Conceptos de ECONOMIA DOMESTICA, "CASERA" U HOGAREÑA

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Se trata de un conjunto de artículos, (publicados entre mayo de 1991, y enero de 1998 en los que el autor desarrolla los conceptos de ECONOMÍA DOMÉSTICA U HOGAREÑA, como herramienta para abordar los problemas de subsistencia cotidiana que se vienen planteando en la Argentina, como consecuencia de la substancial, rápida y traumática transformación que se viene desencadenando a escala planetaria.Como los artículos, forman parte del mismo desarrollo, aparecen reiteraciones, ya que en algún modo, el artículo posterior, contiene para el o de los anteriores.La presente compilación, fue presentada al Congreso Mundial de Economía Local, que tuvo lugar en Canadá en 1998

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NOTA PRELIMINAR Lo que sigue se trata de un conjunto de artculos, (publicados entre mayo de 1991, y enero de 1998 en los que el autor desarrolla los conceptos de ECONOMA DOMSTICA U HOGAREA, como herramienta para abordar los problemas de subsistencia cotidiana que se vienen planteando en la Argentina, como consecuencia de la substancial, rpida y traumtica transformacin que se viene desencadenando a escala planetaria. Como los artculos, forman parte del mismo desarrollo, aparecen reiteraciones , ya que en algn modo, el artculo posterior, contiene para el o de los anteriores. La presente compilacin, fue presentada al Congreso Mundial de Economa Local, que tuvo lugar en Canad en 1998. EL RETORNO DE "LO CASERO" Por el Licenciado: Alfredo Armando Aguirre. La inmensa mayora de los abuelos y aun de los padres de quienes pasamos los cuarenta; no posean la instruccin que brindan los secundarios, los profesorados y las universidades. En el mejor de los casos, primario completo y gracias: Eso si, eran poseedores de una cultura, de la de hoy carecemos, salvo paradjicas excepciones. Ellos tenan su huerta. Su gallinero. Saban hacer conservas y embutidos. Amasaban y cocinaban su pan. Confeccionaban, y remendaban la mayor parte de sus vestimentas. Lleg luego, lo que se conoce como sociedad industrial. .La gente comenz a trabajar en fbricas y oficinas. Se crey, y en un lapso fue cierto, que los sueldos y salarios alcanzaban para vivir. Que todos tuvieran un trabajo fijo; se daba casi por descontado. Las producciones "caseras" fueron reemplazadas por las producciones a escala y aquel tiempo donde todo era hecho en casa, pasa a ser nostalgia. Pero hubo un momento; en que esa civilizacin industrial (que solo lleg deformada a la Argentina y en especial a su interior) comenz a tambalear, y ello fue por principios de la dcada del setenta: Hubo como siempre voces pioneras como Schumacher; que en su libro "Lo pequeo es hermoso" de 1973, mostraba las bondades de lo que pasara a denominarse. "tecnologa apropiada; que en otras palabras, era la reivindicacin de lo que nosotros conocamos como "lo casero" A pases como el nuestro, la "noche" de la crisis se nos vino a mediados de 1982 Cuando las pasiones se aquieten; se reconocer que el Mensaje de Parque Norte del presidente Alfonsn en el verano de 1986; certific la entrada a pleno de lo que se conoce como sociedad postindustrial. El estilo de vida de la sociedad industrial hizo perder la cultura de "lo casero": Ello solo subsisti, curiosamente en algunas reas rurales marginales. Los nuevos tiempos sugieren el reaprendizaje de las tecnologas apropiadas. Ms como la transmisin de generacin a generacin se perdi, urge propagar la cultura de "lo casero " a travs del sistema educativo Recientemente nos hemos enterado va "LA REFORMA" de experiencias como el curso para docentes de tcnicas agropecuarias que tuvo lugar en Ojeda. O la invocacin "...pampeanos a las abejas" formulada por el profesor Norberto Martn desde Alta Italia. De mis amigos Gloria Ortiz, "Marito" Monti, y Juan Enrique Romero, he conocido experiencias como las piscicultura; la cra de pavos con leche caprina; la elaboracin de abonos naturales (composit); la obtencin de energa a travs de la fermentacin del estircol, o la alconafta a partir del maz o sorgo sacarino. Quedan aun en las viejas bibliotecas, aquellos almanaques o cartillas del Ministerio de Agricultura, donde se daban consejos para las huertas y granjas familiares. Todas esas experiencias del pasado o las actuales a escala reducida, debieran ser empleadas para un Programa General de Economa Domestica, a encarar desde la esfera institucional que corresponda. En nuestra ptica; este retorno sistemtico a lo casero, habra de pasar por el sistema educativo. En cada escuela primaria, los comedores existentes o a crearse

deberan. abastecerse total y/o parcialmente con los productos de las huertas y/o granja de las respectivas escuelas, operadas por los maestros; alumnos y padres organizados en cooperadoras: Sabemos que esto se hace con xito en muchos lugares; mas debe hacerse en todos los sitios. La produccin de estas huertas y/o granjas no debera exceder lo necesario para el comedor al que abastece. Intentar comercializar sistemticamente dichas producciones sera contraproducente. Al difundirse estas prcticas de Economa Domstica mediante el sistema educativo; se asegurara, que los nios y sus padres" trasladen" la modalidad aprendida a sus propios hogares. Resulta obvio apuntar; las acciones de refuerzo de esta tarea: que podran efectuar los medios de comunicacin. S que la modalidad aqu propugnada encuentra detractores ideolgicos. Sin prejuicio de ello y respetando la disidencia, creo que el retorno a "lo casero" es una alternativa para recuperar la calidad de vida de numerosas familias argentinas que viven fuera de las megalpolis del pas. *** PUBLICADO EN "LA REFORMA" DE GENERAL PICO ", DEL 2 DE MAYO DE 1991 - - - - - - -- - - - -- - - - - - - - - - - - - - - -ECONOMA DOMESTICA Y VIDA COTIDIANA" Por el Lic. Alfredo Armando Aguirre - 1era. Parte No hace falta realizar sesudos estudios para darse cuenta que se estn produciendo rpidos cambios en nuestros estilos de vida cotidianos. Esa vscera tan sensible como es el bolsillo; nos esta indicando que los esfuerzos por ganarnos el diario sustento son distintos a los de pocos aos atrs En el presente ensayo, tengo la explcita intencin, de invitar a quienes lo lean, a considerar modalidades alternativas de subsistencia para mantener, y si es posible mejorar la calidad de vida de nuestras familias. En LA REFORMA del 2/5/91 se public una colaboracin nuestra, titulada: "EI retorno de lo casero". No aspira este desarrollo ms que a profundizar en la misma direccin que aquel. No nos cansamos de reiterar en las colaboraciones por este medio que el mundo y el pas experimentan un rpido, profundo y traumtico transito desde un estado de cosas hacia otro estado de cosas. No se puede afirmar con certeza si el escenario hacia donde vamos ser mejor que el actual o que los pasados. Pero el transito aparece como inexorable y si, se puede afirmar que ser distinto. Claro que la inmensa mayora de la gente, se ve compelida a afrontar este futuro, con el bagaje de experiencias vitales que los mismos y sus predecesores inmediatos han acumulado en el pasado. Ms aunque parezca perogrullesco, el mundo de ayer es distinto al mundo de hoy, y la distancia temporal no es de veinte o treinta aos para atrs, sino de no mas de cinco aos. Es en este traumtico interregno, donde se refuerza el sentido de responsabilidad social de los estudiosos, en el sentido de tratar de entender cmo puede ser el nuevo estado de cosas hacia el que inexorablemente marchamos, y divulgar esos estudios para que la mayor cantidad de gente posible pueda procesar adecuadamente sus respectivas problemticas individuales y familiares. -Se coincide en afirmar que el mundo de nuestros das esta signado por dos caractersticas: el ajuste estructural y la "Post guerra fra". Se entiende por ajuste estructural, al conjunto de medidas de privatizacin, desregulacin y desmonopolizacin destinadas a dar plena vigencia al mercado y la competencia como asignadores de recursos. La "Post guerra fra", la " glasnost, la "Perestroika" y la cada del muro de Berln; simbolizan la finalizacin del enfrentamiento del mundo occidental, liderado por los Estados Unidos, y el mundo comunista liderado por la Unin Sovitica. La disolucin de la Unin Sovitica interpretable como un triunfo del mundo occidental, ha revigorizado al sistema de la democracia representativa, como paradigma poltico. El mismo, junto a la economa de mercado, parecieran ser los parmetros a partir de los cuales, habr de procesarse de ahora en mas la problemtica de los pases de la tierra.

Mas la vigencia de una economa de mercado, tardara en extender sus beneficios a todos los rincones de la tierra. El concepto es obviamente aplicable a nuestra querida Argentina. Nuestra experiencia propia y los estudios realizados, nos sugieren que por largos periodos, una franja importante de poblacin quedara fuera del alcance de los beneficios de la economa de mercado. Incluso en muchos casos los beneficios llegaran parcialmente y habr que acudir a otras metodologas para la subsistencia. Esta situacin de carencia, podra resolverse paulatinamente, si se promoviese el retorno de un concepto que pareca casi archivado en el rincn de los recuerdos: me refiero a la Economa Domstica. Quizs este concepto, poco les diga a los menores de cuarenta aos; y sobre todo a los de esa franja etaria que viven en las grandes ciudades. Sin embargo, hubo un tiempo en que en los hogares, y en especial, los mas humildes; se criaban aves de corral; se hacan embutidos y conservas; se teja y confeccionaba la ropa, se horneaba el pan, y as en forma semejante, las familias casi se autoabastecan. Luego lleg la sociedad industrial (en realidad en la mayora de las localidades argentinas solo lleg fragmentaria y casi caricaturescamente). Ello supona: que casi toda la poblacin econmicamente activa; tuviera un empleo estable en el comercio, los servicios o la industria. Otro supuesto era que las remuneraciones que se perciban por esos empleos alcanzasen para mantener con decoro a las respectivas familias. En una medida importante, esto se cumpli durante dcadas, para una inmensa mayora de los hogares urbanos argentinos. Subsisti en las reas rurales esa manera de resolver los problemas a lo "casero"' , y nunca lleg a haber empleos fijos para todos. Pero estos grupos, que nunca dejaron de ser numerosos, se consideraban marginales. El grueso de la poblacin se fue adaptando a las pautas de consumo de la sociedad industrial (algunos la llamaron "American way of life"), y fue abandonada la "cultura de lo casero. Dicha cultura incluso, fue estimulada en su tiempo desde el sistema educativo y reparticiones oficiales como el Ministerio de Agricultura. En esas viejas bibliotecas, que aun hoy subsisten casi heroicamente, pueden encontrarse las viejas cartillas y almanaques del Ministerio de Agricultura donde se difundan los mtodos de Economa. Domstica. An subsiste como vestigio de esa poca un Profesorado de Economa Domstica en la Capital Federal. Un destacado educacionista como Prspero Allemandri, propiciaba hacia 1949, bondades pedaggicas practicas de la economa hogarea. Lo concreto es que las distintas mutaciones que se operan en el mundo y en el pas, sugieren conceptos como el de Economa Domstica. (Contina) ECONOMA DOMESTICA Y VIDA COTIDIANA" Por el Lic. Alfredo Armando Aguirre 2da. y ltima parte La gente es lo suficientemente perspicaz, como para advertir las mudanzas a que nos venimos refiriendo. Y viene procediendo en consecuencia. Inclusive, los gobiernos argentinos con obvias limitaciones de recursos tratan de hacer lo suyo. En las etapas previas a estos tiempos se comenz a operar oficialmente, con el concepto de "desarrollo de la comunidad; luego se incorpor el concepto de "promocin social. Junto con la restauracin de la democracia en 1983, apareci el concepto de "seguridad alimentaria, ejercido a travs del Programa Alimentario Nacional (P.A.N.). La actual Administracin nacional comenz a operar con el Bono Solidario, que rpidamente mud a las Polticas Sociales Comunitarias (PO. SO. CO), y se viene implementando el Programa Federal de Solidaridad. A nivel terico comenzaron a barajarse conceptos como: "desarrollo local, "agrpolis, "pequeos emprendimientos productivos" o micro emprendimientos. Todos estos aportes (la nmina no es exhaustiva) tericos o prcticos son vlidos, pero insuficientes. EI sentido que aqu asignamos a la economa poltica, es parecido pero distinto y complementario de cualquier iniciativa pblica o privada que apunte a contribuir a resolver los problemas de subsistencia cotidiana de las familias.

