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Conflictos en la frontera este de Europa (Ucrania, Bielorrusia y Moldavia) Josué Rosas Rodríguez Edgar Alejandro Ruiz Garibay Temas: 1. Introducción 2. Ucrania 2.1. Historia de Ucrania 2.2. Revolución Naranja 2.2.1. Características de de las ideologías políticas en Ucrania independiente: 2.2.2. Desarrollo del conflicto; 2.5. Conflicto de Crimea. 3. La república de Moldavia 3.1 historia de Moldavia. 3.2. Conflicto de Transnistria 3.2.1. Apoyo de la unión europea para la solución del conflicto. 4. Relaciones y conflictos entre Europa y Rusia sobre temas de energía. 4.1. Nivel de producción de energía de Rusia y sus principales importadores: 4.2. Nivel de dependencia de los países de Europa con Rusia en cuanto al petróleo. 4.3 Medidas de los países europeos para disminuir su vulnerabilidad energética. 4.4 Posible creación de un OPEP gasista.

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Conflictos en la frontera este de Europa

(Ucrania, Bielorrusia y Moldavia)

Josué Rosas Rodríguez

Edgar Alejandro Ruiz Garibay

Temas:

1. Introducción

2. Ucrania

2.1. Historia de Ucrania

2.2. Revolución Naranja

2.2.1. Características de de las ideologías políticas en Ucrania independiente:

2.2.2. Desarrollo del conflicto;

2.5. Conflicto de Crimea.

3. La república de Moldavia

3.1 historia de Moldavia.

3.2. Conflicto de Transnistria

3.2.1. Apoyo de la unión europea para la solución del conflicto.

4. Relaciones y conflictos entre Europa y Rusia sobre temas de energía.

4.1. Nivel de producción de energía de Rusia y sus principales importadores:

4.2. Nivel de dependencia de los países de Europa con Rusia en cuanto al petróleo.

4.3 Medidas de los países europeos para disminuir su vulnerabilidad energética.

4.4 Posible creación de un OPEP gasista.

4.5 Conflicto gasista de Ucrania y Rusia.

4.6 Conflicto gasista Bielorrusia y Rusia.

4.7 Soluciones alternativas de la UE para eliminar la vulnerabilidad de transito.

4.8 Posibles roces a futuro entre la EU y Rusia.

5. Migración de la frontera este de Europa:

5.1 Problemas de migración saliente de Ucrania:

INTRODUCCION

Ucrania, Bielorrusia y la R. Moldavia están situados en un cruce de importantes vías

internacionales de transporte y comercio. Precisamente por su posición geográfica se

incluyen en las principales rutas de las redes de inmigración ilegal y de tránsito de energía,

además son anfitriones de conflictos de frontera.

Como se recuerda, después del desplome de la Unión Soviética, la mayoría de los países

que lograron su independencia, acordaron la constitución de una Comunidad de

Estados Independientes (CEI) destinada a mantener cierta coordinación en materia

económica, política y militar. No obstante, a lo largo de la década de los 90, y sobre todo, a

comienzos del siglo XXI, se observa que los países de la antigua Unión Soviética registran

cada vez más diferencias entre sí. Algunos empiezan, incluso, a realizar cambios en la

estructura política, superando los autoritarismos y abriéndose paso hacia la

democracia, como el caso de Ucrania, que aspira a la integración europea. No ocurre lo

mismo con la R. Moldavia que sigue con un régimen populista, nostálgico de la época

soviética.

En cuanto a los conflictos generados en esta zona, más concretamente, son determinados

por el avance de la frontera OTAN y UE hacia el espacio exsoviético

Todos los conflictos o los estados de tensión que se pueden observar en la región tienen en

el fondo la misma causa, independientemente de que se trate de Transnistria, Chechenia,

Ucrania, todos los conflictos o las tensiones de la región representan resultado del

choque entre la frontera euroatlántica y la frontera rusa

UCRANIA

Historia

Los antecedentes del pueblo ucraniano podemos encontrarlos entre los siglos IX y XII d.C.

donde la mayor parte de Ucrania contemporánea pertenecía al “Rus de Kiev” que unía

varias alianzas de pueblos eslavos del este. La principal alianza era la de “rosos o

rusos”, (El primer jefe de esta dinastía fue Rjurik, de donde fue tomado el nombre de

“Rus” por sus cabellos rojos de vikingo) con la capital en Kiev. No fue nunca un estado

unitario, sino más bien una confederación de principados, gobernados por descendientes de

Rjurik, el primer príncipe varengo de Nóvogord.

La “Rus de Kiev” fue el primer estado eslavo oriental, extendiéndose desde el Mar Báltico

en el Norte, al Mar Negro en el Sur, desde los Cárpatos en el oeste a la cuenca del Volga en

el este.

La “Rus de Kiev” sería el origen de las tres naciones eslavas de Europa del este:

Rusia, Ucrania y Bielorrusia.

En el siglo XII la “Rus de Kiev” se desintegró, separándose en el territorio actual de

Ucrania, en los principados de Kiev, Chernigov, Galich y Vladimir-Volinski y En el

siglo XIII se produjo la invasión tártara, por espacio de más de tres años los tártaros se

dedicaron al pillaje, incendiando ciudades, eliminando poblaciones.

La ruina de la “tierra rusa” favoreció un hecho determinante para la historia: el surgimiento

de una pequeña aldea, llamada Moscú, que llegó a convertirse en la capital de un gran

imperio. Moscú comenzó su ascenso en 1263, cuando pasó a depender del príncipe Daniel

Nesvskij, hijo del famoso príncipe de Novgorod, Aleksandr Nevskij.

Este se alió con el príncipe mongol el jan de Saraj, lo que posibilitó la extensión de su

estado.

Este hecho estuvo acompañado de otros factores: el considerable aumento de la población,

la privilegiada posición geográfica de Moscú, centro de la llanura rusa, la fertilidad de la

región; así como la proximidad del Moskova y de los principales ríos Oka, Volga, Don y

Necio.

En el ámbito político se consolidó su poderío con el matrimonio, celebrado el 12 de

noviembre de 1472, entre Iván III y la princesa Zoe, Sofía, última descendiente de la

casa de los Paleólogos. Este hecho provocó la idea en Iván III de ser el verdadero

heredero del Imperio bizantino, lo que le llevó a cambiarse el nombre de Gran Príncipe

por el de Zar -Cesar y Autócrata de Todas las Rusias.

Durante el reinado de Iván III la “Gran Rusia” cuadruplicó su territorio, que llegó

aproximadamente a 300.000 kilómetros cuadrados, con la anexión del principado de

Nóvgorod en 1478. En 1480 se liberó de la subordinación mongola, el poder de los

tártaros en franca decadencia no ofreció ninguna resistencia.

En el siglo XIV el Gran Principado de Lituania se anexó los territorios de Chernigov y

Novgorod-Severski, Podolia, Kiev y una gran parte de Volín. Los lituanos tras batir a los

tártaros en Podolia llegaron hasta el Mar Negro.

Pero en la parte sur de Ucrania y en Crimea surgió el Khanato, reino, de Crimea (de

población tártara), que empezó a invadir Galitzia y Podolia.

En el XV se formó el pueblo ucraniano, de los reinos unificados por el principado de

Lituania, con el nombre de “krai”, que significa frontera. Krai, designaba una zona que

funcionaba tanto al amparo del mundo eslavo-cristiano por una parte, como del turco o

tártaro musulmán de otra. En el siglo XVI se convertiría en campo de batalla entre los

polaco-lituanos por un lado, y los tártaros y turcos por otro, y en refugio de aventureros y

siervos huidos que pasaban a formar parte de los cosacos, que vivían libres sobre el

terreno, encontrándose aislada de los restantes pueblos rusos. Llegó a ser una especie de

territorio transfronterizo y salvaje, fue entonces cuando se acuñó su nombre Ucrania, de

manera más o menos despectiva, que significa “más allá de los límites”, tierra de todos,

tierra de nadie

En el siglo XVI los territorios ucranianos de Volín, Podolia del este, Kiev y parte de la

orilla izquierda del Dniéper, (los cuales eran terrenos anexados en siglo XV por el imperio

de Lituania) fueron incorporados a la “Rzecz Pospolita”, que era el gran imperio polaco, el

cual después de esta anexión llego a extenderse hacia el Mar Negro y por la parte oriental

se ponía en contacto con zonas fronterizas mal controladas por el Imperio Otomano.

Históricamente existieron estrechos lazos entre ucranianos y rusos, para luchar contra los

reinos feudales polacos y lituanos, así como contra los tártaros de Crimea.

En la primera mitad del siglo XVII se intensificó la lucha emancipadora de los cosacos

ucranianos contra Polonia y Lituania, La guerra del pueblo ucraniano, 1648-1654, finalizó

con la integración de Ucrania en el Imperio Ruso, que fue aprobada en la Rada (bahía),

asamblea, que reconocía la unidad mediante el “Tratado de Pereyaslav”, firmado en 1654.

En realidad, los cosacos creían simplemente reemplazar al rey de Polonia por el zar ruso,

sin embargo las tradiciones y los objetivos de los moscovitas eran otros, su concepción del

poder no reconocía las relaciones contractuales recíprocas entre el zar y los sujetos, sino

una subordinación unilateral, la anexión de Ucrania a Moscú suponía un conflicto entre

dos sistemas políticos antagónicos, la república cosaca no podía coexistir con la

autocracia, ni los fundamentos del derecho romano con el despotismo asiático

Tras la firma del Tratado de Pereyaslav surgieron las primeras notas representativas que

marcarían las relaciones entre Rusia y Ucrania: por un lado, Moscú fomentó la

pertenencia de los cosacos a la nación rusa y fortaleció la unidad entre ambos

territorios; por otro, los cosacos, intentaron desarrollar su cultura propia, la

autonomía política, y, en algunas situaciones, la defensa de su independencia.

Esta autonomía ucraniana dentro del Imperio Ruso, existió durante más de cien años, bajo

el sub-reinato del zar con su propio estilo político, militar, administrativo, jurídico, fiscal y

financiero, e incluso con una tarifa aduanera aplicada a la frontera entre Rusia y Ucrania

El Tratado de Pereyaslav supuso, además, un giro radical en la historia de estos países, que

marcaría las relaciones posteriores entre Rusia y Ucrania: cuando Moscú dirigía sus deseos

de la expansión de su influencia hacia Occidente, principalmente a los países de Europa del

Este; Kiev, se convirtió en la pieza clave para estas ansias expansionistas del Imperio Ruso,

y, más tarde, del Imperio Soviético.

En los documentos oficiales rusos Ucrania figuraba con el nombre de Malo Rossilla, la

Pequeña Rusia. En la segunda mitad del siglo XVIII, Ucrania del Sur se convirtió en uno de

los principales proveedores de trigo del Imperio Ruso. En 1783, el reino khanato de

Crimea, donde vivían los tártaros, fue anexionado a Rusia, después de los repartos de

Polonia entre Rusia, Prusia y Austria y en 1793-1795, se unió a Rusia el territorio de la

orilla derecha del Dniéper.

Ucrania conservó una autonomía dentro el Imperio Ruso hasta finales del siglo XVIII.

Esta autonomía tenía un carácter especial y diferenciado de otras nacionalidades, pues,

ciertamente, los destacamentos provisionales rusos eran considerados como “tropas

extranjeras”.

La liquidación de la autonomía ucraniana se realizó en dos etapas:

La primera comienza en 1764 con la abolición del gobierno ucraniano y la creación de un

gobierno general, donde las instituciones ucranianas fundamentales permanecieron

intocables en este estado, pero ellas fueron imperceptiblemente sustituidas por la burocracia

rusa, mientras que se sustituía a la elite cosaca y la nobleza.

La segunda, que empieza en 1782 comprende la liquidación de su sistema administrativo,

financiero, judicial, la destrucción de la autonomía residual de la Iglesia, la humillación de

los campesinos, la disolución de las tropas cosacas y la introducción del sistema de servicio

militar general en el imperio.

