CENDUN Boletín N°11

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REVISTA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA FACULTAD DE MEDICINA DIRECCIÓN DE BIENESTAR DIRECCIÓN DE BIENESTAR UNIVERSITARIO PROGRAMA GESTIÓN DE PROYECTOS ISSN 2145-5783 BOLETÍN Nº 11

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Boletín número 11 de CENDUN (Comité de Estudiantes de Nutrición y Dietética de la Universidad Nacional de Colombia).

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REVISTA DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA

FACULTAD DE MEDICINA DIRECCIÓN DE BIENESTAR

DIRECCIÓN DE BIENESTAR UNIVERSITARIOPROGRAMA GESTIÓN DE PROYECTOS

ISSN 2145-5783BOLETÍN Nº 11

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REVISTA CENDUN ISSN 2145-5783

Rector Ignacio Mantilla

Vicerrector, Sede BogotáDiego Fernándo Hernández Lozada

Director de Bienestar Universitario SedeOscar Arturo Oliveros Garay

Coordinadora Programa Gestión de ProyectosElizabeth Moreno Domínguez

Coordinadora Grupos Estudiantiles de TrabajoAndrea Fandiño Cardona

Decano Facultad de MedicinaRaúl Esteban Sastre Cifuentes

Directora de Bienestar Facultad de MedicinaDoris Ramirez De Peña

Coordinadora Académica Departamento de NutriciónSonia Liliana Pertuz Cruz

FACULTAD DE MEDICINADIRECC IONES DE BIENESTAR

DIRECCIÓN DE BIENEST AR UNIVERSITARIOÁREA DE ACOMPAÑAMI ENTO INTEGRALPROGRAMA GESTIÓN DE PROYECTOS

COMITÉ EDITORIAL

Pregrado Nutriciòn y Dietetica Luz Adriana Aguirre SantafeGretchel Sanchez Arce Angelica Sagrawa Caro

Fotografía portadaAngelica Sagrawa

Corrección de estilo Albalucia del Pilar Gutiérrez

Diseño y DiagramaciónNikole Calderón Castañeda

Impresión Gracom Gráficas Comerciales

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIACra 45 No 26-85 Edificio Uriel GutiérrezSede Bogotáwww.unal.edu.coissuu.com/gestiondeproyectos

Derechos de Autor y Licencia de distribución:

Atribución – No Comercial. El material creado puede ser dis-

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CONTENIDO

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Editorial Dietoterapia: la solución no far-macológica a las adicciones tóxicas

Los principios de metabolismo y energía en el gasto energético

Relación entre las concentraciones de Homocisteína con los niveles de ácido Fólico y Cobalamina en adultos mayores

Selección de pa-rámetros básicos para el diseño de un modelo de ración alimentaria tipo ración de campaña para población co-lombiana en situa-ción de emergencia o desastre natural

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Estimadas y estimados lectores:

Para el Comité de Estudiantes de Nutrición y Dietética es un placer compartir con ustedes uno de nuestros proyectos insignias: el Bo-letín CENDUN, en su edición número 11°.

Luego de cerca de un año sin emitir algún tipo de publicación, este número del boletín CENDUN regresa renovado, con múltiples artí-culos de las diversas áreas de nuestra amada profesión, con miras a que las y los estudiantes de la carrera de Nutrición y Dietética, las y los egresados, y el público interesado, conozcan y aprehen-dan temáticas adicionales y/o complementarias a las establecidas dentro del plan de estudios de la Carrera.

De igual forma, CENDUN realiza un extenso mensaje de agrade-cimiento a la Profesora Sonia Liliana Pertuz Cruz (coordinadora curricular de la carrera de Nutrición Humana y docente guía del Proyecto CENDUN), a la Profesora Melier Vargas Zárate (directo-ra del Departamento de Nutrición y Alimentación Humana), a la Profesora Beatriz Mena Bejarano (ex directora de Bienestar de la Facultad de Medicina), a la Profesora Doris Amanda Ramírez de Peña (actual directora de Bienestar de la Facultad de Medicina), a la Facultad de Medicina y a la Dirección de Gestión de Proyectos de Bienestar Universitario por tornarse en personas y dependen-cias de sostén para nuestro grupo, cuya valiosa ayuda reflejada en las recomendaciones y sugerencias de carácter académico y

Editorial

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formativo, en el apoyo en lo que a recursos locativos, humanos y económicos se refiere, y lo más valioso, sus constantes muestras de motivación y soporte encaminadas a que el Boletín CENDUN y todas y cada una de las actividades realizadas por nuestro Grupo estudiantil sean un éxito.

Asimismo, la convocatoria realizada por el Comité de Estudiantes de Nutrición y Dietética de la Universidad Nacional (CENDUN) tuvo gran éxito. Durante cerca de un mes dicha convocatoria in-tentó hallar producciones editoriales de estudiantes de Nutrición y dietética, egresados nutricionistas – dietistas, docentes de la UN, y demás profesionales cuyas labores se relacionaran con la nu-trición y la alimentación de nuestra población. En esta undécima edición del boletín, nuestro preciado lector podrá encontrar los ar-tículos que voluntariamente sus autores presentaron a la convo-catoria en mención, estos fueron seleccionados por su pertinencia, interés para la formación académica y profesional y por la perte-nencia frente a CENDUN, la Carrera de Nutrición y el Alma Máter que nos congrega.

CENDUN quiere reiterar a sus lectores, el infinito agradecimiento por la paciencia y espera que tuvieron durante el lapso entre la úl-tima edición y el actual ejemplar; así como el deseo que toda una comunidad universitaria pone en un proyecto hecho por estudian-tes y para estudiantes.

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Dietoterapia: la solución no

farmacológica a las adicciones tóxicas

A nivel global, entes como la Organiza-ción Mundial de la Salud (OMS), la Orga-nización Panamericana de la Salud (OPS), entre muchas otras, han alertado a los gobiernos sobre las implicaciones nocivas del consumo de sustancias psicoactivas en la salud pública, redactando protoco-los y convenios para el tratamiento de las mismas, convenios a los cuales Colombia se ha suscrito, pero que no han resulta-do en políticas coherentes de prevención, diagnóstico y recuperación (1).

La Farmacodependencia (FDP), según el comité de expertos de la OMS en su últi-mo informe técnico, se define como “un estado psíquico y a veces físico causado por la interacción entre un organismo vivo y un fármaco. Esta se caracteriza por modi-ficaciones del comportamiento y por otras reacciones que comprenden siempre un impulso irreprimible a consumir un fár-maco que altere en alguna manera el nor-mal funcionamiento del sistema nervioso central en forma continua o periódica, con el fin de experimentar sus efectos psíqui-cos y, a veces, también evitar los efectos de su supresión”(2).

LUIS MIGUEL BECERRA GRANADOSNutricionista Dietista Egresado UN

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Desde hace ya un tiempo la farmacodepen-dencia se ha convertido en un problema de salud pública en Colombia, no solo por las consecuencias fisiológicas de la sustancia per se, sino también por las implicaciones tanto en lo que concierne al control sanita-rio, como a la prevención, el tratamiento y la rehabilitación (3). Aun en el siglo XXI, no se han dilucidado con claridad las causas determinantes que llevan al consumo com-pulsivo de sustancias toxicomanígenas. Al respecto, se puede hablar de factores de riesgo como la falta de educación, los pares negativos, la descomposición familiar, la su-gestión mediática, la ausencia de políticas adecuadas sobre promoción y prevención, entre otras; sin embargo la sociedad no ha comprendido con claridad que la farmaco-dependencia es el resultado de una con-ducta compulsiva que se va intensificando con el tiempo y en la que gradualmente, se va generando un estado de tolerancia.

La FDP afecta a las personas de dos mane-ras diferentes: la primera, es el efecto de la sustancia en sí, y la segunda, son los cam-bios negativos en el estilo de vida que el consumo de la misma produce, refiriéndo-se particularmente a los hábitos alimenta-rios en este caso. Estas dos variables son los

pilares de tratamiento del nutricionista-dietista en donde se deben relacionar la fisiopatología propia de la adicción y la consecuencia sociofamiliar y cultural que esta desencadena. Estas patologías son denominadas comorbilidades no psiquiátricas (4).

La relación que existe entre el consumo de sustancias psicoactivas y el estado nutricional, así como los cambios neuroendocrinos y fisiológicos que origina dicho consumo, son temas muy poco ex-plorados en Colombia, lo que es contradictorio con la lógica de la atención de una persona farmacodependiente, dado que el estado nutricional es uno de los principales puntos de deterioro durante el consumo y de vigilancia de eficacia a la hora de hablar de un proceso de desintoxicación o reeducación integral. Se ha estimado, según el Instituto para las Adicciones de España (IEA), que el trata-miento nutricional disminuye en un 60 % la recaída de una perso-na farmacodependiente (5).

