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¿ Quien es el Padre Luigi Villa?

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¿Quien esel Padre Luigi Villa?

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¿¿Quien esQuien esel Padre Luigi Villa?el Padre Luigi Villa?

por el Dr. Franco Adessa

Traducido por Carlos Stuart

--------------------------------------------------------------------------------A pedido de mucha gente de Italia y del extranjero,

y después de más de veinte años decolaborar con este valiente Sacerdote,

decidí escribir esta breve biografía del Padre Luigi Villa,

¡porque ya no puedo guardar silencio sobre la indescriptible e interminable persecución

sufrida por este anciano, fiel e incorruptible Ministro de Dios!

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L uigi Villa nació en Lecco, Ita-lia, el 3 de febrero de 1918.Habiendo completado la escue-

la secundaria, el Liceo y la Teología,fue ordenado sacerdote el 28 de juniode 1942.Dijo su primera Misa en la Catedralde Lecco. Ejerció su ministerio sacer-dotal en su país de origen en el Insti-tuto Combodi durante aproximada-mente diez años.El Padre Villa fue un verdadero per-secutor de vocaciones y un respetadopredicador y conferenciante. Su pre-sencia era apreciada y solicitada enmuchas ciudades y lugares de Italia.Además, se dedicó particularmente ala formación de los jóvenes.Fue precisamente esa obra, es decir,su relación con la juventud y la in-fluencia que ejercía sobre ella, la quele hizo acreedor a una sentencia demuerte.En efecto, el líder del partido Fascis-

ta, y Ministro de Justicia, RobertoFarinacci, emitió una condena amuerte contra él. La razón fue: «Nosabemos quien es el Padre Luigi Vi-lla. Aparentemente, él ha sido en-viado para atizar a la juventud dela República». El cumplimiento de laejecución no tuvo lugar gracias al avi-so de un funcionario del Ministerio deJusticia, quien, secreta y apresurada-mente, advirtió a un colega del PadreVilla, el Padre Ceccarini - quien vivíaen el Instituto Combodiano de Crema(una pequeña ciudad cercana a Bres-cia) con el Padre Luigi - que escapara.Así, el Padre Villa, trepó por una ven-tana y huyó, exactamente en el mo-mento en que un jeep llegaba con seissoldados de un pelotón de fusilamien-to fuertemente armados.Esa condena pesó sobre el Padre Vi-lla durante toda la duración de la Re-pública de Saló (la República creadapor Mussolini sobre el fin de la IIa.

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Guerra Mundial. Hubo siempre unaatmósfera de inestabilidad y amenazapermanente rodeando al Padre Villa.¡Solo el fin de la guerra, el 25 de ju-lio de 1945, lo liberó de esa pesadilla! Durante la guerra, el Padre Villa seprodigó en el deseo de salvar familiasíntegras de judíos. En efecto, en obe-diencia a las disposiciones de PíoXII, el Padre Luigi rescató 57 judíos.En tres viajes, por las montañas que

confinan Italia con Suiza, el Padrearriesgó su vida por ellos. A principios de 1953, debido a pro-blemas familiares, dejó el InstitutoComboni. A invitación del Arzobispode Ferrara, Mons. Ruggero Bovelli,fue incardinado en esa diócesis, parafundar un Movimiento Misionero In-ternacional.

Sus encuentros con el Padre Pío

En aquellos años, el Padre Villa conti-nuó sus actividades como predicadory conferenciante.En 1956, organizó una serie de confe-rencias para los graduados de Bari. Esallí, luego de un almuerzo de pesca-dos, que resulta envenenado debido ala salsa ‘ale vongole’ (salsa de alme-jas) en los spaghetti.Informado su amigo, el Padre Berni,quien era capellán del aeropuerto deBari, el Padre Villa fue llevado por al-gunos pilotos a la enfermería del ae-ropuerto. Allí fue tratado por un coro-

nel médico, e internado hasta que es-tuvo bien. Antes de dejar Bari, el Pa-dre Berni quiso que el Padre Luigifuera con él a San Giovanni Rotondo.Llegados allí, el Padre Berni le pidióque lo esperara mientras iba al hotel“Santa María” a hacer reservas para elalmuerzo.

El Padre Luigi Villa, poco después de ser ordenado sacerdote en 1942.

El Padre Pío.

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El Padre Villa fue entonces a rezar ala capilla del Convento del Padre Pío.La iglesia estaba vacía cuando él searrodillo en uno de los bancos. Re-pentinamente sintió una presencia yse volvió para ver si había alguienallí. Había un joven, extremadamentehermoso, quien le preguntó: «¿Ustedquiere conocer al Padre Pío?».«No, dijo el Padre Villa, pero el joveninsistió: «Vaya, vaya ahora, el PadrePío lo está esperando». El Padre Vi-lla se volvió hacia la persona que aca-baba de hablarle, pero ya no había na-die a su lado. ¡La persona que habíapronunciado esas palabras había desa-parecido! Entonces entró en el Convento y fuehacia el lugar donde estaba la celdadel Padre Pío; allí notó una fuerte fra-gancia de flores y se lo comunicó a unfraile que estaba pasando, quien le di-jo: «¡Buen signo, buen signo!», agre-gando que el Padre Pío volvería pron-to hacia su celda. Durante la espera, el Padre Villa es-

cribió en su libreta una lista de 12 pre-guntas que quería hacer al fraile. Des-pués de un rato, vio una puerta abier-ta, que estaba al final de las escalerasde la sacristía. Apenas entró el PadrePío, lo miró (estaba en el fondo de unestrecho corredor de unos veinte me-tros de largo) y dijo: «¿Que está ha-ciendo aquí el Padre Villa?». Des-pués se encaminó hacia su celda, la nº5, en la que entró, seguido por dosmédicos. Luego de unos pocos minu-tos, los médicos salieron y el PadrePío llamó al P. Luigi y lo hizo entraren la celda. Aquí, él le hizo sus 12preguntas y habló durante una mediahora, dándole el Padre Pío un encar-go: tú tienes que dedicar toda tu vi-da a defender a la Iglesia de Cristode la obra de la Francmasonería,especialmente de la Francmasone-ría Eclesiástica.El Padre Villa, perplejo, le dice: «Pe-ro, no estoy preparado para tal come-tido, también debería estar protegidopor un Obispo». El Padre Pío lo inte-

La antigua Iglesia de “Santa Maria delle Grazie, del Convento del Padre Pío.

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rrumpió y le dijo: «Ve al Obispo deChieti, y él te dirá lo que hacer».Dos días más tarde, el Padre Villa par-tió de Bari y fue a ver al Obispo deChieti, Mons. Giambattista Bosio.El Obispo le preguntó: «¿Por qué estáaquí?». El Padre Luigi respondió:«Porque el Padre Pío me dijo que vi-

niera a Usted», y luego le explicó lasrazones.Pero Mons. Bosio dijo: «¡Eso es im-posible! Un obispo solo tiene autori-dad en su diócesis, y tu programa esmucho más amplio! Sin embargo, co-mo eso te lo dijo el Padre Pío, a quiennunca he visto ni conocido, iré a Ro-ma por una clarificación».En efecto, el Obispo Bosio fue al Se-cretario de Estado Cardenal Domeni-co Tardini para hablar del cometidoque el Padre Villa recibió del PadrePío. El Cardenal se mostró de inme-

diato opuesto a esto, afirmado que taltarea estaba reservada solo al máximoliderazgo de la Iglesia, y no a un sim-ple sacerdote.Sin embargo, habiendo escuchado quetal proyecto venía del Padre Pío, le di-jo que hablaría con el Santo Padre. Ylo hizo.Cuando Mons. Bosio volvió a ver alCardenal Tardini, este le dijo quePío XII (Pacelli) había aprobado elmandato dado por el Padre Pío al P.Villa, pero con dos condiciones: el Pa-dre Luigi debía alcanzar un título enTeología Dogmática, y debía ser pues-to bajo la dirección del Card. AlfredoOttaviani, Prefecto del Santo Oficio,del Card. Pietro Parente, y delCard. Pietro Palazzini.

Mons. Giambattista Bosio, Arzobispo de Chieti-Vasto.

Card. Domenico Tardini, Secretario de Estado del Papa Pío XII.

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Esos Cardenales debían guiarlo y po-nerlo al corriente de todos los secretosde la Iglesia referentes a su mandatopapal. Mons. Bosio transmitió al Padre Villalas “condiciones” de Pío XII, peropor su parte agregó otra: «Acepto laresponsabilidad de ser tu Obispo, perote digo: ¡Nunca tengas nada que vercon Montini!». Golpeado por la dure-za de estas palabras, el Padre Villapreguntó: «¿Quien es Montini?».Mons. Bosio dijo: «Te doy un ejem-plo: yo estoy de este lado de la mesay tú del otro lado. De este lado estáMons. Giambattista Montini, delotro lado el resto de la humanidad».

Debería hacerse notar que las familiasMontini y Bosio eran ambas residen-tes en Concesio (una ciudad cercana aBrescia). Así, ¡la familia Bosio cono-cía bien a Montini!

Después de esto, Mons. Bosio, pordecreto del 6 de mayo de 1957, in-cardinó secretamente al Padre Villaen su diócesis de Chieti-Vasto.

El Padre Luigi se inscribió luego en laUniversidad de Friburgo (Suiza), don-de se licenció en Sagrada Teologíaen julio de 1963. El se graduó luegoen la Universidad Lateranense, enRoma, el 28 de abril de 1971.

En la segunda mitad de 1963, el Pa-dre Villa tuvo su segundo encuentrocon el Padre Pío.Tan pronto lo vio, el Padre Pío dijo:«¡Hace un buen tiempo que te esta-ba esperando!». El Padre Pío se que-jo por la lentitud con que el PadreLuigi había procedido con su misión.Al fin del encuentro, el Padre Píoabrazó al Padre Villa y le dijo: «¡Co-raje, coraje, coraje! pues la Iglesiaya está invadida por la Francmaso-nería», agregando: «La Francmaso-nería ya ha alcanzado las pantuflasdel Papa». (¡Paulo VI!)

Cardenal Alfredo Ottaviani, Prefecto del Santo Oficio.

El Papa Pío XII.

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Agente Secreto

En todos aquellos años, el Padre Villatrabajó como agente secreto del Car-denal Ottaviani, con la especialidadde documentar la pertenencia a la Ma-sonería de altos Prelados de la IglesiaCatólica y de ocuparse de ciertascuestiones delicadas de la Iglesia. Este rol hizo del P.Villa una personade la casa y muy conocida en las Ofi-cinas de la Policía, en la Jefatura dePolicía, y en otras Agencias de In-vestigaciones Generales y de Opera-ciones Especiales.En setiembre de 1978, durante el bre-ve pontificado del Papa Luciani, la“Lista de Pecorelli” apareció en

“OP” (Observador Político), la revis-ta del abogado Mino Pecorelli. Nofue una gran sorpresa para el PadreVilla leer muchos nombres de altosdignatarios que ya habían sido aleja-dos de sus cargos algún tiempo antes,desde que él había provisto al Santo

Oficio de los documentos de su perte-nencia a la Francmasonería.Uno de los casos más famosos fue eldel Card. Joseph Suenens, alejadode su sede en Bruselas por haber sidodescubierto masón. ¡El también con-vivía en concubinato y con un hijo denombre Paulo!Otro caso “doloroso” fue el del Card.Achille Lienart. En París, mientrasesperaba cerca de una logia masónicaal hombre que iba a confirmar la exis-tencia de documentos que atestigua-ban la pertenencia a la Masonería delCard. Lienart, el Padre Villa vio re-pentinamente a un hombre corriendohacia él, quien lo agredió en el rostrocon un “puño de hierro”, gritándo:«¡Existe un diablo en esta tierra!».El Padre Villa recobró la concienciaen una farmacia, con la boca llena desangre, la mandíbula quebrada, y sinmás de un diente en la boca.

Cardenal Pietro Parente.

Cardenal Pietro Palazzini.

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Luego, un día en Haití, el Padrearriesgó su vida. El fue a ese país conuna misión, pero fue apresado por mi-litares y llevado a un sitio para serejecutado. Pero el Padre Villa tuvouna inspiración, pidió al oficial que locustodiaba si podía hablar con uno desus más queridos amigos, el Superiordel seminario local. El oficial, turbadopor el pedido, fue a sus superiores yregresó inmediatamente diciendo:«Cometimos un error». El Padre Vilafue liberado inmediatamente.Entre las cuestiones delicadas que leasignó el Card. Ottaviani, hubo unareunión con Lucía de Fátima. Un día,el Cardenal Ottaviani le dijo al P.Villa: «Pienso que te enviaré a Fáti-ma para hablar directamente con laHermana Lucía».El aceptó con alegría. Lo acompañó

un hombre de negocios, de Padua, elSr. Pagnossin, un convertido del Pa-dre Pío, quien le ofreció pagarle elviaje y la estadía en Portugal. El Car-denal Ottaviani le había provisto deuna carta personal firmada por él, co-mo Prefecto del Santo Oficio. Esacarta estaba dirigida al Obispo deCoimbra, para permitirle arreglar unareunión con la Hermana Lucía. Peroel Obispo de Coimbra, antes de otor-gar la entrevista con la vidente, levan-tó el teléfono y llamó al Vaticano. Le

contestó Mons. Giovanni Benelli pe-ro, antes de dar el permiso, le dijo quequería hablar con Paulo VI, porqueRoma había dado ordenes estrictas:“una entrevista” con Lucía solo sepermitía a la realeza y a los Carde-nales.

El Masón Mons. Giovanni Benelli, Pro-Secretario de Estado de Paulo VI.

Hermana Lucía de Fátima.

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Mons. Benelli, Pro-secretario de Es-tado, transmitió al Obispo de Coim-bra la prohibición de Paulo VI parael pedido de la entrevista con laHermana Lucía. Inútil fue, entonces,la insistencia del Padre Villa, subra-yando su rol como enviado del Pre-fecto del Santo Oficio. No obstante,permaneció en Portugal tratando devencer la resistencia del Obispo. Des-pués de diez días, sin embargo, debióresignarse a la derrota. Solo obtuvopermiso del Obispo para celebrar unaMisa en la Capilla del Convento.Cuando regresó a Italia, el Padre Lui-gi fue inmediatamente a referir el in-cidente al Card. Ottaviani. El Carde-nal se sintió ofendido por la conductade Paulo VI, a quien inmediatamenteescribió una carta de protesta. Habien-do regresado más adelante a Roma, elCardenal Ottaviani dijo al Padre Vi-lla que Paulo VI le había dado unaexcusa, diciendo, sin embargo, queMons. Benelli había tomado la deci-

sión. Pero el Cardenal señaló queese era el método usual del doblejuego de Paulo VI.Mientras vivió Pío XII, el Padre Villaera más que bienvenido en el Vatica-no: además de las reuniones relativasa sus actividades como agente secreto,el Padre Villa almorzó y cenó al me-nos cincuenta veces con Cardenales yObispos. Pero cuando Paulo VI llegóal poder, se encontró privado de todahospitalidad y de toda oportunidad detomar cualquier iniciativa en defensade la Fe Católica.

Los fracasos calculados

Hubo muchas iniciativas y obras queel Padre Villa trató de emprender, pe-ro aún bajo el pontificado de Pío XII,él fue forzado al fracaso.Ya en 1953, cuando fue incardinadoen la diócesis de Ferrara, el PadreLuigi planeó la fundación de un granmovimiento misionero formadoprincipalmente por técnicos, bajo eltítulo de I.M.I. (Instituto MisioneroInternacional), pero fue inmediata-mente paralizado.El 21 de abril de 1957, el Padre Villafundó el Movimiento “Euro-Afro-Asiático”, vinculado a una de sus re-vistas, que llevaba el mismo título, yque ya había sido debidamente autori-zado por su Obispo Mons. Giambat-tista Bosio. Pero el movimiento tam-bién tuvo una corta vida, porque fuecerrado definitivamente.Ellos le hicieron cerrar, inmediata-mente después de la primera edición,otra de sus revistas: “ColoquioOriente-Occidente”, la cual estabapatrocinada por otro Instituto para“Las religiones no cristianas”.Todavía, ellos le impidieron fundar un“Centro de Teólogos” para combatirel resurgimiento del Modernismo ydel Progresismo en la Iglesia. La orden vino directamente de Mons.Giovanni Benelli.

Paulo VI.