En 1796, la Ucrania situada en la orilla izquierda del Dniéper se convirtió en la Provincia

de “Malo Rosilla”-Pequeña Rusia-.

Ucrania participó en los movimientos revolucionarios que surgieron en el imperio ruso:

revueltas agrarias de 1902, huelgas obreras 1900-1903 y la revolución de 1905, que

permitieron el reforzamiento del movimiento nacionalista ucraniano.

Tras la caída del zarismo ruso en febrero de 1917, se estableció en Ucrania una dualidad de

poderes, entre los organismos del Gobierno Provisional de San Petersburgo y la Rada,

Consejo Central de Ucrania -Kiev-, creada en marzo de 1917 con apoyo de la burguesía y

de círculos nacionalistas, que condenó la toma del poder de los bolcheviques y en

noviembre proclamó la República Popular de Ucrania,

Esta republica constituyo un independiente y efímero Estado ucraniano -1918-1920-,

dirigido por Symon Petlioura. La Rada Central de Ucrania apoyó a las tropas austro-

alemanas que invadieron el país en la primavera de 1918, y crearon la Republica Popular de

Ucrania, antes mencionada.

Por su parte, los bolcheviques, que sólo estaban implantados en el Oeste y en el Sur,

crearon en Harkov, la República Soviética de Ucrania en diciembre de de 1917.

Hasta 1920, Ucrania fue campo de batalla de la guerra entre el poder soviético y sus

enemigos internos y externos.

En diciembre de 1922, Ucrania asistió al Primer Congreso de los Soviet de toda Rusia,

celebrado en Moscú, donde se aprobó el Tratado y la Declaración de Fundación de la Unión

de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Por las cláusulas secretas del Tratado de no agresión firmado en 1939 entre Alemania y la

Unión Soviética, la Ucrania Occidental, que pertenecía a Checoslovaquia, Polonia y

Rumania, fue incorporada a la URSS ese mismo año.

Una cuestión importante en la análisis de las relaciones ruso-ucranianas lo constituye la

revisión de las acciones en lo que se refiere a la hambruna de la población ucraniana de los

años 1932-33 forzada por Stalin, lo que se conoce con el nombre del “Holodomor” -el

genocidio por el hambre en Ucrania

En el período de entreguerras, el gobierno soviético impulsó en Ucrania la industrialización

y la colectivización de la agricultura, utilizado este para someter a la sociedad ucraniana y

para reducir su nacionalismo, utilizo todos los medios necesarios, incluso los más

despóticos y mortíferos, para cumplir su objetivo.

En 1929 arrestó a miles de intelectuales ucranianos bajo falsos cargos, o bien los fusiló, o

bien los envió a campos de trabajo a Siberia. Se ha calculado que diez millones de personas

fueron desposeídas de sus tierras y pertenencias, siendo enviadas a Siberia en trenes de

mercancías sin calefacción, en estas condiciones pereció al menos un tercio de ellas.

En 1932, la mayoría de las explotaciones ucranianas habían sido colectivizadas a la fuerza,

Stalin ordenó un aumento de las cuotas de producción agrícola hasta que no quedo comida

para los ucranianos, la cosecha de trigo se vendió en el mercado mundial a precios por

debajo de lo estipulado.

Los archivos del Comité Central del partido comunista de Ucrania guardan documentación

sobre los llamados “trenes verdes”, que se llevaban todo lo que tenían los ucranianos para

el aprovisionamiento de Rusia en vísperas de las fiestas de Octubre. Incluso se apropiaron

de las semillas o el grano para plantar, se penalizó, se multó, se fusiló cualquier tipo de

comercio en las zonas rurales, por lo que no quedó nada

El aspecto característico de los niños era el de un esqueleto y con el abdomen hinchado. Se

cuenta que las madres abandonaban a sus hijos en los vagones de los trenes que iban a las

grandes ciudades con la esperanza de que alguien pudiera cuidar de ellos mejor.

Los ucranianos pasaron a comer hojas, perros, gatos, ratas, pájaros y ranas y cuando esto no

era suficiente, incluso pasaron al canibalismo. Se ha escrito que “el canibalismo era tan

común, que el gobierno imprimió carteles que decían: comer a tus propios hijos es un acto

de barbarismo”. En los momentos más crudos de la hambruna morían 25.000 personas cada

día en Ucrania, el recuento final se sitúa entre los siete y los diez millones de personas

La hambruna de 1932-1933 fue una acción premeditada” por la forma de proceder del

terror rojo, que la historia no ha reconocido aún, después de más 70 años, a pesar de haber

solicitado a la ONU su calificación como “genocidio” Solamente Canadá, Estados Unidos,

Argentina, Australia, países que cuentan con importantes diásporas de ucranianos, lo han

reconocido como tal genocidio.

Un evento importante de la historia a de Ucrania se dio el 16 de Julio de 1990 cuando el

Parlamento Ucraniano declaró la soberanía de la República Socialista Soviética de Ucrania.

Tras un complicado y conflictivo proceso en sus relaciones con Rusia,

Ucrania conquistaba su independencia de la URSS el 24 de Agosto de 1991, que fue

respaldada tras el referéndum celebrado el 1 de Diciembre de 1991 con el 92% de los

sufragios afirmativos emitidos por la población.

Para finales del 2004 sucede otro evento que significo un duro golpe sobre la influencia

política de Rusia en Ucrania, la entrada a la cabeza del gobierno Yuchenko, tras lidiar con

un fraude electoral y un emotivo y original apoyo de la población manifestado en la

llamada Revolución Naranja.

Después de esta conquista de la independencia de Ucrania las relaciones de Kiev y Moscú

no han estado ausentes de conflictos, debido a una serie de factores diversos políticos,

económicos y militares, que han actuado con un carácter de Interdependencia

Entre los motivos políticos destaca el elevado número de rusos residiendo en Ucrania. En

el último censo realizado por la URSS en 1989 había un total de 11.356.000 rusos

residiendo en Ucrania, lo que alcanzaba un porcentaje del 22,1% de la población total.

Para los motivos económicos se puede destacar la Economía centralizada y planificada

que generó fuertes dependencias económicas de unas regiones a otras, entre ellas sobresale

las energéticas (como se vera mas adelante) y en particular los hidrocarburos, el mejor

ejemplo fue la crisis de diciembre- enero de 2006 entre ambos países, por un reajuste en los

precios de los hidrocarburos que paga ucrania a Rusia

Revolución naranja.

Ucrania irrumpió con fuerza en el escenario internacional como consecuencia del fraude

electoral acontecido en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebradas en

dicho país el 21 de noviembre de 2004, siendo protagonista por segunda vez de numerosas

portadas, noticias en prensa y televisión.

La primera vez tendría lugar el 26 de abril de 1986, cuando en la central de Chernobyl, 130

Km. al norte de Kiev, se produjo el más grave accidente nuclear de la historia, la explosión

de un reactor afectó a un área donde vivían 600.000 habitantes de los cuales hasta 1993

habían fallecido 7.000 a causa de las altas radiaciones recibidas y fueron evacuados

135.000.

La nube radiactiva de Chernobyl no sólo afectó a Ucrania y Rusia, también Bielorrusia,

Polonia y algunas regiones de Suecia y Finlandia, que fueron contaminadas seriamente. En

los años siguientes, investigadores extranjeros registraron en la zona afectada un aumento

de los casos de cáncer y otras enfermedades asociadas con la radiactividad

Características de de las ideologías políticas en Ucrania independiente:

Algunos autores definen a la elite en el poder en Ucrania, después de algunos años de

independencia, como una oligarquía que ha gobernado el país en lugar de los demócratas y

en su nombre, ha utilizado la democracia, las reformas del mercado, el renacimiento

nacional, etc. para ensuciar, irremediablemente, los valores e ideas democráticas.

Esta oligarquía en el poder ha, fomentando una posible vuelta de Ucrania bajo la

jurisdicción moscovita.

Los que optan por una democracia real en Ucrania se encuentran con obstáculos, como la

precariedad y la pobreza de los apoyos internacionales con los que puede contar Ucrania,

tanto desde el lado europeo como por parte de Estados Unidos, que temen provocar una

situación conflictiva con Moscú ante cualquier eventual y explícita ayuda internacional a

Kiev.

Un ejemplo del limitado apoyo internacional, es la negativa de ampliación europea a

Ucrania; los ministros de la UE han aprobado negociar un acuerdo reforzado de política de

vecindad con Ucrania en el 2007. Sin embargo, han rechazado las expectativas de este país

de incluir en dicho acuerdo una referencia expresa de futura adhesión de este país a la

Comunidad.

En el fondo de estas cuestiones se encuentra el eje de influencias de Rusia, la UE depende

del aprovisionamiento ruso, el 40% del gas y el 25% del petróleo. Casi el 80% del gas

ruso con destino a Europa pasa por Ucrania por lo que, Rusia no ve con buenos ojos

cualquier acercamiento de Kiev a la UE.

Europa no ha escuchado jamás a las víctimas ucranianas perseguidas durante siglos, (como

el genocidio en los 30`s) ni ha tenido en cuenta el deseo de libertad jamás apagado de los

supervivientes ucranianos. La respuesta a todas estas preguntas siempre es la misma, “qué

va pensar Moscú”.

Desarrollo del conflicto;

A finales de los años 50, a la muerte de Stalin, los ucranianos arrestados después de la

Segunda Guerra Mundial son liberados de los campos de concentración. Estos

supervivientes, denominados “bandidos nacionalistas ucranianos”, según la terminología

estalinista, han rechazado en muchas ocasiones ser humillados. En los años sesenta se

desarrolló en Ucrania un movimiento cultural contra la política de “rusificación”. Este

movimiento comprende todas las artes: el cine, el teatro, la pintura, la música la escultura,

la poesía y la novela. Paralelamente, surge un movimiento de lucha política, por el derecho

a la autodeterminación del pueblo ucraniano. Ambos movimientos son reprimidos

violentamente desde Moscú

En los años 80, la “inteligencia soviética” se radicaliza y reemprende su lucha contra

la autodeterminación, especialmente contra la ucraniana. El ejemplo más evidente es de

Yaroslav Tchornovil, periodista las arrestado en 1967 y condenado a tres años en un

campo de concentración, que nuevamente disfrutaría de una nueva pena en 1973 con 6 años

de deportación y 3 de exilio, después sufriría 5 años de encarcelación en 1980.

Este movimiento de contestación y búsqueda de autodeterminación se solidifica el 26

de Abril de 1986, cuando el reactor nº 4 de Chernobyl explota, esto conlleva a la unión

por rabia del pueblo.

Tras esta unión los intelectuales y la larga lucha de los separatistas nace el 7 de Mayo de

1986 el ROUKH (el Movimiento Popular Ucraniano por la Perestroika) este movimiento

fue posible gracias al espacio creado por la perestroika de Gorbachiev para la expresión de

los sentimientos nacionalistas y fue utilizado por los lideres ucranianos que buscaban la

independencia de la URRS y el paso a la democracia.

Después este movimiento se convirtió en un partido político el ROUKH, que seria el

representativo de los demócratas y participaría los comicios legislativos de 1990 (cuando se

proclamo la soberanía de Ucrania) con un amplio respaldo de la población.

Para 1990 Leonid Kravchuk, ex primer secretario del Partido Comunista de Ucrania, supo

convencer a los imperialistas-comunistas, a los nacionalitas-demócratas y sobre todo a la

sociedad, de que él era “lo menos malo” para ser presidente de la República, situándose

Kuchma como primer ministro. El resultado fue la conquista de la independencia de

Ucrania, pero al mismo tiempo la conservación en el poder del viejo régimen de la

nomenclatura

La colaboración entre nacionalistas y comunistas supuso una traición para Ucrania y una

alianza indirecta a Rusia, pues la independencia de Ucrania se encontraba amenazada, a la

vez, por el imperialismo ruso y por las elites ucranianas que, con el fin de proteger sus

intereses, aceptó reconocer la autonomía del país.

