Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de...

17
CONGRESO LATINOAMERICANO DE COMUNICACIÓN GT 8. Saber, poder, placer. Géneros y sexualidades desde la comunicación y la cultura Marcelo Pereyra Facultad de Ciencias Sociales Constitución 1920. CABA [email protected] Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación Introducción Uno de esos problemas más graves que afectan a la sociedad contemporánea es el las violencias que se ejercen en distintos ámbitos (familia, escuela, deporte, política). Y dentro de éste, la violencia contra las mujeres por razones de género, por su gravedad y extensión, ocupa un lugar cada vez más relevante. En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer de las Naciones Unidas (Beijing, 1995) se caracterizó a esta violencia como una manifestación de las desiguales relaciones de poder que históricamente se han dado entre varones y mujeres, las que, a su vez, han conducido a la dominación de las mujeres por los varones, a la discriminación de las mujeres y a la interposición de obstáculos contra su pleno desarrollo. Bajo la denominación violencia de género, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Belem Do Pará, 1994), incluyó todo acto violento contra una mujer que tiene como origen su condición de tal, y que resulta en un sufrimiento físico, sexual y/o psicológico. Puede tener lugar en el ámbito doméstico o en el público, e incluye el abuso y el acoso sexual, la violación, los malos tratos, el tráfico y la trata de personas, la prostitución forzada y el femicidio. Se entiende por femicidio al asesinato de una mujer por razones asociadas a su género. Cuando la mujer es muerta por un varón con el que tenía, o había tenido, algún tipo de relación íntima, familiar o de pareja se denomina femicidio íntimo, que es el más frecuente de estos crímenes. El ámbito académico y los organismos internacionales de DDHH coinciden en

description

¿Cómo nos formamos imágenes acerca del mundo que nos rodea? ¿Cuál es el papel de los medios en la producción y circulación de imaginarios sociales sobre los problemas más graves que afectan a la sociedad? Uno de esos problemas es el las violencias que se ejercen en distintos ámbitos sociales. Y dentro de éste, la violencia contra las mujeres ocupa un lugar relevante y de absoluta actualidad. En 2014, el proyecto UBACYT “La comunicación del delito y la violencia en la vida cotidiana: estudio de prácticas, discursos y representaciones de instituciones gubernamentales, sociedad civil y medios masivos” realizó una encuesta acerca de la percepción de las violencias –incluyendo la violencia machista- en la ciudad de Buenos Aires. En este trabajo se dan a conocer los resultados de dicha investigación, y se los compara con los hallazgos obtenidos en estudios sobre coberturas periodísticas de casos de violencia física contra las mujeres. La primera conclusión a la que se arriba es que existe una significativa correspondencia entre la percepción social de esta violencia y las estrategias a las que apelan los medios para informar sobre ella y para explicarla.

Transcript of Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de...

Page 1: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

CONGRESO LATINOAMERICANO DE COMUNICACIÓN

GT 8. Saber, poder, placer. Géneros y sexualidades desde la comunicación y la cultura

Marcelo Pereyra

Facultad de Ciencias Sociales

Constitución 1920. CABA

[email protected]

Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres

y los medios de comunicación

Introducción

Uno de esos problemas más graves que afectan a la sociedad contemporánea es el

las violencias que se ejercen en distintos ámbitos (familia, escuela, deporte, política). Y

dentro de éste, la violencia contra las mujeres por razones de género, por su gravedad y

extensión, ocupa un lugar cada vez más relevante. En la Cuarta Conferencia Mundial sobre

la Mujer de las Naciones Unidas (Beijing, 1995) se caracterizó a esta violencia como una

manifestación de las desiguales relaciones de poder que históricamente se han dado entre

varones y mujeres, las que, a su vez, han conducido a la dominación de las mujeres por los

varones, a la discriminación de las mujeres y a la interposición de obstáculos contra su

pleno desarrollo. Bajo la denominación violencia de género, la Convención Interamericana

para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Belem Do Pará,

1994), incluyó todo acto violento contra una mujer que tiene como origen su condición de

tal, y que resulta en un sufrimiento físico, sexual y/o psicológico. Puede tener lugar en el

