Compendio de historia de la Revolución Francesa 1

download Compendio de historia de la Revolución Francesa 1

of 115

Transcript of Compendio de historia de la Revolución Francesa 1

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    1/115

    SOBOUL, A.

    COMPENDIO DE HISTORIA DE LA REVOLUCIN FRANCESA

    En 1789, Francia viva en el marco de lo que ms tarde se llam el Antiguo Rgimen.

    La sociedad segua siendo en esencia aristocrtica; tena como fundamentos el privilegiodel nacimiento y la riqueza territorial. Pero esta estructura tradicional estaba minada por laevolucin de la economa, que aumentaba la importancia de la riqueza mobiliaria y elpoder de la burguesa. Al mismo tiempo, el progreso del conocimiento positivo y elimpulso conquistador de la filosofa de la Ilustracin minaron los fundamentos ideolgicosdel orden establecido. Si Francia continuaba siendo todava, a finales del siglo XVIII,esencialmente rural y artesana, la economa tradicional se transformaba por el impulso delgran comercio y la aparicin de la gran industria. Los progresos del capitalismo, lareivindicacin de la libertad econmica, suscitaban, sin duda alguna, una viva resistenciapor parte de aquellas categoras sociales vinculadas al orden econmico tradicional; maspara la burguesa eran necesarias, pues los filsofos y economistas haban elaborado unadoctrina segn sus intereses sociales y polticos. La nobleza poda, desde luego,conservar el principal rango en la jerarqua oficial, y su poder econmico, as como supapel social, no estaban en modo alguno disminuidos.

    Cargaba sobre las clases populares, campesinas sobre todo, el peso del AntiguoRgimen y todo cuanto quedaba del feudalismo. Estas clases eran todava incapaces deconcebir cules eran sus derechos y el poder que stos tenan; la burguesa se lespresentaba de una manera natural, con su fuerte armadura econmica y su brillointelectual, como la nica gua. La burguesa francesa del siglo XVIII elabor una filosofaque corresponda a su pasado, a su papel y a sus intereses, pero con una amplitud demiras y apoyndose de una manera tan slida en la razn, que esta filosofa que criticaba

    al Antiguo Rgimen y que contribua a arruinarle, revestida de un valor universal, serefera a todos los franceses y a todos los hombres.

    La filosofa de la Ilustracin sustitua el ideal tradicional de la vida y de la sociedad por unideal de bienestar social, fundado en la creencia de un progreso indefinido del esprituhumano y del conocimiento cientfico. El hombre recobraba su dignidad. La plena libertaden todos los dominios, econmicos y polticos, tena que estimular su actividad; losfilsofos le concedan como fin el conocimiento de la naturaleza para dominarla mejor y elaumento de la riqueza en general. As las sociedades humanas podran madurar porcompleto.

    Frente a este nuevo ideal, el Antiguo Rgimen quedaba reducido a defenderse. La

    monarqua continuaba siendo siempre de derecho divino; el rey de Francia eraconsiderado como el representante de Dios en la tierra; gozaba, por ello, de un poderabsoluto. Pero este rgimen absoluto careca de una voluntad. Luis XVI abdic finalmentesu poder absoluto en manos de la aristocracia. Lo que llamamos la revolucinaristocrtica (pero que es ms bien una reaccin nobiliaria o, mejor dicho, una reaccinaristocrtica que no retrocede ante la violencia y la revolucin) precedi, desde 1787, a larevolucin burguesa de 1789. A pesar de tener un personal administrativo, con frecuenciaexcepcional, las tentativas que se hicieron de reformas estructurales, de Machault, deMaupeou, de Turgot, desaparecieron ante la resistencia de opinin de los Parlamentos y

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    2/115

    de los estados provinciales, bastiones de la aristocracia. Bien es verdad que laorganizacin administrativa no mejor y el Antiguo Rgimen sigui siendo algo inacabado.

    Las instituciones monrquicas, poco tiempo antes, haban recibido su estructuracinltima bajo Luis XIV: Luis XVI gobernaba con los mismos ministerios y los mismosconsejos que sus antepasados. Pero si Luis XIV haba llevado el sistema monrquico a

    un grado de autoridad jams alcanzado, no haba hecho, sin embargo, de este sistemauna construccin lgica y coherente. La unidad nacional haba progresado bastante en elsiglo XVIII, progreso que haba sido favorecido por el desarrollo de las comunicaciones yde las relaciones econmicas, por la difusin de la cultura clsica, gracias a la enseanzade los colegios y las ideas filosficas, a la lectura, a los salones y a las sociedadesintelectuales. Esta unidad nacional continuaba inacabada. Ciudades y provinciasmantenan sus privilegios; el Norte conservaba sus costumbres, mientras que el Mediodase rega por el Derecho romano. La multiplicidad de pesos y medidas, de peajes yaduanas interiores impeda la unificacin econmica de la nacin y haca que losfranceses fuesen como extranjeros en su propio pas. La confusin y el desordencontinuaban siendo el rasgo caracterstico de la organizacin administrativa: lascircunscripciones judiciales, financieras, militares, religiosas se superponan y obstruan

    las unas a las otras.Mientras las estructuras del Antiguo Rgimen se mantenan en la sociedad y en el Estado,una verdadera revolucin de coyuntura (para emplear la expresin de Ernest Labrousse)multiplicaba las tensiones sociales: crecimiento demogrfico y alza de precios fueron lascausas que, combinando sus efectos, agravaron la crisis.

    El desarrollo demogrfico de Francia en el siglo XVIII, especialmente a partir de 1740, esan ms importante, ya que sigue a un perodo de estancamiento. En realidad, fuepequeo. La poblacin del reino puede calcularse en unos diecinueve millones dehabitantes hacia finales del siglo XVII, y en unos veinticinco la vspera de la Revolucin.Necker, en su Administracin de las finanzas de Francia (1784), da la cifra de 24,7millones, cifra que parece un poco corta. Tomando como base 25 millones, el aumento

    hubiera sido de seis millones de habitantes, teniendo en cuenta las variaciones regionalesde un 30 a un 40 por 100. Inglaterra en esa poca no contaba con ms de nueve millonesde habitantes (aumento de un 80 por 100 durante el transcurso del siglo). Espaa, 10,5millones. La natalidad en Francia continuaba siendo elevada; su nivel alcanzaba el 40 por1.000. No obstante, se manifestaba una cierta tendencia a reducir los nacimientos,particularmente en las familias aristocrticas. El censo de mortalidad variaba mucho de unao a otro, y en 1778 disminuy a un 33 por 1.000. La media de vida eran los veintinueveaos poco antes de la Revolucin. Esta pujanza demogrfica marca especialmente lasegunda mitad del siglo XVIII; proviene, sobre todo, de la desaparicin de las grandescrisis del siglo XVII, que se deban a la falta de alimentacin, al hambre y a las epidemias(como las del gran invierno de 1709). Despus de 1741 -1742, esas crisis del tipo dehambre tendieron a desaparecer; la natalidad, con slo mantenerse, sobrepasaba la

    mortalidad y multiplicaba los hombres, especialmente en las clases populares y en lasciudades. El auge demogrfico parece que fue provechoso ms bien para las ciudadesque para el campo. Haba en 1789 unas sesenta ciudades con ms de 10.000 habitantes.Si se clasifican en la categora urbana las aglomeraciones de ms de 2.000 habitantes, lapoblacin de las ciudades puede valorarse aproximadamente en un 16 por 100. Estedesarrollo demogrfico aumenta la demanda de productos agrcolas y contribuye al alzade precios.

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    3/115

    El movimiento de precios y rentas en Francia en el siglo XVIII se caracteriza por un alzasecular, que va desde 1733 a 1817: la fase A, para emplear la terminologa de Simiand,da lugar a una fase B, de depresin, que a partir del siglo XVII lleg hasta 1730. Elmovimiento de larga duracin empez hacia 1733 (la libra se estabiliz en 1726, nohabiendo mutacin monetaria alguna hasta la Revolucin). El desarrollo, lento hasta 1758,se hizo violento desde 1758 a 1770 (la edad de oro de Luis XV) ; el alza se estabiliz,

    para volver a crecer de nuevo la vspera de la Revolucin. Los clculos de ErnestLabrousse sobre 24 mercancas y el ndice de 100 tomado en el ciclo bsico 1726-1741dicen que el alza de larga duracin media es de un 45 por 100 durante el perodo 1771-1789 y se eleva a un 65 por 100 para los aos 1785-1789. El aumento es muy desigualsegn los productos; ms importante para los alimenticios que para los fabricados, paralos cereales ms que para la carne: estas caractersticas son propias de una economaque ha permanecido esencialmente agrcola; los cereales ocupaban entonces un lugarimportante en el presupuesto popular, su produccin aumentaba poco, mientras que lapoblacin aumentaba rpidamente y la competencia de los granos extranjeros no podaintervenir. Durante el perodo de 1785-1789, el alza de precios es de 66 por 100 para eltrigo, de 71 por 100 para el centeno y de un 67 por 100 para la carne; la lea bate todoslos rcords: un 91 por 100; el caso del vino es especial: 14 por 100: la baja en el beneficiovincola es aun ms grave, ya que bastantes comerciantes en vinos no producen cerealesy han de comprar hasta su pan. Los textiles (29 por 100 para las mercancas de lana) y elhierro (30 por 100) se mantienen por debajo de la media.

    Las variaciones cclicas (ciclos 1726-1741, 1742-1757, 1758-1770,1771-1789) y lasvariaciones propias de las estaciones se superponen en un movimiento de larga duracinacentuando el alza. En 1789, el mximo cclico lleva el alza del trigo a un 127 por 100; ladel centeno a 136 por 100. En lo que se refiere a los cereales , las variaciones propias delas estaciones, imperceptibles o casi, en perodo de abundancia, aumentan en los aosmalos; desde una recoleccin hasta la otra, los precios pueden aumentar de un 50 a un100 por 100 e incluso ms. En 1789, el mximo estacionario coincidi con la primeraquincena de julio: lleg incluso a aumentar el trigo en un 150 por 100; el centeno, en un165 por 100. La coyuntura se manifest especialmente en el coste de vida: se puedenmedir fcilmente las consecuencias sociales.

    Las causas de esas fluctuaciones econmicas son diversas. En lo que se refiere a lasfluctuaciones cclicas y estacionarias, y, por tanto, las crisis, las causas hay que buscarlasen las condiciones generales de la produccin y en el estado de las comunicaciones.Cada regin vive de s misma, y la importancia de la recoleccin es la que regula el costede vida. La industria, de estructura especialmente artesana y con exportacin pequea,queda subordinada al consumo interior y depende directamente de las fluctuacionesagrcolas. En cuanto al alza a largo plazo, provendra de la multiplicacin de los mediosde pago: la produccin de metales preciosos aument considerablemente en el sigloXVIII, especialmente la del oro del Brasil y la plata mejicana. Se ha podido afirmar, por latendencia de la inflacin monetaria y el alza de precios, que la Revolucin, en ciertamedida, se haba preparado en lo profundo de las minas mejicanas. El desarrollodemogrfico contribuy tambin por su parte al alza de los precios al multiplicar lademanda.