Las primeras elecciones presidenciales de la era postsoviética tuvieron lugar en junio y

julio de 1994, el ex primer ministro Leonid Kuchma derrotó al presidente saliente con

52% de los votos, tras lo que confirmó su intención de estrechar lazos con Rusia e ingresar

plenamente en la unión económica de la CEI.

En las elecciones parlamentarias de marzo de 1998, el Partido Comunista de Ucrania -

KPU- obtuvo 113 asientos (24.7%), conformándose, de hecho, una mayoría

parlamentaria de izquierda y centro izquierda. En la segunda vuelta de las elecciones

presidenciales, el 14 de diciembre de 1999, Kuchma, independiente, fue reelecto con el

56% de los votos, mientras que el candidato del KPU, Petro Symonenko, obtuvo el 38%.

Kuchma prometía continuar las reformas del mercado y las políticas pro- Occidente:

acercarse a Europa Oriental, a Estados Unidos y a la OTAN.

Symonenko, por su parte, basó su campaña en la necesidad de profundizar las relaciones

con Rusia.

Observadores internacionales afirmaron que las elecciones distaron mucho de ser libres y

limpias, la corrupción se manifestó en toda su plenitud en la campaña presidencial

particularmente cínica desarrollada en 1999.

El 26 de noviembre de 1999, coherente con sus promesas, Kuchma exhortó a la Unión

Europea a considerar a Ucrania para poder entrar a la comunidad, el 22 de marzo, de

acuerdo a las exigencias del Consejo Europeo, el presidente abolió la pena de muerte.

El 16 de abril, el 90% de la población apoyó, por referéndum, las iniciativas

reformistas y aliancistas de Kuchma, quien ahora podría disolver el parlamento si no

obtenía las mayorías esperadas. Tras la desaparición de un periodista que crítico al

régimen, políticos opositores denunciaron la existencia de una grabación que contenía

como el presidente Kuchma discutía con oficiales de seguridad, previo a la desaparición del

periodista.

En febrero de 2001 se sucedieron las manifestaciones populares de la oposición que

solicitaba la renuncia de Kuschma, el hallazgo del cadáver decapitado del periodista

paralizó el acercamiento de Ucrania a Occidente. Las manifestaciones contra Kuschma

continuaron y se volvieron masivas.

En la víspera de las elecciones parlamentarias de marzo de 2002, fue hallado muerto, con

nueve disparos por la espalda, el vicegobernador de una ciudad del oeste del país,

miembro del Partido Socialdemócrata. La campaña electoral para el legislativo había estado

marcada por presiones a la prensa, fraude y cruce de acusaciones entre el poder y la

oposición. El bloque “Nuestra Ucrania” obtuvo la victoria con el 23,6%, seguido por los

comunistas, con el 20%. Los oficialistas de “Por una Ucrania Unida” se colocaron en tercer

lugar con el 11,8 % de los sufragios.

La oposición liberal acusó a las autoridades ucranianas de fraude electoral. Yushchenko,

líder de “Nuestra Ucrania”, anunció que impugnaría los resultados de varias

circunscripciones y aseguró que le habían robado hasta un 12% de los votos.

En diciembre, la corte Constitucional determinó que Kuchma podía presentarse como

candidato por tercera vez en las elecciones programadas para noviembre de 2004. Según la

Constitución de 1996 el presidente podría detentar el cargo por dos períodos, pero la corte

determinó que el primer mandato de Kuchma de 1994 no contó como tal.

Kuchma desestimó la posibilidad de presentarse nuevamente como candidato debido

a que la oposición lo acusó de querer "adherirse" al poder, por lo que decidió que

Yanukovych seria el mejor candidato, la decisión de Kuchma fue estratégica ya que eligió a

Yanukovych porque este seria fácil de manejar, cuando llegara al poder, pues podía haber

elegido a cualquier otro o el mismo, al final de cuentas el partido comunista iba a manipular

las elecciones.

El candidato opositor de la coalición la fuerza del pueblo, donde se encontraba yulya

Timoshenko, fue Viktor Yushchenko, con un perfil más democrático, más inclinado por

un acercamiento a la política de la UE y los Estados Unidos, que a la esfera de influencia de

Rusia, lo que permite tener un grado mayor de optimismo sobre la clase dirigente de

Ucrania.

Desde su postulación Yushchenko, enfrento serios problemas, el 12 de agosto, en un

vehículo que manejaba el candidato y que encabezaba su comitiva electoral en una

carretera al norte de Crimea fue repentinamente obstaculizado por un camión de carga,

Yushchenko al querer rebasarlo, el conductor del camión intentó echarlo por tres

ocasiones fuera de la carretera., el chofer fue liberado por la policía al día siguiente.

El 6 de septiembre Yuschenko empezó a sentirse mal y un primer chequeo médico le

diagnosticó una simple gripe, su malestar fue agravándose y el 10 de septiembre ingresó

secretamente en un hospital en Viena, donde le sometieron a análisis exhaustivos que

arrojaron unos inquietantes resultados: Yushchenko presentaba un cuadro agudo de

pancreatitis, ulceración estomacal y proctocolitis (inflamación del colon y el recto), que

podía estar causado tanto por una infección viral como por sustancias químicas

normalmente no presentes en los alimentos..

Estos hechos fueron revelados al público el 17 de septiembre por el director de campaña del

candidato, Oleksandr Zinchenko, quien sugirió un posible envenenamiento de su jefe, al

que "alguien" habría "intentado impedir" que participara en las elecciones.

En efecto, el 18 de septiembre Yushchenko retornó de Viena y ese mismo día presidió un

mitin en Kíev, La gente se percató del aspecto de su rostro, que fue empeorando de manera

alarmante en las semanas siguientes, hasta el punto de dejarle irreconocible.

Ahora, su aspecto se asemejaba al de un hombre viejo que había padecido la viruela.

El 1 de octubre El candidato se reincorporó a la campaña conectado a un catéter que le

suministraba potentes analgésicos a la altura de la columna dorsal. El equipo del candidato

insistió en la teoría del envenenamiento, seguramente intencionado y con trasfondo

político, pero no aportó pruebas.

El 24 de noviembre de 2004 la Comisión Central Electoral de Ucrania declaró a Víktor

Yanukovych, como ganador oficial de las polémicas elecciones presidenciales. Según la

comisión, el candidato pro-ruso Yanukovych obtuvo el 49,61% de los votos, mientras que

su opositor liberal Víktor Yuschenko consiguió el 46,61%. Algunos miembros del

parlamento y la oposición no reconocieron estos resultados, iniciándose una resistencia

pacífica en la capital, Kiev, específicamente en la plaza de la independencia, en lo que se ha

denominado “la Revolución Naranja”.

También la mayoría de los observadores internacionales, incluidos los designados por la

Organización para la Cooperación y la Seguridad Europea y por EEUU, reconocieron

irregularidades en el proceso electoral.

El 2 de diciembre de 2004, el Parlamento se pronunció con un voto de retiro de la

confianza al premier Yanukovych. Ese mismo día, Kuchma, se reunió en las afueras de

Moscú con Putin, para discutir la “crisis política” que se desató a consecuencia de las

controvertidas elecciones de noviembre. Kuchma, propuso iniciar todo un nuevo proceso

electoral; mientras tanto, la Corte Suprema evaluaría las denuncias de fraude electoral que

presentó la oposición.

El 3 de diciembre, la Corte Suprema declaró inválidos los resultados de la segunda

vuelta de las elecciones presidenciales. Tras cinco días de deliberación, los 21

miembros del máximo tribunal ucraniano recomendaron repetir una segunda ronda el 26

de diciembre, con la participación de los mismos candidatos.

La Corte emitió el fallo basándose en los 11 mil cargos presentados por la oposición

sobre un posible fraude electoral. Miles de simpatizantes de la oposición congregados

en las calles de Kiev celebraron la decisión

El 20 de enero de 2005, la Corte Suprema de Ucrania confirmó a Viktor Yushchenko como

ganador de la disputada elección presidencial. Yushchenko tomó finalmente juramento

como nuevo presidente de Ucrania el 23 de enero después de varias semanas de confusión

política. El presidente ruso Vladimir Putin, quien había apoyado a Yanukovych, felicitó a

Yushchenko por su victoria y declaró que el desarrollo de relaciones amistosas e iguales

con Ucrania era una de las prioridades de Rusia. En febrero de 2005, el Parlamento, por

amplia mayoría, confirmó a Yulia Tymoshenko como primera ministra. Tymoshenko, una

aliada de Yushchenko, era una de las más radicales reformistas y promovería la lucha

contra la corrupción, su programa de gobierno tenía como objetivo preparar el camino para

la integración de Ucrania a la UE y a la OTAN.

Yulia Tymoshenko

Un nuevo hecho político tendría lugar en septiembre de 2005, que rompería la

estabilidad política establecida tras la Revolución Naranja, la disolución del gabinete

de Julia Timoshenko, y la destitución en favor de Yurii Yekhanurov

Yuschenko se ganó en la primera ministra saliente un fuerte adversario político. Por su

parte, Timoshenko manifestó que, al destituirla, Yuschenko de hecho había destruido la

alianza política de ellos y el futuro del país.

Sustentándose en que ella era demasiado radical además de que había generado un

gran descontento por la subida de impuestos de los precios de los hidrocarburos ,

además de las acusaciones de corrupción a su gobierno, por la empresarios de

gazprom de Rusia y otros de Ucrania.

Las elecciones legislativas celebradas en Marzo de 2006 no otorgaron la mayoría

parlamentaria a ninguno de los partidos en liza. El abandono del partido socialista de la

coalición que accedió al poder tras el triunfo de la Revolución Naranja ha llevado al

presidente Yushenko a nombrar como primer ministro a Yanukovik, su rival político en las

elecciones presidenciales de 2004, una vez agotado el plazo de cuatro meses para formar

gobierno o convocar nuevas elecciones en Ucrania. Pero ahora por decreto oficial el primer

ministro tendría mas poder que el presidente.

Este hecho, sin duda, destrozo las ilusiones de muchos ucranianos forjadas desde la

Revolución Naranja de 2004.

Rompimiento de Yuschenko y Timoshenko.

Conflicto de Crimea.

Un país dividido entre una parte occidental, que había pertenecido anteriormente al

principado polaco-lituano, ucranófona, nacionalista, católica, pro europea, que aspiraba a su

integración en las instituciones y los países europeos, así como reclamaban el apoyo de los

países occidentales y de USA; y una parte oriental, durante mucho tiempo integrada en el

Imperio Ruso, rusófona, nostálgica de la URSS, ortodoxa y pro-rusa, que recordaba su

pasado reciente en la órbita soviética

El polo occidental, de religión católica, conservador de su lengua y de la idea de identidad

ucraniana; el segundo, oriental, de mayoría ortodoxa, profundamente “rusificado”, sino

ruso. Entre los dos se halla una zona que tiene un sentimiento ambivalente “sino

ucraniano”, tampoco ruso, auque siempre rusificado, atraído por los dos lados, pero incapaz

de decidirse.

Los estudios sociológicos muestran que, aproximadamente, un cuarto de la población se

encuentra a favor de Ucrania “ucraniana” y de los valores europeos correspondientes. Una

tercera parte sostiene a Ucrania “soviética”, así como las orientaciones y valores

consecuentes. El resto, casi la mitad de la población, es una población no determinada, que

se encuentra manipulada por el “partido en el poder”.

Desarrollo del conflicto:

La península de Crimea que durante los siglos fue incorporada a Rusia en 1783, debe

destacarse el valor estratégico por su salida al Mediterráneo a través del Mar Negro, en la

que se había establecido una potente marina de guerra con base en Sebastopol, así como el

valor simbólico de esta península relacionado con el importante papel desarrollado en las

dos guerras mundiales.

En 1921 fue constituida como república autónoma dentro de la Federación Rusa, estatuto

que cambiaría Stalin en 1945, acusando a los tártaros de colaboracionismo con los

alemanes.

