Celam - La Catequesis en Paraguay Hoy

'CONSEJO EPISCOPAL LAIINÜAMERICANO CELAM

Colección V CENTENARIO

Catcquesis i »

M A R G A R I T A DURAN

MARGARITA DURAN

RESEÑA HISTÓRICA DE LA CATEQUESIS EN EL P A R A G U A Y

© Consejo Episcopal Latinoamericano ISBN - 958-625-020-2 Edición completa ISBN - 985-625-026-1 Volumen 6 Primera Edición - 2.000 Ejemplares Bogotá - 1986 Impreso en Colombia - Printed in Colombia

N o t a Prel iminar

El 12 de octubre de 1984 marca un hito en la historia del CELAM: en ese día el Santo Padre Juan Pablo II en el Estadio Olímpico de Santo Domingo inauguraba solemnemente el Novenario de años previo a la celebración del Quinto Centenario del inicio de la evange-lización en América Latina y pedía que siguiéramos tras las huellas de los evangelizadores y descubriéramos el carácter providencial-de la llegada de la cruz salvadora a este continente.

La XX Asamblea Ordinaria del CELAM reunida en San José de Costa Rica del 11 al 15 de marzo de 1985, haciéndose eco de los deseos del Santo Padre, aprobó la Recomendación 4 que dice:

"Que el CELAM apoye y propicie estudios sobre el aporte de la Iglesia en el proceso de evangelización y promoción integral de los pueblos de América; con el visto bueno de la respectiva conferencia y privilegiando aquellos estudios que se refieren a la Conquista y a la Colonia; así como a la época post-conciliar".

Para ejecutar este mandato de la Asamblea, el Secreta riado tomó la decisión de organizar una Colección

conmemorativa del Quinto Centenario, abierta a todos los temas relacionados con el fenómeno de la evangelización. En eiia se destacan aquellos dos momentos históricos que señala la Recomendación y se busca divulgación que ayude a Pastores y fieles a tener una visión positiva y eclesial de los orígenes de nuestra fe y de los caminos de la nueva evangelización.

La Colección Quinto Centenario espera verse enriquecida con trabajos similares al del presente libro, que provengan de otras fuentes y de otros contextos históricos, pero que tengan el mismo sello de fidelidad al Evangelio y el mismo espíritu de valoración de nuestra experiencia de fe que está en la base de la cultura latinoamericana (D.P. 412).

El CELAM agradece a todos los que han hecho posible la publicación de este libro y de los demás que integran la Colección Quinto Centenario; en especial reconoce el esfuerzo y dedicación del autor, que ha querido colaborar en esta empresa eclesial y latinoamericana. Que el Señor Jesucristo en cuyo nombre se anunció y se anuncia hoy el Evangelio en América Latina, haga fructificar esta semilla y bendiga a todos los que la han hecho posible.

+ DARÍO CASTRILLON HOYOS Obispo de Pereira

Secretario General del CELAM

Presentación

Durante la Reunión de Coordinación de Directivos del CELAM, efectuada en Bogotá del 4 al 6 de Febrero de 1986, se me informó que pronto entraría en prensa esta Reseña Histórica. Los responsables de su edición me pidieron que escribiera en ella unas palabras preliminares, pues no contaba con la presentación de un Obispo del país. Accedí, porque me cupo dar mi parecer sobre el texto y contribuir con algún aporte en la última etapa de su redacción. Además el tiempo urgía.

Para la elaboración de esta reseña, el Departamento de Catcquesis del CELAM fijó plazo y extensión de páginas. Además del apretado margen, se tropezó con la carencia de archivo ordenado y unificado y de estudios realizados sobre la materia. Por lo mismo, se recogió rápidamente cuanta documentación se hallaba dispersa aquí y allá, y se recurrió a la memoria viva de algunos -lamentablemente no todos- de los principales protagonistas de la renovación catequística en el Paraguay durante los últimos treinta años.

La historiadora Margarita Duran, cuya colaboración se solicitó, tiene el gran mérito de haber odena-

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do, en breve tiempo y con indudable competencia profesional, el material encontrado y componerlo en este opúsculo.

Esta reseña -que no pretende ser otra cosa- se basa en datos históricos bien seguros; señala el proceso seguido por la Iglesia en el Paraguay en la renovación de la catequesis; da particular importancia a los organismos de trabajo, institutos, jornadas y semanas de nivel nacional y diocesano, junto con las publicaciones que van produciéndose, y los momentos de la catequesis.

Es llamativo que este proceso catequístico se desarrolló en estrecha relación con la renovación impulsada por el CELAM en la América Latina desde 1957, por medio de los institutos latinoamericanos de Catequesis de Santiago de Chile y Manizales, el Comité Latinoamericano de la Fe (CLAF), luego convertido en Departamento de Catequesis (1972), el Instituto Teológico Pastoral de Medellín, la revista Catequesis Latinoamericana, las reuniones regionales, etc.

Como es obvio, no hubo tiempo ni espacio para un estudio más profundo y específico del aspecto cultural del sujeto de la catequesis en el Paraguay, y de los aspectos más sobresalientes de la metodología, en el contenido y la organización. Mucho menos se ha podido esclarecer el camino recorrido en el paso de una catequesis -instrucción a una catequesis- educación en 8

la fe, que construye, da crecimiento y madurez a la comunidad cristiana. En este campo, la experiencia global como la particular demuestran la importancia primordial de la catequesis en la vida de la Iglesia.

Sea como fuere, tal como aparece esta reseña constituye un aporte valioso, de referencia obligada en adelante, a una historia mejor elaborada de la catequesis en el Paraguay en esta segunda mitad del siglo XX. Dentro de su modestia, el opúsculo traza algunos de los razgos relevantes y las líneas de hondura de la catequesis en el Paraguay, y el vigor creciente de una Iglesia local que ha asumido con seriedad y decidido empeño la renovación de la catequesis como vértebra, sostén y motor de su misión evangelizadora.

-f- FELIPE SANTIA GO BENITEZ Obispo de Villarrica del Espíritu Santo,

Paraguay Primer Vicepresidente del CELAM

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HISTORIA DE LA CATEQUESIS

EN EL PARAGUAY APARTIR

DEL CONCILIO VATICANO II

1. Antecedentes.

Hablar de la Catequesis en el Paraguay a partir del Concilio Vaticano II, es hablar del esfuerzo de Obispos, Sacerdotes, Religiosos y Laicos por renovar la enseñanza de la doctrina cristiana a la luz de la Palabra de Dios y de la realidad del pueblo paraguayo.

La Catequesis antes del Concilio se reducía a la Catequesis de niños, se les preparaba a los mismos pa ra la Primera Comunión y Renovación de dicho Sacramento y con eso acababa todo. Los textos usados tanto por los catequistas como por los niños eran de preguntas y respuestas, sin pedagogía ni metodología. Lo importante era memorizar las respuestas, las que nada tenían de contenido bíblico ni de visión de la realidad del sujeto y que por consiguiente no llevaban al niño a una toma de conciencia y a un compromiso cristiano.

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Un hecho curioso que reflejó la carencia del contenido bíblico en la enseñanza de la Catequesis en el Paraguay durante muchos años, fue que hasta hace poco el común de la gente llamaba "evangelio" a los protestantes, porque ellos si manejaron la Biblia, de ahí que los identificaran con ella.

El movimiento renovador de la Catequesis en el Paraguay, como también en toda América Latina, se inició después de la la. Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrado en Río de Janeiro en 1935. Aunque ya en el Congreso Mariano Nacional de 1954 celebrado en Caacupé — Capital espiritual de la República del Paraguay — se aprobaron los Estatutos modelos de la Confraternidad de la Doctrina Cristiana, para su organización en todas las Diócesis.

I a citada Conferencia General del Episcopado Latinoamericano dio preferencia, en la primera etapa, al personal adecuado, sencillamente porque sin él no cabía pensar en una renovación catequística.

La CEP estudió sus conclusiones para llevarlas a la práctica (11 de Octubre/55) y resolvió elaborar sus propios Estatutos de acuerdo con las normas de la Sede Apostólica.

En Abril de 1956 se realizó en San Bernardino la IV Jornada Nacional del Clero con el tema: "La Co-12

La catequesis en Paraguay hoy

munidad Parroquial", donde se dio particular importancia a la Catequesis.

Se buscaron los medios para llevar adelante la renovación catequística y se fijó la atención en la capacitación del personal adecuado. Fue así como un grupo de sacerdotes, un Obispo, religiosas y laicos se especializaron á nivel universitario en el Instituto Catequístico Latinoamericano del CELAM; en el Instituto Catequístico Latinoamericano (ICLA) de Ma-nizales; en el Instituto Catequístico (ICLA) de Santiago de Chile; en el Instituto Superior Catequístico de París; en el Lumen Vitae de Bruselas; en San Antonio, Texas; etc. A su regreso, todos ocuparon puestos directivos nacionales y diocesanos en la renovación de la Catequesis. Otros a nivel medio y secundario, se fueron formando en la Escuela Catequística Arquidio-cesana; en el Instituto Nacional Catequístico Juan XXIII de Villarrica; y los restantes, para el trabajo inmediato, en cursillos y jornadas de parroquias y colegios.

A principios de 1960 se organizó y puso en marcha el Secretariado General de la CEP sobre el modelo del Secretariado General del CELAM, con sub-secreta riados. El 1 er. Sub-secretariado de la Preservación y propagación de la Fe Católica incluyó la Sección de Catequesis, de la que se encargó el P. Juan Osear Usher.

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1. Se insistió en la necesidad de una mayor dedicación a la Catequesis de niños, jóvenes y adultos.

2. Se encargó a la Sección Catequística la dirección nacional de la Catequesis en su doble aspecto: catequesis parroquial y enseñanza religiosa en los colegios y escuelas católicas.

3. Se encargó a la misma Sección la creación de un .servicio catequístico nacional, y la elaboración de un reglamento interno para el manejo de la Sección catequística.

4. Se insistió en la necesidad del funcionamiento de los Oficios Catequísticos diocesanos.

5. Se resolvió hacer una intensa campaña catequística a lo largo de ese año como preparación de la reunión del Clero. (Acta No. 29 de la Reunión Ordinaria de la CEP del 17-22-X-60).

La VI Jornada Nacional del Clero, del 3 al 8 de septiembre de 1961, coordinada por el P. Juan Osear Usher, Titular del 1er. Sub-secretariado de la CEP con su sección de Catequesis, con la participación de 7 Obispos y 120 sacerdotes, número hasta entonces no alcanzado, enfocó la Catequesis en su contenido, sujeto, metodología y organización; resolvió la elaboración de un "Catecismo único", y estudió los nuevos Estatutos de la Confraternidad de la Doctrina Cristia-14


na (C.D.C.), ya aprobados por la CEP, y fueron publicados en un folleto para uso de sacerdotes y catequistas de todo el país. En esa Jornada se dio un marco global y orgánico a la catequesis de todo el país, según la línea de la preocupación prioritaria de la CEP.

"El mes de Pastoral o Jornada de actualización pastoral", realizada en el Seminario Metropolitano de Asunción, del 3 al 29 de Mayo de 1965, organizada por la CEP con la colaboración del Instituto Latinoamericano de Pastoral (ISPLA), organismo del servicio del CELAM, fue de suma importancia para el futuro de la Catequesis en el Paraguay. La misma duró cuatro semanas completas, asistieron la mayoría de los Obispos, 80 sacerdotes seculares y religiosos, 40 religiosas y los representantes de movimientos laicos. Además todos los sábados de ese mes se desarrolló un programa especial, por la mañana y por la tarde, en el Colegio de María Auxiliadora, para las religiosas, con una asistencia promedio de 120 por sesión.

