a una conciencia de lo ambiental como problema social y político – y no solo económico y ecológico – entre sectores cada vez más amplios de las capas medias educadas, y de los nuevos movimientos sociales que emergen en el campo como en las ciudades.

La especie y su desarrollo

La circunstancia descrita expresa los términos en que nuestra América participa en una crisis global que, al decir de organizaciones como la Alianza del Milenio por la Humanidad y la Biosfera – una coalición internacional de científicos con centro en la Universidad de Stanford, California -, plantea cinco amenazas principales a nuestra especie: las alteraciones del clima; las extinciones; la pérdida de la diversidad de los ecosistemas; la contaminación, y el incremento de la población humana y del consumo de recursos. El carácter global de esa crisis, y el alcance y significado de la participación en ella de la región latinoamericana, demandan un abordaje en perspectiva histórica que combina al menos tres tiempos distintos, que se subsumen el uno en el otro hasta conformar el proceso mayor que nos ocupa.

El primero de esos tiempos corresponde a la larga duración de la presencia humana en el espacio americano. Esa presencia, en efecto, se remonta un periodo de entre 30 y 20,000 años de interacción entre los humanos y el mundo natural anterior a la Conquista europea de 1500 – 1550. El segundo tiempo, de mediana duración, corresponde al período de control europeo del espacio latinoamericano. Ese control operó hasta mediados del siglo XVIII a partir de la creación de sociedades tributarias sustentadas en formas de organización económica no capitalistas – como la comuna indígena, el mayorazgo feudal y la gran propiedad eclesiástica -, para descomponerse a lo largo del período 1750 – 1850 a partir del interés de las Monarquías española y portuguesa por incrementar la renta colonial de sus posesiones americanas, primero, y después por el de los grupos dominantes en esas posesiones por

Guillermo Castro H.

132

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Page 133: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

asumir esa tarea en su propio beneficio. Por lo mismo, también, ese control operó allí donde existían las condiciones – mano de obra, recursos y acceso a vías de comunicación con Europa -que lo hacían posible y necesario, pero no lo hizo sino nominalmente allí donde esas condiciones no existían.6

El tercer tiempo aludido, finalmente - de duración menor pero intensidad mucho mayor en lo que hace a sus consecuencias ambientales-, se extiende a lo largo del período 1870 – 1970, y corresponde al desarrollo de formas capitalistas de relación entre los sistemas sociales y los sistemas naturales de la región, hasta ingresar de 1980 en adelante en un proceso de crisis y transición aún en curso. En el punto de partida de este período se encuentra la Reforma Liberal que siguió a las revoluciones de independencia de 1810, y que para 1875 había conseguido crear los mercados de tierra y de trabajo necesarios para abrir paso a formas capitalistas de organización de las relaciones de las nuevas sociedades nacionales y su entorno natural. Así, la creciente demanda Noratlántica de materias primas pasó a ser satisfecha mediante emprendimientos mineros y agropecuarios de un tipo enteramente nuevo, sobre todo en terrenos que a menudo habían tenido hasta entonces una importancia marginal, como ocurrió por ejemplo en el caso de Guatemala, con la transformación de grandes áreas de

6 Ese proceso de descomposición coincide, en la escala global, con el despliegue de aquella tendencia en el desarrollo del mercado mundial que Carlos Marx describe en los Grundrisse de 1857 – 1858 en los siguientes términos: “Así como el capital, pues, tiene por un lado la tendencia a crear siempre más plustrabajo, tiene también la tendencia integradora a crear más puntos de intercambio; vale decir, y desde el punto de vista de la plusvalía o plustrabajo absolutos, la tendencia a suscitar más plustrabajo como integración de sí misma; au fond, la de propagar la producción basada sobre el capital, o el modo de producción a él correspondiente. La tendencia a crear el mercado mundial está dada directamente en la idea misma del capital. Todo límite se le presenta como una barrera a salvar. […] El comercio ya no aparece aquí como función que posibilita a las producciones autónomas el intercambio de su excedente, sino como supuesto y momento esencialmente universales de la producción misma.” Y añade: “Por lo demás, la producción de plusvalor relativo – o sea la producción de plusvalor fundada en el incremento y desarrollo de las fuerzas productivas – requiere la producción de nuevo consumo; que el círculo consumidor dentro de la circulación se amplíe así como antes se amplió el círculo productivo. Primeramente: ampliación cuantitativa del consumo existente; segundo: creación de nuevas necesidades, difundiendo las existentes en un círculo más amplio; tercero: producción de nuevas necesidades y descubrimiento y creación de nuevos valores de uso. […] De ahí la exploración de la naturaleza entera, para descubrir nuevas propiedades útiles de las cosas; intercambio universal de los productos de todos los climas y países extranjeros; nuevas elaboraciones (artificiales) de los objetos naturales.” (Marx, 2007: I, 360 – 361)

América Latina: historia ambiental y crisis global

133

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Page 134: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

bosque nuboso en cafetales, según lo describe José Martí en el conocido escrito que dedicó a ese país en 1878.7

El proceso así iniciado tuvo una expansión sostenida a lo largo de la mayor parte del siglo XX, bajo formas políticas, económicas y tecnológicas de organización muy diversas, desde el peonaje semi servil de las explotaciones oligárquicas hasta la creación de enclaves de capital extranjero y de mercados protegidos para empresas estatales y de capital nacional. Las consecuencias de todo ello fueron sintetizadas en los siguientes términos por el geógrafo chileno Pedro Cunill:

Durante el período histórico que va de 1930 a 1990 se hizo evidente un sostenido avance en el poblamiento del espacio geográfico latinoamericano que cubre 20 446 082 de km2 de tierras continentales e insulares. Se nota tanto una persistente tendencia a concentrar paisajes urbanos consolidados y subintegrados como una importante ocupación espontánea de zonas tradicionalmente despobladas, en particular en el interior y el sur de América meridional, transformaciones geohistóricas que han ocasionado como secuela ambiental el fin de la ilusión colectiva de preservar a Latinoamérica como un conjunto territorial con extensos paisajes virtualmente vírgenes y recursos naturales ilimitados.(1995: 9)

Con ello, añadía Cunill, llegó el fin “de los espacios latinoamericanos ilimitados e inextinguibles”, que incluso dejaron de operar como barreras al desarrollo económico, en la medida que las sociedades nacionales al configurar sus lindes con su devenir histórico, con avances y contradicciones, han traspasado incluso las aparentes fronteras naturales, que hasta fines de los cuarenta aparecían 7 “Y como da el Gobierno cuanto le piden, y por acá cede tierras, y por allá quita derechos, y al uno llama con halagos, y al otro protege con subvenciones, Salamá y Cobán están de fiesta, y ven día a día más crecida su ya considerable suma de huéspedes. […] Y es cosa de hacerse pronto dueño de más tierras que la casa de Zichy tuvo en Hungría, y tiene Osuna en España, y gozó en México Hernán Cortés. ¿Quién no compra aquellas inexploradas soledades, frondosas y repletas de promesas, si se venden a cincuenta pesos la caballería? Y como tienen por aquel departamento tan justa creencia en que, criando cabezas de ganado, se irá pronto a la cabeza de la fortuna, ¿quién no empaqueta libros y papeles – ¡aunque ellos no, que son los amigos del alma! – y se va, con sus arados y su cerca de alambre, camino de la Alta Verapaz?” (1975, VII, 133)

134

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Guillermo Castro H.

Page 135: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

135

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

como insalvables, especialmente en el interior udamericano. (1995:15).

De entonces data, en efecto, el inicio del doble proceso de crecimiento urbano y transformación de las regiones interiores en fronteras de recursos que – en íntima asociación con las estructuras de poder que hacen persistente la inequidad en el acceso a los frutos del crecimiento económico -, se encuentran en el núcleo mismo de la crisis ambiental en América Latina.

La mayor dificultad que nos presenta la comprensión de esta crisis radica en el modo en que en ella operan todos los tiempos del proceso histórico que ha conducido al período de transición que ella expresa. Ninguno de los procesos anteriores, en efecto, se agota en sí mismo. Por el contrario, cada uno aporta premisas y consecuencias que contribuyen a definir el desarrollo del siguiente. Así, por ejemplo, el hecho de que el espacio americano fuese el último en ser ocupado por los humanos en su expansión por el planeta, y que eso hubiera ocurrido cuando nuestra especie aún tenía por delante un camino de 10 mil años antes de transitar hacia el desarrollo de la agricultura, y de 16,000 para ingresar a la edad de los metales es un factor contribuyente a la función de reserva de recursos naturales que América Latina desempeña en la crisis ambiental global.

Ese factor se vio potenciado, a su vez, por el hecho de que cuando esos cambios ocurrieron en el mundo eurasiático y africano, los humanos de América se encontraban ya aislados del resto de su especie, y debieron encarar su propio desarrollo sin el beneficio de los intercambios tecnológicos y culturales que tanto favorecieron a sus semejantes de esas otras regiones. 8Así, al ocurrir la Conquista europea, las sociedades aborígenes 8 Al respecto, por ejemplo, Juan Carlos Solórzano nos recuerda que desde “el final de las glaciaciones, hace más de diez mil años y hasta el arribo de los europeos a fines del siglo XV, el continente americano había quedado prácticamente aislado del resto del mundo. Durante estos milenios de separación, los pueblos de América evolucionaron en forma autónoma respecto de las civilizaciones surgidas en Europa, Asia y África.” Y agrega: “Las culturas complejas en América despegaron tardíamente, en comparación con las del Viejo Mundo, en gran medida a consecuencia de la relativa escasez de granos y de lo que estos tardaron en evolucionar hasta convertirse en plantas de alto rendimiento por área sembrada. Las culturas americanas tuvieron que enfrentarse con la tarea de desarrollar el cultivo de plantas difíciles de domesticar durante un período mucho más largo que aquellas del Viejo Mundo, por lo que un soporte económico para el desarrollo de una compleja civilización agrícola no fue viable, sino hasta alrededor del 2000 a.C., en América del Sur, y 1500 a.C., en Mesoamérica, en tanto que en

América Latina: historia ambiental y crisis global

Page 136: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

más avanzadas estaban apenas en los inicios de la transición a la edad de los metales, y los yacimientos minerales del espacio americano estaban virtualmente intactos. Tampoco había ocurrido la domesticación de especies animales mayores, aunque estaba muy avanzada la modificación de los ecosistemas naturales por una agricultura relativamente tardía pero ya muy sofisticada, sobre todo en los núcleos civilizatorios mesoamericano y andino. Por otra parte, todas las modalidades de relación con la naturaleza anteriores a la edad de los metales – salvo el nomadismo pastoril – estaban presentes en el espacio americano, que por lo mismo albergaba una asombrosa diversidad de culturas y regímenes de organización social y política, desde las bandas nómadas dedicadas a la caza y la recolección hasta formaciones estatales que algunos han llamado de tipo “mesopotámico”, sustentadas en el trabajo de comunidades agrarias.

La Conquista, como sabemos, tuvo un vasto impacto demográfico, social, político – cultural y ambiental, que se expresó en una radical transformación del ordenamiento territorial y los paisajes de la región. Al respecto, existen estimaciones sobre la población aborigen de América al momento del contacto con los europeos, que oscilan entre un máximo de 150 millones y un mínimo de 40 millones de personas. Hay acuerdo, en todo caso, acerca de la magnitud del colapso en lo general. Así, se estima que la población indígena se vio reducida en un orden del 75 al 95 por ciento a lo largo del siglo XVI. Otras estimaciones consideran que a fines del siglo XV la población americana podía representar cerca del 20% del total de la humanidad, se había reducido al 3% un siglo después, y había iniciado hacia mediados del siglo XVIII. (Castro, 1995: 125) Esa reducción general, al propio tiempo, tuvo un impacto menor en las áreas de mayor desarrollo cultural, y mayor en las de menor desarrollo, con consecuencias que se extienden hasta nuestros días.

En todo caso, tras un complejo proceso de transición que para las sociedades aborígenes revistió un carácter apocalíptico, la nueva Iberoamérica pasó a ser organizada “desde fuera y desde arriba”, en una red de asentamientos humanos organizados en torno a centros de actividad económica – minera, primero, y luego también agropecuaria – dependientes de mano de obra servil en casos como el de Mesoamérica y el altiplano andino, o esclava,

Oriente Próximo este proceso dio inicio hacia el 6500 a.C.” (2009: 591, 592)

Guillermo Castro H.

136

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Page 137: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

sobre todo en el espacio caribeño y el litoral Atlántico. Todo ello dio lugar, así, a un vasto proceso de reordenamiento de la presencia humana en el espacio iberoamericano, que vino a desembocar en cuatros grandes áreas etno - sociales.

Una de ellas tuvo y tiene, sin duda, un claro carácter indoamericano, al que contribuyeron tanto la feudalidad de la cultura de los conquistadores como ciertos rasgos “de la organización política prehispánica en las áreas nucleares, así como la estratificación de sus sociedades con marcadas diferencias entre la élite y los gobernados”, que “facilitaron la dominación colonial”, al decir de Julio Solórzano.

Las masas campesinas de Mesoamérica y el altiplano Andino, en efecto, además de constituir las mayores concentraciones de población al momento de la Conquista, estaban acostumbradas a obedecer y pagar tributo a los varios organismos administrativos de dominación. Las guerras de saqueo y conquista eran corrientes entre los señoríos prehispánicos. Con frecuencia, caían bajo el dominio extranjero y se veían obligados a pagar tributos, aceptar colonos y nuevas dinastías reinantes, así como adoptar distintos cultos religiosos. (Solórzano, 2009: 593)

A esa incorporación también contribuyó el hecho de que “gracias a la alta densidad de población en las áreas nucleares (Mesoamérica y el Área Andina),” se mantuvo allí “un importante remanente demográfico, a partir del cual se inició posteriormente un nuevo incremento poblacional”, mientras “en las regiones habitadas por grupos tribales y cacicazgos,” la combinación de la explotación excesiva, las epidemias y la desorganización de los modos de vida anteriores, condujo a “la casi extinción de la población indígena de la que solo sobrevivieron grupos aislados.”(Solórzano, 2009: 595)

La importación de esclavos africanos para compensar la pérdida de la mano de obra indígena – en particular en el espacio caribeño y el Nordeste brasileño -, que se aceleró entre fines del XVIII y mediados del XIX para atender la demanda europea y norteamericana de bienes como el azúcar, el café y el cacao, dio lugar a la formación de un espacio afroamericano con rasgos socioculturales y productivos característicos.9 Y a este se agregaron 9 Diversas fuentes calculan, en términos generales, que fueron importados a las Américas cerca de 10 millones de esclavos africanos entre los siglos XVI y XIX. El mayor contingente, del orden de 2 millones de personas, fue importado entre fines

América Latina: historia ambiental y crisis global

137

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Page 138: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

otros dos: un espacio mestizo de fuerte presencia europea, presente en las zonas agroganaderas de la cuenca baja del Plata y del centro de Chile, y un vasto conjunto de regiones interiores, transformadas en zonas de refugio de población indígena, mestiza y afroamericana que se desligaba del control colonial, y retornaba a formas de producción y consumo no mercantiles.

En esas regiones interiores vino a formarse, así, una vasta frontera de recursos – inexplotados unos, restaurados otros, como las selvas que pasaron a ocupar áreas antes cultivadas en casos como los de Darién panameño, el litoral Atlántico mesoamericano y la Amazonía, y que incluyó también el extremo Sur de Argentina y Chile. Salvo este último caso, anexadas de hecho por sus respectivos Estados nacionales entre fines del siglo XIX y las primeras décadas del XX, la mayor parte de estas regiones interiores permanecerían al margen de la producción para el mercado hasta mediados o fines del siglo XX, como lo señala Pedro Cunill.

La cultura

La crisis que hoy enfrentan las sociedades latinoamericanas en sus relaciones con el mundo natural incluye, también, la de sus visiones acerca de ese mundo y esas relaciones. En esa crisis afloran las viejas contradicciones y conflictos entre las culturas de los conquistados y los conquistadores del siglo XVI que, tras la Reforma Liberal de 1825 – 1875, reemergerían en el conflicto entre los expropiadores y los expropiados, con el añadido de la creciente importancia que vendrían a tener, y tienen, las grandes corporaciones Noratlánticas – y asiáticas también, hoy – que pasaron a ser las principales organizadoras de la explotación de los recursos naturales de la región.

En esta perspectiva, el rasgo dominante en la cultura latinoamericana de la naturaleza ha sido, y en gran medida sigue siendo, el de la fractura evidente entre las visiones de quienes dominan y quienes padecen las formas de organización de las relaciones entre las sociedades de la región y su entorno natural. Esta contradicción se expresa en la coexistencia usualmente pasiva, a veces antagónica, entre una cultura dominante que ha del siglo XVIII y la década de 1870, en coincidencia con el auge de la economía de plantación en el Caribe y sus costas, y en el Sureste de los Estados Unidos. De allí cabe afirmar que el Caribe está donde la esclavitud estuvo y constituye, por lo mismo, el núcleo fundamental del espacio afroamericano.

Guillermo Castro H.

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

138

Page 139: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

evolucionado en torno a ideales de lucha de evidente filiación Noratlántica – como la de la civilización contra la barbarie, primero; del progreso contra el atraso, después, y finalmente del desarrollo contra el subdesarrollo-, y un conjunto de culturas subordinadas – sobre todo de raíz indo y afroamericana – que se han desarrollado desde otras raíces y en lucha constante contra esas visiones dominantes.