Estos tártaros antiguos pobladores de la península de Crimea (como se menciono antes)

fueron deportados en masa a Siberia y a Uzbekistán, siendo ocupadas las tierras

abandonadas por otros pueblos llegados de Rusia y la Región del Volga. Los tártaros

deportados sufrieron unas durísimas condiciones, que provocaron la muerte del 46%

de la población.

Stalin la trasformó en una región administrativa dentro de la Federación Rusa y en 1954 por

iniciativa de Kruchev (encargado del gobierno en Ucrania) fue incorporada a Ucrania con

el estatuto de región administrativa. Esta cesión se fundamentaba en razones económicas,

geográficas y políticas.

Entre las razones económicas usadas por Kruschev destaca la fuerte dependencia de la

economía de Crimea a Ucrania, mientras que en las geográficas, por ser una prolongación

natural de Ucrania y las políticas, la transferencia mejoraría las relaciones entre Rusia y

Ucrania, pues en este momento se estaba celebrando los 300 años del tratado de

Pereyaslav.

Tras la proclamación de independencia de la Federación Rusa, el 12 de Junio de 1990, y de

Ucrania, el 16 de Julio de dicho año, los presidentes de los Soviets Supremos de ambas

repúblicas, Yeltsin y Kravchouk, firmaron un acuerdo el 19 de Noviembre por el que se

constataba el reconocimiento de ambos estados soberanos, así como la integridad y la

inviabilidad de las fronteras.

Estos acuerdos fueron cuestionados por el presidente Yeltsin y el Parlamento Ruso tras la

independencia de Ucrania, alegando que la salida de la URSS llevaría a la modificación de

las fronteras, particularmente en aquellas regiones pobladas mayoritariamente por rusos,

como Kazajstán y Ucrania, era una clara referencia a Crimea poblada por mayoría rusa.

El tono más elevado de la tensión se produjo cuando el Parlamento Ruso decidió revisar el

acuerdo sobre la legitimidad y la constitucionalidad de la cesión a Ucrania de la península

de Crimea, alegando que era válido mientras que Ucrania permaneciera en la Unión

Soviética. Paralelamente, se había desarrollado un movimiento secesionista en esta

península, apoyado por el Partido Comunista.

El Parlamento Ruso adopto una resolución el 21 de mayo de 1992 que declaraba sin valor

jurídico la cesión de Crimea de 1954, argumentando que se había producido en violación de

las leyes y procedimientos legislativos de la Federación Rusa vigentes en ese momento. El

propio Consejo de la Comunidad Europea tuvo que recordar en su reunión de Lisboa,

celebrada los días 26 y 27 de junio de 1992, el principio de inviolabilidad de las

fronteras, recordando que las fronteras sólo podían ser modificadas de forma pacífica

y de acuerdo con una serie de compromisos internacionales como la Carta de las

Naciones Unidas, el Acta Final de Helsinki o la Carta de Paris para una nueva

Europa.

El 5 de mayo de 1992 Crimea declaró su independencia, adoptó una constitución y

convocó un referéndum. Estas decisiones fueron rechazadas por el Parlamento Ucraniano

que destacó la inconstitucionalidad de estas medidas y exigió su revocación. Crimea cedió a

las exigencias de Ucrania y anuló la declaración de independencia, renunció a la

organización de un referéndum, así como revisó la constitución separatista adaptándola a la

Constitución de Ucrania. Un nuevo acuerdo fue firmado por ambos países en Dagomys, 23

de Junio de 1992, que testificaban su voluntad de mantener relaciones de cooperación y

amistad, el acuerdo firmado, nuevamente, quedaría sin efecto al no cumplir lo pactado.

Las tensas relaciones entre Rusia y Ucrania no cesaron hasta que en 1997 ambos firmarían

, nuevamente, un tratado de Amistad y Cooperación, que admitía la inviolabilidad de las

fronteras, así como la pertenencia de Crimea a Ucrania.

Entre las causas que originaron la evolución de este conflicto pueden ser señaladas: la

división del movimiento nacionalista crimeano, la fuerte crisis económica de la

península; o bien la llegada a la presidencia de la República de Kuchma, más

orientado a posiciones pro-rusas que su antecesor.

Las relaciones ruso-ucranianas serían también tensas en la resolución del estatuto de

la ciudad de Sebastopol y el reparto de la flota en el Mar Negro, que permanecía

fondeada en dicho puerto desde la disolución de la URSS.

Ucrania reclamaba que sólo la parte de la flota que portaba armas nucleares estratégicas le

correspondía a la CEI, mientras que el resto era competencia de Ucrania. Por su parte, la

Federación Rusa objetaba que dichas reclamaciones infringían los acuerdos fundacionales

de la CEI, en los que se insertaba la marina como fuerza estratégica, lo que imposibilitaba

la nacionalización de la flota o de sus partes.

Este conflicto también alcanzaría puntos de máxima tensión entre ambos países, sin

llegar al conflicto armado, pero marcaría la distancia de las relaciones diplomáticas entre

ambos países, en las que Ucrania partía de una situación desventajosa al ser muy

dependiente de Rusia por sus suministros energéticos, especialmente los hidrocarburos,

dada la integración de su economía en el espacio postsoviético, a lo que había de sumar la

creciente deuda externa. Finalmente, tras la adopción de varios acuerdos que quedaron sin

efecto, se alcanzó un nuevo pacto ente ambos presidentes, el 29 de Mayo de 1997 que

marcaría las relaciones bilaterales entre dichos países en relación con la ciudad de

Sebastopol, el reparto de la marina de guerra, fijado en el 15 al 20 % de la flota total, así

como la obligación de la Federación Rusa a pagar a Ucrania cien millones de dolores

durante veinte años, en concepto de alquiler del puerto de Sebastopol para el

establecimiento de la base de la marina de guerra.

LA REPÚBLICA DE MOLDAVIA

Historia.

Desde 1991, la República de Moldavia que es un país sin salida al mar que limita con

Rumania y Ucrania, ha estado buscando una identidad, apartándose del legado

ruso-soviético de medio siglo, pero sin adoptar su herencia rumana. (A la cual pertenecía

hasta fínales de la segunda guerra mundial cuando fue cedido a Rusia)

El setenta por ciento de la población moldava es de etnia rumana, mientras que grandes

minorías rusas y ucranianas representan el diez por ciento del total, respectivamente.

El territorio de Moldova, tan grande como Bélgica y con una población de 4,3 millones,

está concretamente dividido en dos partes, confirmando también en el terreno esta

condición bipolar; del otro lado del río Dniéster, (Nistru en rumano), existe la República

Pridnestrovskaya de Moldova [en Occidente llamada Transnistria].

En el periodo soviético Moldova era el principal abastecedor de la Unión de vino y coñac,

todavía en 1996, en Moscú se intercambiaba vino moldavo por gas ruso. Aún hoy los tintos

de Cricova, Purcari o Romanesti, que se pueden encontrar en las rutilantes vinerías de

Chisinau, tienen una distinguida calidad pero no son tan preciados como para poder

penetrar en los mercados occidentales.

Uno de los problemas más críticos de la republica de Moldava es la extrema dependencia

del extranjero en importantes ámbitos: el país debe importar prácticamente todos los

recursos naturales y las materias primas y especialmente la energía, además Rusia

sigue siendo su único proveedor de gas, y sólo en este sector la deuda de Moldova llego a

alcanzaren el 2001 los 300 millones de dólares.

Por lo que Rumania representa en la actualidad para Moldova la única posibilidad concreta

de diversificar sus abastecimientos energéticos.

A razón de los fuertes vínculos históricos que unen Moldova y Rumania, los dos países

firmaron un acuerdo de colaboración. Una cláusula prevé la posibilidad para los moldavos

de obtener la ciudadanía rumana y consecuentemente

el pasaporte demostrando el nacimiento de padres o

abuelos en territorio rumano; el cual es el caso de la

mayoría de la población.

Conflicto de Transnistria

Tiene poco más de 4.000 kilómetros y en él viven

unos 550.000 habitantes transnistrios, Su nombre

oficial en ruso es Pridnestrovie, o Pridnestrovskaya Moldavskaya Republika, (República

Moldava de Transnistria) la capital es Tiraspol, ciudad de unos 150.000 habitantes, la

principal institución de Transnistria es el Soviet Supremo, lo que la convierte en la única

República Soviética superviviente tras la caída de la URSS en 1991.

El 2 de septiembre de 1990, un año antes de la independencia moldava se llevo a cabo

declaración unilateral de independencia por parte de mandos soviéticos opuestos a la

Perestroika en Transnistria; (se proclama la República Socialista Soviética Moldava de

Transnistria). La declaración no tuvo ningún efecto inmediato, pero ni la Unión Soviética

(que se desintegraría un año más tarde), ni Moldavia, ni ningún otro país hicieron ningún

movimiento, por lo que las fuerzas separatistas, ejerciendo una fortísima presión sobre la

minoría rumana, fueron tomando lentamente el control del país

Moldavia proclamó su independencia en 1991, pero, carente por completo de cualquier

ejército o fuerzas armadas, no pudo realizar ningún tipo de movimiento para recuperar el

control de Transnistria.

En marzo de 1992, las fuerzas armadas de Moldavia invadieron Transnistria para recuperar

el control de la región, pero se encontraron con el ejército de Transnistria, formado

fundamentalmente por soldados soviéticos del 14º ejército ruso, que se había quedado en el

territorio tras su separación en 1990 (comandados por el general Ruso Lebed que fue

enviado por Moscú para solucionar el conflicto en 1992) además de que Transnistria

poseía armamento ruso: que eran armas y municiones que quedaron en Transnistria

después el derrumbe del Imperio Soviético, las cuales hacían mas de 41.000 toneladas;

adicionalmente según los acuerdos estipulados en el momento de la disolución de la URSS,

pertenecen al país en que se encontraban en ese momento; por lo que Rusia y Moldova

firmaron más de un documento para su traslado, pero todos los acuerdos cayeron.

Valeriy Litzkay Secretario de Estado de Transnistria dijo que: “Rusia puede decidir lo que

quiera sobre los soldados, pero para los armamentos es diferente. Exigimos una

compensación económica. Si pagan, pueden llevárselos mañana mismo: firmamos un

protocolo con Rusia y el 50% del valor es nuestro.” Valor que suma 300 millones de

dólares.

La guerra concluyó en julio de 1992, cuando el Presidente Yeltsin negoció un acuerdo de

paz entre las dos partes, este acuerdo puso fin a la lucha pero aseguró que la región

separada permaneciera fuera del control efectivo de Chisinau y desde entonces, existe una

paz incierta.

El conflicto nunca llego a ser una guerra abierta, sino más bien una sucesión de

escaramuzas localizadas en tres puntos distintos del país, el ejército ruso permaneció

desplegado por el territorio transnistrio como fuerza de paz, algo que es considerado por las

autoridades moldavas como una ocupación ilegal, esta guerra civil provocó, según las

cifras oficiales, algo más de millar y medio de muertos entre soldados y civiles moldavos, y

combatientes transnistrios y rusos.

Aunque de facto el país proclamó su independencia hace más de 18 años, ni un solo país

del mundo ha reconocido a Transnistria, y tanto la ONU como todos los organismos

internacionales reconocen a Transnistria como parte de Moldavia; las únicas entidades

que reconocen a Transnistria como régimen legítimo son Nagorno-Karabaj, Osetia del Sur

y Abjasia, otros tres países no reconocidos.

Es por ello que Transnistria oficialmente, no existe, hasta tal punto está rechazado por la

comunidad internacional que los miembros del Soviet Supremo del país, no se les permita

la entrada en la Unión Europea, incluido el presidente, Igor Smirnov; pero aun así es un

estado independiente, con sus propias leyes, moneda e instituciones.

La moneda oficial es el Rublo de Transnistria, que, obviamente, carece de cualquier tipo de

cambio oficial más allá del que marquen las autoridades locales, y no es convertible en

ningún otro lugar del mundo más que en la pequeña república. Además cualquier

documento de identificación local es unánimemente rechazado fuera de las fronteras del

país, lo que ha provocado que 400.000 residentes en Transnistria se hagan con el pasaporte

moldavo, según las autoridades de Chisinau.

