Civilizaciones Perdidas - Otavalo R-006 Nº148 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2
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el
r,olcán Pichincha
emergía
una
gi-
gantesca columna
de
humo,
cultas
cenizas volcánicas
caían
sobre
varios
pueblos
cercanos.
Pero
para un
ciudadano
ecuatoriano como
é1,
el
agresivo
compofia-
miento
de
la
montaña
es algo
habitual
¡r
casi
cotidiano.
Aun
con
todo,
la
mirada
de
Juan
Yo-
nochi,
un indígena
que
se
decía
descendiente
de
los más
antiguos
pobladores
de aquellas
tie-
ras,
los caranquis,
no
resuitaba
tranquiliza-
dora...
Sln
embargo,
ni
siquiera
aquello
tras-
tocó
nuestros
planes
y
nos
encaminamos
ha-
cia
la ciudad
de sus
ancestros,
Otavalo,
situada
a
unos
clen
kilómetros
al
norle
de
Quito,
ia ca-
pital
de
Ecuador.
Al1í
iniciaríamos un
periplo
en
busca
de algunos
de los enigmas
más
in-
quietantes
del
pasado
de
este
país. Por delante
nos
esperaban
relatos
legendarios
que
tenían
a
indígenas
e
incas
como
protagonistas,
teso-
ros fabuiosos
ocultos
en el
interior
de
túneles
subterráneos
construidos
en
el
pasado, restos
arqueológicos
que
retan
las
teorías
oficiales
o
un
museo
que
en
sí mismo
es
un
verdadero ór-
dago
a 1as
tesis históricas
establecidas.
Un
museo
"terrible"
E1
museo
de1
arqueólogo
César
Vázquez
Fü'
ller
alberga
la
colección
privada
más
impo-
nente
de
Ecuador.
En
realidad,
el
museo
no
es
más
que
un
viejo
caserón
de madera
semipo-
drida,
pero guarda
en su
interior
algunas
pie-
zas
que
contradicen
muchas
tesis
establecidas.
Bajo
Ia
mirada
indiferente
de
1os
habitantes
de
Otavalo,
subimos
sus
renqueantes
escaleras
y
en
la planta superior
nos
enconlramos
un
vie-
jito
sentado
en
su
mecedora.
Menudo
y
de
pelo
cano,
aquel
anciano
no
era
otro
más
que
Fü-
lleq,
quien
sin
mediar
palabra
nos condujo
len-
tamente
hasta
una
sala
en
donde
amontona-
das,
cubiertas
de
polvo y enterradas
por
las te-
las
de araña
se
apiñan
miles
de
piezas,
com-
pradas
a los
indígenas
o
regaiadas
por
ellos,
que
Fül1er
lleva
coleccionando
desde su
ju-
ventud.
AIIí
pudimos
contemplar
magníficas
estatuas
{¡
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texto
y
fotos:
Pablo
Villarrubia
Mauso
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de cerámica
pertenecientes
a diferentes cu1-
turas indígenas.
En
el
suelo,
apoyadas
sobre
un mueble de
madera,
se hallaban
algunas
ra-
rísimas
sillas
manabíes con
forrna
de
"U"
y
to-
talmente
labradas
en piedra.
Su base está de-
corada
por
figuras
humanas
de
cuatro
patas
o
por
animales
como
el
jaguar.
Hasta hoy
no
se
ha
podido
deterrninar
cuál
fue
su finalidad:
"Creo
que
estas
sillas
de
los
manabitas
sett¡ían
para
rendir
culto
a la
Luna"
,
nos
dijo
escuetamente Fü-
ller.
Junto
a
ellas nos
encontra-
mos
con otras estatuas,
no
menos magníficas,
de casi
un metro
de
altura
y
perte-
necientes
a la
culfttra
cho-
ffi$
mms*m
#flqtuq##É##á€*
.Yl1Y.:1,rabado
de
-
-
*
#-
=
*
una
de
aquellas piezas.
#*
ffiÉmg*$*
mEfu*A,mA
Mássorpresas:enunaü-
pceams
qffi#
$ffi#É#**ü
a*
;:l'.#:'rT;:iiT*;
I
nqu¡etud
y
polémica
es
lo
que
el cráneo
I
del llamado
Hombre
de
Otavalo
ha
suscitado
entre
los
círculos
académicos.
