“En toda labor hay fruto; Mas las vanas palabras de los labios

empobrecen” (Proverbios 14:23)

Quién no ha dicho ¡Esto me supera! ¡No puedo lograrlo! ¡Es demasiado para mi! ¡Me es imposible alcanzarlo! ¡No! la verdad es que no puedo!. Esto revela que hay límites.

¿Qué es un límite? Es un déficit. Es una barrera. Es una restricción o una limitación interna o externa.

Un límite es un imposible aparente. Un limite es una frontera interior. Un límite es un punto que te dice hasta aquí llegaste ¿Qué has de hacer?

Cuando entramos en una habitación es muy sencillo conocer los límites de ella, es más podemos medir 4 x 3 metros, igual la habitación tiene 12 metros cuadrados

Pero cuando hablamos de ti, ¿Dónde crees que están tus límites? Decía Henry Ford: “Tanto si piensas que puedes, como si piensas que no puedes, estás en lo cierto.”. El primer límite se encuentra en la habitación de tu mente. Los límites solo los marcamos nosotros desde adentro.

Lo que limite el éxito de una persona no tiene que ver con sus circunstancias o ambiente. Lo que lo limita se circunscribe única y exclusivamente a su interior.

¿Qué limites ha creado tu mente? Tu mente es la que fabrica tus creencias. Hay creencias potencializadoras y creencias limitadoras.

Las cosas en si no son como son, sino como somos nosotros. Si eres negativo, ves en negativo, sientes en negativo, hace lo negativo.

Esas limitaciones nacen en los pensamientos. Cada vez que nos encontramos limitados o incapaces de hacer algo, tenemos que examinar nuestros pensamientos. Ellos son los que nos incapacitan.

Por eso es que entre más abiertos mentalmente seamos, y cuanto más grande pensemos, tendremos mayores oportunidades y posibilidades de lograr lo que queremos y ¿Qué queremos? Superar límites.

La lección es sencilla. Nuestras limitaciones residen únicamente en nuestra mente y somos los únicos responsables de superarlas o no.

Las creencias limitadoras son ideas, pensamientos o emociones que nos repetimos o nos repiten. Son esos paradigmas personales bajo los cuales operamos.

Las creencias limitadoras son las que nos producen los miedos interno que nos limitan.

Estas creencias limitadoras están en la habitación de tu mente.

Son esas creencias falsas que a las que te has adherido como resultado de aprendizajes o conclusiones erróneas acerca de ciertas cosas como “Soy un perdedor, soy un pecador, estoy perdido, no sirvo para esto, nunca triunfaré en la vida, soy un mediocre, soy un fracasado”

Estas creencias son certezas que tu mente ha afirmado, te guían y te hacen actuar de un modo determinado.

Todo lo que procede del ¡No puedo! Es una creencia limitadora, pero existe la creencia opuesta que es la creencia potencializadora.

¿Cuáles son las creencias potencializadoras? Son todas aquellas que salidas de tu pensamientos y afirmadas por el poder de tu voluntad te predisponen a ser fuerte, a ser capaz, y a tener éxito.

Son potencializadoras porque superan a las creencias limitantes, traspasan esa frontera y se elevan por encima de esas restricciones.

Cuando Nehemías oyó que el muro y las puertas de Jerusalén fueron destruidas por el enemigo.

No se limitó sino que se potencializó, ¿Qué es potencializarse? Es sacar a Dios a relucir, es sacar la fuerza de la fe a relucir, es sacar el potencial (don, talento) para producir algo efectivo a nuestro favor. Nehemías viajó hasta Jerusalén (dio el paso de una creencia potencializadora), y reunió a los disponibles para la reconstrucción de la ciudad

Y en medio de oposición y burla superó el límite y el muro fue terminado con éxito en 52 días (Nehemías 6:15).

El problema que causan las creencias limitadoras es que te obligan a actuar por debajo de tu potencial. Un límite es un reto. Cuando el pueblo de Israel viajaba hacia la tierra prometida se encontró con un límite “las murallas de Jericó” todo un reto ¿Cómo trascender ese limite? Un refrán chino dice: la carrera más larga inicia con el primer paso.

Por 6 días marcharon alrededor de las murallas tocando las trompetas. Cuando uno da el primer paso ya ha logrado superar a millones de personas que inventan excusas.

Como el número 7 es número de la perfección o del complemento.

Al día séptimo dieron 7 vueltas a las murallas y a la última vuelta tocaron las trompetas y no cesaron de sonar ¿Por qué? Porque estaban superando el límite y ¿Qué sucede cuando el límite está siendo superado?

Todas las fuerzas del universo están a nuestro favor. En el caso de los israelitas, las murallas se vinieron abajo e Israel pudo vencer a los habitantes de Jericó y seguir victoriosos hacia la tierra prometida.

Se supera de adentro hacia afuera. ¿Cuál es la persona que tiene una creencia

limitante? Es aquella que no se molesta en intentar mover nada, hacer nada, ni recorrer nada. Con inercia jamás se puede superar un límite.