ámbito doméstico o en el público, e incluye el abuso y el acoso sexual, la violación, los

malos tratos, el tráfico y la trata de personas, la prostitución forzada y el femicidio. Se

entiende por femicidio al asesinato de una mujer por razones asociadas a su género. Cuando

la mujer es muerta por un varón con el que tenía, o había tenido, algún tipo de relación

íntima, familiar o de pareja se denomina femicidio íntimo, que es el más frecuente de estos

crímenes. El ámbito académico y los organismos internacionales de DDHH coinciden en

Page 2: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

señalar que los femicidios “no son producto de situaciones inexplicables, de conductas

patológicas o de la casualidad. Por el contrario, estas muertes de mujeres son el producto de

un sistema estructural de opresión” (Gamba, 2009; p. 142). En consecuencia, aseveran, son

crímenes de odio y/o venganza, y su origen –como el de toda otra forma de violencia contra

las mujeres por su condición de tales- no reside en las personalidades, hábitos y/o

adicciones de las víctimas o de sus victimarios.

Ahora bien, ¿estas caracterizaciones han “bajado” a la sociedad? ¿Forman parte del

sistema simbólico dentro del que las personas perciben e interpretan esta violencia? Con el

objeto de conocer cómo perciben la violencia contra las mujeres los/as vecinos/as de la

ciudad de Buenos Aires, se incluyó una batería de preguntas ad hoc en una encuesta que

realizó el proyecto UBACYT “La comunicación del delito y la violencia en la vida

cotidiana: estudio de prácticas, discursos y representaciones de instituciones

gubernamentales, sociedad civil y medios masivos”. En este trabajo se dan a conocer los

resultados de dicha investigación, y, por otra parte, se resumen varios estudios sobre

coberturas periodísticas de violencia contra las mujeres (Pereyra, en prensa, 2012 a y b,

2009 y 2006), con el fin de reflexionar acerca de la influencia de dichas coberturas en la

percepción social de esta violencia.

La percepción social

La encuesta se realizó en julio de 2014 sobre 613 casos. Indagó, entre otras

cuestiones, las percepciones acerca del delito y otras formas de la violencia. Se segmentó el

territorio en las quince comunas en las que se divide la ciudad de Buenos Aires. El trabajo

de campo incluyó el relevamiento de veinticinco barrios, incluyendo dos villas miseria.

Mediante una selección intencional se consideraron las diferencias socioeconómicas de

manera tal que ningún sector social quedara subrepresentado. Luego se tomó como unidad

de muestreo una serie de puntos específicos, considerados estratégicos por expresar con

fidelidad los rasgos más representativos de cada barrio, como plazas, parques o calles

distintivas, y se determinaron veintisiete puntos muestra. Por último, se realizó una

segmentación por cuotas de sexo y edad, y la cantidad de casos por comuna fue definida a

partir de los datos del padrón electoral. Las respuestas también se segmentaron por

Page 3: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

ocupación y nivel de estudios (Para otros datos técnicos y demográficos cf. Proyecto

UBACYT 00383).

El delito y las otras violencias

Se les pidió a las/los encuestados/as que calificaran el nivel de violencia que tiene la

ciudad utilizando una escala de grados (Muy violenta, algo violenta, poco violenta, no es

violenta). Sumando las/los que contestaron muy y algo violenta se concluye que un 82% de

las respuestas consideró que Buenos Aires tiene niveles considerables de violencia. La

percepción de que es muy violenta aumentó junto con la edad de los encuestados y

predominó entre las mujeres. Luego se les solicitó que justificaran su respuesta. Un 33%

expresó que fundamentaba su calificación en la inseguridad, mientras que un 17% justificó

su calificación en la agresividad de la gente.

A continuación se les formuló la siguiente pregunta: “Quitando a la inseguridad,

¿en qué otro caso cree que una persona sufre violencia?” Las respuestas (cuadro 1) indican

que la violencia contra los mujeres sería la de mayor visibilización, siempre y cuando los

y las encuestadas/os hayan utilizado violencia de género y violencia doméstica, como

sinónimos, algo que la encuesta -por su carácter cuantitativo- no se propuso indagar.

