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COMPROMISOS para la gestión del paciente anticoagulado

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COMPROMISOS para la gestión del paciente anticoagulado

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Edita: Red “La salud del paciente, por delante”

A iniciati va de:

Elaborado por:

Web: www.pacientepordelante.com

Diseño y maquetación: Tres y Más

La ti tular de los derechos de explotación es Bayer. Reservados todos los derechos.

Documento disponible en: www.pacientepordelante.com

Para más información, por favor contacte:

Isabel Chacón: [email protected]

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IntroducciónEl presente documento recoge los COMPROMISOS en cuanto a la gesti ón del paciente anti coagulado que los pro-fesionales sanitarios que parti cipan en la Red La salud del paciente por delante, en sus diferentes especialidades, consideran que se deben tener en cuenta para vencer barreras y alcanzar el mejor diagnósti co, pauta terapéuti ca y seguimiento del mismo. En defi niti va, se ha considerado recoger en compromisos las pautas de actuación para el grupo de pacientes prioritarios, que son aquellos candidatos a recibir nuevos anti coagulantes orales (NACO), actual-mente denominados anti coagulantes de acción directa (ACOD), según el Informe de Posicionamiento Terapéuti co (IPT) del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

El documento parte de la premisa del compromiso profesional de los especialistas sanitarios: es un documento para profesionales hecho por profesionales. Así, pretende ser una llamada a la acción para las diferentes disciplinas im-plicadas en el tratamiento del paciente anti coagulado en la opti mización del proceso asistencial de este paciente.

Todos los compromisos se sustentan en las siguientes premisas:

• Los profesionales sanitarios, concienciados de su responsabilidad clínica con estos pacientes, deben tomar la iniciati va, buscando siempre la mejor opción terapéuti ca.

• Dentro del marco del IPT, queda mucho camino por recorrer, lo que posibilita que el profesional sanitario tome conciencia de su responsabilidad y margen de actuación. Sin embargo, hay otras situaciones prioritarias aún no contempladas que se deberían tratar.

• Es necesario difundir la evidencia cientí fi ca y experiencia real que sustenta la innovación en esta área para po-der desterrar mitos y asentar realidades de estas nuevas opciones terapéuti cas y los benefi cios demostrados.

• El paciente anti coagulado con anti coagulantes orales clásicos, o anti vitamina K (AVK) con mal control de su INR, está en riesgo. Sin embargo, este riesgo no se considera como tal y se minimiza su importancia y por tanto la necesidad urgente de actuar en estos pacientes y opti mizar su tratamiento anti coagulante.

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COMPROMISOSCOMPROMISOSMiembros de la Red parti cipantes en la reunión de elaboración y consenso del documento ‘Compromisos para la gesti ón del paciente anti coagulado’

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o0. Compromisos generales, transversales a

todos los profesionales sanitarios implicados en la atención al paciente anticoaguladotodos los profesionales sanitarios implicados

COMPROMISO 1

Identi fi cación del paciente prioritario, defi nido como aquel en el que se espera una mayor magnitud de benefi cios con los anti coagulantes de acción directa (ACOD) frente al tratamiento con AVK. Todos los profe-sionales sanitarios deben tener la responsabilidad y compromiso de la identi fi cación y reconocimiento de los pacientes prioritarios para tratamiento con ACOD, a parti r de un diagnósti co de fi brilación auricular no valvular y la evaluación del riesgo tromboembólico y hemorrágico del paciente. De acuerdo con las reco-mendaciones del IPT -y según el consenso al que han llegado los miembros de la Red La salud del Paciente, por delante, parti cipantes en la reunión mantenida el pasado 13 de abril en Madrid- se consideran pacientes prioritarios candidatos a tratamiento con ACOD a aquellos:

• Con hipersensibilidad conocida o contraindicación a AVK

• Con antecedentes de hemorragia intracraneal (HIC)

