Chiaramonte Mercaderes Del Litoral Resumen

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  José Carlos Chiaramonte. Mercaderes del Litoral La cuestión regional en el proceso de gestación del estado nacional argentino Hasta la caída de Rosas en 1852 la organización estatal quedó reducida al mínimo y la nación continuó constituyendo un enigmático proyecto. El rasgo más decisivo de la estructur a social rioplatense en lo que respecta al prolema nacional !ue la ine"istencia de una clase social dirigente de amplitud nacional. #$iaramonte se dispone a $acer un e"amen de la cues ti ón regional en %rgentina como cuestión nacional& concentrándose en la estructura social de cada período y r eg ión. 'e in te resa en las relaciones sociales y sus trans!ormaciones para dar cuenta de los con(ictos regionales. )a cuestión re gio nal sie mpre !ue considerada como los ostáculos que se int erp usieron a la or ganización nacional. %sí $a ría !ue rzas nacionales y !uerzas antinacionales. Esto es di!ícil de comproar. *e+or sería analizar las tendencias nacionales y las opuestas que se gestaan al mismo tiempo y !recuentemente en unos mismos grupos sociales. )a cuestión re gio nal como cuestión nacional será la $is tor ia de un lar go proceso en el que las !uerzas contrapuestas& provinciales& deerán camiar para que sur+an las posiilidades de negociación& de compromiso& que den lugar a la nación. La región provincia )uego del vacío de poder que signi,có la caída de la monarquía espa-ola& se produce una !ragmentación y la unidad sociopolítica de mayor vigencia en el período era la provincia. )a provincia es la dimensión más sólida de lo que podemos llamar región en la primera mitad del siglo /. 0rovinciaregión solo en la medida que consideremos la e"istencia de un espacio mayor que las engloa& de un lazo aunque sea muy d3il4 que continuaron manteniendo las provincias que !ormaron la Replica %rgentina. #$iaramonte se $ace 2 preguntas6 70or qu3 la atomización en provincias 0or que estas !ueron las nicas que lograron a,rmar condiciones para continuar los procesos productivos y comerciales& las nicas capaces de estalecer un rudimento de organización social para mantener el orden. 7En qu3 consiste la provincia En una ciudad y el área rural cercana que domina. 9na ciudad de cierta importancia por su pasado colonial como centro comercial y:o político& con su,ciencia para a!rontar una administración. 9na e"plicación de la atomización podría estar relacionada con que durante el virreinato no $aía relaciones con tin uas entre las ciudades sep aradas por las distancias& la diversidad económica y otros !actores. 0ero el desarrollo de la $istoria social y

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Jos Carlos Chiaramonte. Mercaderes del Litoral

La cuestin regional en el proceso de gestacin del estado nacional argentino

Hasta la cada de Rosas en 1852 la organizacin estatal qued reducida al mnimo y la nacin continu constituyendo un enigmtico proyecto. El rasgo ms decisivo de la estructura social rioplatense en lo que respecta al problema nacional fue la inexistencia de una clase social dirigente de amplitud nacional.

Chiaramonte se dispone a hacer un examen de la cuestin regional en Argentina como cuestin nacional, concentrndose en la estructura social de cada perodo y regin. Se interesa en las relaciones sociales y sus transformaciones para dar cuenta de los conflictos regionales.

La cuestin regional siempre fue considerada como los obstculos que se interpusieron a la organizacin nacional. As habra fuerzas nacionales y fuerzas antinacionales. Esto es difcil de comprobar. Mejor sera analizar las tendencias nacionales y las opuestas que se gestaban al mismo tiempo y frecuentemente en unos mismos grupos sociales.

La cuestin regional como cuestin nacional ser la historia de un largo proceso en el que las fuerzas contrapuestas, provinciales, debern cambiar para que surjan las posibilidades de negociacin, de compromiso, que den lugar a la nacin.

La regin provincia

Luego del vaco de poder que signific la cada de la monarqua espaola, se produce una fragmentacin y la unidad sociopoltica de mayor vigencia en el perodo era la provincia. La provincia es la dimensin ms slida de lo que podemos llamar regin en la primera mitad del siglo XIX. Provincia-regin solo en la medida que consideremos la existencia de un espacio mayor que las engloba, de un lazo (aunque sea muy dbil) que continuaron manteniendo las provincias que formaron la Repblica Argentina.

