Ciclo B Domingo II del Tiempo Cuaresma «Éste e mi Hijo amado»

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Ciclo BDomingo II del Tiempo Cuaresma

«Éste e mi Hijo amado» «Éste e mi Hijo amado»

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Intención Misional: Contribución de la mujer. Para que se reconozca cada vez más la contribución propia de la mujer a la vida de la Iglesia.

Intención General: Científicos. Para que quienes se dedican a la investigación científica se pongan al servicio

del bien integral de la persona humana.

Intenciones del Papa Francisco para el mes de marzo de 2015

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1 Después de estos acontecimientos, Dios puso a prueba a Abraham:

«¡Abraham!», le dijo. El respondió: «Aquí estoy».

2 Entonces Dios le siguió diciendo:

«Toma a tu hijo único, el que tanto amas, a Isaac; ve a la región de Moria,

y ofrécelo en holocausto sobre la montaña que yo te indicaré».

9 Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado,

Abraham erigió un altar, dispuso la leña, ató a su hijo Isaac, y lo puso

sobre el altar encima de la leña.

10 Luego extendió su mano y tomó el cuchillo para inmolar a su hijo.

Primera LecturaGénesis 22,1-2.9-13.15-18

11 Pero el Ángel del Señor lo llamó desde el cielo: «¡Abraham, Abraham!». «Aquí estoy», respondió él.12 Y el Ángel le dijo: «No pongas tu mano sobre el muchacho ni le hagas ningún daño.

Ahora sé que temes a Dios, porque no me has negado ni siquiera a tu hijo único».

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13 Al levantar la vista, Abraham vio un carnero que tenía los cuernos enredados en una zarza.

Entonces fue a tomar el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

15 Luego el Ángel del Señor llamó por segunda vez a Abraham desde el cielo, 16 y le dijo:

«Juro por mí mismo –oráculo del Señor–: porque has obrado de esa manera

y no me has negado a tu hijo único,17 yo te colmaré de bendiciones y multiplicaré tu descendencia

como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar.

Tus descendientes conquistaránlas ciudades de sus enemigos,

18 y por tu descendencia se bendecirán todas las naciones de la tierra, ya que has obedecido mi voz».

Palabra de Dios

Te alabamos Señor

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«El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe»

Una experiencia religiosa profunda de los tiempos antiguos y válida para estos tiempos. El Dios de Abrahán, y Abrahán, «el siervo» de Dios. Dios, que da la vida en un acto de amor,

y Abrahán, que en su misión y obediencia la devuelve. Dios, que ordena, y Abrahán, que obedece.

Una experiencia religiosa profunda de los tiempos antiguos y válida para estos tiempos. El Dios de Abrahán, y Abrahán, «el siervo» de Dios. Dios, que da la vida en un acto de amor,

y Abrahán, que en su misión y obediencia la devuelve. Dios, que ordena, y Abrahán, que obedece.

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Abrahán ha de ser «fiel» hasta el extremo: debe probar y experimentar- su amistad con Dios. La prueba le elevará a «padre de los creyentes» y le constituirá «modelo» de sumisión a Dios.

La bendición de Dios sobre él se alargará a todas las gentes.

Abrahán ha de ser «fiel» hasta el extremo: debe probar y experimentar- su amistad con Dios. La prueba le elevará a «padre de los creyentes» y le constituirá «modelo» de sumisión a Dios.

La bendición de Dios sobre él se alargará a todas las gentes.

Dios prueba a Abrahán. El amor de Abrahán a Dios debe llegar a su límite más extremo: a la negación de sí mismo en lo que es y ama. Abrahán debe tomar conciencia en propia carne

de la exigencia y profundidad del auténtico amor a Dios.

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Abrahán superó la prueba. No dudó, en la primera dificultad del amor de Dios; en la segunda, de su poder y sabiduría. El sacrificio de Isaac pasará en la Economía Nueva a ilustrar el gran misterio

del Sacrificio del Hijo de Dios: Cordero sacrificado por los pecados del mundo.

Abrahán superó la prueba. No dudó, en la primera dificultad del amor de Dios; en la segunda, de su poder y sabiduría. El sacrificio de Isaac pasará en la Economía Nueva a ilustrar el gran misterio

del Sacrificio del Hijo de Dios: Cordero sacrificado por los pecados del mundo.

Dios ordena a Abrahán ofrecerle a su hijo en sacrificio, del hijo predilecto, del heredero. La descendencia, al fin y al cabo, es la prolongación de sí mismo en el bullir de la historia.

En realidad nadie puede ser amigo de Dios si no deja todo, -inteligencia y voluntad- en sus manos.

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10 Tenía confianza, incluso cuando dije: «¡Qué grande es mi desgracia!».

15 ¡Qué penosa es para el Señor la muerte de sus amigos!

16 Yo, Señor, soy tu servidor, tu servidor, lo mismo que mi madre:

por eso rompiste mis cadenas.

