CIUDADLINEALJAZZ´08 - Madrid...CIUDADLINEALJAZZ´08 7 La música, la danza, el teatro, el cine, los...

CIUDADLINEALJAZZ´08

CENTRO CULTURAL SAN JUAN BAUTISTAC/ San Nemesio, 4

CENTRO CULTURAL LA ELIPAC/ Santa Felicidad, 39

CENTRO CULTURAL PRÍNCIPE DE ASTURIASC/ Hermanos García Noblejas, 14

AUDITORIO CARMEN LAFORETC/ Jazmín, 46

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CIUDADLINEALJAZZ´08Presentación:Concejal-Presidente del Distrito de Ciudad Lineal ........................................................................................ 7El Jazz que no cesa, por Luis Martín ............................................................................................................8

Sección Internacional:Mike Stern Band ......................................................................................................................................12Tuck & Patti ..............................................................................................................................................14Christian Scott ..........................................................................................................................................16

Sección Jazz Joven:Jazz con Mirada Joven ..............................................................................................................................20Esto también es jazz ................................................................................................................................. 22

Sección Entre Líneas: Woody Allen por escrito, conferencia de Jorge Fonte ..................................................................................26Cortázar en su laberinto, conferencia de Rubén Ricca ................................................................................28

Sección Cine: Calle 54, dirigida por Fernando Trueba ......................................................................................................32

Sección Formativa:Jazz, la gran música popular de nuestro tiempo ........................................................................................ 36Didácticos de Música Creativa ..................................................................................................................37

Sincopa Negrita:Tipografía en el Disco de Jazz .................................................................................................................. 40

CiudadLinealJazzFoto:Exposición de fotografías de las últimas ediciones del Festival ................................................................... 58 5


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La música, la danza, el teatro, el cine, los libros y lasexposiciones se dan cita desde primeros de octubre,en nuestros centros culturales y auditorios. Ha nacidoCiudad Lineal: Línea Artes, un completo programaque tiene por objetivo fomentar la adquisición y laconsolidación de hábitos de consumo cultural entrelos ciudadanos.

Dentro de Ciudad Lineal: Línea Artes se incardina elFestival de Jazz de Ciudad Lineal que este año, en sudecimotercera edición, es rebautizado como Ciuda-dLinealJazz’08.

Una de las citas obligadas del otoño musical madri-leño llega en esta ocasión rebosante de salud. Nosólo ha crecido su cartel artístico, cuantitativa y cua-litativamente, sino que también ha visto ampliado suespectro escénico hasta configurar un programa deespacios y actividades sin precedentes, que, estoyseguro, llenará de orgullo a todos los vecinos de esteDistrito.

Con la nueva sección Jazz Joven, serán nueve losconciertos que este año se encargarán de sumergir alDistrito en una fantástica pompa melódica, donde las

figuras más destacadas de la música de jazz desple-garán un virtuosismo sin demasiados precedentes.Un mosaico de propuestas llegadas desde diferenteslugares y culturas del mundo, para las que se haapostado por la novedad de sus intérpretes siempreen fraternal concordancia con los postulados del jazztradicional.

El cartel del Festival, que se extiende desde el 12hasta el 23 de noviembre, incluye un dilatado númerode actividades complementarias, o paralelas, que en-cuentran en un par de citas literarias, la proyecciónde la película “Calle 54” de Fernando Trueba y lasexposiciones Síncopa Negrita: Tipografía en elDisco de Jazz y CiudadlinealJazzFoto justificaciónplena. Además, con el objetivo de trasladar a los es-tudiantes del Distrito el alcance y el debate que el jazzgenera en la actualidad, el Festival contempla unasección formativa dirigida a alumnos de enseñanzasecundaria.

Para esta nueva sección el Festival cuenta con la co-laboración de la Fundación Música Creativa, unainstitución madrileña de primer orden que aporta suexperiencia en el campo de la formación musical.

Finalmente no quiero olvidarme de la Obra Social yCultural Ibercaja que, en línea con sus principios fun-dacionales –el primero de ellos es la excelencia y lacalidad- y en el marco del convenio suscrito con elAyuntamiento de Madrid se ha convertido en patroci-nador principal de esta decimotercera edición del Fes-tival.

Se trata, en fin, de una convocatoria nutrida y de ex-traordinario interés que, ya en marcha, puede catalo-garse como la celebración clave en su género de latemporada.

Con ella, sin duda, el Distrito de Ciudad Lineal se con-vierte durante algunos días en el centro neurálgicodel jazz, máxime teniendo en cuenta que está dirigidatanto al público iniciado como al neófito, en pro de ladivulgación y exaltación de una música que no sóloha sido la más grande del siglo pasado; sigue sién-dolo también de este en el que nos encontramos.

Manuel Troitiño PelazConcejal-Presidente del Distrito de Ciudad Lineal

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Si el jazz, en la acepción que el público más exi-gente demanda, gana terreno entre nosotros, sedebe en buena medida a la labor perseverante queel Distrito de Ciudad Lineal lleva a cabo con sufestival desde hace trece años.

En la presente edición, el festival experimenta uncambio casi inapreciable en el nombre. Las modi-ficaciones adquieren, en cambio, un valor gigan-tesco en lo que a los contenidos concierne.

Aunque no pueda considerarse en puridad termi-nológica un cambio de línea programática, no dejade sorprender –y muy gratamente- la orientaciónpedagógica que revela una parte del programa,ofreciendo varias sesiones didácticas para estu-diantes, hasta el momento inexistentes en el festi-val. La Fundación Música Creativa permite estasorpresa, abriendo durante cinco jornadas una “su-

cursal” para que colegiales de 12 a 16 años descu-bran el jazz en las instalaciones de los centros cul-turales San Juan Bautista y La Elipa.

Todo ello coincide, además, con la puesta en fun-cionamiento de un par de encuentros literarios quetienen como protagonistas a Woody Allen en sufaceta como escritor de ensayos, relatos breves yguiones, y a Julio Cortázar, posiblemente el escri-tor más jazzístico del siglo XX. Jorge Fonte, ensa-yista, y Rubén Ricca, director escénico, son losrespectivos responsables de explicar la relación deambos autores con el jazz. Y es la intención y elhecho de programar en pie de igualdad con elresto de actividades estos dos actos, los que infor-man de la dimensión artística aproximada deambos autores.

Los que quieran conocer la temperatura de las

nuevas experiencias que preparan los creadoresmás jóvenes de jazz tendrán, igualmente, la posi-bilidad de solazarse con dos conciertos triples enel Centro Cultural La Elipa. La iniciativa, un com-pendio de propuestas de todas las estéticas, revelaque ocuparse de los más jóvenes es buena ma-nera de cuidar del futuro de la música en España.Nuevamente, el Departamento de Producción de laEscuela de Música Creativa tiene la llave de estebloque, cuyo desarrollo augura los mejores resul-tados.

Y queda la sección internacional del festival, po-niendo todo un mundo de nuevas sensaciones au-rales a nuestra disposición, todas ellas –como havenido sucediendo en otros años- con un potencialen verdad prometedor.

Excitante y rompedora se avizora la presencia es-

El Jazz que no cesa


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cénica del nuevo grupo del trompetista estadouni-dense Christian Scott, que parte de un jazz biencargado de rock y lo proyecta con una energía re-pleta de achicharrante vigor.

Como alguien ha dicho es como si la más enloque-cida formación de Miles Davis hubiese vuelto agrabar en 2008.

Y, hablando de Miles Davis, de todos es sabidoque el guitarrista Mike Stern alcanzó el estatus desolista estrella cuando, en los 80, pasó a formarcon el histórico trompetista. Desde entonces, unacarrera que sólo ha sabido crecer y dar pasos degigante hacia el futuro, nos le muestra ahora contodo el poderío de su banda. Es la misma –o máso menos- con la que Stern ha publicado trabajostan sugerentes como “"Who let the cats out?", de2006 e incluso el anterior, “These times”, de 2003.Y queda la caricia lírica del dúo Tuck & Patti, au-

sentes de nuestros escenarios de forma inexplica-ble desde hace muchos años. Exceptuando algu-nas composiciones propias, esta pareja transita ensu último álbum, “I remember you”, por el lado másclásico y más elegante del jazz. Música de chaquéy pajarita que se codea con la de otra pareja fa-mosa, guitarrista él también, cantante igualmenteella: Joe Pass y Ella Fitzgerald. Jazz clásico, aun-que fabricado con pulso contemporáneo.

