Citas de Cristo Pan Del Cielo

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Man1. Ex 16, 12-15He odo las murmuraciones de los israelitas. Diles: Al atardecer comeris carne y por la maana os hartaris de pan; y as sabris que yo soy Yahveh, vuestro Dios. Aquella misma tarde vinieron las codornices y cubrieron el campamento; y por la maana haba una capa de roco en torno al campamento. Y al evaporarse la capa de roco apareci sobre el suelo del desierto una cosa menuda, como granos, parecida a la escarcha de la tierra. Cuando los israelitas la vieron, se decan unos a otros: Qu es esto? Pues no saban lo que era. Moiss les dijo: Este es el pan que Yahveh os da por alimento.2. Sab. 16, 20-21A tu pueblo, por el contrario, le alimentaste con manjar de ngeles; les suministraste, sin cesar desde el cielo un pan ya preparado que poda brindar todas las delicias y satisfacer todos los gustos. El sustento que les dabas revelaba tu dulzura con tus hijos pues, adaptndose al deseo del que lo tomaba, se transformaba en lo que cada uno quera.3. Sal. 78, 23-25Y a las nubes mand desde lo alto, abri las compuertas de los cielos; hizo llover sobre ellos man para comer, les dio el trigo de los cielos; pan de los Fuertes comi el hombre, les mand provisin hasta la hartura.4. Jn. 6, 30-31Ellos entonces le dijeron: Qu seal haces para que vindola creamos en ti? Qu obra realizas? Nuestros padres comieron el man en el desierto, segn est escrito: Pan del cielo les dio a comer.

Cristo era el alimento espiritual del pueblo de Israel. El N.T, desvela al A.T.5. 1cor. 10, 1-4No quiero que ignoris, hermanos, que nuestros padres estuvieron todos bajo la nube y todos atravesaron el mar; y todos fueron bautizados en Moiss, por la nube y el mar;y todos comieron el mismo alimento espiritual; y todos bebieron la misma bebida espiritual, pues beban de la roca espiritual que les segua; y la roca era Cristo.Cristo verdadero pan del cielo6. Jn. 6, 32-33; 34-36; 41-42; 47-51

-Jess les respondi: En verdad, en verdad os digo: No fue Moiss quien os dio el pan del cielo; es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo.

-Entonces le dijeron: Seor, danos siempre de ese pan. Les dijo Jess: Yo soy el pan de la vida. El que venga a m, no tendr hambre, y el que crea en m, no tendr nunca sed. Pero ya os lo he dicho: Me habis visto y no creis.

-Los judos murmuraban de l, porque haba dicho: Yo soy el pan que ha bajado del cielo. Y decan: No es ste Jess, hijo de Jos, cuyo padre y madre conocemos? Cmo puede decir ahora: He bajado del cielo?

-En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el man en el desierto y murieron; este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivir para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo.La gente pregunta: Cmo puede ste darnos a comer su carne? v.52Respuesta de Jess: 7. Jn. 6, 53-58Jess les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no comis la carne del Hijo del hombre, y no bebis su sangre, no tenis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitar el ltimo da. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en m, y yo en l. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, tambin el que me coma vivir por m. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivir para siempre.Que sucedi: (se marcharon)8. Jn. 6, 60. 63. 66-69

Muchos de sus discpulos, al orle, dijeron: Es duro este lenguaje. Quin puede escucharlo?

El espritu es el que da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espritu y son vida.

Desde entonces muchos de sus discpulos se volvieron atrs y ya no andaban con l. Jess dijo entonces a los Doce: Tambin vosotros queris marcharos? Le respondi Simn Pedro: Seor, donde quin vamos a ir? T tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que t eres el Santo de Dios.

