CONSEJO ESCOLAR

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Foro 28 escuela Núm. 3.725 (1.368) 16 de noviembre de 2006 Cómo debería funcionar un consejo escolar Ante la cercanía de las elecciones a los consejos escolares de centro, el autor propone reflexionar sobre la or- ganización y funcionamiento de los mismos. Una estructura que no siempre es todo lo eficaz que debería. Por ello se aportan en estas líneas una serie de propuestas y recomendaciones para mejorar la operatividad de este órgano: convocar con tiempo y orden del día, preparar la reunión previamente, ser concisos y concretos, poder consensuar sin votar, debatir más allá de lo prescriptivo… son algunas de las sugerencias Juan Carlos López Rodríguez – Maestro S e aproximan las elecciones a con- sejos escolares y se hace necesa- rio una reflexión sobre los mis- mos. Debemos reconocer que este órgano colegiado en la mayoría de los casos no funciona como sería de esperar, es de- cir como órgano de participación y con- trol. Se asumen las sesiones como algo burocrático y testimonial, con poca dis- cusión educativa y poca decisión, en vez de como una oportunidad para debatir y para implicar a la comunidad educativa en nuevas actuaciones. Por otro lado, cada vez son más los asuntos que se deben aprobar en un con- sejo escolar: Escuelas Viajeras, Regla- mentos de Régimen interno, Planes de Convivencia, etc. Cada vez se burocrati- za más, se asfixia más a los consejos es- colares impidiéndoles pensar y debatir. O puede que a veces se ahoguen solos. ¿Cómo funciona un consejo escolar? En la mayoría de los casos desde su elección de los miembros, los consejos escolares son reuniones donde los re- presentantes de los distintos sectores van con sus opiniones personales, y donde los acuerdos del mismo no se difunden al resto de la comunidad educativa. Unas veces puede que sea por el poco inte- rés que despiertan sus contenidos y otras veces porque no existen canales para di- fundir la información. En muchos casos un consejo escolar es una reunión aburrida donde se tratan asuntos sin interés o que sólo importan al director y a la Administración, con pe- queños destellos de deshago personal y ciertos corporativismos. El consejo escolar se reúne para cons- tituirse, para aprobar la PGA, (algo que a los profesores no les importa porque ya la conocen y para los padres resulta demasiado aburrida si exceptuamos las excursiones y poco más) se aprueba el Reglamento de Régimen interno que de- bería suscitar mucho interés y discusión, pero dada su extensión se espera que su lectura se acabe cuanto antes, se aprue- ban la memoria y el presupuesto las cuentas, etc… Y esto es lo que se hace. Pero podrían servir para algo más. Cómo debería ser y funcionar un consejo escolar: Debería convocarse con tiempo y or- den del día claro facilitando la presencia de todos sus miembros. Y abierto para que sus componentes aporten sus preocupa- ciones y necesidades al orden del día. Los padres y los profesores deberían articular mecanismos previos al consejo es- colar para recoger demandas del sector que representan, y aunque la participación no se inicia en el consejo escolar, ya que to- dos tenemos otros ámbitos, no deberíamos desperdiciar la oportunidad que se nos brin- da en él. Deberíamos superar la pseudo- participación, en la cual las cuestiones ya han sido decididas real o formalmente, ya que provoca una sensación de inutilidad. Como decía Ramón Flecha «no podemos pretender que las familias participen si no deciden nada con esa participación.» Todos tienen que preparar la reunión, no solo el director sino todos sus miem- bros. No podemos ir de floreros o de bul- tos sospechosos a ver qué nos cuentan. Los consejeros en muchas ocasiones no preparan el orden del día, no consultan con sus respectivos sectores, no se aseso- ran. Se divaga y se improvisa sin el míni- mo rigor. No deben ser ni largos ni farragosos. El director, sin mantener una postura pre- sidencialista, debe saber agilizar o en su defecto hay que incitarle a ello. Se trata de trasladar máxima información en el menor tiempo posible. Se debe consensuar sin votar, aun- que la votación siempre será un recurso que está ahí. Se debería además superar el cor- porativismo imperante y establecer lazos de unión, de compromiso, convirtiéndolo en un espacio de encuentro, en el que cada vez seamos más en el mismo lado y menos en el de enfrente. No sirven de mucho estas estructuras si enfrenta a pa- dres y profesores. Hay que sentir el con- sejo escolar como propio, no es un lugar donde los profesores proponen y los pa- dres aceptan o se oponen, debemos cons- truirlo entre todos, cada uno desde nues- tro lugar. Hay que debatir y discutir más allá de lo prescriptivo. Para ello se deberían articular mecanismos que alienten el de- bate en el centro creando comisiones mixtas, ya que en muchos casos la pre- sión grupal del propio consejo no facili- ta la intervención. El consejo escolar tiene que analizar y evaluar el funcionamiento general del centro, especialmente la eficacia en la gestión de los recursos, así como la apli- cación de las normas de convivencia y elaborar un informe de la misma que se incluirá en la memoria anual. Hoy que tanto afloran los problemas de convi- vencia en los centros, deberían mostrar la agilidad y eficacia de la comisión con el mismo nombre, tomando decisiones y sugiriendo correcciones con finalidad pedagógica. Emitir informes, recoger información, (tener algún tipo de reunión de padres previa al consejo escolar para preparar las propuestas. No dejar pasar la oportu- nidad de canalizar todo tipo de quejas o sugerencias). Leer documentos, escuchar a hijos, hacer propuestas y tener un es- píritu conciliador, transmitir la informa- ción del consejo escolar a las familias, y a todos los maestros, en muchos casos sólo se informa de lo acontecido en con- sejo escolar a los asistentes, de lo con- trario si la comunidad educativa no está informada de lo que se cuece en el con- sejo escolar y no está informada de lo que se decide, lo considera un órgano burocrático irrelevante, y traslada a la ca- lle mediante la cultura del rumor lo que se podría canalizar positivamente. En definitiva debemos mejorar la ope- ratividad de los consejos escolares, entre todos, si realmente no queremos perder una verdadera oportunidad de participa- ción que mejore nuestras escuelas. «Se asumen las sesiones como algo burocrático y testimonial, con poca discusión educativa y poca decisión, en vez de como una oportunidad para debatir y para implicar a la comunidad educativa» «Se debería superar el corporativismo imperante y establecer lazos de unión, de compromiso, convirtiéndolo en un espacio de encuentro, en el que cada vez seamos más en el mismo lado»

