chilenización del cobre
-
Upload
francisco-bravo -
Category
Documents
-
view
212 -
download
0
description
Transcript of chilenización del cobre
Introducción.
Los cambios históricos de un país son el reflejo de lo que se está viviendo como
sociedad en un determinado momento, y en ese sentido, a nivel de Gobierno, las políticas
públicas impulsadas por este y su implementación no están ajenas al caso. Pues, finalmente,
estas políticas vienen a ser la formalización de alguna demanda realizada por la misma
sociedad, y su implementación viene a ser un esfuerzo por solucionar en parte, nunca del
todo, algún problema común.
El caso de la Nacionalización del cobre de 1971 es un claro ejemplo de lo anterior, donde el
esfuerzo por parte del Presidente Salvador Allende por llevar a cabo dicho proyecto fue la
parte final de un proceso que se venía construyendo desde hace ya un tiempo. Este cambio
a la economía nacional tendría diversas consecuencias para el futuro del país, por lo que su
análisis es de suma importancia para poder entender en parte la historia de Chile.
Es así como el objetivo de este trabajo es el de presentar los antecedentes que llevaron a
construir la política pública de la Nacionalización del cobre, donde se busca identificar,
entre otras cosas, los diversos factores de influencia que participaron en el proceso de
política pública ya mencionado. En su primera parte, este trabajo expone un contexto
histórico sobre la situación de la minería del cobre con tal de tener bien claro cuáles fueron
los antecedentes que llevaron a la impulsar la Nacionalización del metal rojo. En la segunda
parte, se exponen los diversos actores que participaron en la construcción de la política
pública, desde dos puntos de clasificación: como actores formales e informales, y como
actores a favor de la política y en contra de esta misma.
Contexto histórico de la Nacionalización del Cobre
Para poder comprender y analizar la aplicación de la política pública sobre la
nacionalización del cobre en Chile en año 1971 durante el gobierno de Salvador Allende, es
necesario tener en cuenta el contexto previo a dicha determinación junto con sus causales
que desembocan en una de las medidas de mayor importancia tanto en el ámbito social
como en lo económico en nuestra reciente historia como país.
Chile, al igual que la mayoría de los países de América Latina, se caracteriza por ser
un productor de materias primas, las cuales al ser exportadas representan el pilar económico
del país. En este caso, Chile es uno de los mayores productores mundiales de minerales
tales como el cobre y el litio. Hoy en día, el metal rojo es la principal fuente de ingresos
para el Estado, pero esta importancia no es algo nuevo ni fortuito. Desde el siglo XIX,
Chile se caracterizó como un país productor de minerales, lo cual atrajo la atención de
muchos inversores extranjeros. En una primera instancia, fue el salitre el principal recurso
extraído en Chile, pero dicha extracción fue realizada principalmente por capital extranjero,
en su mayoría por ingleses. Algo similar ocurre en principios del siglo XX, con la
extracción del cobre por parte de inversores estadounidenses. Si bien el cobre ha sido una
materia prima que ha sido bien explotada desde el siglo XVIII, no es hasta el año 1904, con
la fundación de la Braden Company en el Mineral El Teniente, que esta explotación toma
un carácter industrial y comienza a buscar las máximas ganancias posibles, a esta se suma
en Chuquicamata la Chile Exploration Company en el año 1914 y en Potrerillos de la
Andes Copper Mining en 1920, las cuales invirtieron divisas extranjeras en nuestro país,
tras la constante extracción de cobre por parte de estas compañías se da como resultado que
“al finalizar la década del veinte la producción de los grandes yacimientos cupríferos de
las corporaciones norteamericanas representaban el 93% de la producción cuprífera
nacional, lo que a su vez constituía el 16,7% de la producción mundial” (Nazer, 2004, pp
3).
Pero durante este periodo estas empresas no pagaban mayores impuestos, situación
que fue cambiando durante el transcurso de los años, tiempo en el cual se marcan distintos
hitos que tienen relación con estos hechos, uno de ellos es la Segunda Guerra Mundial, en
donde debido al aumento de la demanda de cobre que realizaba Estados Unidos que
consideraba al cobre como un recurso estratégico en su lucha, Chile casi se acercó a la
producción de 500.000 toneladas de cobre en total en 1944, que equivale al 18,9% del total
mundial 1.