Como quiera que sea, la segmentación de esta variable por género, grupos etarios y nivel

educativo no arrojó diferencias relevantes.1 En tanto que en el cruce con la variable

ocupacional (cuadro 2) la violencia doméstica obtuvo la mayoría de las menciones en

todas las ocupaciones, violencia de género fue la percepción más elevada entre los

estudiantes y la más baja entre los desocupados. En cambio, entre éstos la percepción de la

violencia doméstica fue la más alta, mientras que la más baja se verificó entre los

trabajadores. Estos datos indicarían que los desocupados –quizás por sus bajos niveles de

educación y/o de información- desconocen el significado de violencia de género y utilizan

violencia doméstica para referirse a la violencia contra las mujeres en el ámbito familiar.

Por la misma razón, aunque con un sentido inverso, los estudiantes tendrían mayor

conocimiento del semema violencia de género.

1 El dato es más significativo si se tiene en cuenta que la cifra de femicidios publicada durante la realización

de la encuesta fue la menor de los últimos cinco años: según los relevamientos de La Casa del Encuentro,

entre 2008 y 2013 se publicaron durante el mes de julio entre 25 y 27 femicidios, pero en julio de 2014 la

cifra bajó sorprendentemente a 12.

Page 4: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

Percepción de la violencia contra las mujeres

Preguntados/as por las principales causas por las que los varones ejercen violencia

contra las mujeres, solo el 18.1% las/os encuestados/as mencionó causas de orden

estructural, como el machismo (13%) y la cuestión cultural (5.1%). Los que más señalaron

al machismo como factor causal fueron los estudiantes, lo que demostraría mayor nivel de

información en este colectivo (cuadro 4). En cambio, el 81.9% de las respuestas señaló

como causas las concernientes a las condiciones personales y hábitos del victimario. Entre

ellas se destacó como más importante los trastornos psicológicos (cuadro 3). En los tres

segmentos educativos esta causa obtuvo la mayoría de las menciones (cuadro 5), y las

segmentaciones por edad y género no presentaron variaciones significativas. Con

importancia decreciente las respuestas enumeraron otras causas como adicción a las

drogas y el alcohol, celos y pasión, falta de educación, problemas económicos o del

trabajo. Entre las amas de casa se halló el porcentaje más elevado entre quienes

mencionaron la adicción del agresor a drogas o alcohol, en tanto que el menor se verificó

entre los estudiantes. Luego, entre los desocupados se encontró el valor más alto entre

quienes destacaron como causa celos y pasión, mientras que el más bajo se verificó entre

las amas de casa. Si estos datos se segmentan por nivel educativo se verifican ligeras

variaciones. Así, por ejemplo, el porcentaje de menciones a la adicción a las drogas o el

alcohol aumenta en la medida en que baja el nivel instructivo. Lo mismo ocurre con la

identificación de los celos y la pasión como causante de la violencia.

En suma, quienes menos mencionaron las causas estructurales serían quienes tienen

menor nivel de instrucción general y/o de información sobre la violencia contra las mujeres.

Que las amas de casa, en tanto que potenciales o reales víctimas, hayan señalado los

problemas de adicción como causa principal es probable que esté en relación con sus

experiencias personales. En cuanto a la primacía de trastornos psicológicos en los tres

segmentos educativos, sobre todo en el superior, podría estar indicando una fuerte

influencia de la información periodística como forma generalizada de adquirir

conocimiento acerca de la cuestión.

La violencia contra las mujeres en los medios

Page 5: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

La violencia contra las mujeres comenzó a ingresar en la agenda mediática hace

unos veinte años. En primer lugar, en los años ’90 la televisión la incorporó como tema

recurrente en los talk show. La lógica televisiva, que es la lógica de lo espectacular,

seleccionó para la visibilización de esta violencia los casos más escandalosos o bizarros,

aquellos que eran capaces de llamar la atención de una audiencia que había perdido interés

por las telenovelas y los programas “para el hogar”, y que ahora prefería ver y escuchar –en

vivo y en directo- las disputas familiares y sentimentales y los lacrimógenos relatos de las

mujeres maltratadas. Desde esta lógica, el maltrato fue mostrado como “un mero exceso,