    As se manifestaba, por mltiples aspectos econmicos, sociales y polticos, la crisis delAntiguo Rgimen. Estudiarla nos lleva a trazar un cuadro de causas profundas y

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    4/115

    ocasionales de la Revolucin y a establecer en principio lo que le dio su autnticaimportancia en la historia de la Francia contempornea.

    CAPITULOI

    LACRISISDELASOCIEDAD

    En la sociedad aristocrtica del Antiguo Rgimen, el derecho tradicional distingua tresrdenesoestados, el Clero y la Nobleza, estamentos privilegiados, y el Tercer Estado,que comprenda la inmensa mayora de la nacin.

    El origen de losestamentosse remontaba a la Edad Media, en donde se haca patente ladiferencia entre aquellos que rezaban, los que combatan y los que trabajaban para quevivieran los dems. El estamento del clero era el ms antiguo; tuvo desde un principio unacondicin especial regida por el derecho cannico. Ms tarde se hizo necesario entre loslaicos el grupo social de la nobleza. Quienes no eran ni clrigos ni nobles constituan lacategora de artesanos, que dio lugar al nacimiento del Tercer Estado. Pero la formacinde este tercer orden fue lenta. En un principio slo figuraban los burgueses, es decir, loshombres libres de aquellas ciudades que gozaban de un fuero o una carta puebla. Los

    campesinos penetraron en el Tercer Estado cuando participaron por primera vez en 1484en la eleccin de los diputados de este orden. Los rdenes se consolidaron poco a poco yse impusieron a la monarqua, aunque la distincin entre ellos convirtise en una leyfundamental del reino, consagrada por la costumbre. Voltaire, en su Essai sur les moeurset lesprit des nations (1756), califica a los estamentos de legales y los define comonaciones dentro de la nacin.

    Los estamentos no constituan clases sociales en s; cada uno de ellos estaba dividido engrupos ms o menos antagnicos. Sobre todo la antigua estructura social fundada sobreel sistema feudal, el desprecio de las actividades manuales y las ocupacionesproductoras, no estaban en absoluto en armona con la realidad.

    La estructura social francesa del Antiguo Rgimen conservaba el carcter de su origen,de la poca en que Francia haba empezado a tomar forma, hacia los siglos X y XI. Latierra constitua entonces la nica fuente de riqueza; quienes la posean eran tambin losdueos de aquellos que la trabajaban, los siervos. A partir de entonces haban cambiadoeste orden primitivo una multitud de transformaciones. El rey haba arrebatado a losseores los derechos de regala, dejndoles, sin embargo, sus privilegios sociales yeconmicos, lo que les permiti conservar un lugar preeminente en la jerarqua social. Elrenacimiento del comercio a partir del siglo XI y el desarrollo de la produccin artesanahaban creado, no obstante, una nueva forma de riqueza, la riqueza mobiliaria, y al mismotiempo una nueva clase social, la burguesa.

    A finales del siglo XVIII esta ltima iba a la cabeza de la produccin; proporcionaba loscuadros de la administracin real y tambin los capitales necesarios para la marcha delEstado. La nobleza slo tena un papel parasitario. La estructura legal de la sociedad nocoincida con las realidades sociales y econmicas.

    I. DECADENCIA DE LA ARISTOCRACIA FEUDAL

    La aristocracia constitua la clase privilegiada de la sociedad del Antiguo Rgimen;abarcaba la nobleza y el alto clero.

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    5/115

    Si la nobleza, como estamento, exista en 1789, haba perdido, sin embargo, desde hacatiempo los atributos del poder pblico como los haba tenido en la Edad Media. Al preciode un gran esfuerzo, la monarqua capeta haba vuelto a ejercer sus derechos de regala:percibir el impuesto, hacer la leva de los soldados, acuar moneda, hacer justicia.Despus de La Fronda, la nobleza, vencida y en parte arruinada, fue domada. Los noblesconservaron el primer lugar en la jerarqua social hasta 1789; la nobleza constitua,

    despus del clero, el segundo estamentodel Estado.

    La aristocracia no se confunda exactamente con los privilegiados; los curas y losreligiosos de origen campesino no descollaban. La aristocracia era esencialmente lanobleza. El clero constitua un orden privilegiado, dividido en dos por la barrera social.Segn Siyes era, por otra parte, ms que estamento una profesin. De hecho, el altoclero perteneca a la aristocracia: obispos, abades, presbteros, la mayora de loscannigos; mientras que el bajo clero, es decir, los curas y los vicarios, casi todosplebeyos, pertenecan socialmente al Tercer Estado.

    1. La nobleza: decadencia y reaccin

    Los efectivos de la nobleza pueden ser valorados aproximadamente en unas 350.000personas, o sea, el 1,5 por 100 de la poblacin del pas. Pero hay que tener en cuenta losmatices regionales. Despus de ciertos registros del impuesto per cpita, o tambin segnel nmero de electores nobles que haban participado en las operaciones electorales de1789, la proporcin de nobles en las ciudades variaba en ms de un 2 por 100 o enmenos de un 1 por 100: Evreux, + 2 por 100; Albi, - 1,5 por 100; Grenoble, - 1 por 100;Marsella, -1 por 100.

    La nobleza formaba el segundo estamento de la monarqua, pero era la clase dominantede la sociedad. Este adjetivo, por otra parte, ocultaba a finales del siglo XVIII una serie deelementos dispares, verdaderas castas hostiles entre s. Todos los nobles poseanprivilegios honorficos, econmicos y fiscales; derecho a espada, banco reservado en laIglesia, decapitacin en caso de ser condenado a muerte -en vez de ser ejecutado en la

    horca- y, sobre todo, exencin de impuestos sobre las tierras, de trabajo en carreteras yde alojamiento de soldados, derecho a caza, monopolio de acceso a los gradossuperiores del ejrcito, a las dignidades de la Iglesia y a los altos cargos de lamagistratura. Adems, los nobles propietarios de un feudo perciban sobre loscampesinos los derechos feudales (se poda, desde luego, ser noble sin poseer ningnfeudo o ser un campesino y poseer un feudo noble, habiendo desaparecido toda conexinentre la nobleza y el sistema feudal). La propiedad territorial noble variaba segn lasregiones. Era especialmente fuerte en los pases del Norte (22 por 100), en Picarda y enArtois (32 por 100),en los del Oeste (60 por 100), en los Mauges, en Borgoa (35 por100), menos importante en el Centro, el Sur (15 por 100 en la dicesis de Montpellier) y elSudeste. En conjunto, la nobleza vena a poseer, aproximadamente, la quinta parte de lastierras del reino.

    Unidos slo por los privilegios, los nobles mantenan entre s diversas categoras, conintereses con frecuencia opuestos.

    La nobleza de la Corte estaba compuesta por nobles que haban sido presentados a ella,unas 4.000 personas que vivan en Versalles en torno del rey. Llevaban una vida muylujosa gracias a las pensiones que les asignaba la prodigalidad real, los sueldos militares,las rentas de los impuestos de la Casa Real, las abadas en encomienda, es decir, que uneclesistico secular o un laico nombrado por el rey perciban la tercera parte de la renta

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    6/115

    sin ninguna obligacin por su parte, y no hablemos de los recursos que perciban de susextensos dominios. La alta nobleza estaba, sin embargo, arruinada en parte; la mayorrenta no llegaba para mantener su rango; la gran cantidad de servidumbre de que serodeaban, el lujo de sus atavos, el juego, las recepciones, las fiestas, los espectculos, lacaza, les exigan cada vez ms dinero. La alta nobleza se endeudaba. Los matrimonioscon ricas herederas de origen campesino no bastaban para sacarles de apuros. La vida

    mundana, en efecto, acercaba cada vez ms a una parte de esta nobleza a las altasfinanzas y a las ideas filosficas: as en el saln de Mme. DEpinay. Por sus costumbres,por sus ideas liberales, una parte de la alta nobleza empez a alejarse de su clase social;esto en una poca en que la jerarqua social pareca ser de lo ms rgido. Este grupo dela nobleza liberal, aunque manteniendo sus privilegios sociales, se vea impulsado haciala alta burguesa, con la que comparta ciertos intereses econmicos.

    La nobleza provinciana tena una suerte menos brillante. Los gentiles hombres ruralesvivan con sus campesinos y con frecuencia casi con las mismas dificultades. Su recursoprincipal, ya que estaba prohibido a los nobles, so pena de perder sus derechos, practicaralguna ocupacin manual, incluso cultivar su propia tierra ms all de un cierto nmero defanegas, dependa de que percibiesen los derechos feudales que estaban obligados a

    pagar los campesinos. Estos derechos, si eran percibidos en dinero segn una tarifaestablecida haca varios siglos, constituan una dbil ayuda teniendo en cuenta laconstante disminucin del poder adquisitivo del dinero y el aumento continuo del coste devida. As, muchos de los nobles de provincias vegetaban en sus casas de campoarruinados y odiados cada vez ms por aquellos campesinos a quienes les exigan elpago de los derechos feudales. De este modo se form, para emplear la expresin deAlbert Mathiez, una verdadera plebe nobiliaria, que viva replegada en su miseria, odiadapor los campesinos, despreciada por los grandes seores que a su vez odiaban a losnobles de la Corte por las mltiples rentas que obtenan del tesoro real y a la burguesade las ciudades por las riquezas que sus actividades productivas les permitan amasar.

    La nobleza de toga estaba constituida desde que la monarqua desarroll su aparatoadministrativo y judicial. Naci en el siglo XVI de la alta burguesa. Esta nobleza de oficioocupaba todava en el siglo XVII una posicin intermedia entre la burguesa y la noblezade espada; en el siglo XVIII tenda a confundirse con la ltima. A la cabeza estaban lasgrandes familias parlamentarias, que pretendan controlar el gobierno real y participar enla administracin del Estado. Inamovibles (haban comprado sus cargos), se transmitanstos de padres a hijos; los parlamentarios representaban una gran fuerza, con frecuenciaen pugna con la realeza, pero profundamente vinculados a los privilegios de su casta yhostiles a toda reforma que les pudiese alcanzar. Los filsofos los atacabanviolentamente.