Es a partir de esta situación en donde nace la preocupación por la cantidad de
ingresos que se puede llegar a recibir por la explotación de cobre en Chile, esto queda
demostrado en las palabras de Patricio Meller quien menciona que “…en el período previo
a 1970, el cobre representaba cerca del 75% de las exportaciones chilenas. En la primera
mitad de la década del 50, la tributación al cobre constituía más del 30% de la
recaudación fiscal; en el año 1955 dicho porcentaje casi llega al 50%. En síntesis, el cobre
generaba el 75% de las divisas y aportaba el 30% de los ingresos tributarios.” (Meller,
2003, pp 4). Estos ingresos tributarios que se aplicaban a las utilidades de las empresas
extractoras de cobre por medio de impuestos, son considerados como el principal forma de
conexión entre la Gran Minería del Cobre (término que fue interiorizado en el Estado
chileno después de la gran inversión extranjera para la explotación de cobre) y el Estado de
Chile.
Toda esta situación provocó un malestar a en las personas más nacionalistas y
socialistas del país que veían como los recursos naturales chilenos estaban siendo
controlados por capitales extranjeros especialmente estadounidenses y estos no pagaban un
porcentaje de impuestos adecuados en relación con sus ganancias. Posterior a la Segunda
Guerra Mundial la demanda de cobre bajo, debido a la recesión económica que tuvo que
soportar Estados Unidos, lo cual produjo que la cantidad de cobre extraída disminuyera en
un 30 % aproximadamente y con esto los ingresos de los tributos del cobre también lo
hacían,1 para evitar esta situación se trabajó en la Ley 11.828 o también conocida como
“Ley del Nuevo Trato” en el año 1955 la cual buscaba un “régimen tributario especial
para empresas y así aumentar su interés por el incremento de la producción - la tasa de
interés disminuía a medida que aumentaba la producción después de ciertos límites. Se
creó el Departamento del Cobre -DL. 11.828 - , primer organismo del estado encargado
de fiscalizar y participar en el concierto internacional del mercado del cobre.” (Sindicato
Trabajadores N°3 Chuquicamata), este fue un primer paso hacia la nacionalización del
cobre en Chile. Otro antecedente para el correcto análisis sobre la nacionalización del cobre
es, “la creación en 1955 del Departamento del Cobre, dependiente del Ministerio de
Economía, Fomento y Reconstrucción, para supervisar las operaciones de las firmas
norteamericanas de la GMC y recopilar estadísticas sobre producción física, precios,
tributación, utilidades y otros ítems, genera profesionales chilenos, ingenieros,
economistas, contadores y abogados, que marcan un salto cualitativo en la creación de
know how y competencia del capital humano nacional.” (Ministerio de Minería)
Ante este contexto, surgen distintas opiniones respecto a lo que se debiese hacer
como Estado respecto a la administración de los recursos que son captados por parte de la 1 Información extraída desde: http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=204855
Gran Minería del Cobre, la cual hasta ese entonces, era controlado por empresas
extranjeras, quienes no tenían un arraigo o amor por la cultura y desarrollo tanto social,
cultural o económico, sino que les interesaba mayormente los beneficios económicos que
pudiesen ganar por la explotación del cobre sin mayor regulación. Ante esto “… Se
confrontaban dos tesis: una estaba por la vía de “chilenizarla”, adquiriendo un control
mayoritario de las empresas; la otra estaba por “nacionalizarlas”, estableciendo un
control total. Ambas posturas incidieron en las elecciones presidenciales de 1964 y 1970”
(Nazer, 2004, pp 3)
La primera de estas (chilenización) queda marcada como un antecedente previo a la
nacionalización total del cobre, para abordar esta coyuntura es necesario remontarse hacia
la década del 60’, década muy importante dentro del proceso de nacionalización del cobre,
debido a que es en esta década cuando don Eduardo Frei Montalva, quien fuera Presidente
de la República “postuló la chilenización como un proceso paulatino de recuperación del
cobre desde los inversionistas extranjeros hacia el Estado. El punto de partida era
recuperar activos para controlar la explotación mediante empresas mixtas, para luego
adquirir el total de los derechos para el Estado. Asimismo, se buscaba refinar todo el
cobre en Chile y aumentar la producción hasta el millón de toneladas” (CODELCO), esto
va ligado con el surgimiento de ideas reformistas y revolucionarias a lo largo de toda
América Latina, instalándose como tema de opinión pública la recuperación de las riquezas
naturales naciendo un espíritu nacionalista, es por esto que se pasó de pensar en la
maximización de la participación chilena en los excedentes del cobre a tratar de integrar el
cobre a la estrategia de desarrollo de largo plazo (Bande & Ffrench-Davis, 1989) Frei
Montalva contaba con el apoyo del Congreso lo cual provocó la rápida tramitación de esta
Ley N°16.425 la cual hizo posible que el Estado chileno se pudiera asociar a empresas
estadounidenses por medio de la compra de paquetes accionarios de las distintas empresas
relacionadas con la extracción del cobre. Tiempo después de esta medida el precio del
cobre sufrió un aumento en su valor lo cual provocó que la ciudadanía y los actores
involucrados en esta política pública quisieran una nacionalización completa de las
empresas que extraían el cobre de nuestros suelos.
