Cocteau Jean - Los Padres Terribles

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La pareja madura formada por Yvonne y Georges, comparte apartamento con su hijo de 22 años de edad, Michel y de Léonie, la hermana solterona de Yvonne, que también ha estado enamorada de Georges. Yvonne es una mujer recluida, semi-inválida, que depende de su tratamiento con insulina, y muy posesiva con su hijo; Georges se dedica a sus extravagantes inventos; es la tía Leo la que asume la gestión de la casa, que no duda en calificar de "caravana de gitanos". Cuando Michel anuncia que está enamorado de una chica, Madeleine, a la que quiere presentar, sus padres se muestran inmediatamente hostiles y tratan de prohibir la relación, provocando la desesperación de Michel. Georges se da cuenta de que Madeleine es la misma mujer que había sido su amante en los últimos meses, y lo confiesa a Léo. Madeleine se ve abocada a abandonar a Michel, ante las amenazas y chantajes del padre. Yvonne, satisfecha con la separación, aprovecha para consolar a su hijo. Léo sin embargo está consternada ante la crueldad de la situación y decide apoyar a Madeleine.Al día siguiente, Léo convence a Yvonne y Georges de que la única forma de recuperar a Michel, que sigue inconsolable, es permitir su matrimonio con Madeleine. Michel y Madeleine se rencuentran con gran felicidad, pero Yvonne escapa de la escena y acaba tomando una sobredosis de insulina, que le lleva a la muerte. Un nuevo orden se ha establecido en la familia

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1

Jean Cocteau

Los padres terribles

A Ivonne de Bray, que me inspir esta obra y que por razones de saludno pudo representarla.A quienes fueron mis extraordinarios intrpretes.

Jean

PERSONAJES

Yvonne

Lonie

Madeleine

Georges

Michel

Promediando el siglo XX

DECORADOS

Primer acto: habitacin de Yvonne

Segundo acto: casa de Madeleine

Tercer acto: habitacin de Yvonne

Traduccin: Ignacio Apolo

FICHA TCNICA

Nombre original: Les parents terribles

Autor: Jean Cocteau

Versin: Ignacio Apolo

Obra estrenada en el Teatro EL CUBO para las temporadas 2007/2008

Direccin: Alejandra Ciurlanti

Actores: Lus Machn

Mirta Busnelli

Noem Frenkel

Nahul Prez Biscayart

Maria Alch

Escenografa: Jorge Ferrari

Luces: Eli Sirlin Vestuario: Andrea MercadoAsistencia de direccin: Sabrina Arias Asistente de escenario: Simon DimottaDiseo Grfico: El Fantasma de Heredia Pelos y Maquillaje: BCN Peluqueros Prensa: Colombo-Pashkus Asistente de produccin: Fernando Zaldvar Posse Produccin ejecutiva: Alejandra Menalled / Mariano PaganiProduccin artstica: Noem Frenkel Produccin general: PANDORA PRODUCCIONES

Galardones:

6 premios ACE

10 premios teatro del mundo

2 premios clarn (mejor actriz y mejor espectaculo)

Seleccionada para el Festival Teatro Frnces "Homenaje a Cocteau" en Rio de Janeiro y San Pabloenero de 2009 - auspiciado por la Embajada de Francia

ACTO I

Habitacin de Yvonne

ESCENA I

GEORGES, luego LO, despus YVONNE

GEORGES corre del bao a la puerta de LO; golpea y grita.

GEORGES: Lo! Lo! Rpido Rpido Dnde ests?

VOZ DE LO: Apareci Michel?

GEORGES (gritando): No. Ven, apurate.

LO (abre la puerta): Qu pasa?

GEORGES: Yvonne se envenen.

LEO (estupefacta): Qu?

GEORGES: Con la insulina Debe haber llenado la jeringa.

LO: Dnde est?

GEORGES: Ah En el bao.

YVONNE abre la puerta del bao y aparece lvida, mantenindose apenas en pie.

LO: Yvonne Qu hiciste! (Cruza la escena y la sostiene) Yvonne! (YVONNE hace una sea de negacin) Habl Decime

YVONNE (casi ininteligible): Azcar

GEORGES: Voy a llamar a la clnica; aunque hoy es domingo y no debe haber nadie

LO: Quedate ac, Georges. Ustedes se vuelven locos por nada Menos mal que estoy yo. (Acuesta a YVONNE sobre la cama) El problema es que no comi nada; lo que necesita es azcar.

GEORGES: Dios!

Entra en el bao y sale con un vaso de agua. LO se lo hace tomar a YVONNE.

LO: Tomtelo todo Dale, trat de tomarlo No te asustes; no te vas a morir antes de volver a ver a Michel.

YVONNE se incorpora y toma.

GEORGES: Qu estpido. Si no fuera por vos, Lo, Yvonne se mora; la dejaba morir sin darme cuenta.

YVONNE (en voz muy baja): Ya est. Ya estoy mejor. Perdn. Qu grotesca (con voz ms clara) Fue culpa ma.

LO: Y con lo loca que ests

YVONNE: Uf! Gracias, Lo. (Se apoya en las almohadas.) Lo que pas es que eran las cinco, la hora de la inyeccin. Y justo cuando termin de ponrmela escuch el ascensor parando en este piso. Sal corriendo a la antesala, pero me equivoqu: no era. Y cuando volv al bao ya me senta mal. Georges lleg de milagro!

GEORGES: S, fue un milagro. Vine a ver si dormas un poco.

YVONNE (riendo, completamente repuesta): Ay, si no fuera por ustedes, habra hecho algo terrible por una tontera

GEORGES: No es una tontera, Yvonne. Michel no durmi en casa. No dio seales de vida. Y te conoce. Sabe muy bien cmo te ibas a poner Te olvidaste el azcar porque tenas los nervios de punta.

YVONNE: Con tal de que no le haya pasado nada Los domingos no encontrs a nadie, y por ah ninguno de sus amigos se anima a llamarnos, a avisar

GEORGES: No, Yvonne, las cosas graves se saben en seguida. No, no. No-se-puede-creer! (Pronuncia esta palabra separando las slabas de una manera especial y como entre comillas)

YVONNE: Pero dnde puede estar? Dnde est?

LO: A ver, a ver, no te alteres, que todava ests shockeada. Georges, vos no la pongas ms nerviosa. Volv a tu trabajo; cualquier cosa, yo te llamo.

YVONNE: S, s; trat de trabajar

GEORGES Sale.

ESCENA II

YVONNE, LO

YVONNE: Lo, dnde durmi ese chico? No se da cuenta que me vuelvo loca? Por qu no llama? Por favor, no es tan difcil llamar por telfono

LO: Depende. Si hay que mentir, alguien tan transparente como Michel podra no llamar

YVONNE: Y por qu tendra que mentir?

LO: Una de dos: porque no se anima ni a volver ni a llamar, o porque est tan bien donde est que no piensa ni en volver ni en llamar. Sea como sea, oculta algo.

YVONNE: No, no, yo lo conozco a Mik; no vas a decirme cmo es. Que ni siquiera piense en volver a casa imposible! Y si no se anima a llamar es porque est en peligro mortal, y no puede llamar por telfono.

LO: Siempre se puede llamar, Yvonne. Michel puede y no quiere.

YVONNE: Vos ests rara desde hoy; demasiado tranquila. Vos sabs algo.

LO: No es que sepa; estoy segura, que no es lo mismo.

YVONNE: Y de qu ests segura?

LO: No vale la pena decrtelo, no lo vas a creer. Vas a decir no-se-puede-creer, porque no se puede creer cmo desde hace un tiempo todos en esta casa dicen esa frase.

YVONNE: Hey! Es una frase de Michel

LO: Puede ser; no s. Me encantara saber de dnde viene, en realidad.

YVONNE (riendo): Vamos, qu tiene de raro que unos maniticos, unos locos, una familia que vive en una carpa de circo?

LO: Te burls porque dije que vivan en una carpa de circo. Pero es cierto; te lo digo de nuevo. Y que estn locos, tambin es cierto.

YVONNE: La casa es una carpa de circo, estoy de acuerdo. Que estamos locos, tambin estoy de acuerdo. Y que somos un poco maniticos, es cierto. Pero vos tambin sos una manitica, a tu manera.

LO: Puede ser Una manitica del orden, como ustedes son maniticos del caos. Por algo el to me dej la herencia a m. Daba por sobrentendido que yo los iba a mantener.

YVONNE: Lonie!

LO: No te enojes; no me quejo. Nadie lo admira a Georges ms que yo, y de verdad me hace feliz que por esa herencia pueda seguir trabajando en lo que le gusta

YVONNE: Vamos, no me vas a decir que vos, justo vos, te toms en serio sus inventos! No te creo Georges es el prototipo del manitico. Ac, entre nosotras: es ridculo, a su edad!

LO: Georges es un nio, pero eso no quiere decir que no tenga creatividad. No seas injusta.

YVONNE (detenindola): Sh Escuch (Silencio) No. Me pareci or un coche. Seguro que Mik tom un poco de champagne; no est acostumbrado. Y se qued en la casa de un amigo. Debe estar durmiendo. O le debe dar vergenza la escapada. No tiene perdn que me haya hecho pasar una noche de angustia interminable!

LO (se acerca a la cama de YVONNE): Yvonne, vos me ests tomando el pelo?

YVONNE: Qu?

LO (le alza la cara tomndola del mentn): No. Cre que estabas fanfarroneando, que te hacas la tonta. Pero me equivoqu: ests ciega.

YVONNE: Explicate.

LO: Michel pas la noche con una mujer.

YVONNE: Michel?

LO: Michel.

YVONNE: Ests loca. Mik es un nene.

LO: Tiene veintids aos.

YVONNE: Y?

LO: Sos genial Sembrs, sembrs, y no te das cuenta lo que cosechs.

YVONNE: Qu es lo que sembr yo? Y qu es lo que cosecho?

LO: Sembraste ropa sucia, ceniza de cigarrillos por todas partes, caos. Y tu cosecha es que Michel se ahogue y necesite salir a tomar aire.

YVONNE: Ah s? Y segn vos, toma aire entre mujeres, necesita ir con prostitutas.

LO: Otra vez con tu tono melodramtico. Sabs por qu no llam Michel? Para no tener que escucharte a vos dicindole, a punto de desmayarte: Volv, hijo, tu padre tiene que hablarte o algo as, por favor, Yvonne!

YVONNE: Qu te pasa, Lo? No te alteres

LO: No me altero. Pero a veces se pasan del lmite. Sabs por qu hay una pila de ropa sucia en el cuarto de Michel? Sabs por qu la baera est tapada hace una semana y todava nadie la destap? Porque a veces siento una especie de goce en dejarlos hundirse, hundirse en el caos

YVONNE: Y segn vos, es este caos, esta vida en una carpa de circo lo que lo llev a Michel a buscar intimidad en casa de una mujer

LO: Y no es el nico.

YVONNE: Te refers a Georges?

LO: S, me refiero a Georges.

YVONNE: Ests acusando a Georges de engaarme?

LO: Yo no acuso a nadie.

YVONNE: Lo, descubriste que me engaa?

LO: Y acaso vos no lo engas a l?

YVONNE: Yo? Que yo lo engao a Georges? Y con quin?

LO: Vamos, Yvonne; desde que naci Michel lo ests engaando. Te ocupaste solamente de Michel, de Michel y de nadie ms. Y Georges se fue quedando solo No s por qu te asombra ahora que haya buscado un poco de cario en otra parte.

YVONNE: Y suponiendo que esa locura sea cierta, que Georges tenga una amante y que Michel (que me cuenta todo), haya pasado la noche con una mujer, por qu no me lo dijiste antes?

LO: Porque no cre que estuvieras tan ciega. Pens que cerrabas los ojos a propsito, que no queras ver

YVONNE: Bueno, si Georges necesit buscar afuera lo que ac no Quiero decir, podra entenderlo Despus de veinte aos, el amor cambia de forma y hay ciertas cosas que terminan siendo incmodas, incluso indecentes, en la intimidad de los esposos

LO: Sos una mujer rara, Yvonne.

YVONNE: No Te parezco rara porque lo ves todo de afuera. Pensalo un poco! Vos te mantens joven, hermosa, elegante, en cambio yo, a esta altura

LO: Tens cuarenta y cinco aos y yo cuarenta y siete.

YVONNE: Pero vos parecs ms joven que yo.

LO: Y as y todo Georges te eligi a vos. A m me dej para casarse con vos

YVONNE: Pero si a vos no te interesaba, Lo, vamos! Hasta parecas vos la ms interesada en que nos casramos.

LO: Eso es cosa ma. Yo lo respeto a Georges. Y tena miedo de que lo nuestro pasara solamente por ac. (Se seala la frente) A vos en cambio todo te pasaba por ac (Seala el corazn y el vientre) Y por ac Lo que no saba es que queras tanto un hijo, y que te ibas a volver tan loca por ese hijo que ibas a perder el inters por Georges.

