Compartiendo el amor

1
Un pie de foto ha de llenar por lo menos el 75% del espacio ocupado por la fotografía y describir la imagen, manteniendo sentido en sí Compartiendo el amor Breves n Uptatue et feugiam y re etuero do del eu faccum aut venim venim zzriure tio duip ero conulla faccum iqui tisi ercillum dolor illa ndre mo- lobore ming eugue dignis eu fm in verci ex erostummo iriure ming eu feugueraesto dit. Uptat lore commolu tationu llaorerit loreet niamcom molenit ullutatio consendre magnibh euis exeru feEctem ing eu feeum ipit ex eugait landreet wisim alit nullamc onsenim zzrit aut.Magniamcommy nulla feum am, vullum irit luptat nit dolestie dolorperat nosting er se n Uptatue et feugiam y re etuero do del eu faccum aut venim venim zzriure tio duip ero conulla faccum iqui tisi ercillum dolor illa andre molobore ming eugue dignis eu fm in verci ex erostummo iriure ming eu feugueraesto dit. Uptat lore commolu tationu llaorerit loreet nsendre magnibh em ipit ex eugait landreet wisim alit nullamc onsenim aut iqui tisi er- cillum dolor andre.Rud dolorperat erostrud el ulla augue consequam, sequisc illamco nulland iatueriurer iriure con hent essecte elisl ea n Uptatue et feugiam y re etuero do del eu faccum aut venim venim zzriure tio duip ero conulla faccum iqui tisi ercillum dolor illa ndre molobore ming eugue dignis eu fm in verci ex erostummo iriure ming eu feugueraesto dit. Uptat lore commolu tationu llaorerit loreet niamcom molenit ullutatio consendre magnibh euis exeru feEctem ing eu feeum ipit landreet wisim alit nullam.Pio, quamdituus erectampro nos sus pra nost in sent? quidemus hebuntero Titular para el breve cuidando que llene Titular para el breve cuidando que llene Titular para el breve cuidando que llene Repartiendo sonrisas Por Sofía Gabriel y Roberto Luna Es una noche muy fría, con mucho viento. Sin embargo, el café está en su punto exacto. El ambiente es agradable; hay personas de todas las edades. Vienen con su familia, sus amigos. Después de un día largo, algunos se relajan tomando una cerveza, cenando, tomando un café… o simplemente platicando. Me capta la atención una pareja. Están agarrados de la mano, platicando. Hay una taza de café y un vaso largo de capuchino. De repente, una señora, de aproxima- damente 60 años, se le acercó al hombre: -Buenas noches, joven- dijo. –¡Cóm- preme una rosa para su novia!, ¿sí? -Buenas noches- respondió el joven. - ¿A cuánto las vende? -A veinte la rosa, joven. -Bueno pues, señora, déme dos. -Gracias joven, que Dios lo bendiga. Cuando la señora recibió el dinero, se persignó con éste, sacó su monedero de su busto, metió el dinero y regresó el mone- dero a donde estaba. La señora caminó unos pasos y platicó con una niña, quien llevaba una mochila roja con unas paletas de malvavisco. Por como interactuaban, se podía deducir que eran abuela y nieta. Cuando dejaron de platicar, la niña co- menzó a deambular de mesa en mesa, de- jando un par de paletas en cada una, con la esperanza de que alguien le comprara una. Pasaron pocos minutos, cuando la niña fue hacia la mesa de la pareja. Empezó a hablar con ellos. Su cara mostraba cierta tristeza, mezclada con desesperación. Pa- recía tener mucha hambre, porque man- tuvo su mirada fija a los platillos que la pareja estaba degustando en ese momen- to. De alguna forma, la pareja y la niña se pusieron a platicar. Pasaron un par de mi- nutos platicando, cuando la niña comenzó a llorar. -¡No llores, amiguita! –exclamó preocupado el joven. -¿Por qué lloras? La niña, con la voz