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Ciencia ficción
El cine de ciencia ficción es un género cinematográfico que utiliza representaciones
especulativas basadas en la ciencia de fenómenos imaginarios como extraterrestres,
planetas alienígenas y viajes en el tiempo, a menudo junto con elementos tecnológicos
como naves espaciales futuristas, robots y otras tecnologías. El cine de ciencia ficción
se ha utilizado en ocasiones para comentarios críticos de aspectos políticos o sociales, y
la exploración de cuestiones filosóficas como la definición del ser humano.
Este tipo de cine se origina con el cine mudo, cuando el Le Voyage dans la Lune (1902)
de Georges Méliès asombró a su audiencia con sus efectos fotográficos. Desde la
década de 1930 hasta la de 1950, el género consistía principalmente en películas de
serie B de bajo presupuesto. Tras el hito de Stanley Kubrick de 2001: A Space Odyssey
de 1968, el cine de ciencia ficción fue tomado más en serio. A finales de la década de
1970, películas de presupuesto alto con efectos especiales se convirtieron en populares
entre la audiencia. Películas como Star Wars o Close Encounters of the Third Kind
allanaron el camino de éxitos de ventas en las siguientes décadas como E. T.: El
extraterrestre (1982).
Introducción ¿Qué es la ciencia ficción? El número de técnicos y especialistas que han tratado, sobre
todo en los últimos veinte años, de dar una definición del término los más ajustada, precisa y
satisfactoria posible es un asaz elevado. Pero la distancia que media entre sus esfuerzos y los
resultados conseguidos es francamente desalentadora. Sirva esta constatación de entrada,
como síntoma y como guía de los poderosos obstáculos con el que tropieza cualquier intento
de acotar el género.
Por nuestra parte, tres buenas razones nos son suficientes para renunciar a definir la
ciencia ficción y, por ende, su manifestación cinematográfica. En primer lugar, por las mismas
dificultades que entraña. En segundo, porque todo el mundo sabe más o menos lo que es una
obra de ciencia ficción, independientemente de que este surtido o no de definiciones
profesorales. Y, por último, porque éstas no siempre resultan útiles y el hecho de definir se
asemeja al acto de guardar algo en una cámara de hibernación. En cierta manera, definir es
empequeñecer. Ha escrito Susan Sontag que el verdadero arte tiene la habilidad de ponernos
nervioso. Cuando reducimos cualquier obra de arte a su contenido - algo muy frecuente, por
desgracia, en la crítica de cine -, para luego sacar conclusiones, hemos domesticado esa obra.
La hemos empequeñecido. La ciencia ficción, como tantas otras cosas, se niega a ser reducida ,
codificada y definida.
Este género , quizá por su difícil aprehensión, cada día gana más enteros. Precisamente
porque la ciencia ficción es .... lo que es. Dejemos que las películas sean también las películas.
La belleza, la grandeza de 200O: una odisea del espacio es justamente 2001:una odisea del
espacio. Lo apasionante de la ciencia ficción es que todavía no se ha podido definir.
Señalemos que raramente los tratadistas han tenido problemas al referirse a algo que
estuviera en relación con la SF (siglas del nombre inglés, science-fictión, con la que también se
designa comúnmente el género). Pues, si alguien nos dice que ha leído un libro (o ha visto una
película) de ciencia ficción, ¿acaso no sabemos todos, con exactitud, a qué se está refiriendo?.
Y el libro igual puede ser La guerra de los mundos que Fahrenheit 451; y lo mismo reza en
cuanto a los films, tan dable de encuadrarse en la ciencia ficción Metrópolis como
Frankenstein.
Historia
Décadas de 1900 a 1920
Viaje a la Luna (1902).
