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Prólogo por Robert Dilts

Prólogo por Robert Dilts

Pinturas: Viviana Peters

Diseño: Alicia San Martín F.

Edición nº 01

Año 2006

Santiago de Chile

EDICIONES GESTOR PNL

En Conversemos de la Adopción, Jessica Riveri nos entrega un camino gentil y receptivo para introducirnos a ref lexionar sobre hechos sensibles, que con

frecuencia son mantenidos en secreto u ocultos, en la sombra. El propósito del libro es ayudar a quebrar el silencio sobre lo que significa ser hijo adoptivo y proveer nuevas perspectivas en las múltiples facetas que implica la adopción.

Escrito desde su propia experiencia como madre adoptiva, Jessica calidamente abarca todo el proceso de la adopción. Ella no lo sitúa como un hecho incómodo o embarazoso, sino como un camino de gozo y amor. Como Jessica señala, es una manera de “crear un balance amoroso en el mundo”

Desarrollado como una conversación afectiva con el hijo, Conversemos de la Adopción ofrece una alternativa para que padres, hijos y amigos se comuniquen entre ellos y creen una perspectiva de sabiduría y amor.

Conversemos de la Adopción es fácil de leer y está enriquecido con historias, ref lexiones personales y evocadoras preguntas. El resultado es una mirada esperanzadora y amorosa de la adopción que lidera hacia una mayor comprensión, conocimiento y aceptación de todos aquellos que en su vida han sido tocados por el proceso de la adopción.

Valoro profundamente que Jessica haya elegido llevar sus habilidades y sabiduría al servicio de este importante aspecto en la creación de familias saludables. Deseo expresar mis sinceras felicitaciones a Jessica por la unicidad y por lo inspirador del libro. Estoy seguro que este libro contribuirá a una mejor experiencia del proceso de la adopción y ayudará a las personas a mejorar sus vidas de muchas maneras.

Robert B. DiltsSanta Cruz, CaliforniaSeptiembre, 2005

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A mis amados hijos, Simón y JavieraA Jorge, compañero en este camino de alegría y amorA mis padres, abuelos ejemplaresA padres e hijos con quienes compartimos este bello camino de amor

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De pequeña supe de la adopción. Unos amigos de mis papás habían adoptado su hija; ella no lo sabía, muchos lo sabíamos

pero para ella era un secreto. Fue un secreto que sus papás se lo llevaron para siempre. Hasta hoy, es un secreto.

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Yo de adolescente pensé en la adopción. Siendo adolescente lo deseé para mí. Veía pobreza, carencias, desequilibrios y pensaba que este camino era una forma de crear un equilibrio amoroso en este mundo.

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Nos amamos, nos casamos y quisimos tener hijos; ser más que dos...esperamos 7 años y decidimos por la adopción.

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La historia de la adopción comienza en distintos lugares, con personajes que generalmente no se conocen, ni conocerán y que sin saberlo, su historia está

entretejida desde lo más profundo.

En un lugar, está una pareja deseando tener un hijo(a) y mes tras mes ven fracasados sus intentos de embarazo. Cada mes es una nueva esperanza y cada mes una nueva frustración. Recurren a médicos, exámenes, métodos de fecundidad y la vida que tanto desean no se concibe. Viven frustración, dolor y ansiedad.

En otro lugar distante, está una mujer con la noticia de embarazo; el resultado se lo confirma: “está embarazada“, y esa frase abre un mundo de ansiedad, de estrés, de cuestionamientos y dolor, pues en su camino futuro no está la posibilidad de tener un hijo.

Recuerdo cuando supimos la noticia de tu llegada, fue un día lunes en la tarde y en ese mismo momento, descubrí una alegría jamás vivida hasta entonces. No sabía si eras crespo, pelo liso, blanco o moreno, chico o grande, f laco o gordo, sólo sabía que había llegado nuestro hijo. El dolor y la frustración de entonces quedo atrás y dio paso a un profundo sentimiento de alegría y gozo. Te recibimos en nuestros brazos, eras pequeñito, dormías y con que empeño tratabas de abrir tus ojos, hasta que abriste un ojo, nos miraste y sonreíste, nos entregaste tu primera gran sonrisa…! habías llegado a casa!

