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DINÁMICA

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PRECIPITACIONES EXTREMAS

Y ESCORRENTÍAS

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6.1 INTRODUCCIÓN

En el ámbito canario, la altitud y la orientación son dos factores geográficos condicionantes de la distribución e intensidad de la precipitación. Por tanto, los importantes desniveles, en especial en las cinco islas más occidentales, favorecen los movimientos ascendentes del aire y, en condiciones de inestabilidad atmosférica, la formación de núcleos convectivos. La compleja orografía de cada isla del archipiélago canario da como resultado que los totales pluviométricos sean muy variados. Los sectores de altitud media orientados al norte rodean los 1000 mm anuales, mientras que las costas meridionales apenas llegan a 100 mm. La precipitación máxima en Canarias muestra valores muy elevados, superiores a la mayor parte del territorio peninsular, incluso cercanos a la costa mediterránea. Santa Cruz de Tenerife se sitúa en el quinto lugar entre las capitales de provincia del Estado. Resulta relativamente normal que en 24 ó 48 horas se registren totales iguales a las cantidades medias anuales.

De tal modo que, en un territorio que constituye un destacado destino turístico basado en su elevada insolación y atmósfera estable, los riesgos climáticos suponen un problema medioambiental y socioeconómico de primera magnitud. En concreto, los extremos del clima relacionados con las precipitaciones intensas han producido en Canarias en los últimos años pérdidas considerables, es de destacar el episodio en Santa Cruz de Tenerife del 31 de marzo de 2002. El problema es que estas precipitaciones se repitan con una mayor frecuencia y tengan una mayor virulencia en las próximas décadas, tal y como auspicia el IPCC, en unas islas en las que por la alta densidad demográfica proliferan zonas de riesgo de inundación y gran cantidad de infraestructuras vulnerables.

Por último, el conocimiento detallado del régimen de la precipitación es útil no sólo para la gestión de los recursos hídricos de las islas, especialmente en las islas con graves déficits de agua, sino también para la planificación territorial y la previsión de sus efectos en la población y el territorio.

6.2 SITUACIÓN ACTUAL EN CANARIAS

“Los temporales de lluvia son un fenómeno natural que dentro del contexto canario, donde el vulcanismo y la acumulación

de escombros por inundaciones se han visto como el mayor riesgo natural. No obstante, los efectos socioeconómicos de los

temporales hace evidente la dimensión de los daños que ocasionan”. (Yanes, A. et al, 2006)

“Las precipitaciones de elevada intensidad horaria que ocasionalmente afectan algún sector de las islas suponen la principal

amenaza climática en Canarias”. (Dorta, P., 2007)

a. CAUSAS METEOROLÓGICAS DE LAS LLUVIAS INTENSAS

���� La situación sinóptica durante los episodios de precipitaciones intensas se caracteriza por la presencia, en las capas medias y altas en la atmosfera, de una depresión aislada al Oeste-Noroeste de Canarias cuyo origen es la lenta circulación de la corriente en chorro. En superficie, los sistemas frontales atraviesan las islas de Oeste a Este generando fuertes aguaceros que descargan en las medianías y zonas de cumbre. (Máyer, P., 2006; Máyer&Marzol, 2011)

Figura 1 y 2. Situación sinóptica de precipitación intensas en Canarias. Fuente: AEMET en Dorta, 2007

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���� El anticiclón de las Azores se sitúa muy al oeste de su posición habitual y, al mismo tiempo, es frecuente la presencia de altas presiones en Centroeuropa que impiden el desplazamiento de estas perturbaciones hacia el oeste, por lo que descienden en latitud hasta la región de Madeira-Canarias. (Máyer, P., 2006)

���� Tal y como se observa en la figura 3, es frecuente que estas borrascas sigan trayectorias noroeste-sudeste por el Atlántico Norte hasta situarse próximas a Canarias, o bien se desplacen de oeste a este por debajo del paralelo 35ºN. En estos casos, la nubosidad asociada a los frentes fríos penetra por el sur y sudoeste de Gran Canaria produciéndose fuertes precipitaciones en las zonas expuestas a esta orientación. Éstas se intensifican por la acción del relieve, y son capaces de generar fuertes escorrentías en las medianías y zonas próximas a la costa este, sudeste y sur. (Máyer, P., 2006)

