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  • Cogollero (Spodoptera frugiperda) en el cultivo de maízBases para su manejo y control en sistemas de producción

    Autores: Programa Manejo de Resistencia de Insectos (MRI) e IRAC Argentina

    Agosto de 2019Editora Responsable – REM – AAPRESID. Dorrego 1639, piso 2, oficina 1, 2000, Rosario, Santa Fe, Argentina.

    Advertencia La información contenida en esta publicación está realizada con el mayor rigor cien-tífico posible, sobre la base de experimentos publicados y/o información brindada por los referentes consultados. Sin embargo, ni los autores ni la Institución asumen responsabilidad alguna acerca de riesgos o efectos, actuales o futuros que pudieran derivarse del uso o aplicación de su contenido.

  • Introducción 4

    Biología y reconocimiento 5Ciclo y dinámica de la plaga 5Identificación 6

    Huevos 6Larvas 7Pupas 8Adultos 8

    Tipo de daños 8

    Manejo de la plaga 11Biotecnología (materiales Bt) 11

    Pautas de prevención y manejo de la resistencia 12Siembra de refugio 12

    Manejo cultural 13Rotación de cultivos 13Buen control de malezas y manejo de rastrojos 13Buena implantación del cultivo 13

    Monitoreo 14Control químico 14

    Recomendaciones para la elección de insecticidas 16Calidad de aplicación 19

    Resumiendo 21

    Bibliografía consultada 22

    Agradecimientos 22

    Índice

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    El gusano cogollero u oruga militar tar-día (Spodoptera frugiperda) es una de las plagas más importantes del maíz en Argentina. Puede causar daños en cual-quier estadio del cultivo, dependiendo de la fecha de siembra y región; actuan-do como cortadora en la implantación, como defoliadora dañando el cogollo en etapas vegetativas, incluso dañando el tallo como barrenadora en condiciones de sequía atacando la espiga en esta-dios reproductivos. La introducción, en 1998, de los maíces transgénicos con protección contra insectos (maíces Bt), en principio protegidos contra Diatraea saccharalis, y desde el 2005 también contra Spodoptera frugiperda, permitió la ampliación de la fecha y región de siembra de maíz en Argentina. Al pro-ducir sus propias proteínas insecticidas, los maíces Bt pueden ser utilizados en situaciones donde antes no era posible sembrar maíz por la alta presión de las plagas y la baja eficacia de los trata-mientos de control disponibles. Al poder atrasar la fecha de siembra, los maíces Bt permiten aprovechar mejor la oferta hídrica y escapar a situaciones de es-trés en el momento crítico, asegurando estabilidad en el rendimiento. En la ac-tualidad, la superficie estimada bajo la modalidad de siembra tardía ronda el 50% del total de maíz*. La adopción de los maíces Bt resultó en una importante reducción de la cantidad de aplicacio-nes de insecticidas necesarias para el control de lepidópteros. Adicionalmen-

    te, la tecnología Bt también otorga cierta protección en espiga y, al disminuir la proporción de granos dañados, reduce la presencia de micotoxinas, resultan-do en un maíz de mejor calidad que el convencional. Las proteínas Bt están presentes durante todo el ciclo del culti-vo y, por lo tanto, ejercen presión de se-lección sobre la plaga. Como cualquier herramienta para el control de insectos, si se usan repetidamente sin el manejo adecuado tienen llevan a la selección de individuos resistentes. Este proce-so ya ocurrió en el NE de San Luis con Diatraea saccharalis a las tecnologías VT3Pro® y Hérculex®I y en todo el país con Spodoptera frugiperda a la tecnolo-gía Hérculex®I, y ya se observan daños a campo en VT3Pro®.Estos casos de re-sistencia deben servir para concientizar sobre el riesgo de la pérdida de la tec-nología Bt y todos sus beneficios aso-ciados. Es necesario realizar un manejo proactivo de la resistencia, sembrando refugio y adoptando las demás buenas prácticas agrícolas, entre ellas el mane-jo integrado de plagas, para retrasar la selección y dispersión de la resistencia a nivel de lote y región. Un manejo in-tegrado de plagas donde se combinen distintas estrategias contribuirá a retra-sar la evolución de resistencia a las tec-nologías de control.

