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Franklin Maza

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Confesiones

CONFESIONES

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Franklin Maza

F R A N K L I N M A Z A

CONFESIONES

—El Portal Del Escritor—

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Confesiones

Titulo: ConfesionesDel texto: Franklin Maza 2011©

Del diseño de portada y maquetación:

El Portal Del Escritor (Luis Sarmiento) 2012©

Numero de Registro: 1209062299684

La reproducción total o parcial de este libro, no autorizada por el

autor, viola derechos reservados. Cualquier utilización

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Todos los Derechos Reservados - All rights reserved ©

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Toda institución reposa sobre una montaña de secretos.

—Julian Assange

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Los historiadores dirán que me equivocó, pero la vida demuestra que la razón solo la tienen quienes sobreviven a las tragedias.

Todo comenzó en el año 1977. Yo era un simple mona-guillo y mis deberes lo era un mas, yo solo era un chico y la creencia y la fe para mí era algo difícil de afirmar. Para mí era un simple pasatiempo escogido de manera imprudente. Pero mi vida y todo lo que me rodeaba tuvo un cambio extremo al conocer al sacerdote Alvino Luciani.

Era una persona de fe y religión dudosa, digo esto, porqué en una ocasión que chalaba con él me resaltaba su apoyo un a antiguos clan con un extraño nombre: «Caballeros Templa-rios». Yo nunca había oído escuchar de dicha organización, el comentaba que ellos eran los encargados de cuidar la descen-dencia de Jesús en la tierra, algo que nunca llegue a entender. Nunca supe que hacia un hombre que no creía en la divinidad de Jesús desempeñando el papel de Cardenal. Más aun crecía mi duda, al no entender por qué un Cardenal escoge, a un simple monaguillo como yo para desempeñar el cargo de su mano derecha.

El compartía las mismas creencias con una madre superio-ra de nombre: Sor María, y la joven monja Bianca. Las dos de muy joven edad. Lo que se de ellas es que eran unas ciervas del

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señor, que darían todo a su prójimo y en cierta forma fue así.En esa época se corría el rumor de que el Papa Pablo VI,

se encontraba en mal estado de salud y que el Altísimo re-clamaba sus modestos servicios. Como buen obediente de la palabra, y por la misma se necesitaba encontrar un sustituto en la tierra lo cual crearía polémica, rivalidad y odio entre el Papado. La lista de los posibles sucesores a la corona Papal era muy limitada ya que las reclamaciones del comité eran estric-tamente exigentes, pero existían cierta sociedad entre uno y otro sacerdote dependiendo de sus intereses o aspiraciones.

Así no se crea, las hermanas desempeñan un importante papel en este comité, ya que son las que dan fe de las obras de los mencionados prospectos para tapar la pronta ausencia del papa. Toda esta información la obtuve por el cargo del Cardenal Luciani, siempre me llevaba a todos lados como su mano derecha.

En una de las conversaciones que llegue a escuchar, entre él y la Madre Sor María, querían obtener la aprobación del comité para estar en la punta del la iglesia católica ya que sus creencias eran similares según ellos los templarios iban mas allá de la protección de la decendecia de Jesús, según lo que escuche y logre entender; el cristianismo fue una creación de los mismo paganos en el año 1301 D.C, luego misma iglesia etiquetaría el paganismo como una secta de pecadores. Esta creencia se formo luego de la muerte de Jesús, se ocultaran ciertos detalles de la misma y se manejaron muchas hipótesis ya que el cuerpo nunca se encontró.

El rey Constantino decide darle la divinidad a Jesús. Es curioso, ¿como un ser humano normal pueda darle inmorta-lidad a otro?

En cierta ocasión escuche a la madre superiora hablar de cierto ritual que mezclaba a hombres y mujeres por igual. Este

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ritual se realizaba durante las noches de luna llena. Desde el momento en que escuche hablar de ese ritual me produjo cierta curiosidad. A mi edad no entendía ciertas cosas, siem-pre hacia preguntas constantemente y nunca recibí respuestas concretas.

Siempre preguntaba a la hermana Bianca, pero en cierto momento note alguna atracción hacia mí pero trate de ig-norarla y lo traté con cierta semántica hacia mí. Pero era una joven muy linda y nunca pensé en lo que iba a parar todo eso.