Chiaramonte se hace 2 preguntas: Por qu la atomizacin en provincias? Porque estas fueron las nicas que lograron afirmar condiciones para continuar los procesos productivos y comerciales, las nicas capaces de establecer un rudimento de organizacin social para mantener el orden. En qu consiste la provincia? En una ciudad y el rea rural cercana que domina. Una ciudad de cierta importancia por su pasado colonial como centro comercial y/o poltico, con suficiencia para afrontar una administracin. Una explicacin de la atomizacin podra estar relacionada con que durante el virreinato no haba relaciones continuas entre las ciudades separadas por las distancias, la diversidad econmica y otros factores. Pero el desarrollo de la historia social y econmica argentina ha demostrado que haba fuertes y perdurables flujos comerciales que unan con mayor intensidad de lo que se crey tradicionalmente. Pese a todo, el espritu localista fue una realidad. Se requiere una explicacin que explique la disgregacin sin prejuicio de los vnculos comerciales que siguieron desarrollndose.

Otra pregunta que se hace es Por qu la no desaparicin de todo tipo de vnculo entre las provincias? La va a responder a lo largo del desarrollo.Particularismo provincial y dominio del capital comercial

Hay un dominio del sector mercantil sobre la vida econmica colonial. El capital comercial es el que financia y moviliza las producciones requeridas por el trfico interregional y coloca las mercancas que recibe de otras regiones o de la metrpoli. El centro de esta red de funciones lo constituye la ciudad (mercado para el intercambio, mercado para las producciones rurales, mercado de crdito). Los grupos mercantiles (fuese por cuenta propia o por sus comitentes del centro mayor, Buenos Aires para el interior y Espaa para los porteos) eran los que posean liquidez.

Este dominio del capital comercial sobre la produccin generar pautas caractersticas que ayudaran a afirmar el particularismo regional. Hay una preeminencia econmica y social de las burguesas mercantiles de los centros urbanos frente a los productores rurales o urbanos y una tendencia de los mismos hacia la autonoma poltica local. En la relacin mercader-productor se ve un intercambio no equivalente que refleja l posicin ventajosa del comerciante que conoce las condiciones del mercado y que posee la capacidad de financiar al productor (este no puede obtener financiamiento de otra forma, por las distancias y las dificultades de comunicacin). Esta relacin ciudad-campo es propia del corporativismo comercial. Mientras tanto va a crecer el peso de la gran propiedad pecuaria que va a terminar generando una transformacin de esta situacin.

Ojo: la presencia de los mercaderes ingleses es una crisis de los mercaderes tradicionales hispanos y criollos, pero NO una crisis del sector mercantil.

Las economas provinciales

Luego de la independencia asistimos a la prdida de significacin de cierto ordenamiento regional y a uno nuevo orientado hacia el mercado exterior (Pacfico, Bolivia y Per, Uruguay y Brasil).

Luego de la guerra de independencia y de las luchas civiles que la acompaan o prolongan las provincias litorales padecen los graves efectos de aquellos conflictos. Santa Fe y Entre Ros se encuentran con su produccin ganadera dramticamente disminuida y con su comercio debilitado y sin perspectivas. Corrientes que ha sufrido similares efectos en la ganadera intenta apoyar las distintas producciones mercantiles de su diversificado triangulo noroeste donde la ganadera mayor y menor alternan con el algodn, maz y caa, tabaco, frutales y en la produccin de maderas de construccin y algunas industrias urbanas como la de cueros curtidos y la naval. Bs. As vive la conjuncin de los sectores comercial y ganadero en una notable expansin pecuaria que sirve tanto al mercado externo como al consumo local de carne. En cuanto al interior las consecuencias del proceso de la independencia son menores. Si bien la guerra aisl al interior, que haba funcionado como intermediario mercantil entre Bs. As y el alto Per y Chile, desde 1817 la liberacin de Chile le abre nuevamente el acceso al mercado trasandino. La recuperacin se da tambin pero ms limitada en el Norte. La estimula la independencia del alto Per, transformado en la repblica de Bolivia (1825), aunque se trate de un mercado muy disminuido y que se provee de productos internacionales a travs del Pacifico. En las provincias de Crdoba, Santiago del Estero y Tucumn, la ganadera se extendi y en Tucumn, deja de orientarse exclusivamente al mercado local. Adems la cra de ganado para el trfico hacia Chile se expande en estas provincias as como en los llanos de La Rioja. Pero el interior sobrevive por soluciones econmicas efmeras y va a ser incapaz de incorporarse de modo estable a la nueva economa marcada por la relacin ms ntima con las metrpolis industriales y financieras de Europa.

