Espero que este pequeo libro sea igualmente til a quien cree en la necesidad de que la imaginacin tenga un puesto en el proceso educativo; a quien tiene confianza en la creatividad infantil; a quien sabe el valor liberador que puede tener la palabra

(...) a quien cree en la necesidad de que la imaginacin tenga un puesto en el proceso educativo; a quien tiene confianza en la creatividad infantil; a quien sabe el valor liberador que puede tener la palabra. Todos los usos de las palabras para todos me parece un buen lema, tiene un bello sonido democrtico. No para que todos seamos artistas, sino para que ninguno sea esclavo. Gianni Rodari Gramtica de la fantasa. Introduccin al arte de contar historias.Editorial Argos Vergara, S.A. Barcelona, Espaa.1983. pg. 6Una representacin dinmica del lenguaje escrito:Un escrito constituido de textos y no de frases que luego habra que colocar unas junto a otras;

Un escrito elaborado (y no preexistente en trminos absolutos) e incluso un escrito en elaboracin (una produccin), u proceso, un material que se trabaja;

Un escrito que forma parte, en cada ocasin, de un proyecto que le sustenta;

Un escrito variado: existen diferentes tipos de textos correspondientes a situaciones e intenciones diversas;

Un escrito pertinente: cuando se utiliza la escritura, prefirindola a otros cdigos o modos de expresin, es necesario ser capaz de justificar esta opcin;

Un escrito eficaz (lo que puede ser constatado por medio de la reaccin de los destinatarios cuando se la conoce o se la busca);

Un escrito valorizante: cada persona es capaz de lograrlo con xito cuando conoce sus mecanismos y sus criterios de realizacin optima.

Una representacin dinmica de s mismo como sujeto que escribe:Como persona que se apropia a la vez del mundo y del lenguaje a travs de la prctica de la escritura;

Como productor de textos competente (lo puedo hacer porque se lo que hay que hacer para lograrlo) cuyas competencias estn en desarrollo;

Como aprendiz (escribir es algo que se aprende) que debe conducir sus aprendizajes, elaborar los instrumentos necesarios y utilizarlos de forma adecuada, escoger los criterios de logro y evaluar sus producciones y sus progresos;

Como enunciador de escritos realizando una utilizacin especfica del lenguaje que difiera de la enunciacin oral en a lo menos tres aspectos:

A) a diferencia de la oral, el lenguaje escrito corresponde a un mensaje diferido en el tiempo y en el espacio; el emisor oral se apoya en elementos de la situacin que comparte implcitamente con el receptor, en cambio el enunciador que escribe debe explicitar estos elementos situacionales.

B) El lenguaje oral parece brotar espontneamente en una determinada situacin, en contraste con la escritura que es siempre un proceso de produccin de lenguaje distanciado y organizado; la escritura implica una descentracin del emisor con respecto a s mismo y con respecto a lo que desea decir (es necesario reflexionar antes de escribir).C) Todo escrito es un mensaje para la vista y organizado para tal efecto en bloque de texto repartidos en el espacio de la pgina, con efectos tipogrficos, utilizacin precisa de signos de puntuacin y de maysculas, etc. (por lo tanto no es la traduccin lineal, a travs de palabras escritas, de un mensaje que se tiene en la mente y cuya representacin material es poco importante).

Una representacin precisa de la tarea que implica escribir:Buscar para cada situacin, el tipo de texto ms adecuado.

Elaborar una estrategia global, en lugar de lanzarse sin reflexionar sobre el lpiz y el papel: identificar previamente la situacin y el tipo de texto escogido, antes de iniciar la escritura lnea a lnea.

Movilizar y adaptar todo lo que se sabe respecto a un tipo de texto dado, y para ello, utilizar todos los instrumentos de que se dispone o buscar otros.

