Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

22
Complejidad, Interdisciplina y Psicoanálisis * Un diálogo en varios tiempos Dra. Denise Najmanovich Pensar es cambiar de ideasConnie Palmen En nuestro país y en el mundo ha habido una larga tradición de debates entre epistemólogos y psicoanalistas. Sin embargo, y aunque resulte paradójico podemos afirmar que ha habido muy poco diálogo. Esta afirmación se sustenta en una concepción dialógica que va más allá de las idas y vueltas argumentales para para afincarse en las prácticas de inter-cambio fecundo entre pares. Desde hace más de un siglo que se escuchan las voces más o menos altisonantes, muchas veces soberbias, casi siempre aguerridas de epistemólogos y metodólogos que instan a los psicoanalistas a adherirse de una vez por todas al “método científico” o a exiliarse en los territorios degradados de la “pseudociencia”, la “opinión” o la “ficción”. Desde esta postura es impensable un diálogo, el positivismo sólo exige sumisión. Lamentablemente estos discursos no provienen sólo del exterior del psicoanálisis, sino que se propagan muchas veces desde dentro de la propia comunidad. Han sido muy pocos los * Publicado en el Número Especial Internacional de la Revista de la Revista de Psicoanálisis editada por la Asociación Psicoanalítica Argentina, N° 8, Buenos Aires, 2001. 1

description

Artículo Denise Najmanovich

Transcript of Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

Page 1: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

Complejidad, Interdisciplina y Psicoanálisis*

Un diálogo en varios tiempos

Dra. Denise Najmanovich

“Pensar es cambiar de ideas”

Connie Palmen

En nuestro país y en el mundo ha habido una larga tradición de debates entre

epistemólogos y psicoanalistas. Sin embargo, y aunque resulte paradójico podemos

afirmar que ha habido muy poco diálogo. Esta afirmación se sustenta en una

concepción dialógica que va más allá de las idas y vueltas argumentales para para

afincarse en las prácticas de inter-cambio fecundo entre pares. Desde hace más de

un siglo que se escuchan las voces más o menos altisonantes, muchas veces

soberbias, casi siempre aguerridas de epistemólogos y metodólogos que instan a los

psicoanalistas a adherirse de una vez por todas al “método científico” o a exiliarse en

los territorios degradados de la “pseudociencia”, la “opinión” o la “ficción”. Desde

esta postura es impensable un diálogo, el positivismo sólo exige sumisión.

Lamentablemente estos discursos no provienen sólo del exterior del psicoanálisis,

sino que se propagan muchas veces desde dentro de la propia comunidad. Han sido

muy pocos los pensadores que en la Modernidad lograron sustraerse al canto de

sirenas del “método científico”, la mayoría ha reaccionado desde el lamento,

mientras otros contestaron desde la jactancia pero todas las prácticas como las

teorizaciones psicoanalíticas han sido siempre gravemente perturbadas y muchas

veces han sucumbido al “hechizo del método”.

El objetivo de este trabajo es abrir una nueva perspectiva, buscar caminos para

desachatar la concepción del sujeto y del conocimiento que el positivismo y la

mentalidad moderna redujeron, que el empirismo ingenuo limitó y que el

romanticismo envolvió en una densa capa de efluvios inasibles. Para ello me he

permitido construir puentes entre la reflexión epistemológica y la obra freudiana,

buscando caminos de fertilización cruzada entre ambas disciplinas, en lugar de

* Publicado en el Número Especial Internacional de la Revista de la Revista de Psicoanálisis editada por la Asociación Psicoanalítica Argentina, N° 8, Buenos Aires, 2001.

1

Page 2: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

pretender hacer “volver al redil de la ciencia a la oveja descarriada”. Fue justamente

Freud el pensador que se atrevió a intentar abordar la complejidad de la vida

subjetiva, que se dio cuenta de la futilidad de limitarse a esquemas completamente

mecánicos y que rompió de hecho con los chalecos metodológicos que impedían

pensar al sujeto en su especificidad. Quienes todavía hoy aúllan a la cientificidad son

los que más alejan al psicoanálisis de la ciencia y el pensamiento contemporáneos

que desde hace ya varias décadas ha comenzado a “hacer el camino” de la

complejidad, y están pidiendo un retroceso al mundo de la simplicidad, del

mecanicismo, de la conservación y la linealidad.

