Clase de Conversación - El banquero

Clase de conversación Español Clase de conversación Español Clase de conversación Español Clase de conversación Español El Banquero.El Banquero.El Banquero.El Banquero.

Profesor Gustavo Balcázar Morales / Email: [email protected] / Twitter: @tavobalcazar

Blog: http://profgustavo.blogia.com

I. Preguntas previas

1) ¿Cuál es, a tu juicio, la principal función de un banco?

2) ¿Los bancos tienen alguna responsabilidad social?

3) ¿Acumular riqueza debe tener algún límite?

4) ¿La pobreza es responsabilidad de los individuos, de la sociedad civil o del estado?

5) ¿Crees que es posible erradicar la pobreza del mundo?

II. Vocabulario previo

1. Banco: Hacia fines de la Edad Media, con el vigoroso surgimiento de la burguesía, en los

más importantes centros comerciales de Europa, como Venecia y Florencia, aparecieron

lugares donde la naciente clase empresarial hacía sus transacciones financieras. Los que

tenían un excedente de dinero podían prestarlo a intereses a aquellos que necesitaban

efectivo para adquirir mercaderías. Los comerciantes y noveles financistas llevaban a cabo

esos intercambios sentados en largos bancos de madera sobre los cuales extendían sus

piezas de oro. La palabra italiana banca, enseguida trasmitida al francés como banque,

adquirió muy pronto el sentido de ‘mostrador del que presta dinero’ y, más tarde, de

‘empresa de transacciones de crédito’.

2. Préstamo: Cantidad de dinero que se solicita, generalmente a una institución financiera, con la obligación de devolverlo con un interés.

3. Interés: lucro producido por el capital.

4. Ganancia: lucro o provecho que se obtiene de un negocio.

5. Morosidad: Falta de actividad o puntualidad.

6. Riesgo: contingencia o proximidad de un daño.

Clase de conversación Español Clase de conversación Español Clase de conversación Español El Banquero.El Banquero.El Banquero.El Banquero.



EN LOS LUGARES más apartados del país, la selva de Sundarban, el delta del Ganges o la

frontera con Birmania, es posible cruzarse con diligentes empleados que se desplazan con un

maletín decorado con el símbolo del Banco Grameen, dirigiéndose a participar en disciplinadas

ceremonias de préstamo y reembolso. Actualmente más de dos millones de bangladesíes han

recibido microcréditos de este banco que ha revolucionado la actividad económica antes de

desbordar sus fronteras y establecerse en más de 30 países.

Al comienzo de todo se halla la energía de un economista que supo encontrar respuestas a las

frustraciones de su oficio: Muhammad Yunus. Nacido en 1939 en la sureña ciudad de

Chitagong, Yunus aprendió en la joyería familiar el gusto por la empresa, antes de partir a

Estados Unidos para doctorarse. A su regreso al país, Yunus experimentó lo mismo que muchos

intelectuales del Tercer Mundo formados en universidades norteamericanas: las teorías no

funcionan y la ciencia se aleja progresivamente de la vida cotidiana. "Dar clases de Economía

era para mí como asistir a películas. En ellas los buenos terminan por triunfar y los malvados

suelen ser castigados. Pero al salir de la facultad y atravesar los barrios miserables camino a

casa, vivía un choque mayor que al salir de la sala de cine y regresar al mundo real", declara

Yunus, antes de relatar la experiencia que debía cambiar su destino: "Sucedió durante la gran

Hambruna de 1974, que radicalizó nuestro sentimiento de impotencia e inutilidad. Un día me

crucé con una mujer que trabajaba duramente para fabricar taburetes de bambú. Le pregunté

cuánto ganaba y me respondió que dos centavos por pieza. Luego descubrí que ella recibía los




materiales de un prestamista que la obligaba a venderle su producción a precios que él imponía.

El circuito estaba viciado, convirtiéndola en una esclava virtual. Decidí con mis alumnos hacer

un trabajo práctico en el pueblo y averiguar cuántos trabajadores estaban en la misma situación.

Eran 42 personas laboriosas pero condenadas por el sistema a no poder salir de la pobreza. Al

principio creí que sería fácil conseguir el préstamo necesario para asegurar su despegue. ¡30

dólares para 42 personas! Lo que descubrí fue la premisa implícita del sistema bancario

tradicional: que no vale la pena prestar a los pobres".

Yunus recuerda hoy con distancia el recorrido a través de la inercia de las instituciones y del

desprecio de los que toman decisiones financieras. El resultado fue la decisión de organizar poco

a poco su propio sistema de préstamos, que se materializaría en 1983 en la creación del Banco

Grameen, el Banco del Pueblo. Hoy puede mostrar una brillante experiencia promoviendo

microproyectos productivos y denunciando algunos de los bancos que en su país funcionan

como "instituciones de caridad para los ricos".

El requisito para obtener un crédito es la presentación de un proyecto respaldado por cinco

personas sin vínculo de parentesco. Los banqueros profesionales se escandalizaron de los

riesgos, en vista de la falta de garantías financieras, pero sus prejuicios fueron desmentidos por

resultados contundentes. En un país donde la tasa de reembolso de los créditos no llega al 30%,

los créditos del Banco Grameen registran menos del 2% de impagos. A estas estadísticas debe

añadirse otro descubrimiento: casi el 92% del millón de créditos concedidos ha sido recibido por

mujeres, quienes han demostrado un rigor sin

precedentes en este país.