Te acompañaba una carta de la persona que te albergo durante el embarazo y en ella decía: “quiero que sea feliz, que tenga una familia que le permita desarrollarse y ser una buena persona”. Tengo la impresión que así como nuestras vidas estuvieron entretejidas entonces, nuestra alegría de hoy es una brisa que la toca, la envuelve y le entrega la certeza que transitamos por el camino de sus deseos.

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Es una palabra que se usa desde los inicios de nuestra historia. Se deriva del nombre, Adonis, quién en la mitología griega era pareja de la diosa del amor. Era

un compañero del gozo de la vida.

La persona que te tuvo en su vientre decidió acoger la gestación de tu vida; te llevo en su vientre por nueve meses, para luego ceder el derecho de madre. Tomo decisiones de cómo hacerlo, de manera de asegurar tu encuentro con una familia, el que fueses acogido por una madre y un padre.

En otro momento y lugar, nosotros, tus padres, también tomamos decisiones respecto a lo que queríamos en nuestras vidas. Sentimos desde muy dentro el llamado de adoptar nuestros hijos, acogimos este camino de vida. Conversamos con personas que vivían esta forma de ser padres. Tomamos en consideración nuestra genuina comprensión y !ya, la decisión era certera!

Lo restante fue recorrer el camino inicial: juzgados de menores, entrevistas con jueces, asistentes sociales, médicos y sicólogos. Todos ellos también acompañan esta decisión. Deciden, elaboran informes y finalmente mediatizan la llegada de la paternidad/maternidad a la familia.

Adoptar también trae decisiones para ti. Decidir cómo vivirás y significarás este hecho en tu vida, quizás sea la más importante. ¿Qué sentido tiene para ti ser acogido por este camino de vida? ¿Cuál es el sentido de su compañía?

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Cuando nacemos, salimos del cobijo y oscuridad del vientre y nos trasformamos en hijos de, nieto o nieta, sobrino o sobrina, hermano o hermana. Y así fue:

cuando llegaste a casa, estaban los abuelos, tíos, primos, amigos, todos celebrando tu llegada.

Crecemos y vamos despertando a otras formas de ser: amiga o amigo, deportista, estudiante y muchas nuevas facetas más. Si pensamos en tu futuro, serás padre o madre, pareja, trabajarás y por cierto, en el futuro aún más lejano, te espera el ser abuelo o abuela.

Existen muchas alternativas de ser y lo que Tú eres no se termina en ninguna de ellas en exclusividad. Ninguna de ellas por sí sola expresa en su totalidad lo que tú eres: Tu Identidad. Eres amiga, amigo de pocos o muchos y eres más que eso; eres estudiante y mucho más que eso; eres hijo, serás padre o madre y eres y serás mucho más.

Cada manifestación del ser es un haz de luz que nace desde este espacio amplio y vasto de quién Yo Soy, de ese espacio interior que llamamos cuando pronunciamos tu nombre y que se manifiesta en tu relación con los demás, de tantas y diversas maneras.

El caminar juntos en el camino de la adopción nos hace compartir cierta especificidad en nuestros haces de luz: en el ser padres, en el ser hijos, en el ser hermano o hermana. Llegamos a ser padres, hijos y/o hermanos a través del camino de la adopción. Constituimos ese haz de luz de nuestro sol diciendo SI, abro el corazón a recibir el amor de estos padres en esta familia; diciendo SI, a recibir el amor de esta hija o hijo.

Y si me preguntas ¿cómo se dio esa decisión en ti, siendo tan pequeñito? ¿Cómo se dio en nosotros? Con certeza la presencia del amor despertó naturalmente a través de nosotros, espontáneamente, como el sol, quién no se pregunta, sólo entrega su luz cada día, automáticamente para que crezcamos y manifestemos la luz que emana desde nuestro Yo Soy.