Para que se tenga idea de los temas tratados, se intentará resumirlos así: la! Semana: Renovación teológica y pastoral. 2a. Semana: El apostolado laico. 3a. Semana: Pastoral litúrgica. 4a. Semana: Pastoral de la Palabra, Catequesis. Con los sub-temas: La Biblia, fuente de la Palabra; exégesis moderna y Biblia; método de trabajo para conocer la Biblia; Pastoral y Catequesis: fin de la Catequesis; educación de la fe,

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el conocimiento de la fe, contenido de la Catequesis, presentación catequística del misterio cristiano, misión y preocupación del catequista, celebración sagrada de la Palabra, vigilia de la Ascención; proceso de una sesión de Catequesis, los signos de la Catequesis; la organización de la Catequesis parroquial, el temario y el manual de la catequesis.

Entre las conclusiones de esa densa y amplia jornada figuraron:

1. La necesidad de una revisión profunda de la acción pastoral ordinaria y habitual, a la luz de las nuevas orientaciones de la actual pastoral de la Iglesia en estado de Concilio y de Misión.

2. La necesidad y prioridad de la elaboración de un Plan de Pastoral de Conjunto, en el que estén contemplados jerárquicamente las principales y más urgentes necesidades pastorales del ambiente paraguayo.

3. La necesidad de la integración de un Equipo Nacional de Pastoral, orientado y respaldado por la CEP, que tenga por finalidad la reflexión, el planeamiento y la promoción del movimiento de renovación pastoral de toda la Iglesia en el Paraguay.

4. La conveniencia de que ese mes de Pastoral u otras iniciativas análogas se repitan periódicamen-

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te y que del mismo participen el mayor número de sacerdotes, religiosos y laicos, además de los Obispos, comprometidos todos juntos en la responsabilidad de la evangelización de nuestra patria.

En junio de 1965 se celebró la reunión de la CEP y en ella se resolvieron dos asuntos muy importantes.

a) La extensión de la experiencia arquidiocesana (catequística) mediante la revista y los esquemas. Se insistió en la creación y funcionamiento de un oficio catequístico, y se ofrecieron becas para el ICLA de Santiago de Chile.

b) La creación de Comisiones Episcopales, con competencias específicas, y la substitución de los Sub-secretariados por Departamentos de servicios.

Fruto y cumbre de todas las reflexiones, experiencias y realizaciones pastorales de unos quince años —en nuestro país y en el continente— fue el documento "Catequesis" de la 2a. Conferencia General del Episcopado Latinoamericano realizado en Medellín en 1969. En dicha Confrencia la Catequesis estuvo enmarcada dentro del tema "La Iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Concilio", que abarcó tres áreas pastorales: la promoción humana, la evangelización y el crecimiento en la fe, y la Iglesia visible y sus estructuras. En síntesis fueron

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cuatro los capítulos del citado documento: a) — Necesidad de la renovación b) — Características de la renovación c) — Prioridades de la renovación y d) — Medios de la renovación catequística. En un quinto capítulo se resumieron algunas conclusiones de los anteriores capítulos.

La Jornada Nacional de Reflexión "Catequesis en la Perspectiva de Medellín" se llevó a cabo en el Colegio de María Auxiliadora de Asunción. La misma se realizó bajo los auspicios de la Comisión Episcopal de Educación Cristiana y la Federación de Religiosos del Paraguay (FERELPAR), los días 17, 18 y 19 de Julio de 1969, con el siguiente temario: 1er. Día: El hombre sujeto de la Catequesis: El latinoamericano sub-desarrollado, marginado, alienado. 2do. Día: Iglesia y Catequesis: ¿Ha sido ella factor de sub-desarrollo y alienación? — Religiosidad popular y actividades socio-políticas de la Iglesia. 3er. Día: Por una Catequesis liberadora. Promoción integral; Comunidades de Base; Presupuesto de una Catequesis liberadora; conclusiones y clausura.

Esa Jornada fue realmente nacional, tanto por sus disertantes como por los participantes, procedentes de distintos puntos de la República. Participó activamente en ella el Obispo de Villarrica y Presidente entonces del Comité Latinoamericano de la Fe (CLAF) del CELAM, Monseñor Dr. Felipe Santiago Benítez. 18


El coordinador general de la Jornada fue el Padre Lie. Osvaldo Aveiro y la comisión coordinadora de las conclusiones de los diversos grupos estuvo presidida por el Padre Lie. Osear Páez, actual Obispo de la Diócesis de San Pedro.

Teniendo en cuenta las conclusiones y el material recogido en la mencionada "Jornada Nacional de Reflexión - Catequesis en la Perspectiva de Medellín", se elaboró un documento sobre Catequesis ese mismo año de 1969.

Dicho documento contó con una introducción en la que se hizo notar la necesidad de una renovación catequística en el Paraguay frente al acelerado cambio social y al proceso de maduración de la Iglesia. Esa renovación debía girar alrededor de un gran contenido: "la fe" que no debía ser solamente adhesión intelectual, sino que debía llevar al individuo a un cambio, a un compromiso individual y colectivo.

En esa renovación debía tenerse en cuenta los elementos de toda catequesis. 1. Sujeto: la renovación debía partir del hombre paraguayo concreto, de su situación socio-cultural y en particular de su religiosidad, a) A pesar de haberse observado un crecimiento en el proceso de cierta secularización en algunos sectores, la religiosidad popular presentaba una serie de elementos muy válidos como punto de partida para una catequesis renovada. Se notaron también algunos

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elementos negativos que debían ser estudiados y purificados para que no se volviesen inauténticos e inoperantes al mensaje cristiano, b) Debía darse primacía a la catequesis de jóvenes y adultos, sin descuidar la de los niños, c) La catequesis orientada hacia la masa popular y sencilla debía servir para detectar también en su seno elementos que cultivados contribuirían a formar una élite como factor multiplicador en la misma catequesis. Debía responder también a las necesidades de los estudiantes y de los intelectuales, que eran las porciones más vivas y dinámicas de la sociedad.

2. Contenido. Al presentar su mensaje renovado, la catequesis debía manifestar la unidad del Plan de Dios, sin caer en confusiones o en identificaciones simplistas; se debía manifestar siempre la unidad profunda que existe entre el proyecto salvífico de Dios realizado en Cristo y las aspiraciones del hombre paraguayo, entre la historia de la salvación y la historia humana, entre el Pueblo de Dios y la experiencia del hombre. Excluyendo así toda dicotomía o dualismo en el cristiano, la catequesis prepararía la realización progresiva del pueblo de Dios hacia su cumplimiento escatológico. De ahí que la catequesis debía ser: dinámica, evolutiva y positiva, debiendo hacer resaltar el aspecto positivo de la enseñanza catequística en su contenido de amor.

3. Agentes. El principal agente sería la comunidad comprometida, sobre todo la familia cristiana, sin em-20


bargo se vio la necesidad de la preparación específica de catequistas para niños, jóvenes y adultos, sobre todo entre los laicos, entre los cuales se prepararían también los futuros diáconos. Urgía también el "aggiornamento" catequístico de un notable sector del Clero para que respaldara mejor y coordinara a nivel parroquial la labor de los catequistas.

4. Organización. Para la realización de una auténtica pastoral catequística se imponía el mejoramiento de la organización y coordinación del trabajo a nivel nacional y diocesano. Era necesaria la preparación de dirigentes y orientadores de los mismos catequistas. Debían formarse en nuestro país equipos de reflexión, orientación y evaluación de los diversos aspectos de la catequesis, integrados en problemas humanos.

Se consideró sumamente necesario revitalizar el órgano de orientación catequística a nivel nacional y que pudiera contar con la válida colaboración de quienes realizaban tareas catequísticas.

5. Metodología y Formas. Además de una catequesis impartida en forma sistemática en las escuelas y parroquias para niños y adolescentes, sugirieron la formación de centros juveniles en los que a partir de las inquietudes e intereses de los jóvenes se les pudiera ofrecer el mensaje.

Ya que el lenguaje revista gran importancia en el anuncio del Evangelio, vieron la necesidad del uso

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indispensable del idioma guaraní para gran parte del pueblo paraguayo, en la catequesis, la liturgia y la Sagrada Escritura.

Se sugirió empezar a aprovechar los medios de comunicación social para la difusión del mensaje cristiano. Y elaborar, sobre todo para el ambiente rural, unos manuales que facilitasen a los catequistas la enseñanza de una catequesis en las líneas pastorales esbozadas en ese documento.

II. Instituos Catequísticos del Paraguay

a) Oficios Catequísticos

Un Decreto Colectivo del Episcopado Paraguayo fechado el 11 de Abril de 1940 creó el OFICIO CATEQUÍSTICO a fin de "promover y difundir debidamente la enseñanza de la doctrina cristiana en toda la Provincia Eclesiástica y para que ese trabajo sea duradero —decía el considerando del mencionado Decret o - , es necesario disciplinar y organizar los múltiples y variados esfuerzos, de los celosos párrocos, religiosos y de los beneméritos catequistas, mediante una oficina especialmente creada ad-oc, que funcione con las debidas atribuciones, en cada Curia Diocesana. . .".

Los Estatutos del OFICIO CATEQUÍSTICO en su Art. 10. dice: "Se constituye en cada una de las Diócesis de la República Eclesiástica el Oficio Cate-22


quístico como órgano por el cual el Ordinario promueve, ordena y dirige en sus respectivas Diócesis la instrucción religiosa del pueblo, de conformidad con lo que suscribe el can. 1336 del Código de Derecho Canónico Art. 2o. El Oficio Catequístico emana y depende directamente del Ordinario a quien corresponde nombrar a las personas que lo componen y prescribir las normas que regulen su recto funcionamiento. Art. 3o. La actividad del Oficio Catequístico se extienda: a) la instrucción catequística principalmente de los niños y de los adultos, b) la enseñanza de religión en las Escuelas, Colegios e Instituciones Católicas, c) la enseñanza de la Doctrina Cristiana en las Escuelas, Colegios e Instituciones privadas, d) la enseñanza de la Doctrina Cristiana en las Escuelas, Colegios e Instituciones de enseñanza pública del Estado, cuando esto sea una realidad conforme a los ce 1336 y 1382 del Código de Derecho Canónico.

Art. 4o. En lo que se relaciona con la Catequesis parroquial el Oficio Catequístico se pondrá a la disposición del Ordinario para hacer efectivo lo que ordena el can. 711 párrafo 2 del Código de D. Canónico acerca de la erección de la Confraternidad de la Doctrina Cristiana nuevamente urgida por el Decreto No. 190/35 arriba citado.

A modo de muestra se hará un breve comentario acerca de los oficios catequísticos de Asunción y Villarrica:

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El primer Director del Oficio Catequístico de Asunción fue el Padre Ramón Bogarín - Obispo luego de Misiones, ya fallecido — fue electo por Decreto del 20 de Abril de 1940.

Por Decreto del 24 de Febrero de 1954 se creó la Comisión Catequística Arquidiocesana, integrada por tres miembros: Padre Virgilio Roa, Silvio Gaona y Aníbal Maricevich, este último, actual Obispo de Concepción. Se abrió la Oficina del Oficio Catequístico en una de las dependencias de la Curia Metropolitana, ese mismo año de 1954.

Luego fue nombrado Director del Oficio Catequístico el Padre Dr. Juan Osear Usher, por Decreto del 20 de Junio de 1960 y se celebró el AÑO CATEQUÍSTICO ARQUIDIOCESANO en 1965, por Decreto del 30 de Diciembre de 1964.

En 1970 fue nombrado el Padre Lie. Osvaldo Aveiro, Director del Oficio Catequístico, por Decreto del 16 de Marzo de 1970. El Padre Aveiro redactó y publicó textos para los seis grados de estudios primarios y un libro sobre las primeras oraciones.

