Acceso a Dios por la credibilidad en Cristo: apuntes desde la reflexión Zubiriana

En este ensayo, buscamos precisar sintéticamente las etapas en el pensamiento filosófico de

Xavier Zubiri, a fin de ver si desde esta perspectiva es posible justificar el acceso a Dios por la

credibilidad en Cristo, y el tipo de articulación entre Cristo y la vida humana.

Los apartados que conforman la estructura de este ensayo son: punto de partida; las etapas en el

pensamiento Zubiriano; conceptos fundamentales de inteligencia sentiente. Inteligencia y

realidad; el acceso a Dios por la credibilidad en Cristo.

1. Punto de partida

Para tratar de comprender el aporte de Xavier Zubiri en este tema, consideramos importante,

seguir a Pintor-Ramos en el esbozo que hace Zubiri para definir con precisión el término etapa.

De hecho esto es necesario, pues para dicho filósofo etapa no es un simple lapso de

acontecimientos al que ningún principio extrínseco impusiese delimitaciones. Por el contrario, la

etapa al tener una unidad intrínseca y significar la cualificación intrínseca de un lapso de

aconteceres fundados en una inspiración común, no excluye de modo absoluto posibles

diferencias en puntos concretos dentro de la misma etapa. (c/f RV: 32, 33)

En tal sentido es la inspiración común, la que permite al filósofo en la evolución de su

pensamiento enfocar el problema de manera diferente. Sin embargo, esto no significa que las

diferentes etapas por las que tenga que pasar su pensamiento se trate de <<filosofías

independientes y heterogéneas>> (RV: 34)

A continuación nos detenemos en las tres etapas del desarrollo del pensamiento Zubiriano.

2. Etapas en el pensamiento de Xavier Zubiri

2.1 Etapa fenomenológico-objetivista

Según Pintor-Ramos: la fenomenología fue el movimiento más importante que abrió un

campo propio al filosofar en cuanto tal. (RV: 36). Esta corriente filosófica tuvo una doble

función: aprehender el contenido de las cosas y abrir el libre espacio del filosofar frente a toda

servidumbre psicológica o científica. Para Zubiri la primera función tiene una inspiración propia,

dado que para la fenomenología <<las cosas eran correlato objetivo e ideal de la conciencia>>.

Ahora bien, tal inspiración responde a la sospecha que Zubiri tuvo sobre ello, pues dirá en (NHD:

13-14) <<las cosas no son meras objetividades sino cosas dotadas de su propia estructura>>.

Sin embargo, a pesar de las conclusiones a las que Zubiri llegue al final de esta etapa, el inicio de

la misma esta marcada por la influencia de las Investigaciones lógicas de Husserl. Se trata pues,

de una etapa que nuestro filósofo califica como fenomenológica-objetivista colocada al margen

de la disputa realismo-idealismo(c/f: 37-38). Ciertamente, de acuerdo a Pintor-Ramos: El propio

Zubiri dice que Husserl llega en sus Logisch Untersuchungen a un objetivismo puro, completado

con la idea de una fenomenología (RV: 38)

Bajo esta línea de argumentación podemos decir, que la fenomenología en orientación

objetivista constituye el punto de partida de la filosofía Zubiriana, contenida en los primeros

escritos que van de 1921 hasta 1928.

Hasta acá hemos hecho referencia a la procedencia de esta etapa y el desarrollo que tendrá en

Zubiri hasta llegar a la convicción que las sospechas que tenia desde el principio eran fundadas.

Pero no queremos cerrar los breves apuntes de esta etapa, sin recordar que el adversario de la

misma lo constituye el “idealismo.”

2.2 Etapa ontológica

Ante las dificultades intrínsecas que representa el objetivismo, Zubiri dará un salto a la

segunda etapa. Pero como dice Pintor-Ramos esta nueva etapa, no significa el abandono de los

temas tratados antes, sino una reorganización total de los problemas bajo un nuevo enfoque.

Tras asistir Zubiri a los cursos de Heidegger comprendió que el marco intelectual recorrido

por Husserl, y sobre el cual tuvo fundadas sospechas, no satisfacía las esperanzas que había

despertado con su gran obra de treinta años antes. En efecto, para el filósofo Vasco restringir el

objeto de la filosofía a las objetividades conscientes hacía imposible llegar a la estructura

entitativa de las cosas y diluía éstas en mero sentido objetivo. De ahí que Heidegger encarnaba el

desafío para sustituir ese hilo conductor, por la búsqueda de la estructura entitativa de las cosas

como verdad de lo real. Tal inspiración común llevará a Zubiri a replantear los problemas

filosóficos de la historicidad y precisamente la verdad en clave Heideggeriana, pero al estar

fundamentados estos problemas en la develación del ser Zubiri sospechará nuevamente que

Heidegger no ha dado solución a los problemas planteados. Ciertamente, Zubiri encontró

incompleto y unilateral el enfoque de Heidegger, y por eso bajo la utilización de refinados

recursos descubre en el término verdad no sólo el componente tradicional de su expresión como

ser de las cosas; tampoco sólo la radicalización heideggeriana de esta línea en la “patencia” de las

cosas. Al lado de ellos, hay un tercer componente que habla de “firmeza”, de “seguridad”, de

“confianza”. Estas dificultades intrínsecas le permitirán a Zubiri al final de esta etapa ver con

meridiana claridad la amplitud del problema. (c/f: 39 hasta la 46).