Transnistria tiene un aparato de propaganda en Internet muy bien montado. Desde el

periódico en inglés de la capital, el Tiraspol Times (la mitad de cuyas noticias están

dedicadas a proclamar a los cuatro vientos lo feos, gordos, corruptos e infelices que son los

moldavos) hasta la web oficial del país, pasando por la de la oficina de turismo, toda la

información que produce el régimen separatista destaca lo maravilloso del lugar,

especialmente comparado con Moldavia

Pero la verdad es otra, en realidad es un lugar habitable, pero corrupto, pobre y bananero,

además de infectado con la clásica paranoia comunista; Transnistria es un centro

internacional de tráfico de armas, y las pocas fábricas que hay en Tiraspol se dedican a

la manufactura de éstas. Las libertades civiles básicas están en entredicho (el presidente

Smirnov fue reelegido en 2006 con más de un 80% de los votos), y la minoría que habla el

idioma rumano se ha visto acosada a lo largo de este siglo con clausuras de escuelas que

enseñan en rumano y otras medidas de persecución.

Las condiciones de vida son extremadamente difíciles, por lo menos para la gente común:

(Estamos ya en el plan de trabajar como pasatiempo), cuenta irónicamente una

profesora de la universidad local de Transnistria que domina diez idiomas en una entrevista

en el 2002. Y dice: “Como nos pagan con retraso de cuatro meses, tenemos por fuerza que

hacer alguna otra cosa para sobrevivir y los sueldos, cuando se pagan, son de hambre: entre

los 20 y 50 dólares, Como si no fuera suficiente, la moneda local, el rublo de Transnistria,

alcanzó límites de inflación elevadísimos, En las oficinas de cambio sembradas por todos

lados, por cada dólar se recibe un cúmulo de rublos: que son más de 4 millones, y con el

problema práctico de que el billete más alto es de sólo 500.000 (lo que vale un pasaje en

minibús)por lo que en estas condiciones, de todas formas los salarios no podrían ser más

altos, para no obligar a la gente a tener que andar con bolsas de dinero.

Apoyo de la unión europea para la solución del conflicto.

Recientemente la UE empezó a prestar más atención a Moldavia y su conflicto „congelado‟

que ahora representan una seria amenaza en su frontera (con la adhesión de Rumania)

Entre 2002-2006 se diseñaron varias iniciativas importantes para la resolución del conflicto,

auspiciadas por la OSCE, en el 2003, la presidencia holandesa de la OSCE, 2004 Bulgaria,

2005 Eslovenia, 2006 Bélgica y 2007 España, respectivamente, brindaron esfuerzos hacia

la resolución del conflicto, no obstante, a finales de cada año todos estos esfuerzos se

vieron frustrados por la negativa rusa de acordar una declaración común.

Cuando Bruselas diseñó la Política Europea de Vecindad (PEV), en 2006 Moldavia era un

participante importante, dado que pronto tendría una frontera directa con Europa y no tenía

ninguna posibilidad clara de convertirse en miembro. La UE finalmente estableció una

Delegación de la Comisión Europea en Chisinau y nombró un representante especial

del Consejo Europeo en Moldavia para centrarse en el

Conflicto transnistrio.

Cuando el Gobierno comunista de Moldavia que asumió el poder en 2001 se pronunciaba

ante las políticas rusas, los comunistas, bajo el mando del Presidente Vladimir Voronin,

(actual presidente de Moldavia) esperaban que el Kremlin brindara su apoyo a una

resolución del conflicto de Transnistria después que el Gobierno adoptara una posición pro-

rusa en política exterior. Pero Rusia prefirió el status quo, lo que conllevó a que el

Gobierno de Moldavia gradualmente girara hacia Occidente.

Cuando Moldavia se volvió hacia Occidente, Chisinau retiró su apoyo a una federalización

(entre los 2 países) y respaldó la iniciativa creada por la sociedad civil moldava llamada

Estrategia 3D, diseñada para ser implementada en tres fases: desmilitarizar,

descriminalizar y democratizar Transnistria y reintegrar poco a poco el país en Moldavia.

Las dos primeras fases del plan se refieren al resto de tropas rusas en Transnistria que

necesitan ser retiradas, y el Gobierno de Tiraspol que eventualmente necesitará ser

reemplazado. La tercera fase, democratización, es un proceso necesario no sólo en

Transnistria sino en Moldavia en general. Actualmente, no hay muchos incentivos políticos,

económicos o sociales para que Transnistria se reunifique con el resto del país; se dice que

una Moldavia próspera y democrática sería más atractiva y un mayor incentivo para

los transnistrios.

Sin embargo, recientemente el interés occidental en la pequeña y pobre Moldavia y su

conflicto transnistrio parece haber disminuido y estas instituciones occidentales han perdido

su interés por dos razones:

En primer lugar:

La frialdad europea se debe a la falta de un compromiso serio por parte del Gobierno de

Moldavia en emprender una reforma democrática significativa. La decisión de la UE de

incluir el país en la PEV no ha sido retribuida por el Gobierno de Moldavia con una

consolidación democrática.

En diciembre de 2006, la UE se comprometió en doblar la ayuda financiera a Moldavia

durante los próximos cuatro años 254 millones de euros a través de la PEV. Mientras que

parte de los fondos serán destinados al alivio de la deuda de gas con Rusia, una gran parte

irá dirigida a la reforma institucional y judicial, debido a que la UE ha expresado

frustración por la falta de progreso en esas áreas.

En segundo lugar:

Existe una creciente impaciencia debido a la falta de avances en relación a la resolución del

conflicto transnistrio.

A la vez, Rusia está reestableciendo su control sobre Moldavia y ha aumentado su apoyo a

Transnistria, ya que a finales de 2006, las relaciones entre Moscú y Chisinau volvían a

estrecharse, durante la Cumbre de la Comunidad de Estados Independientes (CES) en

Minsk, Voronin y Putin acordaron en poner fin al embargo del vino moldavo y, a cambio,

Chisinau apoyaría la candidatura de Moscú a la Organización Mundial del Comercio

(OMC). Asimismo, acordaron un nuevo contrato de gas con Gazprom que incrementó los

precios de 160 a 170 dólares por 1.000 metros cúbicos en 2007, y que eventualmente subirá

a los precios europeos de 250 dólares en 2011. Voronin ha afirmado que todavía considera

Rusia como aliado estratégico preferente de Moldavia.

Las repentinas relaciones amistosas entre Rusia y Moldavia han despertado sospechas

de que Moldavia esté de hecho vendiendo Transnistria a Rusia. Tras cortejar

Occidente, Chisinau ahora parece estar volviendo lentamente a los brazos del

Kremlin.

RELACIONES Y CONFLICTOS ENTRE EUROPA Y

RUSIA SOBRE TEMAS DE ENERGÍA.

Los tres aspectos más esenciales necesarios de analizar para entender el problema de la

vulnerabilidad energética de la unión europea y los conflictos que se generan por este tema

entre todos los actores, principalmente en la frontera del este de Europa, (que es por

donde se da el transito del mayor porcentaje de los hidrocarburos que llegan a Europa) son

los siguientes: el nivel de producción de energía de Rusia, la posibilidad de creación de un

cartel gasista y la importancia de los países intermedios o países de tránsito de energía que

separan a la unión europea y a Rusia.(Ucrania y Bielorrusia)

El sostenimiento del crecimiento económico en la UE requiere un abastecimiento

continuo y creciente de energía. Sin embargo, esta zona geopolítica no dispone de unas

fuentes propias. Uno de los principales suministradores de energía de la UE es Rusia, que

cubre una parte considerable de sus importaciones. Por este motivo, existe cada vez más

debate en torno a la vulnerabilidad energética de la UE respecto a Rusia.

En la actualidad Europa presenta una carencia de fuentes de energía autónomas, que la sitúa

en una posición de dependencia energética que, con frecuencia, conduce a una

vulnerabilidad en este ámbito. Una de las zonas de aprovisionamiento de energía de Europa

ha sido tradicionalmente la Unión Soviética, cuyo papel ha sido heredado, incluso de

manera creciente, por Rusia.

Sin embargo, aún asumiendo que existe tal vulnerabilidad, ésta se matiza al menos por dos

factores. En primer lugar, Rusia no limita con Europa, sino que entre ambas zonas

geográficas se encuentra parte del espacio postsoviético (Bielorrusia y Ucrania) que

condiciona la llegada de los flujos energéticos a Europa y, por tanto, influye sobre su

vulnerabilidad en este ámbito

En segundo lugar, existen ciertas fuentes de energía en otras zonas del espacio

postsoviético, como las riquezas de hidrocarburos en el Mar Caspio y en Asia Central

(Kazajstán y Turkmenistán), que pueden llegar a Europa. Estas áreas podrían diversificar

las fuentes de abastecimiento, con lo que se reduciría la dependencia energética europea

de Rusia.

Pero parte de estos recursos se podrían canalizar a través de Rusia, un elemento que

vuelve a poner a este país en una posición estratégica en la dependencia energética europea.

Cuando se habla de energía se hace referencia al petróleo y al gas, pero sobre este último

hidrocarburo cabe señalar que se está utilizando de forma creciente y que Rusia posee

una posición privilegiada. En particular, Rusia constituye el principal productor de

este hidrocarburo y como el número de productores relevantes es prácticamente pequeño,

la constitución de un cártel de gas podría significar un acrecentamiento en la vulnerabilidad

europea, en especial, si Rusia se incorpora a tal asociación y se comprometen en tal

asociación países como Argelia o Qatar.

Nivel de producción de energía de Rusia y sus principales importadores:

Países de la UE con una dependencia baja o muy baja:

Es decir, aquellos países con unas importaciones de gas procedente de Rusia que significan,

como mucho, alrededor de un 15% del total de sus importaciones de gas. Entre estos

aparecen Bélgica, Irlanda, Luxemburgo, Holanda, Portugal, España, Suecia, Suiza y el

Reino Unido.

Países de la UE con un nivel medio de dependencia energética:

Son los países que cubren sus necesidades de gas en un 20%-40% con recursos procedentes

de Rusia. Aquí aparecen Francia (23,5%), Italia (31,7%) y Alemania (40,3%).

Países de la UE con una dependencia energética alta:

Son los países en los que sus importaciones de gas proceden en más de un 50% de Rusia

como: Austria, la República Checa, Grecia, Hungría, Polonia, Rumania, Eslovenia y

Turquía, además de que Bulgaria, Croacia, Finlandia, Letonia, Lituania, Serbia y

Eslovaquia (también Ucrania, Moldavia y Bielorrusia aunque no son de la UE) todas sus

importaciones proceden de Rusia.

La dependencia se puede convertir en vulnerabilidad cuando hay relaciones que son

unidireccionales, es decir cuando un país depende de las importaciones que hace a un

segundo país, pero ese segundo país no depende de las importaciones realizadas(o

por lo menos a un nivel balanceado) del primer país, es decir debe haber una

reciprocidad para que la vulnerabilidad no se tan marcada.

De acuerdo a la definición anterior de vulnerabilidad entraría sería el caso de Alemania,

donde se concentra el 13,8% de las compras exteriores de Rusia, pero también en una

situación similar se encontraría Italia (donde Rusia compra el 4,5% de sus adquisiciones

totales) o Francia (donde ascienden al 4%). En menor grado de dependencia mutua

aparecerían Finlandia, Polonia y el Reino Unido, pues cada uno de estos países significa un

3% de las compras exteriores de Rusia.

Esto pone de manifiesto que Europa tiene una dependencia desigual de Rusia en el

abastecimiento de gas.

La dependencia es desigual pero en conjunto Alemania, Francia e Italia,

representaron el 47. 2 % de las exportaciones de gas ruso en el 2005, Francia el 7,6%,

Alemania el 24,2% e Italia el 15,4%; así también el 23.3 % de las importaciones de Rusia

para el trienio 2003- 2005 procedieron de estos tres países de Europa.