La sustancia psicoactiva más usada en el mundo es la marihuana o cannabis (6). Deriva su nombre de la planta de donde se extrae. Sus dos variedades más comunes son la sátiva y la índica, cuya molécu-la activa se llama tetrahidro-6,6,9-timetil-3 pentil-6H-dibenzeno-[db]-piran-1-ol o Tetrahidrocanabinol (THC); molécula que atraviesa de manera fácil la barrera hematoencefálica. Se ha descrito que en el organismo existen receptores específicos para dicha molécula lla-mados receptores cannabinoides CB1 (SNC, corazón, hígado) y CB2 (amígdalas, bazo y leucocitos). El primero con acción eminentemen-te neuromoduladora; y el segundo, en relación a la regulación de la actividad inmunológica (7). Sus propiedades terapéuticas han sido ampliamente debatidas, ya que produce efectos anticonvulsivos, analgésicos, antiasmáticos y de disminución de la presión ocular.

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Una vez identificado el paciente con adicción al THC, el profesio-nal en nutrición debe considerar variables importantes antes de formular la dietoterapia de desintoxicación. El consumo de THC conlleva a importantes alteraciones en el organismo, las cuales se dividen en dos grandes tipos: las alteraciones funcionales y las alteraciones neuroendocrinas. Las primeras se caracterizan por la modificación de un proceso o fase normal de la alimentación (atrofia gástrica, xerostomía, periodos intermitentes de hiporexia e hiperfagia, alteraciones del patrón de sueño, ageusia, aumento de la lipogénesis de novo a nivel hepático) que irremediablemente llevarán al paciente a un estado de desnutrición. En estos casos, el nutricionista debe tomar consideraciones importantes como re-comendarle al paciente el aumento de productos sinergistas de los sabores como el ajo, romero, paprika y orégano, lo que mejora la palatabilidad y la fase cefálica de la alimentación; aumento en el número de tiempos de comida (6 o 7 al día), con restricción de grasas, para evitar los tiempos prolongados de vaciamiento gástri-co que da respuesta a la atrofia gástrica (disminución de la capa-cidad del estómago) y reduce la probabilidad de náuseas y emesis; aumentar el contenido de Zinc para activar el centro de saciedad y apetito situado en el hipotálamo, o suplementar con vitamina E exógena (450 UI cada 24 horas por 3 meses, según pruebas de función hepática). Finalmente, regular el nivel de serotonina con comidas altas en triptófano (leguminosas, huevo, frutos secos, cárnicos y lácteos).

Por otro lado, las alteraciones neurológicas y endocrinas afectan la producción y funcionamiento de enzimas, hormonas y neuro-transmisores como la dopamina y la serotonina (resistencia tisu-lar a la insulina, disminución de la testosterona, disminución de

la respuesta inflamatoria ante la infección (disminución de la liberación de citoqui-nas por el CB2), conllevando a la necesidad nutricional, tal como la implementación de dietas con restricción de carbohidratos sencillos para disminuir el coeficiente res-piratorio (RQ), así como la probabilidad de diabetes mellitus o esteatosis hepática no alcohólica y recaída, debido a que la proba-bilidad de recaída aumenta cuando se pre-senta hiper e hipoglucemias (8).

Es indispensable que el proceso de recu-peración de una adicción tóxica cuente con un profesional en nutrición y dieté-tica, ya que el consumo y abuso de dichas sustancias genera cambios, no solo físicos, sino conductuales (hábitos alimentarios). Estos cambios deben ser evaluados por un profesional idóneo quien calcula el tipo, cantidad, tiempo y mecánica de abuso de la sustancia y así, da respuesta a dichos cambios para disminuir la probabilidad de recaída y generar un proceso de recupe-ración integral basado en los procesos de alimentación y nutrición.

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BIBLIOGRAFÍA

O’Connor PG. Alcohol abuse and dependence. In: Goldman L, Ausiello D. Cecil Medicine. 23rd ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007:chap 31

OMS, XIV Informe de la OMS. Serie Informes Técnicos. Núm. 214. Ginebra, Suiza, 1969.

Min. Protección Social, ICBF. Guías de atención a la Farmacodependencia. Departamento de Salud Pública. Santafé de Bogotá, 2004: Cap. 1

Cárdenas ML. Intoxicación por opioides. Depar-tamento de Farmacología. Universidad Nacional de Colombia.Bogota.2008

Min. Sanidad, Política Social e Igualdad. Informe de Gestión 2009. España, 2009 Disponible en : http://www.aesed.com/image/Mo-nog_RevEspDrog.pdf, fecha de consulta: 26 Mayo de 2012

ONU. Oficina Mundial Contra la Droga y el Delito. Informe Mundial sobre las Drogas. Zurich.2010: Cap 2.

Cisneros Rivera C. Neurobiología de las Adicciones. Psiquiatriabiologica; 2002 Disponible en:http://www.psiquiatriabiologica.org.co/avan-ces/vol2/articulos/articulo5.pdf. Información obtenida de esta visita el 8 de Junio de 2012

Samet JH. Drug abuse and dependence. In: Goldman L, Ausiello D, eds. Cecil Medicine. 23rd ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007: chap 32.

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La historia de la Nutrición estuvo íntima-mente ligada a la evolución de los concep-tos de calor y energía. Durante el siglo XVIII, los trabajos de Lavoisier ayudaron a desa-rrollar los fundamentos de calorimetría. 1

En el siglo XIX, importantes investigadores aportaron al conocimiento en esta área: Dulong, demostró que la cantidad de calor producido se da por un proceso de combus-tión. Hess, realizó interpretación acerca de la cantidad de calor el cual no se modifica con el número de reacciones. Reiset, postu-ló que el cociente respiratorio dependía del alimento que se consumía, y Voit, cuantifi-có el nitrógeno en orina y excretas.

Sin embargo, la mayor interrelación entre la nutrición y la calorimetría fue demos-trada en los trabajos de Voit, Rubner y Ha-rris - Benedict entre los años 1890 y 1930.2

1 Sánchez MA. (2004), Historia de la nutrición. Tesis de mas-ter. Guatemala: Universidad de San Carlos de Guatemala. Disponible en: http://beceneslp.edu.mx/ANTOLOGIAS/PRI-MARIA/DFySprimaria/Materiales/Unidad%20A%202_DFyS-primaria/RecursosExtra/HistoriaNutrici%F3n.pdf 2 López MA, Valenzuela PE. Nueva fórmula para mejorar la estimación del gasto energético basal en adultos de chillán. Rev Chil Nutr Vol. 34(4), Dic 2007.

RAYMOND ARTURO YEPESNutricionista. Trabajo de Grado.

Carrera de Nutrición y Dietética. 2010SANDRA PATRICIA GUEVARA N.

Nutricionista. MSc. Nutrición Clínica. Docente. Departamento de Nutrición Humana

Los principios de metabolismo y

energía en el gasto energético

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Gracias a la aparición de la revolución in-dustrial y la máquina de vapor se dieron los primeros pasos para la medición del calor y sus escalas cuánticas. Durante el siglo XVII, los estudios de Isaac Newton representa-ron importantes avances para la aparición de las 2 primeras leyes de la termodinámica.

A principios del siglo XX, los trabajos que se adelantaron en el Instituto Carnegie por los investigadores Harris y Benedict, fueron la piedra angular para la determinación de la tasa metabólica basal (BMR) mediante la utilización de modelos matemáticos.3

La importancia del tema de balance ener-gético, definido como la relación que per-mite mantener el peso cuando el consumo de energía se compensa con el gasto ener-gético, no es una ecuación simple en razón a los factores que intervienen en los pro-cesos fisiológicos a partir de la ingesta de los alimentos que luego se digieren, se ab-sorben y metabolizan hasta producir el ATP que es la energía que se produce en el ciclo

3 Espinosa JJ, Vergara A, Landaeta DP. Calorimetría indirec-ta versus Harris-Benedict para determinar gasto energético basal en pacientes ventilados. Colegio Mayor del Rosario, 2012. Disponible en: http://repository.urosario.edu.co/bitstream/10336/3168/1/80037527-2012.pdf

de Krebs y es obtenida en fracciones de moles a partir de las molé-culas de carbohidratos, proteínas y grasas de alto peso molecular.4

Cuando los alimentos son ingeridos, inicialmente hay energía bru-ta que corresponde al 100% y al efectuarse la digestión, la energía digerible está entre el 91 y 99%. Por lo tanto, la energía no dige-rible está representada por las pérdidas en heces que es la dife-rencia entre 1-9%. Posteriormente, sigue el proceso de absorción, del cual una parte de energía se pierde en la orina; entonces, la energía metabolizable es la que es utilizada por el organismo y se evalúa como energía neta.

Los factores de Atwater corresponden a los valores del rendimien-to calórico de un gramo de carbohidrato, de proteína y de grasa obtenidos a partir de la determinación de la energía bruta, digeri-ble, metabolizable, y asimismo, las pérdidas. Ver tabla 1

El gasto energético total (GET) corresponde a los requerimientos de energía que es necesario suplir en las actividades propias del organismo; durante el sueño, lo que se gasta para realizar el des-plazamiento y ejercicio físico; a la energía indispensable para la utilización de los nutrientes luego que se ingieren; y a la que se debe adicionar, como un ajuste en procesos fisiológicos de ana-bolismo, como el crecimiento en los niños en el período de la gestación y de la lactancia.5 Además, a la energía que se requiere cuando el individuo está enfermo para compensar la respuesta del organismo o la reparación del daño.