No agota, sin embargo, CiudadLinealJazz’08 losincentivos de su programación con el despliegueestrictamente musical. Más allá, las actividades li-terarias y didácticas ya descritas, se completancon las exposiciones “Síncopa Negrita” y “Ciu-dadLinealJazzFoto”. En el primero de los casos,la revista “Cuadernos de Jazz” articula una mues-tra de portadas de discos y argumentos expresivosvarios que contribuye a definir el ideario de estapublicación que, por ser casi única en su especia-

lidad, es fundamental en el panorama jazzístico es-pañol. Los mejores momentos de los trece añosde existencia de este festival pasan a través de losdiferentes motivos plásticos –especialmente, foto-grafías- que conforman la segunda exposición. Y,con el fin de seguir neutralizando la delgada fron-tera que –por prejuicios, especialización o simplecomodidad- existe en ocasiones entre diferentesdisciplinas artísticas, completa la oferta del festivalel pase del film de Fernando Trueba, “Calle 54”.

Toda la energía torrencial del jazz latino encerradaen un film de auténtico, y justificado, culto. Durantelos próximos días, el centro del jazz, en suma, estáen el Distrito de Ciudad Lineal. Ni lo duden.

Luis MartínCrítico Musical


Sección Internacional

La visita de este héroe de la guitarra a un festival de jazztiene la osadía de desplazar a segundo plano a cual-quiera de las propuestas de rock que, a menudo, visitannuestras escenas. El historial de Mike Stern está mar-cado por la investigación y el estudio de una línea dearreglos para sus creaciones poderosa y original. En suamplio arco expresivo no sirven relecturas del pasado, sino es para revestir de metal las piezas de hard-bop que,en ocasiones, decide versionar con su banda.

Stern nació en Boston, hace ya 55 años, pero creció enel área de Washington, donde se trasladó con su familiasiendo muy joven. La música, que sobre todo disfrutó através de su madre, pianista aficionada de jazz y músicaclásica, le llevaría más tarde nuevamente a Boston paraestudiar composición y técnicas guitarrísticas en la Ber-klee, cuando la escuela todavía daba talentos y no mú-sicos clónicos.Algún destello de aquellos chispazos de originalidad de-bieron apreciar los componentes de la banda Blood,Sweat & Tears, cuando, contando el guitarrista tan sólo

22 años de edad, le reclamaron para respaldar sus girasy los temarios de los discos “B.S.&T’s more than ever” y“Brand new day”. Arranque de jazz-rock para una carreradefinitivamente marcada por este poderoso híbrido mu-sical, cuyas posibilidades ya llevaba algunos años pro-bando Miles Davis.

No es ociosa la alusión, por cuanto batiendo nuevamenterécords de juventud, Mike Stern fue convocado por MilesDavis en 1981 para formar en su banda de pop galáctico.Antes había sustituido a John Scofield en el grupo delbaterista Billy Cobham, había grabado un disco de rockcon Charlie & The Pep Boys, y había tocado con el sa-xofonista Bill Evans, quien precisamente le recomendó aMiles Davis. Compareció con el maestro de la trompetaen los discos “The man with the horn” y “Star people” yse soltó el pelo en solitario, grabando su primer disco.En 1984 saldría de gira con Jaco Pastorius llevandocomo compañeros al baterista Kenwood Dennard, el sa-xofonista Alex Foster, el trompetista Melton Mustafa y elpercusionista Don Alias. El final de la gira le arrojó nue-

vamente en brazos de Miles Davis con el que se em-barcó nuevamente en serial de conciertos que le tuvoocupado hasta finales de 1985.Steps Ahead, David Sanborn, su propio grupo –el mismocon el que, a menudo, compareció en el 55 Bar de NuevaYork; o sea: Jeff Andrews, Adam Nussbaum y RonnieBurrage- ocuparon su tiempo, mediada la década de los80, hasta que, ya sin rodeos, arrancó definitivamente sucarrera en solitario con discos como “Upside downside”(1987), “Time in place” (1988) y “Standard” (1993). Entodos estos años, Mike Stern compaginó su trabajo conpuntuales colaboraciones para Bob Berg y los BreckerBrothers, y fue elegido mejor guitarrista de jazz del añopor los críticos y lectores de la publicación especializada“Guitar Player”.

De entonces acá, las cosas no han cambiado demasiadopara Stern, que ha pulido enormemente su fogoso yenérgico estilo heredero de grandes del jazz como WesMontgomery y Jim Hall, pero también –o sobre todo- deJimi Hendrix y hasta de Jeff Beck, de quien toma pres-

Mike Stern Band

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S e c c i ó n I n t e r n a c i o n a l

tadas actitudes escénicas que, incluso, le proporcionancierto parecido físico. Sus últimos álbumes, “Thesetimes”, con colaboraciones de Richard Bona y KennyGarrett, y “Who let the cats out”, con Roy Hargrove y,nuevamente, Richard Bona, han recibido sendas nomi-naciones a los grammy.

Jueves 13 de noviembre, 21:00 horas - Centro Cultural San Juan Bautista


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www.mikestern.orgEl historial de Mike Stern está marcado por la investigación yel estudio de una línea de arreglos para sus creaciones pode-rosa y original. En su amplio arco expresivo no sirven relecturasdel pasado, si no es para revestir de metal las piezas de hard-bop que, en ocasiones, decide versionar con su banda. Ha pu-lido enormemente su fogoso y enérgico estilo heredero degrandes del jazz como Wes Montgomery y Jim Hall, pero tam-bién –o sobre todo- de Jimi Hendrix y hasta de Jeff Beck.

Concierto Internacional. Precio: 12 €. Venta anticipada de entradas al 902 400 222www.elcorteingles.es

Pareja en el escenario, y fuera del escenario. Tuck An-dress, guitarrista; Patti Cathcart, cantante. Ambos se co-nocieron en 1980, en Las Vegas, mientras buscabanacomodo profesional en una banda ocasional. Todas lasbiografías consultadas coinciden en que se dieroncuenta, de forma inmediata, de que, profesionalmente,habían nacido el uno para la otra. Y también, por lo quese aprecia, ojeando la fecha en la que contrajeron matri-monio -1983-, este aspecto profesional es perfectamenteextensible al terreno de sus vidas personales.

Tuck & Patti llegaron al conocimiento mutuo con un estilo-el que cada uno exhibía- perfectamente definido. Fuesu militancia, no obstante, en formaciones como la deTommy Crook, la Gap Band o los numerosos grupos derock, blues y jazz a los que Patti Cathcart respaldó en elárea de la Bahía de San Francisco, los verdaderos doc-torados que les convirtieron en solistas estrella. Patti –va-yamos por partes- había estudiado violín clásico duranteonce años, antes de lanzarse profesionalmente comovocalista. Un dato curioso.

En muy diversas ocasiones ha comentado que, tras unlargo período interpretando gospel en todas las iglesiasque encontraba a su paso, locales de la solera del Fill-more, Keystone Corner o el veterano Winterland de SanFrancisco fueron realmente su segunda casa. El mismí-simo Jimi Hendrix la llamó incluso una vez “Foxy lady”con ocasión de su cumpleaños, y es de imaginar queaprovechó el detalle para interpretar el tema de idénticotítulo en su honor.

Tuck Andress, por su parte, creció en Tulsa inspiradopor la música de The Beatles y Rolling Stones que escu-chaba en la radio. Jimi Hendrix, igualmente, fue otra desus influencias principales cuando decidió hacerse gui-tarrista, y no tanto por la técnica del genio de Seattle,como por haber sido responsable de que, escuchándoleatentamente, decidiese prefundir en el jazz.Llegaron después Tal Farlow, sobre todo Wes Montgo-mery y también George Benson a su cabeza. Y, con ellos–o, mejor dicho, como consecuencia de ellos-, Red Gar-land, Coltrane, Thelonious Monk y Art Tatum. Tuck an-

daba por aquel entonces vivamente interesado en susti-tuir con su guitarra a una orquesta y, con ese empeño,se matriculó en 1970 en la Universidad de Stanford.Entre clase y clase, los estudios de grabación y los clu-bes le hicieron crecer tanto en técnica que no tardó en re-cibir una oferta de la pareja Sonny & Cher paraconvertirse en el guitarrista de la formación acompa-ñante. Tuck rechazó de plano el ofrecimiento.