Con la renuncia del Padre Aveiro se notó un receso en el Oficio Catequístico Arquidiocesano en cuanto a crecimiento y actividades del mencionado Oficio. A partir de 1977 se inició un proceso de crecimiento, que se fue acentuando en los años de 1980/83 24


durante la presidencia del Padre Celso Yegros, actual Obispo de Carpaeguá, quien fuera nombrado Director del Oficio Catequístico por Decreto del 21 de Febrero de 1977.

Hasta la fecha se lograron publicar 7 materiales para catequesis parroquial y 2 para catequesis escolar renovando los existenes. Se publicaron 7 folletos apuntes para formación de catequistas sobre diversos temas.

En la Diócesis de Villarrica el Oficio Catequístico fue creado por Mons. Dr. Agustín Rodríguez en 1955. Desde entonces nació en la Diócesis una mayor preocupación por la renovación orgánica de la Catequesis, hasta entonces rudimentaria. Entre los directores del Oficio figuran los PP. Brizuela y Zaracho y en 1977 fue nombrada la Hna. Margarita Rumich H.M.A. como coordinadora del Oficio de Catequesis y Educación Católica, cargo que desempeñó hasta 1982. El Obispo de Villarrica, Mons. Dr. Felipe San-tiado Benítez nombró en 1983 a la Hna. Silvia González H.M.A. a fin de ocupar el cargo que dejara la Hna. Margarita.

Desde el principio la prioridad real de la labor pastoral de la Diócesis fue la catequesis.

En todas las Diócesis está organizado el Oficio Catequístico que impulsa, orienta y coordina las tareas catequísticas.

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Gracias a esta estructura la catequesis tiende hacia el crecimiento.

Actualmente la Provincia Eclesiástica del Paraguay se compone de:

Diócesis Asunción Diócesis Villarrica Diócesis Concepción Diócesis San Juan Bta. Diócesis Caacupé

Diócesis Cnel. Oviedo

Prelatura Encarnación Prelatura Alto Paraná Vicariato del Chaco Vicariato del Pilcomayo Vicariato Castrense Diócesis San Pedro Diócesis Carapeguá Diócesis Benjamín Aceval

1547 1929 1929 1957 1960 como Prelatura. 1966 como Diócesis. 1961 como Prelatura. 1976 como Diócesis. 1957 1968 1948 1925 1961 1978 1978 1980

b) Confraternidad de la Doctrina Cristiana

En el Congreso Mariano Nacional de 1954 en Caacupé, se aprobaron los Estatutos modelos de la Confraternidad de la Doctrina Cristiana, para su aprobación en todas las Diócesis. Moción hecha a los Obispos por Monseñor Ramón Bogarín. 26


En la VI Jornada Nacional'del Clero, del 3 al 8 de Septiembre de 1961 se estudiaron los nuevos Estatutos de la C.D.C. ya aprobados por la CEP y se publicaron en un folleto para uso de los sacerdotes y catequistas de todo el país.

La finalidad primordial de la C.D.C. es ayudar al Cura Párroco en la enseñanza religiosa de los niños y adolescentes de la Parroquia. Su patrono es San Pío X. Son miembros de la Confraternidad -dicen los Estatutos— "los fieles que manifestando deseo de pertenencer a la Asociación son aceptados por la comisión directiva e inscritos en el Registro Oficial de la misma".

Existen tres categorías de miembros: a) —los catequistas, b) —los visitadores a domicilio y e ) — los auxiliares.

En todas las parroquias se crearon centros catequísticos que funcionaron bajo la dirección de la comisión directiva parroquial como órgano de difusión del catesismo. (

Esta institución, que hasta hace unos años cumplió con su papel específico, actualmente quedó glo-balizada dentro del Equipo de Catequesis.

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c) Departamento Nacional de Catequesis

Desde 1970 aparece el Departamento de Catequesis en substitución de los Sub-secretarios ya mencionados anteriormente. Fue nombrado como presidente del mismo, Monseñor Dr. Felipe Santiago Benítez y secretario el Padre Osvaldo Aveiro. En 1973 reemplazó a éste elP. Gaddi S.D.B. hasta 1975.

En el reordenamiento de la CEP, los Departamentos tomaron el nombre de Equipos, en mayo de 1976. Ese mismo año dejó el cargo Monseñor Benítez.

Monseñor Sinforiano Lucas reemplazó a Monseñor Benítez hasta Julio de 1979, fecha que tomó el cargo el Obispo Auxiliar de Villarrica, Monseñor Sebelio Peralta.

El Departamento de Catequesis funcionaba con un Secretario Auxiliar permanente, el Lie. Feliciano Peña y una oficina organizada de la CEP. Estaba compuesto por los directores de los Oficios catequísticos diocesanos y se reunía tres o cuatro veces al año. Prestaba muchos servicios a las Diócesis en cursillos y jornadas para la formación de catequistas.

d) Instituto Catequístico "Juan S. Bogarín" (ICA)

A partir de Junio de 1973, en uno de los locales cedidos por los Salesianos de Don Bosco, funciona el 28


Instituto Catequístico "Juan Sinforiano Bogarín" (ICA) con un equipo de Profesores y más de un centenar de alumnos religiosos, sacerdotes y laicos.

Son objetivos del ICA: Formar catequistas para los distintos niveles y ambientes. Preparar formadores de catequistas y de agentes de evangelización. Capacitar para la evangelización en el campo de la Pastoral Evangelizad ora. Animar la reflexión y los estudios en el área de la Evangelización. Producir y difundir materiales y publicaciones al servicio de la Pastoral Evan-gelizadora. Proveer a la actualización de catequistas y y agentes pastorales.

El ICA es y debe ser una continuación y en cierto modo, un perfeccionamiento de la Escuela Catequística de la Arquidiócesis. Está destinada a la capacitación de Agentes para la Pastoral Evangelizadora de la Iglesia en el Paraguay y responde a una iniciativa del Oficio Catequístico Arquidiocesano y de la Federación de Religiosos del Paraguay (FERELPAR). La iniciativa se hizo a la luz de Medellín y del Directorio Catequístico General.

Los cursos se planifican con dos años de duración y tres etapas: Mentalización, Formación y Experimentación.

El Instituto consta de: Un equipo dirigente, formado por un Director que hace también el papel de

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Administrador; un V ice-Director; una Secretaria; una Bibliotecaria y cinco Vocales. Un equipo Pastoral formado por expertos, teólogos y profesores que asesoran las siguientes materias:

— Dinámica de grupo. — Pastoral Evangelizadora en la Pastoral de Conjun

to. — Teología de la Pastoral Evangelizadora. — Biblia y Catequesis. — Iglesia y Catequesis. — Antropología y Catequesis. — Sicología Fundamental. — Sociología Fundamental. — Metodología Fundamental Catequística.

Un alumnado que fluctúa entre 115 y 70 alumnos, con un promedio de asistencia de 90 alumnos semanales.

El 3 de noviembre de 1973 se inauguró la Biblioteca Pastoral de ICA que en su género es única en el Cono Sur. Se incorporó al mismo Instituto el servicio del Centro Audiovisual "Don Bosco Film" por todo lo que se refiere al material didáctico de filminas, diapositivas, fotolenguaje, láminas, discos, películas de corto y largo metraje, etc.

Ya al año siguiente de su apertura -1974- se continuó con el 2o. curso, llenando así el Plan Básico del Instituto para la capacitación Pastoral Evangelizadora. 30


Además de los cursos regulares, el ICA dicta cursillos de actualización catequística para los agentes de la Pastoral.

Al celebrar los 10 años de su fundación, el ICA tenía formado 1.407 catequistas. Había organizado 71 cursillos con un total de 13.200 participantes y creado una colección de publicaciones catequísticas y catequéticas.

Actualmente dirige el ICA en calidad de Director el Padre Benito Santequia S.D.B.

e) Escuela de Catequesis Parroquial y de Profesores de Religión de Escuelas Primarias.

A iniciativa de las Hnas. Salesianas de Don Bosco, se creó la Escuela de Catequesis Parroquial en el local del Colegio "María Auxiliadora" de Asunción, dicha Escuela fue reconocida por el entonces Arzobispo Monseñor Aníbal Mena Porta, el 24 de Febrero de 1966, con derecho a conceder títulos de acuerdo con el Oficio Catequístico Arquidiocesano.

f) Biblioteca Pastoral "Monseñor Emilio Sosa Gaona".

Es una biblioteca especializada exclusivamente, en sus libros y revistas, en lo que se refiere a la pastoral evangelizadora. Consta de unos 10.000 volúmenes y

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de centenares de revistas, de las cuales más de la mitad son latinoamericanas.

Es una biblioteca pastoral que se pone al servicio del Instituto Catequístico y de todos los agentes de pastoral, ofreciendo no solamente lo mejor de las publicaciones pastorales y del material didáctico catequístico existente en Latinoamérica, sino también preocupándose de presentar en su organización y estructura la línea teológico-pastoral del Instituto Catequístico. (ICA).

La citada biblioteca se encuentra articulada ^n tres grandes tópicos:

— Fuentes de la Pastoral Evangelizadora (signos creaturales-históricos, signos eclesiales-testimonia-les, signos bíblicos-kerigmáticos, signos morales-litúrgicos).

— Ciencias al servicio de la Pastoral Evangelizadora (ciencias teológicas: sujeto, contenido, tarea renovadora de la Teología y ciencias antropológicas, como la Filosofía, la Sociología, la Pedagogía y la Historia).

— Metodología de la Pastoral Evangelizadora (estudios fundamentales y aplicaciones prácticas de distintas edades: adultos, jóvenes, preadolescen-tes y niños).

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g) Instituto Audiovisual "Don Bosco Film".

Es un Instituto audiovisual para la educación y la evangelización que ofrece un servicio de FILMOTECA en 16 mm. de películas de largo y cortometraje, de carácter pastoral, que abarca el área de valores humanos y el área explícitamente cristiana (testimonios eclesiales, series bíblicas y litúrgicas).

También ofrece un servicio de DIAPOTECA, teniendo varios ejemplares del mejor material audiovisual editado en Europa y en América Latina, junto con diapositivas seleccionadas sobre nuestra realidad paraguaya, para la adaptación y creatividad pastorales.

Analógicamente se da un servicio de Fichero fotográfico y carpetas de FOTOLENGUAJE con metodología para el uso de la foto en la Catequesis.

Sobre todo con la difusión de los programas SERPAL y de otros programas religiosos (cantos de fe, música, etc.), multiplicados en cassettes, se encuentra un servicio de UDIOTECA y de multigraba-ción para la reflexión y la catequesis de grupos.

h) Instituto "Juan XXIII" de Villarrica.

El 24 de Abril de 1967 el Obispo de Villarrica, Monseñor Felipe Santiago Benítez, fundó el Instituto

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Catequístico Juan XXIII para la formación adecuada de los dirigentes y responsables de la Catequesis que actuarían luego en colegios, parroquias y escuelas.

Dicho Instituto funcionaba sobre un plan bien definido. Los cursos ordinarios duraban cuatro meses completos y en vacaciones de verano se dictaban cursos extraordinarios de 22 días, los mismos estaban destinados a maestros y profesores. El programa de estudios abarcaba no sólo la teología y la catequesis, sino otras materias que ayudaban a los catequistas a promoverse integralmente. Como material didáctico de catequización se adoptó el catecismo del P. Osvaldo Aveiro, Sacerdote de la Arquidiócesis de Asunción quien intentó superar el método memorista con una metodología activa y un contenido bíblico.

Después de la 2a. Conferencia del Episcopado Latinoamericano de Medellín (Agosto de 1968), cuyo documento VIII "Catequesis" tuvo extraordinaria influencia en la reflexión sobre la necesidad de una renovación catequística en América Latina, la Diócesis de Villarrica y con ella el Instituto Catequístico Juan XXIII, entró en una etapa de profundización sobre contenido y metodología.