    * Según datos del Relevamiento de Tecnolo-gía Agrícola Aplicada de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires para la campaña 2017/18.

    Introducción

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    Cogollero (Spodoptera frugiperda) en el cultivo de maíz

    CICLO Y DINÁMICA DE LA PLAGA

    Spodoptera frugiperda es nativa de re-giones tropicales del hemisferio occi-dental. La duración de su ciclo de vida y, por lo tanto, del número de genera-ciones por campaña, está relacionado

    Biología y reconocimiento

    directamente con la temperatura am-biente. Por eso, varía en cada región y momento del año pudiendo ser de 20-30 días en verano hasta 60 o incluso 90 días en invierno. En cada generación, el ciclo se divide en cuatro estadios: hue-vo, larva, pupa y adulto (Figura 1).

    Figura 1Ciclo de vida de Spodoptera frugiperda y daños causados en las distintas partes

    de la planta (Fuente: Programa MRI, Fotos: Corteva Agriscience Argentina)

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    Esta especie pasa el invierno en áreas del continente donde las temperaturas invernales son moderadas como Bolivia, Paraguay, Brasil y norte-centro de Argen-tina; donde puede sobrevivir inviernos leves en estado de pupa enterrada en el suelo. Los adultos tienen buena capaci-dad de vuelo, con lo cual las poblacio-nes pueden migrar anualmente desde áreas tropicales y subtropicales. Los pa-trones de clima, en cuanto a prevalencia de vientos desde el norte y avances de frentes fríos, juegan un rol importante en esta migración. Así, en nuestro territorio hay zonas subtropicales y templadas en el centro-norte que tienen aportes por infestaciones locales (pupas invernan-tes) como por migrantes, mientras que hacia el centro-sur de la zona agrícola argentina, donde las temperaturas son más bajas, las primeras infestaciones reciben un aporte mayoritario migratorio de las zonas más cálidas del país. Por lo tanto, los ambientes con mayor ries-

    go de daño por Spodoptera frugiperda corresponden a la región norte del país (NOA y NEA) y al norte del área templa-da, especialmente en siembras tardías.

    En Argentina, Spodoptera frugiperda usualmente completa 3 a 4 generaciones por año y cada hembra desova varias ve-ces, pudiendo llegar a producir entre 500 y 2000 huevos.

    IDENTIFICACIÓN

    Los huevos son depositados en gru-pos, preferentemente en el envés de las hojas y están cubiertos por pelos y escamas. Originalmente son de color ro-sáceo claro, blancuzco, radialmente es-triados, y luego se oscurecen previo a la eclosión (Figura 2).

    Figura 2Ovipostura de Spodoptera frugiperda (Fuente: Corteva Agriscience Argentina)

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    Cogollero (Spodoptera frugiperda) en el cultivo de maíz

    Figura 3Larvas de Spodoptera frugiperda:

    primeros estadios y estadios avanzados (Fuente: CortevaAgriscience Argentina)

    Las larvas neonatas son muy activas, tienen cabeza grande y su color varía a medida que crecen (Figura 3). Al nacer son blanquecinas con cabeza negra y luego de alimentarse toman una tona-lidad verde claro, para luego tornarse castañas. Las larvas tienen hábitos ca-níbales y solo sobreviven las más aptas o las que se mueven a otras plantas, por lo que generalmente se ve una sola larva por cogollo. Del tercer estadio en adelante, la cabeza tiene una tonalidad acaramelada o parda y se observan tres líneas longitudinales amarillentas en el dorso, que sigue siendo más oscuro que la parte ventral más clara y verdosa.

    En estos estadios ya consumen la tota-lidad de la lámina, dejando los orificios característicos y se dirigen al cogollo buscando protegerse. Las larvas de úl-timos estadios tienen la cabeza negra o parda con una sutura muy característica en forma de “Y” invertida de color blan-co y presentan cuatro puntos negros que forman un trapecio en cada seg-mento del dorso. En los laterales tienen una banda ancha oscura seguida de una clara. En estos estadios pueden mover-se varios metros y es común observar movimiento dentro y desde fuera del cultivo. Las larvas son activas tanto de día como de noche.