YVONNE: Georges poda buscar consuelo al lado tuyo

LO: Te hubiera gustado que me acostara con Georges para sacrtelo de encima, no? Pero no, eso no pas. Gracias.

YVONNE (con cansancio): Escuchame!

LO: Y no es ningn mrito mo. l no hubiera querido saber nada conmigo. Le interesa ms la juventud

YVONNE: Bueno, bueno

LO: El hecho de que no me creas no cambia lo que pienso.

YVONNE: Te volviste detective?

LO: Yo no lo espo a Georges, si a eso te refers. Es libre. Y Michel tambin es libre. Pero hay cosas que no se le escapan a una mujer bien mujer. Vos no te dars cuenta, claro, pero para m es evidente: hay un fantasma de mujer, el fantasma de una mujer muy joven, que anda por la casa.

YVONNE: No, no. Que Michel me mienta a m? Ni pensarlo. Es imposible. No quiero, no lo puedo imaginar.

LO: Claro, soports imaginar que Georges te engaa; frente a eso ni siquiera reaccions. Pero que no te toquen a Michel

YVONNE: No es as! Es que con Michel siempre fuimos muy compinches, l me puede decir todo

LO: Por favor, Yvonne. Michel no va a hablar de mujeres con una mujer

YVONNE: Yo no soy una mujer a los ojos de Mik.

LO: En eso te equivocs. Michel no es un hombre a tus ojos; es todava el nene que llevabas a la cama, el que dejabas entrar en el bao. Pero para l vos te convertiste en una mujer, y fue un error no haberle mostrado un modelo de mujer ms interesante: Mik te observ, te juzg, y sali a buscar algo diferente.

YVONNE: No saba que eras tan buena psicloga. Y de dnde iba a sacar tiempo el pobre Mik para dedicarle a esa mujer misteriosa?

LO: El tiempo es elstico, Yvonne. Con un poco de maa pods hacer de cuenta que ests en un lugar y estar siempre en otro.

YVONNE: Mik trae los dibujos de sus cursos.

LO: Y vos cres que tiene talento para el dibujo?

YVONNE: Tiene talento para un montn de cosas.

LO: Justamente. Tiene condiciones para todo, y para nada. Y encima vos nunca lo dejaste aceptar un trabajo.

YVONNE: Para lo que le ofrecan

LO: Le ofrecan puestos de principiante con los que se poda ganar la vida.

YVONNE: Me inform bien cada vez. Los puestos eran ridculos y lo ponan en contacto con gente horrible.

LO: Ahora s estamos cerca de la verdad. Siempre lo quisiste pegado a tus polleras; sa es la verdad. Y cada vez que intent buscarse algo para l, lo desalentaste.

YVONNE: Georges le encontraba puestos extravagantes.

LO: Uno era un puesto muy bueno. Pero claro, tena que viajar, irse al interior. No lo dejaste ni presentarse a la entrevista.

YVONNE: Hago lo que me parece mejor.

LO:S, ya veo. Y acaso lo alentaste a salir con gente de su edad?

YVONNE: Era l el que no quera salir. Y adems, Mik es un beb.

LO: Y si ya no fuera un beb?

YVONNE: En ese caso, yo sera la primera en buscarle una mujer

LO:S, una chica tonta y fea que no pueda competir con vos.

YVONNE: No es as. Michel es libre. En la medida en que se lo puede dejar libre

LO: Yo te lo advierto, no trates de recluir a Michel.

YVONNE:Dios mo! Llaman a la puerta! (Timbre en la antesala) And vos, Lo, apurate. Yo no tengo fuerza para estar de pie.

LO sale por la puerta derecha. Apenas sola, YVONNE toma el bolso olvidado por LO sobre la cama, lo abre, se mira en el espejito, se empolva la nariz, se arregla el pelo. Se abre la puerta. Tiene el tiempo justo para arrojar el bolso donde estaba. Entran LO y GEORGES. GEORGES enciende las luces.

ESCENA III

YVONNE, LO, GEORGES; luego MICHEL.

YVONNE (dndose vuelta) Quin prendi la luz?

GEORGES: Yo. Ya la apago Crea que Estaba tan oscuro el cuarto.

YVONNE: Me gusta la oscuridad. Quin era?

LO: Un paciente del mdico de arriba que se equivoc de piso.Silencio.

GEORGES: Ninguna novedad?

YVONNE: No, nada Hasta que son el timbre.

Silencio.

YVONNE: Adems Qu tonta. Mik tiene las llaves.

GEORGES: S, me preocupa que ese chico ande con las llaves por todas partes

YVONNE: Sobre todo porque las puede perder.

GEORGES:Justamente. Y uno de estos das se nos mete en casa un asesino. Me las tiene que devolver.

LO: Qu lstima que no les pueda grabar el dilogo.

Los tres forman un grupo en primer plano. Mientras hablan,

entra MICHEL sin que lo oigan por la puerta. Tiene el aspecto alegre del muchacho que ha hecho una broma.

YVONNE: Qu hora es?

MICHEL: Las seis. (los tres se levantan de un salto. Lo mismo YVONNE, de pie cerca de la cama.) Hey, no soy un fantasma. Soy yo!

GEORGES: Michel, le diste un susto horrible a tu madre. Mirala. Cmo entraste?

MICHEL (mientras LO acuesta a YVONNE): Por la puerta. Sub la escalera de a cuatro escalones; estoy sin aliento. Sophie! Qu te pasa?

GEORGES: Michel, no est bien que a tu edad le sigas diciendo Sophie a tu madre.

YVONNE: Dejalo, Georges! Es un chiste viejo que sacamos de la biblioteca rosa; no es para tanto.

GEORGES: Tu madre no est nada bien, Michel.

MICHEL (tiernamente): Sophie Ests as por mi culpa

Se acerca para besar a su madre; ella lo rechaza.

YVONNE: Dejame

MICHEL: Qu exagerada. Ni que hubiera cometido un crimen.

GEORGES:Tu madre casi se muere de la angustia.

MICHEL: Y yo que volva a verlos loco de contento, con tantas ganas de darle un beso a mam. Me estn preocupando

GEORGES: No es para menos. De dnde vens?

MICHEL: Dejame respirar un poco! Tengo tanto que contarles

LO (a GEORGES): Ves?

MICHEL: La ta Lo es la nica que no se volvi loca; como de costumbre.

LO: Podra haberlo hecho esta vez, Michel; fuera de broma. Hoy no me parece exagerado el estado de tu madre.

MICHEL: Y yo qu hice?

GEORGES: No volviste anoche. No dormiste en casa. No nos avisaste a qu hora volvas.

MICHEL: Tengo veintids aos, pap Y es la primera vez que duermo fuera; no me digas que no.

YVONNE: De dnde vens? Tu padre te pregunt de dnde vens.

MICHEL: Bueno, chicos (se corrige.) Perdn Pap, ta Lo, por favor, no me arruinen el momento Lo que yo quera

YVONNE: Lo que vos queras, lo que vos queras. Tu padre es el que manda ac. Y tiene que hablar con vos, as que te vas con l a su escritorio.

LO (imitndolos): No-se-puede-creer.

MICHEL: No, Sophie. Quiero hablar con vos, con vos a solas, antes que nada.

GEORGES: No s si te dars cuenta

MICHEL: Me doy cuenta de que esto est oscuro como un pozo. Voy a prender la luz (enciende la lmpara de la mesa)

YVONNE: Bueno, ya que para Michel es ms fcil hablar primero conmigo, djennos.

LO: S, por supuesto

YVONNE: Si algo lo est preocupando a Mik, es lgico que quiera hablarlo con su madre. Georges, volv a tu trabajo. Llevalo, Lo.

MICHEL: Pap, Ta, no se enojen. Ya les voy a contar todo. Estoy que exploto!

YVONNE: No es nada grave, verdad, Mik?

MICHEL: No O s y no.

YVONNE: Georges, lo ests intimidando.

MICHEL: S, pap me intimida. Y vos, ta, vos sos muy mala

YVONNE: Yo soy su compinche, ves, Lo? Te lo dije.

LO: Buena suerte. Ven, Georges. Salgamos. (se retira) No quers que te apague la luz, Yvonne? Lo retaste a Georges porque la haba prendido.

YVONNE: Era la luz de arriba. La lmpara no me molesta.

Sale por el fondo, a la izquierda.

GEORGES (antes de salir): No te olvides que tengo hablar con vos, Michel. Nuestra charla sigue pendiente.

MICHEL: S, pap.

Cierra la puerta.

ESCENA IV

YVONNE, MICHEL

MICHEL: Sophie! Mi Sophie adorada. Ests enojada conmigo?

Se abalanza y la besa a la fuerza.

YVONNE: No pods besarme sin empujar, sin tirar del pelo? (MICHEL contina.) Y no me beses en la oreja, lo detesto! Michel!

MICHEL: No fue a propsito.

YVONNE: Sera el colmo.

MICHEL (retrocediendo, y en tono de broma.): Pero Sophie Qu es esto? Te pintaste los labios!

YVONNE: Yo?

MICHEL: S, vos! Y te maquillaste. Para quin es todo este despliegue? Para quin? No-se-puede-creer; rubor, rouge

YVONNE: Estaba muy plida. No quera preocupar a tu padre.

MICHEL: No te lo saques. Te queda tan bien!

YVONNE: Para lo que me mirs

MICHEL: Sophie! Me ests haciendo una escena, no lo puedo creer!

YVONNE: Si ni me mirs; no me ves.

MICHEL: Se equivoca usted, querida seora. Yo la espo de reojo, y ltimamente me pareci que estaba un poco descuidada. Si me dejara peinarla, maquillarla

YVONNE: Lo que faltaba.

MICHEL: Sophie! Todava ests enojada conmigo.

YVONNE: No, Mik, no estoy enojada con vos. Pero me gustara saber qu pasa.

MICHEL: Paciencia, seora. Y lo sabr todo.

YVONNE: Te escucho.

MICHEL: Pero no pongas esa cara tan seria, mam!

YVONNE: Mik!

MICHEL: Jurame por lo que ms quieras que no vas a reaccionar al estilo familia respetable, que vas a reaccionar como reaccionamos ac, en nuestra carpa de bohemios. Jurame que no vas a empezar a los gritos, que me vas a dejar explicarte todo hasta el final. Jurmelo.

YVONNE: No juro nada de antemano.

MICHEL: Ves?

YVONNE: Afuera seguro que te prometen un montn de cosas a la ligera, pero cuando hay que tomarse algo en serio

MICHEL: Sophie, para eso me voy con pap Me va a recitar las mismas frases que vos, una detrs de otra.

YVONNE: No te burles de tu padre.

MICHEL: Si vos no pars de hacer chistes sobre su trabajo, y ahora

YVONNE: No es lo mismo. Para empezar, ya es una barbaridad que juegues al juego de Sophie delante de los dems

MICHEL: Nunca estamos delante de nadie.

YVONNE: Y adems, te solt demasiado las riendas. Tu cuarto es un chiquero, dejame hablar Un chiquero! No se puede entrar de tanta ropa sucia.

MICHEL: La ta es la que se ocupa de la ropa Y adems, me repetiste cien veces que te gustaba ver mis cosas tiradas, que odiabas los roperos, las cmodas, la naftalina

YVONNE: Yo no dije eso!

MICHEL: Cmo que no!

YVONNE: Lo que dije, hace un siglo, fue que me gustaba encontrar por todas partes tus cositas de nene. Pero un da me di cuenta que esas cositas se haban convertido en medias de hombre, camisas de hombre, calzoncillos de hombre. Y te ped que no me dejaras ms cosas tiradas en mi cuarto.

MICHEL: Mam!

YVONNE: Ah! No soy ms Sophie. Te acordaste ahora: nos peleamos.

MICHEL: Porque vos no queras llevarme a la cama y taparme.

YVONNE: Mik! Te llev a la cama hasta los once aos. Y cuando te pusiste demasiado pesado, igual seguiste yendo conmigo, pero colgado del cuello y con los pies en mis chancletas. Hasta una noche que te burlaste porque yo te tapaba, y a partir de ah te ped que te acostaras solo.

MICHEL: Sophie! Dejame meterme en tu cama; me saco los zapatos Ah! Acurrucarme al lado tuyo, apoyar la cabeza en tu hombro. (Lo hace.) No me mires a m; miremos los dos la ventana de la casa de enfrente; a ver

YVONNE: Tanto preparativo no anuncia nada bueno.

MICHEL: Me prometiste ser muy, muy buena.

YVONNE: No te promet absolutamente nada.

Siguen en la misma posicin, con sus rostros iluminados por una luz que debe venir de la ventana y que es quiz la del departamento de enfrente.

MICHEL: Qu mala que sos.

YVONNE: No me enredes. Si tens algo que decirme, decmelo. Cuanto ms tards es peor. Tens deudas?