    La aristocracia feudal estaba en decadencia a finales del siglo XVIII. No cesaba deempobrecerse; la nobleza de la Corte se arruinaba en Versalles, la nobleza provincianavegetaba en sus tierras. Por ello exiga con tanta premura la aplicacin de sus derechos

    tradicionales, pues cada vez estaban ms cerca de la ruina. Los ltimos aos del AntiguoRgimen se caracterizaron por una violenta reaccin aristocrtica. Polticamente, laaristocracia intentaba monopolizar todos los altos cargos del Estado, la Iglesia y elEjrcito; en 1781, un edicto del rey reserv los grados del Ejrcito para aquellos quehiciesen la prueba de los cuatro cuarteles de nobleza. Econmicamente, la aristocraciaagravaba el sistema seorial. Por medio de los edictos de seleccin, los seores seatribuan la tercera parte de los bienes que pertenecan a las comunidades rurales. Con elrestablecimiento de los ttulos de seoro y sus rentas, los registros conteniendo laenumeracin de sus derechos ponan en vigor antiguos derechos cados en desuso y

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    7/115

    exigan con toda exactitud lo que les era debido. Por entonces los nobles empezaron ainteresarse por las empresas de la burguesa, colocando sus capitales en las nuevasindustrias, especialmente en las industrias metalrgicas. Algunos aplicaban a sus tierraslas nuevas tcnicas agrcolas. En esta carrera por el dinero una parte de la alta noblezase aproximaba a la burguesa, con la que comparta en cierta medida las aspiracionespolticas. Pero el conjunto de la nobleza provincial y la de la Corte no vea otra solucin

    que mantener cada vez ms estrictamente sus privilegios. Hostil a las ideas nuevas, sloreclamaba a los Estados generales para que les devolviesen su primaca y sancionasensus privilegios.

    En resumen, la nobleza no constitua una clase social homognea verdaderamenteconsciente de sus intereses colectivos. La monarqua era blanco de la oposicin frondistade la nobleza parlamentaria, de la crtica de los grandes seores liberales y de losataques de los hidalgos de provincias excluidos de las funciones polticas oadministrativas y que soaban con volver a la antigua constitucin del reino, constitucinque les hubiera costado trabajo precisar. La nobleza de provincias, abiertamentereaccionaria, se opona al absolutismo. La nobleza de la Corte ilustrada se beneficiabacon los abusos del rgimen, pidiendo a la vez que se reformase sin tener en cuenta que

    su abolicin le traera el golpe de gracia. La clase dominante del Antiguo Rgimen noestaba unida para defender el sistema que garantizaba su primaca. Frente a ella estabael Tercer Estado en pleno: los campesinos, a quienes exasperaba el rgimen feudal; losburgueses, que se irritaban ante los privilegios fiscales y honorficos; el Tercer Estado,unido por su hostilidad comn contra el privilegio aristocrtico.

    2. El clero, dividido

    El clero, compuesto aproximadamente de 120.000 personas, se proclamaba como laprimera corporacin del reino. Primero de los estamentos del Estado, posea importantesprivilegios polticos, judiciales y fiscales. Su poder econmico estaba en lo que percibapor el diezmo y la propiedad territorial.

    La propiedad territorial del clero era urbana y rural. Posea numerosos inmuebles en lasciudades y por ellos perciba alquileres, cuyo valor se duplic segn transcurra el siglo.Para el clero regular la propiedad urbana era, al parecer, ms importante que la propiedadrural; en las ciudades como Rennes, Run, los conventos posean numerosos terrenos einmuebles. La propiedad rural eclesistica era ms importante todava. Es difcil hacer unavaloracin para el conjunto del pas. Voltaire valoraba la renta que el clero obtena de sustierras en 90 millones de libras, Necker en 130, valoracin sin duda ms prxima a larealidad; pero lo cierto es que entonces se tena tendencia a supervalorar las rentasterritoriales del clero. La propiedad eclesistica, generalmente, estaba dividida y secompona de propiedades aisladas, con un rendimiento mediocre como consecuencia, talvez, de una mala administracin y de un control lejano de los arrendatarios. Si se intenta,a base de estudios locales y regionales, valorar de una forma ms precisa la propiedad

    territorial eclesistica se comprobar que variaba de una a otra regin, disminuyendohacia el oeste ( 5 por 100 en los Mauges) y en el medioda (6 por 100 en la dicesis deMontpellier). El porcentaje alcanz a veces un 20 por 100 ( el Norte, Artois, Brie), perodescenda por debajo de 1 por 100; se le puede valorar en un 10 por 100 como tipomedio: proporcin importante si se tiene en cuenta la debilidad numrica del orden.

    El diezmo constitua aquella parte correspondiente a los frutos de la tierra o de losrebaos que las ordenanzas 779 y 794 haban obligado a los propietarios de la tierra a dara los beneficiarios. Era universal y pesaba sobre las tierras de la nobleza, sobre las

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    8/115

    propiedades personales de los clrigos y sobre las tierras de los campesinos. Variabasegn las regiones y las recolecciones. El diezmo mayorpesaba sobre los cuatro granosms importantes ( el trigo, el centeno, la cebada y la avena), el diezmo menorsobre losdems frutos. El impuesto del diezmo era siempre inferior a un 10 por 100; el tipo mediopara los granos y para el conjunto del pas parece situarse en una treceava parte. Esdifcil valorar en conjunto la renta que el clero obtena del diezmo. Se puede considerar en

    una valoracin de unos 100-120 millones de libras; a stas se aadan las rentas de lapropiedad territorial, que vena a ser, aproximadamente, la misma suma.

    Por el diezmo y las tierras el clero dispona, pues, de una parte considerable de lacosecha, que revenda. Con todo ello se aprovechaba de la subida de los precios y delalza de los arrendamientos; el valor del diezmo parece haber ms que duplicado su valordurante el siglo XVIII. La carga de los diezmos, tan insoportable para los campesinos, loera ms, ya que frecuentemente se desviaban de su primitivo objetivo y, a veces, iban aparar a los laicos con el nombre de diezmos enfeudados.

    Slo el clero constitua un verdadero orden, provisto de una administracin (agentesgenerales del clero y cmaras diocesanas) y sus tribunales (la curia). Cada cinco aos se

    reuna la Asamblea, que se ocupaba de asuntos religiosos y de los intereses delestamento. Votaba una contribucin voluntaria para subvenir a las cargas del Estado, eldon gratuito, que constitua con las dcimas, la nica imposicin del clero, un trminomedio de 3.500.000 libras por ao, cifra mnima con relacin a las rentas del estamento.Es cierto que el clero tena la carga del Estado civil (registros de bautismos, matrimonios ysepulturas), de las asistencias y de la enseanza. La sociedad laica dependa anestrechamente del poder eclesistico.

    El clero regular (de 20 a 25.000 religiosos y, por trmino medio, unas 40.000 religiosas),tan floreciente en el siglo XVII, conoci, a finales del XVIII, una decadencia moralprofunda y un gran desorden. En vano la Comisin de regulares, instituida en 1766, habaintentado una reforma. En 1789 existan 629 abadas de hombres de encomienda y 115regulares; 253 abadas de mujeres consideradas regulares; en resumen, casi todas las

    abadas regulares se deban al nombramiento real. El descrdito del clero regular sedeba en parte a la importancia de sus considerables propiedades, cuyas rentas iban a losconventos despoblados y an ms a los abades encomenderos ausentes. Los mismosprelados eran muy severos para con el clero regular; segn el arzobispo de Tours, en1778, la raza franciscana (de la Orden de San Francisco de Ass) est envilecida enprovincias. Los obispos se quejan de la conducta crapulosa y desordenada de estosreligiosos.

    El relajamiento de la disciplina continuaba, en efecto. Muchos monjes adoptaban lasnuevas ideas, lean a los filsofos. Eran los que iban a proporcionar una parte del cleroconstitucional, una parte incluso de los revolucionarios. La decadencia era menossensible en las comunidades de mujeres, en especial las que se ocupaban de la

    enseanza o asistencia: precisamente las que eran ms pobres. Las abadas antiguasgozaban a veces de considerables rentas. Gran parte de las abadas eran pornombramiento del rey. Con frecuencia, el rey no dejaba las rentas de estas abadas a lospropios monjes; las daba en encomiendaa beneficiarios, eclesisticos seculares e inclusolaicos que no ejercan la funcin, pero que perciban la tercera parte de la renta.

    El clero secular estaba expuesto tambin a una verdadera crisis. La vocacin religiosa nose basaba, como en el pasado, en el fundamento nico de la fe; la propaganda filosficala haba debilitado desde haca tiempo.

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    9/115

    En realidad el clero, aunque constituyese un estamento y poseyese una unidad espiritual,no formaba un conjunto socialmente homogneo. En sus filas, como en el conjunto de lasociedad del Antiguo Rgimen, se oponan nobles y campesinos, el bajo y el alto clero, laaristocracia y la burguesa.

    El alto clero, obispos, abades y cannigos, se reclutaba cada vez de modo ms exclusivo

    en la nobleza; entenda con esto que defenda sus privilegios, de cuyo beneficio el bajoclero quedaba generalmente excluido. Ni uno solo de los 139 obispos no era noble en1789. La mayor parte de las rentas del estamento iba a los prelados; el fausto y lamagnificencia de los prncipes de la Iglesia igualaba al de los grandes seores laicos: lamayor parte residan en la Corte y no se ocupaban demasiado de su obispado; el deEstrasburgo, cuyo titular era prncipe y landgrave, proporcionaba 400.000 libras de renta.

    El bajo clero (50.000 curas y vicarios) conoca con frecuencia lo que eran verdaderasdificultades. Curas y vicarios, casi todos de origen campesino, no perciban ms que laparte congrua (750 libras para los curas, 300 para los vicarios, desde 1786), que lesdejaban los beneficiarios, eclesisticos y, a veces, incluso, laicos, que perciban las rentasdel curato sin ejercer los cargos. Tambin los curas y los vicarios constituan

    frecuentemente la verdadera plebe eclesistica, nacida del pueblo, que viva con l ycomparta su espritu y sus aspiraciones. El ejemplo del bajo clero delfiniano es bastantesignificativo en este sentido. Ms que en cualquier otra provincia, en el Delfinado aparecimuy pronto la insurreccin de los curas, que provoc la escisin del estamento clerical enlas primeras reuniones de los Estados generales. Este espritu de venganza se explicpor el nmero tan elevado de congruistas que haban sido dejados aparte por el alto cleroy por el apoyo que hallaron cerca de los parlamentarios. Las dificultades materiales en lasque se debatan curas y vicarios les llevaron a formular reivindicaciones temporales, quepronto llegaron al campo teolgico. A partir de 1776 el futuro obispo constitucional deGrenoble, Henry Reymond, public un libro, inspirado por el richrisme(*) que establecalos derechos de los prrocos en la historia de los primeros siglos de la Iglesia, la tradicinde los Concilios y la doctrina de los padres. En 1789, la memoria de cuestiones expuestasal Rey de los del Delfinado, aunque conservando un tono respetuoso para con losobispos, llev estas ideas hasta sus conclusiones extremas, vinculando la suerte del bajoclero a la del Tercer Estado.

    A pesar de esta actitud del bajo clero, no se puede olvidar que la sociedad del AntiguoRgimen, la Iglesia, haba vinculado su suerte a la de la aristocracia. Esta ltima, pues, nohaba cesado, durante todo el transcurso del siglo XVIII, de cerrarse a medida que seagravaban sus condiciones de existencia. Frente a la burguesa se transformaba en casta:la nobleza de la espada, la nobleza de la toga, la alta Iglesia, se reservaba el monopoliode los cargos militares, judiciales o eclesisticos, de los cuales se exclua a los rurales uhombres llanos. Y esto en el momento en que esta aristocracia se haba convertido enalgo puramente parasitario, que no justificaba en absoluto, por los servicios prestados alEstado o a la Iglesia, los honores y los privilegios que haban podido constituir en un

    momento dado una contrapartida legtima. La aristocracia se aislaba de la nacin por suinutilidad, por sus pretensiones, por su obstinada despreocupacin frente al bienestargeneral.