El promedio del monto prestado es de 75 dólares, que

son devueltos con una tasa de interés del 16%. El

reembolso comienza a realizarse un mes después de

recibido el préstamo en cuotas semanales, en el curso

de una ceremonia colectiva en la que el representante




local del banco acude a los poblados, evitando la burocratización de los trámites de oficina.

Actualmente el Banco Grameen está implantado en 36.000 aldeas de las casi 68.000 que existen

en Bangladesh y cuenta con un personal de más de 12.000 empleados dirigidos a partir de la

sede central en Dhaka, la capital del país.

Asistir, por ejemplo, a una ceremonia de reembolso en la aldea de Hariajiri permite comprender

la importancia del microcrédito en el medio rural. La presencia del Estado es mínima, lo que

impide la reducción del analfabetismo, la generación de empleo o la mejora de las condiciones

sanitarias.

Anindita Sirajul posee desde 1996 un estanque de peces que le ha permitido mantener a su

familia de tres hijos, a la vez que aumentar la cuota de calorías del pueblo. Después de pagar los

60 dólares iniciales, contrajo un nuevo crédito que la ha permitido dividir el estanque e

improvisar con especies diferentes. Su vecina, Taslima Sarkar, ofrece un servicio de transporte

en una pequeña embarcación adquirida por 48 dólares, que nunca imaginó tener a su alcance.

Lavina Karim ha abierto un pequeñísimo almacén en el que vende galletas, caramelos, té, panes

y hasta algunas muñecas que han modificado los juegos infantiles. La ceremonia comienza con

saludos casi marciales y la proclamación de algunas consignas de la Banca: "Me esforzaré en

educar a mis hijos; protegeré el medio ambiente; me esforzaré para asegurar la prosperidad de

mi familia; no exigiré el pago de una dote para que mi hija se case; no tendré más hijos que los

que pueda educar, etc.".




Actualmente el Banco Grameen es más que un mero organismo financiero porque no ha dudado

en proclamar y difundir un código de 16 determinaciones, que los prestatarios recitan en

público. El conflicto con ciertas tradiciones es abierto y Yunus no duda en asumir los riesgos de

su polémica iniciativa: "Quienes nos reprochan organizar sesiones que refuerzan la confianza en

nuestros objetivos y corear saludos enérgicamente, no decían nada cuando las mujeres debían

hablar con los hombres con la cara dirigida al suelo. Nuestro éxito nos ha atraído críticas de la

izquierda y la derecha: los primeros nos reprochan despertar sueños irrealizables de progreso y

los segundos nos atribuyen el incitar al desacato de tradiciones ancestrales. Peor aún es el

argumento de los integristas que nos acusan de actuar bajo órdenes de cristianos y ateos".

Uno se pregunta al visitar Bangladesh cómo hubiera podido sobrevivir la mayoría de los

campesinos que tuvieron que acostumbrarse a los bruscos cambios impuestos por el mercado

internacional. Primer productor mundial de índigo y de yute, hoy esos dos productos han sido

reemplazados por materiales sintéticos en la fabricación de vaqueros o sacos de patatas,

respectivamente. Mientras la globalización hacía desaparecer formas de actividad productiva, el

Banco Grameen resucitaba oficios al borde de la extinción. El autoempleo es el objetivo del

microcrédito y reposa en una filosofía: "Cada ser humano es capaz de realizar más cosas de las

que él mismo imagina, si logra liberar su energía atrapada por la resignación y la costumbre".

En 1997 se realizó en Washington una cumbre mundial dedicada al microcrédito, mientras que

países tan disímiles como Estados Unidos, Francia, Noruega, Chile y México crean instituciones

inspiradas por Grameen para impulsar la lucha contra la pobreza. Hilary Clinton y la Reina

Sofía, ministros de todo el mundo y funcionarios de las organizaciones multilaterales hacen el

viaje al barrio de Mirpur, en la capital de Bangladesh para visitar el banco y entrevistar a su

fundador. Al partir, cada visitante sale impresionado por la variedad de planes que no cesan de

multiplicarse. Después de los créditos para vivienda, el impulso al diseño de ropa bajo la

asesoría de la antigua modelo Bibi Russell, las escuelas técnicas y los centros de salud dirigidos

por el Doctor Zafrula, Muhammad Yunus se ha fijado un nuevo objetivo: dotar de un teléfono

celular a cada aldea del país. El presidente Clinton ha propuesto a Yunus para el premio Nobel,




mientras que España lo honra con el Premio Príncipe de Asturias. Mañana lo esperará sobre su

escritorio, una nutrida selección de proyectos y de nuevas aventuras.

Vocabulario

1) Hambruna: escases generalizada de alimentos.

2) Taburete: asiento sin brazos ni respaldo.

3) Despegue: levantar el vuelo

4) Prejuicio: Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo

que se conoce mal.

5) Añadirse (añadir): Agregar, incorporar algo a otra cosa.

6) Estanque: Balsa construida para recoger el agua, con fines utilitarios, como

proveer al riego, criar peces, o meramente ornamentales.

Clase de Conversación - El banquero

Education

Transcript of Clase de Conversación - El banquero