Su idea de la música no encajaba bien en esa línea co-mercial y, en años sucesivos, bandas de garaje de mediopelo y, finalmente, la Gap Band con la que se graduó enmúsica soul, hicieron de él un guitarrista versado entodos los estilos. Había logrado, finalmente, hacer sonarsu guitarra como si se tratase de una orquesta, con todoslos instrumentos a punto.

El último testimonio discográfico de la pareja es un discotitulado “I remember you”, que contiene los fundamentosde los recitales con los que ahora viajan, y que, posible-mente, disfrutaremos en esta visita. Hay en el temario

Tuck & Patti

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canciones de Johnny Mercer, Ray Noble, Duke Ellington,George Gershwin y Richard Rogers con el complementode Hart y Hammerstein. Todos son estándares que, sa-zonados con la chispeante vestimenta de cuerda de laguitarra de Tuck Andress, permiten adivinar algunosecos vivificantes de la pareja Ella Fitzgerald y Joe Pass,sin duda responsable de la existencia de este dúo.


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www.tuckandpatti.comTuck Andress, guitarrista; Patti Cathcart, cantante. Ambos se co-nocieron en 1980, en Las Vegas, mientras buscaban acomodoprofesional en una banda ocasional. Todas las biografías consul-tadas coinciden en que se dieron cuenta, de forma inmediata,de que, profesionalmente, habían nacido el uno para la otra. Elúltimo testimonio discográfico de la pareja es un disco titulado “Iremember you”, que contiene los fundamentos de los recitalescon los que ahora viajan, y que, posiblemente, disfrutaremos enesta visita.


Viernes 14 de noviembre, 21:00 horas - Centro Cultural San Juan Bautista

En Hollywood siempre han gustado los músicos de jazz,a los que se considera criaturas decadentes, con extra-ñas dotes de seducción. Christian Scott comparte su tra-bajo como trompetista de jazz, con otro que –consolvencia muy por encima de la de los meros figurantes-le tiene ocupado como actor de reparto en películas.Antes, sin embargo, de que su quehacer interpretativofuese reclamado por George Clooney en el film “Ella esel partido” (2008), Scott ya tenía forjado un sólido predi-camento en la escudería de músicos marcados con elhierro de la fonográfica estadounidense Concord, detallebien documentado en los discos “Rewind that”, de 2006,y “Anthem”, de 2007.

Nacido en la reconstruida Nueva Orleáns hace veinticua-tro años, Christian Scott creció musicalmente gracias alos bien aprovechados consejos de su tío Donald Harri-son, saxofonista que, junto a Jessie Davis, Nicholas Pay-ton, Wynton Marsalis y algunos más, protagonizaron elmovimiento de los Jóvenes Leones en los albores de los90. Scott, con semejante bagaje, no tardó en matricu-

larse en el Berkley College of Music, donde hace tresaños obtuvo su flamante graduación.

Los elogios de cuantos estiman que sus discos son unacumbre estética para una nueva manera de concebir eljazz no han conseguido, en cambio, encasillarle en nin-gún modelo; antes bien, Christian Scott es un artistapoco conformista cuya carrera semeja una de esas guíasdel músico ambicioso que gusta de probarlo todo. Pesea su juventud, posee un sonido distintivo, sólido y perso-nal que muchos no alcanzan hasta mucho más tarde. Unsonido posiblemente influido por el del saxo y la manerade proyectar el aire hacia la boquilla en este instrumento.

En este sentido, Scott menciona, como principal influen-cia a Ben Webster, aunque también pudiera ser –él no lodescarta- el aprendizaje con su mencionado tío DonaldHarrison el responsable de esta particularidad.

Sea o no sea así, lo cierto es que el propio trompetistaapunta hacia Freddie Hubbard, Dizzy Gillespie y Roy El-

dridge como principales inductores de su quehacer, y,por encima de todos, a Miles Davis, propietario de unacorona de los pesos pesados de su instrumento por laque muchos pugnan hoy. Como aquél, Scott tambiénconsidera que, más que impresionar con virtuosismosestériles, lo importante es comunicar adecuadamente lo

que se quiere hacer sentir. El epítome de estas intencio-nes está en sus dos discos. En ambos, el músico hacepatente que el jazz no ejerce como garante de sus aper-turas creadoras y sí se convierte, en cambio, en el ingre-diente más importante de su música.

La prensa especializada presenta a Christian Scott comoel último eslabón de una dinastía de instrumentistas que,en su ciudad de nacimiento, comenzó hace ahora unsiglo con leyendas como Joe King Oliver y Louis Arms-trong. Su aparición en la gala de la NBA el pasado mesde febrero junto a una all stars que incluía a Harry Con-nick Jr., Branford Marsalis, Art e Ivan Neville y Dr. John,entre otros, confirma la hipótesis. Y también su participa-

Christian Scott

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ción, junto a Jason Miles -a la sazón uno de los tecla-distas con los que contó Miles Davis en sus últimasbandas eléctricas- en el Global Noize Project. E idénticojuicio merecen sus recientes apariciones en el legenda-rio Yoshi’s de San Francisco, junto al Dr. Lonnie Smith,Jeff “Tain” Watts, Donald Harrison y Peter Bernstein.


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www.christianscott.netCreció musicalmente gracias a los bien aprovechados consejosde su tío Donald Harrison, saxofonista que, junto a Jessie Davis,Nicholas Payton, Wynton Marsalis y algunos más, protagoniza-ron el movimiento de los Jóvenes Leones en los albores de los90. La prensa especializada presenta a Christian Scott como elúltimo eslabón de una dinastía de instrumentistas que, en su ciu-dad de nacimiento, comenzó hace ahora un siglo con leyendascomo Joe King Oliver y Louis Armstrong..


Sábado 15 de noviembre, 21:00 horas - Centro Cultural San Juan Bautista


Sección Jazz Joven

HOT CLUB TRIBUTE

De entre las muchas corrientes que continúan suministrandovida al jazz, la música de los gitanos europeos es una de lasmás vigorosas. Escandinavia tiene su propia cantera de intérpre-tes, pero posiblemente sea Francia el país que mayor númerode propuestas ha facturado de entre cuantas gustan de mezclarel swing con estas esencias gitanas.

Allí nació el famoso Quintete du Hot Club de France, gracias alconcurso de la guitarra solista de Django Reinhardt, un contra-bajo, otras dos guitarras y el violín de Stéphane Grappelli.

Hot Club Tribute es un cuarteto que sigue con fidelidad estasformas fruto del cruce del swing escuchado por Django Rein-hardt en la residencia del pintor Emile Savitry, con su querenciaatávica por sus orígenes gitanos. La violinista Cecilia Beguería, el contrabajista Francisco Pana-dero y los guitarristas Milton Rodríguez y Álvaro López desarro-llan un temario que privilegia el carácter revisionista de muchascreaciones propias, complementándolo con temas originales deun tiempo en el que la guitarra eléctrica de Charlie Christian aúnno había descubierto a las grandes formaciones de jazz la magiade la amplificación.

KENNY BELL CONECTION

Hay muchos frentes abiertos en la música de Kenny BellConection, pero, probablemente, son las invenciones de lossaxofonistas Joshua Redman y Joe Henderson las quemejor definen el ideario de lo que hacen.

No es mala referencia desde luego para este quinteto clá-sico, compuesto de piano, saxo, guitarra, contrabajo y bate-ría. Jazz fresco y moderno, ligeramente escorado hacia elhard bop, aunque con querencia también por el fascinantemosaico musical desplegado por los intérpretes de la WestCoast.

Kenny Bell Conection es una banda de añada joven, comotodas las que visitan este ciclo.

El detalle no significa, sin embargo, que carezcan de expe-riencia suficiente en el oficio de subirse a una escena.

