Conoces las 4 clases de perdón

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¿Conoces las 4 Clases de Perdón?

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¿Conoces las 4 Clases de

Perdón?

El perdón es la base de toda sanidad en la mente, conciencia y corazón. El perdón es la

clave de la liberación espiritual.

El perdón es una barrera que debemos cruzar para ser totalmente libres en nuestro interior.

Sin perdón hay dolor, hay rencor, hay resentimiento y amargura

Comienza hoy tu sanidad completa

Veamos a continuación las 4 clases de perdón que existen.

1. Perdonarse a uno mismo.

Hay situaciones que producen desilusión de nosotros mismos.

Hay actitudes y hechos cometidos por nosotros que nos humillan, nos denigran y avergüenzan.

Las fallas de esta clase requieren de un auto-perdón.

Sé libre hoy de tus propias fallas. ¡Perdónate! Nadie es perfecto, la misma

esencia defectuosa, propensa a fallar, existe en todos los seres humanos.

Perdonarte a tí mismo es aceptar con

humildad tu condición real de ser

humano. Reconoce que no eres

perfecto y comienza a mejorar.

Perdonarte a tí mismo es un acto de humildad.

Perdonarte a tí mismo te hará depositar la confianza en

Dios para recibir la fortaleza y no volver a fallar.

Sé libre hoy perdonándote de todo lo malo

que hayas hecho.

Somos perfectibles y estamos en un

camino de mejoramiento continuo.

2. Perdonar a otrosLas heridas duelen y a veces mucho. Pero alguien

dijo: “La mejor venganza es el perdón” porque

la falta de perdón te auto-esclaviza.

Te lastimas a tí mismo cuando no

perdonas, mientras que el ofensor no se

percata de tus sentimientos.

Tu falta de perdón hacia otros te mantiene preso

y atado a esa persona. ¡Sé libre perdonando!

¿Te fallaron?

Bienvenido al planeta tierra.

Este es un mundo con injusticias, con seres

humanos que tienen libre albedrío.

Serán libres y felices quienes cruzan la

barrera del perdón.

Quienes saben perdonar y olvidar, poseen

una virtud suprema.

Cualquier mediocre puede ser violento, matar, abusar o lastimar, pero no cualquiera posee el supremo valor de

perdonar.

Esto solo es un rasgo de los seres sabios e inteligentes.

Solo los valientes perdonan.

Solo los sabios saben

perdonar al prójimo. Solo

quién tiene verdadero amor. Tú eliges entre

permanecer preso o

hallar la libertad.

Confiesa el perdón con tus labios, ¡¡Hazlo Y serás libre por siempre!!.

Perdona hoy lo

que te hicieron, tú

no tienes la culpa.

3. Perdonar a Dios

Si, así como lo lees, perdonar a Dios.

Esta es muchas veces una actitud inconsciente.

¿Acaso Dios se equivoca? No, en absoluto.

Pero nosotros percibimos por nuestro orgullo e ignorancia que Dios nos ha fallado en

algunas ocasiones.

Es que nuestra mente y percepción espiritual son

demasiado estrechas como para comprender la

magnitud de algunas cosas.

Pensamos que ciertas

tragedias e injusticias

son una falla de Dios.

Pero no es así.

No eches las culpas ni a Dios ni a nadie pues todo ha

sucedido por alguna causa. Más bien, cambia tu

actitud si estás enojado con Dios. porque Él quiere

lo mejor y jamás quiso nada malo para tí.

Quizás sentiste

Que Dios se olvidó de tí, o que llegó tarde.

Pero en realidad Él estuvo contigo dándote

fuerzas en tu día malo.

Está claro que en el mundo el desastre

lo producen los seres humanos.

4. El Perdón De Dios

Además de fallarnos entre nosotros mismos, también le fallamos muchas

veces a Dios.

Él es el creador de todo el universo.

Y Dios, comprende la materia humana, por ello como nos

comprende, os devuelve la confianza para que nos levantemos cuantas

veces haga falta.

Dios es amor. No tiene amor…

ES AMOR. Por eso Su naturaleza es amar

incondicionalmente a cada uno de

nosotros sus hijos, los seres humanos.

No importa lo que hayas hecho,

Dios no te etiqueta

Dios te ama gratuitamente

Dios te comprende.

Dios, está en lo más profundo de tu

ser, esperando que tú te perdones, te

comprendas, te ames como Él lo hace

contigo y que entiendas a tus

hermanos los hombres que sienten lo

mismo que tú, que han sido heridos y

que tienen depresiones, estados de

ánimo y que no saben cómo superar ni

cómo ser señores sobre sus

emociones.

¡¡¡A ti te toca

amar, perdonar, comprender!!!

Si supiéramos comprender, no haría falta perdonar y viviríamos

en la paz.

Ante las fallas de los demás, mejor

responde no profiriendo palabras

hirientes, sino diles:

“Capullo”, que es como si les dijeras:

“entiendo que estás en proceso, entiendo

que estás herido/o y ahora mismo te

hecho el manto de la misericordia.

De pronto, cuando te dicen algo que muestra que los demás no te comprenden o te rechazan o te

abandonan o te cometen una injusticia o traición o humillación, de pronto si da coraje pero si corres

allá en tu interior al corazón de Dios, al corazón de Jesús a esconderte en su amor, aunque igual que

cuando una mujer va a dar a luz, se aflige de pronto porque le ha llegado la hora, después que nace la

criatura, se olvida del dolor a causa de la alegría del nacimiento.

Mira Juan 16,21 y Hechos 14, 22

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Señor, hoy entiendo y acepto con

sabiduría y paz que los demás y yo mismo

puedo fallar pero por lo menos de mi

parte, hoy me proclamo libre en ti, sano en

ti y que mi vida ha comenzado a cambiar.

Así lo creo, así quiero vivir: escondido/a

en ti, amándome como tú y amando a los

demás exactamente así como son.

Que se haga como tú crees….¡Amén!

¡¡¡Recibe bendiciones siempre!!!