• Con ictus isquémico y con alto riesgo de HIC

• Con imposibilidad o difi cultad importante de acceso a la monitorización del INR convencional

• Que ti enen un control anti coagulante inadecuado con los anti coagulantes clásicos a pesar de un buen cumplimiento terapéuti co

• Que sufren episodios tromboembólicos a pesar del tratamiento con ACO clásicos y buen control del INR

Pese a no estar contemplado en el IPT deberían considerar pacientes prioritarios los siguientes:

• Pacientes de alto riesgo, por ejemplo, los que ya han tenido un ictus, un ataque isqué-mico transitorio -AIT- o embolia sistémica (prevención secundaria).

• Pacientes mayores o muy mayores, ancianos frágiles, en los que está indicada la terapia con ACO clásicos y sin contraindicaciones, pero su monitorización necesaria complica de forma signifi cati va el tratamiento.

En defi niti va, pacientes prioritarios son aquellos en los que el benefi cio terapéuti co de tratar con ACOD es mayor, en cuanto a la probabilidad de evitar ictus y efectos adversos y con un mejor perfi l de seguridad, en comparación con el tratamiento con AVK. Por ello, en estos pacientes los profe-sionales sanitarios ti enen la responsabilidad de plantear la indicación de ACOD.

En el marco de la identi fi cación del paciente prioritario, se debe reclamar más ti empo en la consul-ta de médico y enfermería para una adecuada información al paciente y que éste pueda hacer una elección informada, así como la justi fi cación de las restricciones a la prescripción y divergencias con las condiciones de fi nanciación aprobadas por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y los criterios de priorización aprobados por el Consejo Interterritorial- Sistema Nacional de Salud.

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COMPROMISO 2

Concienciación sobre las causas y consecuencias que supone el ictus, tanto desde el punto de vista del pa-ciente (y familiares) que lo sufre como del coste sociosanitario que conlleva, así como sobre la importancia de su prevención, tanto primaria como secundaria.

COMPROMISO 3

Detección del mal control de INR (siglas en inglés de Internati onal Normalized Rati o, valor que se uti liza en el seguimiento de pacientes en tratamiento anti coagulante oral clásico o AVK) y que mide la intensidad de la anti coagulación. La defi nición del mal control del INR debe ser la que se recoge en el IPT, según lo que esta-blecen las guías internacionales, según el consenso al que han llegado los miembros de la Red La salud del Paciente por delante, parti cipantes en la reunión mantenida el pasado 13 de abril en Madrid.

En este senti do, el IPT recomienda el uso de ACOD en pacientes con fi brilación auricular (FA) no valvular, que han iniciado tratamiento con anti coagulantes orales clásicos (AVK) en los que no es posible mantener un con-trol de INR dentro de rango (el rango establecido como correcto es de 2,0 a 3,0) a pesar de un buen cumpli-miento terapéuti co. Sin embargo, un factor clave para decidir si un paciente cumple o no este requisito es la defi nición de control de INR dentro de rango, ya que un paciente puede estar dentro de rango en un análisis y no estarlo en el siguiente.

El método para cuanti fi car el grado de efecti vidad de los AVK en el ti empo es el denominado Tiempo en Rango Terapéuti co (TRT), conocido también como TTR por sus siglas en inglés (Time in Therapeuti c Range). El TRT indica el porcentaje de ti empo que el paciente está dentro de rango de INR 2-3, en un periodo de ti empo determinado, lo que permite conocer si los AVK son una buena alternati va terapéuti ca para el paciente.

Según el Informe de Posicionamiento Terapéuti co, “Se considerará que el control de INR es inadecuado cuan-do el porcentaje de ti empo en rango terapéuti co (TRT) sea inferior al 65%, calculado por el método de Ro-sendaal. En los casos en los que este método no esté disponible, se considerará que el control de INR es inade-

cuado cuando el porcentaje de valores de INR dentro de rango terapéuti co sea inferior al 60%. En cualquiera de los supuestos, el periodo de valoración es de al menos los últi mos seis meses...”.

