Comentario a Éxodo 33

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Comentario a Éxodo 33,12-23 La relación de Moisés con el Señor se ha caracterizado por ser muy cercana. Unos vv. antes de los que trataremos, después de la construcción del becerro de oro encontramos a Moisés platicando con Dios como intercesor, tratando de aplacar al Señor, esto es, un diálogo que consiga que el Señor se apacigüe 1 . Este diálogo se fundamenta en la confianza. De este diálogo se concluye que el Señor renunció a hacer el mal a su pueblo (32,11-14). El título que pone los editores de la Biblia de Jerusalén es la oración de Moisés. Es oración porque aquí hay un diálogo entre el Señor y Moisés. En este diálogo hay una petición «si realmente he obtenido tu favor, enséñame tu camino» y la respuesta de parte del Señor «yo mismo iré contigo y te daré descanso». Siguen las peticiones de parte de Moisés «déjame ver tu gloria». ¿Qué significa ver la gloria de Dios? ¿la petición de Moisés es válida? ¿es la petición de toda persona, sobre todo creyente? ¿será un atrevimiento? La gloria del Señor es el Señor mismo que se presenta en la historia del hombre, no se trata solo de una teofanía o una revelación con presencia de acontecimientos extraordinarios o de la naturaleza como rayos o fuego, sino de Dios que deja su huella en el mundo, sobre todo, su salvación con un pueblo que ha elegido, liberado de la esclavitud y ahora conduce por el desierto para llevarlo a tierra que se ha comprometido a dar. Aprendimos en el estudio del hebreo que las palabras o conceptos que se utilizan no son abstractos sino concretos, es decir, manifiestan una realidad salvífica concreta. Por eso hablar de la gloria de Dios es experimentar la presencia de Dios, así lo manifestaba el Señor en la primera parte de este texto «yo mismo iré contigo y te daré descanso». La 1 En lenguaje antropomórfico, el Señor se encuentra enojado por las actitudes negativas de infidelidad y Moisés trata de convencerlo de que desista de su ira, brindándole algunos argumentos.

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Comentario a Éxodo 33,12-23La relación de Moisés con el Señor se ha caracterizado por ser muy cercana. Unos vv.

antes de los que trataremos, después de la construcción del becerro de oro encontramos a Moisés platicando con Dios como intercesor, tratando de aplacar al Señor, esto es, un diálogo que consiga que el Señor se apacigüe1. Este diálogo se fundamenta en la confianza. De este diálogo se concluye que el Señor renunció a hacer el mal a su pueblo (32,11-14).

El título que pone los editores de la Biblia de Jerusalén es la oración de Moisés. Es oración porque aquí hay un diálogo entre el Señor y Moisés. En este diálogo hay una petición «si realmente he obtenido tu favor, enséñame tu camino» y la respuesta de parte del Señor «yo mismo iré contigo y te daré descanso». Siguen las peticiones de parte de Moisés «déjame ver tu gloria».

¿Qué significa ver la gloria de Dios? ¿la petición de Moisés es válida? ¿es la petición de toda persona, sobre todo creyente? ¿será un atrevimiento? La gloria del Señor es el Señor mismo que se presenta en la historia del hombre, no se trata solo de una teofanía o una revelación con presencia de acontecimientos extraordinarios o de la naturaleza como rayos o fuego, sino de Dios que deja su huella en el mundo, sobre todo, su salvación con un pueblo que ha elegido, liberado de la esclavitud y ahora conduce por el desierto para llevarlo a tierra que se ha comprometido a dar.

Aprendimos en el estudio del hebreo que las palabras o conceptos que se utilizan no son abstractos sino concretos, es decir, manifiestan una realidad salvífica concreta. Por eso hablar de la gloria de Dios es experimentar la presencia de Dios, así lo manifestaba el Señor en la primera parte de este texto «yo mismo iré contigo y te daré descanso». La huella del Señor en el mundo y en la historia del mundo está presente en la creación, en la vida e historia de los patriarcas, en la ida a Egipto y sobre todo en su liberación de la esclavitud.

La petición de Moisés es válida, quiere que el Señor lo siga acompañando en el camino que está emprendiendo junto a su pueblo, que siga mostrando su favor, es decir, que siga estando con ellos y realizando las obras que hasta ahora ha hecho.

El Señor dijo «yo haré pasar ante tu vista toda mi bondad…» ¿qué es la bondad del Señor? Es la obra que él ha realizado con este pueblo, su elección gratuita, su fidelidad a pesar de la infidelidad que el pueblo ha manifestado. El rostro del Señor no podrá verlo Moisés, porque a pesar de que Dios manifiesta su obra y lo podemos ver en su acción, el Señor sigue permaneciendo oculto, Deus absconditus, el Dios que se revela y sigue permaneciendo en el misterio. Lo que sí permite ver el Señor es su espalda, la obra que está detrás de Él, todo lo que él ha hecho y todo lo que seguirá haciendo por su pueblo y por la humanidad.

1 En lenguaje antropomórfico, el Señor se encuentra enojado por las actitudes negativas de infidelidad y Moisés trata de convencerlo de que desista de su ira, brindándole algunos argumentos.