    II. AUGE Y DIFICULTADES DEL TERCER ESTADO

    El tercer estamentose denominaba, desde finales del siglo XV, con el nombre de TercerEstado. Representaba a la inmensa mayora de la nacin, o sea, a ms de 24 millones de

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    10/115

    habitantes, a finales del Antiguo Rgimen. El clero y la nobleza ya estaban constituidos,antes que ste, desde haca tiempo; pero la importancia social del Tercer Estado aumentrpidamente, de aqu el papel de sus miembros en la nacin y en el Estado. Desdeprincipios del siglo XVII, Loyseau comprob que el Tercer Estado tena

    ahora mucho ms poder y autoridad que antes. Son casi todos funcionarios de la justicia y delas finanzas, desde que la nobleza ha despreciado las letras y abrazado el ocio.

    Siyes ha hecho resaltar muy bien la importancia del Tercer Estado a finales del AntiguoRgimen, en su folleto tan famoso de 1789: Qu es el Tercer Estado?A esta preguntaresponde: Todo. Demuestra en su primer captulo que el Tercer Estado es una nacincompleta:

    Quin se atrevera a decir que el Tercer Estado no tiene en s todo lo que hace falta paraconstituir una nacin completa? Es el hombre fuerte y robusto que todava tiene un brazoencadenado. Si se quitase el estamento privilegiado, la nacin no sera la cosa de menos, sinola cosa de ms. As, pues, qu es el Tercer Estado? Todo, pero un todo obstaculizado y

    oprimido. Qu sera sin el estamento privilegiado? Todo, pero un todo libre y floreciente. Nadapuede marchar sin l; todo ira infinitamente mejor sin los otros.

    Siyes termina diciendo:El Tercer Estado abarca todo cuanto pertenece a la nacin, y todo cuanto no sea el TercerEstado no puede considerarse como la nacin.

    El Tercer Estado comprenda a las clases populares de los campos y de las ciudades.Adems, no es posible trazar un lmite claro entre esas diversas categoras sociales, lapequea y la mediana burguesa, compuestas esencialmente por artesanos ycomerciantes. A estas clases medias se unan los miembros de las profesiones liberales:magistrados no nobles, abogados, notarios, profesores, mdicos y cirujanos. De la altaburguesa salan los representantes de las finanzas y del comercio importante; en primer

    lugar estaban los armadores y financieros; los cobradores de impuestos generales y losbanqueros. Arremetan contra la nobleza por la fortuna, aunque tenan la ambicin depertenecer a ella adquiriendo un cargo y un ttulo nobiliario. Lo que ms all de estadiversidad social constitua la unidad del Tercer Estado, era la oposicin a los privilegios yla reivindicacin de la igualdad civil. Una vez adquirida esta ltima, la solidaridad de lasdiversas categoras sociales del Tercer Estado desaparecera: de aqu, el desarrollo delas luchas de clase bajo la Revolucin. El Tercer Estado, que agrupaba tambin a todoslos campesinos, constitua, pues, un estamento, pero no una clase; era una especie deentidad, de la que no se poda formar una idea exacta ms que descomponiendo susdiversos elementos sociales.

    1. Poder y diversidad de la burguesa

    La burguesa constitua la clase preponderante del Tercer Estado; dirigi la Revolucin ysac provecho de ella. Ocupaba, por su riqueza y su cultura, el primer puesto en lasociedad, posicin que estaba en contradiccin con la existencia oficial de los estamentosprivilegiados. Teniendo en cuenta su lugar en la sociedad y el lugar que ocupaba en lavida econmica, se pueden distinguir diversos grupos: el de los burgueses, propiamentedichos, burguesa pasiva de rentistas que vivan del beneficio capitalizado o de las rentasde la propiedad territorial; el grupo de las profesiones liberales, de los hombres de leyes,de los funcionarios, categora compleja y muy diversa; el grupo de artesanos y

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    11/115

    comerciantes, pequea o mediana burguesa, vinculada al sistema tradicional de laproduccin y del cambio; el grupo de la gran burguesa de los negocios, categora activaque viva directamente del beneficio, el ala comercial de la burguesa. Con relacin alconjunto del Tercer Estado, la burguesa constitua naturalmente una minora, inclusoabarcando el conjunto de los artesanos. Francia, a finales del siglo XVIII, continuabasiendo esencialmente agrcola y, para la produccin industrial, un pas de artesanos; el

    crdito estaba poco extendido, haba un numerario escaso en circulacin. Estascaractersticas repercutan en la composicin social de la burguesa.

    La burguesa de rentistas formaba un grupo econmicamente pasivo, producto de laburguesa del comercio o de los negocios, viviendo del inters del capital. La burguesa sehaba enriquecido durante el transcurso del siglo; el nmero de rentistas no haba dejadode aumentar. Por ejemplo, Grenoble, en donde la categora de los rentistas (y de lasviudas) se incrementaba constantemente: en 1773, los rentistas representaban el 21,9 por100 del efectivo burgus; los hombres de leyes, el 13,8 por 100; los comerciantes, el 17,6por 100; en 1789, la proporcin de los comerciantes haba disminuido en un 11 por 100,mientras que la de los rentistas se elevaba a un 28 por 100. En Tolosa esta burguesa derentistas se compona aproximadamente de un 10 por 100 del conjunto. En Albi, la

    proporcin disminua en un 2 a 3 por 100. El grupo de los rentistas pareca haberenglobado aproximadamente a un 10 por 100 del conjunto de la burguesa. Haba, sinembargo, una gran diversidad en cuanto a la calidad del rentista. En El Havre, unhistoriador habla de una burguesa envilecida por pequeos y minsculos rentistas. EnRennes se vuelve a hallar al rentista muy elevado o muy bajo en la escala social. Rentistaquera decir como una cierta clase de vida (vivir burguesamente), con mltiples niveles,segn la extrema diversidad de las fortunas. Tambin era muy diverso el origen de estasrentas, pues poda provenir de acciones en las empresas comerciales, rentas delAyuntamiento (servicio de prstamos), alquileres urbanos, arrendamientos rurales. Lapropiedad territorial de la burguesa (bien entendido que se trata de la burguesa en suconjunto y no slo de la burguesa de los rentistas) puede valorarse en un 12 a 45 por 100de las tierras segn las regiones: 16 por 100 en el Norte, 9 por 100 en Artois, 20 por 100

    en Borgoa, ms de un 15 por 100 en los Mauges, 20 por 100 en la dicesis deMontpellier. Concentrada alrededor de las ciudades , la compra de bienes races situadosen lugares prximos a sus residencias urbanas constitua siempre la inversin favorita delos numerosos burgueses enriquecidos en el comercio.

    La burguesa de las profesiones liberales formaba un grupo muy diverso en donde elTercer Estado hall sus principales intrpretes. Incluso aqu ocurra que la ascendenciaera con frecuencia comercial y el capital inicial provena de estas ganancias. Los ttulos delos cargos que no concedan nobleza se incluan en esta categora; los cargos de justiciao finanzas, cuya dignidad se acompaaba de una funcin pblica. Los funcionarios eranlos propietarios de su cargo porque lo haban comprado. En primer lugar, estaban lasprofesiones liberales, propiamente dichas; las profesiones jurdicas eran muy numerosas:procuradores, oficiales, notarios y abogados de las mltiples jurisdicciones del AntiguoRgimen. Las dems profesiones liberales no constituan una cifra tan notable. Losmdicos eran raros y no gozaban de gran consideracin, salvo algunos cuantos quehaban logrado la celebridad (Tronchin, Guillotin...). En las pequeas ciudades se conoca,sobre todo, al farmacutico o al cirujano que, hasta poco tiempo antes, era al mismotiempo barbero. Los profesores tenan an menos importancia, salvo algunos de ellos,que enseaban en el Colegio de Francia o en las Facultades de Derecho o de Medicina.Eran poco numerosos, ya que la Iglesia tena el monopolio de la enseanza. La mayorade los laicos que enseaban eran maestros de escuela o preceptores. Por ltimo, las

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    12/115

    gentes de letras y los nouvellistes (periodistas) eran relativamente numerosos en Pars(Brissot...). En Grenoble, en donde la existencia de un Parlamento daba lugar a lapresencia de numerosos legisladores, abogados y procuradores, los juristas constituanun 13.8 por 100 del efectivo burgus. En Tolosa, tambin ciudad con Parlamento ycabeza de la administracin provincial, los funcionarios titulares de los cargos de

    judicatura y finanzas no pertenecan a la nobleza, y los miembros de las profesiones

    liberales suponan del 10 al 20 por 100 del grupo. En Pau, con unos 9.000 habitantes, 200ejercan profesiones judiciales o liberales. Para el conjunto del pas, se puede considerarel grupo de las profesiones liberales como de un 10 a un 20 por 100 de los efectivos de laburguesa. Las condiciones continuaban siendo muy variadas, como lo eran loshonorarios o sueldos. Algunos se aproximaban a la aristocracia, otros permanecan enuna situacin media. Con un nivel de vida en general muy sencillo, de una culturaintelectual amplia, adepta y entusiasta de las ideas filosficas, esta fraccin de laburguesa, las gentes de leyes, en primer lugar, fueron quienes interpretaron el primerpapel en 1789; fue la que proporcion una gran parte de los revolucionarios.

