Concurso Apadrina un Monumento

CEIP Menéndez Pelayo de Santander, ganador del accésit concedido por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria.

Proyecto de los alumnos de quinto de Primaria. Curso 2012-2013.

Proyecto: “ESCUELA CON ARTE”

PABLO VICTORIA ESTELA MARTÍN RICHARD LISBETH ANGEL VASILE DARIUS MARIO EDUARDO Tutora: Gemma

El 11 de marzo nos embarcamos en esta aventura y decidimos apadrinar nuestro centro.

Sin recursos y sin medios, pero con mucha ilusión, esfuerzo y creatividad nos pusimos en marcha.

Este power point es una pequeña muestra de todo nuestro trabajo antes de editar el vídeo que fue premiado con un accésit por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria.

Este trabajo se lo queremos dedicar a todos los docentes que han sido maestros en el CEIP Menéndez Pelayo, especialmente a Don Jesús Revaque Garea, primer director del colegio.

Finalmente, felicitar a mis once alumnos por el trabajo realizado y agradecer a Raúl Lucio su ayuda, dedicación y profesionalidad en la grabación y edición del vídeo.

Acto de presentación del Concurso

Palacio de Festivales de Santander, 18 de abril del 2013

FASES DEL PROYECTO

1. Fase inicial de motivación y sensibilización sobre la importancia de respetar, valorar y defender nuestro

patrimonio cultural

2. Fase de planificación de la actividad

• Se establecen varios temas monográficos:

-Las características de la arquitectura neoclásica.

-La obra del arquitecto Javier González Riancho.

-El higienísmo en las escuelas.

-La labor de Jesús Revaque Garea, primer director del centro.

3. Fase de investigación• Para elaborar los temas monográficos se buscó información

en páginas web y en libros, se realizaron fotografías y dibujos del edificio y de sus elementos constructivos, se completó una ficha de observación del edificio y un fichero con el vocabulario histórico cultural ( Patrimonio artístico, conservación, arquitectura higienista…) y arquitectónico ( Neoclásico, arco de medio punto, marquesina, medallón, alero, ecléctico, vestíbulo….)

• Se visitó el centro de documentación de la imagen de Santander con el fin de tener un mayor conocimiento de la época a través de la exposición fotográfica de 1926.

• Se visitó el aula museo de Polanco porque en ella se encuentran muchos de los objetos que en su día nuestro

colegio donó para esta escuela.

4. Fase de puesta en común en el aula.

5. Fase de elaboración del guión, del vídeo y ensayos previos a la grabación final del vídeo

UN POCO DE HISTORIA DEL COLEGIO MENÉNDEZ PELAYO

La construcción del colegio Menéndez Pelayo es de 1928. En estos momentos la realidad escolar se caracterizaba por un elevado índice de analfabetismo, por la falta de escuelas, y por la existencia de centros que no reunían las condiciones mínimas para la docencia. Paralelamente a esta realidad, surge una corriente favorable a la creación de escuelas en locales amplios, higiénicos, donde el sol y la luz entraran a raudales. Así, se impulsa la construcción de edificios escolares funcionalistas, inspirados en la filosofía educativa y en el “higienismo” de la Institución Libre de Enseñanza. Y es en este contexto cuando se construye el Grupo Escolar “Menéndez Pelayo” que será un centro pionero, tanto en su edificación como en su pedagogía. Recibe el nombre de Menéndez Pelayo, en honor al escritor cántabro, cuyo centenario de su muerte celebramos el año pasado.

Jesús Revaque Garea será el primer director del centro. Y desde 1928 hasta finales de agosto de 1937, don Jesús dejará huella en la educación de la época. Jesús Revaque utilizaba en su escuela el método Decroly, el último avance en la Pedagogía moderna. Convirtió nuestra escuela en uno de los centros oficiales más avanzados de Primera Enseñanza de aquella época. Con seis unidades, tres para niños y tres para niñas, tenía piano, aparato cinematógrafo de 16mm que proyectaba películas sonoras; imprenta que tiraba el periódico de la escuela y se impartían clases complementarias preprofesionales. De hecho la entrada principal de nuestro colegio se llama Jesús Revaque Garea en honor al primer director del centro. Además, nuestro colegio ha cumplido una función fundamental en la historia de la ciudad de Santander. Si durante la Guerra Civil, desde septiembre de 1936 hasta marzo de 1937, se suspenden las clases, debajo del edificio hay un refugio antiaéreo, que en la actualidad se encuentra tapiado, y que en su día acogió a la población de los alrededores.