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En ese mismo período, siempre elmismo mason Pro Secretario de Esta-do, Mons. Benelli, le impidió conti-nuar una serie de “Congresos de Estu-dio”.El Padre Villa logró organizar sola-mente los tres primeros:1. El Primer Congreso de Roma, ti-

tulado “Ortodoxia y Ortopraxis”(1º al 4 de octubre de 1974);

2. El Congreso de Florencia, titula-do “La mujer a la luz de la Teo-logía Católica” (16 al 18 de se-tiembre de 1975);

3. El Segundo Congreso de Roma, ti-tulado “Cristiandad y Comunis-mo Ateo” (20 al 22 de setiembrede 1977.

En los dos Congresos de Roma, lapresencia de Cardenales evitó queMons. Benelli tomara acción directa.Sin embargo, para el Congreso deFlorencia, el Arzobispo de Florencia,Cardenal Florit, recibió orden deRoma de prohibir la participaciónde todo el clero de Florencia en el

Congreso. El Cardenal, dolido poresa orden, se la comunicó inmediata-mente al Padre Villa y le prometió en-viar un Obispo a presidir la Conferen-cia durante toda su duración. ¡Y así lohizo!Otras iniciativas abortadas fueron: elestablecimiento de una “tercera ra-ma” de religiosos-seculares, paraacompañar los varios institutos misio-neros, y la iniciativa de “recluta-miento” de “vocaciones” para el sa-cerdocio, iniciativas que fueron imi-tadas por todos los Seminarios e insti-tutos misioneros.Sin embargo, su plan inicial de forma-ción espiritual fue desviado y terminóen su secularización.Personalmente, el Padre Villa encon-tró más de cincuenta jóvenes que te-nían vocación y entraron en los semi-narios misioneros. Jóvenes que hoy,son sacerdotes. Para entonces, ya eraclaro que no le era permitido dar nin-gún paso, concretar ninguna idea ocomenzar ningún proyecto dirigido adefender la Fe Católica.

Tapa de las Actas de la Conferencia en Flo-rencia, organizada por el P. Villa en 1975.

Cardenal Hermenegildo FloritArzobispo de Florencia.

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El Padre Villa debió rechazar ofertasde amigos e incluso… de enemigos.El rechazó, en efecto, varias “dona-ciones” de villas y de enormes sumasde dinero. Un Cardenal, aún quisoregalarle toda su propiedad: dos gran-des escuelas primarias y secundarias,ya en funcionamiento, y dos villas de60 hectáreas de olivares y una iglesia.Luego, el Cardenal Giuseppe Siri leofreció el Convento Benedictino deGénova. Pero el Padre Villa lo recha-zó todo, siempre, porque él ya habíaprevisto la tormenta que estaba des-truyendo la Iglesia, y por eso prefiriópermanecer pobre. El no quiso estarvinculado ni envuelto en cuestioneseconómico-financieras. Pero sobre to-do para permanecer libre para ocupar-se del mandato que había recibido delPadre Pío y del Papa Pío XII, de ayu-dar a la Iglesia a remediar la confusasituación en la que Ella se encontraba,¡bajo los ataques de la MasoneríaEclesiástica!

Por esa razón, él dijo “no” a dos ri-quísimos americanos quienes le ofre-cieron millones a cambio de cederlesu revista “Chiesa viva”.El también tuvo la extraña “oferta” deun abogado millonario americano quehabría estado dispuesto a financiarletodo movimiento que hubiera podidofundar para destruir la Iglesia Tra-dicional y fundar una “nueva” quepudiera triunfar. El Padre Villa estuvo siempre activoen su obra sacerdotal de salvar almas.En 1957 ocurrió un caso singular,cuando tuvo una reunión con el famo-so escritor italiano Curzio Malapar-te. Primero asociado al Fascismo yluego, hacia el fin de su vida, al Co-munismo, Malaparte yacía en una clí-nica en Roma con cáncer.Su cuarto estaba custodiado por el fa-moso trompeador comunista Sec-chia, para evitar el ingreso de cual-quiera que no fuera izquierdista. Estetrató también de evitar la entrada delPadre Villa, pero no pudo. Malaparte

El Cardenal Giuseppe Siri, estrecho amigodel Padre Villa, fue electo Papa en 1963 y en1978, pero por las amenazas proferidas por laFrancmasonería, debió retirarse.

El famoso escritor italiano Curzio Malaparte,quien conoció al Padre Villa, poco antes demorir de cáncer.

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le sonrió y dijo: «Usted tiene carác-ter, tiene que luchar». Otra vez,cuando fue a visitarlo, el Padre Villale habló de su plan para fundar unnuevo instituto. Tan grande fue el en-tusiasmo de Malaparte, que le prome-tió que si se recuperaba, pondría supluma a su servicio. La última vezque lo vio, Malaparte dijo al Padre Vi-lla que después de mucho pensar, ha-bía decidido regalarle su villa enCapri, para sede principal del institu-to que quería fundar. Pero nada de esopudo ocurrir, porque unos pocos díasmás tarde, el acceso al cuarto de Ma-laparte fue reforzado por el comunistaSecchia y un número de comunistasde la dirección de la revista “VieNuove” (Nuevas Sendas), quienes lo-graron después hacerse de la villa co-mo donación de Malaparte. (¿Cómoocurrió esto?, ¡el Padre Villa nunca losupo!)

El Padre Villa en Brescia

Fue la grave la situación en la que es-taban sus padres, la que impulsó alPadre Villa a aceptar la incardinaciónen la diócesis del Arzobispo de Chie-ti, Mons. Giambattista Bosio, comolo sugirió el Secretario de Estado,Cardenal Tardini. Pero fue una in-cardinación secretísima, realizada enel despacho del Arzobispo, y, el únicotestigo fue su secretario, Mons. Anto-nio Stoppani. Pero Mons. Bosio, des-pués de recibir la aprobación de Ro-ma, trasladó al Padre Villa a la dióce-sis de Brescia, con la aprobación delObispo local, para permitir al PadreVilla ayudar aún más a sus padres.El 15 de setiembre de 1962, el PadreVilla abrió una “Casa de Forma-ción”, en Codolazza Concesio - Bres-cia, llamada “Villa Immacolata”(Casa de la Inmaculada), para erigirel “Instituto Operarie di Maria Im-macolata” (Instituto de las Operarias

de María Inmaculada) fundado bajo elpatrocinio del Obispo Bosio. En 1964, murió el anciano Obispo deBrescia, Mons. Giacinto Tredici, yfue reempleado por el montiniano,Mons. Luigi Morstabilini.El 12 de diciembre de 1964, Mons.Morstabilini prometió a Mons. Bo-sio¸ que otorgaría pronto el Decretode Aprobación del Instituto; la mis-ma promesa que hizo al P. Villa tresdías más tarde; en enero de 1965, seprodujo la transferencia de documen-tos; el 4 de febrero, el Padre Villaaceptó ciertas condiciones restrictivassobre vocaciones venidas del extran-jero; el 4 de febrero, Mons. Morsta-bilini aseguró a Mons. Bosio que eldocumento de aprobación era “segu-ro”; el 7 de febrero, Mons. Morstabi-lini, en una visita a la parroquia en laque estaba ubicado el instituto del Pa-dre Villa, evitó el honor de su visita;el 18 de mayo, Mons. Bosio, despuésde una entrevista con Mons. Morsta-bilini, aseguró al Padre Villa que elDecreto de Aprobación se estabaacercando.

El montiniano Mons. Luigi Morstabilini, Obi-spo de Brescia desde 1964 a 1983, en una pin-tura de la Hermana Natalina, del Instituto deOperarias de María Inmaculada.

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Pero el 1º de julio de 1965, el PadreVilla recibió una carta de la Curiade Brescia, informándole de la opi-nión negativa del Delegado Episco-pal a la Comisión, respecto a laaprobación del Instituto.Frente a tal hostilidad y duplicidad, elPadre Villa comunicó a Mons. Bosiosu intención de incardinarse en otradiócesis. Su Obispo, terriblementeafligido, replicó: «¡No, no lo haga,quédese aquí, por mí!».Pero esa duplicidad en la forma de ac-tuar, ¡obligó al tan paciente y ama-ble Mons. Bosio a ACTUAR! «¡Ahora basta! - dijo al Padre Villa -después de todo yo soy su Obispo.Si ellos no comprenden mi amabili-dad y caridad, iré a Roma, y le es-cribiré».El 4 de diciembre de 1965, Mons.Bosio escribió al Padre Villa: «Esti-mado Padre Villa, usted puede de-

cir a sus hijas que la Inmaculada es-cuchó nuestras oraciones. En vistaque en Brescia no pudimos concluirnada, visité al Card. Pietro Palazzi-ni…». La carta termina así: «... aun-que no tenemos aquí en Roma los se-llos de la Curia de Brescia, podráigualmente celebrar el “día de la fun-dación” en la fiesta de la InmaculadaConcepción. Le enviaré el “Docu-mento” tan pronto sea posible». El 8 de diciembre de 1965, Mons.Bosio envió al Padre Villa el “Decre-to” con el que se erigía canónicamen-te su “Instituto Operarias de MaríaInmaculada”.El 20 de mayo de 1967, el Institutofue trasladado a ciudad, a la calle Ga-lileo Galilei, 121, Brescia, donde seencuentra hasta el presente.Mons. Giambattista Bosio, sin em-bargo, murió unos pocos días mástarde, el 25 de mayo de 1967.

La fotografía de la Sede del “Instituto de Operarias de María Inmaculada”y el Edificio Civiltá, en calle Galileo Galilei 121 – Brescia, que fue publicada

en la Revista “Chiesa viva” durante muchos años.

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El Padre Villa no estaba al tanto deninguna enfermedad o de otros pro-blemas de salud que pudieran hacerpensar en una muerte inminente de suObispo. Unas pocas semanas antes desu muerte, el propio Obispo Bosio, ledijo: «Cuando me retire, quiero ve-nir a vivir con usted en su Institu-to». Las mismas Hermanas del Insti-tuto estaban emocionadas con el pen-samiento de tener con ellas un perso-naje tan famoso e importante.Cuando murió el Obispo Bosio, el Pa-dre Villa estaba en el extranjero. A suregreso, fue inmediatamente a Chietia rezar ante su tumba. El nuevo Obis-po de Chieti, y por lo tanto el Supe-rior del Padre Villa, fue Mons. LorisCapovilla - antiguo hombre de con-fianza del Obispo de Padua, Mons.Girolamo Bortignon - quien fue unode los peores enemigos del Padre Pío-, y antiguo secretario personal del Pa-pa Juan XXIII y ex secretario perso-nal de Paulo VI desde 1963 a 1967. El Padre Luigi fue a verlo inmediata-mente y tuvo una conversación con elObispo. Sin embargo, más que tratarla cuestión de su incardinación, hablócon el Padre más de una hora, tratan-do de convencerlo de que no escri-biera más artículos contra el comu-nismo, ¡porque - dijo - el Comunis-mo Soviético vencerá y debemos es-tar en buenos términos con Moscú!Con la muerte de Mons. Bosio, el Pa-dre Villa se encontró el mismo atrapa-do en una morsa; por un lado, el anti-guo secretario personal del Papa Pau-lo VI, el Obispo Capovilla; y por elotro, el montiniano Obispo de Bres-cia, Mons. Morstabilini.El Arzobispo Capovilla pidió al PadreVilla se incardinara en Brescia, mien-tras Mons. Morstabilini insistió enque el Padre Villa permaneciera incar-dinado en Chieti y continuara su obraen Brescia, reconfirmándole su con-fianza, estima y consideración, yaconsejándole “dejara que el tiemporesolviera el problema”.

El 4 de febrero de 1968, en una cartaal Vicario General de Brescia, Mons.Pietro Gazzoli, el Padre Villa se que-jo de la “poca comprensión y hones-tidad” y de la duplicidad en el modode actuar de Mons. Morstabilini, y leinformaba de dos documentos queatestiguaban su mala fe: 1. Una carta de Mons. Morstabilini aMons. Bosio (escrita después del de-creto de aprobación de su Instituto porparte de Roma el 8 de diciembre de1965) en la cual se excusaba por nohaberle dado tal “Decreto”, ya que esaera su intención, y donde inculpaba ala Comisión de la Curia por haberloimpedido.2. Otra carta de Mons. Morstabilini aun párroco de Bergamo, en la cual,decía exactamente lo opuesto: mien-

El Arzobispo Loris Capovilla había sido secre-tario personal de Juan XXIII y de Paulo VI ha-sta 1967. Cuando fue hecho Obispo de Chieti,después de la muerte de Mons. Bosio, se con-virtió en Superior directo del Padre Villa.

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tras reconocía que el Padre Villa habíarecibido un Decreto de Aprobaciónpara su Instituto, dijo que si hubierasido por él, ese Decreto nunca hubie-ra sido concedido.

El 3 de setiembre de 1968, el PadreVilla recibió un “ultimátum” del Vi-cario General de Chieti, Mons. F.Marinis, para que se incardinara enBrescia antes del fin de ese año.El 15 de diciembre de 1968, el PadreVilla escribió una carta al Card. Pie-tro Palazzini informándole de todasestas maniobras que estuvieron dirigi-das a “socavar” el Instituto que hacíapoco había fundado.

Esos son los primeros ejemplos del“modus operandi” de los enemigosdel Padre Villa: enemigos que nuncalo enfrentaron lealmente y en campodescubierto, sino siempre por la espal-da, con duplicidad, golpeándolo portodos los medios, incluyendo, comoveremos, intentos de asesinato.

Comienzo del “Via Crucis”

La época de ser bien recibido en cír-culos vaticanos, durante el último pe-ríodo del reinado de Pío XII, se habíadesvanecido, y ahora comenzaba ladel aislamiento y la persecución.La relación casi de predilección conPío XII, repentinamente, se transfor-mó en el inicio de una política letal:«¡Ignorarlo y hacerlo ignorar!».

Una actitud de Paulo VI muestra su impaciencia cuando era contradecido.

El Angélico Santo Padre Pío XII.

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He aquí dos hechos que ilustran esasdos actitudes diferentes:Un día, el Padre Villa solicitó y obtu-vo inmediatamente una audiencia conel Papa Angélico, Pío XII. Esta tuvolugar en una sala grandiosa, llena degente. Pío XII hizo llamar al PadreVilla. El Padre Villa se adelantó ydespués de un breve intercambio depalabras, Pío XII tomó sus manosentre las suyas y las estrechó frentea todos, como queriendo significar supredilección por este sacerdote aquien, en secreto, él había dado untremendo mandato que nunca anteshabía sido encomendado a ningúnotro sacerdote.

Distinta fue, en cambio, la reunión deaños más tarde entre el Padre Villa yPaulo VI. El 14 de julio de 1971, unade sus religiosas del “Instituto Ope-rarie di Maria Immacolata”, laHermana Natalina Ghirardelli, fuerecibida en “audiencia privada” porPaulo VI. El Papa había querido con-gratularla por el retrato que la Herma-na (pintora retratista) hizo de él, y lehabía sido ofrecido como obsequio ensu 50º aniversario de sacerdocio(1970). El Padre Villa acompañó a laHermana Natalina a Roma como suPadre Superior. Al entrar al salón de recepción, el Pa-dre Villa notó que el Papa Paulo VI es-taba sentado en el centro de la estan-cia. El Padre Villa también notó que elPapa inmediatamente miró a su Her-mana Natalina y al retrato pintado conojos casi enamorados que nunca deja-ron de mirar, estrechando y sostenien-do sus manos todo el tiempo de la au-diencia. El Padre Villa, quien estabade pié junto a la Hermana, no reci-bió siquiera una mirada de PauloVI, ni por un momento. Al gesto delPadre Villa ofreciendo al Papa algunode sus libros, Paulo VI, sin mirarlotampoco, hizo un gesto con su manoderecha a su secretario, Mons. Pas-quale Macchi, quien se acercó y tomó

los libros, dejando al Padre Villa en si-lencio, sin que el sacerdote pudiesedecir una sola palabra. Al fin de la entrevista, Paulo VI ben-dijo a la religiosa y le obsequió un Ro-sario, y luego dio la pequeña bolsa delRosario al Padre Villa, pero sin mi-rarlo siquiera. Y continuó ignorán-dolo aún cuando él y la HermanaNatalina caminaban hacia la salida.En esa ocasión, el Padre Luigi com-prendió que ese gesto inconcebible dePaulo VI hacia él, era una señal delprincipio de su “Via Crucis”. ¡Comoasí ocurrió exactamente!

La revista “Chiesa viva”

Para pelear la batalla que el PadrePío le había encomendado, el PadreVilla necesitaba una revista, pero unaque estuviera libre de presiones y su-presiones eclesiásticas.

Retrato de Paulo VI, pintado por la HermanaNatalina, del Instituto Operarias de María In-maculada, fundado por el Padre Villa.

