CÓMO DEBEN LOS NIÑOS USAR LA TECNOLOGÍA · Los niños ven a los adultos desde que son bebés,...

3
CÓMO DEBEN LOS NIÑOS USAR LA TECNOLOGÍA Hasta hace unos años, nos preocupábamos por cuantas horas veían los niños la televisión y qué programas eran los que veían. Después llegaron los videojuegos y de nuevo nos preguntábamos por el tiempo que pasaban jugando y si la violencia que aparecía en ellos era buena, mala o regular. Más tarde, los smartphones, ver dibujos en ellos en cualquier momento y lugar, y por último las tablets. Al conjunto de estos aparatos, ahora se les llama pantallas. Vamos a ver qué hacemos con todas estas pantallas y los niños. ¿Es conveniente o no? ¿Cuándo podrían hacer uso de esas tecnologías? ¿Para qué es bueno o malo? ¿Cómo deberían usarlas? Los niños ven a los adultos desde que son bebés, trabajando con el portátil, hablando por el móvil, o mirando el Facebook, Twitter,…, jugando a algún juego en la tablet o viendo algún video en Youtube. La manera que tienen los niños de aprender, es a través de la observación e imitando lo que hacen los demás. Por eso, ellos también quieren jugar con esos aparatos con los que nosotros pasamos tanto tiempo y nos tienen absortos. Esto hace que con solo meses de edad, se tiren al móvil cada vez que lo ven, o al portátil, o incluso al mando de la televisión. Piensan que si pasamos tanto tiempo con estos aparatos, será porque deben ser fascinantes. Y lo son. A los menores de 3 años les gusta tocar botones para ver cómo funciona el mecanismo de acción-reacción, y también les gusta ver videos. Pero eso no significa que se les pueda dejar usar estos aparatos con total libertad. Por un lado porque lo pueden romper, y no son aparatos baratos, y por otro, porque no es conveniente que pases mucho tiempo en estas actividades. A nivel de desarrollo, están en la etapa sensorio- motora, y es fundamental la estimulación sensorial y psicomotriz, además de las relaciones con el cuidador principal. Necesitan explorar el entorno, y cuanto más variadas sean sus experiencias, más se desarrollará su cerebro y más conexiones interneuronales habrá. Por eso, su curiosidad es lo que les hará más inteligentes. De los 3 a los 5 años , los niños ya se pueden beneficiar de los contenidos educativos de estos aparatos. Es importante que tengamos en cuenta que estén diseñados y adaptados a su etapa de desarrollo y a las necesidades de estimulación cognitiva que

Transcript of CÓMO DEBEN LOS NIÑOS USAR LA TECNOLOGÍA · Los niños ven a los adultos desde que son bebés,...

 

 

CÓMO DEBEN LOS NIÑOS USAR LA TECNOLOGÍA Hasta hace unos años, nos preocupábamos por cuantas horas veían los niños la televisión y qué programas eran los que veían. Después llegaron los videojuegos y de nuevo nos preguntábamos por el tiempo que pasaban jugando y si la violencia que aparecía en ellos era buena, mala o regular. Más tarde, los smartphones, ver dibujos en ellos en cualquier momento y lugar, y por último las tablets. Al conjunto de estos aparatos, ahora se les llama pantallas. Vamos a ver qué hacemos con todas estas pantallas y los niños. ¿Es conveniente o no? ¿Cuándo podrían hacer uso de esas tecnologías? ¿Para qué es bueno o malo? ¿Cómo deberían usarlas? Los niños ven a los adultos desde que son bebés, trabajando con el portátil, hablando por el móvil, o mirando el Facebook, Twitter,…, jugando a algún juego en la tablet o viendo algún video en Youtube. La manera que tienen los niños de aprender, es a través de la observación e imitando lo que hacen los demás. Por eso, ellos también quieren jugar con esos aparatos con los que nosotros pasamos tanto tiempo y nos tienen absortos. Esto hace que con solo meses de edad, se tiren al móvil cada vez que lo ven, o al portátil, o incluso al mando de la televisión. Piensan que si pasamos tanto tiempo con estos aparatos, será porque deben ser fascinantes. Y lo son. A los menores de 3 años les gusta tocar botones para ver cómo funciona el mecanismo de acción-reacción, y también les gusta ver videos. Pero eso no significa que se les pueda dejar usar estos aparatos con total libertad. Por un lado porque lo pueden romper, y no son aparatos baratos, y por otro, porque no es conveniente que pases mucho tiempo en estas actividades. A nivel de desarrollo, están en la etapa sensorio-motora, y es fundamental la estimulación sensorial y psicomotriz, además de las relaciones con el cuidador principal. Necesitan explorar el entorno, y cuanto más variadas sean sus experiencias, más se desarrollará su cerebro y más conexiones interneuronales habrá. Por eso, su curiosidad es lo que les hará más inteligentes. De los 3 a los 5 años, los niños ya se pueden beneficiar de los contenidos educativos de estos aparatos. Es importante que tengamos en cuenta que estén diseñados y adaptados a su etapa de desarrollo y a las necesidades de estimulación cognitiva que

