Clastres, Pierre - Arqueología de la violencia [1977]

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    Traduccion deLUClANO PADILLA LOPEZ

    Pierre Clastres

    Scrie Brevesdirigida POfENRIQUE TANDETER

    Arqueologia de laviolencia: la guerra en

    las sociedades primitivas .

    I

    II

    , I

    FONDO DE CULTURA ECONOMICA.

    Mexico - Argentina - Brasil- Chile Colombia ~Espana

    Estados Unidos de America - Guatemala - Peru _Venezuela

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    Primera edici6n en frances j 1999

    Primera edici6n en espanol, 2004

    'lo ' d L v. io lenc iase publico el ano 1977Arqueo gta e t.uen la revista Libre.

    Detengamonos a considerar la abundante li-teratura etnograflca que desde hace algunas

    decadas se ocupa de describir las sociedadesprimitivas, de comprender como funcionan: si(muy pocas veces) presta atencion ala violen-cia, 1 0hace ante todo para mostrar hasta quepunto esas sociedades se aplican en su con-trol, codificacion, ritualizaci6n; en suma, c o -mo tienden a reducirla, si no a abolirla, Se ci-ta a la violencia, pero para mostrar -rnas que

    nada- el horror que esta inspiraa las socieda-des primitivas; para confirmar que a fin decuentas son sociedades contrarias a la violen ..cia. No causara demasiada sorpresa, entonces,constatar que en el ambito de las investiga-ciones de la etnografia contemporanea casi no'se hace presente una reflexion general acercade la violencia en su forma a la vez mas bru-

    tal y mas colectiva, mas pura y mas social: laguerra. Si nos Iimitamos, entonces, al discursoetnologico 0, can mayor precision, ,ala inexis-tencia de un discurso de ese tipo respecto dela guerra prirnitiva, el Iector curiosa 0 el in-vestigador en ciencias sociales deducira conplena justicia que (si se exceptuan las anec-

    Titulo original: A rc he ow gi e d eL aviolenced .. 12 87678-497-1ISBN de la e icion origmai: -

    1999, f:ditions de l'Aube

    2004, Fondo de Culture Econ6~ica~ S. A .El Salvador5665; 1414 Buenos Aireswww.fce . .coro.ar/[email protected]~:arA v .Picacho Ajusco 227; DelegaclOnTlalpan, 14.200 Mexico D . F .ISBN: 950-557 -604-8

    .. .' ' d or la ley. Prohibida su repro-Fotocoplar hbros esta pena 0 P d'" . e ll. l' dio e ImpreSlo n 0 -d uc ci6 n to tal 0 parcial par cua quiet me . . . 113'-

    , 1 . f 'de'ntica extractada 0 modlficada,en casteglta en orma 1 .... , , d 1, 1 ier otro idioma sin autorizaC1on expresa .e a

    no 0 cua quieditorial.

    lmprSo en Argentina -Printed in ArgentinaHeche el deposito que previene la ley 11.723

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    dot as secundarias) en el horizonte de la vidasocial de los Salvajes ni siquiera Figura la vio-lencia, que el ser social primitivo se despliegapor fuera del conflieto armada, que la guerrano pertenece al funcionamiento normal, ha-bitual de las sociedades primitivas. Se exclu-ye , por tanto, del discurso de l~ etnolo~ia. a. laguerra; puede pensarse la sooedad pnn:ltlvasin pensar a1misrno nempo la guerra. E.Vlden-ternente. e 1 problema es saber 5 1 ese dlscursocientifico enuncia la verdad sabre el tipo desaciedad que abarda: propongamonos deso~-1 0 un momento para volvernos hacia la reah-

    dad de la que habla.Como Sf' sabe, el descubrimiento de Ameri-

    ca brind6 a Occidente la oportunidad de unencuel1:tro directo can aquellos que desde eseentonces habrian de set llamados Salvajes. Porprimera vez los europeos experimentaba~ laconfrontaci6n can un tipo de sociedadradlCal-

    mente distinto a todo 1 0 conocido por elloshasta ese momento; debian pensar una reali-dad social que no podia ocupar un lugar en surepresentaci6n tradicional del ser social: en etraspalabras, para el pensamiento euro~,eo el mun-do de los Salvajes era literalmente lmpensable.No es este ellugar para analizar en detalle losmotivos de esa verdadera imposibilidad episte-

    mologica: aquellos se remiten a 13certeza, coex-tensiva 3 toda la historia de la civilizad6n oc-cidental, acerca de que es y que debe ser la so-ciedad humana; certeza expresada desde el albagriega del pensamiento europeo de 1 0politico;

    de la polis, en la obra fragmentaria de Heracli ..to. M as especiflcamente, que la representaci6nde la sodedad en cuanto tal debe encamarse enuna figura de 10 Uno exterior a la sociedad Ien una disposicion jerarquica del espacio poli-tico, en lafunci6n de mando del jefe, fey 0 des-pota: no hay sociedad, a menos que este bajo elsigna de su division en senores y subordinados.Como resultado de esa concepcion de lo social,no se podria considerar sociedad a un grupohumane que no presente el rasgo de su division. 'Ahara bien, ia quien vieron aparecer sobre lascostas del Atlantico los descubridores del Nue-vo Mundo? "Gentes sin fe, sin ley, sin fey", segunlos cronistas del siglo XVI. Se sobreentendia elmotivo: esos hombres en estado de naturalezatodavia no habian tenido siquiera acceso al es-tado de sociedad. Unanimidad casi perfects,solo quebrada por las voces discordantes deMontaigne y L a B o etie ,en ese juicio acerca delos indios del Brasil.

    Pero, por el contrario, la unanimidad erairrestricta cuando el asunto consistia en desert..

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    1 Hobbes, 'Lelliararl, Paris, Sitey. p. 12 5 [tra d. e sp.:Levi.a

    !till, Mexico, FCE, 1980].

    el punto de vista despreocupadamente peyora ...tivo de Hobbes respecto de los Salvajes: en ellase perciben lugares comunes de su tiempo -re-chazados, no obstante, por Montaigne y LaBoetie-: una- sociedad sin gobierno, sin Estado,

    no es sociedad: par ende, los Salvajes quedanfuera de 1 0 social, viven en la condicion natu-ral de los hombres, en cuyo sene impera laguerra de todos contra todos. Hobbes no igno-raba la intensa beHcosidad de los indios ameri-canos; par eso veia en sus guerras efectrvamen-te realizadas 1a clamorosa confirmacion de sucerteza: 1a ausencia de Estado permite 1 3gene-

    ~zaci6n dela meaa y tom a impnsible ini-tamar 1 3sociedad.

    La ecuacion mundo de los Salvajes = mun-do de la guerra, a1 hallar una constante veri-ficacion "de campo", atraviesa toda la repre-sentaci6n, popular 0 erudita, de Ia sociedadprimitiva. Asi, otro fil6sofo Ingles, Spencer, es-cribe en sus Principios d e sociologia:"En la vi-da de los salvajes y los barbaros, las guerrasson los acontecimientos predomin antes ,., co-mo una suerte de eco de aquello que tres si-glos antes decia de los tupinamba de Brasil eljesuita Soarez de Souza: "Como los tupinam-ba son muy belicosos, toda su preocupaciones saber como haran 1a guerra contra sus con ..

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    rra que opone unos contra otros a hombresabstractos , inventados para colmar las necesi-dades de la causa defendida par el pensador delEstado civil, esa guerra imaginaria no tienein-cidencia alguna en 1a realidad empirica, etno-

    grafica de 1a guerra dentro de la sociedad pri-rnitiva. Acaso sea asi. Perc eso no impide queel propio Hobbes crea que puede ilustrar 1 0fun-dado de su deducci6n can una referenda ex-plicita a W1a realidad concreta: la condicionnatural del hombre no es tanto la construccienabstracta de un fllosofo como, antes bien, lasuerte efectiva , observable, de un hombre re~descubierto. "Acaso se piense que nunea existioun tiempo como ese, ni unestado de guerra deesa indole. Efectivamente, creo que, de un mo-do general, nunca fue asi en sitio alguno delplanets. Perc en la actualidad hay gran canti ..dad de comarcas donde los hombres viven .asi,De heche, en no pocos parajes de America,lossalvajes, a excepcion de pequenas familias cu-ya concordia depende de 1aconcupiscencia na-tural, no tienen gobierno alguno, y en estosdias viven de la manera casi animal que antesmencione."1 No causara excepcional sorpresa

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    poderoso mecanisme sociologico.' En suma,si 1 9etnologia no habla de 1 3guerra, se debe aque no hay margen para hacerlo, a que -cuan-do se vuelven objeto de estudio-Tas socieda-des primitives y:aestan comprcmetidas en la

    sends de la dislocacion, de la destruccicny

    dela muerte: leoma podrian hrindar el espectacu-1 0 de una libre vitalidad guerrera?