Al respecto, además, ha desempeñado un importante papel el hecho, señalado por Antonio Gramsci a comienzos de la década de 1930, de que las estructuras fundamentales de organización cultural en las sociedades latinoamericanas hasta comienzos del siglo XX fueron las correspondientes a “la civilización española y portuguesa de los siglos XVI y XVII caracterizada por la Contrarreforma y el militarismo.” En dichas estructuras, agrega, las categorías de intelectuales dominantes fueron “el clero y el ejército”, a las que cabría agregar la de los letrados al servicio de la administración estatal. En esa circunstancia, en sociedades organizadas en torno a la gran propiedad terrateniente, de base industrial muy restrigidase y carentes de superestructuras complejas, “la mayor cantidad de intelectuales es de tipo rural (…) ligados al clero y a los grandes propietarios.” (1999: 194)

Por contraste con el mundo Noratlántico, a lo largo de los siglos XVIII y XIX resalta en América Latina la ausencia de una intelectualidad de capas medias vigorosa y bien educada, capaz de expresar en el interés general de sus sociedades, del tipo de la que conocieran las sociedades Noratlánticas desde fines del siglo XVIII, y que diera de sí a científicos de extracción modesta como Alfred Russell Wallace que actuaran por derecho propio como interlocutores con sus pares de origen social más elevado, como Charles Darwin. En efecto, la concentración de la propiedad agraria en manos de una casta oligárquica bloqueó en América Latina el desarrollo de aquel tipo de clase media rural “que produjo a intelectuales como Gilbert White en Gran Bretaña y Henry David Thoreau en los Estados Unidos,” en el período que nos interesa.

De este modo, la cultura de la naturaleza en América Latina nace escindida entre una visión dominante oligárquica, centrada en una visión de lucha de la civilización contra la barbarie, y una multiplicidad de visiones populares cercanas al animismo y de fuerte carácter comunitario. Así, en las grandes obras de

América Latina: historia ambiental y crisis global

139

Page 140: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

140

la narrativa culta que expresan el proceso de formación de las modernas identidades nacionales – desde La Vorágine, de José Eustacio Rivera y Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos, hasta Cien Años de Soledad, de Gabriel García Márquez y La Casa Verde de Mario Vargas Llosa -, la naturaleza figura como un elemento amenazante, que finalmente escapa a todo control racional. Por contraste, la cultura popular tiende a un tono de celebración, que llega a alcanzar gran delicadeza en la música de autores como el dominicano Juan Luis Guerra, ya a fines del siglo XX.

La gran excepción en este panorama escindido se encuentra, sin duda alguna, en la obra de José Martí, en cuyas expresiones más acabadas – sobre todo el ensayo Nuestra América, de 1891, verdadera acta de nacimiento de nuestra contemporaneidad – la naturaleza adquiere un claro carácter de categoría cultural y política, a ser construida desde la realidad que expresa. Aun así, la obra de Martí en campos como éste está estrechamente asociada a una situación excepcional: su exilio en Nueva York entre 1881 y 1895, a lo largo del cual mantuvo un constante diálogo – “desde la crisis del liberalismo latinoamericano de su tiempo” ”(Castro, 1995:276) - con la cultura de la naturaleza que se expresaba en autores como Ralph Waldo Emerson y Walt Whitman, de clara vinculación con las mejores tradiciones democráticas de la sociedad norteamericana.10

En América Latina esa intelectualidad moderna sólo viene a conformarse con la expansión industrial y el desarrollo urbano característicos de la segunda mitad del siglo XX. De la década de 1980 en adelante, esa intelectualidad estaba ya formada y activa, y su visión del mundo no reconocía ya el mero crecimiento económico como evidencia de los frutos del progreso y del avance 10 Así, por ejemplo, aquella observación de mediados de 1885 que, para fines del siglo XX, serviría como uno de los puntos de partida para el desarrollo de una historia ambiental latinoamericana: “Cuando se estudia un acto histórico, o un acto individual, cuando se los descomponen en antecedentes, agrupaciones, accesiones, incidentes coadyuvantes e incidentes decisivos, cuando se observa como la idea más simple, o el acto más elemental, se componen de número no menor de elementos, y con no menor lentitud se forman, que una montaña, hecha de partículas de piedra, o un músculo hecho de tejidos menudísimos: cuando se ve que la intervención humana en la Naturaleza acelera, cambia o detiene la obra de ésta, y que toda la Historia es solamente la narración del trabajo de ajuste, y los combates, entre la Naturaleza extrahumana y la Naturaleza humana, parecen pueriles esas generalizaciones pretenciosas, derivadas de leyes absolutas naturales, cuya aplicación soporta constantemente la influencia de agentes inesperados y relativos.”(1975: XXIII, 44).Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Guillermo Castro H.

Page 141: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

141

hacia la civilización a través del desarrollo. Por el contrario, expresaban una creciente inquietud por el carácter a todas luces insostenible de ese desarrollo basado en la ampliación constante de la exportación de materias primas para otras economías11.

Este proceso de maduración cultural ha experimentado un creciente impulso en el siglo XXI. Desde arriba, por así decirlo, la región ha conocido un notorio crecimiento de la institucionalidad ambiental, que ha trasladado al interior de los Estados – sin resolverlo – el conflicto entre crecimiento económico extractivista y sostenibilidad del desarrollo humano. Desde abajo, la resistencia indígena y campesina a la expropiación de su patrimonio natural y la lucha por sus derechos políticos se combina con la lucha de los sectores urbanos medios y pobres por sus derechos ambientales básicos. Esto anima el desarrollo de un ambientalismo contestatario, que – sobre todo en las sociedades que hoy se ubican en el espacio indoamericano - reivindica un pasado mítico anterior a la Conquista europea en el que habrían predominado relaciones armónicas con la naturaleza, en contraste con los procesos contemporáneos de crecimiento económico con deterioro social y degradación ambiental.12

11 Dos antologías características de este período son: Sunkel, Osvaldo y Gligo, Nicolo (editores), 1980: Estilos de Desarrollo y Medio Ambiente en América Latina, que reúne a 45 autores y presenta 37 artículos además de la Introducción del propio Sunkel, y Gallopín, G.C.(compilador); Gómez, I.A.; Pérez, A.A. y Winograd, M. (colaboradores), 1995: El Futuro Ecológico de un Continente. Una visión prospectiva de la América Latina, que ofrece 19 artículos de otros tantos autores, además de la Introducción del propio Gallopín. Son de resaltar tanto la madurez y la riqueza intelectual del contenido de los textos como el compromiso de los autores con los mejores intereses de la región tal como eran percibidos en aquel momento, y la correspondencia de sus visiones con las preocupaciones crecientes sobre los problemas ambientales en el sistema internacional. La antología de 1980, en efecto, adelanta en muchos de sus planteamientos lo que vendría a ser planteado en 1987 por el informe Nuestro Futuro Común – más conocido como Informe Brundlandt – en relación a la necesidad de un desarrollo sostenible, mientras la de Gallopín ofrece una base de información de enorme riqueza para abordar desde la región los grandes acuerdos adoptados en la Cumbre de la Tierra organizada por las Naciones Unidas en Rio de Janeiro en 1992, mejor conocida como Rio 92 en el argot ambientalista.12 Como lo señala Juan Carlos Solórzano, “Las filiaciones entre las actuales socieda-des latinoamericanas y sus antecesoras precolombinas, en gran medida se explican por las características de estas al momento del arribo de los europeos. Por esta razón, en las áreas nucleares de Mesoamérica y los Andes, la herencia cultural indígena es notoria y en la actualidad muchos de estos países reivindican el rico legado de sus antepasados.” (2009: 595). Esa reivindicación, utilizada en su momento por los grupos dominantes para justificar su derecho a la independencia y el gobierno, es ejercida ahora por los sectores populares para demandar una democracia participativa y una economía mucho más inclusiva y vinculada al bienestar de las mayorías sociales.Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

América Latina: historia ambiental y crisis global

Page 142: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

En ese marco, ha ido tomando cuerpo en América Latina una corriente de actividad intelectual que, desde las Humanidades como desde las ciencias y las artes, expresa lo que Enrique Leff ha llamado el “nuevo pensamiento ambiental” de la región13. Formada en lo mejor de la tradición académica Occidental, y en estrecho contacto con los nuevos movimientos sociales de la región, esa intelectualidad ha conseguido articular el ambientalismo latinoamericano con el ambientalismo global, por un lado, mientras por el otro lo ha hecho con los procesos de transformación política, social, cultural, ambiental y económico que están en curso en toda la región14. Esta intelectualidad participa hoy, junto a colegas de todo el mundo, en el desarrollo de campos nuevos del conocimiento – como la historia ambiental, la ecología política y la economía ecológica -, y su producción en todos ellos constituye, ya, parte integrante de la cultura ambiental que surge de la crisis global.

13 Una de las expresiones más características de los puntos de partida de este nuevo ambientalismo puede ser hallada en el Manifiesto por la Vida. Por una ética de la sustentabilidad, publicado en 2002 como parte del libro Ética, Vidad, Sustentabilidad (Leff, 2002) y suscrito por una veintena de intelectuales de toda la región, que concluye afirmando que la ética para la sustentabilidad “es una ética del bien común” (Leff, 2002: 331).14 Uno de los voceros más característicos de esta vinculación entre el ambientalismo y los nuevos movimientos sociales, el teólogo brasileño Leonardo Boff, expresa en los siguientes términos la sustancia fundamental de esa relación: “Hasta el momento presente, el sueño del hombre occidental y blanco, universalizado por la globalización, era dominar la Tierra y someter a todos los demás seres para así obtener beneficios de forma ilimitada. Ese sueño, cuatro siglos después, se ha transformado en una pesadilla. Como nunca antes, el apocalipsis puede ser provocado por nosotros mismos, escribió antes de morir el gran historiador Arnold Toynbee. Por eso, se impone reconstruir nuestra humanidad y nuestra civilización mediante otro tipo de relación con la Tierra para que sea sostenible. Es decir, para conseguir que perduren las condiciones de mantenimiento y de reproducción que sustentan la vida en el planeta. Eso solo ocurrirá si rehacemos el pacto natural con la Tierra y si consideramos que todos los seres vivos, portadores del mismo código genético de base, forman la gran comunidad de vida. Todos ellos tienen valor intrínseco y son por eso sujetos de derechos.” Y añade: “El Presidente de Bolivia, el indígena aymara Evo Morales Ayma, no cesa de repetir que el siglo XXI será el siglo de los derechos de la Madre Tierra, de la naturaleza y de todos los seres vivos. En su intervención en la ONU el día 22 de abril de 2009 […] enumeró resumidamente algunos los derechos de la Madre Tierra: el derecho de regeneración de la biocapacidad de la Madre Tierra; el derecho a la vida de todos los seres vivos, especialmente de aquellos amenazados de extinción; el derecho a una vida pura, porque la Madre Tierra tiene el derecho de vivir libre de contaminación y de polución; el derecho al vivir bien de todos los ciudadanos; el derecho a la armonía y al equilibrio con todas las cosas; el derecho a la conexión con el Todo del que somos parte.” (Boff: 2014)

142

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Guillermo Castro H.

Page 143: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Crecer con el mundo, para ayudarlo a cambiar

La crisis ambiental hace parte de una circunstancia histórica inédita en el desarrollo del moderno sistema mundial, que expresa un cambio de época antes que una época de cambios. En el caso de nuestra América, esta crisis hace parte de un período de transición en el que emergen nuevamente viejos conflictos no resueltos, en el marco de situaciones enteramente nuevas, y va tomando forma una cultura de la naturaleza que combina reivindicaciones democráticas de orden general con valores y visiones provenientes de las culturas indígenas, afroamericanas y mestizas, y de una intelectualidad de capas medias cada vez más estrechamente vinculada al ambientalismo global.

Esa cultura toma forma tanto desde el diálogo y la confrontación entre sus propios componentes, como en su enfrentamiento con políticas estatales a menudo estrechamente asociadas a los intereses de organismos financieros internacionales, y de complejos procesos de búsqueda de acuerdos sobre temas ambientales en el sistema interestatal. En este doble proceso de transición, todo el pasado actúa en todos los momentos del presente. La legitimidad técnica que alegan las políticas estatales se enfrenta a la legitimidad histórica y cultural de los movimientos que las confrontan, dando lugar a un proceso de creación de opciones de desarrollo de extraordinario vigor y diversidad.

En esta perspectiva, la dimensión cultural de la crisis – esto es, aquélla en que se formulan las preguntas nuevas que estimulan el desarrollo de respuestas innovadoras – no es un mero añadido a sus dimensiones ecológica, económica, tecnológica, social y política, sino la expresión más acabada de las interacciones entre todas ellas. De esa síntesis emerge ya en la cultura latinoamericana de la naturaleza – como un factor de importancia política decisiva -, una conclusión que puede ser tan estimulante para unos como inquietante para otros, pero es ineludible para todos. En efecto, en la medida en que el ambiente es el resultado de las interacciones entre la sociedad y su entorno natural a lo largo del tiempo, si se desea un ambiente distinto es necesario crear sociedades diferentes.

Este es el desafío fundamental que nos plantea la crisis ambiental, en América Latina como en cada una de las sociedades del 143

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

América Latina: historia ambiental y crisis global

Page 144: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

planeta. Precisamente por eso, las transformaciones, conflictos, rupturas y opciones de salida que ocurren en el ordenamiento socio-ambiental latinoamericano en la transición del siglo XX al XXI definen también los términos de la participación de América Latina en la crisis ambiental global, y plantean problemas que deben ser resueltos desde la región, en diálogo y concertación con el resto de las sociedades del Planeta. Crecemos con el mundo, para ayudarlo a cambiar.

Bibliografía

Boff, Leonardo. (2014). Renovar el contrato natural con la madre tierra. http://connuestraamerica.blogspot.com/2014/06/renovar-el-contrato-natural-con-la.html.

Burkart, R; Marchetti, B., y Morello, J. (1995). Grandes ecosistemas de México y Centroamérica. En Gallopín, G.C. (compilador): El Futuro Ecológico de un Continente. Una visión prospectiva de la América Latina. Editorial de la Universidad de las Naciones Unidas. México: Fondo de Cultura Económica

Castro Herrera, Guillermo. (1995). Naturaleza y Sociedad en la Historia de América Latina. Panamá: Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena.

Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Unión de Naciones del Sur. (2013). Recursos Naturales en UNASUR. Situación y tendencias para una agenda de desarrollo regional.

Cunill, Pedro. (1995). Las Transformaciones del Espacio Geohistórico Latinoamericano, 1930 – 1990. México: El Colegio de México / Fondo de Cultura Económica.

Damascos, M.A.; Gazia, N.M. y Gallopín, G.C. (1995). Consecuencias de la transformación de los ecosistemas de la América Latina. Estudios de caso. En Gallopín, G.C. (compilador): El Futuro Ecológico de un Continente. Una visión prospectiva de la América Latina. Editorial de la Universidad de las Naciones Unidas. México: Fondo de Cultura Económica

Fondo de las Naciones Unidas para Actividades de Población: Población y Desarrollo en América Latina. http://lac.unfpa.org/public/cache/offonce/pid/2023

Gallopín, G.C. (compilador); Gómez, I.A.; Pérez, A.A. y Winograd, M. (colaboradores). (1995). El Futuro Ecológico de un Continente.

144

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Guillermo Castro H.

Page 145: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Una visión prospectiva de la América Latina. Editorial de la Universidad de las Naciones Unidas. México: Fondo de Cultura Económica.

Gallopín, G.C. (1995). Medio ambiente, desarrollo y cambio tecnológico en la América Latina. En Gallopín, G.C.(compilador); Gómez, I.A.; Pérez, A.A. y Winograd, M. (colaboradores) El Futuro Ecológico de un Continente. Una visión prospectiva de la América Latina. Editorial de la Universidad de las Naciones Unidas. México: Fondo de Cultura Económica

Gelman, Jorge. (2011). Senderos que se bifurcan. Las economías de América Latina luego de las Independencia. En Comisión Económica para América Latina y el Caribe: Institucionalidad y desarrollo económico en América Latina. Documento de Proyecto. Kacef, Osvaldo y Gerchunoff, Pablo, compiladores.

Gramsci, Antonio. (1999). Apuntes de filosofía. Materialismo e idealismo. Cuadernos de la Cárcel. Edición crítica del Instituto Gramsci. México: Ediciones ERA, II. [Cuaderno 4: 1930 – 1932]

Kalmanovitz, Salomón. (2011). Las consecuencias económicas de la independencia en América Latina. En Comisión Económica para América Latina y el Caribe: Institucionalidad y desarrollo económico en América Latina. Documento de Proyecto. Kacef, Osvaldo y Gerchunoff, Pablo, compiladores.

Leff, Enrique (Coordinador). (2002). Ética, Vida, Sustentabilidad. Pensamiento ambiental latinoamericano. Ministerio del Medio Ambiente de Colombia; Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente; Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; Comisión Económica para América Latina.

Lentz, David (editor). (2000). Imperfect Balances. Landscape transformations in the Precolumbian Americas. New York: Columbia University Press.

Martí, José. (1975) [1878]. “Guatemala”, en Obras Completas. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales. _________________. (1975) [c. 1885]. Serie de artículos para La América. Artículos varios. Obras Completas. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.

_________________. (1975) [1891]. Nuestra América, en Obras Completas. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.

Marx, Karl. (1975) [1891]. Elementos Fundamentales para la Crítica 145

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

América Latina: historia ambiental y crisis global

Page 146: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

de la Economía Política (Grundrisse) 1857 – 1858, I. México: Siglo XXI Editores.

