CINE, HISTORIOGRAFÍA Y DIDÁCTICA DE LA HISTORIA:

MEDIOEVO EN IMÁGENES

Caballero, Alicia Nelly; Daldovo, Mónica Inés; Figueredo, Oscar

Profesorado en Historia, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Formosa

acaballero@arnet.com.ar; monica_daldovo@hotmail.com; cof_2211@outlook.com

Resumen

Una película es un artefacto cultural donde confluyen explícitamente imágenes fotográficas,

sonoras y escritas que describen una trama portadora de una representación historiográfica de

la realidad histórica abordada. Todo filme histórico constituye un relato concebido desde

versiones establecidas del pasado revelando interpretaciones provenientes del campo erudito

de la historia y al mismo tiempo del campo teórico cinematográfico. Las exigencias escolares

de un escenario social atravesado por códigos visuales e icónicos encuentran en el texto

fílmico un recurso didáctico particularmente eficaz y operativo para la enseñanza de la

historia.

El objetivo de este trabajo, es presentar las experiencias recolectadas en el ámbito de la

Cátedra de Historia Medieval del Profesorado en Historia de la Facultad de Humanidades,

donde se realizaron observaciones críticas de filmes que abordan temáticas del programa

vigente, relevando las diferentes concepciones e imágenes historiográficas expresadas en

argumentaciones cinematográficas. Esta ejercitación áulica pretende lograr un ensamblaje

pedagógico-didáctico entre los saberes académicos y los mensajes visuales, ejercitando la

capacidad de comprensión “lectora” de los múltiples soportes comunicacionales al alcance del

alumno.

Palabras Clave: cine – medioevo - didáctica de nivel superior - historia

Introducción

El cine, en sociedades contemporáneas profundamente atravesadas por medios y

mensajes audiovisuales, ha capturado en un modo creciente el interés de los historiadores,

pero también de los pedagogos. La representación cinematográfica se

convierte en un producto cultural legitimado en el campo intelectual que no escapa a la

insaciable búsqueda de la historiografía de nuevos temas y fuentes de análisis y comprensión

del pasado pero necesariamente del presente.

Imágenes, sonidos y discursos producidos por medios mecanizados inundan la vida

social mostrando los avances de una industria de la recreación cimentada en incontrolables

progresos tecnológicos poniendo al alcance de un extenso público la representación de las

problemáticas humanas más diversas y complejas en estímulo permanente a nuestras

capacidades de observación, análisis y crítica.

En este trabajo proponemos presentar experiencias didácticas surgidas del análisis de

films ficcionales que remiten a la representación de realidades históricas medievales y que

permiten abordar la discusión historiográfica siempre presente y siempre renovada tanto en el

ámbito académico como en el escolar sobre qué se entiende por medioevo.

Cine e historiografía

El relato escrito nacido de la acción profesional historiadora es replicado en texto

fílmico que deja al descubierto una faceta documental donde convergen análisis

historiográfico y visión argumental del cineasta, colmadas ambas de cargas simbólicas

subjetivas acerca de un recorte del pasado. Las reflexiones teóricas metodológicas sobre este

complejo vínculo entre historia y cine del analista francés Marc Ferro y del norteamericano

Robert Rosenstone, fundadas en las miradas de Siegfried Kracauser, resultan ciertamente

relevantes en la aproximación del tema.

Estudioso de la cultura y del fenómeno emergente del cine Siegfried Kracauser

enfoca su examen en el cine como algo más que el reflejo físico de la realidad en un soporte

estático, en tanto que la narración fílmica resulta una suerte de “redención” de esa realidad

con una existencia propia que trasciende la condición del arte. Desde su perspectiva importa

más el contenido de una película en armonía con la realidad, que su tratamiento o formato

técnico. La atención del espectador es cautivada por la impresión de la realidad representada,

inclusive de las regiones ocultas de esa realidad. Ante esa realidad fílmica, el espectador

reacciona con una respuesta física y mental que lo sumerge en el interior de la película, como

en un sueño que le aporta emociones. Esta experiencia le demanda interpretación y análisis.