    La pequea burguesa artesana y comerciante, como, por encima de ella, la burguesa delos negocios, viva de los beneficios; estos estratos posean los medios de produccin y

    constituan aproximadamente los dos tercios de los efectivos de la burguesa. De abajo aarriba de esta clasificacin, la diferenciacin social se haca por la disminucin de lafuncin del trabajo y el aumento de la del capital. Para el artesano y el comerciante, amedida que se iba descendiendo en la escala social, la parte del capital era cada vezmenos importante y la renta provena cada vez ms del trabajo personal. De este modose pasaba insensiblemente a las clases populares propiamente dichas. Esta categorasocial estaba vinculada a las formas tradicionales de la economa, al pequeo comercio yal artesanado, caracterizados tanto por la dispersin de los capitales como de la mano deobra, diseminada por los talleres. La tcnica era rutinaria; los utensilios, mediocres. Estaproduccin artesana tena todava una gran importancia. Las transformaciones de lastcnicas de produccin y de intercambio llevaban consigo una crisis de las formastradicionales de la economa. El rgimen corporativo se opona a las concepciones del

    liberalismo econmico y de la libre competencia. A finales del siglo XVIII, el descontentoreinaba en la mayora de los artesanos. Unos, vean que su condicin empeoraba y queiban a quedar reducidos a la categora de asalariados; otros, teman que les saliesencompetidores que les arruinasen. Los artesanos eran generalmente hostiles a laorganizacin capitalista de la produccin; eran partidarios, no de la libertad econmica,como la burguesa de los negocios, sino de la reglamentacin. Para juzgar su estado deespritu hay que considerar las variaciones de sus rentas; se matizaban segn la parte detrabajo y de capital. Para los comerciantes-artesanos el alza de la renta corresponda a lasubida de precios: en el siglo XVIII, bastantes hijos de taberneros llegaban a la curia(pasantes de procuradores, secretarios-escribanos) y a las profesiones liberales. Losartesanos-comerciantes, que producan para la clientela, se beneficiaban tambin de lasubida de precios: sus productos aumentaban. En cuanto a los artesanos, trabajadores

    del artesanado dependiente, vivan esencialmente de un salario (la tarifa) y eran vctimasde la separacin, cada vez mayor, entre la curva de los precios y la de los salarios:incluso si su salario nominal aumentaba, su poder de compra disminua. Estos artesanosdependientes padecan la disminucin general de la renta que caracteriz a las clasespopulares urbanas a finales del Antiguo Rgimen. La crisis moviliz a los diversos gruposde artesanos que proporcionaban los cuadros de los sans-culottes (desarrapados)urbanos. Pero la diversidad de intereses les impidi formular un programa socialcoherente. De aqu, algunas de las peripecias de la historia de la Revolucin,particularmente en el ao II.

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    13/115

    La gran burguesa de los negocios era una burguesa activa, que viva directamente delbeneficio: la clase de los empresarios, en el sentido amplio del trmino, la clase de losjefes de empresa, segn Adam Smith. Tambin abarcaba, segn sus actividades,diversas categoras que variaban con los factores geogrficos y el pasado histrico.

    La burguesa de las finanzas ocupaba el primer lugar. Cobradores de impuestos que se

    asociaban para tomar en arrendamiento, cada seis aos, la percepcin de los impuestosindirectos, los banqueros, los proveedores del ejrcito y los funcionarios de las finanzas,constituan una verdadera aristocracia burguesa, con frecuencia unida a la aristocracia denacimiento. Su papel social era inmenso, actuaban de mecenas, protegan a los filsofos.Lograban grandes fortunas gracias a la percepcin de impuestos indirectos, a losprstamos al Estado, a la aparicin de las primeras sociedades por acciones. La durezade los impuestos cobrados por designacin real los hizo impopulares; en 1793 loscobradores de impuestos por concesin real fueron enviados al patbulo.

    La burguesa del comercio era especialmente floreciente en los puertos martimos.Burdeos, Nantes, La Rochelle, se enriquecan con el comercio de las islas, las Antillas,Santo Domingo, sobre todo. De estas islas llegaba azcar, caf, ail, algodn; el trfico de

    la madera de bano les proporcionaba esclavos negros, siendo la trata de negros unafuente grande de ingresos. En 1768, el comercio de Burdeos se consideraba capaz deproporcionar a las islas de Amrica, aproximadamente, la cuarta parte de la importacinanual de negros de trata francesa. Este mismo puerto de Burdeos, en 1771, importaba porvalor de 112 millones de libras de caf, 21 millones de ail, 19 millones de azcar blancay 9 millones de libras de azcar en bruto. Marsella se haba especializado en el comerciode Levante, en el cual Francia ocupaba el primer lugar. De 1716 a 1789 el comercio secuadriplic. De este modo se amasaron en los puertos y en las ciudades comercialesgrandes fortunas; aqu se reclutaron los jefes del partido vinculado a la primaca de laburguesa, monrquicos constitucionales, despus girondinos. Estas riquezas amasadasservan a la burguesa para adquirir tierras, signo de superioridad social en esta sociedadtodava feudal, y tambin para financiar la gran industria naciente. El auge comercialpreceda al desarrollo industrial.

    La burguesa manufacturera apenas si se separaba de la del comercio. Durante largotiempo, la industria (se deca la fbricao la manufactura) no haba sido ms que un anexodel negocio: el negociante proporcionaba a los artesanos que trabajaban en su domiciliola materia prima, recibiendo el producto fabricado. La industria rural, muy desarrollada enel siglo XVIII, tena esta forma: millares de campesinos trabajaban para los negociantesde las ciudades. La gran produccin capitalista se manifestaba en las nuevas industriasexigiendo un utensilio costoso. La concentracin industrial empezaba a esbozarse. En elcampo de la industria metalrgica se constituan grandes empresas en Lorena, en elCreusot (1787). La Creusot, sociedad por acciones, posea un utillaje de perfeccionado:mquinas de fuego, ferrocarriles de caballos, cuatro altos hornos, dos grandes fraguas: lataladradora era la ms importante de todas las fundiciones similares de Europa. Dietrich,

    el rey del hierro de entonces, iba a la cabeza de un grupo industrial, el ms poderoso deFrancia; sus fbricas, en Niederbronn, reunan ms de 800 obreros; posea empresas enRothau, Jaegerthal, Reischoffen. Los privilegiados contrabandeaban todava una parteimportante de la produccin siderrgica, los gentileshombres no perdan nada imponiendosu ley a la forja. Por ejemplo, los Wendel, en Charleville, Hamburgo, Hayange. Laindustria hullera se renovaba tambin. Se constituan sociedades por acciones,permitiendo de este modo que la explotacin fuese ms racional y la concentracin denumerosos obreros; la Compaa de minas de Anzin, fundada en 1757, daba trabajo a

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    14/115

    4.000 obreros. A finales del Antiguo Rgimen se esbozaban ciertos rasgos de la granindustria capitalista.

    El ritmo y el crecimiento industrial, estudiado por Pierre Lon durante el perodo de 1730-1830, el siglo XVIII industrial, era tan diverso como las regiones y ms todava segn lossectores de produccin.

    Sectores de crecimiento lento: las industrias de base, los textiles tradicionales, algodn,telas de lino y camo. El desarrollo de la produccin para el conjunto de Francia, en eltranscurso del siglo, haba sido relativamente dbil: un 61 por 100. Teniendo en cuenta losmatices regionales, el Languedoc haba visto crecer su produccin en un 143 por 100, de1703 a 1789, y las generalidades de Montauban y de Burdeos, en un 109 por 100 enesas mismas fechas. La Champaa acusara un crecimiento de un 127 por 100, de 1629a 1789; el Berry, en un 81 por 100; el Orleanesado, un 45 por 100; Normanda, un 12 por100 slo en esos mismos lmites cronolgicos. Auvernia y Poitou haban quedadoestacionados; ciertas provincias haban tendido a disminuir, como el Lemosn (-18 por100) y la Provenza (-36 por 100).

    Sectores de crecimiento rpido: las nuevas industrias vivificadas por una tcnica de

    progreso y por importantes inversiones, la industria del carbn, la metalrgica, los nuevostextiles. En la industria del carbn, y teniendo en cuenta el carcter aproximado de lasestadsticas, Pierre Lon valora el aumento de la produccin de un 7 a un 800 por 100; enAnzin, en donde se dispone de series continuas, el coeficiente de crecimiento de laproduccin asciende, de 1744 a 1789, a 681 por 100. En la metalurgia, el crecimiento espoco hasta la Revolucin; despus se acelera, pero desciende a partir de 1815. As laproduccin de las fundiciones acusa un crecimiento de un 72 por 100, de 1738 a 1789,pero de 1100 por 100, de 1738 a 1811. En cuanto al algodn y a las telas estampadas,industrias nuevas, las cifras globales no sirven; la regin de Run da para las primeras uncrecimiento de 107 por 100, de 1732 a 1766, mientras que las cifras para las telas deindianas mulhusianas aumentan a un 738 por 100, de 1758 a 1786. La industria antiguase aprovecha de la prosperidad nacional, y la sedera tiene todo el aspecto de una

    industria nueva: en Lyon el nmero de oficios crece en un 185 por 100, de 1720 a 1788;en el Delfinado, la produccin de las sedas torzales en un 400 por 100 (en peso), de 1730a 1767.

    Por muy importante que haya sido la expansin de la industria francesa, la influencia deldesarrollo industrial sobre el crecimiento econmico general del pas, parece fuerelativamente pequea. En lo que respecta a la agricultura, pudo provocar, segn eldesarrollo de la industria, por elevacin de la renta territorial, el crecimiento de la rentaagrcola, que lleva consigo importantes inversiones en las empresas industriales. Encuanto al comercio, el crecimiento industrial no dej de influir sobre su estructura. De1716 a 1787 el aumento de las exportaciones de productos fabricados fue de 221 por 100(desarrollo global de las exportaciones francesas: 298 por 100). Excepcin hecha del

    comercio colonial, la parte de las materias primas industriales en las importacionespasaba en esas mismas fechas de 12 a 42 por 100.

    El espectculo de esta actividad econmica dio a los hombres de la burguesa concienciade clase y les hizo que se opusieran irremediablemente a la aristocracia. Siyes, en sufolleto, define al Tercer Estado por los trabajos particulares y las funciones pblicas queasume: el Tercer Estado es toda la nacin. La nobleza no sabe formar parte de l, noentra en la organizacin social; permanece inmvil en medio del movimiento general,devora la mayor parte del producto, sin haber contribuido en absoluto a su

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    15/115

    nacimiento...Una clase social semejante es, con toda seguridad, extraa a la nacin, porsu desidia.

    Barnave fue ms agudo. Haba sido educado, es cierto, en medio de esta actividadindustrial, que, si damos fe al inspector de las fbricas Roland, segn escriba en 1785,haca del Delfinado, por la variedad, la densidad de las empresas y la importancia de la

    produccin, la primera provincia del reino. En su Introduction la Rvolution franaise,escrita despus de la separacin de la Asamblea constituyente, Barnave, estableciendo elprincipio de que la propiedad influyesobre las instituciones, afirma que las creadas por laaristocracia territorial obstaculizan y retrasan el advenimiento de la era industrial:

    Desde el momento en que las artes y el comercio penetran en el pueblo y crean un nuevomedio de riqueza en beneficio de la clase trabajadora, se prepara una revolucin en las leyespolticas; una nueva distribucin de la riqueza produce una nueva distribucin del poder. Lomismo que la posesin de tierras ha elevado a la aristocracia, la propiedad industrial eleva elpoder del pueblo.

    Barnave habla de pueblodonde nosotros entendemos burguesaEsta se identificaba con

    la nacin. La propiedad industrial, o ms bien inmueble, lleva consigo el advenimientopoltico de la clase que la detenta. Barnave afirmaba con toda claridad el antagonismo dela propiedad territorial y de la propiedad inmobiliaria, y de las clases que se fundaban enellas. La burguesa comercial e industrial tena un sentido muy agudo de la evolucinsocial y del poder econmico que representaba. Llev, con una conciencia segura de susintereses, la Revolucin a su trmino.