MICHEL: Sophie, callate. No seas ridcula.

YVONNE: Michel!

MICHEL: Que-te-ca-lles.

YVONNE: Me callo, Mik. Habl. Te escucho.

MICHEL (Bastante rpido y con un poco de incomodidad. Mientras habla, sin ver a su madre, el rostro de YVONNE se descompone hasta ponerse terrible.): Sophie, soy muy feliz, y quera estar seguro de mi felicidad para poder compartirla con vos. Porque si vos no sos feliz tambin, yo no puedo serlo. Entends? Bueno, el tema es que conoc una chica en el curso

YVONNE (sobreponindose): Cmo una chica?

MICHEL (pone la mano en la boca de YVONNE): Me quers escuchar? No fui siempre al curso de dibujo; te estoy hablando de un curso de contabilidad. Pap me haba conseguido aquel puesto de secretario, as que me anot en el curso, pero como vos me aconsejaste que no tomara el puesto, lo dej. Fui tres veces, de milagro! Y ah conoc a una chica, bueno, no es tan chica porque tiene tres aos ms que yo. Y ella se mantena gracias a su relacin con un hombre, un tipo de cincuenta aos. El tipo la tena casi como a una hija; era viudo y haba perdido una hija parecida a ella. El caso es que nos empezamos a ver No me hubiera atrevido a contarte esto si ella no se hubiera decidido a abandonar a ese tipo, a dejar el lugar libre y empezar otra vez de cero. Me adora, mam, y yo la adoro, y vos la vas a adorar, y es libre como nosotros, y mi sueo es llevarte a vos, a pap y a la ta Lo a su casa. Maana mismo! Porque esta noche le va a decir la verdad al viejo. En realidad, el viejo crea que haba venido una hermana de la provincia a vivir a la casa, y no iba. Casi no la vea ya, y no porque yo la haya obligado

YVONNE (Haciendo un esfuerzo sobrehumano para hablar): Y esa persona te ayud? Quiero decir, vos nunca tuviste ni un centavo. Ella te habr ayudado

MICHEL: A usted no se le puede ocultar nada, Sophie; s, me ayud en las comidas, en los cigarrillos, en los taxis (Silencio.) Soy feliz, feliz! Sophie! Sos feliz?

YVONNE (Se vuelve de golpe. MICHEL queda aterrado por su cara.): Feliz?

MICHEL (Retrocediendo): Oh!

YVONNE: As que esta es mi recompensa. Para esto te cri, te mim, te cuid, te eduqu; para esto te quise hasta la locura? Para esto me desinteres del pobre Georges? Para que una vieja te lleve, te robe y te meta en sus juegos sucios!

MICHEL: Mam!

YVONNE: Sucios, s! Aceptar su dinero. Supongo que sabs cmo se llama eso.

MICHEL: Mam, te volviste loca. De qu ests hablando? Madeleine es joven

YVONNE: As se llama!

MICHEL: No pensaba ocultrtelo.

YVONNE: Y pensaste que lo nico que tenas que hacer era abrazarme y engatusarme -a m nadie me engatusa!- para que aceptara tranquilamente que a mi hijo lo mantenga el amante de una vieja teida.

MICHEL: Madeleine no es teida, y te repito que tiene veinticinco aos. (Gritando.) Me vas a escuchar? Y no tiene otro amante ms que yo!

YVONNE (Con el dedo extendido): Ah! Lo confess

MICHEL: Qu es lo que confieso? Hace una hora que te cuento todo.

YVONNE (tomndose la cara con las manos): Me vuelvo loca!

MICHEL: Calmate, acostate

YVONNE (camina de un extremo al otro): Acostarme! Estoy acostada desde anoche como un cadver. No tendra que haber tomado ese azcar. Todo hubiera terminado, y no me morira de vergenza!

MICHEL: Te quers suicidar porque me enamor de una chica, mam!

YVONNE: Morir de vergenza es peor que suicidarse. Si al menos estuvieras enamorado de una chica Si lo que me contaras fuera un asunto limpio, conveniente, digno de vos y de nosotros, podra escucharte. Pero en cambio, ni siquiera te anims a mirarme de frente y me vens con esa historia repugnante.

MICHEL: Te prohbo que hables as!

YVONNE: Lo que faltaba!

MICHEL (en un impulso encantador): Sophie Dame un beso.

YVONNE (rechazndolo): Tens la cara llena de rouge

MICHEL: Es tuyo!

YVONNE: No te puedo besar; me das asco.

MICHEL: Sophie Eso no es cierto

YVONNE: Voy a arreglar con tu padre ya mismo para que no te deje salir, para que no puedas ver a esa mujer, para defenderte contra vos mismo (MICHEL balancea su silla) Michel! No vas a parar hasta no romper la silla.

MICHEL: Sos una madre, Sophie, una verdadera madre. Y yo que te crea mi compinche, tanto que me lo dijiste

YVONNE: Soy tu madre, Michel. Y adems, ningn compinche reaccionara de otra manera. Hace cunto que dura este manejo?

MICHEL: Tres meses.

YVONNE: Tres meses de mentiras, de mentiras inmundas

MICHEL: Nunca te ment, mam. Me call, que es distinto.

YVONNE: Tres meses de engaos, de juegos, de clculos, de caricias hipcritas

MICHEL: No te dije nada por tenerte consideracin

YVONNE: Gracias! No necesito consideracin. Para nada! Vos sos el digno de compasin.

MICHEL: Yo?

YVONNE: S, vos, vos Un pobre infeliz que cay en las garras de una mujer ms vieja, una tipa que seguro te miente la edad

MICHEL: Te va a alcanzar con verla

YVONNE: Dios me libre. Si hasta tu ta Lonie podra pasar por una chica de treinta aos! Vos no conocs a las mujeres.

MICHEL: Las estoy empezando a conocer

YVONNE: Te agradezco la grosera.

MICHEL: Vamos, Sophie, por qu te parece que voy a buscar en otra parte lo que ya tengo ac? Qu excusa tendra para buscar una mujer de tu edad?

YVONNE (se levanta de un salto): Y encima me insulta!

MICHEL (estupefacto): Yo?

YVONNE: No te hagas el gallito. Puede ser que parezca una vieja, pero no soy ninguna vieja. Te voy a domar.

MICHEL: Al final, era mejor callarse la boca. Uno se deja llevar, mete la pata, ofende

YVONNE: Muy cmodo lo tuyo! No, no Yo s voy a hablar. Y mientras yo viva, no te vas a casar nunca con esa basura.

MICHEL (salta): Vas a retirar esa palabra.

YVONNE (a la cara de MICHEL): Basura! Basura! Basura!

l la toma de los hombros. YVONNE se desliza al suelo, de rodillas.

MICHEL: Levantate, mam! Mam!

YVONNE: Yo no soy tu mam. Soy una vieja que sufre y que va a gritar, que va a hacer un escndalo. (Golpes sordos) Escuch, la vecina nos oy, est golpeando. Voy a hacer un escndalo! Ya vas a ver! (MICHEL la rechaza, la aparta de su ropa a la cual se aferra.) Asesino! Asesino! Me torciste la mueca. Mir esos ojos.

MICHEL (gritando): Y los tuyos!

YVONNE: Tens ojos de asesino. Me quers matar!

MICHEL: Ests delirando

YVONNE: Asesino! No te voy a dejar salir! Te voy a hacer detener! Voy a llamar a la polica! La ventana! (Quiere levantarse y correr hacia el pblico. MICHEL la sujeta.) Voy a hacer un escndalo en la calle! (Lanza aullidos.) Detnganlo! Detnganlo!

MICHEL (llama): Ta! Ta! Pap!

La puerta de Lonie se abre.

ESCENA V

YVONNE, MICHEL, LO, GEORGES

LO (abraza a YVONNE): Yvonne! Yvonne! (YVONNE casi le pega) Qu te pasa.

MICHEL: Agua

Se precipita al bao, entra y sale con un vaso de agua intil que deposita junto a la cama.

YVONNE (con una risa estpida): Agua con azcar! Mejor no la hubiera tomado! Mejor no la hubiera tomado! Lo, dejame en paz, dejame abrir la ventana y gritar

LO: La vecina est golpeando

YVONNE: Y a m qu me importa.

GEORGES aparece por la puerta del fondo a la izquierda.

GEORGES: Pero a m s. Es la centsima vez que tengo problemas por los escndalos. Van a terminar echndonos a la calle.

YVONNE (se levanta y se deja llevar a la cama): A la calle A la calle Y qu importa ahora? Georges, tu hijo es un monstruo. Me insult. Me peg.

MICHEL: Es mentira, pap!

GEORGES (a MICHEL): Ven conmigo.

MICHEL (a YVONNE): S. Voy a hablar con pap. Hay cosas que solamente se deberan hablar entre hombres.

Sale tras su padre y da un portazo.

ESCENA VI

YVONNE, LO

YVONNE (ahogndose): Lo Vos escuchaste atrs de la puerta. Lo escuchaste, verdad?

LO: No poda dejar de escuchar. Pero no entend todo.

YVONNE: Lo, tenas razn. Est enamorado. Est enamorado de una secretaria o algo as. Y nos va a dejar por ella. Me tir al piso; me miraba como un monstruo. No me quiere ms!

LO: No tens por qu pensar as.

YVONNE: S, Lo Lo que se le da a uno no se le quita al otro. Es as

LO: Un chico de la edad de Michel tiene que vivir, y las madres tienen que cerrar los ojos a ciertas cosas.

YVONNE: Cmo? Yo lo llev en mi vientre, Lo. Eso es algo que vos ni siquiera te imagins.

LO: S, puede ser. Pero a veces hay que hacer un esfuerzo y retirarse.

YVONNE: Para vos es fcil decirlo porque no ests metida.

LO: Alguna vez estuve.

YVONNE: No s de qu habls.

LO: Ests tan ciega que no te das cuenta de nada. Qu te cres que hago en esta casa desde hace veintitrs aos? Sufro, Yvonne. Yo lo quise a Georges, y lo quiero, y seguramente lo querr hasta la muerte. (Le impone silencio con un gesto.) Cuando rompi nuestro compromiso sin ningn motivo, por un capricho, y decidi casarse con vos, cosa que incluso me consult a m, con una inconsciencia increble, me hice la que semejante golpe no me dola. Porque si te alejaba de l, yo misma lo perda. As que me sacrifiqu como una tonta. La sola idea del sacrificio me exaltaba, me sostena. S, parece increble, pero yo era joven, estaba enamorada; era una mstica, una idiota. Qu soy desde hace veintitrs aos, decime? Una criada!

YVONNE: Lo, vos me odis!

LO: No. S te odi Pero no en el momento de la ruptura. Te odi despus, porque queras demasiado a Michel y abandonabas a Georges. Y te habra odiado de verdad si hubieras tenido un matrimonio feliz Pero no; lo que me inspirs es un sentimiento indiscriminado. No sos mala, Yvonne. No sos responsable. No sos humana, y hacs el mal sin darte cuenta. Ustedes no se dan cuenta de nada. Vos ests tan ciega que no te diste cuenta que Georges tena una amante, y que ahora Michel tambin Te lo tuve que decir yo, o al menos te tuve que poner en guardia

YVONNE: Pero no por solidaridad conmigo, Lo. Estabas contenta porque Michel vengaba a Georges.

LO: Sos inhumana.

YVONNE: No soy inhumana.

LO (erguida, escarlata): Sabs qu? Me alegro de que Michel reciba dinero de esa mujer Eso te va a ensear a no dejar salir a un hombre sin un centavo. Y me alegro de que Michel se case con una cualquiera! Me alegro de que este carromato quede patas para arriba. Me alegro! No voy a dar ni un paso para ayudarlos. Pobre Georges! Veintitrs aos con vos! Pero la vida es larga, querida, larga larga larga (Siente que a sus espaldas entra GEORGES y encadena sin transicin, con un voz muy femenina) y la chaqueta corta Si le sacs la chaqueta, te queda un vestido escotado y lo pods usar de noche. (YVONNE, estupefacta primero, ve a GEORGE).

ESCENA VII

YVONNE, LO, GEORGES

GEORGES: Qu suerte tienen ustedes que pueden hablar de vestidos.

YVONNE: Qu te pasa? Ests descompuesto.

GEORGES: Acabo de hablar con Michel.

YVONNE: Y?

GEORGE: Dice que se siente mal por haberte lastimado la mueca Te pide perdn por los gritos Quiere verte

YVONNE: Y es eso por lo que pide perdn!

GEORGES: Yvonne Quiere verte Est afligido. No lo obligues a humillarse. Ya es bastante grave Por qu no vas un rato a verlo a su cuarto? Yo me quedo con Lo. Te lo pido por favor, Yvonne. As lo ayuds a Michel y me ayuds a m. Estoy agotado.

YVONNE: Espero que Michel no te haya enroscado y convencido.