Las películas de ciencia ficción aparecieron al comienzo de la época de cine mudo,
generalmente como cortometrajes en blanco y negro, algunas veces retocados
añadiéndoles color. Las películas solían tener una temática tecnológica y a menudo
intentaba ser humorísticas. En 1902, Georges Méliès estrenó Le Voyage dans la Lune,
una película que utilizaba trucos fotográficos para representar el viaje de una nave
espacial a la Luna. Varias películas fusionaban la ciencia ficción con el cine de terror,
como Frankenstein (1910), una adaptación de la novela de Mary Shelley y Dr. Jekyll
and Mr. Hyde (1912) (1912). En 1916 se estrenó el largometraje 20,000 Leagues Under
the Sea, basado en la novela de Julio Verne. Durante la década de 1920, los cineastas
europeos utilizaron el cine de ciencia ficción para realizar predicciones y comentarios
sociales, ejemplos de ello son algunas películas alemanas como Metrópolis (1926) y
Frau im Mond (La mujer en la Luna) (1929), adentrándose también en la fantasía de los
viajes espaciales a otros mundos, como en el caso de Aelita (1924).
Décadas de 1930 a 1950
En la década de 1930, con la invención del cine sonoro, las películas de ciencia ficción
de Hollywood eran generalmente de serie B de bajo coste, como seriales basados en
historietas de Buck Rogers y Flash Gordon. Otras películas de esa década fueron Just
Imagine (1930), el primer largometraje de un estudio estadounidense, King Kong
(1933), Lost Horizon (1937), dirigida por Frank Capra y la británica Things to Come
(1936). En los años 1940, la película estadounidense Dr. Cyclops (1940) fue una de las
primeras películas de ciencia ficción en color y Fleischer Studios realizaba
cortometrajes animados de Superman que utilizaba con frecuencia temas de ciencia
ficción.
Durante la década de 1950, la literatura de ciencia ficción y las revistas pulp se
convirtieron en populares, en parte debido al interés del público en el viaje espacial y las
nuevas tecnologías. Muchas de las películas de esa década continuaban siendo de serie
B de bajo presupuesto. Algunas películas examinaban la temática del viaje espacial,
como Destination Moon (1950), Conquest of Space (1955), This Island Earth (1955),
The Angry Red Planet (1959) y First Man into Space (1959). El viaje espacial también
inducía a la idea de criaturas visitando la Tierra como en The Thing from Another
World (1951), Invasion of the Body Snatchers (1956) (1956) e It! The Terror from
Beyond Space (1958).
Sin embargo, una película distinguida por mostrar la profundidad del género de ciencia
ficción fue The Day the Earth Stood Still de 1951, que contenía cuestiones morales
además de su uso de la banda sonora compuesta por Bernard Herrmann.
También se comenzó a utilizar efectos especiales utilizando la animación stop-motion,
como la que utilizó Ray Harryhausen en la película Earth vs. the Flying Saucers (1956).
Décadas de 1960 a 1980
Terminator.
En comparación con la década anterior, en los años 1960 hubo relativamente pocas
películas de ciencia ficción, pero algunas de esas películas transformaron el género.
2001: A Space Odyssey (1968) de Stanley Kubrick trajo un nuevo realismo al género
con sus efectos visuales innovadores y un retrato realista del viaje espacial además de su
influencia al género con su historia épica y sus aspectos filosóficos. Otras películas de la
década fueron Fahrenheit 451 (1966) y El planeta de los simios (1968), que
proporcionaban críticas sociales, y la extravagante Barbarella (1968), con Jane Fonda,
que explora el lado más infantil de la ciencia ficción.
Durante la década de 1970, gracias a los viajes tripulados a la Luna, resurgió el interés
del cine de ciencia ficción. Solaris de Andrei Tarkovsky utilizaba técnicas visuales y
comentarios filosóficos que recordaba a la película de Kubrick. Las películas de
comienzos de la década exploraron el tema de la paranoia, en el que se representaba a la
humanidad bajo la amenaza ecológica o tecnológica de su propia creación, en títulos
como THX 1138 (1971), La naranja mecánica (1971), Silent Running (1972) y
Westworld (1973). También hubo películas de suspense como Soylent Green (1973) y
Futureworld (1976) y comedias de ciencia ficción, entre ellas, El dormilón (1973) de
Woody Allen y Dark Star (1974) de John Carpenter.