La posición desde la que he construido esta reflexión surge de la visualización del

fracaso sistemático de las pretensiones de limitar las ciencias humanas en general y

al psicoanálisis en particular dentro de unos supuestos de ortodoxia científica que

hoy ya no se tienen en pie ni siquiera para las ciencias exactas. Desde esta mirada,

resulta claro que no es más positivismo lo requiere el psicoanálisis, ni más

ortodoxia metodológica, sino todo lo contrario.

A diferencia de los epistemólogos clásicos que piensan a las teorías como entidades

abstractas flotando en el cielo platónico, los pensadores post-positivistas

sostenemos que es imprescindible historizar para comprender. Necesitamos explorar

la tierra nutricia donde los pensamientos han surgido, desplegar los contextos

sociales e históricos que les han dado vida y sentido, encontrar los lazos con los

modos vinculares y los esquemas institucionales que los han parido y sostenido. De

la misma manera, concebimos que el diálogo interdisciplinario emerge en el seno

de la experiencia social, en una cultura con historia, en un paisaje de relaciones

asimétricas, de trayectorias intrincadas en las que se gestan las necesidades,

deseos y posibilidades de acción de los sujetos y las comunidades que intervienen.

El diálogo está condicionado por la historia y el marco institucional, por las

interdicciones y deberes supuestos, por el lenguaje heredado, por las teorías e

instrumentos disponibles que marcan tanto la posibilidad como la imposibilidad de

los encuentros y los espacios que darán lugar –o no- a un intercambio fecundo, o a

una exigencia de sumisión, o a un arrasamiento de la diversidad y la singularidad, o

una co-construcción de sentido en evolución abierta.

2

Page 3: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

Freud fue un precursor del pensamiento multidimensional y hoy su

pensamiento, visto a la luz de los enfoques epistemológicos de la complejidad,

puede ayudar a enriquecer tanto a la epistemología como colaborar en la

superación de los marcos conceptuales que impedían un pensamiento más

poderosamente dinámico y creativo en las teorizaciones psicoanalíticas. En

este trabajo intento comenzar un camino en ese sentido y para ello consideraré una

obra “iniciática” del pensamiento freudiano el “Proyecto de una Psicología para

Neurólogos” desde un lenguaje y un marco conceptual contemporáneo.

La elección de esta obra "subterránea" de Freud obedece a diversas razones 1: en

primer lugar se trata de una obra fundacional (1895) que puede permitirnos

rastrear el origen de muchos de los principales conceptos y principios explicativos

del psicoanálisis. Es además una obra fronteriza, que intenta crear lazos entre la

psicología y la neurología y en la cual se gestan diversas guías heurísticas

fundamentales como por ejemplo el concepto de pulsión, el principio de

constancia, el principio de placer, y conceptualización sobre la organización del

yo, que aunque luego tomaron formas más definidas ya están esbozadas en esta

obra temprana. Por otra parte, en el Proyecto se pueden encontrar pregnancias

metafóricas muy fuertes de conceptos básicos de la física y la biología, que en

obras posteriores aparecen cortadas de sus orígenes. Finalmente se trata de una

obra en que es notorio el enfoque complejo y multidimensional de Freud que

caracterizará a todo su enfoque metapsicológico desde el comienzo, pues ya se

esbozan claramente los planos de análisis tópico, dinámico y económico y su

interacción permanente en la producción de la historia del sujeto.

Al mismo tiempo veremos cómo Freud no se atuvo jamás a un método a priori, no

quedó atado a los prejuicios iniciales, sino que buscó siempre nuevos caminos y

sentidos que le permitieran dar cuenta de las problemáticas que se le iban

presentando. Su obra es un modelo de producción interdisciplinaria, de

atravesamiento de fronteras, de ligazones fértiles y conjeturas audaces, en una

búsqueda de producción de sentido que abrevaba en múltiples fuentes. Dialogar

con Freud es abrirse a una multiplicidad de oportunidades y saberes, en cambio,

1 La elección en este caso también estuvo influida por los encuentros personales, la historia intelectual y las afinidades que me permitieron disfrutar del múltiples encuentros y diálogos fructíferos con los Dres. Luis y Cristina Hornstein, sin cuyos aportes esclarecedores jamás hubiera podido escribir este trabajo.