Millenium Alliance for Humanity & the Biosphere. Scientists Consensus on Maintaining Humanity’s Life Support Systems in the 21st Century. http://mahb.stanford.edu/wp-content/uploads/2013/05/Consensus-Statement.pdf

Morello, Jorge. (1995) Grandes ecosistemas de Suramérica. En Gallopín, G.C. (compilador): El Futuro Ecológico de un Continente. Una visión prospectiva de la América Latina. Editorial de la Universidad de las Naciones Unidas. México: Fondo de Cultura Económica.

Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). (2012). GEO 5. Perspectivas del Medio Ambiente Mundial.

Sánchez Albornoz, Nicolás. (1991). La población de la América Latina, 1850 – 1930. En Bethell, Leslie (ed): Historia de América Latina. Barcelona: Cambridge University Press. Editorial Crítica.

Solórzano, Juan Carlos. (2009). América Antigua. Los pueblos precolombinos desde el poblamiento original hasta los inicios de la conquista española. Costa Rica: Editorial UCR.

Sunkel, Osvaldo y Gligo, Nicolo (editores). (1980). Estilos de Desarrollo y Medio Ambiente en América Latina. México: Fondo de Cultura Económica, El Trimestre Económico, No. 36, 2 tomos.

Sunkel, Osvaldo (1980). Introducción. La interacción entre los estilos de desarrollo y el medio ambiente en América Latina. En Estilos de Desarrollo y Medio Ambiente en América Latina, selección de O. Sunkel y N. Gligo. México: Fondo de Cultura Económica, El Trimestre Económico, No. 36, 2 tomos.

United Nations Environmental Programme (UNEP), 2010: Latin America and the Caribbean: Envionment Outlook. GEO LAC 3.

UNEP. (2010b). Latin America and the Caribbean: Envionment Outlook. GEO LAC 3. Summary for decision makers.

Worster, Donald. (1993). Transformations of the Earth. The Wealth of Nature. Environmental history and the ecological imagination. New York, London: Oxford University Press.

________________. (1996). The two cultures revisited. Environment and History. Volume 2. Number 1. February 1996. Cambridge, UK: The White Horse Press.

146

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 127-146 ISSN: 2313-7290

Guillermo Castro H.

Page 147: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Una poética del paisaje como instrumento de investigación y producción artística

Luz Eliana Tabares Peláez*

(Universidad del Arte, Ganexa)

Resumen

“Una Poética del Paisaje” es una investigación del contemplador en el paisaje, cuyos resultados profundizan en la experiencia simbólica del lugar. En este contexto nos hemos referido a sus fenómenos, para dar forma al transcurso entre las imágenes y recrear la idea de un paisaje representado fragmentariamente. El producto de esta investigación-creación se ha formulado integrando distintos medios de expresión, tales como: el dibujo, la gráfica, la fotografía y el medio digital; que articulan y dan forma a una propuesta audiovisual generada como un ensueño vívido. El planteamiento del proyecto tiene una doble dimensión teórico-práctica, y busca precisar una operación semiótica donde el concepto de “Obra Abierta” se ha presentado como una estrategia productiva de ensoñaciones; permitiendo así la heterogeneidad de los procesos y de los estados de cambio en la imagen poética. Proponemos un sistema abierto de signos como una poética del instante, evocando libremente particularidades referidas a Panamá como territorio.

Abstract

Poetic of a Landscape is a research of the beholder in the landscape, which results are used for to deep into the symbolic experience of the place where we live. In this context, we’re referred to it´s phenomenologies for to make a way throught the images and recreated a fragmentary landscape. The product of this creation research it’s been formulated through different media of expression such as drawing, graphics, photography and digital media, they articulated together and make the audiovisual proposal as a vivid life-dream. The dimension of the project is theoretical and practical, and it seeks to clarify a semiotic operation where the concept of “Open Work” is presented as productive strategy of live-dreams. It would be allowing the heterogeneity of processes

* Colombiana. Investigadora, artista y docente. Magíster en Artes Visuales con énfasis en Poéticas de la Universidad de Panamá. Licenciada en Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín. Vicerrectora de Investigación de la Universidad del Arte Ganexa, Panamá.

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 147-159

ISSN: 2313-7290

147

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

Page 148: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

and stages of change through the image. We proposed a open sign’s system, synthetizes as video art like a poetic of instant, evoking in a free way the characteristics of Panamá as a territory.

Palabras Clave: Paisaje; semiótica; estética, rizoma, hermenéutica.

Keywords: Landscape, semiotics, aesthetics, rhizome, hermeneutics

Sinopsis

El presente documento ofrece una síntesis del proyecto titulado “Una Poética del Paisaje”. Es una investigación-creación que aborda aspectos de tipo estético y hermenéutico, vinculados con la contemplación del entorno y nuestra capacidad para generar diferentes ensoñaciones a partir de la propia contemplación activa. Como primera instancia, enunciaremos las generalidades del paisaje como símbolo y los aspectos fenomenológicos vinculados con la construcción de su sentido desde una práctica interpretativa abierta y heterogénea a través de los procesos que han constituido la obra artística que respalda el presente proceso de investigación - creación. Por tal razón, primero haremos mención de los fenómenos transitorios y cambiantes que se manifiestan en el lugar habitado por el contemplador para luego proponer una estrategia de apropiación simbólica que refiera el lugar habitado a través de las imágenes como sistema de representación que emanan de la propia conciencia productora de significados en su contemplación. La investigación propone un panorama reflexivo sobre los procesos de creación y sistematización de la pieza artística como campo de estudio, develando sus estructuras, operaciones internas y entramados simbólicos, haciendo uso de la semiótica Peirceana1 para dar forma al videoarte titulado “Paisaje en obra”.Como primera instancia, es preciso aclarar la delimitación del proyecto en tres áreas de conocimiento:

a. las artes y sus medios de expresión plástica, visual y audiovisual, que dan cuenta de las operaciones representativas para la producción de imágenes.b. el segundo ámbito es la estética que circunscribe aspectos reflexivos del paisaje como producto del pensamiento y que constituye una visión de mundo. c. y por última, la semiótica, que integra los dos ámbitos anteriores enunciados en los distintos planos transversales de interpretación.

1 Charles Sanders Peirce (Estados Unidos, 1839-1914) es considerado el padre de la Semiótica y es conocido por su estructura tríadica para el estudio de los símbolos y su naturaleza (representámen - signo, objeto referente e interpretante).

Luz Eliana Tabares Peláez

148

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

Page 149: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Una poética del paisaje como instrumento de investigación y producción artística

Fig. 1 – Ámbitos de conocimiento de la investigación y su correlación dentro de la estructura semiótica Peirceana.

En tanto es un proyecto de investigación generado al interior de una práctica artística, una primera pregunta que surge es ¿Cómo podemos concebir el hecho artístico como forma sistemática de conocimiento?, y ¿cuál es el objeto del conocimiento artístico, si atendemos a su compleja y variada relación con las distintas nociones que nos hacemos de la realidad?

La concepción del arte ha evolucionado sin pausa a lo largo de la historia humana. El arte como herramienta cognoscitiva nos abre la posibilidad de explorar el fenómeno de la subjetividad y sus estructuras simbólicas a través del estudio de las concepciones del mundo; en tanto, el arte como práctica humana, es una fuerza anímica que crea, re-crea y transforma dichas concepciones, tomando en cuenta el gran marco heterogéneo de interpretaciones sobre su función, y que en este caso, a través del paisaje como problema de representación de mundo, se manifiesta como un producto constituido por dos dimensiones de base: el soporte y el sentido2.

2 Cossio afirma en “La teoría egologíca del derecho” que “los objetos culturales tienen la característica de estar contenidos en un soporte y de permitir que sean percibidos por el hombre. A partir de dicha percepción, el ser humano puede conocer, comprender y valorar el objeto cultural – es decir, la obra en sí” (Cossio, 1944, citado por Del Tesso, 2011, p. 33).

149

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

Page 150: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Fig. 2 –Finalidad del “Arte” según Deleuze y Guattari. Cita acompañada de la obra “India Dormida”, pieza digital mixta 90 cm x 40 cm. 2010. Pieza de la Autora.

Durante el proceso de investigación la imagen se convierte en un instrumento para la apropiación de una visión de mundo que es inherente a la experiencia de quién contempla; por tal razón, es importante considerar las características particulares del proceso creador como un movimiento que es entrópico, aleatorio y subrepticio a la creación de esta visión ligada a la subjetividad del contemplador. Emerge en la pre-conciencia para manifestarse en el instante como signo de algo; sin embargo, la noción del instante es efímera, porque nunca se puede aprehender el mismo momento dos veces, develando así su infinita capacidad de cambio.

Hemos encontrado en este signo producido una serie de singularidades intersubjetivas al contemplador que transforma constantemente su percepción del entorno. Para que este gesto creador logre constituirse como instrumento de conocimiento, es fundamental constituir un sistema de imágenes/ fragmentos consideradas aquí como datos sensibles, integradas en una pieza audiovisual como totalidad expresiva, cuya cualidad más destacada como medio audiovisual es su transitoriedad.

Luz Eliana Tabares Peláez

150

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

Page 151: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Una poética del paisaje como instrumento de investigación y producción artística

151

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

Fig. 3 – Valor simbólico del concepto “Rizoma”, acompañada de la pieza gráfica que nos muestra el perfil de la Ciudad de Panamá, intervenida por distintos participantes

en el Happening “Paisaje en Vivo” – 2013.

Uno de los valores intrínsecos al arte y su manera de apropiación de mundo es su exploración libre. Por esta razón, hemos privilegiado una actitud permeable y abierta a la variabilidad e interpretación de los signos para lograr hacer de la actitud experimental, en la creación de imágenes, una estrategia productiva que amplíe el horizonte de las relaciones rizomáticas3 entre la creación artística y el pensamiento auto-reflexivo con respecto a la visión de mundo concebida.

Consideramos entonces que, el arte como ámbito de conocimiento, es una búsqueda consciente de una intuición emergente. Aparece como una pre-visión del valor simbólico asociado a los fenómenos temporales y efímeros, desde nuestras concepciones de la realidad circundante, surgiendo como producto de un movimiento de los afectos en la propia consciencia. El proceso creador entonces como campo de investigación-creación es afectivo/reflexivo: crear en este marco de operaciones sensibles deviene como hecho ontológico, porque aspira al conocimiento de las esencias en su representación a través de sus rastros, identificados por una conciencia en estado de contemplación activa.

3 Deleuze y Guattari desarrollaron un sistema conocido como Rizoma (2010, p,17) caracterizado por dos aspectos: conexión y heterogeneidad. El Rizoma como concepto refiere a los campos de ideas que no poseen un centro hegemónico que jerarquice la estructura.

Page 152: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Ahora que hemos situado el arte como campo de conocimientos vinculado con el proceso de investigación de esta práctica imaginante, es importante aclarar las nociones del paisaje como concepto operativo y algunas de sus funciones semióticas.

Fig. 4. Función semiótica para el concepto operativo “Paisaje”.

Un paisaje como símbolo posee características muy variadas. En él encontramos aspectos naturales, culturales, sociales, políticos, económicos. entre otros. Por esta razón es un sistema de símbolos con diferentes grados de complejidad y es una urdimbre de fenómenos vinculados con la existencia humana en sus muchos valores polivalentes. Consideramos entonces que el paisaje en sus aspectos simbólicos es una construcción que el hombre elabora como interpretación del entorno que lo circunscribe. Vivimos diariamente en un paisaje-cosmos4 de signos. Para comprender el entramado de dicha construcción, haremos mención de la triada semiótica que establece un primer campo de relaciones: el contemplador como interpretante, el entorno que lo circunscribe como objeto de referencia, y la imagen del entorno como signo que surge en su conciencia.

4 paisaje – cosmos es la manera poética de atribuirle al lugar un orden entre sus elementos, determinado por la perspectiva del contemplador que mira el paisaje como una unidad universal.

Luz Eliana Tabares Peláez

152

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

Page 153: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Una poética del paisaje como instrumento de investigación y producción artística

Fig. 5 – Descripción de las funciones que componen el estudio del paisaje como símbolo

En esta relación tríadica hemos identificado una amplia generación de signos intencionales o expresivos y signos no intencionales o convenciones5 , que configuran la idea del paisaje en el propio contexto del contemplador. Encontramos también que el paisaje como asunto se encuentra teorizado, cuadriculado, solucionado en palabras de Regis Debray (1994). Es una virtualización de la realidad, porque incidimos en el territorio que habitamos con nuestros modo de vivir y la mirada humana sobre la naturaleza es cultural. Ella produce un efecto de estetización del entorno.

Con respecto a la producción artística referida al paisaje en general, hemos encontrado dos ejes en su función representativa: el paisaje icónico –en el reconocimiento de sus figuras comunes como el bosque, el sol, el mar, y el paisaje como referencialidad que hace mención a las cualidades propias de cada contexto.

La producción simbólica referida al presente proceso de investigación ha sido concebida experimentalmente al mezclar distintos medios 5 Los signos intencionales son creados voluntariamente, y pueden ser valorados como íconos o índices que representan una expresión humana, los signos no-intencionales provienen de las circunstancias del ambiente y son usados como convenciones, son síntomas del contexto que los produce. También son tenidos en cuenta en este ámbito los comportamientos inconscientes. Una explicación amplia sobre el tema es proporcionada por Umberto Eco en su “Tratado de Semiótica General” (2000), en el Capítulo 0.6. “Límites naturales: inferencia y significación”.

153

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

Page 154: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

visuales entre sí, a través de un proceso de estratificación y edición, permitiéndonos incorporar la estrategia conocida como “obra abierta”, propuesta por Umberto Eco (1982). Es una metodología que aplica procesos creativos asociados con el azar como potencial transformador. En este caso, la indeterminacion asociada al azar se manifiestan en la forma en que son registrados los datos/imágenes/fragmentos, recompuestos en el audiovisual; en la indeterminación no existe una noción determinada del resultado final como producto del proceso, en tanto, reevalúa constantemente las circunstancias inmediatas, y es susceptible a los cambios de su entorno.

Para la creación del audiovisual en cuestión, este proyecto artístico surge entonces sin un diseño preconcebido en sus inicios. El videoarte se convierte en una consecuencia de la contemplación que suma, entrecruza, yuxtapone, segmenta, edita, sobrepone, sublima diferentes fragmentos de imágenes entre sí; es un metodo que, en palabras de Eco, se caracteriza por su “ambigüedad y su auto-reflexividad” (p. 335). Así la imagen como herramienta cognoscitiva está libre de nociones e interpretaciones pre-concebidas que puedan surgir sobre las figuras y circunstancias que componen la contemplación imaginaria del paisaje.

En un método abierto sustentado en la indeterminación de las ideas, el sujeto creador - investigador registra los fenómenos que contempla y se registra así mismo, imbuido en la propia imagen. Hemos logrado de esta forma un efecto de bucle entre el afuera y el adentro de la visión, donde la exploración subjetiva remite a los contenidos que proyecta.

Fig. 6 – Subjetiva del contemplador

Luz Eliana Tabares Peláez

154

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

Page 155: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Una poética del paisaje como instrumento de investigación y producción artística

Así el medio audiovisual es entendido como un texto abierto que permuta imprevisiblemente, bien pudiera explicarse como un rizoma donde no existe un eje alrededor del cual se elabore una jerarquía de las ideas, en este caso, una jerarquía de las representaciones del paisaje; mas parece un plano entramado de imágenes que surgen imprevisiblemente durante la contemplación del contexto. En el rizoma sólo podemos hablar de relaciones, inter-conectividad sin ningún centro hegemónico, red caósmica de signos; su valor estriba en su capacidad infinita de generar nuevas conexiones posibles, creando así un campo, un plano que subyace gracias a esta estructura entramada.

El resultado de este método es la recreacion de una idea que produce paisajes híbridos con organicidad subyacente al sistematizar los datos.

Fig. 7 – Ejemplo de un paisaje –híbrido – Fotograma del Videoarte“Paisaje en Obra” - 2015

Si bien los procesos abiertos se caracterizan por su informalidad, ellos también posibilitan la apropiación de elementos fugaces que surgen en el azar de los acontecimientos. Hacen posible esta contemplación reversible en dos sentidos simultáneamente, dentro de nosotros y alrededor de nuestro cuerpo, en el cruce de las dimensiones interior-exterior donde la consciencia es el enclave de dicha relación.

De esta manera hemos encontrado nuestra premisa creativa: El contemplador esta inmerso simbólicamente en la propia imagen que percibe. La imagen que nos hacemos del mundo y aquello que 155

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

Page 156: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

llamamos realidad se nos aparece como un cosmos de fenómenos que transcurren; tomando en cuenta la perspectiva del filósofo Gilles Deleuze donde nos afirma que un caosmos está determinado por las particularidades del contexto, y cómo la propia disposición anímica influye en su contemplación.

Sin embargo, para lograr una consistencia en la representación del fenómeno, requerimos de una estructura que sistematice el conjunto de datos en flujo para encontrar las imágenes constituyentes de esta visión. Para tal efecto, se ha desarrollado una descripción fenomenológica organizada gracias a una matriz simbólica que da forma al concepto “paisaje” como marco operativo.

Fig. 8 – Relaciones semióticas del paisaje como concepto operativo

Hemos usado en este caso la descripción fenomenológica, porque nos permite apropiarnos de los signos encontrados en la contemplación del paisaje en su emergencia inmediata al contemplador; en este tipo de descripción, la subjetividad del contemplador como creador de imágenes altera el objeto de estudio con su propia presencia, tal como lo propone el filósofo Merleau Ponty: “ver significa entrar en un universo de seres que se muestran: mirar un objeto es habitarlo ”(1981, p. 51). Gracias a esta descripción, hallamos 4 elementos arquetípicos que conforman la matriz del símbolo y ordenan las imágenes, estos son: el territorio, el horizonte, la atmosfera y la ventana, Son los arquetipos que ponen en movimiento el videoarte “Paisaje en Obra” como sistema semiótico.

