COMO DERROTAR A UN RIVAL SUPERIOR

Tomado del Libro: (Mednis, Edmar. “Cómo Derrotar a un Rival Superior”. Ed. Paidotribo, 2000)

Los ajedrecistas todo el tiempo nos topamos con rivales más fuertes durante nuestra carrera. Las siguientes recomendaciones, planteadas por el GM Mednis Edmar en su libro “Como derrotar a un rival superior”, pueden ayudar considerablemente a mejorar tus resultados contra tales rivales y, por qué no, contra rivales de igual o menor nivel. En algún momento todos somos “El rival superior al que hay que derrotar”. He aquí las recomendaciones:

1. Juega con confianza.Jugar con confianza es la recomendación principal. En todas las competiciones deportivas uno contra uno (tenis, karate, etc.) la confianza es esencial para lograr el éxito. En el ajedrez es aun más importante, dado que no solo hay tiempo para adquirir esta confianza antes de la partida, sino que durante la partida aun tienes un montón de tiempo.

Como ejemplo: Imagina que en el torneo estas sentado ante un rival más fuerte. Después de poco tiempo comienzas a sentirte incomodo y te dices “lo único que quiero es que la partida sea lo más larga posible para no hacer el ridículo”. En este momento, tu adversario comete un error, y sabes que estás mejor. Pero en lugar de pensar “ya te tengo” acabas pensando “no importa, acabare metiendo la pata”. Con una actitud así ¿Es una sorpresa que acabes perdiendo?

El camino correcto, en cambio, sería:

Antes de la partida, sentirse bien y confiado, estás decidido a jugar lo mejor que sabes. Sabes también, por cierto, que tu adversario ha perdido partidas contra jugadores más débiles.

Si la partida comienza mal, debes continuar jugando lo mejor que puedas. El otro jugador es humano y como tal, es probable que pueda perder el hilo de la posición.

Si la partida comienza bien para ti, significa que además de encontrarte jugando a buen nivel, tu adversario podría estar subestimándote.

A medida que aumente tu superioridad en la posición, tu confianza debe ir en aumento, para culminar en una victoria o bien, en un bien ganado empate.

2. Elige buenas variantes de aperturaDebido a que tu rival tiene más puntos de rating, lo lógico seria que sus conocimientos ajedrecísticos fueran también superiores. Seguramente, su conocimiento de aperturas es también más alto... así que lo mejor es sorprenderlo con una variante de la que no conoce nada... ¡aunque tu tampoco! Después de todo, se supone que al ser un buen jugador debe estar familiarizado con buenas variantes de apertura, así que la única opción es escoger una “mala variante”. Este es un mal razonamiento, suponiendo que llevas negras, pero llevando blancas, es imperdonable.

Lo correcto es escoger la variante que conoces mejor, independientemente de que el otro jugador la conozca o no. Como lo has estudiado, estarás al tanto de los planes e ideas principales, por lo que podrás llevarlos a cabo o bien conocerás la manera de defenderte razonablemente bien de los ataques del contrario.

Si es el caso que juego un sistema del que ni yo ni mi rival conocemos nada, pero lo hago con la esperanza de desorientarle, lo más probable es que acabe perdiendo. El otro jugador puede que no conozca nada de la variante, pero al tener más experiencia y conocer más posiciones, podrá encontrar algún plan correcto en el medio juego mientras que yo, completamente desorientado en la posición, probablemente me decante por un plan malo que no funciona (en el mejor de los casos) o que me arriesgaría a que mis piezas vaguen sin

rumbo durante el medio juego, encontrándome finalmente solo defendiendo mi posición de los ataques de mi rival, sin posibilidades de contra juego.

3.- No poner “trampas” durante el juego.Te encuentras jugando normalmente la partida cuando de pronto encuentras una jugada irresistible. Puede tratarse de un plan estratégico o una combinación. Al calcular la variante y profundizar en ella, te das cuenta de que no funciona en el caso de que el adversario realice la jugada correcta. Pero la jugada te gusta tanto que acabas diciéndote a ti mismo que, después de todo, puede ser que el otro no vea la jugada correcta. Esta es una mala estrategia. ¿Cómo pensar que una refutación que has visto con rapidez se le escape a un rival superior?