En 1977 se estrenaron Star Wars y Close Encounters of the Third Kind que fueron
grandes éxitos en taquilla y trajeron un aumento importante de películas de ciencia
ficción. Además, Star Wars ayudó a difuminar la distinción entre géneros de fantasía,
ciencia ficción y superhéroes. En 1979, Star Trek: La película trajo por primera vez una
serie de televisión al cine. Las películas de Ridley Scott, como Alien y Blade Runner,
presentaban un futuro caótico, oscuro y sucio y representaba a los extraterrestres y
cyborgs como hostiles y peligrosos. En comparación, la película de Steven Spielberg, E.
T.: El extraterrestre, uno de los mayores éxitos de los años 1980, presentaba a los
extraterrestres como seres benignos y amistosos.
Las adaptaciones de presupuestos altos de Dune de Frank Herbert y la secuela de 2001,
2010: The Year We Make Contact, fueron fracasos en taquilla lo que disuadió a los
productores a invertir en literatura de ciencia ficción. Durante la segunda mitad de la
década de 1980, los principales contribuidores del género fueron James Cameron con
The Terminator (1984) y Aliens, el regreso (1986) y Paul Verhoeven con RoboCop
(1987). También se comenzó a utilizar la animación para el género de ciencia ficción,
con ejemplos en la japonesa Akira (1988) y la francesa Gandahar (1988).
Décadas 1990 y 2000
En los años 1990, con la aparición de la World Wide Web y el género cyberpunk,
aparecieron varias películas sobre la temática hombre-computadora, como Total Recall
(1990), The Lawnmower Man (1992), Virtuosity (1995), Johnny Mnemonic (1995),
eXistenZ (1999) y The Matrix (1999). Otros temas fueron las películas de catástrofes,
como Armageddon y Deep Impact, ambas de 1998; invasión extraterrestre como
Independence Day (1996); y experimentación genética como en Jurassic Park (1993) y
Gattaca (1997).
Con el paso del tiempo, las computadoras han tenido una papel más importante tanto en
su uso para efectos especiales como en la producción de la película. El desarrollo de
software más sofisticado ha permitido a los cineastas mejorar la calidad visual de la
animación, con películas de ciencia ficción como Ghost in the Shell (1995), The Iron
Giant (1999), Titan A.E. (2000) o Final Fantasy: La fuerza interior (2001).
Durante la década de 2000, las películas de fantasía y superhéroes abundaron, como
también las películas de ciencia ficción tales como las dos partes siguientes de la trilogía
The Matrix, The Matrix Reloaded y The Matrix Revolutions. En 2005, se completó la
saga de Star Wars con el estreno de su tercer episodio, La venganza de los Sith, con la
competencia de otras aventuras galácticas en Serenity (2005). La ciencia ficción regresó
a ser una herramienta para la crítica social y política en películas como Inteligencia
Artificial, Minority Report, Children of men, Avatar y District 9.
Cuando la Realidad se Torna a Ficción ¿Qué está ocurriendo? Siempre surge esa eterna pregunta; ¿es la realidad lo que veo o son los
sentidos que me engañan? En un afán de explicarse a sí mismo, el hombre pasa el umbral de lo
conocido para desatar su imaginación en un inconsistente mundo de ideas que denominamos
ficticias. Las denominamos así porque representan la realidad - sacando punta al asunto habría
que preguntarse por el concepto de realidad -.
Pensando en esto, todo el cine está muy lejos de ser realidad, es una representación. Es
el producto final entre el fenómeno de la proyección del celuloide y la capacidad de la retina
para retener las imágenes en una estrecha fracción de segundo. La ciencia ficción, es, por lo
tanto, rizar el rizo. Es el género que provoca en el espectador la catarsis más acentuada. No
sólo representa una realidad por ser cine, sino que retuerce la imaginación del público para
poder hacer creíble lo increíble, real lo irreal… ¡y de qué forma en algunos casos! Ni que decir
tiene que todo empieza con la literatura y las habladurías, desde los monstruos marinos de
inmensas dimensiones que habitaban los océanos hasta los habitantes del espacio exterior.