4 Ibíd 35 Ibíd 3

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Nutriente Energía bruta

Kcal/g

Porcentaje absor-bido

(valores de At-water)

Energía digerible

Kcal/g

Perdidas urina-rias

Kcal/g

Energía me-tabolizable

Kcal/g

Factor Atwater

Almidón 4,2 99 4,1 - 4,1 4

Glucosa 3,7 99 3,6 - 3,6 4

Grasa 9,3 95 8,8 - 8,8 9

Proteína 5,4 95 5,0 1,2 3,8 4

Alcohol 7,1 100 7,1 Trazas 7,1 7

Para convertir en Kj: 1 Kcal = 4,18 Kj

Tabla 1: Rendimiento calórico

Fuente: Mataix J. Tratado de Nutrición y Alimentación. Océano. 2008

La tasa metabólica basal (TMB) es la cantidad de energía requeri-da para mantener las funciones vitales durante el período de sue-ño. Sin embargo, es bastante alto porque corresponde a más del 50% de las necesidades de energía de un individuo. Se mide luego de 10 a 12 horas de ingestión de alimentos.

Cuando las condiciones implican un mínimo ejercicio para despla-zamiento, luego de levantarse, el ayuno continúa y en condiciones de reposo físico, lo que se mide es el gasto energético en reposo (GER). En todos los individuos, el gasto energético en reposo no es constante, en razón a que se modifica por composición corporal,

tamaño corporal, edad, sexo, estado hor-monal, temperatura ambiental y consumo de estimulantes.

La medición del gasto energético se puede hacer por medio de calorimetría directa o cámara de Atwater, en la que el calor pro-ducido es absorbido por termosensores que registran el calor producido por el individuo. La exactitud del método es de 0,1%. Sin embargo, es de alto costo.

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Un método más sencillo es la calorime-tría indirecta y basa su principio en que los macronutrientes necesitan de oxígeno para ser oxidados, dando lugar a la pro-ducción de anhídrido carbónico, agua y calor. La cantidad de calor que produce la oxidación de un nutriente es proporcional al oxígeno consumido. La determinación del oxígeno empleado permite conocer el calor que produciría y, por tanto, el gasto energético asociado.6

Se obtiene igualmente el cociente respi-ratorio o relación producción de CO2/O2, o consumo de oxígeno, o la evaluación del sustrato que se metaboliza. Si el cociente es 1,0, se metabolizan carbohidratos; si es 0,8, se metabolizan proteínas; y si es 0,7, se metabolizan grasas. Esta medición tiene gran aplicación para modificar la dieta en los pacientes, de acuerdo a sus necesida-des y complicaciones.7

El calorímetro también permite evaluar el gasto durante el ejercicio, puesto que

6 Vargas M, Lancheros L, Barrera MP. Gasto energético en re-poso y composición corporal enAdultos. Rev Fac Med. ( 59) N 1 (Suplemento 1:1).2011.7 Ibid 6

es posible medir al individuo en bicicleta estática con conexión al equipo

Para concluir, el gasto energético está ligado al metabolismo de los macronutrientes proteínas, grasas y carbohidratos, los cuales son nutrientes que se oxidan hasta un producto final, para luego entrar a la célula y, por medio de reacciones, se obtiene energía representada en el ATP.

Entonces, lograr el equilibrio energético y modificar la dieta e in-cidir en el peso es bastante complejo por todos los procesos im-plicados y los factores que afectan el gasto energético. Lo anterior sin apartarse del rol de los genes y mediadores neuroendocrinos.

Este tema es de gran relevancia, a propósito de la adquisición del calorímetro Vmax 29c por parte de la Facultad de Medicina y administrado por el Departamento de Nutrición Humana lo que para el área de nutrición abre campos en docencia e investigación. El proyecto ha recibido apoyo económico de la DIB en la convoca-toria de primera y segunda corte de los semilleros de investiga-ción, en los años 2010 y 2011.

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BIBLIOGRAFÌA

Sánchez MA. (2004), Historia de la nutrición. Tesis de master. Guate-mala: Universidad de San Carlos de Guatemala. Disponible en: http://beceneslp.edu.mx/ANTOLOGIAS/PRIMARIA/DFySprimaria/Materiales/Unidad%20A%202_DFySprimaria/RecursosExtra/HistoriaNutrici%F3n.pdf

López MA, Valenzuela PE. Nueva fórmula para mejorar la estimación del gasto energético basal en adultos de chillán. Rev Chil Nutr Vol. 34(4), Dic 2007.

Espinosa JJ, Vergara A, Landaeta DP. Calorimetría indirecta versus Harris-Benedict para determinar gasto energético basal en pacientes venti-lados. Colegio Mayor del Rosario, 2012. Disponible en: http://reposi-tory.urosario.edu.co/bitstream/10336/3168/1/80037527-2012.pdf

Vargas M, Lancheros L, Barrera MP. Gasto energético en reposo y composi-ción corporal en adultos. Rev Fac Med. ( 59) N 1 (Suplemento 1:1).2011.

Cruz L. Principios de Bioenergética y Calorimetría Animal. Revista Científi-ca. 1997;21: 72-81

Mataix J, Martínez J. Gasto Energético.En: Mataix J. Tratado de Nutrición y Alimentación. España: Oceano /ergon ; 2008. p. 907-926

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INTRODUCCIÓN

La hiperhomocisteinemia es un trastorno que consiste en la elevación plasmáti-ca de los niveles de homocisteína. Dicho incremento es más frecuente en la po-blación de adultos mayores que en otros grupos etáreos.1

El Ácido fólico, la Vitamina B6 y la Vitami-na B12, participan como coenzimas o subs-tratos en el metabolismo de los aminoá-cidos metionina y homocisteína; por esto existe una fuerte relación entre los niveles plasmáticos de estas vitaminas y la con-centración de Homocisteína.

Actualmente, la hiperhomocisteinemia se ha considerado como un factor de riesgo para padecer enfermedades como ateros-clerosis, accidente cerebro vascular (ECV) e infarto agudo de miocardio (IAM).2

1 Varela-Moreiras G., Escudero J. M. y Alonso-Aperte E. Homo-cisteína, vitaminas relacionadas y estilos de vida en personas de edad avanzada: estudio SÉNECA. Nutrición Hospitalaria, 2007,22(3), Pág. 364.2 Rosini N, Rosini A, Mousse DM, Rovaris MdeL, Machado MJ. Presença de hiper-homocisteinemia em pacientes portado-res de três fatores de risco para doença cardiovascular: hi-pertensão, tabagismo e histórico familiar. Acta Bioquímica Clínica Latinoamérica 2007; 41 (2), Pág. 269.

CHRISTIAN CAMILO CUBILLOS ROMEROEstudiante de noveno semestre de Nutrición y Dietética

Relación entre las concentraciones de

homocisteína con los niveles de ácido fólico y cobalamina en adultos mayores

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En el caso de la hipermomocisteinemia de carácter nutricional, el tratamiento de este trastorno metabólico es de tipo dietético, a tra-vés del consumo de suplementos y productos ricos en ácido fólico, B12 y B6; es por ello que este asunto debe ser abordado adecuada-mente por los profesionales en Nutrición y Dietética.

Antes de hablar de la hiperhomocisteinemia, considero que se debe conocer qué es la Homocisteína y cuáles son sus principales carac-terísticas a nivel bioquímico.

La Homocisteína (Hcy) es un aminoácido sulfurado que se genera en casi todos los tejidos humanos. Es producto del metabolismo intermedio de la metionina, un aminoácido esencial encontrado en proteínas de origen animal y vegetal. 3

En lo que al metabolismo de la Homocisteína se refiere, la metioni-na, aminoácido esencial precursor de la Homocisteína, se obtiene a través de la dieta (especialmente de los productos de origen ani-mal) o del catabolismo de proteínas endógenas. La Metionina se transforma en Homocisteína mediante dos reacciones sucesivas.

Como bien lo expresa Varela-Moreiras y Cols.4, la hiperhomocis-teinemia está asociada con los niveles de ácido fólico, vitamina B12 y vitamina B6 o piridoxina: estas vitaminas intervienen como coenzimas o cofactores enzimáticos, por lo cual, si se presentan

3 Zacarías-Castillo R, Hernández-Rebollar A., Zajarias-Rabchinskey A., González-Bárcena D. Hi-perhomocisteinemia: Un nuevo factor de riesgo coronario. Gaceta Médica de México, 2001; 137(4): 339.4 Varela-Moreiras G., Escudero J. M. y Alonso-Aperte E. Op. Cit, Pág. 364

deficiencias de estos micronutrientes, se podrían presentar elevados niveles de Ho-mocisteína en plasma y generar, a la vez, múltiples enfermedades de tipo cerebro-vascular o vascular periférica, así como patología arteriocoronaria.5

Son múltiples las causas de hiperhomocis-teinemia, incluyendo factores de tipo de-mográfico, genético, de estilos de vida, etc. Entre estas patogenias encontramos las de origen genético y por deficiencias nutri-cionales; no obstante, para efectos de este escrito, nos enfocaremos en la última pato-genia, es decir, la de tipo nutricional.