A su vez, para Marc Ferro es necesario pensar el cine como documento histórico

pero también como agente de la historia. En tanto documento, el film es historia dada su

condición de producto cultural que atestigua un acercamiento sociohistórico a un suceso, a

creencias, a intenciones, en fin es un microanálisis de una realidad humana ya sea

contemporánea o pasada. Por lo que la observación de un film implica necesariamente el

desmenuzamiento de la intriga, el decorado, la planificación o el guión que busca recrear un

acontecimiento, una biografía, una sociedad; pero, también requiere no olvidar quien lo

produjo, a que público está destinado y desde que sistema político es concebido. Se trata de

comprender la obra fílmica como una comunicación desde un presente dado, ya que el

hombre portador de una cámara registra una particular forma de ver la realidad. Asimismo,

Marc Ferro, concibe el cine como agente de la historia. La cinematografía cuenta con diversos

modos de expresión que no constituyen una mera trasposición de los relatos escritos que lo

inspiran.

El lenguaje cinematográfico emerge de una combinación de imágenes, sonidos,

palabras y silencios emergentes de ciertas condiciones de producción y destinadas a un

público, que puede o no recibirlo en función de sus propios imaginarios y patrones culturales.

De allí, la delicada tarea de valorar la operatividad y eficacia de un film que a la postre,

depende de la acogida de la sociedad espectadora. Por lo que, la lectura cinematográfica de la

historia plantea a los historiadores la necesidad de estudiar un film como una forma más de

abordar el pasado.

Por su parte Robert Rosenstone ubicado dentro de los estudios culturales

estadounidenses, considera al cine como una forma alternativa de reconstruir la historia. La

historia no sólo debe ser reconstruida en papel y escritura. La imagen, el sonido, el montaje,

las actuaciones conforman modos de concebir el pasado. Esta postura pone en discusión la

primacía del lenguaje escrito. El debate, sea en el campo teórico cinematográfico sea en el

historiográfico, trata de refutar que el filme, como la obra histórica son, sin más intento de

recreación del pasado.

El itinerario del Rosenstone se ha encaminado a analizar y a contribuir en la

realización de películas históricas donde interactúen las más actualizadas versiones

historiográficas con las imágenes y los sonidos buscando suscitar preguntas que pongan en

duda certezas instaladas.

Así, la historia visual y sus reglas constituyen la práctica desde la cual es

estadounidenses vuelve a pensar la historia, a pensar los modos de releer el pasado. Desde

esta postura la historia visual es una estrategia más para llevar adelante el combate contra la

linealidad temporal, casual o cultural. Se trata, de multiplicar contextos y visiones en claro

convencimiento ginzburgiano.

También se introducen nuevos planteos ¿la imagen puede reflejar más información

que el escrito sobre un instante histórico?. Pero la historia visual no es concebida como espejo

del pasado, sino como representación del mismo. El problema radica, no en la información

contenida en un film, sino si esta puede ser aprehendida y si trasmite un conocimiento

histórico valido. No todo film responde a las demandas de historia visual, pero todos aportan

nuevas formas de interpretar los hechos pasados. Por lo tanto, la historia en imágenes debe

ajustarse a pautas verificables. El límite del uso de la ficción consistiría en la veracidad

derivada de una exploración investigativa de otras fuentes a partir de la que se puede

fundamentar un relato histórico.

El historiador ejercitante de la historia visual debe actuar como intermediario entre el

mundo de la cinematografía y el académico. Por lo que es necesario la identificación y la

reflexión acerca de la utilización de estrategias narrativas propias de la filmografía: la

condensación, la alteración de los sucesos y las metáforas. La literalidad es desplazada por la

selección de datos y acontecimientos porque, en última instancia, el cine sintetiza, generaliza

y simboliza sucesión de imágenes y sonidos sugiriendo lo ocurrido.