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Esta historia es muy antigua, y como toda historia, que bien merece su nombre, se inicia así:

Érase una vez,

Tarde por la noche Nasrudín se encuentra dando vueltas alrededor de una farola, mirando hacia abajo.Pasa por allí un vecino. -¿Qué estás haciendo Nasrudín, has perdido alguna cosa?- le pregunta.- Sí, estoy buscando mi llave.

El vecino se queda con él para ayudarle a buscar.Después de un rato, pasa una vecina. -¿Qué estais haciendo? - les pregunta.-Estamos buscando la llave de Nasrudín.

Ella también quiere ayudarlos y se pone a buscar. Luego, otro vecino se une a ellos. Juntos buscan y buscan y buscan.

Habiendo buscado durante un largo rato acaban por cansarse. Un vecino pregunta:-Nasrudín, hemos buscado tu llave durante mucho tiempo, ¿estás seguro de haberla perdido en este lugar?- No, dice Nasrudín- ¿Dónde la perdiste, pues?- Allí, en mi casa.-Entonces, ¿por qué la estamos buscando aquí?-Pues porque aquí hay más luz y mi casa está muy oscura.

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Existen situaciones conocidas por todos. Las personas opinan, dicen y valoran. He escuchado tantas frases y palabras; algunas que potencian la vida, el

sentido de valía y de amor y otras, que actúan como barreras y engendran la confusión. ¿Dónde buscar la llave? Yo te invito a ir más allá de los hechos oficiales, es decir, de la historia de padres que quieren ser padres, una mujer que cede su derecho de maternidad, un hombre ausente, un bebé que llega y la alegría que se vive. Exploremos juntos más allá de lo dicho oficialmente.

La vida es mucho más de lo que perciben nuestros sentidos. Hoy, somos capaces de comprender cómo se gesta la vida y así, podemos juntar espermios con el óvulo y crear embriones, sin embargo, su implante en el vientre materno, como una fase esencial para que se desarrolle la vida, es aún un misterio. Está fuera de nuestra comprensión. No existe una verdad que permita explicar y comprender toda la realidad- ni menos controlarla. Existen aproximaciones y está bien: es un gran desafío que impulsa a buscar e ir más allá.

¿Te imaginas cómo sería si pudiésemos comprender y explicarlo todo en base a una única opinión?

Algunos cuando hablan de la adopción, centran su conversación y emociones en torno a la mujer que cedió el derecho de maternidad.

Generalmente hay un juicio crítico, muchas veces severo para ella. Desde esta mirada, ella es culpable de un hecho imperdonable. Es una percepción que la desvaloriza y sitúa en la mujer la responsabilidad de los hijos (excluye al padre).

El foco está centrado en ella.

Y déjame decirte hijo, que ella te albergo en una parte esencial de tu camino; si su rol en tu vida era permitir que te desarrollaras y nacieras, lo hizo perfecto. Observa con atención el resultado: estamos conversando, estás respirando, ¡estás vivo!

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¡Qué buenos son ustedes! Cuando iniciamos este camino fue muy frecuente escuchar diversos elogios. Muchos padres como nosotros son envueltos

de un aura de ¨buenas personas y bondad .̈

Es un espejo que realza los aspectos positivos de solidaridad. Y sabes, cuando escuchaba me despertaba una disonancia en mi interior: No, no quería ser buena por amarte, no quería que fuese buena por ser tu madre.

Más que buenas o malas personas, más allá de nuestras virtudes, defectos, nuestros aciertos y errores, sólo somos tus padres. Cuando escucho estas conversaciones, me imagino que es como si una pareja de golondrinas al albergar sus polluelos se trasformará en águilas. Y lo cierto es que somos una familia transitando amorosamente por los desafíos y múltiples aprendizajes de la vida.

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“Abandono”, es otra dimensión que se habla de diversas formas cuando de adopción se trata. Los padres fueron abandonados por la diosa

de la fertilidad, la mujer que te tuvo en su vientre fue abandonada por las circunstancias y el bebé, también. Y si abandono es tocar un límite de la realidad- si, fuimos todos abandonados.

Y también fuimos todos abonados de nueva vida.