Como se mencionaba previamente, el he-cho de presentar déficit individual o com-binado de 3 vitaminas del complejo B12 o Cianocobalamina, el ácido Fólico, y la B6 o Piridoxina, puede ser causa de hiperhomo-cisteinemia; esta idea es confirmada por Meléndez-Cabezas y Cols., quienes consi-deran el exceso de homocisteína y el déficit de las vitaminas previamente menciona-

5 Llorca Escuín I. La Hiperhomocisteinemia: nuevo marca-dor de riesgo vascular. Primer congreso virtual Iberoameri-cano de neurología. Sociedad Valenciana de neurología. Dis-ponible en: http://www.uninet.edu/neurocon/congreso-1/conferencias/h-general-5.html [Consultado: 14/12/2012]

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das, como ‘lógico’, debido a la participación de los cofactores derivados de estas vitami-nas en las dos principales vías metabólicas de la homocisteína.6

De hecho, en múltiples estudios se ha co-rroborado la anterior relación; tal y como lo plantean Selhub y Cols, quienes sugie-ren que los niveles séricos bajos de 1, o de las 3 vitaminas, son factores coadyuvan-tes en casi dos terceras partes de todos los casos de hiperhomocisteinemia en los adultos mayores.7

Y es que la población de la tercera edad pre-senta las concentraciones más elevadas de homocisteína al compararse con los demás grupos etáreos. Esta afirmación es consis-tente con los datos de Villaseca y Schneede, citados por Varela-Moreiras y cols, cuyos es-tudios han brindado rangos de la concen-tración de homocisteína más frecuentes según la edad.8

6 Menéndez Cabezas A. y Fernández-Britto Rodríguez J.E. Me-tabolismo de la homocisteína y su relación con la ateroscle-rosis. Rev Cubana Invest Biomed 1999;18 (3), Pág. 161.7 Selhub J, Jacques PF, Wilson PWF, Rush D, Rosenberg IH. Vi-tamin status and intake as primary determinants of homo-cysteinemia in an elderly population. JAMA 1993;270:2693-8.8 Schneede J., Refsum H., Ueland.PM. Biological and envi-ronmental determinants of plasma homocysteine. Semin

Grupo Etáreo1 Rangos de [ ] de Hcy.

Recién nacidos e Infancia 3-6μmol/l

Adolescentes 5-8 μmol/l

Adultos 5-13 μmol/l

Personas de edad >10 μmol/l

No obstante, en el estudio pionero llevado a cabo por Selhub y Cols, en 1993, en población correspondiente al Framingham Heart Study, y cuyo objetivo era determinar los niveles de folato en ancianos, arrojó que las concentraciones de esta vitamina pare-cían estar ‘adecuadas’. Sin embargo, algunos de estos exámenes aparentemente “normales” mostraban altas concentraciones de Homocisteína. Esto tiende a ser poco razonable debido a que, a mayores concentraciones de Folato y B12, se deberían presentar menores concentraciones de homocisteína. Es por ello que Vellas B.J. y Garry P.J, arguyen que se necesitan datos normativos más amplios sobre los niveles séricos de folato, vitamina B-12, homo-cisteína y otros metabolitos en los ancianos.9

Asimismo, estos dos autores consideran la relevancia de estos da-tos, ya que, a inicios de la década pasada, la Administración de Ali-mentos y Medicamentos de los Estados Unidos de América (FDA) indicó que se enriquecerían con folato las harinas y los granos

Thromb Hemost 2000; 26 (03): 263-80 9 Vellas B.J. y Garry P.J. Conocimientos actuales sobre Nutrición. Washington, D.C.: OPS e Insti-tuto Internacional de Ciencias de la Vida; 2001. p. 481.

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blancos.10 Y aunque el enriquecimiento con folato implica un ma-yor aporte en los alimentos, podría plantear un riesgo para los an-cianos puesto que la mayor prevalencia de deficiencia de vitamina B-12 es secundaria a ciertos problemas de absorción11 y otras carac-terísticas del envejecimiento como el deterioro de la función renal y la enfermedad renal crónica, en donde se elevan de 2 a 4 veces los niveles de Homocisteína, y la relación fármaco-nutriente con medicamentos como el metotrexate (droga anticancerígena que tiene potente acción inhibitoria de la folato reductasa), la fenitoí-na (anticonvulsivo que interfiere con el metabolismo del folato), y la teofilina que también puede causar hiperhomocisteinemia al interferir en la síntesis de piridoxal fosfato.12

Asimismo, se ha sugerido que el colestipol y el ácido nicotínico (drogas reductoras del nivel circulante de lípidos) pueden elevar los niveles plasmáticos de homocisteína por alteración de la ab-sorción de folato.13

Uno de los más importantes estudios en los que se han evaluado los niveles de homocisteína, de folato, de Vitamina B12 y Vitamina B6 en la población de ancianos, es el estudio SÉNECA (Survey in Europe on Nutrition andthe Elderly, a Concerted Action). En esta investigación se llega a la conclusión que la hiperhomocisteinemia en los adultos mayores se debe principalmente al estilo de vida de las personas, y que las concentraciones de homocisteína aumen-

10 Hine RJ. What practitioners need to know about folic acid. J Am Diet Assoc 1996;96:451–2 11 Vellas B.J. y Garry P.J. Op. Cit, pág. 481.12 Menéndez Cabezas A. y Fernández-Britto Rodríguez J.E. Metabolismo De La Homocisteína y su Relación con la Aterosclerosis. Rev Cubana Invest Biomed 1999;18(3):16013 IDEM. Loc Cit.

tan con el paso de los años. De la misma manera, concluyen que los posibles défi-cits nutricionales de vitaminas, muy fre-cuentes en esta franja de edad, se deban a menor ingesta, menor absorción intestinal y elevadas necesidades metabólicas.14

La recomendación actual (RDA) de ácido fólico es de 400 μg/día. Este aumento se debe, en su mayor parte, a los estudios rea-lizados sobre la homocisteína. Se eviden-ció que aquellas personas que consumían 200 μg/día de ácido fólico (la antigua RDA), mostraban altos niveles de homocis-teína en plasma, lo que no sucedía en per-sonas que ingerían una mayor cantidad.15 El consumo de 5 frutas o verduras por día deberían ser suficientes para aportar las cantidades necesarias de vitamina B6 y folato, y lograr así una reducción de los ni-veles de homocisteína.16

14 Varela-Moreiras G., Escudero J. M. y Alonso-Aperte E. Op. Cit, pág. 36515 Malinow MR, Bostom AG y Krauss RM. Homocysteine, Diet, and Cardiovascular Diseases. Circulation. 1999;99:178.16 Institute of Medicine. Dietary Reference Intakes for Thia-min, Riboflavin, Niacin, Vitamin B6, Folate, Vitamin B12, Pan-tothenic Acid, Biotin, and Choline. National Academy Press, Washington, DC; 1998. Pág. 272.

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Boletin Cendun

En contraposición al anterior estudio, en-contramos la posición de Varela-Moreiras y cols,17 quienes afirman que es difícil es-tablecer una ingesta recomendada de áci-do fólico en función de su capacidad para mantener normalizada la concentración de homocisteína. Es por ello que varios investigadores han sugerido que sería ne-cesaria una ingesta de al menos 350 μg/día de ácido fólico para mantener la con-centración plasmática de homocisteína ‘óptima’ y un suplemento por lo menos 650 μg/día para reducir concentraciones elevadas de este factor de riesgo potencial.

Debido a que el tratamiento de la Hiper-homocisteinemía es en parte de tipo nu-tricional y dietético, es fundamental para el profesional de Nutrición, el conocimien-to de los principales alimentos fuente de folato, cobalamina y piridoxina, con el fin de implementarlos y fomentar su consu-mo (dentro de una alimentación saluda-ble) por parte de las personas que tengan los niveles de homocisteína elevados y presenten riesgo, o simplemente por el hecho de prevenir esta afección.

17 Varela-Moreiras G., Escudero J. M. y Alonso-Aperte E. Op. Cit, pág. 365

Dentro de las fuentes de folato se encuentran el jugo de naranja, cereales listos para consumir (fortificados), espárragos, lechuga, brócoli, espinaca y huevos. La vitamina B6 puede ser obtenida de la carne roja, alimentos fortificados (cereales listos para consumir), banano, leche, atún, pollo y papa; mientras que la cianocobalamina se encuentra principalmente en la carne y cereales fortificados.