Una vez detectado el mal con-trol del paciente anti coagulado, se debe establecer la actuación en base a lo determinado en el punto uno, como paciente prio-ritario.

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1. Compromisos desde la Cardiología

El cardiólogo es el clínico que prescribe el tratamiento anti coagulante de inicio en mayor medida. De hecho, es el que indica anti coagulación en pacientes con fi brilación auricular (FA) no valvular en más de la mitad de los casos.

En este senti do, su papel es fundamental en el diagnósti co del ti po de FA para la decisión de indicar anti coagulación. • •

COMPROMISO 1Mejorar la identi fi cación del paciente prioritario para el uso de ACOD y detectar otros perfi -les de pacientes o situaciones clínicas en los que se deberían prescribir estos tratamientos.

COMPROMISO 2Adecuar la prescripción del tratamiento anti coagulante en función del riesgo tromboembó-lico y de sangrado del paciente.

COMPROMISO 3Mejorar el fl ujo de información con otros especialistas, en parti cular con los hematólogos y los médicos de Atención Primaria. Además de una mejor identi fi cación del paciente priori-tario, este compromiso conlleva, a su vez, una mejor organización del proceso asistencial de los pacientes con Fibrilación Auricular, opti mizando los circuitos y potenciando la implica-ción del papel de enfermería.

COMPROMISO 4Implementar la educación sanitaria sobre el tratamiento, informando sobre los tratamientos disponibles y cuál es el más idóneo en su caso, calidad y esti lo de vida, seguimiento del pa-ciente, adherencia terapéuti ca, etcétera.

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2. Compromisos desde la Medicina Interna

En su prácti ca clínica, el internista ati ende a numerosos pacientes con FA no valvular, en el contexto de un problema cardiológico o como comorbilidad de otro problema médico. Teniendo en cuenta la visión integral de la especialidad de Medicina Interna, la anti coagulación de estos pacientes forma parte de su acti vidad habitual, tanto en consultas como en hospitalización.

Su implicación se concreta en el diagnósti co de la FA y la indicación inicial de anti coagulación, en la adecuación de los controles de INR, coincidiendo con la atención del paciente por cualquier moti vo, y en el seguimiento de los eventos tromboembólicos y de las complicaciones hemorrágicas. • •

COMPROMISO 1Opti mizar la indicación de tratamien-to anti trombóti co, especialmente en la población de ancianos con pluripatolo-gía, considerando que en una gran pro-porción ti enen tanto un riesgo embólico como hemorrágico alto, y que la anti a-gregación apenas ti ene justi fi cación en estos pacientes.

COMPROMISO 2Adecuar la prescripción del tratamiento anti coagulante, anti vitamina K vs ACOD, en función del riesgo tromboembólico y de sangrado del paciente, y de otras con-diciones parti culares del paciente, como difi cultad para la movilización y la pre-sencia de polimedicación.

COMPROMISO 3Contribuir a la detección de pacientes an-ti coagulados con anti vitamina K que ti enen un mal control del INR.

COMPROMISO 4Potenciar la relación con Atención Primaria para la prescripción adecuada de anti coagulan-tes en el inicio y seguimiento de los pacientes.

COMPROMISO 5Implicación en la educación sanitaria sobre el tratamiento, tanto a pacientes como familia-res, informando sobre la importancia de la anti coagulación, los tratamientos disponibles y criterios de selección, las precauciones en el seguimiento y la importancia en la adherencia terapéuti ca.