cortada por el llan- to, le respondió; pero tal pareció que el joven no entendió, ya que le preguntó de nuevo. La niña respondió de nuevo, con la voz entrecortada. La señorita se puso de pie y llamó al mesero del café. La niña siguió llorando. En eso, el me- sero llegó, preguntando qué estaba pasan- do. -Disculpe –dijo la mujer. -¿Me podría traer otra rebanada de pastel de chocolate? -Claro que sí, señorita- le respondió. Enseguida se lo traemos. El mesero regresó al interior del café. Tal parece que no le puso la mayor aten- ción a la niña (quien todavía lloraba, pero ya no tan fuerte), pues ni siquiera volteó a verla. La pareja logró calmar a la niña e hizo que se sentara con ellos. La niña acababa de sentarse cuando regresó el mesero con la rebanada de pastel de chocolate. -Tome señorita -dijo el mesero. -Gracias – le respondió. El mesero le dio el plato a la mujer, quien, al recibirlo, se lo regaló a la niña. La niña no pronunció nada, pero con su cara lo dijo todo. Tenía una cara de enor- me agradecimiento con la pareja. Parecía que nunca había comido chocolate, por- que su cara mostraba una gran satisfac- ción en cada mordida. Cuando terminó de comer, se chupó los dedos y dejó el plato tan limpio, que parecía recién lavado. La mujer vio cómo la niña comía el pastel; su cara mostraba una apariencia maternal. El joven, por otro lado, veía la ropa de la niña, mientras hacía una mueca de angus- tia. La niña le regaló a la pareja una de las paletas que vendía, en agradecimiento por la rebanada de pastel. Estaba a punto de marcharse, cuando llegó la señora de unos 60 años. Apenas vio a la niña platicar con la pareja, comenzó a regañarla. La aga- rró del brazo y la puso de pie, mientras la pareja se mostraba sorprendida y con impotencia. La señora agarró la paleta y la metió en la mochila de la niña. Se llevó a la niña, quien ya se encontraba llorando, mientras le gritaba “gracias” a la pareja. La pareja estaba todavía impresionada. Había pasado pocos minutos de esto, cuando el mesero llegó con la cuenta. El joven pagó, mientras la mujer se recar- gaba en su hombro. Y se fueron del café, como si el incidente nunca hubiera ocu- rrido. Polortie doloborem vulluptate modolor sim in vel ullum init ullum quipis num vendiam consecte modit diamcon vulpu- tpat dolortio od dignit at del essisi bla ate do exer illaore tiscilla accum ilit dunt ipis nuuamc lam, vel diate tie dipsum illaore consent iuscion ute dolorem quiscipismod mis nit ullaorer sed ming et euisl do elisi- praessim nim del utat er summy nosto del dolorem augiutais nulluptating erosto con eu feu facilit iliscincipit vulluptat wisi. Nullam volobor erilla core minibh et autatinim zzriuscin utat. Ed el iustrud dg exero et,g exero et,olorpe rostrud tie feum velismodiam lam, vel diate tie dipsum illaore consent iusciirit voloi onsequisi. quiscipism od min ulput praestrud erat. An verlam, vel illaore consent iusci sumsan vullam, vel diaum illaoit dolorpe riusto diwisim alit nullamc onsenim zzrit aut. Xero odit digna at nim zzril ut in henit elendre facinit lore dolorti onsequat iurer incil incil ut inibh er sequisci blan velit, vercilit nulla facilla faci tio odio ea cons Un titular que llene para una noticia secundaria de faldón a dos líneas LOCALIZADOR BREVE ANTETÍTULO UNA LÍNEA 5 Nombre publicación - fecha CINTILLO - Página diseñada por Santi Folch ([email protected]). Licencia Creative Commons Atribution 3.0: uso libre pero se solicita citar al autor o vincular a la página de descarga: maquetador-online.net -