Pero surge otra pregunta; ¿por qué lo hacemos? Cada uno tiene su propia respuesta,
claro está, pero hay algo que se torna cada vez más objetivo; se produce ese abandono
momentáneo de una realidad para viajar a otra que puede resultar más interesante, más cruel
o más dulce. Es un poder que se le otorga al director de un film de ciencia ficción; ser dios
creador de un nuevo mundo en el que establecen el bien y el mal, incluso puede crear un
universo… ¡y que nadie se lleve las manos a la cabeza! El mundo en el que vivimos el día a día
es difícil de superar en cuanto a la violencia y a su satírica ironía; los golpes que da la vida son
difíciles de superar por la ficción. Se puede decir que la ciencia ficción se ha ganado la fama de
ser uno de los géneros tan difíciles de cultivar como la superficie desértica de Dune y, a su vez,
inter-planetariamente interesante.
Esto ocurre en mayor medida a medida que se queda atrás aquel momento histórico de
1895 en el que se proyectaron los primeros fotogramas continuados. Las butacas acogieron a
unos primeros espectadores que pudieron presenciar como, gracias a Louis Lumiére, surgió un
tren a gran velocidad de una gran lona blanca (La llegada del tren a la ciudad de Ciotat). Los
gritos de pavor y frenesí se apoderaron de la sala. Los asombrados asistentes al evento
creyeron que la locomotora avanzaba realmente hacia ellos y se disponía arrollarles. La
situación resulta hoy en día casi incomprensible por el cambio cultural que ha supuesto la
evolución del cine. Pero quizás hubiera algún fanático de H.G Wells que ya lo había visto en
uno de sus viajes a través de un viaje en su obra sobre la Máquina del Tiempo. Lumiére se
merece el grandísimo mérito de crear el cinematógrafo por el hecho en sí mismo y, a su vez,
por el momento en que lo hizo; aprovechó que Wells viviera para fundar el nuevo género
narrativo de la ciencia ficción…
…y de ahí, a Orson Welles. Innovador como pocos, "culpable" de introducir nuevas
técnicas y una visión distinta en cuanto a reflejar el tiempo en la acción dramática. Si los
primeros espectadores creyeron ser arrollados por la locomotora, Welles cambió la forma de
ver el cine, en el que el presente y el pasado se codean en un mismo plano. Todo esto
entremezclado con otro gran tema de la ciencia ficción; los holocaustos de la demostración
estadounidense en Hirosima. Representaciones en las que un holocausto nuclear puede
resucitar a muertos o despertar a los dinosaurios de su largo letargo…
…y de ahí a los simios que habitan la Tierra del 3978 que, descubiertos por los
tripulantes de una nave de la NASA, tratan a los humanos como se trata actualmente a los
simios. La explicación al suceso incluye diversas teorías del momento; la teoría de relatividad
de Einstein, por la cual la nave estadounidense viaja en el tiempo al viajar a velocidades
cercanas a la de la luz, y la teoría por la que un holocausto nuclear que arrasa la tierra poco
después de que partieran los astronautas estadounidenses…
La Cultura del Héroe A lo largo de los tiempos hay un personaje que se ha mantenido como referente en casi
todo tipo de películas, y más en particular, en las películas de acción. Es el Héroe. Ese hombre
considerado como alguien especial por sus cualidades, esa persona capaz de todo, con los
bolsillos llenos de magia. El héroe nace, como no podía ser de otra forma, en los Estados
Unidos, y encuentra su sitio en la edad de oro del cine Fantástico. En esa época cuando se
desarrolla su personalidad, su escala de valores, implantándose de forma más consistente en
los años 40.