ocasional y singularizado, cuya materialización en golpes se postuló como producto lineal

de un amor incontenible (de corte melodramático), que se tradujo en una secuencia in

crescendo de celos, persecución y paliza” (Laudano, 2010: 95). Posteriormente, la prensa

gráfica comenzó a dar cuenta de la violencia contra las mujeres, como una problemática

social, pero “de gueto” –como un tema propio y exclusivo de lo femenino- a través de notas

de opinión y editoriales publicadas a propósito del Día de la Mujer, del Día Internacional de

la Eliminación de la Violencia contra la Mujer o cuando se hacen públicas estadísticas de

violencia contra la mujeres. En tercer término, se visibilizó en los medios gráficos desde las

noticias a partir de una sucesión de asesinatos de mujeres, jóvenes y niñas -Aurelia Briant

(1984), Alicia Muñiz (1988), Jimena Hernández (1988), Nair Mustafá (1989), la familia

Barreda-McDonald (1992), Carolina Aló (1996), Natalia Mellmann (2001), María Marta

García Belsunce (2002), Lucila Yaconis (2003), Nora Dalmasso (2006) y Wanda Taddei

(2010)- que inundaron las primeras planas de los diarios y los espacios centrales de los

noticieros televisivos y radiales. Esta modalidad superó ampliamente a las páginas de

opinión. En la prensa gráfica vasca, Ariznabarreta y col. (2009) encontraron que el discurso

sobre violencia contra las mujeres es fundamentalmente informativo (76% de las noticias

relevadas), frente a un 24% de discursos interpretativos y argumentativos.

Los mencionados asesinatos siempre fueron tratados como hechos policiales

aislados: inopinadamente aparecían y desparecían de la agenda mediática sin conformar

una serie social. Pero desde 2010 el escenario se modificó: los asesinatos aumentaron

significativamente. También aumentó la brutalidad en su comisión, tal vez como

consecuencia del acrecentamiento de las violencias en general que está indicando una

barbarización de los lazos sociales (Fernández, 2009). Los medios comenzaron a

Page 6: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

nombrarlos como femicidios, dejando de lado crimen pasional, y si bien incorporaron a su

léxico violencia de género, no parecen haber comprendido la real significación del término,

pues siguen clasificando esta violencia dentro de la agenda policial (Pereyra, 2012, b).

Ariznabarreta y col. (ob. cit.), llegaron al mismo resultado en su análisis de la prensa vasca.

Afirman las autoras que esta modalidad clasificatoria “no contribuye de forma positiva a

visibilizar y denunciar esta forma de violencia como un problema social de primera

magnitud al que subyacen profundas razones culturales” (ob. cit., p.179). Ente sentido vale

puntualizar que en nuestro ámbito los femicidios no íntimos ni siquiera se asocian con la

violencia contra las mujeres, sino que, por cometerse en la vía o lugares públicos son

visibilizados como problemas de falta de seguridad en la zona (Pereyra, 2006).

En tanto que noticias policiales, los femicidios íntimos adquieren el formato de

narraciones trágicas de sus protagonistas (Pereyra, en prensa). Como en el público

despiertan mucho interés las historias de vida, y sobre todo las sentimentales, el periodismo

exhibe -sin pudicia alguna- la intimidad, la sexualidad y el dolor humano: detalles sensibles

de las vidas privadas de víctimas y victimarios, que se mixturan con imágenes

sanguinolentas de dramas que son explicados con exceso de morbo (Pereyra, 2009). En

suma, historias contadas en clave de reality show (Solbes, 2005) que convierten a la

violencia contra las mujeres en un espectáculo atractivo para su consumo.

Por otra parte, el femicidio íntimo como noticia policial queda atrapado en una

cierta inmanencia que requiere relaciones de causalidad entre el delito y su móvil, es decir,

a la violencia ejercida se le asigna una causa, y a partir de ella infiere una consecuencia

directa, única, natural y legítima (Pereyra, 2012, b). Por ejemplo: “Baleó a su mujer

porque no quiso tener relaciones sexuales” (Tiempo Argentino, 16/1/13; el resaltado es

propio); “Le pegó 6 tiros a su mujer porque chateaba con otro” (Clarín, 21/8/11; el

resaltado es propio); “No soportó ‘no poseerla’ y por eso decidió matarla” (Diario

Popular, 22/10/10; el resaltado es propio). De esta manera, el femicidio íntimo como hecho

policial es presentado como una consecuencia inevitable de las tipologías de la víctima, y/o

del victimario, y/o de la relación que mantenían. Es decir que la mirada periodística se

limita a los aspectos privados de la relación entre un varón y una mujer.