    Perc acaso ese no sea el unico motive. E s da-ble suponer que, cuando estan por poner ma-nos a la obra, los etnologos asedian ala sociedadelegida no solo con su bloc de notas y su gra-bador sino tambien con una concepcion, ad-

    quirida previarnente, del ser social de las SQ-ciedades primitivas y -por consiguiente- delestatuto que eo aquella recibe la violencia, delas causas que 1 9 desencadenan y losefectosque ejerce. Ninguna teoria general de la so-ciedad primitiva puede eludrr tornar en coo-sideracion 1 3 guerra .. 1 discurso acerca de laguerra no solo forma parte del discurso acercade 1 3 sociedad, sino que le otorga sentido: la

    idea de la guerra es un parametro de la ideade sociedad, Por eso, en Ia etnologia actual sepodria explicar 1 3ausencia de reflexi6n sabre

    1 3violencia ante todo con 1 3desaparicion em-pirica de la guerra que siguio ala perdida dela libertad, hecho gue ubica a los Salvaies enun pacifismo forzado; pero tambien con laadhesion a un tlpo de discurso sociologice quetiende a excluir la guerra del campo de lasrelaciones sociales en la sociedad primitive.Evidentemente, la cuestion es saber si un dis-curse de esa indole e s pertmente a Ia realidadsocial primitiva. Tambien, antes de indagaresa realidad, conviene exponer aunque solofuera brevemente el dis curs0 corriente acer..ea de la sociedad y la guerra primitives ..He-

    terogeneo, sigue tres vectores principales: haysabre 1a guerrra un discurso naturalista, undiscurso economicista y un discurso basadosabre la nocion de intercambio.

    3 Cf. N. A. Chagnon. YalIoma n o.The Fie rce People,Holt,R in eh art < ln t'!Win.litl.lll, 1968.

    EI discurso nasuralis taencuentra una formula-cion de peculiar firmeza en A. Leroi ..Gourhan,quien en su volumen Le G este etL a Parole -ymuy especlalmente en el anteultimo capitu-lo del torno u- desarrolla un panorama de ID pdiscutible (y muy discutible] amplitud de suconcepcion historico etnologica de la sociedadprimitiva y de las transformaciones que la rno-difican. Segun la indisoluble conjuncion entresociedad arcaica y fenomeno de guerra, la pro ..

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    puesta general de Loeroi-Gourhan logicamenteinc1uye una vision de 1a guerra primitiva, euyosentido esta suficientemente marcado par .elespiritu que atraviesa tocla la obra y por e l titu-1 0 del capitulo en que se ubica: I I E Iorganismosocial".

    Inequivocamente enunciada,la perspec-

    tiva organicista de la sociedad reclama y s-ubsu-me, de modo absolutamente coherente, ciertaconcepcion de la guerra. ,Que results de 1aviolencia, entonces, en Leroi-Gourhan? Su res-puesta es clara:

    de finalidad; es, en todo momento y lugar,orientada y dirigida hacia un objetivo:

    Durante todo el transcurse del tiempo, laagresionaparece como una. tecnica eminen-tementeligada a la adquisici6n; entre los pri-

    rnitivos surol inicia1 reside en la caza, don-de se confunden agresion y obtencion dealimento (p.236).

    El comportamiento agresivo es inherente ala realidad humans desde al menos los aus-tralopithecus: y la evolucion acelerada delmecanisme social no cambia en ningun as-pecto ellento desenvolvimiento de 1arnadu-racion del phylum [p. 237).

    Inherente al hombre en tanto ser natural, 1avio-1encia se delimita como medio de subsistencia,como medio de asegurar 1a subsistencia, comamedic para una finalidad inscrita naturahnente

    en el nucleo de ese organismo vivo: sobrevivir.Dealli, la identificacicn: economia primitivacomo economia de la predacion, El hombre pri-mitivo esta, de par si, destinado al cornporta-miento agresivo; en tanto primitivo, esta a la vezcapacitado y determinado para sintetizar su na-turalidad y su humanidad en 1acodlflcacion tee-mea de una agresividad desde entonces util yrentable: es cazador.

    Admitamos esa articulacion entre violencia-disciplinada como tecnica de adquisici6n dealimentos- y el ser biologico del hombre, cuyaintegridad debe conservar aquella, Sin embargo,,dcnde se srtua esa agresi6n tan peculiar mani ..fiesta en la violencia de guerra? Leroi-Gourhan

    Asi, s e remite la agresion como cornportamien-to -es dear, el uso de la violencia- a la humani ..dad en cuanto especie: resulta set coextensivaa ella. De acuerdo, en definitive, COn dicha pro-piedad zoologica de la especie humana, se iden-tifica la violencia como un hecho de caracterirreductib1e, como un dato natural que hundesus rakes en e l ser biologico del hombre. Esaviolencia especrfica, concretada en e l compor-tamiento agresivo, no es inrnotivada ni carece

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    nos da una explicacion: "entre la caza y su re -plica, la guerra, se establece progresivamenteuna sutil asimilacion, conforme una y otra seconcentran en una clase nacida COn la nuevaeconomia: la de los hombres de armas' (p . 237).Vernos, entonces, como se disipa con una fraseelmisterio del origen de la division social: por"asimilacion sutil" (i?), los cazadores devienenpoco a poco guerreros que desde entonces, po-seedores de la fuerza armada, tienenen sus rna-nos los medias para ej ercer en $U provecho e lpoder politico sabre e l resto de la comunidad.Puede sorprendernos la ligereza de sernejantes

    argumentos, salidos de la pluma de un eruditecuya ohra es, can plena derecho, ejemplar en suespecialidad, la prehistoria. Todo esto requeririauna exposicion especial; pero la Ieccion a deri-var es evidente: hay mucho m as que imp ruden-cia en la apuesta al continuismo cuando se ana-lizan acetones humanas, 'en supeditar 1 0social a1 0natural, 1 0 institucional a 1 0 bioiogico. La 50-

    ciedad humans no dirnana de una zoologia, sinode la sociologia.

    Volvamos, entonces.ial problema de la gue-rra. Esta ultima heredaria de la caza -tecnicade obtenci6n de alirnentos- su carga de agresi-vidad, la guerra no seria mas que una repeti-cion, una "replica", una reorgariizacicn de la

    caza: dicho de modo mas prosaico, para Leroi ..Gourhan la guerra es dar caza al hombre. LEsesto verdadero 0 false? No es dificil averiguar-lo, pues basta consultar a aquellos mismos dequien.es cree hablar Leroi-Gourhan, los prirni-tivos contemporaneos, ,Que nos ensefia la ex -periencia etnografica? Es rnuy evidente que, slla finalidad de la cazaes obtener alimento, elmedia de conseguirlo es una agresion: sin mas,es precise dar muerte alanimal para comedo.Perc entonces hay que incluiren el ambito dela caza, como tecnica de adquisicion, todos loscomportamientos que destruyen otra forma de

    vida con el proposito de tener alimento: no 56-10 los anim ale 5, peces y aves carnivores; tam-bien los Insectivores (agresi6n del pichen a lamosca que engulle, etc.], De heche, todas lastecnicas violentas de adquisici6n de alimentodeberian logicarnente analizarse en terminos decomportamiento agresivo: no hay fundamentoalguno para privilegiar al cazador humano porsobre el cazador animal. En realldad, la princi-pal motivacion del cazsdor primitive es el ape-tito, con exclusion de cualquier otro senti ..miento (el case de las cazas sin fin alimentario-esto es, rituales- pertenece a otro ambito). Laque distlngue radicalmente la guerra respectode 1 3caza es que la primers reposa per com ..

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    pleto sabre una dimension ausente en la se-gunda: fa agresiuidad. Para identificar guerra ycaza no basta can que la rnisma tlecha puedamatar a un hombre 0 un mono.

    Precisamente ese es el motivo de que no s epueda remitir una a 1a otra: la guerra es un pu-ro comportamiento de agresion y agresividad.Si 1aguerraes caza, entonces la guerra es la cazaernprendida contra e l hombre: en consecuen ..cia, la caza deberia set 1aguerra contra 1.05 bi-sontes, por ejemplo. A menos que se supongaque la finalidad de 1a guerra siernpre es pro-curarse alimento, que el objeto de ese tipo de

    agresion es el hombre como presa destinada aser cornida, esa reducci6n de la guerra a cazaque opera Leroi-Gourhan no Helle fundamen-to alguno. En efecto, si la guerra es, sin mas, la"replica" de 1a caza, entonces su horizonte esla antropofagia generalizada. Como tcdos sa..bernos, no es nada deello. Aun entre las tribuscanibales, e l prop6sito de la guerra nunca es

    matar a los enemigos para comerlos. Y muchomas que eso: esa "biologizacion' de una acti-vidad como Ia guerra inevitable-mente neva adesterrar su dimension estrictamente social;la inquietante concepcion de Leroi-Gourhanconduce a una disolucion de 1 0sociologico en1 0biologico. La sociedad se torn a un organis-

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    mo social; y cualquier intento de articular undiscurso no zoologico acerca de la sociedad serevela vana a priori. Todo consistira, por elcontrario, enestablecer que la guerra primiti-va no debe nada a la caza; que sus raices no seencuentran en la realidad del hombre comoespecie sino en el ser social de la sociedad pri-mitiva; que con su universalidad senala haciala cultura, no hada la naturaleza.