LA CONSTRUCCIÓN DEL COLEGIO MENÉNDEZ PELAYO El arquitecto del Colegio Menéndez Pelayo fue Javier González Riancho, santanderino y arquitecto municipal desde 1907 hasta 1951. La obra más emblemática del arquitecto es el palacio de La Magdalena, que presentó junto a Gonzalo Bringas. La edificación fue proyectada hacia 1923 y el edificio se acabó en 1928. El colegio Menéndez Pelayo es un edificio de estilo neoclásico en el que se conjugan elementos de la arquitectura montañesa y elementos de influencia andaluza. Es una edificación clásica de proporciones equilibradas y armónicas. El edificio tiene cuatro fachadas con dos entradas, una por la fachada oeste y otra por la fachada sur. La fachada principal está orientada al sur. En ella se aprecia un cuerpo central y dos laterales salientes dispuestos de forma simétrica, que se levantan sobre un pequeño basamento a modo de semisótano. El cuerpo central tiene dos plantas y un bajo cubierta rematado en una cubierta con alero de madera. La disposición simétrica de los cuerpos del edificio, quizá sea debido a que en esta época los niños y niñas estaban separados en aulas diferentes.

En la planta baja, tras acceder por una escalinata, se encuentra la puerta de entrada rematada en arco de medio punto y protegida por una marquesina que recuerda al estilo montañés.

El espacio que queda entre el arco de medio punto y el comienzo de la marquesina está decorado con cerámica, en él se representa a unos niños jugando. La puerta está flanqueada a cada lado por ventanales de grandes dimensiones lo que permite la entrada de luz y sol. El uso de la cerámica para decorar la fachada es un recurso propio del movimiento ecléctico que se caracterizaba por emplear elementos propios de otras arquitecturas. El uso de cerámicas, en este caso, quizás tenga su influencia de la arquitectura del mediterráneo.

En la primera planta, observamos nuevamente, tres ventanales en la parte central con dintel recto y dos ventanales con arco de medio punto en los laterales. Todos ellos de grandes dimensiones. Los ventanales del edificio están divididos por barrotillos de madera. En el ático se repite el esquema de tres ventanales de menores dimensiones que en el resto de la fachada, enmarcados en una cenefa decorada con motivos de animales y guirnaldas y un medallón con la figura de Menéndez Pelayo. Los cuerpos laterales de la fachada tienen dos alturas y en ellos observamos un total de ocho grandes ventanales. En el resto de las fachadas sigue utilizando los mismos elementos arquitectónicos. Señalar, únicamente que en las fachadas este y oeste, el edificio es de tres alturas: planta baja, primera planta y bajo cubierta. Sobre una fachada de color amarillo, destacan sus grandes ventanales de color verde y sus pequeñas cerámicas de color azulado.

El interior del edificio también tiene valor arquitectónico. Nada más atravesar la puerta de entrada. Todo el mundo se queda sorprendido del inmenso hall y la escalera de mármol que lo preside. En esta planta, además, se encuentran cuatro aulas de infantil, un aula de primaria, la biblioteca, la sala de profesores, conserjería y los aseos

La escalera de mármol con su balaustrada da acceso a una entreplanta con grandes vidrieras de colores y con una copia de una escultura clásica. Es el niño de la espina. Representa a un joven sentado sobre una roca que trata de extraer la espina clavada en la planta del pie. La luz que entra por las vidrieras crea una atmósfera mágica y acogedora que se proyecta por todo el espacio. En la pared tenemos una copia de la lápida de D. Lorenzo Suárez de Figueroa y Mendoza. En ella se representa a D. Lorenzo de pie y casi de perfil, en actitud arrogante, característica que hace que esta pieza sea excepcional. El realismo de la representación es sorprendente y llega hasta el extremo de plasmar, al detalle, la enfermedad que padecía Don Lorenzo y que acabó con su vida, la gota.

En la primera planta hay cinco aulas, el despacho del director, la secretaría, los baños y el aula de logopedia. Si hacemos un recorrido por los diferentes espacios del centro observaremos que son de techos elevados y cuentan, como ya hemos dicho, con grandes ventanales que permiten una adecuada ventilación y la entrada de luz y sol.

La arquitectura higienista En las escuelas consistió en la aplicación de una serie de medidas con el fin de prevenir enfermedades.