El héroe americano
Es en EE.UU. donde surge este personaje (El Héroe), y por lo tanto plasma los ideales del
pueblo americano, es un apéndice del pensamiento de sus gentes, basado en su libertad y su
escala de valores. Este producto americano posee dos puntos de vista, por un lado el emblema
americano de la libertad y los valores individuales dentro de la comunidad, y como
contrapunto, ese americano ególatra y autosuficiente con aires de infinita grandeza. Ambos se
complementan y forman el perfecto americano, como no podía ser de otra forma.
Sus valores
Estamos ante un defensor nato de la Constitución, un personaje dispuesto siempre al
combate, y fiel reflejo de camaradería y amistad sin límites. Alguien que es capaz de arriesgar
todo cuanto tiene por salvaguardar el mundo. Lo que lo deja muy cercano al superhéroe, sobre
valorando el personaje real y sustituyéndolo por un ser casi sobrenatural. La fotografía del
personaje es un hombre atlético, juvenil, con un aspecto agradable e incluso con cierto grado
atractivo, ya sea por su aureola superior, o su perfil físico. Se fundamenta en la familia y los
valores más tradicionales del pueblo americano, y posee un fabuloso don de gentes y una
capacidad sorprendente para provocar la simpatía del prójimo.
El Superhéroe Desde las tiras del comic nos llega un ser superior salvaguarda de todo y de todos. Estos
seres surgen como hombres superiores con reglas morales y humanitarias como ley de vida y
con capacidades especiales que les hacen diferentes a los demás. Estos personajes de comic se
hacen dueños de la pequeña pantalla desde 1936 con seriales como Flash Gordon, El Capitán
Marvel, Batman, o El Capitán América.
Estas series se convierten en una reflejo de los poderes y cualidades de estos
maravillosos seres, aunque limitados por los ínfimos efectos especiales. Unas series que en
algunos casos muestran la irrealidad más absoluta, donde el superhéroe lleva una doble vida,
por un lado de carácter puramente profesional y con una posición económicamente buena, y
por otro su faceta de héroe inquebrantable al cansancio y a la desilusión. Lo que extraña del
superhéroe es su moral casta y pura exagerada mediante noviazgos interminables que parece
que nunca le llevaran a la vicaría.
El cine se ha adentrado también en este mundillo del comic, interesándose más por las
historias de aventuras y contando de una vez el pasado, el presente y el futuro del personaje.
Incluso ha desarrollado personajes, dándoles un toque gótico e incluso siniestro, aunque
cayendo después en la repetición y en las aventuras facilonas, como por ejemplo en la trilogía
de Batman, películas que fueron decreciendo una tras otra.
En la primera parte se establecía una situación clara, un pasado que relacionaba el
presente del héroe y el villano, un nexo de unión (y aquí esta la coherencia y relevancia de la
historia), un intento de controlar la ciudad y de vengarse del mundo y una chica a la que
salvar... todo perfecto.
El problema viene cuando se intenta usar la misma formula una y otra vez, y con un
grado de complicación mayor si se tiene en cuenta que no existe relación alguna entre las
partes.
El mundo de estos super poderosos está muy determinado, cada uno de ellos se mueve
en un mundo propio, sin posibilidad de encontrarse. Mientras que Superman da vueltas por el
mundo, Batman sigue en su Gootan natal, y Flash Gordon se da una vueltecita por el espacio.
Lo que extraña del superhéroe es su moral casta y pura exagerada mediante noviazgos
interminables que parece que nunca le llevaran a la vicaria. Pero esto cambia con la aparición
del agente 007,exagerando sus artes amatorias, y convirtiendo a este en un galán siempre de
moda y con una mujer (sin importar cual ) a su lado.
El Héroe de Siempre A lo largo de los años hemos identificado al héroe en cualquiera de los papeles que ha
desempeñado. El héroe ha sido siempre el hombre correcto y caballeroso, afable y de buen
corazón, justiciero y amigo de la ley. Su finalidad ha sido siempre salvar al mundo de la
crueldad del villano más vil, por encima incluso de su vida personal, de su propio egoísmo, y
para ello se hace valer de una valentía fuera de lo normal.