description

Crónica periodística realizada por Sofia Gabriel y Roberto Luna

Transcript of Compartiendo el amor

Un pie de foto ha de llenar por lo menos el 75% del espacio ocupado por la fotografía y describir la imagen, manteniendo sentido en sí

Compartiendo el amor

Breves

n Uptatue et feugiam y re etuero do del eu faccum aut venim venim zzriure tio duip ero conulla faccum iqui tisi ercillum dolor illa ndre mo-lobore ming eugue dignis eu fm in verci ex erostummo iriure ming eu feugueraesto dit.

Uptat lore commolu tationu llaorerit loreet niamcom molenit ullutatio consendre magnibh euis exeru feEctem ing eu feeum ipit ex eugait landreet wisim alit nullamc onsenim zzrit aut.Magniamcommy nulla feum am, vullum irit luptat nit dolestie dolorperat nosting er se

n Uptatue et feugiam y re etuero do del eu faccum aut venim venim zzriure tio duip ero conulla faccum iqui tisi ercillum dolor illa andre molobore ming eugue dignis eu fm in verci ex erostummo iriure ming eu feugueraesto dit.

Uptat lore commolu tationu llaorerit loreet nsendre magnibh em ipit ex eugait landreet wisim alit nullamc onsenim aut iqui tisi er-cillum dolor andre.Rud dolorperat erostrud el ulla augue consequam, sequisc illamco nulland iatueriurer iriure con hent essecte elisl ea

n Uptatue et feugiam y re etuero do del eu faccum aut venim venim zzriure tio duip ero conulla faccum iqui tisi ercillum dolor illa ndre molobore ming eugue dignis eu fm in verci ex erostummo iriure ming eu feugueraesto dit.

Uptat lore commolu tationu llaorerit loreet niamcom molenit ullutatio consendre magnibh euis exeru feEctem ing eu feeum ipit landreet wisim alit nullam.Pio, quamdituus erectampro nos sus pra nost in sent? quidemus hebuntero

Titular para el breve cuidando que llene

Titular para el breve cuidando que llene

Titular para el breve cuidando que llene

Repartiendo sonrisas

Por Sofía Gabriel y Roberto LunaEs una noche muy fría, con mucho

viento. Sin embargo, el café está en su punto exacto. El ambiente es agradable; hay personas de todas las edades. Vienen con su familia, sus amigos. Después de un día largo, algunos se relajan tomando una cerveza, cenando, tomando un café… o simplemente platicando.

Me capta la atención una pareja. Están agarrados de la mano, platicando. Hay una taza de café y un vaso largo de capuchino.

De repente, una señora, de aproxima-damente 60 años, se le acercó al hombre:

-Buenas noches, joven- dijo. –¡Cóm-preme una rosa para su novia!, ¿sí?

-Buenas noches- respondió el joven. - ¿A cuánto las vende?

-A veinte la rosa, joven.-Bueno pues, señora, déme dos.-Gracias joven, que Dios lo bendiga.Cuando la señora recibió el dinero, se

persignó con éste, sacó su monedero de su busto, metió el dinero y regresó el mone-dero a donde estaba.

La señora caminó unos pasos y platicó con una niña, quien llevaba una mochila roja con unas paletas de malvavisco. Por como interactuaban, se podía deducir que eran abuela y nieta.

Cuando dejaron de platicar, la niña co-menzó a deambular de mesa en mesa, de-jando un par de paletas en cada una, con la esperanza de que alguien le comprara una.

Pasaron pocos minutos, cuando la niña fue hacia la mesa de la pareja. Empezó a hablar con ellos. Su cara mostraba cierta tristeza, mezclada con desesperación. Pa-

recía tener mucha hambre, porque man-tuvo su mirada fija a los platillos que la pareja estaba degustando en ese momen-to. De alguna forma, la pareja y la niña se pusieron a platicar. Pasaron un par de mi-nutos platicando, cuando la niña comenzó a llorar.

-¡No llores, amiguita! –exclamó preocupado el joven. -¿Por qué lloras?