Su música ya ha podido ser escuchada en diferentes oca-siones en cenáculos tan emblemáticos de Madrid como elCafé Central, las salas Clamores y BarCo, o el Centro Cul-tural Conde Duque.

VISA-IMPRO LATIN JAZZ

El jazz latino, que conoció su origen natural en el crisol cul-tural creado con los desembarcos de esclavos negros enlas costas del Caribe y del sur de Estados Unidos, alcanzóuna época dorada en las décadas de los 40 y 50, cuandoDizzy Gillespie localizaba complicidades en Chano Pozo, yFrank Emilio, Cachao y Bebo Valdés inventaban en Cubalas descargas a imagen y semejanza de las jam-sessionsestadounidenses.

Esta Visa-Impro Latin Jazz, tutelada por el pianista cubanoPepe Rivero, sigue la misma corriente. Música que mixturaingredientes procedentes del jazz con otros de la músicaafrocubana. Sea cual sea el tono, todas y cada una de laspiezas acometidas lucen bien resueltas, resaltando sobretodo la rítmica con la ayuda del tumbao, elemento esencialen cada uno de los temas. El repertorio de Visa-Impro LatinJazz rebusca en los estilos tradicionales del danzón, lasalsa, el mambo o el chachachá, y, a menudo, recurre tam-bién a originales de Chucho Valdés, Mario Bauzá, EnriqueJorrín y Pepe Rivero. La rítmica más lúdica supone un sím-bolo para los componentes del grupo; es su espacio mejorpara pasear sus elaboraciones instrumentales.

Jazz con Mirada Joven

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J a z z J o v e n

Sábado 22 de noviembre, 19:00 horas - Centro Cultural La Elipa


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Jazz con Mirada JovenConcierto de Hot Club Tribute, Kenny Bell Connection y Visa-Impro Latin Jazz organizado por la Fundación Música Creativa. Entrada libre hasta completar aforo.

JAZZLIBITUM

La biografía oficial les presenta como una formación de electro-jazz-funk.

Los componentes de Jazzlibitum, sin embargo, gustan de autodefi-nirse como integrantes de un proyecto musical sin fronteras formalesni estéticas.

Armonías modales y contemporáneas reforzadas con el poderío y elritmo del funk, crean un estilo rabiosamente moderno y pleno de ener-gía, en cuyo alambique sonoro burbujean ocurrencias que pliegan suarco estético al rock psicodélico, al funk, a las disonancias y hasta elrhythm & blues.

Las influencias de Jazzlibitum llegan en el tiempo hasta TheloniousMonk y Charles Mingus, aunque ellos gusten especialmente de de-tenerse en Esbjörn Svensson, Weather Report, John Scofield y en eltrío Medeski, Martin & Wood. Oscar García desde la batería y SergioOramas en guitarra, son los marcapasos de la banda. Y Gabriel Ca-sanova el teclista y el sintesista versátil que le saca todo el partido asus instrumentos. Y quedan Alberto Álvarez y Santiago Fernández,en saxo alto y trompeta, atacando con su vigorosa artillería en per-manente renovación.

RIVERA CARAVAN

Adelantándose a su tiempo, el trompetista Don Cherry y,sobre todo, el saxofonista John Coltrane, pusieron al descu-bierto hace más de cuarenta años la gran deuda que la di-fusión del concepto mercadotécnico de mestizaje musicaltiene con la inquieta dinámica el jazz. Desde entonces, lapermanente búsqueda de inspiración que siempre ha ca-racterizado a la gran música libre, es responsable del naci-miento de innúmeras formas híbridas, donde la músicapopular de cualquier lugar del mundo y el jazz se disputanla capitalidad artística de algunas creaciones.

Rivera Caravan es un proyecto musical nacido en la Escuelade Música Creativa y que, haciendo del mestizaje su ban-dera, ofrece una música donde el jazz se abraza al fla-menco, al funk y al folclore de la aldea global. En lasinvenciones de Rivera Caravan pueden aparecer encade-nadas en un solo tema, citas de Charlie Parker, Carlos Gar-del, Prince o Camarón.

Ocho músicos proporcionan alimento y vida a este grupo –dos saxos, dos guitarras, batería, bajo, piano y viola- quesupervisa y tutela el saxofonista argentino Blas Rivera

LOS PRIMOS

La vitalidad creativa que viven el flamenco y el jazz en lasdos últimas décadas es posible gracias a proposiciones tanautónomas como las de Jorge Pardo, Chano Domínguez yPerico Sambeat. Los tres mejoran los hallazgos primerosde Pedro Iturralde y Paco de Lucía, convirtiéndose en unametáfora acerca del extraño maridaje entre dos idiomas mu-sicales del siglo XX, con centenares de años de prehistoria,difusa y lejana, y aparecidos, en su forma actual, en algúnmomento del XIX.

En este fascinante ayuntamiento musical se inscribe el que-hacer artístico de Los Primos. Ese quinteto ya se ha hechoen un par de ocasiones con las atenciones del jurado delConcurso de la Red Europea de Escuelas de Música Mo-derna (EMMEN), que, cada año, se celebra entre el 28 y el30 de junio en Pont Royal, Francia. Los especialistas allícongregados no han dudado en distinguirles con un premioespecial que, sin duda, sirve para incentivar un trabajo que,con frecuencia, aborda piezas procedentes de un catálogopropio, aunque también reinventa originales de Eliseo Sal-vador o José María Cortina. Un modelo musical resueltoentre dos aguas.

Esto también es Jazz

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J a z z J o v e n

Domingo 23 de noviembre, 19:00 horas - Centro Cultural La Elipa


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Esto también es JazzConcierto de Jazzlibitum, Rivera Caravan y Los Primos organizado por la Fundación Música Creativa.Entrada libre hasta completar aforo.


Sección Entre Líneas

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Woody Allen por escrito.

Una conferencia sobre el papel de Woody Allencomo escritor, en la que Jorge Fonte, técnico su-perior de fotografía en la Escuela de Artes y Ofi-cios Fernando Estévez, y autor del ensayo WoodyAllen publicado por Cátedra, mostrará la facetacomo autor de relatos cortos, artículos y guionesdel artista. Un punto de vista que complementa el trabajocomo realizador cinematográfico, actor y jazzistade una de las personalidades culturales más rele-vantes de nuestro tiempo.

WOODY ALLEN NO ES UN JAZZISTA A menudo, él mismo reconoce que utiliza el clarinetecon fines terapeúticos y, por otra parte, su dedicacióna este instrumento no pasa de ser la de un usuarioavanzado.

Distinto es que la fuerte presencia que concede aljazz en las bandas sonoras y argumentos de sus pe-

lículas, le hayan convertido en responsable de unadivulgación de esta música, mayor que la realizadapor cualquier otro cineasta, excepción hecha de ClintEastwood, que también interpreta y compone alpiano.

Treinta años han transcurrido desde que este artistareflejó en su film “Manhattan” las diez razones por lasque era conveniente perpetuarse. Así, entre GrouchoMarx, Flaubert, Cézanne y algunas certezas más,Woody Allen citaba la aprobación a aquella fascinantegrabación de “Potatohead blues” materializada porLouis Armstrong.

La música de jazz era ya una de las prioridades delartista en 1978, y en diferentes momentos y puntos deEspaña, a punto de cumplir ya 73 años de edad, havenido a demostrarlo con su banda.

Allen sólo era un adolescente la primera vez que es-

cuchó uno de los espacios radiofónicos del disc-joc-key Ted Husing. En aquel programa, disfrutó íntegra-mente de un concierto ofrecido por el saxo sopranoSydney Bechet, asistente, primero, de Joe “King” Oli-ver y, más tarde, de Duke Ellington.

Los calcinantes arpegios de Bechet han atravesadovarias de las épocas más floridas del jazz, incluyendonaturalmente el período transcurrido entre 1948 y1959, en el que, residente en París, la ciudad aún lerecuerda como un tesoro a preservar.

Años más tarde, al encontrarse con un amigo queacababa de comprar su primer disco de Sydney Be-chet, Woody comentó: “Daría lo que fuese por estaren tu lugar y escuchar esta música por vez primera”.