El contemplador a su vez está situado dentro de otra matriz en 3 ejes

Luz Eliana Tabares Peláez

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

156

Page 157: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Una poética del paisaje como instrumento de investigación y producción artística

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

concéntricos, el más exterior es el paisaje registro que se siente, luego, en una esfera más estrecha alrededor del contemplador está el paisaje sinestésico que surge de la evocación en la percepción del entorno, y modifica el dato sensorial, por último el paisaje ensoñado como producto de la expresión anímica.

Fig. 9 – Niveles de registro de la experiencia en el contemplador

La receptividad del contemplador es abierta y expansiva, el estado del contemplador que ensueña es un estado de videncia íntima, es un vidente porque deviene entre las imágenes temporales de su pensamiento, que surgen como dato instantáneo de la contemplación.

El contemplador de paisajes entonces designa los aspectos que tendrán sentido y valor en su realidad inmediata. Para Bachelard existen 3 características comunes al estado del ensoñador, a saber: el ensoñador goza de sí mismo, prepara para otras almas goces poéticos, y su placer creador vela sin tensión (1986, p. 36). Por esta razón la imaginación requiere de una actitud receptiva y permeable para la exploración del fenómeno simbólico.

El videoarte como producto del acto ensoñador formula una poética del instante, donde se mezclan aspectos subjetivos y objetivos de la contemplación. Los registros obtenidos de la contemplación son imágenes producidas por el dibujo libre, el collage, y la fotografia, cuya mezcla ecléctica conforman la matriz de imágenes creando una composición orgánica, cuyo potencial evocador genera un caosmos de paisajes.

157

Page 158: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

En tanto, el videoarte pertenece a los medios audiovisuales, es fundamental considerar su condición temporal, y el tiempo mismo como elemento expresivo en la contemplación del fenómeno. Como el tiempo solamente se aprecia a través de su efecto en las cosas, el videoarte es constituido como un transcurso temporal de evocaciones aleatorias que pone de relieve un estado de transformación siempre latente en la conciencia receptiva. La presencia del contemplador es indirecta en la imagen del paisaje que le auto-contiene y se muestra fragmentada contemplándose inmerso en la imagen percibida.

El paisaje como concepto en la exploración de sus representaciones, se convierte entonces en una herramienta decodificadora de sus signos constituyentes. Nos remite a un universo de fragmentos re-compuestos y re-ordenados en evolución permanente. Gracias a esta operación, el paisaje se nos muestra como una metáfora dinámica de los trayectos del pensamiento, entre los instantes de un universo de signos fragmentados.

Fig. 10 – Planos de interpretación.

Es necesario, por lo tanto, pensar el simbolo paisaje en su devenir, en su movilidad temporal y subjetiva, en la transitoriedad de sus fenómenos donde la instantaneidad aparece como un valor intrínseco al signo. El videoarte como producto del proceso de investigación se caracteriza entonces por su movilidad ensoñadora, construido en el cruce de distintas dimensiones interpretativas que revelan un potencial textual de lectura y edición ilimitada, en sus breves virtualidades.

Luz Eliana Tabares Peláez

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

158

Page 159: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Una poética del paisaje como instrumento de investigación y producción artística

El simbolo paisaje aparece como un transcurso de ensueños, infinitamente variable y mudable. Sus elementos, incluyendo el contemplador, han sido alterados metafóricamente como representación del clima afectivo y están insertos en todo lugar que habitamos como extensión del propio cuerpo.

La experimentación artística, como ámbito de investigación, ha dado lugar a esta poética del instante entendida como un acto vital inherente a las condiciones creadoras que emergen como esbozos, registros, apuntes; las imágenes son entendidas como unidades de ensueño, como semillas que darán lugar a un cuerpo de signos, producto de la exploracion formal del caosmos de referencias.

Se coloca en evidencia lo que enunciaba Cassirer “el pensamiento simbólico es prefigurador y el signo produce en nosotros una evocación porque apela a nuestra memoria y nuestro conocimiento del mundo” (2003, p. 228). Al recrear el símbolo/paisaje, es importante dar coherencia a los planos de interpretación en sus operaciones semióticas para profundizar en los aspectos concernientes a su producción.

La estrategia productiva se presenta como una recomposición del fragmento en su multiplicidad dinámica, en sus correlaciones imaginarias instantáneas, manifiestas como un campo de fuerzas, alterando sus propiedades. Los fragmentos aparecen, se desplazan, se transponen, se dividen, se desvanecen, son signos de un devenir emocional. La edición entonces produce un fenómeno fluctuante. Es importante señalar cómo las condiciones de la imagen producida son virtuales, en tanto, los medios audiovisuales son proyecciones expresivas inmateriales, sólo existen en su manifestación temporal, y están cifrados tecnológicamente en un soporte electromagnético.

Luego de haber desarrollado esta reflexión pormenorizada de los fundamentos del estudio propuesto, subyace una nueva pregunta ¿Que imaginario es representado en la fusión de los registros entre sí, de los fragmentos recogidos como producto humano de la contemplacion del lugar habitado?

La imaginación como facultad humana es responsable de estas operaciones y, en tanto crea vínculos con su entorno, concibe sus imágenes como producto de la influencia del imaginario local. El imaginario entonces es la expresión de los devenires individuales y

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

159

Page 160: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

las tendencias colectivas, es decir, es la suma de las imágenes del mundo inter-subjetivas asociadas a las condiciones del entorno. La intencionalidad de su fusión radica en querer crear una imagen para darle visibilidad al pensamiento y este pensamiento surge como producto de las impresiones fugaces del contexto. Así surgen los ensueños de los paisajes hibridos, compuestos por registros divergentes entre sí. Gillo Dorfles (2004) afirma que la creación artística surge como el producto de la intensificación de nuevos niveles de perceptividad.

Los medios digitales, en este caso, colaboran en la sistematización y transfiguración de los datos. El aparato semiótico produce la imagen por intermediación de la voluntad artística al querer hacer visible una pre-visión cuyo motor es, justamente, la imaginación; ella es responsable del campo hermenéutico que pone en función el aparato semiótico constituido en el paisaje ensoñado.

Las técnicas de edición digital permiten entonces la amalgama de los registros en un sólo soporte intangible. El videoarte surge como documento en tanto consigna información relativa al contexto historico, social y cultural, susceptible de ser reproducido; y como fenómeno producto de la inter-trans - subjetividad, es un registro de instantes intensificados por la contemplación en sí.

Fig. 11 – Metáfora del paisaje humanizado. Ilustración de la autoraLa composición audiovisual se convierte en la suma de recorridos

Luz Eliana Tabares Peláez

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

160

Page 161: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

mentales entre transiciones aleatorias. El paisaje así compuesto surge como una reconstrucción de la naturaleza desde la óptica humana y hemos concluido a través de esta experencia con el símbolo que, en la imagen del paisaje, encontramos el rostro de la naturaleza humanizado, vemos en el paisaje nuestras propias marcas humanas en devenir.

Frente a este panorama, la práctica artística en sus procesos de investigación deviene entre acontencimientos efímeros, atemporales, mutables, contextuales, dinámicos, multidimensionales, transfiguradores, inter – trans - subjetivos. En esta práctica hemos reconocido un cuerpo multiplicado, un cuerpo rizomático de paisajes ensoñados, es una espacialidad donde convergen los fenómenos que revelan mundos inmateriales entrecruzados en nuestros imaginarios locales y colectivos.

La capacidad ensoñadora no es exclusiva del artista, en tanto, la imaginación es una facultad esencialmente humana que se manifiesta a través del ensueño vívido como catalizador de las imágenes percibidas. Encontramos un potencial inherente al sentir humano del mundo y por esta razón el paisaje como noción humana se hace, es un constructo, es una obra. Vale la pena entonces formular como conclusión una pregunta de apertura hacia otros posibles horizontes de desarrollo, si existe acaso alguna función social vinculante con la imaginación. Contemplar el paisaje como símbolo implica una entrega voluntaria al ensueño para imaginar el mundo en nosotros como multiplicidad de momentos, y prefigurar un cuerpo cosmogónico como metáfora de lo humano en la naturaleza desde su inmensidad.

Conferencia dada en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Panamá el 16 de abril del 2015, para la presentación del proyecto de Tesis: “Una Poética del Paisaje” en la Maestría en Artes Visuales.

Una poética del paisaje como instrumento de investigación y producción artística

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

161

Page 162: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

BIBLIOGRAFÍA

Andrew, Malcom. (1999). Landscape and Western Art. New York: Oxford University Press.

Bachelard, Gastón. (1986). La Poética de la Ensoñación. México: Breviarios Fondo de Cultura Económica.

Bachelard, Gastón. (1994). El derecho de Soñar. Colombia: Breviarios Fondo de Cultura Económica.

_________________. (1994b). El Aire y los Sueños. Colombia: Breviarios Fondo de Cultura Económica.

_________________. (2012). La Poética del Espacio. Colombia: Breviarios Fondo de Cultura Económica.

Bayer, Raymond. (1993). Historia de la Estética. México: Fondo de Cultura Económica.

Cassirer, Ernst. (1994). Antropología Filosófica. México: Fondo de Cultura Económica.

_________________. (2003). Filosofía de las Formas Simbólicas. México: Fondo de Cultura Económica.

Debray, Régis. (1994). Vida y Muerte de la Imagen. España: Paidós / Comunicación 58: Ediciones Gallimard.

Del Teso, Pablo. (2011). Desarrollo de Proyectos Audiovisuales. Argentina: Editorial Nobuko.

Deleuze, Gilles. (2008). La Imagen-Movimiento. Estudios sobre Cine 1. Argentina: Editorial Paidós S.A._________________. (2009). La Imagen – Tiempo. Estudios sobre Cine 2. Argentina: Editorial Paidós S.A.

Deleuze, Gilles. y Guattari, Félix. (2009). ¿Qué es la filosofía?. España: Editorial Anagrama.

Luz Eliana Tabares Peláez

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

162

Page 163: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

_________________. (2010). Rizoma Introducción. España: Pre-textos.

Dorfles, Gillo. (1989). Elogio de la inarmonía. España: Editorial Lumen.

_________________. (2004). El Devenir del Arte. México: Fondo de Cultura Económica.

Eco, Umberto. (1992). Obra Abierta. Buenos Aires: Editorial Ariel S.A.

_________________. (2000). Tratado de semiótica general. Madrid: Editorial Lumen.

Gadamer, Hans-Georg. (1991). La Actualidad de lo Bello. España: Editorial Paidós.

Kandinsky, Wassily. (1989). De lo Espiritual en el Arte. México: Premia editora de libros S.A.

Merleau-Ponty, Maurice. (1986). El Ojo y el Espíritu. España: Editorial Paidós.

Munárriz, Jesús. (2006). Imagen Digital. España: Ediciones Tursen S.A. / H. Blume.

Nebreda, José. (1981). La Fenomenología del Lenguaje de Maurice Merleau Ponty. España: Publicaciones de la Universidad Pontificia Comillas.

Rossi, María José. (2007). El Cine como Texto. Hacia una Hermenéutica de la Imagen – movimiento. Argentina: Colección Fichas para el Siglo XXI; Topía Editorial.

Saszbón, José (Ed.). (1971). Estructuralismo y Estética. Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión.

Trione, Aldo. (1989). Ensoñación e imaginario. Madrid: Editorial Technos.Vasilachis de Gialdino, Irene. (Ed.). (2011). Estrategias de Investigación Cualitativa. España, Editorial Gedisa, S.A

Una poética del paisaje como instrumento de investigación y producción artística

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 147-159 ISSN: 2313-7290

163

Page 164: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290
Page 165: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

ElcompromisodeDonatoNdongo-Bidyogoconladignificacióndel africano

Camara Nahiyé Léon*(Escuela Normal Superior de Abidjan)

Resumen

Si, generalmente, se suele analizar la filosofía de los escritores a través de sus obras (novelas, poesía, ensayo, etc.), en el presente artículo nos proponemos hacerlo a partir de sus propias voces, o sea, de las entrevistas y conferencias que Donato Nodongo-Bidyogo, el autor guineoecuatoriano más conocido y reconocido, ha concedido. Nos proponemos comprender, a través de ellas, cómo se manifiesta su compromiso en unos temas que le son importantes: el colonialismo, el neo-colonialismo, las dictaduras en África, la emigración, la tradición, la modernidad y finalmente la función de la literatura. Habiéndose comprometido totalmente en la lucha por la búsqueda de la libertad y del bienestar, es decir de la verdadera identidad y de la dignidad, no solamente para sus compatriotas guineoecuatorianos sino para todos los africanos, analizaremos cómo dicho compromiso es abiertamente enunciado.

Palabras clave: Donato Ndongo-Bidyogo, compromiso, colonialismo, neo-colonialismo. literatura

Abstract

Although, normally, one strives to find out the philosophy of authors by analyzing their texts (novels, poetry, essays, etc.), in this paper, we will be especially concerned with oral recorded material (i.e., interviews and lectures) to show and analyze how Donato Ndongo-Bidyogo, the most well known Equatoguinean writer, shows his unflinching engagement towards colonialism, African dictatorships, nepotism, the relationships between Spain and its former colony (Equatorial Guinea), emigration, tradition and actuality, and, eventually, the function of Literature. His permanent and strong engagement in the fight over liberty and human well-being or, in other words, over real identity and dignity, not only of his compatriots, but also all Africans, will become apparent in the topics and themes that will be shown hereafter.

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

* Doctor de la Universidad Paul Valéry de Montpellier III (Francia). Profesor de Español en la Escuela Normal Superior de Abidjan (Costa de Marfil). Director del Departamento de idiomas.

165

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 165-178

ISSN: 2313-7290

Page 166: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Keywords: Donato Ndong-Bidyogo, engagement, colonialism, new-colonialism, literature

Introducción

La primera persona en quien pensamos cuando se habla de la literatura guineoecuatoriana, es Donato Ndongo-Bidyogo. Aunque por la cantidad, su producción no sea enorme porque está compuesta sólo de tres novelas, dos relatos cortos, unos ensayos, algunos poemas y muchos artículos periodísticos, sin olvidar su antología de 1984 y una segunda, escrita en colaboración con Mbare Ngom, por su calidad y por consiguiente, su alcance universal, queda, sin duda ninguna, la mejor. Ndongo-Bidyogo es el líder y el escritor más representativo de la literatura guineoecuatoriana. Es con razón que le atribuyen los calificativos “gigante”, “pionero”, “adalid”, “creador notable”, “uno de los escritores africanos más significativos”, “el máximo impulsor y el creador más notable”, “el escritor más potente y celebrado de la literatura hispano-africana”, “El inventor de la literatura guineoecuatoriana”. Pero, ¿qué hace para merecer todos estos títulos? Mientras Odartey-Wellington dice de él: “A Donato Ndongo Bidyogo se le puede adscribir el mérito de haber desempeñado un papel importantísimo en la creación de una literatura nacional de Guinea Ecuatorial” (2006, p. 159), Miampika va más lejos reconociendo en Ndongo-Bidyogo el padre fundador de la literatura guineoecuatoriana (2000, p. 14).

Se trata en este ensayo de hablar de este hombre, uno de los escritores guineoecuatorianos, que es el más conocido (Gautier, 2015)1 .

Nos proponemos comprender su filosofía, no a través de sus obras escritas, sino a través de sus conferencias y entrevistas. En vez de “filosofía”, algunos hubieran empleado la palabra “locura”. En efecto, un hombre que rechazó sucesivamente tres puestos ministeriales y uno de embajador, solamente con el motivo de “tener les manos libres” para poder defender sus ideas, merece que nos detengamos para ver aquellas ideas sino esta “locura”. Prestaremos una especial atención a su compromiso total por un mejor vivir y por una dignificación, no sólo de los guineoecuatorianos, sino por el conjunto de los africanos, su concepción de la identidad africana, el modelo de vida que deja a las generaciones futuras.

Para este análisis, hemos elegido un corpus de 15 entrevistas y 1 Cuando la página no está indicada, es que se trata de un documento electrónico cuyas referencias completas serán dadas en la bibliografía final.

Camara Nahiyé León

166

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

Page 167: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

167

ElcompromisodeDonatoNdongo-Bidyogoconladignificacióndelafricano

conferencias, la mayoría se encuentra sólo en versión electrónica. Nos parece posible destacar del conjunto de este corpus, cinco centros de interés. El primero está constituido de las cuestiones del colonialismo, de las dictaduras y del neo-colonialismo. El segundo trata de las relaciones entre Guinea Ecuatorial y España. El tercero se refiere a la emigración. En el cuarto se analiza el tema de la Tradición/Modernidad. El quinto se consagra al compromiso literario. Señalamos que la mayoría de los temas destacados por Ndongo-Bidyogo va más allá de su país, es un intento de explicación de la situación del continente africano.