Respuesta a la pregunta del pueblo, desde la perspectiva cristianaInstitucin de la Eucarista 9. Lc. 22, 19-20Tom luego pan, y, dadas las gracias, lo parti y se lo dio diciendo: Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mo. De igual modo, despus de cenar, la copa, diciendo: Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.10. 1 Cor. 11, 23-29Porque yo recib del Seor lo que os he transmitido: que el Seor Jess, la noche en que fue entregado, tom pan, y despus de dar gracias, lo parti y dijo: Este es mi cuerpo que se da por vosotros; haced esto en recuerdo mo. Asimismo tambin la copa despus de cenar diciendo: Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bebiereis, hacedlo en recuerdo mo. Pues cada vez que comis este pan y bebis esta copa, anunciis la muerte del Seor, hasta que venga. Por tanto, quien coma el pan o beba la copa del Seor indignamente, ser reo del Cuerpo y de la Sangre del Seor.Examnese, pues, cada cual, y coma as el pan y beba de la copa. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo.11. 1 Cor. 10, 16-17La copa de bendicin que bendecimos no es acaso comunin con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos no es comunin con el cuerpo de Cristo? Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan.

Da del Seor (La Misa)12. Hch. 20,7El primer da de la semana, estando nosotros reunidos para la fraccin del pan, Pablo, que deba marchar al da siguiente, conversaba con ellos y alarg la charla hasta la media noche.13. Hch. 2, 42Acudan asiduamente a la enseanza de los apstoles, a la comunin, a la fraccin del pan y a las oraciones.Testimonio de San Justino Mrtir14. C. I. C. 1345Desde el siglo II, segn el testimonio de san Justino mrtir, tenemos las grandes lneas del desarrollo de la celebracin eucarstica. Estas han permanecido invariables hasta nuestros das a travs de la diversidad de tradiciones rituales litrgicas. He aqu lo que el santo escribe, hacia el ao 155, para explicar al emperador pagano Antonino Po (138-161) lo que hacen los cristianos:El da que se llama da del sol tiene lugar la reunin en un mismo sitio de todos los que habitan en la ciudad o en el campo. Se leen las memorias de los Apstoles y los escritos de los profetas, tanto tiempo como es posible.Cuando el lector ha terminado, el que preside toma la palabra para incitar y exhortar a la imitacin de tan bellas cosas.Luego nos levantamos todos juntos y oramos por nosotros [...] (San Justino,Apologia, 1, 67) y por todos los dems donde quiera que estn, [...] a fin de que seamos hallados justos en nuestra vida y nuestras acciones y seamos fieles a los mandamientos para alcanzar as la salvacin eterna.Cuando termina esta oracin nos besamos unos a otros.Luego se lleva al que preside a los hermanos pan y una copa de agua y de vino mezclados. El presidente los toma y eleva alabanza y gloria al Padre del universo, por el nombre del Hijo y del Espritu Santo y da gracias (en griego:eucharistian) largamente porque hayamos sido juzgados dignos de estos dones. Cuando terminan las oraciones y las acciones de gracias, todo el pueblo presente pronuncia una aclamacin diciendo:Amn. [...] Cuando el que preside ha hecho la accin de gracias y el pueblo le ha respondido, los que entre nosotros se llaman diconos distribuyen a todos los que estn presentes pan, vino y agua "eucaristizados" y los llevan a los ausentes (San Justino,Apologia, 1, 65).15. C. I. C. 1355En lacomunin, precedida por la oracin del Seor y de la fraccin del pan, los fieles reciben "el pan del cielo" y "el cliz de la salvacin", el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se entreg "para la vida del mundo" (Jn6,51):Porque este pan y este vino han sido, segn la expresin antigua "eucaristizados" /cf. San Justino,Apologia, 1, 65), "llamamos a este alimento Eucarista y nadie puede tomar parte en l si no cree en la verdad de lo que se ensea entre nosotros, si no ha recibido el bao para el perdn de los pecados y el nuevo nacimiento, y si no vive segn los preceptos de Cristo" (San Justino,Apologia, 1, 66: CA 1, 180 [PG 6, 428]).