Durante la produccin del texto propiamente tal y durante las relecturas y reescrituras, saber que existen diferentes niveles de anlisis de un texto (desde la superestructura del texto hasta las microestructuras ortogrficas, pasando por la bsqueda de las mltiples coherencias posibles la de los pronombres y de otros sustitutos, la de los tiempos verbales, la de los nexos, la de los elementos lexicales, etc.) y que, mientras se produce un texto, es necesario preocuparse de esos niveles de anlisis, procediendo por etapas, por centraciones sucesivas en su focalizacin.

Jossette Jolibert y Grupo de Docentes de Ecouen. Formar nios productores de textos. J.C. Sez editor. Chile. 2003. pgs. 25 a 27La mente opera con muy diversas herramientas. E incluso cabe decir que habitualmente usa muy diversas cajas de herramientas. Unas cajas tienen su origen en las herramientas laborales de tipo material. Otras, en las herramientas de naturaleza simblica (los signos) que usamos los humanos en nuestros quehaceres laborales y en nuestros intercambios comunicativos.

() En el mundo del arte adems del uso del cdigo verbal, la mente utiliza otras herramientas de distinta naturaleza. Usa diversas cajas de herramientas. Diversos sistemas de representacin. Diversos sistemas simblicos. Diversos sistemas operacionales.

Y, sobre todo, usa cajas que moviliza al producir arte, o al leerlo o al contemplarlo, con un grado de libertad y sutileza muy superior al usado habitualmente en la vida cotidiana.

Con todo, esta mayor libertad y sutileza no debe ser interpretada en el sentido de pensar que los procesos mentales implicados son de naturaleza absolutamente distinta de la propia de los activados en la vida comn.Sobre este particular conviene prestar atencin al hecho de que VIGOTSKY cuando afronta la tarea de explicar la naturaleza de procesos psquicos vinculados al mundo de la vida y al lenguaje interior (a su gnesis, y a su conversin en pensamiento verbal de ndole superior), acude con suma frecuencia a citas que extrae del mundo de la literatura. ()

Segn los argumentos desplegados por VIGOTSKY, la mente productora de arte es la misma mente que vive inmersa en el mundo de la vida comn. Y trabaja de manera similar. No obstante, aunque parezca una paradoja, hace cosas distintas. Y las que parecen iguales suelen ser activadas segn particulares sesgos. Los que derivan del universo cultural del arte. De las formas de la vida mental que ste promueve.

La mente es la misma, los sistemas funcionales son los mismos, los procesos bsicos son tambin los mismos. Y las cajas de herramientas son, en gran medida, las mismas, aunque puede haber algunas especialmente pensadas para el mundo del arte.Vara, sobre todo, el estilo de activacin de la mente. Vara su orientacin operacional. Sus objetivos. El nivel d sutileza buscado. Y el aura vivencial inducida. ()

El arte no es un misterioso universo generado por el alma de naturaleza inmaterial (pinsese en la visin romntica y espiritualista del arte de tanto arraigo en el mundo del arte). El arte requiere tambin de herramientas y signos. Y sus encaminamientos evolutivos estn muy influenciados por los logros en el mundo de la vida. Juan J. Jov Peres. Arte, psicologa y educacin. Fundamentacin vygotskyana de la educacin artstica. Antonio Machado Libros, S.A. Madrid, Espaa.2002 pgs. 98 y 99Desde este punto de vista, podemos decir que poseemos una mente letrada, literaria, y que nuestro pensamiento es un pensar narrativo. As, aunque la literatura y la poesa no nos puedan desvelar el secreto de la creacin de la mente humana, s son capaces de decirnos mucho sobre la naturaleza de la vida mental y espiritual. Nos aportan esa dimensin textual de la realidad, recordndonos que el ser humano, como novelista de s mismo, es un ser interpretativo y un portador de historias. Sin esas historias que nos cuentan de pequeos, y que ms adelante leemos e imaginamos, la identidad personal y nuestra existencia como seres humanos sera imposible, porque somos animales que necesitamos de la ficcin y de la imaginacin para buscar (y encontrar) algn sentido a nuestras vidas.La educacin como acontecimiento tico. Natalidad, narracin y hospitalidad. Fernando Brcena- Joan Carles Mlich. Paids. Barcelona, Espaa. 2000 pg. 97