Figura 3. Trayectorias de las perturbaciones oceánicas durante los episodios de más de 30.0 mm en 254 bhoras El Berrel (Gran Canaria) (1960-2003) Fuente: P. Máyer, 2006

b. TEMPORALES DE PRECIPITACIÓN INTENSA EN CANARIAS

���� En primer lugar, el uso del concepto “máximo” habitualmente se restringe a las efemérides meteorológicas de una estación. Sin embargo, en opinión de Trzpit (2001), debe vincularse con el de “período de retorno” para descartar o no el carácter periódico de esos valores extremos. (Marzol et al., 2006)

���� Según los registros históricos, en Canarias ha habido episodios extremos muy graves en el pasado. Destacan el aluvión de 1645 que, aunque con información escasa, parece ser que tuvo efectos devastadores con cientos de víctimas (Romero y Yanes, 1995) y, de manera especial, el temporal de noviembre de 1826 en todo el archipiélago (sobre todo en Tenerife), cuyas precipitaciones originaron la muerte de centenares de personas, estimadas sólo en el Valle de la Orotava, en más de 200 (Quirantes et al., 1993) por lo que la variabilidad climática natural en Canarias ya es de por sí considerable. (Dorta, P., 2007)

���� Desde 1950 podemos destacar medio centenar de episodios de consecuencias catastróficas repartidas por todo el archipiélago. (Dorta, P., 2007)

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Gráfico 1. Precipitaciones máximas en 24 horas en Santa cruz de Tenerife (1938 – 2002) y Las Palmas de Gran Canaria (1951-2002)

Fuente: AEMET y Servicio Hidráulico de Las Palmas de Gran Canaria ( Dorta, 2007)

���� En el archipiélago, las precipitaciones más frecuentes tienen una intensidad inferior a 50 mm en 24h, al constituir poco más del 90% de los días lluviosos. En Tenerife (grafio 2), supera este umbral el 1.8% de los días lluviosos del año. (Marzol et al., 2006)

Grafico 2. Distribución de la precipitación diaria según tres intervalos de intensidad en la isla de Tenerife (1980-2004) En %. Fuente: Marzol (2006)

���� La precipitación diaria de más de 200mm/24h supone el 50% de la registrada en el mes correspondiente y el 27% de la del total anual. Ambos rasgos caracterizan la fuerte concentración de la precipitación. (Máyer&Marzol, 2011)

���� Puesto que los días con intensidad inferior a 50 mm/día suponen un elevado porcentaje en la precipitación de las islas, Marzol et al consideró necesario (1988) distinguir los intervalos que matizan el tipo de lluvias entre las muy débiles (0,1 a 2,4 mm), débiles (2,5 a 5,0 mm), moderadas (5,1 a 15,0 mm), moderadas a fuertes (15,1 a 40,0 mm) y fuertes (30,1 a 49,9 mm). (Marzol et al., 2006)

���� Una vez distinguidos los tipos de lluvias, y sabida la importancia de la altitud y la orientación de las islas para la precipitación en Canarias, los sectores más proclives a que se produzcan episodios de lluvias moderadas-fuertes e intensas son las medianías altas del Norte, pues casi la mitad de los mismos se han registrado en ellas (45%), y en segundo lugar: las cumbres (16%). A la vez, en las costas y las vertientes septentrionales priman las lluvias de menor intensidad. (Marzol, 2006; Máyer&Marzol, 2011)

Figura 4. Frecuencia espacial de los temporales de lluvia en Canarias según altitud y orientación Fuente: Máyer & Marzol, 2011

���� En las estaciones pluviométricas canarias se han recogido precipitaciones superiores a los 400 mm/día, y son numerosas. En la siguiente tabla se recogen los puntos que han sobrepasado los 250 mm/día (tabla 1). Incluso los sectores teóricamente más secos alcanzan valores muy destacados. En la mayor parte del territorio canario ya se han registrado cantidades superiores a 150-200 mm, en cualquier orientación y a cualquier altitud. Sólo algunas áreas del litoral meridional y espacios más amplios de Lanzarote y Fuerteventura alcanzan esas cifras. (Dorta, P., 2007)

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Tabla 1. Muestra de precipitaciones máximas diarias en Canarias. Fuente: AEMET, Elizaga Rodríguez, F, 2003 y Servicio Hidráulico de Las Palmas de Gran Canaria “Estaciones de La Palma (LP), El Hierro

(EH), La Gomera (LG), Tenerife (TF), Gran Canaria (GC), Fuerteventura (FV) y Lanzarote (LZ). P. Dorta 2007