    2. Las clases populares urbanas: el pan cotidiano

    Estrechamente vinculadas a la burguesa revolucionaria por odio a la aristocracia y alAntiguo Rgimen, cuyo peso haban soportado, las clases populares urbanas no dejabande estar menos divididas en diversas categoras, y su comportamiento no fue uniformedurante el transcurso de la revolucin. Aunque todas se haban enfrentado hasta el finalcontra la aristocracia, las actitudes haban variado respecto de aquellas sucesivasfracciones de la burguesa que fueron a la cabeza del movimiento revolucionario.

    A la masa que trabajaba con sus brazos y que produca se le denominaba,desdeosamente, pueblo. Este adjetivo se lo daban sus dueos, aristcratas o grandesburgueses. De hecho, de la burguesa media, para emplear la terminologa actual, alproletariado, los matices eran muy numerosos, as como los antagonismos. Se ha citadocon frecuencia la frase de la mujer de Lebas, de la Convencin, hija del carpinteroDuplay(entindase empresario en carpintera), husped de Robespierre, segn la cual supadre, preocupado por su dignidad burguesa, no haba admitido nunca en su mesa a unode sus servidores, es decir, de sus obreros. As se meda la distancia que separaba a los

    jacobinos y los sans-culottes(desarrapados) de la pequea o mediana burguesa y de las

    clases populares propiamente dichas.

    Dnde estaban los lmites de unas y otras? Es difcil, si no imposible, precisarlos. Enesta sociedad, con preponderancia aristocrtica, las categoras sociales englobadas bajoel trmino general de Tercer Estado no estaban claramente delimitadas; la evolucincapitalista se encarg de precisar los antagonismos. La produccin artesana quedominaba an y el sistema de comercio a base de cambios llevaba a cabo traslacionesapenas perceptibles del pueblo a la burguesa.

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    16/115

    El artesanado dependientese situaba en el lmite de las clases populares y de la pequeaburguesa: artesano tipo obrero lions de la seda, remunerado al arbitrio del negociante-capitalista que proporcionaba la materia prima y comercializaba el producto fabricado. Elartesano trabajaba en su casa, sin la vigilancia del negociante; los tiles de trabajogeneralmente le pertenecan; con frecuencia contrataba a compaeros suyos, y entoncesvena a ser como un pequeo patrono. Pero en realidad, econmicamente este artesano

    no era ms que un asalariado del comerciante acaudalado. Esta estructura social y ladependencia de estos artesanos con relacin a la tarifa fijada por los negociantes danidea de las complicaciones de Lyon en el siglo XVIII y en especial de los motines de losobreros de la seda en Lyon, en 1744, que obligaron al intendente a meter al ejrcito en laciudad.

    Hay que distinguir, por otra parte, los obreros del grueso de los oficios (produccinartesana), de los de las manufacturas y la gran industria naciente, bastante menosnumerosos.

    Los oficiales y aprendices agrupados en las corporaciones permanecan bajo la estrechadependencia econmica e ideolgica de los dueos. En los oficios de tipo artesano, el

    taller familiar constitua una clula autnoma de produccin: de aqu, un cierto tipo derelaciones sociales. Sin que fuese una regla absoluta, no solamente los aprendices, sinolos oficiales (uno o dos habitualmente), vivan bajo el techo del dueo , con pan, olla,cama y casa. Esta costumbre continuaba todava en vigor en muchos oficios cuandoestall la Revolucin. En la medida en que tenda a desaparecer, traa consigo tambin ladesunin de los dueos y trabajadores y la disociacin del mundo tradicional del trabajo,acentuado por el aumento progresivo del nmero de trabajadores.

    Los obreros de las manufacturas podan subir fcilmente los diversos escalones de susituacin laboral; no se les exiga ningn aprendizaje regular, pero estaban sometidos a ladisciplina ms estricta de los reglamentos en los talleres; les era difcil dejar a su patrono;era necesario que presentasen un despido por escrito;en 1781, la obligacin de la cartillade trabajo establecida para todo asalariado. La importancia numrica de este grupo de

    asalariados urbanos que anunciaba el proletario del siglo XIX no debe exagerarse.

    El asalariado de clientela constitua el grupo tal vez ms importante de las clasespopulares urbanas: periodistas, jardineros, comisionistas, aguadores, leadores,recaderos, que hacan recados o pequeos trabajos. A esto hay que aadir el personaldomstico de la aristocracia o de la burguesa (criados, cocineros, cocheros...),especialmente numeroso en ciertos barrios de Pars, como el de Saint-Germain. Ydurante la estacin mala, los campesinos que venan a ofrecer sus servicios en la ciudad;as en Pars, los limosinos, que eran numerosos desde el otoo a la primavera en losoficios de albailera.

    Las condiciones de existencia de las clases populares urbanas se agravaron en el siglo

    XVIII. El aumento de la poblacin en las ciudades y la subida de los precios contribuy aldesequilibrio de los salarios con relacin al coste de vida. Hubo en la segunda mitad delsiglo una tendencia a la depauperacin de las clases asalariadas. Para la artesana, lascondiciones de vida de los oficiales no se diferencian demasiado de las de los patronos;eran simplemente inferiores. La jornada de trabajo era, en general, desde el alba a lanoche. En Versalles, en multitud de talleres, el trabajo duraba, durante el buen tiempo,desde las cuatro de la maana hasta las ocho de la noche. En Pars, en la mayora de losoficios, se trabajaba diecisis horas; los encuadernadores e impresores, cuya jornada nopasaba de catorce horas, estaban considerados como privilegiados. El trabajo, es cierto,

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    17/115

    era menos intenso que ahora, con un ritmo ms lento; las fiestas religiosas, en las que nose trabajaba, eran relativamente numerosas.

    El problema esencial de la clase popular era el del salario y su poder adquisitivo. Lasdesigualdades de la subida de precios alcanzaban de muy diversas maneras a las clasesde la poblacin, segn estuviese constituido su presupuesto. Los cereales aumentaban

    ms que todo lo dems; el pueblo fue quien ms padeci, debido al aumento depoblacin, sobre todo en las categoras sociales inferiores, y a la importancia del pan en laalimentacin del pueblo. Para fijar un ndice del coste de vida del pueblo es necesariodeterminar, aproximadamente, la proporcin entre las diversas categoras de gastos; parael siglo XVIII, E. Labrousse atribuye al pan la mitad de la renta popular (como mnimo); un16 por 100, a las legumbres, al tocino y al vino; un 15 por 100, al vestido; un 5 por 100, ala calefaccin; un 1 por 100, al alumbrado. Aplicando los ndices de larga duracin alprecio de cada uno de estos diferentes artculos, E. Labrousse termina diciendo que, conrelacin al perodo de descenso, comprendido de 1726 a 1741, el coste de la vidaaument en un 45 por 100 durante el ciclo 1771-1789, y un 62 por 100 durante los aos1785-1789. As, las variaciones, segn las estaciones, introducan efectos desastrosos.Las vsperas de 1789, la parte de pan en el presupuesto popular constitua un 58 por 100,

    como consecuencia de la subida general; en 1789 lleg hasta un 88 por 100; no quedabams que un 12 por 100 de renta para los dems gastos. El alza de los precios no influasobre las categoras sociales acomodadas; a los pobres los abrumaba.

    Los salarios variaban, naturalmente, segn los oficios y las ciudades. Los especializadosde las ciudades podan ganar 40 cntimos. El trmino medio no pasaba de 20 a 25cntimos, en los textiles especialmente. Hacia finales del reinado de Luis XIV, Vaubanestimaba que el salario medio era de 15 cntimos. Los salarios eran estables hasta lamitad del siglo XVIII. Una encuesta de 1777 valoraba el salario medio en 17 cntimos.Puede considerrsele en unos 20 cntimos hacia 1789. La libra de pan costaba 2cntimos en los aos prsperos; el poder de compra del obrero medio representaba,pues, hacia finales del Antiguo Rgimen, diez libras de pan. El problema est en saber siel movimiento de los salarios nivel la incidencia de la subida de precios sobre el coste dela vida popular, o si la agrav. Partiendo del perodo de base, 1726-1741, las seriesestadsticas constituidas por E. Labrousse dan cuenta de un aumento de los salarios deun 17 por 100 para el perodo 1771-1789; pero casi en la mitad de los casos (si se tratade series locales), el alza de salarios no llega a un 11 por 100. Con relacin a los aos1785-1789, el alza de los precios fue de un 22 por 100; sobrepas el 26 por 100 en tresgeneralidades. El alza de salarios vari segn las profesiones; para la construccin fue deun 18 por 100 (1771-1789), y de 24 por 100 (1785-1789); para el jornalero agrcola, 12 por100 y 16 por 100; los textiles parecen quedarse a medio camino. La subida de salarios, enlarga duracin, fue muy dbil con relacin a la de los precios (48 por 100 y 65 por 100);los salarios siguieron a los precios sin lograr alcanzarlos. Las variaciones cclicas yestacionarias en los salarios agravaron la separacin, teniendo en cuenta que estaban ensentido inverso a las de los precios. En efecto, en el siglo XVIII, la excesiva carestaprovoc el paro, la escasez de la recoleccin redujo las necesidades de los campesinos.La crisis agrcola llev consigo la crisis industrial. La parte considerable de pan en elpresupuesto popular disminua la de las dems compras, cuando su precio suba.

    Comparando la subida del salario nominalcon la del coste de vida, se ver que el salariorealdisminuy en lugar de aumentar. E. Labrousse estima que, tomando la base de 1726-1741, la diferencia es menos de una cuarta parte para los aos 1785-1789; si se tiene encuenta las subidas cclicas y estacionarias de los precios, la diferencia se eleva a ms dela mitad. Como las condiciones de vida de esa poca exigan que la reduccin se hiciese

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    18/115

    esencialmente sobre las mercancas alimenticias, el perodo de subida del siglo XVIII llevconsigo un aumento de la miseria para las clases populares. Las fluctuacioneseconmicas tuvieron consecuencias sociales y econmicas importantes: el hambremoviliz a los sans-culottes.

    La agravacin de las condiciones de existencia populares no escap a los observadores y

    tericos de la poca. El primero, Turgot (sus Rflexions sur la formation et la distributiondes richessesdatan de 1766), fue quien formul la ley del broncede los salarios: segn lanaturaleza de las cosas, el salario del obrero no poda sobrepasar lo que considerabamnimo para su conservacin y reproduccin.

    A pesar de los conflictos sociales entre las masas populares y la burguesa, aqullas seenfrentan, sobre todo, con la aristocracia. Artesanos, tenderos y obreros a sueldo tenansus resentimientos contra el Antiguo Rgimen, odiaban a la nobleza. Este antagonismoesencial se fortaleca por el hecho de que muchos de los trabajadores de la ciudad tenanun origen campesino y conservaban sus vinculaciones con el campo. Detestaban al noble,por sus privilegios, por su riqueza territorial, por los derechos que perciba. En cuanto alEstado, las clases populares reivindicaban sobre todo el aligeramiento de las cargas

    fiscales, especialmente la abolicin de los impuestos indirectos y de las concesiones, dedonde las municipalidades sacaban lo ms florido de sus rentas -en esto aventajaban alos ricos-. Respecto de las corporaciones, la opinin de los artesanos y de los obreros asueldo estaba lejos de ser unnime. Polticamente, por ltimo, tendan, oscuramente,hacia la democracia.