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3. Compromisos desde la Neurología

El neurólogo es el responsable de la prescripción de anti coagulantes en los pacientes que ha tenido un ictus isqué-mico o AIT de origen cardioembólico. Pueden darse al respecto dos situaciones: que el ictus se presente sin que el paciente esté recibiendo tratamiento anti coagulante -ya sea por falta de diagnósti co o por falta de tratamiento correcto- o que éste se presente a pesar de que el paciente sí esté recibiendo tratamiento anti coagulante. Ante la importancia del riesgo de recurrencia de ictus isquémico y del riesgo de ictus hemorrágico en estos pacientes, se considera que, en prevención secundaria, es obligado uti lizar un fármaco que a igual efi cacia tenga la menor tasa de hemorragia intracraneal. • •

COMPROMISO 1Identi fi car al paciente prioritario, que en este caso es aquel que ha sufrido un ictus (en ge-neral isquémico o he-morrágico-si la anti coa-gulación está indicada-), bien sea un paciente ya anti coagulado o un pa-ciente nuevo. Se consi-dera que, en prevención secundaria, es obligado uti lizar un fármaco que a igual efi cacia tenga menor tasa de hemorragia intracraneal (candi-dato a recibir un ACOD).

En este grupo se debe incluir a los pacientes con isquemia cerebral transitoria de origen car-dioembólico y mejorar, en coordinación con los cardiólogos, la identi fi cación de pacientes con ictus cardioembólico en los pacientes con ictus criptogénico.

COMPROMISO 2Asimismo, se debe mejorar el trabajo colaborati vo con los profesionales de Atención Prima-ria y otros especialistas para establecer las vías para el mejor manejo de estos pacientes. Este compromiso conlleva la necesidad de que el neurólogo tenga accesibilidad a la informa-ción sobre el TRT de los pacientes anti coagulados con AVK.

COMPROMISO 3Sensibilizar al resto de profesionales sanitarios, sobre la enorme importancia (y en aumento) del ictus y las consecuencias que supone, tanto desde el punto de vista del paciente (y fami-liares) que lo sufre, como del coste sociosanitario que conlleva, y la importancia de uti lizar los tratamientos con la menor incidencia de hemorragia intracraneal.

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4. Compromisos desde la Hematología

La Hematología históricamente ha jugado un papel crucial en la puesta en marcha y desarrollo de la terapia anti coa-gulante oral, con la estandarización y control en sus laboratorios del INR, así como la organización de las unidades hospitalarias de control de terapia anti coagulante. Consecuencia de ello ha sido poder disponer de protocolos para el buen control de INR, actuación para la prevención y tratamiento de eventos hemorrágicos, establecer la terapia puente para intervenciones quirúrgicas, etc.

Aunque en la actualidad las personas involucradas en el control de la terapia anti coagulante es más heterogénea, dependiendo del modelo elegido en cada comunidad autónoma e incluso en cada área sanitaria, los hematólogos deben conti nuar llevando adelante, por la experiencia acumulada, los siguientes compromisos asistenciales rela-cionados con anti coagulación. • •

COMPROMISO 1Impulsar la acti vidad de las unidades de terapia anti trombóti ca, abriendo las unidades hos-pitalarias a mixtas (hospitalaria y Atención Primaria). Deben realizar protocolos de uso de la terapia anti trombóti ca incluyendo los ACOD y abordar tanto el inicio del tratamiento como el mejor seguimiento, las terapias puente y el abordaje de los eventos hemorrágicos. Es muy relevante tener protocolos y procedimientos a seguir ante complicaciones hemorrágicas, in-tervenciones quirúrgicas, efectos adversos, información que aportan las pruebas biológicas de coagulación, etc.

COMPROMISO 2Parti cipar acti vamente en la formación de compañeros de Atención Primaria y enfermería en aspectos relacionados con la terapia anti coagulante.

COMPROMISO 3Implantar y poner a disposición de los facultati vos y pacientes el parámetro de Tiempo en Rango Terapéuti co (TTR) en los pacientes tratados con AVK y homogeneizar dicho pará-metro. Se prefi ere el uso del método de Rosendaal, que es el parámetro referencia del Mi-nisterio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Si el paciente no se manti ene en rango terapéuti co, se debe prescribir el fármaco más adecuado.