    Las larvas del último estadio pueden me-dir de 3,5 a 4 cm de largo. El estadio y tamaño de las mismas es clave para su control: cuanto más avanzadas están en el ciclo, más difíciles son de controlar con las tecnologías Bt o insecticidas quí-micos (Figura 4).

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    Figura 4Estadios, tamaños, nivel de daño y

    momento óptimo de control de Spodoptera frugiperda (Fuente: Programa MRI).

    Cuando las larvas han completado su desarrollo se entierran superficialmen-te en el suelo (2-8 cm dependiendo del tipo de suelo) o quedan sobre los rastro-jos, donde se transforman en pupas. Es-tas son originalmente de color verde cla-ro, tornándose más tarde color marrón oscuro. Miden entre 1,4 y 2 cm de largo.

    Los adultos son polillas de hábito noc-turno que tienen 3-4cm de envergadura alar (Figura 5). Las alas anteriores de las hembras varían de color gris a pardo, con manchas y líneas muy difusas. Las del macho son color pardo con una ban-da amarillenta entre manchas oscuras y el tercio posterior más claro. En ambos sexos, las alas posteriores son de color blanquecino translúcido con una delga-da línea castaña en su borde.

    TIPO DE DAÑOS

    La clave para un buen manejo de la pla-ga es saber identificar correctamente los daños causados. El daño de Spodoptera frugiperda en el cultivo de maíz puede caracterizarse por corte de plantas, defo-liación, perforaciones en tallos o daño en espigas, habiendo una marcada preferen-cia por los cogollos de plantas jóvenes. Las larvas pequeñas y medianas (desde emergidas hasta el segundo estadio) pueden raspar la epidermis de las ho-jas y causar defoliaciones leves (Figura 6), mientras que las de últimos estadios (del tercero en adelante) pueden cortar plantas de maíz pequeñas y causar de-foliaciones de leves a severas o pueden alimentarse de tallos o espigas según el ciclo del cultivo.

    Figura 5 Adultos de Spodoptera frugiperda.

    Izquierda: hembra. Derecha: macho. Fuente: Monsanto Argentina SRL

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    Figura 6 Daños causados por larvas de Spodoptera frugiperda en hojas. (Fuente: Corteva Agriscience Argentina)

    Figura 7 (1, 2 y 3)Comparación de daño causado por

    Spodoptera frugiperda con aquellos con los que puede confundirse: daño causado

    por Dichelops furcatus y por adultos de Diabrotica speciosa.(Fuentes: Programa

    MRI y Monsanto Argentina SRL)

    Para facilitar el registro del nivel de daño en hoja y cogollo se utiliza la escala de Davis (ver monitoreo).

    Cuando la larva se introduce en el co-gollo, produce perforaciones en las ho-jas enrolladas, las cuales al desplegarse presentan una línea de orificios transver-sales en la lámina (Figura 7.1). Este tipo de daño puede confundirse con el de la chinche de los cuernos (Dichelops furca-tus), pero la diferencia es que general-mente los orificios producidos por esta última tienen un halo amarillento y las ho-jas se deforman por la saliva tóxica que inyecta la chinche al alimentarse (Figura 7.2). Otro tipo de daño que es importante no confundir con el de Spodoptera frugi-perda es el causado por los adultos de Diabrotica speciosa, que producen lesio-nes con bordes irregulares en los márge-nes de las hojas (Figura 7.3).

    7.1 Daño causado por Spodoptera frugiperda al desplegarse la hoja

    7.2 Daño causado por Dichelops furcatus

    7.3 Daño causado por adultos de Diabrotica speciosa

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    En campañas secas, Spodoptera frugi-perda puede causar daños importantes en tallos, los cuales pueden confundir-se con los de Diatraea saccharalis. Las principales diferencias entre ambos son que en el daño causado por Spodoptera frugiperda generalmenteno se ve el ori-ficio de entrada y come a lo ancho de la caña. Por su parte en el daño causado por Diatraea saccharalis se observan orificios de entrada y las características galerías longitudinales (Figura 8).

    Los daños en las espigas pueden ser causados por Spodoptera frugiperda y/o Helicoverpa zea (Figura 9). Las larvas de Spodoptera frugiperda causan daño en toda la longitud de la espiga, mientras que Helicoverpa zea daña solamente los granos que están en la punta.