    Pero la reivindicacin esencial del pueblo estaba en el pan. Lo que en 1788-1789 hizo alas masas populares extraordinariamente sensibles en el plano poltico fue la gravedad dela crisis econmica, que haca su existencia cada vez ms difcil. En la mayora de lasciudades, los motines de 1789 tenan como origen la miseria. Su primer resultado fue ladisminucin del precio del pan. Las crisis en la Francia del Antiguo Rgimen eranesencialmente agrcolas; se producan, generalmente, por una sucesin de cosechasmediocres o claramente deficientes; los cereales padecan entonces una subida

    considerable. Muchos campesinos, pequeos productores o no, tenan que comprar susgranos: su poder adquisitivo disminua; la crisis agrcola repercuta sobre la produccinindustrial. En 1788, la crisis agrcola fue la ms violenta de todo el siglo; en el inviernoapareci la penuria; la mendicidad, debida al paro, se multiplic; estos desocupadoshambrientos constituyeron uno de los elementos de las masas revolucionarias.

    Ciertas categoras sociales se aprovecharon de la subida del grano: el propietario, a quiense le pagaba en especie; el diezmero, el seor, el comerciante, todos pertenecanprecisamente a la aristocracia, al clero, a la burguesa, es decir, a las clases dirigentes.Los antagonismos sociales se encontraban reforzados, como tambin la oposicinpopular contra las autoridades y el Gobierno; ste fue el origen de la leyenda del pacto delhambre; la sospecha recaa contra los responsables del abastecimiento de las ciudades,

    municipalidades y Gobierno; el propio Necker fue acusado de favorecer a los molineros.De esta miseria y de esta mentalidad nacieron las emocionesy las revueltas. El 28 deabril de 1789, en Pars, estall un motn, el primero, contra un fabricante de papelespintados, Rveillon, y un fabricante de salitre, Hanriot, acusados de haberse manifestadoen una asamblea electoral con palabras imprudentes respecto de la miseria del pueblo.Rveillon parece haber dicho que un obrero poda muy bien vivir con 15 cntimos. Hubouna manifestacin el 27 de abril; el 28, las dos casas fueron saqueadas; el jefe de policahizo salir al ejrcito; los amotinados se resistieron. Hubo muertos. Los motivos

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    19/115

    econmicos y sociales de esta primera jornada revolucionaria son evidentes; no era unmotn poltico. Las masas populares no tenan puntos de vista precisos sobre losacontecimientos polticos. Fueron ms bien mviles de tipo econmico y social los que lespusieron en accin. Pero estos motines populares tuvieron a su vez consecuenciaspolticas, aunque no fuese ms que la de conmover al poder.

    Para resolver el problema de la penuria y de la caresta de las subsistencias, el puebloestimaba que lo ms sencillo era recurrir a la reglamentacin y aplicarla con rigor, sinretroceder ante la requisa y el impuesto. Sus reivindicaciones en materia econmica seoponan a las de la burguesa que, en este sentido como en otros, reclamaba la libertad.Estas reivindicaciones explican, en ltimo examen, la irrupcin del pueblo en la escenapoltica de julio de 1789, mientras que las contradicciones en el seno del Tercer Estadodan idea de ciertas peripecias, especialmente del intento democrtico del ao II.

    3. El campesinado: unidad real, antagonismos latentes

    Al final del Antiguo Rgimen, Francia continuaba siendo un pas esencialmente rural; laproduccin agrcola dominaba la vida econmica . De ah la importancia del problemacampesino durante la Revolucin.

    En primer lugar, la importancia de los campesinos en el conjunto de la poblacin francesa.Si se tiene en cuenta la cifra de 25 millones de habitantes en 1789, y si se valora lapoblacin urbana en un 16 por 100 aproximadamente, la poblacin rural constituye unagran masa, seguramente ms de 20 millones. En 1846, fecha en que losempadronamientos dieron el estado de la relacin poblacin rural-poblacin urbana,representaba todava la poblacin rural el 75 por 100 del total.

    En segundo lugar, la importancia que tuvieron los campesinos en la historia de laRevolucin. No hubiera podido tener xito la Revolucin y la burguesa aprovecharlo si lasmasas de campesinos hubieran permanecido pasivas. El motivo esencial de laintervencin de los campesinos en el transcurso de la Revolucin fue el problema de los

    derechos seoriales y de las supervivencias de feudalismo; esta intervencin llevconsigo la abolicin radical, aunque gradual todava, del rgimen feudal. El Gran Miedonaci, en gran parte, la noche del 4 de agosto. La adquisicin de los bienes nacionalesvincul, por otro lado, y de modo irremediable, al nuevo orden, a los campesinospropietarios.

    Al terminar el Antiguo Rgimen, los campesinos franceses posean tierras. Con esto seoponan a los siervos sujetos a ciertos servicios corporales de Europa central y oriental ya los jornaleros ingleses, libres, aunque reducidos a vivir de su salario, desde que loscampesinos ingleses haban sido expropiados a partir del movimiento de los cercados.An est por averiguar qu parte de tierra posean los campesinos: para Francia, engeneral, no se pueden formular conjeturas. Tambin est por considerar el problema de la

    explotacin: la propiedad territorial y la explotacin rural, que constituyen dos problemasdiferentes, pero unidos; el rgimen de explotacin poda, en cierta medida, corregir paralos inconvenientes resultantes del reparto de la propiedad territorial.

    La propiedad campesina variaba, segn las regiones, de un 22 a un 70 por 100 delconjunto del territorio. En las tierras, ricas en trigo o pastoreo, del Norte, Noroeste yOeste, era dbil; un 30 por 100, en el Norte; un 18 por 100, en los Mauges; un 22 por 100,en las llanuras de la dicesis de Montpellier. Los campesinos eran, por el contrario,importantes en las regiones que primitivamente fueron arboledas o bosques, y en las

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    20/115

    montaas en donde la roturacin de la tierra haba quedado abandonada a la iniciativaindividual. Era mnima, en cambio, en aquellas regiones en donde la preparacin delterreno (el desecamiento, por ejemplo) haba exigido importantes trabajos para dejar latierra en condiciones, o en los alrededores de aquellas ciudades en que los privilegiados ylos burgueses haban acabado las tierras. Si la proporcin total de la propiedadcampesina parece bastante importante (aproximadamente un 35 por 100), la parte

    correspondiente a cada campesino era mnima, teniendo en cuenta la importancianumrica de la poblacin rural; para muchos campesinos esta parte era nula. Elcampesinado francs del Antiguo Rgimen era, generalmente, un propietario parcelario;los campesinos sin tierras, ms numerosos todava, constituan un proletariado rural.

    La clase campesina era muy variable: los dos grandes factores de su diversidad eran, deuna parte, la condicin jurdica de las personas; de otra, el reparto de la propiedad y laexplotacin territorial.

    Desde el primer punto de vista se distingua a los siervos y a los campesinos libres. Si lagran mayora de los campesinos era libre desde haca tiempo, los siervos eran, noobstante, numerosos, un milln aproximadamente, en el Franco- Condado, en Nivernais.

    Sobre los siervos pesaba la mano-muerta: los hijos no podan heredar los bienes paternossalvo que pagasen al seor importantes derechos. En 1779, Necker haba abolido lamano-muerta en el patrimonio real y, en todo el reino, el derecho de continuidad, quepermita al seor reivindicar sus derechos respecto de los siervos fugitivos.

    Entre los campesinos libres, los trabajadores manualeso braceros, jornaleros agrcolas,formaban un proletariado rural cada vez ms numeroso. La proletarizacin de las capasinferiores de la poblacin campesina se acentu a finales del siglo XVIII, comoconsecuencia de la reaccin seorial y la agravacin de los impuestos feudales y reales;en el campo de Dijon, en Bretaa, el nmero de obreros manuales dobl en un siglo, condetrimento de los pequeos cultivadores propietarios. A pesar de la subida de salariosnominales, las condiciones de existencia de esos propietarios rurales se agravaban por lasubida, ms importante todava, de los precios.

    Muy cerca de esos proletarios rurales, un gran nmero de pequeos campesinos notenan para vivir ms que una tierra insuficiente, bien en propiedad, bien enarrendamiento; tenan que encontrar recursos complementarios en el trabajo asalariadoen la industria rural. Los propietarios eclesisticos, nobles o burgueses, explotabanraramente sus tierras, las cedan en arriendo o, caso ms frecuente, en rgimen deaparcera, es decir, compartiendo los frutos con el cultivador. Las parcelas estaban confrecuencia separadas y se las arrendaba independientemente; de manera que los

    jornaleros podan procurarse alguna ganancia y los pequeos propietarios redondear suexplotacin. Los colonos constituan, entre los campesinos parcelarios, el grupo msnumeroso: los dos tercios o los tres cuartos de Francia estaban arrendados. Dominabanen el sur del Loira, especialmente en las regiones del Centro (Sologne, Berry, Lemosn,

    Auvernia...), del Oeste (afectaba aproximadamente a la mitad de las tierras arrendadas enBretaa) y del Sudoeste. Ms raros en el norte del Loira, se centraban particularmente enLorena. La aparcera era el modo de explotacin de las regiones ms pobres, aquellas enque los campesinos no tenan ni ganado en aparcera ni crditos o adelantos.

    En los pases de gran cultivo, en las llanuras de cereales de la cuenca parisina, porejemplo, los arrendadores de cosechas importantes acaparaban, con mucha frecuencia,en detrimento de los jornaleros y de los pequeos campesinos, todas las tierras enarrendamiento: verdadera burguesa rural, que desencaden contra ella el odio y la

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    21/115

    clera de la masa campesina que contribua a proletarizar. Era ste un grupo socialhomogneo, poco numeroso, localizado en los pases de gran cultivo, econmicamenteimportante, iniciador en las tierras de cereales de la transformacin capitalista de laagricultura. El granjero importante tomaba en arrendamiento una gran propiedad, durantenueve aos generalmente, que exiga un capital para su explotacin. El arrendamiento enfirme, bastante menos frecuente que el arrendamiento de aparcera, se practicaba sobre

    todo en las regiones ricas en agricultura de cereales, en las llanuras trigueras, donde lapropiedad campesina era dbil: Picarda, Normanda oriental, Brie, Beauce...

    Los labradores eran campesinos propietarios acomodados e incluso ricos. Poseanbastante tierra para vivir independientes. En la masa de los campesinos constituan ungrupo poco numeroso; pero su influencia social era grande: eran los ms importantes enlas comunidades campesinas, los gallos del pueblo,una especie de burguesa rural. Supapel econmico era menor; sin duda comercializaban una parte de sus cosechas, perono constituan ms que un dbil porcentaje del conjunto de la produccin agrcola. En losaos buenos, los labradores daban salida a los excedentes de cereales; en muchasregiones vendan esencialmente vino, cuyo precio se caracteriz hasta cerca de 1777-1778 por una fuerte subida (aproximadamente un 70 por 100). El campesinado

    propietario acomodado se benefici de la subida de los precios agrcolas hasta losprimeros aos del reinado de Luis XVI.