Normalmente en las noches luego de dar la misa el Carde-nal Luciani y la madre Sor María, conversaban de cosas extra-ñas en un tono quedo y por otra parte yo buscaba la forma de que Bianca me explicara las cosas que no entendía, siempre le sacaba el tema pero ella lo esquivaba de manera directa con otra pregunta. En una ocasión me pregunto; que, por que un joven como yo, había decidido tomar el camino de la fe, y yo simplemente le respondí en esa ocasión que por amor y agra-decimiento, ella solo se sonrió, y luego yo le pregunte que por que ella lo había hecho y no comprendí su respuesta al mo-mento, ella estaba esperando el día en que Luciani se hiciera papa para que la verdad saliera a la luz.

Yo en aquel momento era un simple joven. En algunas oca-siones luego de ayudar al Cardenal Luciani yo me retiraba a descansar a mi celda (Y que levante la mano el joven que a esa edad, no se masturbado). No sé porque en aquella ocasión no le coloque seguro a la puerta. Siempre la hermana Bianca se encargaba de revisar todas las puertas y chequear que estu-viesen cerradas para luego ir a descansar, pero esa noche, no entiendo la razón o el porqué paso por mi celda mientras yo me encontraba en mis asuntos, y abrió la puerta ¿Qué se diría? O ¿Qué pensaría una u otra persona si se encontrara en una situación como esta? Yo solo intente ocultar mis partes mien-

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tras temblaba de los nervios y ella solo sonreía en la puerta y solo dijo; que los solitarios no son tan divertidos si hay alguien más con quien se pueda jugar. Al momento yo solo estaba apenado, y solo pedía disculpas y ella solo volvió a sonreírse y se marcho.

En la mañana mientras le daba limpieza al confesionario, ella se me acerco a darme una mano, cosa que me extraño. Mientras estábamos en nuestros deberes susurro de forma ex-traña y maliciosa.

—Nunca te has imaginado cuantos pecado se han dicho aquí. Cuantos pecados de la carne, cuántas muertes pasiona-les. Cuantas confesiones de orgías y deseos prohibidos.

Yo al instante le dije que este era un lugar bendito que otorga paz y purificación a todas las almas. Preguntó:

—¿Nunca has tenido un sueño reprimido? Algo que no has dicho ni siquiera al confesarte. Algo que guardes hasta día que se vuelva realidad.— Solo sonreí y le recordé que no tenemos derecho a tener tales deseos, porque tenemos que ser puros de mente, alma, cuerpo y corazón. Porque de nosotros depende que las personas encuentren el camino al paraíso pero ella solo se sonrió de forma burlona.

Mientras el día pasaba fue llegando la noche y fui a la mesa donde siempre se sentaba a pensar o darle arreglos a algunos papeles el Cardenal Luciani, porque tenía muchas preguntas revoloteando en mi cabeza y quería obtener respuestas.

Me acerque a su lado y trate de ser lo más claro posible. El nunca fue tosco ni hostil hacia mí, y trate de aprovechar eso aquella noche. Lo primero que me dijo fue:

—Hijo mío, se que en estos últimos días has estado in-quieto y se nota mucho. Sé que has tenido encuentros con la hermana Bianca. Eh estado algo enterado de algunos sucesos que han pasado entre ustedes y sé que tienes algunas dudas

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hacia ella e incluso, hacia mí.En ese momento me entere de más de lo que quería saber.

Le pregunte qué quería decir Bianca con que, «llegaría el día en que saldría a la flote la verdad» y con su respuesta nublo todo lo que creía; el me dijo que pertenecía a un clan de nom-bre «El Priorato de Sión». Ya había oído hablar de ellos, pero nunca llegue a escuchar esto. «Los Templarios» o «El Priorato de Sion», fue concebido con la idea de proteger a los descen-dientes de Jesús en el mundo, pera tener reguardado el «Santo Grial». Muchos creen que el Grial es una simple copa, pero, la realidad es que el grial es la descendencia de Jesús, hombres y mujeres en la tierra. Por eso se busco una forma más fácil de ocultarlo al mencionarlo y reconocerlo con las personas fami-liarizada con esos códigos y uno de esos códigos era el Falo; una punta que señalaba hacia arriba que representaba la virilidad y la masculinidad del hombre, y el otro era el Cáliz; que repre-sentaba la femineidad y vida en la mujer, este tenía la forma de «V» minúscula o copa y dichos símbolos unidos creaban un pentagrama. Símbolo que representa la unión del hombre y la mujer, pera crear vida y eternidad.

