Cementerio Estocolmo

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Texto crítico escrito por el arquitecto Carlos Candía, donde se analiza el proyecto del cementerio de estocolmo y las edificaciones que lo componen, realizado por los arquitectos Sigur Lewerent y Gunnar Asplund, en Estocolmo, Suecia.

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  • Planta del complejo del cementerio. AA VV. Asplund. Editorial GG, Barcelona, 1988.

  • Paisaje del complejo del cementerio

  • UN BOSQUE, TRES CAPILLASTexto: Carlos Candia

    El XIX es el siglo del idealismo en Suecia. El ms importante de todos los filsofos idealistas suecos fue Chris-topher Jacob Bostrm (1797-1866), quin definira su filosofa como idealismo racional. El punto de partida de toda filosofa deba ser, segn Bostrm, el mundo dado a la experiencia.1 *

    A fines del siglo XVIII comienzan a aplicarse en Europa polticas sanitarias producto de la naciente nocin de higiene. Estas polticas dan origen, entre otras cosas, a los cementerios modernos. Las necrpolis, hasta ese momento dominio casi exclusivo de la Iglesia, se trasladan a las afueras de las grandes ciudades con el objeto de alejar a los vivos de los muertos; y es el Estado, reemplazando a la Iglesia, quien asume la administracin de estos espacios. Para el Pueblo aparece la tumba individual en lugar de la fosa comn, no como una seal de respeto hacia los muertos, sino para que el Estado mantenga el orden y controle las cuestiones higinicas. No solo los difuntos notables (nobles, sacerdotes, militares, burgueses), destinatarios de tumbas individuales y mausoleos grandilocuentes, merecen su descanso en estos sitios, sino que todo Ciudadano tiene su lugar en los nuevos cementerios. En la segunda mitad del siglo XIX, Estocolmo ya insinuaba su condicin de metrpolis. Su poblacin se tripli-c en menos de un siglo y su situacin sanitaria era deplorable hacia fines del 1890. En este marco se entiende la necesidad de alejar los cementerios del centro de la ciudad.

    Es as como en 1915 se lanza un concurso para proyectar un cementerio en Enskede, un extenso bosque na-tural al sur de la ciudad. Dos jvenes arquitectos suecos, Eric Gunnar Asplund y Sigurd Lewerentz, lo ganan proponiendo conservar la foresta existente superponindole un sistema de caminos y senderos que vinculan varios puntos singulares.

    EL ARBOL, EL AGUA, LA MONTAA.

    Los autores indagan en las tradiciones escandinavas y cristianas logrando una ajustada sntesis entre ambas. Para ello trabajan con elementos que tienen connotaciones simblicas para las ambas: el rbol, el agua y la montaa.

    El bosque como espacio sagrado, lugar de rituales, ofrendas y sacrificios, se vincula con los diversos signi-ficados que toma la figura del rbol: es el nexo entre el mundo subterrneo, la tierra y el cielo (el mundo de los muertos, el mundo del hombre, el mundo de los dioses) tanto en la mitologa escandinava como en la judeo-cristiana y es referente inmediato de la cruz de Cristo (el madero) para el cristianismo. Llamado Ygg-drasil por los antiguos pueblos nrdicos, el rbol csmico es un fresno que hunde sus races hasta el centro de la tierra, donde se encuentra el infierno; y alza sus ramas hasta el mismsimo cielo, cubriendo el Palacio de los Dioses, cerca del Valhalla. Por otro lado, el rbol de la vida es un smbolo frecuente en el arte romnico y es nombrado en el Zohar hebreo, donde se dice que se extiende desde lo alto hacia abajo y el sol lo ilumina enteramente. Por ltimo, de un rbol se desprende el fruto (el conocimiento) que provoc la cada del Paraso de Adn y Eva en el Antiguo Testamento. Debido a su condicin de elemento vertical, se lo asocia a la escalera o a la montaa; incluso esta caracterstica lo vincula a la idea de eje del mundo. Del rbol se desprende la columna, que tiene un protago-nismo central en algunos de los edificios ms caractersticos del Cementerio.

