Concierto de Año Nuevo4 de Enero de 2011 18,00 h

Centro Cultural de la Villa de Móstoles

Yerko Petar Ivanovic Barbeito & Eduardo Gutiérrez Rivas son dos médicos imbuidos del espíritu musical en la Interpretación y la composición al piano y al violin respectivamente.

Yerko Ivanovic Barbeito nace en La Coruña en 1979 y tras completar su formación en el Conservatorio de Madrid, donde obtiene el Premio Fin de Carrera, compagina su actividad de intérprete y compositor con los estudios de Medicina y su especialización como Médico Rehabilitador, siendo médico consultor de referencia para asociaciones de patologías neuromusculares, además de prestarse para numerosos conciertos benéficos. Ha recibido lecciones de Ubaldo Díaz en la Manhattan School of Music, de Anna Jazstrebska en el Conservatorio frederic Chopin de Varsovia.

Eduardo Gutiérres Rivas, Cursó sus estudios superiores de piano, violín y música de cámara en los conservatorios de Bilbao, Madrid y Murcia y es Doctor en Medicina por la Universidad de Navarra y Autónoma de Madrid); es Neurólogo y uno de los más reconocidos especialistas en las Enfermedades Neuromusculares.. Desde hace años es fiel a la disciplina de interpretar con sus colegas de profesión sin menoscabo de su rigor neurológico y ha actuado de forma altruista y desinteresada en mutiples recitales benéficos como signo de su compromiso y a su vez del reconocimiento de sus pacientes.

Yerko Petar Ivanovic Barbeito, Piano

Eduardo Gutiérrez Rivas, Violin

Concierto de Año Nuevo4 de Enero de 2011 18,00 h

Centro Cultural de la Villa de Móstoles

• Iª Parte: Adiós al Año de F. Chopin (1776-1810)Yerko Petar Ivanovic Barbeito.

– Nocturno Op. 32 nº1 en Si Mayor– Nocturne, Op 32 N 2 en La Bemol Mayor– Balada nº 23 – Balada nº 52

• IIª Parte: Yerko Petar Ivanovic Barbeito– Songbook de Gershwin– Estreno Mundial de la obra P.A.I.N. De

Yerko Petar Ivanovic Barbeito

Descanso

• IIIª Parte: Eduardo Gutiérrez Rivas & Yerko Petar Ivanovic Barbeito

– Sonatina para violín y piano Op. 137 núm 1 en Re Mayor (F. Schubert)

- Allegro molto

- Andante

- Allegro vivace

– Sonatina para violín y pianoOp. 137, núm 2, en la menor (F. Schubert)

- Allegro moderato

- Andante

- Menuetto

- Allegro

La música de Frederic Chopin representa la culminación del Romanticismo en un autor cuya propia vida es la expresión misma de la pasión incomprendida. Yerko Ivanovic esculpe con mano firme y delicada a la vez los hermosos estudios y nocturnos –sin olvidarnos de las Balada nº 23 y 24– del genio polaco.

La figura de G. Gershwin llena las páginas de la primera mitad del siglo XX con piezas coloristas, llenas de virtuosismo y, siempre estimulando la licencia musical del intérprete, para prodigar maravillosas variaciones -improvisaciones en realidad- que nos trasladan de la ciudad de la Luz al deslumbrante mundo del Jazz.

F. Schubert es el reflejo de una precoz maestría acompañada de la suerte de haber sido admitido en la Escuela de Salieri al tener una maravillosa voz de soprano que admiraría “il maestro”. Prolífico a veces -más de 600 lieder-, otras veces dejando sus obras inacabadas, se especula con que padeciera algún tipo de psicopatología a pesar de lo cual este Vienés se ha convertido por méritos propios en el paradigma del Primer Romanticismo.

F. Kreisler supone para el violín el inicio de un nuevo estilo, de vibrato brioso el cual le privó de una plaza en la Sinfónica de Viena y que a punto estuvo de interrumpir una prodigiosa carrera. De hecho con sólo 18 años abandona la interpretación para estudiar Medicina, hasta que un concierto en Berlín unos años después le brinda el reconocimiento que no obtuvo en Viena.

El argentino Alberto Ginastera, alumno de A. Copeland en Tanglewood es considerado el creador del Escuela Argentina creando piezas en todos los estilos: conciertos, operas, suites y la pieza que nos ocupa, su famosa Milonga. Fue maestro de alumnos tan renombrados como Astor Piazzola.