Fue
en
1971
cuando
el
zoólogo
David
Davies
lo
descubrió
en
una
estantería
de
la
Escuela
Politécnica
Nacional de
Quito
(Ecuador),
donde
había
permanecido
en el
olvido
durante
15
años.
El
estudioso
lo
describió
como
perteneciente
a
un
hombre
de
"pronunciada
formación
ósea
en
la cuenca
de
los
ojos,
frente
estrecñ a
y
ligeramente
inclinada
hacia
atrás
y
malares
extraordinariamente
fuertes",
La
lectura
efectuada
por
los
científicos
de
aquellos
restos
situó a
los
estudiosos
ante
una
doble
diatriba,
Por
un
llamaron
Ia
atención
dos
pequeñas
embarcaciones
m#mÉwm*Ém
d*
proas porlaban
cabezas
humanas
y
de
jaguaq
que
de haberse
tratado
de
Ios
famosos
dragones
nórdicos,
podrían
haber
pasado
por barcos
vikin-
gos,
los
llamados draka-
r¿s.
La
similitud
es
tal en-
tre dichas
embarcaciones
que
podría
pensarse
-como
muchos investi-
rrera. Muestran
suefferos
ÉfqÉ*f*mgffifuámg
mm§ÉUfl#É##
de cerámica.
En sus
con
cascos
que
Erich
von
Dániken interpretó
en su
día
como astronautas
que
visitaron
la
Tier:ra
en un
pasado
remoto.
Otras
de
las
piezas,
por
su temá-
tica,
podrían
perlenecer
al museo del
profesor
Ja-
vier
Cabrera Darquea
en
Ica
(Per-u),
que ha reu-
nido
miles
de
piedras
con
bajorelieves que
mostra-
rÍan una iejana
humanidad,
cuyo rastro
se
ha
perdido,
conviviendo con
los
dino-
saurios:
"Se
parece
mucho
a
un
plesiosaurio.
I¡L encontra-
ron
unos obreros
cuando
abrían un
camino
a
orillas del
lago.
Es
nuestro
particular
monstruo
del
lago
Ness'l
dijo
Fi1üer
entre
irónico
y
orgulioso
#*
E*s
Fa##fuE#s
prmfuÉmry*reñc*s
q**ft
*g*pcE*m-
ffiffiffi#ffi#e¿4m$e*s
*
wñk§mg*m,
gadores
sostienen- que
algunos pue-
blos
prehispáni-
Arriba,
César
Vázquez
Füller,
que
guarda
en
su
museo
piezas
capaces
de
poner
en
jaque
la historia
de
América.
Junto a
estas
líneas,
Atahualpa,
el
último
rey
inca.
lado, aquel homínido
presentaba
rasgos
híbridos
entre un
Hombre de Neanderthal
y
un Homo
sapiens,
circunstancia
que
según la
ciencia
predominante
nunca
se
produjo,
La
otra incógnita
era
aún
máyor:
los neanderthales
jamás
alcanzaron
América
durante el
périodo
evolutivo
en
que
vivieron.
En
la
Universidad de
Cambridge
dataron
los restos
en
'1973
entre
hace
26.000
y
30,000
años, lo
que
les confería una
antigüedad
mayor
que
la
atribuida
hasta
ese
momento
a
los
primeros
humanos
que
ocuparon
América,
aunque sobre
este
asunto
la
polémica
ha
sido
desde siempre enconada,
A
mediados
del
siglo
XlX,
un
biólogo europeo
llamado
Petér
W¡lhelm
Lund
localizó
en
Lagoa
cos
mantuvieron
contactos con otras
culturas
lejanas.
Pero
claro, la
ciencia oficial
no
lo
ad-
mite... De
momento.
"Creo
quelos
antiguos
pueblos
de
Mesopotamia,
del
antiguo
Egipto
y
los
fenicios
llegaron
hasta
América...
Vea
usted
mismo
estas
piezas",
me
retó el
coleccionista,
quien
partiendo
de
la idea
de
que
los
antiguos ecuatorianos
eran
exce-
lentes
navegantes
postula
que
también existió
un estrecho
intercambio
comercial
con otras
civilizaciones. Y
es
que
efectivamente,
las pie-
zas
que
ahora
me
mostraba, auténticas
según
ei dictamen
de
varios
museos
estatales, mos-
traban formas y
estilos muy
semejantes
a las
de otros
pueblos,
como
por
ejemplo
los
del
An-
tiguo Egipto.