El colonialismo, las dictaduras y el neo-colonialismo

Ndongo-Bidyogo demuestra que la situación actual de África no es debida a la fatalidad sino que es el resultado de todo lo que ha vivido. Para él, la esclavitud y la colonización resultan relacionadas. Dice: “¿Nadie ha pensado que la esclavitud la deportación masiva de millones de africanos fue el prólogo de la colonización?” (Gautier, 2015). Si el discurso oficial ensalzó la tarea civilizadora de la colonización, es decir, el aporte por los Blancos a los Negros “salvajes”, “primitivos”, “bárbaros” y “caníbales”, de la verdadera Civilización, Ndongo-Bidyogo releva que ésta actuó sobre los ámbitos económico, social y político. A nivel económico, Ndongo-Bidyogo afirma: “La misión principal del colonialismo fue la rapiña, el robo, el saqueo de los bienes de los africanos” (Hendel, 2009). Todos los medios fueron usados por el colonizador para llevar al indígena a producir más. A propósito del Rey Leopold de Bélgica, Ndongo-Bidyogo dice:

¿Quién sabe que se dedicó durante muchísimo tiempo a cortar las manos de los congoleños simplemente porque un colono decía “este negro no ha trabajado suficiente”, en condiciones de esclavitud, no se les daba de comer, no tenían derecho a sanidad… nada, y, sin embargo, les cortaban las manos porque decían que era vago? (Ndongo, 2014).

La vida de un Negro no tiene mucha importancia para el colonizador. Su muerte en manos de un Blanco no está sancionada por la administración colonial. Para dar a conocer estos aspectos de la colonización no muy gloriosos, Ndongo-Bidyogo menciona también el caso del teniente Ayala, caso referido ya por Gustau Nerín en su libro La última selva de España (2010). “[…] cuando en un campamento un niño lloraba por la noche, como es normal, cogía a ese niño, hacía una hoguera y lo quemaba” (Ndongo, 2014). Pero, no lo recuerda para lamentarse del pasado sino para mostrarlo a los que lo desconocen. “Ustedes no

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

Page 168: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

lo saben y yo creo que deberían saberlo” (Ibid.). Una de las formas de explotación, además de los trabajos forzados, fue la “prestación personal”2 . Si inicialmente estaba destinada únicamente a las obras públicas, acabó por extenderse a las plantaciones de los colonizadores. Como suele decir Ndongo-Bidyogo, el escritor es el conservador y el transmisor del pasado. La dignidad del africano que había sido pisoteada durante la esclavitud, lo fue de nuevo durante la colonización. Las estructuras sociales de los africanos fueron dislocadas. Su cultura y su tradición, es decir todo lo que constituye su verdadera identidad, fueron reemplazadas por las del colonizador.

Pero más allá de la pérdida de los valores tradicionales, más allá de la explotación y la humillación, la colonización es también un enriquecimiento por el aporte de un nuevo idioma y el desarrollo de infraestructuras. Ndongo-Bidyogo no se considera como un ladrón de lengua. Las nuevas lenguas permiten la comunicación con más gente.

[…] las lenguas que hemos heredado del colonialismo, son tan nuestras, en mi opinión, como las lenguas nativas. ¿Por qué? Porque son lenguas vehiculares. Son las lenguas en que tenemos que expresarnos en la nueva fase histórica en la que estamos, que ya hemos dejado la agrafía (Hendel, 2009).

Fiel a su espíritu de apertura, recomienda la conservación de las lenguas heredadas del colonizador y también la de las lenguas nativas. Para él, no es adecuado hablar de lenguas de enemigos o de lenguas importadas.

Una de las herencias de la colonización es la división de África en pequeños Estados, casi insignificantes en el mapa del mundo, con un trazado de las fronteras totalmente artificial, repartiendo los pueblos, las etnias entre varios países. Resumiendo, Ndongo-Bidyogo dice: “Las fronteras actuales; heredadas del injusto e irracional reparto colonial, no garantizan por sí mismas la paz” (Koné, 2013). ¿Qué hacer en tal situación? En realidad, nada. Plantear este problema, provocaría más problemas, ya que, como afirma: “Mi opinión personal es que sería mucho más perjudicial un intento de recomposición de las fronteras

2 « El Estatuto Orgánico de la Administración Local, del 12 de noviembre de 1868, […] estableció en la colonia la “prestación personal” para la construcción de las obras públicas, sistema con el que todos los varones de una comarca en edad laboral eran llevados forzosamente a trabajar en la roturación de carreteras y caminos y la cons-trucción de edificios oficiales, sin más salario que la escasa alimentación» (Ndon-go-Bidyogo, 1998, pp. 145-146).

Camara Nahiyé León

168

Page 169: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

ElcompromisodeDonatoNdongo-Bidyogoconladignificacióndelafricano

de los Estados actuales para tribalizar mucho más nuestro continente” (Koné, 2013). Los llamados “padres fundadores” intentaron crear un movimiento panafricano, la Organización de la Unidad Africana, en la Conferencia de Addis-Abeba del 25 de mayo de 1963, pero, por múltiples razones, ésta no funcionó realmente.

La idea de la unidad africana surgió a finales del S. XIX, y subsiste hasta la actualidad. ¿Por qué no se ha logrado? ¿Por qué ha fracasado aparentemente el ideal panafricanista? La respuesta está en la historia africana del último medio siglo. Lo dijimos antes: no es un sueño imposible. No es que los africanos seamos incapaces de convivir, dialogar, construir (Koné, 2013).

Unos años más tarde cambiaron la OUA por la UA (Unión Africana). Excepto algunas reacciones, como la intervención contra los Djiahadistas de Malí, es igualmente inoperante como su predecesora.

Ndongo-Bidyogo denuncia que la presencia de los dictadores en África es una consecuencia del neo-colonialismo. En efecto, si los colonizadores se fueron de África, con las independencias, en realidad siguen teniendo el control a través de los presidentes dictadores cuyo poder descansa sobre dos pilares, uno interior y otro exterior. A nivel interior, es el ejército el que sostiene al dictador y a nivel exterior, son las potencias extranjeras. Ndongo-Bidyogo suele decirlo: “No podemos vivir en África porque nos han impuesto unos tiranos que ni nos dan libertad ni nos dan desarrollo” (Ndongo-Bidyogo, 2014). Para asegurarse el abastecimiento de las materias primas a muy bajo precio, las potencias europeas y americana mantienen a unos presidentes cuyo poder no tiene ninguna base legítima. Algunos llevan 36 años en el gobierno como Teodoro Obiang Nguema, Sassou Nguesso o Robert Mugabé. Como se preguntaba el Presidente Barack Obama: “No entiendo por qué quieren quedarse tanto tiempo, especialmente cuando tienen tanto dinero” (Naranjo, 2015). Pero no satisfechos con esta larga duración al poder, quieren transformar el sistema en poder hereditario: “Cuando esos mismos tiranos se atrincheran y pretenden eternizarse a través de sus hijos como en la República Democrática del Congo, como en Togo, y puede que en Gabón y Guinea Ecuatorial, los simples ciudadanos pierden toda esperanza” (Ndongo-Bidyogo, 2008). En frente de esta situación, Ndongo-Bidyogo indignado, se pregunta:

¿Estamos obligados los africanos a soportar eternamente miserias y tiranías? ¿En nombre de qué maldición bíblica o determinismo genético? 169

Page 170: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

[…] ¿Estamos condenados los africanos a sufrir en silencio a nuestros sátrapas, sin que se haga nada efectivo para poner coto a la miseria y al terror que provocan? (Ibid)

¿Qué solución sugiere Ndongo-Bidyogo? Además de despertar las consciencias, indica quién puede provocar la liberación de los pueblos africanos. Para él son los demócratas. “Pero no habrá solución mientras no se comprenda que la libertad y el progreso sólo llegarán de la mano de los demócratas africanos. Y para ello es necesario obligar a salir a los tiranos” (Ibid.). Todo el mundo o casi sabe que hay que hacer salir a los dictadores, la cuestión fundamental es “¿Cómo hacer salir a los tiranos”? (Ibid.). Para eso Ndongo-Bidyogo sugiere : “Si se produjese una complicidad entre africanos y occidentales, si los demócratas europeos y americanos se aunaran contra las dictaduras inhumanas de África, las cosas empezarían a cambiar” (Ibid). Para llegar a tal resultado, hay que concientizar a la gente, informándoles de lo que pasa realmente en África. Es lo que hace Ndongo-Bidyogo, a riesgo de su vida, denunciando los crímenes, las torturas y la miseria en la que se mantiene a las poblaciones.

Es difícil hablar de dictadura sin aludir al nepotismo. Ndongo-Bidyogo denuncia los efectos perversos de tal sistema. Habiendo sido nombrada, no por su capacidad sino por su relación familiar con el tirano, la gente no trabaja porque no solamente no tiene las competencias necesarias, sino también porque no ve la necesidad de hacer algún esfuerzo, ya que no sufrirá ninguna sanción. Lo único que se le pide, es que hable bien del tirano en cualquier ocasión y en cualquier lugar donde se encuentre. Los resultados son una administración que no funciona y, por consiguiente, una economía que no aporta nada al país, dejando a la población en la pobreza y el sufrimiento continuo.

Las relaciones con España

Las relaciones han sido siempre fluctuantes entre España y Guinea Ecuatorial. Desde la colonización hasta la independencia, fueron siempre relaciones muy tensas, con buenos y malos momentos. Ahora bien, como dice Ndongo-Bidyogo: “Una Guinea libre, estable y próspera debería ser la natural culminación de una descolonización fallida, un orgullo para la antigua potencia colonizadora, un ejemplo en nuestro continente” (2013). Sin embargo, en vez de eso, Guinea y sus dirigentes constituyen una vergüenza tanto para los guineanos como para España misma. Frente a todo lo que hace Obiang Nguema, España permanece

Camara Nahiyé León

170

Page 171: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

ElcompromisodeDonatoNdongo-Bidyogoconladignificacióndelafricano

callada e incluso acepta que sus ministros sean condecorados por Obiang Nguema: “Todos vimos cómo Obiang condecoraba al Ministro Miguel Ángel Moratinos en 2009” (Ibid). Ndongo-Bidyogo se pregunta cómo explicar el mutismo y la no-reacción de España, y acaba por decir:

España nunca ha sido respetada por los dirigentes de Malabo, porque descubrieron su servilismo, su poquedad, saben que desde Madrid jamás recibirán reprimenda alguna que pueda surtir efecto, hagan lo que hagan, al carecer de instrumentos y, lo que es peor, de objetivos claros y definidos. (2013).

¿Los intereses españoles en Guinea explicarían tal actitud por parte de España? Al parecer no encuentra una verdadera respuesta, pues sigue interrogándose: ¿Hay algo inconfesable que España tiene miedo que Obiang revele si España se mantiene crítica con la tiranía de Guinea? […] Me pregunto eso muchas veces en mis reflexiones, pero bueno, si hay algo, algún día se sabrá. Y, si no hay nada, simplemente se puede hablar de una irresponsabilidad por parte de algunos o de otros (Hendel, 2009).

En vez de mantener a los tiranos, la propuesta de Ndongo-Bidyogo es muy clara: “Europa debe dialogar con los pueblos, no con los tiranos” (2014). Pero para lograr eso, cree que España debe conocer mejor al guineoecuatoriano. Explica que lo que quiere el ciudadano guineano es vivir libre y feliz en su país como algunos africanos. Lo que pide la gente es simple: agua potable, electricidad, comida, libertad y una verdadera democracia. Para Ndongo-Bidyogo, hay que poner fin a la dictadura y permitir al guineoecuatoriano vivir como todo el mundo. Con eso, dice Ndongo-Bidyogo, la independencia tendría un sentido. Por ello lucha para despertar las conciencias: “Soy guineano donde esté, y trabajo y seguiré trabajando por la libertad y prosperidad de mi patria y de mis compatriotas, con las únicas armas que tengo, la palabra hablada y escrita. Cuando es justa, penetra más que las balas” (2013). Esto es el compromiso total por la causa de África: denunciar para despertar las conciencias. A pesar de dejar quizás voluntariamente muchas preguntas sin respuestas, las mismas preguntas son ya bastante elocuentes.

La emigración

Tanto en sus escritos como en sus entrevistas, Ndongo-Bidyogo denuncia la gravedad del fenómeno de la emigración. Para él, hay dos tipos de causas para explicarla: las causas políticas y las causas económicas. 171

Page 172: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

172

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

Ndongo-Bidyogo y sus compañeros de la “generación perdida”3 , sufren los efectos de la emigración debida a las causas políticas. Pues no están en Europa por placer o capricho. Por otra parte, hay que destacar el caso de la gran mayoría de los emigrantes, los clandestinos. Lo que les lleva a huir de sus países es la situación económica. Ndongo-Bidyogo lo resume así:

Los países occidentales ponen y sostienen y mantienen a los tiranos, a los dictadores africanos. Ellos nos meten, nos conservan en la miseria, porque no hay países africanos pobres, ni uno. Todos los países africanos son países riquísimos. Pero lo que pasa es que nos mantienen en la miseria. Y esa miseria hace que la gente de África huya de África (Hendel, 2009).

Todos, jóvenes muchachos y muchachas e incluso niños de unos quince años intentan venir a Europa, su “Edén”, esperando vivir mejor o simplemente vivir con dignidad. No vienen con la intención de instalarse sino forzados por la búsqueda de su pan cotidiano: “El africano espera encontrar en Europa el bienestar que no alcanza en su propia tierra”, afirma Ndongo-Bidyogo (Koné, 2013). Los que consiguen llegar al “Edén”, se dan cuenta de la realidad. Sin documentos legales, deben jugar al escondite con la policía. Y si tienen la suerte de ser contratados en algún trabajo, es para ser explotados porque son clandestinos. Eso lleva a nuestro autor, en la misma entrevista, a plantearse la pregunta: “¿Por qué tenemos que salir de África y pasar por estas dificultades hasta llegar aquí, donde tampoco encontramos la felicidad?” (Ibid). El emigrante debe soportarlo todo para alcanzar sus objetivos: ganar un poco de dinero para ayudar a sus parientes que cuentan con él y ahorrar dinero para volver a su país y emprender algún pequeño negocio. Esta emigración, verdadera sangría para África y amenaza para su futuro lleva a Ndongo-Bidyogo a preguntarse:

Porque son los emigrantes jóvenes en su inmensa mayoría, escapan las energías creativas, la fuerza vital con terribles consecuencias en el orden económico, moral, cultural y un larguísimo etcétera ¿No se puede parar esta sangría? ¿Podremos recuperarnos de tanto daño ? (Koné, 2013).

3 La “Generación Perdida « es la de los que habían empezado a escribir en los años 50 y 60, que con la independencia fueron obligados de dejar de escribir, e incluso mu-chos murieron como consecuencia de la vorágine represora que se apoderó del país después de marzo de 1969 (Onomo y Otabela, 2004, p. 23).

Camara Nahiyé León

Page 173: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

173

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

ElcompromisodeDonatoNdongo-Bidyogoconladignificacióndelafricano

Para la resolución de este problema Ndongo-Bidyogo hace una propuesta concreta: La única ayuda útil que necesita África, desde mi punto de vista, es que se creen en nuestros países las condiciones mínimas para que podamos vivir en ellos. Todo lo demás son paliativos solo destinados a tranquilizar las conciencias de los propios europeos, sin incidencia real ni en los índices de desarrollo ni en ningún otro baremo verdaderamente liberador. (2009b)

Estas denuncias y propuestas tienen como objetivo la sensibilización de la gente. Y comprometiéndose en eso, Ndongo-Bidyogo ayuda a todos los africanos porque, primero, lleva a los europeos a cambiar su mirada hacia los inmigrantes y, segundo, informa a los candidatos a la emigración clandestina de lo que les espera en el “Edén” tan deseado.

Tradición/Modernidad

Como Mohamadou Kane afirma, el concepto de tradición remite a la idea de los valores, del patrimonio cultural, de la transmisión y de la continuidad (cfr. 1982, p. 25); constituye un conjunto de factores de diferenciación con otros pueblos, pues nuestras tradiciones participan de nuestra africanidad. Por ello, comprendemos la razón por la cual este tema es tan importante para Ndongo-Bidyogo. Si una parte de la tradición africana se perdió a causa de la colonización que, juzgándola bárbara y primitiva, intentó reemplazarla por la suya, otra parte se pierde a causa de la ausencia de los jóvenes a quienes transmitirla en los pueblos. Por esta razón, Ndongo-Bidyogo recomienda que se salve y se conserve lo que puede ser salvado. No se cansa de repetirlo, África debe salvar sus costumbres para ofrecer al mundo algo, aunque según matiza que “El africano actual no tiene por qué vivir como su abuelo o bisabuelo” (Gautier, 2011).

En cuanto a la modernidad, Díaz Narbona y Rivas Flores dicen que es un nuevo sistema de creencias en el que “las verdades religiosas han sido sustituidas por lo racional, el progreso, el triunfo de la tecnología sobre la naturaleza y la mejora de la sociedad y la condición humana” (Díaz Narbona y Rivas Flores, 2007, p. 27). Negándose a entrar en el conflicto en el que se encaran modernistas y conservadores, para quienes la tradición y la modernidad se oponen, Ndongo-Bidyogo, propone simplemente ver los dos elementos de manera complementaria. Como buen pedagogo, propone una acción con tres etapas: primero,

Page 174: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

elegir en las tradiciones africanas las que son válidas para nuestras sociedades; segundo, hacer lo mismo con los aportes de la modernidad y, tercero, hacer una síntesis de las dos. Aunque reconoce que el trabajo no es fácil: “El dilema es qué aprovechar de la cultura moderna que tiene también aspectos perniciosos, y qué desechar de nuestras tradiciones” (Gautier, 2011). Para él, sólo con una buena síntesis, el africano tendrá una verdadera identidad, una personalidad propia. A propósito de la importancia de esta identidad, Ndongo-Bidyogo afirma: “Pero los actuales africanos necesitamos también tener nuestra propia personalidad, mostrar nuestra identidad. Pues no somos ni suecos, ni japoneses, ni mexicanos. Afirmar nuestra africanidad requiere conservar nuestros usos y costumbres” (Gautier, 2011). No deja de señalar los daños de la modernidad: “El egoísmo, el materialismo y tantos otros vicios se han enseñoreado de nuestras almas” (Gautier, 2011) y añade que el reajuste entre tradición y modernidad es algo continuo porque: “En mi opinión, toda tradición estática termina autoconsumiéndose, autoinmolándose, y ya no sirve al individuo como vehículo emocional a través del cual transita en la vida con seguridad.” (Zielina, 2000). La preservación de las tradiciones se ha vuelto una urgencia. Esta lucha de Ndongo-Bidyogo por nuestras tradiciones, verdadera tarea noble, responde a esta urgencia y denuncia al mismo tiempo su compromiso total con la identidad africana.