4.- Juega de acuerdo con tu estilo.En el mundo hay muy pocos jugadores universales (incluyendo incluso a los Grandes Maestros). El único modo en que puedes esperar vencer a tu oponente es jugando lo que mejor sabes jugar.

Puede que seas consciente de que el juego de tu contrincante tenga debilidades, o que haya ciertos tipos de posiciones que le desagradan. ¿Deberías jugar una posición en la que no te sientes cómodo, a pesar de que tu contrario podría sentirse aún más incómodo? ¡La respuesta es un rotundo no! Debes mantenerte fiel a las posiciones en las que te sientes bien, y a las aperturas que te gustan.

Lo peor que puedes intentar al jugar contra alguien superior es tratar de esconderte en una concha y esperar que suceda un milagro y el otro jugador no te mate. Es una manera segura de jugar a perder. Al defenderse se requiere jugar de manera precisa, el más mínimo error puede llevar al desastre, por lo que los errores suelen ser más frecuentes.Al montar un ataque, estos errores suelen reducirse o no ser tan graves. En estadísticas de Mednis para su libro, relata que los errores fatales (a nivel de maestro) al defender fueron tres veces más frecuentes que los cometidos al atacar. Si los jugadores de primera fila batallan tanto para defender, lógicamente es probable que los jugadores de menor nivel lo hagamos aun peor ¡Ataca con confianza!

5.- Realiza las mejores jugadas.Incluso al jugar con rivales iguales o inferiores, en ningún caso deberás jugar pensando en que el oponente te regalará algo. Pero al sentarse frente a un jugador más fuerte, debes comprender que tu única esperanza de ganar estiba en realizar las mejores jugadas. Debes sacar tu mejor ajedrez si deseas puntuar. Las posibilidades de que el otro jugador te regale algo son casi nulas.

6.-Busca la iniciativa si juegas con blancas.En el ajedrez de alto nivel, llevar las piezas blancas significa tener una ventaja. En las estadísticas generales de las bases de datos queda demostrado este punto. La mayor parte de esta ventaja radica en que las blancas al jugar primero, pueden decidir las características de la posición. Empero, el jugador común no tiene la disciplina del jugador superior para mantener la ventaja de llevar blancas.

Las líneas teóricas principales dan todas aunque sea una ligera ventaja al blanco. Es por esto que, aun cuando no se jueguen las líneas principales, hemos de seleccionar líneas que den por lo menos una imperceptible ventaja al blanco. No cuentes con que el contrincante vaya a jugar mal en una conocida línea teórica.

7.- Una vez conseguida una buena posición, evita todas las complicaciones innecesarias.

Existen dos fases para poder ganar una partida. El paso uno es conseguir la posición ganada. El segundo paso es ganarla. Los maestros de la Elite solo tienen problemas para conseguir el primer paso, pues su conocimiento les permite realizar el segundo sin demasiadas dificultades.

El resto de los jugadores tenemos problemas con la segunda fase, y la razón principal es que creemos que debe realizarse del mismo modo como conseguimos nuestro objetivo en la primera. Esto es un serio error.

Al tratar de conseguir una posición ganada, de una u otra forma debemos incurrir en algún grado de riesgo. Pero en la segunda fase, al estar ganada la posición ¡ya no es necesario incurrir en más riesgos! No importa como hayas llegado a esa posición ganada, lo importante es conservarla, de acuerdo a los siguientes principios:

Piensa un plan claro, no permitas que tu rival consiga contra juego. Evita complicaciones innecesarias. Se prudente. No te precipites, toma tu tiempo para cada jugada. No existe un premio especial por ganar con un montón de tiempo de sobra en el

reloj, ni tampoco por ganar en muy pocas jugadas. Si tienes ventaja material, trata de cambiar las piezas.