El
oculto
destino del
tesoro
inca
Nuestra
siguiente
parada
en el
periplo
a tra-
vés
del valle y
sus
inmediaciones nos
condujo
a
veinticinco
kilómetros al norle
de Otavalo.
NLí,
a 2.225
metros de
altitud,
se
encuentra
Ibarra,
la
capital
de Ia
proüncia
de
Imbabura.
Esta
ciudad
fue fundada
por
el
capitán
Cris-
tóbal
de Troya
en
1606.
Se
erigió
sobre
unos
terrenos
que
pertenecÍan
a
Juana
Atabalipa,
nieta de
Atahualpa,
el
último de
los
reyes
in-
cas.
Allí
vivieronlos
caranquis,
que
opusieron
feroz resistencia a
la
ocupación
inca
y
iuego
a
los
españoles.
BB
MÁS ALtÁ
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en
el estado
de
Minas
Gerais
restos
humanos
que
fueron
atados
en
hace
100.000
años'
Pese
a
aquellos
restos
no
han
sido
odavía tomados en
consideracién
por
la
ciencia,
que parece remisa
a
aceptar
el
poblamiento
de
América
más
allá
de
hace
díez
milenios.
Sin
embargo,
el
Hombre
de
Otavalo
no
es
el único
que
nos
remite
a la
posibilidad
de
que
la
especie
humana
habitara
América
desde
mucho
tiempo
antes
de
lo
Pensado,
pues
a
comienzos
del
siglo
XX,
el
famoso
antropólogo
francés
Paul
Rivet
encontró
138 cráneos
en
Etuador.
Diecisiete
de
ellos
eran
semejantes
a
los
de Lagoa Santa
Y
Presentaban un
aspecto
'grosero
Y
brutaf'-
Rivet
se
mostró
convencido
de
la extrema
antigüedad
de
aquellos
vestigios.
Sin
embargo,
aún
hoY
aguardan
en
el
Museo
de
Historia
Natural
de
París
esperando
su datación.
"Ins
caranquis
eran
considerados
feroces
guerero
s
que
resistieron
las
embestidas
delos
incas
dttrante
17
años,
hasta
1487,
cuando
Huayna
Capac
los
denotó
en
la
masacre
del
lago
Yahuarcocha.
Murió también
stL
líder
Cacha
Du'
chiceln
Debió
ser
algo
tenible. El cro-
nistaPedro
Cieu
ilel'eón,
otro
a'o-
nista,
dice
qttefueron
veinte
millos
degollados",
me
comentaba
Juan
Yonochi,
descendiente
de
aquellos
heroicos
combatientes,
quien
nos
narra
una
versión
de
la
historia
poco
conocida
según
la
cual
la
hija
de
Duchicela,
llamada
Shlri
o
Shiri
Cacha,
se casó con
Hualna
Capac,
con
quien tuvo
un
hijo
¡Atahualpa,
el
último
de
los soberanos
incas
Ei
cronista Garcilaso de
la
Vega
relata
que
los
caranquis
se
vengaron
y
obtuvieron
su
1i-
bertad celebrándoio
con
sacrilicios
en
honor
de
sus
dioses.
Huayna
Capac
envió
una
expe-
dlción
de
guerreros
en la
que
murieron
miles
de
personas de
ambos
bandos.
El
Inca
ordenó
que
su
ejército
degollase
afodosloscaranquis
cautivos
dentro
de una
gran
laguna
a
la
que
llamaron
yahuarcocha,
qu.e
quiere
deci4
precisamente,
"lago
o
mar
de sangre".
Se
rLlmorea
que cerca
de
allÍ
pudo ocultarse
parte
del
cé-
lebre
tesoro
de los
incas.
Cé-
sar
Füller
y
otros
exPeños
apun-
tan
que
podría encontrarse
en
al-
gún
lugar
subterráneo
entre
Ota-
valo e Imbabura.
En
todos
los
confines
delTahuan-
tinsuyu
o
Reino
Inca
se
Profanaron
templos
y huacas
Para
enviar
sus
riquezas
a
1os
esPañoles
como
res-
cate
del
Inca aprisionado,
Atahualpa.
