Confederación de consumidores y Usuarios –CECU-

Departamento de Alimentación y Nutrición

La conservación de alimentos es fundamental en cada uno de los eslabones de la cadena alimentaria.

Una mala conservación de los alimentos puede tener implicaciones en la salud de quien consume un alimento en mal estado o económicas, por ejemplo, para los fabricantes (podría representar el deterioro de materias primas y productos elaborados antes de su comercialización, etc.), para los distribuidores y consumidores (deterioro de productos después de su adquisición y antes de su consumo).

Para los consumidores y consumidoras la tarea de

conservación de alimentos empieza en el momento de la compra en el mercado y/o supermercado.

Así, el orden en que se seleccionan los alimentos nos evitará romper por mucho tiempo la cadena de frío de aquellos alimentos que necesitan refrigeración o se venden congelados.

También es importante escoger aquellos establecimientos dónde se garantice la higiene y la conservación correcta (temperatura, luz, distribución de los alimentos en los estantes, etc.) son requisitos indispensables para que los alimentos lleguen buen estado óptimo a casa.

Importancia de la conservación de alimentos

CONSERVACIÓN DE ALIMENTOS

EN EL HOGAR

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Para conservar los alimentos PERECEDEROS en nuestra casa el hogar utilizamos la nevera dado que ayudar a mantener fresca la comida; retrasar la aparición de la mayoría de los microorganismos nocivos sin modificar las características nutricionales de los alimentos. Sin embargo, para sacarle el máximo rendimiento es necesario:

• Comprobar y ajustar la temperatura cada temporada; recuerde que en primavera y verano se necesita más frío que en otoño e invierno. Esto permitirá conservar adecuadamente los alimentos a la vez que el consumo de energía se regula según la estación.

• Asegurarse que la puerta

de la nevera siempre esté bien cerrada, ya que únicamente así es posible mantener la temperatura interior. Cuando abra las puertas procure hacerlo de forma breve.

• Limpiar la nevera con regularidad, siguiendo las instrucciones del fabricante. Para evitar que el congelador no acumule malos olores, puede limpiarse con una solución de agua caliente con un chorrito de vinagre.

• En modelos antiguos trate de que no se genere mucha escarcha en el congelador, pues el hielo acumulado resta funcionalidad al refrigerador y le quita espacio a la comida.

• La organización de los alimentos también es importante, ya que al interior del refrigerador hay distintas temperaturas que deben aprovecharse para distribuir adecuadamente carnes, pescados, lácteos, frutas y verduras.

• No sobrecargue al refrigerador, ya que la falta de espacio evita que el aire circule y, por tanto, la distribución de la temperatura se verá afectada.

• No introduzca objetos calientes, dado que alteran momentáneamente la temperatura de la nevera y provoca un sobre esfuerzo del aparato para mantener la temperatura.

Nevera y congelador

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Armarios y Alacenas

En muchos productos aparece la leyenda “conservar en un lugar seco y fresco”. Este lugar se refiera a la alacena o un armario.

Generalmente los alimentos secos y no perecederos como legumbres, pastas, harinas, latas, productos embotellados se guardan en alacenas o armarios cuya principal característica es que sean lugares secos, protegidos de la luz, la humedad y el calor.

Los productos de uso poco frecuente o los comprados en grandes cantidades pueden guardarse en los estantes inferiores, superiores o de difícil acceso. Los de mayor uso pueden colocarse en los estantes que es encuentren a una altura fácil de alcanzar. Consejos para mantener alacenas y armarios en orden:

Nunca guardes los alimentos con productos químicos de aseo, insecticidas o de jardín.

Almacena los alimentos en función de su uso y conservación.

Por comodidad y seguridad coloca siempre las cosas

más pesadas en las zonas más bajas: botellas, cajas de leche, bolsas de azúcar, latas, etc.

En sectores intermedios, que queden al alcance de la vista y de tu mano, pon los alimentos de uso frecuente y los perecibles. Preocúpate que vayan quedando siempre en primera fila los más antiguos, de acuerdo a la fecha de elaboración y/o cuya fecha de caducidad

esté más cercana.

Deja las zonas altas para cosas livianas: bolsas de papel higiénico, toallas de papel absorbente, servilletas de papel.

Casos especiales serán: el café en grano (guárdalo en envases herméticos, dentro del refrigerador) y el vino (requiere condiciones especiales).

Es importante conservar esta zona libre de polvo.

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Por lo que respecta al almacenamiento de alimentos preparados o sobrantes de comida, las medidas a seguir son las siguientes:

Guárdelos siempre en envases limpios y bien tapados para que no pierdan sabor y frescura. Cerciórese de que ningún recipiente gotee.

No dejar enfriar los alimentos a temperatura ambiente. Para guardar los sobrantes de comida o si cocinamos para varios días, lo mejor es repartir la comida en varias porciones más pequeñas y enfriarlas colocando el recipiente en agua fría (baño de maría con agua fría) antes de guardarlo en la nevera o congelador, ya que un plato caliente eleva la temperatura al interior del refrigerador.

7. Todo alimento no envasado debe conservarse

en recipientes adecuados y limpios para evitar su contaminación.

8. Los productos enlatados una vez abiertos

pueden conservarse en la nevera, pero es importante cambiarlos a un envase que cierre herméticamente.

9. Descartar todo alimento que presente mal olor,

cambio de color, viscosidades, zonas mohosas o cambio de textura. Todo esto indica que su descomposición ha comenzado.

10. Tenga en cuenta que no todos los alimentos

necesitan refrigeración, e incluso pueden perder su calidad con las bajas temperaturas, por ejemplo los plátanos se ennegrecen, el pan pierde su textura.

DECÁLOGO Para la conservación de alimentos en el hogar

Y… ¿qué hay de los alimentos que ya cocinamos?

1. Al comprar es fundamental leer el etiquetado para saber si el fabricante da recomendaciones especiales para conservación del producto.

2. Todos los alimentos envasados tienen fecha de

caducidad, de modo que no está de más verificar las fechas indicadas en la etiqueta para asegurarse de que están en buen estado.

3. Si adquiere alimentos congelados, trate que no

se descongelen en el trayecto del establecimiento a casa. Deben ser los último en cogerse en el mercado o supermercado y los primeros en colocar dentro del congelador.

4. No volver a congelar aquellos alimentos que se

han descongelado previamente

5. Cuando introduzca alimentos en el refrigerador, sitúe los productos recién comprados detrás de los que ya estaban dentro; así se asegurará que la comida no caducará.

6. No mezclar alimentos crudos y cocinados, a fin de evitar que se transmitan gérmenes del producto crudo al producto cocinado (contaminación cruzada).

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