8.- Realiza un medio juego estratégicamente activo.Seguramente habrás escuchado la expresión “El ajedrez es 90% táctica” Hay una gran verdad en esto, pues siempre deberás estar buscando temas tácticos (¡así como defendiéndose contra los de tu oponente!) durante la apertura, medio juego y final. Sin embargo, no puede basarse todo el juego en agudas combinaciones tácticas, pues no solo no resultarían sino que probablemente las piezas acabarían esparcidas por todo el tablero sin sentido (si no es que capturaron algunas) y el resultado sería una desagradable derrota. A niveles altos del juego, la estrategia y la táctica van de la mano.

La mayoría de las derrotas se producen por errores en el medio juego*. Si logras una posición que, bien valorada estratégicamente, solo pueda resolverse por su naturaleza estratégica, el rival en turno se encontrará con que su ventaja de la experiencia o mayor conocimiento virtualmente han desaparecido. Tendrá que pensar en una posición nueva, y probablemente no realice las mejores jugadas, dado que tiene la presión del reloj marchando a su lado.

(* Aunque Edmar Mednis menciona como mayor parte de las victorias los errores de valoración estratégica, estos se refieren principalmente a partidas de jugadores de primer nivel. En mi experiencia al observar partidas de jugadores con rating inferior a los 1700, la mayor parte de los errores son por la falta de visión táctica)9.- La mayor parte de tus éxitos se producirán el medio juego.Tu rival es superior en experiencia, en conocimientos o en ambas cosas. Las aperturas pueden conocerse y aprenderse a través de los libros. Por lo tanto, tus posibilidades de obtener una posición ganada desde la apertura son escasas. Lo mismo sucede con los finales, que también pueden aprenderse de manera sistemática.

Sin embargo, la mayor parte de las partidas que los jugadores fuertes pierden contra rivales inferiores sucedieron durante el medio juego. Es en esta etapa en la que el jugador fuerte es más vulnerable a equivocarse. Los conceptos estratégicos y la creatividad asumen los roles más importantes, por lo que la experiencia y los conocimientos reducen su significancia.

10.-Recurre a los finales para consolidar tu ventaja.Dado que el contrincante tiene mayores conocimientos en teoría de finales (o experiencia jugándolos) no es una buena idea tratar de conseguir una ventaja en un final. No esperes

ganar un final igualado, y por regla general, tampoco entres en estos finales a menos que las tablas sean evidentes. Por supuesto, jamás trates de entrar en un final inferior, pues seguramente terminarás perdiendo. Si tienes la oportunidad de elegir entre un medio juego inferior y un final inferior, claramente debes decidirte por el primero.

Sin embargo, si tienes un final claramente ganado, no dudes en entrar en él. Los finales superiores son excelentes dado que ofrecen la posibilidad de victoria con poquísimas probabilidades de perder.

11. No caigas en apuros de tiempo.Cita Mednis Edmar que Garry Kasparov en una entrevista de televisión declaró: “Los apuros de tiempo son sencillamente horribles. Impiden que la mente funcione. Puedo ver, de repente, que mi alfil se ha movido a c4 y no puedo ver ninguna razón para jugarlo allí”.

Si Kasparov juega tan mal en los apuros de tiempo, probablemente los jugadores que no pertenecemos a la élite lo hagamos peor. Las posibilidades de salir victorioso en una partida contra un rival más fuerte en un apuro de tiempo son nulas. Por lo tanto, jamás te permitas caer en un apuro de tiempo.

Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a evitar los apuros de tiempo:

Llega siempre puntual a la partida, no tomes el “tiempo para default” como tiempo extra para otras actividades.

Ve al baño antes de empezar la partida. Lleva preparado lo que piensas jugar en la apertura con blancas, así como la defensa

a emplear con negras. Realiza las primeras jugadas de la apertura con eficiencia (menos de 10 minutos

para las primeras 10 jugadas, en una posición que conoces, es un buen tiempo) Ahorra tiempo realizando las capturas y jugadas evidentes o forzadas con eficiencia. Si una variante te parece atractiva y ya la revisaste dos veces ¡adelante! Si tienes dos variantes que son igualmente buenas, decide una de ellas con rapidez.