De
camino
al
templo
de Pachacámac,
para
supervisar
el envío
de1
oro,
Hernando
Pizarro
vio
una
ladera
cu-
bier-ta
de
oro,
que
era
la
acumulación
de",..tinaias
y
tinajones,
cdntaros
grandes
y
chi'
cos,
ollas,
braceros,
rodelas
y
pweses
y
otras
mu-
chas
lobradas
de
oro
y
plata,
que
un
hetmano
de
Atahualpo,
llanrudo
Quilliscacha,
llevaba
paro aytLda
a
su
rescate..."
,
como
narraba
Gar-
cilaso
de
la
Vega
en
su mencionada
crónica'
Sin
embargo,
no todo
ei
oro
enviado
a
Cuzco
l1egó
a
su destino.
A1
parecer, los
coordinado-
ul
r
r¡J
Za
U
(t
N<
.t
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o
-
v1
L
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o
t¡J
z
o
U
N
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UI
o
U
t¡¡
É,
I
o
t¡¡
o
.:r,:+::i:-¡-
:
I origen de
los
otavaleños
resulta
todo
un misterio. El
cronista
Antonio
Vázquez
de
Espinosa
creía
que
estos
indígenas
eran
descendientes de
alguna
de
Ias
Tribus Perdidas de lsrael. Así lo
cuenta
en
su Compendio
y
descripción
de
las lndias
Occidentales,
donde
asegura:
"La
nación
de
los
Puruaes
junto
al
Río Bamba, los
de
Otabalo
y
otras
provincias
del distrito
de
Quito
al
padre
llaman
Abbá,
que
es
vocablo
syriaco,
del
cual
usaban
los hebreos
por
haber
vivido
entre
los
Syros.
Otros
innumerables vocablos
hay
hebreos
que por
excusar
prolijidad
no los
refiero,
que
denotan
con
certeza
proceden
los
indios de
las
diez
Tribut'.
res de
la
operación de rescate de Atahualpa
ocultaron en
algún lugar
de
la provincia
de Iba-
rra
tesoros sagrados.
Otros
cargamentos
si-
milares
parlieron
desde
Quito,
pero poco
se
sabe de
ese
tesoro.
El cronista
Pedro Cieza de
León menciona
a
un soberano
quiteño
llamado
Rumiñahui,
quien
junto
a sus asistentes es-
condió
seiscientas cargas de
oro
en
una laguna.
Para
evitar
que
revelaran
el secreto
de
su
ubl-
cación, los
cargadores
fueron
asesinados.
¿Oculto
en
los "túneles
araña"?
El
Museo
Arqueológico
y
Etnológico
Atahualpa
está
situado
sobre
lo que
un
día fue
el
palacio
de
la antigua
ciudad de Caranqui.
Su
directora,
Nhora Benítez,
nos
explicó
que
"el
museo está
sobre
un antiguo
Templo
del
Sol
donde
tambien
se ubicabcL el
Templo
de
las Vír-
genes
del
Sol,
llamado
en idioma
qtLechtLa,
Ayahuasi.
Se
trataba
de tm
templo
muy amplio
y
grande
ocupado por 200 vírgenes.
El
padre
y
cronista
Juan
de Velacco
dice
que
estaba
di-
El
líder
judío
portugués
Menasseh
Ben tsarel,
en su
libro
Origen
de los Americanos
(1650),
citaba
24
libros
hebreos
y
multitud
de
autores
griegos,
árabes
y
latinos
para probar
que
las Diez Tribus
fueron
los
primeros
pobladores
de América.
Pero,
¿qué
fiabilidad
tienen
estas
aventuradas
hipótesis?
Aunque
pueda
parecer
lo
contrario,
esta
posibilidad
podría
no
resultar
tan
descabellada.
Una de
las
piezas
que
apoyarían esta
hipótesis se
encuentra
en Los Lunas,
un
pequeño
pueblo
situado
al sur
de
Alburquerque
(Nuevo
México).
A
los
pies
de
una
montaña
conocida
popularmente
como
Mystery
Mountarn
o montaña
del misterio,
existe
una
roca
que posee
una
extraña
inscripción
que
según
la opinión
de varios
expertos
está escrita
en
paleo-hebreo
y
parece
recoger
una
versión
de
los
Diez
Mandamientos.