En esta etapa domina en los escritos de Zubiri hasta 1944 la influencia de Heidegger,

recalcando además Pintor-Ramos el alto valor como estímulos y sugerencias que tiene para

pensar por cuenta propia. Por último, diremos que el adversario en esta etapa para Zubiri es lo

que denominó ideísmo en contraposición al término “realidad” que resulta poco preciso. Ahora

bien llegado a esto punto, habría que preguntarse: existe una ruptura o mera sucesión entre

Husserl-Heidegger-Zubiri, de acuerdo a Pintor-Ramos no, lo que existe es una secuencia que

asume la transformación radical y total de enfocar cada uno de estos filósofos el problema

filosófico.

2.3 Etapa metafísica

De acuerdo a Pintor-Ramos en la tercera etapa tiene lugar el despliegue sistemático de la

madurez de Zubiri como filósofo. Y su procedencia puede formularse diciendo: que las cosas no

son originariamente ni objetividades ni entidades; son algo mucho más modesto y también más

rico: son realidad. (RV: 52) De acuerdo a ello, la realidad no es una cualidad oculta, sino lo más

originario de las cosas, y precisamente por ello la filosofía ya no será básicamente ontología, sino

que será metafísica.

La inspiración común de esta etapa comprende para Pintor-Ramos dos momentos: El primer

momentos al que denomina de maduración, que inicia en 1944 y dura hasta la publicación de

Sobre la esencia de 1962. Aquí también se publica Sobre el hombre, cuyo centro de análisis lo

constituye las formas de realidad y dentro de ella la realidad humana que acerca a Zubiri a una

teoría filosófica del hombre como centro de su pensamiento. El segundo momento llamado de

plena madurez, Zubiri afronta la tarea de una doctrina general de la realidad que va de 1962 y se

cierra con su muerte en septiembre de 1983. Acá el problema básico es <<la estructura de la

realidad>> y que Zubiri da un enfoque complementario, pues fija el acto de intelección, como

actualidad intelectiva de lo real, y analiza sus diversas modalidades (c/f: 53).

Por último hay que reconocer que en esta etapa se hace presente la originalidad de Zubiri al

abordar los problemas filosóficos que habían sido tratados por Husserl y Heidegger. Aclarando

que: A estas alturas, el adversario es una figura más amplia y que la propia filosofía de Zubiri va

denominar inteligencia concipiente, término forjado en clara contraposición semántica a

inteligencia sentiente. (VR: 55).

Conceptos fundamentales de la filosofía Zubiriana.

La unidad estructural y radical de inteligencia y realidad, desde al perspectiva de Zubiri, sólo

se comprenderá después de haber expuesto los conceptos que presentamos a continuación, y que

por cierto a nuestro juicio constituyen la base en el análisis del tema sobre el acceso a Dios por la

credibilidad en Cristo, según Zubiri.

Inteligencia sentiente

Para Zubiri lo que constituye el sentir y el inteligir, no es el ser acto de dos facultades distintas.

Se trata de un acto unitario con dos momentos (sentir e inteligir). Por otra parte, este acto unitario

no se trata de un acto de conciencia, de “darse cuenta”, se trata de “un darse de cuenta de algo

que está ya presente”. Ahora bien, <<este estar no está determinado por el darse cuenta>> (IRE:

21) La cuestión no está presente porque me doy cuenta, sino que me doy cuenta porque está ya

presente, la cosa real “quedando” en la intelección. De tal manera que para Zubiri la intelección

como acto no es formalmente intencional. Es un físico “estar” (IRE: 23). Ciertamente, la

intelección como sostiene el padre Gudiel no es un acto de una facultad ni una consciencia, sino

que es en sí misma un acto de aprehensión (LAFESXZ: 21)

Ahora bien, los modos de aprehensión sensible comprende: la aprehensión de estimulidad y la

aprehensión de realidad. Á que llama Zubiri estimulo a “la impresión que consiste en determinar

por afección el proceso de repuesta”. Hay que considerar, que el proceso de respuesta está

presente tanto en el hombre como en el animal, con la variante que para el primero ante la fuerza

de imposición de la realidad tiene que optar; al contrario el segundo no cuenta con el abanico de

posibilidades que le permita optar, pues su formalidad de estimulidad consiste en ser signo.

Por último, hay que decir que para Zubiri la realidad por ser trascendental rebasa el contenido,

pero desde dentro de la formalidad de realidad, es decir no se trata de un trascender hacia sino de

un trascender desde. Según este punto de vista, la trascendentalidad es algo que “se extiende

desde la formalidad de realidad de una cosa a la formalidad de realidad de toda otra cosa, <<la

trascendentalidad es comunicación>>.

La esencia de la realidad: la actualidad

Según Zubiri actualidad y actuidad son dos momentos distintos pero no separados. En efecto,

actuidad es el carácter de acto de una cosa real. Actualidad no es el carácter de acto, sino el

carácter de actual. Sin embargo, es necesario aclarar que en ambos momentos esta presente una

nota física. En este sentido tenemos