Desde el héroe templado y lleno de experiencia, con su fiel acompañante, ese sheriff
que debe imponer su ley frente a todos los maleantes, al forajido solitario y arisco que
interpreta Clint Eastwood en sus míticas películas de Western.
El héroe de los 90, acercado más a la acción y a los músculos, ha perdido parte de ese
semblante de gran jefe, y ha pasado a ser un hombre más cercano al público y todo un
profesional. Un policía, que a través de un caso llega a convertirse en alguien importante, o un
astronauta que debe demostrar sus cualidades viajando por galaxias lejanas, y luchando en mil
batallas.
Al revés que los superhéroes, este tipo de personajes poseen un trabajo fijo y estable, y
una familia propia, que le da una estabilidad plena, y una visión de la vida mucha más madura.
El Héroe de a Pie Es una persona normal de la calle, un hombre comprometido con lo que hace y con lo
que es, y es por su condición de ciudadano medio por lo que recibe una mayor acogida del
público, y una simpatía por parte de este.
Este personaje es un hombre corriente, con una profesión mediocre, y una compañera
más o menos estable, muy lejos de las chicas sexys de los héroes de gran relevancia. Este
acercamiento provoca en el espectador una identificación con el personaje, ya que se
enfrentan a los mismos problemas y situaciones. Este modelo sencillo y aparentemente
espontaneo ha surgido como producto de marketing para que el espectador se quede
atrapado al personaje.
El héroe de a pie, que bien pudiera ser uno de nuestros vecinos, vive dentro de un
sistema que le machaca y no le da concesiones, pero a su vez, ese sistema es el que le
convierte en lo que es, el que lo forma como persona y le permite tener su propio estilo de
vida. Existe así una contradicción, el sistema que lo maneja, y el sistema que le permite ser
libre. Las películas en las que estos intervienen se muestran como un ejemplo de sociedad
cercana a nuestro mundo, una especie de contigo pero sin ti.
Este tipo de personajes se convierte, a veces, en un antihéroe, un hombre sin ningún
sueño que ha quedado relegado a un segundo plano dentro de la sociedad, con una
personalidad frágil o fuerte, depende los casos. Por un lado se encuentra el policía duro y
violento con una vida personal casi inexistente y que plasma en su trabajo todas sus
inseguridades.
Por otro lado encontramos el hombre sensiblero, nervioso, incapaz de sobrevivir, inútil
ante la vida, perdido y despistado, y sin ningún atisbo de mejora. Todos estos personajes
suelen terminar solos, y así los refleja el director normalmente, a través de un plano largo
caminando por cualquier lugar camino a ninguna parte.
Son los vencedores vencidos. Otra forma de terminar, es aquella en que se les muestra
como vencedores sin sentido, como sabiendo que ese final no puede durar mucho, que pronto
se acabará. Ese final en que lo importante es sobrevivir como sólo los héroes lo saben hacer,
sin importa el nombre.
Cine frente a la literatura
En las novelas y cuentos de ciencia ficción, el mundo narrativo difiere del mundo real o
del histórico en al menos un modo significativo. Esta diferencia puede ser tecnológica,
física, histórica, sociológica, filosófica, metafísica, pero generalmente no es mágica. La
exploración de las consecuencias de tales diferencias es el propósito tradicional de la
ciencia ficción. La literatura de ciencia ficción a veces depende del desarrollo de la
historia, el conocimiento del lector y la discusión de conceptos abstractos que no son
fáciles de transponer en el cine.
Cuando se compara la literatura de ciencia ficción, el cine de ciencia ficción confía
menos de la imaginación humana y depende más las escenas de acción y los trasfondos
exóticos y criaturas creadas mediante efectos especiales. Desde los años 1970, la
audiencia ha llegado a esperar un nivel alto para los efectos especiales en las películas
de ciencia ficción. En algunos casos películas clasificadas como ciencia ficción
sobreponen un escenario exótico y futurista que de otro manera no sería una historia de
ciencia ficción. No obstante, algunas películas de ciencia ficción críticamente aclamadas
han seguido el camino de la literatura de la ciencia ficción, utilizando el desarrollo de la
historia para explorar conceptos abstractos.