Estudiosos
como el
profesor
Frank Hibben,
historiador
y
arqueólogo de la
Universidad
de
Nuevo México,
están
convencídos de
que
la ínscrípción
es
muy
antigua
y por
lo
tanto, auténtica.
Él
pudo
verla
por
primera
vez
en
1933,
y
el
guía
que
se
la
mostró
aseguraba
haberlo
hecho
en
1880, cuando
todavía
no
se conocía
el
antiguo
alfabeto
hebreo,
descartándose
así
la
posibilidad
de
un
fraude.
1,".i
ri rri
ir:
li
r:.111
,,
:-
,¡,ld
üi:lri'r i,if',;
i'
li :l
,tri"i.[i*
r*li.
]
iii
{:,.i
i:'l
i"iiii¡t
,Jil
irir,,
yidido
en
siete
grandes
es-
pacios. Ltt
esfructtLra tenía
piedras por
fuera
y,
por
dentro,
1t
estaba
lantinada
en oro
-
plata,
conto in'Li-
Nhora Benítez,
directora del
Museo
Arqueológico
y
Etnológico
Atahualpa. Arriba,
placa
encontrada
en
la entrada
de un
túnel
inca
en
Otavalo.
tando
lafamosa
Coricancha
de
Cuzco, en
Peni
Aquella
similitud no
se
antoja
casual.
Re
cientemente
(MÁS
ALLÁ, 1441t t46) se ha des
cublerlo 1a
existencia
de
un conglomerado de
túneles
subteráneos
en
la
Coricancha
que po
drÍa
albergar el tesoro
de
los incas, o
al
me
nos, par-te
del
mismo.
E1
hallazgo, efectuado
por
1os
investigadores
de
1a
Fundación Bohic
Ruz, ha hecho resucitar 1a r,ieja
sospecha de
que
1as antiguas civilizaciones
que poblaron
las
tierras
de
aquel continente
sembraron
e
mismo
de
mundos subterráneos.
El citado
museo, según nos confirmaron,
está
conectado
mediante
un túnel
con
el
palacio
inca
de
Huavna
Capac, en
donde
hov
se
en
cuentra la Iglesia
del Señor
del
Amor. Bajo la
capllla
de
la
misma han sido
rescatados
algu
nos r,estigios
arqueológicos
pertenecientes
a
Ia
época de los incas.
También
ha
sido
locallzada
una
entrada
al citado
túnel
subter"ráneo
que
parte desde el
altar
ma1,or de
1a lg1esia.
"Poca
gentelo
sabe,
pero existe
un
entramado
de
túneles
subterdneos
construidos por los
ca
ranquis
que
tienen la
fonna
de
una araña. En
el
centro
de
dichos
tuneles estíi
la
iglesia, qtrc
era elpalacio
principal.
Y
de
ahí
partían
el
resto
kngo
noticias
de
que
se
han descttbierto seis
pero
lafalta
de apoyo
econóruico
y
lo
inaccesi-
ble rlel ltryar hatt intpetlido
nrtevas
itrexi¿,,-
ciones", nos
asegura
Nhora
Benítez,
para
quier
aquellos
túne1es
cumplían una
función
bé1ica
Las
diferentes
entradas
localizadas
distan en
tre
sí hasta 25
kilómetros,
io que
nos
ofrece
una
perspectiva
de
1o extraordinario
de dichc
entramado,
cuva locali-
zación sigue
siendo
un
gran
misterio.
Los
in
vestigadores
mantiener
sobre
e1
asunto
una
plx-
dente
reserva
a fin
de eri-
tar
posibles
expolios
Con toda seguridad, er
breve
conoceremos má:
detalles
sobre el
úrltlmc
de
los
misterios
de Ecua-
dor,
un
país que
nos
ha
comenzado
a desr,elar
un
pasado
repleto
de dt-
safíos.
r
i
,,,,,,,'l
,'*r¡;¡i','1;
l1i
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¡ l l'
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l,
90
MÁS
ATLÁ
7/25/2019 Civilizaciones Perdidas - Otavalo R-006 Nº148 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2
http://slidepdf.com/reader/full/civilizaciones-perdidas-otavalo-r-006-no148-mas-alla-de-la-ciencia-vicufo2 6/9
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rl tl
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r.:9
^-
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ALLA DE LA CIENCIA"
1»t
,**tu-*'"
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erinted
in
Spain.