Por lo tanto más que una dependencia energética debería destacarse que existe más

bien una interdependencia económica. De acuerdo a los datos anteriores no debe resultar

extraño que en unas condiciones de indecisión de la UE, en su conjunto Alemania, Italia y

Francia, estén adoptando decisiones trascendentes respecto a Rusia de una manera

unilateral. De hecho, la posición de estos países es la de construir unas relaciones entre la

UE y Rusia desde los países y no desde la Unión como un conjunto.

Fuente de datos: statical review of the World energy y servicio de aduanas de la federación Rusa.

Adicionalmente, la dependencia energética europea y en especial, la de los grandes países

también se encuentra amortiguada por el hecho de que Rusia sólo vende a través de

gasoductos. Por este motivo, los clientes alternativos no existen. Así pues, los acuerdos

tienen el carácter de relaciones bilaterales entre un monopolio y un monopsonio y, por

consiguiente, la vulnerabilidad para los países que presentan un consumo muy grande de

gas ruso es menor puesto que el proveedor puede presentar serios problemas para

conseguir clientes alternativos

La situación es distinta cuando se trata de países con unas adquisiciones rusas

proporcionalmente reducidas en comparación con otros socios europeos ligados por

gasoductos. En estos casos, Rusia puede buscar destinos alternativos o, en caso extremo,

puede dejar de producir sin excesivas repercusiones financieras negativas.

Volumen de gas ruso que importan los países de Europa.

Nivel de dependencia de los países de Europa con Rusia en cuanto al petróleo.

Respecto al petróleo la situación es diferente, Rusia cubre el 43,8% de las importaciones

de petróleo de Europa. Sin embargo, la flexibilidad en el abastecimiento es mayor. Por

este motivo, la inseguridad en el abastecimiento procedente de Rusia es más relativa, al

tiempo que puede ser amortiguada con la creación de reservas estratégicas establecidas

en cada país que les den capacidad de reacción para realizar las correspondientes

adquisiciones en otros países alternativos, en caso del surgimiento de problemas de

abastecimiento por parte de Rusia.

Para analizar la importancia que representan las importaciones de petróleo de Rusia para

Europa se pueden poner de manifiesto los siguientes resultados:

Existe una dependencia alta y estratégica cuando las importaciones de Rusia cubren

la mitad de las necesidades de consumo de petróleo de un país; En esta situación se

encuentran Chipre, la República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia,

Eslovaquia y Eslovenia. (Ucrania, Moldavia y Bielorrusia)

En una posición intermedia estarían países donde las importaciones de Rusia cubren entre

el 10% y el 50% y los más independientes, es decir, más cercanos al margen inferior, serían

Rumania, Suiza, Holanda, Finlandia, Alemania e Italia.

En el resto de casos, la dependencia es residual. Así pues, los países pertenecientes a la

Europa del Este mantienen una dependencia mayor de Rusia, mientras que en el

centro de Europa tendrían cierta dependencia, pero menos acusada. En el caso del sur

de Europa, excepto Italia, prácticamente no existiría dependencia. Por tanto, esta

situación pone de manifiesto un gran margen de maniobra de Europa occidental en cuanto a

importaciones de petróleo procedentes de Rusia; es decir, que en caso de problemas

petroleros con este proveedor sería relativamente fácil encontrar fuentes alternativas.

Medidas de los países europeos para disminuir su vulnerabilidad energética.

Las medidas que están tomando estos países es la firma de tratados bilaterales de

abastecimiento de gas con Gazprom mediante contratos a largo plazo. Debe destacarse que

tales acuerdos se han cerrado paralelamente a la firma de contratos comerciales

voluminosos entre los respectivos países y Rusia. A finales de 2006, la compañía francesa

Gaz de France cerró un acuerdo con Gazprom, por el cual se alargaba el suministro de gas

desde 2012 hasta 2030. (La compañía francesa se mostraba receptiva a que Gazprom

pudiese adquirir activos en la futura estructura empresarial formada por Gaz de France y

Suez, al tiempo que Gazprom aceptaba la participación de empresas extranjeras, en este

caso francesas, en la explotación del macro yacimiento de Stockman)

En Alemania se ha iniciado la construcción del Gasoducto del Norte de Europa, que, por

un lado, garantiza el abastecimiento directo a Alemania de gas ruso y, por otro,

transforma a este país en vía de tránsito hacia el resto de Europa. Adicionalmente, el

Gobierno alemán está persiguiendo participar en un consorcio internacional que gestione

las redes de transporte de hidrocarburos que atraviesan Ucrania, que estaría formado por

rusos, ucranianos y alemanes.

En el caso italiano, además de los contratos a largo plazo, se ha acordado el acceso directo

a las redes de distribución italianas por Gazprom, al tiempo que se permite a la empresa de

gas italiana acceder a la explotación de yacimientos rusos.

Lo que nos dicen los casos de estos tres países es que la empresa Gazprom lleva hacia

adelante una estrategia de adquisición de infraestructuras gasistas, al tiempo que

pretende acceder directamente a los consumidores europeos.

Adquisiciones más importantes de Gazprom en Europa para el 2007:

País Empresa conjunta Participación de Gazprom (%)

Alemania Wingas 50

Austria GWH 50

Centrex 25

Estonia Eesti Gaze 37,5

Hungría E.ON Foldgaz Storage Nd

E.ON Foldgaz Trade Nd

Italia ENI power 10

Letonia Latvias Gaze 34

Stella Vital 30

Lituania Lietuvos Dujos 37

Reino Unido Pennine Natural Gas (PNG) 100

Nota: en este cuadro no se incluyen las empresas pequeñas que Gazprom ha creado en Alemania, Francia,

Grecia, Italia, Holanda y el Reino Unido.

Fuente: D. Fiton y C. Locatelli, “Russian and European Gas Interdependence. Can Market Forces Balance

out Geopolitics?” Cahier de Rechercher, enero de 2007, p. 34.

Posible creación de un OPEP gasista.

Como se menciono anteriormente Europa depende en un grado relevante de las

importaciones de hidrocarburos de Rusia, sin embargo, respecto al gas la situación puede

ser más delicada y, en el futuro, puede acrecentarse tal dependencia si se consiguiese crear

un cártel gasista donde estuviese incorporado Rusia.

En las ex republicas soviéticas asiáticas la parte susceptible de gas para exportarse

corresponde en un 85,9% a Rusia, el 10% a Kazajstán, el 3,3% a Azerbaiyán y el 0,9% a

Turkmenistán. Una parte de este gas es adquirido por la propia Rusia; así pues,

prácticamente se puede asumir que el conjunto de las ventas desde la ex-URSS se

pueden asociar a Rusia

A principios de 2007, Teherán propuso al Kremlin la creación de un cártel gasista, cuyo

núcleo de países promotores serían, en primera aproximación, Rusia e Irán.

La propuesta fue realizada el 28 de enero de 2007, cuando el presidente del Consejo de

Seguridad de Rusia, Igor Ivanov, visitó Irán y se entrevistó con los dos máximos líderes

del país, el ayatolá Alí Jamenei y el presidente del país Mahmud Ahmadineyad.

Se trataba de la primera reunión de importancia entre ambos países después de que se

aprobase la resolución 1.737 de la ONU en la que se establecían sanciones contra Irán por

el desarrollo de su programa nuclear.

La trascendencia energética de esta propuesta es muy grande pues entre Rusia e Irán

disponen del 42% de las reservas mundiales de gas.

Aunque ya existe, un Foro de Países Exportadores de Gas (Gas Exporting Countries

Forum) con la idea de asumir posiciones comunes sobre algunos aspectos de la industria.

Este grupo se formó en Irán en el año 2000 con solo un puñado de países. Hoy reúne al

73% de las reservas mundiales de gas con Argelia, Bolivia, Brunei, Egipto, Indonesia,

Irán, Libia, Malasia, Nigeria, Noruega (observador), Omán, Qatar, Rusia, Trinidad y

Tobago, los Emiratos Árabes Unidos y Venezuela. Esta asociación ya está dotándose de

elementos estructurales con la creación de una Oficina Permanente, basada en Qatar.

Venezuela, es un país que ha pedido públicamente que el Foro actúe como un cártel

intentando determinar un precio internacional, lo que la convertiría en una OPEP del

Gas.

La primera vez que salió a la luz una propuesta de creación de una OPEP gasista fue en

2001 a través del embajador iraní en Rusia, Mahdi Safari, además en el 2002, en una

reunión entre Putin y el presidente de Turkmenistán, Saparmurat Niyazov, surgió la idea de

crear una alianza gasista entre los países del Centro de Asia y Rusia.

Esas propuestas fueron rechazadas sistemáticamente por Moscú, que alega que no le

resultan ni económica, ni políticamente ventajosas. En términos técnicos, Rusia abastece de

gas a Europa a través de gasoductos, situación que le resta flexibilidad en la oferta. En estas

condiciones las ventas se realizan según contratos a largo plazo, como se menciono

anteriormente. De hecho, Gazprom sólo extrae gas para cubrir las necesidades puestas

de manifiesto en contratos previamente existentes. En términos políticos, la creación de un cártel de estas características puede generar una

reacción por parte de los clientes que genere problemas de confianza, así como la

adopción de medidas de reacción política y económica de gran envergadura Adicionalmente, si Rusia entrase a formar parte de un cártel perdería parte de su capacidad

de actuación para llevar una política autónoma de precios y de abastecimiento a los países

considerados como amigos, limitación que no fue bien acogida por el Kremlin.

Además de que la participación de Irán en un cártel gasista es poco relevante puesto que,

aunque cuenta con grandes reservas, su producción real es modesta y menor aún con

capacidad exportadora. De hecho, Irán está importando gas de Turkmenistán

Con la nueva propuesta de Irán en el 2007, en términos políticos y analizando el nuevo

contexto donde existe una creciente agresividad norteamericana y de animadversión de la

UE hacia Rusia, estimular-permitir un acercamiento entre empresas gasistas pertenecientes

a los principales países productores de gas puede resultar muy positivo para Moscú.

Las recientes declaraciones de Putin respecto al interés que puede tener la creación de una

organización gasista internacional pueden interpretarse como una respuesta a EEUU y a la

UE, así como una puesta de manifiesto de su interés por aumentar su proyección en Oriente

Medio. De hecho, tal organización gasista permitiría a Moscú mejorar sus relaciones

políticas con Teherán, al tiempo que le podría permitir acceder a los yacimientos

gasista iraníes, e incluso entra al mercado chino mas fácilmente.

En contrapartida, Moscú debería de transformarse en un muro de contención contra las

exigencias norteamericanas y europeas (occidente)

Las presiones que ejerce la UE en la construcción de una red bien conectada de gasoductos

en Europa y la creación de ese monopsonio europeo, permitiría la existencia de un

oligopolio de productores que se equiparase al monopsonio europeo de demandantes, al

tiempo que contribuiría a cambiar la formación de los precios del gas, que se desvincularían

de los del petróleo y adquirirían lógica propia.

Además las tensiones entre la UE y Rusia que han aumentado recientemente, debido a los

intereses contrapuestos que existen entre ambos socios respecto a asumir la Carta

Energética y el Protocolo de Tránsito que cuestionaría la posición de Moscú respecto a

sus clientes europeos. Estas acciones por parte de Europa están llevando formación a

estimular al Kremlin a fomentar la aparición de un cártel gasista como organización formal.

Al final Moscú ha decidido llevar hacia adelante un acercamiento paulatino a algunos

de sus aliados gasistas, pero tratando de no levantar excesivas suspicacias

internacionales.

Conflicto gasista de Ucrania y Rusia.

El problema de no recibir o la inseguridad de no obtener los hidrocarburos acordados

por el productor no sólo radica en la volatibilidad del propio país que oferta los

recursos, sino también en que cuando estos hidrocarburos pasan por un país o países

intermedios (entre el productor y el consumidor) surge la inseguridad de tránsito, es

decir, que éste o éstos últimos se apoderen del hidrocarburo correspondiente.

Existe una doble dimensión de la vulnerabilidad. En primer lugar, la del consumidor, que

puede dejar de ser abastecido, pero, en segundo lugar, existe también la del productor, que

puede perder o ver impedida la venta de su producto

GASODUCTOS DE RUSIA HACIA LA UNION EUROPEA.