Los Templarios al principio tenían la creencia de dos dioses dadores de vida, el dios Baphomet y la diosa Isis, algo confuso porque ellos mismo protegían a los descendientes de Jesús, algo extraño pero poco a poco se fue aclarando. El me dijo que el dios Baphomet, era el dador de la vida y la muerte, este tenía un aspecto algo raro; tenía el tronco de un ser humano y las piernas y cabeza de un chivo con un pentagrama en la frente. Y la diosa Isis, era una mujer muy hermosa con miles de senos por todo su tronco y representaba a la madre tierra.

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Estos dos fueron eliminados en el «Concilio de Misea» creado por el rey Constantino, porque en roma en aquel tiempo ha-bía muchas dudas y conflictos por lo que se creía y adoraba.

Por una parte los así llamados mundanos y por otra los cristianos, estos que se multiplicaban cada vez más rápido, con pruebas de fe, exorcismos de personas y la promesa de la vida eterna después de la muerte. El rey Constantino, viendo que podía sacar provecho creo una única y definitiva religión. El Cristianismo.

Por este desplazo a los mundanos del plano social rebaján-dolos a seres viles y maléficos no creyentes, esto no era bien visto por otras personas. En el concilio se trataron muchas cosas, desde la creación de la Santa Biblia, el retiro de varios apóstoles que estuvieron con Jesús hasta su crucifixión y la divinidad del mismo, es decir; que hasta este momento Jesús era considerado un simple hombre y nada más, también me dijo que el mismo concilio otorgo la orden de exterminar a todos los integrantes del Priorato. Oh mejor conocido como los Templarios.

En el año 1307 D.C. prácticamente exterminados, solo un pequeño grupo escapo y fueron etiquetados como adoradores del diablo y herejes. La misma iglesia años más tarde daría la orden de exterminar a todas las mujeres que cometieran algún tipo de ritual extraño de naturaleza pagana, a esta altura los dirigentes del cristianismo dieron voz de que, cualquier acto de naturaleza pagana era considerado herejía y era pagado con la purificación del fuego.

A las mujeres y hombres acusados de estos cargos eran lla-mados brujas y brujos, adoradores del diablo, llamados así por la iglesia, pero antes conocidos como Baphomet. Se creó una guerra de lado y lado, una por exterminar a sus rivales y otra por sobrevivir. Etiquetaron al símbolo del pentagrama como

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instrumento para cultos de adoración al diablo.En parte entendía todo, pero no entendía porque la iglesia

hacia eso, según Luciani, lo que sabía era que los Templarios era una organización que resguardaba un secreto que la iglesia mataba para que nunca se supiera. Este secreto era la verda-dera sucesión de Jesús en la tierra, esto se realizaría por María Magdalena y sus descendientes, y antes de que yo preguntase el dijo:

—Sí. Jesús y María Magdalena tienen los mismos descen-dientes. Ellos eran pareja. Pero en el Concilio de Misea, esa parte de la vida de Jesús fue eliminada para que fuese más fácil de creer en la divinidad de Jesús. Por eso siempre se resalta el dolor de María Magdalena en el momento de la crucifixión de Jesús. Pero la iglesia la rebajo a una ramera, así nadie creería algún vínculo entre ellos dos. Siempre existió una rivalidad entre María Magdalena y Pedro el apóstol, porque era eviden-te la preferencia de sucesión.