La niña, con la voz cortada por el llan-to, le respondió; pero tal pareció que el joven no entendió, ya que le preguntó de nuevo.

La niña respondió de nuevo, con la voz entrecortada.

La señorita se puso de pie y llamó al mesero del café.

La niña siguió llorando. En eso, el me-sero llegó, preguntando qué estaba pasan-do.

-Disculpe –dijo la mujer. -¿Me podría traer otra rebanada de pastel de chocolate?

-Claro que sí, señorita- le respondió. Enseguida se lo traemos.

El mesero regresó al interior del café. Tal parece que no le puso la mayor aten-ción a la niña (quien todavía lloraba, pero ya no tan fuerte), pues ni siquiera volteó a verla.

La pareja logró calmar a la niña e hizo que se sentara con ellos. La niña acababa de sentarse cuando regresó el mesero con la rebanada de pastel de chocolate.

-Tome señorita -dijo el mesero.-Gracias – le respondió.El mesero le dio el plato a la mujer,

quien, al recibirlo, se lo regaló a la niña.La niña no pronunció nada, pero con su

cara lo dijo todo. Tenía una cara de enor-me agradecimiento con la pareja. Parecía

que nunca había comido chocolate, por-que su cara mostraba una gran satisfac-ción en cada mordida. Cuando terminó de comer, se chupó los dedos y dejó el plato tan limpio, que parecía recién lavado. La mujer vio cómo la niña comía el pastel; su cara mostraba una apariencia maternal. El joven, por otro lado, veía la ropa de la niña, mientras hacía una mueca de angus-tia.

La niña le regaló a la pareja una de las paletas que vendía, en agradecimiento por la rebanada de pastel. Estaba a punto de marcharse, cuando llegó la señora de unos 60 años. Apenas vio a la niña platicar con la pareja, comenzó a regañarla. La aga-rró del brazo y la puso de pie, mientras la pareja se mostraba sorprendida y con impotencia. La señora agarró la paleta y la metió en la mochila de la niña. Se llevó a la niña, quien ya se encontraba llorando, mientras le gritaba “gracias” a la pareja. La pareja estaba todavía impresionada. Había pasado pocos minutos de esto, cuando el mesero llegó con la cuenta. El joven pagó, mientras la mujer se recar-gaba en su hombro. Y se fueron del café, como si el incidente nunca hubiera ocu-rrido.

Polortie doloborem vulluptate modolor sim in vel ullum init ullum quipis num vendiam consecte modit diamcon vulpu-tpat dolortio od dignit at del essisi bla ate do exer illaore tiscilla accum ilit dunt ipis nuuamc lam, vel diate tie dipsum illaore consent iuscion ute dolorem quiscipismod mis nit ullaorer sed ming et euisl do elisi-praessim nim del utat er summy nosto del dolorem augiutais nulluptating erosto con eu feu facilit iliscincipit vulluptat wisi.

Nullam volobor erilla core minibh et

autatinim zzriuscin utat. Ed el iustrud dg exero et,g exero et,olorpe rostrud tie feum velismodiam lam, vel diate tie dipsum illaore consent iusciirit voloi onsequisi.quiscipism od min ulput praestrud erat. An verlam, vel illaore consent iusci sumsan vullam, vel diaum illaoit dolorpe riusto diwisim alit nullamc onsenim zzrit aut.Xero odit digna at nim zzril ut in henit elendre facinit lore dolorti onsequat iurer incil incil ut inibh er sequisci blan velit, vercilit nulla facilla faci tio odio ea cons

Un titular que llene para una noticia secundaria de faldón a dos líneas

LOCALIZADOR BREVE ANTETÍTULO UNA LÍNEA

5 Nombre publicación - fecha

CINTILLO

- Página diseñada por Santi Folch ([email protected]). Licencia Creative Commons Atribution 3.0: uso libre pero se solicita citar al autor o vincular a la página de descarga: maquetador-online.net -