Como señala Robert Rosenstone un largometraje no es un libro, pero si es una

versión de las ya establecidas sobre el pasado, que convoca a la interrogación y la búsqueda

de nuevos significados. En una sociedad que encuentra en los medios audiovisuales, su fuente

primordial del conocimiento histórico, los filmes son una inquietante expresión simbólica en

un mundo posliterario. La historia visual, entonces, es un nuevo desafío de la cultura visual

creciente a la lectura de la historia.

Textos fílmicos y didáctica de la historia: experiencia de observación

Los filmes, sean documentales o ficcionales, forman parte del conjunto de materiales

educativos que sostienen los procesos de enseñanza aprendizaje en las diversas áreas del

conocimiento escolar. En la clase de historia, el uso de productos cinematográficos constituye

una experiencia áulica de riquísimos ribetes en la medida que el film permite al educando-

espectador aproximarse a una realidad histórica de una manera particular. Carlos Guinzburg

señala que la efectividad del cine radica en su efecto de extrañamiento, de distanciamiento

ante la situación narrada rompiendo con la mirada egocéntrica y etnocentrica del niño o el

adolescente, ya que los historiadores a través del texto escrito, representan la historia como si

fueran contemporáneos, proyectando un presente histórico que crea una serie de

anacronismos.

El film como fuente de información y recreación del pasado ofrece la ventaja de la

reconstrucción del núcleo fáctico y el análisis de su envoltura ideológica y sus posturas

historiográfica. El trabajo con películas en el aula tiene distintas utilidades vinculadas a los

propósitos pedagógicos-didácticos. Sin embargo, los alumnos del profesorado deben

experimentar y ejercitar la proximidad con este recurso escolar, con el que deberán trabajar en

la práctica docente. El problema planteado para la metodología de la enseñanza de la historia

apunta a ¿Cómo trabajar con películas en el aula?. Así los alumnos del Profesorado en

Historia deben explorar la observación crítica de filmes de carácter histórico a fin de adquirir

capacidades en la lectura crítica de los mensajes cinematográficos en articulación con

contenidos teóricos-reflexivos y aspectos metodológicos específicos de la ciencia histórica.

El objetivo de estas prácticas en los futuros Profesores de Historia se orientan a la

aplicación de tendencias en el debate historiográfico y su utilización en el acto de conducción

del proceso de enseñanza, esto es en la práctica docente profesional.

El trabajo con películas se llevó a cabo en el ámbito de la Cátedra de Historia

Medieval del Profesorado en Historia de la Facultad de Humanidades – Universidad Nacional

de Formosa proponiendo ejercitaciones en la observación e interpretación de filmes de

argumentos ficcionales relacionados con contenidos del Programa de la Asignatura. La

actividad se orienta específicamente a la articulación de los relatos fílmicos con los textos

informativos recomendados como Bibliografía del Programa, a fin de lograr la comprensión

del conjunto de hechos y personajes de un tramo del Medioevo y la diferenciación de las

miradas historiográficas sobre el problema.

Así se seleccionaron varios filmes de amplia difusión ya sea en programaciones

televisivas o en cinematecas, y que fueran accesibles a los alumnos cursantes. Entre ellas se

mencionan: El Séptimo Sello (1957), Trece Guerreros (1999), En tiempos de Brujas (2011),

Robin Hood (2010), En el Nombre de la Rosa (1986) y Atila, el Huno (2001).

Los resultados de la observación crítica de la película elegida por los alumnos

cursantes de Historia Medieval (2do Año – 2do Cuatrimestre), fueron volcados en informes

escritos elaborados a partir de consignas orientadas para lograr el cruce del mensaje

cinematográfico y el de los textos específicos que integran el soporte bibliográfico de la

asignatura.