No sé exactamente la vivencia de todas las personas que hemos transitado por este camino, lo que si sé, es lo que hemos vivido como familia. Un germen de amor y fertilidad maravilloso. Maravilloso es sentir cómo, en tus primeras palabras decías: “Tú eres mi hermano para shempre”, la gentileza y ternura de tu hermano al tomarte en sus brazos siendo tú recién nacida, nuestros abrazos, nuestros desacuerdos y acuerdos, nuestra vida con todo lo que ella trae, es maravilloso sentir el amor. Y si este camino en algún momento significó confusión, tristeza, desconcierto, bien valió la pena- eso siento yo, corazón.

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Creaciones, muchas son las representaciones que las personas evocan cuando hay espacios en blanco en la sucesión de hechos… Es como

un silencio que no resiste ser visitado por el sonido de algún instrumento. Así cada uno completa la historia con lo que tiene en su sistema de vida y creencias. Hace un tiempo aprendí: “no tomes nada personal”, sino que escucha atentamente y así, conocerás a tu interlocutor. Y está bien, cada uno construye la vida con los recursos que dispone en ese momento, de la mejor forma, dado las experiencias y aprendizajes que a ese momento posee.

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Nuestro encuentro es de “corazón a corazón”. Compartimos la base de la vida, todas las personas poseemos energía de vida que se expresa de tantas

y diversas maneras. Existen diversas razas, colores en nuestra piel, religiones y credos, mujeres y hombres. Son muchas las formas en que la energía de vida se manifiesta en esta creación. Una de ellas, es el palpitar de nuestro corazón.

¿Sientes cómo tu corazón palpita ahora?

Tu corazón palpita, mi corazón, el de todos palpita en tanto estamos vivos, sucede naturalmente, sin que pienses ni debas controlarlo para así ocurra, sucede automáticamente. Cuando compartimos la vida creamos como una gran orquesta, que integra los ritmos individuales de cada uno y a la vez, crea una armonía en un nosotros.

Un encuentro de corazón a corazón es una orquesta de amor. Compartimos valores y creencias en nuestro estilo de vida, disfrutamos de la naturaleza, valoramos escucharnos, hacernos cariño, compartir con los demás, aprender de las dificultades y renovarnos. Cada uno de nosotros, en nuestra personal forma de comportarnos, ponemos en práctica acciones cotidianas, motivadas por esos hilos rectores de nosotros como familia.

Como la mayoría de los padres con sus hijos nos une un profundo amor.

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¡Oh, increíble, es igualito a ti! ¡Es igual al papá! ¡Es igual a la mamá! Parte de la magia y del misterio de este camino es que con gran frecuencia

los padres, hijos y hermanos nos parecemos, con frecuencia escucharás,“son igualitos”.

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Déjame compartir contigo una nueva historia. En un valle muy lejano y hace algún tiempo ya... era un valle maravilloso, con vegetación y cristalinas aguas, muchos colores, en fin, un lugar donde sin dudas era deseable pertenecer. Y ahí estaban los ceros, si, los números 0 que has aprendido en el colegio. Todos ellos, en diferentes formas, estilos, muchos y muchos ceros.

Tú los podías ver en su esfuerzo por pisar la tierra, querían pisar la tierra pero no podían. Muchas veces trataban de hacerlo en conjunto, uno podía ver un conglomerado de ceros, casi tocando el suelo, pero alguna pequeña brisa los desestabilizaba y nuevamente volvían a su lugar, volando livianamente sobre este paisaje. Estaban muy desencantados, muchos de ellos frustrados, algo desalentados.

Y un día, en uno de los caminos que atravesaba este paisaje, vieron algo excepcional. ¿Te imaginas lo que pasó?... Un 1 caminando, tocando el suelo... era increíble, maravilloso, cómo sus pies tocaban la tierra y se desplazaban, tocaban el agua y se refrescaban.

Todos los ceros se aglomeraron, todos querían verlo, querían saber cómo lo hacía. Y él caminaba.