    Figura 8Daño de larvas de Spodoptera frugiperda en tallos (izquierda). Comparación con Diatraea saccharalis (derecha). Fuente: Monsanto Argentina SRL

    Figura 9 Daño de larvas de Spodoptera frugiperda en

    espigas (izquierda), localizado en el centro de la espiga. Comparación con Helicoverpa

    zea (derecha) localizado en el ápice de la espiga. Fuente: Monsanto Argentina SRL

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    Cogollero (Spodoptera frugiperda) en el cultivo de maíz

    La planificación del cultivo es muy impor-tante para el manejo de Spodoptera fru-giperda, ya que el ataque de esta plaga está influido por el cultivo anterior, el ma-nejo del barbecho, la presencia de ma-lezas en el lote, la fecha de siembra y el material sembrado, entre otros factores.

    BIOTECNOLOGÍA (MATERIALES BT)

    La biotecnología es una herramienta de control muy valiosa para las zonas y fe-chas de siembra donde es esperable una alta presión de la plaga. Los maíces Bt han sido modificados mediante inge-niería genética para brindar protección

    Manejo de la plagafrente a ciertas plagas a través de la expresión, en sus tejidos, de proteínas insecticidas denominadas proteínas Bt. No todos los híbridos Bt tienen las mis-mas proteínas y cada proteína tiene su espectro de plagas blanco. Spodoptera frugiperda es considerada plaga blanco de las proteínas Cry1F, Cry1A.105, Cry2Ab y Vip3A. Es importante tener en cuenta esta información para la correcta elec-ción de la tecnología de acuerdo a la fe-cha de siembra. La principal amenaza a los maíces Bt es el desarrollo y selección de resistencia de Spodoptera frugiperda a las proteínas que la controlan, como pasó con la proteína Cry1F (Tabla 1).

    Tabla 1Maíces Bt disponibles y estado de resistencia de Spodoptera frugiperda

    Referencias: (X) Resistencia declarada al Sistema de Vigilancia y Monitoreo (SINAVIMO) de SENASA* Algunas fallas a campo

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    Los primeros maíces Bt para el control de cogollero expresaban sólo una pro-teína (Cry1F) y fueron rápidamente adop-tados para siembras tardías y en el norte del país. La tendencia actual es apilar diferentes proteínas Bt para ampliar el espectro de control y contribuir a retra-sar la selección de resistencia, ya que la evolución de la misma es más lenta cuantos más modos de acción actúen en conjunto.

    > Pautas para el manejo de la resistencia

    La resistencia de insectos es el resul-tado de la selección de individuos que presentan alguna diferencia natural que les permite sobrevivir a una o varias prácticas de control a las cuales la po-blación era susceptible. Los individuos resistentes se encuentran inicialmen-te en muy baja proporción y, frente al uso repetido de una misma práctica de control, son seleccionados volviéndose predominantes en la población. La clave para retrasar el desarrollo de resistencia es manejar los factores que favorecen su selección y, así, mantener muy baja la frecuencia de individuos resistentes en la población.

    Los programas de manejo de resistencia de insectos (MRI) se enmarcan en el ma-nejo integrado de plagas (MIP) y consis-ten en un conjunto de buenas prácticas agrícolas (BPA). La adopción de las prác-ticas de MRI recomendadas permitirá se-guir aprovechando los beneficios de las tecnologías de control.

    > Siembra de refugio

    En el caso de usar híbridos Bt, es clave la siembra de refugio con un híbrido no-Bt de similar ciclo de madurez. El refugio es una herramienta imprescindible para mantener baja la frecuencia de indivi-duos resistentes a las proteínas Bt en el lote porque provee adultos susceptibles para que se crucen con los resistentes seleccionados en la porción de maíz Bt. La descendencia de estos cruzamientos es controlada por la tecnología. Para ma-nejo de Spodoptera frugiperda en maíz, el refugio debe sembrarse en un bloque del 10% de la superficie total del lote, en la misma fecha que la porción Bt y no debe haber más de 1.500 m entre una planta Bt y una de refugio (Figura 10). El refugio en bolsa (o integrado), donde las plantas no-Bt quedan distribuidas al azar en el lote, no sirve para retrasar la selec-ción de resistencia de Spodoptera fru-giperda a los híbridos Bt actuales, entre otras razones por la gran movilidad que tiene esta plaga.