»Pedro siempre estuvo al lado de Jesús para tratar de ganar su confianza, cuando la muerte de Jesús; pasaron muchas co-sas que el Concilio tapo y reescribió, como la resurrección de Jesús y su aparición frente a sus apóstoles. En realidad lo que paso es que la madre de Jesús y sus más allegados trasladaron el cuerpo a un lugar más oculto conocido como catacumbas, esto fue por el miedo a que atentaran contra el cuerpo ya sin vida de Jesús, y el Concilio tomo esta parte y la transformo como, en vez, de la desaparición del cuerpo de Jesús, como su resurrección. Hasta este punto el Concilio decidió tomar esta historia como el ascenso de Jesús a las alturas y la promesa de su regreso, pero no se dijo que luego de su muerte, las precau-ciones se incrementaron.

»María la madre de Jesús y María Magdalena se escaparon al norte para ocultarse de la masacre que se cometía en Roma.

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María Magdalena dio entonces a luz a Sarah, pues estaba em-barazada antes de la muerte de Jesús, por eso el concilio orde-no años después la exterminación de todos los integrantes del priorato, y la búsqueda de los descendientes de Jesús.

»Durante años se desataron las guerras más sangrientas de la historia del mundo antiguo, solo por la búsqueda del Santo Grial. Estas guerras tuvieron lugar en el Golfo de Edrimit, en el año 1332, Serco de Trapoli 1334, Imbros 1337, Artah 1339, Smirnat 1344, D.C. todas estas batallas la iglesia las realzo como guerras contra los enemigos de Dios.

»En el año 1357, se corrió la voz de que un poderoso pre-dicador de la palabra se había revelado contra la iglesia luego de ver durante años de muertes y masacres que el mismo orde-naba, con las que se dio a conocer como el Carnicero de Dios, porque a las víctimas o prisioneros de guerra las empalaban para que muriesen de forma dolorosa y para darles algún es-carmiento a los enemigos de Dios».

Yo quede impactada con este relato. ¿Cómo la iglesia per-mitía esas matanzas solo para encontrar a alguien que nunca habían visto? El también me dijo que es hombre fiel a la iglesia era conocido como Miroslafs Draculia. En ese momento no lo creí pero me dijo, que no tenía por qué mentir como lo había hecho la iglesia durante años y años.

Al conde luego de su rebelión le tendieron una trampa y dijeron que el diablo lo había tentado y crearon un pacto entre ellos, cuando lo capturaron le obligaron a ver la muerte de su amada esposa y sirvientes para luego darle muerte como él lo hacías con sus víctimas. Lo empalaron. Se dice que mientras asesinaban a sus más allegados maldijo a los pueblos de quie-nes los capturaron y le dieron muerte.

Años más tarde se desato una extraña peste en Europa, la iglesia dijo que era Dios castigando a todos los pecadores, pero

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lo curioso fue que la peste también alcanzo a los residentes de la iglesia. Luego la iglesia dijo que era culpa de algún ritual pagano realizado por alguna bruja y con esas declaraciones volvió la orden de perseguir y purificar a todas las personas sospechosas que practicasen brujerías, y al final no se supo que cobro mas victimas; si la peste o la búsqueda de algún culpable.

En esa misma época algunos creyentes extremistas creían que aplicándose auto penitencia el Altísimo, se apiadaría e in-tervendría para cesar el alto número de mortandad. Esta pe-nitencia consistía en marchar por todo el mundo infringién-dose dolor con espinas colocadas en sogas, su auto penitencia duraría 33 años, los mismo que duro Jesús en la tierra. Estos marchantes eran conocidos como los «Flagelantes», hubo cier-to número de seguidores que al ver la impotencia de la iglesia ante lo que estaba pasando, prefirieron seguir a estas personas, la misma iglesia al ver lo que estaba sucediendo hizo saber que eran los Flagelantes los culpables de todas esas desgracias y or-denaron su exterminio. Estos secretos solo lo saben los mismo integrantes de la iglesia y los que han luchados contra ella para que la verdad salga a la luz.

En ese momento me dio a entender de la forma en que me estaba relatando toda la verdad, que él no estaba a favor de la iglesia y que en realidad se unió a ella porque es más fácil hacerse pasar por católico para luego desatar toda la verdad. Todo este era simplemente para ya terminar con todos estos años de matanza y masacres por parte de la iglesia.

Después de todo esto, yo no tenía nada en la mente, no sabía que pensar o en que creer. Todo lo que una vez creí, historias, leyendas que relataban las personas para atemorizar a otros eran ciertas.