Hasta que uno de los 0 que observaba, repentinamente salto volando entre todos sus compañeros y Plaf ! Justo cayó en el camino, al lado del 1. ¿Y sabes lo que admirados observaron los demás?, justamente eso. Bajo a tierra. Luego siguieron otros y sucedía automáticamente lo mismo... Cada 0 en el camino, bajaba a tierra al lado del uno.

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Como aprendimos en el colegio, todo 0 al lado del adquiere valor. Así cada vivencia de la vida adquiere valor en tanto sea asimilada por quién la vive: por su camino de ser quién es. En la medida que cada experiencia de vida sea incorporada en su camino de aprendizaje y evolución: ¿Qué es lo que tengo que aprender de esto?

Así, te invito a que exploremos la adopción bajo este prisma. Nos implica como padres, hijos y hermanos.

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¿Qué significa esta experiencia en mí?

¿Qué significa en las personas que amo?

¿Qué frutos o experiencias de vida ha traído para mí, que hoy son un aporte en mi vida?

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Imagina que no eres parte de esta historia, ¿qué hubiera perdido, que es importante para mi hoy?

¿Cómo afecta quién yo soy y mi sentido de autoestima?

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Si en vez de pensar en por qué, te planteas el para qué:

¿Cómo contribuye esta experiencia de vida en lo que valoro y encuentro importante?

¿Cuáles son los aprendizajes valiosos que obtengo de esto?

¿Tiene algún impacto en mi relación con otros?

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¿Qué sentido tiene para mí participar de este camino de vida?

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Uno de los aprendizajes más significativos en mi paso por la Escuela de Psicología fue en una clase de Antropología, en la cual el profesor nos decía:

“Las personas somos todos iguales a otros, somos todas similares a otras, somos todos distintos a otros”.

Y que verdad más profunda, cada una de ellas es una expresión verdadera de lo que somos.

Somos todos iguales, sí.Somos todos similares, sí.Y somos únicos, sí.

Somos una creación única; nadie en el universo es exactamente como tú. Y la magia y el misterio de la vida es crear esa unicidad, regalar esa unicidad a quienes amas y te aman, irradiarla en tu paso por el mundo.

Ser partícipe de la adopción está creando en mi estas letras, creando estas ideas para compartirlas contigo y quizás para otros. Y con certeza ha sido semilla de muchas otras creaciones, semillas de vida y me pregunto con curiosidad:

¿Cuál será la unicidad de los frutos en tu vida?

“Conversemos de la Adopción”, de la autora Jessica Riveri, constituye una excelente herramienta de trabajo para todas aquellas personas involucradas en el proceso de adopción, ya sea padres, hijos y quienes, de alguna manera, nos hemos comprometido con el tema. La seriedad y profundidad de los contenidos ha motivado a la Fundación Chilena de la Adopción a patrocinar esta obra y recomendarla como material de apoyo para los programas de adopción que desarrollan las instituciones interesadas en la adopción.

Delia Moreno ReyesAbogado

Presidente del Directorio Fundación Chilena de la Adopción.

Este libro... en adopción por Jessica es sobre muchas cosas, pero lo primero, es un libro sobre el amor y el deseo de enviar amor en el mundo. Jessica comparte en profundidad sus sentimientos personales en el deseo de tocar la vida de un niño. Ella despierta una bella luminosidad a través de este camino interno y externo para abrir el corazón y acoger a un niño en familia. Un hombre y una mujer deseando claramente abrir sus brazos para mecer un niño y al momento de abrazarlo, una nueva vida como familia los abraza. Es un gozo indescriptible.

Judith DeLozierCo Creadora de los nuevos códigos de PNL.

Trainer y Directora de NLP University USA.

Jessica Riveri ha escrito un libro profundamente afectivo y apoyador para todos quienes están unidos al proceso de la adopción- padres, niños, amigos y familiares. Es un trabajo que le habla igualmente a nuestro corazón y a nuestra mente, y el lector será tocado y educado de muchas maneras. Yo ciertamente lo recomiendo.

Stephen Gilligan, Ph.D. Doctor en Sicología,

Creador del enfoque de Psicoterapia Relacional del Ser. Autor, "El Coraje de Amar", entre otros.