Se publicaron hasta la actualidad siete catecismos propios, cuyos contenidos y métodos se analizarán en el capítulo dedicado a "Publicaciones". 34


La Diócesis de Villarrica, con la creación del mencionado Instituto, se había adelantado unos diez años en la renovación de la catequesis en el país y es la única -junto con Asunción- que tiene tanto material publicado y puesto a disposición de las demás Diócesis.

Con un programa de estudios bien elaborado, el Instituto funcionó como tal durante cinco años y estaba destinado a catequistas de todo el país.

El Instituto tuvo que descentralizarse y optar por la formación de catequistas en sus propias bases, debido a que los egresados del mismo, una vez promovidos culturalmente, no querían regresar a sus ambientes rurales.

Desde 1976 la organización catequística parroquial fue mejorando con el funcionamiento de los Equipos zonales y parroquiales. Son ellos la fuerza dinamizadora de la catequesis en las parroquias y el enlace del que se sirve el Equipo Catequístico Diocesano para llevar adelante la coordinación, organización y orientación de la catequesis en toda la Diócesis, con un trabajo de unidad respetando siempre la variedad.

Actualmente la catequesis es para la Diócesis de Villarrica el núcleo central de la formación y desarrollo de la comunidad cristiana, tanto en lo social, pas-

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toral, vocacional, como también en la formación familiar.

i) Otros. El Instituto de cine para la Infancia y Juventud (Asunción) cuyo objetivo fundamental es una evangelización implícita a través del cine-debate. Además posee un rico archivo de diapositivas para la catcquesis.

Aunque en las demás Diócesis no existen institutos propiamente dichos, sin embargo, cada Diócesis tiene cursos permanentes de formación y equipos volantes que ayudan en las bases para la preparación de catequistas.

Lo mismo puede decirse en lo que se refiere a biblioteca y medios audiovisuales: cada circunscripción tiene los materiales fundamentales y adecuados para la formación de sus catequistas.

Durante los últimos años surgieron experiencias nuevas en cuanto a cursos, jornadas, cursillos, etc. Es digna de destacar la labor del Obispo Auxiliar de Vi-llarrica, Monseñor Sebelio Peralta, quien está dirigiendo y animando la catequesis con los universitarios de la Filial de la Universidad Católica en esa ciudad. Son cursos con acciones concretas de apostolado. Los resultados son muy positivos.

También en el Vicariato Castrense se dan cursos de catequesis y fruto de ese trabajo es el Plan de Pas-36


toral de las Fuerzas Armadas de la Nación y la formación del Consejo de Pastoral entre militares, policías marinos, aeronáutica y ejército.

III. Equipo Nacional de Catequesis.

El Equipo Nacional de Catequesis está formado por un Obispo Responsable, un Secretario Ejecutivo, todos los Directores Diocesanos de Catequesis -como miembros natos- y un Secretario.

Uno de los objetivos primordiales del Equipo Nacional de Catequesis es el de "desarrollar una tarea de promoción y coordinación de iniciativas catequísticas de alcance nacional". (Nota de la CEP - 1977).

Como ya se ha dicho, el Equipo Nacional de Catequesis tuvo su origen en los Sub-secretariados de la CEP creados en 1960. Uno de ellos incluyó a la sección de Catequesis a cargo del P. Juan Osear Usher.

En 1965 los Sub-secretariados fueron substituidos por Departamentos de Servicios y así apareció en 1970 el Departamento de Catequesis, que como ya es sabido tuvo a Monseñor Dr. Felipe Santiago Benítez como primer Presidente y al P. Osvaldo Aveiro como Secretario.

En Mayo de 1976 los Departamentos de la CEP tomaron el nombre de Equipos y el Obispo Respon-

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sable fue Monseñor Sinforiano Lucas en reemplazo de Monseñor Benítez quien dejó el cargo ese mismo año de 1976.

En 1977 fue nombrado Secretario Ejecutivo del Equipo Nacional de Catequesis el P. Celso Yegros, que estudió Catequesis en el Instituto Teológico-Pastoral de Medellín del CELAM. Ante la ordenación del Yegros como Obispo Diocesano de Carapeguá, pasó el cargo de la Secretaría del Equipo Nacional al P. Juan Bautista Gavilán, el 18 de Noviembre de 1983. A Monseñor Sinforiano Lucas O.M.I. le substituyó en 1979 el Obispo Auxiliar de Villarrica, Monseñor Sebelio Peralta, cargo que el mismo ocupa hasta la fecha.

El Equipo Nacional de Catequesis, a través de reuniones y cursillos fue creando conciencia acerca de la necesidad de un trabajo conjunto, coherente y coordinado, pues se constataba una catequesis fragmentaria, tanto en el contenido como en la metodología aplicada. Buscó líneas pastorales comunes, con unas pautas mínimas de orientación, respetando las particularidades locales y la adaptación conveniente a esa realidad.

Se desechó un "Catecismo único" para todo el país, dejando a cada Diócesis la libertad de elegir y elaborar sus materiales de acuerdo con sus recursos y necesidades, respetando las pautas mínimas comunes. 38


Con la aparición del Plan de Pastoral Orgánica, todos los objetivos del Equipo Nacional de Catequesis se orientaron hacia la búsqueda de una Catequesis continuada mediante la intensificación de esfuerzos para educar la fe del pueblo y hacer que viva el mensaje cristiano en forma orgánica e integral.

A partir de 1977, el Equipo se fijó las siguientes metas:

— Elaborar pautas mínimas de orientación para poder dar una mejor continuidad a los diferentes momentos de la catequesis pre-sacramental.

— Profundizar con los agentes de Pastoral los intentos y esfuerzos para una Catequesis continuada.

— Sensibilizar al pueblo sobre la necesidad de esa Catequesis continuada.

Luego de analizar detenidamente las experiencias de la Catequesis pre-sacramental en las distintas Diócesis, el Equipo Nacional de Catequesis señaló algunas etapas dentro de la catequización de los fieles.

— 1 a 6 años: Catequesis familiar. — 6 a 8 años: Unir la Catequesis parroquial con la

Catequesis familiar. — 8 a 12 años: Catequesis para Primera Comunión

y Renovación. 39

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— 12 a 15 años: Catequesis asistemática: grupos juveniles, retiros, scouts, centros vocacionales, etc.

— 15 a 17 años: Fundamentalmente Catequesis para Confirmación.

— 17 y siguientes: Catequesis de adultos: Homilías dentro de la evangelización renovada, encarnando mejor la Catequesis de padres-padrinos y aprovechando acontecimientos fuertes como Semana Santa, Caacupé, fiestas patronales, etc.

Programa de Catequesis

Queriendo poner en práctica los objetivos trazados en 1977, el Equipo Nacional de Catequesis publicó en Julio de 1979 el "Programa de Catequesis parroquial de niños y jóvenes" como una respuesta para ir consiguiendo la educación de la fe del pueblo mediante una catequesis continuada y alcanzar una coherencia de criterios y asumir normas comunes en la tarea catequística. En Septiembre de 1981, siguiendo con el servicio que desea prestar el Equipo Nacional de Catequesis, presentó el "Programa de Catequesis pre-bautismal, pre-matrimonial y para la formación básica de Catequesis".

El actual Obispo de Carapeguá, Mons. Celso Ye-gros firmó los mencionados programas como Secretario Ejecutivo del Equipo Nacional de Catequesis.

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IV. Encuentros Nacionales de Catequesis.

A la luz del Concilio Vaticano II y de Medellín, el entonces Departamento Nacional de Catequesis del Paraguay, llevó a cabo desde 1970 en adelante, una serie encadenada de encuentros nacionales, fruto de las experiencias recogidas de las distintas Diócesis de la República.

Más tarde, el Equipo Nacional de Catequesis, siguió organizando encuentros de carácter nacional y reuniones ordinarias y extraordinarias, celebradas en distintos puntos del país.

a) Encuentro Nacional en Ycuá Satí.

Del 25 al 27 de Mayo de 1971 se realizó el encuentro nacional de Directores diocesanos de Catequesis en Ycuá Satí. Dicho encuentro fue promovido por el Departamento Nacional de Catequesis de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).

En el Plenario de dicho encuentro nacional se anotó que la Catequesis de niños marcaba un gran avance en cuanto a formación de catequistas y elaboración de textos para niños, editados tanto en la Ar-quidiócesis como en la Diócesis de Caacupé. Otro aspecto subrayado fue la importancia que se daba a la formación cristiana de los padres de los niños catequizados.

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En cuanto a la catequesis de jóvenes se observaron tres modos de presentarla: a) —Catequesis verticalista. Se adoptaba un texto de Religión y se le imponía a los jóvenes, b) -Catequesis a modo de conferencia o charla. Fue considerada como una forma de verticalis-mo, si bien se hablaba de algunos aspectos de la vida de los jóvenes. ("Les voy a hablar de sus problemas"), c) —Catequesis dialogada. En este tipo de catequesis, los jóvenes reflexionaban sobre los problemas humanos y los suyos propios a la luz de la Palabra de Dios. El catequista colaboraba con ellos y era reconocido y apreciado por el grupo como un amigo o hermano mayor. ("Dialoguemos sobre nuestra realidad".)

La Catequesis de adultos era presentada hasta entonces a modo de charla de tipo espiritualista, ahistó-rica, sin tender a un compromiso temporal. Se buscaba ilustrar las mentes acerca de verdades cristianas. Para otros sectores, la catequesis de los adultos se reducía a un mero sociologismo, reflexiones sobre temas humanos sin iluminarlos con la palabra de Dios. La Catequesis liberadora de la que se constató en pocas experiencias, traía consigo un compromiso comunitario.

En cuanto a cómo realizaban sus trabajos los Equipos Catequísticos, se vio que algunos centraban sus actividades exclusivamente en los niños. Otros atendían a los niños, pero la dedicación mayor era para los padres. Iba comenzando el interés y la inquie-42


tud de los distintos equipos por la educación catequística de los adultos. Para otros el papel específico del Oficio Catequístico no es hacer directamente Catequesis, sino colaborar con los agentes para que la hagan bien.

Entre los problemas detectados aparecieron: —Mentalidad muy común de hacer Catequesis sólo para la Primera Comunión, aunque se reconoció que estaba naciendo una conciencia de que el objetivo de la Catequesis para los niños era principalmente INICIACIÓN DEL NIÑO A LA VIDA CRISTIANA.

Falta de planeamiento y orientaciones concretas para las actividades catequísticas. —Marginación del idioma guaraní en Catequesis. — Necesidad de alguna persona liberada o semi-liberada que trabajara en planificación y que aglutinara la valiosa colaboración de muchas personas con tiempo limitado. —Falta de persona capacitada para Catequesis Juvenil. —Carencia de materiales para cristianizar a los profesores en su vida y profesión. —Falta de formación cristiana de los padres de familia. —Reacción negativa de laicos politizados ante grupos de adultos campesinos que buscaban su promoción integral ante una exigencia evangélica.

Los problemas que se notaron en cuanto al personal o agente catequístico fueron: presión partidaria en algunos lugares sobre maestros a fin de que no colaboraran con la Iglesia. Poca importancia que da-

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ban algunos párrocos a la Catequesis. Mentalidad de algunos sacerdotes y religiosos acerca de la problemática de la Catequesis. Falta de Institutos catequísticos para formar integralmente a catequistas que trabajan en distintos ambientes y niveles. Falta de textos paraguayos de Catequesis para jónvenes y de un catecismo de iniciación para adultos.

Se vio la necesidad de editar un Boletín Catequístico Nacional y todos coincidieron en llamarlo "CATEQUESIS EN PARAGUAY".

b) Encuentro Nacional en Cerrito.