    El discurso economic is taes, en derta forma,an6 nim 0, por cuanto no es obra especifica dedeterminado teorico, sino antes bien. expresionde una conviccion general, una vaga certeza del

    sentido comun, E se "d isc urs o" seforme en e l si -glo X I X , a partir del momenta en que pensa-dares europeos cornenzaron a considerar porseparado la idea de salvajismo y la de felicidad,cuando con razon 0 sin ella se escindio la creen-cia en que 1a vida prirnitiva era la vida feliz.Entonces se pradujo una inversion del antiguodiscurso en su contrario: desde ese Instante, el

    mundo de los Salvajes fue, con razon 0 sin ella,el m u nd o de la penuria y de la desdicha, En fe-cha m as reciente, ese "saber" popular recibio delas ciencias llamadas humanas un estatuto cien-tifico; se volvio discurso erudito, discurso de Ioseruditos: los fundadores de la antropologia eco-nornica adoptaron como verdad la certeza de

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    que los esquirnales en la nieve: sin embargo,eso no provoca que sean menos guerreros quelos otros pueblos. Igualrnente, conviene desta-car que ese discurso erudito, simple enuncia-cion "cientiflca" de l postulado popular acercade la miseria primitiva, concuerda exactamen-te, volens nolens,con el avatar mas reciente dela concepcion "marxista' de la sociedad: la "an-tropclogia" marxista, En 1 0 cancerniente a 1acuesti6n de la guerra primitiva, debemos [si asipuede decirse) la interpretacion marxista a an-tropologos norteamericanos. M as expeditivosque sus carnaradas franceses y, por ella, dispues-

    tos a enunciar la verdad marxista, unos respec-to de las clases etarias africanas 0 el potlatchamericano, otros respecto de las relaciones entrehombres y mujeres sin importar donde, inves-tigadores como M. Harris 0 D. Gross explicanlas causas de la guerra entre los indios amazoni-cos, especialmente los yanomani.: Quien espe-re que ese marxismo arroje una luz imprevistase vera decepcionado, y no poco: sus sostene-dares no dicen mas (y sin duda piensan menos)al respecto que sus predecesores no marxistas.

    4 ,D. R. Gross,"Proteine Capture and Cultural Develop-ment 1Il the Amazon Basin", en: A merican A tlthro po lo ~ 771975, pp. 526~549; M. Harris, "The Yanornano and th ~C a u ~ses of War in band and Village Societies" , mimeo, s/ f

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    Si la guerra es especialmente intensa entre losindios sudamericanos, eso se debe -segun Grossy Harris- a la escasez de proteinasen la ali-mentacion, a la consecuente necesidad de con-quistar nuevos territorios de caza, y a l inevita-ble conflicto armado con los ocupantes de esosterritortos. En suma, 1a tan envejecida tesis dela imposibilidad de 1aeconomia primitiva parabrindar alimento adecuado a 1a sociedad, for-mulada, entre otros, por Davie.' Limitemonosa seiialar un punto que no se podra desarrollarmas adelante. Si el discurso "rnarxista" [discursoeconomicista si los hay) se asimila can tanta fa-

    cilidad a las representaciones m as sumarias delsentido cornun, se debe 0 bien a que ese senti-do comun es espontaneamente marxista (ioh,manes de Maol] 0 bien a que ese mar:xismo nose dtferencia del sentido cornun mas que por lacomica pretension de plantearse como discur ...so cientiflco. Pero hay algo mas, El marxismo,en tanto teoria general de la sociedad y de la

    historia, estaen L aohligacion de postular la pe-nuda de la economia primitiva, es decir, el muypobre rendimiento de la actividad productiva.

    s . J . Lizot, a quien no ha y margen para engariar si se tra-ta de los yanornani, muestra en que grade una gran ignoran-cia es inrnanente a las producciones de Gross y Harris. Cf. P o -pulat ion, ressources et guerrec ~ e z " L e sYanomani.

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    LPor que? Porque la teoria marxista de la his..toria (yen este case se trata de la propia teoriade Karl Marx) descubre la le y del movimientohistorico y del cambia social en la tendenciaincontenible _ 4 desarroliarse de las fuerzas pro-ductivas. Perc para que 1 3historia se ponga en

    marcha, para que las fuerzas productivas to-men el curse que Ies corresponde, es indispen-sable que en e l punto de partida esas mismasfuerzas se hallen, para ernpezar, en la mas ex-trema deb ili dad, en el subdesarrollo mas com-pleto: de no ser asi, se careceria de motive al-guno para que tiendan a desarrollarse; y seriaimposible articular el cambia social con el de-sarrollo de las fuerzas productivas. Por eso, e lmarxismo -como teoria de la historia basadaen la tendencia de las fuerzas productivas 31desarrollo- debe generar su propia apoyatura,una suerte de grade cera de las fuerzas produc-tivas, encarnado justamente par la economiaprimitiva, pensada desde entonces como eco-

    nornia de Ia mise ria, como economia que en sudeseo de desprenderse de la indigencia tende-fa a desarrollar sus fuerzas productivas, Paramuchos, seria una gran satisfaccion conocer elpunta de vista de Iusantropologos marxistas alrespecto, si estes llegarana pronunciarse: muymeticulosos en 10 atinente a la invenci6n de las

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    formas de explotacion dentro de las sociedadesprimitivas [primogenitc I hijos menores; hom-bre /mujer, etc.), son mucho rnenos elocuentesen 1 0referido ala doctrina que presentan comorespaldo, En efecto, 13 sociedad primitiva plan-tea ala teo ria marxista un Interrogante crucial:si en su sene 10 econ6mico no constituye la in-fraestructura a traves de la cual el s e c social sevuelve transparente, sl las fuerzas productivas....in tender a su propio desarrollo- no funcio-nan como factor determinante del cambia SOacial, , C U i l les el motor que acciona 1 3marcha de}-H' t "IS ona,

    Dicho esto, volvamos ala problematica de 1 3econornia primitiva, ,Es 0 no es una economiade la miseria? Sus fuerzas productivas, ,represen-tan no el rninimo posible de desarrollo? Lasinvestigaciones mas recientes, y mas escrupulo-sas, en el campo de la antropologia economicadernuestran que La econornia de los Salvajes, 0modo de producclon domestica, permite en la

    practice dar total satisfaccion a las necesidadesmateriales de Ia sociedad, al coste de un tiem-po limitado de actividad de prcduccion y deuna bajaintensidad en dicha actividad, Para usafotros terrninos: lejos de sufrir un constante ago-tarniento en procura de sobrevivir, la sociedadprimrtiva, selectiva al determinar sus necesida-

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    des, dispone de una "maquina" de produccion encondiciones de satisfacerlas; de hecho, funcio-na segun el principia: a cada quien conforme asus necesidades. Por eso M. Sahlins pudo hablarcon todo derecha de la sociedad primitiva corno de la primera sociedad de abundancia. Losanalisis de Sahlins y de Lizot respecto de la can-tidad de alimento que precisa una comunidady respecto del tiernpo empleado en su obten-cion sefialan que. las sociedades prirnitivas, yase trate de cazadores nornades 0 de agricultoressedentarios, son en realidad, como muestra eltiempo dedicado a la production, verdaderas

    so cie dad es d e o cio .Asi, 105 trabajos de Sahlins yde Lizot recuperan y corroboran cl material et-nografico aportado por los antiguos viajeros ycronistas.r

    En sus variantes popular; erudita 0 marxista,el discurso econornicista explica la guerra parmedia de la competencia entre grupos en vistasde apropiarse de los bienes escasos. A esta altu-

    ra, seria dificil entender de donde los Salvajes,ocupados en tiempo completo en la busquedaagatadora de alimento, llegarian a liberar ener-gia y tiempo adicionales para hacer la guerra

    ,i C( M. Sahlins, Age depierre, ag e d'bondance.Lleconomiedes societes pr imi t ives,Paris, GaIlimard, 1976 [trad, esp.: Eco-uomia de L a E dad de P iedra, M a drid , A ka l, 1 98 5} .