Tradicionalmente, el tránsito de gas y petróleo rusos por Ucrania ha supuesto tres tipos de

pagos por parte de Rusia. En primer lugar, el peaje, en segundo lugar, precios

subvencionado a los hidrocarburos (significativamente inferiores a los mundiales) y, en

tercer lugar, las “pérdidas” de parte de los hidrocarburos introducidos en las

correspondientes tuberías.

A pesar de las tradicionales relaciones económicas entre Rusia y Ucrania, este último país

ha ido reorientándose hacia la UE, con la pretensión de entrar en tal organización en una

posterior ampliación. Adicionalmente, puso sus ojos en introducirse en el sistema de

seguridad occidental, en particular en la OTAN. Tal desvío político ha significado un

alejamiento de Moscú, que ha culminando recientemente en un aumento en las tensiones

mutuas: cuestionamiento de la base rusa en Crimea, nueva política migratoria rusa,

que puede cambiar el sistema de visados con Ucrania, o la prohibición para visitar Rusia de

un estrecho colaborador de Yuschenko

Ucrania venía siendo abastecida de gas por Rusia en condiciones preferenciales (como se

había mencionado antes), heredadas del antiguo bloque soviético. La caída del muro de

Berlín y, más recientemente, la revolución naranja que llevó a la presidencia a

Yúschenko, anularon los motivos políticos que dieron lugar a este tratamiento

histórico.

La compañía gasista Gazprom quería que las tarifas pagadas por Kiev reflejaran la nueva

situación, sin lograr un acuerdo, hasta que en los primeros días de 2006 se decidió a cortar

el suministro.

Kiev reaccionó tomando para sí una parte del gas que atraviesa su territorio en

tránsito hacia el Oeste, lo que provocó una reducción del suministro en varios países

europeos. Aunque solo un pequeño número de clientes europeos perdió el suministro, fue

suficiente para alertar sobre las consecuencias de una escalada del conflicto.

Rápidamente, se alcanzó un acuerdo en el que el vencedor es claramente Rusia. Aunque

Moscú no ha logrado su objetivo de controlar la red de gasoductos ucraniana, consigue un

significativo incremento en el precio que cobra a Ucrania. Incluso considerando que las

ventas se realizarán por medio de un intermediario del que Gazprom que solo controla

directamente el 50%, el broker moscovita United Financial Group ha calculado que

Gazprom terminará ingresando 880 millones de dólares más en 2006 gracias al acuerdo.

.

Aspecto comercial:

Esta crisis tiene una dimensión comercial obvia, pues es cierto que Ucrania no pagaba un

precio de mercado por el gas que, a su vez, Gazprom tiene derecho a percibir. Pero también

tiene una dimensión política. Incluso si se acepta la versión rusa de que solo fue una

cuestión de precio, habría que recordar que el motivo de otorgar precios preferenciales

a Ucrania fue la afinidad política, ahora perdida. Y desde luego sus consecuencias

también son políticas, comenzando porque ha provocado la caída del Gobierno

ucraniano. En tercer lugar, la crisis pone de manifiesto la situación de indefensión en que

se encuentra Europa frente a otra crisis semejante

Para valorar los aspectos económicos y comerciales de esta crisis, no está de más destacar

el extraordinario desequilibrio de sus actores principales. El PIB de Ucrania fue según

el FMI de 65.039 millones de dólares en 2004, mientras que Gazprom facturó en ese año

justo la mitad, 32.860 millones de dólares.

A pesar de la muy diferente naturaleza de estas

magnitudes, su dimensión resulta muy ilustrativa del tamaño monstruoso de Gazprom en el

contexto económico en que está insertada. Por ejemplo, el valor actual de mercado de

Gazprom, según su cotización bursátil, supera los 200.000 millones de dólares, lo que

equivale a un tercio del PIB ruso y la convierte en la séptima mayor empresa del mundo por

este concepto, justo detrás de otra petrolera, la europea Royal Dutch Shell.

Gazprom, propiedad del Estado ruso en un 38%, heredó de la época soviética la mayor

red mundial de gasoductos, que en la actualidad se extiende a lo largo de 152.800

kilómetros. También heredó la obligación de suministrar gas a un número de países a

precios inferiores a los de mercado. Casi todo el pacto de Varsovia está conectado a su red,

que atravesándolos llega hasta la Unión Europea.

La mayor parte de sus contratos de suministro vencían al filo de 2006, circunstancia

que Gazprom viene intentando aprovechar para renegociarlos.

La compañía gasista rusa llevaba un tiempo anunciando su intención de terminar con los

subsidios a los ex socios soviéticos utilizando el corte del suministro como argumento

definitivo en sus negociaciones.

Finalmente, le llegó el turno a Ucrania, a la que Gazprom solo estaba obligada a

suministrar a precio preferencial hasta el 1 de enero de 2006. También Gazprom ofreció

a Ucrania mantener los precios antiguos a cambio del control de la red de gasoductos, lo

que pondría a la empresa rusa a las puertas de Europa. Pero Ucrania se negó a entregar el

control de sus gasoductos, considerando que se trata de su principal y casi único argumento

frente a Gazprom. Tampoco aceptó pagar el precio que exigía Gazprom, por

Por lo que la empresa rusa cortó el suministro tal y como ha hecho en otras ocasiones. Al

fin y al cabo, una vez cumplida la fecha contractual la empresa no tiene obligación de

vender

En esta visión, el conflicto entre Ucrania y Gazprom es semejante a la de los demás países

ex soviéticos y la táctica rusa también fue idéntica. La diferencia está en que Ucrania

tiene una considerable importancia como país de tránsito. A través de su red llega a

Europa el 80% del gas ruso. A su vez, el gas ruso tiene una cuota del mercado europeo

cercana al 25%, del que es el primer proveedor. Mientras un conflicto entre, digamos,

Georgia y Rusia pasaría desapercibido en Europa, el mismo conflicto entre Rusia y Ucrania

tendría consecuencias inmediatas y directas para la Unión.

Aspecto político:

Sería ingenuo pensar que Gazprom no contempló la posible reducción del suministro a

Europa por la reacción ucraniana. La tradición estratégica rusa obliga a pensar que

Gazprom tenía muy presente esta posibilidad. La única duda es si la consideraba como

un riesgo asumible o bien como el objetivo principal, quizá buscando que la Unión

Europea presionara a Ucrania para alcanzar un acuerdo.

En esta hipótesis, Gazprom habría utilizado el temor europeo al desabastecimiento para

forzar a Ucrania a aceptar un acuerdo que a la postre significó la destitución del

Gobierno poco favorable a los intereses de Rusia.

Por otro lado, se puede pensar que los motivos políticos fueron principales en esta

crisis y que simplemente Rusia utilizó el abastecimiento de energía, o más bien su

desabastecimiento, para dominar a un Gobierno ucraniano poco favorable. Y, en

general, la consecuencia directa del ajuste de tarifas al que Gazprom viene sometiendo

a los países ex soviéticos es recordarles su dependencia de Moscú, obligándoles a

mirar con mayor atención hacia el Kremlin. Estos conflictos son una demostración

práctica de los límites a la occidentalización que sufren los países ex soviéticos en general y

Ucrania en particular. También han puesto de manifiesto que el suministro europeo de gas

depende en la actualidad del grado de colaboración entre Ucrania y Rusia. Si Kiev y Moscú

no se entienden, Europa no tiene gas.

Hay múltiples elementos que sugieren que este efecto político no fue casual, sino que lleva

planificándose varios años de forma cuidadosa.

Este imperialismo energético sería una consecuencia lógica de la política energética

implantada por Putin tras su llegada al Kremlin, en que comenzó a recentralizar el sector

energético en torno a entidades estatales. Por un lado, el monopolio del gas estatal Gazprom

adquirió la petrolera Sibneft. Por otro, la petrolera Rosneft terminó siendo re estatalizada

tras adquirir la principal filial de la petrolera Yukos, intervenida por el Estado tras acusar a

su presidente, Mikhail Khodorkovsky, de fraude fiscal. Estas dos operaciones ponen en

manos estatales aproximadamente el 25% de la producción de petróleo de Rusia, que

ya tiene al gas sometido al monopolio de Gazprom y donde los oleoductos para la

exportación de crudo son un monopolio del Estado en manos de Transneft.

Los observadores se venían preguntando para qué estaba concentrando el Kremlin el poder

energético en manos estatales. La respuesta oficial justificaba la recentralización porque

permitía Incrementar la eficacia, lo que a su vez garantizaba el suministro a los

consumidores pero en el fondo lo que buscaba además intentar entrar directamente

con consumidores europeos que le darían una posición estratégica mayor.

Conflicto gasista Bielorrusia y Rusia.

A finales de 2006, emergieron a la luz los problemas en la negociación de los precios de

venta de gas a Bielorrusia. Este último país aún estaba pagando un precio extremadamente

subvencionado desde el punto de vista de Moscú. En efecto, durante 2006 Minsk pagó a

Gazprom 46,68 dólares por cada mil m3

de gas, mientras que a finales de 2006 la

compañía gasista rusa firmó el suministro de gas a Georgia por valor de 325 dólares

por mil m3

de gas, con Moldavia por 170 dólares (durante 2006 por 160 dólares) o con

Armenia por 110 dólares. Adicionalmente, se ha destacado que en 2006 Rusia ha tenido

que pagar por el gas de Uzbekistán o Turkmenistán 100 dólares.

A pesar de la cercanía política entre Moscú y Minsk, las negociaciones gasistas fueron

duras y comenzó a planear sobre ellas la posibilidad de que Bielorrusia se quedara con el

gas enviado desde Rusia a Europa para cubrir sus necesidades en detrimento de los

destinatarios finales del suministro

Por un lado, Bielorrusia parte de la debilidad de que sólo dispone de reservas de gas para un

período de una o dos semanas como máximo, factor que le resta capacidad de negociación

frente a la parte rusa.

Por otro lado, así como en Ucrania las redes de transporte de gas

están controladas por Kiev, en Bielorrusia el gasoducto Yamal-Europa es ruso, mientras

que la red interna de gas se encuentra separada y pertenece a la empresa bielorrusa

Beltransgaz. Sin embargo, debe destacarse que una serie de compresores son comunes a

las dos redes y Minsk podía decidir desconectar la red de Beltransgaz, de manera que

caería la presión en el Yamal-Europa y se interrumpiría el abastecimiento a Europa.

El argumento para cortar el suministro se sustentaba en que, a pesar de que existía un

acuerdo de tránsito de gas firmado entre Rusia y Bielorrusia vigente hasta 2010, éste se

renovaba automáticamente cada año, pero si se le aumentaba a Minsk el precio del gas,

entonces se requería una renegociación de tal acuerdo de tránsito

En efecto, el corte en el suministro realizado por Bielorrusia ponía de manifiesto la

vulnerabilidad energética de Europa occidental. No obstante, tal irregularidad debe

matizarse, en primer lugar, debido a que por Bielorrusia sólo circula el 20% del gas que

Rusia suministra a Europa y, en segundo lugar, la vulnerabilidad vuelve a tener un impacto

desigual, puesto que atañe especialmente a Polonia y a Alemania, pero es el primero de los

dos países el más afectado debido a que recibe la mitad del gas importado a través de la vía

en conflicto. En el caso de Alemania, las fuentes de abastecimiento se encuentran más

diversificadas, por lo que la preocupación por el corte temporal que podía provocar

Bielorrusia fue menor. De hecho, para Alemania el principal problema radica en que Rusia

(el productor) cumpla sus contratos y parece que Berlín estima que este país eslavo es un

proveedor seguro

Finalmente, se llegó a un acuerdo entre el Gobierno de Bielorrusia y Gazprom, por el

cual se vendía a este país el gas a 100 dólares los mil m3

de gas y de manera progresiva

se iría aumentando el precio hasta que en 2010 Bielorrusia pagase un precio

equivalente a los precios mundiales. Además, se renegoció el peaje del tránsito de gas por

Bielorrusia de 0,75 dólares a 1,45 dólares por mil m3/100 km. Asimismo, Gazprom

compraría progresivamente el 50% de las acciones de Beltransgaz durante el período

2007-2010, equivalentes a 2.500 millones de dólares. Todos estos pagos se realizarían en

efectivo.