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Mons. Bosio le sugirió que debía ins-cribirse en la Orden de los periodis-tas y fundar su propia revista, paraque las autoridades eclesiásticas nopudieran, de ninguna manera, hacerlafracasar. El Padre Villa se unió enton-ces a la Asociación Nacional de Pe-riodistas, teniendo la habilitación nº0055992. Para ese entonces, tenía ensu haber una treintena de publicacio-nes (teológicas, acéticas, literarias ypolíticas) y más de mil “artículos” queya habían sido publicados en revistasy periódicos.En 1971, el Padre Villa fundó la re-vista “Chiesa viva”, con corresponsa-les y colaboradores en todos los con-tinentes. El primer número apareciócon fecha setiembre de 1971. Unospocos meses más tarde, en Viena, el14 de diciembre de 1971, el PadreLuigi tuvo un encuentro personal conel Card. Joseph Mindzenty quien,

después de haber sido humillado y re-bajado por Paulo VI por no haberaceptado tender la mano al Comunis-mo, dejó Roma. El Cardenal leyó ín-tegra la primera edición de “Chiesaviva” y quedó tan entusiasmado quepuso su firma en el ejemplar que ha-bía leído y, al término del encuentro,después de dos horas y media de unaapasionada e ilustrativa entrevista, di-jo al Padre Villa: «¡Créame, PauloVI entregó países cristianos íntegrosen manos del Comunismo!».El 24 de setiembre de 1971, “Il Mes-saggero Abruzzo” publicó un artícu-lo titulado “El Arzobispo (Mons. Ca-povilla) se jubila”. Habían desapare-cido aproximadamente cien millonesde liras de los cofres de la diócesis, yMons. Capovilla había sugerido pú-blicamente que había sido falta deprevisión del anterior Obispo, Mons.Giambattista Bosio. Entonces, elPrefecto y el Jefe de Carabineroscomunicaron a Paulo VI, que siMons. Capovilla no era removido de

El Cardenal mártir Joseph Mindszenty, de-gradado por el Papa Paulo VI porque no qui-so tender la mano al Comunismo, dejó Romapor Viena, donde tuvo una reunión con el Pa-dre Villa.

La Primera edición de “Chiesa viva”, publi-cada en setiembre de 1971, leída y firmada,como aprobación, por el Cardenal JosephMindszenty.

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la diócesis de Chieti dentro de los tresdías, ellos lo incriminarían y pondríanen prisión. Así, Mons. Capovilla fuetransferido a Loreto.Pero la Guerra contra el Padre Villacontinuó. Fue el masón Prosecretariode Estado Mons. Giovanni Benelliquien oficialmente acuñó la nueva es-trategia de guerra contra el Padre Vi-lla. En reuniones con sus colaborado-res, hablando del Padre Luigi, Mons.Benelli diría: «¡Necesitamos silen-ciar a ese Padre Villa!». Pero cuandoalguno objetó: «¡Su Eminencia,! másbien tenemos que probar que estáequivocado», el Cardenal, irritado, re-plicó: «Bien, entonces ignorarlo yhacerlo ignorado!».Pero eso no fue suficiente, pues la vozdel Padre Vila era su revista “Chiesaviva” y esa “voz” debía ser silencia-da.Si la revista no fue inmediatamenteatacada frontalmente, se debía al he-cho que el vice- director de “Chiesaviva” era el famoso filósofo alemán yjudío converso, Prof. Dietrich vonHildebrand, a quien Paulo VI cono-cía, pero también temía.Entonces, la guerra comenzó con loscolaboradores teológicos que estabanal lado del Padre Villa y su “Chiesaviva”. El Arzobispo Benelli escribióuna carta a cada uno de ellos orde-nándoles dejar de trabajar con elPadre Luigi. El Padre Villa supo deesa intervención de la Santa Sede por-que de inmediato uno de sus colabo-radores lo informó de esta orden reci-bida de lo alto. Así, ¡se hizo tierraarrasada alrededor de “Chiesa viva”!Los enemigos del Padre Villa, con lacomplicidad de la clase de clero queprefiere una vida tranquila, esto es,evitando los jaleos de no adecuarse deinmediato “a la línea de pensamiento“sugerida” o “impuesta” desde arriba,comenzaron otro curso de acción: lacalumnia.Así, el Padre Villa se convirtió en:“holgazán”, “loco”, “fascista”, “anti-

semita”, “ajeno a la Iglesia”, “hereje”,“sacerdote de tendencias conservado-ras extremas y preconciliares”, “undestructor de la Caridad abriendo elcamino a la difamación”, “modelo dearrogancia que cree que es poseedorsoberbio de la verdad” … y más re-cientemente “autor de libelos” y“acreedor de cualquier medida puniti-va”, las cuales “no fueron tomadas pa-ra no humillar a un sacerdote de no-venta y dos años”.¡Pero a pesar de todo eso, “Chiesaviva” continuaba viviendo! Entonces,para desmoralizarlo fueron inventadoslos llamados telefónicos a altas ho-ras de la noche, ¡los cuales conteníaninsultos, calumnias, blasfemias, ame-nazas! ¡Y eso por mucho tiempo!

Dietrich von Hildebrand nació en Florenciaen 1889 y se graduó en Filosofía en 1912. Seconvirtió al Catolicismo en 1914. Fue profe-sor universitario en Alemania, Austria, Suiza,Francia y en los Estados Unidos. Aceptó elcargo de Vice-Director de “Chiesa viva”, de-sde 1971 hasta su muerte el 25 de enero de1977.

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Algunos intentos de asesinato

Para silenciar a un sacerdote como elPadre Villa, sin embargo, hay solo unmedio seguro: la eliminación física.En realidad, en su vida hubo siete in-tentos de asesinato.Mencionaré brevemente tres.

1º El Padre Villa estaba volviendodesde Roma a Brescia en automóvil.Poco antes de la ciudad de Arezzo, elcamino sobre la derecha bordea un es-carpado precipicio de al menos 100metros. En ese tramo él se dio cuentaque estaba siendo seguido por un au-tomóvil que entonces venía a su lado,forzándolo, poco a poco, al borde delcamino. ¿Qué hacer? El Padre Villavió la muerte frente a él. En ese mo-mento, sin embargo, acertó a pasar unauto policial. El Padre Villa hizo so-nar su bocina para hacerlo volver, pe-ro el automóvil que lo flanqueaba ace-leró y desapareció. ¡El Señor lo había salvado de una

muerte segura! El Padre Villa men-cionó este incidente al Card. Palazzi-ni, en presencia del Profesor LuigiGedda, quien afirmó: «O sea, esta-mos en guerra».

2º El Padre Villa estaba viajando enautomóvil, para visitar a su amigo sa-cerdote, el Padre Berni, párroco deCorlanzone en Longo (Vicenza). Dejóla autopista y conducía por el caminoque lo llevaría a su destino. Repenti-namente, sus articulaciones, sus ma-nos y piernas se bloquearon y se sin-tió paralizado. ¿Quién le había dadonarcóticos?En una curva del camino, el Padre Vi-lla, con los ojos abiertos de par en par,vio el automóvil que iba en línea rec-ta hacia él en un campo que bordeabaun canal de 6 ó 7 metros de ancho ydos metros de profundidad, lleno deagua y mucho lodo. El vio todo comoen un sueño, sin poder moverse. Suspiernas y brazos continuaban paraliza-dos. Entonces el automóvil continuósu carrera y se encontraba a unos po-cos metros del canal... pero a pocos

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centímetros del borde, repentinamen-te, el motor del automóvil se detuvoabruptamente. ¡Fue un gran milagro!Unos pocos segundos más y él hubie-ra caído dentro del canal y desapare-cido en el fondo, con su automóvilcomo ataúd.Con la repentina detención del auto-móvil, el Padre Villa se recobró y sa-lió del vehículo. Se encontró rodeadopor una multitud y un policía pregun-tándole si no debía llevarlo al hospi-tal. El Padre Villa lo rechazó; ascen-dió al automóvil y se alejó.

3º Después de varios meses, el PadreVilla hizo una visita a un sacerdote“amigo”, y después de haber termina-do el almuerzo con una taza de café,volvió a casa. Durante el viaje, co-menzó a sentirse enfermo. Llegado acasa, estaba en tal estado que se llamóinmediatamente a su médico. El diag-nóstico fue “envenenamiento”. Elmédico preguntó: «¿No le dieron un

café envenenado?». De todas mane-ras, luego de varios días, el médicoconsiguió sacar al Padre Villa delpeligro de muerte.Después de varios años de acompañaral Padre Villa en sus visitas a sus ami-gos en altas posiciones y de haber ad-quirido un profundo conocimiento delproblema de la infiltración masónicaen la Iglesia, asistí a un coloquio so-bre la cuestión de la “Lista de Peco-relli”, la cual fue publicada por“Chiesa viva” unos pocos meses an-tes del intento de envenenamiento.Escuché a uno de dos recordar las pa-labras del Card. Silvio Oddi sobreesa “Lista”. El cardinal dijo: «Es unalista de partisanos». El otro, en sulugar, dijo: La “Lista de Pecorelli”es la lista de todos los hombres delCard. Casaroli», y agregó: «El

El Cardenal Casaroli, apareció en la “Listade Pecorelli”, con la fecha de inscripción:28/9/57, Número de matrícula 41/076 y con lasigla: ASA. Bajo Paulo VI, el Card. Casarolifue Ministro de Asuntos Exteriores y principaldefensor de la política montiniana de aperturaal Comunismo, llamada Ostpolitik. Juan Pa-blo II lo elevó a Secretario de Estado.

Tapa de la revista “OP”, de la edición del 12de setiembre de 1978, en la cual se publicó la“Lista de Pecorelli”, conteniendo los nombresde 121 altos prelados.

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Tapa de la revista “Chiesa viva” Nº 231, de julio-agosto de 1992, que reportaba la “Lista dePecorelli” con una presentación del Magistrado Carlo Alberto Agnoli. En la presentación de-spués haber evidenciado la factibilidad de esa “Lista”, Agnoli dice:«… El Padre Espósito nos infiorma que entre los protagonistas de los diálogos bilaterales en-tre representantes del la Iglesia y de la Masonería, que tuvieron lugar entre 1966 y 1977, estu-vo el Salesiano Don Vicenio Miano, Secretario del “Secretariado para los no creyentes”, y au-tor de un libro titulado: “El Secretariado para los No-Creyentes y la Francmasonería”. El Pa-dre Espósito refiere que Don Miano participó en todos esos diálogos y luego explicó las posi-ciones adelantadas a la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, lo mismo que a Pau-lo VI, quien seguía y alentaba esos encuentros”».

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La página de la revista “OP” que muestra la primera parte de la “Lista de Pecorelli”.A pesar de la publicación de la “Lista de Pecorelli” en 1978, Juan Pablo II

hizo Cardenales a Mons. Fiorenzo Angelini y a Mons. Virgilio Noé, quienes ambos aparecen en la “Lista” masónica.

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La página de la revista “OP” que muestra la segunda parte de la “Lista de Pecorelli”.

En 1992, esa “Lista de Pecorelli” volvió a los titulares de las noticias judiciales con el crashdel Banco Ambrosiano debido a la Logia P2 (masónica) de Gelli, Sindona, Calvi y Ortolani.

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Card. Casaroli es la cabeza de cua-tro Logias Masónicas en el Vatica-no».Luego siguió una frase que me hizocomprender el verdadero sentido de lapublicación de la “Lista” por el abo-gado Mino Pecorelli, él mismomiembro de la Logia P-2 y editor de“OP” (Osservatore Político), quienhabía publicado la “Lista” el 12 de se-tiembre de 1968. Uno de los dos interlocutores dijo:«La “Lista de Pecorelli” había sidopublicada por la Francmasoneríamisma, para detener el ascenso delCardenal Casaroli al papado».En realidad, la discusión continuó conla consideración de que el Card. Ca-saroli era tan poderoso en el Vatica-no, que solo la Francmasonería podíadetenerlo, si ellos no lo elegían Papa.

Benelli, Casaroli, Ruini

Mons. Giovanni Benelli fue primera-mente, Pro Secretario de Estado, lue-go, en 1977, se convirtió en Obispode Florencia, y poco después fue he-cho Cardenal. Después de la muertede Paulo VI, él trató de ser elegidoPapa, pero fue electo en su lugar elCard. Siri, quien, a causa de las te-rribles amenazas hechas por el mis-mo Card. Benelli, debió ceder.Y así, como de compromiso, fue ele-gido el Card. Luciani, bajo el nombrede Juan Pablo I.Pero después de 33 días de reinado,Juan Pablo I fue asesinado.Fue el mismo Padre Villa quien pidióal Card. Palazzini hacerle hacer una

Durante el Pontificado de Juan Pablo II,“Chiesa viva” denunció la pertenencia delCard. Casaroli a la Francmasonería. A unPrelado que mostró esa evidencia a Juan Pa-blo II, el Papa le contestó: «¡Lo se, lo se, pe-ro no conozco a quien poner en su lugar!».

Juan Pablo I fue asesinado después de 33 díasde su pontificado. Fue el Padre Villa quien hi-zo realizar al Card. Palazzini una autopsia. Sehicieron tres autopsias, las cuales fueron lla-madas “exámenes médicos” y todas estas ter-minaron en el veredicto: “¡Asesinado!”.

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autopsia al Papa, y para ser más con-vincente, él reunió a la Prensa de Ro-ma, insinuando la posibilidad de ase-sinato. El Card. Palazzini, entonces,dispuso tres autopsias, las que fueronllamadas “exámenes médicos”. Losresultados de las tres fueron: “¡Asesi-nado!”La publicación de la “Lista de Pecco-relli” cortó en seco la candidatura delCard. Casaroli. Después de la muer-te de Luciani [Juan Pablo I], hubootro choque entre Siri y Benelli, sinembargo, fue elegido el verdaderopredestinado y favorito de la Franc-masonería, el Card. Karol Wojtyla.Con la muerte del Card. GiovanniBenelli, en 1982, el Card. AgostinoCasaroli se convirtió en el hombremás poderoso en el Vaticano.Pero “Chiesa viva” todavía tenía co-laboradores muy valientes y de coraje,porque al lado de aquellos que aban-donaron la batalla, hubo también per-sonas que, a pesar de su alta posiciónen el Vaticano, fueron francas colabo-radoras de la revista del Padre Villa, ysus verdaderos defensores.Uno de ellos fue Mons. Nicolino Sa-rale, quien trabajó en las oficinas dela Secretaría de Estado desde 1978hasta 1995, año este último el de sumuerte. Mons. Sarale escribió librosy cuatro ciclos [litúrgicos] completosde Homilías para sacerdotes para“Chiesa viva”. En los últimos añosde su vida, él tenía una columna en“Osservatore Romano”, en la quedenunció la crisis progresando dentrode la Iglesia.Mons. Sarale no fue solamente un co-laborador, sino también el “centine-la” del Padre Villa en la oficina dela Secretaría de Estado. El le escri-bió largas cartas sobre las cuestionesmás delicadas y los tópicos candentesde la Iglesia. El era un hombre bri-llante y valeroso: todos los meses re-cibiría 50 ejemplares de “Chiesa vi-va”, los que difundía también en laSecretaría de Estado. Mons. Sarale

tuvo el coraje de defender al PadreVilla frente a altos Prelados, e in-cluso frente al Papa.Algunos años después de la muertedel querido amigo del Padre Luigi,comencé a reunir varias frases que ha-

bía escuchado del Padre y leído en ar-tículos de diario, y logré tener unaidea sobre la extraña muerte de Mons.Sarale, el 27 de setiembre de 1995.Un día, el Padre Villa me contó de susvisitas a Mons. Sarale, quien, refi-riéndose a su salud, habló sobre elmalestar en sus rodillas y de ciertasinyecciones que el médico le hacía enesa parte del cuerpo. El Padre Luigiobtuvo la caja del envase de esas in-yecciones de Mons. Sarale y las mos-tró luego a su médico, quien, despuésde asociar la enfermedad con las in-yecciones dadas a Mons. Sarale dijo:«¡Pero esas inyecciones provocancáncer!».

Mons. Nicolino Sarale, de la Secretaría deEstado, fue el amigo más confiable del PadreVilla y su “centinela” en el Vaticano. El murióde un modo extraño el 27 de setiembre de 1995.