���� Se tiene constancia de que en los últimos 60 años se han producido, al menos, 34 fechas en las que la precipitación superó los 200 mm en 24h en alguna localidad canaria. Ese número se agrupa en 25 temporales de lluvia, cuya distribución mensual indica que noviembre es el mes con más riesgo (Grafico 3) de que acontezca uno de esos eventos extremos. Destaca a su vez que la precipitación en las islas más orientales y de menor altitud (Fuerteventura y Lanzarote), no ha alcanzado ese umbral en ninguna ocasión durante el periodo 1950-2010. (Máyer&Marzol, 2011)

Gráfico 3. Frecuencia mensual de los episodios lluviosos con más de 200 mm/24h En Canarias Fuente: Máyer y Marzol, 2011

���� Por ejemplo, en la isla de Tenerife, la mayor probabilidad de que se registren lluvias torrenciales es en invierno, donde destaca por un mayor número de estos días (50%) junto al otoño (36%). Esa concentración se repite en la distribución mensual, pues la probabilidad de ocurrencia del día más lluvioso del año aumenta en diciembre y noviembre en Tenerife, de modo que hasta más de la mitad del año apenas hay riesgo de precipitaciones intensas, según las islas. (Marzol et al., 2006)

���� El “record” de la cantidad de agua recogida entre 1980-2004 en Tenerife: Izaña: el 17/03/1993, 337,0 mm. (Máyer & Marzol, 2011)

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���� Mayer y Marzol (2011) establecieron como umbral de intensidad en sus estudios considerado el superior en 200,0 mm en 24h y establecieron tres tipos de temporales:

o Tipo I: Temporal intenso en varias localidades de una provincia. Se sobrepasa el umbral de 200mm/24h en más de cinco localidades (ej: 24/10/1955, en la provincia oriental y el 11/04/1977 en la occidental)

o Tipo II: Temporal generalizado a todo el archipiélago. Se registra más de 200mm en 24h en una localidad, pero llueve en todas las islas. (ej: 28/10/1993)

o Tipo III: Temporal muy localizado que responde a una situación de inestabilidad en un sector concreto de una isla pero que en el resto no hay constancia de lluvias. Es lo que ocurrió en Tenerife, el 31/03/2002.

Gráfico 4. Tipología de temporales de lluvia en Canarias.

Fuente. Máyer & Marzol, 2011

���� El episodio de mayor intensidad horaria (datos de pluviógrafo) registrado en el archipiélago y el de mayor volumen total de precipitación en la ciudad de Santa Cruz en los últimos 70 años ha sido el del 31 de marzo de 2002. Ese día la localidad sufrió la peor catástrofe natural de su historia reciente, al superarse los 250 mm en algunos puntos con intensidades máximas de hasta 160 mm/h. Hubo ocho muertos, 30 heridos, observándose numerosas viviendas afectadas con más de 120 millones de euros en pérdidas. (Dorta, P., 2007)

���� Por otra parte, los períodos de retorno de Gumbel confirman la frecuencia de los chubascos con intensidades superiores a 100 mm/24 h y su importancia en la planificación y gestión del medio ya que se producen, como mínimo, cada 5 años en las cumbres y sectores elevados de las vertientes meridionales de Canarias, especialmente las cinco islas occidentales. (Marzol et al., 2006)

c. TENDENCIAS DE PRECIPITACIÓN EXTREMA EN CANARIAS ENCONTRADAS EN

LOS ÚLTIMOS AÑOS

���� Por una parte, la distribución decenal de los temporales (episodios lluviosos con más de 200mm/24h) muestra un claro predominio en la década de los años 50 del s.XX, y un posterior mantenimiento hasta la actualidad. Hay una probabilidad muy alta de que se registre un temporal de este tipo cada dos años en algún punto de Canarias. (Máyer&Marzol, 2011)

Gráfico: 5: Frecuencia decenal de los episodios lluviosos con más de 200 mm/24h Fuente: Máyer & Marzol, 2011

���� Analizando las tendencias en el archipiélago, se ha observado:

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o Tanto en Tenerife como al norte de Gran Canaria, se ha detectado una fuerte tendencia decreciente durante la segunda mitad de siglo XX. Esta tendencia es principalmente debida a la notable bajada de precipitación de los episodios más intensos, aunque también se ha detectado una disminución significativa en la intensidad de precipitación en el mismo periodo. (García Herrera, 2003)

o En el resto del archipiélago se han obtenido tendencias decrecientes globales no significativas más bajas o incluso positivas. En todo caso, las precipitaciones extremas juegan un papel fundamental en las tendencias de precipitación existentes (García Herrera, 2003)