BIBLIOGRAFÍA

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Cárdenas ML. Intoxicación por opioides. Depar¬tamento de Farmacología. Universidad Nacional de Colombia.Bogota.2008

Min. Sanidad, Política Social e Igualdad. Informe de Gestión 2009. España, 2009 Disponible en : http://www.aesed.com/image/Mo-nog_RevEsp-Drog.pdf, fecha de consulta: 26

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20

RESUMEN

Cuando se busca el desarrollo de un mode-lo de ración alimentaria para un fin y uso específico, se deben definir de forma ade-cuada algunas características propias del tipo de ración alimentaria, como también de las características del grupo poblacional objetivo para dicho fin. Teniendo en cuenta lo anterior, a lo largo del presente escrito, se enumeran algunas de las características y factores más relevantes, y se presenta un breve análisis de su pertinencia.

CARACTERÍSTICAS DE LA RACIÓN ALIMENTARIA A SUMINISTRAR EN SITUACIONES DE EMERGENCIA O DESASTRE NATURAL

CARACTERÍSTICAS ALIMENTARIAS

Las características de los alimentos que componen la ración alimentaria pueden variar de acuerdo a la forma y tipo en que esta se suministra (Diagrama 2), tal como se describirá a continuación. Los alimentos se pueden presentar en dos formas de dis-tribución: la primera consiste en un paque-te alimentario cuyos alimentos deben ser preparados posteriormente (raciones secas

JOSE DAVID SIERRA LUGOEgresado Nutricionista Dietista

Selección de parámetros básicos

para el diseño de un modelo de ración

alimentaria tipo ración de campaña para población co-lombiana en situa-

ción de emergencia o desastre natural

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21

Boletin Cendun

o no cocidas); la segunda se refiere a los ali-mentos que están listos para consumo (ra-ciones preparadas o alimentación masiva)1.

Para el primero de los casos, al tratarse de alimentos que requieren preparación, di-cha ración de alimentos debe ser lo más simple posible: un alimento básico (ej. arroz, maíz o harina de trigo), una fuente “concentrada” de energía (aceite u otra gra-sa), y una fuente “concentrada” de proteína (ej. pescado seco o carnes enlatadas en ge-neral,). Según las sugerencias del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá -en adelante INCAP-, las raciones deben es-tar constituidas de un cereal o derivados de cereales, de consumo frecuente, como es el caso del maíz, el arroz, las pastas y harinas, de un alimento que sea fuente de energía como: aceite, manteca vegetal, azúcar o panela, y un alimento que sea fuente de proteínas, como carnes, leche, huevo, fríjol, mezclas vegetales u otras mezclas de alto valor nutritivo como es el caso de la bien-estarina, la cual hace parte de las raciones alimentarias de emergencia propuestas

1 Karlos Pérez de Armiño. Ayuda alimentaria: modalidades. Diccionario de acción humanitaria y cooperación al desarro-llo. Universidad del país Vasco. 2006.

en el 2010 por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF2. Algunos aspectos a tener en cuenta son, que aunque las legumi-nosas son una excelente fuente de proteína3, se debe recordar que no son de alto valor biológico, y además, es importante considerar las dificultades para su cocción; por otra parte, además de la ración básica, los grupos vulnerables (niños menores de 5 años, mujeres embarazadas, lactantes, y personas desnutridas) necesitan recibir un suplemento.

Adicional a los aspectos anteriores, se debe considerar que los ali-mentos deben ser parte del patrón alimentario de la población4 para que éstos cuenten con la mayor aceptabilidad5 y, que la canti-dad de alimentos en una ración depende del momento de la crisis y los recursos disponibles y el tipo de emergencia o desastre que se está afrontando.

La distribución en forma de raciones secas es preferible, siempre que las familias tengan espacio, utensilios y combustible para po-der prepararlas además permiten una distribución más descentra-lizada, reduciendo los desplazamientos y las filas de los beneficia-rios a la hora del consumo de alimentos, puesto que la distribución puede no ser diaria sino semanal; “al mismo tiempo, reduce un posible impacto negativo con alteración de las pautas culturales

2 Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF. Cecilia De la Fuente de Lleras. Dirección de Protección- Subdirección Restablecimiento de Derechos. Bogotá – Colombia. Raciones Alimen-tarias de Emergencia 2010.3 Organización Panamericana de la Salud OPS. Manejo de los alimentos en situaciones de emergencia. La Seguridad Alimentaria y Nutricional en Situaciones de Emergencia. Guías Téc-nicas para situaciones de desastres. 2004.4 9 Ibíd. P. 26.5 4 Ibíd. P. 4

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22

y sociales, al mantener las actividades de cocinar y de comer en el marco de la familia”6.

Por otra parte, las alimentos de las raciones listas para consumo, las cuales se ofrecen cuando la población no cuenta con las con-diciones para prepararlos, pueden ser de dos tipos: el primero, co-rresponde a los alimentos que se preparan en el lugar; es decir, un sistema de alimentación masiva en centros de alimentación a los que tienen que acudir los beneficiarios. Sin embargo, en ocasio-nes éstos no tienen por qué consumir las raciones in situ, sino que pueden llevárselas a su lugar de alojamiento, lo que puede reque-rir un gran esfuerzo a nivel logístico. Lo adecuado con este siste-ma es proporcionar dos comidas diarias7. La alimentación masiva resulta costosa en recursos, tanto humanos como materiales, ya que se requiere disponer de una cocina central, combustible, agua, equipamientos, medios de limpieza (aspecto de gran relevancia), así como personal capacitado y un adecuado soporte logístico. “Este tipo de alimentación debe verse como una medida que se ha de emplear durante un período de tiempo lo más breve posible, y por lo general resulta posible y deseable pasar pronto a la distribu-ción de raciones secas”8. El segundo tipo consiste en las raciones alimentarias tipo ración de campaña. Esta es definida, dentro de la normatividad nacional vigente (Norma técnica NTMD-0065-A4 “Ración de campaña lista para consumir”), como “un conjunto de

6 Ibíd. Karlos Pérez de Armiño. Ayuda alimentaria: modalidades. Diccionario de acción humani-taria y cooperación al desarrollo. Universidad del país Vasco. 2006.7 Ibíd. Karlos Pérez de Armiño. Ayuda alimentaria: modalidades. Diccionario de acción huma-nitaria y 8 Ibíd. Karlos Pérez de Armiño. Ayuda alimentaria: modalidades. Diccionario de acción huma-nitaria y

alimentos procesados no perecederos que se suministran a un hombre adulto y sano, para que en un periodo de 24 horas le pro-porcione en forma balanceada las calorías y los nutrientes que requiere para recupe-rar el desgaste físico sufrido por el esfuerzo y las inclemencias del tiempo cuando las circunstancias no permiten el suministro de la ración de alimento normal”9. Esta de-finición es limitada, dado que las raciones de campaña, en general, han sido creadas hasta la actualidad para un grupo objeti-vo exclusivo como las fuerzas militares y, aunque no está establecido el uso de estas raciones en situaciones de emergencia y desastre natural, estas sí pueden cumplir una función de alimentación, permitiendo, a su vez, un mayor control sobre el aporte nutricional y de calidad de los alimentos frente a las alternativas anteriormente mencionadas. En un sentido más amplio, estas raciones son productos listos para su consumo, elaborados a partir de diferen-tes insumos del sector agropecuario, con los cuales, al ser sometidos a tratamientos térmicos de esterilización y embalados en empaques especiales, flexibles y resisten-

9 Ministerio de Defensa Nacional. Norma Técnica NTMD-0065-A4 Ración de campaña lista para consumir. 2010.

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tes, se garantiza una larga vida, inocuidad y preservación hasta por un término de 2 años sin ser sometidos a ningún tipo de refrigeración. Igualmente se facilita su transporte, almacenamiento y consumo al ocupar poco peso y volumen.

Fuente: Gráfico construido por el autor del presente documento

Ración alimentaria para emergencias y desastres

Forma de suministro

Raciones secas o no cocidas Raciones de alimentos listos para consumo

Tipo de suministro

Raciones alimentarias tipo ración de campañaSistema de alimentación

masiva en centros de alimentación

Suministro de alimentos frescos y calientes en el lugar

Conjunto de alimentos procesados no perecederos y

listos para el consumo, sometidos a tratamientos térmicos de

esterilización y embalados en empaques especiales, flexibles

y resistentes

Incluye un alimento básico o cereal y derivados (ej. arroz, maíz, harina de

trigo, pasta), una fuente “concentrada” de energía. (aceite, manteca vegetal,

azúcar o panela) y una fuente “concentrada” de proteína (ej. pescado

seco o enlatados, carnes enlatadas, leche en polvo, huevo, frijol)

Tipo de suministro alimentario que se propone en el presente documento

Diagrama 2. Formas y tipos de suministro de las raciones alimentarias

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24

Algunas de las preparaciones comunes ofrecidas en estas raciones son: pollo a la jardinera, estofado de carne, garbanzos a la madrile-ña, goulash con verduras, tamal, sudado de papa y carne, macarrón con pollo, atún con verduras, fríjoles con salchicha, fríjoles con car-ne, envuelto de mazorca; productos de panadería de larga duración como: pan corriente, brownie, ponqué de vainilla, pan integral, pan de maíz, ponqué de queso, pan con ajonjolí, pan de fruta, ponqué de chocolate, galletas, pandeyucas, mantecadas, panetonne, almo-jábanas, pastel gloria, muffin de naranja, pandebonos y pastel de arequipe; también se incluyen otros alimentos energéticos que son alimentos en polvo que permiten la preparación de bebidas al realizar su dilución10.