Apostamos al sistema educativo y a los medios de comunicacin como promotores de la Economa Domstica. Tomemos como ejemplo, Administracin Publica Nacional. An racionalizada, quedan en su rbita: Radio Nacional, Argentina Televisora Color; Agencia Noticiosa Tlam; Boletn Oficial de la Repblica Argentina, el Profesorado Nacional de Economa Domstica (Actual Superior de Actividades Prcticas); un rea de perfeccionamiento docente; el Consejo Nacional Educacin Tcnica (ahora: responsable de la enseanza agropecuaria y el Instituto de Investigacin y Desarrollo Pesquero. Tambin quedan en centros de documentacin oficiales, vestigios de pocas anteriores, valiosas publicaciones sobre esquemas prcticos y sencillos sobre el tema que nos ocupa. Un enlace institucional adecuado y estable entre estas u otras instancias podran generar contenidos alusivos a difundirse por los medios de comunicacin oficiales a los que seguramente se sumarn voluntariamente los medios privados de comunicacin. Mediante una adecuada movilizacin y coordinacin de las reparticiones arriba mencionadas, y sin ms costo que el que habitualmente tienen; ello podra generar una alternativa eficiente de promocin de la Economa Domstica. En trminos parecidos podramos referirnos a los Gobiernos Provinciales y Municipales. Hoy da prcticamente no quedan escuelas primarias en jurisdiccin nacional. Casi todas estn en jurisdiccin provincial. A nuestro entender, la escuela primaria, seria un componente ineludible de cualquier sistema que se vertebre para promocionar la Economa Domstica. Los docentes, ya jubilados, saben; a lo que me estoy refiriendo: A aquellas huertas escolares; que subsisten en algunos lugares, y que supo promover el desaparecido Consejo Nacional de Educacin. El nio que aprenda la cultura de la Economa Domstica, la propagar en sus hogares. La cooperadora, ese complemento obligado de la escuela, es el mbito ideal, para que los padres tambin participen en la promocin de la Economa Domestica. Y en este aspecto quiero ser claro. La escuela primaria, con el concurso de la cooperadora debe propagar la cultura de la Economa Domestica para que los educandos la lleven a sus respectivas familias. Que la huerta escolar sirva para atender el funcionamiento del comedor escolar, es un objetivo complementario. No quisiera que se confunda la tarea educativa para fortalecer las economas hogareas, consolidando la organizacin social del pas; con algunos intentos de sesgo colectivista, que son intentos embozados de granjas colectivas Por suerte, como insinubamos mas arriba, estn proliferando iniciativas parecidas a lo que aqu alentamos. De puro racional que pretender ser uno, pareciera conveniente que existiera un programa, directiva u orientacin en la materia. Sin embargo, nos inclinamos por compatibilizar la promocin de la economa domstica, con la desregulacin, la privatizacin y la desmonopolizacin, que en resumen buscan la primaca del mercado y la competencia. La implementacin progresiva de la Economa Domstica, debera estar signada por la creatividad y la descentralizacin. Cada familia vive en un entorno geogrfico que determina sus las posibilidades y las limitaciones. No hay sitio sin posibilidades, el problema es, cuando se busca la precisa posibilidad, all donde esa no es posible. No es lo mismo la Economa Domstica en una megalpolis que en un pequeo pueblo en la Mesopotamia, que en el Oeste Pampeano. Hay un aspecto de este tipo de economa, tal cual la concebimos que debe diferenciarse de otras modalidades parecidas. La produccin de la economa domstica esta destinada preponderantemente al consumo de cada familia. A ttulo de ejemplo, si hay excedente, el mismo puede compartirse los vecinos o amigos; y si hay sobrante, pueden alimentarse aves de corral o ganado menor como, cerdos y cabras. Esto implica que al menos al principio, no contempla procesos de comercializacin que resultan muy complejos y desvirtan la prioridad del autoabastecimiento

familiar. Vale consignar que trasladar el concepto de Economa Domestica desde pocas pasadas al presente, implica nuevas dimensiones. Por un lado el tiempo ha hecho casi desaparecer la cultura de "lo casero, y por ello es necesario aprenderlo. Lo positivo es que el nivel de instruccin de la poblacin, es sumamente superior al que tena en anteriores pocas. Ello implica que la gente esta en mejor aptitud para percibir e implementar la Economa Domestica. Tambin resulta un factor de estmulo, el grado de desarrollo tecnolgico alcanzado. Con tecnologa apropiada y con gente instruida las posibilidades de la economa domestica se potencian. Queda pues planteado el tema, como una herramienta para afrontar asechanzas futuras sobre los niveles de vida. S que el presente desarrollo, puede despertar objeciones ideolgicas. Pero entre la ideologa y los problemas concretos de la gente, me quedo con la gente. Si alguno de los que nos honren leyendo esta colaboracin, cree en la Economa Domestica, le sugiero que haga una fotocopia de la misma y se lo mande al amigo que pueda interesarle. Persuadido a esta altura de mi existencia, que la gente siempre es ms importante que los gobiernos, inclusive que el mejor de estos, confo en que la Economa Domstica, gestada por el sentido comn, ser una herramienta poderosa para los tiempos que nos esperan (11/XI/92). *PUBLICADO EN "LA REFORMA , DE GENERAL PICO LOS DAS 24 Y 30 DE NOVIEMBRE DE 1992 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -- - - - - - - - ECONOMA DOMSTICA Y EMPLEOS PRODUCTIVOS" Por el Licenciado Alfredo Armando Aguirre Creo que es un objetivo deseable para cualquier pas, que toda la poblacin econmicamente activa", tenga empleos productivos. Vale aclarar que cuando decimos poblacin "econmicamente activa", no estamos considerando, por diversos motivos, a los adolescentes, a los ancianos y a los discapacitados. Y cuando decimos que esos empleos deben ser "productivos", aludimos a que los mismos deben constituir esfuerzos fsicos y/o intelectuales destinados a la obtencin de bienes y servicios. El objetivo enunciado de propsitos tan sublimes es de difcil consecucin, en nuestro pas y en cualquier otro lugar del Planeta Tierra. Sin embargo, no sern vanas, las especulaciones que se realicen para analizar de que manera de ahora en ms, ese objetivo puede ser alcanzado. Uno siente la tentacin de hacer una larga enunciacin de antecedentes de como se intent "crear trabajo"' en la Argentina. mas la mutacin de circunstancias mundiales, son tan substanciales que por un largo tiempo deberamos pensar en dejar de lado las herramientas a las que se acudi para generar puestos de trabajo: la sustitucin de importaciones industriales y el empleo pblico. Estas dos alternativas se emplearon conjuntamente a partir de los aos Treinta. Es decir por ms de medio siglo. Seria injusto afirmar que las mismas no hicieron aporte alguno al progreso del pas. Pero ambas se agotaron, mal que les pese a quienes haban venido beneficindose con ellas en desmedro de los NO beneficiados por sus alcances. Como hacer, pues, en estos das, para que la poblacin "econmicamente activa" del pas tenga; empleos productivos y con remuneraciones suficientes para vivir con dignidad? Esta es quizs la pregunta, que debera movilizar el pensamiento de los argentinos adultos contemporneos. Pensar que se trata de generar empleos productivos y por aadidura con remuneraciones adecuadas a alrededor de doce (12) millones de personas. Por nuestras vivencias, investigaciones, y reflexiones sobre la cuestin argentina, somos de la opinin de que dicho objetivo fundamental, tal como esta explicitado es inalcanzable en el corto y en el mediano plazo. Ello no obsta, para que el mismo, sea el marco de referencia, que oriente las bsquedas posibles que se planteen. Las polticas publicas econmicas que se vienen aplicando desde aproximadamente

mediados de 1975 (el rodrigazo), vienen reduciendo los empleos industriales por un lado y el empleo publico por el otro. Tal cual evoluciona el cuadro de situacin econmica del pas, en este otoo de 1993, uno puede pensar que tales tendencias estaran llegando a sus lmites. El sector privado, particularmente la industria mantendra sus actuales niveles de ocupacin, y el sector pblico habra racionalizado ya todo el personal posible, sin altos costos sociales. Esto supone un panorama angustiante, tanto para los desafectados del sector industrial, como para los del sector pblico, como as tambin para las nuevas camadas que entran en la etapa econmicamente activa y encuentran dificultades para obtener empleos productivos, aspirando que los mismos sean adecuadamente remunerados. Como se podr apreciar, la cuestin planteada hace al futuro de todos. Es una problemtica de tal complejidad, que requiere una honda tarea de reflexin colectiva. Por suerte la plena vigencia de las instituciones de la Democracia republicana permite el procesamiento participativo de esta crucial cuestin. Por nuestra parte, y como un aporte a la solucin de esta cuestin, creemos que el concepto de Economa Domestica puede ser solucin parcial para muchas de las familias que si no se enfrentan YA con el problema de la subsistencia, pronto se vern compelidos a hacerlo. No esta en nuestro pensamiento, considerar a la Economa Domstica como la nica solucin, pero en nuestra opinin puede dar respuestas concretas, que no dependen ms que del propio esfuerzo de los directamente involucrados. La Economa Domestica ser un complemento para los que tienen un empleo privado o pblico; mas ser el modo de subsistencia de quienes hayan perdido su empleo o no hayan conseguido el primero. Antes de cualquier otra consideracin quisiramos dejar en claro una dificultad que NO presenta la Economa Domstica, frente a otras alternativas que es el caso de los promocionados "micro emprendimientos productivos". Lo producido por la Economa Domestica no se comercializa. La Economa Domstica no entra en ningn mercado. Sus actividades estn destinadas al consumo de la familia o las personas que las realicen. Esta caracterstica de autoconsumo despeja una incgnita de toda actividad productiva como es la "colocacin" de la produccin. Aun el mnimo proceso de comercializacin requiere alguna complejidad que aumenta con la bsqueda de mercados ms amplios. Nuestra experiencia, es que el gran "cuello de botella" de las pequeas y las medianas industrias, son los sistemas de comercializacin y mercadeo. Durante mucho tiempo hemos escuchado exhortaciones oficiales a la produccin para la exportacin. Y podemos asegurar que una operacin de comercio exterior es sumamente compleja. Es decir que exportar (o importar) requiere una compleja estructura de comercializacin, adems de volmenes de produccin y control de calidad. Por otra parte, si resulta difcil conquistar un mercado local o interno, en mayor medida, lo es entrar en un mercado externo. Pero dejemos el comercio exterior o el interior de grandes volmenes para las estructuras de produccin y comercializacin, que las hay y muy aptas en el pas. Recordemos, por lo expresado precedentemente que muchas personas, no tendrn al menos por el momento insercin laboral en esas estructuras o quizs la tengan parcialmente. Es en este dilatado mbito, donde cobra valor el concepto de Economa Domstica. Porque no todos tienen porque haber ledo nuestros trabajos sobre el particular, vale recordar que tal concepto comprende actividades tales como: la huerta familiar, la cra de animales domsticos, la elaboracin de pan y pastas, la elaboracin de dulces, conservas y embutidos. La confeccin, remiendo y zurcido de ropas y calzados, y actividades como la puericultura y prevencin de la salud. Promover los beneficios de la Economa Domstica, implica acciones sistemticas, asistemticas y parasistematicas del sistema educativo y de los medios de comunicacin. Resulta sumamente auspicioso saber que en el ambiente argentino, hay iniciativas pblicas y privadas, orientadas en el sentido que aqu propiciamos. Lo