GEORGES: Yvonne, te repito: no se trata de convencer o no. Michel est enamorado; eso, seguro. No hace falta que le hables No le preguntes nada. Est tirado boca abajo encima de una pila de ropa sucia. Sentate al lado y dale la mano.

LO: Tiene razn.

YVONNE (en la puerta): Voy con una condicin

GEORGES (con voz suave): And sin condiciones

La besa y la empuja afuera, por la puerta del fondo a la izquierda.

ESCENA VIII

LO, GEORGES

LO: Georges, ests muy mal Qu te pasa?

GEORGES: Rpido Lo Puede volver en cualquier un momento.

LO: Me asusts

GEORGES: Y no es para menos; se me acaba de caer el mundo encima.

LO: Qu pasa? (Silencio.) Georges! (Lo sacude) Georges!

GEORGES: Perdn. Ya no s ni dnde estoy. Lo, hice una locura, y la estoy pagando cara. Hace seis meses se me ocurri contratar una secretaria. Me dieron una direccin, fui y me encontr con una chica de veinticinco aos, triste, hermosa, sencilla, perfecta. Yo me senta muy solo en casa. Vos vas y vens, de ac para all. Yvonne piensa solamente en Michel. Y Michel Bueno, en sntesis Me puse un nombre falso, invent que era viudo que tena una hija que muri que se pareca a ella

LO: Pobre Georges No se te puede reprochar nada. Buscabas un poco de aire Ac uno se ahoga.

GEORGES: Invent, invent todo. Y ella me dijo que me quera que los jvenes eran unos brutos, que conmigo era diferente, y cosas por el estilo. Pero a los tres meses cambi de actitud. Vino una hermana de la provincia a vivir a su casa; una hermana casada, devota, severa. En ese momento te ped prestada bastante plata

LO: Me lo sospechaba

GEORGES: En quin iba a confiar si no? Con esa plata que supuestamente era para mi trabajo, me alquil un departamento ttrico. As y todo, cada vez nos veamos menos. Me enred en mentiras. Y ya adivinars el resto. La supuesta hermana era un chico del que est enamorada. Y el chico es Michel. Me acabo de enterar por su propia boca.

LO: l sospecha?

GEORGES: Ni remotamente. Est en xtasis. Madeleine me haba citado esta noche, y ahora me entero, tambin por Michel, que me haba citado para cmo te digo

LO: Para terminar la relacin

GEORGES: S, y confesarme todo, segn parece. Confesarle su relacin con Michel al seor X para quedar libres, limpios, dignos el uno del otro. Voy a explotar, Lo. Estoy loco por ella.

LO: Y qu penss hacer?

GEORGES: Eso te pregunto a vos. Yo no puedo pensar.

LO: Ahora entiendo por qu haba una falsa apariencia de orden en esta casa. Cuando uno de los dos sala, el otro se quedaba. Pobre Georges. Y cmo te sents con Michel?

GEORGES: Horriblemente incmodo. Pero no se lo puedo reprochar; no es su culpa. Qu vergenza! Me deca el viejo. Y me confes que Madeleine lo ayudaba

LO: Con tu plata.

GEORGES: La tuya.

LO: Bueno, al final es preferible que nuestra plata vaya a parar al bolsillo de tu hijo. Eso les va a ensear, adems, a no dejar que un muchacho de su edad ande por ah sin un centavo.

GEORGES: Mi papel en todo esto es tan ridculo que ni siquiera se nota que sufro.

LO (tomndole la mano): Georges Yo te voy a ayudar.

GEORGES: Cmo?

LO: Antes que nada, hay que impedir ese casamiento. Veamos: Michel quiere que vayamos todos juntos a la casa de la chica maana. Tenemos que ir.

GEORGES: Ests loca!

LO: No, no. Sera un buen golpe.

GEORGES: Yvonne no va a aceptar nunca.

LO: S va a aceptar.

GEORGES: Pero la escena Te imagins la escena? Entro yo y

LO: Y la chica se va a tragar la lengua antes de revelarle su secreto a Michel

GEORGES: Pero igual cuando me vea Se va a desmayar, va a gritar.

LO: Yo me encargo de eso. Vos ocupate de tomarte tu revancha.

GEORGES: S, claro. Se lo tiene merecido, Lo.

LO: Primero cort vos con ella, y despus, si ella no quiere dejar a Michel, amenazala con contar todo.

GEORGES: Sos terrible.

LO (baja la ojos): Te quiero mucho, Georges, y quiero proteger tu casa.

GEORGES: Y cmo hacemos con Yvonne?

LO: Callate, ah viene.

La puerta del fondo a la izquierda se abre. Aparece YVONNE.

ESCENA IX

LO, GEORGES, YVONNE

GEORGES: Cmo te fue?

YVONNE: No hablamos ni una palabra. Yo solamente le tom la mano, pero como se quejaba y pareca con ganas de estar solo, sal del cuarto. Estoy destruida. Y tengo miedo. Quisiera dormir y no puedo. Qu vamos a hacer? Michel est bajo una influencia siniestra que lo tiene trastornado.

LO: Creo que lo ms conveniente es ir a conocer esa influencia.

YVONNE: No, no. Hay que cortar por lo sano.

LO: No conviene llevarle la contra a Michel, Yvonne; tenemos que ser hbiles Cres que pods impedir que esos chicos se vean?

YVONNE: Qu chicos?

LO: Yvonne! Michel y esa chica

YVONNE: Pero Lo, qu chica? No hay ninguna chica; lo que hay es una mujer que se acuesta con uno y otro, una mujer de and a saber qu edad, que se hace la mosquita muerta y que Mik, como es tan ingenuo, cree que es una santa.

LO: Ms razn todava para mostrrsela tal cual es.

YVONNE: Yo creo que Georges tiene que plantarse, una vez en la vida por lo menos, y cortar por lo sano.

GEOGES: Eso es fcil de decir, pero

YVONNE: Adems, admitiendo que no sea un cuento y que esa tipa realmente quiera abandonar a su protector y casarse con Mik, sera tu obligacin evitarle a tu hijo semejante responsabilidad: Mik no puede separarla de ese seor y despus dejarla plantada.

LO: Por fin algo que tiene sentido.

YVONNE: Y cmo pensaba mantenerla?

GEORGES: Dijo que estaba harto de no hacer nada, que iba a trabajar.

YVONNE: S, y a vivir de nosotros, de su ta. No. Lo que tens que hacer es ponerte firme y prohibirle

LO: Viste alguna vez que dieran resultado las rdenes con los enamorados?

YVONNE (se encoge de hombros): Mik no est enamorado de esa mujer. Yo lo conozco. l cree que est, cree que encontr el amor ideal, eterno.

LO: Si se lo cree es como si estuviera enamorado.

GEORGES:No hagamos de esto una tragedia, Yvonne.

YVONNE: A ver, veamos; si no entend mal, ustedes pretenden, vos y Georges

GEORGES: No, yo no pretendo nada

YVONNE: S, s, ustedes creen que es posible que yo lo acompae a Georges a la casa de esa mujer, y que Lo cierre el cortejo.

GEORGES: Es un reconocimiento, Yvonne, un simple reconocimiento del enemigo.

LO: Yvonne, te imagins viviendo con un Michel que se calla, que te evita o que te miente todo el tiempo? Pods imaginarte a Michel yndose de casa?

YVONNE: Callate!

LO: Dec la verdad, Yvonne: te arrastraras, le abrazaras las rodillas, le suplicaras a esa mujer.

YVONNE: Callate! Callate!

LO: Cuando sera tan fcil usar la astucia, ganrtelo de nuevo a Michel, ganarte su agradecimiento Ah, veo que ya no me peds que me calle la boca.

YVONNE: Pero eso sera engaar a Mik. Despus nos lo recriminara mucho ms.

LO: Engaarlo por su bien, Yvonne. Sos libre de aceptar ese matrimonio si te encontrs con una perla.

GEORGES: Creeme, Yvonne, al principio la idea te choca; yo reaccion como vos. Pero despus te vas a dar cuenta que lo que propone Lo no es una locura.

YVONNE (recorriendo a trancos la habitacin): Pero no, no y no! Ser demasiado cobarde, y me doy asco, pero no voy a pisar la casa de esa mujer.

LO (junto a YVONNE, la inmoviliza): Vamos, Yvonne. No te da curiosidad esa persona? No vas a ir al menos a conocerla? Miralo de este modo: si te roban algo, no trats de imaginarte el lugar donde est?

YVONNE: Ir a la casa de la ladrona

LO: Ir a la casa de esa ladrona, exactamente. A recobrar lo que es tuyo. Vas con Georges, y yo voy con ustedes.

YVONNE cubrindose los ojos con la mano, cae en el borde de la cama, sentada, y slo acepta con su actitud, con su silencio.

GEORGES: Bravo, Yvonne!

LO: Ahora sean muy, muy prudentes en la manera de darle a Mik la noticia, porque puede oler la trampa.

GEORGES: Lo, and a buscarlo Hacelo venir, decile que tenemos una sorpresa.

LO: Coraje!

Sale por el fondo a la izquierda.

ESCENA X

GEORGES, YVONNE

YVONNE: Qu pesadilla!

GEORGES: A quin le decs eso?

YVONNE: Si voy a la casa de esa persona, me quedo en un rincn con Lonie mientras vos le habls.

GEORGES: Te prometo que le hablo a solas.

YVONNE: Por favor, Georges; no me hagas hablarle. No estoy acostumbrada a esa clase de mujeres.

GEORGES: Yo tampoco A cierta edad es difcil incorporar nuevas costumbres.

La puerta del fondo a la izquierda se abre. Lo empuja por la espalda a MICHEL introducindolo en la habitacin. Tiene las ropas y el pelo en caos. Parece a la defensiva.

ESCENA XI

LO, GEORGES, MICHEL, YVONNE

LO: And

GEORGES: Entr, Michel.

MICHEL: Qu quieren?

GEORGE: Tu madre te lo va a decir.

MICHEL entra y LO cierra la puerta.

YVONNE (con la cabeza baja, habla haciendo un esfuerzo): Mik, fui muy dura con vos y respond muy mal a tu sinceridad. Te pido perdn. Tu padre es muy bueno y me hizo recapacitar. Mik, querido, no queremos hacerte ningn mal, vos lo sabs. Al contrario. Yo quiero lo mejor para vos, y odio ser injusta. Pero nos pediste algo casi imposible.

MICHEL: Pero

GEORGES: Dej hablar a tu madre.

YVONNE: Eso que es casi imposible, esa gestin que nos exigs, Mik, bueno, decidimos concedrtela. Vamos a ir a la casa de tu amiga.

MICHEL (salta hasta su madre): Sophie! Pap! No puede ser!

GEORGES: S, Michel. Te autorizamos a anunciarle nuestra visita para maana.

MICHEL: Debo estar soando Pap, cmo te voy a agradecer? Mam

Quiere besar a YVONNE.

YVONNE (se aparta): No tens que agradecernos a nosotros; agradecselo a tu ta.

MICHEL: A vos, ta Lo!

Corre hacia LO, la toma en brazos, la levanta y la hace girar a toda velocidad.

LO (gritando): Me ahogs! Qu oso! Mik! Yo no hice nada. No me lo agradezcas a m. Agradecselo a esta casa de locos.

FIN DEL ACTO I

ACTO II

Casa de Madeleine

ESCENA I

MADELEINE, MICHEL

MADELEINE: (secndolo) No-se-pue-de-cre-er!

MICHEL: Todo el mundo dice no-se-puede-creer en casa, te juro. A veces, hasta me parece que ya lo decan antes de que vos me lo pegaras a m. Mam se volvera loca si sabe que te imita a vos.

MADELEINE: No veo qu tiene de especial. Lo digo como todo el mundo.

MICHEL: Lo decs como no lo dice nadie, y adems lo decs todo el tiempo.

MADELEINE: Michel!

MICHEL: Qu?

MADELEINE: Se desborda la baera.

MICHEL: Uy, dej la canilla abierta. (Se precipita)

MADELEINE: Y apurate que a tu mam no le va a gustar encontrarte as. Vestite. Rpido.

MICHEL: Mam enojada porque me bao ac Nunca se me hubiera ocurrido, pero es verdad! Sos igual que la ta Lo, tens manejo poltico. Sos mil veces ms inteligente que yo. Sos culta. Leste los clsicos.

MADELEINE: Los encuaderno.

MICHEL: Pero vos te vas a ganar la vida con tus encuadernaciones. En cambio, yo siempre fui un mantenido.

MADELEINE: Conmigo vas a trabajar, querido. Llegado el momento me vas a ayudar y algn da vamos a abrir un negocio.

MICHEL encuentra sus medias debajo de MADELEINE.

MICHEL: Mir dnde encontr mis medias. Aunque estoy seguro de que me las saqu en el bao.

MADELEINE: Te las sacaste en el living.