3

Page 4: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

aceptar la sumisión a una metodología única preestablecida es cerrar las puertas

al intercambio, al encuentro fecundo con otras metáforas y modelos, a la creación

y, fundamentalmente, a pensar la subjetividad.

Los comienzos: El modelo mecánico:

Hace 100 años, cuando Freud escribía el Proyecto, la física clásica aún reinaba

incólume, el mecanicismo -si bien había sido golpeado duramente por las teorías

electromagnéticas y la termodinámica en el ámbito de la física y por la teoría

evolucionista en el área biológica- aún era la metáfora fundamental de la época

en el campo de las explicaciones científicas. No resulta extraño entonces que en

un intento de construir una psicología coherente con los conocimientos de su

época, Freud recurriera a dos "ideas rectoras" fuertemente enraizadas en esta

tradición mecanicista:

"El proyecto tiene dos ideas rectoras: 1) concebir lo que diferencia la

actividad del reposo como una Q sometida a la ley general del

movimiento y 2) suponer como partículas materiales a las neuronasi"

Donde Q significa "cantidad", fruto de la "concepción de la excitación neuronal

como cantidades fluyentes" en virtud del intento de Freud de producir una

concepción cuantitativa. Sobre la base de esta concepción y siguiendo la

metáfora del mecanicismo newtoniano, Freud elabora el PRINCIPIO DE INERCIA

NEURONAL que "enuncia que la característica fundamental de las neuronas es

que procuran aliviarse de cantidad." Posteriormente este principio quedará

subsumido en lo que Freud denominará: PRINCIPIO DE CONSTANCIA. A este

último Freud se referirá en "Pulsiones y Destinos de la Pulsión", en los siguientes

términos:

" El sistema nervioso es un aparato al que le está deparada la función

de librarse de los estímulos que le llegan, de rebajarlos al nivel mínimo

i Freud, S. “Proyecto de una psicología”, en “Obras completas”, tomo I, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1991. Todas las citas del Proyecto corresponden a esta edición.

4

Page 5: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

posible; dicho de otro modo: es un aparato que de ser posible, querría

conservarse exento de todo estímulo".

Se puede decir que el Principio de Inercia Neuronal, es el origen del Principio de

Constancia, y que ambos se obtienen de la transposición del principio de inercia

newtoniano ("Todo cuerpo tiende a mantener su estado de movimiento, mientras

ninguna fuerza lo obligue a apartarse de él") al ámbito del sistema nervioso. Este

principio es utilizado en el Proyecto para explicar el movimiento reflejo y a partir

de allí la FUNCIÓN PRIMARIA que consiste en el mecanismo por el cual el

sistema nervioso responde a los estímulos externos a través de una descarga

motora que tiene como objetivo la huida del estímulo y por lo tanto le permite al

sistema volver a su situación inicial. Como vemos este es un modelo mecánico

clásico, modelo de equilibrio o balance cero, que se produce automáticamente y

que es característico de los sistemas cerrados y simples.

En los sistemas mecánicos no puede haber cambio cualitativo ni por tanto

novedad, las mismas causas producen siempre los mismos efectos, y un pequeño

incremento de un estímulo implica una respuesta aumentada en la misma

proporción, es decir, las relaciones son lineales o linealizables, no se admiten

interacciones sinérgicas ni inhibidoras, cada encuentro es independiente de los

otros, el sistema no tiene historia, sólo la eterna repetición de lo mismo. En la

actualidad es evidente que este modelo no puede dar cuenta de la riqueza,

variedad y sutileza de la conducta humana, y Freud fue el primero en

comprenderlo.

Primer Bucle de complejidad: Apertura del sistema, de la

física a la biología.