Bien, en recuerdo de aquellos dulces años de acné ytocadiscos pasados con Bechet, sigue tocandoWoody el clarinete, decíamos antes, y, de vez en

Conferencia de Jorge Fonte

E n t r e L í n e a s


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Miércoles 12 de noviembre, 19:00 horas - Centro Cultural Príncipe de Asturias

cuando, lo lleva a las sesiones de su conjunto, la NewOrleans Jazz Orchestra, que continúa reuniéndoseuna noche a la semana –los lunes, creo- en el Mi-chael’s Pub de Manhattan. “He tocado el clarinete allídurante los últimos treinta y siete años”, ha dicho. “Ycasi siempre con los mismos músicos, de los que sólounos pocos son profesionales, aunque todos toquencomo si lo fueran”.

Las visitas de esta banda desdicen, sin embargo, laafirmación. Cumplen –y Woody Allen con ellos- comobuenos aficionados, sí.

Pero el detalle no es como para coronarles con el tí-tulo de los pesos unificados del jazz. Mejor es seguirviendo películas y leer al genio americano.

Ahí sí hay materia. Y estilo. No hay quien “desmontea Woody Allen como cineasta y como autor de guio-nes y ensayos.

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Cortázar en su laberinto. Conferencia de Rubén Ricca

Rubén Ricca, director de escena y profundo cono-cedor de la obra de Julio Cortázar, pronunciará unaconferencia que versará en torno a las intercone-xiones de la obra del escritor con los laberintos, yrevisará algunas de sus obras más significativas(Rayuela, Bestiario, La vuelta al día en 80 mundos)junto a otras menos conocidas (Los Premios, Lasarmas secretas, El perseguidor). Julio Cortázar sereconocía “deudor literario” de Jorge Luis Borges,aunque, como bien se sabe, desarrolló su propiaforma.

JULIO CORTÁZAR, UNA VIDA DE JAZZHan transcurrido más de veinticuatro años desde queJulio Cortázar dejó este bajo mundo, pero todavía esfácil encontrar cartas de admiradores sobre su lápidaen Montparnasse, frases, mensajes emborronados porla lluvia, piedrecitas que parecen mostrar algún recado,alguna comunicación. Julio Cortázar nació con el jazz,como el cine, al que también admiró. Su vida, en lo su-cesivo, correría paralela, con acontecimientos simul-

táneos, a la evolución del jazz, una música que tam-bién ha condicionado la creación de una generosa nó-mina de escritores de cualquier parte del mundo.Cortázar es, sin embargo, la cumbre de esa sintoníamaestra de sensibilidades. Nace, casualmente, en Bru-selas, en 1914, cuando aún faltan tres años para queuna formación blanca –la Original Dixieland Jazz Band-lleve a cabo la primera grabación de un disco de jazz.Sus primeros poemas, imitando a su admirado EdgarAlan Poe, son simultáneos al auge del jazz de Chi-cago, cuando, obligados a emigrar tras el cierre del ba-rrio de Storyville en Nueva Orleans, los músicos negrosasentaron los cimientos del jazz primigenio en la ciu-dad del motor.

Corre la década de los 30 cuando Cortázar intenta es-tudiar en la Facultad de Filosofía y Letras, en Argen-tina, sin conseguirlo debido a problemas económicos.Debe cursar estudios de Magisterio. Mientras, en Es-tados Unidos, las grandes bandas de swing intentandisimular con su grandilocuencia la profunda depresión

económica en la que está sumido el país. Y llega elbebop en las jam-sessions de diferentes clubes deNueva York, y, con él, lo hacen también el altosaxofo-nista Charlie Parker, el trompetista Dizzy Gillespie, lospianistas Bud Powell y Thelonious Monk, y el bateristaKenny Clarke. Cortázar, en esos años, imparte clasesde literatura francesa e inglesa en la Universidad deCuyo, en Mendoza.Inspirado en la vida de Charlie Parker, escribirá añosdespués uno de sus relatos más brillantes, El Perse-guidor, incluido en el libro Las armas secretas. Antes,sin embargo, disfrutando de una beca de estudios enParís descubrirá el cool, un nuevo estilo jazzístico que,en buena medida, relaja y atempera el nervio rítmicodel bebop. Es el tiempo también en que el escritor em-pieza a probar nuevas fórmulas narrativas que pocosaños después le llevarán inmediata, e irremediable-mente, a una definitiva madurez como fabulista.

La década de los 60 ve llegar la publicación de LosPremios, Historias de cronopios y famas, y, sobre todo,

E n t r e L í n e a s


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Rayuela. En cada una de estas obras se puede seguir el rastro del jazz fácilmente. Y, por supuesto, también enlas que vieron la luz más tarde: La vuelta al mundo enochenta mundos (1967), 621 Modelo para armar (1968)y Último round (1969).

Son tiempos de extrema crispación para el jazz; unamúsica empeñada en servir de reflejo, si no de apoyo,a los movimientos por la lucha por los derechos civilesen Estados Unidos. Cortázar, por su parte, que ya hahecho explícita su postura política, no demasiado pro-clive a situarse cerca del poder, publica en 1973 Librode Manuel, una obra en la que, como ya hiciera Hem-mingway tiempo atrás, propone un equilibrio entre com-promiso social y literatura.

Para entonces, el jazz ha descubierto el rock –aunque,tal vez, sea al contrario-, y las mayores revoluciones lasprotagoniza el trompetista Miles Davis con sus bandasde pop galáctico. Los sandinistas, la persistencia de larevolución cubana y la colaboración con el régimen de

Allende, en Chile, son las preocupaciones más impor-tantes que tiene Cortázar en cuanto a su dimensión so-cial. La literaria se salda con algunas obras en lasiguiente década extraordinariamente recordadas: Des-horas, el libro de relatos Queremos tanto a Glenda y Losautonautas de la cosmopista.

El tiempo no pasa nunca sin dejar marcas y, mientras laesposa de Julio Cortázar, la fotógrafa Carol Dunlop,muere el 2 de noviembre de 1982, el ascenso a la po-pularidad de un joven trompetista, Wynton Marsalis, esya un hecho consumado en esa década. El escritor nollegó a pronunciarse jamás sobre él; murió en 1984 enParis, un país donde le habían concedido la nacionali-dad, aunque él jamás renunciase a su origen argentino.

Sus obras, contempladas ahora, son lo más parecido aun testigo donde aparecen concretos, nítidos, muy bienperfilados, cada uno de los personajes que han hechodel jazz el eje más sólido de la música popular de nues-tro tiempo.

Miércoles 19 de noviembre, 19:00 horas - Centro Cultural Príncipe de Asturias


Sección Cine

Calle 54

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LAS RELACIONES ENTRE EL JAZZ Y CINE

A diferencia del rock, que ha demostrado disponer deuna más que saludable rentabilidad en las últimas cincodécadas de existencia, el jazz raramente se ha servidodel cine como vehículo de explotación para el desarrollo,e implantación popular, de sus artistas.

Cuenta, a cambio, con el privilegio de haber nacido deforma prácticamente simultánea con el cine (en los co-mienzos del siglo XX), aunque este argumento está yatan manido que lo mejor es no recurrir demasiado a él,si no se desea ser calificado de escasamente original.

Resulta extraordinariamente complicado trazar un reco-rrido histórico que conecte ambas formas artísticas, sino es acudiendo a la socorrida banda sonora ambiental,o atmosférica, que, en el origen del cinematógrafo, solíaadornar en vivo las proyecciones de cine mudo. Ragti-mes, polkas y, ocasionalmente, una orquestina de dixie-land, fueron buenos aliados de las películas, teniendo

en cuenta que el detalle radicaba en subrayar con la mú-sica determinadas situaciones dramáticas que ocupabanla atención en pantalla del espectador. Un costumbrismocasi mecánico que quedó definitivamente finiquitado conla llegada del sonoro.

Finalizando la década de los 20, se producen dos filmesque, de algún modo, definen la consistencia de estasazarosas relaciones entre el cine y el jazz: “The jazz sin-ger”, de Alan Criosland, y “Black and Tan”, del documen-talista Dudley Murphy. Del primero ya han dado cuentadecenas de sesudos estudios, por cuanto la cinta pre-sume de ser la primera que incorporó sonido en su des-arrollo, e, incluso, conoció una recreación bastarda en1980 a cargo del realizador neoyorquino Richard Fleis-cher, que, caprichosamente, decidió incorporar la nove-dad de que su protagonista fuese un cantante de rock(Neil Diamond, si la memoria no tiene ahora lagunas in-oportunas).