���� Por otra parte, se tiene constancia de la buena influencia del índice NAO sobre la precipitación canaria, sin embargo, a pesar de esa fuerte influencia, las tendencias muestran poca dependencia con su oscilación. Hay dos razones de la ausencia de señal NAO. (García Herrera et al, 2003)

o En primer lugar, y principal razón, debido a la relación entre la precipitación y la NAO es el efecto del Atlántico bajo un sistema pobre relacionado con precipitación extrema. (García Herrera et al, 2003)

o En segundo lugar, la NAO, que presenta una relación con la precipitación canaria exclusivamente durante el invierno. Aunque se trate de la estación lluviosa para Canarias, una parte considerable de la precipitación y días de precipitación extrema, es debido a las células convectivas, durante el otoño y la primavera, un periodo en el que no hay relación con NAO. (García Herrera et al, 2003)

d. DAÑOS OCASIONADOS EN LOS EPISODIOS DE PRECIPITACIÓN INTENSA

���� Aunque la intensidad de estas lluvias comporta siempre modificaciones en el territorio, no debe olvidarse que las de 50 mm/día también son susceptibles de provocar alteraciones ambientales de magnitud a veces no despreciable, máxime cuando acontecen al menos cada dos años. (Marzol et al., 2006)

���� La incidencia de ambos tipos de chubascos intensos se acrecienta porque todas las cuencas hídricas de las islas son inferiores a 71 km2. (Marzol et al., 2006)

���� Los efectos de la duración e intensidad de la secuencia lluviosa varían de modo sensible en el territorio y en la sociedad en función de su localización: (Máyer, 1999, Marzol 2006, Máyer&Marzol, 2011)

o En las medianías estos aguaceros producen deslizamientos, desprendimientos, obstrucción de puentes, inhabilitación, destrucción y deterioro de las vías de comunicación y edificaciones y daños a las explotaciones agrícolas. (Máyer&Marzol, 2011)

o En las zonas de costa, densamente pobladas, se observan graves daños por inundaciones y avenidas. Éstas se deben a las deficiencias en los sistemas de desagüe, la ausencia de redes pluviales y la alteración de los pequeños barrancos (normalmente del orden de uno a tres), que circulan por los principales núcleos de población y que han sido alterados para la construcción de carreteras, edificaciones o infraestructuras agrícolas. (Máyer&Marzol, 2011)

���� Desde el momento en que el suelo se satura de agua de lluvia, acaba provocando deslizamientos cuyas secuelas y proporciones se agravan con las fuertes pendientes (Marzol et al, 2006)

���� La fuerte escorrentía actúa sobre los suelos carentes de vegetación (sobre todo en las vertientes meridionales) lo que unido al carácter impermeable del roquedo, genera la formación de avenidas que actúan sobre materiales fácilmente erosionables que son arrastrados por la lluvia. (Dorta, P., 2007)

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Agrícolas Graves daños en huertas situadas en márgenes de los barrancos.

En el episodio de Santa Brígida (2000) se mencionan pérdidas de 400.000 pesetas. (2.400 euros) Daños en plantaciones situadas próximo a los barrancos

Urbanas inundaciones-relámpago; lo que da lugar a la aparición de avenidas muy violentas

Inundaciones por desbordamientos

Importantes daños por inundaciones y caída de muros

Inundaciones debidas a que el mar inundando los barrios

Caída de muros de contención de casas y consiguiente inundación de casas Desbordamientos de los canales de desagüe construidos sobre los cauces de los barrancos o mal dimensionados Obstrucción de canales por arrastres de materiales pro la propia avenida Saturación de la red de saneamiento con la consiguiente invasión de las aguas residuales y pluviales por desagües y otros elementos hacia las edificaciones que no están dotadas de válvulas que eviten el retorno de las aguas Desvío de las aguas pluviales desde las edificaciones hacia las vías, lo cual genera un aumento progresivo de caudales

Vías de comunicación Caída de muros de contención de casas y consiguiente inundación de casas Vías cortadas por desprendimientos Obstrucción de los puentes y arrastre de badenes Arrastres de materiales erosionados por las aguas de escorrentía y desprendimientos desde el talud superior hasta la vía Desbordamientos de los pontones construidos sobre distintos cauces

Tabla 2: Daños principales en infraestructuras Fuente: P. Mayer, 1999; 2006; P. Dorta 2007. Elaboración propia.

