Competiti Vi Dad

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Educación factor importante de competitividad internacional Hoy en día se habla de forma constantemente sobre el término competitividad convirtiéndose en un término común para políticos, profesionistas y algunos sectores del público en general. La competitividad está cada vez más presente en las estrategias cotidianas de cualquier ambiente, cualquier país, cualquier empresa, cualquier persona. Es parte ya del léxico habitual, porque en la actualidad, la competitividad se desarrolla en el marco de lo que se ha denominado globalización. K. Esser, en 1996, consideraba que la competitividad es el producto de la interacción compleja y dinámica entre cuatro niveles económicos y sociales de un sistema nacional, que son los siguientes: El nivel micro, de las empresas, las que buscan simultáneamente eficiencia, calidad, flexibilidad y rapidez de reacción, estando muchas de ellas articuladas en redes de colaboración mutua; el nivel meso correspondiente al Estado y los actores sociales, que desarrollan políticas de apoyo específico, fomentan la formación de estructuras y articulan los procesos de aprendizaje a nivel de la sociedad; el nivel macro, que ejerce presiones sobre las empresas mediante exigencias de desempeño; y, por último, el que se llama nivel meta, que se estructura con sólidos patrones básicos de organización jurídica, política y económica, suficiente capacidad social de organización e integración y capacidad de los actores para la integración estratégica. Por consiguiente la competitividad ha traído consigo variadas consecuencias. Por una parte, ha logrado incrementar la calidad de los procesos. Siempre hay una mejor manera de hacer las cosas, quien logre encontrar la fórmula, tendrá la oportunidad de convertirse en el líder del mercado. La eficiencia exigida en las empresas es cada vez mayor. Los procesos administrativos se han vuelto indispensables: La planeación, la Organización, La Dirección y el Control son el pan de cada día en cualquier empresa que busca sobresalir en su área. En este contexto la educación, adquiere una importancia significativa, al ser una fuerza productiva directa. No se puede, concebir, en la actualidad un crecimiento de la productividad de los factores productivos que repercuta en un aumento de la eficiencia y por ende la competitividad, sin un sistema educativo que de resultados positivos crecientes en la formación de una fuerza de trabajo calificada, que permita asimilar los adelantos tecnológicos. La relación competitividad – educación en la actualidad es tan estrecha, que nuestro desarrollo económico sólo puede ofrece una perspectiva mucho más positiva, mucho más justa, mucho más equilibrada si se cuenta con un sistema educativo eficiente y una mayor eficiencia en las investigaciones para el desarrollo y su aplicabilidad. Pero la competitividad no solo exige una educación de mayor masividad si no también de mayor calidad y resulta preocupante que la SEP afirmará que de las 71,000 personas que presentaron el examen Ingreso al Servicio Docente 2008-2009, sólo 23 245 lo acreditaron, mientras que 47 809 reprobaron. Este dato nos permite afirmar que sin estrategias fuertes y sólidas de mediano y largo plazo para una restructuración a fondo del Sistema Educativo, donde se definan las nuevas habilidades y competencias que requieren los docentes y alumnos, los resultados competitivos a nivel internacional serán pobres a pesar de ocupar el lugar 13 en PIB a nivel mundial.

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que es la competitvidad

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Educación factor importante de competitividad internacional Hoy en día se habla de forma constantemente sobre el término competitividad convirtiéndose en un término común para políticos, profesionistas y algunos sectores del público en general. La competitividad está cada vez más presente en las estrategias cotidianas de cualquier ambiente, cualquier país, cualquier empresa, cualquier persona. Es parte ya del léxico habitual, porque en la actualidad, la competitividad se desarrolla en el marco de lo que se ha denominado globalización.

K. Esser, en 1996, consideraba que la competitividad es el producto de la interacción compleja y dinámica entre cuatro niveles económicos y sociales de un sistema nacional, que son los siguientes: El nivel micro, de las empresas, las que buscan simultáneamente eficiencia, calidad, flexibilidad y rapidez de reacción, estando muchas de ellas articuladas en redes de colaboración mutua; el nivel meso correspondiente al Estado y los actores sociales, que desarrollan políticas de apoyo específico, fomentan la formación de estructuras y articulan los procesos de aprendizaje a nivel de la sociedad; el nivel macro, que ejerce presiones sobre las empresas mediante exigencias de desempeño; y, por último, el que se llama nivel meta, que se estructura con sólidos patrones básicos de organización jurídica, política y económica, suficiente capacidad social de organización e integración y capacidad de los actores para la integración estratégica.