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En efecto, Mons. Sarale murió des-pués de una operación necesaria parasalvarlo del cáncer que había desarro-llado en el estómago, con una veloci-dad asombrosa.Después de la muerte de Mons. Sara-le, los periódicos divulgaron las noti-cias del escándalo del médico de JuanPablo II, quien - dijeron - había logra-do alcanzar esa posición sin ningúnconcurso, y después del escándalo,desapareció. ¿Era ese el mismo médi-co que había practicado las inyeccio-nes en las rodillas de Mons. NicolinoSarale?En el año 1990, la escena del Vatica-no, vio la retirada del Card. Casarolicomo Secretario de Estado, la declina-ción del Card. Ugo Poletti, Presiden-te de la Conferencia Episcopal Italia-na (CEI) y Vicario de Su Santidad, yel simultáneo ascenso de Mons. Ca-milo Ruini.Los Cardenales Casaroli y Poletti,fueron ambos masones, señalados enla “Lista de Pecorelli” con la fechade iniciación, número de matrícula yacrónimo.El Cardenal Casaroli fue el abande-rado de la política pro-comunista dePaulo VI llamada “Ostpolitik”, ydesde su puesto como Secretario deEstado, al lado de Juan Pablo II, fue elhombre más poderoso en el Vaticano,quien tenía, como segundo al Card.Ugo Poletti, quien tuvo una carreraestelar con Paulo VI, por una razónmuy especial.Cuando se hizo cargo del Arzobispadode Milán, Mons. Montini decidió ce-rrar y desplazar “Il Popolo d’Italia”(El Pueblo de Italia), un periódicobien consolidado, publicado por laDiócesis de Novara. El Obispo de No-vara, Mons. Gilla Vicenzo Gremigni,protestó que ese acto no estaba bajojurisdicción del Arzobispo Montini. Aprincipios de enero de 1963, solo seismeses antes de su elección al Papado,Montini envió una carta al Arzobispode Novara de tan duro contenido, que

leyéndola, Mons. Gremigni tuvo unataque cardíaco y murió. La cartafue encontrada por Mons. Ugo Polet-ti, el Auxiliar, quien la guardó para si.Cuando Mons. Montini se convirtióen Papa, el fantasma del ArzobispoGremigni lo siguió en la persona deMons. Poletti. En 1967, la prensa ita-

liana recibió información que lamuerte del Arzobispo Gremigni tuvoque ver con el nuevo Papa.Poco después, Mons. Poletti, tuvo unaserie de “milagros” promocionales departe del Papa Paulo VI: Obispo deSpoleto (1967), Vice Regente de Ro-ma, quien es el más estrecho cola-borador del Vicario del Papa, en-tonces el Card. Angelo Dell’Acqua

Mons. Ugo Poletti, Vicario General del obispode Novara, Mons. Gremigni, comenzó en1967 una extraña y asombrosa carrera, vincu-lada a la muerte de su obispo, causada porMons. Montini, Arzobispo de Milán.

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(Secretario de Estado) (1969), Carde-nal (1963), Vicario del Papa (1973),Presidente de la Conferencia Epis-copal Italiana (CEI) (1985).En 1986, Mons. Camilo Ruini, se ha-bía convertido en el pupilo del Card.Poletti como su Secretario de la CEI,pero unos pocos años más tarde, en1991, Mons. Ruini fue proyectado alvértice del poder vaticano. En rápidasucesión, él fue designado: Cardenal,Vicario de Roma y Presidente de laCEI, manteniendo sus últimos títulospor muchos y, tal vez, demasiadosaños. En 1991, el Cardenal CamilloRuini, se había convertido en el hom-bre más poderoso en el Vaticano.El mismo año de 1991, el Padre Villacomenzó a publicar en “Chiesa vi-va”, una larga serie de artículos con-tra el Movimiento Neo-Catecume-nal. Luego, el 13 de mayo de 2000,estos artículos fueron reunidos y pu-blicados en un libro titulado “Herejí-as en la Doctrina Neo Catecume-nal”, que denunció las 18 herejías delMovimiento dirigido por Francisco

Argüello, conocido como “Kiko”, ysu compañera, una antigua monja lla-mada Carmen Hernandez.De seguro, al Card. Ruini no le gus-taron estos ataques, ya que, él mismoera el protector oficial de este movi-miento herético.

Mas amenazas de muerte… y un proceso

En la edición nº 248 de “Chiesa vi-va” de febrero de 1994, el Padre Villapublicó un artículo titulado “PDSScopriamo le carte” (P.D.S. – Parti-do de Izquierda Democrática: Mostre-mos las Cartas), del cual fui co-autor.Ese fue un ataque al Comunismo yuna denuncia de sus orígenes masóni-cos, o mejor, probó que el Comunis-mo es nada más que una versiónpolítica del programa secreto de laOrden Satánica de los Iluminadosde Baviera para destruir la IglesiaCatólica y la Civilización Cristiana.

En 1991, Mons. Camillo Ruini se convirtió en “Vicario de Su Santidad”, “Cardenal” y “Pre-sidente de la CEI”. ¡El se había vuelto el hombre más poderoso en el Vaticano!

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Con este artículo, el Padre Villa quisohacer volantes para distribuir, cu-briendo ciudades enteras de Italia. Yasí lo hicimos.El 26 de febrero de 1994, distribui-mos los volantes en la ciudad de Iv-rea, en el Piamonte. El problema fueque, en el texto, se reportaban los da-tos de la “Lista de Pecorelli” que in-cluía algunos Prelados pertenecientesa la Francmasonería, entre los cualesfiguraba el Obispo de Ivrea, Mons.Luigi Bettazzi. Volando de furia, acausa de la distribución en su dióce-sis, Mons. Bettazzi declaró inmedia-tamente a la prensa que demandaría alos autores del dossier. Luego, él cam-bió de parecer y demandó solo al Pa-dre Luigi Villa.Brescia era un fermento. Muchos sa-cerdotes pensaron que, finalmente,había llegado la hora de silenciar aaquel Padre Villa quien, además de“insultar” obispos tales como Bettaz-zi, como en las recientes ediciones de“Chiesa viva” números 246 y 247,también había publicado un artículo

fuertemente crítico sobre la entrevistadel Arzobispo de Milán, CardenalCarlo María Martíni, que habíaaparecido en “The Sunday Times”el 26 de abril de 1993.¡Muchos estaban ansiosos y esperan-do el momento en que, finalmente, sehiciera “justicia”!La apertura del proceso fue fijada pa-ra el 31 de enero de 1995, en la Cortede Brescia.Como si eso no fuera suficiente, enlas ediciones de “Chiesa viva” núme-ros 254 y 255 de setiembre y octubrede 1994, el Padre Villa publicó otroartículo crítico sobre una nueva entre-vista que el Card. Martini concedió a“Le Monde”, publicada el 4 de enerode 1994.En Brescia, la atmósfera estaba calde-ada y murmurante. El mismo Mons.Bettazzi estaba avivando el fuego yel 30 de noviembre de 1994 escribióuna carta de tono áspero al Padre Vi-lla, exigiendo una “propia y adecua-da reparación por compensación dedaños,” y en la cual afirmó lamentar

Después de la amplia difusión en la diócesis de Ivrea del dossier: “PDS: scopriamo le carte”(PDS: Mostremos las cartas), Mons. Bettazzi demandó al Padre Luigi Villa y comenzó un “pro-ceso-farsa” que terminó en nada. ¿Por qué?

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“tener que continuar una desafortu-nada disputa…”.El día decisivo llegó el 31 de enero,¡pero no ocurrió nada especial! Los sa-cerdotes de Brescia quedaron perplejosy no pudieron comprender como unproceso tan ansiosamente esperado ytan dado por descontado por la prensa,pudiera haber tenido un resultado tanimpredecible y decepcionante. Pero recuerdo que hacia fines de1994, el P. Villa me pidió que le me-canografiara una carta dirigida al Se-cretario de Estado, Card. Angelo So-dano, en la que le decía que no teníaninguna intención de “suicidarse” yque hubiera hecho conocidos losnombres de todos los Cardenales…Poco después, el abogado del P. Villafue contactado por el abogado deMons. Bettazzi, porque el Obispo deIvrea deseaba ser recibido por el Pa-dre Villa. La entrevista tuvo lugar a principiosde enero. Mons. Bettazzi, apenas en-

tró en el despacho del P. Villa, le pidiósi le permitiría retirar la demanda. Laentrevista duró más de una hora.Más tarde, en una carta fechada 9 deenero de 1995, Mons. Bettazzi agra-deció al Padre Villa por recibirlo y di-jo que “se dio cuenta de su buenafe” agregando la frase: «…estoy dis-puesto a considerar inmediatamen-te lo que quise hacer desde el mismoprincipio, eso es, retirar la deman-da» y terminó la carta con las pala-bras: «Y… Arrivederci en el Cielo,donde usted descubrirá finalmenteque, entre mis faltas, no estará la depertenecer a la Francmasonería».Pero el Padre Villa no estaba aún en elParaíso. El 28 de marzo de 1995, élescribió una carta al Secretario de Es-tado, Card. Angelo Sodano, pidién-dole la remoción de Mons. Bettazzide la diócesis de Ivrea, detallando on-ce razones serias e incluyendo la evi-dencia de la pertenencia del Obispode Ivrea a la Francmasonería. El tam-bién probó que la obra de Mons. Bet-tazzi como Presidente de Pax Chris-ti Internacional, tuvo el propósito de

Tapa del dossier: “PDS: Scoprimo le carte”(PDS: Mostremos las cartas”, ampliamentedistribuido en muchas ciudades del norte deItalia.

Cardenal Carlo Maria MartiniArzobispo de Milán.

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realizar el plan satánico, hoy llamado“New Age”, de destruir la Iglesia Ca-tólica y la Civilización Cristiana.Siempre me pregunté si ese “procesofarsa” de Mons. Bettazzi tenía algoque ver con los artículos publicadospor el Padre Villa sobre las entrevistasdel Card. Martini, pero el único ele-mento digno de mencionar es que re-cuerdo que un día el Padre Villa memostró un libro en el cual estaba es-crito que si el Cardenal Martini seconvertía en Papa, su Secretario deEstado, con toda probabilidad, hubie-ra sido Mons. Luigi Bettazzi.

Luego, durante meses, ciudades deItalia íntegras fueron cubiertas con elvolante “PDS: Scopriamo le Carte”,(PDS: Mostremos las Cartas), pero losefectos de estas distribuciones fueronamenazas de muerte.Me llegó una tarjeta postal que teníauna “Estrella de cinco puntas”, conuna amenaza de muerte; a la tarjetapostal siguieron otras amenazas quellegaron por teléfono y por fax.

En aquel tiempo, los artículos publi-cados por “Chiesa viva” sobre las en-trevistas del Card. Martini en “TheSunday Times” y “Le Monde” fue-ron seguidos por dossiers relativos ysu extensa distribución.En enero de 1996, se publicó otro ar-tículo crítico y dossier sobre el librodel Card. Martini: “Israel radice san-ta” (La raíz santa de Israel), en el cualel Cardenal animaba a los católicos aleer el Talmud.

El 19 de diciembre de 1998, Mons.Bruno Foresti, fue sucedido porMons. Giulio Sanguineti, antiguoObispo de La Spezia-Sarzana, y ante-riormente Obispo de Savona. Mons. Sanguineti, todavía muy jo-ven, fue designado Vicario General deChiavari por su Obispo, Mons. LuigiMaverna, cuyo nombre aparece en la“Lista de Pecorelli”, con fecha de

iniciación 3/6/1968, número de serie:441/c, y acrónimo: LUMA.El 6 de febrero de 2000, el Padre Vi-lla publicó el libro “Si spieghi Emi-nenza!” (¡Explíquese Eminencia!)arrinconando al Arzobispo de Milán,Cardenal Martini, quien, para pararel golpe, mezcló al Obispo de Brescia,Mons. Sanguineti, en un intento de-safortunado de defensa. El Obispo,con fecha 7 de marzo de 2000, escri-bió al Cardenal una carta personalcontra el Padre Villa.Sin probar siquiera la existencia delmenor error en el libro, la carta deni-gró al Padre Villa por sus escritos so-bre Paulo VI y usó frases genéricasofensivas tales como: “campañas dedifamación”, “interpretaciones unila-terales y radicalizadas”, “procedi-mientos absolutamente incorrectos”,“heridas en la caridad”, “tendenciasextremadamente conservadoras y pre-conciliares”… En el final, Mons. San-guineti promete al Cardenal: «… Es-

El ruiniano Mons. Giulio Sanguineti¸Obispo de Brescia desde 1998 a 2007.

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tamos comprometidos a frenarcuanto sea posible, y a pelear conlos medios permitidos, esa resur-gencia de arrogancia y presunciónorgullosa de ser sostenedores de laverdad».Nosotros nunca supimos si la carta ibaa permanecer confidencial. El Carde-nal publicó la carta en el boletín dio-cesano, poniéndola públicamente adisposición del clero de Milán.Entonces, Mons. Sanguineti pidióuna entrevista personal con el PadreVilla. Durante esa entrevista, sobre eltema de la infiltración masónica en laIglesia, el Padre también hizo referen-cia a él; Mons. Sanguineti dijo conbrusquedad: «Pero, ¿usted cree queyo soy masón?». «Si, ciertamente»,dijo el Padre Villa, presentando comodeterminante, el hecho que él habíasido hecho Vicario General por el ma-

són Mons. Maverna (quien fue mástarde echado de su diócesis debido auna intervención del P. Villa) y des-pués por el hecho que el Padre Villahabía escuchado esto directamentede una fuente autorizada en el cam-po masónico. El Obispo no reaccio-nó, pero fue a otro cuarto a calmarse,y volvió luego compuesto.De todas maneras, el Padre Villa reci-bió una copia de la carta escrita por elObispo de Brescia, de un graduado deMilán, quien también le informó so-bre la amplia distribución en esa dió-cesis.Esa carta mereció una “Respuesta”adecuada, compuesta de cuatro artícu-los: del Padre Villa, de un famoso je-suita, de un prominente abogado dederecho internacional y de un FiscalGeneral de la Corte de Casación.La “Respuesta” fue publicada en“Chiesa viva” y también impresa co-mo dossier. Tapa del libro: “¡Si spieghi, Eminenza!”

(¡Explíquese, Eminencia!) publicado en el2000.

Tapa del dossier: “Respuesta a una carta delObispo de Brescia”, publicada en el 2000.

cismo de Kiko, compuesto de 373 pá-ginas.Mons. Sanguineti, debió luego reali-zar otras tareas “itinerantes” que lollevaron a Sudamérica. En la diócesis de Brascia, Mons. San-guineti será recordado por otra de susobras. Tres semanas antes de ser re-

emplazado como Obispo de Brescia,el 23 de setiembre de 2007, consagróla primera iglesia del tercer milenioen la diócesis. La Iglesia, que resul-tó ser un Templo Satánico-Masóni-co, está ubicada en un maravilloso es-cenario al pié de la colina de RodengoSiano (Brescia). Es conocida por laextraña forma de espiral de la paredexterior de piedra que la rodea.

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Pero ahora, el golpe de gracia ya nose pudo demorar.En octubre de 2000, el Padre Villaenvió al vértice de la Iglesia y a laOrden Jesuita un sobre conteniendodocumentos relativos al Card. Car-lo María Martini, de tal gravedad,que eso terminó con la carrera delCardenal en Milán. Los documentos fueron acompañadospor una carta firmada por el Padre Vi-lla y por mi, en la cual los recipientesfueron advertidos que si algo le ocu-rría a la familia de la persona que ha-bía provisto el testimonio y los docu-mentos, o a mi familia, el contenidodel sobre, ya en manos de docenas depersonas de confianza, sería entregadoal Poder Judicial y a la Policía, y elprimero en ser investigado sería elCard. Carlo María Martini.

***

En aquel período, Mons. Sanguinetino solo se mostró condescendiente enla confrontación con el Card. Marti-ni, sino también en la sostenida consu “Jefe Responsable”, el CardenalCamillo Ruini.Hubo muchos artículos escritos en“Chiesa viva” contra el movimientoherético Neocatecumenal, cuyo pro-tector oficial era el Card. CamilloRuini, el hombre más poderoso en elVaticano.Después de su primer año como Obis-po de Brescia, Mons. Sanguineti tu-vo una reunión oficial, el 19 de di-ciembre de 1999, en el Sport Palacede San Filippo, en la ciudad de Bres-cia, con las comunidades Neocatecu-menales de la Diócesis de Lombardía,Verona, Piacenza y Fidenza, donde tu-vo palabras de encomio para el movi-miento herético.Unos pocos meses más tarde, el 13 demayo de 2000, el Padre Villa publicóel libro titulado “Herejías de la doc-trina Neocatecumenal”, conteniendolas 18 herejías del más secreto cate-

Tapa del libro: “Herejías en la Doctrina Neo-Catecumenal” denunciando las 18 herejías deese movimiento herético, ¡cuyo patrocinantees el Cardenal Camillo Ruini!

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¿Paulo VI beato?

La Francmasonería quiso a su hombrePaulo VI en los altares. Parte del planera poner a los dos Papas, JuanXXIII y Paulo VI en los altares, pa-ra probar que la naturaleza del Va-ticano II era verdaderamente “so-brenatural”.