Situación que fue abordada en la segunda tesis (nacionalización) en el gobierno de
Salvador Allende, quien proponía y lideraba la mayor reforma económica de nuestro país
en ese entonces la cual era la nacionalización y estatización de la Gran Minería del Cobre,
pese a que el triunfo de Allende en las elecciones supuso una tensión institucional (su
coalición política cedió y debió pactar legitimidad con otras fuerzas políticas (Democracia
Cristiana) para garantizar gobernabilidad, ya que sin el apoyo de estos no era sostenible un
gobierno liderado solo por el partido comunista). La nacionalización del cobre solo se pudo
lograr completamente el 11 de julio de 1971, día en que el Congreso Nacional de forma
unánime aprobó la enmienda constitucional que trataba sobre la nacionalización total del
cobre (Ley Nº 17.450), modificando el articulo N° 10 de la Constitución sobre Derecho de
Propiedad, con esto se pasa a la propiedad nacional de forma inmediata todos los bienes de
las empresas extranjeras que producían cobre en nuestro país. Esta unanimidad refleja
(cómo no muchas veces se ha visto) un interés general por el bienestar de la nación,
dejando a un lado las diferentes ideologías que pudieron o pudiesen llegar a tener los
distintos actores de política. Esto queda demostrado en el discurso dictado por Salvador
Allende en la plaza de Los Héroes de Rancagua, con motivo de la promulgación de la ley
que nacionalizó la Gran Minería del Cobreen donde menciona lo siguiente “Hoy es el día
de la dignidad nacional y de la solidaridad. Es el día de la dignidad, porque Chile rompe
con el pasado; se yergue con fe de futuro y empieza el camino definitivo de su
independencia económica, que significa su plena independencia política.” (Allende, 1971).
Después de este discurso se marca un antes y un después respecto a la forma de abordar los
temas relacionados con el cobre y sus ingresos a las arcas fiscales debido a que esta
modificación al artículo N° 10 de la Constitución sobre Derecho de Propiedad que viene a
terminar con todo tipo de regulación mixta entre las empresas extranjeras y el Estado
chileno, poniendo fin a la controversia sobre quien realmente se veía más beneficiado con
la explotación de recurso naturales, específicamente el cobre, que hasta ese entonces eran
los de extranjeros dueños de las mineras
Identificación de actores.
Para llevar a cabo esta identificación, se usará el planteamiento de López y Tecco
(2003), donde se detectan instituciones formales, con un carácter legal, y actores
informales, con una profundidad histórica por detrás. Se infiere que estas instituciones son
representadas por diversos actores a la hora de llevar a cabo una Política Pública. Además
se plantea la posición a favor o en contra de la Nacionalización del Cobre que adoptan los
diferentes actores.
Dentro del comportamiento de los actores relacionados con la política pública de la
Nacionalización del Cobre, es distintivo que a un nivel formal, es decir aquellos actores que
se derivan tanto del Poder Ejecutivo como del Poder Legislativo, estaban unidos en torno a
la aprobación de la nacionalización. En cuanto al primer poder, se encontraba representado
por el Presidente de la República, Salvador Allende, además de contar con el apoyo de los
Ministerios de Minería y Economía. El presidente Allende como actor, representante del
ejecutivo, presenta entre sus ideas centrales una reforma a la economía de nuestro país, a
partir, por ejemplo, de lo expuesto por Valderrama (2003), quien señala que la Unidad
Popular, como coalición de partidos de izquierda, ya desde la construcción de su Programa
Básico de Gobierno, donde señalan como un problema la gran “explotación imperialista de
las economías atrasadas” y el accionar de los “monopolios norteamericanos”.