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    contra sus vecinos, Pero ademas las investiga-ciones actuales demuestran que la economia pri-mitiva es, por el contrario, una economia de laabundancia, no de la escasez: la violencia eaton-ces no se articula con la miseria; y la explica-cion economicista de la guerra primitiva asisteal derrum be de supiedra basal. La universa lidadde la abundanda primitiva impide, precis amen-te, que se Ie pueda atribuir la universalidad de laguerra. (Por que estan en guerra las tribus? Almenos, ya sabemos a queequivale la respuesta"materialista". Y si 10 econ6rnico no tiene nadaque vet con la guerra; entonces acaso haga fal-

    ta volver la mirada hacia 1 0politicoJEl discurso acerca de la guerra primitiva

    basado sabre la nocion de intercambia es sus-tento de 1a iniciativa sociclcgica de Claude L e -vi-Strauss. Semejante afirmaci6n parecera, a

    7 L a s c a ta st ro fe s n a tu ra le s [ se q ui as , i nu n da c io n es ,temblo-res de t ierra, desaparici6n de una especie animal, etc .) puedenpro vo car u na c arestia lo cal d e rec urso s. U na v ez m as, para sea-rre ar c on fh cto h aria f alta q ue f ues e10suf1dentemente durable.Por cuanto parece, otro t ipo de situadon podria confrontar au n a s o ci ed adcon l a escasez,sin q ue la n atu ra le za s ea res po ns a-b le d e ello :iL aconjund6n d e u n espac io ab so lu tam en te c erra-do y una demografla absolutamente abierta (es decir, crecien-tel contiene el riesgo Iatente de una patologta soc ial quedesborda hacia la guerra? Es o no es evidente, s ino q ue es taread e ,q uien es se espec ializan en lo s c ases d e P olin esia0 Melane-s ia ( is la s; v a ledecir, espacios cerrados] da r una respuesta.

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    primera vista, paradojica: en la obra, si bien ex-tensa, de ese autor, la guerra no ocupa mas queun espacio rninimo; y eso es 10 rnenos que sepuede decir. Sin embargo, mas alla de que 1 3im-portancia de un tema no necesariamente sernide par el espacio destin ado a eli en este casose comprueba que la teoria general dela socie-dad elaborada por Levi-Strauss depende estre-chamente de su concepci6n de la violencia: laprenda en juego de esa concepcion es, en sl, el Idiscurso estructuralista acerca del ser social pri-mitivo, Todo consiste, entonces, en mensurar 1amagnitud de esa apuesta,

    La problematica de la guerra es encarada so-1 0 en un texto de Levi-Strauss: alli analiza lasrelaciones que aquella entabla, entre los indiosde America del Sur; con el comercio. M La guerrase encuentra claramente ubicada en el ambito delas relaciones sociales: "Entre los nambikuara,como indudablemente en numerosas poblacio-nes de America precolombina, guerra y comer-

    cia siguen siendo actividades que es imposibleestudiar aisladamente" (p. 136). Y tambien: "EnAmerica del Sur, los conflictos belicos y los in..

    :< C . Levi-Strauss, "Guerre et commerce chez les Indiensde l'A meriqu e du Su d", en:Renaissance,vol, I, N u ev a Yo rk ,1943.

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    tercambios econ6micos no solo constituyen dostip as de relaciones coexistentes, sino antes bienlos dos aspectos, opuestos e indisolubles, de unsolo e identico proceso social" (p. 138). Por en-de, segun Levi-Strauss, no se puede pensar la

    guerra en 51 misma, pues no posee especlfici-dad alguna propia; y , lejos de requerir un exa-men especifico, ese tipo de actividad no pue-de comprenderse mas que, al contrario, en filacontinuidad propia de los elementos del todosocial" (p. 138). Dicho de otto modo; en la 50-ciedad primitiva no existe 'autonornia para laesfera de 1a violencia: esta ultima no adquiere

    sentido a menos que se la remita a la red gene-ral de relaciones que encierran los gropos. Laviolencia es s610 un case puntual de ese sistemaglobal. Si con ello Levi-Strauss quiere senalarque la guerra primitiva es una actividad de in-dole estrictarnente sociologies, desde Iuego nohabra nadie que se 1 0 discuta, a excepcion deLeroi-Gourhan, quien por su parte diluye, pesea todo, la actividad belica en el orden biologico.No cabe duda: Levi-Strauss no se limita a esasvaguedades rudimentarias; por e l contrario, brin-da una idea precisa acerca del modo en quefunciona la sociedad primitiva, cuando menosla amerindla. La identificacion de ese modo defuncionamiento reviste la mayor importancia,

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    Con todo, dicho esto, en la misma pagina seencuentra explicitamente (y sin comentarios)eliminada fa id ea d e c o m erc io .Descr:ibiendo losintercambios de regales entre grupos indios queno se conocen entre 51/ Levi-Strauss senala cui-dadosamente su abandono de 13 referenda alcornercio.YSe trata, entonces, de donatives re-ciprocos, no de operaciones comerciales." Exa-minemos con mayor detalle todo eso.

    La firmeza con que Levi-Strauss diferenciael donative reciproco respecto de la operacicncomercial es absolutamente legitima. Inclusono sera superfluo explicar por que, en un ra-pido excurso sobre la antropologia economi-ca. Si 1 3vida material de las sociedades primi-tivas se desenvuelve sabre un trasfondo deahundancia, el modo de produccion domesti-co presents, adernas, una propiedad esencialdestacada por la reflexion de Sahlins: hay unideal de autarquia subyacente a el: cada comu-nidad aspira a prcducir por sl rnisma todo 10

    necesario para la subsistencia de sus miem-bros. Dicho de otro modo: 1a econornia primi-tiva tiende a la clausura de 1asociedad sobre 5 1misma: y e l ideal de autarquia econornica en-mascara otro, del eual es instrumento: e l idealde independencia poluica. Decidiendo no de-pender para su produccion de bienes de coo-

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    sumo m as que d e .S I misrna, la comunidad pri-mitiva [aldea, banda, etc.) excluye que seapreciso entablar relaciones economicas can losgrupos vecinos, En la sociedad primitiva, elfundamento de las relaciones "internaciona-les" no. es la carencia: precisamente, es capazde satisfacer todas sus necesidades sin verseforzada a solicitar asistencia ajena; se producetodo 1 0que hace falta [alimentos y utenstlios],por eso se puede prescindir de los demas, Enotras palabras, el ideal autarquicc es un idealanticomercial. Como tcdo ideal, no se realizaen todo tiempo y lugar; pero puede decirse

    que -si las circunstancias "3si 1 0 exigen- losSalvajes pueden, con orgullo de su parte, pres-cindir de los. otros,

    A eso se debe que e l modo de producci6ndomestico ignore las relaciones comercialesque precisarnente su funcionamiento econo-mico tiende a excluir: Ia sociedad primitiva, ensu set, rechaza el riesgo, inmanente al comer-cio, de enajenar su autonomia, de perder su li-bertad. Tarnbien en esteel Levi-Strauss de lasEstructuras se abstuvo, con todo derecho, deretomar 1 0escrite en G u erre et c om m e rc e ...En-tonces, si se desea comprender algo de 1 3gue-rra primitiva, hay que evitar articularla con uncomercio que no existe,

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    Asi, lo que da sentido a La guerra ya no es elcomercio, sino el intercambio; la interpreta-cion de la guerra deriva de la concepcion basa-d a sab re el in terc am b io resp ec to d eL asociedad.Hay cantinuidad entre guerra CresuLtante detransacciones

    malogradas"]eintercambio ("gue_

    rras resueltas de modo pacifico"). Pero, del mis-mo modo en que la primera version de late.oria levi-straussiana de la violencia contem ..pl-aba la guerra como el eventual no-triunfodel cornercio, vemos que en la teoria basadasabre el intercamhio se atribuyo una prioridadequivalente al intercarnbio, del cual la guerra

    no es mas que el fracaso. En otros terminos,por si rnisma la guerra no posee positividad al-guna, no expresa el ser social de la sociedadprimitive, sino la no-realizacion de ese ser, quees ser-para-el-intercarnbio: en si, la guerra es elnegative y la negacion de la sociedad prirniti-va en tanto ambito privilegiado del intercarn-bio, puesto que el intercambio es 13 esencia

    misma de la sociedad prirnitiva, Segun esaconcepcion, 1a guerra, como viraje brusco, co-mo ruptura del movirniento en direccion alintercarnbio, no podria representar m a sque lano-esencia, el no-set de 1a sociedad, Es 1 0 ac-cesorio, confrontado can 1 0 principal; el acci-dente, frente a la sustancia. El intercambio es

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    10 querido por la sociedad primitiva: no es otro8U deseo socrologico, que constantemente tien-de a hacerse realidad y en efecto casi siemprese concreta, salvo en caso de accidente. Eaton-ces surgen la violencia y la guerra.

    Asi.Ia logica de esa concepcion basada en elintercambio lleva a una cuasi disoluci6n delfenorneno 'de laguerra. Carente de realidadernpirica a causa de la prioridad asignada al in-tercambio, p ierd e to dadimension inst ituc ional:no pertenece al ser de la sociedad primitiva,no es mas que una propiedad accidental, aza-rosa, inesencial, de aquella: la sociedad primi-

    tiva es pensable sin la guerra. Ese dis curs 0acerca de la guerra primitiva basado en el in-tercambio, discurso inmanente a la teoria gene-ral que desarrolla Levi-Strauss respecto de lasociedad primitiva, no toma en cuenta el datoetnografico: cuasi universalidad del fen6menobelico, mas' alla de las sociedades tomadas enconsideracion, su medic natural 0 su modo de

    organizaci6n socioeconomica: intensidad, na . .turalmente variable, de la actividad de gue-rra. Entonces, la concepcion basada en el inter-cambio y su objeto caen, en cierta forma, unopor fuera del otro; la realidad primitiva reba-sea el discurso de Levi-Strauss. No por negli-gencia 0 ignorancia del autor, sino porque to-

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    mar en cuenta la guerra es incompatible con suanalisis de 1asociedad, eI eual unicamente se sos-tiene -par ende- si se exduye la funci6n socio-logica de la guerra en la sociedad prirnitiva.