Corrientes tiene una historia econmica y social particular. Corrientes sigui conservando el predominio del triangulo noroeste caracterizado por una cierta diversificacin productiva. El grupo social dominante consista en una fusin de mercaderes y productores mercantiles diversos. Hacia el final del perodo el sur correntino participar, junto a la ganadera de Santa Fe, Entre Ros y Uruguay, en la creciente vinculacin a la economa ganadera de Ro Grande do Sul.

As tenemos el rea interior (Crdoba, Santiago, Tucumn) orientada hacia el litoral atlntico y el Pacfico. El rea del norte se inclina hacia el mercado peruano, aunque tambin se vincula con Chile. Y el rea andina (Mendoza, San Juan, Catamarca, La Rioja y las zonas de San Luis, Crdoba y Santiago que producen ganado para Chile, se vuelcan al mercado Chileno. El renacimiento de la produccin minera chilena en 1831 genera una cierta prosperidad y un desarrollo de la agricultura de Chile, repercute sobre las provincias andinas argentinas. No solo se exporta, tambin se importan de all los productos ultramarinos que consumen, pese a los intentos de Bs. As. para impedirlo. Este retorno de la prosperidad en el interior a travs de tendencias centrfugas agravan la incertidumbre sobre la posible unidad nacional por la disgregacin en su base econmica.El capital comercial en la expansin ganaderaEntonces, cul es el fundamento de los estados provinciales? Ya se habl del binomio ciudad-campaa que funda su existencia. Detrs de l encontramos una estructura econmica caracterizada por un conjunto de poblaciones que viven en una economa de subsistencia con eventuales accesos al mercado a travs de un sector mercantil dominante, en el cual se ir destacando la produccin pecuaria para el mercado externo. De all que el papel primordial de la ciudad pueda verse debilitado por el ascenso de la campaa.

El proceso puede ser descrito en parte como el ascenso de los productores frente a los comercializadores. Estamos ante un capitalismo agrario que ha subordinado al sector comercial? No, el dominio del capital comercial es herencia del pasado colonial en el que era intermediario entre las colonias y la metrpolis. Ahora, en una nueva forma de dominacin econmica externa, de dependencia, el papel del capital comercial se prolonga con la paulatina y dbil incorporacin al mercado mundial. En la segunda mitad del siglo, s ocurre que a propiedad de la tierra es el rasgo fundamental de la clase dirigente. Durante la primera mitad, estamos en un momento intermedio: predominio del sector mercantil y desarrollo de las actividades pecuarias.La cuestin de Bs. AsPese a todo, las tendencias de unidad nacional no dejaron de existir y un mnimo lazo formal (la delegacin de las relaciones con el exterior en Bs. As.) expresaba el papel particular de aquella provincia. La cuestin Bs. As. permite acceder al nudo de la cuestin nacional. Bs. As. es un mal inevitable que es preciso controlar, porque tiene la aduana. sta es la fuente por excelencia de recursos de la provincia y, por lo tanto, del posible estado nacional. El monopolio de esos ingresos por una de las provincias le daba ventajas para imponer sus intereses por la fuerza.Adems, la economa pecuaria bonaerense (y Santa Fe y Entre Ros) propugnaba por el librecambio en cuanto favoreca el intercambio con el exterior y posibilitaba reducir los costos de la explotacin ganadera por sus efectos sobre el consumo de la poblacin, efecto que conduca a reducir tensiones sociales que tendan a emerger de la poblacin urbana. Por el contrario, las provincias del interior o en el litoral la de Corrientes eran acrrimas proteccionistas en defensa de sus producciones agrcolas y artesanales, tanto por lo que las mercancas extranjeras pudieran afectar los mercados locales, o porque la competencia del exterior poda comprimir o vedar el mercado del litoral para sus mercancas.

El problema de la aduana era an ms complejo, la nacionalizacin de la aduana de Bs. As. no solo encontraba la resistencia de esta provincia, tambin haba obstculos para conciliar los intereses particularistas provinciales, cuyas producciones y comercio competan entre s. La nacionalizacin de la aduana no poda ser una simple medida administrativa, solo poda resultar de la nacionalizacin de la economa argentina, esto es, de la formacin de un mercado nacional.