Luego de que él me relato todo aquello me miro y me dijo:

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—¿Cuánto contigo para completar mi misión?Y yo le pregunte:—¿La madre Sor Marías y la hermana Bianca saben de

todo esto?Lo afirmo y me volví a preguntar:—¿Cuento contigo, Sebastian?Por primera vez se refería a mí por mi nombre, poro solo

dije:—Ya es tarde. Necesito descansar. —Me levante para reti-

rarme.—Espero tu respuesta hasta dentro de tres días cuando lle-

gue la luna llena —me dijo.No sé por qué dijo que esperaría hasta dentro de 3 días,

pero yo tenía mucho en que pensar y asimilar para preocupar-me por algo más. A mis 20 años yo solo debía preocuparme por el acné o por equivocarme en mitad de la misa, pero el Cardenal Luciani, me dijo que siguiera con el después de todo lo que me dijo y yo no sabía que contestarle. Decidí consultar-lo con la almohada y en la mañana se vería que podría pasar.

hEn la mañana mientras me preparaba en mi celda, Bianca se apareció en mi puerta y me pregunto si podría hablar conmi-go. Pasó y se sentó a mi lado y le pregunte qué pasaba. Me dijo que ella esperaba que aceptara la oportunidad que me estaba dando Luciani, ya que en sus manos estaba la verdad que nos liberaría. Me sentía demasiado presionado y tenía 3 días para darle respuesta a Luciani. Pero mi mente estaba confundida.

Esos tres días pasaron con total normalidad.Al llegar la noche del tercer día la madre Sor María, paso a

mi lado y susurro.

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—Piensa muy bien tu respuesta.Eso, en cierta forma lo tome como una amenaza, sobre

todo de ella ya que nunca tuvimos ningún tipo de contacto.No sabía qué decisión tomar todavía, si seguía el camino

que me deba Luciani o empezaba a vivir en la oscuridad, se-gún lo que yo creía que podía pasar en ese momento, ni yo mismo sabia que respuesta daría.

Cuando llegue a la mesa donde se sentaba Luciani para ordenar sus documentos el no se encontraba allí, en su lugar estaba la madre Sor María quien me dijo que me esperaba en el confesionario para hablar conmigo. Yo pensé que estaba ha-ciendo esto para darle misterio al asunto o ponerme nervioso, cosa que en cierta forma consiguió.

Mientras caminaba hacia aquel lugar sentía un extraño peso en el cuerpo, cuando me pose finalmente ante el confe-sionario me dijo:

—Siéntate hijo.Todo fue como si me confesara y antes de que dijera nada

yo hable:—Estoy dispuesto a estar con usted —comencé— en la

vida y después de la muerte.Y después de decir esto se levanto de su puesto y escuche lo

que me dijo después.—Desde hoy has a abierto los ojos y con esto tendrás ver-

dadera vida, pues te eh demostrado que todo lo que conocías era una falsedad.

Me dijo que la hermana Bianca me prepararía para el ri-tual, me dijo que yo era el punto esencial de hoy. Pero en vez que llegara ella fue Sor Marías que paso por mí, me pidió que la siguiera y me llevo a una habitación iluminada por velas. Allí dentro había personas con mascaras de arcilla. Una de ella se me acerco y me dijo que me quitara toda la ropa, eso

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fue algo extraño y brusco porque al momento que dijo esto, las otras personas me quitaron todo lo que traía puesto y me quede completamente desnudo.

Me limpiaron el cuerpo con jugo de uvas e incienso y me colocaron una máscara en forma de chivo, me colocaron algo como una túnica un poco transparente. Luego partimos al lugar donde sería el ritual. Al llegar a la parte trasera de una casa abandonada cerca de la iglesia, todos estaban con masca-ras. En las paredes estaban colocadas imágenes y símbolos que primera vez miraba.

En ese momento pasaba por mi cabeza: «¿Qué estoy ha-ciendo aquí, esto es un pecado? ¿Un simple ritual para agra-decer la vida?». En mi mente solo había dos cosas que me desequilibraban, una de ellas era lo que creía desde niño y la otra toda las historia que me había relatado Luciani.