Inmediatamente después de resolverse el problema gasista entre Rusia y Bielorrusia surgió

el problema del petróleo. Éste tuvo su inicio en una disputa sobre la aplicación de

aranceles aplicables al petróleo y a los transformados petroquímicos. El conflicto

acabó con la paralización de las ventas a Bielorrusia, que condujo a este país a desviar para

uso interno el petróleo que entraba al país con destino a Europa. Por este motivo, Transneft‟

cortó los envíos de petróleo a través de Bielorrusia durante el período 8-11 de enero de

2007. Posteriormente, se llegó a un acuerdo, que en ciertos ámbitos se apunta que fue

perjudicial para Moscú, debido a que pretendía mantener su imagen de proveedor seguro

respecto a Europa y que ha beneficiado a Minsk, cuyo objetivo era compensar las

pérdidas registradas en el acuerdo reciente respecto al abastecimiento de gas.

Independientemente del país que haya salido beneficiado, tal incidente ha puesto de

manifiesto la vulnerabilidad energética de tránsito, al menos, en parte de Europa.

Soluciones alternativas de la UE para eliminar la vulnerabilidad de transito.

1. El gasoducto de Europa del norte.

Una de las iniciativas más llamativas ha sido el comienzo del proyecto del Gasoducto

del Norte de Europa (GNE). Inicialmente se preveía que sería difícil llegar a un acuerdo

para construirlo y, por este motivo, desde 1997, se encontraba paralizado. Sin embargo, a

raíz de las buenas relaciones entre los Gobiernos alemán y ruso, así como a consecuencia

de los problemas de crecimiento económico germanos, tal proyecto se ha relanzado

recientemente y se ha consolidado el acuerdo de construcción en la segunda mitad de 2005.

Debe destacarse que tal proyecto está apoyado por un acuerdo de colaboración firmado

entre el Reino Unido y Rusia en 2003 para abastecimiento de gas. Este acuerdo le da una

relevancia especial a tal proyecto dentro de la UE (Alemania y el Reino Unido, frente a las

críticas de Polonia y de las antiguas repúblicas soviéticas bálticas). El trazado sería por mar,

desde San Petersburgo hasta Alemania y, en una segunda fase, se extendería hasta Holanda

y el Reino Unido. El precio de la primera fase sería de unos 6.000 millones de dólares.

Debe destacarse que la compra de gas a Rusia por el Reino Unido se esta discutiendo a

mediano plazo puesto que se están construyendo al menos dos gasoductos procedentes de

Noruega, siendo este país el principal abastecedor del Reino Unido. No obstante, el interés

británico por el gas ruso puede provenir de una voluntad orientada hacia la

diversificación de fuentes de abastecimiento, así como a la prevención del agotamiento de

las reservas al menos en parte del Mar del Norte.

No obstante, debe señalarse que se trata de una decisión política de Rusia ya que la

construcción de tal gasoducto es un instrumento de política exterior de Rusia, bien porque

evita a Ucrania y a Bielorrusia, y también porque abre camino directo a Europa, que es el

principal mercado ruso de gas, al tiempo que puede servir posteriormente para presionar

sobre Europa en decisiones que afectan a Rusia. Esta línea puede ganar progresivamente

mayor peso económico conforme se agoten las fuentes de petróleo y pase a utilizarse

en mayor proporción el gas.

El GNE constituye una de las vías más destacadas que ha estimulado Alemania para

evitar la vulnerabilidad de tránsito, no sólo respecto a Bielorrusia y Ucrania, sino

también en cuanto a otros países intermedios, como se trata de la propia Polonia. Este

proyecto constituye una salida individual para Alemania para solucionar su vulnerabilidad

energética, que adicionalmente la recoloca en una situación estratégica respecto a la entrada

de energía en Europa.

.

2. Toma de decisiones unilaterales de los países.

Otra de las opciones para reducir la vulnerabilidad de tránsito es la participación de los

productores y/o consumidores en las redes de tránsito, es decir, mediante la limitación

de la toma de decisiones unilaterales de los países de tránsito.

Rusia ha tratado en varias ocasiones de entrar en la gestión de las líneas de transporte de

hidrocarburos de Ucrania. La historia reciente de tal pretensión aparece en junio de 2002,

cuando se llegó a un acuerdo para la creación de un consorcio internacional que gestionase

la red de gasoducto de transporte (tránsito) en Ucrania. Como resultado de tal acuerdo se

previó la construcción del gasoducto Bogorodchany-Uzhgorod en agosto de 2004; además,

se firmó un convenio global ruso-ucraniano de colaboración estratégica en el ámbito del

gas en 2004 en Sochi. Sin embargo, a partir de este momento se tensaron las relaciones

entre ambos países y se congeló el proyecto de construcción del gasoducto y se paralizó el

desarrollo del convenio firmado. Con la llegada de Yanukovich a la cabeza del Gobierno

ucraniano estos aspectos se trataron de revitalizar y, a finales de enero de 2007, el gabinete

ucraniano encargó al Ministerio de Combustibles y Energía la elaboración de un proyecto

de ley que permitiese la entrada en vigor del acuerdo de 2004.

A mediados de febrero de 2007 se debía firmar una Declaración sobre la colaboración

estratégica en el ámbito económico-energético entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, en el

último momento se ha aplazado la confirmación de tal acuerdo. Así pues, desde el punto

de vista ruso existe una pretensión de llegar a acuerdos para disminuir el riesgo de

tránsito, pero su consecución resulta discutible mientras que no se aclaren las

continuas fricciones entre el presidente de Ucrania, Yuschenko, y el primer ministro,

Yanukovich.

Para dar un nuevo impulso a tal colaboración se está considerando la incorporación de

Alemania. En esta opción Berlín estaría de acuerdo. De hecho, la creación de un consorcio

tripartito que gestione el transporte de gas (tránsito) ha presentado una gran prioridad en la

visita del 27 de febrero de 2007 de Yanukovich a Alemania. No obstante, la creación de

tal consorcio está obstaculizada legalmente por una legislación introducida

anteriormente por Yulia Timoshenko, que impide la participación de extranjeros en

la gestión de redes de hidrocarburos ucranianas. Además de la participación de Alemania en el consorcio que gestione el transporte de

hidrocarburos en Ucrania, se está discutiendo la utilización de otros mecanismos

opcionales o complementarios. Por ejemplo, se está contemplando la posibilidad de

permitir a Kiev la participación en el negocio de extracción de hidrocarburos en

Rusia.

Posibles roces a futuro entre la EU y Rusia.

En primer lugar, Rusia necesitará poner en funcionamiento yacimientos en zonas de difícil

extracción y transporte, que puede cuestionar su viabilidad económica o que los precios

ofertados sean tan altos que la UE deba buscar alternativas a Rusia. En segundo lugar, el

aumento en los precios del gas dentro de Rusia puede reorientar las exportaciones hacia el

consumo interno, cuestionándose el interés ruso en vender a la UE. Así pues, podrían

aparecer nuevas causas de alteración de las relaciones energéticas entre Rusia y la UE

distintas a las existentes en la actualidad. Este último argumento debe matizarse en la

medida en que si aumentan los precios del gas dentro de Rusia, pero el nivel de vida no

asciende, entonces se comprimiría la demanda interna y aumentaría la necesidad de

exportar, cuestión que aumentaría la dependencia rusa de los mercados exteriores. En tercer

lugar, la apertura de nuevos mercados para los hidrocarburos rusos que compitan en

demanda con el europeo debilitaría la posición negociadora de la UE. En este sentido, son

reseñables los esfuerzos rusos por aumentar su producción de GNL o la construcción de un

sistema de gasoductos integral que permita ofertar gas en los mercados asiáticos.

MIGRACIÓN EN LA FRONTERA ESTE DE EUROPA:

Problemas de Migración saliente de Ucrania:

Los ataques terroristas de EEUU del 11 de septiembre de 2001 determinaron la

intensificación de las investigaciones en el territorio que nos ocupa, y de esta manera, se

establecieron claros vínculos entre las redes criminales y las organizaciones

terroristas.

Durante los últimos años, y sobre todo, tras el brutal atentado terrorista cometido el 11

de marzo de 2004 en Madrid, en su intento de defenderse mejor de la inmigración ilegal y

de controlar la criminalidad y el terrorismo internacional, la UE empezó a transformarse

lenta pero claramente, en un espacio cada vez menos asequible para los inmigrantes.

Un sistema común de asilo, una frontera europea muy bien vigilada, la introducción

obligatoria de los datos biométricos para los pasaportes y visados, la creación de una base

de datos común para todos los Estados miembros al servicio de la policía y de los servicios

secretos, todas estas medidas, tomadas por la UE en 2004, limitan el derecho a la libertad.

El «Programa de la Haya» de las autoridades de Bruselas aprobado por los 25 Estados

miembros a finales de 2004 en Luxemburgo contiene una serie de directivas para los

próximos cinco años en el ámbito de justicia, libertad y seguridad.

Aparentemente, se intenta controlar la inmigración y los viajes, pero la verdad es que la

«fortaleza» europea quiere vigilar férreamente las fronteras exteriores especialmente

las de la UE, y sobre todo la frontera Este de Europa.

Por lo tanto, la cuestión de la inmigración ilegal tiene que examinarse tomando como

referencia los países de la zona y sus distintas situaciones, esta tarea de vigilancia le

corresponde a los nuevos miembros, Polonia, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia,

Lituania y Letonia, y a Rumania

La R. Moldavia como Ucrania se confronta con los graves problemas económicos y

sociales, característicos de la etapa intermedia de la transición

Debido a su dimensión y posición geográfica, Ucrania es importante para la seguridad de la

UE, en lo que se refiere a varios aspectos relacionados con el tráfico de personas y

mercancías en Europa. No obstante, durante más de una década, y hasta después de las

elecciones de finales de 2004, ya mencionadas, la UE se mostró difícil frente a la lentitud

de las transformaciones y a la corrupción que caracterizaba al régimen autoritario del ex-

presidente Kuchima., lo que le esta dificultando la entrada a la Unión Europea. En este

contexto, Ucrania fue descrita como un puente o como un «tapón» entre la UE ampliada y

el resto de los territorios europeos que se extienden hacia el Este.

La geografía cobra un papel muy importante también en lo que se refiere a la

inmigración ilegal, puesto que Ucrania forma parte de una de las más cortas rutas

hacia la UE, utilizadas por las mafias internacionales. Según las estimaciones oficiales,

cerca de 30 millones de ciudadanos extranjeros pasan cada año por la frontera de este país.

Entre los más de 100.000 inmigrantes ilegales (1991-2003) un 32% proceden de

Afganistán, un 25% de la India, un 13% de Vietnam, un 8% de Irak, un 6% de Bangladesh,

un 4% de China, un 3% de Pakistán y un 3% de Sri Lanka.

Bibliografía:

1. Moldavia, Transnistria y las políticas europeas de democracia. Jos Boonstra:

Investigador senior, Programa de Democratización, FRIDE.

2. Ucrania un estado y dos civilizaciones, UNISIC, Universidad Complutense de

Madrid.

3. Reseña de Ucrania revolución naranja: Javier Granados Gonzáles, Universidad

Complutense de Madrid.

4. La adhesión de Ucrania a la OMC: Francesc Granell Trías.

5. La política exterior rusa. Entre la cooperación global y el rol de gendarme regional:

Schulze, Peter W.

6. ¿Por qué surge el fenómeno nacionalista en Rusia?: Cristina Gonzalez Calvar.

Universidad nacional de educación a distancia.

7. La región geopolítica del mar negro: entre la integración y la fragmentación: Silvia

Marcu. Boletín de la A.G.E. N.º 38 - 2004, págs. 199-224