Mucho más interesante es el segundo trabajo; un corto-

C i n e

Viernes 21 de noviembre, 19:00 horas - Auditorio Carmen Laforet


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metraje documental dirigido por el que, más adelante,fuera realizador de las excelentes “The Sport Parade”(1932) y “Alma de bronce” (1945).

Sencillamente, con “Black and Tan” el todavía descono-cido Dudley Murphy habría dado el primer paso para laproducción de un largo serial de colaboraciones entre elcine y el gran Duke Ellington, teniendo en cuenta que elcorto relataba la vida profesional de un jazzman inter-pretado por el propio Duke.

Desde entonces, las relaciones entre jazz y cine –aun-que muchas veces accidentales- han procurado un buennúmero de fructíferos hallazgos que, unas veces, locali-zan en la B.S.O. el pretexto más adecuado para su en-cuentro, y, otras, es la propia sinopsis del filme la que loprocura.

La proyección de “Calle 54” que ahora se ofrece pre-tende mostrar un equilibrado compendio entre uno y otrorecursos, en la convicción de que el jazz puede guarecer,

incluso alentar, un modelo de creación cinematográfica,cuya explotación total solo ha tenido, por el momento,intentos tímidos. Lo mejor, como en la propia vida, estáaún por llegar.

En el cine de Trueba, adscrito en buena parte de su co-mienzos al género de comedia, ya se había detectado,desde el estreno de su película “Mientras el cuerpoaguante”, una agradecible voluntad de plasmar en imá-genes la viveza y la cotidianeidad del documental. Asíque la facilidad con la que ese universo tan específico yfuera de moldes del reportaje cinematográfico se tras-ladó a los ambientes que sugiere el jazz latino en “Calle54”, resulta sólo una novedad relativa.

En un tono sobrio y elegante, cercano -más que a lacomplicidad- a la admiración, desfilan por la pantalla Pa-quito D’Rivera, Eliane Elias, Chano Domínguez, JerryGonzález, Michel Camilo, Gato Barbieri, Tito Puente,Gato Barbieri y Chucho Valdés, entre otros. Un sencillodecorado y una iluminación que se adecua a cada mú-

sico, completan la espléndida oferta. Dizzy Gillespie, CabCalloway, Cal Tjader o Duke Ellington encontraron unainagotable fuente de ideas cuando, en las sucesivas dé-cadas de los 40 y 50, decidieron hacer alquimia con lasabiduría rítmica de Chano Pozo, Mario Bauzó, MongoSantarmaría o Juan Tizol. Cincuenta años después,“Calle 54” es responsable de que aquel fenómeno revi-viese con inusual poderío y vigor.

CALLE 54ESPAÑA, 2000. DIRECTOR FERNANDO TRUEBADOCUMENTAL-MUSICAL. 108’

Director: Fernando TruebaIntérpretes: Gato Barbieri, Cachao, Michel Camilo, JerryGonzález, Chano Domínguez. Guión: Fernando Trueba. Fotografía: José Luis López-Linares. Música: Graeme Revell.

Entrada libre hasta completar aforo.

Sección Formativa


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Jazz, la gran música popular de nuestro tiempo

La arquitectura musical del jazz fue diseñada en el surestadounidense, durante las postrimerías del siglo XIX.

En Nueva Orleans convivía entonces una gigantescacomunidad negra, cuya rítmica febril –procedente dela de sus ancestros africanos- entraba en colisión conla música de los británicos, franceses y españoles, lasbandas militares e, incluso, la de los minstrelsy, o es-pectáculos de parodia negra realizados por cantantesy músicos blancos.

Desde entonces, el jazz ha conocido tantas transfor-maciones al contacto con otras culturas, que –comoafirma John Fordham- a menudo los aficionados a al-guno de sus múltiples estilos ni siquiera reconocenotros como brotes del mismo arbusto.

Pero desde los primeros blues rurales hasta las or-questas de swing de vertiginoso ritmo, desde los ro-

mánticos cantantes de baladas a los improvisadoresmás voluntariosos y fecundos, desde su gozosa lle-gada a las salas de conciertos hasta su establecimientoen lugares tan dispares como Brasil, Australia o la an-tigua U.R.S.S., el jazz se ha constituido en la bandasonora de cualquier comportamiento que pretenda libe-rar de mordazas formales la expresión popular.

De hecho, ha crecido junto a los bailes de moda, hainspirado el rock and roll y es cómplice de un sinfín decambios en los procesos de grabación de las compa-ñías discográficas, así como responsable de las modi-ficaciones definitivas en la forma de entender el ritmoy la tonalidad occidentales.

Tal es el respeto que se ha ganado, que ya ni siquieraes despreciado por el arte oficial; antes bien –por es-nobismo o auténtico reconocimiento-, sus hallazgosson venerados por un gran número de aficionados, co-

rrespondiéndole el verdadero diente del león en la mú-sica del siglo XX.

Altamente recomendable para quienes se sientan fati-gados ante la sonoridad dominante de las radiofórmulasdel país, la difusión de este género revolucionario pro-pone un descomunal arco estético en el que un muypoco desdeñable suministro de talento aguarda siempre,asediando la exactitud y redondeando la expresividad.

A través de sus contenidos, cuantos acudan a las se-siones didácticas de Ciudad Lineal Jazz 2008 conoce-rán un pequeño oasis con los episodios que, despuésde cien años, depara la gran aventura del jazz: del rag-time al dixie, del swing al bebop, del cool al rhythm &blues, del free a la fusión, y de todo ello al funk, al acid-jazz y a cualquier otra confraternización sonora con co-nocimientos –tradicionales o no- procedentes decualquier lugar del mundo.

S e c c i ó n F o r m a t i v a


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Didácticos de Música Creativa Del 17 al 21 de noviembre

Con el objetivo de trasladar a los estudiantes el alcancey el debate que el jazz genera en la actualidad, el Fes-tival ofrece una interesante sección formativa que com-prende la realización de diez sesiones didácticasdirigidas a alumnos de centros de enseñanza secunda-ria del Distrito de Ciudad Lineal.

Los centros de educación secundaria que lo deseen de-berán dirigirse a la Sección de Educación del Distrito deCiudad Lineal y confirmar previamente su asistencia.

Los conciertos Didácticos de Música Creativa están or-ganizados por el Distrito de Ciudad Lineal y cuentan conla colaboración de la Fundación Música Creativa.

DIDÁCTICOS DE MÚSICA CREATIVA

Las sesiones se celebrarán entre el 17 y el 21 denoviembre en el Centro Cultural La Elipa, el CentroCultural San Juan Bautista y el Centro Cultural Prín-cipe de Asturias.


Síncopa Negrita

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Síncopa Negrita tipografía en el disco de jazz

Esta exposición recoge las obras de algunos diseñadoresgráficos especialmente interesados por el uso creativo de latipografía. El nexo de unión entre ellos es su trabajo para laindustria del disco, y concretamente para el disco de jazz,género musical que durante muchos años ha admitido e in-cluso ha propiciado la libertad creativa en la presentación vi-sual de sus producciones. Ello sucedió así porque el jazz creció en pequeños sellos in-dependientes cuyos propietarios eran sobre todo aficionadosa esta música, que no subordinaron la imagen de los discosa sus intereses comerciales y dieron un amplio margen deexpresión a sus diseñadores, frecuentemente entusiastasdel jazz, como ellos.

La mayoría de los diseñadores destacados en este génerose encuentran representados en la muestra: pioneros comoAlex Steinweiss –que inventó la cubierta discográfica cuando

trabajaba para el sello Columbia en 1939– o David StoneMartin; artistas tempranos que llevaron el diseño de jazz asu primera madurez, como Burt Goldblatt o Paul Bacon;John Hermansader y Reid Miles, que establecieron la esté-tica del sello Blue Note; diseñadores que desarrollaron unestilo altamente sofisticado para reivindicar la música negra,como Robert Flynn, Marvin Israel o Loring Eutemey; partida-rios de un historicismo fructífero, como Paula Scher, o in-ventores de una estética del jazz europeo, como BarbaraWojirsch.