que se trata es de darles ms cobertura. La primera impresin, es que las medianas y pequeas localidades y las zonas rurales son mas proclives a la propagacin de la Economa Domstica. Ello no obsta para que haya modalidades posibles en las reas metropolitanas, donde los volmenes de carencias son abrumadores. Estas caractersticas, sugieren que es mas fcil, Economa Domstica mediante, capear los tiempos crticos, fuera de las grandes metrpolis que dentro de ellas. . Ello debera ser muy aleccionador en funcin de posibles migraciones internas. El "mito" del empleo bien remunerado en la fabrica de la gran ciudad, se termin. Tras esa quimera que supo tener mucho de cierto, muchos abandonaron las duras faenas rurales y la vida algo montona de los pequeos pueblos. Hoy da el interior argentino cuenta con adelantos tecnolgicos impensables otrora, y la poblacin en general, esta por lejos mucho ms capacitada que las anteriores generaciones que con su esfuerzo apoyaron esta elevacin cultural actual. Por ello con el conocimiento tecnolgico disponible y con gente capacitada, estamos persuadidos que la Economa Domstica, puede paliar las necesidades bsicas presentes y futuras de muchas familias argentinas. No buscan estas lneas descalificar otros caminos, tras el mismo objetivo, sino explicitar uno, el que ms hemos estudiado y que es el que en nuestra opinin, pone gran parte de la solucin de la problemtica de la subsistencia de cada uno en sus propias manos (Lobera, 13 y 14 de marzo de 1993). * PUBLICADO EN "LA REFORMA", DE GENERAL PICO EL 14 DE ABRIL DE 1993 - - - - - - - - - - -- - - - - -- - ECONOMA DOMESTICA, PREVENCION SOCIAL, TECNOLOGA APROPIADA Y AUTOEMPLEO Por el Licenciado Alfredo Armando Aguirre 1era. Parte Soy de los que creen, que los estudiosos tienen una funcin social que cumplir, cual es la de compartir con sus semejantes el fruto de su labor intelectual. Es por eso que desde hace un tiempo, he comenzado a efectuar consideraciones sobre el substancial cambio que se viene operando en el planeta que habitamos y acerca de los caminos para remontar las difciles situaciones que se nos van planteando a las actuales generaciones argentinas. Se caracteriza a la actual situacin, como la de la "Postguerra fra", donde ha habido un perdidoso: el Bloque Sovitico y un vencedor: El Bloque Occidental liderado por los Estados Unidos de Norteamrica. Los paradigmas ideolgicos del Bloque Occidental (Estados Unidos y el resto de los integrantes del Grupo de los Siete, G.7) son la democracia representativa y republicana, y la economa de mercado. Atento a este nuevo cuadro de situacin mundial se han enfatizado las tendencias preexistentes en Occidente acerca de la necesidad de un AJUSTE ESTRUCTURAL, para dejar atrs las tendencias intervencionistas que emergieron como respuestas a la Gran Depresin de los Aos Treinta, y que llevaron a la mayora de los gobiernos de pases no socialistas a fuertes intervenciones del Estado. A estas tendencias no pudo escapar la Argentina, siempre sensible, a lo largo de su historia, de los acontecimientos de las sucesivas potencias rectoras del orbe. Sin embargo, nuestro pas como consecuencia de su proceso de formacin como Estado Nacional, ya haba incorporado la intervencin estatal en diversas reas, razn por la cual, las tendencias intervencionistas de los aos Treinta, su sumaron a intervenciones preexistentes, con lo cual no es aventurado afirmar que en el quinquenio precedente, se han comenzado a remover situaciones que databan del momento mismo de la sancin de la Constitucin Nacional de 1853. Esta persistencia en el tiempo, ha sedimentado en la memoria colectiva, y es a nuestro juicio, una de las causales profundas de las resistencias que en algunos calificados sectores y personalidades, desencadena la marcha hacia una economa de mercado, que en nuestro caso argentino, transita por los caminos de la privatizacin, la desmonopolizacin y la desregulacin. Mas junto con estos de por s trascendentes cambios y obviamente interconectados con ellos, asistimos a un cambio de las modalidades productivas, de empleo y subsistencia, que conducen a un nuevo modelo de organizacin social, del que no se puede decir con exactitud como ser, pero se puede arriesgar que ser bastante

distinto al prevaleciente hasta ahora. El modelo que se va diluyendo traumticamente ante nuestra cotidianidad, es el que conoce como "sociedad industrial". Una de sus caractersticas es la del divorcio de las funciones de produccin y de consumo. Antes que el modelo fuera tomado como tal, era comn que la gente produjera una parte importante de los productos que consuma, sobre todo ayudado por su marco familiar, que era numeroso. Esas pautas de "prosumidores", se mantuvieron en las reas rurales, hasta los abuelos de la actual generacin adulta. Eran los tiempos de la economa hogarea o domstica, donde casi todos los alimentos se producan y/o se manufacturaban caseramente. Donde se cosa y remendaba la ropa y an el calzado, as como otras tareas complementarias. A primera vista, esta conducta, pareca espontnea o fruto de la necesidad, ms profundizando el anlisis de la poca, se percibe que existan deliberadas polticas pblicas que alentaban ese tipo de economa. Hay abundante material sobre esta actitud, y al respecto puede consultarse el "Almanaque del Ministerio de Agricultura", que se publicaba anualmente entre 1925 y 1954, y que an puede encontrarse en muchas viejas bibliotecas de nuestros pueblos. Pero hubo un momento, que en la Argentina, como reflejo de la situacin mundial, comenz a imponerse el empleo en las fbricas, en las oficinas privadas y se acentu ostensiblemente el empleo pblico .La mecanizacin agrcola se tradujo en menores demandas de mano de obra para las faenas rurales. Y as, durante ms de medio siglo, el modelo fue tomado como referencia valida. Y entre otras consecuencias, se fueron abandonado aquellas practicas de la economa hogarea o domstica .En realidad el empleo nunca lleg a alcanzar para todos, ni los sueldos alcanzaban para altos niveles de vida, pero lo concreto es que la gente lo tom como modelo de vida. Para ser mas preciso, lo sigue tomando. Y en nuestra humana, apasionada y por supuesto falible opinin, nos parece que esas expectativas, podran llevar a grandes frustraciones en el futuro inmediato, como ya lo estn haciendo en nuestro presente. Ya se ha comprobado como termin la utopa socialista del pleno empleo industrial. El grupo de los Siete (G.7), en su ltima reunin tuvo como punto principal de su agenda el desempleo. Es decir, que en el presente y por lo menos en el mediano plazo, la economa de mercado tampoco asegura el pleno empleo industrial. Sobre este supuesto es que entendemos que la implantacin de la economa de mercado, cuyos supuestos compartimos, debe complementarse ineludiblemente, con modalidades alternativas, como aquella de la Economa Domstica, hoy mucho mas viable que antao, por el exponencial desarrollo de la ciencia y de la tecnologa, y por sobre todo por los niveles de capacitacin que el sistema educativo a otorgado a las actuales generaciones argentinas, lo que las pone en capacidad y aptitud para aplicar los frutos del desarrollo cientfico tecnolgico. Y aqu, ha de hacerse hincapi en el concepto de "Tecnologa Apropiada". Dado que no toda tecnologa es aplicable a la Economa Domstica. Una difusin adecuada de tecnologas apropiadas para la Economa Domstica, tiene como marco de referencia un modelo de sociedad signada por la creatividad, por la descentralizacin y por la creatividad. ECONOMA DOMSTICA, PREVENCION SOCIAL TECNOLOGA APROPIADA Y AUTOEMPLEO Por el Licenciado Alfredo Armando Aguirre IIda. y Ultima parte Para viabilizar tal modelo ha de tenerse en cuenta la actual configuracin de la estructura econmica, social y demogrfica del pas, caracterizada por una concentracin de poblacin en lo que se conoce como Pampa Hmeda y particularmente en el rea Metropolitana de Buenos Aires. Cabe recordar que las otras dos grandes concentraciones demogrficas del pas: el Gran Rosario y el Gran Crdoba, se encuentran en la Pampa Hmeda, y si sumamos ncleos como Santa Fe-Paran, Mar del Plata y Baha Blanca, estaremos de acuerdo en sealar dicha concentracin. De todos modos el problema de concentracin, radica en el rea metropolitana de Buenos Aires, ya unido al Gran La Plata. Por cada diez personas que hay en dicha rea, slo hay UNA en el Gran Rosario, que es la segunda concentracin humana del