MICHEL (se pone las medias): El living! En casa ni siquiera existe un living. Todos los dramas pasan en el cuarto de Sophie. Y cuando las peleas se ponen serias, los vecinos golpean la pared, se suspende el juego, y empiezan las treguas, los tratados de paz, los silencios terribles

MADELEINE: Quin es Sophie?

MICHEL:Le digo as a mam, jugando. Estamos todos un poco locos. Por ejemplo, pap se las da de inventor. En serio

MADELEINE: Y tu madre?

MICHEL: Cuando yo era chico, me quera casar con mam Pap me deca: sos demasiado joven. Y yo le contestaba: Voy a esperar a tener diez aos ms que ella.

MADELEINE: Mi amor

MICHEL: Perdn que te aburra con mi familia. Es que no me animaba a hablarte de ellos antes de confesarles todo. Me senta incmodo, confundido, y como soy muy tonto, prefera no hablar. Ahora me estoy desquitando.

MADELEINE: Sos tan sensible.

MICHEL: Sophie estuvo genial, y pap, y la ta Lo, todos. La escena empez con un drama.

MADELEINE: Con un drama?

MICHEL: S. Mam quera llamar a la polica y hacerme detener.

MADELEINE (estupefacta): A la polica? Por qu?

MICHEL: Ah, porque ese es el estilo de mam, todo es as de dramtico en casa.

MADELEINE: No

MICHEL Y MADELEINE (juntos): No-se-pue-de-cre-er!

MADELEINE: Te dije veinte veces que la llamaras por telfono.

MICHEL: Ni se te ocurra decir eso delante de Sophie.

MADELEINE: Y vos ni siquiera abras la boca, porque para vos es ms fcil meter la pata que respirar.

MICHEL: S, tens razn.

MADELEINE: Y eso es tambin lo que me gusta, tontito. Que no sepas mentir.

MICHEL: Es demasiado complicado.

MADELEINE: Odio la mentira. Y no por moralista; creo que la mentira arruina todo.

MICHEL (despus de atarse el zapato izquierdo): Mi zapato.

MADELEINE: Buscalo.

MICHEL: No-se-pue-de-cre-er!. Hace un minuto

MADELEINE: Busc!

MICHEL (en cuatro patas): Vos sabs dnde est.

MADELEINE: Lo estoy viendo mientras te hablo.

MICHEL (se aleja de la mesa en cuyo centro est el zapato) Caliente?

MADELEINE: Helado.

MICHEL: Bueno, si quers que me apure

MADELEINE: Ah, qu vivo!

Le muestra el zapato que levanta por un nudo. Michel termina de vestirse.

MADELEINE: Ay, Michel. Tengo miedo Tengo miedo

MICHEL: Son ellos los que tienen miedo, mi amor. Pero la ta Lo lo va a manejar; vas a ver. Es muy inteligente.

MADELEINE: Siempre se mueven en bloque?

MICHEL (ingenuamente): Sophie no sale nunca. Pap s sale, y Lo sale a hacer trmites, pero mam es muy apegada a la casa. Y yo Yo salgo porque la quiero a usted

MEDELEINE (le toma las manos): Me quers?

MICHEL: Mir. (se vuelve) Estoy listo para el pedido de mano.

MADELEINE: Me muero de miedo.

MICHEL:Te van a adorar. Hay una sola cosa que me preocupa.

MADELEINE: Qu cosa?

MICHEL: Me hubiera gustado que ya tuvieras todo resuelto, que ya estuviera terminada esa relacin

MADELEINE: Cambiamos la cita para esta noche.

MICHEL: S, qu mala suerte!

MADELEINE: Pero maana va a estar todo bien, todo arreglado.

MICHEL: Parecs contenta de que te haya postergado el encuentro.

MADELEINE: S, Michel. Cuando Georges me llam, no le insist, me acobard.

MICHEL: Pap tambin se llama Georges. (silencio) Lo ams?

MADELEINE: El corazn no es tan simple, Michel. Yo solamente te amo a vos, pero tambin lo amo a Georges.

MICHEL: Bueno, lo que faltaba!

MADELEINE: Pero Michel, si no lo amara, no sera digna de amarte a vos. Mir, para empezar, no te hubiera conocido; estara muerta. Georges me encontr al borde del suicidio.

MICHEL: Que le ests agradecida

MADELEINE: No, Michel. Es ms que agradecimiento.

MICHEL: No entiendo.

MADELEINE: Tens que entender. Muchos hombres me propusieron lo mismo que Georges. Y les dije no. Si acept su ofrecimiento, es porque lo quera

MICHEL: No me conocas a m.

MADELEINE: Mi amor. No lo amaba tanto como para no seguir esperando el amor verdadero. Y con vos lo encontr. Pero lo amaba lo suficiente como para ocultrselo, para seguir, para aceptar que me ayudara. Y lo amo lo suficiente como para que me duela mucho, mucho, darle el tiro de gracia.

MICHEL: No-se-puede-creer.

MADELEINE: Michel, no seas injusto. Trat de ponerte en su lugar. Yo soy todo para l. Es viudo, perdi a su hija, y yo me parezco a ella. Lo que me peds es su condena a muerte. l me cree incapaz de mentir

MICHEL: Quedate con l entonces, quedate con l! Yo le aviso a mi familia que no venga. Es lo ms fcil

MADELEINE: Basta, Michel. Lo voy a dejar; no se habla ms.

MICHEL: Pero

MADELEINE: Sh.

MICHEL: Ests enojada conmigo?

MADELEINE: Estara enojada si no fueras celoso. Estara enojada si fueras celoso. Y estara enojada si no te enojaras. Es esta visita que me aterra. Demasiado simple, demasiado hermosa. Me dijiste que tu madre se puso a gritar y a llamar a la polica. Y un minuto despus se decide a venir. Ese cambio me altera

MICHEL: Son as, mi amor: se enojan, gritan, pegan portazos pero la ta Lo los calma, y ellos la escuchan. Sophie es as; dice: De ninguna manera, jams! Se encierra Yo me enojo Ella viene, me besa y me dice: S, Mik, est bien. Yo la beso y no se habla ms del tema.

Llaman.

MADELEINE: Timbre. Ah estn; yo me escapo. Me voy arriba.

MICHEL: No me dejes solo.

MADELEINE: Ven a buscarme despus.

MICHEL: Madeleine!

MADELEINE: Me voy, me voy!

Sube por la escalerita mientras MICHEL sale de la escena para abrir.

ESCENA II

MICHEL, LO

Se oye que MICHEL abre; dice: Sos vos, ta Lo! Vens sola? Y LO entra en escena por la puerta del fondo, con MICHEL.

MICHEL: No cambi nada? Van a venir?

LO: S, vienen Tranquilizate. Llegu antes a propsito. (Mirando a su alrededor) Qu orden!

MICHEL (riendo): Soy yo que me estoy volviendo ordenado

LO: Lo dudo. Dnde est tu amiga?

MICHEL: En su taller de encuadernacin, arriba.

Sube la escalera.

LO (mirando hacia la sala): Qu luminoso! Tan diferente al cuarto de tu madre.

MICHEL: No critiques el carromato.

LO: Bueno; llam a tu amiga.

MICHEL (llama): Madeleine! No sirve de nada que la llame desde ac; all arriba no se escucha.

LO: Qu suerte

MICHEL: Por?

LO: Porque as tu padre habla con Madeleine ac abajo; l es ms tranquilo y tolerante. Mientras, nosotros vamos arriba con tu madre y cuando bajamos, ya est todo arreglado.

MICHEL: Sos un ngel! (Besa a su ta.) Te la traigo.

Sube los peldaos de cuatro en cuatro. Una vez sola, LO se acerca al cuarto de bao, abre la puerta y la cierra. Vuelve al fondo y mira los ttulos de los libros. MADELEINE empujada por MICHEL, aparece en lo alto de la escalera. Baja lentamente mientras MICHEL la tiene de los hombros.

ESCENA III

LO, MICHEL, MADELEINE

LO: Hola.

MICHEL: Te digo que est sola. No le vas a tener miedo a la ta Lo!

MADELEINE: Seora

LO:Pero qu linda chica!

MICHEL: Le haba dicho que eras jorobada, renga, bizca

MADELEINE: Michel no habla de otra cosa que de su belleza, seora; de su elegancia

LO: Y de mi orden! Me alegra no ser la nica.

MADELEINE: Ah, no; el caos me da terror.

LO:Igual, me asombrara que consiguieras algo de l

MADELEINE: Est progresando.

MICHEL: Estaba seguro de que te iba a sorprender el orden de Madeleine. Ests sorprendida?

LO (sonriendo): S.

MICHEL: Y Sophie, y pap, vienen enseguida?

LO: Quedamos en encontrarnos ac. A tu madre no le gust mucho, pero yo odio las llegadas en masa. Adems, quera llegar primero y preparar el terreno.

MICHEL: Qu te dije, Madeleine? La ta Lo es una maravilla.

LO: (Sealando la escalera) Y lo del taller de encuadernacin soluciona todo. Tena miedo de que hubiera un solo ambiente.

MADELEINE: Es un altillo antiguo.

LO: Y desde ah no se oye nada de lo que pasa ac, verdad?

MICHEL: No oste cuando te llam

MADELEINE: No.

LO (a MADELEINE): Igual hay que asegurarse. A ver, subamos nosotras dos y que Michel camine por ac y grite todo lo que pueda. Vamos. (MADELEINE sube, seguida de LO. Antes de desaparecer LO se vuelve y dice por sobre la barandilla.) Grit, Michel, y pis fuerte.

Desaparece.

ESCENA IV

MICHEL, solo

MICHEL: (gritando y pisoteando) Ta, Madeleine; me oyen? Estoy gritando y zapateando. Madeleine, ta! (Juega como si hubiera una situacin de peligro) Socorro! Auxilio!! Squenme de aqu, squenme de aqu! (LO aparece en lo alto de la escalera) Me oan?

ESCENA V

LO, MICHEL, luego MADELEINE

LO: No. Hablabas fuerte?

MICHEL: Como si se estuviera quemando el edificio

LO: Perfecto. (Timbre.) Ah, esta vez son ellos. (a MADELEINE) Vos sub, rpido. No tienen que saber que ya nos vimos. Acordate: yo no te conozco; acabo de llegar. (Mientras MADELEINE sube las escaleras.) Y fuiste vos, Michel, el que no quiso presentarme a tu amiga. And, and.

Llaman por segunda vez.

ESCENA VI

LO, MICHEL, GEORGES, YVONNE

Se oye primero, en el vestbulo.

VOZ DE YVONNE: Por qu tardaron tanto?

MICHEL: (Entra, precedindolos) Ta, vos escuchaste el timbre?

Entran los dems.

YVONNE: Lo est ac?

LO: Acabo de llegar; casi nos encontramos en la puerta. Yo tambin tuve que tocar el timbre tres veces

YVONNE: Hace mucho que llegaste?

LO: Te dije que acabo de llegar.

YVONNE: Y estn solos?

MICHEL: Madeleine est arriba, en su taller.

LO: Michel no me la quera presentar antes de presentrtela a vos a ustedes.

MICHEL: All arriba no se oye el timbre, no se oye nada. Hace media hora que est escondida.

YVONNE: Escondida?

MICHEL: Bueno Le tiene miedo a la familia.

YVONNE: No somos ogros. (observa la sala) Qu lujo!

MICHEL: Est limpio.

LO: La limpieza es el lujo. Le deca yo a Michel

GEORGES: Michel, tens que avisar que llegamos.

MICHEL: S Pero pap, qu tenso que ests! Sophie, sentate; sintense. Prtense con un poco ms de naturalidad, por favor. Si no la van a intimidar, pobre Madeleine.

LO: Michel, sos muy considerado. Ahora and a buscar a la chica.

YVONNE (entre dientes): Si hay tal chica.

MICHEL (al pie de la escalera): Por ltima vez, les pido que la ayuden a Madeleine, que no la traten con frialdad

YVONNE: No tenemos mala intencin.

MICHEL: Mi Sophie! Pap! Lo! No se enojen conmigo. Estoy muy, muy nervioso.

LO:Vamos, arriba!

MICHEL: Voy.

Sube.

ESCENA VII

YVONNE, LO, GEORGES

YVONNE (a GEORGES): Vos parecs todava ms enfermo que yo.

GEORGES: Sintense, chicas. Yo me quedo de pie, ac Detrs de Yvonne.

Grupo.

ESCENA VIII

YVONNE, LO, GEORGES, MADELEINE, MICHEL

MICHEL (de espaldas, baja): Sonran!

Descubre a MADELEINE. Ella empieza a bajar sin ver nada.

MADELEINE (al pie de la escalera): Seora

Yvonne se levanta y avanza hacia ella. Georges se queda solo, plantado en el extremo derecho, detrs de Lo.

MICHEL: Ella es mam

Breve silencio.