Del conjunto de trabajos elaborados se seleccionaron informes sobre la película

“Atila, el Huno (2001)”, que aborda la problemática de las grandes migraciones de los

pueblos germánicos y la crisis imperial romana devenidas en el occidente europeo en los

Siglos III, IV y V d.C. Este film deja al descubierto las intensas polémicas que agitan al

mundo erudito historiador medievalista en torno a este proceso histórico. A manera de

ejemplo presentamos:

Informe sobre el texto fílmico de

“Atila el Huno”

Alumnos:

Aranda Edgardo Federico:3704622574

Escobar Yanina Alejandra:3704703513

Maradei Lucia Teresa:3704646888

Merlo Edgar: 4704829841

Patiño Pablo Matías:3704693127

Rojas Javier:3704302998

Año 2013

Propuesta de trabajo:

Realizar un informe del texto fílmico “Atila el Huno” relacionándolo con la

bibliografía propuesta por la cátedra teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

Diferenciar en la trama de la película los elementos históricos de los ficticios.

Relacionar los contenidos de la película con los mapas 1y 2 de la cátedra.

La polémica historiográfica que aparece.

La imagen de la Edad Media que subyace.

Introducción:

La Película es un texto fílmico que proporciona una fuente de estudio de la historia y

por ende, también, un recurso didáctico para los profesores. Para abordar el proceso de

transición del Medioevo, llevaremos a cabo el análisis de la película “Atila El huno” dirigida

por Dick Lowry y estrenada en el año 2001.

Como toda fuente, más aun cuando la etapa de la historia a tratar es remota, posee

datos e interpretaciones que en algunos casos se apartan de la realidad. Por eso es necesario en

primera instancia, desarrollar la capacidad de diferenciar, dentro de la trama de la película, los

elementos que consideramos históricos de los ficticios. Además trataremos de establecer una

relación entre el contenido de la película y los mapas 1 y 2 propuestos por la cátedra, el

primero correspondiente a la “Penetración de los pueblos BARBAROS en el imperio

Romano” y, el segundo que trata sobre “Europa y el mundo mediterráneo hasta el siglo V”.

Concluyendo con un análisis crítico a partir de las lecturas realizadas hasta el

momento en la cátedra, detectando las principales polémicas históricas plasmadas en la

película, así como el abordaje de las imágenes de la Edad Media subyacentes en la misma.

Informe sobre el texto fílmico “ATILA el huno”

La trama de la película, transcurre dentro de un contexto temporal ubicado en el año

400 de nuestra era. Donde el Imperio Romano aunque debilitado por las intrigas políticas y

por la guerra, continuaba siendo la mayor potencia del mundo. Potencia dominante que sería

reemplazada o transformada con la llegada de un nuevo pueblo, los HUNOS. Provenientes

del este de las estepas rusas.

Los hunos eran uno de los pueblos “barbaros” que irrumpieron en el imperio romano

durante la crisis del siglo III en adelante. Eran los otros, los que no eran romanos.

Caracterizados por ser pueblos ágrafos, nómadas, donde la población se asentaba en pequeñas

aldeas. Los Hunos, querían conquistar el oeste. Es decir, el Imperio Romano de occidente,

gobernado durante ese periodo por Valentiniano III, quien como figura monárquica dirigía al

imperio con cierta incompetencia.

Además, como tema transversal, se encuentran presentes elementos que detentan la

esencia de lo sobrenatural. Término que Bonnassie utiliza en su vocabulario para hacer

referencia a las supersticiones medievales. Por ejemplo cuando comienza la película se da un

dialogo entre Atila y su abuela, donde esta le narra una profecía instaurada entre los Hunos

de un hombre que un día uniría a las tribus y desafiaría a Roma por el derecho a dominar el

mundo. Donde un guerrero había encontrado las tierras que algún día conquistarían con la

llegada del gran rey. El que ante nadie se arrodillaría y ante quien los hombres se

arrodillarían. Este gobernará a los Hunos como una sola nación y tendrá la espada del Dios

de la guerra en la mano. Está en la película, era la figura de Atila.