Por consiguiente la competitividad ha traído consigo variadas consecuencias. Por una parte, ha logrado incrementar la calidad de los procesos. Siempre hay una mejor manera de hacer las cosas, quien logre encontrar la fórmula, tendrá la oportunidad de convertirse en el líder del mercado. La eficiencia exigida en las empresas es cada vez mayor. Los procesos administrativos se han vuelto indispensables: La planeación, la Organización, La Dirección y el Control son el pan de cada día en cualquier empresa que busca sobresalir en su área.

En este contexto la educación, adquiere una importancia significativa, al ser una fuerza productiva directa. No se puede, concebir, en la actualidad un crecimiento de la productividad de los factores productivos que repercuta en un aumento de la eficiencia y por ende la competitividad, sin un sistema educativo que de resultados positivos crecientes en la formación de una fuerza de trabajo calificada, que permita asimilar los adelantos tecnológicos. La relación competitividad – educación en la actualidad es tan estrecha, que nuestro desarrollo económico sólo puede ofrece una perspectiva mucho más positiva, mucho más justa, mucho más equilibrada si se cuenta con un sistema educativo eficiente y una mayor eficiencia en las investigaciones para el desarrollo y su aplicabilidad.

Pero la competitividad no solo exige una educación de mayor masividad si no también de mayor calidad y resulta preocupante que la SEP afirmará que de las 71,000 personas que presentaron el examen Ingreso al Servicio Docente 2008-2009, sólo 23 245 lo acreditaron, mientras que 47 809 reprobaron. Este dato nos permite afirmar que sin estrategias fuertes y sólidas de mediano y largo plazo para una restructuración a fondo del Sistema Educativo, donde se definan las nuevas habilidades y competencias que requieren los docentes y alumnos, los resultados competitivos a nivel internacional serán pobres a pesar de ocupar el lugar 13 en PIB a nivel mundial.

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Nuestro proceso de enseñanza debe tener una atención inmediata o tendremos dificultades para esbozar retos y demandas del entorno y poder aportar a los paradigmas de la educación: conductista, cognitivo, histórico social y el enfoque constructivista. Todo lo anterior influye en los requerimientos y características del sistema educativo del siglo XXI y continuará siendo una resistencia al mejoramiento sistemático de la competitividad, pues afecta la formación de los recursos humanos y la mejora del desarrollo social

La relación educación, competitividad y crecimiento para el desarrollo, es tan importante que países emergentes como China que esperan un crecimiento en los próximos cinco años del 9.5% anual de su PIB y que desde el 2002 sobrepasaron los 2,2 billones de dólares, para situarse en el cuarto puesto del mundo, después de EEUU, Japón y Alemania. Estableció como estrategia primaria el plan quinquenal 2001 -2005, eliminar el analfabetismo entre los jóvenes de entre 15 y 24 años, con el objetivo de mejorar la calidad de la población del país, dado que hasta ese entonces existían más de 85 millones de adultos que no sabían leer ni escribir, de los que cerca del 90 por ciento vivía en las áreas rurales azotadas por la pobreza, especialmente en las áreas romotas y ganaderas en la meseta Qinghai-Tibet, la meseta Yunnan-Guizhou y la meseta Loess. Esta estrategia también incluyó promover el estudio continuo entre aquéllos que habían salido del analfabetismo, para que además tengan la capacidad de mejorar su nivel cultural.

La estrategia de China durante el 2001 – 2005, forma parte de una búsqueda por convertirse en una superpotencia científica, gracias a la enorme inversión pública en investigación y desarrollo y al fuerte sector de población activa dedicada al sector científico y tecnológico. Los datos revelan que China desde 1977, el número de universitarios ha crecido 13 veces, desde unos 190.000 en 1977 hasta entorno de 2,6 millones registrados en 2006. Como resultado de tener una población activa recuperada y bien cualificada, experimentado un marcado aumento en el número de publicaciones científicas. En la actualidad se ha producido un sólido rendimiento por separado de algunas universidades. Estudios precisan que la Universidad de Pekín se sitúa entre el 1% de las primeras instituciones mundiales en cuanto a menciones de física, química, ingeniería, materiales, matemáticas y medicina clínica y otras cinco universidades chinas figuran entre el 1% de las primeras en al menos uno de estos campos.

La superación de las insuficiencias de Nuestro Sistema Educativo si asimilamos experiencias de otros países emergentes como China y la India, es mas que un proceso para mejorar el lugar 52 que ocupamos en Índice de Competitividad Global, es un proceso que se revertirá en la consolidación de nuestro proceso democrático y factor decisivo que mejorará el crecimiento económico, lo que se traducirá en mejoramiento de los niveles de empleo, bienestar y avances profundo en orden social.

El perfeccionamiento del Sistema Educativo es un factor decisivo para equilibrar la adaptación de las empresas pequeñas, medianas y grandes a los adelantos tecnológicos.

Jesús Valdés Díaz de Villegas Profesor de la división de posgrado en la EBC

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