    (Hay que decir que, para respetar 1a reali-

    dad primitiva en todas sus dirnensiones, espreciso abandortar la idea de la sociedad comosede del mtercambio? Para nada. Intercambioo violencia: esa no es Ia disyuntiva.No es el in ..tercambio en si el que esta en contradiccioncan 1a guerra, sino el discurso que reduce elsersocial de 1a saciedad primitiva al intercam-bio, La sociedad primitiva es el espacio del in-

    tercambio, y tambien es el terruorio dela violen-cia: can igual derecho que el intercarnbio, laguerra pertenece a1ser social primitive. No sepuede pensar 1a sociedad primitiva sin pensaral mismo tiempo 1a guerra. Sera cuesti6n decorroborarlo. Para Hobbes, la sociedad primiti-va era la guerra de todos contra todos. La pers-pectiva de Levi-Strauss es simetrica e inversaa la de Hobbes: la sociedad primitiva es el in-tercambio de todos con todos. En Hobbes es-taba ausente el intercambio; en Levi-Strauss,la ausente es la guerra.

    Pero, par otra parte, Ltodo consiste simple-mente en yuxtaponer el discurso acerca delintercambio a 1 discurso acerca de la guerra?

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    ,La rehabilitation de la guerra como dimen-sion esencial de la sociedad primitiva deja quesubsista intacta la idea de intercambio comoesencia de 10 social? Evidenternente, eso esimpcsible: equivocarse respecto de la guerra es

    equivocarse respecto de la sociedad. ,De dan-de proviene eI error de Levi-Strauss? De unaconfusion entre los niveles soctologicos en quefuncionan respectivamente la actividad de gue..rra y el in terc am bio. A lquerer ubicarlos en unmismo nivel, uno es fatalmente llevada a elimi-nar sea uno U otro, a deformar -mutilando-la- la realidad social primitiva. Intercambio y

    guerra deben set pensados, indudablernente,perc no segun una continuidad que permitiriapasar gradualmente de uno al otro, sino segununa discontinuidad radical que es la unica enponer de manifiesto la verdad de la sociedadprirnitiva,

    La fragmentaci6n extrema can que se presenta,en todoslos cases, la sociedad primitiva seria lacausa -asi se solia escrlbir- de Ia frecuencia dela guerra en ese tipo de sociedad, Su engendra-m ie nto m ec an ic o,descrito en la secuencia esca-sez de recursos-competencia para subs is ti r . .ais-lamiento de los grupos, produciria como efectogeneral la guerra.Ahara bien, si en gran medi-

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    del habitat. Un grupo local puede estar confer-mado tanto por cazadores n6mades como poragricultores sedentarios; la banda errante decazadores-recolectores posee, en igual medidaque Ia aldea estable de hortelanos, las propie-clades sociologicas de la comunidad prirrtitiva.En tanto unidad politica, esta ultima no s610 seinscribe en el espacio homogeneo de su habi-tat, sino que extiende su control, su codifica-cion, su derecho sabre un territorio. Es eviden ..te en el case de los cazadares, tambien es ciertocan respecto a los agricultores que siempreasignan, mas a n ade sus plantaciones, un espa-

    cio salvaje donde pueden cazar y recoger lasplantas utiles: sirnplemente, el territorio de unabanda de cazadores tiene, con toda probahili-dad, mayor extension que el de una aldea deagricultores, La localidad del grupo local es , en-tonces, su territorio, como reserva natural derecursos materiales, sin duda, pero sabre todocomo espacio exclusiuo de ejercicio de los de-

    rechos comunitarios. La exclusividad en el usadel territorio implica un movimiento de exclu-sion, yaqui aparece con claridad 1a dimensionestrictarnente politica de la sociedad primitivacomo comunidad que incluye su vinculo esen-cial con el territorio: la existencia del Otro seplantea, para empezaren el acto que 1 0exclu-

    4 4

    ye; cada sociedad afirma su derecho exclusivesoore determinado territorio contra las otrasc;m~cidades; la relacion politica con los g~.p a svecinos se produce inmediatamente. Rela-c io i l q u e se -entibla: .: .: re co i dem os lO : -:e n-elordenpolitico, no en el economico: par ser el modode. producci6n domestico aquello que es, nin-gun grupo local tiene, en principia, necesidadalguns de poner pie sabre el territorio de losvecinos para aprovisionarse,

    El dominio sobre el territorio perrnite quela comunidad concrete su ideal autarquico,asegurandole la autosuficiencia en recurs os.

    En consecuencia, no depende de nadie, es in-dependiente. De ello deberia seguirse, al sertodas las casas iguales para todos los gI'tJ,pOSlocales, una ausencia general de violencia, yaque esta no podria hacer aparici6n mas queen los inftecuentes cases de violacion de te-rritorio: deberia ser defensiva. Tampoco po-dria, entonces, producirse, pues cada grupo

    cuenta con su propio territorio, de donde noexiste motive para salk Ahara bien, como sa-bemos, la guerra es general, y muy a menudoofensiva. Eso significa que la defensa del terri-torio no es la causa de la guerra, significa quetodavia no se ha echado luz sobre el vinculoentre guerra y sociedad.

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    ;.Que conlleva eso para el ser de la sociedadprimitiva, en tanto se plasma, identico, en lasene infinita de comunidades, bandas, aldeas 0grupos locales? La respuesta esta presente entoda la literatura etnografica, desde que Occi-

    dente se interesa por el mundo de los Salvajes.El ser de la sociedad primitive siempre fue per-cibido como lugar de la diferencia absoluta,comparado con el sec de la sociedad occiden-tal; como espacio extraiio e impensable de laausencia. Ausencia de todo 10 que constituye eluniverso sociocultural de los observadores:mundo sin jerarquia, personas que no obede-

    cen a nadie, sociedad indiferente a la posesionde riquezas, jefes que no ejercen el mando, cul-turas sin moral puesto que ignoran el pecado,sociedad sin clases, sociedad sin Estado, etc. Ensurna, los escritos de los viajeros antiguos 0 delos eruditos modernos no dejan de aludir -sinllegar a expresarlo- a que en su set la sociedadprimitiva es indiuisa.

    Ignora -porque impide su aparici6n-Ia dife-rencia entre rices y pobres, la oposicion entreexplotadores y explotados, la dominacion queejerce sobre 1a sociedad el jefe. El modo deproducci6n domestic 0, que garantiza 1a autar-quia econornica de la comunidad como ta tpermite tambien la autonomia de los grupos

    de parentesco que componen el conjunto so..cial, e inclusive la independencia de los Indivi-duos. En efecto, fuera de la que deriva de lossexes, en la sociedad primitive no hay divisionde trabajo alguna: cada individuo es polivalen-

    te en derta forma; todos los hombres saben to-do aque lloque lo s hombres deben saber hacer;todas la smujeres sahen rea lizer lastareas que to-da mujer debe realizer. En el ambito del saber,y del saber hacer ningun individuo presenta UR.3lnferioridad ta l q ue d eje fla nc os d eb ile sante lai nic ia tiva deotto, m a sdorado 0 mejor provis-to: el parentesco de la_"victima u inmediatamen-

    te habria logrado desalentar la vocacion delaprendiz de explotador, Los etnologos releva ..ron, a cual mejor, la indiferencia de los Salva-jes respecto de sus bienes y posesiones, que sindificultad vuelven a fabricar en cuanto se losusa 0 dana; la ausencia , en treelias, de cualqu ie rdeseo de acumulacion,De hecho, ,par que ha-bria de aparecer un deseo sernejante? La- acti-

    vidad de produccion es medida con exactitudconforme a la satisfaccicn de necesidades , ynova m a salla: la producci6n de excedente es per-fectamente posible en la economia primitiva,pero tambien es por complete inutil: ,que seharia con ella? Por otra parte, en ese tipo de so..ciedad la ac tividad de ac um ulac i6n (produ cir