COMPROMISO 4Cambiar a un ACOD en aque-llos pacientes con FA no val-vular que reciben tratamien-to anti coagulante clásico y ti enen un mal control según monitorización del INR, te-niendo en cuenta que el ran-go establecido y validado de INR para un buen control está entre 2,0 y 3,0.

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5. Compromisos desde la Medicina de Familia

El papel del Médico de Atención Primaria respecto a la prescripción y seguimiento del paciente anti coagulado es heterogéneo según la comunidad autónoma, aunque ti ene una función primordial en el seguimiento del paciente, puesto que son pacientes con otras patologías crónicas (pacientes pluripatológicos y polimedicados), a los que se le debe atender de forma integral. • •

COMPROMISO 1Promover la organización de un proceso asistencial integrado y dinámico para el manejo del paciente con Fibrilación Auricular, coordinado por el médico de Atención Primaria y en el que se fomenten las decisiones comparti das con el resto de especialistas, en cuanto al inicio o cambios en la anti coagulación, y a través de la labor de la enfermera de enlace o gestora de casos para la interconexión entre los disti ntos especialistas que intervienen en el manejo de la patología.

Identi fi cación de la indicación de anti coagulación, inicio de la anti coagulación y responsabilidad en el seguimiento, todo ello en el marco del proceso asistencial integrado. En este papel, la con-sideración de los aspectos referentes a la calidad de vida del paciente son fundamentales.

Mantener una acti tud acti va en el diagnósti co de los pacientes con Fibrilación Auricular para detectar alteraciones del pulso para poder instaurar tratamiento anti trombóti co de forma más precoz (calculando el riesgo trombóti co, como indican las Guías de Prácti ca Clínica).

COMPROMISO 2Identi fi car a los pacientes prioritarios por mal control según monitorización del INR y que son suscepti bles de recibir nuevos tratamientos anti coagulantes orales.

Para ello, el médico de Atención Primaria debe disponer del TTR (informati zado) o bien, si no está disponible, calcular el porcentaje de INR en rango de los últi mos seis meses, tal como indica el IPT. En este senti do, no disponer del TTR no impide evaluar el grado de control de la anti coagulación.

COMPROMISO 3El médico de Atención Primaria es el responsable de conocer el proceso de prescripción de anti -coagulantes (clásicos y nuevos) en su comunidad autónoma, con el fi n de prescribir, en el marco de lo que establece el IPT, el tratamiento más adecuado. En este senti do, la existencia de visado no debe frenar a este profesional sanitario en la prescripción del tratamiento anti coagulante más conveniente en cada caso.

COMPROMISO 4Debe asumir la responsabilidad en el manejo de la anti coagulación y reclamar apoyo y formación en el manejo de la anti coagulación con ACOD en aquellas comunidades autónomas en las que, a pesar de diagnosti car y tener la responsabilidad de tratar, estos profesionales no pueden realizar la prescripción de esta innovación terapéuti ca.

COMPROMISO 5Implementar la educación sanitaria sobre la enfermedad (calidad de vida, seguimiento, etc.), el tratamiento (opciones, adherencia, benefi cio/riesgo) y así concienciar al paciente sobre su pa-tología. Asimismo, informar al paciente y/o a sus familiares sobre los tratamientos disponibles y cuál es el más idóneo en su caso.

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6. Compromisos desde la Geriatría

Las principales indicaciones para la anti coagulación (fi brilación auricular no valvular, ataque isquémico transitorio, ictus establecido, ETV (Enfermedad Tromboembólica Venosa), encamamiento prolongado, cirugía de cadera, et-cétera) se producen en población anciana. Más aún, las característi cas del paciente anciano que se benefi cia de la atención por los geriatras, en las que concurren la presencia de múlti ples enfermedades crónicas concomitantes y múlti ples tratamientos junto a un riesgo cierto de fragilidad y deterioro funcional y una expectati va de vida total y acti va limitadas confi guran un perfi l de paciente con connotaciones diferenciales en su abordaje y manejo. Abordaje y manejo que habrá de fundamentarse en la valoración global del paciente y no en una indicación basada exclusiva o prioritariamente en el puro diagnósti co clínico. • •

COMPROMISO 1Realizar una evaluación global clínica y funcional (fí sica y cogniti va) del paciente para, tras evaluar la relación riesgo-benefi cio global, decidir la indicación de anti coagulación.