 

 

requieren. A esta edad la evolución del lenguaje es inmensa, así que serán adecuados juegos con estrategias de repetición de los contenidos para su aprendizaje, y la focalización de la atención. Es recomendable que los niños en este rango de edad, no jueguen más de media hora al día con estos aparatos, y que lo hagan siempre de manera supervisada. Y esto quiere decir, que interactuemos con ellos y con el juego. A part ir de los 6 años, se puede ampliar el tipo de actividades en pantallas y pueden jugar con amigos. Podemos extender el juego a una hora, teniendo en cuenta que es una actividad más social y que no va a estar todo ese tiempo aislado en el juego. Nuestra presencia no tiene por qué ser permanente, pero sí preguntarles por distintos aspectos de lo que están haciendo, y modular el juego entre los niños (normas, saber perder y saber ganar, mediar para solucionar conflictos que surjan,…). Y desde los 12 años, no más de 2 horas al día, teniendo en cuenta que debe haber interacción, ya sea con adultos o con sus amigos. Estos tiempos son extra del que le deben dedicar a asuntos escolares (si tienen que hacer un trabajo y buscar información en Internet, o si tienen que hacer los deberes en una plataforma del colegio). Se trata del uso de pantallas por ocio o por ocupación del tiempo libre.

Debemos tener en cuenta la edad del niño y para qué edad es recomendado ese juego, actividad, o aplicación. Podemos tener en cuenta que sean juegos de memoria, puzzles, razonamiento espacial, dibujar, crear música,… También hay juegos y aplicaciones que pueden servir de apoyo en aquellas asignaturas escolares que le resulten más difíciles.

Nuestro acompañamiento es fundamental para su desarrol lo cognit ivo, socia l y del lenguaje. A nivel cognitivo, podemos ayudarles a generalizar aprendizajes escolares, a hacer del aprendizaje algo divertido, y una actividad entre mamá o papá y el niño/a. A nivel social, deben aprender cómo comportarse en situaciones sociales, con distintos tipos de personas (adultos, niños, conocidos, desconocidos, familiares, grupos pequeños, grandes,…), con una pantalla delante o sin ella, y en otro tipo de actividades.

 

 

En cuanto al lenguaje, éste sólo se desarrolla si se interactúa con ellos, y no por mera exposición a él. Hay que crearles la necesidad de expresarse y para eso es necesario otra persona, y no un aparato. No les dejemos solos con las pantallas, para tener nosotros un tiempo para hacer otras cosas. Las pantallas son un instrumento para aprender, y no niñeras. La supervis ión puede ir siendo menos intensa a medida que crecen, pero es importante que sepamos siempre qué hacen, dónde están y qué uso hacen de la tecnología, por lo menos hasta los 14 años. A partir de esta edad, necesitarán más privacidad, pero deberán haber aprendido durante todos esos años, qué deben y qué no deben hacer, por su propio bien. Para ello, lo mejor es que las pantallas se usen en las zonas comunes de la casa, donde estemos todos y todos podamos participar en cualquier momento. Además, así cuando lleguen a la adolescencia se habrá instaurado un hábito y costumbre que evitará que los riesgos del uso de la tecnología sean mayores. Con esto, nada de llevarse el portátil a su dormitorio o de tener televisión en cada habitación de la casa. Serán zonas de la casa sin pantallas. Y para ello deberemos tener en cuenta lo que decíamos antes de que aprenden por observación, y que somos un ejemplo: ¿los padres tienen tele en su habitación? ¿se llega a un consenso sobre qué ver en la tele del salón? ¿o si quieren ver otra cosa, se va cada uno a su dormitorio a ver la tele? No pasa nada porque se haga un día de manera aislada, el problema será si se convierte en una norma. También es importante que durante las comidas, la televisión esté apagada y los móviles fuera de la mesa, para propiciar la conversación entre los miembros de la familia. El objet ivo es el equilibrio entre todas las actividades posibles que tiene un niño, así como el desarrollo de las mismas en grupo (ya sea familia o amigos) o de manera individual. Sin duda, cuanto más pequeños son, menos deben estar en contacto con las pantallas de manera individual. También hay que realizar otras actividades como leer, que también se puede hacer de manera conjunta y comentando lo que ocurre en la historia. O realizar actividades en el exterior, ya sea en familia o con otros niños, de tipo lúdicas, culturales o deportivas. Y de nuevo ¿haces tu este tipo de cosas? Así que las pantallas, ni son malas ni son buenas. Como todo, depende del uso que se le de: quién, cómo, cuándo, cuánto tiempo, dónde, y para qué. Y ahora, ¿vas a cambiar algo de cómo venías tu y tu familia, haciendo uso de las pantallas, hasta ahora?