pas. Las carencias del rea Metropolitana de Buenos Aires, traducen a nivel argentino, una caracterstica del Planeta: la pobreza metropolitana del Tercer Mundo. Sin embargo, lo que diferencia al rea Metropolitana de Buenos Aires, de sus colegas del Planeta, es que la misma esta dentro de un pas con una dotacin de recursos naturales, con potencial para revertir esa situacin. Con este panorama, cuya gravedad es inocultable, se presentan dos grandes lneas de accin, al menos a nivel conceptual: Evitar las migraciones hacia el rea y alentar las Migraciones desde el rea hacia al Interior. Atento el fracaso de las actitudes intervencionistas, aparece el desafo de resolver este problema, en el contexto de una economa de mercado, y en el marco institucional, de la plena vigencia del sistema Representativo, Republicano y Federal. Aunque la tarea parece agobiante con su sola enunciacin, hay un elemento determinante: la gente no es tonta. Percibe que algo hay que hacer, tal vez con mayor certeza que algunos dirigentes. Y por ello va dando respuestas en esa direccin y va compartiendo aquellas polticas pblicas, que desde varias instancias, van apuntando en similar sentido. Porque en esta, como en otras cuestiones, slo tendr vigencia lo que siente races en la gente comn, que es la que en ltima instancia, decide los rumbos que asume una sociedad, ante un desafo maysculo, como el que nos toca enfrentar. Nuevamente, ante la posibilidad concreta de propagar la cultura aparece la educacin, la que hoy da se prolonga con lmites difusos en los medios de comunicacin. Nuestra opinin sobre esta cuestin, en el actual estado de nuestros conocimientos, es que resultara ms viable detener las migraciones desde el interior argentino hacia el rea Metropolitana de Buenos Aires, y las otras metrpolis menores, frente a la alternativa de generar migraciones desde el rea Metropolitana de Buenos Aires, hacia medianas y pequeas poblaciones o zonas rurales del interior. Adems debo confesar, que tengo mas claros los efectos de la "refuncionalizacin" o "reciclaje "de las practicas de Economa Domstica u hogarea, en pequeas y medianas localidades o en zonas rurales, que en las reas metropolitanas argentinas, particularmente en la portea, donde se imponen polticas pblicas directas de seguridad o emergencia alimentaria. Hay en esta opinin, un concepto que deseo explicitar, y es el de la "rerruralizacin" del pas. "Rerruralizar" no consiste tanto en postular ingenuamente que la gente se vaya al campo, sino generar alternativas de vida autosustentada en las medianas y pequeas localidades del pas. Los nmeros de Cdigo Postal, nos permiten visualizar alrededor de cinco mil trescientos (5.300), puntos donde existe algn asentamiento humano. En muchos de ellos paradjicamente hay servicios subutilizados por los que migraron en busca de aquel empleo en la fbrica u oficina (estatal o privada).Hay espacio de bajo costo para la construccin y para la economa Domstica, y sobretodo, hay una no percibida ALTA CALIDAD DE VIDA, que ya se ha perdido en las megalpolis Adems con las posibilidades que brindan la informtica y las telecomunicaciones, y sobre todo la combinacin de ambas (telemtica o teleinformtica), ya no hay diferencia en cuanto a las posibilidades de elevacin cultural, entretenimientos y actualizacin, que otrora hacia que algunos espritus inquietos, se quejaran de la "CHATURA" de sus pueblos, y que fuera el impulso de tantas idas, y la causa de tantas frustraciones. Que se podra sugerir, en un contexto de no injerencia estatal, para inducir una "rerruralizacin" del pas?. Ante todo no nos parece que debe de operarse una ausencia de accin estatal, sino que esta debe ser supletoria, de fomento, no de protagonismo que en nuestro caso debe pasar por las organizaciones de la comunidad o entidades de bien pblico. Por otra parte esta el sistema educativo, que es una responsabilidad preponderantemente estatal, y no puede prescindirse de las escuelas, en este concepto de "rerruralizacin", cuya herramienta operativa pasa por la Economa

Domstica. Nos parece que los docentes, y particularmente los docentes primarios, son los mejores agentes de extensin de la Economa Domstica. Lo vienen demostrando en el Programa PROHUERTA, como ya se demostr en los programas similares que por dcadas aplic el Consejo Nacional de Educacin. Pocos saben de la existencia de un Profesorado Nacional de Actividades prcticas, sucesor del Profesorado Nacional de Economa Domstica, en Capital Federal, dicho sea de paso una excelente oportunidad para jvenes con vocacin de servicio y de docencia. No digamos el perfeccionamiento, sino la Actualizacin docente en Economa Domstica, debera preceder toda accin sobre el particular. Y aqu habra lugar para la actividad privada, que ya viene aquilatando desde dcadas, experiencias en la materia sea va cursos intensivos en vacaciones, como en la modalidades "a distancia". Para quienes no lo sepan, las Universidades, tambin estn habilitadas legalmente para realizar actualizacin y perfeccionamiento docente. De ese modo casi imperceptiblemente va surgiendo el concepto de "red", que pareciera ir constituyndose, en una alternativa, a las omnicomprensivas y puntillosas planificaciones estatales, que tan magros resultados han dado. A gruesos trazos, una "red", es una aglutinacin de voluntades en torno a inquietudes comunes. Esto se practic primero en actividades psicolgicas y luego en temas ecolgicos. Si no existe ya, con otro nombre, se tratara de ir animando una Red para la promocin de la Economa Domstica, la que por su propio dinamismo ira creciendo y reestructurndose permanentemente... Hace muchos aos lleg a nuestras manos un libro de Harold Lashwell, titulado "Psicopatologa y Poltica". En el mismo aprend el concepto de prevencin social. Atento al cuadro de situacin probable de la Argentina, enmarcado en el inexorable proceso de globalizacin, parece conveniente considerar la posibilidad de desplegar una "Tecnologa Apropiada", para que las practicas de la Economa Domestica, convenientemente difundidas, por una docencia debidamente actualizada y con el concurso de los medios de comunicacin, comiencen a insinuar un perfil de "rerruralizacin" de la Argentina, que acte como elemento de "prevencin social" y apunte a una alta calidad de vida, en un futuro de anhelamos lo mas cercano posible. (26 de Diciembre de 1993). Publicado en "La Reforma" de General Pico, el 7 y 8 de Enero de 1994, Nros. 22.576 y 22.577. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - RERRURALIZACION PARA ARGENTINA. (UN ESCENARIO FUTURO) " Por el Lic. Alfredo Armando AGUIRRE 1ERA. PARTE El derecho constitucional de publicar las ideas por la prensa, que merced a la gentileza de LA REFORMA, vengo ejerciendo desde hace largo tiempo, lleva implcito la posibilidad de ejercer el derecho a imaginar como puede ser mejor la sociedad a la que pertenecemos. Profundamente enamorado, fsica y metafsicamente de la gente y de las cosas de la Argentina vengo formulando propuestas para que mis compatriotas y semejantes puedan progresar todo lo que sea posible. Con el paso del tiempo voy percatndome que no es fcil convertir las propuestas en realizaciones pblicas o privadas, sobre todo si se las formula desde posturas independientes, desde la simple condicin ciudadana. No obstante, como he percibido, que eso es lo que le ha venido sucediendo a los que aqu y en todas partes, me han precedido en este tipo de actitudes, creo que vale la pena insistir en compartir aquellas inquietudes que hagan a una mejor calidad de vida, como ahora se dice, para no cerrarse en actitudes egostas que no condicen con el ideal de solidaridad que creo tenemos el algn rincn de cada uno de nosotros. El paso del tiempo, nos va demostrando que convertir las propuestas propias en decisiones ajenas, sean estas pblicas o privadas, no es algo fcil y de rpido efecto Hace mas de dos dcadas que vengo imaginado una sociedad signada por la participacin, por la creatividad y por la descentralizacin. El concepto de Proyecto Nacional, que lleg a mi conocimiento hacia fines de 1971,

me resulto altamente fecundo para buscar un mejor futuro argentino Por aquello "que uno es hijo de su tiempo " por esas horas, pensaba sin caer en extremos colectivistas, que los gobiernos tenan demasiado que ver con los destinos personales de la gente. El Estado me pareca una formidable herramienta de progreso racional, y hasta me resultaba risueo or a los escpticos de dichas recetas Claro, que con el tiempo fui aprendiendo " en vivo y en directo , que una cosas son los conceptos formulados desde la asepsia acadmica o en la soledad de algn gabinete de estudio, como un producto racional, y otra cosa es poner un concepto en la vida de relacin, donde una persona es un micromundo de razn y pasiones entremezcladas. All, uno va comprendiendo que lo que se conoce como sociedad, no es ms que los razonamientos y las pasiones de esos miles millones de " micro mundos " intercomunicndose entre s. De esa interaccin de seres humanos que caracteriza a todo agrupamiento social, hay una lucha por la preeminencia por organizar a ese agrupamiento en esa lucha por la preeminencia, para la que parece que algunos pocos estn vocacionados, es lo que se conoce como poltica y como fruto de la evolucin humana, en los ltimos siglos se va afianzando, no sin grandes esfuerzos una lucha por la preeminencia caracterizada por la deliberacin, que eso es la democracia. Tras una larga marcha hacia la democracia, que estimamos se inicia en la Asamblea de 1813, la Argentina, goza de una estabilidad democrtica desde Diciembre de 1983. Esta dcada de vigencia ininterrumpida del sistema republicano, representativo y federal, es tan indita que merece desarrollos que escapan a los propsitos especficos de este .Mas rescatamos que lo que aqu proponemos supone como marco institucional la continuidad de esta estabilidad democrtica, nica modalidad que visualizamos capaz de perfeccionar el sistema y depurarlo de las miserabilidades que no son imputables al sistema sino a la humana posibilidad de la abyeccin. Mas estos tiempos no son de teorizaciones sino de respuestas rpidas y concretas. El mundo y el pas de nuestros das, es sumamente distinto al de las dcadas precedentes, y cuando decimos distintos, es que distintas deben ser las respuestas colectivas e individuales para resolver las problemticas que plantea el diario vivir .No se trata de tirar todo por la ventana, como se hizo con anteriores experiencias, sino de esbozar estrategias personales de adaptacin a las nuevas circunstancias, que mal que les pese a muchos tienen visos de irreversibilidad y de inexorabilidad. Por esa suerte de desencanto arriba expresado, acerca de las posibilidades del Estado de dar respuestas a estas necesidades concretas que se multiplican y desbordan la capacidad de respuesta del Estado sea Nacional , Provincial o Municipalidad, nos parece que las respuestas deben provenir desde cada uno de nosotros individualmente, o a travs de asociaciones muy ligadas a nuestra cotidianidad, como puede ser la cooperadora, el club , el Municipio, el templo de cualquier credo, la mutualidad, la cooperativa, o cualquier mbito donde un grupo de hombre y mujeres desarrollen su instinto de sociabilidad, traducido en el derecho de asociarse con fines tiles. Pero para ir adentrndonos en " las efectividades conducentes " hay que basar los conceptos enunciados y las propuestas a enunciar, sobre datos fehacientes y lo mas imparciales posibles .En este punto debemos acudir a las estadsticas .Para ello hay que transitar entre los que sostienen que: " Los nmeros gobiernan el mundo " y los que opinan que los nmeros son aburridos en los desarrollos periodsticos. Vamos pues a enumerar un conjunto de datos que estimo deben tenerse en cuenta, para estudiar la problemtica argentina y sus posibles caminos de solucin. A efectos prcticos los iremos numerando, para luego citarlos cuando sea procedente: Dato N 1: La poblacin argentina, segn el Censo practicado el 15 de Mayo de 1991 ascenda a: 32.608.687 habitantes. De mantenerse la tasa de crecimiento de la poblacin, de la dcada anterior, podra estimarse que la poblacin a julio de 1994 pasa ligeramente los 34 millones de habitantes. No obstante, la mayora de los datos poblacionales que consignaremos estn referidos al Censo de 1991 .A efectos comparativos vale consignar que los habitantes de la Provincia de la Pampa