    Como la resistencia es una característica adquirida por determinadas poblacio-nes y no una característica inherente a la especie, puede haber poblaciones de cogollero resistentes a una determinada proteína Bt, mientras que otras pobla-ciones siguen siendo susceptibles a su control. La resistencia se selecciona en el lote, por eso es clave sembrar refugio para asegurar la sincronización de adul-tos susceptibles del refugio con los posi-bles resistentes de la porción Bt del lote. Adicionalmente, una adopción generali-

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    Cogollero (Spodoptera frugiperda) en el cultivo de maíz

    Figura 10Opciones de distribución del 10%

    de refugio en el lote de maíz

    zada de refugio contribuiría a retrasar la selección de resistencia a nivel regional.

    MANEJO CULTURAL

    Rotación de cultivos: permite reducir la infestación inicial de la plaga cuando se usan cultivos no hospederos de Spo-doptera frugiperda. También favorece el mantenimiento de las propiedades fi-sicoquímicas del suelo que favorecerán la buena implantación y estado general del maíz.

    Manejo de rastrojos: lograr un buen con-trol de malezas e insectos al menos 30 días antes de la siembra es importante para evitar una población inicial eleva-da de la plaga. Spodoptera frugiperda es una plaga polífaga (tiene más de 80 especies hospederas) con marcada pre-ferencia por las gramíneas. Así, las ma-

    lezas de este tipo, como por ejemplo el sorgo de Alepo, son reservorio de la pla-ga a lo largo del año. Un buen barbecho reduce la población de larvas grandes, residentes en malezas y rastrojos, que puedan migrar al cultivo y causar daños en la etapa de implantación.

    Hay que realizar monitoreo de lotes en-malezados en presiembra o preemergen-cia y si hay alta presión de Spodoptera frugiperda aplicar insecticidas para evitar que la plaga actúe como cortadora.

    En los sistemas donde se incorporan cul-tivos de cobertura es importante monito-rear insectos, tanto plaga como enemigos naturales, para evaluar la necesidad y con-

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    veniencia de un tratamiento químico antes de la implantación del cultivo de maíz.

    Buena implantación del cultivo: la im-plantación rápida y vigorosa da como resultado lotes uniformes temporal y espacialmente, en mejores condiciones fisiológicas para enfrentar la presión de plagas. Para lograrlo debe asegurarse que tanto la humedad como la tempe-ratura del suelo sean óptimas para la germinación. Pueden protegerse las se-millas y/o las plántulas en sus primeros estadios mediante un adecuado trata-miento de semillas.

    MONITOREO

    El monitoreo del maíz, como de cualquier cultivo, debe realizarse durante todo el ciclo. En el caso de Spodoptera frugiper-da, hay que estar atentos desde el bar-becho hasta la cosecha por su capacidad de causar daño en cualquier etapa.

    El monitoreo de adultos en forma tem-prana sirve como referencia de potencia-les infestaciones a campo. Para Spodop-tera frugiperda los métodos tradicionales de monitoreo de adultos como trampas de luz o feromonas no permiten correla-cionar la abundancia de los mismos con larvas que producirán daños en el culti-vo. Por lo tanto, deben implementarse otras alternativas de monitoreo como el seguimiento de daño en el lote.

    Dado que el lote puede estar afectado en “manchones”, se recomienda identificar las áreas enmalezadas u otras zonas que puedan ser reservorio de la plaga para

    realizar el monitoreo. Se debe monitorear desde presiembra hasta madurez fisioló-gica cada 7 días como mínimo. En condi-ciones de altas temperaturas y presión de plaga monitorear cada 4-5 días. Recordar que en zonas con temperaturas elevadas el crecimiento de las larvas es más rápido.

    En cada visita se deben realizar 5 esta-ciones de muestreo cada 60 ha con el mismo manejo agronómico. Las estacio-nes deben distribuirse en forma de X, revisando al menos 50 plantas continuas en cada estación. Registrar el número de plantas afectadas (incidencia) y el nivel de daño foliar (severidad) según la esca-la de Davis (Figura 11). Cuando se siem-bran maíces Bt, el refugio y la porción Bt del lote deben monitorearse separada-mente para poder realizar los controles en forma oportuna cuando se alcancen los umbrales recomendados.