Influencia de los escritores
Julio Verne fue el primer autor de ciencia ficción importante en ser adaptado al cine con
Le Voyage dans la Lune (1902) y 20.000 lieues sous les mers (1907) que utilizaban los
escenarios de Verne como marco para visuales de fantasía. Cuando la obra de Verne
entró en el dominio público, las adaptaciones fueron tratadas como obras de época. Sus
trabajos se adaptaron repetidamente desde entonces, como Veinte mil leguas de viaje
submarino (1954), De la Tierra a la Luna (1958) y Viaje al centro de la Tierra (1959).
Las obras de H. G. Wells también ha sido adaptadas como The Invisible Man (1933),
Things to Come (1936) y The Island of Dr Moreau en varias ocasiones. Su novela La
guerra de los mundos fue adaptada en al menos cuatro ocasiones. La máquina del
tiempo tuvo dos películas, en 1961 y 2002, mientras que El dormilón era una imitación
de la novela The Sleeper Awakes de 1910.
Con la disminución del interés en películas de ciencia ficción en los años 1940, algunos
autores de la Edad de Oro de la ciencia ficción fueron llevados al cine. Una novela de
John W. Campbell fue la base para The Thing from Another World (1951). Robert A.
Heinlein contribuyó con el guion de Destination Moon, aunque ninguna de sus obras
principales serían adaptadas hasta la década de 1990: The Puppet Masters en 1994 y
Starship Troopers en 1997. La obra de Isaac Asimov influyó en películas como Star
Wars y Star Trek, pero no se produjo una película de una obra suya hasta 1988 con
Nightfall.
La adaptación de El centinela de Arthur C. Clarke, guionizada por él mismo y más tarde
novelada como 2001: A Space Odyssey ganó un Óscar a los mejores efectos visuales y
ofreció una complejidad que no estaba asociada con el género de ciencia ficción en ese
momento. Su secuela, 2010: The Year We Make Contact, aunque fue un éxito
comercial, no ganó la admiración de la crítica. Dos obras de Ray Bradbury se adaptaron
en los años 1960: Fahrenheit 451 y The Illustrated Man.
La obra de Philip K. Dick ha sido utilizada en varias películas, como Blade Runner
(1982), Total Recall (1990), Minority Report (2002), Paycheck (2003) y A Scanner
Darkly (2006). A menudo, las películas son adaptaciones libres de la novela original,
aunque A Scanner Darkly se aproxima a la historia de Dick.
Julio Verne
H.G. Wells
Robert A. Heinlein
Isaac Asimov
Arthur C. Clarke
Ray Bradbury
Philip K. Dick
Obras de Ciencia Ficción de Julio Verne llevadas al Cine 1902 Le Voyage A La Lune (Viaje A La Luna),
de Georges Méliès (Star Film,Francia).
1907 Voyage Au Centre De La Terre (Viaje El Fondo De La Tierra),
de Segundo de Chomón (Pathé, Francia).
1907 Deux Centmille Lieus Sous Le Mers (20.000 Leguas Bajo El Mar),
de Georges Méliès (Star Film, Francia).
1915 20.000 Leagues Under The Sea (20.000 Leguas De Viaje Submarino),
de Stuart Patton (Universal, Usa).
1926 The Mysterious Island (La Isla Misteriosa),
de Lucien Hubbard (M.G.M.,Usa).
1941 La Isla Misteriosa,
de E.A. Pencine Y B.Chelintzev (Urss).
1954 20.000 Leagues Under The Sea (20.000 Leguas De Viaje Submarino),
de Richar Fleischer (Walt Disney, Usa).
1958 Vynalez Zkazy (Una Invención Diabólica),
de Karel Zeman (Checoslovaquia).
1958 From The Earth To The Moon (De La Tierra A La Luna),
de Byron Haskin (Warner Bros, Usa).