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    un excedente inutil] s610 podria ser una inicia-tiva estrictamente individual: elempreudedor"solo podria contar con sus propias fuerzas, porser sociologicarnente imposible la explotaciondel otro. Can todo, imaginernos que pese a 10solitario de su esfuerzo, el ernprendedor salva-je llegara a formar, con el sudor de su frente, unstock de recursos sin saber ~recordemoslo- quehacer c?n el, pues se trata de un excedente, esdecir; de una cantidad de bienes no requeridos,en tanto ya no surgen de 1a intencion de satisfa-eer necesidades. l Que sucedera? Simplemente,la comunidad 10 ayudara a consumir esos re-

    curses gratuitos: el hombre devenido "rico" porluchar a braze partido vera como en un abrir ycerrar de ojos se esfuma su riqueza, presa delas manos, 0 de los estornagos, de sus vecinos.AsL la concrecion del deseo de acumulacion sereduciria amero fen6meno de autoexplotacionespontanea del individuo y, simultanearnente, deexplotacion del rico par parte de la comuni-

    dad. Los Salvajes son 1 0suficientemente sensa-tos como para no abandonarse a ese desatino,La sociedad primitiva funciona de maDera talque en ella S011 imposibles la desigualdad, laexplotaci6n, la division.- Tomada en la dimension empirica de su exis-tencia -el grupo local-, la sociedad prirnitiva

    presenta dos propiedades sociologices esencia-les en la medida en que estas Involucran ya suser, ese ser social que determina laraz6n deser y el pnncipio de mteligibilidad de 1a gue-rra. La comunidad primitiva esa la vez totali-

    dady

    unidad.Totalidad, en cuanto es conjunto

    ~oncluido, aut6nomo, complete, que sin cesarpretende mantener su autonornia: sociedad enel sentido pleno del termino, Unidad.ien rela-don con la perseverancia de su ser hornegeneoen el rechazo de 1a division social, en la exclu-sion de la desigualdad, en vedar la alienacion.La sociedad primitiva es totalidad-una, si se

    percibe que e1 principle de su unidad no es ex-terno a ella: no dej a que ninguna Figura delUno se separe del cuerpo social para represen-tarla, para encarnarla como unidad. Por eso elenteric de indivision es fundamentalmente po-litico. Que el jefe salvaje permanezca sin poderse debe a que la sociedad no acepta que el po-der se separe de su ser, que se instale la division

    entre quien manda y quienes obedecen. Otromotive es que en 1a sociedad primitive el jefeesta encargado de h ab lar en n om b rede fa socie-dad: en su discurso, el jefe nunca expresa el ensuefio de su propio deseo como individuo 0 eldictado de su ley privada, sino s610 el deseo so-cielogico que tiene la sociedad d e ,seguir indi-

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    traduciria el fracaso ocasional del sistema; 0bien el sistema no seria capaz de funcionar sin1aguerra? (La guerra no seria una condicion deposibilidad del ser social primitive? iLa guerraseria la condicion de vida de la sociedad primi-tiva, antes que su riesgo de muerte?

    Un primer punta es evidente: la posibilidadde guerra esta inscrita en el ser de la sociedadprimitive. La voluntad de afirrnar su diferenciapar parte de cada comunidad es 1 0 suficiente-mente tensa como para que el menor inciden-te transforme en el acto la diterencia deseadaen diferendo real. Violacion de territorio, su-

    puesta agresion del chaman de los vecinos: nohace falta mas para que estalle la guerra. Enconsecuencia, equilibria fragil. En esa instan-cia, la posibilidad de violencia y de conflictoarmada son un data inmediato, Per 0, i:acasopodria irnaginarse que esa posibilidad jarnas sehaga realidad y que en lugar de 1 3guerra de to-dos contra todos tal como la piensa Hobbes se

    asista, por el contrario, a1intercambio de todoscon todos, segun presupone el punta de vistade Levi-Strauss?

    Aceptemos, par tanto, 1a hipotesis de arnis-tad generalizada, M uy pronto percibimos que,par varies motives, eso es imposible. Ante to-do, a causa de 1adispersion espacia1.Las cornu-

    S 2

    t~ f~

    III

    ! ,I ttl

    nidades primitivas mantienen cierta distanciaentre si, en sentido literal y figurado: entre ca ..da banda 0 aldea se extienden sus respectivosterritories, locual permite que cada grupo per-manezca en una celosa reserva, en su fuero in..timo. La lejania es poco' conveniente para laamistad. Esta se establece faci1mente con losvecinos cercanos, a quienes se puede invitar afestejos, cuyas invitaciones pueden set acepta-das, a quienes se puede visitar. Can los gruposIejanos no se puede establecer ese tipo de tela-ciones. Una comunidad prirnitiva aborrece dealejarse demasiado y par mucho tiempo del te-

    rritorio que conoce porque es el suyo, Desde el. " " 1momento en que ya no estan en su casa _, osSalvajes experimentan -con 0 sin razon, percla mayor parte de las veces can ella- un vivosentimiento de desconfianza y r ece lo , Pa reso,las relaciones amistosas de intercambio no sellevan adelante mas que entre grupos cercanosunos de los otros. Se excluye a los grupos leja-

    nos: son, cuando mucho, extranos.Pero, por otra parte, la hip6tesis de amistad

    de todos can todos entra en contradicci6n conel deseo profunda, esencial de todas las cornu ..nidades de rnantener y desplegar su ser de to-taltdad-una, es decir, su diferencia irreductiblecan respecto a los dernas grupos, Incluidos los

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    vecinos amigos y aliados. La logics de la socie-dad prirrutiva, que es una logica de la diferen-cia, entraria en contradiccion con 1 3 logica delintercambio generalizado, que al ser una logicade la identiftcacion es una logica de la identi ..dad. Ahara bien, la sociedad rechaza par sobre

    todas las cosas eso: identificarse con lo s otros,perder aquella que la constituye como tal, supropio ser y su diferencia, Ia capacidad de pen-sarse como Nosotros aut6nomo. En esa identi-ficacion de todos con todos que implicarian in-tercarnbio generalizado y amistad de todos contodos, cada comunidad perderia su indtvidua-lidad. El intercambio de todos can todos seriala destruccion de Ia sociedad prirnitiva, pues laidentificaci6n es un movimiento hacia la ~uer-t~l ser social prirn:Itivo es una afirmaci6n devida. La logic a identitaria dana Iugar a una suer-te de discurso igualador, por ser ellema rectorde la amistad de todos con todos "[Somos to-dos pares!" La multiplicidad de los Nosotrosparciales unificada en un meta~Nosotros su-

    I

    presion de 1adiferencia propia de cada comu-nidad aut6noma: abolida la distincion entre elNosotros y el Otro, desaparece 13.sociedad pri-mitiva en si, Yano se trata de psicologia prirni-tiva sino de logica sociologica, Inmanente a lasociedad p rim itiva, hay una logica centrifuga

    t

    j(I

    de resquebrajamiento, dispersion, escision talque cada comunidad necesita, para pensarse enese caracter -corno totalidad-una-, de la figuraopuesta del extranjero 0 del enemigo, tal quela posibilidad de la violencia se inscribe p or an -tiapado en el set social primitive: la g uerra esun a estruc tu ra d e la so cied ad p rim itiv a,no elfracaso accidental de un intercambio malogra ...do. A ese estatuto estructural de la violenciaresponde la universalidad de la guerra en elmundo de los Salvajes.

    Por funcionamiento estructural, la amistadgeneralizada y el intercambio de todos con to-dos son imposibles, En consecuencia, lhay quedade la raz6n a Hobbes y llegar, de la imposi-bilidad de la amistad de todos con tcdos, a sa-car la conclusion de la realidad de la Guerratodos contra todos? Aceptemos ahora hi hipc-tesis de hostil idad generalizada. Cada cornu",nidad se ha11a en situad6n de enfrentamientocon las demas; la rnaquina de guerra funciona

    a pleno; de manera global, la sociedad solo secompone de enemigos que aspiran a su red-proca destrucci6n. Sea; perc, como se sabe,toda guerra termina por dejar la presencia deun vencedor y un venddo. ,Cual seria, en esecaso, el principal efecto de la guerra de todoscontra todos? Instauraria esa relacion politics

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    cuyo surgimiento es tarea de la sociedad pri-mitiva impedir: 1a guerra de todos contra to-dos llevaria al afianzarniento de la relacion dedominio, de 1a relaci6n de poder que el ven-cedar podria ejercer sobre el vencido por lafuerza. Entonces se dibujaria una nueva figu-fa de 10 social que incluye la relacion mando-obediencia, la division politica de la sociedaden amos y subditos. En otros terminos, seria 1amuerte de la sociedad primitiva en tanto es yquiere ser cuerpo indiviso. De ello se sigueque la guerra generalizada produciria exacta-mente el rnismo efecto que la amistad gene-

    ralizada: negar el ser social primitive. En elcase de Ia amistad de todos con to dos, la co-munidad perderia, por disoluci6n de su dife-rencia, su propiedad de totalidad autonoma.En el caso de 1a guerra de todos contra todos,perderia, por irrupcion de la division social,su caracter de unidad homogenea: 1a sociedadprimitiva es toralidad-una en su ser. No pue-

    de dar anuencia a 1a paz universal que alienasu libertad, no puede entregarse a 1a guerrageneralizada que consuma 1a abolicion de suigualdad. Entre los Salvajes, no es posible seramigo de todos ni ser enernigo de todos,

    No obstante, 1aguerra pertenece a 1aesenciade 1a sociedad primitiva, es -exactamente co-

    mo el intercambio- una estructera de aquella.lEso equivale a decir que el ser social prirniti-vo sena una suerte de mixtura de dos elemen-tos heterogeneos (un poco de intercambio, unpoco de guerra) y que el ideal primitiv~ con-sistiria en mantener el equilibrio entre amboscomponentes, en busca de una suerte de ter-mino medic entre elementos contrarios, si nocontradictorios? Eso seria persistir en la idealevi-straussiana de que guerra e intercambio sedesarrollan en el mismo nivel y que en todomomento uno es el limite yel fracaso del otto.De heche, desde esa perspectiV'3 el intercam-

    bio generalizado elinnna la guerra, pero al rnis-rna tiempo 1 asociedad primitiva;mientras quela guerra generalizada suprime el intercambio,con Identico resultado. Par ende, el ser social- ._.primitivo necesita del intercambio y de 1ague-rra para poder a la vez conjugar la honorabili-dad autonomista y el rechazo de la division. Aese doble requisite se remiten el estatuto y la

    funci6n de intercambio y guerra, que se d esa-r ro ll an en n iuele s d i st in to s .