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Foro28 escuela • Núm. 3.725 (1.368) 16 de noviembre de 2006

Cómo debería funcionarun consejo escolar

Ante la cercanía de las elecciones a los consejos escolares de centro, el autor propone reflexionar sobre la or-ganización y funcionamiento de los mismos. Una estructura que no siempre es todo lo eficaz que debería. Porello se aportan en estas líneas una serie de propuestas y recomendaciones para mejorar la operatividad de esteórgano: convocar con tiempo y orden del día, preparar la reunión previamente, ser concisos y concretos, poderconsensuar sin votar, debatir más allá de lo prescriptivo… son algunas de las sugerencias

Juan Carlos López Rodríguez – Maestro

S e aproximan las elecciones a con-sejos escolares y se hace necesa-rio una reflexión sobre los mis-mos.

Debemos reconocer que este órganocolegiado en la mayoría de los casos nofunciona como sería de esperar, es de-cir como órgano de participación y con-trol. Se asumen las sesiones como algoburocrático y testimonial, con poca dis-cusión educativa y poca decisión, en vezde como una oportunidad para debatir ypara implicar a la comunidad educativaen nuevas actuaciones.

Por otro lado, cada vez son más losasuntos que se deben aprobar en un con-

sejo escolar: Escuelas Viajeras, Regla-mentos de Régimen interno, Planes deConvivencia, etc. Cada vez se burocrati-za más, se asfixia más a los consejos es-colares impidiéndoles pensar y debatir. Opuede que a veces se ahoguen solos.

¿Cómo funciona un consejo escolar?

En la mayoría de los casos desde suelección de los miembros, los consejosescolares son reuniones donde los re-presentantes de los distintos sectores vancon sus opiniones personales, y donde losacuerdos del mismo no se difunden alresto de la comunidad educativa. Unasveces puede que sea por el poco inte-

rés que despiertan sus contenidos y otrasveces porque no existen canales para di-fundir la información.

En muchos casos un consejo escolar esuna reunión aburrida donde se tratanasuntos sin interés o que sólo importanal director y a la Administración, con pe-queños destellos de deshago personal yciertos corporativismos.