La presencia de lo sobrenatural en la película se manifiesta en los objetos rituales

con valor propiciatorio o de encantamiento, por ejemplo las practicas mágicas que realizaba la

hechicera Gallen en el bosque, como así también las visiones o predicciones que ella misma

le comunicaba a Atila y los amuletos que utilizaban los hunos.

Hay que resaltar que lo sobrenatural en este film se encuentra íntimamente ligado

con el bosque, otro vocabulario propio de la Edad Media, que según Bonnassie, además de

desempeñar un papel importante en la vida social y económica de la época, debido a su doble

función de frontera y refugio, también era el mundo del misterio y de lo maravilloso, estaba

poblado de genios, hadas, hechiceros y todo tipo de seres sobrenaturales.

El bosque era, antes que nada, el reducto del miedo, de un miedo motivado sobre

todo por el peligro que suponían los seres (reales o imaginarios) que lo frecuentaban. Como

así también los animales que los hunos consideraban sagrados, entre los más relevantes se

mencionan en el film:

“…El glotón, porque no se bate en retirada, la osa, porque protege a sus crías y el

caballo porque es el rey de la guerra...”

Ahora bien siguiendo los aspectos que hemos apuntado (aunque no linealmente)

continuaremos con el análisis del texto fílmico.

Para comenzar, podemos dar cuenta en un principio de la polémica histórica que

implica la cronología de la etapa medieval. Ésta es una de las más discutidas por los autores

medievalistas de la actualidad ya que existen diferentes posturas. Trataremos algunas de

ellas:

En primer lugar, tenemos la “visión tradicional” que ubica el comienzo del Medievo en el año 476 d.

C., año de la deposición de Rómulo Augusto por obra de Odoacro, y su fin en 1492, año en que Colón

toco la primera costa americana (...).

Por otro lado se encuentra la tesis de Pirenne que en síntesis es la siguiente: hasta la invasión árabe (S.

VIII), el centro de la vida histórica gravito alrededor del imperio bizantino y la Cuenca del

Mediterráneo. La irrupción de los barbaros del norte, en el imperio romano de occidente fragmentó la

antigua unidad romana pero no la sustituyo por nada nuevo: los intereses económicos, políticos,

culturales, siguieron siendo, aunque aminorados, los de antes. La asimilación del exiguo elemento

bárbaro se realizó lentamente, la acción de la lejana Bizancio sobre occidente se prolongó hasta el

siglo VII, en virtud de la continuidad de la civilización antigua. Sólo con la ocupación por parte de los

árabes, de la parte occidental de la cuenca del mediterráneo se interrumpieron esa unidad y esa

continuidad. Por un lado, la influencia bizantina quedo confinada a la cuenca oriental, por el otro, se

creó en occidente una nueva unidad histórica: el Sacro Imperio, Romano donde por primera vez el

elemento bárbaro entró con su nombre y su fisonomía propios. En consecuencia y según esta tesis, el

mediterráneo occidental se convierte en un lago musulmán por lo tanto lo que había sido la gran vía de

comunicación entre Oriente y Occidente se convierte en una insuperable barrera. En síntesis, el islam

ha roto la unidad mediterránea que las invasiones germánicas habían dejado persistir. Este es el hecho

más importante que ocurrió en historia europea desde las guerras púnicas, es el fin de la tradición

antigua y es el comienzo del Medievo.

Ahora bien, en el texto fílmico nos presente una “cronología tradicional”, que sitúa

el comienzo de la edad media a partir de la caída del imperio romano de occidente. No se trata

entonces de una cronología que apunta hacia una “continuidad entre el mundo antiguo y el

mundo medieval”: cuyos rasgos principales son la crisis del siglo III y las invasiones del siglo

V, ya que en ese periodo se van percibiendo algunas características del Medioevo.

Nosotros en la cátedra consideramos esta segunda postura. Es por eso, que en lugar

de realizar un corte arbitrario para el comienzo de esta etapa, más bien tenemos en cuenta la

transición progresiva que se da desde la antigüedad hasta la etapa medieval; en palabras de

José Luis Romero: “el proceso que provoca la decisiva mutación destinada a transformar de

raíz la fisionomía de Europa occidental comienza desde el Bajo Imperio y se prolonga hasta la

temprana edad media”.