30 de
iunio
de
2001.
Psicofonias:
3B; i:T
flXE,,
El
origen
de
las
psicofonías
continúa
siendo un enigma
para
los
paraps¡cólogos
de
todo el
mundo.
Como
complemento
al
CD
que
MÁS
ALLÁ
regala este mes,
incluimos un
artículo
que
analiza algunas
de
las
más
impactantes
"voces
del
más
allá".
En gri.m€re
psr§$I:a
r'
Lucía Bosé:
pasión
psr
tro§
ángeler
Págína
48
Desde su
juventud
una
idea
anidaba
en
su
interior:
crear
un
museo
dedicado
a los ángeles.
Ahora
ha
hecho
realidad
su
sueño,
y desde
septiembre
pasado
el
pueblo
segoviano
de Turégano cuenta
con su
propio
espacio
dedicado a estos benéficos
seres.
Lucía
Bosé nos
abrió
sus
puertas.
MÁS ALTÁ
ILU5TRACION
DE
PORTADA:
ALEJANDRO BAHAMONDE
7/25/2019 Civilizaciones Perdidas - Otavalo R-006 Nº148 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2
http://slidepdf.com/reader/full/civilizaciones-perdidas-otavalo-r-006-no148-mas-alla-de-la-ciencia-vicufo2 7/9
§umario
EEEEÑT
,,
Al
encontrar
un
alma
gemela
es
posible
que
nuestra mente
diga:
yo
no
te
conozco,
Pero
el
corazón sí
le
conoce.
Él o
etla
nos cogen
de la
mano
por
primera
vez
y
el
recuen/o
de
ese
contacto
trascrende
eI
tiempo
y
sacude
cada uno
de los
átomos
de
nuestro sen
))
Supercuerdas
Es
una
de 1as
más recientes
aportaciones
de
1a
física al
misterio
de
1o
lir,o.
Se
denomina
teorÍa
de
las supercuerdas v
sus
enunciados
nos sumergen
en
un increíble
universo
multidimensional
habitado
por
delgadas
cuerdas
cósmicas
que
no
tienen
principio
ni
fin...
ta,
':iJ.:'.,
i,.,:t¡J,--:
.-
i
"
l¡:
i..-J
i
.'ri
'trr
';.r:
¡
r,..-ir..,
i"'l
-¿¡'::ii:,'
Barcos vikingos,
estatuillas egipcias,
representaciones
de
dinosaurios...
son sólo algunas
de
las
piezas
desencajadas
del
misterloso
puzzle que
es el Valle de
Otavalo, en Ecuador. Un enclave cuyos
túneles
subteráneos
podrían
alberga¡
además,
pane
del
lesoro de
los
inta....
Aterrizaje
O\fNl
62
en
Salamanca
Aunque
la
actiridad
OVNI
había descendido últlmamente en nuestro
país,
el fenómeno
se
ha
"reactivado"
en las
últimas
semanas.
El
posible
aterizaje
de
larios
objetos en
la
prorincia
de
Salamanca
asÍ
parece
confirrnarlo.
¿Estamos
ante el
inicio
de
una
nueva oleada?
Brian Weiss
Psiquiatra, exper-to
en
terapia
de
hipnosis
y
autor,
entre
otros, de Lazos
cle amor.
En busca
9B
de
nuestra
alma
gemela
Presentimientos, sueños,
curiosas
sincrolticidades...
son
alglnas
de las
"señales"
r¡ue
han erperimentado
quienes
aseguran haber
encontrado
a
su
alma
gemela.
En
este
ar1ículo
hallarás
las
claves
para
atraer
y
detectar
a esas
personas
tan
especiales en
nuestra r.ida.
Y ad,emás.
.