El recorrido por la exposición, que cubre aproximadamentedesde 1940 hasta 1990, siempre con el disco de vinilo comohilo conductor, permite lógicamente hallar ecos de las ten-dencias del diseño contemporáneo de cada momento: lahuella de la tradición moderna, la investigación histórica y lavuelta a la ilustración estilo Push Pin, el pop art, el diseño pu-

blicitario de las revistas ilustradas, la influencia de Lubalin, elracionalismo suizo, etcétera. Pero, más importante que todoeso, encontramos diseñadores que reinterpretan creativa-mente el diseño gráfico de su tiempo.

Los mejores de ellos desarrollaron una identidad propia re-conocible al instante e imitada después, en el campo deldisco o más allá.

Algunos, los más, fueron artesanos que pasaron a la poste-ridad por un momento feliz, grabado eternamente en la me-moria del aficionado al jazz. Como Rick Poynor nosrecuerda, la cubierta del disco “impregna” la música de formaindeleble, está presente cada vez que lo escuchamos, algoque no consigue la cubierta del libro que leemos una vez ycolocamos en la estantería, fuera de nuestra vista, tal vezpara siempre.

S í n c o p a N e g r i t a


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Del 13 de noviembre al 14 de diciembre - Centro Cultural La Elipa

En cuanto a la tipografía, pocas veces ha sido tan elocuenteo ha hablado tantas lenguas en tan corto espacio.

Letras de fantasía, textos escritos a mano, familias diferentescombinadas de modo ingenioso y provocativo, tipos demoda, tipos olvidados, graffitis, letras estarcidas, signos deexclamación con valor textual, grandes capitulares que ame-nazan con exceder el límite del disco, textos diminutos convocación de pasar desapercibidos, palabras que gritan y pa-labras que susurran, mayúsculas deformadas por procedi-mientos fotográficos, párrafos dispuestos a modo de dibujo,pictogramas, objetos que imitan letras, letras que parecenotras cosas...

Pasen y lean.

Jorge García From Austin High Comes JazzAlex Steinweiss, 1940, Colección particular

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LA IMAGEN DEL JAZZ EN EL DISCO

Hace cinco siglos, Gutenberg, incomprendido en suépoca, luchaba por introducir lo que, andando eltiempo, constituiría la base de una nueva civilización:la imprenta.

Hace poco más de un siglo, la ciencia nos propor-cionó una de sus más admirables creaciones: el so-nido grabado. Y el arte, con la ayuda de la técnica,ha elevado posteriormente esta conquista hasta al-canzar cotas inimaginables. Cien años tal vez resulte un lapso de tiempo no exce-sivamente representativo en la historia de la culturahumana, pero no por ello se puede minimizar el al-cance de los hechos reales.


EncoresAlex Steinweiss, 1942

Colección particular


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Y estos nos demuestran, afortunadamente, que eldisco y su futuro, si en algún momento se ha vistoamenazado, por el momento se asegura compartido. Había que hacer justicia al fonograma.

Como signo cultural que abruma a los temerosos yalienta a los desinhibidos, el disco, pese a las des-cargas de Internet, sigue siendo hoy la residencia in-esperada de todas las revelaciones sonoras y lafuente de la que brota un turbión de imágenes: lasque idearon nuestros ancestros y las que escucharánalgún día las futuras generaciones.

Todo sucede en el disco, y pocos podrían hablar dela historia de la música sin recurrir a su soporte parahallar sustento y confirmación.


Johnny Hodges CollatesDavid Stone Martin, 1952Colección particular

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Por su fascinante artificio de fantasía pasa el universoentero, pero sólo en el disco se afirma primero lo queserá al final realidad e invención.

Es una criba que hace del sueño de los creadores uncesto de sonidos y de esa historia escuchada una fér-til magnitud de figuras insurgentes, entre las que eneste festival –es obvio- hemos querido ver a algunas

de las más importantes luminarias del jazz. Del do-minante sonido bebop, a las maquinaciones últimasde esos jazzistas jóvenes que un puñado de revisio-nistas todavía cuestionan.

Con premisas como esas, se ha realizado un catálogorazonado de portadas originales de lo que el género

ha dado de sí en formato de registro. Así, el conjunto de ejemplares reunidos para la oca-sión ofrece la posibilidad de acercarse a la imagenexterna de los contenidos que habitan en el interior,con el fin de apreciar la ilustración que el artista eligiópara representar mejor su obra.

Y claro es que siempre habrá quien opine que po-drían haber sido otros –y no estos- los encartes quedeberían estar. Pero, en todo caso, se trata de uncentenar largo de buenas razones para amar el jazz,y, además, tiempo habrá de volver a traer otras mues-tras en futuras ediciones de este festival.

La Fundación Ebbe Traberg, responsable de la mues-tra, pertenece a la revista Cuadernos de Jazz, la pu-

blicación más veterana de cuantas aparecen en losquioscos de prensa de nuestro país. Y también -pordelante de las ya desaparecidas Quártica Jazz y Jaz-zology- la más longeva; dieciocho años suministrandocontenidos y razones para amar el jazz. Una gene-rosa porción de tiempo impregnado por algunos delos mejores momentos periodísticos que el géneroafroestadounidense ha querido deparar en los últimosdos decenios. Jazz para leer. Jazz para disfrutar.

“SÍNCOPA NEGRITA” Tipografía en el disco de Jazz.Exhibición de la inédita colección de fondos de tipografías de por-tadas de discos de jazz propiedad de la Fundación Ebbe Traberg.

Horario: De lunes a viernes de 9 a 14 y de 16 a 20 horas. Sábados y domingos de 10 a 14 y de 17 a 20 horas. Entrada libre




45Bud Powell Volume 2

Burt Goldblatt, 1953, Colección Fundación Ebbe TrabergSong X

Norman Moore, 1985, Colección particular


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Boogie Woogie ClassicsPaul Bacon, ca.1952Colección particular

Al Haig QuartetDiseñador desconocido, 1954



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The Unique Thelonious MonkPaul Bacon-Ken Braren-Harris Lewine / Lawrence N.

Shustak (fotografía), 1956Colección Fundación Ebbe Traberg

J.J. Johnson - Kai WindingRoy Kuhlman (?) / Fotógrafo desconocido, 1957

Colección Raúl Mao

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Chris Connor: He Loves Me, He Loves me NotMarvin Israel / Jay Maysel (fotografía), 1957


Serenade To A Bus SeatPaul Bacon / Paul Weller (fotografía), 1957



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Seven Standards And A BluesPaul Bacon, 1957

Colección Fundación Ebbe Traberg

Coop! The Music Of Bob CooperRobert Guidi-Tri Arts / Peter James Samerjan (fotografía),

1958 Colección Fundación Ebbe Traberg

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No Count SarahEmmett McBain, 1958Colección particular

Thelonious Alone in San FranciscoPaul Bacon-Ken Braren-Harris Lewine / William Claxton(fotografía), 1959, Colección Fundación Ebbe Traberg


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Moody WoodyAlex Steinweiss, 1959Colección particular

Ella Swings LightlySheldon Marks / Phil Stern(fotografía), 1960


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ColtraneDiseño: Robert Flynn-Viceroy / Pete Turner(fotografía),

1962, Colección Fundación Ebbe Traberg

It's Time!Reid Miles / Francis Wolff (fotografía), 1964



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In 'n OutReid Miles / Francis Wolff (fotografía), 1964


Right Now!Reid Miles / Francis Wolff (fotografía), 1965


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The RumprollerReid Miles / Francis Wolff (fotografía), 1965


In Greenwich VillageRobert & Barbara Flynn-Viceroy, 1967



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Open, To LoveBarbara & Burkhart Wojirsch, 1972Colección Fundación Ebbe Traberg

That’s The Way I Feel NowM& Co., New York, 1984



CiudadLinealJazzFoto

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CiudadLinealJazzFoto

CIUDADLINEALJAZZ: TRECE AÑOS

Cuando un festival alcanza su décimotercera edición ya nohay duda de que se trata de un acontecimiento cultural deprimer orden, y con el incentivo añadido de que hay variasgeneraciones de aficionados que han crecido y se han cul-tivado con sus conciertos.