    CONTROL QUÍMICO

    Las claves para el control de esta plaga son el monitoreo frecuente y el rápido accionar, antes de que las larvas ingre-sen al cogollo. Las larvas de estadios tempranos causan poco daño, general-mente raspado de hojas, y por su tamaño y ubicación son fácilmente controlables.El momento óptimo para el control quí-mico es cuando las hojas presentan pe-queñas lesiones circulares o alargadas de menos de 1,3 cm sin perforaciones de la membrana (daño 3 en la escala de Davis) y hay larvas vivas aún expuestas en las láminas (Figura 12). Las larvas más grandes suelen alojarse en el cogollo y no son alcanzadas por los insecticidas.

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    Cogollero (Spodoptera frugiperda) en el cultivo de maíz

    Figura 11Escala Davis de daños de larvas de Spodoptera frugiperda en hojas.

    1 Lesiones mínimas en las hojas del cogollo

    2 Pequeños agujeros y lesiones circulares

    3 Pequeñas lesiones circulares y pocas lesiones alargadas 2,5 cm y pocos orificios pequeños a medianos, uniformes a irregulares

    6 Lesiones alargadas > 2,5 cm con pocos orificios grandes

    7 Muchas lesiones alargadas de todos los tamaños y varios orificios grandes

    8 Muchas lesiones alargadas de todos los tamaños y muchos orificios grandes

    9 Planta prácticamente destruida

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    REM. Red de Manejo de Plagas

    Los criterios de decisión para realizar una aplicación de insecticidas en el refugio y el maíz Bt son diferentes. Para el refugio, al igual que el maíz convencional, se re-comienda aplicar insecticida cuando haya un 20 % de plantas con daño grado 3 (Davis), usando productos de baja persis-tencia y con un máximo de dos aplicacio-nes hasta V8. Para los híbridos de maíz Bt actuales se recomienda la aplicación con un 10-20% de plantas con daño grado 3 (Davis) utilizando productos de mayor persistencia y selectivos. No deben usar-se insecticidas a base de Bacillus thurin-giensis en el refugio o el maíz Bt.

    Las aplicaciones posteriores al momento óptimo reducen significativamente la efi-cacia de los tratamientos, por eso no se recomiendan aplicaciones cuando el co-

    gollo se encuentra con orificios y presen-cia de aserrín. Hay que tener en cuenta que las temperaturas elevadas y baja hu-medad favorecen el desarrollo de larvas y pueden acortar el tiempo de acción. Por otro lado, precipitaciones abundantes o alta humedad relativa durante la campa-ña pueden beneficiar la proliferación de controladores biológicos que controlan huevos y larvas de la plaga.

    > Recomendaciones para la elección de insecticidas

    Se recomienda rotar modos de acción entre ventanas de aplicación. Cada ven-tana dura 30 días, la cual refleja aproxi-madamente el tiempo generacional de la plaga. Por ejemplo, en el caso de haber iniciado el cultivo con semilla tratada, no

    Figura 12Daño Davis 3 ocasionado por Spodoptera frugiperda en el cultivo de maíz. Las áreas comidas (“ventanitas”) no superan los 1,3 cm de longitud y no atraviesan completamente la lámina foliar. (Fuente: Monsanto Argentina SRL)

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    Cogollero (Spodoptera frugiperda) en el cultivo de maíz

    Figura 13El tratamiento con insecticidas a umbral

    (AU) controla la plaga y evita el daño alto. A medida que se retrasa el control, 4 y 8 días después de umbral (4D y 8D, respectivamente) el daño alto aumenta

    (Fuente: Benedit y col., 2018)

    debe utilizarse un insecticida foliar con el mismo modo de acción en la próxima ventana de aplicación.

    Los insecticidas disponibles para control de Spodoptera frugiperda se presentan en la Tabla 2, los cuales deben ser usa-dos siguiendo estrictamente las recomen-daciones del marbete de cada producto.

    Al momento de elegir los insecticidas hay que considerar aquellos productos que tengan el menor impacto posible so-bre la fauna benéfica.