Quizás por estar en ese estado de confusión se le hizo fácil a Luciani hacer lo que quiso conmigo, yo solo estaba allí de pie y no sabía qué hacer, solo pensaba «Que estoy haciendo aquí, por no eh detenido esto?». En ese momento llego una hermosa joven, lo supe por su silueta y lo largo de su cabello y nívea piel, con ella llegaron otras jóvenes pero ella se poso frente a mí, soltó su túnica y quedo totalmente desnuda, era la primera vez que vea un cuerpo tan espectacular en mi vida. En ese momento olvide lo conflictos que había en mi cabeza y que no me dejaban organizar mis ideas.

En ese instante ella soltó mi túnica y entre en vergüenza, pues con la impresión de su belleza tuve una erección. Ella al ver mi estado empezó a tocarme y caí en su provocación, todos los cómo, cuándo y por qué, se esfumaron en ese mo-mento por la magia del cuerpo de aquella joven. Era la pri-mera vez que estuve con una mujer, la experiencia fue tal que en ese momento olvide que nos miraban y rodeaban personas

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y que todo eso era parte del ritual que desconocía, en cierto momento ya estaba satisfecho y ella susurro acercándose a mi oreja de forma sensual:

—Te dije que los juegos, eran mejor si se juagaban entre dos personas.

En ese momento quede impactado por lo que oí.Las personas que nos rodeaban empezaron a decir cosas

en latín, las cuales no recuerdo porque no les preste atención por la situación en la que me encontraba, luego todo se sirvie-ron vino y fueron saliendo en filia con vino y velas en mano, mientras otras jóvenes nos vestían a ella y a mí.

Ella nunca dejo de mirarme, nunca se quito la máscara pero yo tenía bien claro quién era. Luego marchamos a nues-tros lugares de limpieza y después yo me marche a mi celda a descansar. Esa noche estuve pensando en lo que hice, pues en ese momento tenía dos yo, el joven que quería repetir ese momento y el otro que decía que todo estaba mal.

hEn la mañana al desayunar el Cardenal Luciani se acerco y me dijo:

—Hoy ya te has unido más a nosotros que antes. Ya estas unido con el espíritu de la tierra en mente y cuerpo.

Al decir eso hablaba en tono distinto al de siempre, me dijo que ya no tenía que temer más.

Yo seguí la mañana con total normalidad tratando de ol-vidar mis culpas, pensé en confesarme «¿Pero eso de que ser-virías?».

El día siguió con total normalidad hasta que llego la noche y la madre Sor María se acerco a mí y me dijo:

—Si de algo te sirve para librarte de las dudas que hay so-

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bre tus hombros, recuerda siempre; que la verdad y la razón la tienen las personas que sobreviven a las tragedias.

Después de esa noche me sentía extrañamente más hombre que siervo de dios, quise ir al lugar de oratoria y me percate de que Bianca había entrado al confesionario y yo fui tras ella. Cuando llegue al lugar noté que ella estaba sentada en lugar donde generalmente se sienta el sacerdote, yo le dije que salie-ra de ese lugar y ella me respondió:

—Entra tú y sácame o, entra conmigo según sea tu deseo.En ese momento entendí por que la carne es débil al razo-

nar lo que estaba haciendo, algo me dijo que esto estaba mal, pero yo estaba demasiado seducido por el placer.

Con los días mis encuentros con Bianca fueron más segui-dos, no pude negar que era una mujer temeraria pues escogía lugares y momentos inapropiados para nuestros encuentros. Si nos encontrasen se desataría todo un caos, ya que, para el resto del mundo éramos ciervos del Señor.

Un día, Luciani nos convoco de manera muy festiva para informarnos que se solicitaba su presencia en Roma por el mal estado de salud del Papa, y su presencia era exigida por ser uno de los prospectos para la sustitución. El nos dijo que había llegado la hora de que la verdad saliera a la luz y que ya no tendíamos que escondernos en las sombras por que el mundo sabría la verdad.

Le pidió a la madre Sor María que lo acompañase mientras llegaba otro sacerdote para cubrir su ausencia. Mientras nos daba la noticia, Bianca le pidió permiso para visitar a su fami-lia y el nos concedió el permiso a ambos.

