Como La Huella Del Pájaro en El Aire

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Como la huella del pájaro en el aire Héctor Bianciotti Traducción de Ernesto Shoo. Tusquets.Barcelona, 2001. 220 páginas, 2.000 pesetas No es la nostalgia el sentimiento que prevalece en esta obra, sino la presencia de la muerte. Se hace patente con la visita a los cementerios: el familiar, el de su joven compañero en Suiza, el de Borges... JOAQUÍN MARCO | 21/03/2001 | Edición impresa Como la huella del pájaro en el aire responde al tono memorialistíco que el autor cultivó ya en Lo que la noche le cuenta al día y El paso tan lento del amor, traducidos y publicados por la misma editorial. Porque Bianciotti, nacido en Argentina en 1930, no sólo vive en Europa desde 1955 sino que su obra la ha desarrollado en francés. Rememora en estas páginas sus orígenes piamonteses, aunque su lengua nativa fue el castellano y la literaria, por elección deliberada, la francesa. Ha sido recompensado con premios como el Femina (1985) y el Príncipe Pierre de Mónaco (1993) e incluso es miembro de la Academia Francesa de la Lengua. El relato se inicia con el regreso del escritor a su ciudad natal, Córdoba. A su llegada le esperarán en el aeropuerto: “mis tres hermanos, mis tres hermanas, mis dos cuñados”, tras haber pactado no llevar consigo a los hijos, nietos y aún biznietos. El escritor

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Como la huella del pjaro en el aireHctor Bianciotti

Traduccin de Ernesto Shoo. Tusquets.Barcelona, 2001. 220 pginas, 2.000 pesetas

No es la nostalgia el sentimiento que prevalece en esta obra, sino la presencia de la muerte. Se hace patente con la visita a los cementerios: el familiar, el de su joven compaero en Suiza, el de Borges...

JOAQUN MARCO | 21/03/2001 | Edicin impresa

Como la huella del pjaro en el aire responde al tono memorialistco que el autor cultiv ya en Lo que la noche le cuenta al da y El paso tan lento del amor, traducidos y publicados por la misma editorial. Porque Bianciotti, nacido en Argentina en 1930, no slo vive en Europa desde 1955 sino que su obra la ha desarrollado en francs. Rememora en estas pginas sus orgenes piamonteses, aunque su lengua nativa fue el castellano y la literaria, por eleccin deliberada, la francesa. Ha sido recompensado con premios como el Femina (1985) y el Prncipe Pierre de Mnaco (1993) e incluso es miembro de la Academia Francesa de la Lengua.

El relato se inicia con el regreso del escritor a su ciudad natal, Crdoba. A su llegada le esperarn en el aeropuerto: mis tres hermanos, mis tres hermanas, mis dos cuados, tras haber pactado no llevar consigo a los hijos, nietos y an biznietos. El escritor es consciente del orgullo que su prestigio ha despertado en una familia cuyos orgenes son humildes. Algunas de las historias familiares fueron convertidas en material literario en sus obras anteriores y aqu ejecuta retratos y rememora historias. El mecanismo que organiza este relato es la memoria que va de un presente al pasado en las dos terceras partes del libro, que se decanta por el anlisis de situaciones sugeridas por el reencuentro con la familia, el paisaje. Los honores que se le dispensan resultan menos relevantes que los detalles en los que se recrea.

El grupo familiar se convierte, pues, en materia de estudio para un yo narrador y un tanto enftico. Descubrir, fallecidos sus padres, los no siempre gratos recuerdos de la infancia e incluso admitir ciertas coincidencias en el carcter o el fsico de alguno de los hermanos o del propio padre. Pero no es la nostalgia el sentimiento que prevalece en este reencuentro, sino la presencia de la muerte. Se hace patente con la visita a los cementerios: el familiar, el de su joven compaero en Suiza, el de Borges. De ella nacen recuerdos familiares, como el momento en el que el futuro escritor emprende su viaje a Europa. El autor no slo trasmite un pasado; tambin lo que haba imaginado desde la distancia. La visita a la estancia donde haba vivido la familia, le permitir recobrar a Don Vidal, que fue pen de confianza, a los hermanos gemelos Chirieleison, ya viejos, y las historias de un narrador, Iguana, que rememora retazos de crueldad. Todo ello, en un extico paisaje pamperano que Bianciotti reflej en francs cuando se public en 1999. Sus descriptores se elevarn hacia el clasicismo desde la naturaleza.Asegura: Me gusta escuchar relatos, dejo a un lado mi incredulidad habitual, como cuando leo una novela. No faltarn reflexiones sobre el mtodo compositivo y el lector advertir la sensibilidad en el arte de transcribir los detalles, de avanzar en la bsqueda de los rasgos psicolgicos de sus personajes. En la pgina 89 descubriremos las relaciones personales que unen a Bianciotti con Ernesto Shoo, su traductor al castellano. Regresar puede significar tambin retornar a una primera lengua, tal vez, olvidada. No es la elegida para la creacin: Releo estas lneas que preceden y me digo que mi preocupacin por la exactitud, el cuidado que puse en describir ese tipo de casa antigua argentina, no habra sido el mismo si la hubiese recordado en el idioma de mi infancia -no me habra demorado en esas minucias de cartgrafo. Pero son tales minucias las que caracterizan su estilo. Lo advertimos cuando relata el viaje a sus orgenes, ya en Italia, donde reclamar tras la euforia alcohlica unos metros de tierra donde reposar.

