Condor

7
EL CÓNDOR ANDINO (Vultur gryphus) El ave más imponente de los Andes Monografía - Autor: Marcelo Mayorga - Periodista No es cazador, y no tiene las fuertes garras que se necesitan para capturar y matar. A diferencia del águila, no puede tomar un animal con sus patas. Alimentación Carroñero Especializado El Cóndor es un animal exclusivamente carroñero, esto quiere decir que no mata ni caza para comer, sino que se alimenta de cadáveres de animales o carroña. El descenso de un cóndor hacia el suelo, alerta a los demás sobre la probable existencia de alimento y así es que varios suelen congregarse sobre las carroñas. Características del carroñero El Cóndor es un carroñero por excelencia, posee una cabeza y cuello desprovisto de plumas, lo que facilita la limpieza luego de comer, refregándose contra el suelo o las rocas puede despojarse de los restos de sangre o carroña que se le adhieren al meter su largo cuello dentro de los cadáveres. Un pico fuerte y afilado les permite abrir los cueros más duros que otros carroñeros no podrían romper.

Transcript of Condor

EL CÓNDOR ANDINO

(Vultur gryphus)

El ave más imponente de los Andes

Monografía - Autor: Marcelo Mayorga - Periodista

No es cazador, y no tiene las fuertes garras que se necesitan para capturar y matar. A diferencia

del águila, no puede tomar un animal con sus patas.

Alimentación

Carroñero Especializado

El Cóndor es un animal exclusivamente carroñero, esto quiere decir que no mata ni caza para

comer, sino que se alimenta de cadáveres de animales o carroña.

El descenso de un cóndor hacia el suelo, alerta a los demás sobre la probable existencia de

alimento y así es que varios suelen congregarse sobre las carroñas.

Características del carroñero

El Cóndor es un carroñero por excelencia, posee una cabeza y cuello desprovisto de plumas, lo que

facilita la limpieza luego de comer, refregándose contra el suelo o las rocas puede despojarse de

los restos de sangre o carroña que se le adhieren al meter su largo cuello dentro de los cadáveres.

Un pico fuerte y afilado les permite abrir los cueros más duros que otros carroñeros no podrían

romper.

Sus patas

Poseen cuatro dedos, tres grandes dedos delanteros con uñas romas y poco curvadas, un cuarto

dedo opuesto que esta fuera del plano de los anteriores y poco desarrollado, esta característica es

muy importante de definir ya que nos hace ver la diferencia entre un cazador, como el Águila, que

si posee su cuarto dedo desarrollado y con uñas fuertes, curvas y puntudas que le permiten el

movimiento de prensión. La pata de los carroñeros es muy similar a las de las gallinas.

Los cóndores se alimentan de animales muertos. Esto es así pues poseen patas con musculatura

poco desarrolladas

Sus uñas son cortas y con puntas redondeadas, el dedo posterior está atrofiado y más arriba que

los restantes no permitiendo así que se una con los otros a modo de garra para capturar y llevar en

el aire a sus presas.

Diferencias con las patas y uñas de un ave rapaz cazadora

Un gran buche, ubicado en la base del cuello puede llegar a transportar hasta 4 kilos de comida.

Repetimos que al no poseer garras no pueden llevar su alimento en las patas como lo haría un ave

cazadora.

Los ojos están ubicados hacia los costados lo cual le permite cubrir gran superficie y así encontrar

a los animales muertos o restos de los mismos en descomposición.

Los Cóndores no poseen arco supraciliar, en todos los animales cazadores los ojos están de frente,

para ver a su presa, y el arco supraciliar les sirve de protección para el globo ocular en el acto de la

caza.

Diferencias con el ojo de un rapaz cazador

Sus alas están muy desarrolladas y les permite un planeo perfecto casi sin pérdida de energía,

aprovechando corrientes de aire ascendente y dinámicas; pueden planear durante horas y

recorrer grandes distancias en busca de animales muertos.

EL CONDOR es un elemento fundamental en lo que se denomina la cascada de carroñeros, ya que

gracias a su poderoso y afilado pico es el único que puede romper y desgarrar huesos, los tejidos

más duros y los gruesos cueros de los animales mayores, como puede ser una vaca o un guanaco,

permite que luego de comer puedan alimentarse los demás pequeños carroñeros, como

caranchos, jotes, chimangos o águilas, con menos fuerza en sus picos.

De esta manera se acelera la descomposición de los cadáveres, evitando la contaminación de los

campos y eliminando los posibles focos infecciosos de animales muertos por enfermedad

Existen individuos en diferentes regiones que creen que el cóndor ataca en grupo a animales

pequeños tales como terneros o corderos de poca edad o que incluso se roba a los niños

pequeños, es por tal motivo que si en tales lugares ven aproximarse a un cóndor seguramente

intentaran ahuyentarlo o matarlo. Hay que insistir en que EL CONDOR NO ES CAZADOR, ES UN AVE

TIMIDA QUE SUELE ESPERAR HASTA DOS DIAS POSADO EN LAS CERCANIAS ANTES DE ACERCARSE

A COMER LA CARROÑA (ANIMALES MUERTOS).