El consejo escolar se reúne para cons-tituirse, para aprobar la PGA, (algo quea los profesores no les importa porqueya la conocen y para los padres resultademasiado aburrida si exceptuamos lasexcursiones y poco más) se aprueba elReglamento de Régimen interno que de-bería suscitar mucho interés y discusión,pero dada su extensión se espera que sulectura se acabe cuanto antes, se aprue-ban la memoria y el presupuesto lascuentas, etc…

Y esto es lo que se hace. Pero podríanservir para algo más.

Cómo debería ser y funcionar un consejo escolar:

�Debería convocarse con tiempo y or-den del día claro facilitando la presenciade todos sus miembros. Y abierto para quesus componentes aporten sus preocupa-ciones y necesidades al orden del día.

�Los padres y los profesores deberíanarticular mecanismos previos al consejo es-colar para recoger demandas del sector querepresentan, y aunque la participación nose inicia en el consejo escolar, ya que to-dos tenemos otros ámbitos, no deberíamosdesperdiciar la oportunidad que se nos brin-da en él. Deberíamos superar la pseudo-participación, en la cual las cuestiones yahan sido decididas real o formalmente, yaque provoca una sensación de inutilidad.Como decía Ramón Flecha «no podemospretender que las familias participen si nodeciden nada con esa participación.»

�Todos tienen que preparar la reunión,no solo el director sino todos sus miem-bros. No podemos ir de floreros o de bul-tos sospechosos a ver qué nos cuentan.Los consejeros en muchas ocasiones nopreparan el orden del día, no consultancon sus respectivos sectores, no se aseso-ran. Se divaga y se improvisa sin el míni-mo rigor.

�No deben ser ni largos ni farragosos.El director, sin mantener una postura pre-sidencialista, debe saber agilizar o en sudefecto hay que incitarle a ello. Se tratade trasladar máxima información en elmenor tiempo posible.

�Se debe consensuar sin votar, aun-que la votación siempre será un recursoque está ahí.

�Se debería además superar el cor-porativismo imperante y establecer lazosde unión, de compromiso, convirtiéndoloen un espacio de encuentro, en el quecada vez seamos más en el mismo ladoy menos en el de enfrente. No sirven demucho estas estructuras si enfrenta a pa-dres y profesores. Hay que sentir el con-sejo escolar como propio, no es un lugardonde los profesores proponen y los pa-dres aceptan o se oponen, debemos cons-truirlo entre todos, cada uno desde nues-tro lugar.

�Hay que debatir y discutir más alláde lo prescriptivo. Para ello se deberíanarticular mecanismos que alienten el de-bate en el centro creando comisionesmixtas, ya que en muchos casos la pre-sión grupal del propio consejo no facili-ta la intervención.

�El consejo escolar tiene que analizary evaluar el funcionamiento general delcentro, especialmente la eficacia en lagestión de los recursos, así como la apli-cación de las normas de convivencia yelaborar un informe de la misma que seincluirá en la memoria anual. Hoy quetanto afloran los problemas de convi-vencia en los centros, deberían mostrarla agilidad y eficacia de la comisión conel mismo nombre, tomando decisionesy sugiriendo correcciones con finalidadpedagógica.

�Emitir informes, recoger información,(tener algún tipo de reunión de padresprevia al consejo escolar para prepararlas propuestas. No dejar pasar la oportu-nidad de canalizar todo tipo de quejas osugerencias). Leer documentos, escuchara hijos, hacer propuestas y tener un es-píritu conciliador, transmitir la informa-ción del consejo escolar a las familias, ya todos los maestros, en muchos casossólo se informa de lo acontecido en con-sejo escolar a los asistentes, de lo con-trario si la comunidad educativa no estáinformada de lo que se cuece en el con-sejo escolar y no está informada de loque se decide, lo considera un órganoburocrático irrelevante, y traslada a la ca-lle mediante la cultura del rumor lo quese podría canalizar positivamente.

En definitiva debemos mejorar la ope-ratividad de los consejos escolares, entretodos, si realmente no queremos perderuna verdadera oportunidad de participa-ción que mejore nuestras escuelas.

«Se asumen las sesionescomo algo burocrático y testimonial, con pocadiscusión educativa y pocadecisión, en vez de comouna oportunidad paradebatir y para implicar a la comunidad educativa»

«Se debería superar elcorporativismo imperantey establecer lazos deunión, de compromiso,convirtiéndolo en unespacio de encuentro, enel que cada vez seamosmás en el mismo lado»