El encuentro nacional de Catequesis celebrado en Cerrito (Chaco) en Enero de 1972, reunió a 46 personas provenientes de las Diócesis de Concepción, Caa-cupé, Misiones, Villarrica, Cnel. Oviedo, Alto Paraná, Chaco y Asunción. Dicho evento estuvo presidido por el Presidente del Departamento Nacional Monseñor Dr. Felipe Santiago Benítez, ayudado de un equipo compuesto por los directores diocesanos de Catequesis. Fue coordinador de debates el P. Adolfo Za-racho y coordinador general el P. Osvaldo Aveiro.

En dicho encuentro se dilucidaron los siguientes temas:

— Problemas y deseos que tienen los catequistas hoy en Paraguay.

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— Quiénes y cómo deben ser los agentes de Catequesis.

— Qué se entiende por Comunidad Cristiana de Base.

— Identificación del Catequista con la Comunidad. — En qué forma la comunidad realiza y debe reali

zar su misión catequística.

Las conclusiones finales aprobadas por la Asamblea versaron sobre los siguientes puntos: —Sujeto de la Catequesis, —Contenido de la Catequesis, —Agentes de la Catequesis, —Pedagogía de la Catequesis.

Se dieron además interesantes informes sobre las actividades catequísticas de Caacupé, Pilcomayo, Cnel. Oviedo, Alto Paraná, Asunción, Villarrica, del Equipo Nacional y del CLAF.

c) Encuentro Nacional de Reflexión en Ypacaraí.

Del 4 al 8 de Marzo de 1974 se llevó a cabo el encuentro nacional de reflexión catequística en Ypacaraí. El tema fue "la evangelización en nuestro país". Participaron 25 personas y el encuentro fue presidido por Mons. Felipe Santiago Benítez. Como material de trabajo para las reflexiones se usó el Documento para el Sínodo de los Obispos "La Evangelización del Mundo Contemporáneo". j

Dividieron el trabajo en tres grandes temas: 1) Panorama de la Evangelización en nuestro país, 2) ¿Qué

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es la evangelización? y 3) Cómo se ha de promover hoy la evangelización.

Dentro del primer tema se detuvieron a reflexionar sobre los elementos que podrían ser favorables a dicha evangelización y anotaron entre otros los siguientes puntos: —el espíritu altamente religioso y hospitalario de los paraguayos favorece la evangelización, -en la juventud se ve una inquietud por encontrar el sentido de la vida, aunque esto no se manifieste siempre de una manera consciente. Hay grupos que se cuestionan seria y conscientemente sobre su propia vida. En nuestro país hay insatisfacción por falta de progreso a causa del ambiente general de miseria en que vive el pueblo que está luchando por subsistir. Hicieron notar que esa situación en cuanto lleva a una búsqueda, podría ser favorable a la evangelización.

Se destacó además que últimamente se ha notado un cambio en las relaciones de la Iglesia y las estructuras políticas de la sociedad, sobre todo ha habido una menor identificación con el Estado, lo cual ha sido muy positivo para la evangelización, pues ha dado mayor libertad de acción a los cristianos. —Tendencia hacia la búsqueda de mayor responsabilidad personal, lo i que se hace patente por ejemplo en los laicos, por su deseo de autonomía y mayor colaboración con la Jerarquía. —Proceso de purificación de la religiosidad popular, corrigiendo sus aspectos negativos y favore-46


ciendo los positivos. Dicho proceso de cambio es lento y se da sólo en algunos grupos.

Entre los elementos que pudieran ser obstáculo para la evangelización y que se hallaban dentro de la Iglesia, citaron entre otros: —La ignorancia religiosa. Carencia de una verdadera educación cristiana en la familia. —Falta de mayor vivencia, oración y unión personal con Dios. —Muchos dirigentes cristianos (sacerdotes, religiosos y laicos) se quedan en un mero activismo y en una fe basada solamente en soportes humanos, sin llegar a la proclamación propiamente dicha de la fe. —Falta testimonio de unidad dentro de la Iglesia; se notaron dos mentalidades, la tradicional y la renovada. —Falta de apertura en algunos grupos cristianos. —Escasez de agentes para la evangelización (sacerdotes y religiosos), últimamente deserción de muchos de ellos, sumada a una grave crisis de identidad del laicado.

Fuera de la Iglesia, los elementos que podrían ser obstáculos para la evangelización se resumieron así: —Nuestra sociedad se va convirtiendo en una sociedad de consumo, que lleva a la preocupación excesiva por el tener más, —la especulación como sistema de ganarse la vida, en las actuales circunstancias hace que los ricos se hagan más ricos y los pobres más pobres aún. —La politización absolutizada, convertida en una religión. A veces llega a crear crisis de conciencia entre la fidelidad a Cristo y al partido. Dudas graves en

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preceptos morales: amor libre, divorcio, la mentira como sistema de propaganda, el soborno generalizado, etc. —La migración en masa, ya sea interna o externa, con sus correspondientes cambios de mentalidad, grave obstáculo para la evangelización.

Al tratar sobre lo que es la evangelización, llegaron a decir que es la actividad de la Iglesia por la cual se procura que el hombre acepte a Jesucristo Salvador, de tal manera que ese hombre tenga una nueva vida y crezca en ella para liberarse totalmente del pecado y sus consecuencias para poder conseguir su verdadera plenitud en Cristo.

Se insistió que en el concepto de evangelización debía entrar necesariamente el aspecto de la proclamación de la palabra como también el de una promoción humana integral. Obras y palabras debían ir estrechamente unidas.

Por otra parte coincidieron en afirmar que la evangelización no es tarea de una persona aislada, sino obra de toda la Iglesia.

En el tercer punto trataron sobre el COMO Evangelizar. Insistieron en que para evangelizar debía tenerse en cuenta la pedagogía divina. Dios se manifiesta progresivamente en la historia y va salvando a cada hombre a través de la realización concreta de esa historia en cada uno de ellos. Por tanto, señalaron, que 48


la pedagogía divina es activo—progresiva, de acuerdo con el desarrollo del hombre y su historia.

Mirando en concreto la situación del país, estudiaron la forma de promover hoy la evangelización. Siendo la fe el fundamento de la vida cristiana se debe buscar siempre una continua conversión del hombre y la sociedad. Al respecto notaron los integrantes de la citada reflexión, que en nuestro país hay personas y grupos que van tomando conciencia de su responsabilidad en la evangelización. Se insistió que el evange-lizador debía ser un hombre de fe profunda y madura. Que las comunidades que van surgiendo son una esperanza para la renovación de la vida eclesial.

La Iglesia debe anunciar fielmente el Evangelio en cualquier situación, a pesar de las dificultades que ello implique.

Para poder anunciar eficazmente la fe, la Iglesia deberá estar presente en los centros donde se elaboren los conceptos sobre el mundo, el hombre y la historia. En ese sentido, creyeron que la Universidad Católica estaba tratando de hacer algo, pero sin responder a las necesidades vitales del país. También subrayaron que en el campo de la enseñanza primaria y secundaria se estaban realizando grandes esfuerzos.

Era poco lo que se hacía entonces para la formación de los jóvenes estudiantes que asistían a escue-

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las no católicas. Una experiencia muy interesante, pero no ampliamente extendida es la formación de los grupos juveniles.

En cuanto a los medios de comunicación social se señaló que eran muy pocos los que tenían realmente sentido crítico frente a todo lo que se difunde por los medios de comunicación. La U.C. a través de sus cursos de Medios Modernos de Comunicación Social está tratando de preparar personal especializado en ese campo.

Concluyeron diciendo que la Iglesia debía impulsar á los fieles a colaborar en la promoción humana, pero teniendo en cuenta siempre el fin último del hombre, bajo cuya luz el mismo progreso se ordena al verdadero bien del hombre. En nuestro país, la Iglesia es la única que tiene posibilidades de hacer una crítica constructiva de las instituciones sociales y la ejerce con bastante criterio. Hay un esfuerzo para que la Iglesia esté presente en el mundo del trabajo, sobre todo entre los campesinos.

d) Encuentros con miras al Sínodo de los Obispos - 1977.

Se llevaron a cabo varios encuentros nacionales sobre la Catequesis en el Paraguay en los que se estudiaron especialmente la situación problemática y perspectivas de la catequesis de las nuevas generaciones, 50


todo, como se ha dicho, en vista del Sínodo de los Obispos 1977.

En tres grandes subtítulos se dividió el tema referido: 1— Ambiente y Sujeto de la Catequesis; 2— Situación actual de la Catequesis, 3— Orientaciones y propuestas.

Para entonces, los aspectos demográficos y económicos del Paraguay se resumieron así: El Paraguay, país mediterráneo de América Latina, tiene 402.000 Km2 y su población actual se estima en unos 3.400.000 de habitantes. Los paraguayos en su gran mayoría son mestizos de origen hispano-guaraní. Las corrientes migratorias post-coloniales no tuvieron mayor significación: han permanecido como islas entre la población general. Sólo en los últimos años se ha abierto y han comenzado a gravitar en el país sin alterar mucho el mestizaje tradicional. Los últimos aportes étnicos "extraños" lo constituyen los japoneses y coreanos, que siguen llegando en grupos más o menos importantes.

Las lenguas habladas en el país reflejan bien su composición étnica. Si bien el castellano es la lengua oficial, se reconocen como lenguas nacionales el guaraní y el castellano.

Según las estadísticas de 1950, de la población total hablan:

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— sólo el español el 5o/o, — sólo el guaraní el 40°/o, — el español y el guaraní el 54o/o, — hablan otros idiomas el lo/o.

El índice de alfabetización elemental (tercer gra do de enseñanza primaria) ha subido, según datos oficiales de 1975, al 87o/o.

La población rural del país se mantiene desde hace dos décadas en el 680/0 de la población total. De esa población rural aún hoy puede afirmarse lo que escribió Félix de Azara en 1790: "Los paraguayos viven como sembrados por los campos". Para los fines estadísticos aun los pequeños poblados son computados como poblaciones "urbanas". Asunción y la zona metropolitana reúnen unos 500.000 habitantes y se afirmó en aquella oportunidad que era la única ciudad del país que merecía ese nombre.

El Paraguay es un país agrícola-ganadero, con una industrialización incipiente. Las grandes represas hidroeléctricas, entonces en construcción, mejorarían grandemente la fisonomía económica nacional, haciendo del Paraguay un país exportador de energía.

Referencias religiosas: La gran mayoría de los paraguayos se declaran de religión católica. No es exagerada la cifra dada del 95o/o. En este sentido es un pueblo de bautizados, que ha recibido el cristianismo 52


por tradición. Se puede anotar que ha faltado continuidad en el proceso evangelizador, no sólo en la época colonial sino también en el período independiente. Por mucho tiempo el pueblo no ha sido evangelizado en profundidad, ni por la acción catequística, ni por otros medios ordinarios de cultivo de la fe cristiana. Así, el mensaje transmitido de generación en generación se ha deteriorado poco a poco al no verse vigorizado ni actualizado por nuevas acciones y por nuevos lenguajes comprensibles y motivadores.

Con la renovación catequística de los últimos tiempos ya puede notarse una acción evangelizadora más constante cuya fecundidad aumenta día a día.

Los no-católicos (5°/o) que viven en el Paraguay están formados por: los inmigrantes, tales como mennonitas, coreanos y japoneses y algunos protestantes europeos y paraguayos.

Los indígenas están estimados en unos 75.000, de los cuáles sólo un pequeño número ha sido evangelizado e incorporado a la Iglesia.

La Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) tiene buena tradición y está bien organizada. Asegura la conducción eficaz de la acción pastoral a nivel nacional.