Habría que buscar el motivo de tal creencia, quizás tengan raíces históricas pues siempre se ha

relacionado al cóndor con los Incas quienes eran considerados una amenaza seria en épocas

pasadas. Pero por otro lado otros individuos les proporcionan alimento cuando por ejemplo se

carnea a algún animal para la alimentación humana y quedan restos del mismo. El cóndor muy

esporádicamente podría atacar y matar animales recién nacidos, heridos, enfermos o exhaustos.

El cóndor no es depredador feroz ni agresivo y tiene una asombrosa capacidad para resistir el

hambre y la sed, puede pasarse hasta un mes y medio sin comer al tiempo que conserva su vigor

Esta ave gregaria puede alejarse centenares de kilómetros lejos de su lugar de residencia habitual

en busca de alimento, suele comer hasta el hartazgo, a tal punto que después de sus comilonas

padece dificultades para volar.

Cuando un Cóndor localiza un cadáver comienza a volar en círculos, en poco tiempo se podrá ver

como los demás Cóndores comienzan a acercarse. Son muy desconfiados para bajar a comer,

pudiendo pasar algunos días hasta que se deciden a posarse cerca del alimento.

Existe una marcada jerarquía a la hora de comer, primero lo harán los machos adultos, luego las

hembras adultas y más tarde los sub adultos y juveniles

Para encontrar el alimento, otea desde el aire, a gran altura. Tiene una vista extremadamente

aguda. Una vez localizada la carroña, los cóndores no descienden inmediatamente sino que se

limitan a volar sobre la misma o se posan en algún lugar desde donde ésta se vea claramente.

Son muy desconfiados y pueden pasar entre uno y tres días antes de que finalmente se acerquen.

Comienzan a alimentarse en los puntos más accesibles o blandos de los cadáveres: extrayendo

primero el corazón, ojos, lengua, ano, ubre, testículos, abdomen y entrepierna.

En la cordillera se alimentan de los cuerpos de guanacos, vicuñas, llamas, vacas, corderos o

caballos. La alimentación básica del Cóndor Andino consiste de carroña de mamíferos grandes que

haya cerca de su hábitat. Cuando no encuentra alimento, sí caza y mata animales grandes, como

ovejas y llamas jóvenes; esto sucede cuando tiene ventaja sobre la presa.

En la costa, su provisión más importante la componen animales marinos muertos, arrastrados a la

orilla por las olas, tales como ballenas, delfines, lobos marinos, tortugas, peces, pingüinos y otras

aves marinas. En las colonias marinas se come los huevos de las otras aves y uno que otro pichón.

Por ejemplo, a lo largo de las áridas costas del Perú y Chile, los Cóndores Andinos se alimentan

mucho de carroña marina arrastrada a la orilla por las olas. Los alimentos registrados en su dieta

incluyen los cuerpos muertos de ballenas y delfines, leones marinos (Otaria byronia), lobos

marinos sudamericanos (Arctocephalus australis), potoyuncos peruanos (Pelecanoides garnotii),

pingüinos de Humboldt (Spheniscus humboldti), tortugas marinas verdes (Chelonia mydas), peces

y algas pardas (Murphy, 1936; Housse, 1945; Wallace y Temple, 1987a).

Durante los años de El Niño, cuando se registra una alta mortandad de vertebrados marinos, los

cóndores generalmente se beneficiaban de un mayor suministro de alimentos cuando las

corrientes marinas depositaban cuerpos de animales muertos en las playas que sobrevolaban

(Murphy, 1936). Sin embargo, si las corrientes marinas arrastraran los animales muertos en playas

de áreas urbanas densamente pobladas a las que los cóndores temen visitar, ellos no podrían

alimentarse de este alimento (Wallace y Temple, 1988).

Los cóndores que viven en costas áridas también vuelan a islas del litoral para atacar a los huevos

y polluelos de aves marinas en colonias.

Por ejemplo, cuando Murphy (1925) visitó la Isla Asia en la costa central del Perú, observó

Cóndores Andinos, Gallinazos Cabecirrojos y Gaviotas alimentándose de huevos de una gran

colonia del cormorán guanay (Phalacrocorax bougainvilli), que contenían “numerosos huevos y

polluelos”. De acuerdo con Murphy, los cóndores, gallinazos y gaviotas eran “más abundantes y

rapaces” que en cualquier otro lugar que había visitado. Un cóndor estaba parado en el medio de

la colonia de cormoranes guanay, “rodeado de un círculo de nidos abandonados y saqueados”.

Cuando se cazó y atrapó por los pies a ese cóndor, “las claras y la mayoría de las yemas intactas de

una docena de huevos frescos salían de su garganta". Debido a que prácticamente no se

observaron fragmentos de las cáscaras de esta comida, Murphy sugirió que “los cóndores deben

absorber el contenido de los huevos con sus lenguas en forma de canaleta”.