���� Hay constancia de violentos efectos catastróficos a lo largo de la historia con daños severos en infraestructuras y cuantiosas víctimas. Es el caso de la destrucción de numerosos puentes en las dos capitales provinciales arrasados por la fuerza del agua, o de las 130 inundaciones y 20 muertos que ha sufrido la ciudad de Santa Cruz de Tenerife desde 1550. Asimismo es relevante el rastro que dejan las riadas y avenidas en las formas de relieve, lo que demuestra que este tipo de fenómenos meteorológicos han sido una constante a escala del archipiélago y algo normal en el clima canario. (Dorta, 2007)

���� En definitiva, las infraestructuras del archipiélago no están preparadas para el riesgo que ocasionan las precipitaciones intensas. Precipitaciones como las de marzo de 2002 en Santa Cruz de Tenerife pueden destruir muchas infraestructuras y causar daños graves a diversas propiedades tanto de civiles como del estado, que tienen por consecuencia la necesidad de ayudas y reparaciones del último.

e. DAÑOS SOBRE ECOSISTEMAS

���� Se han identificado los efectos de los eventos meteorológicos extremos como uno de los principales gaps de conocimiento en la comunidad ecológica. (A. Jentsch & C. Beierkuhnlein, 2008)

���� Se tiene constancia de que con los efectos del cambio climático, se ha incrementado el número de ecosistemas que han experimentado episodios extremos meteorológicos de grandes magnitudes. (A. Jentsch & C. Beierkuhnlein, 2008).

6.3 EVOLUCIÓN ESPERADA

���� En general, la frecuencia de lluvias intensas incrementará a nivel global. Por ejemplo, la probabilidad de episodios de precipitación extrema en Europa Central se ha incrementado de un 1.1% en 1901 a un 24.6% en 2003. (Jentsch y Beierkuhnlein, 2008)

���� Independientemente del calentamiento global, como queda expuesto a lo largo del documento, los episodios de precipitación extrema e inundaciones han ocurrido y ocurren con extrema virulencia en las Islas Canarias. Son eventos

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de origen natural con consecuencias catastróficas que, con total seguridad, suponen y supondrán un rasgo más del clima en las islas. (Dorta, 2007)

���� Sin embargo, el cambio climático incrementará la recurrencia de eventos extremos tales como la sequía y la precipitación extrema. (Castro, et al, MIMAM, 2006)

���� En los últimos años se han registrado más temporales en Canarias, y éstos han sido más fuertes. Así, (Fuente: R.Sanz - INM), en el periodo 1972 - 2005, en la isla de La Gomera, se incrementó su frecuencia en más de un 60%. Existe una tendencia al cambio del régimen de precipitaciones, hacia lluvias de intensidad muy fuerte y de forma torrencial. (Cuevas, 2007)

6.4 PROBABILIDAD

���� Tras el análisis de las series de precipitación en el periodo 1950-2010 y en concreto, de los episodios de precipitación intensa superiores a los 200/24h en Canarias, de Mayer& Marzol (2011) afirman: “Hay una probabilidad muy alta de

que se registre un temporal de este tipo cada dos años en algún punto de Canarias” (Máyer&Marzol, 2011)

6.5 CONSECUENCIAS

���� El temporal que hubo en el año 2000 en San Bartolomé de Tirajana ocasionó pérdidas que sobrepasan los 15,2 millones de euros. Por tanto, afección de estos episodios al turismo y por consiguiente al empleo de los municipios afectados. Preocupan estas cuestiones porque, según los datos del censo de población y vivienda de 2001 (INE, 2004), de las 15.798 personas ocupadas en el municipio de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), las actividades turísticas dan empleo directo al 63% por lo que su motor económico. (Máyer, et al, 2006)

���� Una de las principales razones por las que se originan en episodios de lluvias intensas es la alteración antrópica de los cauces que atraviesan algunos complejos turísticos, sobre todo en los tramos medio y final. A ello habría que añadir la ocupación de las llanuras de inundación y de los mismos cauces para localizar diversas infraestructuras, canalizaciones deficientemente dimensionadas, así como algunos viaductos que son incapaces de evacuar las aguas de escorrentía junto con los materiales erosionados. (Máyer, et al, 2006)