Fue durante el curso de los trabajospara la XXXV Asamblea de los Obis-pos Italianos, que el Cardenal Ruinianunció la decisión de introducir la“causa de beatificación” de PauloVI ante el Papa y los Obispos.El 13 de mayo de 1992, el Card. Rui-ni, presidente de la CEI y Vicario delPapa para Roma, emitió un edicto enel cual, entre otras cosas se lee: «In-vitamos a todos los individuos cre-yentes a comunicar directamente oa someter al tribunal diocesano del

Vicariato de Roma, cualquier “noti-cia” de la cual podamos argüir, has-ta algún punto, contra la reputaciónde santidad del dicho “Siervo deDios”».Pero el Padre Villa quiso ver las co-sas más claras. Así, el 25 de mayo de1992, telefoneó a la Secretaría de Es-tado, a Mons. Nicolino Sarale, el fielamigo y colaborador de “Chiesa vi-va”, preguntándole sobre esa decisióndel Card. Ruini de abrir la “beatifica-ción” de Paulo VI. Bien, Mons. Sarale dijo al Padre Vi-lla que esa decisión fue un “golpe defuerza” del Card. Ruini, ¡porquemuchos de los Obispos italianosnunca la hubieran querido!La “causa de beatificación” continuóavanzando hasta el año 1997.El Padre Villa estaba al corriente delhecho que el Card. Pietro Palazzinihabía enviado una carta al Postula-dor de la “causa de beatificación”de Paulo VI que contenía tres nom-bres de los últimos amantes homo-sexuales de Paulo VI.

En 1992, el Cardenal Camillo Runi anuncióla introducción de la “causa de beatificaciónde Paulo VI, en un “golpe de fuerza” contrala mayoría de los Obispos italianos quienes nola querían.

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El Cardenal Pietro Palazzini erauna autoridad en ese campo, por-que el Cardenal guardaba dos car-petas de documentos que demostra-ban, inequívocamente, el vicio im-puro y antinatural de Paulo VI.Entonces, el Padre Villa escribió unacarta al Postulador, refiriendo lo que élhabía conocido del Card. Palazzini.El libro “¿Paulo VI beato?” fuepuesto a la venta en 1998. Tuve la ta-rea de organizar el envío de los pri-meros 5.000 ejemplares.Al Papa, a los Cardenales, a los Obis-pos y a miles de Sacerdotes Italianosle fue entregado simultáneamente unejemplar del libro.Desde Roma alguien nos dijo que elVicario del Papa, Cardenal Ruini,estaba furioso. El preguntó quien ha-bía financiado la impresión y el envíode estos libros, libres de cargo, a mi-les de miembros del clero italiano.Cuando el Padre Villa me comentósobre ese llamado telefónico, sonrien-do, dijo «Nosotros deberíamos res-ponder al Vicario de Su Santidad, quelos financistas son tres personas y susnombres son: Padre, Hijo y EspírituSanto».Las reacciones por el libro fueron vio-lentas, y como resultado, yo como re-mitente, tuve mi cuota de esta irracio-nal y furibunda reacción.Nosotros inclusive recibimos variosejemplares del libro con todas las pá-ginas arrancadas y conteniendo frasesy epítetos, escritos con marcador ne-gro, como para hacer palidecer a losmás inicuos y endurecidos. Conservoalguno de esos ejemplares, mientraslos más vulgares, el Padre Villa lostiró.La diócesis de Brescia estaba en efer-vescencia. El Obispo, Mons. BrunoForesti, prometió al clero diocesanoque se escribiría un libro para refutarel del Padre Villa.¡Después de más de doce años, aque-llas promesas y compromisos no hanaparecido aún en el horizonte!

¡La batalla leal y peleada en campoabierto no parece ser un método ven-tajoso para combatir a un sacerdotecomo el Padre Luigi Villa!

El resultado del libro fue claro paratodos: había bloqueado la “causa debeatificación” de Paulo VI. Ningunopudo refutar el volumen, esto es, laavalancha de “hechos”, “citas”, “do-

cumentos” y “fotografías” mostra-das en el libro, el cual hizo justicia aun Papa que había cometido perjurio,al poner en su lugar, durante su ponti-ficado, precisamente lo opuesto de loque él mismo había prometido cum-plir con un solemne juramento el díade su coronación.

El montiniano Mons. Bruno Foresti, Obispode Brescia desde 1983 a 1998.

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El libro “¿Paulo VI beato?” fue la consecuencia natural del rechazo del Postulador de la“causa de beatificación” de Paulo VI de tomar en debida consideración

el “hecho” referido al vicio impuro y antinatural de Paulo VI.

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Juan Pablo II en Brescia

¡Pero estuvieron aquellos que noaceptaron la rendición!Sin considerar los méritos de los argu-mentos presentados por el Padre Villa,¡la única solución era poner todo elpeso de la autoridad papal en su cam-po! Solo una visita del Papa a Bres-cia podría cambiar la suerte de la“causa de beatificación” de PauloVI. Y así, se anunció la visita del Pa-pa Juan Pablo II a Brescia desde el 19al 20 de setiembre de 1998. La oca-sión fue la beatificación de GiuseppeTovini, de Brescia, la cual, sin embar-go, fue asociada con la “causa debeatificación” de Paulo VI.Pero el Padre Villa no se desanimó. El15 de agosto de 1998 le escribió unalarga carta al Secretario de Estado,Cardenal Angelo Sodano, pidiéndoleexplícitamente que cancelara la visitadel Papa a Brescia. La razón era quela difusión del libro “¿Paulo VI bea-to?” había sido alcanzada y que él ha-bía recibido cartas entusiastas de gen-te influyente en el mundo judicial ycultural. Pero la razón más seria era eldaño que podría sufrir la Iglesia deuna actitud ignorante de un Papa, res-pecto de hechos perturbadores, y dadala dura realidad descripta y demostra-da en el libro del Padre Villa. En la carta, el Padre Villa reconoció eltono duro de su libro, y las dificulta-des de un clero no acostumbrado a eselenguaje. Sin embargo, él explicó queesa era solo “violencia de amor” porla Iglesia y que esa “violencia era undeber” cuando los altos valores de laFe estaban en juego: «Aquel que real-mente ama a la Iglesia no puede dejarde hablar claro cuando la ve en desor-den. ¡De otra manera, sería cobardíapreferir el silencio a la protesta!¡Cuan cobarde es quien falta al corajey a la sensibilidad para apoyar a aque-llos que pelean en la primera línea el“buen combate” por la Fe!

Mi libro, entonces, es aconsejable pa-ra cualquier persona, excepto paraaquellas que tienen poco amor por laVerdad, para aquellos quienes estánenfermos de superficialidad, paraaquellos que se engañan a si mismosal estar contentos detrás de la cortinadel equívoco: “Amémonos los unos alos otros”.El mío, entonces, fue solo el “cora-je” de aquellos que se sienten libres(“La verdad os hará libres” Jn. 8. 32)para ser verdaderamente responsables.Seguro, es un trabajo duro. ¡Hoy re-

quiere coraje! ¡Sin embargo es esen-cial, aunque siempre hay un riesgoque usted tiene que correr! Si Cristono hubiera tenido el “coraje” de ha-blar claro y azotar a sus enemigos (fa-riseos, escribas, maestros de la Ley, elSumo Sacerdote), El también hubieramuerto [confortablemente] en una ca-ma [sin sufrir Su Crucifixión]».Luego continuó: «¡Su Eminencia! Je-sús los censuró, luego por su grave in-

Card. Angelo Sodano antiguo Secretario de Estado de Juan Pablo II.

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El libro “Paulo VI, ¿proceso a un Papa? es la continuación del libro previo: “¿Paulo VI bea-to?”; fue la respuesta a un intento del Vaticano de continuar la “causa de beatificación”

de Paulo VI con la visita del Papa Juan Pablo II a Brescia, en 1998.

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fidelidad, a nivel pastoral. Y los re-prendió por su propia “tolerancia”dañina hacia ciertos trastocadotes dela Fe, dejándolos obrar libres de estor-bo, para que ellos compartieran la res-ponsabilidad por aquellos errores quellevaron a los fieles por mal camino. Ahora, ¿no es esta la historia dePaulo VI? ¿Por casualidad, no dioPaulo VI libre reinar a todos losprogresistas, más o menos heréticos,permitiéndoles desarraigar la Fe desus fundamentos? Y así, la Iglesiahoy parece haber sido arrasada; ¡trasElla solo quedan las trazas de Su Ci-vilización Cristiana! Por lo tanto, ¡conese libro, el suscripto, intentó quitar lamáscara para mirar en el espejo de laverdad! Y eso porque nadie tiene elderecho de cerrar los ojos a lo queocurrió en la Iglesia por la negligenciade un Papa al que incluso hoy se quie-re elevar a los Altares». Y todavía: «Por eso, Su Eminencia,repito: Como podrá el Papa (JuanPablo II) hacer todavía una defensa,incluso aunque retóricamente acadé-mica, de Paulo VI, después de lo queescribí y “documenté” sobre él, y des-pués de la “carta” que envié a todo elEpiscopado Italiano - ¡hace un mes! -en la cual recordé la “foto de PauloVI con su mano derecha que mues-tra, bien marcada, la “estrella decinco puntas”, o “Pentalpha Masó-nico”, como había sido grabada sobreel “primer panel” original, que apa-reció en la “Puerta de Bronce” de laBasílica de San Pedro, en Roma, ycomo también apareció en el Suple-mento Especial del “Osservatore Ro-mano” del 25 de setiembre de 1977?». La carta terminó con estas palabras:«En la firme y sobrenatural esperanzaque mi necesario pedido sea gracio-samente aceptado por Vuestra Emi-nencia, por el amor que tengo por laSanta Iglesia, mi Madre, mis respetossacerdotales en Cristo Jesús y María».

Pero el pedido no fue aceptado y

Juan Pablo II viajó a Brescia pararevivir la suerte de la “causa de be-atificación” de Paulo VI.Entonces, después de un año, en di-ciembre de 1999, el Padre Villa publi-có un segundo libro sobre Paulo VI ti-tulado “Paulo VI, ¿proceso a un Pa-pa?”, el cual fue simplemente unacontinuación del primer libro.Este libro también fue enviado al Pa-pa, a los cardenales, obispos y a partedel clero italiano.Las reacciones esta vez fueron muchomás moderadas.

Un monumento masónico a Paulo VI

No fue la primera vez que la Franc-masonería uso todo el peso de la au-toridad de un Papa para pisotearverdades “probadas” y para impo-ner un curso forzado, o para vencerla hostilidad de una población entera.Eso ocurrió en 1984 cuando el secre-tario personal de Paulo VI, el ma-són Mons. Pasquale Macchi decidióerigir un monumento al Papa PauloVI, en la plaza del santuario de Nues-tra Señora Coronada, en el SacroMonte de Varese (una ciudad a 30 km.al norte de Milán)La población no quiso saber nada conese monumento, pero la visita del Pa-pa Juan Pablo II, en 1984, fue deter-minante para silenciar la oposición.El monumento, conocido por la rarezade tener una oveja con cinco patas,fue inaugurado el 24 de mayo de1986, en presencia del masón GiulioAndreotti, el masón Secretario deEstado Card. Agostino Casaroli y elmasón Pasquale Macchi, secretariopersonal de Paulo VI, cuyo nombreaparece en la “Lista de Pecorelli”juntamente con el del Card. Casaroli.En noviembre de 2000, publiqué el li-bro “Un monumento masónico aPaulo VI”, donde mostré que, en esa

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El libro “La ‘Nueva Iglesia’ de Paulo VI”, tercer libro del Padre Villa sobre Paulo VI, pone de resalto los puntos principales del cambio eclesial que continúa desmantelando

completamente toda la Tradición - ¡con una obsesión casi asesina! - para que ya no pueda recobrarse.

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escultura, la Francmasonería habíaelogiado a su “hombre” Paulo VIcomo “Jefe Supremo” de la Franc-masonería, y como “Papa judío”, ylo había glorificado por sus “tres ac-tos de justicia masónica”, esto es: latraición a Cristo, a la Iglesia y a laHistoria de las naciones cristianas.El libro del Padre Villa, “¿Paulo VIbeato?” fue publicado doce años des-pués de la inauguración de ese monu-mento, y termina con esta frase: “UnPaulo VI, esto es, quien traicionó aCristo, a la Iglesia y a la Historia”.La Francmasonería había “grabado”esas “traiciones” en ese lúgubre mo-numento de bronce; el Padre Villa, ensu lugar, las había “grabado” en untratado histórico-teológico de 284 pá-ginas.Pero el discurso sobre Paulo VI nohabía concluido aún. Así, el 31 de ma-yo de 2003 fue publicado el tercer li-

bro de 380 páginas del Padre Villa:“La ‘Nueva Iglesia’ de Paulo VI”, ycomo siempre enviado a la cumbre dela Iglesia y a parte del clero italiano.El libro fue devastador y la reacciónfue…¡un silencio mortal! El tipico“silencio” que sella la política de“¡llamar todo a silencio!”.Pero no todo estaba en silencio.Un día, el Padre Villa me dijo: «Ano-che recibí un llamado de teléfonoanónimo. Una voz me dijo: “Cuan-do usted esté muerto, nosotros pon-dremos a Paulo VI en los Altares”».Nos reímos de ello, preguntándonos sieso era una manifestación de poder, oprecisamente lo opuesto.

El Templo Satánico dedicado al Padre Pío

En octubre de 1998, el Padre Villame dio una página de la revista“Luoghi dell’infinito” [“Lugares delinfinito”] de setiembre de 1998. Estainformaba de un diseño de la cruz queel escultor Arnaldo Pomodoro queríaconstruir para la “nueva iglesia” deRenzo Piano, en San Giovanni Ro-tondo, y dedica al Padre Pío. Ese artículo fue entregado al PadreVilla por un amigo quien, entre otrascosas, señaló algunos símbolos extra-ños que aparecían en los brazos de lacruz que se veían como martillos ypaletas de albañil. Inmediatamentecomencé a investigar la extraña cruz.Después de aproximadamente un mes,di un informe al Padre Villa: «Losgrados 11º, 22º y 33º del la Francma-sonería del Rito Escocés Antiguo yAceptado, están representados en laparte inferior y en los brazos de esacruz. El mandil masónico está simbo-lizado en la parte central y sobre laparte superior lo está Lucifer de dis-tintas maneras». Luego agregué: «Elsignificado de estos símbolos es: elCulto del Falo, el Culto del Hombre

Tapa del libro:“Un monumento masónico a Paulo VI”.

y el Culto de Lucifer. Esto simbolizael Rito Escocés Antiguo y Aceptadode la Francmasonería, usualmente re-presentado con dos “estrellas de cincopuntas,” una con la punta hacia arribay la otra con la punta hacia abajo».El manejo del proyecto de esta “nue-va iglesia” estaba en manos del famo-so arquitecto Renzo Piano. Sin em-bargo, la responsabilidad del proyectoestaba en manos de la Pontificia Co-misión para los Bienes Culturalesde la Iglesia, cuyo presidente eraMons. Francesco Marchisano, mien-tras en ese tiempo, Mons. CrispinoValenziano, subordinado de Mons.Marchisano estaba a cargo de la res-ponsabilidad litúrgica y teológica dela “nueva iglesia”, que daba las ins-trucciones a Piano, para que “el pro-yecto pudiera ganar gradualmentemás expresividad”. Mons. Marchisa-no era un antiguo conocido del PadreVila. En realidad, él ya lo había de-nunciado como masón en el nº 109 de“Chiesa viva” en junio de 1981, contodos sus datos de matriculación ma-

sónica. Su carrera, sin embargo, habíacontinuado constante hasta su desig-nación como Vicario General parael Estado de la Ciudad del Vaticanoy Presidente de las Obras de SanPedro, conferida a él por el PapaJuan Pablo II.En setiembre de 2002, el Padre Villarespondió a estas dos nuevas promo-ciones con el dossier: “Una NominaScandalo” (Una Designación Escán-dalo), en el cual también informó detres cartas de Mons. Marchisano alVenerable Gran Maestre de la Franc-masonería Italiana, donde, en una deestas, escribió: «Venerable e IlustreGran Maestro, con gran alegría reci-bí, por intermedio de F. MAPA(Mons. Pasquale Macchi, Secretariodel Papa Paulo VI) su delicada tarea:El dossier: “¡Una Nomina Scandalo!”

(“Una Designación Escándalo!”).

1ra. Carta

23 de mayo de 1961

Venerable e Ilustre Gran Maestre,con gran alegría recibí por interme-

dio de F. MAPA, su delicada tarea:organizar silenciosamente en todoel Piamonte y la Lombardía unplan para disgregar los estudios yla disciplina en los Seminarios.

No niego que la tarea es enorme ynecesito muchos colaboradores, espe-cialmente entre el cuerpo docente.Usted debería señalármelos para quepueda aproximarlos tan pronto seaposible y estudie al mismo tiempo latáctica.

Me reservo comunicaciones másprecisas después de un encuentro ypersonal entrevista con MAPA.

Mientras tanto, acepte por favormis devotos saludos.