En el terreno de la acción pastoral y en consonancia con el diagnóstico hecho de la realidad eclesial y

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nacional, se fijan los objetivos generales de la Iglesia en nuestro país: "Edificación de una comunidad ecle-sial, con capacidad testimonial y eficacia evangelizad o s , que celebrando la salvación, peregrina hacia la Patria definitiva, íntimamente comprometida en la construcción y animación de una sociedad más justa y fraternal que descubra y exprese la identidad paraguaya". (Plan de Pastoral Orgánica, 57).

Por lo que se refiere a la catequesis el PPO prevé un Equipo Nacional de Catequesis, llamado éste a desarrollar "una tarea de promoción y coordinación de las iniciativas catequísticas de alcance nacional". Nota de la CEP 2621/77.

Condicionantes socio-culturales: Los responsables de la catequesis diocesana y los mismos catequistas han señalado los siguientes condicionamientos que afectan gravemente a la acción catequística en las actuales circunstancias: —Desorientación en la escala de valores "tener más" antes que "ser más", lo cual lleva a una progresiva inmoralidad, descristianización y pérdida del sentido religioso.

Como la mayoría de los condicionantes señalados en esa oportunidad coincidieron con los detectados en anteriores encuentros, se dejará de mencionarlos.

Se señaló también que la gente nunca ha tenido experiencia de libertad política ni una práctica cons-54


tante de respeto a los derechos humanos. De ahí que se contenta con "vivir en paz", es decir, sin que se vean muy cortadas su seguridad personal y su pequeño espacio de libertad individual. Si es poco consciente de sus derechos, lo es menos de sus obligaciones. Fruto todo de un régimen político absolutista.

Condicionantes socio-religiosos: Uno de los problemas señalados entre los cristianos es el deficiente conocimiento de Jesucristo. Se le conoce casi exclusivamente a través de su pasión y muerte, muy poco en su resurrección. Por eso no se valora la presencia actual de Cristo en la vida y en la historia. No toman a Cristo como ejemplo de su vida. La pasión se ve desde el punto de vista de la compasión solamente, y no como una obligación que lleva a la vida, a la resurrección. Jesucristo aparece mucho más como Dios que como hombre: queda muy relegada su humanidad. El, que era Dios, pagó por nuestras culpas: la salvación aparece entonces como una expiación y no como nuestra reconciliación con Dios Padre.

De todo ello se deriva una deficiente conversión personal y una mentalidad individualista.

En la mentalidad del pueblo Dios aparece principalmente como juez y señor todopoderoso, y no como Dios Padre. No es que Dios esté alejado y ajeno a los problemas del hombre: influye en su vida, se le piden favores, que libre de peligros, etc., pero no hay res-

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puesta personal que comprometa al hombre. La vida cristiana y las prácticas religiosas son concebidas como cumplimiento de una ley impuesta por Dios.

A la Virgen y a los Santos se les siente más cercanos y resultan más familiares. En la vida práctica cuentan más que el mismo Cristo, aunque en teoría éste ocupe un lugar especial y central.

El hermano es el necesitado, el desposeído y no "el otro", la caridad se convierte en sinónimo de limosna y, en todo caso de ayuda al menesteroso.

Lógicamente, este cristiano carece de proyección social. Falta conciencia y sentido de la justicia social.

A pesar de las deficiencias señaladas, se reconocieron grandes valores tales como: Fe imperfecta del pueblo, pero bien arraigada. Tendencia y apertura a lo religioso. Gran estima a la enseñanza religiosa. Creencia firme en Jesucristo, la salvación, la gracia, el pecado, la Iglesia, los Sacramentos etc. Relevantes virtudes de generosidad, hospitalidad, sentido de abnegación, gran espíritu de solidaridad y hermandad, a veces en grado heroico.

En la segunda parte de ese estudiado y bien analizado tema, se hizo una visión de conjunto de la situación actual de la catequesis, cuyas conclusiones se resumieron así: Pese a los esfuerzos de renovación de 56


la Iglesia, sacudida por el Concilio Vaticano II y por el despertar catequístico de los últimos años, la deficiente formación religiosa y el proceso de maduración del pueblo sigue siendo un grave problema.

La evangelización y la catequesis (o la catequesis evangelizadora) tienen aún notables deficiencias.

Por lo general el cristiano recibe una catequesis fragmentaria. Los diferentes momentos en que el hombre es sujeto de catequización (con ocasión de la recepción de los sacramentos, en la parroquia, en el colegio, etc.) no permiten por ahora una acción pastoral coherente y orgánica.

Se descuidan casi totalmente algunos campos específicos como son la catequesis de enfermos, presos, profesionales, etc.

La falta de testimonio de los mayores crea un ambiente adverso a la catequesis de los niños y jóvenes.

En guaraní no se tiene un lenguaje propiamente religioso, ya que en la cultura guaraní no existen vocablos técnicos apropiados para expresar conceptos teológicos-bíblicos que puedan ser accesibles al pueblo.

Se ha señalado en los grupos de estudios que el surgir de nuevas experiencias eclesiales están ponien-

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do en saludable crisis los esquemas de evangelización tradicionales. Se mencionaron las siguientes iniciativas: Movimiento profético-carismático (pentecostalis-mo), Movimientos juveniles con la búsqueda del espíritu cristiano, la tendencia a la fraternidad, etc. Pequeñas comunidades de vida y oración. La democratización y la desclericalización en la Iglesia. El deseo de mayor participación y responsabilidad de los laicos. El renacer del espíritu misionero.

Es innegable que se hacen esfuerzos por renovar no sólo el lenguaje catequístico, sino también el contenido y la metodología, de acuerdo con un objetivo claro, sobre todo en catequesis de niños y jóvenes.

Entre las experiencias que han tomado cuerpo hasta la fecha de ese encuentro se señalaron: Búsqueda de una catequesis continuada o permanente con miras a crear una auténtica comunidad cristiana; creación de comunidades cristianas, sobre todo en el campo, con sus riesgos y limitaciones, pero con resultado positivo; inicio de la catequesis familiar, en coordinación con la catequesis escolar y parroquial de niños. La catequesis pre-sacramental, practicada en todas las diócesis, quiere llenar el vacío de una catequesis continuada, sin embargo es todavía muy atomizada y sin conexión entre la recepción de los distintos sacramentos. Se está comenzando a cosechar los frutos de esta experiencia. Para los jóvenes la catequesis de confirmación es un momento fuerte y vital en el proceso 58


de su maduración en la fe. Esta catequesis toma la forma de una interpelación a la conversión para llegar a una decisión total por Jesús como Señor y salvador de la Historia.

Catequesis de niños: La tarea catequística sistemática de la Iglesia en el Paraguay ha estado preferentemente dirigida a los niños, con muy poca atención a la catequesis de jóvenes y de adultos. Se está tomando conciencia de guiar a los niños hacia una catequesis continuada hasta su entrada en la adolescencia para encontrar su catequización con la preparación a la confirmación y a las formas de catequesis de adultos.

Entre las deficiencias de la catequesis de niños se encuentra la poca atención y la falta de experiencia con los más pequeños (hasta los seis o siete años) y el descuido de los que han recibido la Primera Comunión).

Por otra parte se comprueba el gran esfuerzo desplegado para la adecuada preparación de catequesis de niños, la renovación de los métodos en general, apoyada en una iniciación bíblica, vivencial, a fin de que los niños comiencen a dar una verdadera respuesta de fe según la capacidad propia de cada edad.

Catequesis de jóvenes: Los grupos de reflexión hicieron diferencias entre los jóvenes que forman parte de los grupos cristianos parroquiales, los jóvenes que

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estudian en colegios católicos y reciben alguna instrucción religiosa y los jóvenes que no reciben ninguna atención catequística de la Iglesia. Estos constituyen un número apreciable.

Los jóvenes no aceptan una religión desencarnada, ajena a sus problemas, la quieren comprometida con su propia vida. Quieren vivir su fe como respuesta a las exigencias de esta época que les toca vivir. Tienen gran sensibilidad a lo social.

Ante esta situación, la Iglesia está dando cada día mayor importancia a la catequización de los jóvenes. La catequesis juvenil utiliza en general una metodología activa, personalizante y liberadora: reflexiones cristianas, trabajos en grupos. Se les ayuda a tener claro el sentido de sus vidas a la luz del Plan de Dios y el lugar que deben ocupar en la sociedad y en la Iglesia.

La administración del sacramento de la Confirmación está siendo enfocada como un momento fuerte y vital de la catequesis de jóvenes y va adquiriendo cada día mayor relevancia y significación entre los mismos. Esta catequesis toma forma de una profundización del mensaje cristiano, adaptándose a la sicología de los jóvenes. Es una verdadera esperanza para la Iglesia la proliferación de grupos juveniles a diversos niveles y en distintos lugares: los grupos parroquiales, escolares, de barrios, campesinos, etc.; ya se han publicado algunos materiales para la catequesis juvenil. 60


Catequesis en centros educativos católicos. En el Paraguay se da en los colegios y escuelas de la Iglesia una atención catequística permanente y en los centros de enseñanza oficial y privada, no confesionales, se da una catequesis ocasional y esporádica.

En los centros de enseñanza católicos hay una inquietud por evangelizar, por iluminar las materias del curriculum escolar con la fe. Los colegios se preocupan por preparar agentes especializados para esta tarea.

Sin embargo, la catequesis está circunscrita generalmente a "clases" de religión, a la participación en celebraciones litúrgicas ocasionales, jornadas, retiros, etc. El colegio no es aún un lugar de evangelización integral y la catequesis es simplemente un momento aislado dentro del gran contexto educacional.

Aunque no se perciben diferencias notables entre los estudiantes de colegios católicos y no-católicos, sin embargo, cabe destacar la presencia de ciertos núcleos minoritarios, provenientes de colegios católicos, que se cuestionan y viven su compromiso de fe y muestran inquietudes y deseos de mayor autenticidad.

Se pueden mencionar unas pocas iniciativas apostólicas en barrios periféricos de Asunción y otros centros urbanos, como experiencias de colegios ca*

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Margarita Duran

tólicos, para organizar a los niños y jóvenes que no concurren a centros de enseñanza.

En cambio, en la Universidad Católica conviene anotar que, a pesar del decreciente interés de los estudiantes universitarios por el estudio de la temática religiosa en general, cabe señalar que cuando ésta se presenta dinámica y vivencialmente, encarando la problemática real de los jóvenes, logra suscitar interés y aun una respuesta de fe digna de consideración.

La Universidad Católica ha intentado reorganizar sus actividades teológicas y catequísticas en los últimos años, dando preferencia al aspecto pastoral por encima del académico o instructivo; quiere decir que más que pretender una información acerca del dogma, la moral, la Biblia o la historia de la Iglesia; se ha colocado el énfasis en cuestionar las actividades fundamentales de la fe y la opción por la militancia en la Iglesia.

En la Universidad de Asunción no existe ninguna actividad teológico-pastoral organizada por la propia Universidad ni tampoco por parte de los agentes pastorales de la Iglesia. Existen elementos que podrían realizar una tarea interesante si se les impulsara y coordinara convenientemente.

Fuera del ámbito universitario no existe en la actualidad ninguna organización universitaria católica, 62

La catcquesis en Paraguay hoy

tanto de estudiantes como de egresados o profesionales. En el Plan de Pastoral Orgánica lanzado el año de 1976 se contempla para el sector de laicos la reactivación de la Juventud Universitaria Católica (JUC), la creación de equipos docentes y el lanzamiento de algunos movimientos donde militen los profesionales cristianos de mayor gravitación en el proceso de desarrollo del país.

Catequesis de adultos. En general se pudo afirmar que una catequesis sistemática del adulto ha sido bastante descuidada en nuestro país, reduciéndose a la catequesis ocasional con motivo de ciertos acontecimientos.

Se observó que en la Iglesia del Paraguay, como en las otras naciones, últimamente se ha tomado conciencia de la importancia de la catequización de adultos. Los esquemas y guiones de homilías, confeccionados y preparados en forma orgánica para todo el país, son un esfuerzo y una valiosa experiencia en este campo y van dando la pauta de una alentadora perspectiva en la línea de una renovación catequística.