El Presidente Allende tenía una visión socialista sobre el Estado y su vinculación
con la sociedad, por lo que buscó llevar la conducción del país hacia ese objetivo. Lo
anterior se puede ver reflejado en su discurso del 21 de mayo de 1971, donde expone sobre
el Socialismo: “Esta es nuestra bandera, en torno a la cual movilizaremos políticamente al
pueblo como el actor de nuestro proyecto y como legitimador de nuestra acción (…) y
nuestras obras no sacrificarán la atención de las necesidades de los chilenos de ahora en
provecho de empresas ciclópeas. Nuestro objetivo no es otro que la edificación progresiva
de una nueva estructura de poder, fundida en las mayorías, y centrada en satisfacer en el
menor plazo posible los apremios más urgentes de las generaciones actuales”. De este
discurso, se puede inferir que la búsqueda de un nuevo rol del Estado en la economía se
comenzaba a llevar a cabo, y donde la Nacionalización del cobre de 1971 es una prueba de
aquello, y tal vez, su principal trabajo.
Dentro del Poder Ejecutivo, existían otras instituciones que servían de apoyo para el
planteamiento de la política pública. Es así como se encuentran los Ministerios de Minería
y el de Economía. En cuanto al primero, desde su formación en el año 1953, el ministerio
se ha encargado de elevar la contribución de la minería al desarrollo del país, fomentando la
producción de los minerales en Chile. De esa manera, recaía en este ministerio la tarea
principal de llevar a cabo el plan de nacionalización planificado por el Presidente de la
República, fiscalizando las tareas programadas. Con la Nacionalización del Cobre, el
Ministerio debía comandar la participación Chilena en las decisiones referentes a la
inversión y producción del cobre en el país2.
Bajo la misma línea, el Ministerio de Economía tenía la misión de llevar a cabo la
planificación económica del país a partir de los ingresos que significarían la producción
total de los recursos de cobre del país, los cuales se verían incrementados de manera
significativa. Es importante señalar que para 1970, la industria del cobre en Chile
representaba el 11% de la extracción mundial del mineral, por lo cual, se demuestra la
importancia económica de la política pública que se buscaba implementar. Sin embargo, al
mismo tiempo se observa que la producción privada de cobre en Chile, para el mismo año,
representa casi el 80% de la producción total, lo cual, para 1980, ya es totalmente lo
contrario (Meller, 2000) De la misma manera, el Ministerio de Minería se haría presente del
proceso de Nacionalización del Cobre a través de la Corporación de Fomento de
Producción (CORFO), organismo encargado de impulsar la actividad productiva nacional.
Tal como lo expresó la CORFO En su libro sobre los 50 años del organismo de 1989, en el
período del presidente Allende, se tiene como objetivo “llevar a cabo cambios
revolucionarios en la estructura económica, política y social, que posibilitaran superar la
explotación y la miseria impuesta sobre el país por el capitalismo monopolista, la
explotación imperialista y los privilegios de clases" Estos cambios llevaría a la CORFO a
tener un papel fundamental como el organismo que se encargaría de administrar las nuevas
empresas estatales del Cobre.