1959 Jouney To The Center Of The Earth (Viaje Al Centro De La Tierra),
de Henry Levin (20th Century Fox, Usa).
1961 Master Of Te World (El Amo Del Mundo),
de William Witney (American International, Usa).
1961 The Mysterious Island (La Isla Misteriosa),
de Cy Endfield (World Wide, Inglaterra).
1966 Jules Verne's Rocket To The Moon (Chiflados Del Espacio),
de Don Sharp (Jules Verne Film Ltd, Inglaterra).
1969 Captain Nemo And The Underwater City (La Ciudad De Oro Del Capitán Nemo),
de James Hill (M.G.M. Usa / Inglaterra).
1970 Kaitei 20.000 Mairu (20.000 Leguas De Viaje Submarino),
de Kimio Yaburi (Tozi Co, Japón).
1971 La Luz Del Fin Del Mundo,
De Kevin Billington (Jet Films-Triunfilm, España, Suiza, Inglaterra).
Obras de Ciencia Ficción de H.G. Wells llevadas al Cine 1902 Le Voyage A La Lune (Viaje A La Luna), de Georges Méliès (Star Film,Francia).
1919 The First Men In Te Moon, de Jack Leight(Gaumont Films, Inglaterra).
1932 Island Of Lost Souls (La Isla De Las Almas Perdidas), de Erle C. Kenton
(Paramount, Usa).
1933 The Invisible Man (El Hombre Invisible), de James Whale (Universal, Usa).
1936 Things To Come (La Vida Futura), de William Cameron Menzies (London Films,
Inglaterra).
The War Of The Worlds (La Guerra De Los Mundos ),de Byron Haskin.(Paramount,
Usa).
1959 The Time Machine (El Tiempo En Sus Manos), de George Pal (Galaxy Film Para
Mgm, Usa).
1964 The First Men In The Moon (La Gran Sospresa), de Nathan Juran (Columbia, Usa).
1965 Village Of The Giants, De Bert L. Gordon (Embassy, Usa).
1970 When The Sleeper Wakes, De Georje Pal (M.G.M., Usa).
Los Hombres Invisibles en la Pantalla
1904 Siva L'invisible, (El Invisible Siva), de Georges Méliès(Star Film, Francia).
1916 Yogui, de Paul Wegener (Decia-Bioscop, Alemania).
1933 The Invisible Man, (El Hombre Invisible), de James Whale (Universal, Usa).
1936 The Invisible Ray, (El Poder Invisible), de Lambert Hillyer (Universal, Usa).
1940 The Invisible Man Returns, (El Hombre Invisible Vuelve), de Joe May (Universal,
Usa).
1940 The Invisible Woman, (La Mujer Invisible), de A. Edward Sutherland (Universal,
Usa).
1942 Invisible Agent, de Edwin L. Marin (Universal, Usa).
1944 The Invisible Man's Revenge, (La Venganza Del Hombre Invisible), de Ford Beebe
(Universal, Usa).
1947 The Invisible Mouse, (Dibujos Animados), de William Hanna Y Joseph Barbera
(Mgm, Usa).
1950 The Invisible Monster, de Fred C. Brannon ( Republic Pictures Corp. Usa).
1951 Abbot And Costello Meet The Invisible Man, de Charles Lamont (Universal, Usa).
1957 The Invisible Boy, de Herman Hoffman (Mgm, Usa).
1958 El Hombre Que Logro Ser Invisible, (El Hombre Que Logró Ser Invisible), de
Alfredo B. Crevenna (Calderon, S.A., México).
1959 Invisible Invaders, de Edward Cahn (Premium Pictures, Usa).
1959 Los Invisibles, de Jaime Salvador (Chapultepec, México).
1962 El Enmascarado De Oro Contra El Hombre Invisible, (El Enmascarado De Oro), de
René Cardona (Panamericana, México).
1964 Der Unsichtbare, de Raphael Nussbaum (Aero-Film, Alemania).
1964 El Asesino Invisible, de René Cardona (Panamericana, México).