Page 7: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

En los casos de femicidios que son especialmente aberrantes (menores de edad

como Nair Mustafá y Jimena Hernández) o brutales (Wanda Taddei, Carolina Aló), o

cuando son múltiples (familia Barreda-MacDonald), el foco periodístico recae en la

personalidad de los femicidas, pues se entiende que sólo mentes alteradas pueden ser

capaces de semejantes atrocidades. Entonces desfilan por los programas televisivos y las

páginas de los diarios psicólogos, psiquiatras y forenses convocados para desvelar los

misterios de esas psiquis trastornadas. Salvo contadas excepciones, estos profesionales

carecen de una perspectiva de género. Muy por el contrario, centran su análisis en el pathos

individual que tendrían los asesinos (Pereyra, 2012, b). He aquí un filón informativo que

los medios explotan aprovechando esa morbosa fascinación que provoca en muchas

personas la combinación de violencia sanguinaria y perturbación mental.

Las otras formas de violencia contra las mujeres no tienen la misma visibilidad

mediática. Algunas, incluso, pasan casi desapercibidas: los malos tratos, la violencia

psicológica, el abuso callejero y el acoso sexual rara vez tienen un lugar en los medios, y

cuando lo tienen no es destacado. Puede haber excepciones cuando la víctima y/o el

victimario son personas públicas. En cuanto a la violación, debe estar rodeada de

circunstancias agravantes para revestirse de noticiabilidad. Por ejemplo cuando el violador

es un familiar, y/o cuando la víctima es menor de edad y/o cuando la violación sucede en

un lugar público, y/o cuando hay más de un violador. Y se hace más noticiable aun si está

acompañada de otro delito, generalmente el femicidio. En cuanto a la trata de personas con

fines de explotación sexual, no se interpreta como violencia contra las mujeres: los medios

la clasifican como un delito más, en el que las mujeres involucradas no siempre son vistas

como víctimas. Por último, el periodismo no ve a la prostitución como un hecho de

violencia, porque es muy potente el imaginario social que supone que las mujeres se

prostituyen porque quieren. Tampoco las mujeres prostituidas son vistas como víctimas;

por el contrario, se las suele asociar con el mundo del delito (Pereyra, 2012, a).

Análisis

Los resultados de la encuesta del proyecto UBACYT indican que los encuestados/as

perciben como causas principales de la violencia contra las mujeres factores atinentes a los

victimarios. Entre ellos se destacan el consumo de alcohol y/o drogas, las perturbaciones

Page 8: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

mentales y los celos. Estos datos coinciden, grosso modo, con los de investigaciones

similares realizadas en Europa (Ariznabarreta y col., ob. cit. y EUROBAROMETER 51.0,

1999). Hay coincidencia también en la menor importancia que las respuestas recogidas le

dan a factores socioculturales, como el machismo y las desiguales relaciones de poder entre

varones y las mujeres. Se entiende que ello es así porque existe una tendencia a confundir

las causas que provocan la violencia contra los mujeres con los factores que la

desencadenan (Ariznabarreta y col, ob. cit.). Sin embargo, los factores desencadenantes

pueden estar presentes en los violentos, pero pueden no estarlo. Cuando lo están, pueden

coadyuvar a que la violencia se desate, pero pueden no hacerlo. Es decir que no hay

relación causal directa entre estos factores y la violencia, esto es, el hecho de que un varón

consuma drogas y/o alcohol, o padezca algún trastorno en su psiquis o que sea celoso, no

indica que necesariamente vaya a ejercer violencia contra una mujer. En suma: los varones

que violentan a las mujeres no tienen ninguna patología específica.