La mejor experiencia en el campo de catequización de adultos fueron hasta la fecha los grupos de reflexión y movimientos; las comunidades cristianas de base; los grupos bíblicos; los terciarios franciscanos, etc. que utilizan sus reuniones para reflexionar

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Margarita Duran

a la luz de la palabra de Dios sobre sus situaciones concretas.

Además se señaló la catequesis expresa que se da a los padres con motivo de la preparación de la primera comunión de los hijos, de la confirmación, etc.

Agentes de la catequesis. Los agentes que se responsabilizan de la catequesis son los obispos, sacerdotes, religiosos/as y muchos laicos conscientes de esa misión fundamental en la Iglesia.

La comunidad como tal no tiene conciencia de su misión educadora en la fe y normalmente descarga esta responsabilidad sobre los catequistas.

En cuanto a los padres de familia en general, reducen su misión catequística a la enseñanza de las primeras oraciones y procuran que sus hijos reciban el bautismo, la primera comunión y la confirmación.

Casi no tienen participación directa en la catequesis de los niños, en la instrucción de los mismos. Pocas veces son un testimonio de vida cristiana.

Publicaciones. En los últimos años hubo gran esfuerzo de parte de los agentes más cualificados de catequesis en orden a la publicación de textos apropiados a fin de que sean respuesta a las necesidades de los cristianos paraguayos. Por otro lado se corre el riesgo 64


de la proliferación de textos sin una adecuada unidad de línea en lo fundamental. Citaron a continuación los títulos de los materiales publicados en las distintas diócesis, tanto para niños, jóvenes y adultos.

Como última parte, el citado documento enumeró los objetivos de la catequesis, la cual debía ser eminentemente evangelizadora. Ella debe proclamar a Jesucristo como respuesta de Dios-Padre a los problemas, inquietudes y aspiraciones humanas. Disponer al hombre a una conversión constante, con respuesta al llamado de Dios, para lograr una relación más profunda con El, con los hermanos y con las cosas, a fin de alcanzar su identidad humana y cristiana.

Para terminar se habló de los agentes de la catequesis en el Paraguay, del contenido de la misma, que quiere ser sencilla, de la metodología, buscando una catequesis liberadora más insinuante que expositiva, personalizante, creativa, concientizadora, vivencial y dinámica.

e) Semana Nacional de Catequesis. 1 2 - 1 6 de Mayo de 1982.

Se reunieron 49 delegados diocesanos en Pto. Pte. Stroessner, a fin de participar de la Semana Nacional de Catequesis, llevada a cabo los días 12 al 16 de Mayo de 1982. Los temas expuestos y luego debatidos fueron: —Opciones, Objetivos y Prioridades

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Margarita Duran

del Plan de Pastoral Orgánica de la Iglesia en el Paraguay. — La comunidad eclesial como comunidad catequizadora. —Experiencia de la labor catequizadora de una comunidad de base. —Opción preferencial por los pobres. —La familia y la catequesis.

El último día se destinó para hacer trabajos en grupos y sacar conclusiones. La clausura y la Eucaristía fueron el clima fraternal con que se puso fin a la Semana Nacional de Catequesis.

El resumen de las conclusiones de esta semana se podría formular de esta manera:

a) Criterios fundamentales, medios y recursos para que la comunidad tome conciencia de su responsabilidad en la catequesis.

b) Criterios, medios y recursos, para que Obispos, sacerdotes, laicos y religiosos tomen responsabilidad activa.

c) Criterios, medios y recursos para que los catequistas actúen en unión entre sí, en unión con la comunidad y con los pastores.

d) Características que deben tener las comunidades cristianas.

e) Funciones y cualidades de los agentes pastorales en la formación de las comunidades.

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0 Características que debe tener la catequesis para conseguir una apertura y disponibilidad para con los pobres.

g) Compromisos concretos para identificarse con los pobres.

h) Elementos necesarios para que una familia sea un auténtico catecumenado.

i) Causas de la falta de responsabilidad en las familias.

j) Posturas de la catequesis frente a la religiosidad popular.

k) Caminos para potenciar la energía catequizadora de la religiosidad popular.

V. EVALUACIONES

La evaluación presentada por el Equipo Nacional acerca de la situación de la catequesis en el Paraguay marcó los siguientes puntos:

— El programa de catequesis publicado por el Equipo en 1979 fue un instrumento muy valioso en la marcha y avance de la catequesis.

— El mayor avance se notó en la catequesis de niños: Publicación de textos adecuados, formación

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Margarita Duran

de catequistas, organización de equipos y creación de centros de catequización, atención gradual de niños según sus edades, celebraciones litúrgicas sencillas y apropiadas a los niños, participación cada vez más notable de los padres de familia.

- Muchas experiencias de la catequesis de los pequeños de 5 a 7 años, aunque faltaron materiales adecuados y catequistas más especializados.

En la catequesis de jóvenes se vio que los cursos de confirmación han servido para acercar a los mismos a la Iglesia, despertando la conciencia cristiana de los jóvenes.

Sin embargo, presentó carencias en el sentido de una falta de seguimiento y la gran deserción luego de recibido el Sacramento. Prisa por celebrar el Sacramento, quitando mucho sentido al proceso de maduración de la fe.

La catequesis de adultos resultó ser muy bien atendida en las pequeñas comunidades y sobre todo en la C.E.B. aunque en los otros lugares era muy pobre. La preparación para el bautismo de los niños (cursos de padres y padrinos) y los cursillos para novios, no pasaron de ser meras charlas, a veces de contenido flojo y escaso.

En la formación de catequistas se comprobó un gran entusiasmo y esfuerzo, tanto en las parroquias, 68


como en sectores, diócesis, etc. Es notable la atención de los Obispos y párrocos en la tarea catequística. No se pudo desconocer la conciencia y responsabilidad de la comunidad en cuanto a la forma de asumir su papel de "responsable" de la catequesis.

Fueron auspiciosas las organizaciones diocesanas, parroquiales y de base en la planificación de la tarea catequística.

Detectaron además algunas carencias notables en la catequesis:

— Falta de interés, por la importancia de la catequesis, en algunas Diócesis.

— Escasez de agentes cualificados: sacerdotes, religiosos y laicos dirigentes.

— Atención a la juventud después de la confirmación.

— Formación de catequistas para pre-adolescentes y jóvenes.

— Atención a grupos especiales y marginados.

En cuanto a la situación del Equipo Nacional de Catequesis se notó un ambiente sencillo y cordial. La constante presencia del Obispo responsable fue alta-

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Margarita Duran

mente positiva, pues daba aliento y seguridad al Equipo.

La marcha y los trabajos del Equipo enriquecieron a los oficios catequísticos diocesanos, al igual que a los sacerdotes y agentes de pastoral.

Ha vivido dicho Equipo la pluralidad dentro de la unidad respetando las diferencias de realidades de las distintas Diócesis.

Aunque no faltaron tensiones entre los miembros del Equipo, no se pudo hablar de antagonismos ni de posiciones irreconciliables. Tal vez faltó más tiempo para la oración, reflexión y estudio, ya que el mismo Equipo afirmó que durante el período 1981/82, su labor se redujo más a la coordinación que al estudio.

Acerca de los trabajos realizados por el Equipo se apuntó la acción positiva del mismo en la concretiza-ción de los tres esquemas de catequesis de adultos y en el estudio del documento de consulta para la "Semana Latinoamericana de Catequesis".

Llamó la atención la falta de delegados de catequesis indígena y de las Fuerzas Armadas, también el retraso desmedido en la publicación del "Catecismo Fundamental".

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Algunos temas desarrollados fuera del programa trazado hicieron que se interrumpiera la continuidad de los trabajos planeados.

En un informe presentado a la CEP el Equipo Nacional de Catequesis dio a conocer las actividades desarrolladas por el mismo durante el período 1981/82.

Manifestó el citado Equipo, haber dedicado la mayor parte de sus reuniones de esos dos años al estudio y a la redacción de aportes a los documentos siguientes:

a) Documento de trabajo enviado por el Departamento de Catequesis del CELAM para el encuentro de Catequesis del Cono Sur, llevado a cabo en Curitiba - Brasil, en mayo de 1981.

b) Respuesta a la consulta del Departamento de Catequesis del CELAM para el temario de la Semana Latinoamericana de Catequesis.

c) Documento de trabajo para la Semana Latinoamericana de Catequesis realizada en Quito del 3 al 10 de Octubre de 1982.

d) También se dedicaron algunas reuniones para estudiar el "Proyecto de Programa de Catequesis pre-sacramental y formación de Catequistas".

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Margarita Duran

e) Estudio y preparación del Directorio Nacional de Catequesis.

f) Entre las actividades más sobresalientes a consignar estuvo la realización de la "Semana Nacional de Catequesis", en mayo de 1982.

El poco tiempo de que dispone el Secretario Ejecutivo y la ausencia de un sub-secretario a medio tiempo, fueron los puntos negativos en la marcha del Equipo Nacional de Catequesis.

En el informe de 1983 se notó una especial preocupación por la catequesis de niños de 5 a 7 años (iniciación), por el avance de la catequesis para los distintos grupos de trabajo. En cuanto al logro de los objetivos el rendimiento fue medio. Faltó agilidad en los mecanismos de comunicación y realización de los trabajos.

Los logros más positivos fueron el estudio y redacción del proyecto del Directorio Nacional de Catequesis y la coordinación, intercambio de experiencias e integración de los Oficios diocesanos.

La última evaluación presentada hasta entonces por el Equipo Nacional de Educación señala, en cuanto a la situación actual de la catequesis en el Paraguay, un gran-logro en la catequesis de niños por cumplirse los objetivos del programa nacional "dando 72


pautas y orientaciones comunes er cuanto a objetivos, contenidos y métodos" Los catecismos interdiocesanos, los textos de Confesión y Comunión son fuerza unificadora, ya que muchas Diócesis los apoyan y utilizan.

En cuanto a la catequesis de jóvenes se puede observar un paso importante al extenderse por dos años la preparación de los jóvenes para la Confirmación.

Se destacó la preocupación por la Catequesis de adultos, pues es el sector -subrayaron- que más atención necesita. Se cuenta hoy con un material para catequesis de padres de la Arquidiócesis y de la Diócesis de Villarrica, además de un Anteproyecto de Catequesis pre-matrimonial y pre-bautismal.

Entre las opciones prioritarias del Cono Sur y Brasil figuran la formación de catequistas. Todas las Diócesis han avanzado. Existen muchos esfuerzos en todos los niveles. La mayoría de las Diócesis cuentan con sus equipos catequísticos, los que se distinguen por su labor eficaz en la formación de sus catequistas.

Los objetivos propuestos por el Equipo Nacional de Catequesis fueron logrados en su mayoría. Se subraya una gran unidad y fraternidad entre los miembros del Equipo y un ambiente de espiritualidad, no señalado anteriormente.

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Margarita Duran

La buena marcha del Equipo se debe en gran medida a la presencia y compañía de los Obispos Sebelio Peralta y Celso Yegros. Se reconoció también la dedicación y disponibilidad del nuevo Secretario Ejecutivo, P. Juan Bautista Gavilán.

Pueden ser mejorados algunos aspectos como: la inconstancia de algunos delegados diocesanos que interrumpen la continuidad de los trabajos y la falta de nombramiento de algunos delegados diocesanos. Fuera de las cuatro reuniones anuales, el Equipo Nacional no se hace sentir como tal. Falta de técnicos, pues el trabajo del Equipo es serio y difícil. Falta de mayor preparación en los delegados diocesanos. Poco tiempo del Secretario Ejecutivo para dedicarse a las tareas exclusivas de la catequesis.