en esa misma fecha era de 258.224 habitantes. Dato N 2: De esos 32,6 millones de argentinos, 29,2 millones (alrededor del 89 por ciento) habitan en 1618 ciudades o pueblos de ms de quinientos habitantes. (Continua en segunda parte). RERRURALIZACION PARA ARGENTINA. (UN ESCENARIO FUTURO) " Por el Lic. Alfredo Armando AGUIRRE 2da. Parte Dato N 3: Esos 1618 asentamientos humanos se desagregan en: uno de 11,3 millones de habitantes, 2 (El Gran Crdoba y el Gran Rosario) de poco mas de un milln de habitantes cada uno, 4 asentamientos (El Gran Mendoza, el Gran La Plata, el Gran San Miguel de Tucumn y Mar del Plata), de entre medio milln de habitantes y poco menos de un milln cada uno; 19 asentamientos de entre cien mil habitantes y menos de medio milln (los ms populosos: el Gran Santa Fe, el Gran Salta, el Gran San Juan, el Gran Resistencia, Santiago del Estero / La Banda , Corrientes, Baha Blanca y Neuqun / Cipolleti); 28 asentamientos o ciudades de entre cincuenta mil habitantes y menos de cien mil; ciento ochenta y cuatro (184) pueblos de entre diez mil y cincuenta mil habitantes; quinientas cuarenta y siete (547) poblaciones, de entre dos mil y menos de diez mil habitantes; trescientos cincuenta y nueve pueblos (359) de entre mil y menos de dos mil habitantes, y cuatrocientos setenta y cuatro poblaciones (474) de mas de quinientos habitantes y menos de mil habitantes. Dato N 4: Segn datos de 1991 hay en nuestro pas: 9.693 jardines de infantes a los que concurren alrededor de 914.000 nios que son atendidos por alrededor de 49.000 docentes; hay 24.511 escuelas primarias a las que concurren alrededor de 5.900.000 alumnos y son atendidos por alrededor de 310.000. docentes; y hay 6.511 establecimientos secundarios a los que concurren alrededor de 2.200.000 alumnos y que son atendidos por alrededor de 285.000 docentes. Asimismo hay 1.209 establecimientos terciarios a los que concurren alrededor de 260.000 alumnos y, 62 universidades (con sus correspondientes facultades) a los que concurren alrededor de 815.000 alumnos. Dato N 5: Hacia 1993, haba tres millones doscientos mil (3.220.029) jubilados y pensionados nacionales. Es una proverbial caracterstica de la Argentina, su desequilibrio demogrfico. Ello es parte explicable a que las condiciones de habitabilidad y de sustento no son parejas en todo el territorio. No obstante ese factor, hay distorsiones que son resultado de nuestro desarrollo histrico .Ya hacia fines del siglo pasado, comenzaban a alzarse voces de alerta acerca de la concentracin que se insinuaba sobre la ciudad de Buenos Aires. Ello ha pasado a ser una constante de todas las pocas y pese a las diversas medidas que se fueron adoptando, la distorsin se increment .Se da la paradoja que en Buenos Aires y su conurbano (que ahora se lo conoce como rea Metropolitana de Buenos Aires) las demandas superan con creces a las instalaciones pblicas que se fueron erigiendo, mientras que en el interior hay una ostensible subutilizacin de lo mucho que se ha venido haciendo. As, el costo de funcionamiento del conurbano bonaerense y de las otras reas metropolitanas, que la siguen a considerable distancia es muy gravoso en todos los parmetros de medida por saturacin, mientras que el costo de funcionamiento de los asentamientos restantes es tambin gravoso por subutilizacin o inutilizacin. El ostensible, cambio de parmetros que se opera en el mundo y que obviamente se aplica al pas de nuestros das, se torna propicio para incrementar una tendencia que ya se insina de desconcentracin demogrfica. Lo que sucede es que las magnitudes son de una envergadura que los mismos crecimientos vegetativos del rea Metropolitana de Buenos Aires, mantendrn la actual situacin en el caso que cesaran abruptamente las migraciones desde el interior .Hay en una primera aproximacin dos lneas conceptuales de desconcentracin: Una es desalentar las migraciones desde las pequeas y medianas localidades y de zonas rurales hacia las reas metropolitanas, la otra consiste en alentar las migraciones desde las reas

metropolitanas hacia las medianas y pequeas localidades y zonas rurales. Pareciera lgico no desalentar ninguna de ellas, aunque a nuestro juicio pareciera ms factible el desaliento de las migraciones hacia las metrpolis, sobre todo por que la gente ya se percato por las experiencias de quienes los precedieron en el intento que la quimera de la gran ciudad con empleos fijos y bien remunerados " ya se termin. Por lo que manifestamos mas arriba, tenemos algunas dudas sobre lo que puedan hacer los gobiernos es este tema .Dichas dudas, no descartan acciones puntuales especificas de acompaamiento o aliento de dichas actitudes, que deben surgir que las propias convicciones personales. Nos adelantamos a decir que el rol del sistema educativo oficial y de sus medios de comunicacin propios puede desempear un efecto disparador de gran poder movilizador. Adems se tratara tambin de aprovechar obras o servicios pblicos que fueron incorporados al acervo argentino en las dcadas precedentes. Juegan tambin un rol de ayuda la desconcentracin, las polticas de integracin con los pases fronterizos, pero a nuestro juicio el rol protagnico esta destinado a la tecnologa disponible y la gente con capacidades para aplicarla. Primeros fueron los caminos pavimentados, luego fueron los aeropuertos pavimentados que posibilitaron la utilizacin de aviones de turbina , luego fueron la proliferacin de estaciones de radio de amplitud modulada y teledifusoras de aire, luego la instalacin del Discado Directo Nacional que cubre mas de mil doscientos asentamientos humanos que albergan el 84 por ciento de la poblacin, luego aparecieron las antenas parablicas y los cables y radiodifusoras de frecuencia modulada, en esta incorporacin de elementos aparecieron las computadoras personales y su posibilidad de utilizar el discado directo nacional preexistente, as como el empleo de la telefona celular que se esta instalando por estos das con lo cual cualquier punto de la geografa argentina podr aprovechar en toda su plenitud, los beneficios de lo que se conoce como las tecnologas de la informacin. Esta infraestructura, como otras que por razones de brevedad omitimos, sumada a las camadas crecientes de egresados de las universidades y secundarios que tambin se haban intensificado en las dcadas precedentes, nos permiten imaginar escenarios futuros, propicios para una alta calidad de vida con nuevos estilos de desarrollo personal y satisfaccin de las necesidades de la existencia. Todo este hipottico quehacer, ha de desarrollarse en un marco donde las modalidades de empleo, sufren grandes modificaciones. (Contina en tercera parte y ltima parte) RERRURALIZACION PARA ARGENTINA. (UN ESCENARIO FUTURO) " Por el Lic. Alfredo Armando AGUIRRE 3era. y ltima parte Pareciera que dichas modalidades no alcanzaran para todos, por lo menos en el mediano plazo y ello es una oportunidad para transitar caminos alternativos. Venimos sosteniendo que lo que se conoca como economa domstica u hogarea, que conocieron en detalle los abuelos de la actual generacin adulta, es el complemento indispensable para la instauracin a pleno de una economa de mercado .Hay economistas que ven con gran esperanza el futuro exportador del pas y nosotros tenemos alguna reserva acerca de ese futuro exportador y apostamos al complemento de la economa domstica u hogarea que puede dar respuestas especificas hasta que llegue ese momento donde la economa de mercado, motorizada por una agresiva corriente exportadora, pueda dar plena capacidad de empleo. Un concepto que va ganando terreno por su fecundidad operativa, es el de "RED. A trazos gruesos una "red" se podra poner en marcha a travss de una accin como podra ser esta colaboracin, si se decide su publicacin. En realidad lo que venimos planteando se viene aplicando en mltiples expresiones de distinto alcance. Tal vez del Programa PRO HUERTA del INTA, sea lo que mas divulgacin tiene. Cualquiera sea la forma en que se vayan constituyendo redes de economa domstica u hogarea, mayores sern las posibilidades de alentar a los que ya intuyen que deben tomar rumbos distintos a los conocidos para su desarrollo personal y familiar. Nuestro aporte a este proceso, es llamar la atencin de algunas hiptesis de

trabajo, que nos parecen fecundas. All aparece el concepto de RERRURALIZACION. No pretendemos inventar nada sino conjugar el viejo concepto de Economa Domestica con nuevos conceptos como " Desarrollo local " o "Agrpolis . Incluso algunos estudiosos arriesgan la magnitud ideal de habitantes para cada ciudad de los diez mil habitantes. Este fenmeno del deterioro de las grandes metrpolis, moviliza muchas corrientes intelectuales en el mundo .Esta preocupacin se acenta por la pobreza extrema de las megalpolis del Tercer Mundo. Desde la perspectiva de la rerruralizacin, nos detendremos en el DATO N 3, arriba enunciado. All constatamos que de los 1618 asentamientos consignados, hay mil trescientos ochenta (1380) en el rango entre los quinientos y menos de diez mil habitantes. Luego por debajo de esas magnitudes quedan ms de tres millones y medio de habitantes. El Censo los toma como poblacin dispersa, pero nuestras vivencias atesoran visitas a numerossimas poblaciones que tienen menos de quinientos habitantes, pero que son ncleos urbanos en capacidad para incorporarse a lo que aqu proponemos .Un anlisis minucioso sobre los cdigos postales nos dar una cantidad aproximada de ncleos urbanos de la Argentina .Cualquiera sea esa cifra, la misma es susceptible de incorporacin al esquema que visualizamos para los 1380 centros ya identificados, sobre todo teniendo en cuenta la posibilidad ya en curso de la telefona celular. Esta propuesta de "rerruralizacin " esta enmarcada por un modelo cuyas caractersticas principales son: la descentralizacin, la participacin y la creatividad .Aqu la descentralizacin es casi equivalente a desconcentracin. Sin embargo descentralizacin. , significa el abandono de la uniformidad o de las recetas globales. Sobre la base de estudios realizados por el Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria y la Ex Secretara de Ordenamiento Ambiental, el Ex Ente para el Traslado de la Capital, reelabor un esquema de regionalizacin exhaustiva del pas, con criterios ambientalistas. All se identificaron doscientas (200) unidades ambientales .Dichas unidades, dan una idea de la diversificacin de los recursos naturales del pas, as como de su explotacin actual y previsible. Es un indicador ms de que cada comarca, debe explotar los recursos y las habilidades que posee en cada sitio y no "importar" recetas de otras unidades o aspirar a cosas inalcanzables, soslayando lo que se tiene a mano, como ha sucedido tantas veces. La participacin es un concepto muy ligado a la voluntariedad han de participar todos los que quieran Y normalmente, uno constata que los que participan no son todos. A este respecto, para no caer en las falsas expectativas del "participacionismo" hay que trabajar con los que estn dispuestos. Y para ello es necesaria crear canales para detectar ese potencial de voluntarios. A veces se los encuentra en las situaciones casi impensadas. Cuando se produjo la demolicin del Albergue Warnes, en la Capital Federal, hubo quienes ante la posibilidad de la relocalizacin en otro sitio de la urbe, prefirieron pedir que le solventen la mudanza a los sitios del interior de donde se haban venido encandilado por las "luces de la gran ciudad ".Mas atrs hablamos de las instituciones de bien publico, las mismas son ejemplos concretos de voluntariedad. En los pueblos, sugeridos para la rerruralizacin, estas instituciones estn en aptitud para procesar el desafo, para lo que programas de fortalecimiento institucional, como podran ser cursos para su dirigencia, seran muy funcionales a lo que aqu se pone a consideracin La creatividad esta muy ligada a la participacin y a las consideraciones que hemos hecho sobre ella. Las instituciones de bien pblico (clubes, cooperadoras, cooperativas, mutuales) albergan en sus respectivas memorias institucionales, incontables ejemplos de creatividad, que para el caso no es mas que hacer mucho con pocos recursos y con gran ingenio y fuerza de voluntad .La creatividad, supone una optimizacin creativa de lo existente y no la construccin de nuevos centros urbanos con su equipamiento correspondiente, propuesta que sera un desatino