Ahora bien, ¿de dónde surge esta confusión entre las causas de la violencia y los

factores que podrían desencadenarla? Se sostiene aquí que una agenda periodística de la

violencia contra las mujeres como la que se acaba de describir sumariamente, construye

ciertos principios de percepción y de comprensión acerca de esta problemática, es decir,

delimita un campo de significados favoritos (Van Dijk, 1997). La confusión es

consecuencia de las modalidades discursivas de las coberturas periodísticas basadas en

casos-testigo de gran noticiabilidad. Son coberturas que, poniendo en juego lo sentimental,

lo dramático, lo personalizable y lo espectacular, cautivan la atención de los receptores y, a

la vez, les explican la violencia de una manera más eficaz y atractiva que los argumentos y

las estadísticas de los análisis socioculturales que se publican cada tanto (García Beaudoux

y D’Adamo, 2007). Se trata de explicaciones que no dejan de ser simplificaciones

peligrosas, no sólo porque no tienen en cuenta que la violencia contra las mujeres expresa

el desequilibrio de poder entre los géneros –desequilibrio que, a su vez, facilita a los

varones la práctica de esa violencia-, sino porque pueden llegar a justificar o atenuar las

conductas violentas (Pereyra, 2006).

Estas coberturas son más potentes en la información televisiva, que es la que cuenta

con las herramientas ideales para montar el melodrama de turno. En este sentido vale tener

Page 9: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

considerar los modos de informarse que detectó la encuesta del Proyecto UBACYT, puesto

que es precisamente la televisión es el medio que la mayoría de lxs encuestadxs indicó

como de su preferencia. Además, el consumo televisivo de información es mayor en lxs

menos instruidxs, en las amas de casa y en las mujeres en general. Con todo, casi la mitad

de la muestra señaló que los medios apelan al sensacionalismo para cubrir noticias sobre el

delito, pero quienes fueron más críticxs en ese sentido fueron lxs que prioritariamente se

informan a través de los diarios. Es decir, que quienes se informan por la televisión son lxs

que menos la perciben como sensacionalista. Entonces, considerando las respuestas sobre el

origen de la violencia contra las mujeres se verá que lxs que más confunden causas con

factores desencadenantes –que serían los atribuibles a las adicciones, la personalidad y las

perturbaciones de los victimarios- son quienes se informan predominantemente por la

televisión. Es evidente, por lo tanto, que esta violencia ha ingresado en la agenda pública de

la ciudad de Buenos Aires con una percepción muy influida por la agenda mediática,

especialmente la televisiva.

Por otra parte, es indudable que el concepto género todavía no ha sido comprendido

íntegramente por el periodismo. Por el momento es una etiqueta mal estampada:

mayoritariamente en las noticias género equivale a mujer. No es una categoría relacional

con implicancias socioculturales e históricas. La violencia contra las mujeres, aunque se la

denomine de género, sigue siendo en los discursos informativos un asunto privado,

despojado de sus connotaciones políticas. En cambio, los medios han descubierto en ella

una mercancía que se vende muy bien como un espectáculo del sufrimiento, en el que se

habla de la vida y la muerte, del amor y del odio, de las relaciones sentimentales entre

varones y mujeres, de lo prohibido y lo permitido y de los riesgos de transgredir ciertas

normas sociales. Relatos agonísticos que enseñan quiénes se salen con la suya y quiénes

pagan sus culpas, y quiénes son las víctimas y los victimarios, produciendo fuertes

identificaciones con unas u otros porque, en última instancia, hablan mucho de la existencia

cotidiana de los millones de varones y mujeres que consumen medios.

Desde otro punto de vista, puede pensarse que son exitosas las modalidades con las

que los medios describen y explican la violencia contra las mujeres porque la confusión

Page 10: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

entre causas estructurales y factores desencadenantes resulta tranquilizadora para buena

parte de la sociedad. Es que si los violentos son drogadictos, alcohólicos o perturbados

mentales, no hay problema social del que hacerse cargo, y, por lo tanto, varones y mujeres

no tienen que cuestionarse lo que son –en tanto géneros humanos-, ni el tipo de relaciones

que mantienen entre ellos.