Es importante recalcar en este momento, que debido a la alta aprobación que vivió
el proyecto de Nacionalización del cobre por parte de los actores formales, principalmente
aquellos que se encontraban en el Parlamento chileno, los actores que impulsaban la nueva
política pública, es decir el Poder Ejecutivo a través de la figura del Presidente de la
República y los ministerios de Minería y Economía, no debieron sortear momentos de
2 La información anterior fue extraída da la página web del Ministerio de Minería http://www.minmineria.gob.cl
tensión más allá de pequeñas reformas hechas al proyecto original, las cuales se fueron
llevando a cabo en pequeñas negociaciones entre ambos poderes en cuestión. Lo anterior no
es una información menor, pues ante una política pública de esta magnitud, que llevaría
incluso a reformular la acción del Estado en la economía del país, se esperaría en teoría un
nivel mayor de problemas en cuanto a la reproducción de la política, donde quienes
impulsaban la nueva medida debían afrontar diversos obstáculos en la tramitación de la
Nacionalización del Cobre
En cuanto al Poder Legislativo, la Nacionalización del Cobre fue vista por los
parlamentarios como un derecho propio de todos los chilenos, lo cual se ve reflejado en el
total apoyo que consiguió la política, incluso antes de la misma votación. Los tres grandes
pactos que se habían visto reflejados en las elecciones presidenciales del año 1969 se
mostraron a favor de la aprobación de la política propuesta: La Unidad Popular (UP), de la
cual formaba parte el Presidente de la República en ejercicio, el pacto Partido Nacional-
Partido Radical, y la Democracia Cristiana. Una muestra de lo anterior es el discurso
entregado por el Presidente de este último, Renán Fuentealba, en el año 1971, donde entre
otras cosas, deja en claro el apoyo del partido a la reforma señalada, y donde, salvo algunos
ajustes realizados durante la sesiones de ambas cámaras, se mostraba satisfecho ante el
proyecto final3. Por lo tanto, de lo anterior se pueden inferir dos cosas: en primer lugar,
existían pequeñas diferencias en la presentación del proyecto, pero el Poder Ejecutivo, bajo
la figura de Allende, supo negociar y ceder ante las críticas que pudieran surgir en el
camino de aprobar la Nacionalización. Y en segundo lugar, que los actores “disidentes”,
como la Democracia Cristiana, tenían una diferencia con los promotores de la política que
iba más allá de la forma en que se presentó la política, la cual se iba a demostrar una vez
aprobada la Nacionalización, y que será analizada más adelante.
Por lo tanto, como los actores formales de la política en cuestión apoyaban en su
totalidad el proyecto, los actores disidentes ante el proyecto, se encontraban actores
informales, económicos e internacionales. Lo anterior no quiere afirmar que no hubiera
actores informales a favor de la política, pues se pueden encontrar, por ejemplo, a los
partidos políticos, los cuales actúan como un agente de opinión pública, y diversos actores
3 Dicho discurso fue pronunciado en el Congreso Pleno el 11 de julio de 1971, y se puede encontrar en http://www.blest.eu/pp/fuentealba71.html
sociales y económicos, como la Central Única de Trabajadores de Chile (CUT), la cual
estaba a favor y apoyaba el gobierno de la Unidad Popular en su totalidad, e incluso más
adelante, desde 1972 hasta el Golpe Militar de 1973, participó como planificador de la
economía en el país, mediante la creación de la ley N°17.5944. Los medios de
comunicación, al existir una postura única a favor de la Nacionalización del Cobre por
parte de los actores políticos, mantuvieron una labor de comunicación y sin mucha muestra
de opinión o buscando influenciar al resto sobre algún elemento negativo del proceso en
cuestión.
Es así como solo se pueden identificar dos actores que mantuvieron una postura
negativa ante la Nacionalización del cobre en Chile. En primer lugar se encuentran las
empresas inversoras de origen estadounidense, las cuales se transformarían en las
principales perjudicadas si se llegara a implantar el proceso de nacionalización. Estas
empresas se vieron beneficiadas por muchos años principalmente a través de un bajo nivel
de tributación, el cual era justificado en Chile para poder aumentar la inversión extranjera
en el país (Meller, 2000) Por lo tanto, el negocio que las empresas de origen estadounidense
montaron durante más de 60 años en Chile era de una rentabilidad significativa, pues
extraían los recursos pagando pequeños impuestos en comparación a las recaudaciones que
obtenían, y al mismo tiempo, utilizaban tecnología de su país de origen, por lo que en Chile
solo debían encargarse de contratar a la mano de obra de la explotación del mineral. Ya con
la “Chilenización” del cobre impulsada en el Gobierno de Eduardo Frei Montalva estas
empresas habían comenzado a perder los beneficios con los que contaban, además de que
perdieron ganancias significativas debido a la nueva inversión nacional, y era muy poco
probable de que se quedaran sin tratar de hacer algo para perder la restante inversión que
poseían. Así, puede identificarse a estas empresas como los únicos actores en contra de la
Nacionalización del Cobre que se encontraban en el territorio nacional.