CARACTERÍSTICAS NUTRICIONALES

Las características nutricionales de las raciones alimentarias a su-ministrar a la población afectada por una situación de emergen-cia o desastre natural, deben orientarse en las diferentes pautas previamente establecidas por las instituciones a nivel nacional e internacional relacionadas con el tema. Tal es el caso del Progra-ma Mundial de Alimentos PMA, La Organización Panamericana de la Salud OPS, La Organización Mundial de La Salud OMS, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ACNUR, el Comité Internacional de la Cruz Roja CICR, el Instituto Colombia-no de Bienestar Familiar ICBF, entre otros. Dichas instituciones han desarrollado las diferentes pautas, las cuales difieren en al-gunos factores como los valores finales que toman para planifi-

10 Iberoamericana de Alimentos y Servicios S.A. - Ibeaser S.A. Productos. Raciones De Cam-paña. 2011

car el aporte de calorías y nutrientes de la ayuda alimentaria.

Cada país cuenta con una distribución de-mográfica particular, lo que obedece a su desarrollo específico y de este, su evolu-ción demográfica propia, la cual es conoci-da a partir de la información que se repor-ta a través de los censos, lo que para el caso de Colombia, no es diferente. Al igual que el anterior, otros aspectos se deben consi-derar para poder definir el grupo objetivo de la presente propuesta, como lo son, la distribución geográfica de la población, la identificación de las amenazas a priori-zar a partir de factores como recurrencia, magnitud y potencial de afectación sobre la población, y por último, los factores que alteren el gasto energético en los indivi-duos, como es el caso actividad física y su alteración como consecuencia de afrontar una situación de emergencia o desastre.

Para la definición del grupo objetivo, se to-maron en cuenta diferentes factores y va-riables que se presentan en el diagrama 4.

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Boletin Cendun

Conjunto de variables tomadas en cuenta para la definición del grupo obejtivo

Factores determinantes

Distribución demográfica de la

población colombianaActividad física

Menores de 14 años: 30,7 %15 a 16 años: 63.0 %

Mayores de 65 años:6,3%

Distribución geográfica poblacional de Colombia según

proyección 2012 del DANE

Emergencias y desastres mas representativos en

Colombia

Por sexo Por grupos de edad

Integrantes por hogar

Cabecera: 75,9 %Resto: 24,1 %Total: 100 %

Según la afectación sobre las personas

Según registro histórico

Masculina: 49,0 %Femenina: 51,0 %

Porcentaje según número de integrantes por hogar en colombia

Promedio de integrantes por hogar en Colombia

según distribución geográfica

1 - 11,1 %2 - 15,2 %3 - 29,9 %4 - 20,6 %5 - 14,9 %6 - 8,3 %7 - 4,7 %8 - 2,5 %9 - 1,3 %10 - 1,5 %

Cabecera: 3,8 %Resto: 4,2 %

Total: 3,9

- Por la actividad fìsica aumentada- Debido a la temperatura ambiente (Tº < a 20ºC)

Por alteración del gasto energético de

los individuos

el mas representativo es: Inundación - mas de 10 millones de afectados (purpura) y casi 1 millon de daminificados (verde)

Por generación de daminificados y afectados

Diagrama 4. Variables por las cuales se define elgrupo objetivo.

Fuente: Diagrama elaborado por el autor del presente documento.

(Ver grafico 8 )

1. Inundación: 48%2. Deslizamiento: 21 %3. Vendaval: 12 %4. Incendio forestal: 5 %5. Incendio estructural: 4 %6. Av. torrencial: 3 %7. Sismo: 2 %8. Lluvias: 2 %9. Sequia: 1 %10. Colapso: 1 %11. Contaminación: 1 %

12.000.000

10.000.000

8.000.000

6.000.000

4.000.000

2.00.0000

Inu

nd

ació

n

Sism

o

Ven

dav

al

Av.

To

rren

cial

Del

izam

ien

to

Co

nta

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n

Ince

nd

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Seq

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Epid

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Exp

losi

ón

Co

lap

so e

stru

ctu

ral

Act

ivid

ad v

olc

ánic

a

Ince

nd

io fo

rest

al

Afectados Daminificados

el 66,7 % de los hogares colombianos tienen 4 o me-nos personas

Número de personas

0

5

10

15

20

25

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 y mas

11,1

15,2

19,9

20,6

14,9

8,3

4,7

2,5

1,3

1,5

25

20

15

10

5

0

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26

Los datos estadísticos presentados en el anterior diagrama fueron tomados de: Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. En busca de una sociedad igualitaria – cien años de evolu-ción social y económica (1908 - 2008). 2008, P. 97 a 104, DANE. In-formación estadística - ESTIMACIONES DE POBLACIÓN 1985-2005 Y PROYECCIONES DE POBLACIÓN 2005-2020 NACIONAL Y DEPAR-TAMENTAL DESAGREGADO POR ÁREA, SEXO Y GRUPOS QUINQUE-NALES DE EDAD, y Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres SNPAD. Documento País -DP 2010. Estado actual, pers-pectivas y prioridades para los preparativos ante desastres en Co-lombia. Documento final. Bogotá D.C., Agosto de 2010. P 63 – 65.

Los términos “Cabecera” y “Resto”, hacen referencia a “Cabecera municipal” y “área: rural disperso” respectivamente, y son definidos por el DANE mediante su glosario de Términos EEVV 2010 de la Di-rección de Censos y Demografía DCD, así: Cabecera municipal: Área geográfica definida por el perímetro urbano cuyos límites se esta-blecen por “Acuerdo” del Concejo Municipal, es donde se localiza la sede de la Alcaldía Municipal; y “área: rural disperso”: Corresponde al área rural y es aquella que está fuera del perímetro urbano de la cabecera municipal.

La variable sobre “temperatura ambiente” se presenta en el grafico anterior dada su importancia; pero no hace parte de la definición del grupo objetivo, dado que esta es considerada como un factor modifi-cador de la “cifra de planificación inicial de energía”, tal como se des-cribe en el numeral 3.2 del desarrollo de la propuesta.

Como se observa en el diagrama anterior (Diagrama 4), para la de-finición de grupo objetivo se tuvieron en cuenta diferentes varia-bles que hacen parte de los factores, demográfico, de distribución geográfica de la población, de la actividad física de los individuos y de emergencias y desastres. Con respecto al factor demográfico

se resalta que: no hay una diferencia signi-ficativa por sexo en la población, ya que la población femenina corresponde al 51,0% y la masculina al 49,0%11; otro factor de interés es la de conformación de la pobla-ción con respecto a los diferentes grupos etáreos, donde se encuentra que el grupo más representativo es el de 15 a 64 años, que representa el 63,0 % de la población colombiana; seguido a este se encuentra el grupo de menores de 14 años, representa-do por el 30,7 % de la población; y por últi-mo, se encuentra el grupo de mayores de 65 años, el cual corresponde solo al 6,3 % de la población12; en cuanto a la composición familiar o de hogar, de acuerdo al número de miembros que la conforman y su distri-bución geográfica, se encuentra que el pro-medio a nivel de las cabeceras municipales es de 3,8%; en el resto del territorio es de 4,2, y el promedio del total es de 3,9 inte-

11 Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. Censo 2005 – Perfil – Módulo de personas. Población por sexo.12 Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. En busca de una sociedad igualitaria – cien años de evolución social y económica (1908 - 2008). 2008. P. 101

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Boletin Cendun

grantes hogar13,14,, dato que concuerda con el porcentaje que representan respecto a la población total los hogares constituidos por diferente número de integrantes (dis-tribución demográfica de la población, por número de integrantes), donde los hogares de 4 integrantes son los de mayor porcen-taje en la población, tal como se observa en los datos listados a continuación (tabla 5). Adicionalmente, si se toma en considera-ción que el número de personas por hogar ha disminuido de manera constante du-rante los últimos 100 años -excepto entre 1951 y 1964 que coincide con la explosión demográfica-, y para los demás períodos, la tasa de variación es decreciente -mientras en 1905 en cada hogar colombiano vivían 7.3 personas, en el 2005 sólo 3.9 (Gráfico 5)-; no se considera necesario proponer para el grupo objetivo del presente estudio, un nú-mero de integrantes por hogar, mayor a 4.