El compromiso literario

Sin rodeos, Ndongo-Bidyogo afirma el carácter comprometido de sus producciones: “[…] concibo la literatura como un instrumento de liberación, como una proposición de acción, como una actividad subversiva destinada a transformar las mentes” (2009). Como dice, la literatura es el arma de combate del escritor, es la razón por la cual debe producir algo, a la vez, bello y útil. Ndongo-Bidyogo escribe para provocar la reflexión sobre los problemas sociales. Por lo tanto, su escritura no es inocente, con ella, busca la mejora de las condiciones de vida tanto a nivel humano, cultural, económico como político; intenta provocar una toma de conciencia sobre los disfuncionamientos de la sociedad en todos los campos para suscitar su resolución: “la exigencia de nuestro tiempo es luchar por la libertad y el desarrollo” (2010).

Si uno forma parte de la sociedad, no se puede permitirse hablar de cosas fútiles cuando esa sociedad está en crisis. Guinea está en crisis desde su independencia. Frente a los múltiples asesinatos, las detenciones, la falta total de libertad, la gran pobreza de la población,

Camara Nahiyé León

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

174

Page 175: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Ndongo-Bidyogo no puede quedarse indiferente. Es el “griot” de los tiempos modernos, y tal como era el “Mbom Mvet”, es el testigo del tiempo presente, por consiguiente, el conservador y el transmisor del saber colectivo. Quiere romper con el discurso monolítico que reina en su país; para él, “No se puede disociar la creación literaria del medio en que se produce puesto que el escritor no está encerrado en una urna de cristal que le aísle del resto de los ciudadanos” (Ngom, 1992). Además, no escribe para divertir a la gente únicamente, escribe para despertar las conciencias con el objetivo de provocar la reflexión sobre los problemas abordados; como él mismo dice: “Escribimos para tratar de concienciar a la gente de nuestros propios problemas, de nuestras preocupaciones que han sido provocadas, si se me apuran, por los propios europeos” (Odartey-Wellington, 2006, p. 168). No escribe para juzgar a nadie, ni para solucionar los problemas; los evoca y deja a la gente reflexionar y encontrar respuestas.

Pero su compromiso no se limita sólo a la denuncia sino que invita a la acción y, aún más, se implica en ella. Sus entrevistas y conferencias por todo el mundo constituyen, en sí, una acción sumamente revolucionaria para lograr los cambios necesarios. A sus inicios, se interesó esencialmente por los problemas guineanos, pero muy pronto se encargó de los del continente africano también y de las relaciones entre éste con Europa. Sus preocupaciones son esencialmente la identidad del africano y el respeto de su dignidad.

Todos los problemas aludidos por Ndongo-Bidyogo focalizan la atención del lector y suscitan su reflexión, la cual es ya un comienzo de la acción. Por este discurso que se opone al discurso de los gobernantes, especialmente los de Guinea Ecuatorial, quiere romper con el discurso monolítico que prevalece en su país. “Y la única manera de romperlo, para que haya una verdadera pluralidad en la opinión de los guineanos, es hacer una literatura creíble y ésta, no solamente ahora sino también en el futuro, transforma y transformará esa realidad.” (Pérez, 2014). Pero el compromiso de Ndongo-Bidyogo no se limita a la única denuncia de la dictadura y de los efectos del neo-colonialismo. No solamente, invita a la acción para acabar con estos males, sino que se implica él mismo en ella. En 2004, asumiendo su responsabilidad, afirmaba:

Tenemos que limpiar la mala fama de corruptos, criminales y torturadores que tienen en el exterior de nuestro país. Hay que dignificar el estado guineano que nos representa a todos […] Tenemos la gente suficiente y preparada como para afrontar la reconstrucción de la caótica administración de la dictadura (2004).

ElcompromisodeDonatoNdongo-Bidyogoconladignificacióndelafricano

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

175

Page 176: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Nuestra hipótesis de trabajo era que, en vez de partir de su producción literaria, queríamos, a través del análisis de sus entrevistas y conferencias, descubrir la filosofía, el pensamiento. de Ndongo-Bidyogo. Además, la evolución de su pensamiento daba cuerpo a la ficción. Al término de nuestro análisis, debemos preguntarnos si hemos alcanzado, o no, nuestros objetivos. El análisis completo de nuestro corpus nos permitió ver el triple compromiso de Donato Ndongo-Bidyogo: compromiso literario, compromiso político y compromiso social. Es un hombre indignado como lo denuncia en el conjunto de sus actividades. Para él,

[…] al silenciar estas cosas se perpetúa la imagen del “negrito desvalido” que siempre está pidiendo, que no puede resolver los problemas de su propia vida y por eso tiene que depender siempre de la caridad de los demás, de los gobiernos europeos. Ya es hora de empezar a luchar contra esos tópicos (Caballero, 2015). Finalmente, pensamos haber puesto de relieve, al menos en parte, las ideas claves que no sólo han guiado su producción literaria, sino por las que ha sacrificado toda su vida. Para volver a una de nuestras ideas iniciales, podemos decir que comprendemos ahora las razones de la “locura” de Ndongo-Bidyogo. Sacrificó su vida, renunciando a la vida lujosa que le ofrecían, para mejor comprometerse con la búsqueda de la verdadera identidad africana y la dignidad del ser africano. Y en eso, constituye un ejemplo que imitar. Su constancia en sus ideas, su combate permanente, su firme voluntad de ver realizarse sus nobles ideales son un verdadero modelo. Por sus ideas, por su lucha, no habrá pasado más de 50 años en exilio inútilmente. Como los grandes personajes conocidos de este continente, él también habrá dejado una huella. Y, en el porvenir, al lado de personalidades como Nelson Mandela, Patrice Lumumba, Kwame N’krumah, Thomas Sankara, se deberá citar también a Francisco Donato Ndongo-Bidyogo Makina.

Camara Nahiyé León

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-175 ISSN: 2313-7290

176

Page 177: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Bibliografía

Caballero, Chema. (2015). El metro de Donato en el País. Recuperado de http://blogs.elpais.com/africa-no-es-un-pais/2015/01/el-metro-de-donato-ndongo.html

Díaz Narbona, Inmaculada y Rivas Flores, José Ignacio (Eds). (2007). Un nuevo modelo de mujeres africanas. El proyecto educativo colonial en el África occidental francesa. Madrid : Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

Gautier Carmona, Johari. (2011). Entrevista a Donato Ndongo Bidyogo. Recuperado de http://www.culturamas.es/blog/2011/07/20/un-viaje-a-la-literatura-africana/

_________________. (2015). Entrevista a Donato Ndongo Bidyogo. Recuperado de http://www.nuevatribuna.es/articulo/mundo/africano-no-emigra-placer-simple-aventurerismo/20150123180654111613.html

Hendel, Mischa G. (2009). Entrevista a Donato Ndongo-Bidyogo. Recuperado de http://www.storiemigranti.org/spip.php?article969

Koné, Ténon. (2013). Entrevista a Donato Ndongo Bidyogo. Recuperado de http://sitedugrenal.e-monsite.com/medias/files/entrevista-a-donato-ndongo-1.pdf

Kane, Mamadou. (1982). Roman africain et traditions. Dakar : Les Nouvelles Éditions Africaines.

Miampika, Landry-Wilfrid. (2000). Entrevista con Donato Ndongo-Bidyogo en Notre Librairie, 138-139, pp.20-26.

Naranjo, José. (2015). Revuelo en el club de los dictadores en El País. Recuperado de http://internacional.elpais.com/internacional/2015/08/04/actualidad/1438690434_960619.html

Ndongo-Bidyogo, Donato. (1998). Guineanos y españoles en la interacción colonial en España en Guinea. Construcción del desencuentro: 1778-1968, Toledo: Ediciones Sequitur, pp.107-217.

_________________. (2004). Entrevista a Donato Ndongo Bidyogo, Ministro de Exteriores y Portavoz del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio. Recuperado de http://www.guinea-ecuatorial.net/inicio.asp?cd=ni3627

_________________. (2008). África, el continente de los tiranosaurios. En el País (3 de julio). Recuperado de http://elpais.com/diario/2008/07/03/opinion/1215036013_850215.html

ElcompromisodeDonatoNdongo-Bidyogoconladignificacióndelafricano

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

177

Page 178: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

_________________. (2009). Escribo para comunicar. En Boletín de cultura Afrohispana, 11. Recuperado de http://www.afrocubaweb.com/antonioromero/boletinafrohispana11-2009.pdf

_________________. (2009a). Entrevista exclusiva para Imagen Afrohispana. En Boletín de cultura afrohispana, 11. Recuperado de http://www.afrocubaweb.com/antonioromero/boletinafrohispana11-2009.pdf

_________________. (2009b). ¿Por qué vinimos a Europa? en Diario de la Inmigración. (18 de marzo). Recuperado de http://www.angelfire.com/sk2/guineaecuatorial/europa.htm

_________________. (2010). África medio siglo de frustración. El País (30 de julio). Recuperado de http://elpais.com/diario/2010/07/30/opinion/1280440811_850215.htm

_________________. (2013). La UNED y “La Roja” en Guinea Ecuatorial, Conferencia de Donato Ndongo-Bidyogo. Recuperado de https://estudiosafrohispanicos.files.wordpress.com/2013/05/la-uned

_________________. (2014). Charla de Donato Ndongo en Antas en La voz de Almería (11 de abril). Recuperado de http://www.lavozdealmeria.es/vernoticia.asp?IdNoticia=58552&IdSeccion=5

Ngom, Mbare. (1992). Entrevista a Donato Ndongo-Bidyogo en Otabela, Joseph-Désiré y Onomo Abena, Sosthène (Eds). (2008). Entre estética y compromiso. La obra de Donato Ndongo-Bidyogo. Madrid : Universidad Nacional de Educación a Distancia. pp. 187-206.

Odartey-Wellington, Dorothey. (2006). Hacia una literatura nacional: entrevista a Donato Ndongo Bidyogo. En Afro-Hispanic Review, 25 (2), pp. 159-172. Recuperado de http://www.jstor.org/stable/23055340?seq=1#page_scan_tab_contents

Onomo Abena, Sosthène y Otabela-Mewolo, Joseph-Désiré (Eds). (2004). Literatura emergente en español. Literatura de Guinea Ecuatorial. Madrid : Ediciones del Orto.

Pérez, Alejandro de los Santos. (2014). Donato Ndongo : la literatura y la opresión. Recuperado de http://blogs.elpais.com/africa-no-es-un-pais/2014/05/donato-ndongo.html

Zielina Limonta, María. (2000). Donato Ndongo-Bidyogo, un escritor guineano y su obra. Entrevista en Afro-Hispanic Review, 19 (1). Recuperado de http://www.jstor.org/discover/10.2307/23054458?uid=3737952&uid=2134&uid=2&uid=70&

Sonja Stephenson Watson

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 161-174 ISSN: 2313-7290

178

Page 179: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

RESEÑAS

Page 180: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290
Page 181: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Michael Mann, Ineke Phaf-Rheinberger (eds.). Beyond the Line. Cultural Narratives of the Southern Oceans, Berlin: Neofelis Verlag UG, 2014, 271 pp.

It is a commonplace by now to say that many books, both academic and popular books, are often being limited by their disciplinary specialization, whether historical, anthropological, biological or otherwise. Beyond the Line. Cultural Narratives of the Southern Oceans seeks to go beyond such traditional disciplinary boundaries. However, the “Line” (with a capital) here refers to something very specific, as it is currently better known as the “Global South” (a term especially popular among politicians of the G8 and in the media), roughly defined as the Southern Oceans. The Line had a controversial past since it was first referred to in 1559 in the peace treaty of Cateau-Cambrésis, famously stating that “there is no peace beyond the Line”, triggering the debate between mare clausum and mare liberum. Since then the Line became progressively an imaginary border between an imperialist North and an increasingly dominated or colonized South – those regions vaguely referred to in the treaty as “beyond the line”. However, the drawing of the Line as an imaginary border has had broad and real consequences in the ways the South became known as an object of Western epistemologies and geo-politics, much in the way Edward Said defined the Orient as an imaginary construct of the West which benefited European imperial powers. As the editors point out in the introduction, in the early days “‘Beyond the line’ was never a legally fixed category, but a political instrument to enforce favorable conditions when negotiating treaties dealing with overseas maritime and territorial spaces.” (10). There was thus no clear-cut geographical line of demarcation until the eighteenth century, when “the line” became synonymous to the equator.

As the subtitle announces, Beyond the Line deals more specifically with the Southern Oceans, adding to a vast bibliography about the seas, and which continues to grow. While our fascination with the seas and exploration of its complexity has existed since the beginning of time, our perception of maritime spaces has changed dramatically over the past centuries. It does not come as a surprise then that in this new millennium books reconsidering our views of the seas do not at all lack of any interest, both on an academic and more popular level. Think about recent publications such as David Abulafia’s The Great Sea. A History of the Mediterranean (2011) and Lincoln Paine’s The Sea and Civilization: A Maritime History of the World (2013). Or, more specifically 181

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 181-179

ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 177-179 ISSN: 2313-7290

Page 182: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

dealing with the Indian Ocean, Robert D. Kaplan’s Monsoon. The Indian Ocean and the Future of American Power (2010); or Milo Kearney´s The Indian Ocean in World History (2004) and Edward A. Alpers’ (2013) homonymous book; or the countless books on the Silk Road published over the past decade; or yet specific revisions of the role of the Sea peoples and their impact, such as Eric Cline’s 1177 B.C.: The Year Civilization Collapsed (2014), which was recently nominated for the Pulitzer Prize.

Beyond the Line instead attempts to offer a truly trans-areal, transnational viewpoint, to which it adds a comparative perspective whereby more than the classical two terms (say A and B) are being compared. The terms of comparison are, in this case, not just two authors or narrative forms, but most often more than two complex cultural contexts. These contexts (usually African, Latin American, Caribbean or Asian) are usually labeled as “postcolonial” nowadays. It goes without saying that engaging in multi-directional comparative research is a challenging task, to say the least, especially when one pretends analyzing cultural forms in-depth. Interestingly, the book also widens the scope of a transatlantic perspective in cultural studies: while transatlantic studies became popular through works such as Paul Gilroy’s important study of the Black Atlantic, the editors of this book aim to go beyond the Atlantic as a new paradigmatic centre. Instead of being guided by criteria such as national and linguistic borders, the essays insist on the ways mobility has profoundly determined cultural forms: the book indeed constitutes an innovative proposal to take maritime routes crossing the Line as a culturally productive “contact zone” which gave birth to significant narratives: narratives that would, according to their fate, either be forgotten, wiped out or preserved. Slave trafficking, for instance, as the editors put it eloquently in the introduction, “is not just about the transport of a labor force from one place to another, but also implies the transfer of cult, culture, and creativity as well”. As such, Beyond the line follows a trend in the social sciences fostered by anthropologists such as James Clifford, whose work Routes: Travel and Translation in the Late 20th Century (1997) constituted a proposal for innovation in the field of anthropology, whereby the researcher becomes a traveler responding to multiple vectors in the complex activity of mapping cultural interactions.

The book’s structure is two-fold, each part consisting of four essays: the first section, “Studying the Ocean”, centers on life in and on the water, while the second section, “Narrating the Ocean”, deals with literary texts as a particular kind of narratives. This bipartite structure 182

Neofelis Verlag UG

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 177-179 ISSN: 2313-7290

Page 183: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

gives the book a coherent framework, and indeed all the contributions fit seamlessly within these two sections. While not explicitly subscribing to a postcolonial vocabulary, the book explicitly seeks to draw attention on largely ignored topics or groups, labeled as “subaltern”, a term borrowed from postcolonial theory. The first part of the book aims to revise established views on a wide range of topics where the Oceans are viewed as cultural “contact zones” determining the everyday life of pirates and buccaneers, soldiers and slaves. Two essays mainly deal with piracy and maritime violence. One essay, however, centers on life in the water, more specifically it tells the story of the discovery –or rather revises the official version– of the Coelacanth, according to the author potentially discovered in 1589 instead of 1938. The second part focuses on literature from a multi-areal comparative perspective. Two essays emphasize the concept of “imaginary”, arguing that a network of Indian Ocean imaginaries has been emerging. The scope of Indian Ocean Studies, the authors argue, has been too narrow, and studies of Indian-African writing should include South as well as East African literature. As elsewhere in the book, the call for an inter- or multidisciplinary approach is clear: in studying literature from the Southern Oceans, we can benefit from a combining different fields, such as Indian Ocean studies and ocean studies, besides other areas.

While some essays (in the second part) deals with contemporary literature, it would be nice, in future studies, to see more covering of the present day period, in order to see how the Line is in multi-various ways still engrained in Eurocentric thinking, as the editors stress in the introduction. Such reflection on how the “Global South” in the Twentieth-First century is essential, for the southern oceanic region is strongly being influenced by new political players strongly guided by geo-political interests. The Line is very much present, even though it is now drawn with different ink. To conclude, Ineke Phaf-Rheinberger and Michael Mann propose an original approach to the study of narratives from the Southern Oceans. The book is of interest to researchers in a number of fields, as it acts as an eye-opener to those suspicious of inter- and multidisciplinary research’s value. Indirectly it is also a firm proposal to engage in the mixing of theories and concepts, a process Francoise Lionnet aptly calls the creolisation of theory.