YVONNE: Qu encanto. Cualquiera dira que es una nia. Cuntos aos tiene?

MADELEINE: Veinticinco. Pero usted, seora, es la que (Acaba de distinguir a Georges. Su voz se estrangula. Se precipita hacia el lado de l.) Dios! Disclpenme. Quin lo hizo entrar? (Se vuelve hacia las mujeres, huraa.) Este seor

MICHEL (riendo y acercndose): Este seor es pap. Pap, te presento a Madeleine.

MADELEINE (retrocede): Tu padre!

LO: Presentame.

MICHEL: Perdn, no s ni qu hago. Madeleine (Le toma la mano.) Pero qu fra ests! Tocale la mano, Lo!

LO toma la mano de MADELEINE.

LO: Tens la manos heladas. (A MADELEINE.) Somos tan terribles? Vamos, querida; tranquila, no te queremos intimidar.

MICHEL: Y ac est la familia en pleno. Ves que no era nada del otro mundo? (MADELEINE cae sobre el divn.) Mi amor, te sents mal?

MADELEINE: No Michel, no.

YVONNE: Qudese sentada, mejor. (MADELEINE trata de levantarse) Lo, no la dejes. Michel quera mostrarnos cmo arreglaron el altillo.

MICHEL: Pero

YVONNE: Lo y yo vamos con vos, Michel.

GEORGES (movimiento): Yo podra

YVONNE: Vos quedate.

MICHEL: Hay un termo con t caliente y tres tazas. Y azcar! Y leche! Sabemos recibir a la gente!

YVONNE cruza la escena y apoya el pie en el primer peldao. LO la sigue. MICHEL besa a MADELEINE y se dispone a seguirlas.

MADELEINE (irguindose): Me dejs sola?

MICHEL: Sola no! Con pap.

MADELEINE: No pods. No me dejes sola. Escuchame, Michel

YVONNE: Michel!

MADELEINE: Seora Seoras, yo subo con ustedes. Tengo que servir el t.

YVONNE: Nosotras nos arreglamos. Nos ayuda Michel.

GEORGES (desde su sitio): Qudese, seorita. Le promet a mi hijo, y a mi mujer, que iba a hablar con usted a solas.

YVONNE (desde lo alto de la escalera que los otros dos empiezan a subir): Aprense y avsennos.

MADELEINE: Seora, un segundo. Por qu no se queda su hermana con nosotros? Una mujer

YVONNE: Pero si no hay problema: nosotras tomamos el t, y Georges se ocupa del resto.

MICHEL: Madeleine, quers que te baje una taza de t?

LO: Vamos, vamos, ella se toma el t despus.

Empuja a YVONNE y las dos desaparecen seguidas por MICHEL.

MICHEL: Conquistala, pap. Pero no me la robes.

Enva un beso y cierra con un golpe la puerta invisible.

ESCENA IX

GEOGES, MADELEINE

GEORGES: Al fin solos.

MADELEINE: Esto es una monstruosidad.

GEORGES: Exacto. No-se-puede-creer, pero es as. Yo dira que es una obra maestra del terror. O peor todava: una comedia. Yo Porque yo soy un hroe de comedia. Estas cosas gustan mucho; son muy divertidas. Un ciego hace llorar, pero un sordo da risa. Y mi papel da risa. Pensalo! Un hombre engaado es gracioso, y un hombre de mi edad engaado por uno joven, es mucho ms gracioso todava. Pero si al hombre lo engaa su hijo, entonces es para rerse a carcajadas! Una farsa, la mejor de todas las farsas. Vos no ests orgullosa de tu papel? Yo en tu lugar, lo estara.

MADELEINE: Georges!

GEORGES: No pueden ornos desde el taller?

MADELEINE: Sabs muy bien Usted sabe que no.

GEORGES: Me trats de usted.

MADELEINE: No lo puedo tutear. Disclpeme.

GEORGES: Como quieras. Y yo que pregunto si nos pueden or desde arriba Me encerraste ah las dos primeras veces que vino tu hermana a visitarte. Era Michel?

MADELEINE: S.

GEORGES: Qu habilidad! Al final te pareci ms prctico hacerme alquilar una pieza, verdad? Por qu seguiste? Por qu mentiste? Ah, claro, haba que vivir Le pasabas plata a Michel?

MADELEINE: Georges. Michel es un chico. Le pagaba los cigarrillos, las comidas.

GEORGES:Era yo el que pagaba. Pero eso es lo de menos. Crea que odiabas la mentira. Por qu mentiste?

MADELEINE: Usted no me va a creer, no vale la pena.

GEORGES: Justamente vos, una mentirosa!

MADELEINE: Y usted, por qu minti?

GEORGES: Yo me ahogaba en casa. Me senta solo, vaco. Sufra. Y para que esa sensacin de soledad fuera verdadera, invent una fbula. Cuando estaba en tu casa, en nuestra casa, estaba solo en el mundo, libre. Nunca confund mis dos vidas. Imaginate el golpe que me dio Michel ayer, al hacerme ver la realidad.

MADELEINE: Si hubiera sabido quin eras

GEORGES: No lo hubieras dejado a Michel por eso.

MADELEINE: Lo habra evitado.

GEORGES: Por favor! A lo sumo, te habras adelantado: en lugar de dejarme hoy, me hubieras dejado hace tres meses. Por qu no tuviste esa franqueza?

MADELEINE: Usted no me creera, ya se lo dije

GEORGES: Fcil. La combinacin te vena bien: un viejo, un joven

MADELEINE: No, Georges. No le agregue suciedad a todo esto. Le ment porque lo quera, porque lo quiero

GEORGES: No me mientas ahora!

MADELEINE: S, Georges, siento un cario inmenso por usted.

GEORGES: S, claro!

MADELEINE: Djeme hablar: le guste o no, le di lo que pude. Usted me habl de una hija muerta, y fue bueno conmigo; no era como los otros hombres. Yo era un desastre, me estaba hundiendo, y me aferr a usted. Pero lo hice de todo corazn.

GEORGES: A m me interesa una sola cosa! Me queras? Porque yo te quera, te adoraba, y te lo pregunt mil veces: me quers? Yo mismo deca no puede ser, pero vos me contestabas: S, Georges te quiero. Era verdad?

MADELEINE: Georges, hay cosas que no se expresan, se adivinan. Yo le contestaba: te quiero mucho, eso le deca. Pero entonces se enojaba, me suplicaba, me acosaba; y cuando me cansaba de pelear, le terminaba diciendo s, Georges, te quiero. Te quiero, simplemente.

GEORGES: No tenas que habrmelo dicho.

MADELEINE: Ay, Georges, estos meses fueron una pesadilla! No poda ni pensar en hacerle el menor dao. Hice todo lo que pude para que abriera los ojos, pero usted no quera ver nada, no quera or nada.

GEORGES: Demasiado tarde! Si me lo hubieras dicho a tiempo. Pero me hiciste comprometer a fondo. Dejaste que me enamorara, y eso no te molest hasta que el amor te cay a vos del cielo; entonces s yo empec a ser una molestia

MADELEINE: Eso no es cierto.

GEORGES (frente a su rostro): Ests enamorada de Michel?

MADELEINE: En nombre de quin me interroga? De Michel o del suyo?

GEORGES: Te hablo como su padre.

MADELEINE: S, lo quiero; Michel es mo. l y yo somos una sola persona; no podra vivir sin Michel. Yo ya no esperaba el amor en mi vida, Georges, me crea indigna de un amor verdadero. Yo slo aspiraba a un cario como el que nos tenamos usted y yo, pero lleg Michel, y entonces comprend que el amor es otra cosa, y que tena derecho a ser feliz. Esa posibilidad lejana, Georges, eso que ni siquiera me atreva a soar

GEORGES: Y Michel te quiere?

MADELEINE: S, Georges; ve? Usted es una buena persona. Yo saba que despus del primer choque, la felicidad de su hijo pasara a ser lo importante.

GEORGES: La felicidad de Michel

MADELEINE: S; pero es fundamental que no sepa nada; si Michel se llegara a enterar de la verdad, a usted lo odiara, a m me matara y l se morira. Ay, Georges, no me va a alcanzar la vida entera para agradecerle.

GEORGES: Vos te cres, pura y simplemente, que yo te voy a dar a Michel?

MADELEINE: Qu?

GEORGES: Cres que voy a dejarte a Michel?

MADELEINE: Me lo va a quitar?

GEORGES: Ahora mismo.

MADELEINE: Qu? No lo puedo creer

GEORGES: Y qu esperabas? Que diera un paso al costado y soportara el resto de mi vida el espectculo de ustedes dos juntos?

MADELEINE: Pero est loco, es su hijo. Es la felicidad de su hijo. La felicidad de Michel.

GEORGES: Qu felicidad se puede fundar en una mujer que engaa, decime? Si hay dos, por qu no puede haber un tercero?

MADELEINE: Georges! Georges! No piensa lo que dice; no lo piensa.

GEORGES: Para decir la verdad, no. No pienso eso.

MADELEINE: Estaba segura.

Le besa la mano.

GEORGES: Y por eso, Madeleine, ya que ese tercero no existe hay que inventarlo.

MADELEINE: Cmo inventarlo?

GEORGES: Hay que inventar un hombre de tu edad, un poco mayor que Michel, que vos ocultaste por vergenza; un tipo que te tiene totalmente dominada y quiere que te cases con Michel para que lo mantengas.

MADELEINE: Qu? Qu es esto, una broma? Una prueba?

GEORGES: Nunca habl tan en serio.

MADELEINE: Pero lo que me est proponiendo es un crimen, un horror, un locura!

GEORGES: O hacs eso, Madeleine, o les cuento todo.

MADELEINE: Le va a contar todo a su hijo! A su mujer! Georges!

GEORGES: No te preocupes por mi mujer. A ella se lo voy a contar de todas maneras, pase lo que pase. Se lo debo. La descuid, la abandon

MADELEINE: Pero suponiendo que yo le mienta, que me ensucie, que le cuente esa calumnia: Michel no me va a creer. l me conoce!

VOZ DE MICHEL (en lo alto de la escalera): Terminaron? Se puede bajar?

GEORGES (gritando): Todava, no. Estamos charlando como viejos conocidos.

MICHEL (lo mismo): Bravo! Madeleine, ya romp una taza. Rescatanos rpido.

Golpe de la puerta invisible.

MADELEINE: No, no voy a bajar los brazos, Georges. Me quedo con Michel.

GEORGES: Como quieras; sos libre. Pero ahora que lo pienso, igual voy a hablar. Michel tiene que saber quin era el otro. Lo voy a perder, pero lo vamos a perder juntos!

MADELEINE: Por qu me extorsiona as?

GEORGES: Es necesario

MADELEINE: Georges! Georges! Georges! Escuchame, creeme

GEORGES: Te penss que soy tan ingenuo

MADELEINE: S, ingenuo, bueno, noble. Todo lo que amaba y amo en vos. Todo lo que adoro en Michel. Le dije a Michel que te quera. Se enoj muchsimo. Georges, no seas un monstruo. No te conviertas en un monstruo.

GEROGES:No te hagas la vctima.

MADELEINE: Acaso no me castigaste lo suficiente con esa entrada teatral, aterradora? Me podra haber muerto, Georges. Me podra haber puesto a gritar y nos hubieran descubierto.

GEORGES: Eso no tiene importancia. Este casamiento es absurdo. Yo quiero otra vida para Michel.

MADELEINE: Qu vida? Me gustara saber Soy hija y nieta de obreros. Tengo buenas manos. Voy a cambiar a Michel. Ya est cambiando. Va a trabajar. Su tristeza se le va a ir y usted habr logrado que sea feliz. En cambio, si lo nico que consigue es que su hijo sea infeliz, le va a pesar toda la vida.

GEORGES: La infelicidad no va a ser tan larga.

MADELEINE: Georges, no se hunda. Sea bueno, sea justo, sea como de verdad es.

GEORGES: Yo no me hundo; estoy de pie, y vine hacer lo que tengo que hacer: recuperar a Michel. Tens que inventar ese otro hombre. Tens que decidirte entre esa mentira o la verdad que yo me encargo de decirle.

MADELEINE: Es inhumano, es inhumano!

GEORGES: Voy a cumplir con mi deber.

MADELEINE: Usted est loco.

GEORGES: Soy un padre.

MADELEINE: Mentira! Lo hace por egosmo, porque le sacaron su juguete. No es un padre, es un hombre abandonado que se venga.

GEORGES: Te prohbo

MADELEINE (se lanza sobre l): S, mentiroso! Mentiroso! Egosta! (l la empuja) Prefiero que me trate as, pero no me hable ms de su hijo. Porque le importa muy poco que l sea feliz o no. Est celoso; y lo nico que le importa es su venganza.

GEORGES: No nos queda tiempo. Te lo exijo. Te acuss o hablo.