17 Te ofreceré un sacrificio de alabanza, e invocaré el nombre del Señor.

18 Cumpliré mis votos al Señor, en presencia de todo su pueblo,

19 en los atrios de la Casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén.

¡Aleluya!

Salmo 116(115)10.15.16-17.18-19

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«Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida»

Salmo de acción de gracias: «Rompiste mis cadenas», «Te ofreceré un sacrificio», «Cumpliré mis votos al Señor»…

El beneficio presente se abre al futuro de la vida «caminaré en presencia del Señor en el país de la vida».

Salmo de acción de gracias: «Rompiste mis cadenas», «Te ofreceré un sacrificio», «Cumpliré mis votos al Señor»…

El beneficio presente se abre al futuro de la vida «caminaré en presencia del Señor en el país de la vida».

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La «fe», la «prueba», el «sacrificio», tu «siervo»… nos recuerdan el misterio de Cristo. Cristo probado, Cristo sacrificado. Cristo siervo.

Cristo resucitado. así, en él, nosotros.

La «fe», la «prueba», el «sacrificio», tu «siervo»… nos recuerdan el misterio de Cristo. Cristo probado, Cristo sacrificado. Cristo siervo.

Cristo resucitado. así, en él, nosotros.

Cantemos el beneficio. Caminemos en el país de la vida, mantengamos la fe, sostengamos la prueba. Sea nuestra vida el sacrificio agradable a Dios y nuestro servicio

una adhesión inquebrantable a su voluntad.

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31 Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?

32 El que no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,

¿no nos concederá con él toda clase de favores?

33 ¿Quién podrá acusar a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica.

34 ¿Quién se atreverá a condenarlos?

¿Será acaso Jesucristo, el que murió, más aún, el que resucitó, y está a la derecha de Dios

e intercede por nosotros?

Palabra de Dios

Te alabamos Señor

Segunda Lectura - Romanos 8,31b-34

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«Dios no perdonó a su propio Hijo»

Estos versos son como un himno al amor de Dios: Un canto jubiloso y triunfante del amor que Dios profesa a los hombres, El amor de Dios es grande y misterioso como él mismo.

San Pablo lo recuerda así:

Estos versos son como un himno al amor de Dios: Un canto jubiloso y triunfante del amor que Dios profesa a los hombres, El amor de Dios es grande y misterioso como él mismo.

San Pablo lo recuerda así:

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1) Dios no perdonó a su Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros. ¿Cabe algo más grande e inconcebible? Cada uno de los términos es de por sí un misterio:

«Dios», «no perdonó», «a su Hijo», «por nosotros», «pecadores»…Imposible explicar.

2) Por nosotros, pecadores ha dado lo que más amaba: ¡Su propio Hijo! ¿Cómo no se nos dará todo con él? ¿Quién estará contra nosotros, si su Hijo a quien lo entregó por nosotros, intercede por nosotros?

¿No es esta la mayor expresión de amor, y en ella la mayor exigencia de amor y de confianza?

2) Por nosotros, pecadores ha dado lo que más amaba: ¡Su propio Hijo! ¿Cómo no se nos dará todo con él? ¿Quién estará contra nosotros, si su Hijo a quien lo entregó por nosotros, intercede por nosotros?

¿No es esta la mayor expresión de amor, y en ella la mayor exigencia de amor y de confianza?

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La confianza en Dios debe ser absoluta. Nada podrá separarnos del amor que Dios nos tiene. Las palabras de Pablo, canto de triunfo y alabanza, son más para meditarlas y contemplarlas.

La confianza en Dios debe ser absoluta. Nada podrá separarnos del amor que Dios nos tiene. Las palabras de Pablo, canto de triunfo y alabanza, son más para meditarlas y contemplarlas.

3) El es quien nos justifica. El es quien nos hace «buenos», «aceptables», «justos», «dignos de sí». Ese es el fin precisamente de la obra de Dios en Cristo. Por nosotros murió, por nosotros resucitó;

por nosotros está sentado junto a Dios en las alturas, intercede siempre por nosotros.

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2 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevo a ellos solos a un monte elevado.

Allí se transfiguró en presencia de ellos.

3 Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas.

4 Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.

5 Pedro dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti,

otra para Moisés y otra para Elías».

6 Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor.7 Entonces una nube los cubrió con su sombra,

y salió de ella una voz:

«Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo».

8 De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos.

9 Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto,

hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.

10 Ellos cumplieron esta orden, pero se preguntaban qué significará «resucitar de entre los muertos».

Lectura del Santo Evangelio - Marcos 9,2-10

Palabra de DiosGloria a Ti, Señor Jesús

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«Éste e mi Hijo amado»

Al introducir Marcos, el episodio de la transfiguración, establece un vínculo (seis días después) con el diálogo que el Señor sostuvo con sus discípulos, referido a su identidad y misión:

«¿Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» (Mc 8,29). Pedro, tomando la palabra, había respondido: «Tú eres el Cristo», es decir, el Mesías anunciado por Dios a Israel, el Mesías largamente esperado.