    > Eficacia del control

    La eficacia de control que logran las apli-caciones de insecticidas puede variar entre 20 y 80% según las condiciones ambientales y el tamaño de las larvas que se desea controlar y por eso es tan importante el monitoreo frecuente. Re-cordemos que las larvas grandes (esta-dio L3 o superior) ingresan al cogollo, con lo cual son difíciles de controlar con insecticidas químicos. Por ello el momento adecuado para que el control sea eficaz es cuando las larvas son pe-queñas y están expuestas en las hojas. Estas larvas pequeñas son las que pro-ducen daño hasta grado 3 en la escala de Davis, lo que determina el momento de control. Cuando se demora la aplica-ción de insecticida, el tratamiento pierde eficacia (Figura 13).

    > Calidad de la aplicación

    Es de suma importancia cuidar “el cómo” se aplican los insecticidas destinados al

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    Tabla 2Insecticidas recomendados para el control de Spodoptera frugiperda según estadio larval y persistencia.

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    control de Spodoptera frugiperda. Para esta plaga los controles con insecticidas foliares históricamente han sido poco eficientes, principalmente por el empleo de técnicas de aplicación inadecuadas que resultan en una baja calidad en la distribución de las gotas de pulveriza-ción sobre las hojas del maíz.

    La correcta elección de la técnica y tec-nología de aplicación puede determinar la acción o no de productos de comprobada eficiencia. Por lo tanto, el conocimiento e interpretación de los factores que intervie-nen en el proceso de aplicación se con-vierte en una necesidad vital. Como requi-sito básico para obtener una alta eficacia en las aplicaciones es necesario analizar cuál es el momento del ciclo biológico de los insectos en el cual son susceptibles a ser alcanzados por los insecticidas. Solo las larvas chicas (de los primeros esta-dios) de Spodoptera frugiperda son sus-ceptibles a tomar contacto con los insec-ticidas de aplicación foliar, ya que a partir del tercer estadio se dirigen al interior del cogollo tornándose prácticamente impo-sible su control. Las larvas durante estos primeros tres estadios no presentan un patrón uniforme de consumo en la lámina de la hoja de maíz, como podemos obser-var en las figuras 6 y 7. Por lo tanto, para aumentar la probabilidad de que las larvas consuman donde se encuentran los depó-sitos de insecticida es necesario distribuir uniformemente las gotas pulverizadas en toda la lámina de la hoja.

    La configuración adecuada del equipo se alcanza a través de la óptima com-binación del tipo de boquilla, la presión

    de trabajo y el volumen de aplicación. Estos factores son responsables de de-terminar el tamaño, la distribución y la cantidad de gotas pulverizadas y, por consecuencia, la cobertura del blanco requerido por la aplicación. El tamaño de gota a seleccionar depende de las con-diciones ambientales en las cuales de-ben realizarse las aplicaciones y cómo se comportan los distintos tamaños de gota. En condiciones de baja intensi-dad de viento (menos de 10-11 km/h) se puede optar por un tamaño de gota de aproximadamente 200 μm de diámetro (unidad adoptada para la clasificación de la cantidad de gotas), que promueve una buena cobertura superficial. Un factor clave para realizar este tipo de aplica-ción es proteger las gotas de las condi-ciones ambientales que pueden dismi-nuir su tamaño por evaporación. Esto se consigue con productos adyuvantes que retardan la evaporación permitiendo alcanzar el objetivo y mantener durante un tiempo suficiente la humedad nece-saria para que el principio activo se fije e ingrese al tejido vegetal (Figura 14). A medida que la intensidad del viento se incrementa debemos ir aumentando el tamaño de las gotas producidas para evitar una deriva indeseada, buscando siempre aquellas combinaciones de bo-quilla y presión que proporcionen una buena uniformidad en la cobertura. En los casos en los que se necesite utili-zar una aplicación de gota muy gruesa es común emplear boquillas destina-das para tal fin. En estos casos hay que prestar especial atención al correcto uso de las mismas para obtener una buena uniformidad de cobertura; por ejemplo,

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    cuando se utilizan de forma inadecuada boquillas de abanico plano con efecto Venturi (aire inducido), podemos obte-ner una baja cobertura de la superficie, distribución desuniforme y, como conse-cuencia, una incorrecta deposición del insecticida.