Kristian Van HaesendonckUinversidad de Lisboa 183

Michael Mann, Ineke Phaf-Rheinberger (eds.). Beyond the Line. Cultural Narratives of the Southern Oceans, Berlin

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 177-179 ISSN: 2313-7290

Page 184: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290
Page 185: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Enrique Dussel. Filosofía de la cultura y trans-modernidad. México: Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2015, 338 pp.

Enrique Domingo Dussel Ambrosini nació en 1934, en Mendoza, Argentina. Recién terminado sus estudios de licenciatura parte a Europa (1957), donde se doctoró en Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, posteriormente, luego de una estancia en Nazaret, se instala en Paris (1961-1967) donde se doctoró en Historia en la Sorbona. Dussel es profesor emérito de la UAM-I, donde cursos regularmente en la prestigiosa UNAM. También ha sido invitado como profesor a diversas universidades (por ejemplo: Frankfurt y Harvard), y es investigador emérito nivel III del Sistema Nacional de Investigación. Hoy en día es uno de los filósofos latinoamericanos más citado y traducido a lenguas extranjeras. Su obra completa asciende a más de cuarenta volúmenes y su particular modo de abordar la historia de la filosofía, polemizando y criticando a los filósofos europeos, no tiene precedentes. Su obra apunta hacia el diálogo global de los saberes.

La divulgación del pensamiento latinoamericano ha tomado fuerza estos años –y la cultura es uno de los aspectos que ha sido fundamental para ello–. En ese sentido Enrique Dussel ha aportado sobremanera con el diálogo intercultural, para que esto sea fecundo. El libro recién editado (2015) Filosofía de la cultura y trans-modernidad es muestra de ello, con una preocupación del autor a lo largo de más de cincuenta años de carrera académica por la cultura y por un concepto del cual es su autoría, la trans-modernidad.

El libro es una compilación de ensayos que hila finamente la cultura con la modernidad en particular (no exclusivamente) como aconteció en Latinoamérica. Luego de una extensa introducción, el libro está compuesto de siete ensayos. Que como hemos indicado, es el fruto de largos años de riguroso trabajo.

Los dos conceptos claves del primer ensayo “Transmodernidad e interculturalidad” acompañan toda la obra e, incluso, toda la producción general de Dussel. La trans “más allá de toda posibilidad” modernidad intenta ir “más allá” de la postmodernidad; que crítica la modernidad pero no su carácter eurocéntrico, que es lo que le interesa a nuestro autor. La interculturalidad que es el concepto fundamental para el diálogo mundial de saberes, de unas culturas con otras, ha sido uno los ejes de nuestro autor. 185

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 181-146

ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 181-182 ISSN: 2313-7290

Page 186: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Dussel como gran parte de pensadores latinoamericanos trata de situarse desde Latinoamérica y pensar desde allí, incluso buscando permanente el puesto de esta región en el mundo, no sólo desde una visión provinciana de eternas victimas, sino deshilvanando las contradicciones de la modernidad.

Otro concepto que cruza todo el texto es el de liberación. Dussel forma parte junto a otra pléyade de pensadores de lo que se dio a conocer a inicios de la década del setenta como Filosofía de la Liberación. En estos largos años de trabajo a mantenido la liberación como fuente de sus ideas, produciendo así una Ética y una Política de la liberación, resaltando así una cultura popular, y una estética de la liberación que cobra sentido en la praxis misma de los pueblos y sus gentes oprimida, desde la del “Otro”.

Este libro es recomendable porque a lo largo de sus ensayos Dussel va tratando temas diversos que son constantes en toda su obra, y es una lectura oportuna para enterarse de la producción de uno de los pensadores latinoamericanos más importantes en vida. Es uno de los autores que ineludiblemente hay que conocer en el siglo XXI.

Abdiel Rodríguez Reyes Universidad de Panamá

Enrique Dussel

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 181-182 ISSN: 2313-7290

186

Page 187: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-185 ISSN: 2313-7290

187

Sergio Ramírez. Un espejo roto. Antología del nuevo cuento de Centroamérica y República Dominicana. Tegucigalpa: Grupo de Editoriales Independientes de Centroamérica (GEICA) y el Goethe Institut-México. 2014. 276 pp.

Un espejo roto. Antología del nuevo cuento de Centroamérica y República Dominicana, viene a sumarse a otras antologías de cuentos centroamericano -Puertos Abiertos. Antología del Cuento Centroamericano. Edición de Sergio Ramírez México: Fondo de Cultura Económica, 2001; Pequeñas resistencias 2: antología del cuento centroamericano contemporáneo. Edición de Enrique Jaramillo Levi. Madrid: Páginas de Espuma, 2003; Los centroamericanos. Edición de José Mejía. Guatemala: Alfaguara, 2002 y Tiempo de narrar. Edición de Francisco Alejandro Méndez. Guatemala: Editorial Piedra, 2007- publicadas en la primera década del siglo con mayor o menor fortuna, pero cobra particular relevancia por varias razones.

Se gestó como iniciativa tras “Centroamérica cuenta”, el primer encuentro centroamericano de narradores celebrado en el 2013 en la ciudad nicaragüense de Managua, convocado por el escritor Sergio Ramírez y Carátula, revista cultural centroamericana. Coordinada y prologada por tanto por el propio Sergio Ramírez, acoge a jóvenes cuentistas de los seis países de Centroamérica, independientemente del país en que residan, ordenados por estricto orden geográfico, y de la República Dominicana, por su afinidad lingüística y cultural con la región. Cuatro cuentos por país, a excepción de El Salvador, que son solo tres; cantidad que fue la premisa numérica de la que partió el compilador, y que, después, aumentó.

La mayor parte de los cuentistas que la integran han nacido a partir de 1970, otro de los presupuestos de que arrancó el compilador, solo en tres casos, como excepción, a partir de 1964: Mauricio Orellana Suárez (1965) de El Salvador; Jessica Clark Cohen (1969) de Costa Rica; y Juan Dicent (1969) de República Dominicana. Si la funcionalidad de la misma es otorgarles a los autores la visibilidad que le es negada en sus países originarios, nombrarlos en aras de individualizarlos parece oportuno: Guatemala: Eduardo Halfon, Maurice Echeverría, Denise Phé-Funchal, Javier Payeras; El Salvador: Mauricio Orellana Suárez, Vanessa Núñez Handal, Alberto Pocasangre; Honduras: Jessica Sánchez, Kalton Harold Bruhl, Gustavo Campos, José Manuel Torres

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 183-185

ISSN: 2313-7290

Page 188: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Sergio Ramírez

188

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-185 ISSN: 2313-7290

Funes; Nicaragua: María del Carmen Pérez Cuadra, Berman Bans, Ulises Juárez Polanco, Roberto Carlos Pérez; Costa Rica: Jessica Clark Cohen, Guillermo Barquero, Warren Ulloa, Carla Pravisani; Panama: Carlos Oriel Wynter Melo, Melanie Taylor, Lili Mendoza, Lucy Cristina Chau; and Dominican Republic: Juan Dicent, Rey Andújar, Frank Báez, Rita Indiana Hernández. Su presentación se llevó a cabo el 25 de agosto durante la celebración de la Feria Internacional del Libro de Costa Rica.

Si bien la temática se formuló en la convocatoria como libre, necesariamente presidida por una indiscutible calidad literaria, la selección final se hizo en base a textos que retrataran la realidad cotidiana de Centroamérica en toda su compleja extensión. Vemos desfilar por los relatos la migración, el narcotráfico, la inseguridad ciudadana, la corrupción política a diferentes grados y a todos los niveles, el crimen organizado, el lavado de dinero, la pobreza endémica confrontada con la abundancia obscena, la violencia feroz asolando todos los ámbitos de la cotidianidad, la prostitución, el abuso infantil, la devastación del espacio urbano, las contradicciones entre tradición y modernidad, y las controvertidas relaciones entre los distintos países de la región. El conjunto de las historias traza el mapa descarnado de la Centroamérica del siglo XXI.

La mayoría de los cuentos pone de manifiesto individualidades creativas con voz y estilo propio, con conocimiento del manejo técnico de la composición del relato, y en conjunto cumplen el criterio de calidad, no en vano todos ellos ya han sido publicados en antologías, revistas, e incluso en colecciones de cuentos individuales, si bien descuellan los del guatemalteco Halfon, y del Hondureno Gustavo Ocampo, a nuestro juicio. Y si hubiéramos de ponerle un pero a este trabajo, sería que hubiera resultado útil que en la nota biográfica de los autores que encabeza los cuentos, al mencionar los libros publicados hasta el momento por cada uno de ellos se hubiese añadido el nombre de las editoriales, y no solo los países en que éstas aparecieron; solo se hace en uno de los casos, el de la escritora costarricense Carla Pravisani. Se trata en todo caso de un detalle menor que no ensombrece su aportación.

Pero el mayor acierto de la antología radica, a nuestro juicio, en que se les haya preguntado a los autores antologados qué implica escribir en/desde Centroamérica; respuestas que encontramos a renglón seguido de cada uno de los relatos, en tonos y talantes diversos, pero que reinciden en parámetros comunes: la condena a la casi absoluta

Page 189: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

189

Un espejo roto. Antología del nuevo cuento de Centroamérica y República Dominicana. Tegucigalpa: Grupo de Editoriales Independientes de Centroamérica (GEICA)

y el Goethe Institut-México. 2014. 276 pp.

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-185 ISSN: 2313-7290

invisibilidad debido a limitaciones materiales que les impide el acceso a los mercados internacionales, la propia ausencia de mercados editoriales nacionales, la falta de distribución entre países del área, factores todos que convierten a la creación en un ejercicio de compromiso y resistencia personal antes una realidad perturbada y fagocitadora en la que el silencio no es una opción. Este conjunto de reflexiones cartografían la incierta situación del escritor centroamericano, y otorgan a la propuesta un sesgo, además de estético, ético, que pone de relieve que ser escritor en Centroamérica es una labor de riesgo continuado por ineludible.

Que Un espejo roto se haya editado casi de inmediato al alemán –fue presentada en la Feria del Libro de Frankfurt bajo el título Entre sur y norte. Nuevos narradores de Centroamérica (Zwischebn Süd und Nord. Neue Erzähler aus Mittelamerika). Zurich: Editorial Unionsverlag– le augura una merecida distribución. Tal vez se haya roto el conjuro y estemos ante el primer paso hacia un nuevo tiempo.

Ánxela Romero-Asvaldsson

University of Liverpool

Page 190: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290
Page 191: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2014, 186-187 ISSN: 2313-7290

Andrés Oppenheimer. Crear o Morir: la esperanza de América Latina y las cinco claves de la INNOVACIÓN. México: Grupo Editorial, 2014.

Andrés Oppenheimer, periodista argentino de investigación, de una dilatada y reconocida trayectoria, columnista en: “The Miami Herald”, conductor del programa: “Oppenheimer Presenta” por CNN en Español, y autor de siete best-sellers, nos presenta un trabajo de investigación periodística, revelador, actual y pertinente con las exigencias de cambio que enfrentan los sistemas de educación superior. Crear o Morir: la esperanza de América Latina y las cinco claves de la INNOVACIÓN, en el cual utiliza magistralmente su experiencia como entrevistador, para obtener y contrastar información relevante de los innovadores que están en la vanguardia en América Latina y el resto del mundo. La estructura del libro está conformada por diez capítulos, el capítulo uno es introductorio en donde expone las características distintivas del ambiente innovador y el mundo “que se viene”. Con una selección precisa, ilustra la innovación desde la perspectiva de las personas comunes, empresas, parques científicos y tecnológicos, ciudades y países. Los siguientes 8 capítulos presentan las entrevistas realizadas a innovadores de distintas partes del mundo, personas que han construido su historia de éxito sin miedo al fracaso y saliendo de su zona de “confort”. En el último capítulo, Oppenheimer concluye puntualizando, según su criterio, los cinco secretos de la innovación: 1-crear la cultura de la innovación, basado en premiar al innovador y admirar al emprendedor; 2- fomentar la educación de la innovación; 3- derogar leyes que matan la innovación; 4- estimular la inversión en innovación y globalizar la innovación. Oppenheimer es un investigador obsesivo por comparar la realidad de América Latina en su economía, educación, investigación e innovación con sociedades de otras latitudes. El trabajo investigativo es amplio, argumentativo y sustentado en una gran cantidad de citas. Oppenheimer es catalogado en el mundo intelectual, como un periodista de una marcada tendencia derechista, es conocida su posición de que las universidades latinoamericanas deben graduar más ingenieros que profesionales de las ciencias humanas, además considera que esos sistemas educativos son un fracaso, si los profesionales que forman, no tienen la capacidad de crear riqueza o servir al sistema económico capitalista. Sin embargo, historias como la del joven mexicano Jordi Muñoz, fabricante de drones y sin educación universitaria (cap. 3), surge como un ejemplo contradictorio a la visión del autor.

191

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 186-187

ISSN: 2313-7290

Page 192: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

El autor expone a través de las historias de los innovadores, que la innovación no solo tiene como objetivo final, la elaboración de un producto para la comercialización y ganancia de dinero, sino que cumple una función social a través de sus distintos tipos: innovación culinaria, tecnológica, médica, educativa, social, incremental, disruptiva y paradigmática. En ese sentido, Rafael Yuste, científico español, ilustra el cambio de paradigma en el trabajo científico, expresa que “cada vez tendrá menos sentido que los científicos trabajen en departamentos de fisiología, farmacología, neurología, etcétera, porque todas esas son barreras artificiales” (pág. 157).En términos generales, considero que Crear o Morir es un libro de referencia para la discusión y análisis en los círculos académicos, intelectuales, políticos y sociales, aunque careció de una parte en donde Oppenheimer investigará y expusiera historias de éxito en la innovación gubernamental, que haya generado cambios positivos en la administración pública en América Latina, tan cuestionada por los múltiples vicios, como la corrupción, tráfico de influencias, uso de información privilegiada, nepotismo, entre otros.

Heriberto Franco Unachi (Universidad Autónoma de

Chiriquí)

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2014, 186-187 ISSN: 2313-7290

192

Andrés Oppenheimer

Page 193: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

ANEXO

Page 194: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290
Page 195: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Normativa para la publicaciónConvivencia

(América Latina, el Caribe y el Mundo)directrices para autores/as

1. Convivencia (América Latina, el Caribe y el Mundo) publica artículos, ensayos y reseñas originales y/o inéditos en español e inglés. El artículo presentado deberá ser sometido exclusivamente a la Comisión Editorial de Convivencia.

2. Convivencia es una publicación sin fines de lucro. Las autoras y autores de los artículos, ensayos y reseñas renuncian expresamente al cobro por concepto de derechos patrimoniales y autorizan a Convivencia a difundir su artículo por medios impresos y digitales. Para estos efectos deberán presentar una carta de cesión de derechos que contenga la firma del autor al correo electrónico de la revista (se recomienda escanear un documento físico que contenga la firma y hacer el envío del archivo en pdf) o puede ser presentada en físico a nuestra dirección postal. Ver ejemplo Anexo I.

3. Los artículos y ensayos enviados a Convivencia, serán sometidos a un proceso editorial desarrollado en varias fases. En primer lugar, el director y el editor harán una evaluación preliminar de los originales recibidos para determinar la pertinencia de la publicación. Los artículos aceptados en primera instancia, serán sometidos al juicio de una o varias personas dictaminadoras externas, quienes no conocerán el nombre del autor o autora. El nombre de la persona dictaminadora se mantendrá en el anonimato.

4. Las reseñas enviadas serán evaluadas por la Comisión Editorial. Las temáticas de los libros reseñados deben estar relacionadas con el espíritu y el tema de la revista para cada número. Las reseñas deben presentar la estructura del libro e incluir una breve descripción de cada capítulo (o sección). Asimismo, se debe agregar un comentario crítico sobre la tesis principal del libro. El uso de citas en esta sección dependerá del criterio del autor, en caso de incluirlas, las mismas deben citarse de acuerdo a las Normas de Publicación de la revista e incluir las Referencias en un apartado al final del texto. Su extensión será de no más de tres páginas. Este tipo de colaboración no requiere resumen ni palabras clave.

5. Los posibles resultados del dictamen o la evaluación serán: a) publicar sin cambios; b) aprobado para publicar cuando se realicen correcciones menores; c) puede ser publicado una vez que se

195

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-199 ISSN: 2313-7290

ConvivenciaAño 2, N°2, 2015, 190-199

ISSN: 2313-7290

Page 196: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

realice revisión de fondo; d) no será publicado por no reunir los requerimientos de contenido de la revista. Si el dictamen del artículo recomienda algunas correcciones o revisiones, el autor o autora tendrá veinte días para realizarlas.

6. La decisión última para la publicación o rechazo de un artículo corresponde a la Comisión Editorial de la revista, la cual considerará, sin que sea obligatoria, la opinión de la persona dictaminadora. La Comisión se reserva la posibilidad de realizar cambios formales que contribuyan a mejorar la lectura de los trabajos.

7. De cada artículo o ensayo, el autor(a) enviará una versión electrónica al correo de Convivencia [email protected] y deberá ser dirigido a la Comisión Editorial de Convivencia (América Latina, el Caribe y el Mundo). El original del texto debe estar en formato Word o Open Office Writter.