atento a las carencias existentes. Nuestra memoria no puede abarcar la cantidad de cuadros de estacin ferroviarias, de pueblos casi "fantasmas" donde dej de pasar el tren de pasajeros o donde directamente sacaron la va en sus cercanas hay siempre una escuela rural obviamente desaprovechada. Y estas escuelas rurales de un potencial desaprovechado, las hemos visto en nuestras permanentes travesas por el pas de los argentinos. La Ley Federal de Educacin, N 24.195, sancionada por el Parlamento Argentino en 1993, demuestra que hay conciencia del valor de la educacin para las etapas que vienen .Con esa norma de suyo trascendente (a nuestro juicio tanto como la Reforma Constitucional en curso) Pero la ley tendr tanto efecto, como el impulso que le den: los docentes, las cooperadoras escolares y los medios de comunicacin social. Aqu vamos a citar el Dato N 4 particularmente a las alrededor de veinticuatro mil quinientas (24.500) escuelas primarias que contienen a alrededor de seis millones de alumnos mediante el concurso de poco mas de trescientos mil maestros .Podramos extender las consideraciones al los preprimarios y a los secundarios, pero ya hemos visto como terminan las planificaciones puntillosas .Las escuelas, en tndem con las cooperadoras pueden ser las unidades bsicas de la economa domestica u hogarea que d soporte real a la rerruralizacin .De all el valor estratgico del concepto de actualizacin y perfeccionamiento docente de aquellos 300.000 maestros. All el valor de la telemtica y de los medios de comunicacin. Las alternativas son sobrecogedoras .Por ejemplo, en pocos das mas una emisora de Frecuencia Modulada de la Capital Federal, comienza un curso a distancia de actualizacin y perfeccionamiento docente. Hay tecnologa para hacerlo en cualquier punto del pas. Si la educacin propaga la cultura, los adalides de un nuevo estilo de vida, volvern a ser los maestros como lo fueron cuando lo concibi Sarmiento para construir una nueva Argentina. Las cooperadoras escolares, que todos sabemos como funcionan en nuestros pequeos pueblos, sern el eslabn con el resto del tejido comunitario y con los gobiernos Municipales que en este esquema de descentralizacin pasan a tener el desafo de desplegar todas las atribuciones que la legislacin les reconoce. No pretendo ser novedoso en lo que hasta aqu he venido expresando. Cosas similares ya se han dicho y se expresan en diversos foros .Inclusive en esta colaboracin hemos condensado tanto conceptos ya expresados en este medio, como en otros desarrollos profesionales .Hoy son tiempos del "trabajo en red. No creo que estas lneas, pongan en marcha una red de "rerruralizacin .Tengo en indicio que dicha red esta en conformacin y obviamente tiene muchas centros emisores y receptores. Trabajar de esta manera tiene tambin sus objetores .Son los que tienen algo que perder en las posiciones que detentan, aunque sus "cotos de caza ", se hagan a costa del deterioro de la calidad de vida de sus congneres ms cercanos. Tal vez este trabajo se sume a una red existente, el mismo ser una evidencia mas del rol de los medios de comunicacin en la propagacin de esta nueva cultura del empleo y la subsistencia .Tal vez alguien (un docente por ejemplo) saque una fotocopia y se la mande a otra persona. Tal vez este trabajo sirva para estimular a quienes piensan del mismo modo, pero no se animan .Por supuesto que estas lneas, que no estn acabadas, son seguramente susceptibles de enriquecimiento, tanto por nuestros nuevos aportes, como por los que se pueden generar desde un abordaje colectivo y transdisciplinario .He querido, pues hacer una suerte de resumen de mi posicin como estudioso comprometido con la comunidad a la que pertenezco. Los tiempos que vienen sern seguramente dursimos para nuestras respectivas existencias personales .En esquemas como el de la rerruralizacin argentina tengo cifradas todas las esperanzas de un maana mejor. (Buenos Aires 1 de Agosto de 1994) NOTA: PUBLICADO EN "LA REFORMA" DE GENERAL PICO, NROS. 22.790, 22.791 Y 22.792,

LOS DAS 15,16 Y 17 DE AGOSTO DE 1994 - - - - - - - - - - - - - - -- - - - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -"REINGENIERIA SOCIAL Y TECNOLOGA APROPIADA " (Herramientas para tiempos crticos) Por el Licenciado Alfredo Armando Aguirre Lamento haber acertado en los pronsticos, que desde estas pginas amigas vena formulando acerca de los difciles tiempos, que ya flagelan al grueso de la poblacin argentina. No tenan estos pronsticos nada de original, sino que no hacan ms que reproducir en forma resumida, diversos documentos producidos por organismos internacionales a partir aproximadamente de 1985. En ellos el elemento ms preocupante era la pobreza extrema de las megalpolis del Tercer Mundo, o sea que haba lugar para el rea Metropolitana de Buenos Aires y otras metrpolis menores como el Gran Crdoba y el Gran Rosario. Claro que la Guerra Fra no haba terminado y el Grupo de los 7, no se haba consolidado. Con el smbolo de la cada del muro de Berln, previa "Perestroika", quedo claro que empezaba el tiempo de la globalizacin. Y en este escenario de globalizacin, sin Guerra Fra de por medio, se aceleraron las propuestas de privatizacin, de desregulacin y desmonopolizacin, que desde tiempo atrs, apuntaban a desmontar las estructuras de fuerte intervencin estatal que se haban erigido en el mundo como respuesta a la Gran Depresin de los aos Treinta. Se trataba en suma de restaurar los principios de la economa de mercado y la competencia. A este proceso no escap nuestro pas, el que sumaba un elemento propio de su configuracin como Estado - Nacin. Resulta que desde la sancin de la Constitucin de 1853, el Estado haba tenido una fuerte presencia en la generacin de empleos y en la resolucin de los problemas de la gente, motivo por lo cual, lo que paso con las polticas publicas de intervencin a partir de los aos 30, no fue ms que la intensificacin de una tendencia ya existente. Vale acotar que entre el Decreto de control de cambios de 1931 y las Leyes Nacionales de Reforma del Estado y de Emergencia Econmica de fines de 1989, y por encima de todas las vicisitudes institucionales, hubo una fuerte, aunque desordenada presencia del Estado en las actividades sociales, la que sumada a las tendencias preexistentes, gener en el grueso de la poblacin, la expectativa que los gobiernos podran resolverle los problemas a la gente. Esta creencia era, y es tan arraigada, que explica el poco eco que tuvieron las propuestas del Congreso Nacional de la Productividad y el Bienestar Social, del verano de 1955, as como el "Rodrigazo" de 1975. Con la perspectiva del tiempo, que se pueden considerar como ingredientes de los golpes de estado de 1955 y 1976, las resistencias a todo cambio que implicara el desmontaje de estructuras estatales que ya por entonces demostraban su ineficiencia, para resolver problemas globales, aunque se los solucionaran a grandes grupos. Claro que todo ello es pasado, y este presente, lo venimos caracterizando como un escenario que sorprende al grueso de nuestra poblacin sin herramientas para afrontarlo con posibilidades de xito. Y esa situacin traumtica, no se debe tanto a la escasez de recursos, que la hay, como de la propensin a querer resolver las problemticas actuales del desempleo y la pobreza, con las recetas que fueron eficaces en el pasado, y que estn instaladas en la memoria colectiva. En este contexto, volvemos a reiterar que es imprescindible emprender caminos no convencionales y creativos. Y no se trata de inventar nuevas metodologas, sino acudir a otras que estaban disponibles, pero que el estado de cosas anterior, las haba tornado innecesarias o se aplicaban a escala reducida, o quedaban reducidas a propuestas de algn crculo acadmico o intelectual. El concepto de "Ingeniera Social", ya exista en las ciencias sociales como algo que tena que ver con la solucin concreta de los problemas sociales. Ya estaba en uso en otras latitudes, donde la pobreza es parte de lo cotidiano desde que se tiene memoria.

Cuando comenz a visualizarse que el orden emergente de la Segunda Guerra Mundial, protocolizado por los acuerdos de Bretton Woods, empezaban a resquebrajarse, se acuo el concepto de "tecnologa apropiada" o "adecuada". Se trataba de descalificar la aplicacin masiva de recetas tcnicas, frente a la aplicacin a cada caso de la solucin tcnica correspondiente. Era evidente que ciertas tecnologas que eran aplicables a los pases mas desarrollados, eran contraproducentes para pases que no haban alcanzado estadios de alta industrializacin. De factura reciente, es el concepto de "reingeniera", surgido de la crisis y la recesin que primero afect a las potencias industrializadas, y habr que determinar porque tard en instalarse en nuestra tierra. A trazos gruesos, reingeniera alude a la necesidad de nuevos diseos para afrontar los nuevos desafos que imponen nuevas maneras de gestin en las empresas y en las organizaciones. No es osado derivar de la "ingeniera social" a la " reingeniera social", y de all resulta procedente postular que esa "reingeniera social" ha de implementarse con "tecnologas apropiadas". Y desde esta plataforma conceptual, volvemos a reiterar nuestras propuestas de "neorruralizacin" o "rerruralizacin" de la Argentina. Nuestro pas esta demogrficamente estructurado en 1610 asentamientos humanos que albergan al noventa por ciento de la poblacin. En nuestro esquema resultan sugerentes los alrededor de 1450 asentamientos humanos de entre 500 y 10.000 habitantes. Sealamos la vulnerabilidad del rea Metropolitana de Buenos Aires y en mucha menor medida de los "grandes "Crdoba, Rosario. Tucumn y Resistencia, donde slo caben polticas pblicas de seguridad o emergencia alimentaria, que ya estn en curso de aplicacin. Ms en el resto de los asentamientos, caben acciones de fomento de prcticas como la Economa Domestica u hogarea o "casera". En ese sentido el Plan PROHUERTA del INTA, parece algo bastante coincidente con la neorruralizacin que propugnamos. Dicha neorruralizacin debe ser signada por la descentralizacin por la creatividad y por la participacin. Creemos que las 24.500 escuelas primarias y sus consiguientes cooperadoras, son el componente bsico de todo este nuevo REAPRENDIZAGE de la subsistencia. De all que los docentes y los cooperadores escolares, recobran un rol protagnico en todo este esquema, esbozado con todas la limitaciones de un tratamiento monogrfico. La cooperadora escolar es el vaso comunicante con el resto del tejido de las instituciones de bien pblico que por suerte ha aquilatado la evolucin argentina. Y ese tejido comunitario, necesariamente se enlaza con el Municipio, que es a nuestro juicio la instancia de la organizacin estatal, que debe asumir un rol activo, en tanto que los Gobiernos Nacionales y provinciales debieran seguir replegndose hacia funciones minimizadas ejercidas con eficiencia. El concepto de tecnologa apropiada, se conjuga por el empleo creativo de las tecnologas de la informacin disponibles, ya sea el empleo de la radiodifusin y la televisin, de la radio aficin y el empleo de las lneas telefnicas o la red celular o el satlite, para hacer conectividad con las computadoras. As el fortalecimiento institucional de los docentes, lderes naturales, y de los dirigentes de las instituciones de bien pblico, debera hacerse a travs de modalidades de educacin o capacitacin a distancia, creando "aulas virtuales", all donde haga falta. La emergencia presente, conmina a la creatividad, debe asumirse, que los tiempos pasados no vuelven, que vamos inexorablemente hacia una nueva forma de organizacin econmica y social, bajo los parmetros de la democracia republicana y representativa, y de la economa de mercado y competencia. Es probable que las modalidades de empleo, de produccin y de subsistencia no sean las mismas y quienes como el autor de estas lneas estn persuadidos de tal irreversibilidad, no pueden menos que advertir a quienes accedan a su produccin intelectual, que es posible un nuevo modelo de sociedad con paradigmas como la