Una segunda tendencia era la que derivaba del progresivo acceso al mercado mundial. En tales condiciones abiertas por el librecambio posterior a la independencia, la expansin de la produccin ganadera a todas las reas en las que existan condiciones de rentabilidad llev consigo la necesidad y posibilidad de un contacto sin restricciones con el mercado externo por parte de provincias como las del litoral, Crdoba y aun otras del interior. Para estas provincias, Bs. As era la fuente de perjuicios a la vez que imprescindible en la integracin a la economa mundial.

El particularismo provincialPese a que al promediar el siglo, una economa progresivamente orientada al mercado exterior bosqueja las regiones que caracterizarn al futuro del pas, no podemos hablar de la existencia de un mercado nacional, pero tampoco de un mercado regional. Estas presuntas regiones son ms bien conjuntos escindidos por las divisiones provinciales (divisiones administrativas, rentsticas, mercantiles, militares).

La presencia de la gran propiedad trastorna expresiones polticas tradicionales. El caso de Corrientes sirve para ilustrar esta afirmacin. All hay un relativamente organizado aparato estatal, con una temprana formulacin constitucional, con un rgimen representativo funcionante, con una organizacin rentstica, administrativa y militar ms eficiente que lo que es comn en el perodo y con gobernadores que se suceden en el poder segn normas constitucionales. Su mxima figura poltica, Pedro Ferr, difiere de los caudillos de la poca por su insercin en un estado provincial mejor controlado por la elite dirigente.

Corrientes enfrent la poltica de Rosas con una irritante demanda de proteccionismo econmica y de urgente unificacin nacional, e intent organizar tras su liderazgo a las provincias del litoral y del interior. Finalmente, derrotada, hubo de resignarse a suscribir el Pacto Federal que dilataba indefinidamente la organizacin nacional.

La relacin nueva y contradictoria entre los grupos mercantiles y el crecimiento de la importancia de la propiedad rural, se refleja en la imposibilidad de hacer funcionar regmenes representativos en las provincias por parte de las elites mercantiles, ante el poder personal de los caudillos.Lo que no existe al filo de la cada de Rosas es una clase social dirigente que pueda llamarse nacional. Lo que existe son grupos dominantes locales, burguesas mercantiles o mercantil/rurales que controlan la produccin y comercios locales, en las que los lazos de parentesco predominan en la constitucin de las empresas y cuyo espritu particularista predomina.Las dificultades estn en el tipo de estructura econmica y social que no generaba ms vnculos econmicos entre las provincias que los de la circulacin mercantil. Las configuraciones regionales tuvieron alguna proyeccin en las luchas sociales y polticas del perodo, pero la Liga del Interior era una unin transitoria solo para oponerse militarmente a Bs. As., mientras que la Liga del Litoral, si bien tena reivindicaciones regionales ms definidas, no perdur lo suficiente.

En Bs. As. la tendencia ms notoria de la clase mercantil-estanciera no es hacia la unificacin nacional, sino hacia la preservacin del status quo: una mnima vinculacin con las provincias que permita el mantenimiento de los lazos econmicos y una mayor fuerza en las negociaciones con el exterior; todo esto sin perder el control de la navegacin de los ros y del comercio exterior a travs de la aduana. Tender a obstruir toda poltica de organizacin nacional que implique el sacrificio de esos intereses particularistas.Por todo esto, la Provincia de Bs. As. (por su puerto y por sus caractersticas culturales y polticas) fue motivo de discordia para el resto de las provincias, pero fue tambin el gran factor de unin, el ms firme elemento en el que se apoyaban las tendencias nacionalistas.

La coalicin del resto de las provincias (Confederacin Argentina) no bast para lograr la unificacin nacional. Seran necesarias transformaciones ms profundas que se irn dando en la segunda mitad del siglo para producir la fusin de intereses de los principales grupos provinciales. Porque, a diferencia de lo que se suele interpretar, en el proceso de organizacin nacional, el triunfo no es de esa oligarqua portea. Lo derrotado en el 80 son esos sectores polticos, incluido el ms tradicional de Bs. As. que expresan aquellos particularismos provinciales gestados durante el perodo colonial y fortalecidos durante las primeras etapas de la vida independiente. Es decir, de aquellos grupos sociales de cada provincia, incluida Bs. As. que intentaron encajar sus intereses particulares en una fracasada organizacin nacional. Triunfa, en medio el proceso de integracin del pas al mercado mundial, aquellos grupos que conciliaron sus intereses en pos del objetivo que les permita disfrutar de las brillantes perspectivas que les ofreca dicha integracin. Ese mismo proceso es el que marca la cristalizacin de una clase social nacional.