Compartir la Cena no es sólo eso,

es crear el clima de compartir la vida.

Allí Jesús expresó su pasión por Dios

Y su entrega total al hombre.

Al repartir el pan y distribuirles el vino,

Dijo: “Así soy yo. Os doy mi vida entera”.

No me olvidéis nunca.

Esto alimentará vuestras vidas.

Era el momento de la verdad.

Aquí se decidió todo: ir hasta el final

en el proyecto del Padre.

Sin pensar en sí mismo,

confió en el Padre,

lo dejó todo en sus manos.

Celebrar la Eucaristía es, sobre todo grabar en nosotros la actitud de Jesús.

Quiero pasar por esta tierra reproduciendo en mí

algo de lo que Él vivió.

No quiero salir de la Eucaristía,

sin decidirme a vivir de manera

más entregada.

“Tomad. Esto es mi cuerpo”.