8. El artículo deberá ser acompañado por los datos de la autora o autor, indicando: nacionalidad, títulos o grados académicos y el centro de educación superior que los otorgó, cargos que ocupa en la actualidad y los más importantes ocupados con anterioridad, dirección postal, número telefónico y correo electrónico. Estos datos serán incluidos en un archivo aparte.

9. Los artículos o ensayos deben ajustarse a las siguientes características formales: 9.1 No sobrepasar 30 páginas tamaño carta a espacio y medio. Se presentarán con tipo de letra Times New Roman en 12 puntos y en su redacción definitiva. Se recomienda una revisión filológica (ortografía, sintaxis, estilo, consistencia interna), para evitar el rechazo por este motivo. 9.2. El título deberá ser presentado en minúsculas. Después del título del artículo debe aparecer el nombre del autor, autora o autores/as. 9.3. A continuación, el artículo debe incluir un resumen tanto en español y su equivalente en inglés de no más de 150 palabras, el cual debe ir precedido por la palabra “Resumen” y “Abstract”. Los resúmenes constarán de varias partes, dependiendo de si se trate de un ensayo o un artículo científico. Todas estas partes deberán ser incluidas en un solo párrafo. En el caso de un ENSAYO deberá incluir en un mismo párrafo:

MotivaciónProposición o idea que se desea probar.Desarrollo de los puntos propuestos.Recapitulación o conclusión.En el caso de un ARTÍCULO CIENTÍFICO

196

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-199 ISSN: 2313-7290

Page 197: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Propósito: los objetivos más importantes, o las motivaciones para escribir el artículo, aunque estos se puedan deducir del título u otra parte del resumen.Metodología: Se describen las técnicas o procedimientos solo en el grado necesario para su comprensión. Descripción de las fuentes y su manipulación.Resultados de la investigación: Implicaciones de los resultados y especialmente cómo estos se relacionan con el propósito de la investigación.

9.4 Se deberán anexar cinco palabras clave, separadas por punto y coma, en español y su equivalente en inglés, precedidas por las palabras: “Palabras clave” y “Keywords” , respectivamente. Estas deberán ir después del resumen en el respectivo idioma. 9.5 Los títulos de las partes, secciones y subsecciones serán en minúsculas no deberán cerrar con punto. Debe dejarse un espacio entre la línea de los títulos y el párrafo siguiente. 9.6 Los artículos con gráficos, cuadros, mapas e ilustraciones deberán incluir la respectiva fuente o indicar que se trata de una elaboración propia, asimismo, deberán enviarse en formato de imagen y tener una resolución de entre 200 y 300 dpi (puntos por pulgada), en formato JPEG o similar, se requiere que se adjunten en un archivo aparte, y en el artículo deberá ser clara la ubicación de cada imagen. Los títulos de las imágenes deberán ir en minúscula y en negrita. 9.7. De ser necesarias las aclaraciones o comentarios sobre el 9.7 texto, se incluirán en notas a pie de página. En el texto, el número que remite a la nota debe aparecer antes de cualquier signo de puntuación. 9.8 Las citas bibliográficas con menos de 40 palabras deben estar integradas dentro del texto. Si exceden ese número, deben estar en párrafo aparte en interlineado uno. En ambos casos debe incluirse el apellido del autor, la fecha de edición y el número de página correspondiente antecedido por “p.” entre paréntesis. Por ejemplo: (Vargas Llosa, 2010, p. 72).

9.8.1 Si la cita viene en idioma diferente al de la escritura del artículo, deberá presentarse una traducción, la cual deberá ser incluida entre corchetes y seguida de la cita en el idioma original. 9.8.2 En caso de incluir citas provenientes de fuentes secundarias, debe indicarse el nombre del autor(a) y la fuente de donde se toma la cita. Por ejemplo: (Rodríguez, 1840 citado por Camacho, 2011, p. 58). 9.8.3 En caso de que no se cuente con el nombre del autor, se coloca el título del trabajo en el lugar que corresponde al nombre el autor. Por ejemplo: Código General de Costa Rica de 1841.

197

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-199 ISSN: 2313-7290

Page 198: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

(1858). Nueva York: Imprenta de Wynkoop, Hallenbeck y Thomas.9.9 Las referencias de la revista se elaboran de acuerdo a las normas de citación de la APA (sexta edición en inglés, tercera en español), para lo cual se puede hacer uso de las siguientes indicaciones:Formas básicas para libros completosApellidos, nombre del autor. (Año). Título (en letra itálica). Ciudad: Editorial.Apellidos, nombre del autor. (Año). Título (en letra itálica). Recuperado de http://www.xxxxxx.xxxApellidos, nombre del autor. (Año). Título (en letra itálica). doi: xx.xxxxxxxxEjemplos:Herrera, Fernando. (2007). Intruso en casa propia: Joaquín García Monge. Su biografía. San José:Editorial de la Universidad de Costa Rica.Busing López, Ilse. (2004). Cuando las paredes hablan: El grafiti de San Lucas. Recuperado dehttp://www.ciicla.ucr.ac.cr/index.php?option=com_docman&task=cat_view&gid=33&Itemid=15Quesada Soto, Álvaro. (2002). Uno y los otros: Identidad y literatura en Costa Rica. 1890-1940.doi: 34.67563422Libros con dos o más autoresApellidos, Nombre del autor; Apellidos, Nombre del autor. y Apellidos, Nombre del autor. (Año).Título (en letra itálica). Ciudad: Editorial.Ejemplo:Echandi, Enrique (dibujos); Molina Jiménez, Iván y Zavaleta Ochoa, Eugenia (Eds). (2002).Instantes de lo cotidiano. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica.Libro de autor corporativoAutor corporativo. (Año). Título (en letra itálica). Ciudad: Editorial.Ejemplo:Museos del 2002: constructores de nuevos horizontes. (2005). Museos del 2002. San José: Editorialde la Universidad de Costa Rica.Libro editado o compiladoApellidos, Nombre del compilador(es) o editor(es). La abreviatura (Ed.) o (Eds.). (Año). Título (en letra itálica). Ciudad: Editorial.Ejemplo:

198

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-199 ISSN: 2313-7290

Page 199: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Cortez, Beatriz; Ortiz Wallner, Alexandra; y Ríos Quesada, Verónica. (Eds.). (2012). Hacia una Historia de las Literaturas Centroamericanas. (Per)Versiones de la modernidad. Literaturas, identidades y desplazamientos. Guatemala: F&G.Un capítulo o artículo en un libro editado Apellidos, Nombre del autor. (Año). Título del capítulo o artículo. La palabra “En” Nombre y apellidos del compilador(es) o editor(es). La abreviatura (Ed.) o (Eds.). Título del libro (en letra itálica). Ciudad: Editorial.Ejemplo:Herrera, Bernal. (2009). Modernidad y modernización literaria en Centroamérica. En Grinberg Pla, Valeria y Roque Valdovinos, Ricardo. (Eds.). Hacia una historia de las literaturas centroamericanas. Tensiones de la modernidad: del modernismo al realismo. Guatemala: F&G.TesisApellidos, Nombre del autor. (Año). Título (en letra itálica). Tipo de tesis, Universidad, Ciudad.País.Ejemplo:Payne Iglesias, Elizet. (2005). El puerto de Truxillo: espacio, economía y sociedad, 1780-1870.Tesis de Doctorado en Historia, Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica.ConferenciaApellidos, Nombre del autor. (Año). Título. La palabra “En” Titulo del congreso o coloquio (en letra itálica). La palabra “En” donde se dictó la conferencia, fecha y entre paréntesis los números de página de las memorias del congreso en que aparece la conferencia. Ciudad, País: Institución que organizó el congreso.Ejemplo:Caamaño, María. (1997). Construcción de la figura femenina. En La tejedora de palabras, relato de Rima de Vallbona. Circe, bruja y monstruo. En Congreso Costarricense de Filología, Lingüística y Literatura, 22-24 de octubre 1997 (139-145). San José, Costa Rica: Universidad de Costa Rica.Artículo de revista científica versión impresaApellidos, Nombre del autor. (año de publicación). Título del artículo. Título de la revista (en letra itálica), volumen (número de la edición), número de las páginas.Ejemplo:

199

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-199 ISSN: 2313-7290

Page 200: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Acuña León, María de los Ángeles. (2011). Mestizaje, concubinato e ilegitimidad en la provincia de Costa Rica, 1690-1821. Cuadernos Inter.c.a.mbio sobre Centroamérica y el Caribe, 8 (9), 125-144.Artículo de revista científica versión electrónicaApellidos, Nombre del autor. (año de publicación). Título del artículo. Título de la revista (en letra itálica), volumen (número de la edición), número de las páginas.Ejemplo:Alvarenga, Patricia. (2011). El futuro y la lectura del pasado. Historias dignas de naciones dignas.Cuadernos Inter.c.a.mbio sobre Centroamérica y el Caribe, 8, (9), 9-12.Artículo de revista científica en base de datos con subscripciónApellidos, Nombre del autor. (año de publicación). Título del artículo. Título de la revista (en letra itálica), volumen (número de la edición), número de las páginas, Recuperado el (fecha de acceso), de (nombre de la base de datos).Ejemplo:Cárdenas, Eduardo. (2007). La supuesta provisionalidad de unos paisajes insólitos. Arquitectura Y Urbanismo. Recuperado el 6 de junio, 2012, de la base de datos EBSCOhost: Academic Search Complete.Artículo en una revista científica exclusiva de InternetApellidos, nombre del Autor. (Año). Título del artículo. Título de la revista (en letra itálica), volumen (número de la edición), número de páginas o alguna otra indicación sobre la extensión del documento en caso de que exista. Recuperado el (fecha de acceso), de (URL) Ejemplo:Quesada Soto, Álvaro. (2001). Historia y narrativa en Costa Rica (1965-1999). Istmo. Revista virtual de estudios literarios y culturales centroamericanos, (1). Recuperado el 17 de julio, 2012, de http://istmo.denison.edu/n01/articulos/alvaro_quesada_soto.htmlArtículo de periódicoApellido, Nombre del autor. (Año de publicación, mes y día). Título del artículo. Título delperiódico (en letra itálica), sección, p. (o pp.).Ejemplo:Chacón, Vinicio. (2012, 6 de junio). Instituto Nacional de la Música celebra sus 40 años. Semanario Universidad, Cultura, p. 14.Artículo de periódico sin autorTítulo del artículo. (Año de publicación, día y mes). Título del

200

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-199 ISSN: 2313-7290

Page 201: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

periódico (en letra itálica), sección, p. (o pp.).Ejemplo:Coyunturas no previstas incidieron (2012, 6 de junio). Semanario Universidad, País, p. 7.Artículo de periódico digitalApellido, Nombre del autor. (Año de publicación, mes y día). Título del artículo. Título delperiódico (en letra itálica). Recuperado el (fecha de acceso), de (URL)Ejemplo:Corcoba Herrera, Víctor. (2012, 4 de Junio). Nuestro futuro por mar y aire. ElPaís.cr. Recuperado junio 6, 2012 de http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/3/68058.Película (Video/DVD)Apellido, Nombre del director(es) o productor(es). (Productor/Director). (Año). Titulo (en letra itálica). [Video]. País: Estudio.Ejemplo:Rodríguez, Marcos y Méndez, Zuiri. (Directores). (2012). Ditsöwö Tsirík: El camino de la semilla.[Video]. Costa Rica: Sistema Universitario de Televisión.Páginas webNombre del responsable. (Año). Titulo (en letra itálica). Recuperado el (fecha de acceso), de (URL) Ejemplo:Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericanas. (2012). CIICLA. Recuperado 6 de Junio, 2008, de http://www.ciicla.ucr.ac.cr/Comunicación personal y entrevistasLa información proveniente de comunicación personal no es recuperable, por lo que no se pone en la lista de referencias y la indicación se hace dentro del texto, pero si la entrevista se encuentra grabada, transcrita o publicada use el formato de referencia indicado arriba según el soporte de la entrevista (video, libro, revista, etc.). La oración que contiene la información de la comunicación personal entre comillas (Nombre. Apellido del informante, comunicación personal, fecha).Ejemplo:Pérez declaró recientemente que “Juan era un hombre ameno, agradable, buen comunicador y chistoso” (Pedro Pérez, comunicación personal, 1 de julio de 2008).Fuentes documentales

201

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-199 ISSN: 2313-7290

Page 202: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

La letra “v” se utilizará para indicar que se cita la parte de atrás de la hoja que sirve como soporte al documento.Nombre de la institución, sigla. (año). Título del documento (en caso de tenerlo). Fondo, subfondo, serie (en cursiva), Signatura. Folios. País.Ejemplos:Archivo General de Indias, AGI. (1812). Francisco Arango, Consejo de Indias Siglos XVI–XIX, Sala de Gobierno. Ultramar, 128, fol 10. España.Archivo Nacional de Costa Rica, ANCR. (1632). Protocolos Coloniales de Cartago, 804, fol 40v. Costa Rica.• Referencia dentro del texto:Título del documento (en caso de tenerlo), sigla de la institución, el año, Fondo, subfondo, serie, signatura, folios.Ejemplos:(Francisco Arango, AGI, 1812, Sala de Gobierno. Ultramar, 128, fol.10).(ANCR, 1632, Protocolos Coloniales de Cartago, 804, fol 40v).Documentos impresosApellidos, nombre del autor. (Año). Título del documento (en caso de tenerlo). Título de lacolección volumen. (en letra itálica). Sigla. Ciudad: Editorial.Fernández, León. (1883). Colección de documentos para la historia de Costa Rica vol 1. CDHCR. San José: Imprenta Nacional. •Referencia dentro del texto:(Título del documento (en caso de tenerlo), Sigla, Vol. páginas)(CDHCR, vol 1, p. 63)ConsultasTeléfono (507) 523-5309Correo: [email protected]ón:Convivencia (sobre América Latina, el Caribe y el Mundo)Universidad de PanamáApartado 3366Panamá 4, PanamáAnexo ILugar, fecha: _____________Director Dr. Filiberto MoralesEditor Dr. Luis Pulido RitterConvivenciaVicerrectoría de Investigación y Postgrado

202

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-199 ISSN: 2313-7290

Page 203: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

Doctorado en Humanidades y Ciencias SocialesUniversidad de PanamáEstimados señoresAdjunto a la presente encontrarán el artículo titulado _________________, el cual remito a ustedescon el fin de que sea considerado para su publicación en Convivencia para lo cual declaro:PRIMERO: que soy AUTOR/A del artículo cuyo título se cita arriba.SEGUNDO: que autorizo a Convivencia, para que sin cobro alguno de mi parte por concepto dederechos de autor, edición o de cualquier otro derecho relacionado, de conformidad con la legislación vigente en Panamá, sea publicado por los medios que la Comisión Editorial determine: impresos, digitales, electrónicos u otro tipo de tecnologías.TERCERO: declaro que este artículo ha sido sometido exclusivamente a la Comisión Editorial deConvivencia.Atentamente,Nombre, firma del autor o autora y Número de cédula de identidad o pasaporte Lista de comprobación para la preparación de envíos Como parte del proceso de envío, los autores/as están obligados a comprobar que su envío cumpla todos los elementos que se muestran a continuación. Se devolverán a los autores/as aquellos envíos que no cumplan estas directrices.1. La petición no ha sido publicada previamente, ni se ha

presentado a otra revista (o se ha proporcionado una explicación en Comentarios al editor).

2. El fichero enviado está en formato OpenOffice, Microsoft Word.3. Se han añadido direcciones web para las referencias donde ha

sido posible.4. El texto tiene interlineado espacio y medio; el tamaño de fuente

Times New Roman de 12 puntos; se usa cursiva en vez de subrayado (exceptuando las direcciones URL).

5. Los artículos con gráficos, cuadros, mapas e ilustraciones deberán incluir la respectiva fuente. Deberán adjuntarse en un archivo aparte y en el artículo deberá haber clara indicación del lugar de cada imagen.

6. El texto cumple con los requisitos bibliográficos y de estilo indicados en las Normas para autoras/es, que se pueden encontrar en Acerca de la revista.

203

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-199 ISSN: 2313-7290

Page 204: Convivencia - consulta.up.ac.paconsulta.up.ac.pa/ftp/2010/v_postgrado/publicaciones/Convivencia/... · 3 Convivencia Publicación Anual, año 2, N°2, Noviembre 2015 ISSN: 2313-7290

7. Si esta enviando a una sección de la revista que se revisa por pares, tiene que asegurase que las instrucciones en Asegurando de una revisión a ciegas) han sido seguidas.

Aviso de derechos de autor/aLos autores/as que publiquen en esta revista aceptan las siguientes condiciones:• Los autores/as conservan los derechos de autor y ceden a la revista

el derecho de la primera publicación, con el trabajo registrado bajo la licencia de atribución de Creative Commons, que permite a terceros utilizar lo publicado siempre que mencionen la autoría del trabajo y a la primera publicación en esta revista.

• Los autores/as pueden realizar otros acuerdos contractuales independientes y adicionales para la distribución no exclusiva de la versión del artículo publicado en esta revista (p. ej., incluirlo en un repositorio institucional o publicarlo en un libro) siempre que indiquen claramente que el trabajo se publicó por primera vez en esta revista.

Declaración de privacidad• Los nombres y direcciones de correo electrónicos introducidos en

Convivencia se usarán exclusivamente para los fines declarados por esta revista y no estarán disponibles para ningún otro propósito u otra persona.

• Convivencia (América Latina, el Caribe y el Mundo) ISSN: 2313 7290 Universidad de Panamá, Vicerrectoría en Investigación y Postgrado y Doctorado en Humanidades y Ciencias Sociales

204

Convivencia, Año 2, N°2, Noviembre 2015, 183-199 ISSN: 2313-7290