Ya en la tercer página del Proyecto Freud nos dice que:

"Sin embargo, el principio de inercia es quebrantado desde el comienzo

por otra constelación. Con la complejidad de lo interno, el sistema de

5

Page 6: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

neuronas recibe estímulos desde el elemento corporal mismo2. Estos

provienen de células del cuerpo y dan por resultado las grandes

necesidades: hambre, respiración, sexualidad. De estos estímulos el

organismo no se pude sustraer como de los estímulos exteriores (...)"

El organismo no puede "huir" de los estímulos internos, debe darles una

satisfacción adecuada a cada demanda, para lo cual debe realizar una "acción

específica", y para lograrlo requiere energía (Q). Por lo tanto:

"(...)el sistema de neuronas está forzado a resignar la originaria

tendencia a la inercia, es decir al nivel cero. Tiene que admitir un

acopio de Q para solventar las demandas de la acción específica. No

obstante, en el modo en que lo hace se muestra la perduración de la

misma tendencia, modificada en el afán de mantener al menos la Q lo

más baja posible y defenderse de cualquier acrecentamiento, es decir,

mantenerla constante."

De esta manera el organismo vivo se diferencia de la "máquina de reflejos".

El "apremio de la vida" le impone una FUNCIÓN SECUNDARIA, que lo lleva a

alejarse del equilibrio (Balance cero) y buscar un "estado estacionario" con un

nivel de energía lo más bajo posible pero que le permita realizar las "acciones

específicas". Es importante notar que la existencia de una función secundaria no

elimina la respuesta refleja, sino que produce un aumento de complejidad del

sistema, que solo puede ser concebido como una organización heterogénea

y multinivelada que ya no puede ser pensada en términos de reacciones

mecánicas o lineales exclusivamente.

En el Proyecto, Freud desarrolla la idea de " neurona investida " (llena de una

cantidad Q) a partir de estas consideraciones. Esta concepción da origen a un

análisis topológico de la organización del sistema nervioso que actuará como

soporte del aumento de complejidad.

2 Según J. Strachey -con quién coincido-, estos estímulos internos son los "precursores" del concepto de pulsión.

6

Page 7: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

En primer lugar Freud necesita explicar la capacidad de memoria del sistema

nervioso. Esto lo pone en contacto con una primer paradoja:

"Ahora bien, toda explicación de esa índole choca con la dificultad de

tener que suponer, por una parte, que tras la excitación las neuronas

serían duraderamente distintas que antes, a la par que es imposible no

admitir que las excitaciones tropiezan, en general, con idénticas

condiciones de recepción que las excitaciones anteriores"

Las paradojas no tienen solución desde la perspectiva en la que se han

planteado, frente a ellas el enfoque clásico consistió en negarlas o prohibirlas

(como hicieron Russell y Whitehead en los 'Principia Mathematica'). Freud, en

cambio, optó por cambiar los términos generales de la descripción de tal manera

que la paradoja desapareciera. Para ello tuvo que aumentar los niveles de

complejidad de la organización total del sistema y esto lo llevó a distinguir dos

clases de neuronas las "pasaderas" o f y las "impasaderas" o y. La diferencia

entre ambos grupos neuronales está dada por una mayor resistencia al flujo de

cantidad a nivel de las barreras de contacto entre las neuronas del sistema y. La

memoria, según el análisis freudiano, estaría dada por un "aumento de las

facilitaciones entre las neuronas y", o en términos de Freud:

"La memoria está constituida por distingos dentro de las facilitaciones

entre las neuronas y "

Esta concepción de la memoria implica una perspectiva dinámica, la

memoria no es un depósito inerte e invariable. Este enfoque se ve reforzado

cuando Freud toma en cuenta el análisis morfológico que indica que no existen

diferencias que sustenten la separación en los dos grupos neuronales. En este

momento decide recurrir nuevamente a la combinación entre una perspectiva

topológica y la dinámica, y propone una solución de diferenciación de los sistemas

f y y en el tiempo y en relación al devenir histórico. Al respecto nos dice Freud:

" Por eso, no situemos el distingo en las neuronas, sino en las

cantidades con que ellas tienen que habérselas. (...)Así, una neurona

7

Page 8: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

f devendría impasadera, y una neurona y, pasadera, si pudiéramos

permutar su tópica y conexiones; ellas conservan, sin embargo, sus

caracteres porque la neurona f sólo se entrama en la periferia, y la

neurona y, sólo con el interior del cuerpo. La diversidad de naturaleza

es sustituida por una diversidad de destino y de medio"

Este párrafo nos muestra a las claras el rápido alejamiento "de hecho" –aunque ni

Freud ni ningún pensador de la época lo haya superado completamente como

modelo ideal de inteligibilidad- que hace Freud de la concepción mecanicista

original, donde sólo se tenía en cuenta el elemento material: la neurona. En este

primer salto de complejidad la arquitectura topológica del sistema no se nos

presenta como dada o determinada sino que surge en el devenir de

interacciones. Una neurona no es estructuralmente, ni esencialmente pasadera o

impasadera sino que deviene tal en relación con los decursos de cantidad a los

que se ve expuesta en el curso de desarrollo histórico.

No es casual que el subtítulo de este apartado del Proyecto se denomine: El

punto de vista biológico. En el curso de sus investigaciones Freud encontró

rápidamente que le era imposible reducir las explicaciones exclusivamente a

términos y principios físicos, la necesidad de explicar el mecanismo de la memoria

le exige incorporar la "experiencia biológica" como principio explicativo

independiente y no reductible.

Es a partir de la interacción con el mundo que el sistema nervioso, por un

proceso de autoorganización, va adquiriendo una organización compleja, con

elementos diferenciados y memoria dinámica, es decir, historia. El modelo

mecanicista sólo podía proveer una memoria estática, un almacén, ya que no

admite el cambio ni la transformación. La memoria postulada por Freud es la del

ser vivo: memoria dinámica, interactiva, transformadora y transformable a la vez.

Segundo bucle de complejidad: La recursividad, de la

biología a la conciencia

Como vimos, el análisis de Freud comienza a complejizarse al tomar en cuenta la

memoria dinámica, pero esto lo lleva a enfrentarse a una situación paradójica.

8

Page 9: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

Nuevamente se enfrenta a la necesidad de reorganizar todo su campo

conceptual. Esto lo lleva a plantearse la apertura del sistema y el

reconocimiento de la emergencia de una dimensión irreductible: la biológica.

Sin embargo, el modelo hasta ese punto es eminentemente cuantitativo, las

cualidades de la vida psíquica no tienen un lugar en él. Pero una teoría

psicológica de algún interés tiene la obligación de ir más allá, en palabras de

Freud:

"Debe explicarnos aquello de lo cual tenemos noticia, de la manera

más enigmática, por nuestra "conciencia", y como esta conciencia

nada sabe de los supuestos que llevamos hechos -cantidades y

neuronas-, explicarnos este no saber."

Freud abre una nueva compuerta evolutiva, que lo lleva a otro nivel de

complejidad al preguntarse cómo y dónde se generan las cualidades. Rompe asi

con los preceptos de pureza cuantitativa de los metodólogos ortodoxos e

inmediatamente pasa inspección a una serie de hipótesis para concluir que el

mundo exterior no puede ser el origen de las cualidades pero tampoco los

sistemas neuronales f y y. Esto le lleva a proponer la existencia de un tercer

sistema el w. Este tercer sistema es

"(...)excitado juntamente a raíz de la percepción, pero no a raíz de la

reproducción, y cuyos estados de excitación darían por resultado las

diferentes cualidades; vale decir, serían sensaciones conscientes".

Freud se enfrenta a un nuevo dilema: el nuevo sistema postulado el de las

neuronas w tiene que ser a la vez "pasaderas", pero no pueden estar sometidas

al influjo de grandes cantidades. ¿Cómo habrán adquirido entonces su carácter

pasadero? Nuevamente, se ve obligado a reformular toda la organización, a

postular nuevas propiedades y es la incorporación de la dimensión temporal la

que le permite disolver el dilema. De esta manera en el decurso de las cantidades

(Q) no sólo debemos tener en cuenta la transferencia espacial, sino que le

9

Page 10: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

agregamos una dimensión temporal a la que Freud denominará período. Este

período se propaga sin inhibición y es recibido por las neuronas w y este, su:

"(...)estado de afección por el período, dado un mínimo llenado de Q,

es el fundamento de la conciencia".