El texto fílmico cuenta la historia de los Hunos, que fueron una confederación de

tribus euroasiáticas, pueblos de los más diversos orígenes unidos por una aristocracia y una

lengua madre, los cuales aparecieron en Europa en el siglo IV, y alcanzaron su apogeo bajo el

mando de Atila. Eran nómadas y vivían en chozas temporales, aunque conocían la propiedad

de la tierra. Por su condición nómada, la vaca y la cacería tenían un papel importante en su

economía más que la agricultura. Las carencias en su dieta eran saciadas por medio del

comercio y, de forma mucho más habitual, el pillaje en territorio extranjero. Las armas que

empleaban en la guerra eran la espada recta, la lanza, el lazo y el arco, que solían utilizar

desde el caballo.

Según fuentes bibliográficas el origen de los hunos se encuentra en Mongolia,

aunque en el periodo en el que transcurre la película estos pueblos se encontraban en el este

del imperio romano, más precisamente en las estepas rusas, desde donde comenzaron a

incursionar en el territorio del Imperio en el año 379 aproximadamente. El movimiento de los

Hunos hacia Europa produjo una gran desestabilización de los pueblos bárbaros asentados en

Europa Central y Oriental. Lo cual se ve claramente en la película cuando se da un dialogo

entre Valentiniano y el general Flavius Aetius, donde este último le explica de que los hunos

“no son estúpidos, sino que son Valientes y fuertes; que han cruzado la frontera hasta

Colonia saqueando 20 aldeas; y que fueron los hunos los que empujaron a los godos contra

los romanos y provocaron así la división del imperio por eso valentiniano reina en occidente y

Teodosio II en oriente”. Es decir que Roma debe evitar cualquier tipo de conflicto con los

hunos y con los godos.

Por eso no es un dato menor aclarar que entre los años 235 y 285 Roma estuvo

inmersa en un periodo de anarquía y guerras civiles. Esto debilitó sus fronteras, momento en

el cual los germanos, en busca de nuevas tierras, se desplazaron hasta la frontera norte del

imperio, lo cual se conoce como “ingreso pacífico” de los pueblos germánicos. Ya que este

movimiento de “migración masiva” o “volkerwanderung” (termino alemán para designar la

época de las invasiones, Período de las Grandes Migraciones o al conjunto de migraciones

masivas que se desarrollaron aproximadamente entre el siglo III y siglo VIII de nuestra era en

Europa y la cuenca del Mediterráneo) tiene tres momentos: el primero ya mencionado; el

segundo denominado de la “irrupción violenta” que se da en el siglo IV, en el 370

aproximadamente; y el tercer momento que se da entre el 406 y el 425 donde hay un

desplazamiento general de los pueblos germánicos por la presión que ejercen sobre ellos los

pueblos Hunos.

En el primer momento mencionado, los emperadores de la época permitieron la

entrada de los germanos bajo dos condiciones: debían actuar como colonos y trabajar las

tierras; además de ejercer como vigilantes de frontera. Pero sin embargo, esta pacificación

terminó cuando Atila, el rey de los hunos, comenzó a hostigar a los germanos, que habían

invadido el Imperio.

En el siguiente mapa presentamos el movimiento de los pueblos Germánicos a partir

del siglo V, donde se ve la presencia de algunos pueblos como ser:

Los Suevos, los Vandalos y los Alanos que se dirigieron hacia la península Iberica y

se instalaron en ella. Al mismo tiempo los Anglos, los Justos y los Sajones ocuparon la

Bretaña. Por otra parte los Burgundios, tras una etapa temporal en el Rin se dirigieron hacia

Provenza (sureste de Francia). Al sur del Rio Loira se establecieron los Visigodos, que luego

conquistaran España y el sur de Francia desplazando a los Vándalos hacia el norte de África.