Por otra parte, debido a que el capital que se vería afectado con el proyecto de
Nacionalización era de origen estadounidense, el gobierno de ese país no se quedó como un
actor neutral al que no le afectara la aprobación del proyecto. Cabe destacar el contexto
histórico que se vivía en los tiempos de la Nacionalización, donde se observaba un mundo
completamente polarizado. En uno de eso polos se encontraba Estados Unidos a la cabeza 4 Dicha ley se encuentra disponible en http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=29134
de un movimiento que tenía al capitalismo como su estándar de batalla. Ya desde un
comienzo, el triunfo democrático de Salvador Allende había significado un duro golpe para
las pretensiones de Estados Unidos, básicamente porque el presidente electo era de una
ideología socialista, más cercana al polo comandado por la Unión Soviética en dicha
Guerra Fría, y se tenía temor a que Chile se transformara en un ejemplo de triunfo del
modelo socialista. Y la Nacionalización del Cobre era el fiel reflejo de lo anterior, pues
representaba un duro golpe para las pretensiones de Estados Unidos. No es un dato menor
que ya tras la 2° guerra mundial y la Guerra de Corea en la década de los 50’, el país
norteamericano había declarado al cobre chileno como recurso estratégico para su
economía5, por lo que se infiere que la pérdida de los beneficios que se tenían sobre este
recurso, podría significar un duro golpe a las pretensiones de Estados Unidos. Y su
actuación en la discusión de la Nacionalización del cobre, si bien en la discusión misma no
fue muy clave ni eficaz, prontamente comenzaría a transformarse en un actor importante a
la hora de tratar de revertir los cambios realizados por el gobierno socialista de Salvador
Allende.
5 Lo anterior fue extraído desde http://www.camara.cl/memoria/hito.aspx?prmHITOID=20
Bibliografía.
Bande, J. & R. French-Davis (1989), “Copper policies and the Chilean economy: 1973-88”,
Notas Técnicas Nº 132, CIEPLAN, Santiago, Chile.
Educar Chile, “La minería chilena a través de la historia: siglo XX” Información extraída
desde: http://www.educarchile.cl/ech/pro/app/detalle?id=204855
López, Silvana y Tecco, Claudio. “El papel de las instituciones formales e informales en la
Gobernabilidad local”, presentado en el Segundo Congreso Argentino de Administración
Pública. Sociedad, Gobierno y Administración, Mendoza, Argentina, 2003.
Meller, Patricio “El cobre chileno y la política minera” publicado en Dilemas y Debates en
torno al Cobre, P. Meller editor, Dolmen-CEA, Santiago, 2000,
Nazer, Ricardo. “Nacionalización y privatización del cobre chileno 1971-2002”. Centro de
Estudios Miguel Enríquez, Chile, Noviembre 2004.
Universidad de Santiago de Chile. “Corporación de Fomento de la Producción: 50 años de
realizaciones: 1939-1989”, Santiago, Chile. 1989
Valderrama, Pablo. “Apuntes relativos a la Evolución de la Política del Cobre en Chile,
haciendo énfasis en la Tributación, desde mediados del siglo XX hasta hoy. Hitos,
iniciativas”, Santiago, Chile, 2003.
Fuentes.
Programa de gobierno de la Unidad Popular, del 17 de diciembre de 1969, en Santiago,
Chile.
Mensaje ejecutivo con la finalidad de llevar a cabo un cambio constitucional, Diciembre de
1970
Mensaje presidencial de Salvador Allende el 21 de mayo de 1971, en Valparaíso, Chile.
Ley 17.450 de 1971
Ley 17.954 de 1972.
Discurso de Renán Fuentealba, pronunciado en el Congreso Pleno el 11 de julio de 1971
Sitios Consultados.
Página web del Ministerio de Minería. . Información extraída el 26 de agosto desde
http://www.minmineria.gob.cl/
Página web del Ministerio de Economía. Información extraída el 26 de agosto desde.
http://www.economia.gob.cl/
Página web de la Corporación de Fomento de la Producción. Información extraída el 26 de
agosto desde http://www.corfo.cl
Sindicato Trabajadores N°3, Chuquicamata. Nacionalización del Cobre y su Historia.
Información extraída el 22 de agosto desde
http://www.sindicato3.cl/web/index.php/noticias-mineria/82-nacionalizacion-del-cobre-y-
su-historia
Ministerio de Minería. “Historia de la minería en Chile” Extraído el 25 de agosto de 2015
desde: http://www.minmineria.gob.cl/la-mineria-en-chile/historia-de-la-mineria-en-chile/
CODELCO, “Nacionalización del cobre”. Ficha 2. Extraído el 24 de agosto de 2014 desde:
https://www.codelcoeduca.cl/biblioteca/pdf/cu_historia/ficha_nacionalizacion2.pdf