economa domstica, la neorruralizacin, la capacitacin, el fortalecimiento institucional y el uso intensivo de las "tecnologas de la informacin". (12 de Agosto de 1995) NOTA: PUBLICADO EN "LA REFORMA", DE GENERAL PICO, PROVINCIA DE LA PAMPA EL 22 DE AGOSTO DE 1955, NUM. 23.158 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - "NEORRURALIZACIN Y TECNOLOGAS ADECUADAS" (HACIA UNA REINGENIERIA DE ARGENTINA) Por el Lic. Alfredo Armando Aguirre PRIMERA PARTE Sostenido por una honda motivacin interna, y embargado de fuertes sentimientos de solidaridad y fervor patritico, comienzo a desarrollar la presente colaboracin. Anhelo, que los eventuales lectores de la misma lo hagan con similares sentimientos. Merced a la deferencia de esta pgina amiga, puedo ejercer el derecho constitucional de publicar mis ideas por la prensa, y desde el ejercicio de ese derecho, desplegar mi necesidad de manifestar como puede mejorarse la comunidad nacional a la que estoy irrescindiblemente ligado. Me pregunto, a menudo, si no me estoy reiterando en las colaboraciones de los ltimos aos, mas albergo la expectativa, de referirme a los mismos temas desde enfoques diferentes, y que quienes no leyeron estos desarrollos en otras oportunidades, me honren con su lectura en esta. Aunque sea remanido, vale consignar que estamos viviendo un nuevo tiempo humano. Un tiempo muy distinto, muy diferente, a los que nos haba tocado vivir a los argentinos ya adultos o ancianos. Incluso de los tiempos que les tocaron vivir a nuestros predecesores en el camino de la vida. Para quienes tienen que hacer frente a los cotidianos desafos que plantea esta nueva situacin, de poco vale consignar que hubo quienes entrevieron anticipadamente este presente, y de que esto es parecido en todos los rincones del Planeta Tierra. A Cada uno le importa AQU y AHORA, como abordar este presente y el futuro que le sigue, de la mejor manera posible. Podrn parecer obviedades, pero es mejor hacer explcitos todos los supuestos de este desarrollo, que insinuarlos. Este presente y lo que sigue, es muy diferente, segn la edad que se posea; segn el lugar de la Argentina en que se viva y segn el grado de instruccin formal o informal que se posea. Mi supuesto es que los argentinos que estn en mejor posicin para adaptarse a este presente, son los menores de treinta aos, que vivan fuera de las megalpolis y que hayan alcanzado el mayor grado de instruccin posible. Esto no implica que no existan alternativas para los compatriotas encasillables en las otras posiciones, sino que conmina a tratamientos diferenciados de la cuestin. Por supuesto que esto es lo que los cientficos sociales denominan "variables de base", es siempre modificable por la personalidad y las vocaciones de cada uno de nosotros. Hace ms de tres dcadas que recorro la Argentina. Fsica e intelectualmente. Cuando no visito pueblos. Leo informacin sobre ellos y reviso exhaustivamente la cartografa disponible. Quieren las circunstancias que viva en la ciudad de Buenos Aires, y tenga a mi disposicin toda la informacin accesible en sus bibliotecas, dicho sea de paso un subproducto del centralismo porteo. Para mi la Argentina no es una abstraccin. Hay parmetros para acercarse a la realidad argentina. Por ejemplo: Existen alrededor de mil seiscientos diez (1610) asentamientos humanos de ms de quinientos (500) habitantes; existen mil doscientos cincuenta (1250) asentamientos urbanos que ya poseen el Discado directo Nacional. Y en trminos postales, fuera de la ciudad de Buenos Aires, el pas esta dividido en mil novecientos noventa y ocho (1998) circuitos postales. Cada nmero de cdigo postal no representa necesariamente una ciudad o localidad, sino una regin o circuito postal. Incluso existe una regionalizacin ecolgico- ambiental, elaborada por el Instituto Nacional de Tecnologa Agropecuaria, que divide al pas en doscientas

(200) regiones. Hay alrededor de mil setecientas (1700) Municipalidades y alrededor de 24.500(veinticuatro mil quinientas) escuelas primarias. Para no aburrir con ms guarismos, continuaremos mas adelante agregando datos que estimo de inters para el presente desarrollo. Los hombres somos hijo de la cultura en que nos toca vivir. Cultura, en su acepcin ms amplia, es todo lo que el hombre, hace, crea o conforma. La cultura argentina pues, es todo los que los hombres que viven y vivieron en el territorio argentino, hicieron, hacen, crearon, crean, conformaron y conforman. Y esa continuidad cultural argentina, es una rica cantera donde abrevar en busca de experiencias, susceptibles de aplicacin en funcin de futuro. Ello sin desconocer, el enriquecimiento que a ese acervo cultural, le dan los aportes recientes del desarrollo cientfico tecnolgico de los pases de avanzada, como as tambin lo hicieron en el pasado para conformar la fluencia vital argentina, que hemos heredado para abordar este presente distinto. De esta fluencia vital argentina, a los fines de este desarrollo, procede comenzar por enfatizar en dos aspectos. Por un lado, un capital humano, muy calificado por el sistema educativo y, por el otro el denso tejido de entidades de bien pblico (ltimamente redescubiertas como " organizaciones no gubernamentales", ONG). Vale acotar que cuando nos referimos a las entidades no gubernamentales, nos estamos refiriendo a nuestros clubes, a nuestras cooperadoras, a nuestras cooperativas, a nuestras mutuales, a nuestras bibliotecas populares, a nuestro bomberos voluntarios, a nuestros scouts o exploradores.(CONTINUA EN SEGUNDA PARTE) "NEORRURALIZACIN Y TECNOLOGAS ADECUADAS" (HACIA UNA REINGENIERIA DE ARGENTINA) Por el Lic. Alfredo Armando Aguirre SEGUNDA PARTE En lo que hace a nuestro capital humano, vale consignar que entre 1943 y la actualidad, la cantidad de alumnos universitarios aument entre quince y dieciocho veces. Si quisiramos hacer ms impactante el guarismo, podramos tambin afirmar que la poblacin universitaria aument el mil quinientos por ciento... Esta referencia a la poblacin universitaria, apunta al coronamiento del sistema educativo, y es una muestra de todo un sistema que por estos tiempos comprende a alrededor de diez millones de argentinos. Con el reinicio del estado de derecho democrtico en 1983, comenz a hacerse evidente, como estas camadas de personas calificadas con estudios universitarios o terciarios, empezaron a cubrir las posiciones de conduccin de los poderes pblicos. Este fenmeno, indito en la evolucin del pas, tambin se viene verificando, en las empresas privadas, as como en las instituciones de bien pblico. Y ello implica un mejoramiento cualitativo sumamente significativo, en la calidad de las decisiones que se adopten en los poderes pblicos, en las empresas y en las instituciones de bien pblico. Mas arriba apuntbamos que se ha producido un redescubrimiento de las instituciones de bien pblico. Ello ocurri en algunos foros mundiales, donde por lo que se percibe, no se conoca a fondo la rica experiencia argentina, que por lo mnimo tiene un siglo. Las mismas primeros fueron identificadas como entidades de bien pblico o fuerzas vivas, en el primer periodo del Justicialismo, se las denomino "organizaciones libres del pueblo", ms luego organizaciones de la comunidad o asociaciones intermedias. Pero esta revalorizacin, comenz cuando entidades como el Banco Mundial, acuaron el concepto de "bien relacin". Dicho de otro modo, se comenz a considerar a las instituciones de bien pblico, ahora rebautizadas como ONGs, como un insumo productivo o como un bien econmico. Claro que aqu en la Argentina, ya se las haba incorporado como parte del paisaje cotidiano. Esta nueva reconsideracin, tal vez sera procedente, tomarla en cuenta, ya que para los tiempos que ya se vinieron, es un recurso ms y muy valioso, que est a nuestro alcance, y al que el capital humano que ahora disponemos, y que no se dispona al comienzo de estas entidades, puedan conjugarse en pro de una alta calidad de vida.