.
y'
H,otéscapo
árabe;
"armas
de
poder"
(pág.
aa)
y'
Auiía
para
entender
a Jerng
(pág
72)
y'
Verdiales,
Ia
fiesta del
5ol
(pág
78)
MÁs
ArrÁ
7/25/2019 Civilizaciones Perdidas - Otavalo R-006 Nº148 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2
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J]
f
É,
o
a
IJJ
Ellos
son
así
La
noticia
cayó como un
jarro
de agua
fría
en
ciertos ambientes. La agencia
de
prensa
Reuters
hacía
público
el
pasado
23
de
abril
un
comunicado
en
el
que
aseguraba
que
una
organización ufológica
veterana del Reino
Unido cerraba
sus
pueftas
debido
a
"la
espectacttlar caída
deL
nritnero de
ayistamientos
OVNI'|
Denis
Plunkett, el septuagenario
dirigente
de
aquella asociación, explicaba
ese dramático
descenso
de
casos
OYNI
porque
"quizá
los
visitantes
extrateffestres han tenninado la exploración
de
la
Tierra".
Sonreí.
Era
evidente
que
PJunkett
no
conocÍa
1a
oleada
de
apariciones
de
No
Identificados
que
por
esas
fechas
ocupaba
a
los
ufólogos
en
Chile...
e
ignoraba también 1o
que
estaba
sucediendo en nuestro
país.
Y
es
que
los OVNIs
son así. Llevan más
de
medio
siglo respondiendo
a
las afirmaciones
categó-
ricas
de
los
ufólogos respecto
a
su
desaparición, dejándose ver
de
forma
no menos
contundente.
Y
me
explico:
cuatro
días después de
publicarse
el
"acta
de
defunción"
de
los OVNIs, el diario ldeal
de
Granada
se
hacía
eco
de
un curioso
aterrízaje
en Aihama
de Granada. Sobre las
8,30 de
1a
mañana
un
agricultor obser-vó
cómo un objeto
troncocónico,
anaranjado,
que
giraba sobre
sí mlsmo,
habÍa
tomado
tierra a
menos de
doscientos
metros
de su
tractor.
I
de
paso,
había dejado una huelia
de
unos tres
me-
tros
de
diámetro.
.§
€:
O
:=-'="
*s ,:=
r"
c-='#:::
"
¿Estamos
en
el
inicio
de
una
nueva oleada
OVNI?
¿De
un
nue\¡o
giro
de
tuerca
en
las ex-
trañas
manifestaciones
de este fenómeno?
Algunos indicios
apuntan,
desde
luego,
en
esa
dirección.
Este
misterio,
por
alguna
razón
que
se nos escapa, es cíclico. Cada cierto
tiempo
-unos
diez
años,
para
entendernos-, florece,
nos
obliga
a
pensar que no estamos
solos, y
luego nos
deja
caminar
una
temporada
a
nuestro
aire.
A1
me-
nos, hasta
que los
de Reuters
-y
otros
ilustres
colegas-
se olvidan
que
están aquí...
y
se encargan de recordárselo
Digo
yo.
Javier Sierra
Director
MÁS
ATLÁ
IosOVN
lsrcaparecenenpúbl
ic
Cuarenta
y
ocho horas
después,
tres
plataformas
luminosas muy extrañas ater:rorizaron
a
un
ex
teniente
ucraniano
en
otro
pueblo
de
Salamanca, cerca
de
la
frontera
con Portugal. Al
parece4
dejaron
ochenta
agujeros
sobre
el terreno,
que la
Guardia
Civil
se
apresuró
a
medir y
contar
(pág.62).La
noticia, quizás
como
sutil
reprimenda
al
venerable Plunkett, se
publicó
en
la primera
página
de
El
Adelanto,
Y es
que,
insisto, ellos
son
así.
Cuando
otros
firmaron su
óbito
a
fi-
nales de los años
ochenta,
otra
de sus naves aterrtzó en
Voronezh
(Rusia)
en septiembre
de
1989,
desenca-
denando una furiosa
oleada de
noticias
que
in-
cluyó las referentes
a
los extraños
arte-
factos triangulares
que
durante un
año
entero sobrevolaron Bélgica, dejando
un enonne
rastro
de recortes
de
prensa.
Después
vino
el silencio... hasta
ahora.
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7/25/2019 Civilizaciones Perdidas - Otavalo R-006 Nº148 - Mas Alla de La Ciencia - Vicufo2
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roiloEeca
M.A.u.
ff §
ñrcnlvos
ffii
Pertenece
a:
Víctor Fco.
Carrasco
Ferrada
Investigador
OVNI
En
§cnibd
me
encL¡entras enfcon'lo
Victor Francisco Ca¡'¡'asco
Ferrada,
:uÚmeno
CD
de
regalo
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