La conciencia, además de la serie de cualidades sensibles, presenta otra serie

que es fundamental analizar: la serie placer-displacer. Esta serie, desde el

comienzo, queda articulada con el principio de inercia. Dice Freud:

"En efecto, siendo para nosotros una tendencia de la vida psíquica la

de evitar el displacer, estamos tentado identificarla con la tendencia

primaria a la inercia."

La serie placer - displacer fijará los límites de la conciencia. Pero estos límites

no son exclusivamente limitantes, no implican de ninguna manera un

sistema cerrado, sino que son fronteras de articulación entre los psíquico y lo

biológico. En este sentido es fundamental distinguir conceptualmente el límite

excluyente - propio de la modernidad y en general de la tradición occidental ligado

a la idea de independencia absoluta -, del límite fundante que separa y es

frontera de unión y encuentro a la vez, que permite una autonomía relativa

en un mundo vincular.

En este sentido, y en toda la obra de Freud, puede verse que la conciencia no se

independiza, sino que es un nivel emergente enraizado profundamente en la

corporalidad. A la vez, el concepto de autonomía, nos permite realizar una

distinción imprescindible para dar cuenta de nuestras experiencias pero elimina la

radicalidad y la artificialidad del concepto de independencia que nos

empantanaría en una concepción dualista generando toda una reorganización

conceptual más rica y texturada, multifascetada y abierta.

La modernidad fue incapaz de pensar la autonomía, sólo concibió la

independencia absoluta en el marco de su red conceptual mecanicista y su

metodología atrapada en el cálculo lineal. Quienes aceptaron las normativas del

pensamiento positivista quedaron presos en un chaleco de fuerza metodológico

10

Page 11: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

que les imposibilitó el acceso a un pensamiento interactivo, al concepto de

autonomía-enraizada y a la posibilidad de dar cuenta del devenir. En la obra de

Freud, estos escollos son sorteados con elegancia, pero sin llevar a cabo una

reflexión epistemológica, el fundador del psicoanálisis nunca habla de

“emergencia”, pues este concepto nacerá más adelante en la literatura filosófica y

en los desarrollos de diversas disciplinas. La epistemología positivista a la que él

estaba ligado produce un efecto paradojal en su obra: Freud rompe de hecho con

el mecanicismo y el positivismo, pero al mismo tiempo en el plano epistemológico

se mantiene ligado, conceptual y linguisticamente con la ciencia clásica y su

filosofía. Sin embargo, las metáforas y las guías heurísticas de su trabajo surgen

de una mirada y una práctica compleja, que permite una superación parcial de

estos modelos, aunque titubeante y fragmentaria, permiten avanzar en la

búsqueda de modelos superadores que marcarán al psicoanálisis desde su origen

y que en el proyecto quedan claramente expresados.

Romper el hechizo del Método:

Si cerráis la puerta a todos los errores,

también la verdad se quedará fuera.

Rabindranath Tagore

Como hemos visto el pensamiento de Freud es mucho más afín a los desarrollos

contemporáneos de la ciencia que a los modelos mecánicos en los que se inspiró

pero que comenzó a superar en su camino de investigación y producción de

sentido a medida que la complejidad se hacía presente. La epistemología

positivista desde un comienzo estigmatizó la producción psicoanalítica con un

sello de ilegitimidad a la vez sus planteos de sujeción metodológica actuaron más

bien como un freno y no como un estímulo para el desarrollo del pensamiento de

la subjetividad. Al erigirse el positivismo como un verdadero “tribunal de la razón”,

condenó a-priori a todos los desarrollos del pensamiento que no aceptaran

someterse a sus normas, pero también se condenó a sí mismo porque la propia

11

Page 12: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

epistemología pertenecía a una campo imposible de someter a las reglas que

ellos impusieron.