���� Hay evidencias de que las modificaciones en los eventos meteorológicos extremos suponen una amenaza para el funcionamiento de los ecosistemas de modo que las tendencias y aumento de las condiciones medias. Como el funcionamiento de los ecosistemas están conectados a servicios ecológicos, tiene efectos sobre las sociedades en el s.XXI. (Jentsch & Beierkuhnlein, 2008)

���� Las lluvias torrenciales producen cuantiosas pérdidas económicas en el sector agrario y en las infraestructuras y pueden dar lugar a numerosas muertes como las 300 víctimas ocurridas en Canarias por el temporal del 7 de noviembre de 1826, las 25 en Tenerife por trece episodios en la segunda mitad del siglo XX y las 12 personas en su capital el 22 de marzo de 2002, (Marzol et al., 2006)

���� Los episodios de lluvias torrenciales de enero de 2000 y noviembre de 2001 en Gran Canaria dejaron entrever, de forma clara, las deficiencias estructurales que presentan estos espacios turísticos, con pérdidas que en el caso de este último episodio y según las valoraciones de daños llegaron a superar los 5,4 millones de euros. (Máyer, et al, 2006)

���� El análisis de los temporales han llegado a ser relevantes en muchos estudios donde destacan la modificación de la morfología de las costas insulares, y en particular en las zonas de playas donde el perfil se ve alterado y las playas son erosionadas por el oleaje. (Yanes, et al, 2006)

���� Bajo las circunstancias de temporales de lluvia, las olas en zona de costa pueden alcanzar entre 200 y 400 m de altura. Este hecho llega a ser especialmente relevante cuando afecta a las plataformas de costa de lava, donde hay una actividad agrícola intensiva y una elevada densidad de población. (Yanes, et al, 2006)

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6.6 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

� M. de Castro, J. Martín-Vide y S. Alonso. 2006. Impactos del cambio climático en España: El clima de España: pasado, presente y escenario de clima para el s.XXI. (MIMAM) 1-64

� P. Dorta Antequera. 2007. “Catálogo de riesgos climáticos en Canarias. Amenazas y vulnerabilidad”. Graphicalia. 51:133-160.

� R. García Herrera, D. Gallego, E. Hernández, L Gimeno, P. Ribera, N. Calvo. 2003. “Precipitation trends in the Canary

Islands”. International Journal Of Climatology. 23: 235–241.

� A.Jentsch & C. Beierkuhnlein. 2008. “Research frontiers in climate change: Effects of extreme meteorological events on

ecosystems”. C. R. Geoscience 340. 621-628

� Mª. V. Marzol, A. Yanes, C. Romero, E. Brito de Azevedo, S. Prada y A. Martins. 2006. “Los riesgos de las lluvias torrenciales en las islas de la Macaronesia (Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde”. Clima, Sociedad y Medio Ambiente (Ed. Cuadrats et al), AEC, Zaragoza. 443-452.

� P. Máyer Suárez. 1999. “Un siglo de temporales en la prensa de Gran Canaria”. Vegueta. 4: 267-282.

� P. Máyer Suárez, E. Pérez-Chacón Espino, L. E. Romero Martín. 2006. “Lluvias e inundaciones en los centros turísticos de Gran Canaria: El caso de San Bartolomé de Tirajana”. Investigaciones Geográfi cas, nº 41. 155-173

� P. Máyer Suárez & Mª. V. Marzol Jaén. 2011.Póster: “Consecuencias territoriales de las lluvias en Canarias”. Congreso Ibérico sobre gestión y planificación del agua. 16-19 de febrero de 2011, Talavera de la Reina.

� A. Yanes, Mª V. Marzol and C. Romero, 2006. Characterization of sea storms along the coast of Tenerife, the Canary Islands. Journal of Coastal Research. SI 48. 124-128.

GAPS (FALTA DE INFORMACIÓN)

- Se han identificado los efectos de los eventos meteorológicos extremos como uno de los principales gaps de conocimiento en la comunidad ecológica. (Anke Jentsch y Carl Beierkuhnlein (2008).

- Los umbrales a partir de los cuales hay cambios en los ecosistemas no quedan aún claros. (Anke Jentsch y Carl Beierkuhnlein (2008).

- RELACIONES: DESPLAZAMIENTO DE LAS AZORES HACIA EL OESTE � MAYOR PROBABILIDAD DE LLUVIAS Y POR TANTO MAYOR PROBABILIDAD DE PRECIPITACIONES INTENSAS.”

Texto subrayado en azul, cosecha propia, como aclaración a alguna cita.