A ese punto ha llegado Ciudad Lineal Jazz, de cuyos carte-les alguien dijo una vez que venían a ser como instantáneasdel desarrollo experimentado por el jazz en las dos últimasdécadas, una colección de atractivos testimonios sonoroselegidos con peculiar criterio por sus responsables. Y conesmero también.

Conociéndoles un poco no es difícil ratificar la idea: todosson profesionales que, sin seguir el método, han conseguido

en trece años de vida registrar el tiempo y los cambios, losnaturales y los estéticos, y –como en el proyecto fotográficodel entrañable estanquero Auggie Brenn del Cuento de Na-vidad de Paul Auster- lo han hecho, además, desde uno delos distritos más emblemáticos de Madrid, el de Ciudad Li-neal, deseando que fuera suya, montando guardia en el es-pacio que hace seis años eligieron para trabajar.

A ese ritmo sostenido y agradecible de la cita concertadacada otoño, es evidente que se ha hecho muy difícil seguirsiendo sublime sin interrupción; unos años se habría rozadola perfección y otros habría sido necesario conformarse conun puñado de destellos de genialidad.

No obstante –y no es posible que sea triunfalismo-, no cabesino felicitarse ante cualquier balance, porque este encuen-tro musical no ha hecho otra cosa que crecer cada año,

abriendo curiosidad por saber cómo sería su programaciónen la siguiente edición.

El pasillo hacia ese filón repleto de sorpresas –en especial,el jazz que se elabora en estos momentos- lo abrieron siem-pre los magníficos conciertos que sigue armando el auditoriohermano del Colegio Mayor San Juan Evangelista. Cons-ciente de la deuda contraída, Ciudad Lineal unió esfuerzosmás de una vez con la espléndida programación del vete-rano Club de Música y Jazz, y, más recientemente, lo hizotambién con el Festival de Jazz de Madrid.

El acuerdo, un pacto entre personas cabales, ha resumidoactitudes de colaboración e, incluso, mercadotécnicas, queen nada afectaron, en cambio, a la dinámica habitual decada uno de estos escaparates, permitiendo la independen-cia y la legítima libertad de criterios a la hora de programar.

C i u d a d L i n e a l J a z z F o t o

Desvidameque

Hetemponaveact

No timaya,

Y, ctiva


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Del 4 al 29 de noviembre - Centro Cultural San Juan Bautista

Desde ese punto de vista autónomo, y tras trece años devida, sigue siendo ésta una muestra necesaria y singular-mente atractiva, un espacio que cobra mucho más valor delque por sí mismo –y es mucho- posee.

Heredero en sus formas del ideario de los mejores festivalestemáticos. Ciudad Lineal es, inequívocamente, también res-ponsable de que la música de jazz haya vuelto a ser unaaventura pretendida por diferentes empresas privadas en laactualidad.

No es una afirmación gratuita; antes bien, el éxito de sus úl-timas ediciones ha sido tan evidente que las secuelas sonya, incluso, muy numerosas.

Y, como quiera que este festival nació a partir de una inicia-tiva pública –es decir, atendiendo exclusivamente a las ex-

pectativas de la ciudadanía, y no a las más lucrativas de lascalculadoras del comercio-, lejos de molestar, el detalle con-gratula a sus programadores, que invirtieron siempre másimaginación y entusiasmo que efectivos económicos.

En este sentido, parece oportuno señalar el escaso interésque muchas veces tiene para el público el presupuesto conel que se trabaja cuando se elabora un festival; a fin de cuen-tas, sea costosa o no, la dinámica de estos eventos –aunquecon algunas diferencias- siempre es similar y proporcionamás o menos la misma satisfacción a toda clase de reque-rimientos intelectuales, de apetencias estéticas, de capri-chos.

Pero, de vez en cuando, no está de más llamar la atenciónsobre los medios con los que se levantan propuestas como

ésta, en las que el número de ceros de su coste final es in-versamente proporcional al esfuerzo, al empeño y a la ima-ginación empleados para armar con coherencia su cartel. Y,con todo ello, arrancar de las manos de los asistentes unosaplausos que siempre se han hecho tan inusualmente cáli-dos como genuinamente espontáneos y sinceros. A porotros trece años. Al menos.

“CiudadLinealJazzFoto” La muestra presenta una selección de fotografías de diferentesconciertos de bandas internacionales celebrados en las últimasdoce ediciones del Festival Internacional de Jazz del Distrito deCiudad Lineal.

Horario: De lunes a viernes de 9 a 14 y de 16 a 20 horas. Sábadosy domingos de 10 a 14 y de 17 a 20 horas. Entrada libre

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Tania María - 2005 Fotografía: Ángel Gutiérrez - 100 x 70 cm.

Enrique Heredia “El Negri” - 2005 Fotografía: Ángel Gutiérrez - 70 x 100 cm.


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Richard Bona” - 2005 Fotografía: Ángel Gutiérrez - 70 x 100 cm.

Medesky Martin & WoodBilly Martin - 2005

Fotografía: Ángel Gutiérrez - 100 x 70 cm.

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Medesky Martin & WoodJohn Medeski - 2005

Fotografía: Ángel Gutiérrez - 100 x 70 cm. Kenny Garrett - 2006Fotografía: Ricardo Carrillo de Albornoz Laffite - 70 x 100 cm.


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Metro Big Band - 2006Fotografía: Ricardo Carrillo de Albornoz Laffite - 100 x 70 cm.

Pee Wee Ellis - 2006Fotografía: Ricardo Carrillo de Albornoz Laffite - 100 x 70 cm.

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Patricia Barber - 2006Fotografía: Ricardo Carrillo de Albornoz Laffite - 100 x 70 cm.

OregonGlen Moore - 2007

Fotografía: Orlando Gutiérrez - 70 x 100 cm.


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OregonPaul McCandless - 2007


Chris Potter’s UndergroundAdam Rodgers - 2007


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OregonPaul McCandless - 2007


Abe Rábade TríoAbe Rábade - 2007



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Chris Potter’s UndergroundNate Smith - 2007

Fotografía: Orlando Gutiérrez - 100 x 70 cm. Stéfano Di Battista QuartetStéfano Di Battista - 2007


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Chris Potter’s UndergroundChris Potter - 2007


Abe Rábade TríoAbe Rábade - 2007



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Stéfano Di Battista QuartetFabrizio Brosso - 2007

Fotografía: Orlando Gutiérrez - 100 x 70 cm. Stéfano Di Battista QuartetEric Harland - 2007


XIII Festival Internacional de Jazz del Distrito de Ciudad Lineal

Ayuntamiento de Madrid Distrito de Ciudad Lineal

Alcalde-PresidenteAlberto Ruiz-Gallardón

Concejal del Distrito de Ciudad Lineal Manuel Troitiño Pelaz

Coordinación FestivalJesús Carro

ProducciónServicios Culturales del Distrito de Ciudad LinealMadrid Arte y Cultura, S.A.

PrensaPablo Sanz

Textos CatálogoLuis Martín

Diseño CatálogoBack RVS

ImprimeImpresión Digital Da Vinci

Depósito Legal



DireccionesOficina del FestivalC/ Hermanos García Noblejas, 16 –2ª Planta28037 MadridTel. 915 888 209Fax. 915 888 210e-mail: [email protected]

Venta de entradas Sección Internacional902400222 / www.elcorteingles.es

Centro Cultural San Juan BautistaC/ San Nemesio, 4 Tel. 914 157 705 / 914 132 294Metro Arturo Soria, Avenida de la Paz Bus 9, 53, 72, 73, 120

Centro Cultural La ElipaC/ Santa Felicidad, 39Tel. 914 055 312Metro La Elipa Bus 15, 28, 110, 113

Centro Cultural Príncipe de AsturiasC/ Hermanos García Noblejas, 14 Tels. 915 887 564 y 915 887 567Metro Ciudad Lineal Bus 4, 38, 48, 70, 105

Auditorio Carmen LaforetC/ Jazmín, 46 Tel. 915 887 538Metro Pinar de Chamartín

CIUDAD LINEAL: LÍNEA ARTES+ info: 010 o en www.munimadrid.es o en tu Centro Cultural.

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