Por otra parte para algunos autores como Francisco Javier Guzmán Armario, en este

proceso de penetración de los pueblos germánicos, considera que no se dio una germanización

del imperio romano sino más bien una romanización. En primera instancia critica a la

historiografía tradicional por considerar que los pueblos barbaros, sobre todo los visigodos,

tenían una identidad nacional plenamente constituida al penetrar el imperio romano. Porque

sin embargo, según este autor, los Visigodos, como los otros pueblos barbaros, que

ingresaron entre los siglo IV y V d.c, carecían de tal unidad y estaban muy condicionados por

la influencia política y cultural de la civilización romana.

Siguiendo a este autor también la profesora Alicia Caballero plantea que “la fuerza

del germanismo en la evolución histórica del imperio romano solo es un producto de una

estrategia historiográfica hispana especialmente norteña que busca exaltar la tradición

germana en oposición al sustrato cultural mediterráneo” aunque tampoco “no se puede hablar

de una decadencia o crisis para el legado cultural y sociopolítico romano sino de

transformación” y que “el proceso histórico posterior a la decadencia del Imperio Romano

estuvo presidido por la romanismo antes que por el germanismo”

Este punto de vista se puede observar claramente en la película ya que en el

transcurso de la misma por ejemplo Atila va tomando elementos de las construcciones

romanas y las quiere implementar en su reino, como ser el “baño romano” y el estilo que van

tomando las construcciones de las casas, que ya no son chosas trasladables como en un primer

momento sino estructuras más permanentes.

Por eso decimos que si bien no hubo cambios profundos en cuanto a la tradición y

cultura del imperio romano de occidente, sin embargo si se puede observar a partir del siglo

V una Europa políticamente fragmentadas en diferentes reinos cosa que no existía en el

periodo anterior, ahora asistimos a una Europa Occidental “polifacética”. La cual se puede

observar en el siguiente mapa. Donde vemos al imperio romano de oriente manteniendo su

territorio; en occidente: en la región de la península ibérica y Francia tenemos al reino de los

visigodos, en gran Bretaña tenemos numerosos reinos independientes: los Anglos, los

Sajones, los Justos; en la península Itálica y la Galia tenemos el reino de Odoacro; y en la

zona norte de África: el reino de los Vándalos.

Para finalizar nuestro informe cabe destacar que la Imagen de la Edad Media que

subyace en la película, es la de un periodo de caos y oscurantismo, ya que al final de la

película se relata que desde la muerte de Aetius no hubo ningún hombre que pudiera defender

a Roma de las penetraciones germánicas y que por lo tanto estas solo van a traer caos, crisis y

oscuridad.

Siguiendo los textos recomendados por la cátedra podemos afirmar que esta imagen

o visión negativa que se tiene sobre el Medioevo surgen durante el renacimiento y la

Ilustración.

Fue Kellero C ellario quien acuño el término “edad media” y la impuso para dividir

la historia europea, concibiendo a este periodo como una larga parada, “un tiempo de

deterioro, tiempo no de progreso, sino de decadencia; no de civilización, sino de barbarie; no

de ilustración sino de ignorancia y superstición”.

Fueron los románticos, a principios del siglo XIX, quienes comenzaron a ver de otra

manera a la edad media, destacando sus catedrales góticas, los poemas épicos y los

manuscritos. También escritores como Berdyaev y maritain afirmaron que el siglo XIII

representa “el punto más alto alcanzado en el desenvolvimiento de la cultura Europea”.

Por ende, ante dicha polémica sobre la imagen del Medioevo, coincidimos con

Jacques Le Goff, que afirma: “que aquellos que hablan de oscurantismo no han comprendido

nada […] la verdad es que la edad media fue una época de fe apasionada por la búsqueda de la

razón. A ella le debemos el estado, la nación, la ciudad, la universidad, los derechos del

individuo, la emancipación de la mujer, la conciencia, la organización de la guerra, el molino,

la máquina, la brújula, la hora, el libro, el purgatorio, la confesión, el tenedor, las sábanas y

hasta la revolución francesa”.