Días después llego el sacerdote de suplencia con dos jóvenes ayudantes y un día después partió Luciani a Roma. Esa misma noche Bianca se presento a mi celda diciendo que estaba muy feliz por cómo se presentaban las cosas, y como siempre una

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cosas llevo a la otra y prácticamente pasamos la noche, luego me dijo mientras me abrazaba que luego de que se cumpliese la misión quería seguir conmigo, sin esconderse de nadie.

Al pasar una o dos horas decidió marcharse a su celda silen-ciosamente, pues el sacerdote sustituto no la podía ver salir de mi celda a aquellas altas horas de la noche.

En la mañana partimos cada uno hacia nuestros destinos con la esperanza de que se revelase pronto la verdad. Mientras iba en camino hacia mi encuentro familiar tuve una reflexión de lo que fui al dejarlos y lo que soy ahora. Lo que creía y lo que soy. ¿Cómo mirar a mi madre a los ojos? En ese momento volvieron mis dudas y decidí hospedarme en el hotel de un pueblo, por miedo a lo que ahora era, ver quien fui y quien soy ahora.

Decidí esperar que Luciani completara sus objetivos y des-de ese momento peso una semana.

Una mañana el Papado cambio, el humo negro que despe-día el Vaticano fue cambiado por humo blanco indicando la sustitución y nuevo pontífice. Mientras ya veía la noticia solo rogaba que ese nuevo Pontífice fuese Luciani y así mismo fue. El mismo cambio su nombre a Juan Pablo I.

¡No lo podía creer! En todo el mundo hubo júbilo pero la llegada del nuevo Papa. Días más tardes ese júbilo seria cam-biado por luto nuevamente.

Nunca se supo la verdadera razón del fallecimiento tan re-pentino de Luciani o Juan Pablo I, solo estuvo dos semanas en su cargo. La poca información que tuve en ese momento fue por la madre Sor Marías, que me hizo una llamada muy ex-traña pidiéndome que me escondiera por un tiempo y evitara contacto con personas que conociera y antes de que terminara repentinamente se corto la llamada.

Luego de aquella extraña llamada se dio a conocer la noti-

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cia de la extraña muerte del Pontífice, ella me dejo que si me aparecía en público mi vida podía correr peligro y que me ocultara. Con esa declaración y ya conociendo lo que había sucedido a Luciani, llegue a la conclusión de que seguramente ella había corrido con el mismo destino.

Se dice que Luciani (Juan Pablo I), en la noche horas antes de su muerte se reunió con un grupo de sacerdotes y horas más tardes con tres más en privado, y en la mañana se encon-tró muerto.

Esto afirmaba lo que el mismo una vez me dijo:—«El hombre una vez que llega al poder, se volverá co-

rrupto y jamás lo dejara.»Después de ese día trate de llevar una vida tranquila como

una simple persona para pasar desapercibido por miedo a que me sucediera lo mismo que a Luciani. Intente en varias oca-siones contactarme con Bianca, pero todos mis intentos fue-ron fallidos. A las dos semanas luego de la muerte de Luciani, este fue sustituido por Carol Wojtila que adopto el nombre de Juan Pablo II, en honor a Albino Luciani, quien fuese Juan Pablo I. Después de 8 años de los sucedido e intentado con-tactarme con Bianca para que me ayudase a respaldar toda la historia, pero a seguido esquivándome desde que supe de ella.

Desde entonces eh querido dar a conocer toda la verdad evitando dar datos personales y creando identidades ficticias, para así crear un poco de conciencia en las personas interesa-das de lo que pasa y lo que paso mas allá del inmenso telón que son tiene la iglesia.

4:11 AM.19 de Julio 1985

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SINOPSIS Sebastian es un joven monaguillo que descubrirá un mundo que no esperaba conocer. Grandes secretos le serán revelados, y su visión sobre el mundo en el que vive se transformara para siempre. La iglesia y la religión cambiaran para el de una manera que no esperaba y que le mostrara su lado más oscuro. Los secretos por lo que

muchos matarían.

Franklin Maza, nos trae una historia diferente. Un thriller que nos adentra al lado oscuro de la iglesia

católica

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