Frama

Al Ven G. Maestre del G.O.(entregada en mano)

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2da. Carta

12 de setiembre de 1961

Ilustre y Reverendo G. Maestre,después de haber aproximado y

contactado varias veces a los F.F.[hermanos Francmasones] Pelmi yBifra, volví a MAPA para presentarleun primer plan de trabajo.

El aconseja comenzar con la disgre-gación de los programas de estudio,insistiendo sobre nuestros fieles do-centes para que, con argumentos denueva pseudo-filosofía y pseudo-teo-logía, ellos siembren la semilla en losalumnos, hoy sedientos de cosas nue-vas.

Así, la disgregación disciplinariaserá una simple consecuencia que re-sultará espontáneamente, sin que no-sotros nos ocupemos: los estudiantespensarán que lo hicieron ellos mi-smos.

Es por lo tanto esencial que Ustedpague bien a estos docentes, de loscuales Usted ya tiene la lista. Yo seréun solícito vigilante y le referiré todofielmente.

Con el más devoto y cordial saludo.

Frama

Al Gran Maestre-Palacio Giustinia-ni (enviada en mano)

3ra. Carta

14 de octubre de 19..

Ilustre y Reverendo G. Maestre,en la reunión de anoche, presentes

los F.F. [ hermanos Francmasones]Pelmi, Mapa, Bifra, Salma, Buan,Algo y Vino, pude concluir que:

- Primero, nosotros deberíamos co-menzar los experimentos en algunosseminarios de Italia, los de Trento yTurín, o en el de Udine donde tene-mos un buen número de F.F. [ herma-nos Francmasones];

- Segundo, nosotros tenemos quedifundir nuestro concepto de libertady dignidad de la persona humana, entodos los seminarios sin ninguna de-mora ni de parte de los superiores nide parte de ninguna ley. Necesita-mos alguna prensa tolerante.

En este punto, necesitamos unareunión con todos ustedes para deci-dir como actuar y a quien encomen-dar las varias tareas.

Con mi devoto saludo.

Frama

Al Gran Maestre-Palacio Giustinia-ni (enviada en mano)

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organizar silenciosamente, a lo lar-go del Piamonte y la Lombardía, unplan para trastornar los estudios yla disciplina de los seminarios…».El dossier fue distribuido por miles, yciertas personalidades del Vaticano vi-nieron a Brescia a comprar algunospaquetes de estos volantes del PadreVilla; mientras otros, desde Roma, leconfiaron su molestia y desespera-ción. Pero pareció que nadie pudo de-tener el ascenso irresistible de esteprelado masón.Lo único faltante era su designacióncomo “Cardenal”. Sin embargo, sunombre no apareció en la lista de can-didatos elegibles en el Consistorio,programado para el 21 de octubre de2003. Nosotros pensamos que la ra-zón fue la publicación y amplia distri-bución de nuestro dossier “Una Nó-mina Escándalo”, que probó conclu-yentemente, la pertenencia de Mons.Marchisano a la Masonería.Pero tres días antes que el Papa anun-ciara los nombres de los candidatoselegibles del Consistorio (28 de se-tiembre de 2003), estaba en la oficinadel Padre Villa cuando sonó el teléfo-no. El Padre contestó, escuchó, luegocolgó y dijo: «¿Sabe de lo que aca-ban de informarme? ¡Mons. Mar-chisano estará en la lista de Carde-nales!”.Tres días más tarde, en TV, todos vie-ron a Juan Pablo II leyendo la listade nombres de los futuros Cardenales,cuando, repentinamente, surgió la ma-no de su secretario personal, soste-niendo una hoja de papel, la cual dejóen el atril. La aparente irritación delPapa no produjo ningún resultado.Después de un rato, él leyó el nombre:Mons. Francesco Marchisano.El 1º de julio de 2004, fue inauguradala “nueva iglesia” dedicada al SantoPadre Pío en San Giovanni Rotondo.El 20 de febrero de 2006, apareció laEdición Especial de “Chiesa viva”381, titulada: “Una ‘nueva iglesia’dedicada al Santo Padre Pío -

¿Templo Masónico? Esto demostróla naturaleza de los símbolos masóni-cos que estaban impresos en todaspartes de esta “iglesia” y todo el sig-nificado “unitario” era la glorifica-ción de la Masonería y de su “dios”Lucifer con horribles insultos aNuestro Señor Jesucristo y a la San-tísima Trinidad.La simbología masónica del Taberná-culo expresa la substitución de “JesúsRedentor” por “Lucifer rendentor”del hombre, mientras el simbolismo dela cruz de piedra expresa el reemplazode “Cristo, Rey del Universo” por“Lucifer, rey del universo”. Pero elpeor insulto está dirigido a la Santísi-ma Trinidad por haber sido echada yreemplazada con la “Triple Trinidad”basfema, satánica y masónica”.Por primera vez en la historia, fue pu-blicada una representación geométricade la “Triple Trinidad” masónica.¡Ese es el secreto más grande y máscelosamente guardado de la Francma-sonería! Cuando el Padre Villa leyó el estudio,me dijo que, ciertamente, el Papa nopodría ignorarlo, porque los sentidossatánicos ocultos de ese templo erandemasiado severos e inquietantes. Susilencio sobre una tal denuncia seríafrancamente inconcebible.¡Pero nada ocurrió!Después de dos meses, sin embargo,algo finalmente ocurrió. Ciento cin-cuenta Prelados, incluyendo al anti-guo Secretario de Estado, Card. An-gelo Sodano, fueron a San GiovanniRotondo, en el 50 aniversario de lafundación de la Casa de Alivio delSufrimiento del Padre Pío, y permane-cieron allí durante una semana (1º al 7de mayo de 2006).Como informó al principio uno deellos: «Aquellos Prelados, duranteuna semana, y lo se porque yo tam-bién asistí a las reuniones de la tar-de y de la noche, han estudiado suEdición Especial sobre el TemploSatánico dedicado al Padre Pío».

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La Edición Especial de “Chiesa viva” Nº 381 sobre el Templo Masónico Satánico de San Gio-vanni Rotondo dedicado al Santo Padre Pío, fue publicada el 20 de febrero de 2006.El sentido de los símbolos ocultos grabados en todas parte en esa “nueva iglesia” es la glorifi-cación de la Francmasonería y su “dios” Lucifer, con horribles insultos a Nuestro Señor Jesu-cristo y a la Santísima Trinidad. El simbolismo masónico del Tabernáculo expresa la substitu-ción de “Jesús Redentor” por “Lucifer redentor del hombre”, mientras que sobre la cruz depiedra se expresa el reemplazo de “Cristo Rey” por Lucifer, “Rey del universo”. Pero el peorinsulto está dirigido a la Santísima Trinidad por haber sido echada y reemplazada por la bla-sfema y satánica “Triple Trinidad” masónica.

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Asombrado repliqué: «¿Y con que re-sultado?». «Ellos no pudieron refu-tarlo».«¿Y la conclusión?», presioné.El contestó: «Ellos decidieron silen-ciar todo al respecto».Las noticias, sin embargo, fueron tanexplosivas que algunos periódicos yrevistas italianas publicaron las noti-cias del escándalo, pero fueron omiti-das por toda la prensa nacional, la ra-dio y las televisoras.El hecho no nos hubiera molestadomucho, porque estamos acostumbra-dos a esta política de “silenciar todoal respecto”, pero principalmenteporque Nuestro Señor Jesucristo y laSantísima Trinidad habían sido ho-rriblemente insultados, ninguno pudosiquiera pretender amordazar a estasTres Personas Ominipotentes direc-tamente involucradas en esta cuestión.

La Edición Italiana del estudio delTemplo Satánico fue seguida por lasediciones Alemana, Inglesa, France-sa, Española y Polaca. Lentamente,el horror de este Templo Satánico sefue difundiendo en Italia y en el ex-tranjero, y el flujo de peregrinos, quenunca habían mostrado aprecio poresta extraña “nueva construcción”,disminuyó continuamente, con la tre-menda consecuencia del flujo decre-ciente de donaciones.

La imposibilidad de poder refutar elestudio, cuyo contenido fue más preo-cupante, y la creciente atención de laaudiencia nacional e internacional,que creció día a día, impuso una“respuesta”, pero sin entrar a fondoen los argumentos planteados y proba-dos por nuestra Edición Especial.Hasta ahora, la política obligatoria dela “Autoridades” había estado limita-da a la estrategia: “silenciar todo alrespecto”… pero por el sentido deesas palabras, además de la censura delos medios, uno pudo asumir que, ensu lugar, esto significaba algo más.

Otra tentativa de... asesinato

Varios meses después de la publica-ción del estudio del Templo Satánicodel Padre Pío, debí acompañar al Pa-dre Villa a visitar a un sacerdote“amigo”, pero a raíz de una dificultadimprevista, no pude hacerlo y fui re-emplazado por uno de nuestros anti-guos colaboradores.

La reunión con el sacerdote fue breve.Sin embargo estuvo marcada por unasituación que causó perplejidad a lospresentes, como la incomprensibleagitación, tensión y extraña conductadel sacerdote “amigo”. Resultó tanabrumadora, que después que él sirvióbiscochos, chocolates y té, fue juzga-da “desagradable” por la única perso-na que lo tomó, y los dos visitantes sefueron.El Padre Villa no comió ni tomó nada,mientras que el único que lo hizo fue

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el conductor. Ya en el automóvil, elPadre Luigi pidió inmediatamente alconductor que lo llevara a casa de suabogado amigo, quien vivía en lascercanías. Unos pocos minutos des-pués, ellos se encontraron sentados ensu comedor.Mientras el Padre Villa estaba hablan-do con el abogado, el conductor co-menzó a sentirse extraño. Su visión sepuso como si estuviera mirando através de anteojos hechos pedazos yen movimiento. Gradualmente él yano pudo mover sus piernas, pies,brazos y manos. Respiraba honda-mente, tratando de vencer esas sensa-ciones, pero en cierto momento ellosdebieron acostarlo en el sofá, mientraslo observaban ansiosamente. El con-ductor nunca perdió la conciencia,pero sus extrañas anormalidades vi-suales continuaron, junto con la pa-ralización de los miembros superio-res e inferiores. Después de unosquince minutos, se sintió mejor, se le-vantó y dijo que estaba en condicio-nes de conducir. ¿Qué hubiera ocurri-do si los dos no hubieran visitado en-seguida al abogado amigo. Ellos debí-an viajar varios kilómetros en una ca-rretera estrecha, bordeada de grandesárboles a ambos lados, más allá quehabía de un lado un río y del otro unazanja con agua. Además, el caminoestaba siempre atestado de tránsito devehículos pesados. ¿Y que hubieraocurrido si el conductor hubiera esta-do conduciendo el vehículo en ese ca-mino, en lugar de haber estado en uncuarto, sentado cómodamente en unasilla? Si dos personas, que tienen en-tre las dos más de ciento sesenta años,tenían un accidente, los periódicos hu-bieran señalado que algunos acciden-tes ocurren a gente mucho más joven.Luego, ¿Quién hubiera sospechado dealguien si se conoce que los dos ‘acci-dentados’ justo habían salido de la ca-sa de una familia que conocía al an-ciano sacerdote desde varias décadasatrás?

Benedicto XVI al Templo Satánico de San Giovanni Rotondo

La pesada capa del Templo Satánicode San Giovanni Rotondo se volvía,día a día, más y más embarazosa. De-safortunadamente, como ha ocurridoen el pasado, al tratar de “silenciartodo”, la única solución sobreabunda-da es la de es la de usar todo el pesode la Autoridad.El 18 de marzo de 2007, el Secretariode Estado, Card. Tarcisio Bertone,con un gran séquito de Obispos, fue aSan Giovanni Rotondo para una cele-bración en el Templo Satánico. En lasediciones de “Chiesa viva” números395 y 396 de junio y julio-agosto de2007, se informó en un artículo titula-do “Concelebración Sacrílega en elTemplo Masónico de San Giovanni

Cardenal Camillo Ruini.

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¿El Cardenal Ruini un Francmasón?

A principios de febrero de 1992, Mons. Pie-tro Pintus afirmó: «Ruini es un Francma-són, esta es la evidencia». La evidencia es elexamen verbal pasado por el Vicario del Pa-pa para convertirse en “Maestro Secreto deCuarto Grado”.«En la primera página del informe, la inscrip-ción dice “Gran Oriente de Italia”, domina-do y franqueado por tres símbolos complejos:una estrella judía inscripta en una corona de-scansando en cuatro cabezas, (una que es unacabeza de macho cabrío). La frase “Logia delSecreto Maestro de Perfección”, está escritamás abajo, y al lado el nombre de CamilloRuini, en una firma garabateada apresurada-mente y repetida en todas las páginas».Mons. Pintus sostiene haber recibido la mi-nuta de un “penitente” serio y afirmó, «In-mediatamente envié el documento originalfuera de Italia, para asegurar…». Luegodijo que había recibido dos llamados telefó-nicos: uno del Card. Ratzinger, Prefecto dela Congregación para la Doctrina de la Fe; elotro del Papa.Los secretarios del Cardenal y del Papa loniegan, el portavoz del Card. Ruini, Mons.Virgilio Levi, llamó al documento «clara ycompletamente falso, ridículo e indecoro-so». El Padre Rosario Espósito dijo: «ElObispo Pinto es un muchacho siempre en bú-sca de fama». y «Las acusaciones sobreRuini son solo tonterías…».

Hagamos algunas observaciones.

1. El P. Rosario Espósito, antes de conver-tirse en miembro honorario de la Francma-sonería, dijo: «Soy francmasón desde elfondo de mi corazón y de mi alma…».

2 Mons. Virgilio Levi está en la “Lista dePecorelli” con la fecha 07/04/1958, 241/3;LEVI.

3. Después de la muerte de Paulo VI, elCardenal Ratzinger recibió una carta delPadre Villa en la cual él probó que el Card.Sebastiano Baggio (“Lista de Pecorelli” fe-cha: 14/08/1957, 85/2640; SEBA), designa-do Camarlengo por Juan Pablo II, escribió alGran Maestre de la Francmasonería italianatranquilizándolo porque los documentossecretos de PauloVI le serían enviadospor Mons. Pasquale Macchi (SecretarioPersonal de Paulo VI y presente en la “Listade Pecorelli” con la fecha 23/4/1958,5463/2; MAPA) y rogándole conserve supromesa de hacerlo elegir Papa. El Car-denal Ratzinger ni siquiera acusó ningúnrecibo.

4. Al Prelado que había mostrado la eviden-cia, publicada por “Chiesa viva”, de la per-tenencia del Card. Casaroli a la Franc-masonería, Juan Pablo II repuso: «Lo se,lo se, pero no conozco a quien poner en sulugar» Al Card. Palazzini, quien expuso supreocupación por la infiltración masónica enla Iglesia, el Papa Juan Pablo II, despuésde golpear su puño contra la mesa, exclamó:«Soy yo que lo quiero!».

“La Stampa,” martes 11 de febrero de 1992.

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Rotondo, dedicado al Santo PadrePío”, que el Padre Villa pidió prohibira los religiosos usar ese “Templo Sa-tánico”, mostrando la cubierta de eseestudio, ya disponible en cinco len-guas.Pero las celebraciones sacrílegas con-tinuaron. Una vez más, “Chiesa vi-va” en los meses de noviembre y di-ciembre de 2007, denunciaron esascelebraciones sacrílegas, con palabrasde fuego que terminaron con la frase:«“Chiesa viva”, por lo tanto, pre-gunta a la Jerarquía Católica:¿Hasta cuando permitirán ustedes ala Masonería insultar a Nuestro Se-ñor Jesucristo y a la Santísima Tri-nidad?».Pero las autoridades eclesiásticas, im-pertérritas, guardaron silencio y conti-nuaron las celebraciones sacrílegas.Entonces, “Chiesa viva” publicó car-tas recibidas, sobre estos escandalososactos de las autoridades eclesiásticas,respecto a este Templo Satánico, se-guidas por un artículo en la edición dejulio-agosto 2008, con el titulo: “¿UnTemplo Satánico para el PadrePío?”, que comenzó la publicación deun número de artículos en diarios, se-

manarios, revistas, periódicos tantoitalianos como de otras lenguas, car-tas, comunicaciones y eventos que ex-ponían el escándalo de este “TemploSatánico” clamando a Dios por ven-ganza.Pero la tan abusada solución dio unpaso hacia arriba. Ellos comenzaron ahablar sobre una visita de BenedictoXVI a San Giovanni Rotondo. El 8de diciembre de 2008, Mons. D’Am-brosino, Arzobispo de Manfredonia-Vieste-San Giovanni Rotondo, y tam-bién Delegado de la Santa Sede pa-ra el Santuario y las Obras del Pa-dre Pío, hizo una declaración oficial.El leyó la declaración del Prefecto dela Casa Papal, Mons. James M. Har-vey, quien informó de la decisión dela visita de Benedicto XVI a San Gio-vanni Rotondo el 21 de junio de 2009,y adjuntó el programa de la visita.Una vez más, ignorando los hechosprobados, y a pesar de la falta de re-futación por parte de los 150 Prela-dos a las conclusiones del estudiodel Templo Satánico, ¡ellos quisie-ron poner todo el peso de la Autori-dad del Papa!Pero la campaña de “Chiesa viva”

El Secretario de Estado, Card. Tarcisio Bertone, concelebra una Misa sacrílega, en el Templo Satánico de San Giovanni Rotondo, dedicado al Santo Padre Pío.