    El agua aparece como dadora de vida en las leyendas nrdicas y como medio de purificacin e iniciacin a los misterios de la fe en el bautismo cristiano. El bautismo est simblicamente asociado a la muerte, la vida, el entierro y a la resurreccin, segn San Juan Crisstomo. En contraposicin al carcter masculino (vertical - flico) del rbol, el agua, asociada a las superficies horizontales, se vincula con la figura de la mujer y por ello, con el origen de la vida. Tambin, debido a sus cambios estacionales, es seal del paso del tiempo. 1 * FLORES MORADOR, Fernando, El pas de los rascacielos sociales, Suecia 1930-1960, Departamento de Ciencias de la Cultura, Historia de las Ideas, Universidad de Lund, 2005.

  • Colina y campo arado cerca de Dresden. C. D. Friederich. 1824. Kunsthalle de Hamburgo, Alemania.

    La Arboleda del Recuerdo

  • En las culturas ms antiguas la montaa aparece como lugar doblemente sagrado: su base como sitio de ente-rramiento y su cima como lugar donde erigir los templos que haran las veces de nexo entre el Hombre y sus Dioses. Las montaas han sido desde tiempos remotos lugares de culto: desde los espacios sagrados en culturas ms primitivas a la morada de los Dioses en la Grecia clsica (el monte Olimpo, la Acrpolis de Atenas). Las pirmides en Egipto y en Centroamrica, los zigurats en Mesopotamia y las stupas indias, son montaas arti-ficiales para acercarse a los dioses. En este mismo sentido, las tumbas bajo colinas artificiales (tmulos) tienen una larga tradicin en las culturas germanas.

    EL BOSQUE

    el bosque ocupa un lugar muy caracterizado, apareciendo con gran frecuencia en mitos, leyendas y cuentos folklricos () Como lugar donde florece abundante la vida vegetal, no dominada ni cultivada, y que oculta la luz del sol, resulta potencia contrapuesta a este y smbolo de la tierra () lo cual explica que los bosques fueran los primeros lugares consagrados al culto de los dioses 2**

    Por qu un cementerio en un bosque? En Escandinavia, la arquitectura de las primeras tres dcadas del siglo XX estuvo dominada por dos tenden-cias: el Neoclasicismo Escandinavo (sobre todo desde 1918) y el Nacionalismo Romntico (desde principios de siglo hasta finales de la dcada del 10), equivalente austero y nrdico de los modernismos nacionales finise-culares como el Modernisme cataln, el Art Noveau o la Sezession vienesa. Al igual que estos, el Nacionalismo Romntico fue un movimiento que abarc muchas de las manifestaciones artsticas, fue antiacadmico y exalt los valores nacionales por sobre los universales, haciendo un rescate del pasado mtico sueco. En este contex-to, el proyecto del cementerio es afn al Nacionalismo Romntico, pero las capillas, algo posteriores, son ms cercanas al Neoclasicismo.

    En Estocolmo muchas de las reas verdes urbanas son bosques naturales, a diferencia de los elaborados parque y jardines italianos o franceses, regidos por la geometra; y de los parques ingleses, engaosamente naturales pero cuidadosamente planificados. Como Suecia se urbaniz tarde en relacin con otros pases europeos, su cultura estaba ms cercana a las tradiciones rurales que a las urbanas. En este sentido, no hay que olvidar la existencia desde la edad media del llamado derecho a disfrutar de la naturaleza (allemansrtten), an cuando sta este sometida al rgimen de propiedad privada. Este derecho, que est en sintona con la nocin de parque que tienen los suecos, fue hecho ley en la segunda mitad del siglo XX y consiste bsicamente en el derecho a transitar libremente por la Naturaleza, atravesar e incluso pernoctar en espacios abiertos de carcter privado, siempre y cuando se respeten las personas, la fauna y la flora.