Referencias Bibliográficas

Saitta, A. Guía critica de la Historia Medieval. México. Fondo de cultura económica. Cap. 1

“El Medioevo”

Caballero, A. “Los visigodos y una controversia historiográfica siempre vigente:

¿Germanismo o Romanismo?”. Apunte de cátedra año 2006.

Romero, J. L. “La edad media” Cap. I. Editorial Fondo De Cultura Económica.

Corradini, L. “Los intelectuales del mundo y la nación” entrevista a Jacques le Goff.

Barraclough, G. Mediun aevum. Algunas reflexiones sobre la historia medieval y sobre el

término “Edad Media”. En La historia desde el mundo actual. Madrid, revista de occidente,

1959.cap IV, pp. 75-84.

Bonnassie, P. (1988) Vocabulario Básico de la Historia Medieval. Editorial crítica. 3edición:

A modo de cierre

El análisis de los contenidos históricos brindados por los textos cinematográficos y

su rol en el desarrollo y su rol en el desarrollo de capacidades del docente en formación,

conforma una línea de acción que adquiere relevancia en el área de las metodologías de la

enseñanza de la historia en el marco de la renovación pedagógica-didáctica continua.

Por las experiencias de observación crítica de textos fílmicos concretadas por los

alumnos del Profesorado en Historia facilita la movilización teórico-práctica orientada al

ejercicio de “leer y escribir” Historia. La discursiva de la cinematografía de temática

medieval, más allá de los progresos tecnológicos y los formatos fílmicos sofisticados

exhibidos en las últimas décadas, se sostiene sobre ciertas premisas argumentales persistentes:

1) una visión clásica del medioevo colmada de cargas simbólicas contrapuestas; 2) una

narración fílmica recurrente que recrea ese conflicto historiográfico entre imágenes opuestas

de luces y de sombras que rodean la conceptualización del “Medioevo”.

La preexistencia de estas visiones del medioevo expresa una tradición historiográfica

fuertemente instalada de imaginar la Edad Media como un milenio dominado por fuerzas y

poderes retrógados.

El desafío para las nuevas generaciones docentes radica en ahondar la discusión

crítica del problema y profundizar el ejercicio de la observación reflexiva de textos fílmicos

en la búsqueda de alcanzar una representación distinta y aun ausente, de los tiempos

medievales en las aulas de escuela secundaria.

Referencias Bibliográficas

Caballero, A. (2011) Los recursos audiovisuales en la enseñanza de la Historia, casos de

aplicación en nuestra realidad educativo, Formosa – Universidad Nacional de

Formosa,Inédito.

Caballero, A.; Daldovo, M. (2013). Programa de Cátedra de Historia Medieval, Facultad de

Humanidades – Universidad Nacional de Formosa.

Caballero, A.; Daldovo, M.; Saldarini, G. (2005) Medioevo, Curriculum y práctica docente,

en Revista de Ciencia y Tecnología de la UNaF, Año 3, N° 4, Diciembre 2005.

Ferro, M. (1980) El cine ¿El cine un contraanálisis de la sociedad?, en Jacques Le Goff y

Pierre Nora (directores) Hacer la Historia, Barcelona, Laia.

Krakause, S. (1996). La redención de la realidad física, Barcelona, Paidos.

Rosenstone,R. (1997) El pasado en imágenes. El desafío del cine a nuestra idea de la

historia, Barcelona, Ariel.

Soletic, A. (2013). Las fuentes de información como recursos para analizar la realidad

social, Diplomatura en Enseñanza de las Ciencias Sociales, Flacso,

Una entrevista especial a Carlo Guinzburg (Carlo Guinzburg conversa con Adriano Sofri en

febrero de 1982), Prohistoria N° 3, 1999. pp. 261 – 281.