Pero de nada valdra esta elucubracin, si la misma solo reflejara nuestras opiniones. En la realidad este accionar calificado de las entidades de bien pblico, motoriza la vida de cada pueblo, aunque ello no lo reflejen, ni los estudios de campo, ni los grandes medios de comunicacin porteos. Mas arriba sealamos que existen en la Argentina, alrededor de 1610 asentamientos humanos de ms de quinientos habitantes. Cincuenta y seis de ellos tiene entre cincuenta mil y doce millones de almas. Intentemos una breve clasificacin a fines aclaratorios, tomando esos 1610 asentamientos. Tenemos: por un lado al rea Metropolitana de Buenos Aires, incluido el Gran La Plata; luego al Gran Rosario, la ciudad de Crdoba, el Gran Mendoza, la ciudad de Tucumn, Resistencia Corrientes y Mar del Plata; el tercer grupo serian los asentamientos de ms de cincuenta mil habitantes no incluidos en los dos grupos anteriores, entre los que se cuenta casi todas las capitales de provincia; luego tendramos alrededor de mil quinientos cuarenta (1540) asentamientos humanos desde 500 hasta cincuenta mil habitantes. Todo ello conforma el 90 por ciento de la poblacin del pas, que a la fecha oscila en 35 millones de habitantes. En el diez por ciento restante, se cuentan muchas poblaciones que no son poblacin que vive en los campos, sino en asentamientos menores, muchos de ellos a la vera de estaciones ferroviarias. Con la vivencia, del fracaso de las planificaciones puntillosas y omnicomprensivas, y asumiendo la modestia de slo compartir algunas concepciones, de como podra redisearse la vida comunitaria, a partir de la reingeniera, que cada uno puede desplegar, si as lo decide, en la soberana autonoma de su voluntad, me atrevo a hacer las siguientes consideraciones: Creo ms viable, mantener y perfeccionar la calidad de vida en los asentamientos menores a cincuenta mil habitantes, incluidas las reas rurales, que intentarlo en los asentamientos humanos de cifras superiores a los cincuenta mil habitantes, y sobre todo en el rea Metropolitana de Buenos Aires. En mi opinin, el deterioro de la calidad de vida en el rea Metropolitana de Buenos Aires, es irreversible. Y pese a los esfuerzos que se hacen, existen condicionantes que neutralizan cualquier solucin de fondo compatible con el sistema democrtico. A veces pienso, que las acciones de desconcentracin del rea Metropolitana de Buenos Aires, pasan mas por las actitudes personales, de quienes deciden irse a vivir al interior, o retornar a l, que por cualquier poltica publica de migraciones internas. Lo concreto es que, las migraciones hacia el rea Metropolitana de Buenos Aires, se han desacelerado ostensiblemente, habida cuenta de las experiencias negativas, que se trasmiten por dilogos personales, entre amigos y/ o parientes. (CONTINUA EN TERCERA Y LTIMA PARTE) "NEORRURALIZACIN Y TECNOLOGAS ADECUADAS" (HACIA UNA REINGENIERIA DE ARGENTINA) Por el Lic. Alfredo Armando Aguirre * TERCERA Y LTIMA PARTE Mas para columbrar las posibilidades que ofrece, esto que provisoriamente, hemos identificado como "neorruralizacin" de la Argentina, pasemos a hacer una sucintas descripcin de una poblacin argentina, de menos de cincuenta mil habitantes. En cada una de ellas hay una Municipalidad, uno o dos clubes como mnimo, escuelas primarias con su correspondiente cooperadora, suele haber tambin una cooperadora de la comisara policial, una biblioteca popular, una mutual(a veces los clubes lo son), una cooperativa. No en todas las poblaciones, pero en la mayora ya hay una escuela secundaria. En muchas hay cuerpos de bomberos Voluntarios. Y los scouts estn en las de ms poblacin de esta franja... Todos sabemos que Municipalidad, escuelas y entidades de bien pblico, estn en interrelacin permanente, con sus cuotas de cooperacin y de conflictos. Como la vida misma. Casi suena ingenuo, postular el perfeccionamiento continuo del funcionamiento interno y de las interrelaciones entre Municipio, Escuelas e Instituciones de bien pblico. Sin embargo este postulado, puede resultar novedoso para ms de

un analista de las cuestiones sociales, sobre todo por la falta de estudios sistemticos sobre estas realidades, que son parte de nuestra cotidianidad. Mas las instituciones estn animadas por personas. Y ese perfeccionamiento continuo, significa el de las personas responsables de las Municipalidades, de las Escuelas y de las instituciones. Y aqu aparecen conceptos como "fortalecimiento institucional" y " actualizacin y perfeccionamiento docente". El primero es aplicable, tanto a los Municipios, como a las instituciones de bien pblico, por lo que en el caso de las cooperadoras escolares, habra acciones en beneficio de cada comunidad educativa, tanto del lado del perfeccionamiento docente, como del fortalecimiento institucional. Nos parece que las acciones de fortalecimiento institucional y de actualizacin y perfeccionamiento docente, son las herramientas ms eficientes, para mejorar la calidad de vida de una poblacin, a travs de la mejoras de la calidad de las decisiones cotidianas. Adems se supone que pueden ser de bajo costo. Con esquemas, de perfeccionamiento de los funcionamientos de las municipalidades, las Escuelas y las entidades de bien pblico, como de las relaciones entre ellos, cada poblacin, puede abordar este nuevo tiempo humano, que se conoce como sociedad del conocimiento y la informacin. En ella el conocimiento y/o la informacin, pasa a ser un insumo estratgico. Y esa informacin, o ya esta en la biblioteca popular, o est disponible en el canal de cable. O en las radios locales de Frecuencia modulada, que ya proliferan en nuestros pueblos, o en la ya conocida, pero siempre vigente posibilidad de la radiodifusin de onda corta. Y todo ello, puede ser posible, decisin mediante de cada uno, porque en estas poblaciones de menos de cincuenta mil habitantes, se cuenta con un elemento, que parece esfumarse en la megalpolis: EL TIEMPO. Pareciera que cuando ms chica es una poblacin, ms tiempo disponen sus pobladores. La calidad de vida es un concepto surgido de las grandes ciudades, al verificar el deterioro integral de su hbitat. Por ello, es algo no percibido en las pequeas poblaciones. Pero as como ha de revalorarse a las instituciones de bien pblico, seria adecuado considerar la posibilidad de darse cuenta de que la calidad de vida, es un bien imperceptible por lo cotidiano, pero bien al fin. Con tiempo y con informacin, puede comenzarse a, comprender, que se cuenta con los elementos, para un nuevo estilo de vida, que satisfaga las necesidades bsicas de la vida. Todos hemos escuchado y vivenciado lo que " le falta" a nuestros pueblos. En este desarrollo, estamos hablando de sus recursos. Adems, las carencias, son propias de la etapa de la humanidad, que termina traumticamente, y que es lo que se denomin sociedad industrial: Con tiempo y con informacin, es posible satisfacer necesidades como la alimentacin y el vestuario, que antes de conocan como Economa domstica, Hogarea o "Casera". La telemtica (cuyo emblema por hoy es INTERNET), posibilitar va discado directo nacional, va telefona celular, romper con el aislamiento, que pesaba como un castigo en las pequeas poblaciones. Hoy el aislamiento y la soledad, se perciben ms en las megalpolis. Alguien podr recordarme lo de " pueblo chico, infierno grande", de Payro, o aquel Peyton Place (La Caldera del diablo). Ms esas son posibilidades latentes en toda relacin humana. Voy finalizando. Vuelvo a reiterar, que vislumbro mas soluciones por el lado del perfeccionamiento de la calidad de vida de las pequeas poblaciones, que por el lado de las megalpolis. Esto no significa ni idealizar a los pequeos pueblos, ni diabolizar a las grandes urbes, sino un nfasis. De todos modos reitero, que los condicionantes para "achicar" las megalpolis, son de muy difcil remocin y que quien se sienta atosigado por el deterioro de la calidad de vida de las mismas, puede comenzar a meditar la decisin, siempre difcil, de rumbear hacia alguna de esas pequeas comunidades, cuyas posibilidades, hemos intentado insinuar en el presente desarrollo. (13 de Mayo de 1996)

Nota: Publicado en "La Reforma", de General Pico, Provincia de La Pampa, los das 27, 28 y 29 de mayo de 1996, Nros. 23.434, 23.435 y 23.436. [email protected] "CONOZCO OTRO PAS..." (Por la "reinvencin" de Argentina) Por el Licenciado Alfredo Armando Aguirre Si comparto con los eventuales lectores de esta pgina amiga, las consideraciones que siguen, es porque s que existe otra Argentina. Una Argentina que est ms cerca de nuestras vidas concretas cotidianas, que de lo que irradian los cenculos periodsticos, acadmicos y polticos desde la ciudad de Buenos Aires, muchas veces hacindose ecos de lo que se irradia desde los cenculos de las grandes metrpolis del planeta. Agradezco a quien fuera, que me impuls a recorrer fsicamente el pas hace alrededor de cuarenta aos. Desde entonces no he parado de hacerlo, en la medida de mis posibilidades. Esas vivencias, me han ayudado a descubrir los entresijos de detalles que muchas veces se escapan de las cartas geogrficas y nuticas, las estadsticas, las historias y las crnicas. Vivencias, investigaciones y meditaciones, han enriquecido mis conocimientos sobre la " fluencia vital argentina", sus potenciales y sus limitaciones. Antes de continuar, quiero dejar aclarado que lo que va entre comillas, son pensamientos de otros autores. La Argentina, resulta del entrecruzamiento de las conductas de cada uno de nosotros con alguna significacin para otros (tcnicamente algunos le llaman interacciones), desplegadas a lo largo del tiempo, en este espacio que conocemos como Argentina. Estamos muy influenciados por las conductas de quienes nos precedieron en nuestro paso por la vida. Estamos en claro de la influencia de nuestro entorno familiar, pero tambin han hecho los suyos, nuestros maestros, y tambin los medios de comunicacin. Seamos conscientes o no, muchas de estas cosas estn incorporadas a nuestra vida cotidiana. Y se puede caer en una simplificacin, cuando nos referimos a la Argentina y a los argentinos. Somos una " fluencia vital ", una continuidad cultural, un proceso al que de un modo u otro hacemos aportes, an cuando resulte muy difcil ponderar el peso de nuestros aportes a la vida concreta de los otros y an de la nuestra. Pero hay momentos en la vida de las personas y de los grupos a los que pertenecen, que hay como una suerte de rupturas, de cortes. Si la vida es siempre cambio, hay ocasiones en que la velocidad de los cambios es tal, que el cambio pasa a ser sinnimo de ruptura, aunque sean las mismas personas las que padezcan o generen esos cambios tan radicales. Eso es lo que esta pasando de un tiempo a esta parte. En el mundo y en el pas. Sin pensar en situaciones estticas, y partiendo de la visin del mundo de los adultos contemporneos, pareca hasta hace un tiempo que nuestras existencias, como las de por lo menos las tres generaciones que nos precedieron, estaban en una suerte de " piloto automtico". Todo discurra dentro de ciertos parmetros, mas all de los cuales, no era posible que sucediesen cosas. Hasta alguno dentro de esas generaciones, poda llegar a opinar que, las cosas de antes eran mejores, lo cierto es que los cambios exponenciales producidos en los tiempos que corren, nos hacen caer en cuenta a poco de considerar la cuestin, que se ha producido un quiebre entre lo anterior y lo actual, de tal envergadura como para que pensemos que estamos viviendo en una nueva era humana. Pero, da la casualidad que nosotros, todava estamos en circulacin, y tal vez por algn tiempo ms, y entonces debemos hacer un reacomodamiento de nuestras cargas vivenciales, para seguir aventurndonos a la vida. Significan estas substanciales mutaciones que debemos arrojar todo lo adquirido en nuestro pasado por la borda? Implica el nuevo tiempo, que debemos dejar de lado todo lo aportado por las generaciones que nos precedieron? En mi opinin, se ha generado una nueva oportunidad de reacomodar nuestras cargas, procurando extraer todas las enseanzas posibles de las etapas anteriores de nuestra existencia personal, como de los aportes de las generaciones precedentes. Todo pareciera indicar que el mundo empez a cambiar, con la Perestroika, la

Guerra de las Galaxias y la cada del muro de Berln. Al anuncio de la Perestroika (indicador que la Unin Sovitica comenzaba su desaparicin) le correspondi en Argentina, el Decreto de Desmonopolizacin, suscrito por el Presidente Alfonsn, a propuesta del entonces Ministro Terragno. La cada del muro de Berln, coincidi con la asuncin del Presidente Menem y desde all comenz toda una poltica pblica, destinada a adaptarse a las nuevas circunstancias mundiales. A esta actitud se la bautiz como "Menemtroika. Por la conjuncin de circunstancias mundiales y locales, va quedando en claro que, con la Menemtroika, se cierra algo abruptamente