    EL BOSQUE

    En el cementerio las lpidas surgen de la tierra, rodeadas de rboles. Aqu es tradicin cremar los cuerpos y enterrar las cenizas, por ello los cementerios cuentan con crematorios y con capillas mortuorias que sirven a los ritos de pasaje a la otra vida. En estos ritos est presente la creencia del regreso a la naturaleza, del cuerpo que vuelve a la madre tierra y a travs de ella, a los rboles, vnculo con el Cielo.Entonces, el proyecto tena un sentido de relato, de narracin, pautado por los senderos y por los focos: los jardines y las capillas; de este modo, el recorrido se convierte en una forma de conocimiento. Dijo Jorge Luis Borges***3 que en los libros sagrados todo tiene un sentido preciso, que cada letra, cada palabra, ocupa un lu-gar que condiciona distintas interpretaciones para los iniciados. Este proyecto funciona como aquellos libros donde cada elemento tiene un significado determinado. La posicin de cada elemento no es casual, si no que forman parte de un meta relato que da coherencia y unidad a todo el conjunto.

    2 CIRLOT, Juan Eduardo, Diccionario de Smbolos. , 9 Edicin, Editorial Labor, Barcelona, 1992, pp. 102.3 BORGES, Jose Luis, Borges oral. Conferencias en Buenos Aires. Emece Editores, Buenos Aires, 1979.

  • Capilla del BosqueAA VV. Asplund. Editorial GG, Barcelona, 1988.

  • LA CONSTRUCCIN DE UN PAISAJE CULTURAL

    A lo largo de varias dcadas ambos arquitectos se ocupan de desarrollar distintas partes de un proyecto por lo dems extenso. Si bien ambos actuaron en el planteo general de la propuesta, fue Lewerentz fue quien se encarg del desarrollo del paisaje. Al Cementerio se ingresa por una calle recta entre dos muros de piedra. En uno de esos muros, un nicho por-ticado neoclsico (obra de Lewerentz de principios del 30) deja fluir entre las rocas un pequeo hilo de agua como smbolo de la vida. El agua humedece las rocas del fondo del nicho que permite el crecimiento de peque-as plantas en verano y que se congela en invierno, indicando el paso del tiempo y los ciclos vitales.

    Ms adelante se divisa una pradera ondulada, un sendero ascendente de lajas, una desnuda cruz de granito y dos colinas artificiales, una de ellas coronada por un grupo de rboles. El ingreso a pie obliga al caminante a remontar la pendiente por el sendero de lajas que recuerda a las vas romanas y que bordea el complejo de tres capillas del Crematorio. Un estanque refleja el gran prtico de la Capilla de la Sagrada Cruz.Hacia un lado, otro sendero conduce a la cima de la colina y al bosquecillo (la Arboleda del Recuerdo) desde donde se divisa el Complejo del Crematorio y ms all el bosque, donde encontramos lpidas y cruces surgien-do de la tierra entre los rboles.Muchos de los sucesos que construyen los recorridos y las visuales principales estn basados en obras de Cas-par David Friederich, de Prince Eugen y de otros artistas romnticos que proponan un regreso a la naturaleza y asociaban al bosque con distintas situaciones, algunas de carcter dramtico y otras de carcter buclico, como testimonian varios de los bocetos paisajsticos de Lewerentz para el concurso. Como notara Wilfred Wang, hay una pintura de Friederich que muestra un paisaje similar a la colina de la Arboleda del Recuerdo, la pequea elevacin artificial coronada por un grupo de rboles.