La violencia contra las mujeres tiene ahora una importante presencia en la agenda

pública como consecuencia de su inédita tematización mediática. No obstante, su mayor

representación numérica no ha estado acompañada de un adecuado tratamiento informativo,

el cual, a su vez, parece ser el responsable de la percepción social del problema según surge

de la encuesta que se ha presentado.

BIBLIOGRAFÍA

Ariznabarreta, L. y col. (2006): “La opinión pública vasca y la violencia de género”. En

Tratamiento de la violencia de género en la prensa vasca. San Sebastián: Universidad del Deusto.

EUROBAROMETER 51.0 (1999): “Europeans and their views on domestic violence against

women”. Brussels, European Commission, Directorate-General X, The Public Opinion Analysis

Unit.

Fernández, A. M. y col. (2009): Informe final del Estudio “Análisis de la mortalidad por causas

externas y su relación con la violencia contra las mujeres. Estudio Cuali-cuantitativo de tipo

descriptivo-exploratorio”. Comisión de Salud, Ciencia y Tecnología, Ministerio de Salud de la

Nación.

Gamba, B. (coord.) (2009): “Femicidio”. En Diccionario de estudios de género y feminismos.

Buenos Aires: Biblos.

García Beaudoux, V. y D’Adamo, O. (2007): “Tratamiento del delito y la violencia en la prensa.

Sus posibles efectos sobre la opinión pública”. En Luchessi, Lila y Rodríguez María Graciela

(coordinadoras) Fronteras globales. Cultura, política y medios de comunicación”, Buenos Aires:

La Crujía.

Laudano, C. (2010): “Visibilidad mediática de la violencia hacia las mujeres: continuidades y

cambios en Argentina (1983-2009)”. En Revista Derecho y Ciencias Sociales, Nº3, Octubre, 88-

110. Instituto de Cultura Jurídica y Maestría en Sociología Jurídica, FCJyS.UNLP.

Pereyra, M. (en prensa): “Discursos y encuadres de la violencia de género en la prensa escrita

argentina. Un estudio diacrónico”. En Martini, Stella y Contursi, María Eugenia (comps.) Crónicas

de las violencias en la Argentina. Estudios sobre comunicación y medios. Buenos Aires: Imago

Mundi.

Page 11: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

-------------------- (2012, a): “Los medios, agentes del control social. El caso de la oferta de sexo en

el espacio público”. En Martini, Stella y Contursi, María Eugenia (comps.): Comunicación pública

del crimen y gestión del control social. Buenos Aires: La Crujía.

------------------- (2012, b): “Pensar la violencia de género. Estrategias explicativas en los discursos

periodísticos”. En Gherardi, Natalia (directora) (2012): Los derechos de las mujeres en la mira:

Informe anual de los observatorios de sentencias judiciales y de Medios 2010. Buenos Aires:

Equipo Latinoamericano de Justicia y Género-ELA.

------------------ (2009): “No matarás (de nuevo), o de cómo el crimen de Nora Dalmasso se

transformó en pasión de multitudes”. Actas del I Congreso Interdisciplinario sobre Género y

Sociedad. Debates y prácticas en torno a Violencias de género. Córdoba, Argentina.

----------------- (2006): “Los medios y la realidad serializada. El caso de los delitos sexuales”. Actas

de las X Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación, San Juan, Argentina.

Proyecto UBACYT 00 383 (Directora Stella Martini) (2014) “Informe sobre percepciones

barriales, violencia y DDHH en la Ciudad de Buenos Aires”. Buenos Aires, mimeo.

Solbes, R. (2005): “Noticias de, sobre, contra los malos tratos domésticos”. En Castillo-Martín,

Márcia y de Oliveira, Suely (organizadoras) Marcadas a ferro. Violencia contra a mulher. Uma

visão multidisciplinar. Brasilia, Secretaria Especial de Políticas para as Mulheres.

Van Dijk, T. (1997): “Análisis crítico de noticias”. En Racismo y análisis crítico de los medios,

Buenos Aires: Paidós.

ANEXO

Page 12: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación
Page 13: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación
Page 14: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación
Page 15: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

Cuadro 4

Page 16: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación

Cuadro 5

Page 17: Como te ven te tratan. La percepción social de la violencia contra las mujeres y los medios de comunicación