13 Ibíd. 2. P. 103 Departamento Administrativo Nacional de Es-tadística DANE. En busca de una sociedad igualitaria – cien años de evolución social y económica (1908 - 2008). 2008. P. 10314 Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. Censo 2005 – Perfil – Módulo de Hogares. Promedio de personas por hogar.

Tabla 5. Número de personas por hogar en Colombia. 2005

Número de integrantes por

hogar

% de la población

Número de integrantes por

hogar

% de la población

1 11,1 % 6 8,3 %2 15,2 % 7 4,7 % 3 19,9 % 8 2,5 %4 20,6 % 9 1,3 %5 14,9 % 10 o más 1,5 %

Tomado de: Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. Censo 2005 – Perfil-Hogares según número de personas.

Gráfico 5. Número de personas por hogar. 1905 - 2005

Número Tasa de variación %

0

1

2

3

4

5

6

7

8

190

5

1912

1918

192

8

1938

1951

1964

1973

198

5

1993

200

5

8

7

6

5

4

3

2

1

0

10

5

0

-5

-10

-15

-20

Tomado de: Departa-mento Administrativo Nacional de Estadística DANE. En busca de una sociedad igualitaria – cien años de evolución social y económica (1908 - 2008). 2008. P. 103.

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De acuerdo a los datos anteriores, se encuentra que aproximada-mente el 66,7% de dichos hogares está conformado por 4 o me-nos personas, como se puede observar en el gráfico a continuación (gráfico 6), y que la composición de los diferentes hogares es en promedio de 3,9 personas según el Censo del DANE del 2005.

Gráfico 6. Porcentaje de hogares según número de personas 2005

Tomado de: Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. Boletín Censo general 2005.

Continuando con los factores inicialmente mencionados, se observa que en el CENSO del DANE del 2005, se encontró que, como se observa en la siguiente tabla, no solo la mayor cantidad de población se ubica sobre las cabeceras municipales, (tabla 6, gráfico 7), sino que la proyección de 2010 permite ver que ésta tiende a aumentar, reflejando así, el proceso de urbanización que ha sufrido Colombia en los últimos cien años15.

15 Ibíd. P. 104 Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. En busca de una sociedad igualitaria – cien años de evolución social y económica (1908 - 2008). 2008

Tabla 6. Distribución de la población por área. (Censo 2005 y proyección 2012)

Censo 2005Cabecera 31.504.022 de habitantes 76 %

Resto 9.964.362 de habitantes 24 %

Total 41.468.384 de habitantes 100 %

Proyección a 2012Cabecera 35.377.138 de habitantes 75,9 %

Resto 11.204.685 de habitantes 24,1 %

Total 46.581.823 de habitantes 100 %

Tomado de: Departamento Administrativo Nacional de Estadísti-ca DANE. Censo 2005 – Perfil – Hogares según número de personas.

Grafico 7. Distribución de la población por área. (Censos 1938 – 2005)

100

80

60

40

20

0

0

10

20

30

40

50

60

70

8019

38

1951

1964

1973

198

5

1993

200

5

Cabecera

Número de personas

0

5

10

15

20

25

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 y mas

11,1

15,2

19,9

20,6

14,9

8,3

4,7

2,5

1,3

1,5

25

20

15

10

5

0

Tomado de: Departamento Administrativo Nacional de Esta-dística DANE. En busca de una sociedad igualitaria – cien años de evolución social y económica (1908 - 2008). 2008. P. 104.

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tres SNPAD y el Inventario Histórico de desastres DesInventar, per-mite identificar las inundaciones, los deslizamientos y los venda-vales, como los eventos con mayor relevancia dado su alto registro histórico, con un 48, 21 y 12% respectivamente16 (Grafico 8); lo que significa que en conjunto representan más del 80% de las emer-gencias y desastres en Colombia, y por ende, se deben considerar como eventos de interés frente a las intervenciones a planificar, tal como lo muestra el Documento País DP 2010.

16 Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres SNPAD. Documento País -DP 2010. Estado actual, perspectivas y prioridades para los preparativos ante desastres en Colom-bia. Documento final. Bogotá D.C., Agosto de 2010. P. 64., 74.

1

2

3

1. Inundación: 48%2. Deslizamiento: 21 %3. Vendaval: 12 %4. Incendio forestal: 5 %5. Incendio estructural: 4 %6. Av. torrencial: 3 %7. Sismo: 2 %8. Lluvias: 2 %9. Sequia: 1 %10. Colapso: 1 %11. Contaminación: 1 %

4

5

67891011

Tomando en cuenta lo anterior y consi-derando que si bien, desde el punto de vista de la salud pública, los desastres solo toman esta connotación cuando hay personas afectadas, entonces las ayudas alimentarias aparentemente se debe-rían orientar hacia la población que se encuentra en las cabeceras municipales o las grandes ciudades (zonas con mayor concentración de la población). Sin embar-go, cabe resaltar que el objetivo de dichas ayudas alimentarias es la de garantizar la alimentación a aquellas personas que por motivos de las emergencias o desas-tres naturales, no tienen acceso a ningún tipo de alimento, independiente de su asentamiento geográfico, y en especial, si se encuentran en zonas alejadas de difícil acceso o, que por las condiciones ambien-tales propias del evento adverso presente, se imposibilite disponer de alimentación en centros de distribución o en forma de raciones alimentarias crudas.

Con respecto a las variables tomadas en cuenta en relación a las emergencias y de-sastres más representativos en Colombia, el análisis histórico de amenazas median-te las bases de datos del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desas-

Tomado de: Sistema Na-cional para la Prevención y Atención de Desastres SNPAD. Documento País -DP 2010. Estado actual, perspectivas y prioridades para los preparativos ante desastres en Colombia. Documento final. Bogotá D.C., Agosto de 2010. P. 64.

Grafico 8. Distribución de los diferentes tipos de eventos registrados entre 1989 y 2009 (recurrencia)

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Continuando, se toma en cuenta el efec-to que tienen las emergencias y desastres sobre las personas en cuanto al número de damnificados y/o afectados generados por cada tipo de evento, donde se puede confirmar la importancia de amenazas como las inundaciones, con la mayor ge-neración de damnificados y/o afectados, así como los deslizamientos; también se observa otro tipo de eventos de alta recu-rrencia y afectación como los vendavales, y la sequía17 (Grafico 9).

Cabe aclarar que en cuanto a los damnifi-cados y afectados, los eventos que toman gran relevancia para la definición del gru-po objetivo en la presente propuesta, son las inundaciones, deslizamientos, sequias y sismos. Los primeros tres, por su afecta-ción directa sobre los cultivos, fuentes de alimentos, sistemas de transporte, entre otros; mientras que en el caso de los sismos, se debe básicamente por el daño que estos generan sobre las vías y la consecuente di-ficultad en el transporte de los alimentos a las poblaciones.

17 Ibíd. P. 77. Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres SNPAD. Documento País -DP 2010. Estado actual, perspectivas y prioridades para los preparativos ante desastres en Colombia. Documento final. Bogotá D.C., Agosto de 2010. P. 77.

Grafico 9. Generación de damnificados y afectados por los diferentes tipos de eventos

Tomado de: Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres SNPAD. Documento País -DP 2010. Estado actual, perspectivas y prioridades para los preparativos ante desastres en Colombia. Documento final. Bogotá D.C., Agosto de 2010. P. 65.

Por último, y con respecto a la variable de actividad física, esta es de gran importancia, ya que, como el nivel de actividad física afecta el gasto de energía, entonces en situaciones en que la población afec-tada se dedica a trabajos moderados o fuertes, se debe considerar un aumento en la ración alimentaria. Con respecto a los roles que desempeñaría cada individuo ante una emergencia o desastre na-tural, se resalta que el hombre adulto y adolescente masculino, son quienes desarrollan las actividades de mayor exigencia física. Dentro de las cargas de trabajo moderado o fuerte se incluyen por ejemplo, cuando una población debe caminar una distancia larga

12.000.000

10.000.000

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Afectados Daminificados

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para recoger leña o agua, o la construcción de viviendas18.

La descripción general y clasificación del es-tilo de vida con relación a la intensidad de la actividad física habitual o PAL, se presen-ta en la Tabla 7 (Anexos). A partir de dicha clasificación, se adoptan los valores de PAL para los integrantes del grupo objetivo, de acuerdo al rol que normalmente desempe-ña cada individuo durante las emergencias o desastre natural y según la edad y género, tal como se presenta a continuación: 1. Hombre adulto: actividad física fuerte 2. Mujer adulta: actividad física moderada 3. Adolescente hombre o mujer: actividad física fuerte 4. Escolar hombre o mujer: actividad física moderada

METODOLOGÍA DE AJUSTE A LOS DA-TOS DEL GRUPO OBJETIVO

Para la formulación del grupo objetivo se si-guieron una serie de pasos que permitieron reunir la información correspondiente a las di-

18 Food and nutrition needs in emergencies. Geneva: United Nations High Commissioner for Refugees, United Nations Children’s Fund, World Food Programme, World Health Or-ganization, 2002.

ferentes variables antes mencionadas y ajustarlas a los valores más ade-cuados que faciliten el cálculo de las recomendaciones de energía y nu-trientes para la población objetivo, tal como se describirá a continuación:

Los grupos etáreos y número de integrantes por familia u hogar que se concretaron en el numeral anterior, corresponden a la revisión de la información estadística demográfica reportada por el DANE me-diante el CENSO de 2005 y las proyecciones realizados al año 2012; dicha información presenta a la población colombiana distribuida en tres grupos etáreos con sus respectivos porcentajes respecto a la población total, presentados a continuación (Tabla 8). Dichos gru-pos etáreos corresponden a información demográfica y no, a etapas de desarrollo biológico.