    Podemos especular que el hecho de haber culminado la colina con un pequeo bosque no solo est inspirado en la pintura de Friederich, si no que es un intento de sintetizar en un solo episodio varios de estos elementos: la montaa sagrada, la tumba (el tmulo), el bosque dador de vida y el rbol, nexo entre los mundos. En la co-lina, la disposicin de los rboles en una grilla regular alude a la columnata de los templos y de alguna manera corresponde con el vaco central del atrio en el Complejo del Crematorio. Bajo estos rboles hallamos un banco de piedra, punto de descanso despus de la ascensin y lugar para la reflexin.

    LAS CAPILLAS

    el esqueleto de la estructura metlica o de hormign armado es, casi con toda seguridad, el motivo ms co-mn de la arquitectura contempornea, y pertenece, sin duda, a los elementos constituyentes ms ubicuos (...) resulta que la estructura ya establece relaciones, define una disciplina y genera una forma. ****4

    Como decamos anteriormente, si bien el proyecto original del Cementerio estaba imbuido del espritu ro-mntico, las capillas, algo posteriores, son afines al neoclasicismo. Desde la primera, de fines de la dcada de 1910, hasta la Capilla de la Sagrada Cruz, finalizada en 1940, donde el espritu clsico an pervive en curiosa simbiosis con un lenguaje francamente moderno de un alto grado de abstraccin. Las capillas fueron repartidas entre Asplund y Lewerentz a lo largo de los aos. Estas, cuyo objetivo es celebrar rituales funerarios, tienen algunas particularidades que las diferencian del paradigma de templo:

    - No estn sobre un basamento sino que se encuentran a nivel del terreno, tal vez para hacer ms explcita su relacin con la tierra.

    - No tienen campanarios ni torres que hagan el contrapunto visual con los cuerpos de las naves. Esta ausencia de elementos verticales significativos las somete a la presencia del bosque.

    4 ROWE, Colin, La estructura de Chicago (1956) en Manierismo y Arquitectura Moderna y otros ensayos, Editorial GG, Barcelona, 1978, pp. 91.

  • Seccin y planta de la Capilla del Bosque.

    Planta de la Capilla de la Resurreccin.AA VV. Architect Sigurd Lewerentz. Vol. I. Byggfrlaget, Stockholm, 1997

  • - Poseen siempre un espacio abierto y cubierto que las antecede, un atrio techado de generosas dimensiones, que es el punto de encuentro de los deudos antes y despus de las ceremonias y que es el lugar de la catarsis.

    Tambin se verifica que la relacin entre el atrio y el interior de los templos se complejiza a medida que crece la importancia del edificio al que sirven. Podemos trazar un arco temporal que comienza con el primer edificio que se construye en el cementerio, la pequea Capilla de Bosque, para culminar en el Complejo del Cremato-rio, donde el espacio del atrio pasa a tener un protagonismo central, un alto grado de autonoma y de elabora-cin espacial. Entre ambos edificios de Asplund, est la Capilla de la Resurreccin de Lewerentz, que plantea una novedosa relacin entre ambos espacios.

    LA CAPILLA DEL BOSQUE

    Fue proyectada y construida por Asplund entre 1918 y 1920. Este pequeo edificio en madera es una sntesis perfecta de cabaa escandinava y templo cristiano, entre modernidad y tradicin. El atrio est definido por estilizadas columnas toscanas de madera que aluden a los rboles que la rodean, pero que tambin refieren a la antigedad clsica. La capilla se subordina al bosque y lo evoca con su tejado triangular; la volumetra pris-mtica de la cubierta de tejas de madera es pura, sin ornamentos, molduras o cornisas. Solo la escultura de un ngel nos observa inmvil y silenciosa desde el tejado.

    Las tcnicas constructivas y los materiales son autctonos pero con detalles y recursos que sugieren un pro-fundo conocimiento de la cultura arquitectnica moderna: su concepcin como volumen puro y la ausencia de ornamentos exteriores.