En la contemporaneidad, transcurrido un largo y duro siglo de evolución del

pensamiento de la subjetividad y de grandes terremotos epistemológicos quisiera

recordar las enseñanzas de Alexandre Koyré cuando nos advertía que ninguna

ciencia ha comenzado nunca con un tratado de método, ni ha progresado gracias

a un conjunto de reglas elaboradas de manera completamente abstracta. Sin

embargo, es eso justamente lo que pretenden hacernos creer todos los cultores

del método, los jueces del tribunal de la “razón pura”, los gendarmes de la pureza

de la ciencia.

El truco que se esconde detrás de la magia metódica es el de hacernos creer que

el método precede a la investigación, que es independiente de ella, que sus

valores provienen directamente de una razón o de una observación pura. Sin

embargo, “ el Discurso del Método fue escrito después de los ensayos científicos

de los que constituye el prefacio,ii ” y no a la inversa como es de esperar. Este

desliz temporal es un producto de ficción, pero la operación una vez realizada es

eficaz y verosímil. La supuesta anterioridad e independencia del método respecto

de los contenidos, es clave para entender los modos de proceder de la narración

y las prácticas intelectuales de los positivistas. A diferencia del poeta que “ hace

camino al andar “, los creyentes del método suelen pretender que el camino

preexiste aún a la misma Tierra. Su camino (significado etimológico de método)

idealizado elimina la historia viva del pensamiento y con ella de las dificultades,

los errores, las confusiones y vías muertas para presentarnos un trazado directo,

sin rodeos, que nos conduce en línea recta desde la ignorancia al saber guiados

sólo por sus normas. Para ello es esencial anteponer el método a la propia

investigación, abstraerlo del fangoso terreno del pensamiento afincado en la

complejidad y enraizado en el mundo problemático para llevarlo hacia las alturas

celestiales de la pureza. Si esto no se logra de hecho, pues el pensamiento

necesita siempre un anclaje de donde partir, sí es posible presentarlo de ese

modo a posteriori, a través de una descripción que re-construye el proceso

depurándolo y abstrayéndolo. Los guionistas del método actúan al modo de los

ii Koyré, A. " Estudios de historia del pensamiento científico " , Siglo XXI, México, 1977.

12

Page 13: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

escribas de Hollywood que nos han habituado a que los soldados permanezcan

limpios e impecables después de una devastadora batalla. Ahora bien, la ilusión

del método se basa en que una vez llegados a la meta podemos inventar

retroactivamente un camino directo que una el final y el principio y  - amparados

en la virtud de la claridad expositiva y el provecho pedagógico -, rescribir la

historia compleja reemplazándola por una fábula con desarrollo lineal y final feliz.

El hechizo del método reside en esta posibilidad de rescribir la historia, depurar el

pasado, exorcizar la complejidad e inventar una autopista donde sólo haya una

huella difusa o una red de senderos entrecruzados. Las coordenadas cartesianas

– justamente - nos permiten ubicar dos puntos cualesquiera en el globo terráqueo

y unirlos con una línea. Pero esto no implica de ninguna manera que sea posible

llegar desde uno al otro caminado rectamente. La simplicidad de los mapas no

es correlativa a la del territorio: es una abstracción geométrica que descarta

el relieve concreto, el clima y sus vaivenes, los predadores y sus afanes, los

pantanos y sus albures, las bifurcaciones y sus acechanzas.

La idea de un método a-priori válido para todas las ciencias, como todo lo puro,

resultó estéril. Y además, profundamente autoritaria, ya que el método no sólo se

concibe como anterior a la práctica dela investigación, sino que se lo presenta

como superior y garante de ésta.