COMPROMISO 2Evaluar adecuadamente la medicación del paciente, el esti lo de vida (incluyendo riesgo de caídas) y el grado de autonomía y/o soporte.

COMPROMISO 3Evitar la toma de decisiones sobre instauración y manejo de tratamiento anti coagulante en función de consideraciones basadas exclusivamente en la edad, que ponen a los pacientes ancianos en riesgo de infratratamiento, sobretratamiento y tratamiento inadecuado.

COMPROMISO 4Potenciar el automanejo de la medicación, siempre que sea posible, como medida que favo-rezca el empoderamiento de los pacientes ancianos. En caso de que las condiciones del pacien-te no lo permitan, deberá formarse al cuidador principal.

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7. Compromisos desde la Enfermería

Los profesionales de Enfermería, tanto de Atención Primaria como Especializada, ti enen un papel fundamental en la identi fi cación del paciente prioritario y en el seguimiento de los pacientes a medio-largo plazo, más allá del ti po de tratamiento anti coagulante que uti licen. Deben tener una importante función en el seguimiento de estos pacientes y en relación a la coordinación entre el equipo multi disciplinar. • •

COMPROMISO 1Identi fi cación de los pacientes prioritarios. En este senti do, en aquellos que reciben trata-mientos anti coagulantes clásicos, es fundamental realizar la evaluación del control, calculan-do el TRT del paciente de los últi mos seis meses, con el fi n de que el ti empo fuera de rango no se exti enda más allá de este periodo de ti empo.

En el seguimiento del paciente anti coagulado, asegurar que el control de la anti coagulación está por encima del 65% del ti empo en rango terapéuti co (TRT) durante los últi mos seis meses para asegurar un buen control; si está por debajo, derivar el paciente al médico de referencia para poder reevaluar su tratamiento anti coagulante y así opti mizar la protección frente al ictus.

COMPROMISO 2Realizar una valoración integral, para defi nir Planes de Cuidados que permitan un segui-miento de los pacientes, independientemente del ti po de tratamiento anti coagulante que reciban, con el objeti vo de: prevenir complicaciones, vigilar el cumplimiento del régimen terapéuti co prescrito, la adherencia a los tratamientos, etcétera.

COMPROMISO 3Realizar Educación para la Salud, fomentando las capacidades del paciente en sus autocui-dados, dirigida tanto al mismo como a sus familiares, sobre el tratamiento que reciben y los cuidados que deben tener en torno al mismo. Así, se debe trabajar en potenciar la autono-mía del paciente en la gesti ón de su enfermedad.

COMPROMISO 4Garanti zar la conti nui-dad de cuidados entre los disti ntos ámbitos sanitarios.

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8. Compromisos desde los pacientes

En el marco del papel cada vez más acti vo en el control de su enfermedad por parte de los pacientes, éstos ti enen una responsabilidad sobre su salud muy importante. • •

COMPROMISO 1La responsabilidad, por parte del propio paciente o de sus familiares y/ o allegados, de tener la información y la formación necesaria sobre su enfermedad y el tratamiento que recibe. En este senti do, los pacientes deben entender por qué toman los medicamentos que sus médicos les prescriben. La información es fundamental, de forma que si no enti enden el len-guaje de su médico deben preguntarles hasta entenderlo. El médico y el enfermero/a, por su parte, deben adaptar el lenguaje para que el paciente lo enti enda.