    La transicin entre el atrio y el interior es un tema de reflexin por parte de Asplund: un cielorraso bajo y opresivo recibe a los deudos antes de entrar al templo. Una vez adentro, el espacio se expande en una bveda semiesfrica blanca, iluminado solo por dos lucernarios cenitales. Un deambulatorio circular, formado por columnas clsicas estilizadas, est inscrito en una planta casi cuadrada. Las columnas sostienen a la bveda semiesfrica y terminan de dar sentido a un sutil juego de relaciones entre la estricta geometra de la planta y la riqueza espacial del corte. La organizacin de la planta recuerda a la del Panten romano y en ella se verifica que el mismo rectngulo que conforma al atrio, lo hace con la nave, pero girado 90 grados, con su lado ms lar-go en la direccin del eje procesional. Los espacios de servicio de la nave le sustraen a sta dos estrechas lonjas, as se termina de constituir el espacio central como un cuadrado donde se inscribe el crculo de las columnas. La trama de las lajas del piso refuerza la centralidad de la planta y la continuidad entre el atrio y la nave.

    El espacio interior semiesfrico y de resonancias clsicas queda disociado de la volumetra exterior prismtica que hace referencia ms explcita a la cabaa escandinava y a las iglesias en madera del norte de Europa, donde es el tejado quien define la forma general del edificio.

    El cambio en la percepcin espacial en la transicin interior / exterior, reforzado por el trabajo con la luz y por la coincidencia entre el eje procesional y el compositivo, se logra al pasar del atrio bajo y en sombra al interior blanco y difano. Y es notable, a pesar de las reducidas dimensiones de la capilla.

    LA CAPILLA DE LA RESURRECCIN

    El primer edificio realizado por Lewerentz en el Cementerio de Bosque fue proyectado entre 1920 y 1924 y terminado en 1925. Es uno de los hitos propuestos como focos en el proyecto original del Cementerio y como tal se encuentra al final de un largo sendero entre los pinos.

    Ejemplo refinado de Neoclasicismo Escandinavo, aunque no acadmico, est relacionado con la arquitectu-ra de la Deustche Werkbund y con la de Tessenow. Es un pequeo edificio enigmtico, compuesto por dos cuerpos sutilmente relacionados pero de opuesta naturaleza. El atrio est materializado por una columnata de vagas reminiscencias corintias y coronado por una cubierta a dos aguas con su respectivo tmpano triangular

  • Capilla de la Resurreccin. AA VV. Architect Sigurd Lewerentz. Vol. I. Byggfrlaget, Stockholm, 1997.

  • al frente, a la manera de un templo grecorromano. Las columnas, altas, esbeltas y foliadas, que dialogan con los rboles que rodean la capilla, encierran un espacio virtual dominado por una explicita transparencia y hace las veces de intermedio entre el bosque y el interior.

    La relacin entre las partes es ms compleja que en la Capilla de Asplund, donde ambos espacios estn integra-dos bajo una misma cubierta. Lewerentz toma como referencia al templo cristiano palladiano con su prtico, pero en un juego dialctico novedoso, el atrio se desvincula totalmente del cuerpo principal de la capilla y se posiciona lateralmente a la nave. Es esta nueva relacin entre ambas partes es lo que le da al edificio su carc-ter moderno, a pesar de que su lenguaje es clsico. Ambos volmenes tienen proporciones acentuadamente verticales regidas por la seccin urea y si bien estn muy prximos, no llegan a tocarse. Los ejes de los dos cuerpos son casi perpendiculares, lo que obliga a atravesar el atrio y entrar a la capilla por una de sus caras laterales (en lugar de hacerlo por uno de sus frentes, la solucin clsica), para girar y hacer frente al catafalco y al altar. Como la planta es acusadamente rectangular y ambos vanos se encuentran en muros enfrentados pero en extremos opuestos, se produce una tensin diagonal en el espacio interior que acompaa la secuencia de movimientos.