MADELEINE: Hable.

GEORGES: Hecho. Pensaste bien lo que va a provocar nuestra confesin?

MADELEINE: No! No! No hable. Estaba loca. Si Michel se entera, no me queda ninguna esperanza.

GEORGES: Te das cuenta?

MADELEINE: Pero no voy a tener fuerza para hacerlo.

GEORGES: Yo te voy a ayudar.

MADELEINE (en voz baja): Es horrible.

GEORGES: Y vos cres que no fue horrible escuchar a Michel confesando que te quera, que eras su amante, y orme llamar el viejo?

MADELEINE (en lgrimas): Sea generoso, Georges. Ahora le toca a Michel hacer su vida. D un paso al costado.

GEORGES (glacial): Justamente por eso; esto no es una cuestin personal. Es la vida de mi hijo lo que pretendo salvar y dirigir.

MADELEINE: Mentira! Mentira! Ustedes son un familia fra, seca, inhumana Pero Michel es humano. Y ustedes le van a destruir todas las ilusiones.

GEORGES: S, todas, si no obedecs.

MADELEINE: Deme tiempo

GEORGES: No, basta. Nos estn esperando. Tens que decidirte (Silencio.) Uno, dos Hablo?

Se dirige hacia la escalera.

MADELEINE (con un grito) No!

Lo trae de vuelta.

GEORGES: Vas a hacer lo que te digo?

MADELEINE: S.

GEORGES: Lo jurs?

MADELEINE: S.

GEORGES: Juralo por Michel.

MADELEINE: S.

GEORGES: Lo juro.

MADELEINE: Por Michel Usted es un monstruo.

GEORGES: Soy un padre que le evita a su hijo la trampa donde l mismo cay. No te preocupes. Lo vas a superar. Vas a trabajar y vas a olvidar a Michel.

MADELEINE: Nunca.

Empieza a subir.

MADELEINE: Georges, te lo suplico Georges! Un instante!

GEORGES: De qu servira alargar esto?

Sube la escalera.

ESCENA X

MADELEINE, GEORGE, YVONNE, LO, MICHEL

GEORGES, despus de subir las escaleras desaparece y dice: Vengan. Baja seguido de YVONNE, LO y MICHEL.

MICHEL: Y, pap? Te gan en dos rounds, en tres?

GEORGES: Michel, tengo que decirte algo muy serio.

MICHEL: Serio? (Se vuelve hacia MADELEINE y ve el estado en que se encuentra.) Madeleine, qu te pasa?

GEORGES: Hijo, con tu amiga tuvimos una larga conversacin llena de sorpresas.

MICHEL: Y qu pudo haberte dicho Madeleine que yo no te haya dicho antes?

GEORGES: Fue valiente. Me confes que no sos el nico.

MICHEL: S, s; ya habamos hablado de eso. Pero maana va a estar todo arreglado. No es cierto, Madeleine?

GEORGES: Perdon que te hable por ella, pero se lo promet. Con ese hombre del que habls, no hay problema: lo va a dejar. Pero queda el otro.

MICHEL: Qu otro?

GEORGES: Que vos supieras, eran solamente dos. Son tres.

MICHEL: De qu otro estn hablando?

GEORGES: Portate como un hombre, Michel. Sos joven, muy joven. No conocs a las mujeres y las dificultades de la vida. Madeleine est enamorada

MICHEL:De m.

GEORGES:S, a vos te quiere, por supuesto. Pero tiene otra relacin, una relacin anterior de la que no se puede desprender Un hombre que la tiene dominada, que sabe lo de ustedes y lo acepta porque as puede conseguirse una posicin Un vividor.

MICHEL: Eso es mentira, es un invento; yo la conozco a Madeleine. Madeleine, habl! Deciles que no es cierto. (Silencio) Conozco la vida de Madeleine perfectamente. Ests mintiendo!

YVONNE: Michel!

MICHEL: Madeleine! Madeleine! Deciles que estn mintiendo! Echalos!

GEORGES: Hijo, hijo. No te diste cuenta de que la veas muy poco, que ella tena las noches libres, que?

MICHEL: Pero quin? Quin? Cmo? Dnde?

GEORGES: Ella estaba esperando un milagro, porque te quiere. Hizo todo lo que pudo, pero este tipo la tiene dominada. Es una vieja historia de la que no puede salir.

MICHEL: Es cierto? (Se precipita hacia ella.) Es cierto? Contest!

YVONNE: Michel! Ests loco. Le pegaras a una mujer?

MICHEL: La matara. (Cae de rodillas.) Madeleine, preciosa, perdoname. Ya s que estn mintiendo, que lo hacen para ver si te amo Habl! Habl! Te lo suplico. Yo no me olvido de la ltima noche, del da que pasamos juntos Vos! Justamente vos! Engaarme, casarte conmigo por conveniencia?

GEORGES: Yo no te dije que quera casarse con vos por conveniencia. Dije que esperaba liberarse de ese hombre porque te quiere.

MICHEL: Todo era tan claro; era tan feliz. Me vuelvo loco. (Delante de Madeleine) Quin? Quin? Quin es?

GEORGES: Me dijo que no lo conocs.

MICHEL (abraza a su madre): Mam! Y yo que casi te llegu a insultar, te ofend

YVONNE: Los padres saben, querido. Parecen ridculos, pero saben. Ven. Te queda tu pobre viejita. Bueno, bueno, bueno

MICHEL (se desprende): Por ltima vez, Madeleine, contest. Es mentira, es una pesadilla, me voy a despertar. Despertame Madeleine!

YVONNE: Calmate.

MICHEL: Que me calme! Yo estaba esperando all arriba, muerto de impaciencia. Pensaba: pap la est descubriendo a Madeleine; todo va a terminar en abrazos y lgrimas. Y cuando bajo me encuentro con esta inmundicia, con mi sueo hecho pedazos, qu horror!

MADELEINE (Sin voz): Michel

MICHEL: Y se atreve a abrir la boca! Se atreve a dirigirme la palabra!

YVONNE: Michel! Tens que ser generoso. Ella poda haber seguido con la farsa, envolver a tu padre, meterse en nuestra casa, chantajearte, exponerte a un escndalo pblico. Pero fue lo bastante honesta como para avisarnos a tiempo. (A Madeleine) Le expreso nuestro a agradecimiento. S algn da

MADELEINE: Basta! Basta! No puedo ms! No puedo ms!

Escapa, sube las escaleras donde tropieza, y desaparece. La puerta se cierra de un golpe.

MICHEL (Corriendo tras ella): Madeleine! Madeleine!

GEORGES: Dejala.

MICHEL: Squenme de ac. No, me quedo! Voy a descubrir quin es el otro!

GEORGES: Y para qu lo quers saber?

MICHEL: Tens razn, pap. No quiero saber nada ms. Quiero irme de ac, encerrarme en mi cuarto, no salir ms.

YVONNE: Nadie te va a molestar, Michel. Nosotros te vamos a cuidar.

MICHEL:Si me hubiera quedado en casa

YVONNE: Pero necesitabas una experiencia

MICHEL:Qu sabia sos vos por no salir! La gente es inmunda.

YVONNE: No toda, Michel.

MICHEL: Toda. (Mira a su alrededor) Qu orden, no es cierto, Lo? Con tantos hombres que pasan por ac, y ni una camisa, ni un sombrero, ni unas cenizas fuera de lugar

MADELEINE aparece en lo alto de la escalera. Apenas se tiene en pie.

MADELEINE (con voz suplicante): Vyanse

MICHEL: Claro; el nmero tres estar por llegar! No, qudense. Ahora me toca a m ponerme cmodo. Si hay lugar para todo el mundo. Qu gran corazn!

YVONNE: Hijo

MADELEINE se desploma en uno de los peldaos. Lo se precipita hacia ella.

MICHEL: Lo, dejala. Es puro melodrama. Dejala que se desmaye.

YVONNE: No seas tan duro. Poda haberse callado.

Georges se desliza al vestbulo.

ESCENA XI

YVONNE, LO, MICHEL

MICHEL: Vmonos! (Se dirige hacia la puerta) Y pap?

LO: Tu padre no soporta las escenas.

YVONNE: Agarrate de mi brazo, querido, ests temblando. Vamos.

Salen.

YVONNE: Lo! (Vuelve a escena y se dirige a LO desde la puerta) No podemos dejar a esta chica sola en semejante estado

LO: Bueno, llevate a Michel. Yo me quedo un minuto.

YVONNE: Gracias.

Sale. Se oye cerrar la puerta.

ESCENA XII

MADELEINE, LO

MADELEINE: Michel! Michel!

LO: Bueno, bueno Vamos. Yo no te abandono. Tranquilizate. Acostate.

MADELEINE: Ah! Seora, seora! Ah! Seora! Ah! Ah! Seora Seora

LO: Bueno Bueno Calmate

MADELEINE: Seora! Seora! Usted no se imagina

LO: S, ya s. Me di cuenta.

MADELEINE: Qu?

LO: Me di cuenta que el seor mayor es Georges

MADELEINE: Pero cmo pudo?

LO: Para no darse cuenta hay que estar ciega, ciega como mi hermana, o como Michel. Fue una escena espantosa; era tan obvio

MADELEINE: Me quiero morir.

LO: Y ese otro, el tercero, existe?

MADELEINE: No, seora. No existe. Y Michel no pregunt, ni siquiera dud. Acept el invento sin dudar, sin pensar que era una locura!

LO:En eso tuviste suerte; si se hubiera dado cuenta de que eso era un invento, tambin podra haber adivinado tu relacin con Georges. Georges te oblig a contar esa mentira, no es cierto? Te amenaz con contar lo de ustedes si no lo hacas.

MADELEINE: S, seora

LO: Y lo hubiera hecho.

MADELEINE: Antes de eso prefer perder a Michel.

LO: Y yo que pens que Georges iba a dar un paso al costado, que te iba a pedir que nunca contaras nada

MADELEINE: Me tortur, me amenaz; me dijo que quera salvar a Michel. l invent esa mentira.

LO: Hay un lmite para todo.

Le toma la mano.

MADELEINE: Gracias, seora. Yo ya no esperaba

LO: Me gusts mucho; me conquistaste. Yo no haba venido como aliada tuya, y menos todava como tu cmplice, pero ahora quiero serlo. Estoy de tu lado.

MADELEINE: Ay, seora Para qu? Todo termin.

LO: Nada se termina sobre bases falsas. Lo grave hubiera sido que ese invento fuera cierto, y no lo es. Madeleine Escuchame. (Sacudindola) Madeleine!

MADELEINE: Ya no hay nada que hacer.

LO: Me vas a escuchar? Madeleine Maana, a las cinco, vas a venir a casa.

MADELEINE: Quin? Yo?

LO: S, vos.

MADELEINE: No lo dice en serio, seora. Me echaran.

LO: No.

MADELEINE: Usted cree?

LO (Se pinta los labios y habla con la mueca de las mujeres cuando se maquillan): Madeleine, a m por lo general no me interesan los sentimientos, incluso me desagradan, pero a veces el amor me conmueve profundamente. Acaso sabemos lo que pasa adentro nuestro? Bueno, no trates de comprenderme

MADELEINE: Georges va hablar.

LO: Georges se va a callar la boca. Te lo garantizo.

MADELEINE: Pero l me jur

LO: Se estaba vengando. Pero maana se va a portar como un padre noble que protege a su hijo.

MADELEINE: Hoy se port como un monstruo.

LO: No es un monstruo, querida. Georges es un nio, un inconsciente. Puede hacer un dao terrible sin darse cuenta.

MADELEINE: Seora Seora Cmo puedo agradecerle?

LO: Ah, eso no; eso s que no. No me agradezcas. Sabemos dnde empieza uno a ayudar a los otros para ayudarse a uno mismo? Misterio.

MADELEINE: Usted tiene buen corazn

LO: No, no tengo buen corazn Pero lo que hizo Georges me desagrada. Hay que lavar, planchar, ordenar esa ropa sucia. Ven maana!

MADELEINE: Pero

LO: Sin peros. A las cinco. Es una orden. Jurmelo por Michel.

MADELEINE: Por Michel

LO: Lo

MADELEINE: Juro.

LO: Por Michel.

MADELEINE: Por Michel.

LO: Perfecto. Y dorm un poco; tens que estar encantadora. Que no se te hinchen los ojos. (Se levanta)

MADELEINE: Con toda esta pesadilla

LO: Ya pas. Te adopto. (Se dirige a la puerta) No me acompaes

MADELEINE: Seora...

LO: Y sobre todo, no me des las gracias. Porque de verdad, creeme: no hay nada que agradecer.

FIN DEL ACTO II

ACTO III

La habitacin de Yvonne. El mismo decorado que en el primer acto. A oscuras. Aumentar la luz poco a poco, como sucede cuando el ojo se acostumbra a la oscuridad.