    As, pues, la sociedad rural llevaba consigo tantos matices y oposiciones como lasociedad urbana: grandes arrendadores y labradores, granjeros, colonos y pequeoscampesinos propietarios, y, por ltimo, la masa de jornaleros; despus, desde aquellosque posean casa y huerto y alquilaban algunas parcelas, hasta aquellos que no tenanms que sus brazos.

    La explotacin tradicional del suelo permita, en cierta medida, a los campesinos pobres,compensar su falta de tierras. Las comunidades campesinas continuaban estando enactivo. Provistas de una organizacin poltica y administrativa (asamblea de sndicos),cumplan, todava con frecuencia, una funcin econmica: pretendan mantener, all

    donde dominaban los campesinos pobres, los derechos colectivos. En el Norte y en elEste, el terruo del pueblo estaba dividido en parcelas largas, estrechas y abiertas,agrupadas en tres hazas, sobre las que alternaban los cultivos (trigo en invierno ycereales en primavera). Un haza permaneca siempre en barbecho, con el fin de dejarreposar la tierra. En el Medioda slo se distinguan dos hazas. Las tierras en barbecho,es decir, la mitad o el tercio del terreno cultivable, as como los campos despojados ya desus cosechas, se consideraban comunes, lo mismo que los prados una vez que se habacortado la primera hierba (derecho de segunda hierba). Unos y otros estaban sujetos alderecho de pastos comunales:cada campesino poda hacer pastar en ellos al ganado; loscampos y los prados no estaban cercados. Los bienes comunales(pastos y bosques) ylos derechos de uso a ellos vinculados ofrecan otros recursos a los campesinos; y, lomismo, los derechos de espigar y rastrojar. Los campesinos ricos eran hostiles a estos

    derechos colectivos que restringan su libertad de explotacin y su derecho de propiedad;los pobres, por el contrario, estaban muy pegados a ellos, ya que podan subsistir graciasa esos derechos. Todos sus esfuerzos tendan a limitar el derecho de la propiedadindividual para defender los derechos colectivos: se oponan as al progreso delindividualismo agrario, definido, en particular, por los edictos de cercados, y latransformacin de la agricultura en el sentido capitalista. La explotacin campesinacontinuaba siendo, en su conjunto, de tipo precapitalista a finales del siglo XVIII. Elpequeo campesino no tena la misma idea de la propiedad que el propietario territorialnoble o burgus, o que el granjero de pases de grandes cultivos. Su idea de la propiedad

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    22/115

    colectiva chocaba, y deba seguir chocando todava durante una buena parte del sigloXIX, con la idea burguesa del derecho absoluto del propietario y de sus bienes.

    Las cargas del campesino eran tanto ms duras cuanto la economa rural era msarcaica. La unidad del campesinado se haca realidad contra estas cargas, impuestas porla monarqua y la aristocracia.

    Primero, impuestos reales: el campesino era casi el nico en pagar el impuesto real sobrelas tierras, tambin contribua al impuesto per cpitay al impuesto de la vigsima partesobre sus rentas de bienes muebles; tan slo el campesino estaba sujeto a la prestacinpersonal para la conservacin de los caminos, los transportes militares y a la milicia; porltimo, los impuestos indirectos, sobre todo las gabelas, eran especialmente duros. Estosimpuestos reales fueron acrecentndose sin cesar en el siglo XVIII: en el Flandes valn, elimpuesto directo, slo durante el reinado de Luis XVI, aument en un 28 por 100.

    Impuestos eclesisticos: el diezmo se deba al clero, como un impuesto variable, casisiempre inferior a la dcima parte, sobre los cuatro granos importantes, trigo, centeno,avena y cebada (diezmo mayor), y sobre las dems cosechas (diezmo menor), y, porltimo, sobre la crianza de los animales. El diezmo era tanto ms insoportable alcampesino, ya que siendo un feudo de los obispos, los cabildos, las abadas, incluso delos seores, no serva apenas para mantener el culto y para socorrer a los pobres de laparroquia.

    Los impuestos seoriales eran, con mucho, los ms duros y los ms impopulares. Elrgimen feudal pesaba sobre todas las tierras de plebeyos y llevaba consigo la percepcinde derechos. El seor posea sobre sus tierras la justicia, alta o baja, smbolo de susuperioridad social; la baja justicia, arma econmica para exigir el pago de los derechos,era un instrumento indispensable de la explotacin seorial. Los derechos propiamenteseoriales abarcaban los derechos exclusivos de caza y pesca, de palomar, los peajes, lapercepcin de derechos sobre mercados, trabajos personales al servicio del seor, elderecho de proscripcin que se expresaba por medio de verdaderos monopolios

    econmicos (el derecho a que muelan en su molino, trabajen en su presencia y en suhorno). Los derechos realesse consideraban que pesaban sobre las tierras, no sobre laspersonas. El seor conservaba, en efecto, la propiedad eminente (la directa) de las tierras(feudos nobles) que cultivaban los campesinos (los que no tenan propiedad til), por lasque pagaban rditos anuales (rentas y censosen dinero, generalmente, y algunas gavillasde miesesde las cosechas) o bien eventuales (derechos de laudemio y de venta),en casode cambio por venta o herencia. Este rgimen variaba de intensidad segn las regiones,muy duro en Bretaa, spero en Lorena, ms suave en las dems. Para apreciar su nivelhay que tener en cuenta no slo los propios impuestos, sino tambin las vejaciones y losmltiples abusos a los que daba lugar.

    La reaccin seorial, que caracteriz al siglo XVIII, ha hecho que el rgimen feudal fuera

    an ms pesado. Las jurisdicciones seoriales, en caso de ser negadas, abrumaban a loscampesinos. Los seores atacaban los derechos colectivos, los derechos de uso sobrelos bienes comunales, de los que reclamaban la propiedad eminente y a la que confrecuencia los edictos de tercera concedan el tercio. En ciertas regiones la reaccinseorial fue especialmente dura. As, en el Maine, en donde durante el siglo XVIII pareceque se oper una concentracin de la propiedad feudal mediante la reunin de diversosseoros; el derecho de primogenitura, fortalecido por la costumbre, contribua aconservar los feudos; los comunales estaban acaparados por los seores. En el Franco-Condado, en donde subsista con todo su rigor el derecho de continuidad sobre los

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    23/115

    siervos y las manos muertas, derecho que en casi todo el resto del pas haba cado endesuso, el edicto real de 1779, que le abola, tuvo que ser inscrito militarmente en losregistros del Parlamento, pero slo en 1778, y despus de una sesin de treinta y ochohoras.

    La reaccin seorial an se agrav ms por la subida de precios que caracteriz al siglo y

    que dio un mayor valor a los derechos y al diezmo que el seor y el diezmero perciban enespecie. Cogido entre el aumento de los impuestos, por una parte, y, por otra, la subidade precios y el desarrollo demogrfico, el campesino tena cada vez menos dinero; deaqu tambin el estancamiento de las tcnicas agrcolas. Durante las crisis, la presin deldiezmo y de los derechos seoriales se agravaba, como sucedi en 1788-1789. Lo mismoque en el perodo normal, el campesino medio viva escasamente de sus bienes; enperodo de crisis, una vez que el diezmo y los derechos seoriales se haban pagado, sevea con frecuencia obligado a comprar granos a un precio elevado: as en 1788-1789.Esto explica que con relacin al podero seorial, el odio de los campesinos haya sidodespiadado.

    La situacin de la agricultura estaba en relacin con estas condiciones sociales. El

    sistema de la explotacin tradicional no favoreca, evidentemente, los progresos tcnicos.La explotacin agrcola era poco remuneradora; los procedimientos, primitivos; losrendimientos, dbiles. La divisin en hazas bienales o trienales en barbecho haca elsuelo improductivo un ao, de cada dos o tres, y acentuaba para los campesinos lapenuria de las tierras. El agrnomo ingls Arthur Young, que viaj por Francia la vsperade la Revolucin, confirma el aspecto atrasado de los campos y la rutina todopoderosa.Hacia mediados del siglo XVII, la propaganda de los fisicratas hizo que naciese unacorriente de opinin en favor de una transformacin de la agricultura, en el sentidocapitalista; la agronomase haba extendido, algunos seores importantes haban dado elejemplo. En resumen, los privilegiados no intentaban sino aumentar sus rentas, sinpreocuparse de resolver el problema agrario; las doctrinas de los economistas lesproporcionaban con frecuencia argumentos necesarios para ocultar, bajo la falsaapariencia del bienestar pblico, las empresas de la reaccin seorial. El estado tanatrasado de la tcnica y de la produccin agrcola era, en gran parte, una consecuenciadirecta de la estructura social de la economa rural. Todo progreso tcnico, todamodernizacin fundamental de la agricultura tradicional, implicaba la destruccin de lassupervivencias feudales y tambin la desaparicin de los derechos colectivos, y, comoconsecuencia, una agravacin de la suerte de los campesinos pobres. En estacontradiccin tendran que debatirse los pequeos campesinos hasta la segunda mitaddel siglo XIX.

    En un pas en que la poblacin agraria constitua la mayor parte de la nacin y en dondela produccin agrcola dominaba a todas las dems, las reivindicaciones campesinastenan una singular importancia, como es lgico. Presentaban un aspecto doble: elproblema de los derechos feudales y el problema de la tierra.

    Con relacin a los derechos feudales, los campesinos eran unnimes. Las memorias deproblemas dirigidas al Rey manifestaban su solidaridad frente a los seores y losprivilegiados. De todos los impuestos campesinos, los derechos feudales eran los msodiados, por pesados y vejatorios, porque el campesino no se explicaba su origen yporque le parecan injustos. Segn la memoria de un municipio del Norte, los derechosfeudales tuvieron su origen en la sombra de un misterio reprobable; si algunos de esosderechos eran propiedades legtimas, haba que probarlo; en este caso, los derechos sehubieran declarado rescatables. La mayora de las memorias e incluso las de baila

  • 8/8/2019 Compendio de historia de la Revolucin Francesa 1

    24/115

    estaban firmes en esta reivindicacin, esencialmente revolucionaria, de la verificacin delorigen de la propiedad de los derechos feudales. Los campesinos pedan que el diezmo yla gavilla fuesen en dinero, no en especie; crean, pensando as, que acabaran pordesaparecer, como consecuencia de la baja de poder adquisitivo del dinero. Que losdiezmos vuelvan a su lugar de origen. Que los privilegiados paguen impuestos. En ungran nmero de cuestiones, los burgueses estaban de acuerdo con los campesinos. La

    unidad del Tercer Estado quedaba reforzada.

    Respecto de la tierra, los campesinos, hasta ese momento unnimes, se dividen. Amuchos campesinos les faltaban las tierras y otros se daban cuenta que hubierannecesitado ser propietarios. Pero pocas fueron, sin embargo, las memorias