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presentando los documentos sobre elTemplo Satánico de San Giovanni Ro-tondo, continuó por meses y meses,hasta abril del siguiente año.

Llegó el 21 de junio, día de la visitade Benedicto XVI. El Papa debía ir aSan Giovanni Rotondo por helicópte-ro, pero una violenta tormenta en Ro-ma lo impidió, y así el Papa fue trans-portado vía aeronave militar al aero-puerto militar de Foggia, para conti-nuar por automóvil hasta su destinofinal.La Misa celebrada en la plaza delTemplo Satánico no pareció tener laaprobación divina. En realidad, al finde la celebración se desató un pan-demonium. Cayeron lluvias torren-ciales y fueron seguidas por una caída

de granizo del tamaño de las nueces.En un instante, todos los fieles huye-ron y desaparecieron. ¿Fue casualidadque la televisión interrumpiera la fil-mación del evento debido a “fallastécnicas”?Alguna gente dijo que ese era un“castigo de Dios”. Aunque eso nuncapodrá ser probado con certeza, de loque uno puede estar cierto es queDios pudo haber evitado esa humi-llación al Vicario de Cristo, ¡pero Elno lo hizo!Luego, siguió el episodio desafortuna-do de la subrepticia “bendición” de lalápida en mosaico en la cripta delTemplo Satánico, no programada enla ceremonia, ni siquiera mencionadaen el programa. Sobre la lápida, lainscripción mosaica reza:

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«En ocasión de la visita pastoral,Su Santidad Benedicto XVI, enesta iglesia embellecida por ladevoción de los fieles y con labelleza del arte encerrando elcuerpo de San Pío de Pietrelcina,estuvo en oración y la bendijo».

Aparte de las mentiras que siempre sedijeron tranquilizando a la gente queel cuerpo de San Pío de Pietrelcinanunca sería trasladado al Templo Sa-tánico, lo inquietante es el carácter deimprovisación que se dio a esta “ben-dición”.Mientras el Santo Padre se dirigía a lasalida de la cripta, llamó su atención lainscripción mosaica, que el Papa leyócon alguna sorpresa. Después, mientrascontinuaba hacia la salida de la cripta,

Mons. D’Ambrosio puso su brazo al-rededor del Papa y con el otro lo detu-vo, mostrándole el hisopo que un frai-le capuchino le estaba ofreciendo.Así, la inscripción mosaica fue rápi-damente bendecida y sin una oraciónsiquiera. Ese acto no estaba planifica-do y, sobre todo, en lugar de referirsea la bendición de los mosaicos, se re-firió a toda la Iglesia. ¿Fue ésta una“trampa” montada para el SantoPadre?

La tapa de la edición de Chiesa vivade Julio-agosto de 2006 mostró la fi-gura del Papa con el Templo Masóni-co como fondo y un editorial del Pa-dre Villa con el título: “BenedictoXVI en el ‘Templo Satánico’ en SanGiovanni Rotondo - ¿Por qué?”.En el texto, entre otras cosas, él escri-bió: «Ahora, el Vicario de Jesucris-

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to, debería ser el Buen Pastor y no sercausa de turbación para los millonesde devotos del Santo Fraile de SanGiovanni Rotondo (…) debería tam-bién saber que el dicho Templo es,en realidad, una construcción de es-tilo masónico (...) Y debería habersabido también que (…) como elPadre Pío era un acérrimo oponen-te de la Francmasonería, ese Tem-plo, por lo tanto es una vendettapóstuma». Y también: «En todos estos años,después de la construcción de eseTemplo Satánico-Masónico, el Vati-cano nunca mostró una posiciónclara y oficial. Esto incluye el silen-cio completo y total de los Cardenalesa cargo del diseño y de la construc-ción de esta “nueva Iglesia”. Por lotanto debería aplicarse el dicho: “Elque calla, otorga”». Y otra vez: «No-

sotros, de “Chiesa viva” pregunta-mos: “¿Como fue posible que el Va-ticano haya podido construir un‘Templo Satánico’ burlando a millo-nes y millones de católicos alrede-dor del mundo quienes han donadomontones de dinero, de buenafe?”».

¿El Padre Villa… premiado?

Aunque parece imposible de creer, elPadre Villa recibió, durante esosaños turbulentos, dos importantes re-conocimientos por su obra como pe-riodista y escritor, pero sobre todo,por su empeño en la defensa de laReligión Católica y de la Civiliza-ción Cristiana.

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En diciembre de 2008, el Padre Villarecibió su primer “Premio Periodísti-co Internacional Inars Ciociaria”,patrocinado por la Presidencia delConsejo de Ministros, el Ministerio dela Herencia Cultural, Consejo Nacio-nal de la Orden del Periodista, Conse-jo de la Región del Lazio, Provinciade de Frosinone, U.R.S.E. (Unión deRegiones Históricas Europeas), en ra-zón «de su muy intensa obra comoperiodista, autor de libros y opúscu-los sobre teología, ascética, literatu-ra no novelesca… y por su empeñoen la defensa de la raíces cristianasde Europa y la protección de la ver-dad contra las fuerzas extrañas a

nuestra civilización».El segundo, en octubre de 2009, fue el“Premio de la Asociación CulturalVal Vibrata di Teramo” por ser «unperiodista, un escritor insigne, edi-tor integérrimo, Director y Editorde “Chiesa viva”», pero también«¡por ser un teólogo eminente porhaber dedicado ‘su vida íntegra adefender la Religión Católica y di-fundir la verdad histórica y vivir se-gún el Evangelio!».

¡Que contraste con el “reconocimien-to” dado al Padre Villa en los últimoscincuenta años, por ciertos miembrosde la Jerarquía Eclesiástica!

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Benedicto XVI en Brescia

El nuevo Obispo de Brescia, Mons.Luciano Monari, fue instalado ofi-cialmente en la diócesis el 14 de octu-bre de 2007. La breve biografía de lapresentación oficial del nuevo Obispoinformaba que la madre de Mons.Monari tiene el nombre de Giulia-na Ruini. Hubo aquellos que confir-maron y que negaron el hecho del pa-rentesco con el Cardenal Camillo

Ruini, pero algunos desde Roma ase-guraron al Padre Villa que Mons.Monari era un hombre del Carde-nal Ruini y un gran entusiasta dePaulo VI.Lo que pareció extraño a algunos fueel hecho que solo unas semanas des-

pués de haberse hecho cargo en Bres-cia, el 11 de noviembre de 2007,Mons. Monari fuera a celebrar Misaen la nueva iglesia de Padergnone, laprimera iglesia de la diócesis en elTercer Milenio, recientemente consa-grada por el anterior Obispo, Mons.Sanguineti. Dados los inmensos pro-blemas de una diócesis como la deBrescia y el hecho que la poblaciónde donde está ubicada la nueva iglesiaes solo de alrededor de mil personas,realmente hay razón para preguntarse:¿Por qué esa visita?Después del anuncio del Papa de visi-tar el Templo Satánico de San Gio-vanni Rotondo, el 9 de abril de 2009,hubo otro anuncio: Benedicto XVIvendría a Brescia, el 8 de noviembrede 2009, “en el nombre de su prede-cesor”, “en el trigésimo aniversariode la muerte de Paulo VI y en lospasos de Paulo VI”. El anuncio fuedado por Mons. Luciano Monariquien dijo que «La razón, por su-puesto es el trigésimo aniversariode la muerte de Paulo VI», y subra-yando que «El Papa Ratzinger, comousted sabe, fue elevado a Cardenalpor el Papa Paulo VI y él siempretuvo gratitud y gran amor por elPapa de Brescia». El discurso que si-guió, estuvo enfocado en la necesidadde todos de estar en “comunión” conel Obispo de Roma, el Papa Benedic-to XVI.Y ¿quien no estaba en “comunión”con el Obispo de Roma, pero no sobrecuestiones referentes a Doctrina Cató-lica como siempre, sino, en su lugar,por ejemplo, si beatificar o no al“Siervo de Dios” Paulo VI? ¿Esta-ría válida aún la invitación conteni-da en el edicto del 13 de mayo de1992 del Card. Ruini: «Nosotros in-vitamos a todos los individuos cre-yentes a comunicar directamente oa someter al tribunal diocesano delVicariato de Roma cualquier “in-formación” de la cual nosotros po-damos, en alguna medida, argüir

El ruiniano Mons. Luciano Monari,Obispo de Brescia, desde 2007.

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contra la reputación de santidad deldicho “Siervo de Dios” (Montini)»? ¿Y quien sino el Padre Villa, él quehabía seriamente “obedecido” esa“invitación” aunque no como un sim-ple “individuo creyente”, sino comoun serio y afirmado teólogo que habíarecibido del Padre Pío la misión dededicar toda su vida a defender laIglesia de Cristo de la obra de laFrancmasonería Eclesiástica, y él,quien desde 1963, también había si-do informado por el Santo Fraileque Paulo VI era masón, y él, quiencon un mandato del Papa Pío XIIllevó a cabo esa delicada tarea? ¿Quésuerte estaría reservada para él?Después del anuncio de la visita delPapa a Brescia, hecha por Mons. Mo-nari, el Padre Villa me dijo, y repitióvarias veces, más y más preocupado:«Estamos en un momento crucial…Ellos quieren silenciarme… parasiempre».

El Templo Masónico-Satánico de Padergnone (Brescia)

Solo más tarde pude comprender elverdadero sentido de aquellas palabras.Porque a un pedido del Padre Villa deque hiciera una inspección de la “nue-va iglesia” en Padergnone, (la prime-ra iglesia del tercer milenio de nuestradiócesis), contesté evasivamente, y sinconvicción ni compromiso. Fue solo después de la visita de Bene-dicto XVI a San Giovanni Rotondoque comencé a comprender la grave-dad de las palabras del Padre Villa. ElPapa había ido a San Giovanni Roton-do, él había celebrado en la plaza del“Templo Satánico”, y si esa fue una“trampa” tendida por algunos Preladosque lo acompañaban, ¡él había “ben-decido” ese “Templo Satánico!”.¿Por qué esa visita? ¿Por qué esa“bendición”? ¿Por qué llevar todo

el peso de las más altas autoridadesde la Iglesia cuando ellas no habíanconseguido refutar la horrible reali-dad probada en aquel “Templo Sa-tánico”? Si, definitivamente, ¡esta-mos en un momento crucial!A fines de junio, comencé la primeravisita a la “nueva iglesia” de Paderg-none, la que fue seguida por otras vi-sitas para estudios detallados, para to-mar fotografías y dimensiones. La “nueva iglesia” estaba dedicada a“Cristo Resucitado”.Sin embargo, la Religión Católicaestá basada en la Cruz, a saber, en lavolutad de Jesucristo de obedecer alPadre y sufrir y morir en la Cruz paraofrecernos la Redención. Su Resurrec-ción, no obstante, no fue el resultadode un acto de Su voluntad, ¡sino unacto debido a Su Naturaleza Divi-na! ¿Por qué, entonces, están aquellos queno creen en la Divinidad de Cristo yse entusiasman tanto con la figura de“Cristo Resucitado?”Para encontrar una respuesta, uno so-

Una de las fotografías usadas para los posters para anunciar la visita de

Benedicto XVI a Brescia.

lo necesita recordar las palabras deuno de los enemigos más amargos deDios y de la Iglesia Católica, AliceBailey, la sacerdotisa de la “NewAge” y fundadora, en 1921, de la sa-tánica “Lucifer Trust” (La Corte deLucifer), quien había trazado el plan;la creación de una Nueva ReligiónUniversal con estas palabras: «El“Cristo Resucitado” y no el “CristoCrucificado” es la nota distintiva dela Nueva Religión».¡He aquí el secreto de la dedicaciónde las “nuevas iglesias” al “CristoResucitado”!Jesucristo es el “Maestro”, pero paraellos, el “Maestro” masón se trans-forma así en el 15º grado de la Franc-masonería de los Antiguos y Acepta-dos Masones del Rito Escocés, “resu-citando” de la condición de “hombreen quien se revela claramente la re-alidad definitiva de ser un hombrequien, en si mismo, es simultánea-mente Dios”. Esto es, el masón, de suestado precedente “resucita” y seconvierte en “Maestro” u “Hombre-

Dios”, ¡liberándose de cualquierAutoridad Divina porque se ha con-vertido en Dios!Así, no es el Dios que se convierteen hombre, que muere en la Cruz yha resucitado”, porque él es Dios,sino en su lugar es el hombre quiense manifiesta como Dios en “Jesu-cristo”, el cual para ellos es solo elsímbolo del “Maestro” masón!Así, con el término “Cristo Resucita-do” ellos no celebran la Divinidad deCristo, sino la autodeificación masó-nica del hombre, a saber, el “Cultodel Hombre” como un paso necesariopara pasar al “Culto de Lucifer”.Pero esa es la “Cristología” de la“Nueva Teología” de muchos denuestros Prelados. Como el gran Pa-dre Dominico Garrigou-Lagrangehabía resumido [al describir la “Nue-va Teología”], en 1946: «Así, el mun-do material hubiera evolucionadohacia el espíritu, y el espíritu delmundo hubiera evolucionado, natu-ralmente, por así decirlo, hacia elorden sobrenatural y hacia la pleni-

11 de noviembre de 2007. El Obispo de Brescia, Mons. Luciano Monari, celebra Misa en lanueva Iglesia de Padergnone, la que luego se descubrió era un Templo Satánico-Masónico.

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tud de Cristo. Por lo tanto, la En-carnación del Verbo, el CuerpoMístico, el Cristo universal, seríameramente un momento en la Evo-lución Universal…Eso es lo que queda de los DogmasCristianos, en esa teoría, la cual sedistancia de nuestro Credo en pro-porción a su aproximarse al evolu-cionismo hegeliano».Y el gran dominico, luego grita:«¿Dónde termina la “nueva teolo-gía”? ¡Es un regreso al Modernismoa través de los caminos de la fanta-sía, el error y la herejía”».El único responsable del proyecto dela “nueva iglesia” fue Mons. IvoPanteghini perteneciente a la Curiade Brescia, durante unos pocos años“Consultor” de la “Pontificia Comi-sión para los Bienes Culturales dela Iglesia”, cuyo presidente era elmasón Mons. Francesco Marchisa-no, principal responsable de la cons-trucción del Templo Satánico dedica-do al Padre Pío. La Curia de Bresciaaprobó el proyecto, como también laOficina para el Culto Divino de laConferencia Episcopal Italiana (CEI),la que en parte financió el proyecto.El Obispo Giulio Sanguineti, acusa-do personalmente por el P. Villa de sermasón, e imposibilitado de defender-se, consagró la “nueva iglesia” unaspocas semanas antes de ser reempla-zado. El nuevo obispo, Mons. Mona-ri, recientemente instalado, no esperómucho tiempo para ir a la “nuevaiglesia” a celebrar Misa. Sobre la lápi-da de la consagración de la “nuevaiglesia” hay una medalla episcopalde Mons. Sanguineti y dos medallaspontificias, de Juan Pablo II y deBenedicto XVI.El estudio de la “nueva iglesia” con-tinuó para identificar la “idea unita-ria masónica” del proyecto: la dedi-cación de la iglesia no fue al “CristoResucitado”, sino al “Caballero Ro-sa-Cruz” [es decir el caballero de losRosacruces] del grado 18º de la Ma-

sonería del R.E.A.A. cuya tarea esborrar de la faz de la tierra el Sa-crificio de Jesucristo en la Cruz, esoes, en otras palabras, borrar de la fazde la tierra el Sacrificio de Jesucris-to en la Misa Católica.El grado de los Rosacruces en reali-dad, es, en esencia, la renovaciónsangrienta y cruenta del Deicidiocometido por primera vez en el Cal-vario, mientras la Misa es la renova-ción del verdadero e incruento sa-crificio de Cristo.La “nueva iglesia” está saturada portodas partes de simbolismo masónicoy satánico: la fuente exterior, la es-tructura con tres espirales, la puerta debronce, el cielorraso del ámbito litúr-gico, la capilla del Baptisterio, losbancos, la imagen del “Cristo Resu-citado”, las ventanas, el altar, el ta-bernáculo, la cruz de los templarios,la Virgen de la Esperanza, la cripta, elárea verde rodeando la iglesia… todoeso exalta al Dios Pan, al Dios kaba-lístico Lucifer, al “Hombre-Dios” dela Francmasonería, pero el centro detoda la obra es el altar y la figuradel Caballero de los Rosacruces so-bre él. Ese es el secreto más profun-do de esa “nueva iglesia”, esa es la“idea central”.Es el Caballero de los Rosacrucesquien hace “justicia” contra el Diosque se convierte en hombre y redi-me a la humanidad, contra el Diosque ha destronado a Lucifer de sucasi absoluto poder que tenía sobreel hombre, contra el Dios odiado dela Francmasonería; ¡es el Caballerode los Rosacruces, en el altar, quienno renueva el Sacrificio de Cristo enla Cruz, sino reitera el DEICIDIO!Hace algún tiempo, me llamó el autorde un libro sobre el Anticristo pidién-dome que le enviara veinte ejemplaresdel estudio sobre el “Templo Satáni-co” de San Giovanni Rotondo, por-que estaba organizando una conferen-cia. Durante el llamado, me puso alcorriente de algo que había ocurrido

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La Edición Especial de “Chiesa viva” Nº 420 sobre el Templo Masónico-Satánico de Padergnone, ubicado en una aldea de Rodengo Saiano, en la Diócesis de Brescia.