    La imposibilidad de la guerra de todos con-tra todos opera, en una comunidad dada, unainmediata dasificaci6n de las personas que larodean: al comienzo, los Otros son rotulacloscomo amigos 0 enemigos. Can los primeros se

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    en p rim er L ug arComo tactics la alianza es de- cuyo seno nunc a de]a de operar; seria estricta-

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    en p rim er L ug ar.Como tactics, la alianza es determinada por la guerra en tanto instituci6n. Enefecto, la estrategia es estrictamente la mismaen todas las comunidades: perseverar en su seraut6nomo, rnantenerse como 1 0 que son, Nasa-tros indivisos,

    Ya se ha constatado que mediante la voluntadde independencia politica y el dominic exclu-sivo de su territorio manifiestos en cada comu-nidad la posibilidad de la guerra es inmediata-mente Inscrita en el funcionamiento de dichassociedades: la sociedad prirnitiva es el ambitodel estado de guerra permanente. Ahara se veq u ela busqueda de alianza depende de la reali-dad factica de 1 3guerra. Hay una prioridad 50-ciologica de la guerra par sabre la alianza.Eneste punto se enlaza el verdadero vinculo en-tre intercambio y guerra. De hecho, id6nde seentablan las relaciones de intercambio; que uni-clades sociopoliticas reline el principia de reci-procidad? Son precisamente los grupos impli-cados en las redes de alianza; los compaiierosde intercarn bio son los aliados. L a esjera del in -te rc am b i o en g lo baexaaamente la p rop ia deL a

    alianza. Desde luego, eso no quiere decir quesi no hubiera alianza no habria mas Intercam-bio: este ultimo se veda, simplemente, circuns-crito al espacio de la comunidad autonorna en

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    y ] p ;mente intracomunltario.

    El intercambio se produce} entonces, con losaUados.Hay intercambio porque hay alianza.No todo consiste en intercambio de buenas rna-neras -ciclos de festejos a los cuales se invitan

    alternativamentecotlvidado y anfitrion-: tam-bien existe el mtercambio de regales, sin -repi ..tam oslo- verdadera significacion economicay, sobre todo, intercambio de mujeres. Comoescribe Levi-Strauss, "El intercambio de pro-metidos no es mas que la conclusion de unproceso ininterrumpido de donativos reci-pi~cosn (ob. cit., p, 79). En sintesis, 1arealidad

    ernpirica de la alianza sustenta 1aposibilidad deun irrtercambio complete, que abarca no so-lo los bienes y servicios sine ademas las rela-clones matrimoniales. ,Que es el lntercambtode mujeres? En la dimension de la sociedadhumana en 5 1 ,garantiza la humanidad de esasociedad -es decir, su no animalidad-; es se-fial de que la sociedad humana no perteneceal orden de la naturaleza sino al de la culturs:lasociedad humans se desenvuelve en el uni-verso de la regla, no en el de la necesidad: enel mundo de la instituciou, no en el del Instin-to. El Intercarnbioexogarnico de mujeres esfundacional para la sociedad como tal, segun

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    la prohibicion del incesto. Pero aqui se trata todas formas no pueda rebasarlo: la alianza

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    p qprecisamente del intercambio en tanto instituyela sociedad humana como sociedad no-ani-mal, no del irrtercambio tal como se instaura enel marco de una red de alianzas entre comu-nidades distintas, el cual se desarrolla en otro

    nivel. Encuadrado dentro de la alianza, el in-tercambio de mujeres reviste un importanteaka nee politico, Para grupos diferentes, esta-bleeer relaciones rnatrirnoniales es un medicpara estrechar y afianzar la alianza politica alos fines de enfrentar en las mejores condicio-nes a los inevitables enemigos, De aliados queson a un tiernpo parientes se puede esperarmas constancia en la solidaridad de guerra,aunque los lazas de parentesco bajo ningunconcepto sean garantia definitive de fidelidada la alianza. Segun Levi-Strauss, el intercam-bio de mujeres es el ultimo terrnino del "pro-cesa ininterrumpido de donativos reciprocos".En realidad, cuando dos grupos entran en re-Iacion, no buscan en absolute intercarnbiarmujeres: 10 que desean es la alianza politicomilitar; y el mejor modo de llegar a ella es in-tercambiarmujeres, En gran medida, eso haceque -51 bien el ambito de intercambic rnatri-rnonial puede sin dificultades ser mas restrin-gido que el ambito de Ia alianza politic a-, de

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    todas formas no pueda rebasarlo: la alianzapermite el intercambio 'Ya la vez 1 0interrum-pe, es su limite. El intercambio no va m a sallade la alianza.

    Levi-Strauss confunde fin y media, Confu-sion .forzosa, debida a su propia concepcion del

    Intercambio, que ubica en el mismo nivel el in-tercambio como acto fundacional de la socie-dad humana (prohibicion del incesto, exoga-mia) y el intercambio como consecuencia ymedia de Ia alianza politica 005 mejoresalia-dos, olos m enos m alos,son parientes).A fin decuentas, la perspectiva que subyace ala teoriaIevi-straussiana del intercarnbio es que la socie-dad primitiva quiere el intercambio. ,Que esuna soctedad-pera-el-intercambio? que cuantom as Intercarnbio haYI mejor funciona, Aharabien, ya vimos que tanto en el terrene de la eco-nomia (ideal autarquico] como en el de la po-litica (voluntad de independencia], la sociedadprimitiva desarrolla constantemente una estra-

    tegia destinada a reducir 1 0m a sposible 1 ane..cesidad de intercambio: en ese caso, de ningunmodo hay sociedad para el intercarnbio, sinoque mas bien hay sociedad contra el Intercam-bio.Y eso se ve con plena evidencia precisamen-te en el punto en que confluyen intercambiode mujeres y violencia. Se sabe que una de las

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    tercarnbio. Es la guerra, inscrita en el modo de prohibici6n del incesto. ,Acaso no dice que

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    funcionamiento de la sociedad primitiva. Laguerra irnplica alianza; 1a alianza conlleva in-tercambio (entendido no como diferencia entreel hombre y el animal, como pasaje de la na-turaleza a la cultura sino, por supuesto, como

    despliegue de la sociatividad de la sociedadprimitiva. como libre juego de su ser politico).A traves de la guerra se puede comprender el in-tercambio; no a la inversa, La guerra no es unafalla accidental del intercambio; si el intercam-bio un efecto tactico de la guerra..El intercambioconsumado no es -como piensa Levi-Strauss-Toque detennina el no-ser de la guerra, sino que laguerra consumada determina el ser del intercam-bio, Par otra parte, el problema constante de lacomunidad primitiva no es [con quien.entabla-remos intercambio? .sino i. c om o p od rem o sman-tener nuestra independencial El punta de vistade los Salvajes acerca del intercambio es senci-110: es un mal necesario: ya que precisamos alia-dos, 1 0mismo cia que sean cufiados nuestros,

    Hobbes creia, erradamente, que e1 mundoprimitive no es un mundo social porque en el1 aguerra impide el intercambio, concebido nos610 como intercambio de bienes y serviciossino sabre todo como intercambio de muje-res, como respeto de la regia exogamies en 1a

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    prohibici6n del incesto. ,Acaso no dice quelos salvajes americanos viven de "rnanera casianimal" y que la ausencia de organizaci6n sedeja traslucir en su sometimiento ala "concu-piscencia natural" (entre ellos no existe eluniverse de la regla)? Pero la equivocaci6n de