Al introducir Marcos, el episodio de la transfiguración, establece un vínculo (seis días después) con el diálogo que el Señor sostuvo con sus discípulos, referido a su identidad y misión:

«¿Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» (Mc 8,29). Pedro, tomando la palabra, había respondido: «Tú eres el Cristo», es decir, el Mesías anunciado por Dios a Israel, el Mesías largamente esperado.

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Pedro se negó a aceptar tal perspectiva y posibilidad de que el Mesías podía ser reprobado y matado por los suyos.

Pedro se negó a aceptar tal perspectiva y posibilidad de que el Mesías podía ser reprobado y matado por los suyos.

Luego de mandarles enérgicamente que a nadie le dijeran que Él era el Mesías, «comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes

y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días».

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Mas para quien sigue al Señor, la cruz es el camino que conduce a la gloriosa transfiguración de su propia existencia (Catecismo de la Iglesia Católica, 556).

Mas para quien sigue al Señor, la cruz es el camino que conduce a la gloriosa transfiguración de su propia existencia (Catecismo de la Iglesia Católica, 556).

Jesús no buscaba ni prometía la gloria humana a quienes querían seguirlo. Quien quisiera ser su discípulo debía renunciar a buscar su propia gloria y seguir al Señor.

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En ese momento «se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús»: Moisés representa “la Ley” y Elías “los Profetas”, el conjunto de las enseñanzas divinas

ofrecidas por Dios a su Pueblo hasta entonces.

En ese momento «se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús»: Moisés representa “la Ley” y Elías “los Profetas”, el conjunto de las enseñanzas divinas

ofrecidas por Dios a su Pueblo hasta entonces.

Con su transfiguración, el Señor Jesús manifestará a Pedro, Santiago y a Juan su identidad más profunda, oculta tras el velo de su humanidad. La luminosidad de sus vestidos manifiestan su divinidad.

El Mesías no es tan sólo un hombre, sino Dios mismo que se ha hecho hombre.

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La manifestación de la gloria de Jesucristo en su transfiguración sería interpretada por Pedro como el signo palpable de que ha llegado el tiempo mesiánico, su manifestación.

Mas en el momento en que Pedro se halla aún hablando «se formó una nube que los cubrió».

La manifestación de la gloria de Jesucristo en su transfiguración sería interpretada por Pedro como el signo palpable de que ha llegado el tiempo mesiánico, su manifestación.

Mas en el momento en que Pedro se halla aún hablando «se formó una nube que los cubrió».

Aquel momento que viven los tres apóstoles elegidos es muy intenso, por ello Pedro ofrece al Señor construir «tres tiendas». Se consideraba que una de las características de los tiempos mesiánicos

era que los justos morarían en tiendas.

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Él ha venido a dar cumplimiento a la Ley y los Profetas (Mt 5,17), Él es la plenitud de la revelación.Así, pues, al Hijo es a quien en adelante hay que escuchar: hay que prestar oídos a sus enseñanzas

y hacer lo que Él diga (Jn 2,5).

Él ha venido a dar cumplimiento a la Ley y los Profetas (Mt 5,17), Él es la plenitud de la revelación.Así, pues, al Hijo es a quien en adelante hay que escuchar: hay que prestar oídos a sus enseñanzas

y hacer lo que Él diga (Jn 2,5).

De esta nube salió una voz que decía: «Éste es mi Hijo amado; escúchenlo». Es la voz de Dios, la voz del Padre que proclama a Jesucristo como Hijo suyo y manda escucharlo.

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Gracias Señor por tu Palabra purificadora, que ilumina, alimenta, enriquece, alegra, consuela y compromete.

Concédenos vivir conforme a ella.

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MI TABOR DE HOY

Mi Tabor de hoy, es el silencio frente al ruido.

La búsqueda frente al conformismo.

Mi Tabor de hoy, es el ascender para ver.

El descender para seguir creyendo.

Mi Tabor de hoy, es la fortaleza ante la adversidad.

La fe cuando asolan las dudas.

Mi Tabor de hoy, es la alegría de ser creyente.La seguridad de que, Jesús,

ilumina el horizonte.

Mi Tabor de hoy, es el ser fuerte cuando me siento débil.

El no olvidar mí debilidad cuando me encuentro valiente.

Mi Tabor de hoy, es estar en sintonía con Dios.

Es escuchar su Palabra, llevándola a la práctica.

Mi Tabor de hoy,

es subir aún a riesgo de bajar.Es ganar mucho,

aún a riesgo de perder algo.

Mi Tabor de hoy, es mirar lo que soy.

Es dejar a Dios que me haga como El quiera.

Es vida cristiana en oración.Es oración con vida cristiana.

Oración: P. Javier Leoz

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