COMPROMISO 2El cumplimiento terapéuti co: el paciente debe tomar la medicación según la prescripción del médico. Así, el paciente anti coagulado debe responsabilizarse de seguir estrictamente las pautas de su tratamiento. Una baja adherencia lo dejará desprotegido contra el ictus (mu-chos de los casos han sufrido un ictus a pesar de estar anti coagulados).

Por otra parte, el sistema de controles frecuentes del INR obliga al paciente a pasar un “exa-men” ante el enfermero, aunque ese “examen” también potencia la pasividad del propio paciente puesto que puede crear la conciencia equivocada de que ya otros le controlan y que él no debe implicarse (solo recibe).

COMPROMISO 3La implicación del paciente en su autocuidado y en la toma de decisiones. Para ello, debe comunicarse de forma fl uida con su médico y enfermero/a para facilitar su abordaje clínico.

Una mayor implicación y conocimiento facilitarán una mayor adherencia terapéuti ca (espe-cialmente importante cuando nos referimos al tratamiento anti coagulante). En esta línea, la principal barrera que se debe superar es la cultura de la pasividad en salud (más común en po-blaciones de edad alta, en los que se encuentran la mayoría de los pacientes anti coagulados).

COMPROMISO 4El paciente debe ser consciente de que ningún tratamiento protege totalmente de cualquier complicación, por lo que debe saber detectar desde el inicio posibles complicaciones y ac-tuar con rapidez para minimizar las posibles consecuencias. La clave es la información.

En este senti do, el riesgo de ictus está siempre presente por lo que es imprescindible que todo paciente que ti ene un riesgo sepa cómo detectarlo, ya que las primeras horas son claves.

COMPROMISO 5El propio paciente puede ser la causa de que no se diagnosti que una arritmia, debido a mi-nimizar los síntomas o no acudir a ti empo a su médico de familia.

Información a las poblaciones de riesgo, que deben conocer este ti po de enfermedades (caso de la fi brilación auricular) para que el propio paciente pueda parti cipar en la detección, antes de que la arritmia sea diagnosti cada después de haber sufrido un ictus. Para esto es necesario realizar campañas de sensibilización.

En este senti do, el riesgo de ictus está siempre presente, por lo que es imprescindible que todo paciente que ti ene un riesgo sepa cómo detectarlo, ya que las primeras horas son claves.

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o9. Compromisos desde Las organizaciones de pacientes

Las asociaciones de pacientes son un canal accesible de información fi able y actualizada, que aporta un valor aña-dido: comunicación de igual a igual. • •

COMPROMISO 1Las organizaciones de pacientes deben integrarse a la red sanitaria pública como un agente más que representa al colecti vo de pacientes. Una mayor parti cipación exige que estas organizacio-nes trabajen por mejorar su gesti ón interna, con una mayor profesionalización.

Del mismo modo, la comunicación entre organizaciones y pacientes debe ser fl uida y bidireccio-nal (el paciente no es solo quien recibe información, también la aporta). Una escucha acti va de sus necesidades puede traducirse en grandes mejoras en la gesti ón.

COMPROMISO 2Sin duda, uno de los objeti vos y compromisos de estas organizaciones es promover la edu-cación de los pacientes anti coagulados en su tratamiento y en la enfermedad que lo ha indi-cado. La educación debe ser constante y con un lenguaje accesible.

El ti empo que los profesionales sanitarios disponen para esta tarea es insufi ciente y, además, no siempre disponen de materiales adecuados para ello; las asociaciones de pacientes son un excelente canal de información (supervisión profesional previa de la información). A este respecto, no se trata de competi r en quién educa, se trata de que la información fl uya y el paciente esté bien informado.

COMPROMISO 3Las organizaciones de pacientes deben seguir exigiendo a las administraciones sanitarias el cumplimiento de los derechos que protegen a éstos en materia sanitaria, así como una ma-yor equidad en el acceso a los tratamientos, además de una información correcta y veraz por parte del médico y enfermero/a.

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Notas

A iniciati va de:

COMPROMISOS para la gestión del paciente anticoagulado

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