Dos historias paralelas surgen tras el regreso y el libro crece en intensidad: la descripcin de los ltimos aos de Herv Guibert, escritor fallecido en edad temprana y su actitud ante la muerte y el dolor. Le recomendar la lectura de un libro de Genet hasta descubrir esta frase: Construir su vida minuto a minuto, contemplando su construccin, que es tambin destruccin a medida que se construye... Servir tambin en la investigacin de los ltimos aos de su amigo de seminario Hctor Ramrez? El hallazgo de su sepultura, en Suiza, abandonada ya su vida de religioso y la permanencia en la mansin de la Sra. Mombello, donde cambi su nombre por el de Sebastin y se dej morir, conforman las mejores pginas del libro. Pero falta todava el relato de la muerte de Borges, de la que Bianciotti nos ofrece los mnimos detalles. Resulta, sin lugar a dudas, el recuerdo ms bello, emocionante y de ms profundo significado. El autor pudo acompaar a Mara Kodama y a Borges en sus ltimos das, que describe, y en el momento de su plcida muerte. Reproduce palabras, detalles, actitudes e, incluso, el lugar elegido en el cementerio de notables, tan lejos de su pas natal como ahora se encuentra el autor, quien ya haba escrito: No, no quiero reconciliarme con mi padre. Ni con mi pas. Poco despus tendr ocasin de describir a Marguerite Yourcenar, que ha de hablar sobre Borges en Harvard, dos meses antes de su muerte. Desde la infancia hasta que se cierra el libro advertimos la despedida de la vida: Y oigo el rumor de la vida que a hurtadillas se marcha y se evapora: como la gota de roco sobre la brizna de hierba; como la espuma de la cresta de las olas; como la huella del pjaro en el aire. As finaliza un gran libro.bajo la lluvia ajena (notas al pie de una derrota) IIIPosted on November 6, 2011 by Ariel MilanesiYo no me voy a avergonzar de mis tristezas, mis nostalgias. Extrao La callecita donde mataron a mi perro, y yo llor junto a su muerte, y estoy pegado al empedrado con sangre donde mi perro se muri, existo todava a partir de eso, existo de eso, soy eso, a nadie pedir permiso para tener nostalgia de eso.Acaso soy otra cosa? Vinieron dictaduras militares, gobiernos civiles y nuevas dictaduras militares, me quitaron los libros, el pan, el hijo, desesperaron a mi madre, me echaron del pas, asesinaron a mis hermanitos, a mis compaeros los torturaron, deshicieron, los rompieron. Ninguno me sac de la calle donde estoy llorando al lado de mi perro.Qu dictadura militar podra hacerlo? Y qu militar hijo de puta me sacar del gran amor de esos crepsculos de mayo, donde la ave ser se balancea ante la noche?No era perfecto mi pas antes del golpe militar. Pero era mi estar, las veces que tembl contra lus muros del amor, las veces que fui nio, perro, hombre, las veces que quise, me quisieron. Ningn general le va a sacar nada de eso al pas, a la tierrita que regu con amor, poco o mucho, tierra que extrao y que me extraa, tierra que nada militar podr enturbiarme o enturbiar.Es justo que la extrae. Porque siempre nos quisimos as: ella pidiendo ms de m, yo de ella, dolidos ambos del dolor que el uno al otro haca, y fuertes del amor que nos tenemos.Te amo, patria, y me ams. En ese amor quemamos imperfecciones, vidas.

roma/9-5-80

Juan Gelman bajo la lluvia ajena (notas al pie de una derrota) - (Roma, mayo de 1980) en: Interrupciones II Libros de Tierra Firme, Ediciones Ultimo Reino, Buenos Aires, 1988