    La nave propiamente dicha es una caja muraria con cubierta a dos aguas, desnuda y ciega, a excepcin de la puerta de entrada y de una nica ventana que concentra gran parte de la escasa ornamentacin exterior. Una vez en el interior, la luz penetra por la ventana, ilumina lateralmente al catafalco de mrmol y baa el espa-cio. Este recurso le otorga al interior una claridad misteriosa y un carcter primitivo que recuerda a las capi-llas romnicas, carcter reforzado por el altar en mrmol blanco con baldaquino neoclsico, algunos austeros muebles y candelabros (todos diseados por Lewerentz) y un piso de mosaicos. El trabajo con los pisos de la nave fortifica el protagonismo del catafalco, subrayado por la luz, ya que forma un manto neutro horizontal, sin modulaciones que refieran a centralidades o a focos. El solado del atrio subraya la disociacin entre ambos espacios.

    El eje de la calle que conduce a la capilla coincide con el eje del atrio, que se adivina al final del camino desde gran distancia. Al acercarnos, un claro en el bosque nos permite verla en su totalidad.

    La capilla se encuentra vinculada con un par de pequeos edificios para la espera de los deudos y con un jardn funerario rectangular semienterrado, que se articulan con una serie muros bajos, escaleras y senderos de piedra en una continuidad que refiere a los ciclos de vida, muerte y resurreccin.

    LA CAPILLA DE LA SAGRADA CRUZ Y EL COMPLEJO DEL CREMATORIO

    Realizado por Asplund en sus ltimos aos (1935/40), este complejo est formado por varios edificios sutil-mente relacionados: dos capillas menores, la capilla mayor, el crematorio y un gran atrio porticado con cubier-ta liviana.

    Como en muchas obras de estos autores, el modo de aproximacin al edificio es un tema en si mismo: se llega a pie mediante el sendero ascendente de lajas de granito y a medida que nos acercamos el complejo se comienza a percibir en escorzo a uno de los lados. Unos muros bajos y unos pequeos patios nos reciben y articulan la presencia de los edificios con la pradera al pie de la colina de la arboleda del recuerdo. El gran atrio funciona como foco para el caminante y la cruz de granito, acaso el nico smbolo cristiano claramente visible, nos es-colta por el otro lado.La planta revela una estudiada secuencia de patios, senderos, muros bajos, jardines y finalmente, el gran es-pacio cubierto, el atrio, que antecede a la capilla mayor y que oficia de punto de reunin de los deudos. Los edificios se unifican mediante un revestimiento en piedra y esta condicin superficial es evidenciada por la trama de las lajas.

    El conjunto posee un austero un alto grado de abstraccin. La trama del revestimiento, la ausencia de cornisas, capiteles, guardapolvos y otros elementos, hacen evidente la depuracin conciente del lenguaje clsico, que sin

  • AV Monografas n 55: Escandinavos. Arquitectura Viva, Madrid, 1995.

    Antesala de la capilla de la Sagrada Cruz.

  • embargo pervive en las proporciones y en el carcter de la obra.

    El atrio es ahora totalmente autnomo y se encuentra fsicamente desvinculado de la nave de la capilla. La au-tonoma del atrio se ve reforzada por su planta rectangular, cuya superficie duplica a la del espacio cerrado. Por su tamao podemos decir que estamos en presencia de una pequea plaza techada.

    El atrio se encuentra formado por dos prticos concntricos, el interior de menor altura permite apoyar entre ambos un sistema de vigas de madera con la pendiente hacia adentro.

    El permetro exterior recuerda al templo clsico, pero la seccin de las columnas es cuadrada y no hay rastros de basamentos, capiteles o ninguno de los elementos que componen los sistemas clsicos. En los prticos, las columnas y las vigas forman un todo, haciendo explcita la naturaleza de la estructura. El uso del sistema porti-cado le resta autonoma a las columnas y desdibuja (pero no suprime) la relacin de este espacio con el bosque, que es mucho ms explcita tanto en la Capilla del rbol como en la Capilla de la Resurreccin. Pevsner revela algunas coincidencias entre el espacio del atrio y el proyecto del Danteum de Giuseppe Terragni, donde la con-jugacin entre clasicismo y purismo alcanza un alto grado de refinamiento.