    Hobbes no hace que Levi-Strauss este en 1 0cierto. Para este Ultimo, la sociedad primitivaes elmundo del lntercambio, pero a expenses deuna confusion entre el intercambio fundador-de 13sociedad humana en general y el inter-cambia como modo de relaci6n entre gruposdiferentes, Tampoco puede escapar a la elimi-naci6n de la guerra, en tanto esta es negaciondel intercarnbio: si hay guerra} no hay inter-cambia; y st no hay Intercambio, ya no hay so-ciedad. El intercambio es, sin duda, inrnanen-te a 1 0 social humano: hay sociedad humanaporque hay Intercambio de mujeres, porquehay prohibicion del incesto. Perc aquel inter-carnbio no tiene nada que ver can esa activi-

    dad cabalmente sociopolitica que es 1aguerra.Y -por supuesto- dichaguerra no pone enentredicho ningunaspecto del intercambio co-mo respeto de la prohibition del incesto, Laguerra pone en entredicho el in tercam b io co -mo conjunto de relaciones sociopoliticas entrecomun idades d i! e, rent es ,pero 1 0 hace para fun-

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    darlo para instaurarlo con Ia mediaci6n de la i ti t lti i i

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    darlo, para instaurarlo con Ia mediaci6n de laalianza. Confundiendo esas dos facetas del in-tercarnbio, Levt-Strauss inscribe de tcdas for-mas 1 a guerra en ese .mismo nivel, donde notiene raz6n de ser; y de clonde debe, par tan- 'to, desaparecer: para ese autor; la puesta enpractica del principio de reciprocidad se tra-duce en la busqueda de 1a alianza, que permi-te el intercambio de mujeres. EI intercambioconduye en la negacion de la guerra. Esa des- 'cripci6n del hecho social prirmtlvo seria corn-pleramenre satisfactoria, con la unica condi-cion de que no exist a la guerra: su existenciaes cosa conocida, pero tambien 1 0 es su uni-versalidad. La realidad etnografica sostiene,asi, el discurso contraria: el estado de guerraentre los grupos vuelve necesario buscar laalianza, que provoca el intercamhio de muje-res. De este modo, el analisis logrado de siste-mas de pareritesco 0 de sistemas nlitologicospuede coexistir con un discurso fall ido acercade la sociedad.

    E1 analisis de los hechos etnograficos demues.tra la dimension estrictamente politica de laactividad belica. Esta no se relaciona con la es-pecificidad zoologies de Ia humanidad ni con1a competencia entre comunidades para sub-

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    sistir; tampoco, por ultimo, can un m ovimie 11 -to constante del intercambio hacia la supre-sian de 1a violencia. La guerra se articula conla-sociedad prirnitiva en cuanto tal [tambienen ella es universal); es uno de los modos defuncionamiento de dicha sociedad. El caracterde esta ultima determina la existencia y elsentido de la guerra, a cuyo respecto -como semostro anteriormente- es presentada de ante-mana, como posibilidad, en el ser social primi-tivo, par causa del extrema particularismo ex-hibido por cada grupo, Para cualquier gruposocial, todos los Otros sonextranos: 1 a figura

    del extraiio confuma, paracualquier gropo da-do, la convicci6n acerca de su identidad comoNosotros aut6nomo. Esto equivale a decir queel estado de guerra es permanente, pues canlos extraftos solo se tiene una re1aci6n de hos-tilidad, l~evada a no a )a pt;ktica eD.'Una gue-rra efectivamente reahzach. Lo esencial no esi; -realidad puntual del conflicto armado, delcombate, sino 1a permanencia de su posibili-dad, el estado de guerra permanente en tantoconservaa todas las comunidades en su dife-rencia respectiva. Lo permanente, estructural,es el estado de guerra can los extrados, que aveces -a interval os mas a rnenos regulares, conmenor 0 mayor frecuencia, segun que socie-

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    dad sea- culmina en la batalla efectiva en el I dedad primitiva: conservarse como NOSOtr05

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    dad sea- culmina en la batalla efectiva, en el Ienfrentamiento directo: entonces, el extrafio Ies el Enernigo, hecho que a su vez genera la fi- ~gura del Aliado. El estado de guerra es perma- \nente; pero eso no signifies que los Salvajespasen su tiempo hacienda la guerra.

    Como politica exterior de la sociedad primi-tiva, la guerra se relaciona can la politica inte-rior de aquella, can eso que podria llamarseconservadurismo intransigente de dicha socie-dad, expresado en la incesante referenda a1sis-tema tradicional de normas, a la Ley ancestralque debe respetarse en todo momenta} que nopuede alterarse con cambia alguno. (Que in-tenta conservar la sociedad primitiva mediantesu conservadurismo? Intenta conservar su pro-pic ser; desea perseverar en su ser, iPero queser es ese? Es un ser indivisQ: el euerpo sociales homogeneo, la comunidad es u.a NQsotros.En consecuencia, el conservadurismo primiti-vo busca impedir la innovaci6n en 1 3 sociedad,d~sea gue el respeto por la Ley asegure la pre-servaci6n del cadeter indiviso, b1lsca impedirque aparezca 1adivision en la sociedad, Esa es,tanto en e l ambito de 1 0economico [imposibilidad de acumular riquezas] como en e l de larelacion de poder [el jefe esta presente para noejercer el mando], 1 apolitica interior de 1a 50-

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    dedad primitiva: conservarse como NOSOtr05indiviso, como totalidad-una.

    Perc par otra parte resulta muy evidente qu.e'la voluntad de perseverar en su set indiviso a01-rna igualmente a todos los N osotros, a todas lascomunidades: la posicion del Si-mismo de cadauna de ellas imphca 1a oposici6n, Ia hostilidadcontra las otras; e l estado de guerra es tan d u r. a -hIe como la capacidad de las comunidades pg-mitivas de afirmar su autonomia unas resp~~~"to de las otras. Como una semuestre incapaz deello sera destruida par las otras. La capacidadde ~oner en practica la relaci6n estructural ~ehostilidad (disuasi6n) y la capacidad de reslS-tencia efectiva contra las iniciativas de las otras[rechazar un ataque], en suma.Ia capaddad pro-pia de cada comunidad de llevar adelante 1ague-rra es .la condicion de su autonomia. Dicho deotro modo: el estado de guerra penn anente y Iaguerra plasmada peri6dicamente se ptesen~ncomo el principal media utilizado por 1a SOCle ..dad primitiva a los fmes de impedir el cambiosocial. La permanencia de la sociedad primitivepasa por 1apermanencia del estado de guerra,la aplicacion de la politica interior (mantenerintacto el Nosotros indiviso y aut6nomo) pasapor 1apuesta en marcha de la politicaexterior(estrechar alianzas para hacer 1aguerra): 1ague-

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    es sociedad de 1 0 multiple: a mayor dispersion, se divide entre quienes ejercen el poder y quie-

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    p y p ,menor unificacion. De alli en adelante, se veque tanto la politi.ca interior como la exteriorde la sociedad prirnitiva est-an determinadaspor esa misma logica rigurosa. Por una parte, 1acomunidad quiere perseverar en su ser indivi-so y a causa de ella impide que una instanciaunificadora se separe del cuerpo social -la fi-gura del jefe con ejereicio efeetivo de mando-e introduzca la division social entre senor ysubordinados. Por otra parte, Iacomunidad quie-re perseverar en su ser aut6nomo, es decir;

    perrnanecer bajo la divisa de su propia Ley: re-chaza, en consecuencia, cualquier logica quepudiera llevarla a someterse a una ley externa;se opone a la exterioridad de 1a Ley unificado-fa. Ahora bien, icual es ese poderio legal queengloba todas las diferencias con la intenci6nde suprimirlas, que s610 se sostiene si, precisa-mente, logra abolir 1alogica de 1 0 multiple pa-ra sustituirla con la logica contraria, la propia

    de la unificacion; cual es el otro nombre de eseUno ue de . or si la sociedad primitiva recha-za? Esel Estado.

    Retomemos eltema, ,Que es el Estado? Esel signo consumado de la division en la socie-dad, en tanto es el organa separado del poderpolitico: a partir de ese momenta} la sociedad

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    nes 1 0padecen. La sociedad ya no es un Noso-tros indiviso; una totalidad-una, sino un cuerpofragmentado, un ser social heterogeneo, La di-vision social, el surgimiento del Estado son lamuerte de la sociedadprimitiva ..Para que la co...munidad pueda afirmar su diferencia, hace fal-ta que sea indivisa: su voluntad de ser una to-talidad que excluya a las demas se apoya sobreel rechazo de la division social; para pensarsecomo N osotros exclusive frente a los Otros, sehaee necesario que el Nosotros sea cuerpo 50--cial homogeneo, La fragmentacion externa, laindivision intema son las dos caras de una solarealidad, los dos aspectos de un mismo funcio-namiento sociologico, de 1 3rnisma logica social.Para que la comunidad pueda enfrentar eflcaz-mente el mundo de los enemigos, se requiereque se halle unida, hornogenea, sin divislones.De rnanera reciproca, para existir en la indi-vision necesita de la figura del Enemigo, en la

    cual puede leer la imagen unitaria de su sersocial. La autonomia sociopolitica y la indivi-sion sociologica son la una condici6n de laotra, y la logica centrifuga de la desintegra-cion es una negativa a la logica unificadorade 1 0Uno. Concretamente, eso signifies que lascomunidades primitivas .nunca pueden alcan-

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