La cuestión del método habilitó a los pensadores del renacimiento y a quienes los

siguieron a proponer tanto una nueva forma de pensar como un nuevo tribunal

para juzgar sus producciones. La autoridad de la jerarquía eclesiástica, que

poseía el monopolio de la interpretación de la voluntad divina inscripta en las

Sagradas Escrituras iba a ser desafiada por un saber metódico encarnado por un

nuevo grupo social, que - en un comienzo - sólo pretendió encontrar un lugar para

su propia divinidad junto a la tradicional. Para enfrentar al poder ya instaurado los

nuevos pensadores utilizaron el recurso del método. Este resultó ser

tremendamente eficaz en la batalla por el poder en el área del saber, aunque para

orientar la tarea creativa de la investigación su aporte haya sido minúsculo. Los

filósofos positivistas se convirtieron en legisladores de la pureza, jueces de la

racionalidad y cientificidad, policías del pensamiento y gendarmes de las fronteras

disciplinarias, inspectores de limpieza metodológica. Con ellos no es posible

13

Page 14: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

dialogar, construir una interacción fértil, intercambiar, sólo es posible someterse, .

rebelarse o desconocer sus dictados.

Freud utilizó una estrategia creativa que combinó las tres opciones mencionadas:

nunca abandonó explícitamente los dictados del pensamiento positivista, sin

embargo, hizo caso omiso de ellos cuando fue necesario para su investigación y

se rebeló en múltiples ocasiones contra la miopía de aquellos que querían

restringir el campo de pensamiento a los dictados de la pureza metodológica. La

acción deleterea de la ortodoxia positivista se expresó fundamentalmente en el

área de las ciencias sociales y humanas3 que debieron sortear innumerables

obstáculos para pensar más allá de la cuadricula mecánica. Pero como ya lo

advirtió Goethe “La teoría es gris, pero el árbol de la vida es siempre verde”, y

muchos pensadores, entre los que se destaca el padre del psicoanálisis, se

arriesgaron a entrar en las aguas de la complejidad sin un salvavidas

metodológico.

En la actualidad, después de varios siglos bajo el imperio del método,

hipnotizados aún por el discurso Moderno, estamos comenzando - aunque

todavía tímidamente - a sacudirnos el yugo de este hechizo metódico que impide

el desarrollo de cualquier tipo de pensamiento que no se amolde a la ortodoxia, y

vamos atreviéndonos a navegar en los mares de la incertidumbre y la creatividad.

Pero el precio que tenemos que pagar para ello incluye la renuncia a la ilusión de

un saber garantizado y absoluto. Esta no es una tarea sencilla, por el contrario

requiere de la aceptación de nuestra finitud, de nuestra limitación, de la

incompletud radical de todo conocer. Así como Freud debió pagar un alto costo

para hacer lugar al inconsciente, nosotros debemos renunciar a la tranquilidad

que ofrece la certeza (tranquilidad cada vez más esquiva e ilusoria) para poder

abrir las puertas a la invención, a la imaginación, al azar y a la diferencia,

sabiendo que junto con ellas entrará inevitablemente la incertidumbre, el error, el

desatino.

Renunciar a la idea de un método que nos conduzca siempre a la verdad, y que la

garantice, no implica de ninguna manera que estamos dispuestos a desistir de la

utilización de instrumentos o dispositivos, técnicas y procedimientos, o que no

3 Son excepcionales las carreras de ciencias duras o naturales que tengan en su currículo una materia como “Metodología de la Investigación”

14

Page 15: Complejidad, Interdisciplina y Psicoanalisis

seguiremos un orden o sistematizaremos nuestros resultados. Sólo implica que no

lo haremos independientemente o antes de la experiencia, que no creemos que

haya un solo camino o un solo dispositivo adecuado para pensar, explorar,

inventar... conocer. Sólo renunciamos al fetiche del método, podemos todavía

desplegar infinidad de dispositivos, construir caminos, sendas y autopistas,

elegir ir a campo traviesa o entre los matorrales, preferir el bosque a la ruta.

El método fue el ariete con que la nueva mentalidad burguesa golpeó las puertas

de la ciudadela medieval. Bajo su hechizo, aunque no por su mérito, se construyó

todo un modo de experiencia y legitimación del conocimiento. Siguiendo su

genealogía hemos podido atisbar sus trampas, y a partir de ese momento,

podemos comenzar a sortearlas y ganar los grados de libertad imprescindibles

para continuar el camino iniciado por Freud, sin arredrarnos ante las aguas del

pensamiento complejo y navegar en la incertidumbre de la agitada subjetividad

contemporánea.

15