ESCENA I

LO, GEORGES

LO (a GEORGES, que entra por el fondo, a la izquierda): Sigue igual?

GEORGES: Igual

LO: No puedo quedarme en mi habitacin; lo escucho a Michel todo el tiempo quejndose y golpeando el suelo.

LO: Yvonne est con l?

GEORGES: S. Es asfixiante. No crea que fuera capaz de un dolor tan grande.

LO: Es la primera vez que se enamora y sufre.

GEORGES: Yo tambin sufro, pero como puedo controlarme, a quin le importa?

LO: Georges, nadie te comprende mejor y te compadece ms que yo, pero no comparemos.

GEORGES: Pero l la tiene a Yvonne

LO: Por favor, Georges!

GEORGES: S, la tiene a Yvonne. No le habla, pero la abraza. Yvonne gan: lo recuper. Recuper a su hijo! Esas son sus nicas palabras. Yo le abr el corazn, hice el esfuerzo de contarle todo, y no demostr ni siquiera sorpresa! Solamente pensaba en Michel, en el peligro de que Michel pudiera enterarse de lo mo con Madeleine, en el cuidado que haba que tener. A m solamente me dijo: Es tu castigo, Georges, es tu castigo. No ves que estoy solo, Lo? sa es la Yvonne que recuper yo, la que me iba a ayudar a resistir el golpe!

LO: En cuanto al castigo, puede ser que Yvonne tenga razn.

GEORGES: Ah, lo que faltaba! Castigo! Castigo por qu?

LO: Georges, me qued a solas con Madeleine despus de que ustedes se fueron. Hablamos.

GEORGES: Y qu?

LO: Lo que hiciste fue terrible.

GEORGES: Repetime eso.

LO: Te lo repito, Georges: lo que hiciste fue terrible.

GEORGES: Cmo lo que hice? Lo! Vos, vos me dijiste lo que tena que hacer, vos ideaste todo

LO: Te aconsejo que no repitas nunca ms lo que acabs de decir. Que no repitas nunca ms, aunque ests completamente solo, ni siquiera algo parecido a lo que acabs de decir.

GEORGES: No-lo-puedo-creer!

LO: Esa frase se la escuch decir a ella

GEORGES: Ahora Madeleine te enred a vos

LO: No, Georges querido, no. No tena por qu enredarme. Es una pobre chica

GEORGES: Excelente! Esa pobrecita me engaa a m con Michel, lo engaa a Michel con

LO: No vas a creer vos en el fantasma que inventaste?

GEORGES: Que inventamos, que inventaste vos

LO: Georges!

GEORGES: Est bien Est bien Que invent yo. Pero quin te dice que no sea cierto. Una mujer que pudo estar con

LO: Georges! No vas a creer en eso ahora que te conviene.

GEORGES: Excelente! Genial! Canonicemos a Madeleine. Madeleine es una santa.

LO: Es una chica enamorada, Georges. Est enamorada de Michel, y a vos te quiere. Y te quiere bien. Tenemos que ponernos de su lado. Necesito reparar el mal que hice

GEORGES: Ah!

LO: Los nervios me hacen decir cualquier cosa. Quiero decir que hay que reparar el mal que hicieron ustedes, que hicimos nosotros, que hizo la pobre Yvonne sin darse cuenta.

GEORGES: Y pasar otra vez por lo mismo? Ni se te ocurra.

LO:Georges, tens que hacer el sacrificio. Hay que sacrificarse alguna vez; es la higiene del alma. Tens que hacerlo. Yo tengo que convencerte a vos, y vos tens que convencer a Yvonne. Tens que pagar; ella tiene que pagar

GEORGES: Y vos! Vos! Es inslito! Te pons en juez y quers hacer pagar a todo el mundo. Y cul es tu sacrificio? Acaso te sacrifics vos en lo ms mnimo?

LO: Yo ya lo hice.

GEORGES: Ya lo hiciste Cmo?

LO: Qu sabs si yo no hice ya mi sacrificio y no compr el derecho de aconsejarlos?

GEORGES: De qu sacrificio ests hablando?

LO: Yo te amaba, Georges. Acaso sabs si no te quiero todava? Yo cre que me sacrificaba por tu felicidad. Me equivoqu, pero esta vez no me equivoco. No se puede sacrificar a esa chica y a Michel para que ustedes disfruten de una comodidad perversa

GEORGES (quiere tomar la mano de LO): Lo

LO:No, Georges. Tens que convencer a Yvonne.

GEORGES: Y a m quin me convence?

LO: No ests convencido?

GEORGES: Pretends traer a Madeleine ac?

LO: S.

GEORGES: Pero Lo, suponiendo que yo acepte la tortura de verlos juntos, Yvonne se va a negar, va a gritar, va a amenazar. No viste que recuper recuper a su Mik? Trat de quitrselo de nuevo.

LO: Ya se va a dar cuenta de que el Michel que recuper es una piltrafa.

GEORGES: Da igual. Ella lo preferira suyo, muerto, que vivo en otras manos.

LO: Si es as, vos vas a hacer algo, Georges, seguramente. Te conozco y confo en vos, y s muy bien que vas a reaccionar.

GEORGES: Y qu le decimos a Michel?

LO: Muy simple. Que Madeleine estuvo sublime, que invent ese tercer hombre para dejarlo libre a l, para devolverlo a su familia, a su medio social. l la va a adorar ms todava. Ella se lo merece.

GEORGES: Qu buen corazn

LO: Lo hago porque Michel es tu hijo.

GEORGES: Tambin es hijo de Yvonne, Lo. No lo hacs tambin en contra de Yvonne?

LO: No escarbes demasiado en el corazn, Georges. Es malo escarbar demasiado en los corazones. Hay de todo en el corazn. No escarbes demasiado en el mo, ni en el tuyo.

Silencio.

GEORGES (bajando la cabeza): Lo S, tens razn.

LO: Georges, te quiero.

ESCENA II

YVONNE, LO, GEORGES

Con la ltima palabra, se abre la puerta y entra YVONNE, vestida con la salida de bao del primer acto, despeinada.

GEORGES: Te estbamos esperando ac. Pensbamos que a solas con vos se iba a calmar. Lo lo escuch quejarse.

YVONNE: Es un infierno.

LO: Te habl?

YVONNE: No. Pero me agarr la mano, me la apret hasta hacerme doler, y despus la quit. Le quise acariciar el pelo, y le pregunt como una estpida si tena sed, pero me dijo: andate. Me levant Me qued parada delante de la puerta, esperando que me llamara, que no me dejara salir. Pero me volvi a decir: andate. Es un infierno. No puedo ms. No puedo ms.

GEORGES: Por ah si voy yo

YVONNE: Si me ech a m, es porque no soporta a nadie, Georges. Le dije que se metiera en la cama y me contest pegndole trompadas al piso. Ahora est tirado boca abajo en la oscuridad. Es un infierno. Mejor dejarlo solo. No me ech porque estaba enojado, pobre Mik Me apretaba la mano y se la pegaba a la mejilla No, me hizo salir porque no soporta causarme tanta pena.

LO: Est en carne viva.

YVONNE: Si esa mujer no fuera una prostituta, yo la llamara, mir lo que te digo. Se la traera yo misma. A eso llegu

LO: Es fcil decirlo, pero de ah

YVONNE: No, Lo No es fcil. Para que yo lo diga, tengo que estar agotada.

LO: De verdad se la traeras?

YVONNE: S, hara cualquier cosa Creo que s No puedo ms.

LO: Bueno, Yvonne, eso era justamente lo que quera que dijeras. No quera ser yo la primera en decirlo, ni que Georges te lo hiciera decir. Habl, Georges.

YVONNE: Ms palabras?

GEORGES: Yvonne, Madeleine es inocente. Ese tercer individuo misterioso no existe.

YVONNE: No entiendo bien.

GEORGES:Yvonne, ayer hice un triste papel. La obligu a esa chica a mentir, a ensuciarse. El otro tipo es un invento mo. Aprovech que Michel es crdulo y que Madeleine se mora de miedo. Es horrible.

YVONNE: Hiciste eso?

GEORGES: S.

YVONNE: Georges! Pobre Michel!

GEORGES: S. Y pobre Madeleine tambin; casi la mato del susto llegando as de pronto. Despus de haberla puesto en ese estado, aprovech la conversacin a solas para amenazarla y obligarla a mentir. Tuvo que venir Lo, recin ahora, para hacerme oler mi propia mierda.

LO: Georges! Georges! Voy a ser sincera. Si no fuera por m

GEORGES: Si no fuera por vos yo continuaba con el engao. No se habla ms, Lo. Voy a cargar con toda mi responsabilidad, yo solo. (A YVONNE, a quien besa) Justo hablbamos de eso con Lo antes de que entraras. Por eso cuando dijiste que si no fuera una prostituta, vos misma la traeras, nos quitaste un peso de encima.

YVONNE: Georges, no seas absurdo. De pronto te dio una crisis de confesiones y de sacrificios. Desconfi. Ahora veo todo claro! Vamos, lo hecho, hecho est. Ni Michel ni la chica esa se murieron. Ellos tambin pasan por una crisis, como vos, como todos nosotros. Lo que tenemos que hacer es suspirar de alivio y aprovechar la suerte que tuvimos.

GEORGES: La suerte! Qu suerte? Te das cuenta de lo que ests diciendo?

YVONNE: Digo lo que me viene a la cabeza, lo que me sale de adentro. Soy una madre que ama a su hijo y le cuida las heridas. No, querido! Puede ser que te hayas equivocado, pero en definitiva, tuvimos suerte, s: la suerte de salir de esto sanos y salvos.

GEORGES: Pero si hace cinco minutos estabas gritando desesperada es un infierno! No puedo ms!

YVONNE: Justamente porque es un infierno, porque no puedo ms, tengo la fuerza para decir basta! cuando quieren que lo que est terminando empiece de nuevo. Yo, la enferma de la casa, les repito: aprovechemos la suerte que tuvimos en esta historia! Dejemos las desgracias atrs!

LO: Pero Yvonne, de qu suerte habls?

YVONNE: S, la suerte; la suerte, por ejemplo, la suerte de que el viejo haya resultado ser Georges.

GEORGES: Muchas gracias.

YVONNE: Porque si el viejo hubiera sido otro, otro de verdad, yo lo conozco a Georges Te conozco te hubieras dejado enternecer y te hubiera faltado coraje para oponerte.

GEORGES: Coraje?

LO:Yvonne, no hay ningn obstculo para que Michel y Madeleine estn juntos. No hay por qu oponerse.

YVONNE: Qu ests diciendo?

GEORGES: Que el nico obstculo es nuestro egosmo.

YVONNE: Y lo decs vos, justamente vos

GEORGES: Yvonne, seamos sinceros. Nunca tuve, ni iba a tener de parte de Madeleine, ms que un cario sincero, y ella no me lo ocultaba, pero yo hice un gran esfuerzo para no verlo, para no admitirlo. La obligu a cargar con el peso de una mentira, cuando lo nico que ella quera era que todo terminara

YVONNE: Georges, vos cres, ustedes creen Lo y vos, seriamente, tranquilamente, creen que esa persona podra llevar nuestro nombre, entrar en nuestra familia?

GEORGES: Ja! No me pidas que te tome en serio, Yvonne. Nuestro nombre! Nuestra familia? Yo soy un fracasado. Vos, una enferma que vive encerrada en la oscuridad. Y Lo, una solterona que lo nico que hace en su vida es ayudarnos. Y en nombre de todo ese desastre le vas a negar a Michel el amor, el aire, el espacio? No! No! No! Me opongo.

LO: Bravo, Georges.

YVONNE: Por supuesto! Georges es un dios. Es infalible.

LO: Yo lo admiro.

YVONNE: Dec ms bien que ests enamorada de l.

GEORGES: Yvonne, par!

YVONNE: Csense! Csenlos! Yo desaparezco! Les dejo el lugar libre!

LO: Te volviste loca!

YVONNE: S, Lo, me volv loca. Quin me lo va a reprochar?

LO: Yo no te lo reprocho.

YVONNE: Gracias.

GEORGES:Yvonne, Yvonne Por qu vamos alargar el dolor de Michel ms tiempo?

YVONNE: De todas maneras, esa chica es demasiado joven.

LO: Eh?

GEORGES: Tiene tres aos ms que Michel. Ayer te pareca demasiado vieja

YVONNE: Es demasiado joven con respecto a m. No, me piden algo imposible. Yo recuper a Mik, no quiero volver a perderlo.

LO: Entonces, si te entiendo bien, tu ideal sera tener un hijo invlido para que no abandonara la casa.

YVONNE (vencida, rompe a llorar): Es demasiado Es demasiado para m.

GEORGES: Nada es demasiado cuando se ama. Pens en la gratitud de Michel cuando le digas que Madeleine se sacrific por l

YVONNE: Georges Georges

GEORGES (como a una nia): Vamos, vamos

LO