¿Te imaginas qué habría sido de un Leonel Messi o un Cristiano Ronaldo si no hubiesen actuado el Football? O de un Albert Einstein o un Steve Jobs.

Estas personas no se diferencian de ti y de mí por tener un don para investigar, descubrir, inventar, jugar o escribir.

Estas personas marcaron la diferencia porque trabajaron mucho para eliminar sus creencias limitantes. Ellos saltaron las amarras, brincaron las barreras, enfrentaron los obstáculos y combatieron sus miedos

Y así lograron sus sueños, porque debes saber que el primer paso para cumplir tus sueños, es despertar.

¿Y qué causa en nosotros las creencias limitadoras? El miedo. El miedo es el primer estado hacia el fracaso. El miedo reside en nuestras emociones. El miedo puede obstaculizar las facultades intelectuales y la capacidad de actuar. ¿Es realmente miedo lo que sentimos? ¿O es inseguridad? Lo cierto es que el nombre que le demos da exactamente igual, ya que lo que se trata es de superarlo.

Ante un límite uno tiene dos opciones: rendirse o buscar soluciones, declinar o enfrentar, paralizarse o atreverse.

¿Cuál es uno de los mayores límites que uno debe superar? El límite del error. ¿Qué es un error? Es una discrepancia entre lo que es y lo que debiera ser. Un error es algo que no se realizó de manera correcta. Es un desacierto. Es una falla. ¿Qué hacer cuando estamos frente a un error? Superarlo ¿Por qué? Porque es un límite o un reto de superación.

Quién no ha superado un error (transgresión) (falla) (negatividad) (falta) no está potencializado.

El primer paso para superar un error sea cual fuere del campo que sea es “reconocerlo”.

El error se detecta en la acción. El que no hace no se equivoca pero tampoco aprende. El hombre es el único animal que choca dos veces con la misma piedra. Hay dos clases de errores. El error que se repite es el error negativo o malo. El error positivo o bueno es el que surge al hacer algo diferente.

Albert Einstein decía que es una locura pensar en mejorar haciendo más de lo mismo y Edison agradeció a los 999 errores previos a la invención de la lámpara eléctrica. Cada error le enseñaba que debía superar el límite.

Muchos somos como el bombero imperante: Se corre detrás de lo urgente en el incendio y no de lo importante.

¿Cómo sabemos que hemos superado ese límite llamado “error”? Porque hemos rectificado, hemos hecho sendas derechas para nuestros pies.

Tal cual como hizo Zaqueo la mitad de mis bienes ilegales los devolveré a quién verifique que le he defraudado eso superar el límite.

Cuando uno puede superar los límites internos está construyendo su mejor futuro. ¿Por qué cada uno de nosotros si puede superar cualquier límite menos el de la muerte física? Porque nacimos para la superación.

La palabra superación viene del latín superare que significa crecer.

No se supera nada antes del límite, se crece después de rebasar el límite. Hay un refrán que dice trabaja más en ti que en tu trabajo. Superar un límite es lograr un cambio a un nuevo estado, y eso se llama éxito.

La tendencia del ser humano moderno es dejar en manos de “destino ciego” sus vidas. Tú eres el generador de tus destinos diarios, semanales y mensuales.

Dios en ti es el éxito y juntamente con él eres co creador, entonces crea el éxito.

El éxito se llama “auto motivación”. Motivación y emoción tienen la misma raíz:

"movere", (moverse). Pero emoción sería "e-movere", algo así como "moverse hacia".

La presencia de emoción ya implica una tendencia a la acción. ¿Hay que tener emoción para estar motivado/a?

Hay muchos tipos de motivación, pero es la motivación intrínseca, la automotivación, lo que requiere una alta implicación emocional para conducirnos al éxito.

La motivación externa por si sola no genera en nosotros la energía necesaria para optimizar nuestro nivel de productividad, si no va acompañada de una emoción positiva que permita canalizar nuestra energía en la consecución de un objetivo.

Se dice que durante la Segunda Guerra Mundial, las mujeres británicas reemplazaron en las fábricas a los hombres, que fueron enviados al frente.

Un día, grabaron una película sobre la vida durante la guerra, y se les puso un video de cómo los aviones que ellas fabricaban defendían la vida de sus maridos, padres o hijos, en el frente.

El rendimiento se duplicó de golpe. Porque tenían un motivo, un motivo emocional

Una emoción transformada en energía que te empuja a moverte en la dirección de tus sueños. Emotívate!.

Todo límite se puede superar con 4 cosas: (1) Esfuerzo, que significa que la paciencia

que le pongas a tu esfuerzo será un éxito, (2) Espiritualidad, que significa que al superar

todo límite, te estás haciendo un gran bien, (3) Tiempo, los resultados de superación necesitan tiempo. Nueve mamas no hacen, un bebe en un mes. Para cosechar todo lo que estas sembrando necesitas tiempo,

(4) Superación Personal: Antes de superar algo supérate a ti mismo.