Tabla 8. Distribución de la población por grupos etáreos. (Censo 2005 y proyección 2012)

Censo 2005

Grupo etáreo Número de habitantes % de la población total

≤ 14 años 12.743.820 de habitantes 30,7 %

15 a 64 años 26.107.354 de habitantes 63,0 %

≥ 65 años 2.617.210 de habitantes 6,3 %

Proyección a 2012

Grupo etáreo Número de habitantes % de la población total

≤ 14 años 12.922.990 de habitantes 27,7 %

15 a 64 años 30.399.287 de habitantes 65,3 %

≥ 65 años 3.259.546 de habitantes 7,0 %

Fuente: Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. CENSO 2005 y Estimacio-nes de población 1985-2005  y proyecciones de población 2005-2020 nacional y departamental desagregado por área, sexo y grupos quinquenales de edad. Los porcentajes por grupo etáreo para 2012 son calculados por el autor del presente documento.

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De las diferentes “Categorías por periodos de la vida y grupos de edad” definidas por el comité FNB:IOM (Food and Nutrition Board – Comité de Alimentación y Nutrición, Institute of Medidicine), y acogidas por Colombia por su homogeneidad en las caracterís-ticas biológicas, por la edad de inicio de escolaridad, por la edad de maduración sexual y la esperanza de vida al nacer, listadas a continuación (Tabla 9), y tomando en cuenta los tres grupos por edad presentados anteriormente (Tabla 8), se han agrupado en tres grupos etáreos que facilitaran el cálculo de recomendaciones nutricionales, estos son: de 0 a 17 años (lactantes, preescolares, escolares, y adolescentes), de 18 a 64 años (adultos) y ≥ 65 años (adultos mayores) (Tabla 10).

Tabla 9. Periodos de vida para la población colombiana

Periodos de la vida Grupos de edad Periodos de la

vida Grupos de edad

Lactantes0-6 meses Adultos jóvenes 19-30 años

7-12 meses Adultos en edad media 31-50 años

Preescolares 1-3 años Adultos mayores

51-70 añosEscolares 4-8 años > 70 años

Pubertad y adolescencia

9-13 añosGestación y

lactancia

14-18 años

19-30 años14-18 años

31-50 años

Tomado de: Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF. Recomendaciones de Ingesta de Energía y Nutrientes para la Población Colombiana RIEN. 2009. P. 20 – 21.

Tabla 10. Distribución de la población por grupos etáreos propuestos.

Censo 2005

0 a 17 años 15.184.331 de habitantes 36,6 %

18 a 64 años 23.666.843 de habitantes 57,1 %

≥ 65 años 2.617.210 de habitantes 6,3 %

Proyección a 2012

0 a 17 años 15.575.731 de habitantes 33,4 %

18 a 64 años * *≥ 65 años * *

Fuente: Datos calculados a partir de la información Estadís-tica del CENSO 2005 del DANE y proyecciones de población 2005-2020 nacional.

*El número de habitantes y porcentaje correspondiente, para los grupos etáreos propuestos, no se han podido calcular para los grupos de 18 a 64 y ≥ a 65 años para la proyección 2012. Para dicha proyección solo se cuenta con datos poblacionales por edades simples entre los 0 y 26 años.

De estos grupos, se decide descartar el gru-po de adultos mayores (≥ 65 años) porque representan un porcentaje bajo de la po-blación general y, porque en cuanto a sus

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Boletin Cendun

requerimientos nutricionales y los aportes que tendrán las raciones alimentarias pro-puestas, estos serán cubiertos por los calcu-lados para el grupo de adultos (18 a 64 años).

De acuerdo a lo anterior y retomando la va-riable del número de integrantes por hogar, donde se expuso que la familia u hogar promedio consta de cuatro integrantes, se toman los grupos etáreos seleccionados y se distribuyen, de tal manera que representen a dichos cuatro integrantes.

Cabe resaltar que, si bien el grupo de 18 a 64 años casi duplica la población de 0 a 17 años, se seleccionan dos individuos de cada rango de edad, a fin de contemplar de forma equitativa las recomendaciones de energía y nutrientes específicos para cada grupo y, posteriormente, los alimentos más

adecuados para cada rango de edad. Tomando en cuenta lo anterior y las variables de distribución demográfica por género y actividad física, para el grupo de 18 a 64 años se seleccionan dos individuos, hombre y mujer, el primero con una actividad física fuerte y el se-gundo, con actividad física moderada, de acuerdo a lo expresado en numeral anterior sobre la variable de actividad física.

Para el grupo de 0 a 17 años se plantearon diferentes opciones que representarían a los dos integrantes del grupo objetivo faltantes por definir; para este caso, no se seleccionaron individuos hombre y mujer de entre 0 y 17 años como en el caso anterior puesto que los requerimientos de calorías y nutrientes son muy variados en las di-ferentes edades de dicho rango de edad. Para este caso, se conside-raron tres subgrupos (Tabla 11) a fin de evaluar su representatividad en porcentaje frente al total de la población colombiana de 0 a 17 años, y el promedio de requerimiento de energía para cada subgru-po de edad de ambos sexos; todo esto para seleccionar, a partir de estos subgrupos, los dos individuos faltantes del grupo objetivo.

Censo 2005 Subgrupos de edad propuestos

Grupo etáreo% de la

población total

subgrupo etáreo % de la población de 0 a 17 años

Promedio de requerimientos de

energía para ambos sexos

0 a 17 años 36,6 %Lactante y preescolar de 0 a 5 años 12,0 % 1.102 Kcal/día

Escolar de 6 a 11 años 12,5 % 1.854 Kcal/díaAdolescente de 12 a 17 años 12,1 % 3.146 Kcal/día

Tabla 11. Subgrupos etáreos propuestos para la selección de los dos integrantes del grupo objeti-vo entre 0 y 17 años.

Fuente: Datos calculados a partir de la información Estadística del CENSO 2005 del DANE y clasificación propuesta por el autor del presente documento

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De los anteriores subgrupos propuestos, se seleccionaron los de mayor requerimiento; con dichos valores se dará cubrimiento de calorías y nutrientes al grupo de menor rango de edad. Lo anterior se expondrá de forma más amplia en el numeral 3 sobre la defini-ción de calorías y nutrientes. Para el subgrupo de 12 a 17 años, se definió una actividad física fuerte para el grupo masculino y mo-derada para el grupo femenino; sus respectivos valores fueron pro-mediados. De igual manera se procedió para el caso del grupo de preescolares, pero contemplando una actividad física moderada.

De acuerdo a todo lo anteriormente expuesto, los diferentes inte-grantes definidos para el grupo objetivo son los siguientes:

1. Hombre adulto de 18 a 64 años con actividad física fuerte 2. Mujer adulta de 18 a 64 años con actividad física moderada 3. Adolescente hombre o mejer de entre 12 a 17 años con actividad física fuerte

Escolar hombre o mujer de entre 6 a 11 años con actividad física moderada.

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Departamento Administrativo Nacional de Es-tadística DANE. En busca de una sociedad igualitaria – cien años de evolución social y económica (1908 - 2008). 2008. P. 101

Ibíd. 2. P. 103 Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. En busca de una sociedad igualitaria – cien años de evolución social y económica (1908 - 2008). 2008. P. 103

Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE. Censo 2005 – Perfil – Módulo de Hogares. Promedio de perso-nas por hogar.

Ibíd. P. 104 Departamento Administrativo Nacio-nal de Estadística DANE. En busca de una sociedad igualitaria – cien años de evolu-ción social y económica (1908 - 2008). 2008

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Ibíd. . Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres SNPAD. Documento País -DP 2010. Estado actual, perspectivas y prioridades para los preparativos ante desastres en Colombia. Documento final. Bogotá D.C., Agosto de 2010. P. 77.

Food and nutrition needs in emergencies. Geneva: United Nations High Commissioner for Refugees, United Nations Children’s Fund, World Food Programme, World Health Organization, 2002.

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Esta publicación se termino de impri-mir en los talleres gráficos de GRACOM

Graficas Comerciales en el mes de Septiembre de 2013. Se diagramo en las

tipografías The Sans y Museo

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FACULTAD DE MEDICINA DIRECCIÓN DE BIENESTAR

DIRECCIÓN DE BIENESTAR UNIVERSITARIOPROGRAMA GESTIÓN DE PROYECTOS