Felipe Cobin en su columna Partidero (Proceso Jalisco 393) public con mi consentimiento algunos fragmentos de crticas y comentarios que he venido realizando desde hace por lo menos 2 aos. Yo soy el responsable de las palabras que aparecen en letra cursiva. En la misma columna (Proceso Jalisco 394), se ha dado espacio a la rplica de la licenciada rika Natalia Jurez Miranda. Como formula acusaciones en mi contra, solicito se publiquen las siguientes lneas. En primer lugar, niego rotundamente la misoginia que Jurez Miranda me atribuye. Criticar su desempeo administrativo, acadmico o poltico no deriva de una actitud misgina sino de una actitud de responsabilidad cvica. En cuanto a su beca en euros, no fui yo el que calcul el promedio mensual. En todo caso queda asentado por ella misma que recibi 1600 euros, por lo menos desde enero de 2007, segn puede corroborarse en la pgina de transparencia de la UdeG. Esa beca s lleg a los 30 mil mensuales y hasta ms, como en el caso de octubre de 2007, mes en el que se emitieron dos cheques a su nombre, uno en la primera quincena por $32,780.24 y otro en la segunda quincena por 24, 768. 00, haciendo un total de 57.548.24. Sern los estudiantes los que juzguen si cualquiera tiene oportunidad de tan generosa beca, que rebas el milln de pesos durante ms de 3 aos. Asimismo, la comunidad universitaria juzgar si es normal que se llegue a una coordinacin de licenciatura sin haber sido nombrada por lo menos profesora de asignatura (comenz a cobrar como coordinadora en julio de 2010 y como profesora de asignatura hasta octubre). Jurez Miranda lleg, sin haber dado una sola clase, a ser jefa de profesores que cuentan con una larga carrera. Se mantiene ah con una plaza de suplencia, como ella misma acepta. Eso es normal? Sin duda Natalia Jurez conoce el tema de las suplencias, pues, a pesar de que su contrato debe renovarse cada seis meses y est sujeto a un informe de actividades, ella no se para frente a los grupos, manda suplentes. Entre ellos podemos nombrar a los licenciados Mauricio Morales Daz, Anuar Jess Vera y Jos Manuel Razo, ninguno de los cuales cuenta con plaza o nombramiento en la UdeG y ninguno realiza el servicio social (no estar realizando el servicio social fue el pretexto por el que ella ya no me dej suplir, sin cobrar, al doctor Ulloa Crdenas, un anciano enfermo). Jurez Miranda utiliza varios suplentes que no aparecen en nmina, es una tpica aviadora. Al notar entonces cmo ella ha ascendido en lo administrativo (lleg a la coordinacin de Filosofa sin ser siquiera profesora), en lo acadmico (lleg a profesora asistente C en unos meses, algo que muchos no logran sino despus de muchos aos) y en lo poltico (candidata a diputada federal sin haber hecho trabajo de base) tenemos que preguntarnos por la razn, la causa. Y la explicacin, a mi juicio, est en su relacin con el diputado local Ral Vargas. Por eso indagamos en su vida privada, no por un desorden patolgico. En cuanto al supuesto acoso, lo desmiento categricamente. Yo no asisto al departamento de Filosofa, lugar donde ella trabaja o debera trabajar. Y no conoca el lugar de su casa de campaa, hasta que el viernes 18 de mayo, al pasar involuntariamente por ah, ella me encar e intent amedrentarme, acompaada de varios colaboradores. Es falso tambin que yo la acose en sus cuentas de redes sociales, pues las tengo bloqueadas. Por ltimo, menciono un incidente ocurrido el viernes 25 de mayo alrededor de las 2230 horas. Estando en el cruce de Alcalde y Fidel Velzquez, se me aproxim una

camioneta tipo Van color blanco con vidrios polarizados, baj la velocidad y su copiloto me fotografi. Quede asentado el hecho como antecedente de cualquier eventualidad. Antes de acusar infundadamente, Jurez Miranda debera atender sus responsabilidades como administrativa, acadmica y poltica, y transparentar los gastos de su actual campaa. Atentamente: Carlos Antonio Delgadillo Macas.