    Otro aspecto importante a tener en cuenta es el volumen de aplicación. Es usual regular los equipos únicamente te-niendo en cuenta el volumen de caldo a aplicar por hectárea (litros/hectárea). Ac-tualmente, existe una demanda del sec-tor productivo para reducir el volumen de caldo. A partir de menores volúmenes hay menos transporte de agua al campo y menor número de paradas para reabas-tecimiento del pulverizador y, por con-siguiente, hay aumento de la capacidad operacional del equipo de aplicación y disminución de los costos de producción. Sin embargo, es común que se presen-ten dudas en cómo definirlo. En líneas generales, el volumen adecuado puede ser definido como la cantidad de caldo necesaria para proporcionar la máxima cobertura de gotas con el mínimo de escurrimiento, en función del equipo o técnica de pulverización utilizada, dentro de los marcos legales y regulatorios es-tablecidos para cada principio activo.

    Figura 14Verificación de llegada al blanco para control

    de Spodoptera frugiperda en el cultivo de maíz. Ejemplo de una aplicación de buena

    calidad. (Fuente: Ing. Agr. Mariano Luna)

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    Cogollero (Spodoptera frugiperda) en el cultivo de maíz

    La adopción de programas para el ma-nejo de Spodoptera frugiperda en maíz implica un buen manejo del lote, inclu-yendo rotación de cultivos, correcta elec-ción del híbrido de acuerdo a la fecha de siembra, buen control de malezas y tratamiento del rastrojo, siembra de refu-gio en el caso de usar híbridos Bt, buena implantación del cultivo, monitoreo pe-riódico y control de la plaga cuando se alcancen los umbrales de daño recomen-dados (Figura 15).

    Resumiendo

    Figura 15Recomendación de manejo de resistencia de insectos en cultivos Bt (Fuente: Programa MRI).

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    REM. Red de Manejo de Plagas

    • Benedit, B.G; Ferreyra, J.M. y M.L. Ra-mos (2018). Manejo eficiente del re-fugio: evaluación de umbrales para el control de Spodoptera frugiperda. AAPRESID, Revista Red de Evaluación de Maíz en Fechas de Siembra Tar-día, Campaña 2017-2018. Disponible online en: http://www.aapresid.org.ar/sistemachacras/revista-red-de-maiz-tar-dio-2017-2018/

    • Galli, M.C., R.Gonzalez Russo, R. Etienot. (2015). Evaluación del daño ocasionado por el gusano cogollero, (Spodoptera frugiperda), en diferentes híbridos comerciales de maíz transgé-nicos en el Centro-Norte de Santa Fe. www.monitoreodecultivos.com

    • Igarzábal, D., M.C. Galvez, M.C. Aldrey, R. Peralta, M.Mariani Ventura, J.L. Mo-rre. 2016. Cogollero del maíz y otras orugas del género Spodoptera. Edi-ción Dupont. 129 págs.

    Agradecemos al Ing. Agr. Roberto Pe-ralta y al Ing. Agr. Mariano Luna por sus valiosos aportes en la edición de la pre-sente publicación.

    Bibliografía consultada

    Agradecimientos

    • IRAC Argentina. 2018. Recomendacio-nes para el manejo de plagas en maíz. http://irac-argentina.org/recomendacio-nes/

    • Leiva, P.D. 2014. Oruga militar tardía Spodoptera frugiperda, una plaga de los maíces tardíos. INTA, https://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-in-ta_pergamino_oruga_militar_tarda_spodoptera_frugipe.pdf

    • Programa MRI, 2018. Cultivos Bt y ma-nejo de resistencia de insectos: Pre-guntas y respuestas. Segunda edición. 22 págs. http://www.programamri.com.ar/wp-content/uploads/MRI_QA-1.pdf

    • Urretabizkaya, N., A. Vasicek, E. Saini. 2010. Insectos perjudiciales de impor-tancia agropecuaria: 1 Lepidópteros. Buenos Aires, Ediciones INTA. 77 págs.

  • 23

    Cogollero (Spodoptera frugiperda) en el cultivo de maíz

  • 24

    REM. Red de Manejo de Plagas