Se sugirió a la CEP la necesidad de seguir contando con los Obispos Peralta y Yegros a fin de lograr continuidad en las tareas, teniendo en cuenta también la experiencia y el enriquecimiento que van logrando al estar al servicio de la catequesis nacional.

El Plan de trabajo para el año 1985 contempla: a) Elaborar la Historia de la Catequesis del Paraguay a pedido del Departamento de Catequesis del CELAM. b) Preparar la redacción final del Directorio Nacional para el estudio y aprobación de la CEP. c) Terminar la redacción del catecismo para la familia.

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VI. Publicaciones Catequísticas

I. Catequesis Parroquial:

1. Programa de Catequesis Parroquial de niños y jóvenes (Equipo Nacional de Catequesis).

2. Catequesis de Pre-iniciación: la. Etapa (7 a 8 años).

Textos:

— Dios es mi Padre (Asunción). — Padre Nuestro (Villarrica). — Oraciones: Hablo con Dios que me ama. (Asun

ción). — Primeras Nociones (Experimental, mimeogra-

fiado).

3. Catequesis de la Confesión: 2a. Etapa 1er. Período ( 8 - 9 - 1 0 años).

Textos:

— Dios me ama en Jesús (Interdiocesano). — Reconciliación (Experimental, mimeografiado). — Somos los amigos de Jesús (la. Parte) Encarna

ción.

4. Catequesis de la. Comunión: 2a. Etapa 2o. Período ( 9 - 1 0 - 1 1 años).

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Margarita Duran

Textos: — Celebramos nuestro encuentro con Jesús (inter

diocesano). — Primera Comunión (Experimental, mimeogra-

fiado). — Somos los amigos de Jesús (2a. parte) Encar

nación. — Santísimo Sacramento (Anteproyecto), Villa-

rrica.

5. Catequesis de Pre-adolescentes: 3a. Etapa Renovación ( 1 2 - 1 3 - 1 4 años).

Textos:

— Jesús: Camino, Verdad y Vida (CAVEVI), Asunción.

— Reino de Dios, Villarrica. — Dios con nosotros, Villarrica. — Virtudes cristianas (Experimental, mimeogra-

fiado). — Evangelización (Experimental, mimeografiado).

6. Catequesis de Confirmación : dos años de preparación 4a. Etapa - 15 años y más).

Textos:

— Fortalecidos por el Espíritu Santo ( lo . y 2o. año), Asunción.

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— Ven Espíritu Santo I y II. Villarrica. — Iglesia y Vocación (1er. año, experimental, mi

meografiado). — Confirmación (2o. año -Experimental, mimeo

grafiado).

7. Catequesis para Padres de Familia.

Textos:

— Nos preparamos con nuestros hijos. Asunción. — Bautismo: Cursillo para Padres y Padrinos (An

teproyecto), Villarica. — El Matrimonio: Catequesis Prematrimonial

(Anteproyecto), Villarica. — Alabemos al Señor: Devocionario y cantoral.

Encarnación.

Programa de Catequesis:

— Pre-matrimonial. — Pre-bautismal. — Formación básica de la Catequesis (Equipo N.

de Catequesis) y folleto.

Vicariato Castrense:

— Guía para vivir nuestra fe cristiana.

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Margarita Duran

II. Catequesis de Escuelas Parroquiales: (Colección mimeografiada), Asunción.

ler. Grado: Texto — Quiero andar (Texto del maestro y texto del

niño). 2do. Grado: Texto — Puedo andar (Texto del maestro y texto del ni

ño). 3er. Grado: Texto — No ando solo (Texto del maestro). 4to. Grado: Texto — Vivo con Cristo (Texto del maestro). 5to. Grado: Texto — Descubro a Cristo en los demás (Texto del

maestro). 6to. Grado: Texto — Somos testigos de Cristo (Texto del maestro).

III. Publicaciones de la Editorial Don Bosco — Equipo Pastoral Salesiano.

Textos para catequesis de escuelas y colegios católicos: Cristo Novedad de Vida. Colección.

Pre-iniciación: -- Despertar (Textos, fichas, cassettes). ler. Grado: — Descubrir (libros y fichas de trabajo para el

niño). 78


2do. Grado: — Crecer (libros y fichas de trabajo para el

niño). Guía didáctica y 48 láminas. 3er. Grado: — Encontrar (libros y fichas de trabajo para el

niño). Guía didáctica, 48 láminas y 48 diapositivas).

4to. Grado: — Como hijos de Dios Padre (libro y fichas de tra

bajo para el niño). Guía didáctica, 48 láminas y 48 diapositivas).

5to. Grado: — Según el Evangelio (Libro y fichas de trabajo

para el niño). Guía didáctica, 48 láminas y 48 diapositivas).

6to. Grado: — Animados por el Espíritu Santo (Libro y fichas

de trabajo para el niño). Guía didáctica, 48 láminas y 48 diapositivas).

Ciclo Básico: CRISTO NUEVA VIDA. (Guía Didáctica).

ler. Curso: — Dios en la Historia del Hombre (libro y fichas

de trabajo para el alumno). 2do Curso: — Cristo dentro de la Historia (Libro y fichas de

trabajo para el alumno).

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Margarita Duran

3er. Curso: — La Iglesia signo de Cristo en la Historia (Libro

y fichas de trabajo para el alumno).

Ciclo Bachillerato: CRISTO PROPUESTA DE VIDA. (Guía Didáctica).

4to. Curso: — Cristo respuesta a los problemas del hombre I

(libro y fichas de trabajo para el alumno). 5to. Curso: — Cristo respuesta a los problemas del hombre II

(libro y fichas de trabajo para el alumno). 6to Curso: — Cristo realización del Plan de Dios (libro y fi

chas de trabajos para el alumno).

Textos para Catequesis Parroquial

Primera Comunión: — Varios al Encuentro de Jesús (libro guía, libro

y ficha de trabajo para el alumno). Perseverancia: — Vivimos en Jesús (libro guía y libro para el

alumno). Confirmación: — Varios a recibir al Encuentro de Jesús Resucita

do (libro guía para el alumno). 80


Todos los materiales catequísticos existen en el país, han sido publicados desde hace unos diez o quince años. Anteriormente los textos didácticos eran traídos del exterior por los directores de colegios católicos, tanto parroquiales como de religiosos.

Hoy las distintas jurisdicciones eclesiásticas se empeñan en elaborar sus propios materiales de trabajos a través de sus consejos catequísticos diocesanos. Hay publicaciones que fueron elaboradas por dos o más Diócesis para uso común de las mismas y otras hechas por congregaciones religiosas dedicadas a la enseñanza.

VII. Conclusión

En una comunidad de fe, enraizada en una fuerte religiosidad popular donde gran parte de sus hijos cifran sus esperanzas y encuentran explicación al sentido de su vida en la "providencia de Dios" surge urgente e impostergable la presencia de miles de agentes cualificados de Pastoral que orienten, fortalezcan y acompañen la vida de esperanza y de amor del pueblo peregrino.

A pesar de la ignorancia religiosa de la gran mayoría de los hijos de la Iglesia, del subdesarrollo cultural que los hace ingenuos a tantas ideologías foráneas que desafían los valores tradicionales de su fe familiar, de la presencia mínima del laicado organizado que aún se

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Margarita Duran

mueve en medio de grandes reservas, acomodadas y condicionadas a las exigencias políticas y sociales, a pesar de ello, cada día van surgiendo de la comunidad eclesial nuevos apóstoles que invitan a sus hermanos a interesarse más por su propia vida de amor y de servicio a los demás.

La catequesis empuja hacia un compromiso más responsable al pueblo cristiano para que de testimonio de su fe en la familia y en la sociedad.

La familia, "Iglesia doméstica", tiene todavía su fuerza de integración, su vivencia comunitaria y su poder moral de marcar normas morales de conducta y comportamiento a sus miembros. El Padre, "sacerdote doméstico", está ausente de la responsabilidad directa de educar en la fe a los hijos, más bien deja esto a cargo de la madre. El Año Nacional de la familia (1984-1985) tiene como objetivo la evangelización de la "Iglesia doméstica", la recuperación de los valores morales hasta ayer vividos con mucha sencillez, la armonía de todos los miembros, la oración familiar, diálogos sencillos y fraternos, etc., dando sentido de responsabilidad y compromiso al sacerdote del hogar en su oficio de pastoreo y de gobierno a su familiar.

La evangelización del hombre paraguayo requiere catequistas de sólida formación antropológica, íntimamente unidos a Cristo, su Maestro, y enraizados en la necesidad y pobreza de su pueblo. 82


El nivel cultural de los catequistas es generalmente deficiente, sobre todo en el interior del país y va acompañado de su inexperiencia de la vida social y familiar a causa de su corta edad. El idioma y cultura de los indígenas son desconocidos en gran parte por los misioneros, en su mayoría extranjeros, sin embargo, la Iglesia ha dado un gran paso a favor de los indígenas adquiriendo tierras dentro de su habitat y asesorándolos para un mejor nivel de vida. También la publicación de catecismos en lengua aborigen.

La juventud, presencia renovadora hoy de la Iglesia, aporta una savia nueva de esperanza para la construcción de una comunidad más humana y más fraterna, abierta a Dios con renovados aires de alegría, por el Sacramento de la confirmación recibidos a los 15 años y luego de una buena preparación. El Espíritu Santo en la vida de los jóvenes los lleva a comprometerse al servicio de sus hermanos en la Iglesia y en la comunidad, inquieta en conocer más y más a Jesucristo y a ser luz y sal del mundo y a conocer mejor las necesidades de su pueblo.

El interés por la catequesis, de parte de la Iglesia, mucho ha mejorado debido a que las jurisdicciones eclesiásticas le dedican sus mejores recursos humanos y económicos.

La renovación catequística a partir del Concilio fue muy fructífera y ha sido de gran impulso para la vida eclesial.

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Margarita Duran

En cuanto a contenido y metodología la cate-quesis en el Paraguay ha mantenido gran fidelidad a Dios, en Jesucristo, a la Iglesia y al hombre. Ha procurado transmitir un contenido conforme a la sana doctrina y ser fiel a las situaciones concretas del hombre paraguayo.

No se conocen desviaciones doctrinales tanto en cuestiones dogmáticas como en cuestiones morales.

Lo que la catequesis no ha logrado aún es "crear una sana conciencia moral, sentido evangélico frente a la realidad, espíritu comunitario y compromiso social" (P. 1308). Pero no es por desviaciones sino por diferentes deficiencias catequísticas.

Tampoco ha logrado aún que lleve al cristiano, como se debe, a celebrar su fe en la liturgia. Existe todavía divorcio entre catequesis y liturgia.

La catequesis ha sido siempre en la Iglesia de nuestro país una preocupación y actividad prioritaria, en las Diócesis y parroquias, con los elementos con que se contaban en cada época tanto en agentes (doctrinero, catequistas) como en los textos empleados. En el Post Concilio esta actividad prioritaria recogió los elementos bíblicos, teológicos, litúrgicos, morales, metodológicos y activos de renovación con la misión evangelizadora de la Iglesia. Además, si siempre fue 84


la catequesis el lazo aglutinador de la comunidad cristiana, mucho más lo es con la renovación post conciliar, se convirtió en la vértebra de la formación y desarrollo de la comunidad cristiana. Posibilitó, por lo mismo, la creación y funcionamiento de actividades de los otros diversos campos de la pastoral, como compromisos eclesiales de la fe más iluminada y viva.

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índice

I. Antecedentes 11

II. Institutos catequísticos del Paraguay 22

III. Equipo Nacional de Catequesis 37

IV. Encuentros nacionales de catequesis 41

V. Evaluaciones 67

VI. Publicaciones catequísticas 75

VII. Conclusión 81

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