Centrales hidroeléctricas

7
Centrales Hidroeléctricas

Transcript of Centrales hidroeléctricas

Page 1: Centrales hidroeléctricas

Centrales Hidroeléctricas

Page 2: Centrales hidroeléctricas

En el caso de un río de llanura de gran caudal, se construye una represa de tal manera que se crea un lago artificial o embalse donde se acumula agua. Luego, el agua acumulada se libera, y entonces, la energía potencial que posee se transforma en energía cinética en el agua en movimiento, que hace girar unas turbinas conectadas a un generador eléctrico.

Proceso de generación de electricidad:

Page 3: Centrales hidroeléctricas

Centrales Hidroeléctricas

Binacionales

Page 4: Centrales hidroeléctricas

Por un lado, favorece la integración económica y política con nuestros vecinos, a través de la utilización conjunta de recursos naturales. Las represas permiten mejorar la navegabilidad de los ríos y ejecutar importantes obras de riego. En general, estas obras van acompañadas de la construcción de puentes y rutas internacionales y de nuevos asentamientos urbanos, y de mejoras en las comunicaciones de la zona. También fomentan el turismo, porque los espejos de agua pueden practicarse deportes náuticos y pesca.

Ventajas

Page 5: Centrales hidroeléctricas

Por otra parte, si bien la energía hidráulica es un recurso que no se agota, y cuyo proceso de transformación en electricidad no es contaminante, existe un gran impacto ambiental en las zonas donde se construyen las centrales hidráulicas. Los inmensos lagos artificiales que se crean a partir de la inundación de una zona de tierra firme producen graves alteraciones del clima regionales y del hábitat de muchas especies vegetales y animales.

Para construir la represa de Salto Grande, tuvieron que inundar la ciudad de la vieja Federación , debiendo trasladar sus habitantes a la Nueva Federación.

Desventajas

Page 6: Centrales hidroeléctricas

La represa Salto Grande y Yaciretá

Centrales hidroeléctricas más importantes de Argentina:

Page 7: Centrales hidroeléctricas

Editado:Franco Miret y David Delaloye