    Nuevamente, la sntesis entre tradiciones: en contraste con el carcter moderno pero atemporal del permetro porticado, la estructura vista de la techumbre en madera le da cierto aire arcaico que refiere a las construccio-nes suecas tradicionales. El techo funciona como el impluvium de las casas romanas y pompeyanas: la cubierta liviana, sostenida por los prticos revestidos en piedra, se inclina hacia adentro y deja caer el agua de la lluvia en otoo y verano o de la nieve derretida en la primavera, en un hueco rectangular en el centro del espacio, que salpica el piso levemente curvo y discurre hacia el permetro, lo mismo que sucede con el gran culo del Panten romano. Nuevamente el agua es usada como smbolo del paso del tiempo y de los ciclos de la vida. Un grupo escultrico en bronce de John Lundqvist ocupa este espacio central como alusin al paso del alma hacia la vida eterna.

    A diferencia de Lewerentz, donde ambas partes tenan cierta independencia pero hacan referencia a la arqui-tectura clsica, aqu ambos cuerpos parecen abrevar en distintas fuentes. El prtico es regular y resea lejana-mente lo clsico, en contraste con la nave de la capilla principal que conforma una suerte de envolvente curva, sin ngulos, trazada con un grado de libertad tal que podramos decir que en planta y en corte, estructura y espacio se funden en uno solo de manera orgnica. La forma de tero de la planta de la Capilla refiere al origen de la vida y a la resurreccin. Los ejes de composicin entre ambas partes no coinciden: el ingreso a la capilla se halla desplazado hacia uno de los laterales del atrio, obligando al caminante a atravesar este espacio en diagonal para acceder al interior del templo, restndole jerarqua a la posible vinculacin entre los ejes y tensionando el espacio en esta direccin.

    Si bien la desconexin entre atrio y nave es mucho ms clara que en las otras capillas, las relacionan sutiles vn-culos: la continuidad en la trama de las lajas de los pisos, las proporciones y el tratamiento unitario que recibe la envolvente resultan en una lectura del complejo como unidad.

    El interior de la capilla principal repite algunas de los temas que Asplund explor con anterioridad, incluso en edificios de carcter laico: la iluminacin indirecta y los frescos policromos de inspiracin mediterrnea. Accede a usar columnas de resonancias clsicas ms explcitas, pero sin grandilocuencia ni retrica.

    El estudio de Asplund tambin se ocup de disear los muebles, luminarias y otros accesorios del Complejo. En este sentido, hasta los pisos fueron tratados con especial cuidado, no solo la trama de las lajas de los espacios exteriores, sino tambin determinados sectores del pavimento de mosaicos del interior, delicadamente disea-do para lograr ciertos efectos psicolgicos en quien los contemple.

    Las referencias formales que haba en el atrio de la capilla de Lewerentz e incluso en la pequea Capilla del Bosque, en la Capilla de la Sagrada Cruz han sido totalmente dejadas de lado para construir un espacio cuya calidad, trabajada a partir de la luz, los materiales, las proporciones y las texturas, evoca lo sagrado de un modo

  • Cubierta de la Capilla del Bosque.AA VV. Asplund. Editorial GG, Barcelona, 1988.

  • ms complejo, menos evidente.

    El espritu del bosque an pervive en el espacio techado por madera del atrio. En las columnas del prtico resuenan los ecos de los troncos y el espacio central abierto, como un claro entre los rboles del bosque, nos pone en contacto directo con las manifestaciones de la naturaleza. La antigua foresta de los rituales est an hoy presente, logrando en una sola obra combinar los ritos funerarios de la tradicin nrdica en un conjunto de carcter moderno pero dotado un despojado clasicismo.