Se especificaba el emplazamiento del edificio, su orientación hacia el sur, las dimensiones de las aulas, el número de ventanas y su tamaño, para optimizar la oxigenación y las horas de sol, la dirección de la luz, los sistemas de calefacción, los servicios sanitarios, los espacios libres, los materiales de construcción, la existencia de un patio aledaño para los descansos, juegos y ejercicios físicos de los escolares que debía contar con un surtidor de agua para que los niños pudieran lavarse las manos y la cara y la creación de un huerto escolar. Asimismo, las paredes debían estar bien lisas y blanqueadas, «para garantizar la limpieza, reflejar bien la luz y preservar la salud. Los techos debían ser elevados, entre 11 y 16 pies de altura y con espacios abiertos para expulsar el aire viciado». En las disposiciones se prohibió que el local de la escuela se utilizara para otras funciones como sucedía a menudo.

JESÚS REVAQUE GAREA

Maestro y periodista. Nació en Serrada (Valladolid) el 26 de enero de 1896 y llegó a Cantabria en 1918. En 1920, se trasladó a Santander como maestro, entre otras, de las Escuelas de Numancia, y, desde 1929 a 1937, sería director del Grupo Escolar Menéndez Pelayo.

Revaque también ejerció el periodismo, publicando una importante colección de medio millar de artículos relacionados con la enseñanza en “La Región”, “La Montaña”, de la Habana, “El Magisterio Provincial” y, sobre todo, en “El Cantábrico”, del que fue redactor entre 1927 y 1936. Igualmente formó parte de la redacción de la revista pedagógica “Escuelas de España”, de ámbito nacional. En esta faceta divulgadora muestra su fidelidad a los ideales de la Institución Libre de Enseñanza y del movimiento pedagógico de la Escuela Nueva. Tuvo ocasión de conocer las experiencias didácticas más avanzadas de la época visitando escuelas de Francia, Suiza, Italia y, sobre todo, Bélgica. En 1925, estuvo becado por la Diputación Provincial de Santander para estudiar la creación de una Oficina de Orientación Profesional, idea que él mismo presentó para mejorar la elección del futuro oficio de los alumnos, siendo su director entre 1927 y 1937.

Perteneció al Partido Republicano Radical Socialista y a Izquierda Republicana, y con la llegada de la II República participó activamente en la renovación de la enseñanza y en la defensa de la escuela pública laica en sus artículos en “El Cantábrico”, en sus conferencias del Ateneo Popular, Casas del Pueblo y otros foros. En 1932, intervino en la constitución del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (FETE-UGT) de Santander, siendo su secretario en 1933, año en el que empieza a colaborar con las Misiones Pedagógicas en Valderredible (Cantabria). Al estallar la Guerra Civil es nombrado director de “El Diario Montañés”, al frente del cual permanecerá hasta mayo de 1937. Con la llegada de las tropas nacionales se refugió en Dinamarca y Francia, donde el Gobierno de la II República le encomienda la dirección de colonias de niños españoles refugiados.

En 1939, marcha a México, y a instancias de Indalecio Prieto fue nombrado director del Colegio Madrid, donde continuó desarrollando la ideología pedagógica que puso en práctica en España. El Colegio Madrid fue reconocido por los mexicanos como uno de los centros más prestigiosos del país. Después de jubilarse en 1971, tras dedicar 53 años a la enseñanza, de los cuales 30 lo fueron dirigiendo el Colegio

Madrid, Jesús Revaque murió en Ciudad de México el 31 de octubre de 1983, a los 87 años de edad. En 2002, el Ayuntamiento de Santander acordó poner su nombre a una calle de la ciudad.

Estudiando el estilo arquitectónico del edificio.

Dibujando diferentes elementos arquitectónicos

Visita al Centro de documentación de la imagen de SantanderVisita al Centro de documentación de la imagen de Santander

25 de abril del 2013

Visita al Aula museo de Polanco

3 de mayo del 2013

Recreación de un aula de 1928

5. Fase de difusión de los resultados a la Comunidad educativa a través de murales, charlas, exposición de trabajos…

6. Fase final. Organización y estructura del vídeo, concreción de espacios, música… Grabación y edición del vídeo.

Difusión a la Comunidad Educativa

Sala Griega del Palacio de Festivales. Entrega de premios.

117 de junio del 2013

Momentos antes del premio

Proyección de nuestro trabajo

COLEGIOS PREMIADOS CON EL CONSEJERO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE Y CON EL DIRECTOR GENERAL DE CULTURA.

LOS PROTAGONISTAS

ENHORABUENA CHICOOOSSS.

¡¡¡LO HABÉIS CONSEGUIDO!!!