Durante su visita a la Isla de Asia, Murphy observó un mínimo de 18 cóndores “volando

lentamente de un lado a otro” sobre la colonia de cormoranes guanay y, antes del mediodía,

observó que todos volaban a tierra. También añadió que en Santa Rosita, una isla cercana, un

informante confiable observó 36 cóndores descendiendo juntos sobre una colonia de cormoranes

guanays. En San Gallan, otra isla de la costa de Perú, Murphy (1925) constató que los Cóndores

Andinos caminaban alrededor de las madrigueras de los potoyuncos peruanos y atrapaban a las

aves que salían a comer. Así, el Cóndor Andino no es sólo un carroñero de estas islas, sino también

un ave de rapiña, que se alimenta de aves marinas adultas y de huevos, así como de carroña

(Murphy, 1925). Afortunadamente para las aves marinas que están anidando, si un cóndor se

come sus huevos y polluelos, estas pueden poner otros huevos para reemplazar a los perdidos.

Luego del banquete se juntan en los posaderos, paredones altos y escarpados donde descansan y

duermen. Estos paredones poseen la característica de estar manchados con sus fecas (manchas

blancas en las repisas donde se posan).

Conducta

Al Cóndor Andino es un ave social

Se le ha visto comiendo en grupos de hasta sesenta de ellos (en tiempos ya pasados), integrados

por jóvenes y adultos. También se le ha visto comiendo con otros buitres americanos. Es común

ver más de uno volando y en los riscos de las altas montañas en los Andes en ocasiones se les ven

descansando a varios de ellos juntos. También es posible verlo solitario. Poseen un

comportamiento social complejo, lo que les permite aumentar las probabilidades de hallar su

alimento, la carroña. Cuando alguno de ellos localiza un cadáver comienza a volar en círculos, en

poco tiempo se podrá ver como los demás Cóndores comienzan a acercarse. Son muy

desconfiados para bajar a comer, pudiendo pasar algunos días hasta que se deciden a posarse

cerca del alimento.

Conducta en grupo

Individuos de la misma especie de cóndores también pueden pelear y desplazarse entre sí.

Al norte de la Patagonia, Donázar et al. (1999) estudiaron los Cóndores Andinos en las carroñas y

constataron una jerarquía de dominio basada en el tamaño, el sexo y la edad. Los cóndores

machos, cuyo peso era 36 a 37% más que el de las hembras, dominaban a estas sin importar la

edad. Además, dentro de cada grupo de sexo, las aves más viejas dominaban a las más jóvenes.

Así, los cóndores machos adultos ocupaban el nivel más alto de la jerarquía de dominio, mientras

que las hembras jóvenes ocupaban el nivel inferior.

Considerando que los machos y las hembras más viejas las alejaban de la carroña, las hembras

jóvenes tendían a evitar alimentarse en las montañas, en donde el alimento era más abundante y

el encuentro con los machos y las hembras más viejas sería más probable. En lugar de eso, se

alimentaban con mayor frecuencia en las planicies, donde era menos probable encontrar

alimento, y por ello más probable que se evitase las confrontaciones con los machos y las hembras

más viejas cuando encontraban alimento. Los machos y las hembras adultas preferían alimentarse

en las montañas ricas en alimentos.

Al norte de Perú, Wallace y Temple (1987) registraron resultados un poco diferentes. Ellos

constataron que mientras que los Cóndores Andinos machos usualmente desplazaban a las

hembras de la misma edad de las carroñas, las hembras algunas veces desplazaban a los machos

un año menor que ellas.

Interacción con otras Aves Carroñeras

Cuando los cóndores descienden para alimentarse de carroña, generalmente encuentran otras

especies de carroñeros alimentándose. Algunas veces los cóndores se juntan pacíficamente a estos

otros animales para alimentarse, pero otras veces deben luchar para apartarlos o esperan a que

hayan terminado de comer y se hayan ido. Afortunadamente para los cóndores, sus cuerpos más

grandes los ayudan a vencer los encuentros con otros gallinazos.

En Perú, por ejemplo, Wallace y Temple (1987a) estudiaron las interacciones de los Cóndores

Andinos con otras especies de gallinazos cerca de los cuerpos de animales muertos y constataron

que las especies más grandes dominaban a las más pequeñas. Debido a que los cóndores eran de

mayor tamaño, ocupaban el puesto más alto en la jerarquía de dominio y los otros gallinazos se

sometían a ellos.

Los Gallinazos Cabecirrojos (Jote cabeza roja) generalmente llegaban primero al lugar donde

estaba la carroña, los Gallinazos Cabecinegra (Jotes cabeza negra) segundos y los cóndores

terceros.

Aun así, cuando los cóndores llegaban, las otras especies de gallinazos generalmente se rendían

ante ellos.