La idea central del simbolismo oculto de esa nueva iglesia” dedicada a “Cristo Resucitado”, es la figura del Caballero de los Rosacruces, grado 18º de los Francmasones del R.E.A.A.,

quien tiene la tarea de eliminar el Sacrificio de Cristo en la Cruz de la faz de la tierra.Sobre ese “altar de Lucifer”, por lo tanto, el Caballero Rosacruz, en su rol de

“Sacrificador de Lucifer” no renueva el Sacrificio de Cristo en la Cruz,¡sino renueva el DEICIDIO!

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recientemente. Junto con un grupo degente, había ido a visitar a un exorcis-ta. El autor informó al sacerdote de sulibro sobre el Anticristo. El sacerdotele contó luego algo que le había ocu-rrido en un extraño exorcismo. Estabaexorcizando a una persona poseídapor Lucifer, cuando, él lo escuchó gri-tar: «Hice mi trono en Gargano»(Gargano es la provincia donde estáubicada la ciudad de San GiovanniRotondo).El exorcista quedó asombrado, inca-paz de comprender el sentido de aque-llas palabras. Luego recordó: «A lamañana siguiente, por correo, recibíun ejemplar de “Chiesa viva” sobreel Templo Satánico de San GiovanniRotondo, y leí el estudio. Luego,comprendí finalmente las palabrasque Lucifer dijo el día anterior».Ahora, si Lucifer gritó: «Hice mi tro-no en Gargano» a raíz del “TemploSatánico” dedicado al Santo PadrePío, ¿deberíamos sorprendernos si, undía otro exorcista nos dice que escu-chó de Lucifer despotricar: «Hice miAltar en Brescia?».A mediados de octubre de 2009, sepublicó la Edición Especial de “Chie-

sa viva” Nº 420, bajo el tìtulo: “Bres-cia: ¡la nueva iglesia parroquial dePadergnone es un Templo Satánico-Masónico!” La distribución en Bres-cia, y en la provincia y en toda Italiafue de enorme magnitud.Después de una semana, el 21 de oc-tubre, recibí una carta superficialmen-te irónica de Mons. Ivo Panteghini.El 28 de octubre le respondí en modoserio y detallado a las preguntas queme hiciera, pero también a esa relati-va al tema central del Caballero Ro-sa-Cruz, a la que él no hizo ningunareferencia.Para finalizar el tratamiento de ese te-ma, le señalé que Paulo VI elaboróuna definición de la Misa que ya nohacía referencia al Sacrificio deCristo en la Cruz y a la PresenciaReal. Luego señalé: «Así, Paulo VIpuede, con justicia, reivindicar el tí-tulo de ser el Caballero Rosacruzmás grande que existió», y despuésla conclusión: «Por lo tanto, ningúnCaballero Rosacruz en el mundopudo nunca aspirar a ganar la “glo-ria” que ganó Paulo VI con la dedi-cación del Tempo Satánico de Pa-dergnone».

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El 6 de noviembre de 2009, cuandopreguntado si la presencia del PapaBenedicto XVI podía ser de algún be-neficio para la “causa de beatifica-ción” de Paulo VI, Mons. Molinaridijo: Así lo espero, no tanto por la be-atificación como tal, sino porqueellos están convencidos que hay untesoro de original espiritualidad enla vida de Paulo VI y que la difu-sión de ese tesoro ayudará a enri-quecer la Iglesia de hoy».

El 8 de noviembre de 2009, en el tri-gésimo aniversario de la muerte dePaulo VI, bajo una ligera llovizna,Benedicto XVI aterrizó en el aero-puerto de Ghedi (cercano a Brescia).El fue a la ciudad de “Botticino Sera”para un homenaje a San Tadini, luegoMisa en la Catedral, en Brescia, y elAngelus.Por la tarde, el Papa saludó a los or-ganizadores de la visita al Centro Pas-toral Paulo VI, y luego fue a la casanatal del Papa Paulo VI para inaugu-rar la nueva sede del Instituto dePaulo VI, en Concesio. El otorgó elsexto premio internacional, dedicadoal Papa de Brescia. Hizo una breve vi-sita a la parroquia de San Antonio,donde Giovanni Battista Montini fuebautizado, para luego partir haciaCiampino (Roma) desde el aeropuertode Ghedi.En toda la visita a Brescia, Benedic-to XVI, ni siquiera esbozó una alu-sión a la “causa de beatificación” dePaulo VI.

Desde el día de la publicación de laEdición Especial de “Chiesa viva” Nº420 de octubre de 2009 sobre la “nue-va iglesia” de Padergnone, en Brescia,en los “círculos responsables” de laerección de ese Templo Satánico, ca-yó un silencio lúgubre y sepulcral,con la excepción de un infructuoso in-tento de Mons. Luciano Monari demanchar graciosamente el nombre delPadre Villa con una “Nota del Obis-

po”, publicada en el semanario de laDiócesis de Brescia, “La voz delpueblo” Nº 35.¿Fue ese un intento de encontrar unasolución a la embarazosa situaciónque se ha planteado en nuestra dióce-sis, sin considerar el merito de los ar-gumentos exhibidos en nuestro estu-dio sobre el Templo Masónico-Satáni-co de Padergnone? ¿Y que producirá en el futuro cercanoesta negra atmósfera de opresión, quese está volviendo cada día más y máspesada?

La “causa de beatificación”de Juan Pablo II

En noviembre de 2009, apenas díasdespués de su regreso a Roma, luegode la visita hecha a Brescia, Benedic-to XVI anunció la continuación dela “causa de beatificación” de JuanPablo II.A principios de febrero de 2010, elPadre Villa decidió combinar losveinte artículos sobre Juan Pablo IIya publicados en “Chiesa viva” du-rante los años pasados, en un solo ar-chivo PDF y enviarlo a miles de per-sonas vía e-mail, las que incluyen:Santa Sede, Cardenales, ConferenciasEpiscopales, Institutos Religiosos,Cuerpo Diplomático acreditado en laSanta Sede, Universidades Católicas einstitutos de formación católica, Obis-pos, Diócesis, Embajadas, Consula-dos, Senadores, Diputados, ConsejosRegionales, los medios, universida-des, bibliotecas, vendedores de libros,laicos, etc. Más tarde, la prensa italiana comenzóa informar noticias sobre algunas difi-cultades que habían emergido en la“causa de beatificación” de JuanPablo II, y luego de varios meses, ca-yó el silencio sobre ese tema. Pero el Padre Villa ya había sido acti-vado para producir una Edición Es-

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pecial de “Chiesa viva” sobre JuanPablo II. Esa iba a ser una obra com-pleta, accesible para el público gene-ral, mostrando todos los lados oscurosde ese preocupante Papa “viajero”,quien pasó mucho de su Pontificadopersiguiendo el espejismo de unir to-das la religiones en Una religiónmundial.

Pero el objetivo de Una ReligiónMundial es el fin supremo que losjefes de la Francmasonería mundialestán tratando de realizar, en sussueños de dominación mundial glo-bal. Pero, como para cumplir eso,tienen que eliminar a Jesucristo co-mo el único Salvador y Redentor dela humanidad, ellos tienen que igno-rar y pisotear la Verdad, ellos tienenque reinterpretar la Primacía de Pe-dro, ellos tienen que corromper la Vir-tud Católica, ellos tiene que distorsio-nar la Moral Católica, ellos tienen queformar una nueva Autoridad Católicapara ponerla al servicio, y someterla,al poder del Anticristo.Pero Lucifer ha perdido el poder ab-soluto que tenía sobre la humanidadcon el Sacrificio de Cristo en laCruz, que el mismo provocó con elDEICIDIO.¡Su furia infernal entonces está com-pletamente dirigida y enfocada sobreese Acto de Redención de Jesús y su“renovación incruenta” en el SantoSacrificio de la Misa Católica!Hay, sin embargo, una solución radi-cal para resolver ese problema: negarla Divinidad de Jesucristo. Esa ho-rrible blasfemia elimina el Sacrificiode Cristo en la Cruz en su raíz y abrela puerta a todas las “novedades” y acualquier “aggiornamento”, que sonesenciales para “eclipsar” la Iglesiade Cristo y crear una “Nueva Iglesia”¡que devenga en la “Prostituta deBabilonia”!Entonces, el Sacrificio ofrecido porJesucristo en la Cruz al Padre, através del ministerio sacerdotal,

que ofrece la redención y salvaciónde las almas, podrá convertirse enla renovación de Deicidio por mediodel ministerio sacerdotal masónicoofrecido a otro “dios padre”: Luci-fer, quien, presentándose como elPadre del Templo de la Paz Univer-sal entre los hombres, nos ofrece su“redención gnóstica” y, con un en-gaño diabólico, distraer nuestro ob-jetivo de la salvación de las almas,con la falsedad de una paz universalentre los hombres.Pero ese “dios padre” no es ningúnotro que el “dios” de la Francmasone-ría y su nombre es Baphomet, el cualescrito y luego leído de derecha a iz-quierda se convierte en TEMpli, Om-nium, Hominum Pacis, ABbas (el Pa-dre del Templo de la paz universal en-tre los hombres) = BA P H O MET.

Pero ese es exactamente el tema cen-tral del Templo Satánico de Padergno-ne en la Diócesis de Brescia donde,después de haberse alabado al DiosPan y a la doctrina Gnóstica, cual esla negación de la Divinidad de Jesu-cristo, el Caballero de los Roscru-ces, sobre el altar, no renueva el Sa-crificio de Cristo en la Cruz, sino ensu lugar ¡renueva el DEICIDIO!Nosotros hemos escrito también que«Ningún Caballero de los Rosacru-ces en el mundo pudo nunca aspirara ganar la gloria como Paulo VI conla dedicación del Templo Satánicode Padergnone».

Sin embargo, está sobre la “Lápidade Consagración” de ese TemploSatánico, en la parte superior, la me-dalla episcopal de Mons. Giulio San-guineti, y también las medallas ponti-ficales de Juan Pablo II y de Bene-dicto XVI. ¿Por qué esas dos meda-llas?En setiembre de 2010, se publicó bajoel título “Karol Wojtyla beato?..¡nunca!”, la Edición Especial de“Chiesa viva” Nº 430.

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Esta es la tapa de una colección de 20 artículos sobre Juan Pablo II, publicados en la revista “Chiesa viva” en un archivo PDF, que llegó a

decenas de miles de personas alrededor del mundo, con las siguientes prioridades:

Santa Sede, Cardenales, Nuncios Papales, Conferencias Episcopales, Obispos, Institutos Religiosos de educación católica, Cuerpo diplomático acreditado en la Santa Sede,

universidades, colegios e institutos de educación católica, Curias diocesanas italianas y extranjeras, parroquias, sacerdotes, diáconos, Senadores, Diputados, Embajadas, Consulados,

Consejos provinciales y municipales, municipalidades, universidades, bibliotecas, radio, televisión, periódicos, revistas, diarios, asociaciones y grupos católicos, laicos, etc…

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Es una Edición Especial de 96 pagi-nas y 217 fotografías que incluye:una breve biografía de Karol Wojty-la, sus viajes internacionales, sus ide-as, su filosofía, su teología, sus rela-ciones con la Francmasonería y el Co-munismo, sus “hechos” y “sus di-chos”, su “Doctrina Mariana”, sus po-siciones sobre la Primacía de Pedro ysu “Teología del cuerpo”, con una se-rie de fotografías, para decir lo míni-mo, embarazosas. La tapa posteriormuestra una fotografía a toda página,del Papa en llamas, tomada en su paísde nacimiento, exactamente un añodespués de su muerte.La difusión del archivo PDF de esaEdición Especial ha alcanzado a todosaquellos que ya han recibido el archi-vo PDF citado arriba, conteniendo los20 artículos sobre Juan Pablo II.Durante cuatro meses cayó el silenciosobre la “causa de beatificación deJuan Pablo II.

El 6 de enero de 2011, el anuncio re-zaba: “Juan Pablo II Santo Ahora”.Los periódicos anunciaron la beatifi-cación del Papa Wojtyla en el 2011.En el periódico italiano il “Giorna-le”, el periodista vaticano Tornielliescribió: «Juan Pablo II será beatifica-do en el 2011, tal vez antes del vera-no. En semanas recientes, la consultamédica de la Congregación para lasCausas de los Santos presentó un in-forme favorable sobre el milagro atri-buído por la intecesión del PapaWojtyla - esto es - la cuaración de unamonja francesa de su Parkinson - y ladocumentación también pasó el exa-men a fondo de los teólogos. Antesque el documento llegue al escritoriode Benedicto XVI, la única cosa fal-tante ahora es la luz verde de los Car-denales y Obispos miembros de laCongregación, quienes recién han re-cibido el dossier sobre el milagro.Ellos ser reunirán para considerar co-lectivamente y para emitir su voto amediados de enero».

El “Times” dice: «Benedicto XVI loha llamado “Juan Pablo el Grande”.El es “solo el cuarto papa en la his-toria en tener ese honor”. La beatifi-cación sería hecha en tiempo record,ya que el Papa Benedicto XVI habíaaprobado la exención para comenzarinmediatamente el proceso de canoni-zación, sin esperar los cinco años pre-vistos desde la muerte».El 14 de enero de 2011, el Vaticanoanunció oficialmente: «Juan Pablo IIserá beatificado el 1º de mayo».

Durante años, “los vientos de sospe-cha” fueron difundiendo la idea que“la mente” de Juan Pablo II, duran-te su Pontificado, fue el Prefecto dela Congregación para la Doctrinade la Fe, [Ratzinger].En abril de 2005, cuando murió JuanPablo II y fue elegido Papa Benedic-to XVI, ¡muchos se preguntaron si elCardenal Joseph Ratzinger no sehabría sucedido a si mismo!

Benedicto XVI.Benedicto XVI.

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La Edición Especial de “Chiesa viva” Nº 430, contra la beatificación de Juan Pablo II,fue publicada en setiembre de 2010 y llegó a decenas de miles de personas, igual

que la distribución hecha del archivo PDF anterior sobre los 20 artículos sobre ese Papa.

En la actualidad, hay ediciones en idiomas: italiano, francés, inglés, portugués y español. Ese es un trabajo completo y accesible para el público en general, mostrando todas las facetasoscuras e inquietantes de este Papa “itinerante”, quien pasó mucho de su Pontificado persi-

guiendo el espejismo de reunir todas las religiones en una sola Religión Mundial, bajo la dirección de la Francmasonería, ¡para alcanzar el Gobierno Mundial del Anticristo!

«¡Tu debes dedicar toda tu vidaa defender la Iglesia de Cristo

de la obra de la Masonería Eclesiástica!».

«¡Tu debes dedicar toda tu vidaa defender la Iglesia de Cristo

de la obra de la Masonería Eclesiástica!».

(Encargo dado al Padre Luigi Villa por el Padre Pío)

La negación de la DIVINIDADde Jesucristoelimina el“Sacrificio de Cristo en la Cruz”en sus raíces,así, el “Sacrificio de Cristo en la Cruz”ofrecido por Jesúsal Padre, a través del Ministerio Sacerdotal, quenos ofrece la Redención y la salvación del alma…

… puede convertirseen la renovación del DEICIDIO, a través

del ministerio sacerdotalmasónico ofrecido a otro

“dios Padre”, Lucifer, quien como el “dios” de la Fracmasonería,nos da su “redención

gnóstica” y, con un engaño diabólico, distrae nuestro

objetivo de la salvación de las almas, con la falsedad

de una Paz Universal entre los hombres.