Cmo ir a misa y no perder la fe: 10 ideas de uno de los cerebros litrgicos de Benedicto XVI

Comulgar de rodillas: una prctica que reverdece. Negar la comunin a un fiel que se arrodille para recibirla es un abuso pastoral, segn la Congregacin para el Culto Divino.

Actualizado 26 febrero 2015

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Carmelo Lpez-Arias / ReL

Nicola Bux, profesor en la Facultad de Teologa de Bari

(Puglia/Apulia, Italia), naci en 1947 y fue ordenado sacerdote en

1975. Es o ha sido consultor de la Congregacin para la Doctrina de la

Fe, de las Causas de los Santos y del Oficio para las Celebraciones

Pontificias, y est considerado uno de los baluartes de Benedicto

XVI en el mbito litrgico en cuanto intrprete de esa

"hermenutica de la continuidad" que fue quicio de su pontificado.

En su discurso a la Curia romana el 22 de diciembre de 2005, el hoy

Papa emrito seal que "todo depende de la correcta interpretacin

del Concilio o, como diramos hoy, de su correcta hermenutica, de la

correcta clave de lectura y aplicacin. Los problemas de la recepcin

han surgido del hecho de que se han confrontado dos hermenuticas

contrarias y se ha entablado una lucha entre ellas. Una ha causado

confusin; la otra, de forma silenciosa pero cada vez ms visible, ha dado y da frutos".

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El padre Bux plantea esa misma disyuntiva en su ltima obra, Cmo ir a misa y no perder la fe (Stella Maris),

impulsada por Vittorio Messori. "Una vez ms he cedido ante Vittorio Messori: escribir sobre la misa, dice al principio.

Y el escritor y periodista italiano firma un eplogo final con algunos consejos para mejorar las homilas y que no fracasen

en su misin de evangelizar a los fieles.

Para Bux, la reforma de Benedicto XVI busca superar "la idea de que la liturgia pueda ser fabricada", restituir "el rito, el

sacramento, en lo sagrado" y restablecer "el derecho de Dios a se adorado como desea". Entre otras cosas para

conseguir esos efectos, en 2007 el hoy Papa emrito liberaliz con el motu proprio Summorum Pontificum la misa

tradicional, vigente durante siglos en la Iglesia hasta la reforma postconciliar.

Pero Nicola Bux no plantea sus propuestas slo para ese rito, sino tambin para "la forma ordinaria postconciliar si se

celebra segn las normas establecidas": "Hoy es ms necesario an entender cmo ir a misa, porque cuando se va

-y resulta increble decirlo- se corre el riesgo de perder la fe!". Y eso es porque "la Liturgia cristiana surge una violencia

sutil en nuestro tiempo: sus ritos y smbolos son desacralizados o sustituidos por gestos profanos. Imitando a las

ideologas ya en ruinas, se recurre a smbolos hechos por la mano del hombre".

No se trata, pues, slo de un ttulo audaz y provocador, sino de un peligro real. Para conjurarlo, Bux profundiza a lo largo

del libro en lo que es y no es la misa y va proponiendo algunas ideas concretas. He aqu una seleccin de ellas.

Diez ideas para "reavivar la fe" a travs de la misa

1. Homila.- "La homila sirve para contrastar el poder mundano que, en todos los tiempos, con modos y grados

diferentes, intenta matar la fe a travs de la disolucin de la moral. Deber ser siempre extremadamente fiel a la

moral, no simplemente respetando los preceptos de sta, sino intuyendo tambin lo que pueda ser de mayor provecho

para las almas con el fin de tener una relacin autntica con el Seor".

2. La forma de consagrar.- "La Consagracin es el momento solemne en el que se manifiesta la continuidad perenne

de la Eucarista. Por eso en la misa el sacerdote, personificando a Cristo, repite religiosamente todos los gestos, cuenta lo

que ocurri en la ltima Cena, con caractersticas, significado e incidencia diferentes a la parte narrativa que

precede": "Cambiando tono y posicin, pronuncia lentamente las palabras de la consagracin".

3. Ir a comulgar.- "La procesin debe ser lenta para permitir el acto de reverencia personal, inclinacin

profunda o genuflexin, al cuerpo del Seor. Mientras se administra la Comunin, permenecemos de rodillas en seal de

adoracin; nos podemos sentar una vez que el sacramento es repuesto de nuevo en el tabernculo".

4. Se puede de rodillas?- Segn la Congregacin para el Culto Divino, "la prctica de arrodillarse para recibir la

comunin tiene de su parte una tradicin de siglos e indica un signo de adoracin. El hecho de que el fiel est de rodillas

no constituye motivo para negarle la comunin. El sacerdote que la niega comete un abuso pastoral".

5. Los fragmentos.- "De la gran reverencia hacia el Sacramento viene la precaucin de la utilizacin del platillo o del

purificatorio, como los bizantinos, en la distribucin de la Comunin, para evitar que la sagrada Hostia, o algn

fragmento de la misma, caiga. Jess est realmente presente tambin en los fragmentos de la Hostia".

6. Cuidado con la creatividad.- Del mismo modo que el sacerdote "no dice cosas de su coleto, no inventa una doctrina

propia, del mismo modo no puede hacer o inventar Liturgias, porque engaara y llevara a la idolatra. Cuando rezo o

celebro la Misa, tengo que acordarme de que repito las palabras de Otro, soy colaborador de una obra que me

precede y me supera".

7. Canciones.- "Hemos asistido a la desaparicin del repertorio musical en favor de canciones derivadas de la

cultura secular, incompatibles claramente con el Evangelio. Se cede a la msica ligera -tal vez con la ilusin de

atraer a los jvenes-, en la que prevalecen el ritmo, la zalamera de las palabras, incluso la utopa y la horizontalidad

mundanas".

8. Confesionarios durante la misa.- "Hay que garantizar, sobre todo, la reserva. Muchos fieles admiten que no se

confiesan porque ya no estn protegidos por la discrecin de la rejilla. Adems, la experiencia demuestra que al

quitar los confesionarios de la vista de los fieles en la nave, donde estaban situados en las iglesias tradicionales,

disminuye la idea de confesarse".

9. Dnde est el Santsimo?- "En el postconcilio, del demonio parece haberse ensaado con el Tabernculo -como es

obvio-, desarrollando un conflicto que no parece acabarse: en muchas iglesias el Tabernculo es colocado en

lugares de poca importancia o separados, que no son fciles de encontrar, o se antepone a l la sede del celebrante

que, de esta manera, le da la espalda, algo verdaderamente grave. As los fieles, al entrar en la iglesia, no se dan cuenta de

la presencia del Santsimo Sacramento y no se detienen en adoracin".

10. Sin devocin no hay participacin.- "La desaparicin de los gestos de adoracin, el final del silencio en la iglesia

y la exhibicin de los llamados actores han llevado a los fieles a ser simples espectadores y la Liturgia ha decado hasta ser

un espectculo en el que se exhiben sacerdotes y ministros, nada que ver con lo que ocurra antes del Concilio, con el

agravente de que, si antes los fieles contemplaban en silencio el misterio, ahora lo observan divertidos o aburridos. Sin

devocin no hay participacin plena. En la Liturgia hay que participar con los cinco sentidos y hay que dejarse cautivar

por algo que viene de lo ms profundo y de la eternidad. No se trata de una conferencia en la que tienes que entenderlo

todo. Comprender la realidad de la Liturgia no es lo mismo que comprender las palabras".